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LENGUA Y LITERATURA PORTUGUESISMOS EN EL VOCABULARIO DE FUERTEVENTURA MARCIAL MORERA PÉREZ Aunque para cualquier persona conocedora de la historia de las Islas Canarias resulta más que evidente que no hay ni siquiera un palmo de territorio insular que haya quedado libre del influjo de la ingente cantidad de población portuguesa que arribó a este territorio atlántico entre los siglos XVI y mediados del XVIII, principalmente, no resulta menos cierto que esa influencia no tuvo la misma intensidad ni se ejerció de igual manera en todo el territorio del Archipiélago. Así, por ejemplo, siempre se ha supuesto que, por diversas razones históricas, las islas más aportuguesadas habrían sido La Palma, Tenerife, La Gomera y Lanzarote, en tanto que Gran Canaria, El Hierro y Fuer-teventura habrían resultado algo menos afectadas'. En las páginas que siguen, intentaremos analizar concretamente el influjo que los mencionados portugueses pudieron ejercer sobre el vocabulario de la isla de Fuerteventura. Todo lo que sobre esta cuestión sabíamos hasta ahora puede resumirse en las siguientes palabras del profesor Navarro Artiles, escritas en el año 1965: Se observa una intensa presencia de portuguesismos en el léxico 'majorero'. Creemos que se trata sólo de un carácter genérico del español hablado en las Islas Canarias. Sorprende, sin embargo, esta intensidad en Fuerteventura, isla tan poco dada a contactos lingüísticos exteriores. Sabíamos de los muchos portugueses que poblaron las islas de Gran Canaria, Tenerife y La Palma durante los siglos XVI y XVII; pero no hemos allegado noticias de que estuvieran en Fuerteventura. De todas formas, esta presencia de portuguesismos en Fuerteventura puede 1. Después de que el profesor Serra Ráfols analizara los aspectos históricos de la relación entre Canarias y Portugal en su destacado trabajo Los portugueses en Canarias y de que Wagner llamara la atención sobre la existencia de abundantes lusismos en la obra Cómo hablan los canarios, publicado por los hermanos Millares a principios de siglo, los aspectos lingüísticos y culturales de la influencia de los portugueses en Canarias han sido minuciosamente rastreados por el profesor J. Pérez Vidal, en variadísimos artículos escritos a lo largo de su dilatada vida y que finalmente él mismo sintetizó en su libro Los portugueses en Canarias. Portuguesismos, Las Palmas, 1991. 235 darnos una medida indirecta de la gran influencia portuguesa en el español de Canarias. Esto, al menos, parece a primera vista, si bien habría que esperar a que avance un poco más el estudio monográfico de cada una de las voces que actualmente se tienen por portuguesismos, pues bien pudiera ocurrir que resultaran ciertas las llamadas de atención del Dr. Álvarez Delgado y que el volumen de portuguesismos en el español de Canarias se quedara muy reducido 2. Hoy, veintisiete años después de que se escribieran estas líneas, y una vez recogida, analizada y clasificada buena parte del léxico tradicional de la isla^ y catalogada y hasta publicada alguna de su documentación histórica, es posible arrojar un poco más de luz sobre este aspecto concreto de la lexicología majorera. Para empezar, hay que reconocer que los préstamos léxicos portugueses no son ni mucho menos una anécdota en el español de Fuer-teventura, como tan atinadamente señala Navarro Artiles en el trabajo citado. Un repaso minucioso del riquísimo y variado vocabulario tradicional de la isla nos pone de manifiesto que los lusismos léxicos impregnan, con mayor o menor intensidad según los casos, todas y cada una de las parcelas de sus nomenclaturas tradicionales. Establezcamos, como muestra, una rápida clasificación de estos portuguesismos, en el bien entendido de que no pretendemos ser exhaustivos: A) En el vocabulario campesino, podemos distinguir los siguientes apartados: a) Voces relacionadas con fenómenos atmosféricos, como arco de la vieja 'arco iris', clis 'eclipse', garuga 'lluvia muy menuda acompañada de niebla', morriña 'llovizna', tolde 'tiempo nublado', etc.; b) Voces relacionadas con la fauna, como apagao 'especie de lechuza científicamente denominada Athene merídionalis' coruja 'especie de lechuza que los científicos llaman Asió otus', falcan 'halcón', pinto 'pequeño pájaro llamado científicamente Carduelis elegans', lagarta 'larva de insecto lepidóptero, muy perjudicial para la agricultura', etc.; c) Voces relacionadas con plantas silvestres o cultivables, como carga-tripa 'especie de hierba silvestre que los botánicos llaman Emex spi-nosa', relinchón 'especie de planta comestible denominada científicamente Erucastrum canariense', farroguero 'algarrobo', romame 'fruto del espino', bubango 'especie de calabacín', beterrada 'remolacha'. 2. "Vocabulario de Fuerteventura", Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, XXI (1965), pp. 103-104. 3. El léxico majorero ha sido estudiado, primero, por Francisco Navarro Artiles y Fausto Calero en su trabajo citado "Vocabulario de Fuerteventura" y más tarde por mí mismo en El español tradicional de Fuerteventura, Puerto del Rosario, 1994, capítulo IV. A ambos trabajos debe acudir el lector que desee tener más información sobre esta cuestión. 236 camisa 'hoja de la pina del millo', carozo 'corazón de la espiga del millo', casuUo 'cascarilla del trigo', cerne 'especie de calabaza que no tiene pepitas', deshijar 'quitar los chupones a las plantas', fallecer 'echar la planta fruto fallido", grana 'semilla de la uva, el cosco, etc.', grelar 'ecíiar yema o brote los vegetales', légame 'legumbre seca', ojo 'pequeño brote de los tubérculos', pina 'parte alta de la espiga del maíz', támara 'fruto de la palmera', etc., d) Voces relacionadas con animales domésticos, como cobra 'cierto número de burros o camellos enlazados para trillar', babujear 'perseguir el macho cabrio en celo a la cabra, emitiendo sus característicos balidos', baña 'gordura del cerdo', bosta 'excremento de vacas, burros, camellos', bostear 'evacuar bosta las vacas, burros, camellos', devasar 'invadir y destrozar las personas o los animales los árboles o las plantaciones', entaliscarse 'quedarse un animal atascado en un lugar de difícil acceso', espirrar 'estornudar', fuchirse 'echarse el camello en el suelo', payo 'estómago de los animales', quejo 'quijada de los animales', rabuja 'cierta enfermedad de gatos y perros', roncollo 'se dice del carnero o macho cabrio con un solo testículo', tetera 'pezonera', tocar 'arrear el ganado', totizo 'nuca, parte posterior de la cabeza', urrar 'bramar los animales', barrosa 'se dice de la cabra cuyo pelaje es de color del barro', etc.; e) Voces relacionadas con aperos de labranza y arreos de los animales, como andillas 'parte de la silla del camello que sirve de asiento a las personas y a las cargas', antojos 'anteojeras', cango 'especie de yugo para burros, camellos, etc.', candi 'cada uno de los palos verticales del cangó", corsa 'narria', mejilla 'travesano del madero que une las orejas del arado', mosa 'cada una de las muescas o entalladuras de los canales', rabiza 'mancera del arado', etc. B) Los portuguesismos más destacados del vocabulario marinero de Fuerteventura pueden clasificarse en los siguientes apartados: a) Voces relacionadas con la geografía de la costa, tipo de fondos marinos, etc., como caleta 'estrecha entrante del mar en tierra', puntilla 'pequeña lengua de tierra que penetra en el mar', alto 'zona de pesca de gran profundidad que se encuentra alejada de la costa', callado 'canto rodado', comedurío 'tipo de fondo de mar constituido por teso duro con alguna piedra. Se trata de la zona en que va a comer el pescado', pesquero 'zona del mar donde vive el pescado y donde va el pescador a capturarlo', rolo 'zona del mar con fondo de limpiazo donde se va pescar al garete', roquero 'zona del fondo del mar rocosa y aislada', jable 'arena blanca fina'; b) Voces relacionadas con fenómenos atmosféricos y estados del mar, como fumalla 'viento muy fuerte', garugón 'tormenta pasajera constituida por negros nubarrones, viento y lluvia', maresia 'aire cargado de humedad marina', orasa 'viento de no mucha inten- 237 sidad', rebojo 'viento suave', virazón 'viento suave que sopla de tarde o de madrugada en dirección contraria al dominante', jacio 'aquieta-miento momentáneo del mar tras el oleaje', ¡evadia 'oleaje alto en la costa', mamila 'marejadilla muy viva que salpica', roUero 'remolino de agua', vagamar 'ola grande aislada y de movimiento lento', etc.; c) Voces relacionadas con el mundo de los peces, que podemos clasificar en los siguientes subapartados: (ca) Nombres de especies de peces, como ajova 'especie de pez denominado por los zoólogos Pomatomus salta-tríx", alhajar 'especie de tiburón que los científicos denominan Hexan-drus gríseas', alfonsiño 'especie de pequeño pez científicamente llamado Apogon imberbi^, barbero 'especie de pez gallo grande denominado por los científicos Zeus fabef, barraco 'especie de pequeño pez que los biólogos denominan Centrolabrus trutta\ barriguda 'especie de pequeño pez de charco denominado científicamente Coryphoblennius galerita', bica 'especie de pez parecido a la breca', bicuda 'especie de pez alargado denominado científicamente Sphyraena spet.\ bocanegra 'pez de la familia de los escorpénidos denominado zoológicamente Helicolunus dactylopterus", bríota 'especie de pez denominado científicamente Phycis pliycis\ cabozo 'pez de charco de la familia de los gobios', cachorro 'mero joven', castañeta 'especie de pequeño pez llamado científicamente Abudefduf luridus', cherne 'especie de pez grande llamado por los biólogos Polyprion americanum\ chicharro 'especie de pez que recibe el nombre científico de Trachurus picturatus", chucho 'especie de raya', chupasangre 'especie de pez de color marrón, con ventosas en el vientre, que los científicos denominan Lepadogaster zabriná", fula 'especie de pequeño pez denominado por los biólogos Chromis limbatus', gata 'especie de tollo o cazón que recibe el nombre científico de Scymnorhinus lichá", goraz 'especie de pez llamado científicamente Pagelus bocaraveo', guelde 'especie de pez muy pequeño llamado por los científicos Atherina presbyter', lagarto 'especie de pez denominado por los zoólogos Syno-dus saurus', longarón 'especie de pequeño pez llamado científicamente Engraulis encrasicolus', majuga 'sardina pequeña', mamón 'especie de pez lagarto', manta 'especie de raya', muñón 'especie de morena', peje-verde 'especie de pez pequeño muy colorido llamado científicamente Thalassoma pavo\ quella 'especie de tiburón llamado científicamente Prionace glauca', quelme 'especie de tiburón de pequeño tamaño que los científicos denominan Centrophorus granulosus', ratón 'especie de raya', mazo 'especie de delfín que los científicos denominan Delphinus tursio', sarda 'especie de tiburón llamado en biología Odantastis taums', sargoriado 'especie de sargo', seifío 'especie de pez denominado científicamente Diplodus vulgaris', tamboril 'especie de pez que los científicos denominan Sphoerodes spengleri\ tapaculo 'especie de lenguado 238 denominado por los zoólogos Bothas podas', vieja 'especie de pez denominado por los biólogos Sparisoma cretensis', etc.; (cb) Nombres relacionados con la anatomía del pez, como buche 'intestino del pez', cha-vera 'quistes pequeños que les salen a algunos peces en la carne', espolón 'aleta prominente y dura de los túnidos', facera 'opérenlo', gallo 'pico queratinoso que constituye la boca del pulpo', guerla 'parte de la cabeza del pez en que se alojan las agallas', morca 'vejiga natatoria', parpetana 'opérenlo', etc.; (ce) Nombres relacionados con bancos de peces, como amiaje 'morralla', cardume 'banco de peces', muela 'banco muy compacto de peces', etc.; (cd) Nombres relacionados con el tratamiento y manipulación del pescado, como empillar 'apilar el pescado salado', lañar 'hacer cortes alargados y profundos al pescado para que la sal penetre bien en él', rolo 'rodaja grande de pescado', rueda 'rodaja pequeña de pescado', etc.; d) Voces relacionadas con moluscos, algas, etcétera, marinos, como aguaviva 'medusa', bucio 'concha de caracol grande', burgado 'especie de caracol marino pequeño', cangrejo moro 'especie de cangrejo marino grande', choco 'especie de molusco cefalópodo', daca 'bellota de mar', erizo cachero 'erizo grande de color negro y púas pequeñas', jaca 'especie de cangrejo marino grande', lula 'especie de molusco cefalópodo parecido al calamar', santorra 'centollo', seba 'alga marina', etc.; e) Nombres relacionados con aves marinas, como almamestre 'especie de golondrina de mar', garajao 'especie de golondrina de mar científicamente denominada Stema hirundó", gavina 'especie de ave marina parecida a la gaviota, aunque más pequeña', guincho 'especie de ave marina de presa que los biólogos denominan Pandion halicietus', mascato 'especie de golondrina de mar', pardela 'especie de ave marina científicamente denominada Puffínus assimilis', etcétera; f) Nombres relacionados con la estructura de las embarcaciones menores de pesca y de las operaciones que se hacen con ellas, como abicar 'varar la embarcación de proa dejando la popa en el agua', arrosar 'arrastrar o correr lateralmente una embarcación varada', revirarse 'voltearse la embarcación en la mar', esposar 'quitar el agua del barco con un trapo o esponja', albazul 'tabla que se coloca verticalmente sobre el leito, de banda a banda', astia 'cada uno de los maderos que hay a partir del pie de roda de la embarcación', capillo 'parte de la roda que sobresale por encima de la borda', chillera 'escotilla del leito de popa' fecho 