TEBETo. Anuario del Archivo Histórico Insular de Fuerteventura
ANEXO 6: Manuel Velázquez Cabrera y el Plebiscito de las Islas Menores
Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: 1134-430-X
EL JOVEN VELÁZQUEZ CABRERA.
APUNTES DE SUS PRIMEROS PASOS EN LA
POLÍTICA INSULAR
AGUSTÍN MILLARES CANTERO
Profesor Titular de Universidad
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
2 Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes ..
A la memoria de mi entrañable
amigo Francisco Navarro ArtUes,
con quien colaboré en 1983 en las
Jornadas de Historia de Lanzarote
y Fuerteventura.
Resumen: La iniciación política de Manuel Velázquez Cabrera entre 1892-1900,
en medio de profundas escisiones dentro del caciquismo insular, fue determinante
para la gestación de las ideas autonómicas incorporadas al Plebiscito de las Islas
Menores de 1910. Sin ese aprendizaje vinculado a las estructuras caciquiles de la
época, que tras una frustrada incorporación a la peña liberal acabaría desenvolviéndose
en la conservadora, no logramos entender debidamente las circunstancias
en que el autonomista empezó a madurar sus concepciones ante el problema
canario. Las elecciones provinciales de 1892 trazaron un rumbo que lo apartó
definitivamente del corro de León y Castillo, mientras las tres pugnas electorales
de 1896 lo convirtieron en un destacado paladín de los secuaces de Cánovas. Los
choques con los terratenientes absentistas afincados en Las Palmas, apoyos
fundamentales del liberalismo, se expresaron en Fuerteventura con los
repartimientos de los Términos en Tuineje, cuando llegó a ser uno de los portavoces
más señalados de la burguesía opuesta al embajador en París. Y su paso por la
Diputación lo encaró con los males del centralismo interno, frente al cual apostó
por la división provincial hasta concebir el diseño de las autonomías insulares.
Palabras clave: Burguesías periféricas; caciquismo y terratenencia liberal;
centralismo interno; división provincial; fraudes electorales.
Abstract: Manuel Velázquez Cabrera's political initiation between 1892-1900,
in the middle of deep splits inside the insular control by party bosses, was
determinant for the gestation of the autonomous ideas incorporated into the
Plebiscite oi the Minar Islands of 1910. Without this learning linked to the
structures caciquiles ofthe epoch, which after a frustrated incorporation to the
liberal rock would finish being unrolled in the conservative one, we do not
144 TEBETO ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188 , ISSN: 1134-430-X
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes .. 3
manage to understand due the circumstances in which the autonomist started
maturing his conceptions before the Canary problem. The provincial choices of
1892 planned a course that separated it definitively ofLeón's circ1e and Castillo,
while three electoral struggles of 1896 turned it into an out-standing paladin of
the followers of Cánovas. The shocks with the landowners absentees bought
property in Las Palmas, fundamental supports of the liberalism, expressed in
Fuerteventura with the distributions ofthe Terms in Tuineje, when he managed
to be one ofthe most notable spokespersons ofthe middle c1ass opposite to the
ambassador in Paris. And his step along the Deputation faced it with the males
of the internal centralism, opposite to which he bet for the provincial division
up to conceiving the design of the insular autonomies.
Key words: Periphera1 middle c1asses; control by party bosses and
terratenencia liberal; internal centralism; provincial division; electoral frauds.
«Fuerteventura es la viva realidad del mitológico
Prometeo, sujeta constantemente a la roca
de la indiferencia y del abandono».
Ramón Fernández Castañeyra (1885)
Esta desgarradora y culta frase, que tiene poco de lapidaria, no la
escribió un propagandista radical adscrito al campo antidinástico, a
extramuros del sistema restaurador. Salió de la pluma del alcalde liberal
de Puerto de Cabras, comerciante y propietario masón, que
desde años atrás personalizaba en Fuerteventura el apoyo al tinglado
caciquil que dirigían los hermanos León y Castillo desde Madrid y
Las Palmas l. La metáfora del titán Prometeo, como símbolo de las
miserias en la «isla Cenicienta», la hubiera suscrito también un majorero
nacido más al sur, en Tiscamanita (Tuineje), y que se llamó exactamente
igual que su progenitor. El contraste más agudo entre Ramón
Fernández Castañeyra y Manuel Velázquez Cabrera (hijo), estribó
en que el primero pretendió superar la situación opresora recabando
1 Ramón Femández Castañeyra a Antonio González, Puerto de Cabras, 24-1Il-1885, Colección Francisco Navarro
Artiles (en adelante, CFNA).
TEBETo. ANEXa 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: l 134-430-X 145
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
4 Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes ..
la compaSlOn del poder y plegándose ante los terratenientes
absentistas, mientras el segundo, después de ensayar en vano una
inteligencia con el leonismo, buscó de entrada un acomodo entre la
bandería conservadora y marchó después con los renovados disidentes
del Partido Local. Era imposible que, desde los pleitos oligárquicos
inscritos en el Turno canovista, pudieran destruirse las ataduras a «la
roca de la indiferencia y del abandono»; si acaso, cabe proponer un
relajamiento de los grilletes. Todas las principales injusticias de los
dioses helénicos iban a proseguir por ese rumbo.
Los quehaceres políticos que Velázquez Cabrera acometió entre 1892-
1900 poseen una significación muy especial en su biografía, pues durante
ese lapso ejecutó sus más sobresalientes funciones públicas, aunque
no hayan tenido el eco de las hazañas autonomistas de 1909-19132. La
opción burguesa amparada por el letrado majorero se enfrentó con la
gran propiedad territorial residente en Las Palmas y con su portavoz
político por excelencia, el Partido Liberal Canario de los leones. De esa
pugna entre caciques no podía esperarse otra cosa que un novel modelo
de sujeción, en el cual la burguesía autóctona gozara de mayores sinecuras
que la terratenencia foránea. En la trayectoria del joven Velázquez, objeto
de este artículo, imperan los parámetros de la Restauración y en absoluto
apuntan reales cuestionamientos de las estructuras caciquiles. Sus
amigos políticos fueron o aspiraron a ser tan oligarcas como aquellos a
los que combatían y a quienes esperaban sustituir en las instituciones,
convirtiéndose en los flamantes intermediarios ante las autoridades provinciales
y el gobierno central. En el transcurso posterior de su brega
política, cuando se diseñaron los fundamentos del Plebiscito de 1910, los
conceptos de autonomía y de ciudadanía, directamente asociados, propiciarán
la ruptura teórica con los moldes de la Constitución de 1876, aunque
en la práctica continuasen desenvolviéndose bajo las reglas caciquiles
que hará suyas el Partido Majorero, tertulia de notables unida al conservadurism03
• La aproximación táctica a los republicanos federales res-
2 El presente texto es complementario de los que hemos reservado monográficamente a la movilización plebiscitaria,
a cuya lectura remitimos para cubrir aspectos no abordados aquí. Agustín MILLARES CANTERO, «El Plebiscito
Canario de 1910, un movimiento autonomista y burgués», en Vegueta, n° I (Las Palmas, octubre de 1993),
pp. 201-214, con una versión corregida y ampliada en «Manuel Velázquez Cabrera y el Plebiscito Canario de
1910», VV. AA., Manuel Velázquez Cabrera, lfi63-/916, VII Memorial Manuel Velázquez Cabrera, Puerto del
Rosario, 2000, pp. 57-89.
J El Plebiscito lo incluyó su artífice en el Resumen histórico documentado que dio a la imprenta tras aprobarse
la Ley del 1I de julio de 1912, con un preámbulo y breves glosas sobre algunas de las peripecias que condujeron
146 TEBETO. ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: I 1 34-430-X
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes .. 5
ponde a semejante directriz. Vamos, pues, a tratar sobre unos capítulos
poco notorios de una figura muy rodeada de embelecos y mixtificaciones.
Es muy revelador a propósito que un par de calles de otros tantos municipios
de Fuerteventura y Lanzarote tengan hoy el extraño rótulo de
«Senador Velázquez Cabrera», 10 cual quiere decir que homenajean a
una persona que jamás existió.
1. UN LEONISTA IMPOSIBLE
El malogrado debut de Velázquez Cabrera en la política insular, una
vez concluida la carrera de Derecho en Madrid, significó un episodio
relevante en su biografía sobre el cual conviene detenerse. Aquel letrado
de 29 abriles no era en 1892 un torpe pipiolo con aspiraciones idealistas,
extraño por completo a los engranajes del caciquismo. Su hermanastro
Miguel J. Velázquez Curbelo, diputado provincial por Guía en 1882 y por
Arrecife en adelante a las órdenes del Partido Liberal, le sirvió de padrino
e instructor en Santa Cruz de Tenerife cuando decidió seguir sus
andanzas4
. Ya en 1887, al obtener el grado de bachiller enArtes, 10 puso
al frente de la recaudación de contribuciones del Sur de Tenerife; la
práctica del nepotismo benefició una década más tarde a Marcial M.
Velázquez Curbelo, recaudador de la 4a zona de La Orotava. En las
Notas biográficas que empezó a redactar por estas fechas el organizador
del Plebiscito, las cuales abarcan solo hasta la llegada a Madrid en
1888, nos habla del «afecto paternal» que le profesaba su estimado deudo,
cónyuge de la tinerfeña Lorenza Cámara y Roca. Gracias al sostén
de este matrimonio sin hijos pudo emprender los estudios en la Universidad
Central, con una subvención de 100 pesetas mensuales durante tres
años. Es muy revelador que, para graduarse como bachiller, acudiese al
rector de la Universidad de Sevilla con carta de recomendación de Juan
al orlo de los Cabildos. Utilizó para elaborar estas últimas las anotaciones de su Viaje plebiscitario, redactadas
durante su periplo de cincuenta y tres dias por Barcelona y Madrid (del 13 de octubre al 5 de diciembre de 1910).
Véase Manuel VELÁZQUEZ CABRERA, Resumen histórico documentado de la autonomía de Canarias (Suum
cuique tribuere), Las Palmas, 1913; 2' ed. en 1973 a cargo del Cabildo Insular de Gran Canaria, con prólogo de
Bernardino Correa Viera; y 3' en 1994, dentro de la Colección La Memoria de la Viceconsejería de Cultura y
Deporles del Gobierno de Canarias, añadiendo el referido Víaje plebiscitario, por la que citamos aquí.
4 Memorias de Manuel Velázquez Cabrera, edición facsimil de la Fundación Canaria Manuel Velázquez Cabrera,
Colección Plebiscito, núm. 1,2003, pp. 17-106. Sobre la biografia de nuestro personaje, véase el «PrólogO» de
Bernardino CORREA VIERA a la 2' ed. del Resumen histórico documentado, Las Palmas de Gran Canaria, 1973,
pp. 18· 19, datos utilizados en la reedición ampliada de Agustín MILLARES TORRES, Biograjias de canarios
célebres, t" 1I, Las Palmas de Gran Canaria, 1982, pp. 317-318.
TEBETO. ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: 1134-430-X 147
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
6 Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes ..
de León y Castillo, ingeniero jefe provincial de Obras Públicas.
Las huestes leonistas pasaban, al arrancar la última década del Ochocientos,
por un trance particularmente embarazoso. El rompimiento entre
los hermanos Fernando y Juan de León y Castillo en 1891 provocó un
cisma en las filas liberales y tuvo especiales secuelas en Lanzarote, donde
los seguidores del último gozaron de un influjo considerables. La guerra
entre las banderías llegó hasta tal punto, que los contendientes actuaban
como facciones de dos parcialidades distintas mientras simulaban su teórica
unidad. En noviembre existían ya dos comités opuestos en Arrecife
y a principios del siguiente año la duplicidad llegó a todas las localidades6
. Los juanistas lanzaroteños estaban acaudillados por el rico terrateniente
José Pereyra de Armas, pese a servir de portavoz el jurisconsulto
exrepublicano Leandro Fajardo Cabrera; los fernandinos, por su parte,
se agruparon en tomo al diputado provincial José Pineda y Morales y al
médico Lorenzo Cabrera y Cabrera, quienes encamaron la fidelidad al
directorio instalado en Las Palmas. Esta división acabó por trasladarse a
Fuerteventura y en ella jugaron los Velázquez un papel cardinal.
Las elecciones provinciales del 11 de septiembre de 1892 fueron muy
complejas en el partido judicial de Arrecife, por donde los electores
conejeros y majoreros debían cubrir cuatro plazas en la Diputación. El
directorio liberal se vio obligado a contentar a las dos camarillas de
Lanzarote mediante un difícil equilibrio, cediendo dos actas a los de Pineda
(él mismo y BIas Cabrera Topham), por otras tantas para los de
Pereyra-Fajardo (el propio don Leandro y un candidato majorero a determinar).
La ejecución del llamado pacto del Batán, suscrito el 12 de
mayo, no eliminó las suspicacias entre las dos parroquias mal avenidas,
máxime al irrumpir las contradicciones generadas por los testaferros de
Erbania7
. Sus delegados caciquiles aquí, José Franchy del Castillo y
Hermenegildo González de León, habían controlado en perfecta armonía
la vida pública insular de los últimos lustros, siempre como leales servi-
< Con la retirada de Juan de León y Castillo, el Partido Liberal de Gran Canaria permaneció bajo el mando de una
junta directiva integrada por Felipe Massieu y Falcón, Juan María de León y Joven de Salas, Francisco Manrique
de Lara y Manrique de Lara, Pedro del Castillo y Manrique de Lara, Agustín Bravo de Laguna y Joven de Salas,
Fernando Delgado Casabuena, Agustín Pérez Navarro y Juan Evangelista Ramírez y Doreste; el último no tardó
en unirse a don Juan. Véase María Teresa NOREÑA SALTO, Canarias: política y sociedad durante la Restau·
ración, tomo 1, Las Palmas, 1977, pp. 85·92.
o Véase Agustín MILLARES CANTERO, El cacique Fajardo asesinado (/896). Banderías a la greña en
Lanzarote, Santa Cruz de Tenerife-Las Palmas de Gran Canaria, 3" ed. corregida y aumentada, 2007, pp. 38-43.
7 Agustín Bravo de Laguna a Fernando de León y Castillo, Las Palmas, 16-IV-1892, 13-V-1892 y 16-V-1892, más
Felipe Massieu y Falcón a ídem, Las Palmas, 20-V-1892, Fondo Fernando de León y Castillo, sin clasificar,
Museo Canario (en adelante, MC), Las Palmas de Gran Canaria. MILLARES CANTERO, 2007, pp. 113-122.
148 TEBETO. ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: 1134430-X
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes .. 7
dores de las Casas de la terratenencia palmense (Del Castillo Westerling,
Manrique de Lara y Bravo de Laguna)g. La interferencia de Velázquez
Curbelo, a la sazón vicepresidente del cuerpo provincial, complicó el panorama
al promover la candidatura de su hermanastro, con el apoyo de
los RamÍrez y otros juanistas de la isla redonda. El director Felipe Massieu
y Falcón, primo y yerno del V conde de la Vega Grande, compendió así
los temores de la cúpula leonista:
«Ahora trabajamos con Fuerteventura, porque nos lo está perturbando
profundamente el dichoso Señor Velázquez, con un hermanito
abogado que nos ha traído allí. En Fuerteventura estábamos tranquilos
con Don Hermenegildo González y Franchy, que lo manejaban de
común acuerdo todo. Velázquez es Juan [Evangelista] RamÍrez [y
Doreste] y ambos tratan de dividir a Don Hermenegildo y Franchy y no
dejan de conseguir algo. (. . .) Esto hoyes muy delicado, y de grandísimo
interés. Si ganara Velázquez, como ofrece a los suyos y da por
seguro, contando, como dice, con sus influencias propias, nuestro papel
en Fuerteventura daría un grandísimo bajóm)9.
