ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LAS
DANZAS TRADICIONALES EN CANARIAS
María Candelaria Díaz Palmero
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2017
¿QUE SON LAS DANZAS TRADICIONALES?
Pretendemos con este trabajo ofrecer una visión general de las danzas
de camino -entrañable estampa en las fiestas populares de nuestras Islas-,
atendiendo a sus rasgos más destacados, e intentando aproximarnos a una
posible clasificación de las mismas.
En un principio queremos establecer las caracterizaciones que, a
nuestro modo de ver, definirían el concepto de "danza", es decir, trataríamos
de señalar qué rasgos comunes poseen los bailes que incluimos bajo esta
denominación.
En primer lugar, y quizá el elemento más distintivo, lo constituye el
carácter ritual de la mayoría de estas danzas, que suelen formar parte de un
acontecimiento festivo-religioso, normalmente una procesión o una romería1,
ocupando además un lugar preeminente; con frecuencia suelen ser las
encargadas de abrir la comitiva, recayendo sobre ellas, en ocasiones, todo el
peso del acto que se desarrolla2. Van precediendo a la imagen venerada, por
lo general, la Virgen María -en sus diferentes representaciones-, el Niño
Jesús o bien el Patrón o Patrona del lugar; de ahí que algunas de ellas reciban
1 Pensamos que, muy probablemente, en su origen, todas las danzas tendrían un carácter
ritual propiciatorio (lluvia, buenas cosechas .. . ); pero con el tiempo se fueron creando otras,
con un sentido más bien lúdico-festivo.
En Canarias han prevalecido las de carácter ritual -bailadas en procesiones y
romerías- frente a las de divertimiento -desarrolladas en casas particulares, en carnavales ... -,
por ello nos referiremos esencialmente a las primeras. De cualquier forma, también
señalaremos el conocimiento que tengamos de las otras, sobre todo atendiendo a que suelen
presentar algunas diferencias significativas.
Debemos indicar asimismo que distinguiríamos entre "danza", con carácter ritual, y
"baile", al que le atribuimos mayormente connotaciones de diversión. En este sentido las
danzas no rituales entrarían mú bien en esta categoría de "baile".
Por último queremos hacer otra apreciación: consideramos que es precisamente por
su carácter ritual por lo que estas danzas se han mantenido plenamente contextuadas, con total
vigencia y funcionalidad, hasta el momento actual, frente a las otras -no rituales-, que, al igual
que numerosos toques y bailes canarios, han perdido su anterior fuerza y arraigo, ante la
avalancha de "modas y ritmos" foráneos que nos han invadido, sobre todo en las últimas
décadas.
2 Nos referimos al hecho de que esa comitiva esté formada exclusivamente por una imagen
religiosa y la danza, acompañándoles los vecinos del lugar y visitantes. Tal es el caso del
Baile de la Virgen en El Hierro, o las procesiones en honor de un Patrón local.
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la denominación de la creencia á quien van dirigidas; es el caso, por ejemplo,
del Baile3 de La Virgen en El Hierro, o el Baile del Niño en Tenerife.
Otro rasgo primordial a destacar lo constituye el motivo de la
participación en la danza, es decir, cómo se llega a ser miembro de la misma.
Aunque en algunas de ellas, antaño y aún en la actualidad, la incorporación
no está determinada por ningún requisito especial, en otras los puestos han
tenido en ocasiones un carácter hereditario. Es lo que ha sucedido, por
ejemplo, en el caso de las danzas de Güímar -San Pedro Arriba y San Pedro
Abajo, El Escobonal ... - y Fasnia (fenerife), donde la figura del tamburulero
(tocador de pita -flauta de pico- y tambor) se ha transmitido
generacionalmente en el seno de una misma familia; o entre los miembros de
los Ranchos de Pascuas de Teguise (Lanzarote). Por otro lado, también es
muy frecuente que la intervención sea fruto de una promesa al Santo o
Virgen, ante la concesión de un determinado favor; por lo general, la persona
que se siente en deuda promete bailar el tiempo que pueda hacerlo. De esta
forma, podemos encontrarnos con el caso de personas que bailan una danza
durante casi toda su vida4• E incluso, como fruto de una promesa, se ha
llegado a crear alguna, tal como sucedió en Guamasa (La Laguna, Tenerife),
con una danza de arcos que trataremos más adelante. Esta actitud nos
confirma la percepción de la danza como algo profundamente emotivo y
respetado, que conlleva un sentimiento de devoción y deber. Sin embargo, en
· otras ocasiones, sobre todo en época más reciente, la participación suele estar
relacionada más bien con el ánimo de mantener o quizá recuperar la tradición
heredada de los mayores.
En sus orígenes, y debido a su carácter ritual, posiblemente todas
ellas eran bailadas por hombres5, estando relacionada, por lo general, la
3 En el lenguaje y sentir popular no se reconoce esta distinción que hemos establecido entre
"baile" y "danza". A muchas de ellas se las denomina baile. Normalmente el término "danza"
suele aplicarse tan sólo a aquéllas en que se utiliza un determinado elemento -como ya
veremos más adelante-, bien sea un palo con cintas o arcos, unas varas ...
4 En la última Bajada de La Virgen de Los Reyes, en El Hierro, celebrada en julio de 1993,
~articiparon bailarines octogenarios.
