REVISTA DE CULTURA POPULAR CANARIA
GRUPO FOLKLORICO DE LA ESCUELA DE MAGISTERIO DE LA LAGUN
PATROCINA: VICERRECTORADO DE ALUMNADO DE LA UNIVERSIDAD DE LA LAG NA
TE NI QUE
REVISTA DE CULTURA POPULAR CANARIA
Grupo Folklórico de la Escuela de Magisterio de La Laguna
ISLAS CANARIAS
1994
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2017
TENIQUE
Revista de Cultura Popular Canaria
Grupo Folklórico de la Escuela de Magisterio de La Laguna
Escuela de Magisterio
C/ Heraclio Sánchez, 33.
38204 La Laguna. Tenerife.
Islas Canarias
Teléfono: 922-603386
Fax: 922-603544
Director: Manuel J. Lorenzo Perera
Secretaria: María Candelaria Díaz Palmero
Consejo de Redacción:
José Manuel Espinel Cejas
Isabel Cristina González Pérez
Tundra Gutiérrez Rojas
Erika Hemández Acosta
Yelaiza Morera Pérez
Mª Elena Pérez Prieto
Imprenta Benahoare
Teléfono: 560023
D.L. TF: 791f)3
Portada: Don Salvador González Alayón y su hija María Romalda,
mamando de la Mariposa. Año 1953.
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SUMARIO
- Prólogo
- Historia de la fotografía de la portada . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . . . .. . . 1
- La cultura del moral y el vino de moras (Un producto medicinal
canario utilizado desde la Antigüedad)
Manuel J. Lorenw Perera, Luz María de La Cruz López,
Rosa María Perera Pérez, Esperanza Alicia Sosa
Hernández, Epifanía Perdomo González....................................... 17
- Algunas consideraciones sobre las danzas tradicionales en Canarias
María Candelaria Díaz Palmero.................................................... 53
- Apuntes sobre el juego del palo en la isla de El Hierro (Canarias)
Manuel J. Lorenzo Perera... .............................. .... ..................... .... 77
- Conocimiento campesino tradicional en el caserío de Las Fuentes
(Guía de Isora, Tenerife)
Fernando Sabaté Bel...................................................................... 97
- "La Dama" y "El Perro", dos juegos de inteligencia tradicionales
canarios
José M. Espinel Cejas, Dionisia M. González García ............... _...... 117
- Manuel Barreto Martín ("Nene Barreto"), poeta popular de
La Punta del Hidalgo
Manuel J. Lorenw Perera, María Auxiliadora Romero Díaz .... -~. 145
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TENIQUE
Este volumen de la Revista Tenique
está dedicado a:
Matías Machín Casan.as, Juan
Machín García, Francisco de Armas
Linares, Esperanza Hernández
Rodríguez, Elisio Díaz ("El Verga"),
Lucas Mesa Cabello, César Manrique
y Néstor A lamo,
POR SU EJEMPLO
La palabra tenique -con sus diversas variantes: chénique, chinique ... -
es voz pancanaria antigua. Cada una de las tres piedras del fogal es un
tenique. Dicha forma de hogar -encendido dentro o fuera de la vivienda,
según circunstancias- ha permanecido latente a lo largo de toda la historia de
Canarias.
Esta Revista pretende reavivar el fuego de la Cultura Popular
Canaria, la parcela más olvidada entre las olvidadas, la que hemos heredado
de nuestros padres y abuelos. Queremos aportar nuestro tenique, faltan los
otros dos y la leña, a ser posible de aguante. Y que se formen nuevos
fogales, y otros, y otros, y otros ... Y que la llama se mantenga viva, que
nunca deje de arder.
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PROLOGO
Escribir hoy sobre cosas que consideras importantes es siempre muy
difícil, sobre todo si hay que atenerse a un forma~°. convencional para
expresar sensaciones e ideas que escapan de la rigidez.
He revivido esa dificultad al leer la revista que hoy prologo. Tenique
es fruto, sin duda, de un trabajo constante, riguroso, en el que se percibe
autenticidad y ganas de decir, de comunicar experiencias, materiales; de
transmitir tradiciones, festejos y sentimientos de nuestra cultura canaria.
Trabajos como los que componen la revista Tenique hay que
cuidarlos, porque tenemos que mimar, incondicionalmente, nuestra cultura.
Desde mi lectura, puedo afirmar que ayuda a encontrar nuestras propias
huellas que han quedado veladas, en ocasiones por la ignorancia, acaso por el
miedo o por la colonización y muchas veces por la desidia.
El número 2 de la revista Tenique sigue apostando fuerte por la
necesidad que tiene una sociedad de reconocerse a sí misma y de tener sus
propios referentes culturales.
Resulta enriquecedor y gratificante el recuerdo de la sabiduría
popular y es necesario aprehender el conocimiento de muchos aspectos que
nos han quedado olvidados o que ni siquiera conocemos y que los hemos
desterrado de nuestro subconsciente colectivo, quizá esperando que trabajos
como éste los rescaten.
