ACERCA DE
El arquitecto Pedro Massieu Verdugo nació en 1926 en el seno de una acomodada familia de Vegueta en Las Palmas de Gran Canaria. Fue el quinto hijo del matrimonio formado por Pedro Massieu Matos y Magdalena Verdugo Acedo, cuya primogénita fue la insigne pintora Lola Massieu. En su infancia, su hermana y él aprendieron a dibujar y a pintar en el estudio de su tío Nicolás “Colacho” Massieu, conocido como “el pintor de Gran Canaria”.
La ciudad que Massieu ve de niño es un espacio en transformación urbana, social, estética e irremediablemente económica, de la que surgen iniciativas vigorosas para crecer sobre el mar, crear parques, zonas industriales, muelles portuarios, espacios de ocio, etc.; en definitiva, una ciudad con inquietudes modernas, que se ven reflejadas en los escaparates de las tiendas de la calle Triana, en el exotismo de todo lo que guardaban los almacenes del puerto, en los materiales constructivos para los nuevos edificios e incluso en los muebles importados e instrumentos musicales y revistas y libros que aportaban una visión deslumbrante de la pujante cultura de las grandes ciudades europeas.
En sus años de juventud Perico Massieu ingresó en el Club Natación Metropole, destacando por su disciplina, constancia y entusiasmo. En febrero de 1945 se convirtió en el primer internacional de Canarias en participar en la Competición España-Portugal. No solo participó con notable éxito en numerosas competiciones regionales y nacionales de natación, sino que llegó a ostentar la segunda mejor marca de España en la prueba de 1500 metros, además de la cuarta y la segunda en los 200 y 400 metros libres, respectivamente.
Tras culminar el bachillerato en el Colegio Viera y Clavijo, de Vegueta, donde fue compañero del reputado tenor Alfredo Kraus, el joven nadador se siente atraído por la arquitectura, por lo que decide cursar estudios en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, donde obtiene el título de arquitecto el 1 de enero de 1958. Al terminar le surge la oportunidad, durante un viaje a París, de entrar a trabajar en el prestigioso estudio Van den Broek & Bakema, pero opta por regresar a Gran Canaria, donde un familiar le había encargado la construcción de una urbanización de cien viviendas en la localidad teldense de Ojos de Garza, de las que solo se construirán treinta.
Al regresar colabora con el estudio del arquitecto Manuel de la Peña, a quien consideraba decisivo en la búsqueda de soluciones a problemas concretos. En 1960-1961, lo que empezó como una nueva colaboración en un proyecto redactado inicialmente por Peña, termina por convertirse en el primer edificio construido por Massieu. Un proyecto suyo de septiembre de 1964, consistente en un edificio de apartamentos entre el Paseo de Chil, 20 y la actual calle Luis de la Cruz, representará la primera gran obra del arquitecto, poniendo de manifiesto su sobrada capacidad.
A partir de 1960 trabaja con Ignacio Muñoz-Rojas Alarcón, un joven arquitecto proveniente de la península. El despegue laboral de esta dupla de arquitectos se produce a lo largo de 1961, con la redacción de trece proyectos entre 1962 y 1964. En este conjunto de proyectos se aprecia una variabilidad de posiciones respecto a cualquier argumento que se pueda considerar teórico desde el que desarrollar los conceptos espaciales o estilísticos de sus principales obras. Poco se puede extraer de ellas que las relacione con la torre del Hotel Don Juan o el edificio Abanico, ambos de 1963, mas serán precisamente esas obras las que se encuentren más próximas al panorama iconográfico que caracteriza la arquitectura del periodo de mediados del siglo XX en la ciudad.
Durante la década de los sesenta, mientras se estaba doctorando, realizó numerosos viajes por todo el mundo: EE.UU., México, Francia, Inglaterra, Italia, Bélgica, Holanda, Brasil, etc. Finalmente, obtiene el título de doctor en 1966 y, durante unos años, ejerce como profesor en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Las Palmas de Gran Canaria.