'tabla más estrecha por los extremos que por el centro que sirve de cierre a la tablazón de la embarcación', gallo 'pieza de madera curva que se encuentra en los extremos de la zapata', lasca 'pieza de madera o media caña que se pone en la borda de la embarcación para protegerla', lata 'listón en forma de viga que sirve de soporte a la cubierta del leito, leito 'cámara que suele tener la embarca- 239 ción en la proa y en la popa o en una de estas partes y que sirve como salvavidas', malaqueta 'pieza de madera en forma de cuaderna que tiene la embarcación en las amuras, para atar las calas\ torno 'agujero que tiene la embarcación en el fondo, para achicarla cuando está varada', verdugo 'cinta de la embarcación', etc.; g) Nombres relacionados con el remo, la vela, el ancla y otros instrumentos que el pescador lleva a bordo de la embarcación, como puño 'empuñadura del remo', lavante 'se dice del remo de proa o de babor', hurraca 'argolla insertada en el palo de la vela, donde se sujeta la palanca', garruncho 'cada uno de los ollados de la fila de éstos que el martillo de la vela posee en cada faja', lugar 'bandear una vela que no está bien sujeta, por efecto del viento', mosca 'extremo inferior de la palanca de la vela', anete 'argolla del rezón {rozón en el español canario), cala 'cabo delgado', calamento 'conjunto de calas que se lleva en el barco para fondear', fílame 'bitadura', pandullo 'saco lleno de arena o callaos para fondear', pota 'trozo de chapa que se pone en el extremo del rezón', rociega 'rezón pequeño', rocegar 'arar el fondo del mar con la rociega, al objeto de recuperar cabos, nasas, etc.', sacho 'trozo de cadena o cabo grueso que tiene el rezón atado al anete\ bichero 'asta larga con un gancho en la punta, para enganchar peces, etc.', dedera 'funda de goma, lona u otro material, con que se protege el pescador el dedo con que coge la liña\ embi-cherar 'enganchar un pez o cualquier otra cosa con el bichero', porrino 'porra usada para matar el pescado', etc.; h) Voces relacionadas con los sedales y aparejos de pesca, como chumbo 'pleno del aparejo de pesca', cloca 'doblez del alambre, por donde éste puede partirse', corri-quia ''liña de arrastre para pescar con la embarcación en marcha', des-iscar 'soltarse del anzuelo el pez que estaba enganchado en él', empatar 'atar el sedal al anzuelo', estronca 'especie de tubo o cualquier otra cosa algo pesada con agujero en el centro por el cual se introduce el aparejo que queda enganchado del fondo, para soltarlo', farrobar 'untar las liñas de pescar con farroga, a fin de impermeabilizarlas y hacerlas más consistentes', gangorra 'trozo de nailon, alambre o liña que se empata a la tirada de la caña, para hacerla más larga', iscar 'cebar el anzuelo', liña 'sedal de hilo para pescar a mano', pendanga 'todo tipo de utensilio que se use como peso', puntera 'trozo de cuerno de macho cabrío que se pone en la punta de la caña de pescar, para darle mayor sen-sibiUdad', refalar 'desgarrar el bezo del pez al capturarlo', rolar 'pescar con la embarcación a la deriva', desaferrar 'soltarse el pez que estaba enganchado en el anzuelo', tanza 'hilo de nailon para pescar', copejada 'copo de la traíña', etc.; i) Nombres relacionados con los cebos que usa el pescador para pescar, como bellisco 'pequeños trozos de pescado para pescar o engordaf, engodar 'echar algún tipo de cebo al agua 240 para atraer los peces al lugar en que se quiere pescar', iscar 'poner cebo al anzuelo', tona 'filete que se extrae de un pez para pescar', etc. C) En el capítulo del vocabulario más general, podemos destacar los siguientes grupos de portuguesismos: a) Voces relacionadas con la anatomía humana, funciones fisiológicas, etc., como barriga de la pierna 'parte carnosa de la pantorrilla', barriguilla del dedo 'yema del dedo', bufearse 'expeler bufo^, bufo 'ventosidad silenciosa', codillo 'articulación de los dedos', escarradura 'gargajo', espirrar 'estornudar', engasgarse 'atragantarse', guineo 'ruido repetitivo y monótono', quejo 'quijada', táramela 'lengua (sobre todo en la expresión darle a la taramelá)\ totizo 'nuca, parte posterior de la cabeza', lamber 'lamer', luna 'menstruación', verija 'entrepierna', vida 'cordón umbilical', etc.; b) Voces relacionadas con enfermedades o heridas, como borracha 'ampolla en la piel', desconchabar 'descomponerse alguien a causa de un susto, etc.', embazarse 'quedarse alguien sin aliento a causa de un golpe en el estómago', empeñarse 'quebrarse', fogaje 'encendimiento de la sangre' gallo 'bulto que sale en la cabeza a consecuencia de un golpe', jeito 'golpe brusco, esguince', maldita 'tumor pequeño, llaguita pertinaz', mancar 'herir', melancolía 'enfermedad de la piel consistente en que ésta se llena de manchas blancas a consecuencia de la pérdida de melanina', sarampio 'sarampión', sardiento 'se dice de la piel escamosa', tontura 'vértigo, mareo', trilladura 'lesión que se produce en alguna parte del cuerpo, como por ejemplo en un dedo, como consecuencia de habérselo pillado con algún objeto', tupido 'estreñido', etc.; c) Voces relacionadas con defectos o cualidades negativas, como atarracado 'rechoncho', fañoso 'gangoso nasal', gago 'tartamudo', malajeitado 'poco habilidoso', mala-mañado 'desgarbado', morriñento 'desmedrado', peta 'joroba, chepa', tinete 'persistencia en una acción negativa', etc.; d) Voces relacionadas con sentimientos y actitudes personales, como amaguado 'apenado', amularse 'atufarse', arripiarse 'estremecerse repentinamente el cuerpo por sentir escalofrío y otras sensaciones desagradables', apetitar 'apetecer', batumerio 'mal olor muy intenso', regañarse 'arrugarse la cara por causa de alguna sensación desagradable', regañiza 'mueca de burla hecha con la lengua, la boca, etc.', reinador 'se dice de los niños que reinarí, reinar 'llorar los niños monótona y obstinadamente', etc.; e) Voces relacionadas con objetos de la casa y faenas domésticas, como arenar 'enarenar la loza', baeta 'tela afelpada de lana por la parte interior', balayo 'cesta plana', balde 'cubo', bico 'punta acanalada de una vasija, recipiente, etc.', borrallo 'ceniza', caja 'arcón', escanillo 'recanto', fechillo 'pasador de hierro de una puerta', fole 'zurrón grande', fonil 'embudo', gaveta 'cajón corredizo de los muebles', locero 'espetera o mueble donde se pone la loza', novelo 'ovillo', regadera 'vasija portátil 241 para regar las plantas', rolete 'aro de tela que se ponen las mujeres en la cabeza para cargar objetos', serrote 'especie de serrucho de tamaño más corto que el normal', talla 'vasija que contiene el agua de beber', tareco 'trasto', etc.; f) Voces relacionadas con la alimentación, la acción de comer, etc., como beberaje 'bebida medicinal prescrita por el curandero', chuchar 'peyorativamente, comer', codo 'canto del pan', conducto 'alimento en pequeña porción que acompaña la vianda principal', entu- Jlo 'parte sólida de los potajes u otras comidas', fondaje 'poso que queda en un recipiente', frangollo 'vianda consistente en una especie de masa hecha con rollón, que se suele comer acompañada de leche o suero del queso', queque 'tipo de bollo', rapadura 'confitura de forma cónica hecha de azúcar, gofio, almendras, etc.', raspa 'residuo de comida que se saca de los calderos', rolar 'triturar el millo, dejándolo algo grueso', rolón 'rollón', tomar 'beber', trucha 'especie de empanadilla con relleno de batata, cabello de ángel, etc.', etc.; g) Voces relacionadas con acciones muy diversas, como abanar 'abanicar', 'saludar de lejos, etc.', arrafañar 'rafiñar, arramblar con todo lo que se encuentra', arrumar 'amontonar', atochar 'agacharse una persona o un animal', cambar 'alabear, torcer', debruzarse 'apoyarse con los brazos cruzados sobre alguna cosa', desentullir 'quitar el entullo de alguna cosa', embor-car 'volcar', empurrar 'empujar con fuerza la cabeza de alguien o algo hacia adelante', empillar 'amontonar', enamorar 'pelar la pava', enchumbar 'mojar enteramente', ensopar 'empapar', entuUir 'cubrir o rellenar totalmente una cosa de arena, escombros, etc.', escarrapachado 'se dice de una cosa, por lo general planta, que se encuentra enteramente extendida en el suelo', fechar 'cerrar totalmente una cosa', fínchar 'pinchar', guarecer 'lograr sacar adelante a niños, plantas, etc., que estaban enfermos', insarse 'plagarse alguien o algo de insectos u otros bichos menudos', marguUir 'nadar debajo del agua', palmetear 'aplaudir', patuñar 'pisotear con los pies desnudos en terreno fangoso', pegar 'empezar', pinchar 'saltar', rendir 'mostrar síntomas de resquebrajamiento una cosa', traquinar 'andar removiendo cosas de forma persistente', etc.; h) Voces relacionadas con cualidades generales muy diversas, como atual 'verdadero, efectivo', baluto 'se dice de la persona que está sin hacer nada', cabra 'mujer de vida licenciosa', chueco 'se dice de algo que desprende mal olor', desmanguillado 'se dice de la persona vestida desaliñadamente', devaso 'indolente, holgazán', ferrugiento 'herrumbriento', nuevo 'se dice de la persona de poca edad', pachorriento 'se dice de la persona que tiene mucha pachorra', porcallón 'se dice de la persona muy sucia', taranta 'hombre de poca seriedad', trafago 'persona que hace las cosas mal y pronto', trafulla 'persona que hace trafullas', zafado 'desvergonzado', etc.; i) Voces relacionadas con objetos diversos, 242 como atillo 'cuerda fina', cachimba 'pipa', caldia 'zurra', casal 'pareja de hijo e hija', charquera 'encharcamiento de agua en el suelo', chisgo 'chorrillo de cualquier liquido que sale bruscamente', chunime 'sustancia líquida que sueltan determinados productos sólidos cuando se aplastan, etc.', ciscaUo 'pequeña partícula o residuo de cualquier cosa sólida', entu- Uo 'escombro', fílera 'hilera', fleje 'haz de cosas separables por unidades', folia 'tipo de canto y baile popular de las Islas Canarias', 'zurra', fugalera 'hoguera', garepa 'viruta de madera', gonga 'círculo en el suelo para jugar al boliche', juro 'agujero', lambuja 'pequeña cantidad de alguna cosa', lasca 'trozo delgado que se saca de alguna cosa', maña 'habilidad adquirida con el uso', monturrio 'montón de tierra, escombros, etc.', payor 'gran cantidad de alguna cosa', pela 'en la expresión montar a la pela, hombro', piche 'asfalto', rebullicio 'bullicio grande', ruma 'rimero', siclano 'el que va después de mengano', sorroballo 'trabajo duro y de nulas condiciones higiénicas', tarea 'zurra', traquina 'paliza', trinque 'nuevo', venta 'tienda de comestibles', etc. D) Voces relacionadas con la albañilería, como canto 'piedra grande que forma las esquinas de las casas antiguas', chazo 'trozo de tabla o listón', colmo 'techo de paja', corcho 'recipiente para la argamasa', marrón 'especie de martillo grande y pesado', picar 'excavar con el pico\ picareta 'herramienta con mango de madera y dos bocas opuestas, para usar con una sola mano', pico 'herramienta con cabo de madera y dos bocas opuestas, una de ellas puntiaguda, para usar con las dos manos', sobrado 'habitación que se hace encima de otra', tapume 'conjunto de tablillas menudas que se pone encima de las vigas, para que sostenga la torta', terrera 'se dice de la casa de una sola planta', etc. La primera evidencia que se impone cuando se observa la ingente cantidad de voces que nos ocupa es que los préstamos portugueses no solamente han afectado a todas y cada una de las nomenclaturas tradicionales de Fuerteventura, a los nombres de sus objetos cotidianos, sino que también han alcanzado intensamente a categorías gramaticales más resistentes al préstamo, como el adjetivo y el verbo, lo que nos puede dar una medida indirecta de la importancia de la influencia de la población portuguesa en la isla. En segundo lugar, desde el punto de vista de su distribución, comprobamos que buena parte de esta balumba de portuguesismos, como por ejemplo andoriña, beterrada, legume, tetera, chícharo, vieja, rolo, empatar, engodar, tanza, borrallo, caja, fonil, espirrar, tinete, frangollo, margullir, finchar, gago, etc., pertenece más o menos por igual a todas y cada una de las siete islas; es decir, se trata de portuguesismos pan-canarios. Un grupito muy reducido de ellos, como devaso, empeñado 243 ('quebrado'), malamañado, malagradecido, seba, anjova, majuga, faceras, rendir, etc., parecen darse sobre todo en las tres islas orientales. Algunos, como andülas, chavetas, fole, borracho, parpetanas, guerlas, arruaje, almamestre, mascato, abicar, arrosar, anete, astia, afilio, trilladura, pinchar, pota, sacho, etc., los comparte Fuerteventura con la isla de Lanzarote. En casos muy contados, como arrafañar, baeta, devasar, furnalla ('viento fuerte'), etc., algunos portuguesismos majoreros coinciden más bien con portuguesismos de las islas occidentales, como La Palma y Tenerife, sobre todo. Por último, nos encontramos con un gru-pito algo más numeroso, como tolde, cargatripa, relinchón, rolo ('zona del fondo del mar limpia') romame, atochar, antojos, borracha, clis, sar-diento, etc., que parecen pertenecer sobre todo al español majorero, a juzgar por el hecho de que no aparezcan en los glosarios de voces del resto de las islas \ Asimismo, nos encontramos con ciertos lusismos pan-canarios que han desarrollado alguna acepción o forma nueva en Fuerteventura, o cuando más en Fuerteventura y las otras dos islas orientales. Tenemos así que, por ejemplo, el fecho que encontramos en la expresión tener mucho fecho en la mano, adquiere el sentido de 'fuerza de cierre'; el fechar de fechar a alguien por la pechera, presenta el sentido contextual 'agarrarlo fuertemente'; amularse, 'quedarse los alimentos duros por interrupción de la cocción'; leito, 'cámara que tienen las embarcaciones menores en proa y popa, para salvavidas'; pandullo, que se ha especializado en el sentido de 'saco lleno de callados o arena que se emplea para fondear la embarcación'; pandullaje, 'chiquillería'; arruaje, 'chusma, gente de mal vivir'; majuga, 'conjunto de niños pequeños'; refalar, 'romper el labio a alguien'; zafado, 'se dice de la persona de mano ligera'; devasez, 'indolencia, holgazanería', etc. También encontramos algunas expresiones hechas más o menos propias constituidas por ciertos portuguesismos marineros, como por ejemplo Saber Alguien más que un pejeverde 'saber alguien mucho, de tal manera que resulta difícil engañarlo'. Estar alguien pasando garugones 'estar alguien pasando dificultades'. Estar alguien más hinchado que un tamboril 'estar alguien muy hinchado', Ser alguien más matrero que un sargo-riado 'ser alguien muy astuto', Tener alguien más vista que un garajao 'tener alguien mucha vista', etc. Asimismo, apreciamos en el plano formal algunas diferencias entre ciertos portuguesismos de Fuerteventura o de las islas orientales y sus significantes correspondientes en las islas occidentales, como en los casos de pandullo, entullir, margullir, etc., que 4. No conviene olvidar los riesgos que encierra atribuir una voz a un determinado ámbito local en exclusiva. 