Considero que es importante la conexión de estos trabajos con la
escuela canaria, una escuela que debe estar abierta a la cultura y que debe
estar al tanto de las investigaciones sobre nuestra identidad. Al respecto, no
hay que olvidar que la Consejería, a través del programa de Contenidos
Canarios, está potenciando la incorporación de los temas canarios dentro del
currículo en los nuevos ciclos y etapas de la Ley de Ordenación General del
Sistema Educativo (LOGSE).
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Desde la Administración, desde los colectivos culturales y
asociaciones cívicas, desde los movimientos de renovación pedagógica, hemos
de hacer realidad una tarea de rescate de una identidad que, durante muchos
siglos, ha sido completamente despreciada y negada. Tenique constituye un
buen ejemplo de que esos deseos son posibles con una voluntad decidida, con
un trabajo serio y metódico.
Marino Alduán Guerra
Viceconsejero de Educación. Gobierno de Canarias
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IDSTORIA DE LA FOTOGRAFIA DE LA PORTADA
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"Hay que decir la verdad, porque si dejo algo amis
no es historia" (Salvador González Alayón)
Conocimos al protagoriista principal de esta historia, el pastor de
cabras Salvador González Alayón, el año 1971, al compás del hallazgo del
yacimiento de Guargacho (San Miguel de Abona) que él descubriría para la
Ciencia conducido por su fino instinto y prodigiosa capacidad de observación.
Vivía con su familia en la finca conocida por El Monte (San Miguel _de
Abona). Por entonces, el descenso desde la Carretera General del Sur hasta
Las Galletas (Arona), discurriendo por Guargacho, se hacía a través de una
simple pista de tierra.
Desde aquellos días las cosas han cambiado un montón. La desidia
permitió el aniquilamiento total del curioso e interesante establecimiento
guanche de Guargacho (Guárgacho, como dicen los viejos lugareños). Y
modernas urbanizaciones y anchos campos de golf han ido copando el espacio
que con anterioridad disfrutaban, en años de mayor o menor fortuna, las
cabras y el plantío de cereales.
Se nos va escapando el viejo Sur y su cultura pastoril, tan importante
y representada otrora. Hoy sobran varios dedos de una sola mano para contar
a los cabreros que habitan en los llanos próximos a la Montaña de Guaza
(Arona).
Cada fotografía, lo mismo que cada copla, tiene su historia. Y su
trascendencia, lo mismo que su perdurabilidad, dependen, repetidas
ocasiones, de su contenido, del mensaje que transmitan. Tres son los
personajes que aparecen en la fotografía que se presenta en la portada de esta
publicación, tomada, muy probablemente, por alguno de los ocasionales
fotógrafos que muy de tiempo en tiempo recorrían los campos, sobremanera
en épocas de fiesta. Fue hecha el año 1953 y junto a Salvador González
Alayón, que nació el día 23 de noviembre de 1919, aparece su hija más vieja,
María Romalda -que vino al mundo el 27 de septiembre de 1952-, mamando
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de una cabra a la que quiso con amor maternal y cuyo nombre era la
Mariposa.
Salvador González Alayón -que es un auténtico sabio, poseedor de
una memoria prodigiosa- empezó a acompañar a su padre, cabrero de
profesión, desde antes de cumplir los cuatro años de edad:
"Desde el aflo 23 que fui con mi padre el d(a 7 de agosto (. .. ). El
estaba de medianero ali( en La, Caflada Verde [Arona] donde estaba
yo. Y el d(a 7 de agosto del aflo 23 fue allá a la Montana Guaza y ese
d(afui yo con él( ... )".
El pastoreo, de cabras, fue la ocupación de su vida. Pero un cabrero
del Sur, acostumbrado a soportar años buenos y otros malos: "aflos de secas,
huyendo del sol y del levante" . El fue fiel ejecutor de lo que en cierta ocasión
nos relató un viejo pastor de la isla de El Hierro: "mi padre deda que el Dios
del animal es su dueflo, que el buen pastor se ve en el aflo malo, saber
esperar el .malo para llegar al bueno" 1. Hubo años en los que, según sus
propias palabras, "hasta los balas se secaron". Fue esa circunstancia la que
hacía decir a don José Martín Rancel, "José el de las Monjas", vecino de
Charco del Pino (Granadilla de Abona), el último Comandante de los Pastores
en Las Cañadas del Teide, "que habiendo hierba hasta un cochino es
cabrero"2 . Son muchas las composiciones de la literatura popular que se
refieren al pastor, a la dureza de su forma de vida y a los numerosc,-;:
contratiempos -humanos y climatológicos- que le acechan:
"No hay vida más aperriada
que Za del pastor cabrero,
que si se le muere una cabra
tiene que quitarle el cuero" .
1 Se trata del pastor de ganado (ovejas) del pueblo de Sabinosa (Frontera, El Hierro), don
Matías Machín Casañas, quien contaba con 59 años de edad en agosto de 1975.
