PROPAGACIÓN DE LA PINA AMERICANA, (Ananas
comosus) POR CULTIVOS DE TEJIDOS "IN VITRO"
García Reina, G.
Servicio Agrícola
Becario Excmo. Gabildo Insular
INTRODUCCIÓN
La pina americana {Ananas comosus (L)
Merr.) es una planta perteneciente a la familia
de las Bromeliáceas y su cultivo tradicional,
en algunos países de clima tropical, se ha ido
extendiendo a zonas subtropicales debido a
las buenas caracteríticas de sabor y tamaño del
fruto así como a sus posibilidades de conservación
comercial. Los cultivos comerciales se
caracterizan por no producir semillas por lo
que el sistema de multiplicación se tiene que
realizar por propagación vegetativa.
Métodos de propagación
La propagación tradicional se realiza enraizando
las coronas formadas encima del
fruto, enteras o divididas longitudinalmente,
o por los brotes laterales que surgen de distintas
posiciones en el tronco de la planta.
El suministro de material a plantaciones
comerciales por este sistema, tiene el gran in-coveniente
de que únicamente se obtenían en
unas 10-13 plantas por ciclo de cultivo de 18
meses y se tarda, a partir de la corona, 13 años
en producir suficiente cantidad de material,
para sembrar una ha., siempre y cuando se
dividan en cinco trozos cada corona (Siu,
1941).
Este problema ha sido parcialmente solucionado
mediante los métodos de propagación
empleando segmentos de tronco de plantas
maduras (Macluskie, 1939), lo que supone
una ligera mejoría en la propagación de la pina
y ha sido empleado en todos los países productores.
(Tkatchenco, 1947; Evans 1952;
Nambiar, 1955; Wang y col, 1958; Gattani,
1961; Py y Estanove, 1954; Collins, 1960).
Modificaciones de esta técnica fueron introducidas
por Brown (1953) al emplear discos
del tronco de una pulgada de diámetro.
20
Otro método más moderno de propagación
es el de la "hoja-yema" descrito por
Seow y Wee (1970) en Malasia y por Clark y
col. en el Pineaple Research Institute of
Hawaii (datos no publicados), cortando del
tronco de la corona las yemas axilares unidas a
sus correspondientes hojas. Empleando las
variedades Española Roja y Cayena Lisa, se
obtienen una producción que dependerá del
número de hojas de la corona (de 32 a 56
plántulas a partir de una corona de 100 hojas).
La cantidad de plantas que se pueden
obtener por este sistema es de un 50-60% de
las hojas que posea la corona, de las cuales en
condiciones idóneas (esterilización del sustrato,
tipo de sustrato, desinfección óptima de
la "hoja-yema, tipo de sombreado, etc..) sobrevive
un 80%, que a los seis meses de cultivo
se pueden pasar a tierra y a los 18 dar
fruto. Este sistema es comparativamente superior
a los anteriores, ya que se obtienen
unas 25 plantitas de la corona además de los
10-13 hijos aproximadamente que genera la
planta madre a los 18 meses.
De todas formas, es insuficiente a la hora
de planificar una reconversión y no sólo en lo
concerniente a la producción de material, sino
también en la selección de los clones más rentables
de cada zona.
El desarrollo de las técnicas de cultivo de
tejidos están solucionando el problema de la
propagación de la pina en muchos países
(EE.UU., Australia, Malasia, India).
El cultivo de tejidos vegetales "in vitro"
como sistema de propagación consiste en extraer
pequeños fragmentos de tejidos jóvenes
de la planta que se desinfectan y crecen en un
medio artificial estéril en una cámara de cultivo
con ambiente controlado (luz, temperatura,
fotoperíodo, etc.). Un factor fundamen-
t r- •«•
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- ^
tal es la regulación, en el medio de cultivo
estéril, de la concentración y balance de los
dos tipos de hormonas vegetales más comúnmente
empleados (auxinas y citoquininas),
con lo que se hace posible "dirigir" el desarrollo
del tejido produciendo multitud de planti-tas.
El proceso es bastante complejo y requiere
unas condiciones de trabajo muy
estrictas.