244 en islas como La Palma y Tenerife, por ejemplo, presentan las variantes formales pendullo, entullar, margullar, etc. Además de esto, cuando se trata de la distribución de todo o de parte del vocabulario regional canario, no basta con señalar las diferencias que hay entre unas islas y las otras, sino que es necesario plantearse también el problema de la distribución que dichas voces presentan dentro de cada una de ellas. Por eso precisamente debemos formularnos aquí la siguiente pregunta: ¿Gozan los portuguesismos majoreros de igual grado de implantación en toda la isla? La respuesta a esta pregunta es sencillamente, no. El mismo hecho de que se trate de un vocabulario en buena medida terminológico, de un vocabulario perteneciente a grupos profesionales que viven en medios físicos radicalmente distintos, determina que haya que distinguir, en principio, dos zonas bien diferenciadas según el tipo de portuguesismos que encontremos en ellas: la zona constituida por los pueblos costeros, sobre todo Corralejo, El Cotillo, Puerto del Rosario, Gran Tarajal y Morro Jable, que han vivido consagrados a las faenas marineras; y la zona constituida por los pueblos del interior de la isla, como La Oliva, Tindaya, La Matilla, Tetir, Tefía, Casillas del Ángel, La Antigua, Llanos de la Concepción, Valle de Santa Inés, Betancuria, Vega de Río Palmas, Valles de Ortega, Agua de Bueyes, Tiscamanita, Tuineje, Pájara, etc., que, como es obvio, han vivido siempre de la ganadería y de la agricultura, aunque en algunas ocasiones sus moradores hayan practicado de forma más o menos esporádica cierto tipo de pesca de orilla. Se observa además que el apor-tuguesamiento del vocabulario de los pueblos que tradicionalmente se han dedicado a la pesca es algo mayor que el que han experimentado los pueblos del interior, que poseen un vocabulario en ciertos aspectos más hispanizado, incluso con cierto número de tecnicismos agricolas procedentes de Andalucía. La causa de estos andalucismos y de la mayor castellanización del vocabulario campesino majorero hay que buscarla en la siguiente circunstancia histórica: dejando a un lado a los burócratas y a los religiosos, los colonos españoles que venían a Canarias eran por lo general agricultores y ganaderos, en tanto que de Portugal, no solamente arribaron considerables contingentes de campesinos, sino también gentes de la mar, que se dedicaban tanto a la pesca de bajura como al transporte marítimo entre las distintas islas y entre éstas y La Madera, fundamentalmente. Como señala Roberto Roldan Verdejo: La dedicación exclusivamente agrícola y ganadera de los habitantes de Fuer-teventura desde su conquista, es la raíz y arranque de sus males económicos. La conquista normanda de Juan de Bethencourt trae a la isla y asienta en ella una población campesina que intenta trasplantar sus técnicas agrícolas desde Norman-día a Fuerteventura, a pesar de la gran diferencia de ambas comarcas. La llegada 245 posterior, con Diego García de Herrera y Pedro Hernández de Saavedra, de colonizadores andaluces, redunda en el criterio agrícola que se le quiere dar a la isla'. En estas circunstancias, nada de particular tiene que nos encontremos en los pueblos del litoral majorero algunos portuguesismos, tanto generales como específicos de una actividad determinada, que apenas si son conocidos en el interior, como mascato, almamestre, panduUo, rolo, gangonra, faceras, guerlas, pota, fílame, etc., aunque es verdad que hay también ciertos portuguesismos campesinos, como devasar, barrosa, candi, andillas, rabiza, etc., que son prácticamente desconocidos en las costas. ¿Cuáles fueron las vías de penetración de esta ingente cantidad de portuguesismos en la isla de Fuerteventura? Los hechos históricos que parecen haber determinado la llegada de un caudal tan numeroso de lusismos a las hablas majoreras pueden resumirse en los cuatro apartados siguientes: Primero, a pesar de que siempre se había supuesto que la presencia de portugueses en una isla tan seca como I''uerteventura (que vivía casi exclusivamente de la agricultura cerealística de secano y que desconocía los cultivos del azúcar y de la vid, que atrajo a Canarias tantos emigrantes de Portugal), era muy escasa, hoy a la vista de la documentación histórica insular que va viendo la luz pública es necesario desechar tal suposición. Por ejemplo, los protocolos de Negrin Galán y Hernández Salvatierra' nos ponen de manifiesto que, desde el principio de la historia moderna de la isla, los portugueses constituyen un grupo humano bastante importante en la sociedad majorera, no solamente por su cantidad, sino sobre todo por sus actividades y relevancia social. Por una parte, nos encontramos en esta documentación con portugueses que son propietarios de fincas en Fuerteventura. Es, por ejemplo, el caso de un tal Juan Viera, vecino de La Madera, que, según un documento del 12 de marzo de 1585, vende unas tierras que tiene en la isla a un vecino de la misma llamado Juan Fernández. Veamos el texto de este documento: Venta que Juan Viera, v.° de la isla de La Madera, est., hace a Juan Fernández, v.°, de unas tierras que tiene en el valle y vega de Río de Palmas'. 5. El hambre en Fuerteventura (1600-1800), Tenerife, 1968, p. 25. 6. Manuel Lobo Cabrera, Los antiguos protocolos de Fuerteventura (1578-1606), Puerto del Rosario, 1990. 7. Op. cit., p. 58. 246 Otro documento de 1587, nos muestra cómo un vecino majorero de procedencia portuguesa vende unos novillos a otro vecino de la isla. El extracto del documento dice escuetamente así: Venta que hace Antonio González, portugués, v.°, a Gonzalo González, v.°, de unos novillos*. Los portugueses Catalina Simón, Pedro Rodríguez, vecino de la isla, y Catalina de Andrada, vecina de Lanzarote, aparecen en un documento del 14 de julio de 1599 en relación con un ganado de cabras que está al cargo de un tal Francisco Hernández de Morales: Guarda y cargo que Francisco Hernández de Morales, v.°, hace de tomar 116 cabras de año arriba, de las cuales 48 y un cabrón chivato de tres años son de la marca de Catalina Simón, portuguesa, viuda, y suyas, 50 de la dicha edad son de la marca de Pedro Rodríguez, portugués, v.°, y suyas, y 15 de la marca de Catalina de Andrada, portuguesa, v." de Lanzarote'. Un documento del 26 de noviembre de 1599, nos muestra a otro vecino majorero de procedencia portuguesa, Gaspar Hernández, declarando acerca de unas tierras de labor que le han sido rematadas para su cultivo y guarda: Declaración que hace ante el escribano y ts. Gaspar Hernández, portugués, v.°, por la cual dice que él ha puesto la vega del Llano en 22 fanegas, una horra por guarda, que le ha sido rematada por el gobernador por voz de pregonero, por ende se obligaba a guardar de tal manera que los ganados de los vecinos no hagan daño a los panes y sementeras'". Como se pone de manifiesto en otros documentos, había igualmente algunos artesanos de la isla, como zapateros, albañiles, herreros, etc., que eran portugueses. Es lo que comprobamos en el siguiente poder, emitido el 12 de mayo de 1585: Poder que Baltasar Hernández Jerez, v.", da a Antonio Fernández, portugués, zapatero, v.", para que pueda cobrar de Francisco Espina, portugués, v.", de Tenerife, v.", que fue de La Madera, 17 doblas que le debe de un albalá firmado de su nombre, de un potro que le vendió en el dicho precio". Asimismo también sabemos por esta documentación que gran parte de la actividad comercial de Fuerteventura era ejercida por emigrantes de origen luso. Veamos, por ejemplo, el siguiente reconocimiento de 8. Op. cit., p. 71. 9. Op. cit., p. 78. 10. Op. cit., p. 87. 11. Op. cit, p. 64. 247 deuda firmado por un mercader portugués denominado Gonzalo González: Reconocimiento de deuda que Gonzalo González, mercader, v.°, de La Madera, est., hace a Bartolomé Pérez León, v.", para traerle de La Madera, una esclava negra de hasta 20 años '^. Por último, esta misma documentación también nos revela que el transporte marítimo era controlado casi en su totalidad por los portugueses. Así lo demuestran escritos del tenor del siguiente, emitido el 1 de septiembre de 1606: Obligación de pago que el alférez Francisco de Murcia Lordelo, natural de Tenerife, de la ciudad de La Laguna de San Cristóbal, res., hace a Francisco Gómez, portugués, v.° de Cacaes, res., maestre y señor de la carabela "San Antón", surta en el Puerto de la Peña Horadada, para hacer viaje a Tenerife, de 900 reales por otros tantos que le prestó en dinero de contado para despachar carga en el navio para Tenerife y en el de Pedro Pérez''. En síntesis, no cabe ninguna duda de que, como escribe Manuel Lobo, toda esta documentación nos permite "confirmar la afluencia de portugueses a la isla, no sólo por razones comerciales existentes y comprobadas entre Fuerteventura y La Madera, de donde se importan esclavos y adonde se lleva cereal, sino también por motivos laborales, pues muchos agricultores, artesanos y pastores residentes en la isla tienen un origen lusitano"'". Tanto es así que muchas de las viejas familias majoreras tienen hoy apellidos portugueses, como Acosta, Afonso, Aguiar, Bello, Camejo, Espinel, Fernández, Ferrer, Ferrera, Fleitas, Galván, Gopar, Lima, Machín, Márquez, Meló, Montelongo, Nóbrega, Sosa, Perera, Rivero, Saavedra, Sarabia, Silvera, Viera, etc., y esto sin contar la enorme cantidad de Pérez, González, Morales, Alonso, Rodríguez, etcétera, que, aunque castellanizados por los escribanos españoles, tienen también procedencia portuguesa. Es evidente, pues, que a través de esta numerosa e influyente población tuvieron que penetrar en la isla de Fuerteventura buena parte de los portuguesismos que hoy encontramos en su vocabulario tradicional, sobre todo los pertenecientes al medio rural, ya que los pueblos costeros surgirán mucho más tardíamente. Se conformarían así unas terminologías campesinas con cierto grado de aportuguesamiento, que posteriormente irían perdiendo terreno de modo paulatino en favor del vocabulario español, hasta el punto de que puede afirmarse hoy que nos 12. Op. cit, p. 81. 13. Op. cit, pp. 144-145. 14. Op. cit., p. 23 248 encontramos asistiendo a la agonía de buena parte de este léxico prestado. Por lo tanto, si las cosas fueron como se señala en estas páginas, no le falta razón a V. Martínez Encinas cuando escribe: En el léxico majorero se da una enorme influencia portuguesa, que según los lingüistas, ajenos, en parte, a esta realidad socio-histórica, llegó a Fuerteventura a través de la influencia portuguesa en la isla de La Palma, Tenerife, Gran Canaria. Nosotros pensamos que también los portugueses afincados en Fuerteventura, y cuyos matrimonios suponen un núcleo no pequeño de población, aportan directamente sus propias peculiaridades lingüísticas '^. La segunda circunstancia histórica que pudo haber contribuido al aportuguesamiento del vocabulario tradicional de la isla que nos ocupa, se encuentra en los grandes contingentes de personas de las otras zonas del archipiélago que en los años lluviosos se trasladaban a Fuerteventura, fundamentalmente para la recogida de las mieses. Así explica Álva-rez Rixo este fenómeno migratorio en su FUERTEVENTURA. Bosquejo físico y moral de esta isla. Causas de sus frecuentes escaseces y nociones para remediarlo ": El año que es bueno algo se repuebla la isla porque vuelven sus expatriados hijos cargados, si no de caudales y habilidades, de vicios, y a la par llegan porción de canarios, babilones " y palmeros a segar y trabajar por diversos oficios mecánicos. Se sabe que estos jornaleros, que pasaban largas temporadas en Fuerteventura, se integraban totalmente en la vida cotidiana de la isla, hasta el punto de que muchos de ellos terminaron casándose con mujeres de la tierra y estableciéndose definitivamente en ella. Ello explica que, con cierta frecuencia, nos encontremos en la vieja documentación isleña el gentilicio palmero como sobrenombre o apellido de algún vecino majorero, como sucede en la siguiente denuncia: Catalina de Soto, alias la Palmera, hija de José el Palmero y Bárbara de Soto, vecinos del pago de Goma, jurisdicción de Antigua, es denunciada por decir que una tía suya tenia una hija que quería casarse con un joven enfermo de gravedad '8. Nada de extraño tiene, pues, que, como ha señalado el profesor Navarro Artiles en un trabajo reciente sobre el viejo romance de Juan 15. La endogamia en Fuerteventura, Las Palmas, 1980, p. 299. 