GEOGRAFÍA
LOS USOS DEL ESPACIO Y LA DEGRADACIÓN
DEL LITORAL DEL VALLE DE GÜÍMAR
MARÍA JESÚS GARCÍA LÓPEZ
JUAN FRANCISCO DELGADO GÓMEZ
1. INTRODUCCIÓN
Este artículo pretende acercarnos a un mejor conocimiento de los
usos del suelo y formas de ocupación del espacio costero del Valle de
Güimar. Nuestra elección como área de estudio se debe a su cercanía
al área metropolitana de Santa Cruz, que ha condicionado en parte su
desarrollo y evolución, junto a otros factores que también intentaremos
exponer. Se trata de comprobar como un polo de desarrollo urbano ha
ejercido su influjo sobre zonas aledañas': en este caso sobre la Comarca
del Valle de Güimar, que ocupa una extensión superficial de 122 km^
compuesta por los municipios de Güimar, Arafo y Candelaria y que
se ubica en la vertiente meridional, al SE de la isla.
La inexistencia de buenas playas o su difícil acceso, constituyó a
estos términos como lugares de segunda fila en la planificación turística,
a ello hay que añadir la falta de intereses económicos por parte de la
burguesía local, en algunos casos. La costa del SE es baja y rocosa, elevándose
bruscamente hacia los confines meridional y septentrional de
la comarca. Las playas que aparecen en el litoral son escasas y por lo
general de "callaos"; como excepción destaca la de Candelaria de fina
arena negra. Además, existen otras muy frecuentadas: Las Caletillas en
el municipio de Candelaria y La Viuda, El Socorro y Las Bajas, en
Güimar ^
También la elección del área de estudio está justificada porque el
Valle de Güimar se ha ido configurando como un vasto solar del área
1. Sirva de ejemplo la Comarca de Acentejo, limítrofe con el área metropolitana,
su dependencia ha quedado demostrada en algunos de nuestros trabajos. Véase M.^ Jesús
G.' López: El crecimiento periférico de La Laguna. Su expansión hacia los municipios de
Tegueste y Tacoronte. Revista de Geografía Canaria (en prensa) y La ordenación rural
de la Comarca de Acentejo en Anuario 83-84 de la Universidad de La Laguna.
2. SOLÓRZANO, J.; "La Comarca de Güimar", Geografía de Canarias. Tomo V.
Ed. Interinsular Canaria, 1985, pp. 200-209. Cfr. p. 201.
299
metropolitana, con edificaciones que aumentan el número de día en día,
dando lugar a un poblamiento caracterizado por la falta de ordenación
coherente, salvo casos muy puntuales, y por una ley del suelo que
acatar.
Así, el planeamiento turístico del litoral de Candelaria no surge por
especiales buenas condiciones, sino debido a su relativa cercanía a la
capital, ya que el mal equipamiento turístico es evidente, superponiéndose
usos tales como la central térmica de Las Caletillas en el principal
centro turístico de la comarcad En el caso del municipio de Güímar,
la utilización turística es mínima, la implantación del Polígono Industrial
en el año 1974 consolidó a este municipio como una zona preferentemente
industrial, aunque se trata más que nada de instalación de industrias
de servicios.
Con respecto a este último uso del espacio, recientemente el Ayuntamiento
de Güímar ha iniciado una reforma puntual de las normas
subsidiarias que afecta, a la zona de Los Frontones (El Escobonal), delimitada
entre Barranco Redondo y El Camino del Tablado, con la finalidad
de crear aquí un parque tecnológico, donde se ubicarán empresas
de avanzada tecnología, que no pueden instalarse en el Polígono Industrial
"Valle de Güímar". También se pretende ubicar en el parque tecnológico
un instituto que, en colaboración con la Universidad de La
Laguna", realice diferentes actividades de investigación. El uso agrícola
de esta zona afectada es actualmente escaso, aparecen sólo algunos cultivos
de tomates.
2. LA OCUPACIÓN POBLACIONAL DEL ESPACIO
En el año 1950, una década antes del "boom turístico", los municipios
de la comarca arrojaban un total de 18.487 habitantes, ocupando
Güímar el lugar más destacado, en base a su gran desarrollo agrícola.