La participación exclusiva de hombres en estas danzas -así como en otros actos rituales-,
podría estar relacionada con el ancestral origen de las mismas, que, muy posiblemente, se
remonta a la sociedad preeuropea canaria, de carácter pastoril y patriarcal.
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intervención femenina -a veces bastante reciente-, con aspectos tales como la
emigración6. En este sentido debemos indicar que incluso hasta el momento
actual, muchas de ellas mantienen la estructura originaria, exclusivamente
con varones. En otras, se han ido incorporando las mujeres, en ocasiones por
la permisividad ante la falta de hombres; otras veces por la mayor
predisposición de aquéllas para el baile -al menos en los últimos años-; o bien
por el hecho de que resulte más emotivo o gracioso ver la danza con parejitas
de niños y niñas 7.
Otro rasgo característico de estas danzas es la frecuente utilización de
una indumentaria especial, bajo un patrón común para todos los bailarines8 ,
con variantes personales, o bien determinadas por el cometido desempeñado
por cada uno de ellos; es el caso, por ejemplo, de que los gufos o
mandadores lleven un distintivo especial o vistan de un color específico.
También consideramos de interés resaltar el frecuente uso del color blanco, al
menos en alguna de las prendas de vestir (camisa, pantalón, faldilla ... ) y, en
numerosas ocasiones, la utilización de bandas cruzadas sobre pecho y
espalda. La necesidad de una vestimenta determinada reafirma, a nuestro
modo de ver, las connotaciones rituales. De cualquier forma, siempre hay
algunas excepciones, como es el uso del traje de calle festivo o de un "traje
6 Es éste un fenómeno selectivo, que afecta con preferencia a los varones jóvenes; por tanto,
ante la falta de hombres y para evitar que se pierda la tradición, se permite la incorporación
femenina.
1 A mediados de la pasada centuria, una viajera inglesa que estuvo algunos años en Canarias,
describe cómo ha visto desarrollarse una danza de cintas en Icod de Los Vinos (Tenerife) ,
durante la celebración de los carnavales. En dicha ocasión la bailaba "una cuadrilla, un grupo
de ocho o diez. jóvenes", indicando asimismo, como hecho ocasional, que: "A veces las
mujeres se incorporan a este baile; y cuando esto ocurre, la.figura es más complicada y los
pasos más diflciles y elaborados" . También señala que la danza era bailada "delante de una de
las principales casas", con motivo de los carnavales (MURRA Y, E.: 1988, pp. 125 y 126), en
contraposición a la manera en que la conocemos hoy, donde prácticamente sólo aparece en
procesiones y romerías. Como indicábamos en una nota anterior, sería éste uno de los casos
que podríamos citar como ejemplo de una danza bailada fuera del contexto religioso -no
tendría carácter ritual sino de divertimiento- y quizá por ello estaba permitida la participación
de las mujeres.
8 Utilizaremos los términos danzante o bailarín -éste último con mayor frecuencia, por ser el
más empleado- de modo indistinto, para hacer referencia a las personas que bailan en la
danza, siguiendo la terminología acostumbrada por los propios componentes de las mismas .
También en algunos lugares se les denomina danzadores.
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típico" -de implantación relativamente reciente, sobremanera a raíz de la
creación de agrupaciones folklóricas-, que encontramos con preferencia en
danzas donde intervienen mujeres; en algunas de ellas, anteriormente sólo
masculinas, se utilizaba otro tipo de indumentaria (traje de calle festivo,
pantalón oscuro y camisa blanca ... ).
Danza de cintas de Barranco de Las Lajas (J'acoronte, Tenerife). Romería de San
Isidro en Guamasa (La Laguna, Tenerife),junio de 1988
Las danzas suelen ser sólo instrumentales, sin canto. Al respecto,
quisiéramos reseñar un hecho significativo. En el Rancho de Pascuas de
Teguise (Lanzarote), compuesto por varias partes, tan sólo la que se baila, es
decir, la danza conocida como El Salto, es instrumental; en las otras tres
intervenciones -El Corrido, Las Desechas y las Pascuas- cobran especial
relevancia los textos cantados. No obstante lo dicho, hay algunas danzas que
se escapan a esta generalidad. El Baile de los Pastores, en la isla de La Palma
-que ya trataremos-, suele ser instrumental (fijarafe, Mazo ... ), pero en
determinados pueblos, ofrece variantes que se realizan con canto; es el caso,
por ejemplo, de Fuencaliente9.
9 Una grabación del Baile de los Pastores de Fuencaliente se incluye en el trabajo
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Siguiendo con el apartado musical, resulta también interesante
observar que la mayoría de las danzas están incluidas en el folklore de
tambor, el más antiguo de nuestras Islas. En Tenerife se acompañan del
ancestral tajaraste, interpretado, en su forma más antigua, con flauta y
tambor, tocados de manera simultánea por una sola persona -el tamburulero o
tamborilero-; otras veces por estos mismos instrumentos pero con personas
diferentes; o bien, en su forma más moderna, con la incorporación de
instrumentos de cuerdas. Que sepamos, tan sólo en el caso de Las Vegas,
Chimiche y Charco del Pino, en Granadilla de Abona, la música empleada es
diferente. Asimismo nos encontramos con algunos lugares donde se bailan
estas danzas, sobre todo la de cintas -que veremos con detenimiento más
adelante-, al son de otras melodías, con preferencia isas, valses, pasodobles e
incluso con marchas militares. En estos casos, con frecuencia, son danzas
que, anteriormente o de forma coetánea, se bailan con el tajaraste, o bien
cuando se trata de danzas no rituales1º. Por lo que respecta al Baile de la
Virgen, en El Hierro, y al de los Pastores, en La Palma, sus músicas también
pertenecen al sustrato folklórico de tambor. En el primer caso intervienen
tambores y pitos herreños (flautas traveseras); y en el segundo, tambores y
flautas. El Rancho de Pascuas de Teguise, aunque no podemos incluirlo
dentro de estos géneros propiamente de tambor, mantiene unas características
de antigüedad, que nos hacen sentirlo como tal; a pesar de que se utilicen
instrumentos de cuerdas (guitarra, requinto y timple), consideramos que los
de percusión son los determinantes: las castañuelas, el triángulo, las espadas,
y, sobre todo en el momento del baile, las panderetas que tañen los
danzantes.
