LA ERMITA DE NTRA. SRA. DE LOS DOLORES
Y SAN MIGUEL ARCÁNGEL
DE LA CALDERETA. FUERTEVENTURA.
IGNACIO HERNÁNDEZ DÍAZ
1. INTRODUCCIÓN
La Caldereta es un pequeño caserío situado en el noreste de la isla de
Fuerteventura, en la zona denominada Llanos del Palo y en el tramo bajo del
Barranco de Vallebrón. Pertenece al término municipal de La Oliva, de cuya
capital dista 3,7 kms. Actualmente tiene una población de derecho de 65
habitantes, lo que supone un ligero incremento con respecto al año 1981, fecha
en la que sólo contaba con 35 vecinos, como consecuencia de la pérdida
poblacional experimentada en la década de los sesenta, ya que en el año
1950 contaba con 134 habitantes'.
Tradicionalmente este caserío ha estado dedicado a la agricultura y la ganadería,
actividades que se mantienen en la actualidad.
La información bibliográfica existente sobre este pueblo es muy parca y
no se conoce con exactitud su origen y evolución histórica. Aparece reseñado
en algunas obras^ como pago de la demarcación de La Oliva y brevemente
descrito en el "Diccionario estadístico-administrativo de las islas canarias,
en los siguientes términos: "Caldereta. Caserío situado en t.j. de la
Oliva, p.j. de Arrecife, isla de Fuerteventura. Dista de la c. del d.m. 6 km.
600 m. y lo componen 36 edif. de un piso y 5 de dos habit. 26 const. por 29
V. 126 a. 8 temp. y 7 inhabit."'.
Consideramos que la formación de este núcleo poblacional se remonta,
con toda probabilidad, al siglo XVIII, período caracterizado por una cierta
1. W. AA.: Geografía de Canarias, T. IV. Interinsular Canaria, Sta. Cruz de Tenerife,
1985, p. 270.
2. MADOZ, P.: Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones
de ultramar 1845-1850. Ámbito Ediciones-Interinsular Canaria, 1986, p. 149.
HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, G.: Estadística de las Islas Canarias 1793-1806 de Francisco
Escolar y Serrano, I. CÍES, Caja Insular de Ahorros de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura,
Las Palmas de G.C., 1984, p. 73.
3. OLIVE, Pedro de.: Diccionario Estadístico-administrativo de las islas Canarias. Establecimiento
Tipográfico de Jaime Jepús, Barcelona, 1865, p. 214.
337
prosperidad económica en toda la isla -exceptuando la coyunturas críticas
de 1701-03, 1719-23 y 1769-72-, y por el incremento demográfico, que determinaron
la roturación de nuevas tierras, la ampliación de la vegas de cultivo
y el nacimiento y consolidación de nuevos caseríos.
En el siglo XVIII también se produce la descentralización eclesiástica en
la Isla. En 1708 se crean las ayudas de parroquia de Ntra. Sra. de Regla, en
Pájara, y Ntra. Sra. de la Candelaria, en La Oliva; y hacia finales de la centuria
se lleva a cabo el Plan de Reestructuración Parroquial de Fuerteventu-ra,
creándose las parroquias de Ntra. Sra. de la Concepción, en Betancuria;
Ntra. Sra. de La Antigua, en el pueblo homónimo; San Miguel Arcángel, en
Tuineje; Santa Ana, en Casillas del Ángel; y el curato sufragáneo de Sto.
Domingo de Guzmán, en Tetif*.
Todos estos factores -prosperidad económica, crecimiento demográfico y
descentralización eclesiástica- influyeron en el ámbito de la edificación religiosa,
de tal modo que en esta centuria se levantaron más de 17 ermitas, la
mayoría de las que conocemos en la actualidad^.
Los vecinos de La Caldereta iniciaron los trámites para contar con un santuario
propio en la década de los noventa del siglo XVIII, si bien, las diversas
vicisitudes por las que atravesó aquel proyecto determinaron que la ermita
no fuera bendecida hasta el año 1808.