Treinta años más tarde, en 1981 la población de estos términos había
sufrido un aumento considerable, pues sus efectivos de derecho ascendían
a 24.401 y en el quinquenio siguiente, 1986, suponían 26.321 habitantes.
La población creció a una tasa anual acumulada del 0,8 %,
siendo Candelaria el término que padeció el aumento demográfico más
fuerte, 1,5%, similar a los municipios de Tacoronte y El Sauzal'.
3. MENDARO CERVERO, C: "El desarrollo del Sur de Tenerife. Una visión turística".
Gaceta de Canarias. Año II, núm. 6, pp. 73-82.
4. Periódico El Día. Santa Cruz de Tenerife,
5. GARCÍA LÓPEZ, M.= J.: La ordenación del espacio rural. La Comarca de Acen-tejo.
Tesina. Universidad de La Laguna, 1984, p. 420.
300
CUADRO I
EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN Y LAS TASAS BRUTAS DEL CRECIMIENTO
ANUALES DE LOS MUNICIPIOS DEL VALLE DE GÜÍMAR (1950-1986)
Municipios
Güímar
Arafo
Candelaria
Total
1950
Núm.
10.898
3.184
4.405
18.487
%
—
1981
Núm.
13.485
3.609
7.307
24.401
%
0,6
0,4
1,5
0,8
1986
Núm.
14.335
3.739
8.247
26.321
%
1,2
0,7
2,4
1,5
Fuente: Nomenclátores de 1950 y 1981 y estadística de población de 1986. Elaboración
propia.
Salvo para el caso de Candelaria, el crecimiento fue lento hasta
1981, disparándose en el quinquenio siguiente (2,4%). No debemos olvidar
un hecho ampliamente constatado en otros lugares y es que el precio
del suelo en los cascos urbanos capitalinos hizo que la población
se asentara en zonas relativamente próximas a éstas, donde los precios
del suelo eran asequibles por una demanda con escasos recursos económicos.
No en vano, en estas últimas décadas, el desarrollo turístico
y urbano ha generado un proceso acelerado de transformación de los
usos del suelo, al mismo tiempo que ha introducido un evidente fenómeno
inflacionario'.
La situación previamente descrita motivó que algunos lugares pasaran
a convertirse en barrios-dormitorios, al socaire del área metropolitana.
Otro aspecto digno de mencionarse es el relativo a las residencias
secundarias o segundas residencias, uno de los fenómenos de nuestro
tiempo que más modificaciones ha introducido en estos ámbitos rurales;
a grosso modo, puede ser considerado como un hecho turístico, si entendemos
como tal al "movimiento de población muy ligado a la satisfacción
del ocio" (Diccionario de Geografía, 1986), ya que las personas
que se desplazan; ocupan estas viviendas temporalmente, los fines de
semana o períodos vacacionales. Pero en la mayoría de los casos, como
en el Vallé de Güímar, lo consideramos más bien como un proceso de
urbanización relacionado con el nivel de vida y con los deseos de emulación
de las clases más pudientes que veranean tradicionalmente junto
6. GARCÍA LÓPEZ, M." J.: Acercamiento a la evolución de la población y usos
del suelo en la zona baja costera del municipio de Los Silos (Tenerife). Comunicación presentada
al Coloquio Canarias-América, celebrado en Las Palmas en octubre de 1990.
301
a la costa, en las cercanías de la playa. La Comarca del Valle de
Güímar ha quedado en este aspecto supeditada a las necesidades de los
habitantes de la ciudad; ahora bien, estas segundas residencias se están
convirtiendo actualmente en primeras residencias.
Ya hemos visto el lento crecimiento que se produce en el período
de 1950-1981 de 0,8%, el quinquenio siguiente, 1981-1986, creció 1,5%.
Este gran crecimiento está en función del auge demográfico que experimente
la zona turístico-residencial de Candelaria, con un 2,4% de crecimiento
anual acumulado para el último quinquenio y en menor grado
Güímar, con sólo 1,2% mientras que el municipio de Arafo apenas creció.
Tampoco debemos obviar el breve "segundo boom turístico" que
afectó a las islas hace algunos años y que ya hemos tratado en otro
trabajo', motivó sobre todo la aparición de nuevas urbanizaciones.
