ESTUDIO DE LAS FffiSTAS
DE SANTA BÁRBARA EN GÜINES
JUAN CARLOS ABAD MORA
ABILIO GONZÁLEZ GONZÁLEZ
(Historiadores. Cuba)
1. INTRODUCCIÓN
En vista de los esfuerzos que hace nuestro Ministerio de Cultura por
llegar al rescate de nuestras raíces de autoctonía nacional de las cuales
confluyen y se nutren los componentes afrocubano y guajiro, es que planteamos
el siguiente trabajo.
El mismo versa sobre un estudio integral y multifacético sobre las
festividades masivas que ocurren en la población güinera antes y después
de los días 3 y 4 de diciembre de cada año. Güines es el núcleo urbano de
la ciudad, que da su nombre a uno de los 19 municipios de la provincia de
La Habana, en Cuba.
En forma multitudinaria, gran cantidad de personas de la población,
los alrededores y de múltiples municipios prosiguen confluyendo a estas
celebraciones, muchísimos de ellos con su atuendo rojo, dando lugar a un
espectáculo muy propio de la idiosincrasia de la población.
Deseamos, con esta investigación afrontar un original fenómeno cultural
que posee real importancia y significación, por sus ritos, por la
masividad, orígenes y desarrollo histórico, su trascendencia, por su presencia
perenne en el quehacer cultural de la villa, su influencia, actualidad
y vigencia contemporánea.
En simbiosis es latente y patente el proceso de transculturación, fenómeno
muy estudiado por Don Femando Ortiz, en que se une y desarrolla
la presencia africana con la ascendencia española originándose un crioUismo
de gran fortaleza, en que los ritos católicos se sincretizan con los de las
culturas africanas, brindando un producto más acabado de interrelación.
Cuando hablamos de guajirismo y crioUidad, lo hacemos a partir del
fuerte peso blanco que en la economía, existía en los sitios, estancias y
fincas donde existían fuertes raíces hispanas e isleñas de Canarias. La
santería, por su parte, es un término utilizado para aquellas manifestaciones
donde el panteón constitutivo de los orishas procedentes de la cultura
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africana se manifiesta primariamente, aunque en nuestro caso, permeado
de influencias hispanas.
2. LEYENDAS DE LA DEIDAD
2.1. LEYENDA DE CHANGÓ (YORUBÁ)
Changó, nace en la palma y es el más popular de los orishas, es el dios
de la virilidad, de la fuerza, del rojo, del trueno y el tambor, es el orisha de
la sexualidad bravia.
Naturalmente, por su parentesco o afinidad con Changó, otros orishas
participan del culto que se le rinde en las palmas reales, como Oyá «la
dueña de la centella», su inseparable y fiel concubina que lo sigue a todas
partes y combate a su lado en todas sus contiendas. La lealtad de Oyá, su
fidelidad y constante abnegación no le faltaron nunca a Changó.
Changó fue hombre y rey de todos los lucumís, antes de volverse
santo y subir al cielo. Todos los demás reyes de las otras tribus lo perseguían
y le declararon la guerra para acabar con él de una vez. Changó pasó
su vida haciendo maldades, huyendo y peleando, de ahí que no podían
soportarlo, se metió en la tierra con Oyá y Obañeñe, su hermana de leche,
y los tres juntos se fueron al cielo, «Changó fue un rey que se volvió
Ocha».
Este orisha pelea echando humo y candela por la boca y disparando
rayos, también pelea con maza, hacha, machete y un cuchillo en forma de
media luna. Por donde pasaba guerreando, dejaba los pueblos hecho cenizas;
rabioso como él sólo acababa con cuanto se le ponía delante. Por eso,
cuando se tiene un muñeco vestido de Changó nunca se le pone el brazo
con la espada en alto porque si no se «arma el lío» según los creyentes.
Changó tenía en realidad tres mujeres; Obba la primera de las tres, la
señora, la mujer de respeto, «la oficial», Oshum y Oyá la que más quiere
y respeta, la concubina «oficial» de este dios.