En las páginas que siguen intentaremos aproximarnos a las circunstancias
que concurrieron en la erección de la ermita de La Caldereta, así como a las
características y evolución de la fábrica.
4. BETHENCOURT MASSIEU, A.: Evolución de las jurisdicciones parroquiales de
Fuerteventura durante el siglo XVIII. En "Revista de Historia Canaria", T. XXXV, 1973-73, n'^
170, Universidad de La Laguna, Tenerife.
5. Vid: CERDEÑA ARMAS, K: Noticias históricas sobre algunas ermitas de Fuerteventura.
En I Jomadas de Historia de Fuerteventura y Lanzarote", T. I, pp. 317-364. Cabildos de
Fuerteventura y Lanzarote, 1987.
CONCEPCIÓN RODRÍGUEZ, J.: Fuerteventura: obras de arquitectura religiosa emprendidas
durante el siglo XVIII. En "III Jornadas de Estudios sobre Fuerteventura y Lanzarote",
T. II, pp. 355-383. Cabildos de Fuerteventura y Lanzarote, Pto. del Rosario, 1989.
CAZORLA LEÓN, S.: Las ermitas de Ntra. Sra. de La Peña y de San Miguel de Fuerteventura.
En "Anuario del Archivo Histórico Insular de Fuerteventura. Tebeto. Anexo III", Cabildo
de Fuerteventura. Pto. del Rosario, 1996.
HERNÁNDEZ DÍAZ, I. y CERDEÑA RUIZ, R.: La ermita de Ntra. Sra. de Gracia de
Vallebrón. Referencias históricas. En " Anuario del Archivo Histórico Insular de Fuerteventura.
Tebeto IX", pp. 153-164. Cabildo I. de Fuerteventura, Pto. del Rosario, 1996.
CERDEÑA RUIZ, R. y HERNÁNDEZ DÍAZ, I.: Noticias históricas de la ermita de San
Juan Bautista de Vallebrón, Fuerteventura. En "Anuario del Archivo Histórico Insular de Fuerteventura.
Tebeto X" Cabildo I. de Fuerteventura, Pto. del Rosario, 1997.
338
2. LA PROPUESTA DE TRASLADO DE LA ERMITA DE NTRA. SRA.
DE GRACIA DE VALLEBRÓN A LA CALDERETA DE LOS
DENISES
En la segunda mitad del siglo XVIIl la Caldereta de los Denises constituía
un pequeño caserío, que aún no contaba con ermita propia. Los vecinos
allí establecidos tenían que desplazarse a La Oliva o a Vallebrón -que contaba
con dos ermitas, la de Ntra. Sra. de Gracia y la de San Juan Bautista-para
cumplir los preceptos religiosos.
Las incomodidades que esta situación generaba y el deseo de disponer de
santuario propio, impulsó a los vecinos de la Caldereta de los Denises a iniciar
las gestiones para dotar de ermita al pago de su residencia. La primera
propuesta planteada por los vecinos al Obispo fue el traslado de la ermita de
Ntra. Sra. de Gracia, ubicada a Vallebrón, a La Caldereta, amparándose para
ello en el derecho de patronato que varios residentes en este caserío tenían
sobre aquella ermita, así como en la "necesidad que tenemos de oyr Missa
en el parage de ntra. Resid-."''.
La solicitud, encabezada por el Capitán D. Luis de Vera, vecino del pago
de La Caldereta, "en nombre de Blas Baldivia, Josef Baldivia y demás co-patronos
de la Hermita de nra. Señora de Grasia cita en el de Baldebron, y
con acuerdo de los demás vesinos del espresado pago de la Caldereta"^, contó
inmediatamente con el beneplácito del Obispo, quien autorizó que "se
Removiese la Ymagen de nra. señora de Grasia y Materiales de la espresada
Hermita al pago de la Caldereta"**, mediante decreto dictado durante la visita
general que el prelado realizó a la isla en 1792.
