APUNTES SOBRE EL JUEGO DEL PALO EN
LA ISLA DE EL HIERRO (CANARIAS)
Manuel J. Lorenzo Perera
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2017
El lector no va a encontrar aquí un estudio exhaustivo sobre el juego
del palo en la isla de El Hierro, donde es contemplado, al igual que ocurre en
las restantes islas del Archipiélago Canario, como un medio de defensa y
ataque. En estos apuntes basados en la oralidad cultural, la fuente que más
generosamente nos informa sobre el tema, pretendemos dar a conocer las
notas que a lo largo de los últimos años (1975-1990) fuimos recopilando1.
Fueron proporcionadas, esencialmente, por cuatro antiguos
practicantes del señalado deporte, a quienes tuvimos oportunidad de conocer
en la segunda mitad de la década de los años setenta. Se trata de don Juan
Morales Armas (San Andrés), don Fructuoso Quintero Casañas (Las Casas,
El Pinar), don Gregario Padrón Padrón (La Cruz Alta, El Golfo) y don Eloy
Quintero Morales (Taibique, El Pinar)2.
Durante largo tiempo quienes tuvieron la obligación de realizarlo,
hicieron caso omiso en pro de mantener viva una entrañable tradición que se
remonta a los orígenes de la historia herreña. '' ·
Don Juan Morales Annas, afamado curandero, perlo y jugador
de palo del pueblo de San Andrés, VJII-1976
1 Lo hicimos mientras recogíamos información para la elaboración de nuestra Tesis doctoral:
Estudio e111ohist6rico del pastoreo en la isla de El Hierro (Canarias), presentada en la
Universidad de La Laguna el día 30 de j:mio de 1992.
2 Los mencionados señores contaban con las edades siguientes: don Juan Morales Armas, 80
años (VIII-1976); don Fructuoso Quintero Casañas, 73 años (VIII-1979); don Gregorio Padrón
Padrón, 64 años (VIII-1976); y don Eloy Quintero Morales, 51 años (VIII-1979). Don Juan
Morales Armas y don Gregorio Padrón Padrón han fallecido recientemente.
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EL PALO EN TIEMPOS DE LOS VIEJOS BIMBACHES
En época preeuropea -y lo mismo acaeció largo tiempo después de la
Conquista- el pastoreo fue la actividad económica fundamental en la isla de
El Hierro. Con toda probabilidad, desde entonces, el palo estuvo asociado a
la señalada práctica ganadera. Los datos que sobre ella nos han
proporcionado los cronistas y primitivos historiadores son muy escasos y,
frecuentemente, producto de la impresión y de la extr~~za. Abreu Galindo
manifiesta que el ganado (cabras, ovejas y cochinos) calmaba su sed en los
veranos muy secos cavando en la tierra y extrayendo las raíces de helechos y
garnonas3 . Abreu, igual que otros autores, también se refiere al palo, de
esencial ayuda en los recorridos llevados a cabo, tras el ganado, por las
escarpadas tierras de la isla, principalmente sus costas:
" ... Y los hombres llevan grandes lanzas sin hierro, porque no tienen
ni hierro ni otro metal ( .. . )"4.
"Vivían debajo de un solo seflor o rey, y así estaban en quietud, sin
usar el arte de Za milicia, por no tener contra quien la ejercitar; y
por esto no tenían ningún género de armas, si no eran unos bordones
que traía cada uno, muy liso, de tres dedos de grueso y de tres varas
en cumplido, que untaban con tútanos de cabras para ponerlos
amarillos, que llamaban banodes y tomasaques y, aunque estos
bordones servían de armas, más los traían para ayudarse al
caminar, por la fragosidad de la tierra, que para su defensa" 5 .
"... Y diciendo esto arrancaron contra Juan Machín y los suyos a
pedradas y con sus palos tostados tan duros como de hierro"6 .
3 ABREU GALINDO, Fray Juan de (1977): Historia de la Conquista de las siete islas de
Canaria [1632]. Goya Ediciones, Santa Cruz de Tenerife, p. 86.