PROPAGACIÓN POR CULTIVO DE
TEJIDOS
A continuación vamos a hacer una breve
descripción de la propagación de la pina americana
por cultivo de tejidos, que se puede
resumir en cuatro etapas principales:
I. Etapa de establecimiento
El objetivo de esta etapa consiste en obtener
el desarrollo del tejido sembrado libre de
contaminaciones bacterianas y fúngicas.
El tipo de tejido empleado (explanto)
puede ser variable: tejido floral ("Wakasa,
1979), tejido juvenil (Teo, 1974), yemas laterales
de brote, corona o tronco (Drew, 1980;
Sita, 1974;Mapes, 1973;Zepeda, 1981; Ran-
,an, 1980;Mathevi^s, 1979, Pannetier, 1976) y
ragmentos de hoja joven (Mathews, 1979;
Rangan, 1980), o bien partiendo de callo de
distintos tipos de tejido (Srinavasa, 1981; Wa-kasa,
1979; Rangan, 1980).
El método de desinfección del explanto
hay que adecuarlo al tipo de tejido que se
siembra, muy delicado o contaminado o no, y
en todo caso ensayar previamente la intensidad
y el tiempo de desinfección con la supervivencia
posterior del explanto. Los métodos
empleados varían según cada autor pero se
pueden englobar en dos grandes grupos: los
que utilizan cloruro mercúrico al 0,1% durante
unos tres minutos y los que emplean de
0,5-1% de hipoclorito sódico o calcico (al
5%^ durante 15-60 minutos. En ambos casos
la desinfección va seguida de múltiples lavados
con agua estéril. La mayoría de los autores
hacen poco hincapié en el sistema de desinfección
empleado, aunque éste es uno de los
problemas básicos que afectan al cultivo de las
BromeHáceas (Zimmer, 1976).
Esta primera etapa dura de 25 a 30 días.
Los explantos sobrevivientes se traspasan a
medio fresco, lo que constituye la segunda
etapa o fase de crecimiento.
b i
García Reina - Pina Propagación in vi tro
II. Etapa de crecimiento
El objetivo de esta etapa es obtener plántulas
de tamaños más fácilmente manipula-bles,
así como comenzar con la estimulación
de la brotación de las yemas laterales, a partir
del balance hormonal que señalábamos anteriormente.
Al igual que la primera fase, ésta se
suele realizar en medio sólido (agarizado),
aunque hay autores que desde un principio
cultivan en medio líquido (Zepeda, 1981).
Esta etapa dura igualmente de 25 a 30 días.
III. Etapa de multiplicación
Consiste en inducir el desarrollo de yemas
en las plantitas formadas en la etapa anterior,
interfiriendo los balances hormonales interiores
que inhiben la brotación. Esto se consigue
adecuando el tipo, la concentración y el
balance de las fitohormonas y los compuestos
orgánicos complejos que se añaden al medio
de cultivo. Se efectúan con el medio de cultivo
en estado líquido u en agitación orbital, ya
que la tasa de multiplicación es superior a la
obtenida con el medio agarizado. (Mathews y
Rangan, 1979; Poh y Khoon, 1975; Rangan y
Mathews, 1980;Mapes, 1973).
En esta etapa se pueden conseguir de 10
(Zimmer, 1976) a 50 (Drew, 1980) plantas, a
partir de cada plantita. Su duración es de 30
días y puede repetirse cuántas veces se desee,
separando del "racimo" de plantas formadas,
pequeñas agrupaciones de 2-4 plantitas o incluso
plantas individuales, elevándose al cuadrado
en teoría, el número de plantas cada
treinta días. Sobre esta extrapolación se han
basado algunos autores para dar una estimación
de la producción de material vegetativo
de pina mediante esta técnica. Así Drew
(1980, Redlands Horticultural Station, Australia),
postula la producción de 100.000 plantas
al año y Pannetier y Lanaud (1976, Uni-versite
Paris-Sud, Francia) la producción de
200.000 plantas al cabo de dos años, partiendo
en ambos casos de una sola yema. Zepeda y
Sagawa (1981, University of Hawaii,
EE.UU.)> hablan de la posibilidad real de obtener
5.000 plantas al año a partir de las yemas
de una corona.