Sin embargo esta determinación pronto contó con una tenaz y fuerte oposición
por parte de los vecinos de Vallebrón, quienes remitieron al Obispo
una representación en la que expresaban su rechazo al traslado del santuario,
señalando, entre otras razones, que "las Mugeres aseguraban que ellas vivas
no saldría la Sta. Ymagen de Baldebron, ni menos se demolería su Hermita'".
Ante lo expuesto en esta representación y el conflicto suscitado entre ambos
vecindarios, el Prelado optó por decretar la suspensión del traslado, aunque
ello obviamente no satisfizo a los vecinos de La Caldereta. Sin embargo
éstos adoptaron inicialmente una actitud prudente y esperaron a que "se
entiviase la tenasidad y ardor de los vesinos de Baldebron que han Resistido
una presión tan justa de nra. parte"^°.
6. A.P.O. (Archivo parroquial de La Oliva). Libro de la ermita de La Caldereta. Sig. 107-
6, fol. Ir.
7. A.P.O. Sig. 107-6, fol. Ir.
8. A.P.O. Sig. 107-6, fol. Ir.
9. A.P.O. Sig. 107-6. fol. Iv.
10. A.P.O. Sig. 107-6. fol. Iv.
339
Pasado algún tiempo y ante la persistente oposición de los habitantes de
Vallebrón, los vecinos de La Caldereta decidieron enviar al Obispo un nuevo
memorial, en el que acusaban a aquéllos de "falta de caridad, y aun de
carencia de muchos principios de Religión"". Consideraban que debía imputarse
a los vecinos y copatronos de la ermita residentes en Vallebrón todos
los daños y perjuicios que suponían para los vecinos de La Caldereta la
negativa al traslado. Manifestaban que "los vecinos de la Caldereta de los
Denises están privados del socorro déla Santa Missa, constando que muchos
de sus vecinos ansíanos y enfermos savituales se hallan imposivilitados de
oyrla en otra parte, y que aun los que pueden pasar ala Yglesia déla Oliva no
pueden siempre cumplir con el presepto déla Sta. Madre Yglesia por no dejar
desamparados sus casas y trabajo en el tiempo délas siembras y Recole-cíones.
Que los Pastores que están en el cuidado de sus ganados no pueden
desanpararlos por una Mañana entera que se gasta en ir a oyr Missa a otra
parte sin que se perjudiquen las tersias rrs. y todas las Rentas Eclesiásticas.
Que los Pobres cuios trages si son acomodados para el Resinto del mismo
pago no loson para salir de el á oyr Misa a otro Pueblo. Que los mas care-sen
de Ynstruccion en los prinsipales Artículos de la fe, y misterios déla Re-ligion"^^.
Asimismo aducían que los vecinos de Vallebrón habían despreciado
"la Relación de parentesco, y la del Patriotismo de tanta atension en los
Payses del mundo entre los avitadores de un mismo suelo...por su temeridad
en tener en el dos Hermitas, no nesesitando mas que una y hasiendonos a nosotros
una Ynponderable falta la que ellos tienen por demás'"^.
La imposibilidad de llegar a un acuerdo entre ambos vecindarios, ya que
los habitantes de Vallebrón no estaban dispuestos a prescindir de uno de sus
santuarios, motivó que los moradores de La Caldereta abandonaran la idea
del traslado de la iglesia de Gracia y decidieran levantar una ermita de nueva
planta, también dedicada a Ntra. Sra. de Gracia.
Para ello solicitaron autorización al Obispo, especificando que el nuevo
templo se levantaría a "nras. espensas estrechándonos aun de nros. alimtos.
presisos y atension desente a nras. familias y con ausilio de algunos coraso-nes
piadosos que se hallan movidos para el alibio de nra. gravísima é urgente
necesidad en ambos conseptos'"".
La autorización para la erección fue concedida por el Obispo D. Antonio
Tavira el 14 de julio de 1792, durante su visita general a la Villa de Teguise
de Lanzarote. El decreto del Prelado establecía como dotación del nuevo
templo la mitad del terrazgo que poseía la ermita de Gracia de Vallebrón, y
11.
12.
13.
14.
A.P.O. Sig. 107-6. fol. Iv.