Participa de la palma real, además de Oyá, el gran Orisha Aggayú,
dueño de la tierra y del río, hermano mayor de Changó, para muchos y su
padre para otros. Según la versión más corriente Changó no conocía a su
padre, que era Aggayú, este era tan temido y respetado, que dejaba la
puerta de su casa abierta de par en par y nadie se atrevía a entrar. Un día
Changó se metió en la casa de Aggayú, comió de todo, se hartó y luego se
acostó a dormir muy tranquilo en su misma estera. Al regresar Aggayú del
campo encontró a aquel negro descansando y tan campante. Juntó leña, le
prendió fuego y echó en la hoguera al intruso. Pero Changó no ardía, ¿no
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es candela? ¡Cómo iba a arder! Entonces se lo llevó a hombros a la orilla
del mar para ahogarlo. Allí se apareció Yemayá -madre de Changó- y le
advirtió a Aggayú que era el hijo de ambos que no le podía matar, entonces
Aggayú dijo: «En el mundo yo soy el hombre más bravo, y tú Changó
eres tan bravo como yo. Certifico que eres mi hijo».
Sin embargo, muchos viejos creyentes porfían que aunque se tenga a
Changó por hijo de Aggayú es su hermano y que ambos son hijos de
Obatalá.
También otra leyenda nos cuenta que una de las veces que Changó
tuvo que esconderse de sus contrarios, porque si caía en sus manos le
cortaban la cabeza, se metió en casa de Oyá. Sitiaron la casa y no había
forma de escapar. Entonces Oyá se cortó sus trenzas y se las puso, lo vistió
con su ropa, lo adornó con sus prendas y Changó salió vestido de mujer,
caminando igual que Oyá, saludando con la cabeza muy ceremoniosa y
sin hablarle a nadie, sus enemigos, muy respetuosos, creyeron que era la
santa, le abrieron paso y Changó pudo escapar. De ahí que la Santa Bárbara,
que se adora en la capilla es Changó vestido de mujer, que los santeros
sincretizan con la deidad católica.
2.2. LEYENDA DE SANTA BÁRBARA (CATÓLICA)
Santa Bárbara vino al mundo en el año 224 A.N.E. en la Nicomedia,
Asia Menor, siendo Emperador de Roma Maximino.
Los padres de Santa Bárbara eran ricos y profesaban fervorosamente
la reUgión pagana.
Al servicio de Santa Bárbara se hallaba una doncella que profesaba
secretamente el cristianismo.
Bárbara se hizo cristiana y tomó adversión a todos los símbolos y
atributos del paganismo.
Su padre, que pretendía casarla con un joven rico que debía presentarse
en su oportunidad, hizo construir una torre con cómodas habitaciones
en su interior y altas ventanas, y en ella encerró a su hija temeroso
de que Bárbara se prendase de algún joven que no fuese de las condiciones
deseadas.
Bárbara tomó un día todos los ídolos del paganismo que se hallaban en
la torre y los arrojó afuera, confesándole a su padre que era cristiana y que
se había desposado para siempre con Cristo.
Indignó esta confesión a su padre y le ofendió en su potestad y en sus
sentimientos religiosos.
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Las leyes del imperio castigaban severamente la profesión del cristianismo
y Bárbara fue conducida a un encierro después de haber sido azotada
y rasgada su piel por medio de garfios.
Cuenta la leyenda que Bárbara sanó de estas heridas y de estos azotes,
en pocas horas.
Entonces como castigo moral fue ordenado que Bárbara cruzara las
calles más céntricas de Nicomedia, capital de la Bitinia, exhibiendo su
cuerpo al público en completa desnudez.
Bárbara rogó a la Virgen María que envolviese su cuerpo y la ocultara
a las miradas indiscretas de la población y cuenta la tradición que cuando
la joven iba a paso lento por las calles de Nicomedia, su cuerpo aparecía
envuelto por una túnica formada por vapores brumosos, que impedía ver
el cuerpo de la joven sentenciada.