Si se tiene como meta la aplicación comercial
de esta técnica, es en esta etapa de
multiplicación donde habría de iniciarse la selección
de los clones, enfocada no sólo a los
más productivos sino, dentro de éstos, a los
que produzcan plantas de tamaño
homogéneo.
21
XOBA Vol. 4 - Núm. 2
Hay autores que no recomiendan efectuar
muchas repeticiones de esta etapa, ya que
la aparición de mutaciones genéticas y epige-néticas,
aunque normales en la naturaleza,
pero potenciadas con estas técnicas, podría
mcrementarse y no dar por tanto garantía va-rietal
del material obtenido. Sin embargo, al
partir de yemas laterales y efectuar la multiplicación
mediante el desarrollo gemario de las
{)lantas formadas permite garantizar la estabi-idad
de la variedad (Dámato, 1975; Derergh y
Maene, 1977; Murashige, 1973) efectuando
las variaciones únicamene al número de espinas
foliares, a la densidad foliar y a la aparición
muy poco frecuente y fácilmente detecta-ble
de plantas albinas (Wakasa, 1979).
IV. Etapa de enraizamiento
Consiste en la individualización de las
plantas formadas y su siembra en un medio de
cultivo con un balance hormonal que induzca
la formación de raíces, siendo la etapa más
laboriosa y costosa.
Una vez enraizadas "in vitro", se repican
turba-perlita 1:1, o un sustrato similar y se
pasan a invernaderos sombreado y bajo túnel
durante los primeros días, a fin de aclimatarlas
progresivamente a las condiciones normales
de cultivo al aire libre.
OBJETIVO DEL TRABAJO
El estudio de la propagación de la pina
americana en Canarias viene dado por la necesidad
de buscar alternativas al cultivo del plátano,
cuyos altos requerimientos de agua
(tanto en cantidad como en calidad), lo están
naciendo inviable. La pina americana tiene
unas necesidades hídricas muy inferiores y sus
variedades se pueden cultivar perfectamente
en el Archipiélago.
Los ensayos que se describen a continuación
tuvieron como objetivo poner a punto el
sistema de desinfección y la metodología particular
de las variedades Española Roja y Cayena
Lisa, descritas como interesantes para
Canarias, a fin de obtener su propagación "in
vitro", partiendo de los ensayos previos efectuados
con la variedad Queen, y constituyen
un compendio de los trabajos realizados en el
Servicio de Investigación Agraria de la Gene-raiitat
de Cataluña en 1982 y los efectuados en
el presente año en el Servicio Agrícola de la
C.LA. y el Departamento de Biología del
Centro Superior de Ciencias del Mar de la
U.P.L.P.
22
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizaron ensayos con cuatro variedades
de pina americana (Ananas cromosus (L)
Merr.). Queen, Española Roja, Cayena Lisa y
Guinea. El material para reproducción consistió
en las yemas laterales de coronas y brotes
independientemente. Este material no fue
tratado previamente a la desinfección.
Los troncos de corona y brote lateral
previamente deshojados fueron sometidos a
dos desenfecciones. La primera con lejía comercial
y humectante, seguido de tres lavados
con agua estéril de diez minutos de duración
cada uno. En este caso se estudió la concentración
de lejía que varió de 16 gr./l. a 10 gr./l. de
cloro activo (tabla 1). A continuación se extrajeron
las yemas unidas a un pequeño fragmento
del tronco efectuando tres cortes profundos
en forma piramidal, la segunda desinfección,
similar a la anterior, excepto en un
caso en que no se realizó y que tomaremos
como patrón. En esta segunda desinfección se
varió fa concentración de lejía de 16 a 6 gr./l.
de cloro activo (tabla 1). El estudio conjunto
de ambas desinfecciones da lugar a seis tratamientos
diferentes que se exponen en la tabla
1.