2 Don José Martín Rancel, a quien tuvimos oportunidad de entrevistar en 1971, nació el año
1888, según registra el Padrón Municipal de Habitantes de San Miguel de Abona del año 1925.
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Salvador González Alayón, marzo de 1994
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Salvador González ha sido testigo presencial del proceso que ha
seguido el viejo Sur de Tenerife. Las aves que revoloteaban su limpio cielo ya
no existen. Había tiempo de sobra para observarlas y recrearse mientras se
guardaba el rebaño: "qué bonito era eso, esa parranda ah(, estar uno a esta
hora contemplando ese risco en la Montana de Guaza":
Los guirres que criaban en las covachas de la Montaña de Guaza y
que alertaban al pastor sobre la presencia de alguna res muerta o
perdida. · ·
Los cuervos y los cernícalos: "el guirre es cobarde cuando le ataca el
cern(calo o el cuervo, la griterfa diviene".
La aguililla conejera: "era como gris y blanca por abajo, la barriga".
El halcón: "no le va a los conejos, a las palomas s(; va a una
velocidad enorme, le toca con el pecho que ya ve que tiene un filo en
el pecho, le tocaba y la arrebataba, según la paloma se iba cayendo
no la dejaba caer al suelo" .
Guinchos: "en el Roque del Conde [Adeje] s( me hablaba mi padre
que hab(an, ah( habfa varios nidos".
Esos espléndidos seres alados, lo mismo que gran cantidad de viejas
tradiciones, desaparecieron antes de que nuestro cabrero abandonara el oficio,
episodio que tuvo lugar, no sin la correspondiente añoranza y pesar, el 11 de
abril de 1994, es decir, contando con setenta y dos años de edad. Ese día
vendió el grueso de la manada: "bajé bandera". Poco después, concretamente
el 26 de mayo de 1994, quitó las cinco que había dejado:
"El último baluane, como decfa, es el más doloroso, n'J es lo mismo
quitar veinte o treinta que dejar como dice el otro aquel recuerdo pa
estarlo contemplando y ahora me fue más doloroso quitar esas
poquitas que cuando quité todas las demás".
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La última criazón, enero de 1994
Con el retiro de Salvador González se nos fue también uno de los
pocos mecedores de leche que quedaban en Tenerife y en toda Canarias. Se
trata de una práctica ancestral que se remonta al tiempo de los viejos
guanches, encaminada a conseguir la vital manteca de ganado, producto
empleado para curar determinados padecimientos a personas y animales3.
Hay un decir que expresa lo siguiente: "las cabras son las madres de
los pobres". Y los pastores gomeros, en una puntual ocasión, cantaron al
ritmo de sus tambores el siguiente pie de romance: "Son las cabras nuestras
madres/ y el alcalde nuestro padre"4 . Salvador González Alayón y sus
hermanas Isabel y Paulina5, se criaron mamando de las tetas de una cabra
llamada la Botona. La hija de aquél, María Romalda, de la Mariposa. Y una
de las sobrinas del mismo, Antonia Rancel González, con la leche de la
3 Sobre el tema puede ampliarse información en el siguiente artículo: LORENZO PERERA,
Manuel J. (1993): "La fiesta de la mecida de la leche". Tenique (Revista de Cultura Popular
Canaria), nº l. Grupo Folklórico de la Escuela de Magisterio de La Laguna. Patrocinada por
el Vicerrectorado de Alumnado de la Universidad de La Laguna, Santa Cruz de Tenerife, pp.
123-151.
4 Véase sobre el particular: La rebelión de los gomeros y la tradición oral. Ed. del Mencey
Bencomo. Colectivo Cultural Valle de Taoro, Santa Cruz de Tenerife, 1987, pp. 42-43.
5 Isabel, Salvador y Paulina González Alayón nacieron, respectivamente, en 1917, 1919 y
1922.
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Mosquita6. Cuando el niño no se pegaba a las tetas de la cabra, entonces se
alimentaba con leche recién ordeñada o con miguitas de leche y gofio. De una
u otra forma, al no poder hacerlo su procreadora, la cabra desempeñaba la
función de madre, estableciéndose una relación íntima y fuerte entre la cabra
madre y el recental humano:
"Porque era chiquita y dice: vamos a ponerla la Mosquita, la
Mosquita ( .. ). Se me reventó y se me espigó los pezones todos, se me
reventaron y no podfa. Y de los otros ya tú ves; los otros como .eran
varones parece que tenían más fuerza, tiraron más y ... , los chicos sí.
La. nifla es la que tuve que criarla con bibirones ( .. .), la leche cru(ta,
calentita, calentita como si le daba de mamar porque era ordenarla y
meterla en la botella (. .. ). Y la cabra donde estaba la chica allí día
( .. . ). A la edad de ocho días ordettaba la cabra y se la daba a la nifl.a
(. .. ). No mamaba porque le llegaba los pelos del ubre, tenía la teta
unos pelitos"7 .