Tanto las autoridades paganas como el padre de Bárbara, ordenaron un
nuevo castigo corporal a fin de obligarla a que abjurase el cristianismo y
volviese a la religión de su pueblo.
Los encargados de llevar a cabo este nuevo castigo al ver el cuerpo de
belleza esplendorosa de aquella mujer joven que parecía más bien una
figura celestial que un ser humano, no descargaron los golpes con toda la
fuerza que la justicia requería.
El padre de Bárbara advirtió que su hija no era castigada de acuerdo al
espíritu de la sentencia e increpando a los ejecutores y con la espada en
alto; se abalanzó hacia su hija, que procuraba huir de la acción, y acertándola
al fin, le descargó un fuerte golpe que le cercenó el cuello.
Consumado este hecho, tanto el padre de Bárbara como los ejecutores
de la justicia fueron fulminados por un rayo muy potente desprendido de
las nubes que se arremolinaban en lo alto del cielo.
Desde entonces se tuvo a Santa Bárbara como abogada contra las
descargas electroatmosféricas, y siempre que el relámpago y el trueno
rasgan el espacio y el silencio del cielo, se invoca a esta Santa.
También es considerada en los ejércitos de los países cristianos como
la patrona de los artilleros.
3. ANTECEDENTES fflSTÓRICOS DE GÜINES
A fines del siglo xvm, Güines era ya una zona fabulosamente rica, que
había dado millares de cabezas de ganado, enormes sumas provenientes
del cultivo de las vegas de tabaco y de bosques de maderas preciosas, lo
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cual provocó la creación de un proyecto nunca ejecutado para unir la
capital con la población mediante un canal de navegación.
El «boom» azucarero que ocasionó en la zona la revolución haitiana y
otros factores, es también considerable, lo que significó un incremento de
la producción a expensas del crecimiento del número y la explotación de
la población esclava africana.
En 1837 se iniciaron los trabajos efectivos para tender las líneas del
primer ferrocarril en Iberoamérica que definitivamente enlazaría en 1838
la zona con la capital, inspirados en el exuberante poderío económico de
la región.
Finalizaba la sexta década del siglo xix, con la presencia en la jurisdicción
güinera de 89 ingenios, de las cuáles 29 estaban ubicados en el territorio
que actualmente es Güines como municipio, acorde con la nueva
división político-administrativa del país.
En este territorio fue tradicional la producción agro-industrial, fundamentalmente
en los renglones de la caña de azúcar y los frutos menores.
En dichas circunstancias, se sincretizaba la virgen Santa Bárbara, católica,
con uno de los orishas del panteón africano, Changó, unión fuerte
que el tiempo y su tradición no borraría, lo católico-hispánico con lo afro,
creándose de la fusión una amalgama de sabor criollo.
De las demás festividades o conmemoraciones celebradas tradicional-mente
en Güines como San Julián, Las Mercedes y la Crucifixión de Cristo,
esta de Santa Bárbara (Changó) tuvo una significación tal en la población
que hoy día se mantiene fuertemente arraigada siendo la única
sobreviviente de estas festividades. Es tal vez este pueblo, entre todos los
del país, donde la imagen de Santa Bárbara tiene más devotos.
Las personas de raza negra son en su mayor parte adoradores de esta
imagen y entre el elemento religioso de la raza blanca hay un setenta por
ciento que también rinde culto a esta Santa.
4. ORIGEN Y DESARROLLO DEL CULTO A SANTA BÁRBARA EN
GÜINES (1864-1955)
Desde aproximadamente 1860 vivía en el barrio de Leguina, en Güines,
Pascual Fernández Gavilán, negro natural de África, que fue esclavo de
Manuel Fernández Gavilán, rico propietario de la zona.
Entre los africanos era muy corriente el celebrar sus fiestas y reuniones
animadísimas con sus cantos y su música tradicionales, en las que
reinaba como es natural, un ambiente de ritos e ideologías de sabor africano.
