Político republicano federal, Víctor Santos Pruneda Soriano (El Ferrol, 1809 – Teruel, 1882) fue procesado y condenado al destierro en las Islas Canarias, debido a su actividad política, en los duros años de la dictadura del general Ramón María Narváez y Campos. Fruto de dicha estancia fue la redacción de esta crónica, impresa en Teruel en 1848, que supone un duro y veraz testimonio de la situación padecida durante su confinamiento en la convulsa España de mediados del s. XIX y un emotivo homenaje al entonces lejano Archipiélago, a sus gentes, a su historia y a su legado histórico.