Como los manejos llegaron a recibir las bendiciones iniciales del rico
indiano y exdiputado provincial Franchy del Castillo, se temió que fraguara
un problema similar al conejero tras su aparente resolución mediante
una tregua circunstancial. En aquella coyuntura, lo que menos
interesaba a los jerarcas liberales era que las tropas de sus dos tertulias
majoreras llegaran a enfrascarse en otro litigio caciquil. De ahí que
Massieu reclamara al gran cacique la adopción de drásticas medidas
contra el promotor de esos conflictos y sus teóricos patrocinadores:
«Hoy se nos va levantando en Fuerteventura otra tormenta peor
que la de Lanzarote y hay que sofocarla. Y es preciso que tengas muy en
cuenta que el alma de esa sublevación, que pudiera tomar serias proporciones,
es el Sr. Velázquez, que va siendo bajo todos los conceptos
H En CFNA se conservaban dos cartas del agente caciquil Ramón Femándcz Ca,tañeyra a José Franchy del
Castillo y Hennenegildo González, redactadas ambas el 5 de mayo de 1885; al último también le escribió otras
ellO de diciembre de 1889 y el23 de febrero de 1894. Sobre Femández Castañeyra, véase Agustín MILLARES
CANTERO, «Notas para un estudio sobre la burguesía majorera en el tránsito del XIX al XX», en Anuario del
Centro Asociado de Las Palmas, Universidad Nacional de Educación a Distancia, núm. 5, IV Coloquio de
Historia Social, 1979, pp. 88-108.
'Felipe Massieu a Fernando de León y Castillo, Las Palmas de Gran Canaria, 23-V-1892, Fondo Fernando de
León y Castillo, MC; subrayado en el original.
TESETO ANEXa 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: 1134-430-X 149
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
8 Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes ..
un elemento funestísimo y al que es preciso tengas muy en entredicho.
Esto te lo digo muy en reserva, pues parece que los que lo alientan son
Agustín Bravo y Franchy. Si no es así, nada he dicho; pero de todos
modos esto hay que llevarlo con mucho pulso» 10.
La dinámica preventiva dejó por fin a Velázquez Cabrera en la estacada.
Al redactar en 1910 su Resumen histórico documentado, evocará
a propósito de estos comicios que le exigieron ponerse a los pies del
embajador en París, rechazando la investidura «por considerarla
indecorosa, para sí y para su isla, con tal condición»!!. Pero las auténticas
motivaciones de su retirada del campo electoral no certifican ese
remoto pedigrí antileonino, si bien pudiera alardear al punto de tal genealogía.
El aspirante a diputado provincial apeló sin reservas a los caciques
liberales y hasta escribió de su puño y letra, en abril de 1892, los despachos
donde «las personas de más arraigo en cada pueblo» solicitaban
representación propia ante algunos de los rectores del «gran partido canario
que reconoce por jefe al Señor Don Fernando de León y Casti-
110»!2. Con el sostén inicial de sesenta contribuyentes de los siete municipios
de Fuerteventura, deseosos de acabar con la hegemonía de los comerciantes
de Puerto de Cabras, Velázquez Cabrera creyó en el mes
siguiente que estaban bien arropadas sus apetencias electorales. Incluso
pretendió que Franchy del Castillo tomase las riendas del liberalismo
majorero, animando su reorganización sobre bases de otra índole:
«El fin por mí propuesto es el mismo que propuse a usted, robustecer
la autoridad de cada Municipio en los primeros contribuyentes,
poner a estos en inteligencia con los de otras jurisdicciones y que en
masa nombraran sus jefes y representantes, única manera de hacer
cambiar el estado anormal de la Isla. /Creo que el éxito más completo
ha coronado mis esfuerzos y ha dejado cumplidos sus deseos y los míos
lO Felipe Massieu a Fernando de León y Castillo, Las Palmas de Gran Canaria, 9-V[-1892, Fondo Fernando de
León y Castillo, Me. En otra misiva del 22 de junio, el informante describió al embajador en París el cuadro
idílico que reinaba en Fuertevcntura antes de la injerencia de los Velázquez, cuando sus dos agentes «disponían,
siempre de conformidad con Agustín [del Castillo] y Pedro Bravo o Frasco Manrigue, de toda la votación de
aquella Isla»~. Seguidamente reitera: «Pero ha llegado un dichoso hermanito de Velázquez y de acuerdo con éste
y bajo la dirección y los auspicios de los Ramírez, a quien pertenece Velázquez en cuerpo y alma, han introducido
un verdadero desconcierto en aquella isla, echando a pelear los elementos de Franchy con los de Hermenegildo
y hasta enfriado las relaciones amistosas de estos».
1I Resumen ... , p. 30.
12 Borrador de la carta a los directores liberales Francisco Manrigue de Lara y Manrique de Lara y Agustín del
Castillo Westerling, fechado en Pájara, en Colección Sarmiento Velázguez (en adelante, CSV), Las Palmas de Gran
Canaria. Se deCÍa en ella que esperaban «una contestación favorable y en ese caso recomendaremos a nuestro
candidato se ponga de acuerdo con ese Directorio ... »
150 TEBETo. ANEXO 6. Puerto del Rosario (20[0), pp. 143-188, [SSN: [[34-430-X
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes ". 9
sobre todo; porque vuelvo a insistir en que es usted el que debe llevar
el peso de esta isla en la política canaria ... » 13.
Es muy posible que el padre del venidero líder republicano secundara
en sus orígenes una combinación que venía a reforzar sus facultades,
engarzada en un proyecto de renovación caciquil que daba mayor
protagonismo a los burgueses rústicos, desplazando el foco de la gerencia
desde la capital insular a los pueblos. Al poco de fraguar estas confabulaciones,
sin embargo, Franchy del Castillo dio marcha atrás y se plegó
ante la jefatura leonista. Massieu quedó un tanto más sereno, si bien
permaneció en guardia frente a las hipotéticas maniobras que otra vez
pudieran inspirar Juan de León y Castillo o el terrateniente y general
Pedro Bravo de Laguna y Joven de Salas, doble yerno del último coronel
de La Oliva, espoleando siempre las ambiciones del mayor de los
Velázquez:
«En Fuerteventura va la cosa presentando mejor cariz; pues creo
que al.fin Don José Franchy se muestra sumiso y dice ya que el
Velazquito es un sinvergüenza y que aquella isla no votará sino quien
diga el Directorio; pero a pesar de ello lo veo muy frío con nosotros y
muy ligado a Pedro Bravo; y con este, aunque hoy no se muestra
hostil, hay que andar con mucho cuidado, pues es de los que siempre
están cavilando alguna cosa oo. Ten mucho cuidado, te repito, con
Velázquez, el actual vicepresidente de la Diputación: es mal bicho,
nos perturba profundamente y hay que tenerle muy a raya, pues va
más largo de lo que te puedes imaginar. Por ello tuve que ponerle un
telegrama en días pasados, pues es hombre que la echa de tener valimiento
y sus influencias propias en Senadores y Diputados de Tenerile
que le sirven, y entre otras tiene preparado el que aquel partido Judicial
vote su diputado independiente de Gran Canaria, uniendo el
distrito de Guía al de Las Palmas. La cosa es risible; pero te da la
medida del vuelo que intenta tomar el sujeto. Añade a esto que solo su
nombre es un desprestigio para nosotros y comprenderás cómo hay
que tratarle. Conviene, sin embargo, no excomulgarle desde luego,
no sirva ello de pretexto a la protección de Pedro Bravo y de tu
13 Otras siete epístolas se dirigieron desde todas las municipalidades a Francisco Manrique de Lara y Manrique
de Lara, Agustín del Castillo Westerling. Pedro Bravo de Laguna y Joven y Francisco Manrique de Lara y Ponte.
además de una, respectivamente, para Juan, Pedro y Cristóbal Manrique de Lara )' Cabrera. "pues necesitamos,
para nuestro plan, contar con la protección de esos Señores; Usted se encargará de suavizar las asperezas que
puedan presentarse». Manuel Velázquez Cabrera a José Franchy del Castillo, 22-V-1892. borrador en CSv.
TEBETO ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: 1134-430-X 151
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
10 Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cahrera. Apuntes ..
hermano, que son los que de un modo inconcebible le han favorecido
siempre» 14.
El proyecto de constituir el distrito unipersonal a Cortes de Arrecife mediante
Lanzarote y Fuerteventura, que en 1896 levantó con especial énfasis
Leandro Fajardo e inmediatamente después los Velázquez y Benito Pérez
Armas, estaba previsto al menos cuatro años atrás, contando en un principio
con los parabienes formales de la oligarquía tinerfeña. La cuestión tenía un
enorme calado para la estrategia de la solidaridad oriental que diseñó su
homónima grancanaria, motivo suficiente como para atacarla por todos los
procedimientos a su alcance. Los apremios sobre Franchy del Castillo iban
encaminados, en el fondo, a cortar de raíz esa posibilidad tan comprometida,
donde bajo la pócima de la «independencia» de Gran Canaria estuvo el sometimiento
a Tenerife. Y el agente terminó por ceder y abandonar a su
paladín. Cuando varios de sus secuaces en La Antigua le comunicaron el 14
de agosto de 1892 la intención de votar a Velázquez Cabrera, desobedeciendo
los mandatos del directorio liberal de Las Palmas, amenazó con retirarse
de la política en caso de prosperar dicha rebelión:
«Mi actitud ha de permanecer inalterable y por 10 tanto estoy en
contra de Don Manuel Velázquez en esta elección. /Ruego a Ustedes
que mediten serena e imparcialmente en las consecuencias que pudiera
producir la elección del Señor Velázquez en contra de la voluntad
del Directorio, quedando probablemente ya pesar de los buenos deseos
y de los trabajos de su diputado, los Ayuntamientos de esa isla a
merced de sus enemigos políticos. /Por mi parte, solo me resta añadir,
que si la candidatura del Señor Velázquez prospera y los que hasta hoy
han sido mis amigos políticos lafavorecen con sus votos, habré necesariamente
de considerarme derrotado por el Señor Velázquez y me retiraré
tranquilamente a mi casa, abandonando por completo la política,
con el gran sentimiento de no poder prestar nuevos servicios ... » 15.
Los Velázquez estuvieron en 1892 directamente ligados a los juanistas
de Gran Canaria y de Lanzarote, en plena complicidad, por ende, con
una de las taifas caciquiles que se disputaban el patrimonio delleonismo
en partes de su «feudo». Las prevenciones que desató en la nueva rec-
14 Felipe Massieu a Fernando de León y Castillo, Las Palmas de Gran Canaria, 8-VIl-1892, Fondo Fernando de
León y Castillo, MC; subrayado en el original.
15 José Franchy a Miguel y Manuel Rugama Vera, LuisA. Garda y Alfredo Pérez Mota, Casillas del Ángel, 18-VIIl-
1892, CSV.
152 TEBETO ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: I I 34-430-X
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cahrera. Apuntes ... 11
toría liberal el esbozo de candidatura del alevín, anudaron entre abril y
junio los nexos con la grey de Pereyra-Fajardo. De esta forma nació un
efimero brote de unidad entre algunos segmentos de las élites periféricas.
El reclamo de disponer en la Diputación de un representante que fuera
hijo del país, acabando con los cuneros que imponía la gran propiedad
desde Las Palmas, encubrió otros propósitos de mayor envergadura.
Velázquez Cabrera viajó expresamente a Lanzarote en agosto y allí sus
cofrades le ofrecieron «un mínimum de mil votos, pues con la cooperación
de Fuerteventura querían ahogar a Pineda». A pesar de las ínfulas
iniciales, el grueso de los paisanos comprometidos en la jugada prefirió
desertar: «han empezado cantando de gallos para terminar cacareando
de gallinas», sentenció con acritud el conspirador majorero.
La exclusiva promesa final de quinientos sufragios en Fuerteventura
abortó la alianza con los conejeros y dio al traste con aquella «odisea
electoral, que primero alcanzó los honores de tragedia y después fue
bajando de categoría, hasta llegar a juguete cómico con ribetes de ridículo
». Al abandonar la lid, el dolido Velázquez Cabrera se refirió «al tragidrama-
cómico-burlesco proceso electoral de los primeros contribuyentes
y valiosos de Fuerteventura», caracterizados por su «actitud portuguesa
». Aunque matizó «que no todos han huído como liebres», tuvo que
reconocer que unos le habían «vuelto la espalda» y otros «entibiado la
energía de su resolución». A los de Pájara, Betancuria y Tuineje hizo en
particular «responsables de lo que suceda», en contraposición a la mayor
observancia de los fiadores septentrionales:
«De los amigos del Norte ninguno ha querido faltar a su firma y al
compromiso contraído, votando los candidatos recomendados por el
Directorio, pues creen que esto sería el colmo de la bajeza; yo, sin
embargo, les he aconsejado que voten a Fajardo y Ferrer, y así lo harán
Tetir y Antigua, pues las Casas que nos eran amigas en Casillas se
abstienen en absoluto»16.
Los primeros pasos del joven Velázquez Cabrera en la política insular
tuvieron que ver con las intrigas y las conchabanzas típicas del caciquismo
de la Restauración, faenas para las que demostró una singular aptitud.
La asesoría de su hermanastro en la vicepresidencia de la Diputación
le sirvió de mucho, embrollada en esta oportunidad entre una urdimbre
de matiz quintacolumnista. Al apartarse definitivamente delleonismo,
no operó el despecho del repudiado, sino la frustración del estratega que
16 Manuel Velázqucz Cabrera a Pedro Brito, Tiscamanita, 9-IX-l892, CSV
TEBETa. ANEXa 6. Puerto del Rosario (20l0). pp. 143-188, ISSN: ll34-43(I-X 153
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
12 Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cahrera. Apuntes ...
confió en herirlo desde el interior, sirviéndose de notables disconfonnes
y a punto de trasmutarse en cismáticos. Mas la coyunda que habían
previsto detenninadas parroquias de las burguesías orientales, orillando
en última instancia la tutela liberal, fracasó por lo pronto y dejó un sabor
amargo en muchos de sus inspiradores. Velázquez escribió al respecto:
«Por una de las cosas que más lo siento. es por el mal concepto en que
algunos pobres majoreros han quedado ante Lanzarote, imposibilitando,
ignoro por cuánto tiempo, una unión sólida entre estas dos islas;
pero creo que, si aquella no tiene mala memoria, tarde depositará confianza
en las promesas de esta (. . .) Resumen: Hemos empezado a hablar
en un tono que los canarios comprendieron que no podían sostener por
mucho tiempo nuestras gargantas; y se rieron de nuestra petulancia.
Hemos prometido a Lanzarote lo que no podíamos cumplir y hemos conseguido,
en vez de un aliado, el justo desprecio de nuestra fanfarronería.
Hemos luchado por sacudir el yugo incipiente del Puerto [de Cabras} y
con la huída a última hora lo hemos consolidado hasta un extremo que
en tiempo e intensidad hoy no podemos prever ... »17.
A la hora de analizar los resultados de las elecciones provinciales de
1892 por el distrito de Arrecife, Velázquez Cabrera únicamente mentó
los incumplimientos del pacto del Batán por parte del corro de Pineda,
sin referirse en absoluto a las preliminares violaciones del mismo que
diseñaron los de Pereyra. El típico ajuste caciquil fue, en realidad,
transgredido inicialmente por los juanistas conejeros y majoreros al imponer
la candidatura del negociante Domingo Ferrer Acosta, cuñado de
Fajardo, y urdir la sujeción de la tercera plaza merced a la cuña velazqueña.
La alteración de la paridad avenida fomentó toda clase de artimañas
entre las dos parcialidades. En una de sus crónicas periodísticas, el hijo
de Tiscamanita trazó pinceladas sumamente valiosas acerca de los manejos
de la jefatura liberal, indicando que Hennenegildo González de
León marchó a Fuerteventura en nombre de Felipe Massieu para
17 Loe. cit.
154
«llevar y recomendar entre los medianeros de las casas de los Señores
Manrique y otros, las papeletas impresas en la tipografia de Don Andrés
Romero, de esta localidad, en las cuales solo estaban estampados los
TESETa. ANExa 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: 1 1 34-430-X
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes ... 13
nombres de los Señores Pineda y Cabrera Topham, asegurándoles que
habían convenido en que Fuerteventura votara solo a aquellos dos Señores,
porque a los Señores Fajardo y Ferrer los votaría Lanzarote ... »18.