4 SERRA RAFOLS, Elías y CIORANESCU, Alejandro (1960)): Le Canarien (Crónicas
francesas de la Conquista de Canarias). Vol. II (Texto de Juan V de Bethencourt). Fontes
Rerum Canariarum IX. Instituto de Estudios Canarios - El Museo Canario, La Laguna - Las
Palmas de Gran Canaria, p. 234.
5 ABREU GALINDO, Fray Juan de (1977): Historia de la Conquista de las siete islas de
Canaria [1632] . Goya Ediciones, Santa Cruz de Tenerife, pp. 88-89.
6 FRUTUOSO, Gaspar (1964): Las Islas Canarias (de "Saudades da Terra") [1590] . Fontes
Rerum Canariarum, XII. Instituto de Estudios Canarios, La Laguna de Tenerife, pp. 132-133.
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Pese a lo que tantas veces se ha dicho y repetido en Canarias -en
muchas ocasiones conducidos por la razón de que es mejor decir que acabó
una parte de la historia y comenzó, tras la Conquista, otra totalmente
diferente- en El Hierro han pervivido numerosos rasgos de la antigua cultura
africana. Uno de ellos lo representa el palo y su dominio técnico defensivo
(''juego del palo"). Como tendremos oportunidad de ver más adelante, los
palos que han seguido utilizando los pastores presentan gran similitud con los
descritos en los textos anteriores. Cuestión que puede observarse en lo que
concierne a:
Su apariencia: palos "lisos".
Tratamiento: "palos tostados", fortalecidos con grasa animal.
Dimensiones: "tres dedos de grueso y de tres varas en cumplido",
aproximadamente 2,5 m de largo.
· Y usos: pastoriles y defensivos, cuando se hacía necesario: "más los
traían para ayudarse al caminar, por la fragosidad de la tierra, que
para su defensa".
LA IDENTIFICACION Y EL CONTROL DE LA MANADA
Fuerteventura y El Hierro son las islas del Archipiélago Canario que
cuentan con una tradición pastoril más importante. Tal hecho, entre otros
factores, lo manifiestan la presencia en las indicadas islas de tierras
comunales que aún se usan para tener el ganado suelto a lo largo de
determinados meses del afio. Es el caso, en El Hierro, de La Dehesa comunal
y de los montes de El Pinar y de El Golfo o Monte de Dentro. El ganado allí
deambula libremente, dándosele vuelta, según épocas y circunstancias,
diariamente, "al tercer día" o cada quince días.
Con la forma de pastoreo de suelta, en uso desde la época
preeuropea, se relacionan dos apartados característicos del atrayente y
curioso mundo pastoril: los nombres puestos al ganado y las marcas. El
sistema de nombres tiene su origen en la época anterior a la Conquista de las
Islas; aún se conservan numerosos nombres antiguos, los que con mucha
dificultad pueden traducirse al castellano (para ejemplificar: es más sencillo
llamar a una oveja Manajaisa que decirle "ven acá oveja de color negro con
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LA DEHESA
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LIQRES tEICIOIADOS EN EL ARTICULO
EL GOLFO
san Andrés • •
• Las Rosas
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EL PINAR e
Taibique
•
E L H I E R R U
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una estrella blanca sobre la cabeza"); los nombres, basados la mayoría en el
color que muestran las reses, sirven para llamar a los animales o para
localizarlos, visualmente o preguntando a los compañeros de profesión a los
que se dan los datos en caso de pérdida. Las marcas del ganado, otrora
presentes en todas las islas, se han mantenido con mayor auge en El Hierro y
Fuerteventura; lo dicho tiene que ver con la presencia de terrenos de suelta
en las mismas, siendo, además, una resultante de la desconfianza con las que
se evitan, de otro lado, los enfrentamientos entre pastores. En El Hierro las
marcas están constituidas por tres cortes en las orejas; la marca la hereda el
hijo menor, y uno de los cortes aún usados es palabra africana: chivirito, lo
que hace creer, junto a otras razones, en un uso muy antiguo y necesario de
las marcas, remontándose, con gran probabilidad, al tiempo de los viejos
bimbaches.