El medio de cultivo empleado en todas
las etapas fue el de Murashige and Skoog
(1962), excepto el Fe, que se añadió en forma
de Sequestrene 400 en concentración de 35
mg./l. de medio. Se utilizaron en la fase de
establecimiento tubos de ensayo de 12 mm. de
diámetro con 2 mi. de medio cada uno y en la
de multiplicación tubos de 25 mm. de diámetro
con 16 mi. de medio de cultivo.
En las etapas de establecimiento y crecimiento
se ensayaron cuatro balances hormonales
(tabla 2).
El número y procedencia de las yemas
queda reflejado en la tabla 3.
ABREVIATURAS:
AIA = Acido Indolacético
AIB = Acido Indolbutírico
BA = Benziladenina
García Reina - Pina Propagación in vitro
Tabla 1. Tratamientos de desinfección
Tratami^ito
1. a (tronco)
ía (X) ^ ••
A
B
C
E
F
16 gr/l
16 gr/l
16 gr/I
12 gr/l
10 gr/l
10 gr/l
20 min.
20niin.
20 min.
20min.
20rniri.
20 min.
3 X10 ííiin.
3 X10 mitx*
3 X10 min.
3x10 min*
3 X10 min.
3 X10 min.
(x) gr/l de cloro activo.
2. a
16 gr/l
8gr/í
8 gr/l
6 gr/l
8 gr/l liuñ*
^
• m k j 3.x 10man
10 min. I 3xlOmidrt.
10 min. I SxlOmm,
10 mm, I 3 x 10 min.
3 x 10 mm*
oo c^
to
•—
C
Tabla 2. Balances hormonales en las etapas de establecimiento y crecimiento. Tratamiento 1
en la etapa de multiplicación.
1
2
3
4
^ ^
mg/l ÜUl.
A.I.A.
A.I.A.
A.I.B.
1
1
1
1 B.A.
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2
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1
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Tabla 3. Número y procedencia de las yemas sembradas.
Variedades
Brote lateral
Corona
Total
Queen ]
80
81
161
Esp, Roja
94
230
324
Cayen. Lisa
58
57
115
Guinea
^ i ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ i ^
127
127
La etapa de multiplicación se realizó en
potes "Le Practique" de medio litro de capacidad
o en erlenmeyer de 150 mi con 25 - 30
mi. de medio de cultivo en estado líquido y en
agitación orbital a 100 rpm. El balance hormonal
empleado en esta etapa fue AJA 1 mg/l,
Zeatina 2 mg/l.
Todo el proceso se realizó en una cámara
de cultivo a —+ 2 *^C fotoperíodo de 16 horas
luz e intensidad de 1.500 lux, emitidas por
fluorescentes Cool-White de 40 W.
Se realizaron controles periódicos de crecimiento
y aspecto cada 10 días.
?^
XOBA Vol. 4 - Núm. 2
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La desinfección llevada a cabo con un
solo tratamiento de lejía con 16 gr/1 de cloro
activo (B) resultó insuficiente, apareciendo a
los 30 días todas las plantas contaminadas. Y
la doble desinfección con 16 mg/1 de cloro
activo en ambos tratamientos (A) fue excesiva
ya que, a los 30 días, todas las yemas presentaban
una coloración blanquecina sin crecimiento
alguno, aunque sin ningún tipo de
contaminación (ver tabla 4). El resto de los
tratamientos dieron resultados normales aun-
3ue hay que destacar el tratamiento D (12 gr/1
e cloro activo en la primera desinfección y 8
gr/1 en la segunda) que mostró un índice de
supervivencia aceptable y un bajo índice de
contaminación, siendo por lo tanto el que
posibilitaba una mayor viabilidad.
Ensayos posteriores con esta misma desinfección
corroboraron estos resultados pareciendo
el método más adecuado para las
variedades estudiadas de pina, excepto la variedad
Guinea que no respondió a los tratamientos
de desinfección (ver tabla 5).
En la etapa de establecimiento, además
de las contaminaciones que se producen, hay
que señalar tres evoluciones posibles: la primera
de ellas que llamaremos viabilidad es la
que va a dar el material que va a ser utilizado
en las demás etapas y consiste en la brotación
de las yemas y su pigmentación verde en el
tejido sembrado. La segunda evolución es la
muerte del tejido, que se necrosa tomando
color marrón. La tercera posibilidad es un
material blanco (no pigmentado) en el cual no
existe crecimiento.