El desarrollo de estos comicios fue en extremo curioso. Sin que
hubiera oposición al liberalismo, existió una intensa pugna electoral entre
los propios liberales, quienes laboraron «como si militaran en diferentes
partidos» desde los trámites preparatorios 19. Ambas taifas se disputaron
los avales del reciente gobernador civil José del Hierro y Alarcón
y escogieron sus particulares interventores. La inclusión de un máximo
de tres nombres en las papeletas desplegó un amplio abanico de combinaciones
y propició los alineamientos bipolares. Según los cómputos
de Fuerteventura, apenas donde los alcaldes eran adictos a Franchy
recibieron votos Fajardo y Ferrer, quienes soportaron un boicot total en
las zonas dominadas por el terrateniente y director leonista Francisco
Manrique de Lara y Manrique de Lara. Los consejos de Velázquez,
como vimos, iban en aquella dirección y, seguramente, obraron más
que los de su frágil tutor en los primeros compases del ceremonial,
pues desertó al fin de manera expresa. La riña entre caciques terminó
casi en tablas, sonriendo a los fajardistas por un margen muy reducido:
Ferrer allegó 2.354 sufragios, Cabrera 2.346, Fajardo 2.173 y Pineda
2.1402°. El panorama de confrontación tan temido por los oligarcas
grancanarios tenía los portones abiertos en las islas periféricas del grupo
oriental.
2. CON LA ASOCIACIÓN PATRIÓTICA
Las intrigas de los clanes de Pereyra-Fajardo y de los Velázquez anunciaban
un pronto rompimiento con los leonistas, dando la razón a las dudas
que sobre la fidelidad de aquellos grupúsculos abrigaron sus directores en
Las Palmas. Los disidentes conejeros no formalizaron su separación hasta
"(<Veras en broma», El Defensor de la Patria, Las Palmas, 20-XI-1895.
l' Agustín Bravo de Laguna a Fernando de León y Castillo, Vega de San José, 4-IX-1892, Fondo León y Castillo,
Me.
'o «Elección de Diputados Provinciales», Boletín Oficial de la Provincia de Canarias (en adelante BOPC). 30-
IX-1892. Véase MILLARES CANTERO, 2007. pp. 122-124.
TEBETO. ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010). pp. 143-188, ISSN: 1 1 34-430-X 155
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
14 Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes ."
las elecciones municipales de mayo de 1895, pese a las constantes tensiones
generadas por la actuación del dúo Fajardo-Ferrer en la Diputación21 .
En cuanto a los majoreros, se alinearon mucho antes con la nueva oposición
grancanaria que fraguó tras los motines antileonistas de marzo de
1893 en Santa Cruz de Tenerife, en protesta por las reformas militares del
ministro López Domínguez. Las agresiones sufridas por los diputados provinciales
y compromisarios adeptos a León y Castillo durante las elecciones
senatoriales (sucesos del Viernes Santo), trajeron consigo una intensa
agitación en Las Palmas, que subió de tono al exigir el embajador la reincorporación
a sus funciones de aquellos representantes, contrariando la
resolución de no acudir a la capital provincial que unos y otros habían
rubricado ante notario en Las Palmas22 .
El 7 de agosto de 1893, luego de una nutrida manifestación, se formó
en la capital grancanaria una Junta de Defensa que a los tres días franqueó
el paso a la Asociación Patriótica, puntual conjunción de liberales
de Juan de León y Castillo, conservadores y republicanos progresistas y
posibilistas23
. Lo que empezó siendo a principios de abril una reacción
anti-tinerfeña que no cuestionaba de plano elleonismo, desembocó a los
cuatro meses en una entidad abiertamente enfrentada al directorio liberal
y al imperio del gran cacique24
• Luego de varias manifestaciones
antileoninas, el embajador llegó a anunciar su retirada de la política en un
telegrama que circuló por la capital grancanaria el 6 de septiembre25 . La
liga de los «patrióticos» capitalizó en un principio el descontento del comercio
palmense ante los elevados gravámenes, la reducción de la comandancia
de Marina a una condición inferior a la de Santa Cruz de
Tenerife y la amenaza a la integridad de la Audiencia Territorial, planteando
la independencia administrativa de las Islas Orientales en el Pro-
21 MILLARES CANTERO. 2007. pp. 133·139 Y 379-385.
22 Sobre los amotinamientos santacruceros puede consultarse la síntesis parcial de Marcos GUIMERÁ PERAZA,
El Pleito lnsalar, Santa Cruz de Tenerife, 1976. pp. 199-214 Y 567-569, con la reproducción del acta notarial
referida, y la reinterpretación sistemática de Melquíades BENITO SÁNCHEZ. Los conflictos por la división
territorial militar de 1893: los modelos coruñés y canario, Las Palmas de Gran Canaria, 2006, pp. 202-276.
2] Sus estatutos aparecieron en «La Asociación Patriótica», El Defensor de la Patria, Las Palmas, 30-VIIl-1893.
24 Véanse Prndencio MORALES, La política en mi tierra, Las Palmas, 1906, pp. 58-63; Carlos NAVARRO Y RUlZ,
Páginas históricas de Gran Canaria, Las Palmas, 1933, pp. 188-189, Y Sucesos históricos de Gran Canaria, Las
Palmas, 1936, pp. 169-179, 185-186y 193-195;y Agustín MILLARES CANTERO, Aproximación a unafenomenología
de la Restauración en la Isla de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, 1975, pp. 75-90 Y 114-117.
25 Una de esas concentraciones, desarrollada el 31 de agosto con banda de música y cohetes, saludó el Decreto
de la refonna militar y acabó frente a la casa de Sebastián Lezcano y Acosta, donde estaba reunida la junta de la
Asociación Patriótica bajo su presidencia. «La noche de ayen>, El TelégrafiJ, Las Palmas, 1-[X-1893.
156 TEBETo. ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-[88, [SSN: 1 1 34-430-X
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes ... 15
yecto de Ley de Administración Local sometido a las Cortes aquel añ026
•
Las recusaciones contra el cunerismo vendrán articuladas en las legislativas
parciales a Cortes de 1894 en tomo al grancanario Andrés Rebuelta
y Valcárcel, capitán de navío y fiscal del Tribunal Supremo de Guerra y
Marina, derrotado con la reelección del jiennense Juan Montilla y Adán,
candidato de León y Castillo. Una competencia electoral prácticamente
inédita tuvo lugar en las provinciales por Guía de ese año y en las municipales
de 1893 y 1895. El promedio de votos alcanzado en Las Palmas
por las candidaturas de la Asociación llegaría hasta el 29,65% en la convocatoria
de noviembre de 1893, frente al 48,11 % de los liberales27
•
Las andanzas de los «patrióticos» fueron compartidas cabalmente
por un Velázquez Cabrera que asumió sus afanes divisionistaslR
. A partir
del 9 de diciembre de 1893 se incorporó a la redacción del bisemanario
El Defensor de la Patria, órgano de la Asociación Patriótica desde el
21 de agosto. En este periódico y en El Telégrafo, portavoz de los cofrades
del ingeniero León y Castillo, publicó entre el 8 de agosto de 1893 y
el 16 de enero de 1894 sus primeras colaboraciones periodísticas, casi
siempre bajo los seudónimos de Cerrajas o Cerrajillas y todas ellas
con un fuerte contenido opositor29
• Intervino además periódicamente en
las concurridas reuniones de la Asociación celebradas en su club social
de la calle Pérez Galdós (conocido por «El Aquelarre»), en las que puso
a prueba sus dotes oratorias; lo hizo, por ejemplo, en las sesiones de
mediados de octubre de 1894 y de finales de julio de 1895, siempre acompañando
al expresidente de la Diputación y liberal disconforme Juan
Evangelista Ramírez y Doreste. Las tareas que afrontó en el escenario
de Las Palmas contribuyeron a pulir su aprendizaje político y le brindaron
alguna notoriedad entre los cenáculos de esta población. Pero los
principales desvelos se concentraron en su isla natal, siempre con la
26 Los criterios de la Junta Patriótica quedaron consignados en el manifiesto Al Pueblo de Las Palmas del 10 de
agosto de 1893. Fondo Mat1iotte, Hojas sueltas, MC; reproducido por MILLARES CANTERO, 1975, pp. 114-
117. Su divisionismo se consigna igualmente en «Política provinciab), El Dejensor de la Patria, 27-XIl-1893.
27 La Patriótica triunfó en dos distritos. «Las elecciones de ayen), El 7i'lúgrajo, 20-Xl-1893.
La junta general del 16 de octubre de 1893 acordó «dirigir en primer término su< esfuerzos a la consecución
de nuestro bello ideal en el orden político y administrativo: la división de la Provincia». El Defensor de la
Patria, «Acuerdos de la Asociación Patriótica. Circular sobre la División de la provincia», 18-X-1893. Puede
también leerse la serie «La División de la Provincia», ibid .. , 21 a 30-Vll1-1893.
" Entre los que hemos localizado en El Dejensor de la Patria sobresalen «Cálculos póstumoS» (28-X-1893),
y «Veras en bromU» (20-XI-1895). Para El Telégrafo escribió con el apodo de Cerrajas su articulo «El Tío Paco»
(8-VIII-1893), y con el de Cerrajillas los siguientes: «Hay que ir. .. » (l7-VII1-1893), «Junta núm. 24.013» (18-
lX-1893), «Los irresponsables» (16-X-1893), «Cuarto a espadas. Sobre las mujeres» (2-Xl-1893), «De palique
» (3-XI-1893), «ProgramU» (8-XI-1893) y «Por pudor, señores» (16-1-1894)
TEBETo. ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: 1134-430-X 157
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
16 Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes ."
escolta del hermanastro Miguel y los corrillos que había apiñado a su
alrededor por más de una década.
El antagonismo radical de Velázquez Cabrera hacia el directorio
leonista constituyó el rasgo más sobresaliente de sus pinitos en la prensa.
No puede decirse que el autor mostrase una bien cortada pluma a los
treinta abriles. Sin embargo, sí hay que reconocerle sus habilidades en el
cultivo de la ironía con ciertas dosis de agudeza. Un amigo le llamó «chispeante
escritor», y justamente alentado por él redactó el único artículo
ajeno a la política de cuantos pude detectar: unas reflexiones provocadoras
sobre la belleza femenina, muy ajustadas a los cánones del macho burgués
en ese y otros tiempos3o. En los restantes escritos prevaleció la
enemiga destinada a los mandatarios liberales, con algunas observaciones
acerca de su caudillo. La imaginaria figura del «insaciable» Tío Paco
encierra una parodia en torno a la administración y el tráfico de favores
en manos de notables como Francisco Manrique de Lara, el cual dispone
de «armas poderosas» con «sus marrullerías»3l. Al yugo de cuanto distingue
como derecho «de postumidad» atribuye que, en el «colmo de la
condescendencia», siga mostrándose León y Castillo «solidario con los
actos de sus representantes» y exhibiendo sus aptitudes, pese al falso
retiro del mangoneo político orientap2. Los procedimientos de Felipe
Massieu reciben agrias censuras por distintas causas, desde las engañosas
promesas del pacta del Batán hasta sus resultas en las eleciones
provinciales de 1892. El balance de su gestión al frente del Partido Liberal
es catastrófico, acudiendo a una imagen sumamente mordaz y con el
telón de fondo de la Guerra de Cuba:
JO «Que qué mujeres me gustan más, vaya una pregunta. Todas, sí, todas, sin quedar una.! Debo advertir que para
mi las mujeres nacen a los 15 y mueren a los 50.! Las que no llegan a esa edad o pasan de ella no son mujeres.! No
es que les niegue el sexo. Dios me libre, sino que ... vamos, que para mí no son mujeres.! No sé si me habré
explicado». CERRAJILLAS, «Cuarto de espadas. Sobre las mujeres», El Telégrafo, 2-XI-1893. La incitación fue
de ZEPEP, «Centellas. En discordias. A un buen amigo», ibid., 30-X-1893.
JI «Cuidado que deeir que estamos mal administrados no tiene perdón de Dios y si no que lo digan los azúcares, los
alcoholes, las fincas urbanas, etc., etc.; podrá faltamos sentido común pero administración nos sobra, vaya que si
nos sobra .. .I ¿Hasta dónde es capaz de llegar el Tío Paco" Dificil es preveerlo, parece que obedece a una consigna;
su venganza no conoce límites; su rebaja aniquila a un pueblo ... » CERRAJAS, «El Tío Paco», ibid., 8-VIlI-1893.
Es muy probable la autoría velazqueña de varios sueltos de la sección «Miscelánea» en este periódico.
"l~ (Figurémonos (pura hipótesis) un cuerpo de más o menos individuos que en una región representan a un alto
personaje politico, a quien la región idolatraba e idolatra.! El susodicho cuerpo, como tal representante, disfrutaba
de idénticas prerrogativas que su representado ... », comenta sobre la junta leonista. Y a propósito de don
Fernando advierte: «Murió con honra hasta el extremo de no explicar sus actos. ( ... ) Después de muerto, ya lo creo,
y librada por él mismo su acta de defunción, quiere probar a los nacidos de todo lo que era capaz». CERRAJILLAS,
«Cálculos póstumos», El Defensor de la Patria, 28-X-1893.
158 TESETa. ANExa 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: 1I34-430-X
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera, Apuntes ... 17
«Debe usted haber roto muchos juguetes cuando niño, Don Felipe, a
juzgar por lafacilidad con que reduce usted a la nada las fortunas políticas
más respetables.
En sus manos destructoras no hay partido robusto: dos años fueron
bastantes para aniquilar el capital político del Señor López Botas y en
cuatro años incompletos no ha dejado usted ni vestigios del creado por
el eminente Ingeniero Don Juan de León y Castillo, y ¡cuidado que eran
sólidos estos capitales!
Diga usted, Don Felipe, ¿ya dónde irá usted a encontrar ahora otro
partido que aniquilar, aunque no sea más que por entretenimiento?
Se me ocurre una idea luminosa (modestia a un lado): que le nombren
a usted Presidente de los mambises en Cuba. U,·ted haría más que Martínez
Campos, que el vómito y aún que nuestras mismas tropas»3].
Todos los juicios de Velázquez Cabrera en estos textos encajan perfectamente
con los propios de los seguidores de Juan de León, al lado de
quienes confluyó en la Asociación Patriótica. El retomo a la Diputación de
cuantos dieron testimonio ante notario de no acudir más a ella, plegándose
con su falsía a los designios del patrono, dio pie a una de las tantas burlas
que abundaron en los periódicos opositores de Las Palmas34
. La embestida
contra ellos y los directores liberales se sitúa en un marco de frontal
disensión hacia los mandamases tinerfeños, corolario de sus apuestas por
la división provinciaps. Los fabulosos errores de los apoderados de León y
Castillo, en definitiva, beneficiaban a los intereses dominantes de la isla
picuda36
. En la política de los rectores leoninos, la nota más distinguida
era la «irresponsabilidad». Y esa conducta «irresponsable» del directorio
JJ <Neras en broma», ibid, 20-XI-189S. Inculpa a Massieu de aplicarlas mismas recetas que a los amigos de Fajardo.
a los de Franehy del Castillo en Fucrteventura y de Servando Pcreira García en La Palma. Sobre esto último, véase
Agustín MILLARES CANTERO, «Escaños de muy pocos o Poggio sobre todo. Las elecciones de diputados a
Cortes de la Restauración en La Palma (1876-1923»>, en Revista de Estudios Generales de la Isla de La Palma,
núm. 2, Actas del 1 Congreso (1), (Historia-Etnografía), Santa Cruz de La Palma, 2006, pp. 287-289 Y 319-323.