El crecimiento de Candelaria está incentivado especialmente por el
enclave de Las Caletillas, zona hotelera y de apartamentos y el sector
comprendido entre este núcleo y el casco urbano de Candelaria al que
se encuentra en la actualidad ligado por las edificaciones, localizándose
sobre una vía diversas urbanizaciones.
El rápido incremento de estas zonas ocupadas por la industria turística
y las residencias secundarias, destinadas a la explotación del ocio,
no se ha efectuado a partir de la dinámica natural, "ni siquiera como
resultado de un ordenado y rápido trasvase de población de unos sectores
a otros previo estudio y conocimiento de las potencialidades de
la fuerza de trabajo y de la estructura económica canaria"*.
3. EL POBLAMIENTO: URBANIZACIÓN MARGINAL
Y RESIDENCIAS DE OCIO
Parte de la población de la comarca se localiza en el litoral, a una
cota inferior a 300 metros s.n.m. y que hemos tomado como línea convencional
para el presente estudio.
Algunos de estos núcleos están poco vinculados a las actividades
turísticas y más a las residenciales secundarias, que van paulatinamente
transformándose en primeras residencias, otros presentan típicas urbanizaciones
turísticas, como Las Caletillas, donde el desarrollo turístico
es más notable, aunque su uso no es hoy plenamente turístico.
7. GARCÍA LÓPEZ, M.^ J.: Las comarcas cercanas al área metropolitana. La incidencia
de su situación en los usos del espacio costero. Revista de Geografía de Canarias
(en prensa).
8. MARTÍN RUIZ, J. FRANCISCO; Las repercusiones demográficas del desarrollo
agrícola y turístico del Valle de La Orotava (1940-1981). Revista de H." de Canarias. Tomo
XXXVIII, año 1974-1986. Vol. II, núm. 175 pp. 825-838.
302
CUADRO II
POBLACIÓN ABSOLUTA DE LAS ENTIDADES COSTERAS (1959-1981)
Entidad
La Caleta
Chimaje
La Fuente
Puerto de Güímar
Pta. Prieta
El Socorro
El Tablado
TOTAL
Las Caletillas
Candelaria
Igueste
TOTAL
TOTALES
Población 1950
0
0
0
254
0
30
0
284
0
1.200
1.277
2.477
2.761
Población 1981
5
2
6
815
4
8
15
855
624
2.422
1.403
4.449
5.033
Fuente: Nomenclátores de 1950-1981. INE. Elaboración propia.
CUADRO III
POBLACIÓN MUNICIPAL, POBLACIÓN COSTERA Y SUS PORCENTAJES
(1950-1981)
Municipio
Güímar
Arafo
Candelaria
TOTAL
P. ¡950
10.898
3.184
4.405
18.487
P. costera
284
2.477
2.761
%
2,60
56,23
14,93
P. 1981
13.485
3.609
7.307
24.401
P. costera
855
4.449
5.304
%
6,34
60,88
21,73
Fuente: Nomenclátores de 1950 y 1981. INE. Elaboración propia.
La mayor parte de la población se concentra en el casco urbano
—capital municipal— de Candelaria, siguiendo los núcleos de Igueste,
Puertito de Güímar y Las Caletillas. Si abstraemos la población del
casco urbano de Candelaria (asentamiento de cierta tradición poblacio-nal,
no turístico), el resto arroja una población de 1.561 habitantes en
1950 y de 2.881 habitantes en 1981. Sin embargo, estas cifras han quedado
ampliamente rebasadas en los últimos años, como ya vimos en
las tasas anuales acumuladas de Candelaria y Güímar.
303
Las entidades de Medio Camino y El Socorro sufrieron un declive
entre 1950 y 1981, pero en la actualidad esta última presenta un gran
crecimiento que ha traído una grave problemática por su acción negativa
sobre el litoral y que ya veremos más adelante. Otras, ni siquiera
existían en los años cincuenta como La Caleta, Chimaje, La Fuente,
Punta Prieta, El Tablado y Las Caletillas. La última citada es la que
más ha crecido debido a que se intentó configurar como el área turística
del Valle de Güímar, en un principio, aunque posteriormente, y de
forma paulatina, se ha ido convirtiendo en un área de segundas residencias
y/o primeras residencias, pudiendo definirse como un centro
turístico y de ocio^ La superposición de usos que aquí se observa hace
que dudemos sobre la finalidad netamente turística del enclave, o por
lo menos, no está acorde con las premisas básicas de un desarrollo turístico.