Los nombres y las marcas ayudan a identificar la manada. Para su
control, máxime en la fórmula y épocas de pastoreo de suelta, el pastor se
vale de una serie de elementos: el perro, el palo, los silbos, el lanzamiento de
pi~ras, las voces y los ''jierros" o cencerros, éstos últimos de metal
introducidos después _de la Conquista de las Islas. Por razones de espacio, y
pará .. centrarnos en el tema objeto del presente estudio, creemos conveniente
hacer al~.nas anotaciones sobre el palo, mejor palos, utilizados por los
pastores herreñ~s.
\.
EL PALO DEL PASTOR: MODALIDADES, ELABORACION,
UTILIDADES
•
~l palo es una especie de pértiga que sirve al pastor para apoyarse, le
ayuda a' superar las dificultades que ofrece el terreno y' en caso de necesidad,
golpea con él a la guía (res que conduce a las demás) o al perro, y hasta le
. { -
puede permitir "tumbar" una cabra o una oveja a la carrera.
Dos clases de palos se emplean en la isla de El Hierro para cuidar el
ganado, circunstancia que está relacionada con las caracterfstic~ físicas de
los campos de pastoreo.
El primero de ellos se utiliza en los lugares relativamente llanos y en
los no demasiado escarpados (Nisdafe, La Dehesa ... ). Su acondicionamiento
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puede hacerlo el mismo pastor mediante el siguiente proceso:
a. Cortar el palo, labor que suele realizarse en menguante de luna, por
la creencia de que si se hiciera en creciente "se pica".
b. Dejarlo secar algún tiempo: "como regla general-se debe dejar ocho
dfas".
c. Se tostaba, "pa que no se pique", con basa ·u hojas de pino,
colocando cada uno de los extremos del palo, al que se da vueltas,
encima de una piedra.
d. Se dejaba al aire varios días, seis, ocho o diez, "según el grueso", a
fin de que no perdiera su color natural y luego se limpiaba con una
navaja o cuchillo, quitándole los nudos, restos de cáscara ...
e. Lavarlo con agua a fin de desprenderle la posible suciedad (hollín,
tizne ... ).
Con el palo y la talega camino de la casa. La Dehesa, VIII-1975
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f. No ha sido muy común que los pastores acostumbren a estregar a sus
palos sebo de carnero ("es el mejor") sin sal. A continuación se le
daba calor, pasándolo sobre una hoguera, con el propósito de que el
sebo se derritiera e introdujera bien en la madera. Esto se hacía al
objeto de fortalecerlo. Si el palo tenía alguna torcedura se enderezaba
con las propias manos cuando se encontraba bien caldeado.
Es el herrero quien se encarga de ponerle la argolla metálica en el
extremo inferior, así como de colocarle los clavos cuyas grandes y
sobresalientes cabezas evitarán el desgaste y la rotura del palo.
Su altura ronda en torno a los dos metros y su diámetro máximo
oscila entre tres y cuatro centímetros. Las materias primas preferidas son
maderas de eucalipto, loro, cárisco o haya. El de loro es liviano, razón por lo
que se utiliza para ir de caza o al campo. El palo de cárisco es más caliente y
pesado que el de haya, por lo que los pastores prefieren éste último. El palo
de haya se caracteriza por su dureza y porque es más fresco para la mano:
"en La. Dehesa hay muchos barrancos, tenía que ser un palo resistente".
Los pastores que frecuentemente desarrollan su cometido en los
riscos, se ven obligados a utilizar el asta o astia, palo acabado en puya
("púa") o en regatón, parte ésta que también adosa el herrero. Se prefiere la
puya (o punta en forma de clavo sin cabeza) al regatón, atendiendo al
siguiente razonamiento: "el regatón, eso se entierra mucho, el regatón es
muy criminal"; "la púa no entierra sino que agarra".