14 En boca de los que traicionaron su palabra, aduce al respecto: «Nuestra ida evidencia la vergonzosa minoría
en que nos encontramos, pero todo es preferible a que nuestros jefes pierdan la confianza del Todopoderoso./ De
sobra sabemos nosotros que nuestra presencia favorece los planes de Tenerife: pero también es sabido que, sin
damos cuenta, de algún tiempo a esta venimos haciendo su causa». Y más adelante indica: «Lo peor no es ir a
formar una Diputación que nos empequeñece y que favorece a quien nos perjudica; lo peor no es rebajar al pueblo
que representamos; lo peor es ir con la mano que trazó una firma que aún chorrea tinta». CERRAJlLLAS. «Hay
que ir. .. », El Telégrafo, 1 7-VllI-1 893.
,5 Al combatir a la dirección leonista, recoge esta pregunta en tono de chanza: «¿Cuándo han temblado los hijos de
Tenerife delante de la política canaria, sino después que estos provechosos organismos han regido con mano robusta
(y tan robusta) nuestros intereses provinciales'»> CERRAJILLAS. <dunta núm. 24.0 \3», ihid.. 18-IX-1893.
J(i «¿Qué importa que nos hayamos quedado sin Diputación, sin Gobierno Civil, sin Delegación, sin Comandancia
de Marina y con el honor hecho un guiñapo, amén de otras menudencias que no e to, comparado con la victoria
que vamos a alcanzar en las elecciones municipales? Pues, ¿qué se figuraban lo, de Tenerife'>, ¿que nosotros
solamente servíamos para la política menuda de dirigir la provincia y majarles las liendreso Ya, ya sabrán ellos
con quiénes tratan. iTinerfcñitos a nosotrosb> CERRAJILLAS. «Los irresponsables», ibid., 16-X-1893.
TEBETo. ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: 1134-430-X 159
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
18 Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes ..
impulsa al fustigador a convertirse en malévolo «cronista de las glarias
del ilustre cuerpo que durante tres años ha dirigido esta política provincial»,
enumerando sarcásticamente los atributos que nunca poseyó: «la homogeneidad
de sus elementos, lo robusto y viril de su organización y su dirección
bismarkiana», más «el tacto exquisito, la delicada prudencia, la inteligencia
sabia, semidivina que ha presidido todos sus actos»37. A fin de acometer
adecuadamente su misión en Fuerteventura, evaluando «al céntimo lo invertido
» y examinando «los proyectos», o reseñando «la campaña» frente
a Fajardo y el «tremendo Velázquez», el crítico requiere «algunos datos» a
«los irresponsables», a «los gobernantes inmortales»:
«Necesita saber qué número de causas criminales se han incoado en
aquella isla, del 90 a esta parte, por la política o con ocasión de la
política.
Necesita saber qué número de despojos y de atropellos se han verificado
en aquella isla, sin su conocimiento, se entiende.
Necesita saber qué número de amigos le quedan allí a Don Fernando
y cómo se les ha pagado su amistad a sus más antiguos e incondicionales.
Necesita saber a qué móvil obedece la protección incondicional que
en ella disfrutan ciertos individuos.
Necesita saber qué se ha hecho de Quesada Camejo y quiénes han
resultado procesados en esa tragedidR
•
Necesita saber más cosas que irá preguntando a su debido tiempo»39.
La entrega final de Cerrajillas que he localizado abunda en las descalificaciones
al directorio, reprochándole la pérdida del ascendiente de
Gran Canaria en la provincia y ridiculizando las ventajas materiales del
leonism040
. Anteriormente, empero, suministró una apreciable estampa
relativa a las presiones de los emisarios del cacique mayor durante las
municipales palmenses de 1893. En la grotesca «gira electoral de la calle
37 «Empezaré execrando a aquellos que dicen que el Directorio tenía que morir, porque era un árbol podrido que
se alimentaba del venenoso jugo de un odio fraternQ». CERRAJILLAS, «Programa», ibíd, 8-XI-1893.
3H Por auto del 16 de enero de 1893, el juez de instrucción del partido de Arrecife, Francisco Penichet y Lugo,
emplazó a Miguel Quesada Camejo, de 33 años, casado, labrador y vecino de Tuineje, en paradero ignorado, para
que compareciese en el término de treinta días, contados desde su publícación en la Gaceta de Madrid, a rendir
declaración indagatoria en la causa que se le seguía por delito de lesiones. BapC, 3-11-1893.
N «Este es el programa que ha de seguir Cerrajillas para feliz recordación de venideros tiempos ... » Loe. cit.
40 «¿Qué os resta de dilapidar de nuestra fortuna política?/ ¿A qué nos habéis dejado reducidos fuera y dentro
de la provincia" / Y aún dentro de nuestro mismo pueblo, ¿qué habéis hecho del prestigio del que todos respetaban?/
Con ingenuidad, con franqueza, con la mano puesta sobre el corazón, como hombres honrados decidme,
fuera de la existencia ¿qué nos habéis dejado?/ Nada, ni aún decoro, el último retazo lo habéis arrastrado por el
arroyo como un pingajo.! ¿Y no os remuerde la conciencia?» CERRAJILLAS, «Por pudor. señores», El Telégrafo,
16-1-1894.
160 TEBETO ANExa 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: II34-430-X
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
Agustín Míllares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes .. 19
de Triana», el diálogo entre el alcalde Francisco Manrique de Lara y el
magistrado Felipe Massieu con un ventero expendedor de millo, fiel exponente
de la socarronería isleña, le permitió desmontar algunos de los
más comunes tópicos acerca de la imprescindible adhesión a don Fernando
y del acatamiento cerril de todas sus disposiciones. Según la consigna
permanente de los liberales, votar por sus candidaturas era rendir
fidelidad al embajador; en consecuencia, no hacerlo implicaba una muestra
de ingratitud y hasta un desaire personal al gran benefactor de la isla.
Esa constante invocación al primer intermediario ante Madrid, al poco
de amagar con retirarse de la política «ni ofendido ni mortificado»,
desata la lógica hilaridad de quienes no decían amén a las arengas
demagógicas de los postulantes de guardia41
• La aspiración de distinguir
entre el senador y su torpe legión de comisionados y servidores
ambiciosos encajaba perfectamente en la óptica de los incondicionales
del ingeniero León y Castillo, personalidad por la que experimentó siempre
Velázquez Cabrera enonne admiración y simpatía41 .
Los Velázquez alimentaron la entronización en Fuerteventura de la
Asociación Patriótica e inmediatamente la del conservadurismo. Sus mejores
bazas radicaron ahora en el sur, donde los grandes contribuyentes
habían sido más frágiles para el menor de ellos en el ensayo de 1892. A
partir de las elecciones municipales de noviembre de 1893 dispusieron de
importantes plataformas, sobre todo en Tuineje, garantizadas por los factores
consanguíneos. Una vez desestimado por la Comisión provincial un
recurso contra Jerónimo Velázquez Cabrera en el mes de diciembre, ocupó
allí la plaza de primer teniente de alcalde y en mayo será alcalde accidental.
Velázquez Cabrera realizó distintas comisiones para el ayuntamiento
de Tuineje en 1896, ya para examinar los presupuestos del partido (junio) o
hacer entrega de los mozos de reemplazo (agosto). Sus incondicionales
también ganaron sólidas posiciones en Tetir, al acoger la causa de sus
lugareños en el pleito de límites jurisdiccionales que desde 1876 había promovido
la municipalidad de Puerto de Cabras y cuyo nuevo deslinde, en
consonancia con el parecer de la Comisión provincial, fue aprobado por el
..jI Una de las réplicas del «honrado traficante» a sus interlocutores fue la que sigue: «¿Y de esa manera le van
ustedes a probar a don Fernando las simpatías que él tiene en su pueblo" ¿Qué es de lo que se trata de probar aquí:
las simpatías de don Femando o las de ustedesO No tengo inconveniente en darles mi voto si me dicen de qué
procedimiento se han valido ustedes para elevar a don Fernando a la categoría de concejal; y dentro de este
procedimiento, dc qué medios tan hábiles han hecho uso para que la concejalía con que lo han agraciado se la deba
de cabo a rabo a los desvelos de ustedes y a los sacrilicios de sus obligados y median,ros». CERRA.1ILLAS, «De
palique», ¡bid, 3-XI-I X93.
42 Esos sentimientos estaban en pie en la época del Plebiscito de 1910 Y perdurarr,n hasta el final de sus días.
Véase MILLARES CANTERO. 2000, pp. 70-71.
TEBETO. ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-IX8, ISSN: 1134-430-X 161
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
20 Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes ..
gobernador civil Eduardo Zamora Caballero el 9 de diciembre de 1890 e
implicó el despojo de una tercera parte de la demarcación43
.
La inicial actitud claudicante del «ayuntamiento de medianeros» de
Tetir, presidido por el liberal Antonio Chocho, facilitó la puesta en práctica
de la «absurda resulución»: el día 14 hizo entrega de los territorios
cedidos al Puerto y seguidamente trasladó allí el archivo y la secretaría
municipal44
• Las combicaciones acariciadas por los leonistas miraron en
realidad más lejos, ya que Fernández Castañeyra y los suyos no se contentaban
con la sola amputación a Tetir de seis de sus siete caseríos. Los
designios que abrigaron fueron muy ambiciosos a esas alturas, aspirando
a absorber la jurisdicción limítrofe. A tal fin dispusieron nuevamente del
auxilio de la corporación tetireña, que entre el vecindario recogió firmas
bajo amenazas para exponer al gobernador la supresión del municipio y
su incorporación a la capital insular. Dichos planes se vinieron abajo tan
pronto los Velázquez instigaron la resistencia vecinal y fue presentado el
correspondiente recurso ante el Ministerio de la Gobernación, pese a
mantenerse inmovilizado hasta febrero de 189245
. Sin desaparecer las
constantes presiones de Cabras, la interferencia de los «patrióticos» después
de los comicios de 1893 varió la correlación de fuerzas en el seno
de la municipalidad e incrementó la audiencia de los oponentes al despojo
y, con mayores motivos, a la integración. En esta lidia contaron los
demandantes con la valiosa ayuda de los diputados Fajardo y Ferrer al
menos desde el primer trimestre de 1894, más de un año antes de abandonar
oficialmente el Partido Liberal. La querella de Tetir auspició precisamente
el cisma definitivo de los fajardistas.
41 Los deslindes practicados el 14 de febrero de 1836 serian rechazados por la corporación de Puerto de Cabras
cuarenta años después, al considerar que no se ajustaban a las lineas de demarcación que el gobierno fijase el 20
de noviembre de 1835. Desestimada inicialmente la petitoria por la comisión provincial, al recurrirse esta providencia
designó el gobernador civil un delegado en concepto de perito que, siempre de acuerdo con la Diputación,
alteró los linderos en perjuicio de Tetir y ante las protestas de su alcaldía. La resolución del 9 de diciembre
de 1890 se adoptó en contra del juicio de la Jefatura de Obras Públicas de la provincia, la cual entendió que el
ayuntamiento de Tetir estaba en su justo derecho para reclamar. El de Puerto de Cabras abordó el asunto, que
sepamos, en las sesiones del 30 de octubre de 1884, 19 de abril y 29 de noviembre de 1885, y 14 Y 28 de diciembre
de 1890, consignando en la última el Acta de entrega y toma de posesión de los limites jurisdiccionales del
Pueblo de Puerto de Cabras con Tetir. La ofensiva que desataron sus munícipes en el bienio 1884-1885, está
perfectamente documentada en la extensa serie de cartas que F ernández Castaileyra remitió a importantes dirigentes
politicos de Santa Cruz de Tenerife y de Las Palmas, las cuales pudimos leer en CFNA. Véanse también sobre
esta temática los documentos que siguen: Expediente de deslinde y amojonamiento instruido en virtud del Real
Decreto de 30 de agosto de 1889. Expediente instruido en el deslinde jurisdiccional entre Tetir y Puerto de
Cabras. Año de 1895, y Dictamen sobre la cuestión de límites entre Puerto de Cabras y Tetir, Archivo Municipal
de Puerto del Rosario (en adelante, AMPR).
44 «El marido de sellá Agapita», El Telégrafo, 12-X-1893.
45 El marido de seilá Agapita (Fuerteventura, octubre 21 de 1893), «Alapicota via administrativa», ibid., 26-X-
1893.
162 TEBETo. ANExa 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: 1 1 34-430-X
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
Agustín Millares Cantero: E/joven Velázquez Cabrera. Apuntes ... 21
El frente opositor previsto entre la primavera y el verano de 1892 iba
articulándose poco a poco en el partido judicial de Arrecife, sin que contara
con el componente republicano que tuvo en Las Palmas. Tanto en
Lanzarote como en Fuerteventura, los exliberales de Juan de León y
Castillo y sus satélites se reconocieron en la formación de Cánovas. A
finales de marzo de 1894, el alcalde de Puerto de Cabras denunció el
concurso entre Velázquez Curbelo y los dos diputados antagonistas del
partido de Arrecife, argumentando en especial contra «los rifeños de
Tetim y «el hijo de Tiscamanita»46. Las municipales de mayo de 1895
acabaron con un triunfo liberal contundente en Lanzarote, venciendo
únicamente los «patrióticos» en Haría por estrecho margen. La escisión
fajardista, empero, les entregó los ayuntamientos de Arrecife, Teguise y
San Bartolomé. Por lo que atañe a Fuerteventura, los colegas de los
Velázquez se hicieron para entonces con las alcaldías de Tetir, Casillas
del Ángel, La Antigua y Tuineje. Era un buen comienzo para cuantos
aspiraban a derrotar allí al bloque de León y Castillo, con los provechos
ahora del abrigo oficial. Los bandos de Pereyra-Fajardo y de los Velázquez
abrieron una importante fisura en la estrategia leonista de subordinar a
Gran Canaria todas las élites periféricas del grupo oriental.
La Asociación Patriótica gozó desde abril de 1895 del amparo del gobernador
civil Antonio Castañón y Faes, el único que se enfrentó abiertamente
a la dominación leonista en las Canarias Orientales durante la Restauración,
quien llegó con el encargo expreso de Cánovas de aparejar el
Tumo inexistente. El tránsfuga Fajardo se entregó al punto a los conservadores
y sirvió de primer comodín a Castañón en Lanzarote y Fuerteventura,
acogiéndose durante casi un año bajo la sombra de los «patrióticos». La
asamblea constitutiva de la Asociación en Lanzarote tuvo lugar a finales
de septiembre, en un cónclave desarrollado en Arrecife que dio la presidencia
al diputado provincial47. Por idéntica ruta, como vimos, andaban los
Velázquez por tierras majoreras desde las municipales de noviembre de
1893, si bien en los dos últimos años hubo plena homogeneidad con los
juanistas lanzaroteños. Aparte de la dispar cronología en la adscripción
formal a la Patriótica, hay que anotar otra diferencia entre ambas taifas: la
de Pereyra-Fajardo dispuso de mayores apoyaturas en los engranajes
caciquiles, por lo cual guió a la menos potente de los Velázquez. Los pro-
46 Ramón Femández Castañeyra a Hermenegildo González, Puerto de Cabras, 23-111-1894 y a José Pineda, 26-
1ll-1894, CFNA.
Los liberales conejeros había emprendido antes su reorganización, a raíz de una asamblea celebrada en San
Bartolomé el 15 de agosto. MILLARES CANTERO, 2007, pp. 140-144.
TEBETo. ANEXa 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, lSSN: 1134-430-X 163
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
22 Agustin Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes ...
yectos de erigir un distrito electoral a Cortes con el partido de Arrecife, ya
acariciados como hemos visto en 1892, recibieron ahora los parabienes del
presidente del gobierno merced a la intercesión fajardista; razón suficiente
para que el autonomista en germen considerase al diputado provincial un
precursor de las tesis plebiscitarias de 1910.