En la tabla 5 se exponen los resultados de
tres de las variedades estudiadas. Española
Roja, Cayena Lisa y Queen, de acuerdo con la
procedencia de las yemas sembradas (corona o
brote). Observamos en esta tabla que el establecimiento
de las yemas varía con su procedencia
(corona o brote) y con la variedad estudiada.
Las yemas procedentes de corona
muestran en todos los casos un menor índice
de contaminación y un mayor porcentaje de
viabilidad que los procedentes de brote,
siendo en el caso de Española Roja cuatro
veces superior la viabilidad de las yemas de
corona que de brote, y en las otras dos variedades
el doble. De las cuatro variedades estudiadas
hay que señalar que la variedad Guinea
no aparece en las tablas ya que como exponíamos
no respondió a la desinfección ni a la
24
metodología, siendo sus yemas en todos los
casos inviables, bien por contaminación
(69,3%) necrosis (18,1%) o blancas (12,6%).
La variedad Cayana Lisa muestra un porcentaje
de supervivencia superior a las otras
dos, aunque los resultados no son concluyen-tes
puesto que los ensayos se realizaron en
distmtas fechas.
Hemos observado y lo confirma la bibliografía,
que el estado inicial del material a
utilizar tiene una gran importancia en relación
a la viabilidad. Debergh y Maene (1981) estudiando
gran variedacT de especies y relacionando
el estado fisiológico efe las plantas madres
con la viabilidad del material en cultivo
"in vitro", llegaron a la conclusión de que es
absolutamente necesario el establecer una
fase, que denominan O, y que afecta al tratamiento
homogéneo de las plantas madres para
obtener un material seleccionado de alta viabilidad.
Hay que aclarar además que como estado
óptimo debe entenderse no sólo el aspecto
exterior del material, sino las condiciones
intrínsecas de la planta de cara a la época
de fructificación, maduración, condiciones
hídricas, método de cultivo, etc., que necesitarán
de mucha más experimentación para poderse
determinar. Cuando esta fase previa no
se ha llevado a cabo es necesario acudir al
aspecto externo, evitando el utilizar fuentes
de material vegetal que presenten cualquier
tipo de anomalía en color, tamaño, características
hídricas, etc... De hecho encontramos en
todos los casos que las yemas procedentes de
corona o brote cuando presentaban un estado
deficiente daban una viabilidad considerablemente
menor.
En otros ensayos, aún no publicados,
hemos encontrado que la distribución de las
yemas en el tronco de la corona no afecta a la
viabilidad de las mismas.
En la tabla 6 exponemos los resultados
obtenidos con la variedad Española Roja en
cada corona independientemente y puede observarse
la gran variabilidad que existe en relación
con la viabilidad, contaminación, yemas
necrosadas y yemas blancas, lo que evidencia
que para obtener resultados homogéneos es
necesario un tratamiento previo de la planta
madre de donde se extraen las coronas.
La mayoría del material viable después de
la etapa de establecimiento continuó normalmente
su desarrollo en la etapa de crecimiento,
aunque algunas plantas ya desarrolladas
con 5-6 hojas amarillerearon y terminaron
necrosándose. Esta degeneración prematura.
García Reina - Pina Propagación in vitro
de las plantas en las primeras etapas, puede ser
debida a la secreción de sustancias tóxicas por
parte de la planta, que al quedar acuniuladas
en su proximidad, por la dificultad de difundir
en el medio agarizado sólido, alcanza niveles
no tolerables para la planta. El empleo de
absorbentes (carbón activo), al menos en la
segunda etapa de cultivo, que fue donde se
manifestó este proceso, podría resolver el
problema. Otra solución sería adelantar el
cultivo en medio líquido en agitación a la
etapa de crecimiento. Sin embargo, hay que
tener precauciones con el tipo de recipiente y
cantidad de medio cultivo, que se añade, ya
que si el explanto permanece totalmente sumergido
en el medio, la viabilidad de las plan-fes
desarrolladas se reduce, y las que continúan
su desarrollo presentan un aspecto vitrificado
y anómalo. Esta fragilidad va desapareciendo
paulatinamente en las que crecen los
suficiente (y lo suficientemente rápido) para
mantener las hojas sin contacto directo con el
medio. Aun así estas hojas suelen presentar
zonas decoloradas en mayor proporción que
las formadas en plantas que pasaron a medio
líquido en fase más avanzada de crecimiento.