16. Texto inédito. 17. Babilones es el nombre que se da por esta época a los naturales de Tenerife. 18. Tomo el texto del trabajo de V. Martínez Encinas, La endogamia en Fuerteventura, p. 273. Como se señala en esta misma obra (p. 326), de todos los emigrantes canarios que llegan a Fuerteventura entre los años 1594 y 1975, el 38,15% procede de Tenerife; el 26,61%, de Lanzarote; el 24,68%, de Gran Canaria; el 7,65%, de La Palma; el 1,77%, de La Gomera; y el 1,31% de El Hierro. 249 Periñal", estos emigrantes ejercieran algún tipo de influencia cultural y lingüística sobre la población majorera. Concretamente en relación con el tema que nos ocupa en este estudio, es muy probable que sobre todo los palmeros y los tinerfeños o babilones introdujeran en la isla algunos de sus múltiples elementos léxicos de procedencia portuguesa. Téngase en cuenta que las nomenclaturas referentes a las faenas que estos jornaleros desempeñaban en Fuerteventura se encontraban plagadas en sus tierras de origen de elementos portugueses. Avala esta suposición la existencia de algún que otro portuguesismo, como arrafañar, baeta, devasar, etc., que son comunes a La Palma ^ y a Fuerteventura, y que por lo menos no aparecen recogidos en los glosarios de voces de las otras islas. La tercera circunstancia histórica que pudo haber contribuido en mayor o menor medida a incrementar el repertorio de los portuguesismos del vocabulario majorero se encuentra en los masivos movimientos migratorios que protagonizaban los mismos moradores de la isla en las frecuentes épocas de sequía. La historia de este trágico éxodo ha sido trazada con mano maestra por Roberto Roldan Verdejo, en el prólogo a los Acuerdos del Cabildo de Fuerteventura^^ y en su obra citada más arriba El hambre en Fuerteventura. Concretamente, en el primero de sus estudios nos dice el mencionado autor: En los años malos, más de la mitad de la gente abandona la isla, para regresar en los regulares o buenos. En estos últimos también vienen a la isla gran número de trabajadores de otras, a ayudar a recoger la cosecha ^^. En ambas publicaciones se comprueba fehacientemente que, dejando de lado los pocos emigrantes majoreros que preferían intentar la aventura americana, la mayor parte de ellos se dirigía a las islas de realengo (Gran Canaria, Tenerife y La Palma), que ofrecían obviamente mayores posibilidades de supervivencia que el resto. En las tierras de acogida, estas normalmente famélicas legiones de miajoreros, que carecían por lo general de cualquier tipo de cualificación profesional, se dedicaban, bien a trabajar en la construcción, la ganadería o donde encontraran ocupación, bien simplemente a mendigar por las calles, hasta que los caprichos de la meteorología mejoraran las condiciones de su tierra y 19. Este trabajo fue presentado como comunicación en las V Jornadas de Estudios sobre Fuerteventura y Lanzarote, celebradas en Puer1;o del Rosario, en septiembre de 1991. 20. Son voces que aparecen recogidas en el estudio de J. Régulo Pérez Notas acerca del habla de la isla de La Palma, Tenerife, 1970. 21. Los tres tomos de los Acuerdos del Cabildo de Fuerteventura se publicaron en Tenerife, en los años 1966, 1967 y 1970. 22. Acuerdos del Cabildo de Fuerteventura (1660-1728), p. 24. 250 pudieran regresar a ella. No sabemos con exactitud qué consecuencias pudo haber tenido en la forma de hablar de Fuerteventura el contacto de estos majoreros con las poblaciones grancanarias, tinerfeñas y palmeras, pero no es aventurado suponer que, por lo menos en el terreno del vocabulario, pudo haberse producido algún tipo de influencia, mediante la cual pudieron haber llegado a la isla ciertos lusismos, que, por lo menos, reforzarían el efecto de la influencia señalada en el apartado anterior. En todo caso, por las mismas razones que apuntamos más arriba, esta presunta influencia léxica solamente pudo haber afectado al vocabulario campesino. En cuarto lugar, hay que decir, para terminar, que es muy probable que la mayoría de los portuguesismos de los pueblos maríneros de Fuerteventura hayan llegado a la isla procedentes sobre todo de Lanzarote, a partir de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Aunque ya en la década de los veinte del siglo XVIII nos encontramos con acuerdos cabildicios como los siguientes: La libra de pescado fresco o salado, que es de lo que puede haber más abundancia por las muchas personas y barquillos que tratan de cogerlo, a dos cuartos en la ribera del mar y tres en esta Villa y lugares^'. Como en esta isla hay muchas personas que tienen barcos de pescar y está mandado traigan a la Villa pescado para su abasto, lo que no quiere hacer (...), acordaron cumplan con su obligación pena de un ducado y cuatro días de prisión 2^. La verdad es que la isla vivió casi de espaldas al mar hasta muy tarde, como señala Roberto Roldan Verdejo en el siguiente párrafo: La pesca, mal explotada, no constituía fuente de riqueza apreciable. Los pescados de alguna cantidad los constituían "viejas", mero, salemas y escolar, cuyos precios vienen en varias actas. La pesca en la costa de África casi no existía. En un acta se lee que sólo hay un barco que pesque en la costa de Berbería, "aportando" regularmente a Caleta de Fustes". Efectivamente, así es. Por toda la información contenida en los libros de viajes, documentos insulares, etc., se sabe que, salvo alguna casita localizada en los puertos naturales de la isla (Tostón, La Peña), las costas de Fuerteventura permanecieron despobladas hasta prácticamente el siglo XIX. Algunos de estos datos hacen pensar que, concretamente a finales del XVIII, empieza a tener cierta entidad el caserío de Corralejo. ¿Dónde se encuentra el origen del hoy más próspero pueblo del norte de la isla? Por una parte, en su condición de puerto natu- 23. Op cit., p. 253. 24. Op cit., p. 265. 25. Acuerdos del Cabildo de Fuerteventura (¡729-1798), p. 16. 251 ral a través del cual se canalizaba toda la actividad comercial que Fuer-teventura mantuvo siempre con Lanzarote. Eso es lo que explica que con relativa frecuencia el viejo Cabildo de Fuerteventura se viera obligado a tomar acuerdos como los siguientes: Poniendo esto en ejecución, acordaron que en el Puerto de Corralejo, por donde llegan los barcos de Lanzarote, vigile Andrés Melián^'. Visto que se saca mucho ganado para Lanzarote, acordaron que quienes deseasen hacerlo, sea con licencia del Cabildo, pena de 2.000 maravedíes, y que los guardas de los puertos de Corralejo y otras partes no dejen embarcar ganado sin licencia 2'. Por otra parte, en los grupos de pescadores del sur de Lanzarote que venían a pescar temporalmente a la parte norte de la isla. Veamos lo que escribe Martínez Encinas al respecto: Es de resaltar que a través de casi cinco siglos, de forma incomprensible, esta actitud majorera frente al mar permaneció invariable. Sólo cuando gentes venidas del sur de Lanzarote o de otras islas del archipiélago en fechas recientes se dedicaron a la pesca, surgió una fuente de alimentación, pero sin desarrollar todavía 2*. Andando el tiempo, estos asentamientos temporales se convertirían en definitivos, manteniéndose hasta hoy las relaciones familiares, sociales, económicas, etc., entre Corralejo y el sur de Lanzarote, aunque algo más debilitadas que antes, por el desorbitado crecimiento humano que han experimentado ambas zonas y por el desarrollo de los medios de transporte terrestres. Hasta tal punto esto es así, que, según Francisco Navarro Artiles, Corralejo es más el sur de la isla de Lanzarote que el norte de la isla de Fuerteventura. Desde el punto de vista humano, social y económico, esto era rigurosamente cierto hasta hace no muchos años. Por todo ello, tal vez no sea exagerado suponer que son estos marineros conejeros los primeros pescadores de Fuerteventura de cierta importancia, los primeros que se dedican de lleno y principalmente a las faenas de la pesca. Esto es lo que explica que la terminología marinera de la isla sea en buena parte la misma que utilizan los pescadores conejeros, terminología que a su vez había sido introducida en Lanza-rote por los marineros portugueses que se asentaron en esta isla después de que fue ocupada por los europeos, como demuestra la ingente cantidad de apellidos lusos (Estévez, Figueroa, Caraballo, Corujo, Viñolis, Pires, etc.) que encontramos entre sus familias marineras. Precisamente, algunos de estos apellidos (Estévez, Figueroa, Caraballo, etc.) pasaron 26. Acuerdos del Cabildo de Fuerteventura (1605-1659), p. 289. 27. Op cit., p. 81. 28. La endogamia en Fuerteventura, p. 24. 252 posteriormente a Fuerteventura y se encuentran hoy en las familias más viejas de Corralejo. El elemento portugués fue hasta tal punto importante en la forma de hablar de estos pescadores que terminó incluso influyendo en la toponimia de la zona norte de Fuerteventura e Isla de Lobos, como demuestran los nombres de Martiño, El Marrajo, Punta Gorda, etc., que designan ciertos puntos de estos lugares. Sabemos igualmente que, aunque por otro motivo (el negocio de la barrilla), también el surgimiento de Puerto del Rosario se produce más o menos por la misma época que Corralejo. Las primeras personas que se asentaron en el antiguamente llamado Puerto Cabras fueron, según Agustín Millares Cantero, el matrimonio Jorge-Estrada y el formado por Manuel Martos y Teresa López. Inmediatamente asistimos a un incesante goteo de pobladores, empujados por la demanda laboral y las provechosas perspectivas que encerraba la aldehuela. Desde Tetir acudían los hermanos Jorge, dedicándose en particular a la pesca de bajura. También a título de pescador se instaló al punto el olívense Vicente Hormiga, casado con la conejera María Rodríguez. Originarios de La Palma llegaban después Dolores Brito y su cónyuge. Dos labriegos de La Oliva, Manuel Peña y Francisco Melián, optaron por sumarse a la riada. Los imitaron otras parejas del interior ajenas a la isla^'. Como pueden deducirse por todos estos datos, los pescadores de Puerto del Rosario no tienen nada que ver en principio con los pescadores de Corralejo ni con los de El Cotillo. Se trata, por el contrario, de gente del interior de la isla, de agricultores que cambian el arado por el barquillo, y de ciertos emigrantes grancanarios que llegarán después. Esto explica que la terminología marinera del actual Puerto del Rosario presente ciertas diferencias respecto de la de los pescadores de Corralejo. Los pueblos de Gran Tarajal y Morro Jable nacerán algo más tarde. Al parecer, los caseríos que dan lugar a estos actualmente importantes núcleos de población majorera empiezan a adquirir cierta entidad a partir de finales del siglo XIX. Entre las primeras personas que llegan a ellos parecen encontrarse ciertas familias de Corralejo y El Cotillo, que pescaban temporalmente por aquellos parajes, un buen número de pescadores del pueblo conejero de Puerto del Carmen y algunos emigrantes grancanarios. Esta particular conformación humana hace que existan también algunas diferencias léxicas entre las terminologías de los pescadores del norte de la isla y las terminologías de los del sur. 29. "Puerto de Cabras en la memoria (digo, el corazón)", en Pregones de fiestas. 1983-1986. Puerto del Rosario. Fuerteventura, Puerto del Rosario, 1989. p. 25. 253 En síntesis, en relación con el tema que nos ha ocupado en el presente trabajo, puede afirmarse que: a) El vocabulario de Fuerteventura posee un número muy alto de portuguesismos, mucho más alto de lo que se ha supuesto tradicional-mente. b) No todos estos portuguesismos gozan del mismo grado de difusión en toda la isla, pues si bien hay un grupo de ellos que es de dominio general, otros pertenecen exclusivamente al mundo de los marineros y otros sólo al mundo de los campesinos. c) Como los avatares históricos de cada uno de estos dos grupos de población majorera han sido radicalmente diferentes, las vías de penetración de los portuguesismos en la isla han sido también distintas. d) Por una parte están los portuguesisnuos campesinos, que llegan a Fuerteventura directamente, a través de los numerosos comerciantes, agricultores, artesanos, ganaderos, etc., portugueses que se instalan en ella desde el siglo XV, e indirectamente, a través de los palmeros, tiner-feños, etc., que llegan a Fuerteventura a trabajar en las faenas agrícolas y a través de las masas de majoreros que en los años de sequía se ven obligados a abandonar su tierra, para volver en las épocas lluviosas. e) Por otra, están los portuguesismos marineros, que arriban a Fuerteventura mucho más tarde y que proceden en su inmensa mayoría de Lanzarote, cuyos pescadores fueron en buena medida los que pusieron en marcha la pesca en la isla. El número de portuguesismos de este grupo es no solamente más alto que el de los portuguesismos campesinos, sino que presenta también una mayor vitalidad, precisamente porque no han experimentado la competencia del vocabulario marinero español y porque la actividad de la pesca disfruta hoy en Fuerteventura, como en el resto del archipiélago, de mayor vigor que las actividades campesinas, sobre todo las agrícolas. 254
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Calificación | |
Título y subtítulo | Portuguesismos en el vocabulario de Fuerteventura |
Autor principal | Morera Pérez, Marcial |
Publicación fuente | Tebeto : anuario del Archivo Histórico Insular de Fuerteventura (Islas Canarias) |
Numeración | Número 06 |
Sección | Lengua y literatura |