La puya, dispuesta en posición central en el extremo inferior del
astia, que también se protege exteriormente mediante una argolla de hierro,
suele medir 1,2 cm de grueso y unos 15 cm de largo, 5 de los cuales
sobresalen del astia, yendo el resto introducido en la madera. La puya es de
hierro ("la de acero es criminal, resbala mucho") al igual que los cuatro o
seis clavos que se disponen alrededor de aquélla, de los que sobresalen
únicamente sus gruesas cabezas: se trata de "clavos de herrero, yo los hacía
precisamente pa eso", de unos 5 ó 6 cm de longitud.
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: ·. " . .
Regatón. Los Llanillos (El Golfo), Vll/-1975
La puya del astía del viejo y entrañable cabrero del Risco de Tibataje,
don Juan Machín García. Las Lapas (El Golfo), Vll/-1975
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Aunque el proceso de elaboración es similar al palo anteriormente
descrito, las astias suelen ser algo mayores y más gruesas, alcanzando en
ocasiones los 3 m de longitud y los 4-5 cm de diámetro máximo. Las hemos
visto hechas de haya, cárisco o pino.
Además de los cometidos ya referidos, existen otros. A las reses
"enriscadas" el pastor les da con la puya o les tira piedras para que salgan
del lugar donde han quedado encerradas. En algunas ocasiones el palo no es
suficiente para bajar por las fugas con el fin de sacar algún animal, viéndose
obligado el pastor a descolgarse, de mato en mato, afianzado en las dos
puntas de una larga soga. Acerca de la función del astía son muy explícitas
las palabras que presentamos a continuación:
" ... Alld [en El Hierro] estd el palo y el asta, el asta ya es pal risco,
ya es un palo muy grande pues de dos metros o tres metros, según se
consiga (. .. ). El asta es de riga que lleva una argolla de hierro con
un regatón (. .. ). Si tú ahora en el risco tropezaste una laja viva con
el regatón ése, que es de acero, jincas y no resbalas (. .. ). Y que
todavía Eduardo y Juan Monturrito el de /sora, que ese Juan
Monturrita también es del Pinar. Esos seflores allegaban, que por
eso se utiliza la asta, llegan, estdn en el risco guardando y ahora los
animales que no tienen comida y van y se meten en una raya désas,
pero después salir no saben, se metieron porque ... por la comida,
pero que al salir no salen (. .. ); colocaban el asta en ese andén,
pon(an una punta ali( y otra aqu(, la colocaban ah( y entonces
allegaba la cabra al ver la asta, ¡puna!, salfan por ella misma, otras
no, otras allegaban y se metfan [los cabreros] por ellas (. .. ) entonces
ellos las echabanfuera (. .. ). Monturrito es un apodo que viene desde
los padres, de los bisabuelos. Y la hermana vive todavfa aquf, ésa
fue peor,· ésa fue peor, se metfa en el risco, que ñ5simo, cuando
llegó alld de guardamonte y vio al padre que la mandaba subir a
tumbar rama para las cabras, agarró la pistola y dice: como yo los
tranque más aquf con su hija, dejando meter un inocente en el risco,
lo mato ( ... ). No pa matarlo, sino pa meterle miedo, porque era
lógico (. .. )"7.
J l,nformación oral de don Eloy Quintero Morales, 54 años. La Laguna (Tenerife), 11-1982.
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Pastores, con sus astias, sacando las chivas del Risco de Tibaraje
El Golfo, IX-1990
Cuando algún pastor se desriscaba, lo trasladaban con una parihuela.
Si no la había, formaban una con dos astías. Los travesaños (cuatro o cinco
palos de 0,5 m de longitud, aproximadamente) se ataban a aquéllas con los
cordones o apielos de las talegas. Se transportaba al herido disponiendo los
extremos de las astías sobre los hombros de los dos porteadores.