El texto que a continuación presentamos, magnífico documento oral
de la cultura pastoril, trata esencialmente de los vínculos entre María
Romalda, la hija de Salvador González, y su cabra la Mariposa. En el relato,
como es lógico, no se puede apreciar el timbre ni el enfatizado sentimiento
añadido por los recuerdos y el corazón del informador8:
" ... porque quiero decir que no sólo que nacf en la cuadra las vacas que eran
animales y como dije ya una vez, no sé si te lo dije, que no en el pesebre sino
sobre el estiércal, me tiró mi madre sobre el estiércal, según ella, porque
puso el delantal, se lo quitó y me recogió en el delantal y así me llevaron a
donde estaba mi padre para que me amarraran la vida y me ... Y después ya
ve que me criaron en la cabra y casi con leche cabra eché el cuerpo éste que
usted me ve, y así( ... ). Según mis padres [la cabra se llamaba] la Botana, yo
no la recuerdo porque cuando ya yo tuve conocimiento se le murió, pero dice
que era parda, ¿parda sabe lo que es?, un color caneloso con pintas negras y
dice que se había mueno, pero no la recuerdo yo, ésa sí que no, y no sólo
que me criara yo, sino que cuando se murió estaban criando ,:i otra hermana
6 Antonia Rancel González nació el día 8 de octubre de 1947.
7 Agradecemos la información a doña María González Alayón, 84 años. Arona, VI-1994.
8 Fue narrado por don Salvador González Alayón el día 7-VI-1994.
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mfa llamada Paulina en la misma, en la misma cabra la estaban criando, no
sé si la habfan terminado de criar porque yo me acuerdo de La Callada, pues
tengo recuerdos del afio 23 de cuando estaban haciendo la era, cómo mi
hermana Isabel iba agarrada de una becerra que la llamaban la Florida, que
era de La Florida, y yo de la . hija de la Aceituna, y después saliendo por
llano, por allf donde están las plataneras, pues al subir un repecho, la hija
de la Aceituna era ya grande y tenfa ya cuernos y la mfa era más chiquita y
cuando iban a darle agua mi madre y una hermana mfa, la más vieja, fbamos
nosotros garrados de los rabos de las becerras y cuando llegan al alto el
llano pega a brincar la de Isabel mi hermana y le da una morrada, tumba
con ella, y después y ya llegó mi hermana y mi madre con un palo ( ... ) y ya
nos encaminaron y no nos dejaron ir más con las becerras.
Supongo que mi madre, según datos, que se enfermó y no daba leche
y nos criaron en las cabras (. .. ). Y no sólo eso en las cabras, sino que la que
no cogfa la teta la criaban con leche cabra, que hadan: hervfan la leche con
gofio que a eso le decfan unas miguitas, unas migas, que le echaban un
poquito gofio, eso lo iban aumentando que era para dar por la mamadera y
eso era livianito hasta que ya fueron mayorcitos y ya con la cuchara. Y las
mías, lo mismo puedo decir, que al pecho de dalla Ofelia [su esposa] no se
criaron porque la más que mamó fue Teresa, pero las otras perdía la leche y
los otros y cuando tal pues ya se le pegaba a hacer las migas de gofio y leche
bien hervfo y ...
María Roma/da, la más vieja, pues la fotografía aquélla miro yo que
fue en el afio 53 ( ... ) cuando eso no tenía el aflo, más bien tenía de siete a
ocho meses porai tenía, porque a ella se le pegó a dar de mamar en la
Mariposa en, nació en septiembre, octubre, noviembre, en enero, no sé a
cuánto de enero sería· ( .. :;;· Bf enéro 'del aflo 53 pegó a mamar ella en la
cabra y diendo, o poco antes de ir a la escuela, de antes de siete aflos pues
mamaba ella en la cabra. La cabra venía, ella se cogía de una pata y
empezaba y la cabra la pegaba a lambiar la cabeza y la ropa; y jugando con
las otras amigas, y iba a mamar y entonces la cabra se marchaba pero
mirando patrás y be/ando pa María Roma/da, sí, be/ando ( ... ). Cuando
empezó a ir a la escuela es cuando fue dejando eso. Y luego que verá que
pegaba a mamar estando en el carral y se dejaba dormir recostada sobre la
cabra y la cabra quietita y la cabra goliéndola y ella se dejaba hasta que
llamaba yo a la madre que la recogiera, pero mamaba lo que querfa y ahí se
dejaba dormir y la cabra lambiándola (. .. ) ¡pues que si la quería, como
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madre, que creo que hay madres que no quieren tanto como quería la cabra a
María Roma/da, sí, de verdad!.