En ambas islas, con o sin la Asociación Patriótica, los contrincantes del
leonismo no trabajaron desde la oposición, sino aupados sobre las ventajas
del poder. A Fajardo le dio Castañón omnímodas atribuciones como inspector
municipal y delegado suyo en la isla de las valcanes, lo cual le
permitió someter a su capricho la administración de Puertos Francos e
interferir arbitrariamente en la gestión de los ayuntamientos leonistas48
•
Velázquez Cabrera, por su lado, ejerció desde principios de septiembre de
1895 la secretaría de la delegación del Gobierno en el distrito, cargo en
donde sustituyó al liberal Edmundo Wood y Socorr049
• Este empleo lo
desempeñó hasta principios de agosto de 1896, cuando tuvo que renunciar
al disponerse su candidatura a las elecciones provinciales. A continuación
mantuvo correspondencia directa con el propio gobernador civil, el cual
utilizó su asesoría jurídica y llegó a contarlo entre sus íntimos50
. El procesamiento
previo de Castañón, inculpado por prevaricación y coacciones electorales
en la localidad gomera de Hermigua, había establecido relaciones
de amistad entre ambos personajes, ya que el secretario gubernativo actuó
por defensor51
. Nada hubo en verdad de emancipatorio entre los cálculos
y las prácticas de los adversarios periféricos de León y Castillo en esta
singladura: lo que se estaba ventilando consistía, sin más, en la sustitución
de un caciquismo por otro de casta semejante.
3. LAS PUGNAS ELECTORALES DE 1896: EN LAS FILAS DEL
PARTIDO LIBERAL-CONSERVADOR
El año 1896 fue particularmente complicado y enervante para la política
del Archipiélago y ante todo para el grupo oriental, con dos eleccio-
" Véase la arremetida del portavoz liberal en «Moralidad conservadora», Diario de Las Palmas, 6-11-1896 y
«Vergüenzas e iniquidades», ibid, 3-IX-1896. El segundo artículo consigna las coacciones del «virrey Don
LeandrQ» sobre las municipalidades conejeras, aparte de las multas impuestas en las majoreras a los ediles
liberales por el gobernador interino José Sansón y Barrios. En febrero de 1896 dimitió el ayuntamiento de Puerto
de Cabras, agobiado por las sanciones de Castallón.
49 «Crónica», Cronista de Tenerife, Santa Cruz de Tenerife, ll-IX-1895.
50 Entre el 16 de agosto y el 21 de octubre de 1896 nos consta que el gobernador civil le dirigió doce epístolas,
la primera fechada en Madrid y las siguientes en Santa Cruz de Tenerife (originales en CSV). Aborda en ellas, entre
otras cuestiones, la «querella de Tetim.
SI También fue procesado Castañón a causa del asunto de Tetir. Véanse «Castañón empapelado>~ y «Crónica»,
Diario de Las Palmas, 23-I11-1896.
164 TEBETo. ANExa 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: lI34-430-X
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes .. 23
nes legislativas y unas provinciales entre abril y septiembre. Ante las
generales del 19 de abril, los «patrióticos» decidieron abstenerse en el
distrito de Las Palmas (Sur), donde se presentaba el gran cacique al
dejar el Senado, y concurrir sólo por el de Guía (Sur) presentando otra
vez a Rebuelta y Va1cácel, ministerial, frente al ex diputado y exsenador
Pedro Bravo de Laguna. Desde principios de mes se trasladó a
Fuerteventura el secretario del gobierno Velázquez Cabrera, organizando
los viajes de los electores conejeros allí residentes52
• En manifiesto
del día 6, el delegado Fajardo llamó a votar «contra el servilismo denigrante
» hacia una «potestad tutelaD> que no les había reportado sino
bagatelas53
• La Asociación Patriótica arropó en principio a los canovistas
«en sus aspiraciones de recabar el cese del eterno mangoneo de los
incondicionales del Señor León y Castillo», lo cual entrañaba la proscripción
de los cuneros y el fin del personalismo absorbente 54. Pero todo el
dispositivo montado por Castañón sufrió un grave revés con el inesperado
óbito de Rebuelta el día 12 e imponer el gobierno como sustituto al
exministro Manuel Danvila y Collado, ex diputado por los distritos valencianos
de Gandía en 1876, de Chiva en 1884 y de Liria en 1891.
La admisión del cunerismo acabó con la Asociación Patriótica y dejó
en soledad a la mayor parte de los conservadores. A la asamblea «patriótica
» del 15 de abril en Las Palmas faltaron algunos de sus directivos,
acogiéndose la nominación de Danvila con airadas protestas de muchos
de los concurrentes. Varias figuras de la Asociación, que repugnaban a
la vez «el yugo incondicional y el yugo cunero», llegaron a proponer la
candidatura del periodista grancanario Juan de Quesada Déniz, director
de El Día de Madrid. No obstante su aceptación, tropezaron con el repudio
del gobernador civil y de sus adeptos Juan Verdugo y Pestana y
Sebastián de Lezcano y Acosta, renuentes a contradecir las recomenda-
52 Las imputaciones leonistas sobre los manejos previos de las autoridades de la Asociación Patriótica pueden
leerse en Diario de Las Palmas: «Escándalos electorales», 30·111-189ó; «Crónicm), 31-1IJ-1896; y «Corona
electoral de los conservadores>), 1 0-IV-1896. V éanse también las cartas que remiten a Fernando de León y Caso
tillo desde Las Palmas el 9 de abril Pcdro Bravo de Laguna y Felipe Massieu. AHPLP. Fondo Fernando de León
y Castillo, Leg. 7. 462 Y Leg. 8, 736.
5) Al desinterés delleonismo atribuyó el cierre del Juzgado de primera instancia de Arrecife y la supresión de la
Dirección de Sanidad, aparte de los reclutamientos para la guerra en Cuba y Filipinas. El mandatario de Castañón
pedía que se revocase la privanza hacia los liberales por su magra ejecutoria a favor de la isla (moratoria de un año
en la contribución territorial y 20 kilómetros de carreteras): «¡Lanzarate! Se te presenta la oportunidad de sentar
ante la provincia la más solemne e inquebrantable protesta de arrepentimiento, por haber servido tanto, con
lealtad y consecuencia puras, a quien tan mal te ha correspondidQ». AHPLP, Fondo Fernando de León y Castillo.
Leg. 7. 460; cil. por NOREÑA SALTO. T" 1, pp. 156-158. con reproducción íntegra en «La protesta de un
pueblo», Cronista de Tenerife, 18-IV-1896.
54 Véanse de El Defensor de la Patria los siguientes articulos: «Trabajo en vane,», 18-1-1896; «El maquiavelismo
de D. FemandQ», 14-111-1896; «Lo de siempre». 16-111-1896; «Protesta>" 4-IV-1896; "El fin de una
política», 9-IV-1896; y «Fatal dilema», Il-IV-1896.
TEBETO. ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010). pp. 143-188. ISSN: 1 1 34-430-X 165
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
24 Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes ..
ciones gubernativas 55 . El 18 circuló el manifiesto dando a conocer la
retirada del candidato con el pretexto de no admitir siquiera «una derrota
honrosa»56. Los liberales disidentes de don Juan y los republicanos, con
la adición de unos pocos conservadores, entendieron a las claras que la
aceptación de Danvila suponía emular las calamidades del poder leonino
y acceder a otra «humillante imposición». Las tropas de Fajardo-Pereyra
en Lanzarote y de los Velázquez en Fuerteventura, a la inversa, se plegaron
ante el cunero y cerraron filas junto al gobernador Castañón y su
partido. Con una participación oficial del 72,83% del censo, el opositor
Bravo de Laguna obtuvo el acta por Guía merced a la preferencia de los
grancanarios (4.525 votos contra 2.319); en Lanzarote ganó el gubernamental
Danvila por 1.454 sufragios frente a 1.06857. El manubrio electoral
lo manejaban con destreza tanto Fajardo y adláteres como sus antiguos
detractores58. En Fuerteventura, donde León y Castillo ganó sin
oponentes con el 65,33% del electorado, hubo estorbos al recuento en
los municipios que gobernaban los «patrio-conservadores» de los
Velázquez59.
Los compromisarios municipales por Lanzarote que en su mayoría
sujetaba Fajardo, unidos a los minoritarios de Gran Canaria y de
Fuerteventura en las órbitas respectivas del alcalde palmense Juan Verdugo
y de los Velázquez, aseguraron la victoria total de los conservadores
en las elecciones senatoriales del 26 de abril. El ministro de la Gobernación,
Fernando Gos-Cayón y Pons, impuso a los catedráticos cuneros
Leonardo García de Leaniz y Zamara y Joaquín Maldonado y Macanaz,
designados junto al tinerfeño José de León y Molina, IX marqués de
15 El cable afirmativo de Quesada lo publicó El Telégrafo del 16 y el vocero liberal informó de la postura contraria
de Castañón y de ambos dirigentes conservadores. «Crónica», Diario de Las Palmas, I 7-1V-I 896 y Diario de
Tenerife, Santa Cruz de Tenerife, 18-1V-1896.
50 A los electores del distrito de Guía, encabezado por el republicano progresista Rafael Lorenzo y Garcia,
contaba entre sus 33 firmantes con ocho de los veinte individuos de la junta de gobierno de la Asociación
Patriótica elegida en octubre de 1893. AHPLP, Fondo Fernando de León y Castillo, Leg. 7, 461. Sobre la
desintegración de la Asociación, véase «El trueno gordo» y «Cómo concluyó la patrióticm>, Diario de Las
Palmas, 16-1V-1896, y acerca de la candidatura de Quesada los comentarios de MORALES, pp. 62; NOREÑA,
T" 1, pp. 154-155 Y José Miguel ALZOLA, Juan de Quesada, Madrid-Las Palmas, 1997, pp. 102-105.
57 A Bravo de Laguna se le presentó en un principio como «independiente» y con la ofrenda de su ingreso en la
mayoría conservadora para alcanzar el llamado empalme, la sintonía con el partído del Tumo en el gobierno. El
diputado por Guía, sin embargo, entró en la minoría fusionista apenas llegar a Madrid con el acta. «Cálculos
erróneos», Heraldo de Las Palmas, 15-VI-1896.
5:\ Sobre «las violencias y coacciones» de Fajardo, «suizo de los tinerfeños}), véansc en Diario de Las Palmas
las informaciones de «Crónica», 17-1V-1896 y Z, «Ecos de Lanzarote», 20-V-1896. Danvila triunfó en todos los
municipios lanzaroteños a excepción de San Bartolomé, con mayores diferencias en Tías, Yaiza y Femés.
59 El alcalde de Tetir comunicó a la Junta Central del Censo que no podía remitir el escrutinio por no haberse
presentado ni (<un interventor que supiera extender las actas», y el presidente de la mesa de Tuineje se limitó a
no enviar el pliego sin excusa alguna. Diario de Las Palmas, «Nuestra victoria», 20-1V-1896 y «Datos electorales
»,27-1V-1896.
166 TEBETO. ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, lSSN: 1134-430-X
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
Agustín Millares Cantero: Eljoven Velázquez Cabrera. Apuntes .. 25
Villafuerte. La retirada leonista dejó a Gran Canaria sin uno de los tres
senadores isleños, cuota que tradicionalmente le correspondía60
. Muy
poca credibilidad tuvieron los permanentes ataques de Velázquez Cabrera
al cunerismo, si el secretario de la delegación del Gobierno en Las
Palmas amparó decididamente tal método en las votaciones ordinarias a
las dos Cámaras de 1896. Después de las mismas se formalizó el nuevo
brote del conservadurismo grancanario. A principios de junio Cánovas
otorgó plenos poderes a sus cofrades para instituir el Partido Conservador
de Gran Canaria que presidirá el citado Lezcano y Acosta, teniendo
como portavoz desde el 19 de mayo a Heraldo de Las Palmas61
• Los
«patrióticos» conejeros y majoreros estaban embarcados en idéntica travesía
meses antes. La asociación entre sus tertulias caciquiles permitió
que dispusieran de buenos accesorios como para aspirar al yugo del
distrito electoral en la Diputación. El desafío de septiembre se presagiaba
durísimo y un factor inesperado vino a incrementar las tensiones. Al
fallecer ellO de agosto en Madrid el general Bravo de Laguna, la disputa
por el acta vacante deparó otra refriega en el mismo mes y enardeció
los espíritus de las dos camarillas dinásticas.
La preparación del combate inicial por parte conservadora fue cuidadosamente
estudiada y Fajardo diseñó personalmente todo el operativo.
Las apetencias eran ahora mucho más ambiciosas que en 1892. Los
noveles canovistas ya no se contentaban con los tres escaños de la mayoría
en el distrito provincial y aspiraban al copo, una maquinación muy
comprometida porque los electores sólo podían votar por un máximo de
tres postulantes. En la plancha metió don Leandro a los Velázquez y al
abogado y periodista conejero Benito Pérez Armas, director en Santa
Cruz de Tenerife del diario La Opinión del oligarca y cacique conservador
Juan Cumella y Monner62
• El célebre escritor marchó a Lanzarote
60 Los tres senadores fueron elegidos «con el beneplácito del propio [Juan] Verdugo [alcalde conservador de Las
Palmas 1 y del inédito Fajardo. que se hicieron dueños de los ayuntamientos, como agentes leales de los tinerfeños»
(Diario de Las Palmas, «Las cosas claras», 13-V-1896). EI5 de mayo, durante el banquete que junto a Ferrer le
tributaron en Santa Cruz de Tenerife los conservadores de Martín Rodríguez reraza y del diario La Opinión, con
asistencia del gobernador civil, quedó escenificada para los leanistas la traición del homenajeado a Gran Canaria
y su empeño de «convertir a Lanzarote en feudo de Tencrife». Véanse de Diario de Las Palmas «En premio a una
traicióll», 8-V-1896; «Las cosas de FajardQ», 9-V-1896; «Crónic3», 30-V-1896, y «¡Fajardo por Tenerife l », 27-
VI-1896.
6] El diario lo dirigirá el joven abogado Leopoldo Navarro Soler y entre sus redactores sobresalió Rafael Pérez
Navarro. Véase sobre la constitución independiente de esta fuerza política, «La cáscara amarga», Heraldo de Las
Palmas, 6-VI-1896.
]" Véase Marcos GUIMERÁ PERAZA, Benito Pérez Armas (1871-1937), Santa Cruz de Tenerife, 1985, completada
en Pérez Armas y los Cabildos Insulares, Santa Cruz de Tenerife, 1987, y el papel de La Opinión en la
génesis del frente antileonino en NOREÑA, TO n, pp. 16-17. En cuanto al barcelonés Cumella, comerciante y
consignatario, dirá el lanzaroteño Viera y Viera: «Tan activo es en el comercio como hábil en la política» y «Es
tan amigo de sus amigos. como enemigo de sus enemigos» (op. cil., pp. 41-43).
TEBETO. ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: 1 1 34-430-X 167
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
26 Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes ...
en la segunda quincena de agosto a fin de aportar su esfuerzo persona163
. Aunque el pariente y «autómata» de Fajardo, el señor F errer Acosta,
no haya querido optar a la reelección segura, o bien porque no encajara,
a finales de julio se agenció su nombramiento como inspector de la Renta
del Timbre en Lanzarote, un jugoso premio a su mutis. La ausencia
circunstancial del procesado Castañón, cuyo inmediato retomo aguardaban
con impaciencia los fajardistas, no representó un obstáculo serio. El
gobernador interino José Santos y Barrios, exalcalde accidental de Santa
Cruz de Tenerife, cumplía perfectamente con el favoritismo oficial, auxiliado
en Las Palmas por Aguilar y Páez.
