DATOS SOBRE LA ORFEBRERÍA
EN FUERTEVENTURA
CLEMENTINA CALERO RUIZ
Los constantes ataques piráticos que a lo largo del siglo XVI asolaron
las islas orientales del archipiélago canario esquilmaron el patrimonio
artístico tanto de Lanzarote como de Fuerteventura, especialmente
en cuanto a piezas de plata, deseadas no ya por su valor plástico sino
material. Si a ello se suma que posiblemente esas realizaciones argénteas
eran adquiridas en talleres foráneos, se comprenderá mejor la escasez
de obras existentes, pues muchas veces no hay otra constancia que
el simple registro en los libros parroquiales.
Por lo general eran orfebres tinerfeños los que acudían a trabajar a
Fuerteventura o enviaban piezas, ya que se desconocen los nombres de
artífices nacidos en esta isla. Sin embargo, cabe dentro de lo posible que
existiese algún taller en la villa de Betancuria, dado que en su templo
mayor se conserva un incensario de plata en el que se puede leer: «Da
Fabrica do Forteventura»'.
Respecto a lo anterior, en una ocasión se constata la presencia de un
maestro procedente de Lanzarote, al cual en 1782 se le pagan 720 reales
por «distintas composiciones de plata» para la iglesia de Betancuria^.
La noticia más antigua que poseemos data del siglo XVI, ya que en
un descargo de la ermita de San Sebastián, fechado el 20 de febrero de
1584, se anotó «154 reales que costó un cáliz con su patena»', sin embargo
no se especifica de qué taller procedía.
Actualmente la pieza más antigua y valiosa que se conserva en el
tesoro de la parroquia matriz de Betancuria, es una interesante custodia
1. HERNÁNDEZ PERERA, Jesús: Orfebrería de Canarias. Madrid, 1955. p. 355.
2. Archivo Parroquial de Santa María de Betancuria (A.P.S.M.B.). Inventario del 4
de mayo de 1782 (Archivo Miguel Jarquis, Departamento de Historia del Arte, Universidad
de La Laguna (A.M.T.).
3. Archivo Parroquial de la ermita de San Sebastián, Vega del Río Palmas, Libro 1."
de Cuentas de Fábrica que comienza en 1570. Descargo del año 1580 (A.M.T.).
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con viril en forma de sol, característica de la época de los tres Felipes.
Se fecha en 1600 y su estilo se relaciona con el ostensorio de la catedral
de Santa Ana de Las Palmas, de procedencia madrileña, el cual fue labrado
por el platero de la emperatriz María, Juan Sánchez y se fecha en
1604".
La custodia de Betancuria fue donada por el capitán Don Andrés
Lorenzo el 16 de mayo de 1600, y en la misma se pueden observar las
típicas características de las custodias de estilo Renacimiento. Según
el Dr. Hernández Perera, presenta un doble nudo y un sol muy sencillo,
en cuyo centro se sitúa una pequeña cruz. Recordatorio de los ostensorios
gótico-platerescos son cuatro campanillas que cuelgan del
mismo. Se ha empleado plata enteramente sobredorada, así como decoración
de esmaltes. A pesar de no llevar punzón, pudo haber sido
adquirida, bien en Sevilla o en Madrid, dada las características que
presenta'.
SIGLO XVII
A lo largo de la decimoséptima centuria se irá enriqueciendo el tesoro
plateril del templo. De este modo, en 1640, se pagan 1.000 reales
al orfebre que hizo la cruz de plata*, y en 1669 consta el nombre del
primer platero, Baltasar de Estrada. Su trabajo consistió en «limpiar
toda la plata de la iglesia y aderezar la cruz y haser un báculo de plata
para llevar el oleo a los enfermos y un puntero para otro baso»; por
todo ello cobró la suma de 72 reales. En el mismo descargo, pero más
adelante, se anotó: «62 reales que se dieron a Baltasar de Estrada por
limpiar la plata de la iglesia y soldar la cruz pequeña del altaD>'.
Baltasar de Estrada era un maestro tinerfeño cuyo taller se encontraba
en La Laguna. En 1694, trabaja para el templo principal de la
Victoria de Acentejo, para el que labra el imperio de la corona de
Nuestra Señora de la Encamación, amén de dorarla y «aderezarla», cobrando
30 reales. Además, recibió 152 reales más, por una cruz de plata
para la misma iglesia*.
4. HERNÁNDEZ PERERA, Jesús: «Arte», en Canarias. Publicación de la Fundación
Juan March, Barcelona, 1984, p. 237.
5. ídem: Orfebrería..., op. cit., p. 104.
6. A.P.S.M.B., Libro de Cuentas de Fábrica, 30 de julio de 1640. (A.M.T.).
7. ídem, 2 de octubre de 1669, fols. 12-13 (A.M.T.).