También es una característica común el que los bailarines se
acompañen de determinados instrumentos. Los más usuales son las
discográfico: Echentive (1986): Música tradicional de la isla de La Pabna (Cassette y folleto
adicional) ..
En las danzas de carácter lúdico-festivo sí es frecuente que se entonen algunos
cantos.
10 Es necesario indicar que normalmente en estas circunstancias la danza se baila fuera de la
comitiva, como un acto düerentc, más bien como espectáculo festivo o baile de divertimiento,
que como parte de un ritual -como ya hemos indicado-; o bien, en algunos casos muy
concretos, en el descanso del trayecto procesional, o cuando van caminando por las calles,
antes o después de finalizar la procesión, se acompañan de una marcha militar.
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castañetas, castañuelas o chácaras11, o bien, en Teguise, como ya indicamos,
unas panderetas, de considerable tamaño.
En cualquier caso, quisiéramos destacar, para concluir este apartado,
el hecho de que se trata siempre de "músicas viejas", es decir, de géneros
antiguos, muy sentidos y de gran tradición.
En cuanto a la disposición y desarrollo del baile, hay diferencias de
unas danzas a otras, pero responden siempre a uno de estos tres esquemas
básicos, incluidos todos ellos en la modalidad de bailes sueltos12:
en filas (normalmente dos o tres; en el Baile de La Virgen, en las
diferentes danzas de Navidad ... );
en rueda (en las danzas de cintas y de arcos); y
en línea (en el caso de las danzas de varas).
11 Son instrumentos de gran parecido, aunque con características y denominaciones propias
para cada isla. En La Palma se las conoce como castañuelas; en El Hierro son chácaras; y en
Tenerife se utiliz.an los términos castañuela o castañeta; éstas suelen presentar con frecuencia
unas dimensiones algo más reducidas que en las otras islas; también en algunas danzas del Sur
de la isla (Las Vegas, Chimiche ... , en Granadilla de Abona) se alude a chácaras,
denominándose chacareros los dos bailarines que las utiliz.an.
12 Los bailes suellos son los más antiguos que encontramos en Canarias. Los bailes
agarrados, es decir, donde se baila en parejas, valsiando, y/o realizando diferentes figuras,
son relativamente recientes; podríamos situarlos en el siglo XIX, teniendo en cuenta que en
algunos lugares no llegaron a arraigar hasta bien entrado el presente siglo. En numerosos
pueblos de las Islas, esta modalidad de bailes se relaciona con la llegada de los indianos
cubanos, con sus nuevas modas: desarrollo de los casinos, bailes agarrados ... y fue motivo de
escándalo para los viejos de la época. Con estas palabras lo expresa un campesino de El
Amparo (lcod de Los Vinos, Tenerife), refiriéndose a las primeras décadas de esta centuria:
"cuando vino la cosa de la isa que la mujer garraba con el hombre, ¡casi nada!" (LORENZO
PERERA, M.J.: 1989, p. 200).
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CLASIFICACION DE LAS DANZAS
Queremos establecer una clasificación de las danzas atendiendo a dos
hechos: la utilización o no de un elemento característico y la denominación
que reciben.
Danzas que utilizan algún elemento característico
Por un lado, nos encontramos con aquéllas que reciben la
denominación de danza, y que son ejecutadas utilizando un elemento
determinado. En otras palabras, normalmente las danzas en las que es
necesario ese elemento, son las que se reconocen como danzas propiamente
dichas, y suelen distinguirse, además, por su lugar de origen: Danza de Las
Mercedes, Danza de Tegueste, Danza de Las Vegas ...
Se bailan en espacios abiertos, al aire libre y en escasas ocasiones,
por lo general solamente con motivo de la celebración de la fiesta del Patrón
o Patrona del lugar13.
Dentro de ellas haremos una nueva distinción, basándonos en el tipo
de elementos que portan:
Danzas con palo central, lanza o ramo.
Danzas de varas.
Dan.zas con palo central, lanza o ramol4
Dentro de éstas, a su vez, incluiríamos tres modalidades: las de
cintas, las de arcos (también conocida como danza de las flores) y las mixtas,
13 Es lo que ocurre usualmente en el caso de las fiestas locales. Sin embargo, en las cada vez
más numerosas romerías celebradas en Tenerife, es una estampa habitual la participación de
una o varias danzas, que acuden desde los más diversos lugares de la isla o del Archipiélago.