El primer manifiesto de Velázquez Cabrera fue precisamente el del
20 de agosto de 1896, A los hijos de Fuerteventura, defendiendo al fin
su candidatura a diputado provincial por el partido de Arrecife64
. Se trata
de un texto que cualquier republicano habría hecho suyo, pero que redacta
un hombre que militaba en las filas conservadoras. La «esclavitud
» de Fuerteventura presenta por origen la dominación de las «islas
rivales» (Tenerife y Gran Canaria), remontándose a la época inmediatamente
posterior a la conquista. Los cuatro siglos de explotación, más allá
por ende del régimen señorial, habían traído consigo «hambre e ignorancia
» para los majoreros, las dos expresiones más reveladoras de esa
dependencia secular. La toma de conciencia a propósito del saqueo y el
desamparo tiene lugar precisamente cuando la riqueza provincial alcanzaba
su «más alto grado», al socaire de las modernas infraestructuras
portuarias y de los capitales extranjeros en La Luz y en Santa Cruz. No
planea sin embargo aquí denuncia alguna del centralismo interior radicado
en la capital provincial: los tiros se dirigen exclusivamente a la política
leonista con residencia en Las Palmas, porque la brega electoral y la
alianza con los flamantes canovistas de Lanzarote así lo requirían.
Los servicios prestados por Fuerteventura a la carrera política de
Fernando de León y Castillo tuvieron por única recompensa, a partir de
esta sesgada visión, «el desprecio más absoluto, el más ingrato olvido».
El arqueo de los «veintitrés años de servilismo político» evidenciaba para
el joven letrado que nada debían los suyos a los gobiernos de Sagasta y
" Los conservadores de Heraldo de Las Palmas se pusieron igualmente a su lado: «Porque Benito Pérez ha
incurrido en el grave delito de no someterse al cesarismo intolerable del veraneante de Biarritz, porque nuestro
amigo, ayudado por los electores de Lanzarote, se propone demostrar al ensoberbecido cacique canario, que no
es posible esclavizar a un pueblo impunemente» (ibid., «Falta de lógica», 7-VllI-1896). La contestación leonista
en «Guerrillas», Diario de Las Palmas, 3-VIlI-1896 y «La misión de <Heraldo>)), ibid., II-VIII-1896.
64 Edición facsímil en Manuel Velázquez Cabrera (1863-1916). Unos fragmentos del mismo los reprodujo
Heraldo de Las Palmas, 26-VIIl-1896, a partir de la transcripción integra de La Prensa de Santa Cruz de Tenerife.
168 TEBETo. ANExa 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: 1134-430-X
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes .. 27
que todas las concesiones emanaron de los gabinetes de Cánovas. Las
exigencias de la propaganda ante las urnas determinaron este balance
imaginario y de mendacidad evidente, muy parecido al de su venerado
Fajardo. Excluye, así, cualquier referencia a las ventajas que para su isla
natal reportaron las gestiones de quien, hasta el reinado de Alfonso XIII,
arrancó por tres veces el acta de diputados a Cortes por el distrito de
Guía (1876,1879 Y 1884) e igual número por el de Las Palmas (1881,
1891 Y 1896), obteniendo una de las tres credenciales de senador en
1886, 1893 Y desde 1898 en adelante. Al discurrir el llamado «decenio
calamitoso» (1875-1884), le fueron condonadas a Fuerteventura las contribuciones
en varios ejercicios y recibió algunos estipendios del fondo de
calamidades públicas65
• Asimismo, el exministro de Ultramar obtuvo la
instalación de una dirección marítima en Puerto de Cabras y, a petición
del alcalde Fernández Castañeyra, logró que se firmara la oportuna orden
gubernamental sobre el estudio de sus obras portuarias al desempeñar
la cartera de Gobernación. En los primeros días de 1887, el vecindario
de la capital insular festejó la noticia con tracas y vítores a los hermanos
León y Castillo, solicitando en noviembre de 1888 su ayuntamiento
que se otorgase al senador el título de conde de Las Palmas66
•
El análisis velazqueño resulta más legítimo al encarar el yugo de las
«poderosas casas» de los terratenientes absentistas, avecindadas en Gran
Canaria o en Tenerife, que convirtieron a Fuerteventura en su cortijo
particular, en reserva de rentas agrarias y de votos. La acusación está
dirigida especialmente al clan de los Manrique de Lara y Cabrera, depositario
último del coronelato insular de La Oliva, que por sí y a través del
general Pedro Bravo de Laguna y Joven tanto representaba para el caciquismo
de apoyo deferencial que pusieron en pie los secuaces de León
y Castill067
• En la dominación del campesinado majorero por «amos»
despóticos, a base de «látigo, ignorancia y hambre», estimó Velázquez
rasgos privativos de la servidumbre de la gleba, estableciéndose una
(,5 Las singularidades del «decenio calamitoso» pueden leerse en Agustin MILLARES CANTERO Y Manuel de
PAZ SÁNCHEZ, «Fuerteventura y Lanzarote: sondeo en una crisis (1875-1 X84»), en l./ornadas de Historia de
LanzarO/e y Fuerteventura, t" 1, Puerto del Rosario, 1987, pp. 19-75.
(,(, Libro de Actas del Ayuntamiento, sesión del II-XI-1888, AMPR. Véase Agustín MILLARES CANTERO,
(~El orientalismo leonista. Algunas claves sobre el ascendiente de los hermanos León y Ca'itillo en Lanzarote
y Fuerteventura», en Malpais, núms. 10 Y 11. Fuerteventura. noviembre-diciembre de 1989.
(" Acerca del patrimonio de la Casa Manrique de Lara y Cabrera y del general Bravo. véase Agustín MILLARES
CANTERO (con la colaboración de Sergio Millares Cantero), «Sobre la gran propiedad en las Canarias Orientales.
(Para una tipificación de la terratenencia contemporánea»), en Agustín MILLARES TORRES, Historia
general de la, Islas Canarias, t" V, Las Palmas, 1977, pp. 258-273.
TEBETO ANEXa 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: I I 34-430-X 169
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
28 Agustín Millares Cantero: Eljoven Velázquez Cabrera. Apuntes ...
sintonía con el régimen feudal que compartieron otros ensayistas y en
especial los oriundos del republicanismo, sobre todo a través de José
Franchy y Roca68 . Las consecuencias de las crisis recurrentes que padeció
Fuerteventura, en aquella como en otras etapas, merecieron unas
censuras muy poco frecuentes. En 1882, nos indica, emigraron a América
las tres cuartas partes de la población insular, cuando 14.000 fanegas
de cereales se pudrían en los pajeros de los multifundistas insensibles,
con una existencia regalada en otras islas y dispuestos siempre a
instrumental izar «la caridad» gubernativa. Un panorama análogo sobrevino
precisamente en 1896, con sequías que reprodujeron la emigración
interna o externa y el paro rural69 .
El recetario de Velázquez pasa por erradicar el cunerismo y disponer
así de «diputados propios» y no de «mercenarios» al servicio de los «señores
» en la Diputación provincial. En suma, propone sustituir a los notables
foráneos y a sus servidores por titulares autóctonos reclutados entre la
burguesía. A tal fin era imprescindible suscribir el proyecto fajardista de la
unidad con Lanzarote, la «verdadera isla hermana», y exigir una representación
propia de ambas en las Cortes, única forma de que la «querida
patria» rompiese sus cadenas (aquí está mejor fundada la metáfora
prometeica que en boca del primer munícipe de Puerto de Cabras) y albergase
«un pueblo independiente y trabajador», dueño en verdad de las riquezas
del terruño. Las consideraciones sobre el «estado miserable» en
que subsisten sus paisanos y los desprecios y burlas que padecen, determinan
un programa emparentado con las apuestas renovadoras de Joaquín
Costa, encaminado a promover el regadío y a convertir eriales costeros en
«ricos terrenos agrícolas». Las promesas trenzadas municipio por municipio
incluyen además el reparto equitativo de la contribución territorial o la
construcción de embarcaderos en La Oliva, junto al respeto a los límites
jurisdiccionales de Tetir frente a las tendencias expansionistas de Puerto
de Cabras. El reformismo de corte regeneracionista exige obviamente proscribir
la interferencia de los caciques y acabar con los ayuntamientos «de
medianeros». Velázquez pone en la picota los clásicos mecanismos electorales
de las redes clientelares caciquiles, el acoso de los mayordomos y la
captura de sufragios por cualquier procedimiento. La alternativa final es
de estirpe apocalíptica, o esclavitud o liberación, apelando a «los verdade-eX
Véase Isaac VIERA, Por Fuerteventura. (Pueblos y villorrios), Las Palmas. 1904; prólogo de José FRANCHY
y ROCA, pp. I-IV, así como Francisco GONZÁLEZ DÍAZ, Tierras sedientas, Las Palmas, 1921. pp. 239-240.
69 La comisión provincial abordó la tragedia. Libro de Actas del Ayuntamiento de Tuine}e, sesiones del 13 y 27-
XII-1896.
170 TEBETO. ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: 1 134-430-X
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
Agustín Millares Cantero: El/oven Veidzquez Cahrera. Apuntes .. 29
ros hijos de Fuerteventura», aquellos capaces de repeler las amenazas de
los opresores70.
La proclama de agosto de 1896 es por su radicalidad una pieza bastante
anómala dentro de la literatura política afín ai conservadurismo. De
ella se desprende que Velázquez fue un canovista sui generis, al menos
a primera vista. Entre los conservadores isleños de la época, no tenemos
noticias de una alocución tan incendiaria y de tanto calado. El apuro
descansaba, como es habitual, sobre las contradicciones entre las palabras
y los hechos. Ninguna formulación genuinamente liberadora podía
tener cabida en las dos parcialidades del Turno, por muy atípica que haya
sido la carga de sus alforjas y por mucho que procediese de estrictos
criterios de oportunidad. Los arrojos que esgrimió ahora Velázquez, obra
de los envites antileonistas, chirriaban por igual entre unos y otros dinásticos.
En vez de apartarse de ellos y dar auténtico sentido a sus consideraciones,
optó por no transgredir los cánones de la Restauración. El
pragmatismo de una persona que ambicionaba el desempeño de cargos
públicos lo alejó por de pronto de los círculos republicanos, de tan escaso
dinamismo antes de la reorganización federal liderada por Franchy Roca
en 1903. Ante los terratenientes de Las Palmas se yergue en adalid de
los burgueses nativos, dispuestos en el fondo a imitar los métodos de los
déspotas de siempre. En este orden también prevaleció una antítesis que
se dio por axiomática: terratenencia absentista y caciquil vs burguesía
indígena y redentora.
Algunas de las claves del pensamiento y la acción de Velázquez Cabrera
estuvieron bajo el signo de la continuidad, en tanto otras fueron
adaptándose a las circunstancias e incluso experimentaron un giro innovador
que las apartaría de sus iniciales patrones. La arenga electoral de
1896 guarda varios de los alegatos más recurrentes que pasarán después
al Plebiscito y a las publicaciones terminales, como las que envió
en el último trimestre de 1911 a un periódico liberal de la capital palmera71
. Una porción de los mismos provienen de Fajardo y no se caracterizan
por su originalidad, aunque Velázquez tuviese la virtud de adaptar los
principios a su isla, mantenerlos con irreductible firmeza y, finalmente,
despojarlos de los típicos modos del flete caciquil que predominaban en
su maestro conejero. De todas formas, no deja de ser muy revelador el
silencio acerca de los latifundistas en la proclama que lanzó el 16 de julio
70 Las mofas liberales pueden leerse en Diario de Las Palmas, «Bromas y veras», 27-VIlI-1896 y «Papirotazos»,
5-IX-1896.
71 El Dictamen, Santa Cruz de La Palma, «Sabia orientación», 19-X-1911 y «Atavismo», 14-XII-1911.
TEBETO. ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188. ISSN: 1 \34-430-X 171
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
30 Agustín Millares Cantero: Eljoven Velázquez Cabrera. Apuntes...
de 1912, al aprobarse la Ley de Rearganización Administrativa y Representación
en Cartes de las Islas Canarias, denominada ordinariamente
de Cabildos 72. La exclusión es aún más trascendente si se considera
el significado que la cuestión agraria había tenido en la praxis de
los Velázquez al sur de Fuerteventura durante el verano de 1895, cuando
transitaban desde la Asociación Patriótica al Partido Liberal-Conservador.
El contencioso desatado con motivo de la ocupación y el repartimiento
de los Términas supuso un episodio sobresaliente en la carrera
del postrer autonomista.
Los odios hacia la gran propiedad los había heredado Velázquez Cabrera
de su padre, comerciante y agricultor de Tiscamanita con igual
patronímico. Desde 1873 lo vemos, en calidad de alcalde de Tuineje,
enfrentado a la todopoderosa Casa de los Coroneles de La Oliva en un
litigio por amojonamiento de tierras. El21 de septiembre de 1875 interpuso
ante el Juzgado de primera instancia de Arrecife interdicto de retener
contra el labrador Diego de León Trujillo y Antonio Viera, domiciliado
el último en La Antigua y mayordomo de Cristóbal Manrique de Lara
y Cabrera. Los territorios de la costa de Tuineje, donde los vecinos pastaban
con sus rebaños y se aprovisionaban de leña, habían sido deslindados
por orden del último coronel insular y los mojones destruidos por
aquellos en reiteradas oportunidades73
• La municipalidad argumentó la
condición de propios o comunales de esas landas desde octubre de 1567,
en que fechaba una pretendida cesión a sus vasallos del señor Agustín
de Herrera y Rojas, contraatacando el terrateniente con la explicación
de que eran trozos de sus cortijos de Arrabales y Catalina GarCÍa. La
sentencia condenatoria para la corporación municipal llevó al alcalde a
prisión, evadiéndose seguidamente y marchando al Uruguay tras múltiples
peripecias74.
La batalla por la zona costera del municipio, conocida con el nombre
de Términas y de unas 10.000 fanegadas de extensión (13.695 hectáreas),
no tardó en ser re emprendida por los abanderados de la comunidad
rural. A principios de 1878 fue elegida una comisión integrada por
Pedro Brito Alfaro, uno de los mayores contribuyentes de Pájara, más
cinco vecinos de Tuineje: eljuez de paz Pedro Cabrera y Alonso, el fiscal
municipal Juan Cabrera Casañas, Felipe Francés Díaz, José Ma
n A los hij'os de las bi/as menores: Lanzarote, Gomera, Fuerteventura y Hierro, en El Dictamen, suplemento
al núm. 43. 18-VII-1912.
73 Los primeros deslindes parciales los acometieron el citado mayordomo Viera y los medianeros José Francés y
Nicolás González. Sentencia de 1" Y 2" instancia sobre los términos del pueblo de Tuineje, Colección Francisco
Bravo de Laguna (hoy del Condado de la Vega Grande), Las Palmas de Gran Canaria.
74 Bape, 18-IV-1873, 24-IV-1874 y 23-IV-1875.
172 TEBETD. ANExa 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: 1134-430-X
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes ... 31
Domínguez López y Miguel J. Velázquez, todos ellos importantes tributarios
de la jurisdicción. Los comisionados habían suscrito al parecer un
convenio con los herederos de Sebastiana de Cabrera y Béthencourt,
por el cual se reservaban estos una tercera parte del área en disputa,
pero los trabajos de medición y segregación de las parcelas quedaron
suspendidos por la coyuntura del «decenio calamitoso»75. Hubo de esperarse
hasta el verano de 1895 para que por fin se materializaran los
trajines, alentados por el diputado provincial Velázquez Curbelo. Una
nueva comisión de seis individuos, formada por el concejal y futuro alcalde
Ezequiel Quesada Hernández, el maestro de instrucción pública Manuel
Hernández Hernández, el carpintero de Tiscamanita y titular de un
molino Tomás García Gómez (apodado Tomás Chaves García), más los
prósperos labriegos Bernardo Hernández Viera, Marcelino Hernández
Hernández y Andrés Quesada Francés, encargó al perito agrimensor
Máximo Viera la determinación de los 500 lotes aproximadamente que
debían ser asignados. En julio de 1896, a raíz de una asamblea presidida
por el propio Velázquez Curbelo en la plaza de San Marcos, se procedió
al sorteo de los mismos entre las gentes interesadas76.