Los pastores cuidan y miman sus astias. No las prestan y las guardan
como algo especial y entrañable, debido, entre otras cosas, ~ que de su buen
estado puede depender en muchos casos su vida. Se transmiten de padres a
hijos. En caso de emigrar (lo mismo que los cencerros del ganado) el astía se
da a guardar a algún pariente o amigo íntimo.
EL JUEGO DEL PALO
Otros usos del palo se relacionan con la sociedad pastoril herreña,
aunque en circunstancias que a priori no parecen tener nada que ver con el
pastoreo. Pero no es así. El cuidador de ganado -amenazado por inclemencias
físicas y humanas, en ocasiones implicado en pleitos por les pastos, el agua,
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que, con el transcurso del tiempo, fue aplicando una técnica que, más tarde,
transmitió, con los mismos fines, a las personas más allegadas.
El palo desprovisto de regatón que hemos descrito en primer lugar, el
cual sirve de punto de apoyo y para afianzarse en él, se usó antaño
frecuentemente con fines defensivos, lo que implicaba todo un aprendizaje y
conocimientos:
"El palo para jugar, la madera preferida entre los herrenas es el
palo de haya. Pero volvemos a lo mismo. Tiene que ser el palo más
alto que la persona y un grueso moderado porque el juego del palo
lo utilizábamos como defensa preventiva de uno (. .. ). Un palo que
normalmente se le da un palo a otra persona y se tumba. Ese palo se
corta en menguante, se tuesta y después de tostado se limpian los
nudos y queda el palo hecho (. .. ). Pa jugar al palo no conviene
[darle grasa] ni para caminar con él, porque el palo que usa el
pastor en la isla de El Hierro está el pastor constantemente
jianzándose en él; desde la hora que tenga grasa cuesta más porque
entonces se desliza la mano. El palo para punto de apoyo y jianzarse
en él un pastor durante el d(a no puede tener grasa por ese
sehtido"8.··
El juego del palo es una de las tantas expresiones afines a las
personas que andan buena parte del día con él en la mano; nos referimos a
los pastores. En El Hierro, aparte de la posibilidad ya indicada (la de
defenderse con el palo de guardar), existió otra, la representada por la que
determinados especialistas9 denominan palo normal, medio o vara:
"El mejor era el de almendro. Todos los viejos sab(an jugar. El
pequetto vale mds que el grande porque el grande varea mucho y se
lo desquitan mds. Mi padre no sab(a. Aqu(, en El Pinar, el mejor
que sab(a jugar era Juan Francisco Piloto, de Taibique10. Los
8 Información oral de don Eloy Quintero Morales, 54 años. La Laguna (Tenerife), 11-1982.
9 GONZALEZ, Angel y MARTINEZ, Guillermo (1992): El juego del palo canario. Cabildo
Insular de Tenerife - Centro de la Cultura Popular Canaria, Santa Cruz de Tenerife.
10 Se llamaba Juan Francisco Quintero Zamora. Según el Padrón Municipal de Habitantes del
año 1901, conservado en el Archivo Municipal del Excmo. Ayuntamiento de Valverde, tenía
30 años de edad. Su oficio era el de pastor, estaba casado y no sabía leer ni escribir.
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."::-... ~ ..
Pilotos guardaron todos [fueron pastores] ( .. ). Los agricultores
también, no eran los pastores solos" 11 _
ti~~; .· .. ,;..::-.. ··~
Pastores con sus palos y talegas el día de la Fiesta de los Pastores
La Dehesa, N-1978
Su práctica, difundida por toda la geografía insular, estuvo bastante
generalizada hasta hace tres o cuatro generaciones, siendo numerosos los
pastores que la hicieron suya:
"Antes, casi todos los viejos sabían jugar al palo. No le quitaban la
cáscara si era de almendro o de naranjo. Le daban grasa y en los
nudos ponían chinchetas y los tenían brillantes. Presumían con ellos
en Zas fiestas y al sentarse se lo ponían entre las piernas. Presumían
más con eso que unjoven hoy con una corbata"12.