Y lo que pasaba es que la cabra antes de mamar un niffo pues yo si
estaba en Bebederos si venta de abajo que casi por las maffanas iban pabajo
pa la costa, pa la Punta La Rasca, y cuando ventan de abajo antes de llegar
a donde estaba ella, allí le dicen el Morro Los Perros, pues ya la Mariposa
la llamaba yo, venta donde estaba yo, entonces le limpiaba bien la ubre, le
espuntaba con la leche della... y ya jada yo que la 9rdet1.aba y la cabra
pegaba a rumear y ya vfa que la cabra tenfa salud, porque la cabra desde
que tenga una fatalidad la va a ordenar usted y pega una oreja paquí y la
otra palante y patrás, desde que usted las vea alguna cosa tienen o bien
manquera o algo hay en ella ( ... ). Cuando el ganado que se aproximaba, que
ella iba a encontrarla, pues yo ya revisaba la cabra que podía mamar la
nifla, que no tenfa novedad, porque si está manca es matarla, hasta los críos
della misma si maman que tenga tetera pues enseguida le pega una
descomposición que si no acude uno con algo es mortal, es veneno porque
con una cabra se puede envenenar un pueblo, eso hay que tener mucho
cuidado, con un queso de una cabra que esté manca ... As{ que la costumbre
de madre era ésa, si no tenfa leche o no daba suficiente era darle leche
cabra, con gofio hervío, bien hervidito, pegaba por más clarillo hasta que
iba siendo más espeso y abriendo el agujero de la mamadera hasta que ya
comiera con cuchara.
El nombre de la Mariposa porque ella se ve en la fotografta que es
pintafta como de amarillo, de algo rojizo y blanco. ¿ Usted ha visto las
mariposas por ahí volando?. Y esto no nació de mí, esto viene de otros más
lejanos, que la cabra veces por el color o veces por el modo de actuar,
porque la que ponen la Temosa ¿ sabrá por qué?: porque le gritan y no
obedece; ¿y la Ideosa?: porque hay cabras que tienen ideas que si las
manifestamos dicen: ¿ cómo va a ser eso de que una cabra quiera hacer daffo
y que el hierro lo aprete entre el pecho y la quejada pa no tocarlo?.
La Mariposa fue un amigo que en descanso esté, don Fulgencio
Delgado, de San Miguel, que ese hombre estaba en Correos ahí pero él como
supiera una cabra que criara una baifa que él ( ... ) y resulta que don Paco
Medina, de San Miguel también, se trajo esa cabra de Las Palmas, era negra
estaflaa, ¿sabe lo que es estalfao?, pues negra y una lista blanca en la
barriga, estallo ( ... ); no cinchada, porque cinchada es a/redor; negra
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estaflaa, s(, y parió tres, parió dos hembras y un macho. Y don Fulgencio se
le pidió a don Paco y me las llevó abajo al monte y yo los crié y de ah( nació
la Mariposa, una la crió el dueito de la cabra y los otros dos yo y de ah( vino
la Mariposa. Y después descendientes de la Mariposa, no tantos porque no
era muy aplicada a criar hembras sino machos, pero del hermano sf se
expansionó la raza (. .. ).
La nifla d(gole a dofl.a Ofelia: pues yo me crié en una cabra, vamos a
empezar a ... La Mariposa era una cabra, porque hay cabras que tienen pelos
en la punta de la teta pero otras son limpitas, aunque sean peludas la ubre es
muy limpita y hasta llaman a comer leche dellas. Y ésta era el ubre negrito y
tenla algo de pelitos atrás, pero el ubre era limpito y la tetita y nada, poner a
Marta Roma/da y empezar a mamar un poquito, porque no es decir pues
vamos a darle porque la nifla tiene hambre, no, se le dio un poquito, después
dofla Ofelia lo poquito que daba le ayudaba un poco y después un poquito de
agua de arroz en el bibirón, se lo bebía, ¡ah, espere!, que María Roma/da no
quiso bibirón, hasta eso, si le echaba la mamadera como a devolvérsela, la
teta la cabra la quiso pero la mamadera no, ni chupa ( .. .) y ya se le fue
dando y la dejaba mamar lo que la nifla querfa, ¡mire los sudores cuando se
jarraba de leche!, porque era en el campo, ahi en El Guincho donde está el
campo de golf( ... ), en Bebederos, si iba pa Amador, si yo la llevaba por la
maflana pues a lo mejor dofla Ofelia pues me iba a encontrar pabajo ( ... ),
ah( se le daba de mamar, después se le traiba y cuando yo la llevaba que la
llevaba al campo pal Guincho pues ya yo llevaba agua en una botella porque
los niflos quieren agua y más verá usted, pues yo le llevaba agua y yo le daba
de mamar y cuando se me dormía me iba a la sombra de un balo o de un cejo
que hubiera o una tabaiba dulce y el chico que tenía conmigo pues vigilaba
las cabras y ya, cuando tal, pues que ella despertaba, ya salía yo si ya
queríamos coger camino ( ... ) y por ahi afuera con mi nifla en brazos y
llevaba una sombrera de éstas, de éstas de paja, de palma, pal sol ( .. .) y así
la traiba pa casa y as( pues hasta que después se me enfermó, me parece que
fue un bronquitis y la traje a Granadilla, a don Bias, y me preguntó que qué
le estaba dando a la nifla, digo: pues dándole de mamar en una cabra. Dice:
¡eh!, usted está loco, está loco amigo Salvador. Digo: no, loco no. Dice: no,
no, a la nifla la vamos a pesar y la vamos a poner a leche maternizá. Pues la
puso a leche maternizá y no sé si dijo a los ocho días o a los diez dfas, algo
fue, él puso los días; no, puso más intérvalo para ver la reacción del
alimento que le dábamos, pues cuando la pesó pesaba menos, pesaba menos
y entonces me dijo: amigo Salvador va tener usted que seguir con su idea,
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criando a su hija. Digo: don Bias, no se lo dije el otro día pero hoy sí se lo
digo; si le digo que yo me crié en una cabra, ¿qué cree usted?, y no seré de
los más aumentados pero tampoco de los más atrasados. Dice: no,
arréglese/as.