El reparto de los Términos de Tuineje, emprendido en medio de
otra aguda crisis carencial, no entrañó un expediente de reforma agraria
que favoreciera a los jornaleros y a los minifundistas, ya que su
norte era la privatización del patrimonio comunal bajo teóricas condiciones
igualitarias. Los beneficiarios fueron 396 personas físicas (340
hombres y 56 mujeres), además de tres personas jurídicas, entre quienes
se distribuyeron un total de 398 suertes de terreno (dos de los
agraciados recibieron una en comandita). Si de verdad llegó a regir la
norma de adjudicar porciones de dos fanegadas al precio de dos pesetas,
con las que atender los gastos de mensura y división, es preciso
concluir que un centenar de parcelas quedaron fuera de las particiones,
rechazándolas seguramente otros tantos favorecidos por causas
dispares. Durante la información testifical llevada a cabo por el ins-
'5 Los poderes a la comisión fueron otorgados el 26 de enero de 1878 ante el notari" José Merino Rodríguez. El
30 de mayo se levantó un acta para notificar el arreglo a los terratenientes absentistas, a través de Pedro Manrique
de Lara y Cabrera. Año de 1882. Actas levantadas por la Comisión nomhrada por el puehlo de Tuine}e para
practicar la división de los terrenos de la Costa, Colección Guillermo Sánchez Velázquez, Puerto del Rosario;
solo hemos podido consultar los primeros folios de este documento.
76 V éanse en Al Juzgado, Archivo de la Fundación Manuel Velázquez Cabrera, Tiscamanita (Fuerteventura), las
alegaciones del abogado del Estado, Luis Estremera, fechadas en Las Palmas el 9 de abrí I de 1904, en eumplimien·
to de la Real Orden del Ministerio de Hacienda del 28 de diciembre de 1898 y de las instrucciones del 29 de
noviembre de 190 l de la Dirección General de lo Contencioso, disponiendo que la citada abogacía ejercitase
ante los tribunales ordinarios las acciones civiles pertinentes para que Hacienda reclamara cuantos derechos le
pudieran asistir sobre los Términos.
TEBETO. ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143·188, ISSN: I I 34-430·X 173
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
32 Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes ...
pector de Hacienda José Batllori, el rico propietario Eulalia García Cabrera
declaró que no quiso aceptar su fracción «por considerar ilegal e
injusto cuanto se había hechü»77. La inmensa mayoría de los campesinos
vinculados a las Casas de los Manrique de Lara o los Bravo de
Laguna temieron con toda probabilidad enfrentarse a sus «amos», abrigando
similares reservas otros deudos del entramado caciquil de los
leonistas. Pero incluso para cuantos admitieron la legalidad de la operación,
el grueso de la vecindad sin duda alguna, faltaron desde luego
los moldes equitativos. El corro que planeó y ejecutó la iniciativa lo hizo
de acuerdo con las prácticas clientelares de la época, privilegiando
según parece a las familias de sus «amigos políticos».
Un total de 18 grupos de hermanos, que oscilaban entre los cuatro y
los ocho miembros cada uno, acaparó para 84 personas físicas y dos
jurídicas 86 trozadas de los Términos, equivalente al 21,6 por 100 de la
superficie en cuestión. A los herederos de Manuel Velázquez (padre) les
fue adjudicada una, recibiendo otra el diputado Velázquez Curbelo en
particular. Hasta 11 de estos mismos núcleos familiares (Hemández
Mateo, Cabrera Díaz, Hemández Marrero, Quesada Betancor, García
Cabrera, las dos estirpes de los Hemández Hemández, Matos Cabrera,
Betancor Hemández, Hemández Rodríguez y Velázquez), estaban incluidos
entre los avecindados que satisfacían las mayores cuotas al Tesoro
por contribución territorial o subsidio de industria y comercio. Todos
los concejales de la corporación municipal de 1889, la última de las renovadas
por sufragio censitario (Manuel y Cayetano Quesada Betancor,
Tomás GarcíaAguilar, Miguel Padilla Cano, Jerónimo Velázquez Cabrera
y Tomás García Dumpiérrez), participaron en la empresa acompañados
algunos de sus respectivas cohortes. De los 40 mayores contribuyentes
de 1889 y de 1907, nos encontramos en la nómina del repartimiento
de 1896 con 18 nombres de la primera lista y 28 de la segunda, en
ambos casos junto a hermanos de otros nueve78
• Es indiscutible que un
segmento muy notable de la burguesía municipal, compinchada incluso
con el poder de los liberales de León y Castillo, arropó la acción con
77 El mismo testigo afirmó «que don Miguel Velázquez Curbelo arengó al pueblo. manifestando que era justo y
conveniente el repartm). El diputado provincial alegó que los terrenos de marras, fraccionados en 1845, eran de
la exclusiva propiedad de los vecinos de Tuineje «por haberlos adquirido sus antepasados en diferentes fechas»,
y que <dos tenían destinados sus dueños desde la época de su adquisición al pastaje de la ganadería, por la que
satisfacían al Estado contribución pecuaria», conviniéndoles ahora dedicarlos al cultivo de cereales. Loe. cit.
78 En las dos relaciones figuraron el edil Antonio Camejo Falcón, Cesáreo Hemández Marrero, Tomás Betancor
Hemández, Poli carpo Hemández Mateo, Juan Díaz López, Isidro Hemández Bctancor y Matías López Hemández,
el acaudalado indiano de Gran Tarajal. A ellos habríamos de añadir 11 tributarios de 1889 y otros 21 de 1907,
con un saldo final de 39 individualidades.
174 TEBETO ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: 1134-430-X
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
Agustín Millares Cantero: El/oven Velázquez Cabrera. Apuntes .. 33
algún entusiasmo y quizás se llevó la mejor tajada de los antiguos comunales
de los Términos, tanto cuantitativa como cualitativamente79. Intervenir
en el asunto exigía inscribir la propiedad en el registro de Arrecife
y satisfacer la contribución por rústica y pecuaria de inmediato, algo que
los agraciados más humildes no estaban en condiciones de afrontar~(). Es
legítimo suponer que muchos no tardaron en enajenar sus pedazos a los
más pudientes.
El manifiesto electoral de Velázquez Cabrera de agosto de 1896 llevaba
implícita la advertencia de roturar páramos costeros. Era la simple
divulgación pública de un negocio que ya estaba en curso desde un año
atrás y que había podido materializarse gracias a la cobertura del gobernador
Castañón, depuesto y procesado incontinenti~l, sumario en el cual
el futuro autonomista debió ejercer como asesor jurídico. La puesta en
marcha del dispositivo condujo a que los leonistas grancanarios aplicaran
a los Velázquez el mote de «los Gracos de Fuerteventura», un alias redentor
que en absoluto pudo incomodarlos y que respondía apenas a la
realidad82
• Los terratenientes liberales reaccionaron muy pronto ante la
dinámica alentada por conservadores del partido judicial, presentando
Pedro Manrique de Lara y Cabrera la correspondiente querella contra
Velázquez Curbelo y 25 vecinos de Tuineje, a la que se agregaron Francisco
Manrique de Lara y Manrique de Lara y Jacinto Bravo de Laguna
y Manrique de Lara. Por auto del 15 de abril fueron encausados los 26
ocupantes, levantándose solo el procesamiento del contiguo diputado provincial
el 6 de julios3 • La Audiencia condenó en costas al querellante y
79 El elenco de los adjudicatarios incluyó a principales propietarios rústicos como Ramón de Saa Alfara. Maria
Peña Rodríguez (viuda de González). Miguel Padilla Cano o Matías López Hemández. exportador y consignatario
que ocupó la alcaldía poco después. También aparecen algunos de los comerciantes vecinos de mayor
importancia, ya sea el próximo concejal Gregario Medina Betancor o el contiguo secretario municipal Silvcrio
Hemández Rodriguez. aparte de Pedro López Pérez. Entre los industriales de la cal y del yeso están registrados
Miguel de los Santos Betancor, Vicente Hemández Hemández y José Ramírez González. Además del profesor
Manuel Betancor Hemández y del industrial harinero Pedro Cabrera Camejo, el mundo de los oficios estuvo muy
bien representado: los carpinteros Antonio Camejo Falcón, José M" Gareía Arocha, Francisco Martin Gil y
Francisco Acosta Ortega; los zapateros Antonio Santana Mateo y Miguel Hemández Hemández (menor); el
herrero Pedro Perdomo Roger, y los mamposteros de Tiscamanita Martín Mederos Hemández y Tomás Hemández
Marrero.
HO La riqueza rústica de Tuineje experimentó en el año económico 1896-1897 un incremento de 1.863 pesetas, que
habriamos de atribuir a las cédulas declaratorias presentadas por los partícipes en la distribución. Véase en Al
Juzgado el resumen de las certificaciones expedidas por la Delegación de Hacienda el 25 de febrero de 1898 y por
el ayuntamiento de Tuineje el 18 de marzo, junto a la notificación del registrador de Arrecife del 3 de mayo sobre
las inscripciones verificadas entre el 5 de noviembre de 1896 y el 6 de agosto de 1897.
1\1 Los ayuntamientos de Hermigua y de Tetir interpusieron contra el gobernador una querella por prevaricación
y coacción en el nombramiento de concejales interinos. La sala tercera del Tribunal Supremo lo apartó del cargo
a finales de junio, reincorporándose al mismo a primeros de diciembre. Diario de Las Palmas, «Castañón procesadm),
25-Vl-1896 y «¡Dos veces procesado!», 6-X-1896.
H2 ¡bid., «Bromas y veras», 15-11-1896 y «Gracias a Castañól1», 2-111-1896.
H] «Gacetilla», Heraldo de Las Palmas, 7-VIl-1896.
TEBETo. ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188. ISSN: 1134-430-X 175
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
34 Agustín Millares Cantero: E/ joven Ve/ázquez Cabrera. Apuntes ...
adheridos por sentencia de 12 de agosto de 1896, si bien el señor Bravo
de Laguna tramitó dos denuncias en 1897 por supuesto despojo ante la
Dirección General de Propiedades y Derechos del Estad084. Luego de
largos y complicados procesos por las vías penal, administrativa y civil, la
causa que patrocinaron «los Gracos» salió finalmente airosa.
La venganza de los hijos del viejo Manuel Velázquez consolidó el predicamento
que ya gozaban entre un sector del vecindario de Tuineje y demás
distritos sureños. AlIado del componente de restitución social que la
justicia acabó por asumir, el contencioso de los Términos traía consigo
unos evidentes réditos electorales que los promotores del mismo supieron
explotar debidamente. El dúo de los Velázquez pugnó por reducir la potestad
del latifundismo absentista, en aras de una mayor gravitación de las
capas burguesas y a despecho de un tráfico de favores de típica metodología
caciquil, pugnando siempre por desbancar al liberalismo majorero
con soportes oficiales. Sus logros fueron bastante modestos por lo común,
si bien afianzaron unas relaciones de afinidad que Velázquez Cabrera utilizó
al dirigir la campaña del Plebiscito de 1910 y en la defensa de su
candidatura en las legislativas parciales de 1912. En el manifiesto electoral
que rubricó el 25 de noviembre de este año se menta la división de la costa
de Tuineje, «riqueza primordial de aquel pueblo», como una de las conquistas
que deparó la gestión de los diputados provinciales conservadores en el
período 1896-1900,junto al Hospital de Ampuyenta y al pleito de límites de
Tetir con Puerto de Cabras. Entre los 25 signatarios de toda la isla que el 1
de diciembre de 1912 firmaron la proclama A nuestros hermanos de
Fuerteventura, avalando la postulación velazqueña al Congreso, aparecen
todavía tres de los adjudicatarios del repartimiento de 189685
•
Una amplia gama de ilegalidades, amparadas por Castañón y por el
gobernador interino Sansón Barrios, permitió que en las elecciones provinciales
del 6 de septiembre de 1896 por Arrecife vencieran, como estaba
previsto, los tres aspirantes conservadores86. Se manipularon a ca-
S4 Instruido el oportuno expediente por la Delegación de Hacienda, la Dirección General de lo Contencioso del
Estado dictaminó que procedía declarar la nulidad del reparto de los Términos, mas el informe evacuado por la
Sección de Hacienda y Ultramar del Consejo de Estado entendió que se había consolidado la posesión conferida
a los agraciados, quienes ya ostentaban un título de dominio que había producido consecuencias en los
amillaramientos y en el registro de la propiedad. El abogado del Estado suplicó el 9 de abril de 1904 la anulación
de todas las innovaciones en los Términos y, en definitiva, reconocerles el carácter de propios del ayuntamiento
o del común de los vecinos, para que el Estado pudiera incautarse de ellos y efectuar su venta (A/Juzgado).
ss Se trata de Antonio Camejo Falcón, Lorenzo Arrocha Viera y Germán Hemández Gómez, que a buen seguro
estuvieron entre los más activos plebiscitarios de la comarca.
" Los expedientes y multas que aplicó a los leonistas «el virrey don Leandro», cubrieron el embargo que afectó a
varios ediles y fonnaron parte de una bien trabada operación para amedrentar a los electores. Diario de Las Palmas,
<<Vergüenzas e iniquidades». 3-IX-1896; «Crónica», 5 y 9-lX-1896; y «Enonnes escándalos», IO-IX-1896.
176 TESETa. ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, lSSN: 1134-430-X
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cahrera. Apuntes .. 35
pricho las listas del censo electoral y los certificados de los interventores
liberales tardaron en expedirse o incluyeron convenientes inexactitudes,
hasta culminar en los cántaros y pucherazos que singularizarían buena
parte de los escrutinios municipales. Los resultados oficiales constituyen
una excelente prueba de las martingalas caciquiles que imperaron en
estas ceremonias. La conmoción del asesinato de Fajardo afectó claramente
a las votaciones en Lanzarote, con una abstención muy alta en
Tías y recuentos testimoniales para el fallecido. En Fuerteventura, por el
contrario, la luctuosa novedad no llegó a conocimiento de los votantes y
los cómputos nos brindan un muestrario bastante completo de lo que
fueron aquellas elecciones prefabricadas, donde la voluntad popular brilló
por su ausencias7 • Nada hubo aquí de libre expresión de la soberanía
ciudadana, sino mera aritmética astuta de quienes la suplantaron con sus
maquinaciones de siempre. Este monumento a las usanzas de los
muñidores, que será el último episodio en la vida política de Fajardo,
estaba igualmente prescrito para su isla natal8R
• El solitario candidato
leonista, el reelecto José Pineda, únicamente ganó en Lanzarote en el
municipio de San Bartolomé y quedó aplastado en los dos meridionales o
en el capitalino. A los medianeros de la casa de los Manrique de Lara se
les encargó darle una holgada victoria en La Oliva (más del doble de
votos que sus contrincantes) o en Pájara (casi idéntica desigualdad). Sus
mayores dividendos relativos los sumó en Puerto de Cabras (con una
ventaja del cuádruplo), aunque la capitalización del pleito de límites con
Tetir mostrara aquí la réplica del pleno monopolio conservador.
El Velázquez Cabrera que triunfó por primera y única vez ante las
urnas lo hizo como devoto de San Cántaro, el imaginario patrono del fraude
electoral. Los mismos recursos se utilizaron seguidamente por uno y
otro bando en las legislativas parciales del distrito de Guía, para cubrir la
vacante que dejó la muerte de Bravo de Laguna, produciéndose un duelo
entre el liberal Felipe Massieu y el conservador Juan de Quesada, el repelido
candidato de abril. El ingeniero León y Castillo y sus disidentes ampararon
al segundo y Castañón envió a Lanzarote siete parejas de la Guardia
H7 Para sacar adelante el copo, se había previsto al detalle la distribución de los sufragios por grupos de municipios:
en Tuineje, Tetir y sobre todo en Casillas del Ángel. los potenciales elect"res debían favorecer a Pérez
Armas y los Velázquez; en La Oliva, Pájara y Puerto de Cabras las preferencias se concentraron exclusivamente
en Fajardo, Pérez y Velázquez Curbelo, prescindiendo de Velázquez Cabrera; el quebranto de este último se cubrió
entregándole la primacía en La Antigua y Betancuria, con votos inferiores y parejos hacia los otros tres candidatos.
