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INTRODUCCIÓN
La membrana amniótica es un tejido
semitransparente y delgado que forma la
capa más interna de la membrana fetal.
Presenta una gruesa y continua membrana
basal con colágeno tipo IV, V, y laminina
(1). Las similitudes histológicas con la
membrana basal corneal permiten la susti-tución
de gran parte de sus propiedades
(2,3). Presentamos nuestra experiencia con
dicho tejido.
ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2005; 16: 123-126 CASO CLÍNICO
Membrana amniótica:
nuestra experiencia
Amniotic membrane graft: our experience
PÉREZ SILGUERO D1, BERNAL BLASCO I2, MÉNDEZ DE PANDO MD2, JIMÉNEZ
GARCÍA MA2, PÉREZ SILGUERO MA1
RESUMEN
Objetivo: Presentar un caso de transplante de membrana amniótica en un intento de resolver
una ampolla filtrante isquémica tardía.
Material y método: Paciente con ojo único, atalamia y seydell espontáneo por ampolla fil-trante
isquémica. Se practica transplante de membrana amniótica y recubrimiento conjun-tival.
Resultado/conclusión: Hasta los 2 meses existía ampolla plana, y vascularizada. A los 4 meses
no hay seydell, presenta buena cámara, pero el aspecto de la ampolla indica isquemia.
Palabras clave: Trasplante de membrana amniótica, atalamia, seidel espontáneo.
SUMMARY
Objective: To show a case of amniotic membrane graft for late-onset glaucoma filtering leaks.
Material and method: Patient with only one eye, athalamia and spontaneous seydell in lea-king
glaucoma filtering bleb. We used preserved human amniotic membrane graft and con-junctival
recovering.
Result/conclusion: There was a flat and vascularized bleb at two months after surgery. One
month later the eye presents good chamber, there is not seydell, but the bleb looks like an
ischemic one.
Key words: Amniotic membrane graft, athalamia, spontaneous seydell.
1 Doctor en Medicina.
2 Licenciado en Medicina.
MATERIAL Y MÉTODOS
Hemos realizado 9 transplantes de mem-brana
amniótica desde hace 2 años. Cuatro de
ellos han sido aplicados en ojos con adelga-zamiento
corneal extremo, en estadío de des-cematocele,
secundarios a distrofias coreales,
úlceras tróficas y un absceso corneal de ori-gen
fúngico. Otro caso en úlcera de Mooren
muy adelgazada, con peligro de perforación,
a pesar de tratarse de una entidad que rara vez
se perfora. Un caso fue aplicado en una per-foración
real, secundaria a distrofia corneal
con afectación corneal bilateral asimétrica;
en este caso se aplicó la membrana tras reali-zar
en el mismo acto quirúrgico un tapona-miento
de la perforación con esclera autólo-ga.
En otro paciente se aplicó tras transplante
de córnea, en el mismo acto quirúrgico, des-pués
de dos transplantes corneales inviables.
El último fue en una ampolla de filtración tar-día
en paciente con ojo único.