14 El palo central en ocasiones recibe la denominación de "lanza" , posiblemente por tratarse
en sus orígenes de una auténtica lanza de pastor; debido al uso de este elemento , en diversas
localidades tinerfeñas (La Florida, en La Orotava; o El Amparo, en Icod de Los Vinos) , esta
danza recibe el nombre de "Baile de la Lanza" . En las danzas de cintas de Güímar al palo
central se le denomina "ramo" . En otros lugares no hay nombre específico para él, en cuyo
caso se le conoce simplemente como "el palo" .
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que utilizan a la vez arcos y cintas, éstas últimas de reciente creación.
Las danzas de cintas15 son las más conocidas, por conservarse en
mayor número; citaríamos, como ejemplo, las de Güímar (San Pedro Arriba,
San Pedro Abajo y El Escobonal), Fasnia, Igueste de Candelaria, Las
Mercedes (La Laguna), Barranco de Las Lajas (Tacoronte), La Florida (La
Orotava) ... , todas ellas en la isla de Tenerife16. En este .caso, cada bailarín
-siempre en número par, por lo general suelen ser doce- porta una cinta, que
parte del extremo superior del palo central y bailando en círculo alrededor de
este palo, van enrollando y desenrollando las cintas en torno al mismo:
"vistiéndolo y desnudándolo". La forma de realizarlo varía de unos lugares a
otros, pero siempre reviste un cierto grado de dificultad, siendo necesario
establecer uno, dos o más guíos, encargados de dirigir los movimientos a
realizar, para no "trabar la danza".
Como ya indicamos en el apartado dedicado a la música, estas danzas
de cintas se bailan a ritmo de tajaraste, con tambor -instrumento
predominante-, castañetas los danzantes y, en ocasiones, con el
acompañamiento de una flauta1 7, o bien con instrumentos de cuerdas (Danza
de lgueste de Candelaria).
15 También es usual oírlas nombrar en ocasiones como "Baile de las cintas" .
16 En el Valle de Aridane, en la isla de La Palma también se bailaban danzas de cintas. Sobre
este particular, nuestra informante, doña Mª Engracia Santos, recuerda que la aprendió con
un señor de Todoque, llamado Rafael García. Se hizo por vez primera antes de la Guerra
Civil española (1936-39), por carnavales , y posteriormente, tras la Guerra, en las fiestas de
Todoque y en las de la Patrona de Los Llanos, la Virgen de Los Remedios . La música se
interpretaba con acordeón ("antes no había otra música sino acordeones") . Los bailarines iban
enrollando las cintas al palo central y cuando estaba totalmente cubierto, se paraban y,
mirando hacia el palo, cantaban estrofas como la que se indica:
"Las jóvenes que la tejieron
al p ie mirándola están,
con simpática alegría
el día de carnaval".
Bailaban hombres y mujeres, formando parejas, con una indumentaria compuesta por blusa
blanca, pantalón encarnado para los primeros , y faldas de igual color, muy rizadas, para las
mujeres; también utilizaban un gorro rojo y blanco. Información oral de doña Mª Engracia
Santos Camacho, 72 años. Todoque (Los Llanos de Aridane, La Palma), marz0 de 1988.
De momento, no sabemos de la existencia de este tipo de danzas en otras islas del
Archipiélago.
17 Este instrumento prácticamente está ya olvidado; se utiliza en muy escasos lugares; el más
representativo es el de las danzas de Güímar y Fasnia.
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Danza de Gafmar, Bajada de Nuestra Selfora del Socorro (Güfmar, Tenerife),
. _¡ ~ :. : .. septiembre de 1990
En cuanto a la vestimenta, también varía ostensiblemente de unos
lugares a otros. Desde las más ·sencillas, en las que se requiere un pantalón
negro, camisa blanca y banda cruzada sobre pecho y espalda (Las Mercedes,
en La Laguna), o bien la indumentaria propia de marineros (El Escobonal, en
Güímar o la de Barranco de Las Lajas, en Tacoronte) hasta las más complejas
y vistosas, como en el caso de las de San Pedro Arriba y San Pedro Abajo,
en Güímar. En éstas últimas, los doce infantes que bailan -todos varones-,
divididos en tres grupos (cuatro gufos, cuatro tercios y cuatro contratercios),
visten, bajo un patrón común, diferentes colores en función de sus cometidos
específicos. La indumentaria está compuesta por una camisa blanca, pantalón
hasta la rodilla (cada grupo de un color diferente: blanco, azul, amarillo y
rosa), medias blancas, lonas rojas, fajín y lazo rojo de gran tamaño en la
cintura y el gorro, de gran vistosidad, en forma de mitra, adornado
elegantemente con prendas, flores artificiales ... En algunos lugares, sobre
todo donde intervienen hombres y mujeres, se utiliza el "traje típico" de la
isla (La Florida en La Orotava ... ).
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DetalLe dei gorro de danzador. Danza de Güímar
Por lo que respecta a la de arcos, tan sólo se conserva, que nosotros
sepamos, la de Tegueste, en Tenerife18. En este caso las cintas son
sustituidas por arcos de madera, adornados con flores confeccionadas con
papel de seda de variados colores19, que se engarzan al palo central. De
forma similar a la de cintas, los bailarines -varones jóvenes y adultos- danzan
en círculo, cruzando sus arcos unos por encima de los otros. La vestimenta
utilizada consiste en una camisa y pantalón blancos, bandas de colores
cruzadas sobre pecho y espalda, fajín en la cintura y sombrero de paja
adornado con plumas y cintas de colores.