Y las otras, To!Ia , la que me vino a traer hoy, trató dalla Ofelia de
darle de mamar y pequefl.a y no quiso,· en la Mariposa mismo, cogía la teta y
si la apuraban como a provocarse. Ya no se le dio, ya le hacía las miguitas
ésas de leche pero bien hervía y un poquito de miel de. abeja o azúcar un
poquito y en el bibirón y así se fueron criando los seis que tuvo ella ( ... ).
Eso es dino de contarlo porque no es que la vendí, que se la cambié
por otra a un marchante, a un tal que todavía vive, Miguel Rodríguez, de San
Miguel ( . .). Se la cambié por otra, habían quitado las cabras de dolla Emilia
Rodríguez en el Llano Guaza y las compró él y me aparece por Bebederos si
quería cambiar, y el ganado no estaba como el mío, pero había que servían y
entonces le cambié la Mariposa, una oveja y otra que la llamaba la
Andorifl.a, negra y apenas estrellafta.
Y María Roma/da cuando salió de la escuela pues la abuela se lo
notificó. Dice: María Roma/da. Yo creo que a mi madre, pues, le apenaba
que le quitara la cabra ( .. ). Dice: María Roma/da, tu padre hoy te quitó la
Mariposa. Dice: qué va abuela. Sí, te quitó la Mariposa, la cambió por otra.
Y entonces dice que le dijo a mi madre, dice: pues yo voy a cas de padre y la
Mariposa tiene que buscármela. Y llegó arriba, arriba, cerca arriba, hoy
donde le dicen La Arenita, estaba yo con las cabras por aquellos llanos, las
cabras virando hacia allá El Rodesmo. Llega María Roma/da, yo llegando a
la carretera general que baja a Las Galletas, me apa!Ió. Y llegó y yo le miré
as{ los ojos, mire eran dos charcos de agua, dos charcos de agua. Digo: qué
pasa María Roma/da. Dice: que dónde está, que dónde está mi Mariposa,
que me dijo abuela que usted me la había cambiado por otra; por la cuenta
que la otra no la quería sino la della. Digo: pues María Roma/da, te vas pa
casa que de aquí a la noche está la Mariposa en casa. Así que vete tranquila.
Y estaba un chico conmigo que, de Las Palmas, de donde ustés fueron [de la
Aldea de San Nicolás de Tolentino], Tollito, de La Guardia se apellidaba. Y
digo: To!Iito ( ... ) las cabras ya mira por dónde van, te vas por aquí, coges
por aquí el sendero por arriba dellas, tiras pallá al túnel, te pones en lo alto
del Rodesmo que las cabras no vayan pa la Laguneta porque hay platanera,
pero de las tomateras ésas que están ahi por todo el Rodesmo me dijo mi
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hermano que dejara entrar las cabras porque el personal no pod{a tumbar las
ramas de tanto tomate, hab{a mucha cantidad de tomate y aquello es tierra
negra y no sé si escaseó el agua y se mancha el tomate, si pasa mucho tiempo
sin regar en tierra negra y no riegan todo se pone manchado que no se
pueden exportar, as{ que tranquilo, ah{ hay hierba y tomate que voy a buscar
la Mariposa a Marta Romalda. Sal{ por allá arriba, entonces caminaba yo
diestro, ya la velocidad se ha cortado. Y llegué a Guaza a la finca de,
entonces me parece que era entodav{a de dotla Marta Bello, pero después
dec{an de don Antonio Sáez, pero bueno. Y me fui al!{, una gente que conocfa
que ten{a becicletas y le ped{ la becicleta y me amonto en mi becicleta y por
los Llanos de Guaza parriba, y llegué arriba a cas de comadre Josefina, que
es donde está hoy la entrada por puente, hacia abajo. Y pregunté que si no
hab{an visto por ali{ uno con unas cabras. Y entonces me dijo Eduardo, el de
comadre Josefina, dice: mire seflor Salvador, horita mismo bajaron por ah{
adentro, hace poco, yo las estuve viendo. Dejé mi becicleta all{y bajé por ali{
padentro y ya vi pa ónde iban. Y en lo que yo pasé ali{ el Barranco Las Lajas
( .. .) ya el ganado iba pasando el Barranco de Los Chijafes y el oveja y las
dos m{as eran las últimas atrás que iban subiendo las deditas del barranco y
yo sub{ por abajo, donde hab{an echado escombro que hab{a espedregado, y
cuando sub{ pues resbalé y como iba medio requintado en motores hice [ como
una especie de estornudo] y cuando hice as{, caramba, heló la Mariposa, beló
la Andorifla y befó el oveja, nada más que por la garganta, entonces dije,