A.P.O. Sig. 107-6. fol. lv-2r.
A.P.O. Sig. 107-6. fol. 2r.
A.P.O. Sig. 107-6. fol. 2v.
340
comisionaba al Vicario de la Isla para que bendijera el nuevo santuario, una
vez finalizado.
3. LA ERMITA DE NTRA. SRA. DE LOS DOLORES Y SAN MIGUEL
ARCÁNGEL
Desde el mes de julio de 1792 los vecinos de La Caldereta contaban con
el beneplácito episcopal para la erección de un santuario de nueva planta en
honor de la virgen de Gracia.
Sin embargo, el edificio no se levantó de inmediato sino que transcurrieron
16 años hasta su total conclusión y en ese período de tiempo se produjo
un cambio en la advocación titular del nuevo templo, sustituyendo la virgen
de Gracia por Ntra. Sra. de los Dolores y San Miguel Arcángel.
Tanto en el retraso de la obra como en el cambio de advocación influyó
el conflicto que se había producido entre los vecinos de Vallebrón y La Caldereta
por el traslado de la ermita de Gracia. Pese al tiempo transcurido los
feligreses de La Caldereta nunca abandonaron la idea de edificar la ermita,
pues según sus propias palabras "ha permanecido en nuestros corazones como
actualmente permanecen vibos deseos de que en dho. lugar se hiciese
una hermita", aunque optaron por una advocación distinta de la pensada ini-cialmente,
ya que si bien en el año 1792 habían obtenido "...Liz-. del Yltmo.
Sr. Dn. Antonio Tavira para edificarla bajo el Título de ntra. Sra. de Gracia'"^,
preferían construir un templo nuevo y para "evitar las discordias qe.
se sucitaron en aquel tpo. con los vecinos de Vallebrón, resolvimos qe. se dedicase
a ntra. Sra. de los Dolores, y St. Arcángel"'^.
La autorización para el cambio de advocación fue solicitada al Obispo D.
Manuel Verdugo, quien dio su consentimiento durante la visita general que
realizó a la Isla en el año 1800.
Transcurridos unos años, concretamente en 1808, la ermita de Ntra. Sra.
de los Dolores y San Miguel Arcángel estaba totalmente finalizada. Pero al
contrario de lo que había sucedido con otros santuarios erigidos en la Isla, la
ermita de La Caldereta no contaba con bienes dótales, imprescindibles para
su sostenimiento.
La cuestión del mantenimiento de la ermita en el futuro debía ser resuelta
antes de proceder a la bendición de la misma, razón por la cual los vecinos
que la habían edificado y adornado a su costa, procedieron a otorgar una
escritura en la que se comprometían al sostenimiento del santuario. El documento
de obligación fue suscrito el día tres de febrero de 1808 en La Oli-
15. A.P.O. Sig. 107-6. fol. 8v.
16. A.P.O. Sig. 107-6. fol. 8v.
341
va, ante el escribano público D. José Antonio de la Nuez. En él los otorgantes
manifestaban que "a nuestras expensas y de nuestros herederos y sucesores
hemos de mantener la citada hermita bien reparada y aseada de los hor-namentos
precisos p-. la celebración del santo sacrificio de la misa'"^.
Este compromiso era adquirido por el colectivo de vecinos que había sufragado
la ermita, que estaba integrado por el Capitán D. Luis de Vera Viña,
el Capitán Dn. Sebastián de Vera, el Subteniente Dn. Manuel de Vera, Dn.
Josef de Torres, Marcos Fajardo, Josef González, Andrés de la Peña, Juan
Diego García, Josef Baldivia, Juan Agustín Viña, Antonio Francisco de Vera,
Juan Calero, Matías González, Antonio de la Peña, Andrés Morales, Juan
Torres, Josef Viña, Diego Viña, Dn. Domingo Fajardo, Josef Francés, Pablo
Viña, Josef Nieves, Marcelo González, Pedro García, Antonio Cabrera, Bartolomé
Baldivia, Josef Rodríguez, Marcial Viera y Pablo Viera'^.