Véasc una reelaboración de los recuentos oficiales y sus pertinentes observaciones en MILLARES CANTERO,
2007, pp. 159-161.
gS Así lo demuestran los escrutinios idénticos de sus tres compañeros en San Bartolomé y en Tinaja o la proximidad
entre los mismos reinante en Fcmés, Arrecife y Teguise.
TEBETa. ANEXa 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: I I 34-430-X 177
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
36 Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes ..
Provincial, que llegaron junto a los tres diputados arrecifeños de reciente
proclamación89• A Pérez Armas le tocó dirigir las votaciones en su Yaiza
natal, donde hubo uno de los más sonados fraudes, al paso que Velázquez
Cabrera encaró las de Tinajo repitiendo una singular letanía: «Señores,
traigo aquí unas tenazas para unir, para fundir, para que sean una misma
cosa las islas de Lanzarote y Fuerteventura»9o. Las trampas a la medida
de sus oponentes y la manipulación política del cadáver de Fajardo, entre
otras cosas, permitieron a los ministeriales agrandar en Lanzarote los recuentos
de Danvila en la convocatoria anterior. Y como en ella, las jurisdicciones
grancanarias aseguraron la aureola leonista91 .
4. EL DIPUTADO PROVINCIAL
Al cumplir la edad de Cristo había logrado por fin Velázquez Cabrera
ser diputado provincial y, por ende, abrirse un hueco entre la élite política
de las capas dominantes. Lo hizo junto a quienes los leonistas llamaban
«los galos», un apelativo estigmatizador adjudicado a cuantos se suponían
en connivencia con los oligarcas tinerfeños. Apenas ocupó asiento
en la Diputación, al mediar noviembre de 1896 fue elegido vocal del
comité central del Partido Liberal-Conservador de las Islas Orientales,
que tuvo por presidente efectivo a Lezcano y Acosta92. Es muy posible
que colaborase por aquellos meses en las columnas del rotativo Heraldo
de Las Palmas93
• Pero el espíritu de facción anidó muy pronto dentro de
XO La carta de Juan de León en apoyo de Quesada, de fecha 10 de septiembre, fue distribuida con profusión en todo
el distrito y la reprodujo íntegra Diario de Las Palmas. «Nuevo rumbo». l6-IX-1896, ironizando acerca de su
imaginaria retirada de la vida pública. Juan Evangelista Ramírez se desplazó a Santa Cruz de Tenerife a objeto de
conferenciar con Juan Cumella y con Martín Rodriguez Peraza, jefes conservadores. Véase del citado periódico
«Consideraciones», 29-VIII-1896; «Empecemos», 12-IX-1896; «Bromas y veras» y «Continuemos», 14-IX-
1896; «Las cosas claras», 15-IX-1896; «Los tres períodos de don Juam), 19-IX-1896; «De hoya mañana», 22-
IX-1896; «Huyendo el bulto», 23-IX-1896; y «Los moralizadores políticos», 26-IX-1896.
,,, Según el cómputo oficial, de los 349 electores de Yaiza votaron 34 I por Quesada y ninguno por Massieu; no
seria la primera ni la única vez en que un candidato monárquico arrastrara el 97,7 por lOO de unos fantasmagóricos
votantes. La frase de Velázquez la pronunció, al decir del portavoz leonista, ante la mesa electoral de Tinaja al
vaciarse las urnas. [bid., «Notas electorales», I-X-1896 y «Crónic3», 2-X-1896, más «Boletínjudiciah), España,
3-IX-1897.
91 MORALES, p. 99; NOREÑA, TO 1, p. 158; Y ALZOLA, p. lOS. Además, Diario de Las Palmas, «La elección
en el distrito de Guía», 28-IX-1896; «La mano negra», 29-IX-1896; «Una víctima», I-X-1896 y «Día de
júbilo», 2-X-1896.
" Desde primeros de este mes será uno de los secretarios de la mesa de la Diputación, junto a Pérez Armas.
03 Antonio Cánovas del Castillo y Juan de Quesada Déniz fueron los presidentes honorarios. Lezcano ocupó con
anterioridad la presidencia de la Asociación Patriótica, en cuya junta de gobierno de octubre de 1893 figuraron
otros dos miembros del referido comité canovista: el vicepresidente 1" Juan Verdugo y Pestana (vocal) y el vocal
Andrés Garda de la Torre (vicepresidente 2"). El director de su periódico, Leopoldo Navarro, ejerció una de las
tres secretarías del comité.
178 TEBETo. ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: 1134-430-X
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
Agustín Millares Cantero: Eljoven Velázquez Cahrera. Apuntes ... 37
la plana mayor de estos conservadores. Lezcano y su vicepresidente 10,
el alcalde palmense Juan Verdugo, se embarcaron en una pugna que
lastró a la nueva peña caciquil. El delegado gubernativo Aguilar y Páez,
otro de los vocales del órgano rector, estuvo con la cuadrilla de Lezcano
y a su disposición puso La Crónica (1897), periódico dirigido por el escritor
conejero José Betancort Cabrera (Angel Guerra) que polemizó
reiteradas veces con Islas Orientales (1897-1898), el portavoz de Verdugo
y compañía. Con los primeros simpatizaron los Velázquez incluso
después del cese definitivo de Castañón en septiembre de 1897, al mes y
poco del asesinato de Cánovas.
El abogado majorero rindió siempre una profunda y sincera adoración
por el estadista conservador y adjudicó al artífice del régimen de
oligarquía y caciquismo de la Constitución de 1876 los más entusiastas
elogios. En el número extraordinario que Islas Orientales dedicó «A la
memoria del ilustre mártir de Santa Águeda», impreso con gran lujo tipográfico,
colaboró mediante un escrito patriotero y retórico que expone
con toda claridad sus identidades con la derecha española. Muy
conmocionado sin duda ante el magnicidio del célebre balneario
guipuzcoano, empezó por declarar que Cánovas había arrancado «a nuestra
Patria de sus luchas civiles y de las monstruosidades revolucionarias
», en referencia implícita al Sexenio democrático (1868-1873) y
particularmente a la 1 República. A Dios implora entre exclamaciones
«que su falta no nos haga olvidar su ejemplo». Y acto seguido incluye en
la apasionada necrología unos párrafos muy rimbombantes de exaltación
al custodio del orden social y artesano del Tumo:
«Sea la integridad de la Patria, o sea la defénsa del orden social lo que
causó el asesinato de Cánovas, resultó de una de las dos grandes ideas y
hay que llamársele o El Mártir español, o el Mártir de la humanidad.
Grande como Cromwell al salir de la nada, grande como Cisneros
al conservar la Monarquía, necesitó morir como César.
Dentro de lo humano, su religión fue su Patria; su Catecismo la
Monarquía; su dogma la Constitución, y el último movimiento de sus
labios Viva España» 94.
Uno de los mayores distingos entre Velázquez Cabrera y muchos de
sus acólitos conservadores, por largo que fuese el currículum anteleonista
que exhibiesen, pasó por la absoluta beligerancia contra el Partido Libe-
94 Islas Orientales, 4-IX-1897.
TEBETO ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: 1134-430-X 179
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
38 Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes ..
ral de León y Castillo. La práctica generalidad de aquellos ruidosos opositores
de 1893-1899 no tardaron en sumarse al redil del embajador y
contiguo marqués del Muni, el grueso mediante una simple operación de
retomo. Por el contrario, nuestro prohombre no volvió a terciar con los
leonistas oficiales y menos a ofrecerles mansedumbre tras la prueba de
1892; la animadversión fue recíproca, y de ahí que los liberales imputaran
a los Velázquez parte de las culpas en los levantamientos anticonsumos
que en octubre de 1897 estallaron en el centro de Fuerteventura95
• Durante
los ocho años siguientes, primero en las filas de la Asociación Patriótica
y luego en las del Partido Liberal-Conservador, el primer Velázquez
Cabrera combatió la política fernandina en dos escenarios principales: la
Diputación provincial y la isla majorera, siempre en comunión con su
hermanastro y consejero. Antes de llegar el fragor de las luchas autonómicas
del trienio 1910-1912, en este intervalo radicó el dinamismo primordial
de su vida pública y fraguaron la mayoría de las argumentaciones
que llevó al Plebiscito, tras un período de maduración en las filas del
Partido Local Canario de 1903-1908, donde tomó a sostener la división
provincial desde su vocero La Defensa96•
Las actuaciones forenses de Velázquez Cabrera durante los años en
que ocupó su bancada en la Diputación (1896-1900), entre enormes trajines
políticos, demuestran que había ganado cierto crédito profesional
en un sector de la burguesía grancanaria. Es posible que parte de la
clientela recurriese a él por afinidades con el hombre público, y no hay
dudas acerca de la politización de algunos casos donde tomó parte. La
defensa del gobernador Castañón en marzo de 1896, por supuestos delitos
perpetrados con los ayuntamientos de Hermigua y de Tetir, se inscribe
en esta línea. A mediados de julio había defendido a Justo Martínez
Esquivel y Baroncio Baeza y Lugo en un ruidoso pleito por cantidad
alzada e intereses contra Antonio Lercaro y Ponte, logrando una sentencia
favorable a sus patrocinados97
• No consiguió igual éxito con la recusación
presentada el 14 de abril de 1897 contra el magistrado Adeodato
95 Agustín MILLARES CANTERO, «Canarios contra los consumos (1875-1915): amotinados, contrabandistas
y agitadores», Motines insulares. Tres estudios, Santa Cmz de Tenerife-Las Palmas de Gran Canaria, 2008, pp.
153-157.
9h Vocal del comité de la junta directora de esta renovada disidencia del leonismo, que articuló la fracción de los
franciscanos (Francisco Manrique de Lara y los hermanos Juan y Domingo Rodriguez Quegles), posesionado el
31 de mayo de 1903. El 21 de abril embarcó hacia Fuerteventura con el falso nombre de Pedro Soto, junto al
poderoso empresario Miguel Curbelo Espino (Pedro Ageno) y Edmond Mendoza Pérez (Agustín Rodríguez),
con el objeto de respaldar la candidatura a Cortes de Quesada Déniz por el distrito de Las Palmas. En las
municipales del mes de noviembre en la capital grancanaria fue canditado de los llamados locales o locos por
Arenales, consiguiendo 73 votos frente a los 135-138 de los tres leonistas proclamados. «Sección de noticias»,
Diario de Las Palmas, 22-lV-1903; MILLARES CANTERO, 2000, pp. 64-65 Y 2007, pp. 304-307.
n «Gacetilla», Heraldo de Las Palmas, 16-VII-1896.
180 TEBETo. ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: 1 I 34-430-X
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes .. 39
Altamirano y Gámez, presidente de Sección de la Audiencia Provincial,
«por la enemistad manifiesta que este Señor abriga con el querellante, a
causa de unos sueltos impresos en periódicos de Tenerife»98. El 18 de
mayo, tras la correspondiente vista, la Sala denegó la impugnación interpuesta
y condenó al demandante al pago de las costas y multa de 20
duros99. La incidencia concernía a una causa por estafa que el diputado
provincial interpuso contra el droguero castellonense Vicente Lleó y
Benlliure, propietario de un establecimiento en la calle de Triana, ante la
contumaz negativa a satisfacer las 200 pesetas de sus honorarios en un
proceso por denuncias del subdelegado de FarmacialOo
• En marzo de
1900, el presidente del Partido Republicano de Gran Canaria, Rafael
Almeida Mateos, le encargó la defensa de José Díaz Quevedo, director
del diario El Telégrafo, en el sumario incoado por injurias al delegado
gubernativo101
. Velázquez se labró así paulatinamente un prestigio en el
foro, que lo condujo a la secretaría del Colegio de Abogados de Las
Palmas en la coyuntura del Plebiscito.
Los tres diputados conservadores por el distrito de Arrecife promovieron
en el cuerpo provincial la materialización de algunos de los compromisos
que habían brindado a sus electores, en especial antes del relevo
liberal y la consiguiente pérdida del resguardo que Castañón les ofrecía.
En el trayecto se cruzaron de entrada algunas contradicciones. La
necesidad de distanciarse frente a los leonistas y de congeniar con sus
correligionarios tinerfeños reportó, entre otras cosas, el voto favorable a
la enmienda que suprimía el trato preferencial destinado a las obras del
puerto de Arrecife, contraria a una proposición de José Pineda y Morales
que fue debatida en la sesión del 12 de noviembre de 1896. Los
leoninos reprocharon a los Velázquez y a Pérez Armas, además, sus
complicidades tinerfeñas para no activar ante el Ministerio de Fomento
las mejoras proyectadas. En su explicación de voto, Velázquez Cabrera
señaló que «toda preferencia es irritante» y deploró «ese espíritu de bandería
» que palpitaba en el fondo de la propuesta de Pineda; su herma-n
Igualmente adujo Velázquez haberse visto obligado a recusar al susodicho en otra ocasión, interviniendo como
letrado director de un asunto civil.
" Altamirano presidió el tribunal que juzgó al asesino dc Leandro Fajardo en abril de I S98. A finales de enero
del año anterior, el Supremo había sobreseído una causa en contra suya. Hay fundad~ sospechas para vincularlo
al caciquismo leonista y sus triquiñuelas judiciales. Archivo Histórico Provincial de Las Palmas (AHPLP),
Audiencia, Sentencias criminales de 11197, auto del 18·V-1897, y «Boletín judicia!». España. 21-V-1897.
IUO El acreedor fue condenado el 16 de junio a la pena de cuatro meses y un día de arresto mayor, pago de las costas
y de la suma exigida. A la carta de Velázquez del23 de diciembre de 1895 reclamando el abono de los emolumentos.
llevada por su amanuense Andrés Romero en persona, respondió Lleó con otra que decía a la letra: «Amiguito,
algo excesivos me parecen sus honorarios, por lo que espero que me remita la cuenta detallada de los mismos, y
firmada, para que me sirva de resguardQ». Ni siquiera el puntual cumplimiento de este requisito allanó al deudor,
que utilizando diversos ardides quiso eludir el desembolso. AHPLP, Sentencias criminales, núm. 33 de 1897.
101 «Las Palmas de Gran Canaria. Judiciales», España, lO-1ll-1900.
TEBETo. ANEXO 6. Puerto del Rosario (2010), pp. 143-188, ISSN: 1 I 34-430-X 181
© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2014
40 Agustín Millares Cantero: El joven Velázquez Cabrera. Apuntes ..
nastro fonnuló unas consideraciones análogas102. Es evidente que los
apaños con la oligarquía de la «Isla Metrópoli» no siempre annonizaban
con el desarrollo económico de las periféricas.
El día 16 presentó el trío arrecifeño su más cara petitoria: «la inmediata
creación» de un distrito electoral independiente al Congreso para Lanzarote
y Fuerteventura, a través de una «razonada instancia» a las Cortes y previa
declaración de urgencia, a fin de «restablecer la conculcación del artículo
27 de la Constitución del Estado en relación con el Real Decreto de
27 de junio de 1889». Apoyando la moción en calidad de primer finnante,
Velázquez Cabrera argumentó que la conculcación de aquel precepto constitucional
(un diputado a lo menos por cada 50.000 habitantes) venía refrendada
por los datos de población que el censo de 1887 adjudicaba al
grupo oriental 103 • El «principio de las unidades orgánicas» servirá también
en 1910 para cimentar la exigencia plebiscitaria de un parlamentario por
cada isla «menor», qu