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Pascual Fernández de origen lucumí, era jefe del Cabildo Teodúm,
cuya religiosidad era una mezcla de africanismo y de cristianismo; afri-canismo
ancestral y cristianismo influido al contacto del ambiente social
en que se vivía.
Hallándose aquel cabildo, o agrupación africana, en contacto con el
medio social de la época, en la cual el sentimiento religioso ardía en todos
los pechos, concibieron sus componentes, la idea (bien por determinación
propia o por indicación de otras personas) de celebrar sus fiestas bajo la
advocación de una imagen religiosa, como las celebraban los componentes
sociales de la población blanca.
El hecho fue que aquel cabildo africano adquirió una estampa de Santa
Bárbara, a cuyos lados se hallaba sintetizada y escrita en latín la vida de la
mártir.
Esta fue la primera imagen de Santa Bárbara con que contó aquel
cabildo africano, la cual se exhibió en procesiones y fiestas durante varios
años.
Algunos negros creyeron, y en la actualidad en menor escala componentes
sociales que participan en estos festejos creen, que Santa Bárbara
procede de África y que en aquellas religiones africanas de donde partieron
los negros esclavos se le rendía culto a esta imagen, asegurando que
por ello deliberadamente el cabildo de Pascual Fernández Gavilán había
adquirido la referida estampa.
Ha quedado demostrado que Santa Bárbara surgió de la adoración en
los países cristianos.
En ninguna de las regiones del Golfo de Guinea, de donde partieron
las mayores dotaciones de esclavos hacia América se practicaba el cristianismo,
ni eran conocidas las imágenes de esta religión.
Es, pues, de suponer que la estampa de Santa Bárbara a que hacemos
referencia haya llegado al Cabildo Afro-güinero por donación particular o
porque este Cabildo haya comprado la figura de una santa a quién rendirle
homenaje en los festejos que se celebraban.
Cualquiera que haya sido el motivo que determinó la adquisición, lo
cierto es que desde entonces esta imagen religiosa fue colocada dentro de un
marco de madera, orlado artísticamente. Y así se exhibía en los actos públicos
de carácter religioso que celebraba la agrupación. Esta lámina o estampa
de Santa Bárbara aún se conserva hoy cuidadosamente en la capilla.
Es importante aclarar que en esta parte del trabajo usamos la palabra
cabildo o asociación no queriendo significar con ellas que aquella gente
sencilla estuviese constituida en Asociación Legal, sino en comunidad de
ideales, sostenidos por lazos espirituales y sentimientos comunes.
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Por aquélla época era párroco de Güines el presbítero Tomás Rodríguez
Mora. Viendo éste que los negros del Cabildo tenían como santa de su
devoción aquella lámina de Santa Bárbara, indicó el jefe del Cabildo la
idea de adquirir una imagen escultórica de la misma santa.
Esta idea fue muy bien acogida por el Cabildo. El costo de la imagen
escultórica sería satisfecho mediante una colecta pública.
Ese mismo año, 1864, fue trasladada la imagen por el mismo padre
Rodríguez Mora, en un barco desde Barcelona, España; ella corresponde a
la actual y fue la primera Santa Bárbara introducida en Cuba, la misma
costó entre 12 y 21 onzas de oro.
En el sitio actual, antigua calle Delicia, se le levantó una capilla de
madera.
La imagen fue bendecida por el Sacerdote, designándose como padrino
de la misma al señor Pablo Malherbe, a su llegada a Güines. Este acto dio
motivo a una fiesta en el pueblo donde tomaron partes negros y blancos.
Al morir de 104 años de edad, Pascual Fernández, recomendó a su hija
Cayetana que no dejasen de celebrar la fiesta anual según se había venido
celebrando.
Cayetana se convirtió, en atención a la recomendación de su padre, en
sacerdotisa de esta imagen.
Anualmente ella y su esposo Valentín Pérez y algunos negros devotos
a la religión se esforzaron porque estas fiestas resultaran lucidísimas y
animadas. Alrededor de estos años (1935-1938) se le erigió otra capilla en
el mismo lugar, muy bella, con recursos obtenidos por colectas públicas, y
al cuidado de Cayetana.