Una vez acabada la ermita el Personero de La Caldereta, D. Manuel José
de Vera, en nombre de todo el vecindario solicitó al Obispo la autorización
para bendecirla. En el documento de solicitud, firmado en La Oliva el 11 de
febrero de 1808, se señalaba que tal facultad no debía ser concedida al párroco
de La Oliva por su precario estado de salud, ni a otros eclesiásticos del
distrito por estar ocupados en servir diferentes capellanías". Asimismo se
solicitaba licencia para que el Presbítero Dn. Agustín Betancor pudiera decir
segunda misa en la ermita porque "se ha ofrecido a servirnos esta cape-llamV°".
El día siete de marzo de 1808 el Obispo concedió facultad al Vicario de
la Isla, D. Rafael Delgado, para que por sí o a través de otro eclesiástico bendijera
el santuario. También autorizó a D. Agustín Josef de Betancor a decir
segunda misa, cuya "gracia se entiende mientras no haya otro Presbítero qe.
sin necesidad de igual privilegio pueda servir dha. capellanía, ó remediar al
vecindario en qualquiera otro día"^'.
La ceremonia de bendición del nuevo templo se celebró el 24 de marzo
de 1808. La ofició el Presbítero D. Manuel Francisco Rodríguez de Godoy,
con autorización del Vicario D. Rafael Delgado de Lemos, quien no podía
hacerlo personalmente por encontrarse "enfermo ademas de sus dolencias
havituales qe. le impiden montar a cavallo"^^.
17. A.P.O. Sig. 107-6. fol. 4r-6v.
18. ídem.
19. En el distrito de La Oliva se encontraban los eclesiásticos D. Manuel Rodríguez, D.
Luis de Vera, D. Sebastián Hernández, que servían cada uno dos capellanías; y D. Antonio Ca-macho,
que era sorchatre de la parroquia de La Oliva, y además servía una capellanía del Coronel
y Gobernador Militar.
20. A.P.O. Sig. 107-6. fol. 9v.
21. A.P.O. Sig. 107-6. fol. lOr.
22. A.P.O. Sig. 107-6. fol. lOv.
342
El mismo día que se bendijo la ermita se confeccionó un inventario de los
bienes de la misma, ordenado por el Vicario y realizado por D. Manuel Francisco
Rodríguez de Godoy, ante el notario D. Josef Antonio Díaz.
En este inventario figuraban como propiedad de la ermita los siguientes
bienes^^:
* La imagen de Ntra. Sra. de Dolores en su nicho
* La imagen del Arcángel San Miguel
* Tres recados, encarnado, blanco y violado
* Una hijuela encarnada
* Un cáliz de plata sobredorado por dentro, con su patena y cucharilla de
plata
* Un alva con su amito y cíngulo de trenza encarnado y blanco
* Unos corporales
* Dos manteles
* Dos purificadores
* Un misal
* Un atril para altar
* Dos candeleros de metal
* Una campanilla de mano
* Una cruz de palo para el altar
* Una cruz de palo para la pila de agua bendita
* Una mesa para revestirse los sacerdotes con su cajón
* Un escaño nuevo
* Un banco pequeño para el coro
* Un pulpito de madera
* Una pila de agua bendita de canto
* Un frontal de papel pintado
* Veinte laminitas entre grandes y pequeñas
Esta relación de objetos fue entregada al mayordomo de la nueva ermita,
cargo que recayó en D. Agustín Josef de Betancor por nombramiento del Vicario
de la Isla "en atención a que la referida nueva hermita no tiene fon-dos"^"*
y era preciso designar un mayordomo que se ocupara de recolectar las
limosnas, del cuidado del templo y de sus alhajas.
Así pues, desde el 16 de marzo de 1808 los vecinos de La Caldereta podían
cumplir los preceptos religiosos en el pago donde residían. Habían pasado
16 años desde que iniciaron las gestiones para dotar a aquel caserío de
ermita propia.