"Mi abuelo, que era también pastor, iba al Golfo y a Iímijiraque a
que le ensenaran a jugar al palo"13.
30 años de edad. Su oficio era el de pastor, estaba casado y no sabía leer ni escribir.
11 Información oral de don Fructuoso Quintero Casañas, 79 años . Las Casas (El Pinar), 27-
VIII-1979.
12 Información oral de don Angel Reboso. San Andrés, VIIl-1977.
13 Información oral de don Francisco Morales Padrón, 59 años. San Andrés, VIIl-1979.
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andar por los caminos (a pie o sobre el burro o mulo) y para ir a reuniones y
fiestas, sobre todo a los bailes, donde en más de una ocasión los viejos, a
palo limpio, acabaron con el alboroto promovido por la juventud.
Era más corto y grueso que el utilizado en la isla de Tenerife. La
altura no superaba la del pecho o, como máximo, los hombros, y su diámetro
oscilaba entre 2 y 2,5 cm. Los palos preferidos para su elaboración eran el de
almendrero y el de membrillero: "ése es el palo fuerte, el palo de membrillo
es amoroso pero no estalla". Siempre se le estregaba sebo de carnero.
Cuando el palo es de almendrero no se tuesta ni se le quita la cáscara, de
hacer esto último se abría; una vez seco se pasaba por el fuego al objeto de
caldearlo para enderezarlo. Al finalizar sw preparación, había quienes "lo
vestían" clavándole en los nudos clavos o "cabecitas doradas".
Su empleo se entendía, única y exclusivamente, como un medio de
defeIUi1. Se tenían como "palos peligrosos", además de los lanzados a "las
partes" y a las "cuerdas del cogote", los que se tiraban "a la canilla" ("el
palo a la canilla es peligroso") y al estómago ("el palo de punta a la boca
del estómago es muy peligroso"). Su dominio exigía, básicamente, dos
condiciones: livianeza de cuerpo y "vista para ver de donde viene el palo".
El aprendizaje del juego del palo se llevó a cabo, mayormente, dentro
del círculo familiar y siempre entre varones. La enseñanza era impartida por
el padre o por algún tío y casi siempre en secreto, de forma sigilosa, para
garantizar una mejor ejecución de lo aprendido, a fin de que su conocimiento
no trascendiera a las personas que no pertenecían a la familia:
"Antiguamente en el palo decían que habían buenos jugadores (. .. ).
Yo aprendí a jugar al palo con mi padre. Cuando eso había una
cuadrilla que sabíajugar"14_
"Nadie le vio enseflándome, únicamente mi mujer los caló un día; ni
me lo ha dicho, ni yo a ella. Yo me casé de dieciocho, de diecinueve
afl.os, estábamos dentro de la casa, entonces pasó mi mujer y nos vio
(. .. ). Porque él [su padre] me decía: si saben que sabes, cualquiera
que quiera darte viene y te da a la traición"15.
"Yo aprendí a jugar al palo con Juan Quintero Zamora, Juan
14 Información oral de don Juan Morales Armas, 80 años. San Andrés, VIIl-1976.
15 Información oral de don Gregorio Padrón Padrón , 71 años. La Laguna (Tenerife), 11-1983 .
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"Yo aprend( a jugar al palo con Juan Quintero 'Zamora, Juan
Francisco Piloto por apodo, pastor desde sus bisabuelos. Era el
mejor j ugador de palo de la isla del Hierro, era t(o m(o. Dijo que
enseff.aba de cada hermano a un hijo y me enseff.ó a m( que era el
más pequeff.o. El aprendió en Tenerife. Juan Curro, tío de mi padre,
lo perfeccionó después aquí con e/juego palo herref1.o"16.