Tipo de documento | Artículo |
Lugar de publicación | Fuerteventura |
Editorial | Cabildo Insular de Fuerteventura |
Fecha | 1993 |
Páginas | p. 235-254 |
Materias | Préstamos lingüísticos ; Español (Lengua) ; Fuerteventura ; Canarias ; Portuguesismos |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 969769 Bytes |
Texto | LENGUA Y LITERATURA PORTUGUESISMOS EN EL VOCABULARIO DE FUERTEVENTURA MARCIAL MORERA PÉREZ Aunque para cualquier persona conocedora de la historia de las Islas Canarias resulta más que evidente que no hay ni siquiera un palmo de territorio insular que haya quedado libre del influjo de la ingente cantidad de población portuguesa que arribó a este territorio atlántico entre los siglos XVI y mediados del XVIII, principalmente, no resulta menos cierto que esa influencia no tuvo la misma intensidad ni se ejerció de igual manera en todo el territorio del Archipiélago. Así, por ejemplo, siempre se ha supuesto que, por diversas razones históricas, las islas más aportuguesadas habrían sido La Palma, Tenerife, La Gomera y Lanzarote, en tanto que Gran Canaria, El Hierro y Fuer-teventura habrían resultado algo menos afectadas'. En las páginas que siguen, intentaremos analizar concretamente el influjo que los mencionados portugueses pudieron ejercer sobre el vocabulario de la isla de Fuerteventura. Todo lo que sobre esta cuestión sabíamos hasta ahora puede resumirse en las siguientes palabras del profesor Navarro Artiles, escritas en el año 1965: Se observa una intensa presencia de portuguesismos en el léxico 'majorero'. Creemos que se trata sólo de un carácter genérico del español hablado en las Islas Canarias. Sorprende, sin embargo, esta intensidad en Fuerteventura, isla tan poco dada a contactos lingüísticos exteriores. Sabíamos de los muchos portugueses que poblaron las islas de Gran Canaria, Tenerife y La Palma durante los siglos XVI y XVII; pero no hemos allegado noticias de que estuvieran en Fuerteventura. De todas formas, esta presencia de portuguesismos en Fuerteventura puede 1. Después de que el profesor Serra Ráfols analizara los aspectos históricos de la relación entre Canarias y Portugal en su destacado trabajo Los portugueses en Canarias y de que Wagner llamara la atención sobre la existencia de abundantes lusismos en la obra Cómo hablan los canarios, publicado por los hermanos Millares a principios de siglo, los aspectos lingüísticos y culturales de la influencia de los portugueses en Canarias han sido minuciosamente rastreados por el profesor J. Pérez Vidal, en variadísimos artículos escritos a lo largo de su dilatada vida y que finalmente él mismo sintetizó en su libro Los portugueses en Canarias. Portuguesismos, Las Palmas, 1991. 235 darnos una medida indirecta de la gran influencia portuguesa en el español de Canarias. Esto, al menos, parece a primera vista, si bien habría que esperar a que avance un poco más el estudio monográfico de cada una de las voces que actualmente se tienen por portuguesismos, pues bien pudiera ocurrir que resultaran ciertas las llamadas de atención del Dr. Álvarez Delgado y que el volumen de portuguesismos en el español de Canarias se quedara muy reducido 2. Hoy, veintisiete años después de que se escribieran estas líneas, y una vez recogida, analizada y clasificada buena parte del léxico tradicional de la isla^ y catalogada y hasta publicada alguna de su documentación histórica, es posible arrojar un poco más de luz sobre este aspecto concreto de la lexicología majorera. Para empezar, hay que reconocer que los préstamos léxicos portugueses no son ni mucho menos una anécdota en el español de Fuer-teventura, como tan atinadamente señala Navarro Artiles en el trabajo citado. Un repaso minucioso del riquísimo y variado vocabulario tradicional de la isla nos pone de manifiesto que los lusismos léxicos impregnan, con mayor o menor intensidad según los casos, todas y cada una de las parcelas de sus nomenclaturas tradicionales. Establezcamos, como muestra, una rápida clasificación de estos portuguesismos, en el bien entendido de que no pretendemos ser exhaustivos: A) En el vocabulario campesino, podemos distinguir los siguientes apartados: a) Voces relacionadas con fenómenos atmosféricos, como arco de la vieja 'arco iris', clis 'eclipse', garuga 'lluvia muy menuda acompañada de niebla', morriña 'llovizna', tolde 'tiempo nublado', etc.; b) Voces relacionadas con la fauna, como apagao 'especie de lechuza científicamente denominada Athene merídionalis' coruja 'especie de lechuza que los científicos llaman Asió otus', falcan 'halcón', pinto 'pequeño pájaro llamado científicamente Carduelis elegans', lagarta 'larva de insecto lepidóptero, muy perjudicial para la agricultura', etc.; c) Voces relacionadas con plantas silvestres o cultivables, como carga-tripa 'especie de hierba silvestre que los botánicos llaman Emex spi-nosa', relinchón 'especie de planta comestible denominada científicamente Erucastrum canariense', farroguero 'algarrobo', romame 'fruto del espino', bubango 'especie de calabacín', beterrada 'remolacha'. 2. "Vocabulario de Fuerteventura", Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, XXI (1965), pp. 103-104. 3. El léxico majorero ha sido estudiado, primero, por Francisco Navarro Artiles y Fausto Calero en su trabajo citado "Vocabulario de Fuerteventura" y más tarde por mí mismo en El español tradicional de Fuerteventura, Puerto del Rosario, 1994, capítulo IV. A ambos trabajos debe acudir el lector que desee tener más información sobre esta cuestión. 236 camisa 'hoja de la pina del millo', carozo 'corazón de la espiga del millo', casuUo 'cascarilla del trigo', cerne 'especie de calabaza que no tiene pepitas', deshijar 'quitar los chupones a las plantas', fallecer 'echar la planta fruto fallido", grana 'semilla de la uva, el cosco, etc.', grelar 'ecíiar yema o brote los vegetales', légame 'legumbre seca', ojo 'pequeño brote de los tubérculos', pina 'parte alta de la espiga del maíz', támara 'fruto de la palmera', etc., d) Voces relacionadas con animales domésticos, como cobra 'cierto número de burros o camellos enlazados para trillar', babujear 'perseguir el macho cabrio en celo a la cabra, emitiendo sus característicos balidos', baña 'gordura del cerdo', bosta 'excremento de vacas, burros, camellos', bostear 'evacuar bosta las vacas, burros, camellos', devasar 'invadir y destrozar las personas o los animales los árboles o las plantaciones', entaliscarse 'quedarse un animal atascado en un lugar de difícil acceso', espirrar 'estornudar', fuchirse 'echarse el camello en el suelo', payo 'estómago de los animales', quejo 'quijada de los animales', rabuja 'cierta enfermedad de gatos y perros', roncollo 'se dice del carnero o macho cabrio con un solo testículo', tetera 'pezonera', tocar 'arrear el ganado', totizo 'nuca, parte posterior de la cabeza', urrar 'bramar los animales', barrosa 'se dice de la cabra cuyo pelaje es de color del barro', etc.; e) Voces relacionadas con aperos de labranza y arreos de los animales, como andillas 'parte de la silla del camello que sirve de asiento a las personas y a las cargas', antojos 'anteojeras', cango 'especie de yugo para burros, camellos, etc.', candi 'cada uno de los palos verticales del cangó", corsa 'narria', mejilla 'travesano del madero que une las orejas del arado', mosa 'cada una de las muescas o entalladuras de los canales', rabiza 'mancera del arado', etc. B) Los portuguesismos más destacados del vocabulario marinero de Fuerteventura pueden clasificarse en los siguientes apartados: a) Voces relacionadas con la geografía de la costa, tipo de fondos marinos, etc., como caleta 'estrecha entrante del mar en tierra', puntilla 'pequeña lengua de tierra que penetra en el mar', alto 'zona de pesca de gran profundidad que se encuentra alejada de la costa', callado 'canto rodado', comedurío 'tipo de fondo de mar constituido por teso duro con alguna piedra. Se trata de la zona en que va a comer el pescado', pesquero 'zona del mar donde vive el pescado y donde va el pescador a capturarlo', rolo 'zona del mar con fondo de limpiazo donde se va pescar al garete', roquero 'zona del fondo del mar rocosa y aislada', jable 'arena blanca fina'; b) Voces relacionadas con fenómenos atmosféricos y estados del mar, como fumalla 'viento muy fuerte', garugón 'tormenta pasajera constituida por negros nubarrones, viento y lluvia', maresia 'aire cargado de humedad marina', orasa 'viento de no mucha inten- 237 sidad', rebojo 'viento suave', virazón 'viento suave que sopla de tarde o de madrugada en dirección contraria al dominante', jacio 'aquieta-miento momentáneo del mar tras el oleaje', ¡evadia 'oleaje alto en la costa', mamila 'marejadilla muy viva que salpica', roUero 'remolino de agua', vagamar 'ola grande aislada y de movimiento lento', etc.; c) Voces relacionadas con el mundo de los peces, que podemos clasificar en los siguientes subapartados: (ca) Nombres de especies de peces, como ajova 'especie de pez denominado por los zoólogos Pomatomus salta-tríx", alhajar 'especie de tiburón que los científicos denominan Hexan-drus gríseas', alfonsiño 'especie de pequeño pez científicamente llamado Apogon imberbi^, barbero 'especie de pez gallo grande denominado por los científicos Zeus fabef, barraco 'especie de pequeño pez que los biólogos denominan Centrolabrus trutta\ barriguda 'especie de pequeño pez de charco denominado científicamente Coryphoblennius galerita', bica 'especie de pez parecido a la breca', bicuda 'especie de pez alargado denominado científicamente Sphyraena spet.\ bocanegra 'pez de la familia de los escorpénidos denominado zoológicamente Helicolunus dactylopterus", bríota 'especie de pez denominado científicamente Phycis pliycis\ cabozo 'pez de charco de la familia de los gobios', cachorro 'mero joven', castañeta 'especie de pequeño pez llamado científicamente Abudefduf luridus', cherne 'especie de pez grande llamado por los biólogos Polyprion americanum\ chicharro 'especie de pez que recibe el nombre científico de Trachurus picturatus", chucho 'especie de raya', chupasangre 'especie de pez de color marrón, con ventosas en el vientre, que los científicos denominan Lepadogaster zabriná", fula 'especie de pequeño pez denominado por los biólogos Chromis limbatus', gata 'especie de tollo o cazón que recibe el nombre científico de Scymnorhinus lichá", goraz 'especie de pez llamado científicamente Pagelus bocaraveo', guelde 'especie de pez muy pequeño llamado por los científicos Atherina presbyter', lagarto 'especie de pez denominado por los zoólogos Syno-dus saurus', longarón 'especie de pequeño pez llamado científicamente Engraulis encrasicolus', majuga 'sardina pequeña', mamón 'especie de pez lagarto', manta 'especie de raya', muñón 'especie de morena', peje-verde 'especie de pez pequeño muy colorido llamado científicamente Thalassoma pavo\ quella 'especie de tiburón llamado científicamente Prionace glauca', quelme 'especie de tiburón de pequeño tamaño que los científicos denominan Centrophorus granulosus', ratón 'especie de raya', mazo 'especie de delfín que los científicos denominan Delphinus tursio', sarda 'especie de tiburón llamado en biología Odantastis taums', sargoriado 'especie de sargo', seifío 'especie de pez denominado científicamente Diplodus vulgaris', tamboril 'especie de pez que los científicos denominan Sphoerodes spengleri\ tapaculo 'especie de lenguado 238 denominado por los zoólogos Bothas podas', vieja 'especie de pez denominado por los biólogos Sparisoma cretensis', etc.; (cb) Nombres relacionados con la anatomía del pez, como buche 'intestino del pez', cha-vera 'quistes pequeños que les salen a algunos peces en la carne', espolón 'aleta prominente y dura de los túnidos', facera 'opérenlo', gallo 'pico queratinoso que constituye la boca del pulpo', guerla 'parte de la cabeza del pez en que se alojan las agallas', morca 'vejiga natatoria', parpetana 'opérenlo', etc.; (ce) Nombres relacionados con bancos de peces, como amiaje 'morralla', cardume 'banco de peces', muela 'banco muy compacto de peces', etc.; (cd) Nombres relacionados con el tratamiento y manipulación del pescado, como empillar 'apilar el pescado salado', lañar 'hacer cortes alargados y profundos al pescado para que la sal penetre bien en él', rolo 'rodaja grande de pescado', rueda 'rodaja pequeña de pescado', etc.; d) Voces relacionadas con moluscos, algas, etcétera, marinos, como aguaviva 'medusa', bucio 'concha de caracol grande', burgado 'especie de caracol marino pequeño', cangrejo moro 'especie de cangrejo marino grande', choco 'especie de molusco cefalópodo', daca 'bellota de mar', erizo cachero 'erizo grande de color negro y púas pequeñas', jaca 'especie de cangrejo marino grande', lula 'especie de molusco cefalópodo parecido al calamar', santorra 'centollo', seba 'alga marina', etc.; e) Nombres relacionados con aves marinas, como almamestre 'especie de golondrina de mar', garajao 'especie de golondrina de mar científicamente denominada Stema hirundó", gavina 'especie de ave marina parecida a la gaviota, aunque más pequeña', guincho 'especie de ave marina de presa que los biólogos denominan Pandion halicietus', mascato 'especie de golondrina de mar', pardela 'especie de ave marina científicamente denominada Puffínus assimilis', etcétera; f) Nombres relacionados con la estructura de las embarcaciones menores de pesca y de las operaciones que se hacen con ellas, como abicar 'varar la embarcación de proa dejando la popa en el agua', arrosar 'arrastrar o correr lateralmente una embarcación varada', revirarse 'voltearse la embarcación en la mar', esposar 'quitar el agua del barco con un