23. A.P.O. Sig. 107-6. fol. 12v-13r.
24. A.P.O. Sig. 107-6. fol. llr.
343
4. LA ERMITA DE LA CALDERETA ENTRE 1832 Y 1836
El día 23 de enero de 1832 visitaba la ermita de La Caldereta D. Juan Antonio
Dorado, Rector del Seminario Conciliar y Visitador General de las Islas,
acompañado del notario de visita D. José María Martínez. Realizaron
una inspección exhaustiva del santuario, confeccionaron un inventario de las
alhajas del mismo^^ y elaboraron un informe que remitieron al Obispo D.
Bernardo Martínez. En este informe expresaban que los corporales y purifi-cadores
con que contaba la ermita eran insuficientes, que el suelo era indecente,
que las imágenes de la virgen de Dolores y San Miguel eran inapro-piadas
y que la casulla, manipulo y misal necesitaban reparación, por estar
muy deteriorados.
Como consecuencia del estado de abandono en que se encontraba el santuario,
el 30 de enero del referido año, el Obispo ordenó la suspensión de la
celebración de la misa en el mismo "hasta tanto que los vecinos de dicho Pago
la provean de todo lo necesario, y compongan las Ymagenes en el caso
de poderse componer, y en el contrario pongan otras nuevas"^^.
El cierre de la ermita impulsó a los vecinos a emprender de inmediato las
gestiones para adecentarla y adquirir una nueva imagen de la Virgen. Sin
embargo no pudieron conseguir la imagen en la Isla, viéndose obligados a
encargarla fuera de ella, con la consiguiente dilación de la apertura del templo.
Ante esta circunstancia y previendo la imposibilidad de tener la ermita
debidamente arreglada para la celebración de la fiesta de Ntra Sra. de Dolores
en aquel año, los vecinos determinaron dirigirse al párroco de La Oliva,
D. José Rivero para que éste solicitara al Obispo autorización para celebrar
la festividad de la Patrona.
El referido párroco remitió un escrito al Prelado en el que pedía concediera
a los vecinos de La Caldereta "el permiso de celebrar el Augusto Sacrificio
de la misa y haser la función en dha. Hermita solo en su día por el
año presente, obligándose a colocar otra Ymagen ... de la misma advocación
con la brevedad posible"^^, pues aquellos feligreses se hallaban "sumergidos
25. En el inventario realizado el 23 de enero de 1832, la ermita contaba con los siguientes
objetos: 1 imagen de la virgen de Dolores, 1 imagen del arcángel S. Miguel, cáliz, patena y cu-charita
de plata, 1 par de vinajeras, 1 campanilla de mano de metal, 1 casulla blanca, 1 manipulo,
1 casulla encarnada, 1 recado violado, 1 cíngulo de trenza encamado y blanco, 1 alva y su
amito de lienzo, 4 candeleros de metal, unos corporales, unos purficadores, 3 manteles, 1 pañi-to
de mano, 1 misal, 1 atril de altar, 1 crucifijo de altar, 1 piedra de ara, 4 bancos, 1 mesa, unas
andas viejas. (Vid. A.P.O. Sig. 107-6. fol 14r-v.)
26. A.P.O. Sig. 107-6. fol. 14v.
27. A.P.O. Sig. 107-6. fol. 16r-v.
344
en el mayor sentimiento por verse privados del Sto. Sacrificio de la Misa, el
único día qe. en dha. Hermita se celebra por defecto de Cappn."^^.
Esta solicitud fue atendida por el Obispo, que el 23 de agosto de 1832, durante
su visita a la isla de Lanzarote, concedió el permiso para celebrar la
fiesta de la virgen de Dolores, "solo este año", pues la ermita debía permanecer
cerrada "entretanto no den cumplimiento a lo ordenado"^'.
Hacia finales del año 1835 ya se habían subsanado las deficiencias que
habían motivado el cierre de la ermita: se había comprado una nueva imagen
de Ntra. Sra. de Dolores, se retiró del culto la antigua, considerada deforme
e indecente y se había reparado el solado. La ermita ya reunía las condiciones
necesarias para el culto, por lo que se pidió al Obispo la correspondiente
autorización para abrirla y bendecir la nueva imagen.