La estancia en otras islas del Archipiélago motivó, en ocasiones, que
algunos herreños se adiestraran en la forma de jugar que existía en las
mismas. Ese es el caso de Esteban Padrón ("Esteban Solo"), afamado criador
de cochinos en el Monte de El Golfo, quien pasó algunos años de su vida
trabajando de panadero en Gran Canaria, isla donde al parecer aprendió a
jugar al palo:
"Ese viejo [Pedro Armas] me contaba a m( que mi padre sab(a el
juego cana/lo,· él no decía canario, sino tu padre el juego que sabe
es el canalio. Pero no me explicó nunca en qué forma se distinguía el
juego de mi padre al dél ( ... ). Yo no tenía observación todavía pa
eso" 11.
¿FENECERA EL JUEGO DE PALO HERREÑO?
En los últimos años el juego del palo ha dejado de practicarse en la
isla ("ya no hay palos, hoy no hay sangre"18), hecho que debe guardar
relación con la evolución que en los últimos años ha experimentado el modo
de vida del que forma parte el progresivo incremento de los salvaguardadores
16 Información oral de don Eloy Quintero Morales, 51 años. Taibique (El Pinar), 6-VIII-
1979.
17 Información oral de don Gregorio Padrón Padrón, 71 años. La Laguna (Tenerife), 11-1983 .
Según opinión de Gregorio Padrón Padrón, hijo del aludido Esteban Padrón, el palo
se cogía por la punta (parte más fina), algo más arriba, con las dos manos: "as( le vfa yo a mi
padre" . Por el contrario, los discípulos de Juan Francisco Quintero Zamora (Taibique, El
Pinar) hacían el agarre por el trozo, tal como se lee en la obra: GON.lALEZ, Angel y
MARTINEZ, Guillermo (1992): El juego del palo canario. Cabildo Insular de Tenerife -
Centro de la Cultura Popular Canaria, Santa Cruz de Tenerife, p. 101.
18 Son palabras de un antiguo jugador de palo: Fructuoso Quintero Casañas, 84 años. Las
Casas (El Pinar), IX-1990.
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de la Justicia. Las autoridades locales tampoco se han preocupado de
mantener y apoyar, aunque sea en condiciones lúdico-deportivas, tan
importante parcela cultural. Algunos de los últimos jugadores (véase la nota
nº 2) han ido falleciendo sin haberlo practicado estos últimos años ("a mí no
me ha dado el caso de usarlo"); tampoco han enseñado a sus hijos ni a sus
nietos, ya que ninguna de las partes lo ha requerido. Ha sido en época muy
reciente (años 1993 y 1994) cuando las autoridades culturales de la isla han
apoyado, aunque no con la intensidad y el fervor que se merece, a los únicos
jugadores de palo que quedan vivos -y disponibles- en la isla para que
impartan brevísimos cursillos en determinados centros educativos. Se trata
del ya nombrado don Eloy Quintero Morales y don Juan Cabrera Machín,
ambos del pueblo de El Pinar, "resobrinos" y discípulos de quien fue uno de
los jugadores de palo más famosos de la isla y pastor de profesión, Juan
Francisco Quintero Zamora, popularmente conocido por Juan Francisco
Piloto. Adn se mantiene vivo el recuerdo de los grandes jugadores de palo,
muchos de los cuales (Juan Francisco "Piloto", Juan Andrés Zamora,
Leandro Quintero19 ... ) fueron pastores de profesión:
"El [su padre] me decía que de los jugadores viejos del Hierro el más
famoso que me nombraba siempre era ese Juan Morales, que le
decían por apodo Juan Coneja. Ese Juan Morales era rico, era de
San Andrés (. .. ). Yo no lo conocí, a un hermano sí, a un hermano
que le decían Simón y también sabía jugar"20.
"Juan Andrés Zamora era un hombre chiquito, pero rabioso como ...
Se trababa: que, que, que ... Una vez aquí en las Cuatro Esquinas
[cerca de San Andrés] desarmó a un Guardia Civil"21.