trapo o esponja', albazul 'tabla que se coloca verticalmente sobre el leito, de banda a banda', astia 'cada uno de los maderos que hay a partir del pie de roda de la embarcación', capillo 'parte de la roda que sobresale por encima de la borda', chillera 'escotilla del leito de popa' fecho 'tabla más estrecha por los extremos que por el centro que sirve de cierre a la tablazón de la embarcación', gallo 'pieza de madera curva que se encuentra en los extremos de la zapata', lasca 'pieza de madera o media caña que se pone en la borda de la embarcación para protegerla', lata 'listón en forma de viga que sirve de soporte a la cubierta del leito, leito 'cámara que suele tener la embarca- 239 ción en la proa y en la popa o en una de estas partes y que sirve como salvavidas', malaqueta 'pieza de madera en forma de cuaderna que tiene la embarcación en las amuras, para atar las calas\ torno 'agujero que tiene la embarcación en el fondo, para achicarla cuando está varada', verdugo 'cinta de la embarcación', etc.; g) Nombres relacionados con el remo, la vela, el ancla y otros instrumentos que el pescador lleva a bordo de la embarcación, como puño 'empuñadura del remo', lavante 'se dice del remo de proa o de babor', hurraca 'argolla insertada en el palo de la vela, donde se sujeta la palanca', garruncho 'cada uno de los ollados de la fila de éstos que el martillo de la vela posee en cada faja', lugar 'bandear una vela que no está bien sujeta, por efecto del viento', mosca 'extremo inferior de la palanca de la vela', anete 'argolla del rezón {rozón en el español canario), cala 'cabo delgado', calamento 'conjunto de calas que se lleva en el barco para fondear', fílame 'bitadura', pandullo 'saco lleno de arena o callaos para fondear', pota 'trozo de chapa que se pone en el extremo del rezón', rociega 'rezón pequeño', rocegar 'arar el fondo del mar con la rociega, al objeto de recuperar cabos, nasas, etc.', sacho 'trozo de cadena o cabo grueso que tiene el rezón atado al anete\ bichero 'asta larga con un gancho en la punta, para enganchar peces, etc.', dedera 'funda de goma, lona u otro material, con que se protege el pescador el dedo con que coge la liña\ embi-cherar 'enganchar un pez o cualquier otra cosa con el bichero', porrino 'porra usada para matar el pescado', etc.; h) Voces relacionadas con los sedales y aparejos de pesca, como chumbo 'pleno del aparejo de pesca', cloca 'doblez del alambre, por donde éste puede partirse', corri-quia ''liña de arrastre para pescar con la embarcación en marcha', des-iscar 'soltarse del anzuelo el pez que estaba enganchado en él', empatar 'atar el sedal al anzuelo', estronca 'especie de tubo o cualquier otra cosa algo pesada con agujero en el centro por el cual se introduce el aparejo que queda enganchado del fondo, para soltarlo', farrobar 'untar las liñas de pescar con farroga, a fin de impermeabilizarlas y hacerlas más consistentes', gangorra 'trozo de nailon, alambre o liña que se empata a la tirada de la caña, para hacerla más larga', iscar 'cebar el anzuelo', liña 'sedal de hilo para pescar a mano', pendanga 'todo tipo de utensilio que se use como peso', puntera 'trozo de cuerno de macho cabrío que se pone en la punta de la caña de pescar, para darle mayor sen-sibiUdad', refalar 'desgarrar el bezo del pez al capturarlo', rolar 'pescar con la embarcación a la deriva', desaferrar 'soltarse el pez que estaba enganchado en el anzuelo', tanza 'hilo de nailon para pescar', copejada 'copo de la traíña', etc.; i) Nombres relacionados con los cebos que usa el pescador para pescar, como bellisco 'pequeños trozos de pescado para pescar o engordaf, engodar 'echar algún tipo de cebo al agua 240 para atraer los peces al lugar en que se quiere pescar', iscar 'poner cebo al anzuelo', tona 'filete que se extrae de un pez para pescar', etc. C) En el capítulo del vocabulario más general, podemos destacar los siguientes grupos de portuguesismos: a) Voces relacionadas con la anatomía humana, funciones fisiológicas, etc., como barriga de la pierna 'parte carnosa de la pantorrilla', barriguilla del dedo 'yema del dedo', bufearse 'expeler bufo^, bufo 'ventosidad silenciosa', codillo 'articulación de los dedos', escarradura 'gargajo', espirrar 'estornudar', engasgarse 'atragantarse', guineo 'ruido repetitivo y monótono', quejo 'quijada', táramela 'lengua (sobre todo en la expresión darle a la taramelá)\ totizo 'nuca, parte posterior de la cabeza', lamber 'lamer', luna 'menstruación', verija 'entrepierna', vida 'cordón umbilical', etc.; b) Voces relacionadas con enfermedades o heridas, como borracha 'ampolla en la piel', desconchabar 'descomponerse alguien a causa de un susto, etc.', embazarse 'quedarse alguien sin aliento a causa de un golpe en el estómago', empeñarse 'quebrarse', fogaje 'encendimiento de la sangre' gallo 'bulto que sale en la cabeza a consecuencia de un golpe', jeito 'golpe brusco, esguince', maldita 'tumor pequeño, llaguita pertinaz', mancar 'herir', melancolía 'enfermedad de la piel consistente en que ésta se llena de manchas blancas a consecuencia de la pérdida de melanina', sarampio 'sarampión', sardiento 'se dice de la piel escamosa', tontura 'vértigo, mareo', trilladura 'lesión que se produce en alguna parte del cuerpo, como por ejemplo en un dedo, como consecuencia de habérselo pillado con algún objeto', tupido 'estreñido', etc.; c) Voces relacionadas con defectos o cualidades negativas, como atarracado 'rechoncho', fañoso 'gangoso nasal', gago 'tartamudo', malajeitado 'poco habilidoso', mala-mañado 'desgarbado', morriñento 'desmedrado', peta 'joroba, chepa', tinete 'persistencia en una acción negativa', etc.; d) Voces relacionadas con sentimientos y actitudes personales, como amaguado 'apenado', amularse 'atufarse', arripiarse 'estremecerse repentinamente el cuerpo por sentir escalofrío y otras sensaciones desagradables', apetitar 'apetecer', batumerio 'mal olor muy intenso', regañarse 'arrugarse la cara por causa de alguna sensación desagradable', regañiza 'mueca de burla hecha con la lengua, la boca, etc.', reinador 'se dice de los niños que reinarí, reinar 'llorar los niños monótona y obstinadamente', etc.; e) Voces relacionadas con objetos de la casa y faenas domésticas, como arenar 'enarenar la loza', baeta 'tela afelpada de lana por la parte interior', balayo 'cesta plana', balde 'cubo', bico 'punta acanalada de una vasija, recipiente, etc.', borrallo 'ceniza', caja 'arcón', escanillo 'recanto', fechillo 'pasador de hierro de una puerta', fole 'zurrón grande', fonil 'embudo', gaveta 'cajón corredizo de los muebles', locero 'espetera o mueble donde se pone la loza', novelo 'ovillo', regadera 'vasija portátil 241 para regar las plantas', rolete 'aro de tela que se ponen las mujeres en la cabeza para cargar objetos', serrote 'especie de serrucho de tamaño más corto que el normal', talla 'vasija que contiene el agua de beber', tareco 'trasto', etc.; f) Voces relacionadas con la alimentación, la acción de comer, etc., como beberaje 'bebida medicinal prescrita por el curandero', chuchar 'peyorativamente, comer', codo 'canto del pan', conducto 'alimento en pequeña porción que acompaña la vianda principal', entu- Jlo 'parte sólida de los potajes u otras comidas', fondaje 'poso que queda en un recipiente', frangollo 'vianda consistente en una especie de masa hecha con rollón, que se suele comer acompañada de leche o suero del queso', queque 'tipo de bollo', rapadura 'confitura de forma cónica hecha de azúcar, gofio, almendras, etc.', raspa 'residuo de comida que se saca de los calderos', rolar 'triturar el millo, dejándolo algo grueso', rolón 'rollón', tomar 'beber', trucha 'especie de empanadilla con relleno de batata, cabello de ángel, etc.', etc.; g) Voces relacionadas con acciones muy diversas, como abanar 'abanicar', 'saludar de lejos, etc.', arrafañar 'rafiñar, arramblar con todo lo que se encuentra', arrumar 'amontonar', atochar 'agacharse una persona o un animal', cambar 'alabear, torcer', debruzarse 'apoyarse con los brazos cruzados sobre alguna cosa', desentullir 'quitar el entullo de alguna cosa', embor-car 'volcar', empurrar 'empujar con fuerza la cabeza de alguien o algo hacia adelante', empillar 'amontonar', enamorar 'pelar la pava', enchumbar 'mojar enteramente', ensopar 'empapar', entuUir 'cubrir o rellenar totalmente una cosa de arena, escombros, etc.', escarrapachado 'se dice de una cosa, por lo general planta, que se encuentra enteramente extendida en el suelo', fechar 'cerrar totalmente una cosa', fínchar 'pinchar', guarecer 'lograr sacar adelante a niños, plantas, etc., que estaban enfermos', insarse 'plagarse alguien o algo de insectos u otros bichos menudos', marguUir 'nadar debajo del agua', palmetear 'aplaudir', patuñar 'pisotear con los pies desnudos en terreno fangoso', pegar 'empezar', pinchar 'saltar', rendir 'mostrar síntomas de resquebrajamiento una cosa', traquinar 'andar removiendo cosas de forma persistente', etc.; h) Voces relacionadas con cualidades generales muy diversas, como atual 'verdadero, efectivo', baluto 'se dice de la persona que está sin hacer nada', cabra 'mujer de vida licenciosa', chueco 'se dice de algo que desprende mal olor', desmanguillado 'se dice de la persona vestida desaliñadamente', devaso 'indolente, holgazán', ferrugiento 'herrumbriento', nuevo 'se dice de la persona de poca edad', pachorriento 'se dice de la persona que tiene mucha pachorra', porcallón 'se dice de la persona muy sucia', taranta 'hombre de poca seriedad', trafago 'persona que hace las cosas mal y pronto', trafulla 'persona que hace trafullas', zafado 'desvergonzado', etc.; i) Voces relacionadas con objetos diversos, 242 como atillo 'cuerda fina', cachimba 'pipa', caldia 'zurra', casal 'pareja de hijo e hija', charquera 'encharcamiento de agua en el suelo', chisgo 'chorrillo de cualquier liquido que sale bruscamente', chunime 'sustancia líquida que sueltan determinados productos sólidos cuando se aplastan, etc.', ciscaUo 'pequeña partícula o residuo de cualquier cosa sólida', entu- Uo 'escombro', fílera 'hilera', fleje 'haz de cosas separables por unidades', folia 'tipo de canto y baile popular de las Islas Canarias', 'zurra', fugalera 'hoguera', garepa 'viruta de madera', gonga 'círculo en el suelo para jugar al boliche', juro 'agujero', lambuja 'pequeña cantidad de alguna cosa', lasca 'trozo delgado que se saca de alguna cosa', maña 'habilidad adquirida con el uso', monturrio 'montón de tierra, escombros, etc.', payor 'gran cantidad de alguna cosa', pela 'en la expresión montar a la pela, hombro', piche 'asfalto', rebullicio 'bullicio grande', ruma 'rimero', siclano 'el que va después de mengano', sorroballo 'trabajo duro y de nulas condiciones higiénicas', tarea 'zurra', traquina 'paliza', trinque 'nuevo', venta 'tienda de comestibles', etc. D) Voces relacionadas con la albañilería, como canto 'piedra grande que forma las esquinas de las casas antiguas', chazo 'trozo de tabla o listón', colmo 'techo de paja', corcho 'recipiente para la argamasa', marrón 'especie de martillo grande y pesado', picar 'excavar con el pico\ picareta 'herramienta con mango de madera y dos bocas opuestas, para usar con una sola mano', pico 'herramienta con cabo de madera y dos bocas opuestas, una de ellas puntiaguda, para usar con las dos manos', sobrado 'habitación que se hace encima de otra', tapume 'conjunto de tablillas menudas que se pone encima de las vigas, para que sostenga la torta', terrera 'se dice de la casa de una sola planta', etc. La primera evidencia que se impone cuando se observa la ingente cantidad de voces que nos ocupa es que los préstamos portugueses no solamente han afectado a todas y cada una de las nomenclaturas tradicionales de Fuerteventura, a los nombres de sus objetos cotidianos, sino que también han alcanzado intensamente a categorías gramaticales más resistentes al préstamo, como el adjetivo y el verbo, lo que nos puede dar una medida indirecta de la importancia de la influencia de la población portuguesa en la isla. En segundo lugar, desde el punto de vista de su distribución, comprobamos que buena parte de esta balumba de portuguesismos, como por ejemplo andoriña, beterrada, legume, tetera, chícharo, vieja, rolo, empatar, engodar, tanza, borrallo, caja, fonil, espirrar, tinete, frangollo, margullir, finchar, gago, etc., pertenece más o menos por igual a todas y cada una de las siete islas; es decir, se trata de portuguesismos pan-canarios. Un grupito muy reducido de ellos, como devaso, empeñado 243 ('quebrado'), malamañado, malagradecido, seba, anjova, majuga, faceras, rendir, etc., parecen darse sobre todo en las tres islas orientales. Algunos, como andülas, chavetas, fole, borracho, parpetanas, guerlas, arruaje, almamestre, mascato, abicar, arrosar, anete, astia, afilio, trilladura, pinchar, pota, sacho, etc., los comparte Fuerteventura con la isla de Lanzarote. En casos muy contados, como arrafañar, baeta, devasar, furnalla ('viento fuerte'), etc., algunos portuguesismos majoreros coinciden más bien con portuguesismos de las islas occidentales, como La Palma y Tenerife, sobre todo. Por último, nos encontramos con un gru-pito algo más numeroso, como tolde, cargatripa, relinchón, rolo ('zona del fondo del mar limpia') romame, atochar, antojos, borracha, clis, sar-diento, etc., que parecen pertenecer sobre todo al español majorero, a juzgar por el hecho de que no aparezcan en los glosarios de voces del resto de las islas \ Asimismo, nos encontramos con ciertos lusismos pan-canarios que han desarrollado alguna acepción o forma nueva en Fuerteventura, o cuando más en Fuerteventura y las otras dos islas orientales. Tenemos así que, por ejemplo, el fecho que encontramos en la expresión tener mucho fecho en la mano, adquiere el sentido de 'fuerza de cierre'; el fechar de fechar a alguien por la pechera, presenta el sentido contextual 'agarrarlo fuertemente'; amularse, 'quedarse los alimentos duros por interrupción de la cocción'; leito, 'cámara que tienen las embarcaciones menores en proa y popa, para salvavidas'; pandullo, que se ha especializado en el sentido de 'saco lleno de callados o arena que se emplea para fondear la embarcación'; pandullaje, 'chiquillería'; arruaje, 'chusma, gente de mal vivir'; majuga, 'conjunto de niños pequeños'; refalar, 'romper el labio a alguien'; zafado, 'se dice de la persona de mano ligera'; devasez, 'indolencia, holgazanería', etc. También encontramos algunas expresiones hechas más o menos propias constituidas por ciertos portuguesismos marineros, como por ejemplo Saber Alguien más que un pejeverde 'saber alguien mucho, de tal manera que resulta difícil engañarlo'. Estar alguien pasando garugones 'estar alguien pasando dificultades'. Estar alguien más hinchado que un tamboril 'estar alguien muy hinchado', Ser alguien más matrero que un sargo-riado 'ser alguien muy astuto', Tener alguien más vista que un garajao 'tener alguien mucha vista', etc. Asimismo, apreciamos en el plano formal algunas diferencias entre ciertos portuguesismos de Fuerteventura o de las islas orientales y sus significantes correspondientes en las islas occidentales, como en los casos de pandullo, entullir, margullir, etc., que 4. No conviene olvidar los riesgos que encierra atribuir una voz a un determinado ámbito local en exclusiva. 