La autorización fue concedida por el Obispo D. Judas José Romo el 16 de
diciembre de 1835, en atención a que ya habían "desaparecido las causas
que motivaron la providencia dada en Sta. Pastoral Visita de mi antecesor el
Yltmo. Sr. Martínez"^°. Asimismo el Prelado recomendaba al párroco de La
Oliva que continuara "con santo celo promoviendo la devoción de los fieles
que habitan el mencionado pago, para que no permitan vuelva á caer la referida
Hermita en el estado lastimoso en que se hallaba"^'.
El párroco de La Oliva, D. José Viera y Cubas, bendijo la imagen el 23
de enero de 1836, quedando la ermita habilitada para el culto nuevamente.
5. LA ERMITA DE LA CALDERETA EN LA ACTUALIDAD
En la actualidad la ermita de Ntra Sra. de los Dolores y San Miguel Arcángel
se caracteriza por su aspecto rústico y sencillo. Es una pequeña edificación
de nave rectangular, con cubierta de tejas a tres aguas. Posee dos
puertas de acceso, una adintelada, orientada al sur, y la principal, orientada
al poniente y enmarcada por piezas de cantería oscura, que forman un arco
de medio punto. Frente a ella, a escasos metros, se sitúa el calvario.
La sacristía se encuentra adosada al muro de la epístola, con acceso desde
el interior del templo, a través de un vano situado cerca de la cabecera, y
desde el exterior por medio de una pequeña puerta que mira al oeste.
Todo el perímetro de la nave y sacristía está rodeado por un poyo bajo de
mampostería.
El interior del santuario ofrece la misma sencillez que el exterior. La techumbre
es de madera, de estructura sencilla, con tirantes y almizate deco-
28. A.P.O. Sig. 107-6. fol. 16v.
29. A.P.O. Sig. 107-6. fol. 16r.
30. A.P.O. Sig. 107-6. fol. 17r.
31. A.PO. Sig. 107-6. fol. 17v.
345
rado con lacería. La parte inferior de los muros presenta una franja pintada
de color azul celeste, a modo de zócalo, rematado con madera, pintada de
color claro en su parte superior. El solado es de cemento y fue costeado y
colocado por los vecinos el día 15 de mayo de 1957''^. Es posible que anteriormente
existiera un suelo de piedra, como ocurría en otros templos de la
isla, ya que delante de la puerta principal de esta ermita aún se conserva una
pequeña explanada empedrada. A los pies de la ermita se sitiia una pequeña
pila de agua bendita, de piedra, adosada a la pared. La cabecera está ocupada
por un pequeño y sencillo retablo de madera pintado de blanco, gris y
amarillo, con una única hornacina en la parte central. En el muro del evangelio
se encuentra un pulpito de madera, adosado a la pared y un confesionario,
también de madera". A los lados del retablo se sitúan la imagen de
candelero de la virgen de Dolores-^* y una talla del Arcángel San Miguel, en
cuya base figura la inscripción "J. Batista. 1907".
La fiesta en honor de la virgen de Dolores, patrona del pueblo, se hace el
tercer domingo de septiembre, y la de San Miguel se celebra el domingo más
próximo al 29 del mismo mes, día del Sto. Arcángel.
u
Ermita de Ntra. Sra. de los Dolores y San Miguel Arcángel. La Caldereta.
32. A.P.O. Sig. 119-12. "Libro-registro de acontecimientos ocurridos en la parroquia 1955-
1959", pp. 6-7.
33. Este confesionario fue adquirido el 15 de marzo de 1957, según consta en el libro-registro
mencionado en la nota anterior
34. La imagen fue realizada por, al parecer, el mismo J. Batista que figura en la base del
Arcángel San Miguel, según información que nos ha facilitado D. Lorenzo Mateo Castañeyra y
Dña. M.- Jesús Morante, quienes han obtenido referencias orales sobre esta cuestión.
346
Imagen de Ntra. Sra. de Dolores
Imagen de San Miguel Arcángel
347
Retablo de la ermita de La Caldereta
348