Estas anomalías pigmentarias desaparecieron
a los pocos días de cultivo en el invernadero.
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Fase I: Ápice desarrollándose a los 20 días Fase II: Ápice apical de corona desarrollado a los 40 días
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Fase II: Plántula desarrollada necrosándose Fase II: Final. Inicio de la brotación laterd
Fase III: Inicio. Brotación múltiple de yemas laterales. Var. Cayena lisa
27
XOBA Vol.4-Núm. 2
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Tabla 6. Porcentajes de yemas de Española Roja a los treinta días de cultivo, (x). Descontadas
las contaminaciones.
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Tabla 4. Porcentajes referidos a los treinta días de cultivo y tomando la tasa de supervivencia
de las yemas que presentaban una coloración verde y crecimiento.
La etapa de multiplicación se llevó a
cabo, como expusimos en la introducción, en
medio líquido y con un solo balance hormonal
(AIA 1 mg/1, Zeatina 2 mg/1). Al mes de
cultivo se clasificaron las plantas en tres tipos
diferentes:
Tipo 1.— Los explantos que presentaron
una alta tasa de multiplicación, 12 plantas
por explanto a los dos meses y tamaño homogéneo
de las plantas neoformadas, (entre 1,5 y
2,5 cms. de longitud).
Tipo 2.— Plantas con menor tasa de
multiplicación 4 plantas por explanto a los 2
meses y una menor homogeneidad en el tamaño.
28
Tipo 3.— Plantas muy desarrolladas y
sin multiplicación alguna, aunque al final de
esta etapa algunas emitieron una o dos planti-tas
en la zona radicular del tronco que había
perdido las hojas iniciales.
La mayoría de los explantos de las variedades
Queen y Cayena Lisa se contaminaron
al repicarlas a la fase de multiplicación.
Las tasas de multiplicación obtenidas en
los ensayos realizados en el S.LA. de Cataluña
con la variedad Queen fueron muy altas,
llegando en clones seleccionados a producir
30 plantas por yema a los dos meses de cultivo
en la etapa de multiplicación. La menor tasa
de multiplicación obtenida con la variedad
Fase III: Planta originada de una yema. Obsérvese la planta desarrollada de la
yema inicial y la ausencia de callo. Var. Española Roja
i - ' • ' '
\ .- ^'J'^!-- IK i-h---" - ij^K: ^-^
Fase III: Selección de clones en función de su homogeneidad. Var. Queen
Fase III: Cada pote contiene las plántulas generadas por una sola yema.
Nótese los distintos grados de homogeneidad
---. - •-' -^. Ir .,' .í<
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I
SI
3
3
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3
XOBA Vol. 4 - Núm. 2
Española Roja podría subsanarse variando la
técnica descrita. Adaptaciones de la técnica
tradicional de la '^hoja yema" con plantas tipo
3 al cultivo "in vitro", la decapitación apical o
la sección longitudinal de las plantas en la
etapa de crecimiento, podrían incrementar
notablemente la propagación. Este último
método ya iniciado en nuestro laboratorio,
está dando resultados provisionales satisfactorios.
En general, no hubo formación de callo y
la neoformación de planta se produciría en
racimos alrededor del material originado a
partir del explanto inicial.
Los controles periódicos, cada diez días,
y el seguimiento individual de cada yema evidenciaron
que el 93% de las yemas viables que
crecieron y multiplicaron a lo largo del cultivo
presentaban, ya a los diez días de siembra,
pigmentación verde y crecimiento (yema hinchada).