Entre sus trabajos sobresalen el edificio Abanico de 1968 y el Hotel Don Juan de 1972 en Las Palmas de Gran Canaria, los apartamentos Don Pedro de 1974 de Playa del Inglés en el municipio de San Bartolomé de Tirajana y el edificio Cidelmar de 1976 también en Las Palmas de Gran Canaria.
A lo largo de los años, sus preferencias arquitectónicas fueron cambiando, decantándose finalmente por el constructivismo. Los materiales más característicos de su obra fueron el hormigón, el gres, los callaos y el vidrio verde. No fue partidario de mezclar muchos materiales, por preferencia personal y por el clima. En sus proyectos, llamaba la atención que ya desde la cimentación se podía adivinar la forma y el progresivo crecimiento del edificio. La implicación del arquitecto en sus obras era patente en todo lo que las rodeaba, habida cuenta de la presencia continuada del mismo en ellas y del seguimiento que les hacía.
A lo largo de su trayectoria profesional, Massieu realizó trabajos en común con diferentes arquitectos como Ignacio Muñoz-Rojas, Salvador Fábregas Gil con el Plan general de El Confital, Fernando Higueras en Madrid, Carlos Guigou Fernández, Vázquez de Castro y otros. También participó en varios concursos como el del Nuevo Estadio Insular de Las Palmas, al que concurrió con un proyecto realizado junto a Vázquez de Castro por el que obtuvieron el primer premio, y el de Las Rehoyas, con el que quedó en tercer lugar.
Pedro Massieu falleció en Las Palmas de Gran Canaria en el año 2009 tras una trayectoria profesional amplia en la que dejó obras importantes en la isla de Gran Canaria principalmente.
El arquitecto Pedro Massieu Verdugo (Las Palmas de Gran Canaria, 1926) fue autor de obras que constan por derecho propio en la historia de la arquitectura insular como el Edificio Abanico (1968) y el Hotel Don Juan (1972) -actualmente Hotel AC-, ambas en Las Palmas de Gran Canaria. También los Apartamentos Don Pedro (1974) de Playa del Inglés en Gran Canaria.
Marina Romero, arquitecta y ex directora de la revista Basa, indicó sobre él que "fue autor de algunos de los mejores edificios realizados en Las Palmas, innovando con el hormigón visto, creando texturas nuevas en los paramentos, basándose siempre en una estricta geometría y consiguiendo a partir del detalle constructivo una construcción de gran unidad y calidad arquitectónica". David Mallo, de la Demarcación de Gran Canaria del Colegio oficial de Arquitectos de Canarias, afirmó que "Pedro Massieu comenzó a construir en 1969 sobre un territorio que ayudó a configurar con su arquitectura sólida y rigurosa. Su actitud de búsqueda permanente, junto con su inagotable energía, nos quedará para siempre en su obra y trayectoria profesional, justamente reconocida con la Medalla de Oro del Colegio de Canarias".
Juan Ramírez Guedes, de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Gran Canaria, señaló que "Pedro Massieu fue un representante destacado de una generación de la arquitectura moderna canaria, significativa sobre todo en los años setenta, entre cuyas obras destacaría, obviamente, el Hotel AC, que para mí fue fundamentalmente un hito paisajístico en la construcción de la imagen de la ciudad en el segmento del Puerto". También el arquitecto Iñaki Ábalos, declaró que "cuando proyectábamos el Woermann, la primera reflexión que hicimos es que tenía que estar en relación directa con ese edificio, tan representativo de la mejor arquitectura de los años setenta de Las Palmas de Gran Canaria, que tenía que estar en armonía tanto cromática como de escala con él". Ábalos concluyó que "es una obra bien interesante e importante de la que Las Palmas de Gran Canaria debe de sentirse orgullosa".
Medalla de Oro del Colegio Oficial de Arquitectos de Canarias (COAC). 2009
Socio de honor del Club natación Metropole de Gran Canaria. 1999