18 En La Zarza (Fasnia, Tenerife) se bailaba hace años una danza de arcos, similar a la que
se indica. Agradecemos la información a don Isidoro Frías Díaz, 74 años. El Escobonal
(Güímar, Tenerife), VIIl-1994.
Asimismo, sabemos de la existencia de una danza de arcos en el Valle de Aridane en
la isla de La Palma, pero con características diferentes a ésta. Se trata de arcos de mayor
curvatura, que eran portados por los danzantes, sin palo central, sosteniendo cada bailarín su
arco por ambos extremos, o quizá de forma similar a la danza de varas curvas de Charco del
Pino (Granadilla de Abona, Tenerife), que veremos en el siguiente apartado. Hace años que
dejó de bailarse. Agradecemos esta información a doña Mª Engracia Sdntos Camacho, 72
años. Todoque (Los Llanos de Aridane, La Palma), III-1988.
19 El uso de estos elementos ha dado lugar a que se la denomine también danza de las flores.
Antes las flores se elaboraban con papel de seda; actualmente las utilizadas en Tegueste son
de plástico.
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Las danzas mixtas, donde intervienen a la vez arcos y cintas, son de
reciente creación, aunque tienen su base en una danza de arcos que se bailaba
hasta hace unos años en Guamasa (localidad de La Laguna, muy cercana al
municipio de Tegueste)2º. Es en este mismo pueblo donde se han formado
dos danzas mixtas, la de Santa Rosa de Lima y la de La Cruz Chica. La
vestimenta es similar a la de Tegueste para los bailarines que portan los arcos
-niños y niñas-; las cintas las llevan niñas vestidas con los trajes típicos de
cada una de las islas del Archipiélago.
Estas dos últimas variantes que hemos visto, las de arcos y las
mixtas, se acompañan exclusivamente con el tambor y las castañetas de los
danzantes, a ritmo de tajaraste21 _
Danzas de varas
La otra modalidad es la danza de varas, que encontramos en Las
Vegas, Chimiche y Charco del Pino, en Granadilla de Abona (Tenerife). En
20 El dato no es del todo exacto . En Guamasa (La Laguna, Tenerife) se creó en el año 1991,
cuando se recuperó de nuevo la danza, haciéndose de forma mixta. Pero hemos encontrado
otras referencias mucho más antiguas .
En 1808, Juan Primo de La Guerra describe suscintamente una danza de estas
características, desarrollada en un salón de baile de una casa particular de Santa Cruz de
Tenerife, durante los carnavales: "Siguió una danza de arcos y cintas; llevaban algunos de los
que bailaban trajes blancos y unas capas cortas de seda encarnadas, guarnecidas de oro, que
les hacían favor" (PRIMO DE LA GUERRA, J. : 1976, p . 12). Nos aporta dos datos
fundamentales.
Por un lado indica que se trata de "una danza de arcos y cintas", que bien podría
tratarse de esta danza que hemos descrito para Guamasa, o bien una combinación de las cintas
con otro tipo de arcos, al estilo de la indicada en el Valle de Aridane en La Palma o de la de
Charco del Pino en Granadilla de Abona (Tenerife), en cuyo caso se trataría de pequeños
arcos (varas curvas), que portarían los danzantes sujetándolos por ambos extremos.
Con respecto a cate mismo hecho, indicamos también la existencia de una danza con
cintas y arcos (varas curvas), en el folklore de los canarios emigrados a la isla de Cuba
(Información oral de Alfredo Sánchez Albóniga, folklorista cubano, de origen isleño; Aldea de
San Nicolás de Tolentino, Gran Canaria, diciembre de 1993).
Por otro lado, en cuanto a la vestunenta que nos indica Primo de La Guerra, ésta nos
recuerda la utilizada por los herreños en el Baile de La Virgen: "trajes blancos y unas capas
cortas de seda encarnadas, guarnecidas de oro" .
Recordemos, por último, que sería éste un caso de danza lúdico-festiva, no ritual.
21 Sobre las mismas puede ampliarse información en la obra: DIAZ PALMERO, M.C.: 1993.
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este caso no hay palo central. Los bailarines se disponen "en Hnea", unidos a
través de unas varas rectas que portan en sus manos, adornadas con
numerosos papelitos de colores rizados en el caso de Las Vegas y Chimiche.
En Charco del Pino se utilizan varas curvas -en forma de pequeños arcos-, de
donde cuelgan algunas cintas de colores.
Danza Santa Rosa de Lima, Guamasa (La Laguna), septiembre de 1991
A lo largo del recorrido procesional, van haciendo diferentes figuras,
entre las que destacan los "pases de vara" y "la estrella".
Las melodías22 son interpretadas con instrumentos de cuerdas
(guitarra, laúd, bandurria, timple, violín ... ), portando los bailarines unas
chácaras (Las Vegas, Chimiche ... ).
La indumentaria tiene rasgos comunes con las de Güímar: _ camisa
blanca, pantalón hasta la rodilla, variando el color en función del cometido
desempeñado e igual al del gorro, fajín y bandas de colores cruzadas sobre
pecho y espalda, medias marrones y lonas blancas.