El 7% de las yemas restantes que se
desarrollaron adquirieron la pigmentación en
el segundo control, a los 20 días de siembra. Se
siguió el cultivo de todas las yemas clasificadas
en el primera etapa como blancas, sin crecimiento
o necrosadas, ninguna de ellas dio origen
a una planta. Sin embargo, cortando longitudinalmente
las yemas necrosadas y observándolas
bajo lupa binocular, algunas presentaban
el ápice pigmentado aunque las escamas
que lo envolvían estuvieran necrosadas.
Tratamientos hormonales.— Como se
exponía en Material y Métodos, se ensayaron
cuatro -balances hormonales, no encontrándose
diferencias significativas entre estos tratamientos,
lo que parece indicar que en sus
primeras etapas la pina americana determina
Ereferentemente su desarrollo por el balance
ormonal endógeno, teniendo las aportaciones
exógenas poco efecto. Esto nos llevó a que
en la etapa de multiplicación utilizáramos un
solo balance hormonal (AIA 1 mg/1, Zeatina
2mg/l). De igual manera quedó evidente que
el tipo de hormonas empleado y el rango utilizado
no produce diferentes respuestas en las
distintas variedades, estudiadas.
Fase de enraizamíento,— El enraiza-miento
no se llevó a cabo "in vitro'*. Las
plantas se individualizaron del "racimo" formado,
se espolvorearon en su base con hormonas
de enraizamíento (AIB 0,3%) y se
sembraron en una mezcla de turba; arena 1:1,
bajo "mist" y sombreado. Las pérdidas fueron
mínimas y a los 15 días ya emitían raíces.
La posibilidad de evitar la fase de enraizamíento
"in vitro" (tan costosa, como las otras
tres juntas) que ofrece la pina americana, hace
que su propagación mediante esta técnica sea
un método no solamente productivo sino altamente
rentable.
CONCLUSIONES
Los resultados obtenidos ponen de manifiesto
la necesidad de una doble desinfección
del material a sembrar y que la concentración
de cloro activo en estos dos tratamientos no
debe ser superior a los 16 gr/1 en la primera
desinfección ni a los 8 gr/1 en la segunda.
También es importante destacar la necesidad
de un estado fisiológico adecuado y homogéneo
de la planta madre previo a la fase de
establecimiento.
El material extraído de corona presentó
en todas las variedades estudiadas una viabilidad
superior al extraído de brote.
Durante la fase de multiplicación es necesario
efectuar una selección previa del material,
ehminando aquel que presente gran desarrollo
ya que no va a producir planta.
Con relación a las plantas que no presentaban
una gran homogeneidad (tipo 2), hemos
observado que al cabo de 3 ó 4 repicados en el
medio de multiplicación tienden a incrementar
la tasa así como la homogeneidad de las
plantas neoformadas, creemos que debido a la
pérdida progresiva de la dominancia apical.
Los tratamientos hormonales utilizados
no muestran dentro de los rangos empleados
efecto sobre el tipo de material utilizado, las
variedades ensayadas y las hormonas
empleadas.
La etapa de enraizamíento ''in vitro"
puede suprimirse, pasando directamente las
plantas de la etapa de multiplicación al invernadero,
abaratando considerablemente el
proceso de propagación por cultivo de
tejidos.
Aunque hacen falta más estudios con relación
a la fase previa de establecimiento y a
los balances hormonales, el cultivo "in vitro"
de tejidos vegetales se perfila, en el caso de la
pina americana, como un sistema altamente
rentable de propagación.
Agradecimientos: A.D. Enric Melé y
Dña. Joaquina Messeguer del Servicio de Investigación
Agraria de la Generalitat de Cataluña
por las facilidades y apoyo prestados en
los trabajos iniciales, y al Dr. Ángel de Luque
por la crítica y asesoramiento en la redacción
del trabajo.
Fase III: Diferencias de producción y homogeneidad entre clones seleccionados, tipo I y tipo IIL Var. Española Roja
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Vista parcial de la cámara de cultivo con los potes de pina en medio líquido,
córi agitación orbital
Pinas producidas "in vitro'* desarrollándose normalmente en invernadero sin fase
previa de enraizamiento
XOBA Vol.4-Núin. 2
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Dirección actual del autor:
Departamento de Biología, Centro Superior de Ciencias
del Mar. Universidad Politécnica de Las Palmas.