244 en islas como La Palma y Tenerife, por ejemplo, presentan las variantes formales pendullo, entullar, margullar, etc. Además de esto, cuando se trata de la distribución de todo o de parte del vocabulario regional canario, no basta con señalar las diferencias que hay entre unas islas y las otras, sino que es necesario plantearse también el problema de la distribución que dichas voces presentan dentro de cada una de ellas. Por eso precisamente debemos formularnos aquí la siguiente pregunta: ¿Gozan los portuguesismos majoreros de igual grado de implantación en toda la isla? La respuesta a esta pregunta es sencillamente, no. El mismo hecho de que se trate de un vocabulario en buena medida terminológico, de un vocabulario perteneciente a grupos profesionales que viven en medios físicos radicalmente distintos, determina que haya que distinguir, en principio, dos zonas bien diferenciadas según el tipo de portuguesismos que encontremos en ellas: la zona constituida por los pueblos costeros, sobre todo Corralejo, El Cotillo, Puerto del Rosario, Gran Tarajal y Morro Jable, que han vivido consagrados a las faenas marineras; y la zona constituida por los pueblos del interior de la isla, como La Oliva, Tindaya, La Matilla, Tetir, Tefía, Casillas del Ángel, La Antigua, Llanos de la Concepción, Valle de Santa Inés, Betancuria, Vega de Río Palmas, Valles de Ortega, Agua de Bueyes, Tiscamanita, Tuineje, Pájara, etc., que, como es obvio, han vivido siempre de la ganadería y de la agricultura, aunque en algunas ocasiones sus moradores hayan practicado de forma más o menos esporádica cierto tipo de pesca de orilla. Se observa además que el apor-tuguesamiento del vocabulario de los pueblos que tradicionalmente se han dedicado a la pesca es algo mayor que el que han experimentado los pueblos del interior, que poseen un vocabulario en ciertos aspectos más hispanizado, incluso con cierto número de tecnicismos agricolas procedentes de Andalucía. La causa de estos andalucismos y de la mayor castellanización del vocabulario campesino majorero hay que buscarla en la siguiente circunstancia histórica: dejando a un lado a los burócratas y a los religiosos, los colonos españoles que venían a Canarias eran por lo general agricultores y ganaderos, en tanto que de Portugal, no solamente arribaron considerables contingentes de campesinos, sino también gentes de la mar, que se dedicaban tanto a la pesca de bajura como al transporte marítimo entre las distintas islas y entre éstas y La Madera, fundamentalmente. Como señala Roberto Roldan Verdejo: La dedicación exclusivamente agrícola y ganadera de los habitantes de Fuer-teventura desde su conquista, es la raíz y arranque de sus males económicos. La conquista normanda de Juan de Bethencourt trae a la isla y asienta en ella una población campesina que intenta trasplantar sus técnicas agrícolas desde Norman-día a Fuerteventura, a pesar de la gran diferencia de ambas comarcas. La llegada 245 posterior, con Diego García de Herrera y Pedro Hernández de Saavedra, de colonizadores andaluces, redunda en el criterio agrícola que se le quiere dar a la isla'. En estas circunstancias, nada de particular tiene que nos encontremos en los pueblos del litoral majorero algunos portuguesismos, tanto generales como específicos de una actividad determinada, que apenas si son conocidos en el interior, como mascato, almamestre, panduUo, rolo, gangonra, faceras, guerlas, pota, fílame, etc., aunque es verdad que hay también ciertos portuguesismos campesinos, como devasar, barrosa, candi, andillas, rabiza, etc., que son prácticamente desconocidos en las costas. ¿Cuáles fueron las vías de penetración de esta ingente cantidad de portuguesismos en la isla de Fuerteventura? Los hechos históricos que parecen haber determinado la llegada de un caudal tan numeroso de lusismos a las hablas majoreras pueden resumirse en los cuatro apartados siguientes: Primero, a pesar de que siempre se había supuesto que la presencia de portugueses en una isla tan seca como I''uerteventura (que vivía casi exclusivamente de la agricultura cerealística de secano y que desconocía los cultivos del azúcar y de la vid, que atrajo a Canarias tantos emigrantes de Portugal), era muy escasa, hoy a la vista de la documentación histórica insular que va viendo la luz pública es necesario desechar tal suposición. Por ejemplo, los protocolos de Negrin Galán y Hernández Salvatierra' nos ponen de manifiesto que, desde el principio de la historia moderna de la isla, los portugueses constituyen un grupo humano bastante importante en la sociedad majorera, no solamente por su cantidad, sino sobre todo por sus actividades y relevancia social. Por una parte, nos encontramos en esta documentación con portugueses que son propietarios de fincas en Fuerteventura. Es, por ejemplo, el caso de un tal Juan Viera, vecino de La Madera, que, según un documento del 12 de marzo de 1585, vende unas tierras que tiene en la isla a un vecino de la misma llamado Juan Fernández. Veamos el texto de este documento: Venta que Juan Viera, v.° de la isla de La Madera, est., hace a Juan Fernández, v.°, de unas tierras que tiene en el valle y vega de Río de Palmas'. 5. El hambre en Fuerteventura (1600-1800), Tenerife, 1968, p. 25. 6. Manuel Lobo Cabrera, Los antiguos protocolos de Fuerteventura (1578-1606), Puerto del Rosario, 1990. 7. Op. cit., p. 58. 246 Otro documento de 1587, nos muestra cómo un vecino majorero de procedencia portuguesa vende unos novillos a otro vecino de la isla. El extracto del documento dice escuetamente así: Venta que hace Antonio González, portugués, v.°, a Gonzalo González, v.°, de unos novillos*. Los portugueses Catalina Simón, Pedro Rodríguez, vecino de la isla, y Catalina de Andrada, vecina de Lanzarote, aparecen en un documento del 14 de julio de 1599 en relación con un ganado de cabras que está al cargo de un tal Francisco Hernández de Morales: Guarda y cargo que Francisco Hernández de Morales, v.°, hace de tomar 116 cabras de año arriba, de las cuales 48 y un cabrón chivato de tres años son de la marca de Catalina Simón, portuguesa, viuda, y suyas, 50 de la dicha edad son de la marca de Pedro Rodríguez, portugués, v.°, y suyas, y 15 de la marca de Catalina de Andrada, portuguesa, v." de Lanzarote'. Un documento del 26 de noviembre de 1599, nos muestra a otro vecino majorero de procedencia portuguesa, Gaspar Hernández, declarando acerca de unas tierras de labor que le han sido rematadas para su cultivo y guarda: Declaración que hace ante el escribano y ts. Gaspar Hernández, portugués, v.°, por la cual dice que él ha puesto la vega del Llano en 22 fanegas, una horra por guarda, que le ha sido rematada por el gobernador por voz de pregonero, por ende se obligaba a guardar de tal manera que los ganados de los vecinos no hagan daño a los panes y sementeras'". Como se pone de manifiesto en otros documentos, había igualmente algunos artesanos de la isla, como zapateros, albañiles, herreros, etc., que eran portugueses. Es lo que comprobamos en el siguiente poder, emitido el 12 de mayo de 1585: Poder que Baltasar Hernández Jerez, v.", da a Antonio Fernández, portugués, zapatero, v.", para que pueda cobrar de Francisco Espina, portugués, v.", de Tenerife, v.", que fue de La Madera, 17 doblas que le debe de un albalá firmado de su nombre, de un potro que le vendió en el dicho precio". Asimismo también sabemos por esta documentación que gran parte de la actividad comercial de Fuerteventura era ejercida por emigrantes de origen luso. Veamos, por ejemplo, el siguiente reconocimiento de 8. Op. cit., p. 71. 9. Op. cit., p. 78. 10. Op. cit., p. 87. 11. Op. cit, p. 64. 247 deuda firmado por un mercader portugués denominado Gonzalo González: Reconocimiento de deuda que Gonzalo González, mercader, v.°, de La Madera, est., hace a Bartolomé Pérez León, v.", para traerle de La Madera, una esclava negra de hasta 20 años '^. Por último, esta misma documentación también nos revela que el transporte marítimo era controlado casi en su totalidad por los portugueses. Así lo demuestran escritos del tenor del siguiente, emitido el 1 de septiembre de 1606: Obligación de pago que el alférez Francisco de Murcia Lordelo, natural de Tenerife, de la ciudad de La Laguna de San Cristóbal, res., hace a Francisco Gómez, portugués, v.° de Cacaes, res., maestre y señor de la carabela "San Antón", surta en el Puerto de la Peña Horadada, para hacer viaje a Tenerife, de 900 reales por otros tantos que le prestó en dinero de contado para despachar carga en el navio para Tenerife y en el de Pedro Pérez''. En síntesis, no cabe ninguna duda de que, como escribe Manuel Lobo, toda esta documentación nos permite "confirmar la afluencia de portugueses a la isla, no sólo por razones comerciales existentes y comprobadas entre Fuerteventura y La Madera, de donde se importan esclavos y adonde se lleva cereal, sino también por motivos laborales, pues muchos agricultores, artesanos y pastores residentes en la isla tienen un origen lusitano"'". Tanto es así que muchas de las viejas familias majoreras tienen hoy apellidos portugueses, como Acosta, Afonso, Aguiar, Bello, Camejo, Espinel, Fernández, Ferrer, Ferrera, Fleitas, Galván, Gopar, Lima, Machín, Márquez, Meló, Montelongo, Nóbrega, Sosa, Perera, Rivero, Saavedra, Sarabia, Silvera, Viera, etc., y esto sin contar la enorme cantidad de Pérez, González, Morales, Alonso, Rodríguez, etcétera, que, aunque castellanizados por los escribanos españoles, tienen también procedencia portuguesa. Es evidente, pues, que a través de esta numerosa e influyente población tuvieron que penetrar en la isla de Fuerteventura buena parte de los portuguesismos que hoy encontramos en su vocabulario tradicional, sobre todo los pertenecientes al medio rural, ya que los pueblos costeros surgirán mucho más tardíamente. Se conformarían así unas terminologías campesinas con cierto grado de aportuguesamiento, que posteriormente irían perdiendo terreno de modo paulatino en favor del vocabulario español, hasta el punto de que puede afirmarse hoy que nos 12. Op. cit, p. 81. 13. Op. cit, pp. 144-145. 14. Op. cit., p. 23 248 encontramos asistiendo a la agonía de buena parte de este léxico prestado. Por lo tanto, si las cosas fueron como se señala en estas páginas, no le falta razón a V. Martínez Encinas cuando escribe: En el léxico majorero se da una enorme influencia portuguesa, que según los lingüistas, ajenos, en parte, a esta realidad socio-histórica, llegó a Fuerteventura a través de la influencia portuguesa en la isla de La Palma, Tenerife, Gran Canaria. Nosotros pensamos que también los portugueses afincados en Fuerteventura, y cuyos matrimonios suponen un núcleo no pequeño de población, aportan directamente sus propias peculiaridades lingüísticas '^. La segunda circunstancia histórica que pudo haber contribuido al aportuguesamiento del vocabulario tradicional de la isla que nos ocupa, se encuentra en los grandes contingentes de personas de las otras zonas del archipiélago que en los años lluviosos se trasladaban a Fuerteventura, fundamentalmente para la recogida de las mieses. Así explica Álva-rez Rixo este fenómeno migratorio en su FUERTEVENTURA. Bosquejo físico y moral de esta isla. Causas de sus frecuentes escaseces y nociones para remediarlo ": El año que es bueno algo se repuebla la isla porque vuelven sus expatriados hijos cargados, si no de caudales y habilidades, de vicios, y a la par llegan porción de canarios, babilones " y palmeros a segar y trabajar por diversos oficios mecánicos. Se sabe que estos jornaleros, que pasaban largas temporadas en Fuerteventura, se integraban totalmente en la vida cotidiana de la isla, hasta el punto de que muchos de ellos terminaron casándose con mujeres de la tierra y estableciéndose definitivamente en ella. Ello explica que, con cierta frecuencia, nos encontremos en la vieja documentación isleña el gentilicio palmero como sobrenombre o apellido de algún vecino majorero, como sucede en la siguiente denuncia: Catalina de Soto, alias la Palmera, hija de José el Palmero y Bárbara de Soto, vecinos del pago de Goma, jurisdicción de Antigua, es denunciada por decir que una tía suya tenia una hija que quería casarse con un joven enfermo de gravedad '8. Nada de extraño tiene, pues, que, como ha señalado el profesor Navarro Artiles en un trabajo reciente sobre el viejo romance de Juan 15. La endogamia en Fuerteventura, Las Palmas, 1980, p. 299. 