22Recordemos que en estos casos no se trata de un tajaraste. La música de las Daoz.as
de Las Vegas y Chimiche están incluidas en el trabajo discográfico: Toques. antiguos
y festivos de Canarias, II (1993), coordinado por el Grupo Folklórico de la Escuela
de Magisterio de La Laguna.
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Danza de Las Vegas (Granadilla de Abona, Tenerife),julio de 1988
Danza de San Luis, en Charco del Pino (Granadilla de Abona, Tenerife). Fowgrafta
cedida por Alberto D. Darias
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Danzas que no utilizan ningún elemento
En este segundo grupo se encuadran aquellas danzas que no poseen
ningún elemento característico y que, aunque reciben usualmente la
denominación de baile, por sus características -las reseñadas en el primer
apartado del presente trabajo-, las incluimos como danzas. En este caso nos
encontramos con las interpretadas en Navidad y más concretamente en el
marco de la Nochebuena23, y con las desarrolladas en otras manifestaciones
festivas.
Por lo que respecta a la celebración navideña, la danza se desarrolla
dentro de una iglesia -generalmente al concluir la función religiosa-; realiza
un recorrido por el interior de la misma24, variando éste dependiendo de las
características del recinto o de la forma tradicional establecida, aunque es de
destacar la importancia de un hecho que encontramos en todos los lugares
estudiados: durante sus evoluciones en ese recorrido, los bailarines, en señal
de respeto y veneración, deben evitar en todo momento darle la espalda a la
imagen del Niño, a quien van precediendo.
En Tenerife la danza propia de este acto recibe el nombre de Baile
del Niño, y se realiza también en diferentes localidades insulares: La
Matanza de Acentejo, Ravelo (El Sauzal), Taganana (Santa Cruz), Tejina y
Punta del Hidalgo (La Laguna)... Los bailarines del Niño, como se les
denomina -comúnmente sólo varones, aunque en algunos casos en los últimos
años se han incorporado niñas-, visten ropa sencilla: un pantalón negro, una
camisa blanca y una banda cruzada sobre pecho y espalda, que difiere en su
color de unos lugares a otros (azul marina, roja ... )25. Se disponen por lo
general en dos o tres filas -dependiendo del lugar-, situándose a continuación
los músicos y detrás de ellos, la imagen del Niño Jesús, que es llevada por el
párroco o bien por dos personas que hacen de San José y la Virgen María.
Los instrumentos utilizados varían de unos lugares a otros: tambor, acordeón
23 A pesar de que se han mantenido sobre todo en Nochebuena, en algunos lugares se hacían
también en Año Nuevo y el día de Reyes.
24 En algunos casos se efectúa una parte fuera de la iglesia. En Taganana (Santa Cruz de
Tenerife) se baila dentro del recinto y, para concluir, se sale bailando hasta el exterior; en
Teguise (Lanzarote) se empieza bailando dentro, luego se sale y de nuevo se vuelve a entrar.
25 En Tejina y La Punta del Hidalgo (La Laguna), se ha configurado este baile con niños y
niñas, utilizándose en este caso el "traje típico" de la isla.
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de botones, flauta, pandereta, sandunga y castañetas en Ravelo; tambor,
flauta, pandero y castañetas en La Matanza de Acentejo; en Taganana, Tejina
y Punta del Hidalgo se utilizan instrumentos de cuerdas con algún
acompañamiento de percusión (bombo, triángulo, castañetas ... ). En todos los
casos se interpreta un tajaraste.
En diversos municipios de la isla de La Palma (Mazo, Tijarafe, San
Andrés y Sauces ... ) se desarrolla el Baile de los Pastores. También en
Teguise (Lanzarote) se cuenta con una danza de pastores, que se denomina El
Salto (al que ya hemos aludido con anterioridad), y que forma parte de una
manifestación más amplia, que incluye diversos cantos y que en su conjunto
se conoce como Rancho de Pascuas. En estos dos casos (La Palma y
Lanzarote), los bailarines o pastores van ataviados como tales, con la
vestimenta tradicional de cada lugar. En cuanto al desarrollo de estas danzas,
presentan características semejantes a las descritas para el Baile del Niño en
Tenerife. En La Palma suele interpretarse con los instrumentos propios de los
géneros de tambor (tambor, castañuelas y flauta, aunque no en todos los
lugares se utilizan los tres), mientras que en Lanzarote, con cuerdas, algunos
instrumentos de percusión (espadas, triángulos ... ) y las panderetas de los
pastores 26.
~l Baile de La Virgen no falta en ninguna de las festividades de El
Hierro, ya sean en las de carácter local -celebradas en cada pueblo, en honor
a su Santo Patrón-, o bien insulares, dedicadas a la Virgen de Los Reyes: la
de los Pastores, la de Los Reyes y la Bajada, que tiene lugar cada cuatro
años. Pero hemos de indicar que antaño se bailaba también en Nochebuena,
en la iglesia principal de El Golfo (Frontera)27. Constituye, por tanto, el
único caso que conozcamos en que una danza es bailada tanto en
manifestaciones al aire libre como dentro de un templo, en Navidad.
En esta danza, los bailarines -acompañados de sus chácaras- se
26 Sobre el Baile de los Pastores y los Ranchos de Pascuas pueden consultarse los libros
adicionales editados conjuntamente con el trabajo discográfico . Toques antiguos y festivos de
Canarias, 1 y 11 (1991-1993), coordinado por el Grupo Folklórico de la Escuela de Magisterio
de La Laguna.