8. HERNÁNDEZ PERERA, J: Orfebrería..., op. cit., pp. 397-8.
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SIGLO XVIII
Pero es sobre todo el Setecientos el de mayor apogeo artístico, siendo
el gran momento de la platería canaria; el número de talleres se
multiplica, surgiendo numerosos orfebres, cuyo prestigio y reputación
será destacado. Uno de los centros más importantes será La Laguna; de
sus talleres saldrán numerosas piezas que se reparten por todo el archipiélago,
mientras que en la centuria siguiente surgen con fuerza, en
Santa Cruz de Tenerife. También abundan los talleres de platería en la
isla de La Palma'.
A principios de esa misma centuria, en 1704, Don Mateo Cabrera
regala a la iglesia de Nuestra Señora de la Peña de Francia, en Vega del
Río Palmas, una magnífica lámpara de plata'".
Hacia mediados de siglo, en 1744, aparece trabajando en la parroquial
de Betancuria el maestro Pedro de Herrera, por cuya labor percibió
la suma de 77 reales". Diez años más tarde, en 1755, lo hará para el
templo de la patrona de la isla; su trabajo consistió en llevar a cabo el
«sol de la Virgen» cobrando la suma de 325 reales y dos onzas de plata'^.
Las iglesias de Santa María en Betancuria, junto con la de Nuestra
Señora de la Peña en Vega del Río Palmas, fueron las más ricas de la
isla, y a ellas llegaban las mejores piezas y orfebres. Así, en 1718, se pagaron
para la primera, 205 reales por una cruz de plata y una naveta
para el altar mayor, aunque desconocemos el nombre de su autor".
9. PADRÓN AGOSTA, Sebastián: «La platería de Canarias». Periódico La Tarde,
Santa Cruz de Tenerife, 13 de agosto de 1947.
10. Archivo Parroquial de Nuestra Señora de la Peña de Francia, Vega del Río Palmas
(A.P.P.V.), Libro de Cuentas de Fábrica (A.M.T.).
11. A.P.S.M.B., Libro de Cuentas de Fábrica, descargo del 16 de enero de 1744, fol.
105 (A.M.T.).
«77 rls. pagados a Pedro de Herrera maestro platero por el aliño y
composición de esnar (sic), vinageras, incensario, naveta y limpiar
una poca de plata».
12. A.P.P.V., Libro 1." de Cuentas de Fábrica, descargo del 21 de enero de 1755, fol.
Hóv.oíA.M.T.).
«225 rls. y 2 onzas de plata para el sol de la Virgen».
«100 rls. pagados al maestro platero Pedro de Herrera que fabricó
dho. sol, lo demás que importó dicho sol fueron 50 rls. hizo gracia el
dho. maestro».
13. A.P.S.M.B., Libro único de Cuentas de Fábrica, descargo del 22 de febrero de
1718, fol. KA.M.T.).
«205 rls. del costo de la hechura de una cruz de plata y una naveta
de plata para el altar mayor».
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Años más tarde, en 1743, se consigna para el mismo templo que «por el
aliño de dos pares de vinageras con sus platillos y una campanilla todo
de plata», todo lo cual se hizo venir de la isla de Tenerife, se le abonaron
al platero Bartolomé Cardón «27 rls. y 24 mrs.» "*.
Sin embargo, hay que hacer constar que no sólo proporciona piezas
de orfebrería la isla de Tenerife, sino que también llegaron algunas procedentes
de Gran Canaria, e incluso, como en un principio se señaló,
algún orfebre lanzaroteño viajó a Fuerteventura. De tal forma que según
se desprende de un inventario elaborado en la segunda mitad del siglo
XVIII en la parroquia matriz de Betancuria se reconoce haberse pagado
«14.244 rls» que importaron seis candelabros de plata que pesan
«24 tt° y 8 onzas y dos adarmes incluso una caja para la condision».
«4.500 rls. costo de un azetre isopo todo de plata, sagrario de altar
mayor y caja para los santos óleos que remitió de Canaria el Sr. Visitador
Toledo»'^ Por su parte el arcediano de Tenerife regaló a la parroquial
de Betancuria varios vasos de «plata baja»'^.
Hay que hacer constar que el mencionado templo posee además
una de las primeras custodias labradas por el orfebre lagunero Jacinto
Ruiz Camacho (1712-1784). La misma fue ejectuada en el taller que
éste tenía abierto en Santa Cruz de Tenerife; fue regalada de limosna,
según reza la inscripción que presenta, por Don Agustín Rodríguez Fe-rrer
en 1747'''. Por esas mismas fechas se sabe que labró una custodia
similar para la iglesia de Haría, en Lanzarote'*. Del mismo autor son
14. ídem, Libro único de Cuentas de Fábrica, descargo de 17 de enero de 1743, fól.
90 v." (A.M.T.).
«27 rls. y 24 mrs. que costo el aliño de dos pares de vinageras con
sus platillos y una campanilla toda de plata que se compuso en Tenerife
por mano de Bartolomé Carrión».
15. ídem. Inventario del 4 de mayo de 1764 (A.M.T.).
«Por 14.244 rls. que importa seis candelabros de plata que pesan 24
tt" y 8 onzas y dos adarmes incluso una caja para la condición».