16. Texto inédito. 17. Babilones es el nombre que se da por esta época a los naturales de Tenerife. 18. Tomo el texto del trabajo de V. Martínez Encinas, La endogamia en Fuerteventura, p. 273. Como se señala en esta misma obra (p. 326), de todos los emigrantes canarios que llegan a Fuerteventura entre los años 1594 y 1975, el 38,15% procede de Tenerife; el 26,61%, de Lanzarote; el 24,68%, de Gran Canaria; el 7,65%, de La Palma; el 1,77%, de La Gomera; y el 1,31% de El Hierro. 249 Periñal", estos emigrantes ejercieran algún tipo de influencia cultural y lingüística sobre la población majorera. Concretamente en relación con el tema que nos ocupa en este estudio, es muy probable que sobre todo los palmeros y los tinerfeños o babilones introdujeran en la isla algunos de sus múltiples elementos léxicos de procedencia portuguesa. Téngase en cuenta que las nomenclaturas referentes a las faenas que estos jornaleros desempeñaban en Fuerteventura se encontraban plagadas en sus tierras de origen de elementos portugueses. Avala esta suposición la existencia de algún que otro portuguesismo, como arrafañar, baeta, devasar, etc., que son comunes a La Palma ^ y a Fuerteventura, y que por lo menos no aparecen recogidos en los glosarios de voces de las otras islas. La tercera circunstancia histórica que pudo haber contribuido en mayor o menor medida a incrementar el repertorio de los portuguesismos del vocabulario majorero se encuentra en los masivos movimientos migratorios que protagonizaban los mismos moradores de la isla en las frecuentes épocas de sequía. La historia de este trágico éxodo ha sido trazada con mano maestra por Roberto Roldan Verdejo, en el prólogo a los Acuerdos del Cabildo de Fuerteventura^^ y en su obra citada más arriba El hambre en Fuerteventura. Concretamente, en el primero de sus estudios nos dice el mencionado autor: En los años malos, más de la mitad de la gente abandona la isla, para regresar en los regulares o buenos. En estos últimos también vienen a la isla gran número de trabajadores de otras, a ayudar a recoger la cosecha ^^. En ambas publicaciones se comprueba fehacientemente que, dejando de lado los pocos emigrantes majoreros que preferían intentar la aventura americana, la mayor parte de ellos se dirigía a las islas de realengo (Gran Canaria, Tenerife y La Palma), que ofrecían obviamente mayores posibilidades de supervivencia que el resto. En las tierras de acogida, estas normalmente famélicas legiones de miajoreros, que carecían por lo general de cualquier tipo de cualificación profesional, se dedicaban, bien a trabajar en la construcción, la ganadería o donde encontraran ocupación, bien simplemente a mendigar por las calles, hasta que los caprichos de la meteorología mejoraran las condiciones de su tierra y 19. Este trabajo fue presentado como comunicación en las V Jornadas de Estudios sobre Fuerteventura y Lanzarote, celebradas en Puer1;o del Rosario, en septiembre de 1991. 20. Son voces que aparecen recogidas en el estudio de J. Régulo Pérez Notas acerca del habla de la isla de La Palma, Tenerife, 1970. 21. Los tres tomos de los Acuerdos del Cabildo de Fuerteventura se publicaron en Tenerife, en los años 1966, 1967 y 1970. 22. Acuerdos del Cabildo de Fuerteventura (1660-1728), p. 24. 250 pudieran regresar a ella. No sabemos con exactitud qué consecuencias pudo haber tenido en la forma de hablar de Fuerteventura el contacto de estos majoreros con las poblaciones grancanarias, tinerfeñas y palmeras, pero no es aventurado suponer que, por lo menos en el terreno del vocabulario, pudo haberse producido algún tipo de influencia, mediante la cual pudieron haber llegado a la isla ciertos lusismos, que, por lo menos, reforzarían el efecto de la influencia señalada en el apartado anterior. En todo caso, por las mismas razones que apuntamos más arriba, esta presunta influencia léxica solamente pudo haber afectado al vocabulario campesino. En cuarto lugar, hay que decir, para terminar, que es muy probable que la mayoría de los portuguesismos de los pueblos maríneros de Fuerteventura hayan llegado a la isla procedentes sobre todo de Lanzarote, a partir de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Aunque ya en la década de los veinte del siglo XVIII nos encontramos con acuerdos cabildicios como los siguientes: La libra de pescado fresco o salado, que es de lo que puede haber más abundancia por las muchas personas y barquillos que tratan de cogerlo, a dos cuartos en la ribera del mar y tres en esta Villa y lugares^'. Como en esta isla hay muchas personas que tienen barcos de pescar y está mandado traigan a la Villa pescado para su abasto, lo que no quiere hacer (...), acordaron cumplan con su obligación pena de un ducado y cuatro días de prisión 2^. La verdad es que la isla vivió casi de espaldas al mar hasta muy tarde, como señala Roberto Roldan Verdejo en el siguiente párrafo: La pesca, mal explotada, no constituía fuente de riqueza apreciable. Los pescados de alguna cantidad los constituían "viejas", mero, salemas y escolar, cuyos precios vienen en varias actas. La pesca en la costa de África casi no existía. En un acta se lee que sólo hay un barco que pesque en la costa de Berbería, "aportando" regularmente a Caleta de Fustes". Efectivamente, así es. Por toda la información contenida en los libros de viajes, documentos insulares, etc., se sabe que, salvo alguna casita localizada en los puertos naturales de la isla (Tostón, La Peña), las costas de Fuerteventura permanecieron despobladas hasta prácticamente el siglo XIX. Algunos de estos datos hacen pensar que, concretamente a finales del XVIII, empieza a tener cierta entidad el caserío de Corralejo. ¿Dónde se encuentra el origen del hoy más próspero pueblo del norte de la isla? Por una parte, en su condición de puerto natu- 23. Op cit., p. 253. 24. Op cit., p. 265. 25. Acuerdos del Cabildo de Fuerteventura (¡729-1798), p. 16. 251 ral a través del cual se canalizaba toda la actividad comercial que Fuer-teventura mantuvo siempre con Lanzarote. Eso es lo que explica que con relativa frecuencia el viejo Cabildo de Fuerteventura se viera obligado a tomar acuerdos como los siguientes: Poniendo esto en ejecución, acordaron que en el Puerto de Corralejo, por donde llegan los barcos de Lanzarote, vigile Andrés Melián^'. Visto que se saca mucho ganado para Lanzarote, acordaron que quienes deseasen hacerlo, sea con licencia del Cabildo, pena de 2.000 maravedíes, y que los guardas de los puertos de Corralejo y otras partes no dejen embarcar ganado sin licencia 2'. Por otra parte, en los grupos de pescadores del sur de Lanzarote que venían a pescar temporalmente a la parte norte de la isla. Veamos lo que escribe Martínez Encinas al respecto: Es de resaltar que a través de casi cinco siglos, de forma incomprensible, esta actitud majorera frente al mar permaneció invariable. Sólo cuando gentes venidas del sur de Lanzarote o de otras islas del archipiélago en fechas recientes se dedicaron a la pesca, surgió una fuente de alimentación, pero sin desarrollar todavía 2*. Andando el tiempo, estos asentamientos temporales se convertirían en definitivos, manteniéndose hasta hoy las relaciones familiares, sociales, económicas, etc., entre Corralejo y el sur de Lanzarote, aunque algo más debilitadas que antes, por el desorbitado crecimiento humano que han experimentado ambas zonas y por el desarrollo de los medios de transporte terrestres. Hasta tal punto esto es así, que, según Francisco Navarro Artiles, Corralejo es más el sur de la isla de Lanzarote que el norte de la isla de Fuerteventura. Desde el punto de vista humano, social y económico, esto era rigurosamente cierto hasta hace no muchos años. Por todo ello, tal vez no sea exagerado suponer que son estos marineros conejeros los primeros pescadores de Fuerteventura de cierta importancia, los primeros que se dedican de lleno y principalmente a las faenas de la pesca. Esto es lo que explica que la terminología marinera de la isla sea en buena parte la misma que utilizan los pescadores conejeros, terminología que a su vez había sido introducida en Lanza-rote por los marineros portugueses que se asentaron en esta isla después de que fue ocupada por los europeos, como demuestra la ingente cantidad de apellidos lusos (Estévez, Figueroa, Caraballo, Corujo, Viñolis, Pires, etc.) que encontramos entre sus familias marineras. Precisamente, algunos de estos apellidos (Estévez, Figueroa, Caraballo, etc.) pasaron 26. Acuerdos del Cabildo de Fuerteventura (1605-1659), p. 289. 27. Op cit., p. 81. 28. La endogamia en Fuerteventura, p. 24. 252 posteriormente a Fuerteventura y se encuentran hoy en las familias más viejas de Corralejo. El elemento portugués fue hasta tal punto importante en la forma de hablar de estos pescadores que terminó incluso influyendo en la toponimia de la zona norte de Fuerteventura e Isla de Lobos, como demuestran los nombres de Martiño, El Marrajo, Punta Gorda, etc., que designan ciertos puntos de estos lugares. Sabemos igualmente que, aunque por otro motivo (el negocio de la barrilla), también el surgimiento de Puerto del Rosario se produce más o menos por la misma época que Corralejo. Las primeras personas que se asentaron en el antiguamente llamado Puerto Cabras fueron, según Agustín Millares Cantero, el matrimonio Jorge-Estrada y el formado por Manuel Martos y Teresa López. Inmediatamente asistimos a un incesante goteo de pobladores, empujados por la demanda laboral y las provechosas perspectivas que encerraba la aldehuela. Desde Tetir acudían los hermanos Jorge, dedicándose en particular a la pesca de bajura. También a título de pescador se instaló al punto el olívense Vicente Hormiga, casado con la conejera María Rodríguez. Originarios de La Palma llegaban después Dolores Brito y su cónyuge. Dos labriegos de La Oliva, Manuel Peña y Francisco Melián, optaron por sumarse a la riada. Los imitaron otras parejas del interior ajenas a la isla^'. Como pueden deducirse por todos estos datos, los pescadores de Puerto del Rosario no tienen nada que ver en principio con los pescadores de Corralejo ni con los de El Cotillo. Se trata, por el contrario, de gente del interior de la isla, de agricultores que cambian el arado por el barquillo, y de ciertos emigrantes grancanarios que llegarán después. Esto explica que la terminología marinera del actual Puerto del Rosario presente ciertas diferencias respecto de la de los pescadores de Corralejo. Los pueblos de Gran Tarajal y Morro Jable nacerán algo más tarde. Al parecer, los caseríos que dan lugar a estos actualmente importantes núcleos de población majorera empiezan a adquirir cierta entidad a partir de finales del siglo XIX. Entre las primeras personas que llegan a ellos parecen encontrarse ciertas familias de Corralejo y El Cotillo, que pescaban temporalmente por aquellos parajes, un buen número de pescadores del pueblo conejero de Puerto del Carmen y algunos emigrantes grancanarios. Esta particular conformación humana hace que existan también algunas diferencias léxicas entre las terminologías de los pescadores del norte de la isla y las terminologías de los del sur. 29. "Puerto de Cabras en la memoria (digo, el corazón)", en Pregones de fiestas. 1983-1986. Puerto del Rosario. Fuerteventura, Puerto del Rosario, 1989. p. 25. 253 En síntesis, en relación con el tema que nos ha ocupado en el presente trabajo, puede afirmarse que: a) El vocabulario de Fuerteventura posee un número muy alto de portuguesismos, mucho más alto de lo que se ha supuesto tradicional-mente. b) No todos estos portuguesismos gozan del mismo grado de difusión en toda la isla, pues si bien hay un grupo de ellos que es de dominio general, otros pertenecen exclusivamente al mundo de los marineros y otros sólo al mundo de los campesinos. c) Como los avatares históricos de cada uno de estos dos grupos de población majorera han sido radicalmente diferentes, las vías de penetración de los portuguesismos en la isla han sido también distintas. d) Por una parte están los portuguesisnuos campesinos, que llegan a Fuerteventura directamente, a través de los numerosos comerciantes, agricultores, artesanos, ganaderos, etc., portugueses que se instalan en ella desde el siglo XV, e indirectamente, a través de los palmeros, tiner-feños, etc., que llegan a Fuerteventura a trabajar en las faenas agrícolas y a través de las masas de majoreros que en los años de sequía se ven obligados a abandonar su tierra, para volver en las épocas lluviosas. e) Por otra, están los portuguesismos marineros, que arriban a Fuerteventura mucho más tarde y que proceden en su inmensa mayoría de Lanzarote, cuyos pescadores fueron en buena medida los que pusieron en marcha la pesca en la isla. El número de portuguesismos de este grupo es no solamente más alto que el de los portuguesismos campesinos, sino que presenta también una mayor vitalidad, precisamente porque no han experimentado la competencia del vocabulario marinero español y porque la actividad de la pesca disfruta hoy en Fuerteventura, como en el resto del archipiélago, de mayor vigor que las actividades campesinas, sobre todo las agrícolas. 254 |
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