Posteriormente, en el año 1955, se levantó en el lugar donde tradicio-nalmente
se ha admirado a esta Santa la capilla actual, que es ahora de
mampostería y placa. Esta se realizó gracias a los esfuerzos de algunos
nietos de Pascual, entre ellos, Josefa y David Díaz Fernández y otros
devotos que abonaron voluntades para la edificación de la obra, quedando
inaugurada el 1 de diciembre de 1955, siendo bendecida la imagen por el
vicario monseñor José Ramón Rodríguez Núñez y teniendo como padrinos
a Ensebio Benítez Pérez y a su esposa Pilar Cansiro, así como camarero
de la Virgen y dueño a Manuel Fernández.
Desde aquélla fecha 4 de diciembre de 1864 viene celebrándose en
Güines las fiestas de Santa Bárbara, extendiéndose hasta nuestros días.
5. EL RITO EN LA ACTUALIDAD
Por supuesto que en otras casas particulares también hay otros altares,
construidos por personas que adoran esta Santa, ya sean catóhcos o santeros.
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Alrededor de la capilla, nuestro objeto de estudio, se montaban vendutas
de todo tipo que incluían fiambres, bebidas y por supuesto medallas, amuletos,
oraciones, imágenes, etcétera.
Acorde con los cálculos, la procesión más grande fue al inaugurarse
la nueva capilla en 1955 con un aproximado de 40.000 personas participantes.
Estas procesiones consisten en que, a las 7:00 p.m. del día 3 de diciembre,
se traslada la imagen en andas y escoltadas por miles de personas,
en una peregrinación acompañada por una banda de música que interpretaba
la marcha de Santa Bárbara con un recorrido por diferentes calles
del pueblo hasta la iglesia católica, ubicada en el Parque Central, donde
recibía una misa; el día 4 a las 10:00 a.m., retomaba a su lugar de origen,
es decir a la capilla; en su recorrido, en ambos días, hacía varias paradas
de presentación en viviendas de algunos políticos, personas influyentes en
el pueblo, creyentes destacados y donde habían enfermos; y también pasaba
siempre por la cárcel de Güines; por supuesto que al llegar a su capilla
la zona era todo un hervidero de movimiento: curiosos, devotos, compradores,
bailadores, ventas de toda clase, bailes populares, música de bembé...
Tras el año 1960, al ser bañada y vestida por las mujeres de la casa, se
ubica en el «andar de salida» a las 3:00 p.m. comenzando a ser visitada
por los fieles y a las 6:00 de la tarde comienza un bembé hasta las 12:00
de la noche (desde ese año no se efectúan las procesiones).
El día 4 a las 6:00 de la tarde una banda de músicos de la población,
toca el himno nacional y otros muchos; el público aplaude, se encienden
velas y la trasladan sólo tres o cuatro metros hasta la puerta, y al retirarse
la banda comienza el toque de bembé.
El día 2 de diciembre se efectúa una misa espiritual en un cuarto destinado
a colocar en él los receptáculos mágicos contentivos de los orishas
en la cual participan espiritistas de media unidad, capaces de materializar
el espíritu para que pueda posesionarse o «montarse».
Esta misa consiste en hacer una colección de Ewes (hierbas), en los
cuales se moyubba y saluda a Oloffin (Dios supremo Yorubá) diciendo:
«Oloffin, Olóddu mare, Olorum araomí, Eggún lacoco imbero, cola
bimá, cola bioro, losaloro alabbo, ibbaé bayé tonú, timbelese oloddu mare»,
dicha frase es el saludo al Dios, la segunda deidad, al Sol, los muertos, es
decir los antecesores, y que en paz descansen, además de pedirle la bendición
a ellos y a los santos.