«4.500 rls. costo de un azetre isopo y todo de plata, sagrario del altar
maior y caja para los santos óleos que remitió de Canaria el sr. Visitador
Toledo».
«720 rls. a un platero que vino de Lanzarote para distintas composiciones
de plata de la yglesia».
16. BONNET REVERON, Buenaventura: «Notas sobre algunos templos e imágenes
sagradas de Lanzarote y Fuerteventura». Revista de Historia, La Laguna, n.° 59 (julio-septiembre
de 1942), p. 195.
17. PADRÓN ACOSTA, Sebastián: «El repujador en plata Jacinto Ruiz». Periódico
La Tarde, Santa Cruz de Tenerife, 17 de septiembre y 12 de octubre de 1945.
18. BONNET REVERON, B., op. cit., p. 195.
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los ciriales de plata que labró en 1750. Según el profesor Hernández Pe-rera,
éstos no ofrecen novedades de interés, respecto a los modelos importados'''.
Fue Jacinto Ruiz, uno de los más destacados orfebres tinerfeños del
siglo XVIII, habiendo nacido en Garachico en 1712. Su taller se localizaba
en la calle de la Noria, en la más tarde capital tinerfeña. Entre sus
obras destacan la corona de plata de Nuestra Señora de la Soledad de la
parroquia matriz de Santa Cruz de Tenerife, labrada en 1756, así como
la composición que, en 1767, hizo de una lámpara perteneciente a la
cofradía de dicha imagen. Aproximadamente por las mismas fechas trabaja
para la ermita de San Telmo en la misma ciudad, donde por componer
la cruz del estandarte recibió 8 reales.
Su última obra conocida es el sol de plata para las andas de Nuestra
Señora de la Concepción, sita en la iglesia matriz de Santa Cruz de
Tenerife. En 1780 el mayordomo de la cofradía de la Inmaculada anotaba
haberle satisfecho a Jacinto Ruiz «98 pesos, 7 reales y medio de
plata (...) por la labor de plata puesta en el nuevo sol de las andas, composición
de estrellas y serafines». Falleció en Santa Cruz de Tenerife, el
10 de abril del 784 2«.
SIGLO XIX
Todavía en el Ochocientos la iglesia parroquial de Betancuria siguió
aumentando su tesoro, de manera que en 1808 Doña Ana de Cabrera,
en nombre del que fuera Vicario del templo Don Mateo Cabrera,
su hermano, hizo donación de una lámpara de plata, para ser colocada
en el crucero del mismo^'.
Dicha lámpara es la primera obra conocida del orfebre tinerfeño
José García Andueza (1753-1832). Su taller se hallaba situado en la calle
de San José en Santa Cruz de Tenerife^^. Al mismo se le atribuye la
19. HERNÁNDEZ PERERA, J.: Orfebrería..., op. cit., p. 282.
20. ídem, pp. 451-452.
21. PADRÓN AGOSTA, Sebastián: «Los maestros plateros de Canarias. José García
Andueza». Periódico La Tarde, Santa Cruz de Tenerife, 11 de enero de 1946.
«Dádiva de Doña Ana de Cabrera a nombre de D. Mateo Cabrera,
su hermano, Consiliario del santo Oficio Venerable Vicario y Beneficiado
Rector de esta Parroquia desde 1752 hasta 1758. La hiso
José García Andueza. Año de 1808».
22.. ídem: «La platería de Canarias». Periódico La Tarde, Santa Cruz de Tenerife,
14 de agosto de 1947.
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custodia de plata de la iglesia de Nuestra Señora del Pilar, templo para
el que trabajó en varias ocasiones; así, en 1818 debe de componer el incensario,
dado que «se le rompieron tres cadenas y una argolla». También
llevó a cabo numerosos encargos para la parroquia matriz, de entre
los que destacan un cáliz y los ciriales, últimas obras salidas de su
mano. Respecto a los ciriales, fueron labrados el mismo año de su
muerte, 1832. Aparte de su trabajo como orfebre, García Andueza actuó
como perito encargado de pesar y evaluar la platería de los conventos
que en Santa Cruz de Tenerife habían sido suprimidos. Falleció en
dicha ciudad el 27 de febrero de 1832, siendo enterrado en el cementerio
de San Rafael y San Roque ^^
A lo lago de dicha centuria y en la siguiente los habitantes de Fuer-teventura
siguieron adquiriendo piezas en talleres fuera de la isla, sin
embargo para nosotros no tienen el mismo interés que las citadas anteriormente,
ya que en éstas se auna un valor histórico tanto más destaca-ble
cuanto mayores han sido las dificultades para su adquisición; la pobre
economía de la isla afrontó siempre esas compras con grave peso
para su pecunio, de ahí la conveniencia de subrayar la presencia de estas
obras, aunque sólo sea a través de los documentos.
23. HERNÁNDEZ PERERA, J.: Orfebrería..., op. cit, pp. 403-406.
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