digo: bendito sea Dios que no tenemos perdón de ti, que los animales nos
estimulan ¡eh!, que nada más que por la garganta y nosotros las vendemos pa
que las sacrifiquen. Y entonces ellas se acercaron a m{ y Miguel Rodr{guez
esraba sentado ali{ a la entrada de las cuevas, dice: ¿y qué vuelta?. Digo:
qué vuelta, que te voy a comprar la Mariposa. Dice: ¿y eso?. Que Marta
Roma/da dice que la cabra della la quiere y tengo interés de llevarla, as{ que
ponga precio. Dice: no, qué precio, garre usted la cabra y llévese/a. Digo:
no, no. Dice: sí, cuando tenga una cabra averiada, manca o algo, me da otra
cabra y se la lleva usted. Allí la cogí por los cuernos y la traje hasta a cas de
comadre Josefina. Pregunté por millo y no había. Me amonté en la becicleta
y esa cabra atrás por ese Llano Guaza. que hoy lo pusieron Guaza, pero el
Llano Guaza empezaba en La Gavia y terminaba en La Majada Honda, pero
hoy es Guaza todo. Y cuando llegué a cas de Antonio Sierra, que está donde
están los camellos que hay unos árboles, allí entré y all{ sí había millo, y me
invitaron a echarme una cerveza y dije que me pusieran un kilo millo,
Amelia. Amella es prima de Dionisia, tenía una venta ali(, ya la quitaron. Y
entonces pues me eché la cervecita, estaba sellar Inocencia Salazar, el abuelo
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de Dionisio, Maestro Miguel Garc(a, Maestro Daniel Torres, ésos eran tres
capataz, no sé, alguno más hab(an, que ya en descanso estén, que ya se
embarcaron [murieron] y nada, pues después yo cog( el millo, le eché a la
cabra ali( fuera y la cabra pegó a comer millo y yo bebiendo la cerveza y
hablando con ellos y después digo: me voy ya, no quer(a dejarla comer todo
el millo y recog( el millito y lo trabé no sé qué en el jimpás de la becicleta, y
cuando me vieron con la becicleta suelta dice seflor lnocencio: ¿pero y la
cabra Salvador, cómo la llevas?. Digo: la cabra, no va montada porque no
se puede agarrar de mf, pero si no también iba, pero la c<1,bra va atrás de m(.
Dice: qué va. Ellos vieron que la cabra se iba atrás de m(, hicieron as(
[golpear las palmas de las manos en señal de asombro], pero no hicieron más
tortas sino con esto [una sola vez] se quedaron, que con eso decfan que
quedaron sorprendidos. Pues mi cabra por ah( abajo, no hab(a la circulación
de hoy pero algún vehículo venta, pero los que encontré en todo aquel llano
me arrimaba yo con la becicleta a la derecha, la pared no era muy alta y la
cabra subfa al alto la pared, pasaba el vehículo, me amontaba, entré a
Guaza abajo por ali(, por la calle alante, era la última ya donde dejaba la
becicleta, mi cabra atrás, entregar la becicleta y ya el sol ya puesto, pabajo.
Llegué a los llanos de Bebedero, fi a hacer una necesidad pall( y entonces la
Mariposa se paró ( ... ) y hab(a unos tomateros ali( y se puso a comer en los
tomateros y yo callado; cuando vine pues yo fajándome y tal y desde que me
vio que yo fi avanzando ya dejó de comer y por allá abajo junto a mf.
Cuando Marta Roma/da, cuando Marta Roma/da creyó que estaba la
Mariposa lo primero que fue al saco el millo, a traerle más. Digo: no, no
Marta Roma/da que aqu( traigo yo el sobrante, no le pongas más millo.
Y después deso pues calculable que los aflos, pues fueron cuatro o
fueron cinco aflos más la Mariposa dando crfa, si era afio de hierba daba
leche y el último afio crió un baifo macho -porque yo me parece que le crié
un par de baifas-, crió un baifo macho muy bonito, el color a ella pero
entoav(a más precioso, porque eran los lunares en blanco más pequeflos y los
amarillos y algo rojizos mayores, más distribuidos, muy bonito, y un baifo
solo, y Marta Roma/da dice: padre cr(e este bai.fito; pero tenfa tres tetas que
dos iguales y después al dar leche pues pa ordeflar es malo y a lo mejor
tienen dos depósitos en el mismo cuarto, hay quien se las corte y después
resulta que es malo porque no tiene salida, aquello es independiente y no
tiene salida; y ella lo vio y fue razonable, dice: pues mátelo padre.