Se mencionan después los distintos santeros muertos y destacados, los
cuales tenían su cabeza dedicada a Changó como son: Changó tola, Obbá
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yoko, Obatile Cun, Obbá Ossó, Obbá toñú, Obbá colowo, Obba Llarí,
Cheo changó, Obbá dimeyi, Obbá lubbe obbo; posteriormente se implora
a los hijos de Elegua: Echu ñique, Echu bi, Echu ereyá, Echu tolú, Echu
okuboró, Echu añaguí, Echu oddintare y se prosigue mencionando a los
hijos de distintas deidades sin ningún orden predispuesto.
Se consagran las hierbas (se hace el Ossain) y se vierten en las soperas
previamente limpias.
En este cuarto se ejecutan unos toques solos de tambor invocatorios de
cada orisha y en un orden ritual preestablecido, es el toque que se conoce
por Oru de Igbodú (no se canta) este toque se hace con tambores de fundamento
o sacramentados; ellos son tambores bata que han tenido un fundamento
ritual en su construcción, de no poseer estos en ese momento, no
se realiza este toque.
El orden del Oru Igbodú es el siguiente: comienza con un toque Elegguá
que es la deidad que abre y cierra las ceremonias, continúa con Oggún,
Ochosi, Babalú ayé, Orula, Aggayú, Ayacutá, Obbá, Oyá, Yemayá, Obatalá,
Ochun, Yegua Ibdey, y cierra en este Oru específico con Changó.
El 3 de diciembre se procede al sacrificio de animales, que por orden
del santo llevan sus cantos peculiares, interpretados por oficiantes que
jerárquicamente pueden participar y presenciar tales ceremonias, repitiendo
la forma alternante de solista y coro. Tales cantos no llevan acompañamiento
musical, los mismos por hacerse en un orden determinado y por su
función reciben el nombre de Oru y se entonan simultáneamente a la
operación ritual que se lleva a cabo, como un elemento más dentro de los
actos de magia operatoria que se realiza.
El último santo u orisha que como es el consagrado en la ceremonia,
en este caso Changó.
Finalmente, el día 4 se realiza el Bembé del cual hablamos anteriormente.
6. BREVE ANÁLISIS PSICO-SOCIAL
La presencia de Santa Bárbara (Changó) en la población güinera posee
una gran profundidad de arraigo cultural, está enraizado en la misma.
Este fenómeno interactúa desde el pasado siglo en la psicología individual
y social.
El hecho se ha convertido en un fenómeno de masas que posee gran
importancia y es un estudio digno de tomar en consideración a través de
los proyectos de desarrollo cultural y de rescate de nuestras tradiciones y
por ser un hecho objetivo incuestionable, que atrae a miles de personas.
357
Como podría apreciarse a todo lo largo del trabajo estas celebraciones
no sólo conllevan la necesidad mágica-ritual para satisfacer las necesidades
interiores individuales de muchísimas personas, sino que, además, las
mismas se manifiestan mediante el goce estético cultural, que resume experiencias
y prácticas de diferentes manifestaciones artísticas incluyendo
la danza, la música, las posibilidades plásticas y la implícita teatralización
mediante los movimientos propios de las danzas rituales, la literatura popular
oral, y, por supuesto, la profundidad de las mismas para los estudios
folclóricos donde se ha sincretizado lo africano-hispánico.
7. LA MÚSICA DE BEMBÉ Y LOS TOQUES DE CHANGÓ
El Bembé es fiesta para divertirse con las divinidades, o mejor, para
darles a éstas oportunidad de diversión con los que son sus adeptos.
En el caso que nos ocupa, la fiesta de Bembé a Changó en su capilla
el 4 de diciembre, participan gran número de personas que van desde todos
los puntos del municipio, hasta zonas aledañas a éste e incluso más alejados.
En este Bembé se le toca al santo con agrupaciones de Güines formada
por tres tumbadoras, tres chequeré y una guataca que lleva la clave de la
agrupación.
También se utilizan agrupaciones de tambores Bata los cuáles explicaremos
a continuación con más detalle ya que son los tambores de la deidad
a que nos referimos en éste trabajo.
Este grupo de instrumentos es el de mayor sacralidad dentro de la
religión yorubá.