Cada día se aprecia más una valoración inmobiliaria que turística
de todos estos enclaves.
La afluencia de población y el crecimiento de Candelaria se localiza
precisamente en torno a esta zona de Caletillas-casco urbano de la villa,
potenciada desde el punto de vista turístico como hemos referido anteriormente,
pero también residencial, que ha visto proliferar las edificaciones
sobre una vía en la línea de playa de forma casi ininterrumpida,
con un grupo de chalets individuales, de alto standing en Punta Larga.
Las denominaciones que aquí aparecen en edificios y apartamentos de
las urbanizaciones hacen referencia directa a Venezuela (Edificio Bolívar,
Guaicaipuro...), lo que nos induce a pensar en la posibilidad de utilización
de capital de emigrantes, aunque este aspecto no lo hemos estudiado.
También Güímar posee una entidad costera importante: El Puertito,
antiguo desembarcadero, que en el transcurso de los años se ha transformado
en zona de descanso para la población del municipio en un
principio y más tarde del resto de la isla, especialmente del área capitalina
y donde en la actualidad se observa un proceso edificatorio bastante
rápido. Los planes para levantar aqui una urbanización. Las Palmeras,
parece que revalidarán notablemente esta zona, desde el punto
de vista constructivo; a ello se añade una creciente demanda de apartamentos
que se ha registrado sobre los ya construidos.
Sin embargo, este planteamiento urbano ha conllevado una problemática
compleja, debido a las implicaciones que sobre el entorno tiene,
así como su propia configuración. En junio de 1986 se promovió el
"Plan Parcial Playa de Las Palmeras", en el Puertito, que fue aprobado
9. Según los nuevos criterios de clasificación que hemos elaborado y presentado al
CEDOC para su inclusión en el Nomenclátor de 1991.
304
inicialmente por el Ayuntamiento, pero traía consigo problemas relacionados
con la realización del Canal Interior de la Urbanización que
se esquematizaba en la Aprobación Inicial del Plan Parcial. Su aprobación
definitiva estaba relacionada con la "Viabilidad Técnica" del
citado canal'".
El Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo interpuso un recurso
de reposición contra los acuerdos del ayuntamiento, en el que se
reseñan una serie de incumplimientos a acuerdos anteriores con respecto
a este plan, como el relacionado con la franja de 100 metros de lejanía
de la playa, la anchura de la rambla en la parte norte, el acceso al mar
por el canal, que modifica una parte de la playa regenerada y el dique
exento construido por el Departamento de Obras Públicas y Urbanismo,
siendo además muy problemático el acceso por mar para las embarcaciones".
El recurso fue desestimado por el Ayuntamiento el 20 de enero
de 1988, amparándose en los beneficios que reportaría al municipio.
Por otra parte, las facetas de urbanización y ocio han afectado a
la infraestructura de los municipios, contando con numerosas discotecas,
bares, clubes...; concretamente el Club Náutico del Puertito (Güímar) presenta
un auge inusitado en la actuaUdad, pues cuenta con más de mil
socios. Además, se ha finalizado en el Puertito la reforma del muelle
deportivo que ha consistido en la ejecución del muelle ribera, la colocación
de cuatro arranques para pantalanes, la construcción de un dique
de avituallamiento, asfaltado de la zona de servicios y zona de aparcamientos
'^; sin embargo, estas reformas desencadenaron un problema
entre la iniciativa privada y los pescadores de la zona que hasta ese
momento habían hecho uso del muelle: los primeros intentan que los
segundos no lo utilicen e instan al ayuntamiento para que financie una
obra que albergue a estos pescadores, defendiendo los derechos de propiedad
privada sobre el muelle. Todo ello desencadenó una problemática
que tuvo eco en los medios de comunicación '\
4. LA DEGRADACIÓN DEL LITORAL
La mayor incidencia en la degradación del litoral la ha tenido el proceso
urbanizador que, especialmente en esta última década, ha impactado
la comarca. Sin lugar a dudas, el efecto antrópico más destacable
10. Memoria "Playa de Las Palmeras". Estudio de detalle. Junio 1987. Ayuntamiento
de Güímar.