Y después iba conmigo a echarle millo a las cabras que se lo
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llevábamos más allá en una tosca por allá de la piconera, pero esa cabra
cogió a las cabrillas nuevas, ella tiene unos cuernos que no verás que son
arqueados, pues no muy grandes, pero llegaba, diba atrás de las cabras,
tiraba as( como el que tira una fija pa coger, esto cómo le dicen, pa coger
una albacora, y las tiraba as(, les enganchaba por las patas atrás, tiraba, las
engrapaba, y tiraba por ellas y hasta que no las tiraba al suelo no las
dejaba, pues saUan cojas, otras una mano, y ella vio, tres casos se dieron
seguidos. Digo: ves tú María Roma/da como la Mariposa lo que está es
martirizando a las demás. Digo: hay que quitarla, digo: pues cuando murió
tu abuelo, caramba, lo sentí y entoavía me acuerdo de tu abuelo pero ya lo
voy, se va alejando más la cosa, y ya me aceptó que la vendiera. Y estando
aquf en el monte no sé cómo tal, no sé si le avisé a Miguel que viniera, que
se había averiado una cabra y un par dellas, la Mariposa. Pero también lo
hice mal, lo hice mal porque la pude haber dejado que muriera por su
naturaleza, como mi padre dejó una vez una cabra llamada la Melaa ( ... ),
era esto majorera requemaa, empinaa y de las que dejó ali( seflor Luis
Fumero en el aflo 23. Y mi padre la vendió el aflo 26, vieja, ya los cuernos
descacarajillos, se le van, ya ve que se le van a algunas, se les van caendo,
caspiando, y la vendió a unos seflores del Valle, sí, sé que se llamaba, ¡ah!,
las cabras las llevó seflor Hilario Garcfa de Buzanaa, sería en sociedad, y un
tal Aquilino, y no sé los apellidos, sí eran Delgado, del Valle San Lorenzo,
Aquilino y conocido, la hija que entodavía vive. Las llevaron pa la fiesta San
Lorenzo, matarlas arriba, que es cuando más compraban el ganado esta
gente, pa San Lorenzo, que ya ve que decfan que la campana San Lorenzo
decía: carne de cabra vieja y pan, carne de cabra vieja y pan, dicen que
decfa la campana de San Lorenzo, sí ( ... ). Compraban las viejas (. .. ) y las
llevaban, y anteriormente no había transporte, quepa que no le huyeran una
y otra las amarraban todas de los cuernos o del cogote, más de los cuernos y
ahí ias iban ajeitando y las iban acorralando, pero esa cabra se les negó
subiendo el Malpaso, todavía está el camino pa, aunque tiraron la carretera
hay un camino donde la cabra ya se les echó y ya no había de qué. Y
entonces la soltaron, la soltaron, totalmente dice que negada. Y la Melaa,
pues nosotros abajo ordeflando, tenían que no estaba un trocito tapado por la
parte hacia más bien al noroeste y viene la Melaa por ahi y zúmbase dentro
del corral. Pero mire si cogió ánimo que vino de arriba, de Malpaso abajo,
allá fuera la montafla. Y yo fui d que la vi y digo: ¡ay padre, pues mire la
Melaa aquí!. Dice: ¡ay eso, qué pudo haber sido!. Eso que se le negó. Pero
ellos vendrán por ella aunque sea llevarla en un camello. Pero que
aparecieron al próximo aflo en agosto, a comprar más, el aflo 27 y llevarlas.
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Bueno que, pero el aflo 27 parió un baifo y una baifa y mi padre se los dejó,
sí, y ahí viviendo la Melaa. Y después pues ellos preguntaron y mi padre les
dijo que ni les daba el dinero ni la llevaban tampoco. Dice: no es que el
dinero, con el dinero que ustedes me pagaron con eso va a ser la ruina mía,
pero ustedes se ponaron mal porque ustedes la soltaron ali{ y si la cabra en
el camino la matan perros me la reclamaban a mí y yo hoy me niego a darla,
me niego, porque ustedes no lo hicieron bien y si ese d(a no pod(an al otro
d(a que yo ere( que ventan ustedes con un camello o tal y la llevaban. Pero
ahí la Melaa y se vino a morir el a/lo 30, pero ya yo creo que no tenía
dentadura, no, en el aflo 30 y murió allá, bueno, está ta Joya del Rincón,
pero el cerro le dicen el Cerro de la Guirrera, pero dando cara a la Joya del
Rincón, y allí hab(a una peque/la cantera y fueron los canteros o los que
labraban las tierras por ahí, por La Ensillada, por la Hoya La Ensillada por
esas panes, formaron una garita, ali( sacaron pero poco ( ... ). Ali( la cabra
pues se que bebió en el Charco Clavellina, pero ya estaba flaquilla y ya no
apareció a casa y a los dos días la jalló mi padre muena, la jalló por los
guirres que era la aviación de reconocimiento que había pci encontrar los
muenos y perdidos (. .. )".
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