ARCH. SOC. CANAR. OFTAL., 2004; 15: 43-47
Manifestaciones perimétricas de las
lesiones tumorales de la región
selar: estudio de 77 casos
Perimetric defects of sellar region tumours:
a survey of 77 cases
LOZANO LÓPEZ V1, DÍAZ ALEMÁN VT1, FERNÁNDEZ-BACA VACA G1,
GARCÍA SOMALO M1, GONZÁLEZ HERNÁNDEZ M2, GONZÁLEZ MARÍN V3,
RODRÍGUEZ MARTÍN FJ1, ABREU REYES JA2
Hospital Universitario de Canarias. La Laguna. Tenerife. España.
1 Licenciado en Medicina y Cirugía. Servicio de Oftalmología.
2 Doctor en Medicina y Cirugía. Servicio de Oftalmología.
3 Doctor en Medicina y Cirugía. Servicio de Neurocirugía.
Correspondencia:
Virginia Lozano López
C/. Las Haciendas, 39
38205 La Laguna (Tenerife)
España
E-mail: virginialozano@vodafone.es
RESUMEN
Objetivo: Observar la frecuencia y el patrón de las alteraciones producidas en el campo visual
(CV) de pacientes con patología localizada en la región selar.
Métodos: Se llevó a cabo un estudio retrospectivo de 82 pacientes intervenidos de patología de
la región selar (1996-2003) por el Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario de
Canarias (HUC), a 77 de los cuales se habían realizado estudios del CV preoperatorios y
postoperatorios a 31. Para ello se empleó el perímetro OCTOPUS-123® (estrategia TOP,
TOP+) (Interzeag AG, Zurich) y OCTOPUS-301® (estrategia TOP) (Interzeag AG, Zurich).
El grupo de estudio incluyó a 36 varones y 41 mujeres con una mediana de edad de 40 años.
La procedencia de los pacientes fue de la propia consulta de neurocirugía (42%), remitidos
por oftalmólogos (31%), endocrinólogos (22%) y otros especialistas (5%).
El tratamiento recibido en todos los casos fue cirugía mediante resección transesfenoidal, 6
casos requirieron una segunda intervención quirúrgica y 9 tratamiento coadyuvante con
radioterapia.
Resultados: Los 77 pacientes incluidos en el estudio presentaban algún grado de defecto del
CV aunque solo 31 (40%) mostraban un patrón característico de lesión a nivel selar. La cau-sa
más frecuente de los defectos fueron los macroadenomas de extensión supraselar: 22 de
estos defectos fueron preoperatorios (71%) y 9 postoperatorios (29%) en relación con
secuelas quirúrgicas o radioterápicas. Se observó mejoría tras el tratamiento en 16 casos
(51%), en relación con una detección más precoz (tumores de menor tamaño y extensión)
ARTÍCULO ORIGINAL
INTRODUCCIÓN
La región selar está ocupada en condicio-nes
normales por la hipófisis y limitada supe-riormente
por el quiasma. Esta región puede
verse afectada por lesiones de diverso origen,
dentro de las tumorales se incluyen adeno-mas,
craneofaringiomas, meningiomas, glio-mas,
tumores de células germinales, cordo-mas,
metástasis. Cuando lesiones de esta
región afectan estructuras neurooftalmológi-cas
se producen defectos visuales, siendo la
causa más frecuente adenomas hipofisarios y
craneofaringiomas (1), pudiéndose asociar
con síntomas neurológicos y endocrinológi-cos.
Los defectos en el campo visual (CV)
dependerán de la localización de la lesión:
las de origen inferior al quiasma producen
inicialmente cuadrantanopsia bitemporal,
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LOZANO LÓPEZ V, et al.
y en pacientes más jóvenes (<45 años).
Conclusiones: Las lesiones que afectan a la región selar pueden provocar defectos del CV que
están determinados por su tamaño y localización, y que a su vez dependen de la precocidad
en el diagnóstico y del tratamiento recibido.
Dentro de las pruebas que permiten su diagnóstico, la perimetría computadorizada demuestra
ser, como técnica no invasiva, eficaz en la detección y en el seguimiento de este tipo de
patología.
Palabras clave: Campo visual, región selar, adenoma hipofisario.
SUMMARY
Purpose: To observe the frequency and characteristics of visual field defects in patie ts with
sellar region pathology.
Methods: A retrospective study of 82 cases operated of sellar region pathology by Neurosur-gery
Service of the Hospital Universitario de Canarias from 1996 through 2003 was per-formed.
Studying 77 cases that included visual field testing before the surgery and after-ward,
in 31. Visual field testing was developed with perimeter OCTOPUS-123® (TOP,
TOP+ strategy) (Interzeag AG, Zurich) and OCTOPUS-301® (TOP strategy) (Interzeag
AG, Zurich).