27 Se puede ampliar información en el libro adicional que acompaña al trabajo discográfico:
Toques antiguos y festivos de Canarias, 1: 1991, pp. 14-17.
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disponen en dos filas, cada una encabezada por un guío; detrás de éstos se
sitúan los músicos -tocadores de tambores de grandes dimensiones, y de
pitos- y a continuación la Virgen de Los Reyes o el Santo correspondiente.
La indumentaria del bailarín herreño está compuesta por los
siguientes elementos: camisa y pantalón blancos, unas faldillas blancas,
bordadas o caladas, dejando entrever otra falda roja debajo de aquélla; sobre
la falda blanca, un pequeño delantal rojo y en la espalda una media capa de
seda, igualmente roja; el gorro luce plumas de pardela -los más antiguos-,
flores de papel y/o prendas de diverso tipo, y está rematado por variadas
cintas de colores que caen sobre la esp!llda; por último, unas lonas blancas,
hoy sustituidas con frecuencia por calzado deportivo.
Baile de La Virgen. Fiesta de La Cruz (El Pinar, El Hierro), mayo de 1992
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En el baile podemos diferenciar varios toques, que van sucediéndose
a lo largo del recorrido: redondos, juyona, contradanzas, tajaraste, Santo
Domingo, canqueo, paso cumbre ... 28.
Especial mención requiere otra danza, de gran curiosidad, que
presenta algunos rasgos diferenciados. Se trata del Baile de Las Libreas de El
Palmar (Buenavista del Norte, Tenerife). Los seis danzantes, varones, visten
tres de ellos con atuendo femenino y los otros tres con ropa masculina, todos
con los rostros cubiertos por un velo. Para el baile se disponen en dos filas
enfrentadas, alternándose un bailarín de cada sexo, dando lugar a tres
parejas. Aunque en alguna ocasión -hace años-, se bailaba para la imagen de
Nuestra Señora de la Consolación, Patrona de este pueblo, interviniendo
también la figura del diablo29 , la tradición se ha mantenido hasta la
actualidad tan sólo con los diablos; por tanto, el ritual desarrollado presenta
diferencias con respecto a las danzas vistas con anterioridad, en el sentido de
que no aparece una imagen religiosa. Se ejecuta la víspera del día de la
fiesta, por la noche; en el corto recorrido de las Libreas por las calles y plaza
del pueblo, abren la comitiva los diablos, seguidos de los bailarines -que en
este caso no se acompañan de ningún instrumento musical- y detrás de éstos
los tocadores, quienes con tambores, flautas dulces y castañetas, hacen sonar
un vibrante tajaraste. Concluye el acto con la quema de los fuegos artificiales
que portan los diablos en su espalda30.
28 Un amplio estudio sobre el Baile de La Virgen se incluye en la obra: LORENZO
PERERA, M.J.: 1981.
29 Se trata de dos figuras, diablo y diabla, muy características de las fiestas de noroeste de
Tenerife y de otras zonas del Archipiélago (Tijarafe en La Pahna, Teguise en Lanzarote ... ).
Desde antiguo y hasta hace apenas unos años salía solamente un diablo, incorporándose
posteriormente la figura femenina. Están conformadas por un armazón de mimbre, en forma
troncocónica, forrado con pieles y papeles de colores, imitando figuras mitad humanas, mitad
animales, con pronunciados cuernos de macho. Están preparados para que una persona se
introduzca en ellos y pueda correr y bailar por calles y plaza; sobre la espalda llevan fuegos
artificiales que se prenden al concluir el baile de Las Libreas.
3o Queremos hacer observar que es el único caso que hemos visto en que cambia la
disposición de la comitiva. En las dar.zas anteriores siempre los bailarines preceden a la
imagen religiosa -símbolo del bien-, como queriéndola amparar. Sin embargo, en esta ocasión,
ocurre todo lo contrario; los diablos, relacionados con el mal, van delante, pretendiéndose
quizá con ello un alejamiento de las fuerzas malignas. La quema de fuegos artificiales se
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BwLe de Las Libreas, t.i Palmar (Bue11av1s1a del None, Tenerife), sepliembre de 1992
Por último, quisiéramos hacer referencia a un caso muy particular,
como es el Tajaraste gomero o Baile del Tambor, que se ejecuta tanto como
danza, abriendo la comitiva en las procesiones insulares, o como baile de
divertimiento. En ambas circunstancias se baila en pareja -hombres y
mujeres-, aunque en el primer caso se disponen en dos filas enfrentadas
-esquema habitual en las danzas rituales-, mientras que en el segundo, cada
pareja baila por separado, a su aire, en las plazas o caminos, fuera de la
procesión. Usualmente visten su traje de calle festivo, aunque en algunas
ocasiones, sobre todo a raíz de la creación de grupos folklóricos, se utiliza el
traje típico o tradicional de la isla. Tambores y chácaras marcan el ritmo del
tajaraste gomero para que los cantadores entonen bellos y viejos romances.
El hecho de que algunos de los rasgos que hemos señalado no se
correspondan con la caracterización general que hemos hecho de las danzas
(no se utiliza un traje especial, interviene el canto como parte fundamental, se
baila como diversión ... ) nos ha llevado a incluirlo en un apartado diferente, a
mitad de camino entre lo que consideramos danza y lo que entendemos por
baile, representando, por tanto, ambas vertientes.
convierte en un acto purificador que aniquila las figuras del mal (véase sobre el particular:
PEREZ BARRIOS, U.: 1994, p. 47) .