Lo constituyen tres tambores: el Okonkolo que es el más pequeño y
lleva la marcha o patrón rítmico cambiando éste cuando el lyá (madre en
lengua lucumí) que es el mayor y de voz grave lo indica, es decir que de
dichos tres el lyá es la madre de esta agrupación y cambia todos los ritmos.
Por su parte, el Itótele que es el mediano va entablando una conversación
con el lyá.
Al lyá se le colocan el Chaworó que lo enriquece en su sonoridad
tímbrica al golpear los parches el olubatá, y tiene la función de establecer
una conversación con los orishas. La vestimenta de estos tambores es en
rojo.
Al comenzar la fiesta se realiza otro toque ritual, otro oru (oru del Eyá
Aránla) en el cual interviene el canto acompañado de tambores. Este orú
es el más extenso y se hace en un orden predeterminado con cantos
invocatorios a cada orisha incluyendo deidades que no figuran en el oru de
Igbodua.
358
Después de este oru, se suceden cantos y toques que sugiera el Akpwón
(solista); también si durante la fiesta tiene lugar un caso de posesión, el
poseso podrá sugerir lo que quiere que se cante, o según vayan llegando
oficiantes amigos de la casa, los cuáles se les saluda con un canto invocatorio
del orisha que hayan asistido (del cual se hayan convertido en
oficiantes). No obstante se debe tener en cuenta en esta fiesta que el homenajeado
es Changó y se le toca, canta y baila más a él.
Esta parte de la festividad no tiene duración predeterminada, ni un
número de bailes prefijados.
Al final de toda la fiesta se le toca nuevamente a Eleguá, que es el que
siempre cierra las ceremonias.
Changó tiene muchos cantos y toques, uno de ellos es el Bayuba Changó
que es un toque de saludo caracterizado por la utilización de tresillos en
los golpes de tambor lyá, los cuáles están presentes en todos sus compases.
Este toque suele oírse cuando el santo «se sube», y se le saluda con él,
también está el Kan Kan, ebi-kapa-mi, el omó-okete y el acuys o meta que
es uno de los más populares dentro de los tambores y el cual es más presto
que los demás toques a otras deidades. Es decir, se toca muy rápido por lo
que es muy difícil su ejecución por la velocidad que lleva, el trabajo de los
olúbatá en este toque es muy fuerte, destacándose el trabajo del Okónkolo
para mantener el patrón rítmico a este aire en cuanto a la precisión.
También para Changó, se tocan y cantan tres bailes y una rumbita que,
según informantes de mucha edad, quienes comunican que cada orisha la
tiene, es un toque no ritual de carácter rítmico elaborado, segmentado y
figurativo, con giros melódicos más entrecortados y ornamentados. Esta
rumbita no producirá el estado de posesión, ni servirá para atraer ninguna
deidad, no se acostumbra al comienzo de un toque, sino cuando ha pasado
un tiempo, han bajado varios orishas y se concluye la fiesta para recreo de
todos, deidades y creyentes.
Para concluir este capítulo enumeramos los cantos, toques y bailes del
Oru Aránla que como dijimos antes es el que se utiliza ya en la fiesta
(Bembé), y es público, además el único que es bailado.
Este oru comienza horu-ando a:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
Elebwá.
Ogún.
Ochosi.
Oricha Oko.
Inle.
Babalú-Ayé.
Obatalá.
359
8. Dada.
9. Oggué.
10. Agayú.
11. Ibédyi.
12. Obra.
13. Yegguá.
14. Oyá.
15. Yemayá.
16. Ochún.
17. Orúnla o Ifá.
18. Changó.
Este oru cierra, como vemos, con el toque al santo homenajeado.
8. CONCLUSIONES
- Las celebraciones de Santa Bárbara en Güines constituyen un hecho
masivo, creado y enriquecido a través del tiempo desde su iniciación
en el siglo xix.
- Este fenómeno conlleva una recíproca y activa influencia de
interacción de tradición entre individuo-colectividad.
