Durante más de cinco siglos, la gran acción económica desarrollada, unida a las relaciones sociales, culturales y humanas, han consagrado a esta entidad como depositaria de un valioso patrimonio que incluye:
• Cultural. Componentes históricos, arqueológicos, arquitectónicos, etnográficos, artísticos e inmateriales.
• Geográfico. Aspectos geológicos, medioambientales y paisajísticos.
Todo esto convierte a la Heredad en una de las reservas patrimoniales más importantes de Gran Canaria.
La sede de la Heredad a principios del siglo XX
Vista interior del icónico reloj del edificio de la heredad
A lo largo de sus más de quinientos años de historia, la Heredad ha ido compilando uno de los mayores patrimonios insulares en los ámbitos de:
Arqueología • Etnografía • Arte • Arquitectura urbana y rural • Patrimonio material e inmaterial
Sobre todo destaca un patrimonio que se ha ido acumulando en documentos y edificios, tradiciones y oficios que han configurado la economía hidráulica de Gran Canaria.
Conjunto troglodita del Barranco del Andén
Embalses del Pinto, en Arucas. Foto: Pellagofio.es
Escalera helicoidal. Foto: Pellagofio.es
Galería de Agua en Gran Canaria. Foto: Pellagofio.es
La Heredad de Aguas de Arucas y Firgas ha construido el entramado de acequias y cantoneras de reparto de aguas que se utilizan, no solo por ella misma, sino también por cualquier agricultor. Incluso hoy día el propio Consejo Insular de Aguas vierte sus aguas en ellas.
La Heredad gestionó y suministró las aguas del abasto público durante muchísimos años, facilitando que los vecinos de la zona pudiesen contar con el líquido elemento para sus necesidades sin coste alguno. En su momento, la Heredad se encargó de contratar estudios de repartos de aguas, evitando agravios entre los agricultores. Estas medidas y repartos se efectuaron a raíz de la fabricación de cantoneras, realizadas en cantería de piedra, llamadas "de medida", que son únicas en el mundo.
La historia de la Heredad está llena de solicitudes y demandas de ayuda económica para llevar a cabo múltiples proyectos y acciones.
No olvidemos también las aportaciones para las Casas Consistoriales de Las Palmas y para la sede de la Real Audiencia de Canarias en 1877, así como la construcción del primer aeródromo de Las Palmas-Gando, actual Aeropuerto de Gran Canaria. Estas fueron solo algunas de sus más destacadas contribuciones económicas efectuadas a lo largo del tiempo.
Construcción y reedificación
Carreteras como las de Firgas y Trasmontaña; puentes como el de Tenoya (1834).
Templos en Arucas (1854) y Firgas; cementerios como el de Firgas (1854, 1898 y 1904).
Ayuda humanitaria
Donativos para paliar las hambrunas de 1847, 1848, 1856 y 1865; efectos del cólera morbo en 1847 y 1852; plagas de langosta como la de 1893.
Obras públicas
Construcción del Puerto de La Luz y Las Palmas (1858), Plaza de Firgas (1867), Teatro Pérez Galdós (1867), nuevo Mercado Municipal de Arucas (1879), alumbrado público en Vegueta (1895).
Apoyo social
Ayudas a familias de soldados en las guerras de Cuba, África o la Guerra Civil; contribuciones para un asilo de ancianos (1906); obras caritativas individuales y colectivas; ayudas a colegios e instituciones en toda Gran Canaria.