19 Según el Padrón Municipal de Habitantes del año 1910, conservado en el Archivo
Municipal del Excmo. Ayuntamiento· de Valverde, Lcandro Quintero Machín, de oficio
pastor, contaba con 49 años de edad, es~ba casado, no sabía leer ni escribir y vivía en Las
Rosas (Valverde).
20 Información o·ral de don Gregorio Padrón Padrón, 71 años. La Laguna (fenerife), 11-1983.
21 Información oral de don Juan Fontc García, 75 años. San Andrés, 19-VII-1977.
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Eloy Quintero Morales, ejercitando con el palo largo.
Taibique (El Pinar), N-1980
También, como se ha hecho notar, nos han llegado algunas de las
historias protagonizadas por los jugadores de palo de antaño. Una de ellas,
escuchada en repetidas ocasiones, es la que tuvo por intérprete a Juan Andrés
Zamora, pastor del pueblo de Isora ("era peque/lo de tamaflo, él pod(a ser
abuelo m(o, él murió ya yo casado"22) , famoso por su gran manada en la que
destacaba un número importante de docenas de capones o carneros castrados.
En su tiempo, "él y tfo Leandro Quintero eran los jugadores más bravos que
hablan". Según algunos desarmó a un Guardia Civil, según otros le partió el
fusil a un cabo del mencionado cuerpo. El hecho acaeció en la Raya de La
Mareta23, durante la fiesta de la Bajada de la Virgen24_ El agente no sabía -o
no entendía- que en dicha celebración no existe (por lo menos antaño) otra
autoridad que la de los pastores, al frente de los cuales se encontraba el
22 Información oral de don Juan García, 76 años. Guarazoca, N-1990.
23 Según la opinión de don Benito Padrón Gutiérrez, 80 años. La Cru1 Alta (El Golfo,
Frontera), VI-1994.
24 El trayecto de la Bajada de La Virgen -la fiesta más importante de El Hierro, celebrada
cada cuatro años- se divide en una serie de rayas. En la ubicada en La Mareta los bailarines
del pueblo de El Pinar entregan la Virgen a los de Isora.
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denominado Alcalde de los Pastores o de La Dehesa. Se impuso la "justicia
superior", distinta a la del palo del pastor, y Juan Andrés Zamora fue llevado
incluso hasta la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife donde fue juzgado.
La otra historia es anterior. El protagonista es un jugador anónimo,
uno de los muchos que por entonces había en la isla de El Hierro:
"Es que habfa un teniente en el ejército, ah( en La Villa, en el
cuane/, que decfa que no hab(a cosa como el juego de espadas,
como el juego de espadas no hab(a nada. Y le discutían que no, que
como el juego de palo no habfa nada (. .. ). El era peninsular, pallá.
Y entonces Antonio Cejas que era del Pinar y estaba de asistente con
el capitán, le decfa: ah( hay un muchacho que hace más ti con el
palo que usted con la espada. Cuando ya el capitán no tuvo más
remedio, ya se vio obligado a desafiar/o, se metió en un cuano,
pegan, pegan, le toca con la punta del palo y le tira la gorra;
entonces dicen los otros, dice: lo mata, que lo mataba el teniente al
otro. Pero cuando le hizo otro movimiento, le amaga con la punta, le
coge con la otra y sale la espada silbando (. .. ). Eso fue hace ya
muchos anos; hace veinte anos que murió el que me hizo el cuento, ti
lo vio, estaba de asistente ah( en ·el cuane/"25.
,
25 Información oral de don Juan García, 76 años. Guarazoca, IV-1990.
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NOMBRES POPULARES Y CIENTIFICOS DE LAS PLANTAS
MENCIONADAS
Helecho
Gamo na
Pino canario
Eucalipto
Loro Oaurel)
Cárisco (acebiño)
Haya
Almendrero
Naranjero
Membrillero
Pteridium aquilinum
Asphodelus aestivus
Pinus canariensis
Eucaliptus globulus
Laurus azorica
//ex canarie'nsis
Myricafaya
Prunus dulcis
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Citrus aurantium
Cydonia oblonga
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