- El individuo, mediante las costumbres sociales, se siente más realizado
como ente social cuando su ego satisface la necesidad espiritual
anterior de cumplir con los compromisos ceremoniales contraídos
ante la tradición popular.
- En las festividades folclóricas de tributo a esta deidad están presentes
las siguientes manifestaciones artísticas; la música, danza, teatro,
artes plásticas y la literatura.
- Acorde con nuestras posibilidades reales es justo rescatar las manifestaciones
aceptables para su ulterior mantenimiento y desarrollo.
9. RECOMENDACIONES
- Mantener el respeto por la conservación de estas festividades, por
cuanto significa una satisfacción de las necesidades anteriores de
muchos individuos y, por ende, de un apreciado sector de la población.
- Al realizarse los proyectos o planes de desarrollo cultural nuestros
técnicos y especialistas de las diferentes Instituciones Culturales
deben considerar y tener presente la presencia y realidad de estas
360
conmemoraciones de gran arraigo cultural en nuestro municipio,
para su estudio, rescate y desarrollo de los aspectos que puedan
brindamos.
- Que los técnicos de folclore, danza, música, teatro y literatura profundicen
en el estudio y conocimiento para la conservación de estas
manifestaciones, que poseen importancia patente en la cultura
Güinera.
- Revitalizar estas festividades, en consideración al alto significado y
estima con que la población venera a Santa Bárbara: Patrona de los
Artilleros, para que conserve su participación masiva.
10. FUENTES
Textos
ALONSO NOVO, José: «Santa Bárbara». Revista Cúspide, 15 de noviembre de
1938.
CABRERA, Lydia: El Monte. Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1989.
GONZÁLEZ GONZÁLEZ, Abilio: «La Patrona de los Artilleros», Santa Bárbara
en Güines. Material manuscrito y mimeografiado. Güines, 1990.
HERNÁNDEZ LARRONDO, Candelario: «Santa Bárbara- Un legado del Cabildo
Lucumí». El Liberal periódico de información. Güines, 1953.
ARGELIERS, León: Del canto y el tiempo. Editorial Pueblo y Educación, Ciudad
Habana, 1990.
MARTÍNEZ MORENO, Teresa: La Santería en Güines, la fiesta de Bembé. Trabajo
mimeografiado. Güines, 1988.
ÜRTiz, Fernando: Los bailes y el teatro de los negros en el folklore de Cuba.
Editorial Letras Cubanas, Ciudad Habana, 1981.
- Los instrumentos de la música afrocubana. Tomos IV y V, Editorial Cárdenas
y Cía., Habana, 1954.
Grabaciones
LINARES, María Teresa, Texto y música del Long-playing «Antología de la
música afrocubana», (vol. II).
TORRES Odalys, «Changó», cinta magnetofónica presente en el Festival de la
Radio, Güines, 1990.
Entrevistas
De las muchas realizadas a simples creyentes o devotos, ya santeros o practicantes
activos, así como músicos, relacionamos los principales, efectuadas entre
fines de 1990 y principios de 1991, en Güines.
- Abreu Hernández, Caridad.
361
- Cárdenas ScuU, Cristóbal.
- Díaz Aguilar, Esperanza.
- Izazi Junco, Lázaro.
- Lorite Pérez, Lázaro.
- Montero Ramos, Angélica.
- Molina Martínez, Frank.
- Pérez Ramos, Angélica.
- Piloto Cárdenas, Rafael.
- Piloto Palacio, Félix.
- Piloto Palacios, Juan.
- Torres Guzmán, Guillermo.
11. ANEXO
Atributos de Changó
- Color: Blanco y rojo.
- Fruta: Manzana.
- Vegetal: Pita haya.
- Palo sagrado: Palo ayan.
- Yerba: Jagüey.
- Comida: Harina y quimbombó.
- Ave: Gallo.
- Bebida: Vino tinto.
- Condimento: Manteca de Corojo.
- Mineral: Rubí.
- Agua: De laguna.
- Día favorable: Sábado.
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