RESULTADOS
Con respecto a los casos de descematocele,
el resultado fue el siguiente: El secundario a
úlcera de Mooren respondió satisfactoriamen-te,
y un año después el aspecto es el de un
adelgazamiento sin peligro de perforación; el
que derivó de una úlcera trófica era central, y
2 años después esa zona permanece adelgaza-da
aunque con más grosor que antes y no hay
indicios de posibilidad de perforación a corto
plazo; El caso de distrofia corneal fue bien
mientras la membrana amniótica no desapare-ció,
e incluso se transparentó la parte opaca de
la misma, aunque sólo quedasen áreas aisla-das
de ésta; pero al desaparecer la membrana
el aspecto previo recidivó, y está en espera de
triple transplante corneal más trasplante de
limbo y de membrana amniótica. Con respec-to
al caso perforado comentar que con el uso
de la membrana buscábamos proteger el par-che
escleral, y favorecer su integración, en
espera de un trasplante de córnea; la querato-plastia
se realizó 3 meses después y necesitó
un posterior trasplante de membrana amnióti-ca
porque apareció ulceración periférica; este
último acto fue hace una semana. La perfora-ción
por absceso corneal se trató con parche
escleral, y precisó la aplicación de la mem-brana
en un segundo acto quirúrgico por peli-gro
de perforación inminente; la membrana
aportó estabilidad y paró la progresión de la
perforación, aunque este caso precisó una
posterior queratoplastia penetrante por recidi-va
de la infección fúngica. Con respecto a la
ampolla de filtración, que provocaba atalamia
y PIO de 1 mmHg, actuamos de la siguiente
manera: Eliminación de la ampolla isquémi-ca,
parche de membrana amniótica sobre el
lecho escleral adelgazado y recubrimiento
conjuntival antólogo por desplazamiento con-juntival
y anclaje en córnea clara. 3 meses
después la PIO es de 15 mmHg, aunque la
conjuntiva está sufriendo una pequeña retrac-ción
que nos obliga a revisiones frecuentes.
DISCUSIÓN
La membrana amniótica presenta una serie
de propiedades que la hacen muy útil para
PÉREZ SILGUERO D, et al.
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Fig. 1: Ejemplo de
multicapa de
membrana
amniótica en un
caso de
descematocele
central.
Fig. 2: Ulceración
profunda previa al
transplante de
membrana
amniótica.
problemas de la superficie ocular: Permite
mantener el fenotipo del epitelio que migra
sobre ella (2,3). Regula la inflamación estro-mal
(4): Lo hace modulando la transcripción
de quemokinas de los queratocitos en res-puesta
a los mediadores inflamatorios (5);
Además crea una barrera física entre los
agentes y células inflamatorias que porta la
lágrima, debido al fuerte contacto que se crea
entre el estroma de la membrana amniótica y
el estroma receptor subyacente (5,6). No
existe fenómeno de rechazo frente al alo-transplante
(7-9). Regula la regeneración
estromal (2). Facilita la migración de células
epiteliales (10), su adhesión y diferenciación
(11,12).
Refuerza la adhesión de células basales
epiteliales (11,13) y dobla la densidad de
células epiteliales basales en la superficie
reconstruída sobre la membrana basal amnió-tica
(14). Previene la apoptosis epitelial
(15,16). Reduce la respuesta fibrótica (4), y
la aparición de pannus corneal (14). Actúa
como apósito biológico, aportando una pro-tección
constante y manteniendo óptimas
condiciones de humedad (17,6). Presenta
propiedades antimicrobianas, existiendo
menos riesgo de infección que otras mucosas
transplantadas (oral, nasal...) (18,19). No
manifiesta deficiencia de Stem-cell limbares
inducida quirúrgicamente, a diferencia de lo
que invariablemente sucede en los flap con-juntivales
(20).
Todas estas propiedades eran útiles en
nuestros casos. Con respecto a la cirugía, no
hay unanimidad con respecto a cuántas
capas utilizar o qué orientación dar a cada
capa. Nosotros siempre realizamos multica-pa
de un tamaño mayor que el defecto o la
alteración que hay que cubrir, y colocamos
una porción de membrana que recubra toda
la córnea, y la anclamos en varios puntos de
epiesclera. Si las capas profundas son
pequeñas no las suturamos, y sólo sutura-mos
la penúltima y la que actúa como apó-sito.
En cuanto a la orientación, evidente-mente
las que «rellenan» un defecto profun-do
pueden ir de ambas formas, pero la que
se coloca para que el epitelio crezca sobre
ella, debe ir orientada con la cara epitelial
hacia arriba.
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Membrana amniótica: nuestra experiencia
ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2005; 16: 123-126 125
Fig. 3: Caso de la
fig. 2, tras dos
meses del injerto
de membrana
amniótica.
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