11. Recurso de Reposición del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo. Madrid,
20 de noviembre de 1987.
J2. Ibídem.
13. Ibid.
3Ó5
ha sido el edificatorio, pero también existen otros usos del espacio que
contribuyen a una contaminación ambiental importante.
Un ejemplo de lo que acabamos de exponer lo constituyen Las Cale-tillas
(Candelaria), núcleo que tras su paralización producida a mediados
de los años setenta es hoy un área revalorizada, por los aspectos que
ya hemos referido con ampUtud. A la explotación turística hay que
añadir el habitat troglodita de su costa, donde la habilitación de sus
cuevas como viviendas es un hecho consolidado, algunas representan
ampliaciones hacia el exterior, realizadas con materiales de construcción
habituales (cemento, hierros, bloques) que provocan un fuerte deterioro
estético del litoral, adueñándose de unas zonas que deben mantenerse
de dominio público.
Pero no sólo se observa este deterioro en el centro de ocio más
importante de la comarca, hay que añadir la contaminación producida
por la Central Eléctrica de Las Caletillas que está acarreando problemas
de contaminación medioambiental, especialmente en este núcleo y urbanizaciones
adyacentes.
También las playas de esta zona suelen verse afectadas frecuentemente
por la llegada de vertidos alquitranados, provenientes de los
buques petroleros, que se adhieren a la arena y al roquedo, provocando
numerosos problemas a los usuarios y a la flora y fauna marítimo-terrestre,
lo que realmente resulta inconcebible en una zona cercana a
la capital y que podría potenciar el uso de sus escasas playas.
Reiteramos una vez más que la urbanización, al margen de una planificación
coherente y racional es la tónica dominante en todo el litoral,
a lo que hay que añadir el fenómeno de la autoconstrucción imperante
en la franja costera. Todo empezó con aquellos "refugios" que algunos
amantes de la pesca acondicionaban junto a las cuevas en las calas que
existen a lo largo del litoral. Actualmente los ayuntamientos han intentado
paliar esta situación mediante una intervención directa. Así, por
ejemplo, las construcciones ilegales de la zona de El Socorro han intentado
frenarse. En este lugar la picaresca ha llegado al caso de vender
y luego construir en solares de propiedad municipal, cedidos al ayuntamiento
por la Junta de Compensación del Polígono Industrial de
Güímar '*.
En otras ocasiones, el derribo, que sería una medida drástica y efectiva
no se ha empleado sino en contados casos y después de largos trámites
y sanciones económicas, una práctica que en estos casos no ha
tenido efectividad, puesto que llegaba cuando ya estaba realizada la
construcción o no se paralizaba si la sanción se imponía antes '^
14. Periódico El Día. Santa Cruz de Tenerife, 29 de junio de 1988.
15. Periódico E¡ Día. Santa Cruz de Tenerife, 14 de octubre de 1988.
306
Sin embargo, no nos engañemos, el conflicto de intereses planteado
entre urbanizaciones-protección del suelo, con finalidad agraria o no
tiende a decantarse por las primeras. Por ello, en marzo de 1990, los
alcaldes del valle realizaron una propuesta que entregaron a la sociedad
estatal SEPES, "propietaria de la mayor parte del Polígono Industrial
«Valle de Güímar» para el establecimiento de un convenio urbanístico,
de modo que los núcleos de El Socorro y La Viuda sean contemplados
como zona residencial, en la reforma del Plan Parcial del Polígono
Industrial y que sea éste quien acometa el equipamiento urbano" ".
El deterioro ha sido grande e irreversible en lo que a la flora y
fauna autóctona se refiere. Las numerosas pistas que se localizan en el
litoral, algunas de las que ya han sido asfaltadas están en relación con
aquellas veredas que utilizaban los amantes de la pesca y antiguos caminos
casi desdibujados, que antaño utilizaban los pobladores del valle
para bajar a la costa, algunas de ellas bordeando en ocasiones precipicios,
han contribuido indirectamente al deterioro de la flora.