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DANZAS TRADICIONALES EN LA ISLA DE TENER!FE
•0 EJ Tanque
• Santiago del Teide
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•• San Juan Alto
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• YalJe de Tegueste
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!'::. Danza de cintas • Danza de cintas desaparec ida
* Danza de arcos
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A MODO DE REFLEXION
En diversos lugares de la isla de Tenerife -la que más hemos podido
estudiar, y quizá la que presenta mayor número de danzas y variantes (véase
e mapa adjunto31 )-, los viejos nos han hablado de "la danza", aludiendo a la
que ellos mismos bailaban o veían bailar en su juventud a-otros muchachos.
Los Baldíos y El Ortigal en La Laguna, El Amparo en lcod de Los Vinos, El
Palmar en Buenavista del Norte, La Victoria de Acentejo, San Juan de La
Rambla, El Tanque, Santiago del Teide, La Zarza en Fasnra, Lomo de Mena
en Güímar ... son algunos de los lugares donde tenemos constancia de la
presencia de antiguas danzas, hoy ya desaparecidas. Por su parte, las que
permanecen vivas en cualquier rincón de nuestro Archipiélago, representan
una de las escasas manifestaciones folklóricas que mantienen enteramente su
vigencia y funcionalidad, constituyendo un elemento consustancial a algunas
fiestas populares. No se concibe una Nochebuena en Taganana o una Bajada
de la Virgen en la isla de El Hierro -por poner algunos ejemplos-, sin el
acompañamiento de los fieles y animados bailarines.
Aquí tan sólo hemos pretendido esbozar un amplio campo de
investigación que apenas se ha iniciado. Cada una de las danzas que hemos
citado y, con seguridad, otras que desconocemos, merecen un detenido
estudio, que abarque no sólo los aspectos que hemos abordado en estos
breves apuntes -a modo de orientación-, sino otros muchos que,
posiblemente, surgirán en cada caso concreto. Quizá de esta forma podamos
también contribuir a la recuperación de algunas de ellas.
Sin duda, cada danza representa un firme sentimiento de
identificación cultural para el pueblo que mantiene viva su tradición.
31 Para la elaboración de este mapa hemos utilizado diferentes fuentes: bibliográficas y, sobre
todo, información oral de numerosas personas A todas ellas nuestra gratitud por su
colaboración.
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BIBLIOGRAFIA
ACOSTA GONZALEZ, M. (1991): "La danza de las cintas en
Güímar". El Día, Santa Cruz de Tenerife, 23 de junio.
ASOCIACION CULTURAL PATRIMONIO DE GÜIMAR (1993):
Naturaleza, historia y tradición en El Socorro de Gaímar. Ed.
Benchomo, Las Palmas de Gran Canaria - Santa Cruz de Tenerife.
COELLO, D. (1990): "La danza de Igueste de Candelaria". El Día,
Santa Cruz de Tenerife, 11 de noviembre.
DIAZ PALMERO, M.C. (1989): "El tradicional Baile del Niño en
Ravelo (El Sauzal)". El Día, Santa Cruz de Tenerife, 8 de enero.
DIAZ PALMERO, M.C. (1993): La danza de Guamasa. Ed.
Benchomo, Col. Tasufra. La Laguna - Las Palmas de Gran Canaria.
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canario: La Romería de San Benito". El Día, Santa Cruz de Tenerife,
11 de julio.
GRUPO FOLKLORICO DE LA ESCUELA DE MAGISTERIO DE
LA LAGUNA (1991): Toques antiguos y festivos de Canarias. l.
Disco, cassette y libro adicional. Centro de la Cultura Popular
Canaria - SOCAEM - Universidad de La Laguna. Santa Cruz de
Tenerife.
GRUPO FOLKLORICO DE LA ESCUELA DE MAGISTERIO DE
LA LAGUNA (1993): Toques antiguos y festivos de Canarias. 11.
Disco compacto, cassette y libro adicional. Centro de la Cultura
Popular Canaria - SOCAEM - Cabildo de Tenerife -Universidad de
La Laguna. Santa Cruz de Tenerife.
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(Cassette y folleto adicional). Tecnosaga. Madrid.
LORENZO PERERA, M.J. (1981): El Folklore de El Hierro. Ed.
Interinsular Canaria. Santa Cruz de Tenerife.
LORENZO PERERA, M.J. (1989): Líls Fiestas de El Amparo.
Colectivo Cultural Valle de Taoro, La Laguna.
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Introducción, notas y traducción de José Luis García Pérez. Ed.
Pedro Duque Canarias, S.A. Santa Cruz de Tenerife.
PEREZ BARRIOS, U. (1994): "Presentación de Toques Antiguos y
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PRIMO DE LA GUERRA, J. (1976): Diario l. 1800-1807.
Biblioteca de Autores Canarios. Aula de Cultura de Tenerife.
Cabildo de Tenerifé. Santa Cruz de Tenerife.
"La Danza de San Agustín", 1, 11 y 11. El D(a, Santa Cruz de
Tenerife, 19-VIII-90; 26-VIII-90 y 2-IX-90. Trabajo realizado por los
alumnos de 8° de E.G.B. del Colegio Público Manuel de Falla de La
Orotava (Tenerife).
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