Respecto a esta problemática compleja, el Ministerio de Obras Públicas
ve la posibilidad de ordenar determinados núcleos, al tiempo que
descarta la legalización de otros como Barranco y Chimaje, así como
la Morra de El Tablado: "... la legalización del litoral de Agache, siempre
que se salven los escollos actuales nunca irá más allá de la consideración
de la posible ordenación de zonas puntuales en parte de El
Tablado, un sector de La Fuente, un sector de Punta Prieta y parte de
La Goleta y La Caleta. Pero se rechaza completamente la consolidación
de pequeños núcleos: Barrancos y Chimaje (...) la no legalización de
parte de la zona litoral de Agache, una vez cumplimentados los trámites
administrativos oportunos, llevará a la demolición de las construcciones
que estén afectadas por la Ley, siendo el primer punto donde se
actuará, dado que los expedientes se encuentran en su fase final, el de
La Morra de El Tablado, que será objeto de la "piqueta" ".
5. CONCLUSIONES
La población del Valle de Güímar ha pasado de 18.487 habitantes
en 1950 a 26.321 en 1986, con un crecimiento anual acumulado para
el quinquenio 1981-86 de 1,5%, destacando especialmente en el mismo
período el término de Candelaria, con un crecimiento del 2,4%.
El 21,75% de la población se sitúa en la costa de la comarca, representando
en el término de Candelaria el 60,88 % de su población.
16. Periódico El Día. Santa Cruz de Tenerife, 14 de marzo de 1990.
17. Periódico El Día. Santa Cruz de Tenerife, 13 de abril de 1990.
307
El valle ha contemplado como su eje económico se ha desplazado
hacia la costa, no sólo desde el punto de vista agrícola, sino también
como las antiguas veredas de pescadores se han convertido en pistas
y carreteras que permiten el acceso a las calas y playas de la costa.
Estas, junto a las numerosas construcciones han producido un cambio
en la fisonomía del htoral, degradando fuertemente la zona; especialmente
en los enclaves de Punta Prieta, el Tablado y El Socorro.
Por otra parte, el desarrollo turístico sólo ha afectado a Las Cale-tillas
(Candelaria), que consta de un mal equipamiento turístico y donde
se superponen diversos usos del espacio. Toda la comarca se está convirtiendo
gradualmente en un área de primeras residencias, aunque las
segundas residencias tienen un peso importante, caracterizada por la
carencia de un ordenamiento urbano.
308
Las numerosas pistas trazadas en este área, que han deteriorado el paisaje y ¡a vegetación
costera, se han convertido en un medio de acceso al litorial, especialmente concurridas los
fines de semana y los períodos racacionales.
Playa del Socorro (Güímar). La autoconstrucción es un li nonii no i .irjcterístico de las áreas
marginales que ha cobrado gran impulso en los últimos años, al margen de un planeamiento
urbano y una infraestructura mínima.
309
Uno de los usos del espacio es el uso agrícola; en la fotografía podemos contemplar los productivos
cultivos de fresas sobre arena, introducidos hace sólo unos años en el Valle de
Güímar, junto a otras especies tropicales, como aguacateros y papayeros.
Vista general del Polígono Industrial de Arafo-Güimar, implantado en el año 1974, con sus
naves industríales terminadas y otras en fase de ejecución. La aprobación del proyecto consolidó
a estos términos como zonas preferentemente industriales.
310
El impacto medioambiental del Polígono Industrial "Valle de Güímar" queda patente en la
fotografía, afectando a la vegetación del piso basal y contaminando el aire, pese a que se
trata en su mayor parte de industrias de servicio.
Las pequeñas playas de fina arena negra, mal acondicionadas, son la tónica dominante en
el litoral. Puede comprobarse el crecimiento reciente de la Villa de Candelaria en los modernos
edifícios y urbanizaciones que orlan la costa.
311
La vía que une las entidades de Candelaria y Las Caletillas se ha convertido en un eje de
poblamiento que crece de día en día, pasando progresivamente de segundas residencias a primeras
residencias, en base a su cercanía del área metropolitana.
m
La central eléctrica de Las Caletillas produce una gran contaminación, que afecta no sólo
al núcleo turístico sino también al cercano barrio de Jgueste de Candelaria. Al fondo, ¡a autopista
que permite un rápido enlace con la capital.
312
Cueras habilitadas como riyiendas en El Socorro (Güímar). Obsérvese el detalle de las chimeneas
que atraviesan el techo lávico de las cuevas y salen al exterior y las ampliaciones
realizadas con materiales de construcción habituales.
313