Including 36 males and 41 females with a median age of 40 years. Patients were sent by neu-rological
surgeons (42%), ophthalmologists (31%), endocrines (22%) and others (5%).
Transphenoidal surgery was the treatment of choice in all cases, 6 required surgical reinter-vention
and radiotherapy was a useful adjunct to surgery in 9 cases.
Results: Of the 77 patients who were included in the analysis and had some visual field defect,
31 (40%) showed a typical pattern of sellar region lesion. Having most of them larger ade-nomas
with suprasellar extension. 22 were preoperatory (71%) and 9 postoperatory (29%),
consequence of surgery or radiotherapy. After surgical treatment visual field examination
improved in 16 cases (51%), mainly in early detected tumours in younger patients <45
years.
Conclusions: Lesions involving sellar region may result in visual field defects determined by
their size and location, in addition depend on the early diagnosis and treatment.
Although the clinical tests allow the diagnosis computerized perimetry remains, as no invasive
procedure, effective in detecting and following of this pathology.
Key words: Visual field, sellar region, pituitary adenoma.
debido a la afectación de las fibras inferiores
y por lo tanto las mitades superiores de los
campos visuales (fig. 1), progresando verti-calmente
pudiendo llegar a hemianopsia
bitemporal (figs. 2 y 3). Lo contrario sucede
con lesiones supraselares (2). Dando un
patrón perimétrico característico por afecta-ción
de las vías neurooftalmológicas a nivel
de la región selar (3).
La localización anatómica del quiasma
también influye en el defecto del CV: si está
anteroposicionado, el tumor afectaría la par-te
posterior del quiasma, produciendo hemia-nopsia
homónima; si está retroposicionado
afectaría la parte anterior del quiasma produ-ciendo
un síndrome de la unión del quiasma
con el nervio óptico sin patrón del CV espe-cífico
(3).
En nuestro trabajo hemos incluido a
pacientes con patología del área selar subsi-diaria
de tratamiento quirúrgico, evaluando
los defectos del CV pre y postquirúrgicos en
relación con las características del sujeto y
del tumor.
MATERIAL Y MÉTODO
Se revisaron 82 pacientes intervenidos de
patología tumoral selar durante un período
de 8 años (1996-2003) en el HUC; se exclu-yeron
5 pacientes por carecer de estudios del
CV previos al tratamiento (3 pacientes) y
otros presentaban defectos en el campo
visual previos (pe: glaucoma terminal) al
cuadro de afectación selar (2 pacientes).
El grupo de estudio incluyó a 77 pacien-tes,
36 varones con una mediana de edad de
43 años (DS ± 18) y 41 mujeres con 45 años
de mediana (DS ± 23), siendo el rango de
edad de 19-90 años. Al diagnóstico de sospe-cha
se llegó mediante la clínica, estudio del
CV y pruebas neuroradiológicas, aunque el
diagnóstico de confirmación se obtuvo
mediante el estudio histopatológico de la
lesión extirpada.
Los defectos del CV se evaluaron pre y
postquirúrgicamente con el perímetro dispo-nible
OCTOPUS-123 (estrategia TOP,
TOP+) (4) en el 86% de los casos, y OCTO-PUS
301 (estrategia TOP) de nueva adquisi-ción
en el resto de los casos.
A los sujetos se les realizó al menos una
perimetría computadorizada (PC) previa a la
intervención quirúrgica y a 31 de ellos se les
realizó seguimiento perimétrico postoperato-rio
a los 3, 6 meses y anualmente, siendo la
media de seguimiento de estos pacientes de
6,5 años (rango 1 mes-8 años).
El tratamiento quirúrgico se realizó
mediante resección transesfenoidal en todos
los casos, 6 de ellos (8%) requirieron una
segunda intervención y 9 casos (12%) reci-bieron
tratamiento coadyuvante con radiote-rapia.
RESULTADOS
Los 77 pacientes incluidos en el estudio
presentaban en el momento del diagnóstico
algún grado de defecto del CV, apareciendo
un patrón característico de lesión a nivel del
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Manifestaciones perimétricas de las lesiones tumorales de la región selar: estudio de 77 casos
Fig. 1:
Cuadrantanopsia
bitemporal
superior
asimétrica
(OCTOPUS-123
TOP+).
Fig. 2:
Hemianopsia
bitemporal
(OCTOPUS-123
TOP+).
Fig. 3:
Hemianopsia
bitemporal
(OCTOPUS-301
TOP).
área selar en 22 pacientes (31%), los cuales
presentaban tumoraciones de tamaño supe-rior
a 10 mm y de extensión supraselar, el
tiempo promedio entre el diagnóstico y el
tratamiento fue de 8 meses (DS ±3) en este
grupo. Tras el tratamiento se detectaron
defectos del CV con patrón en 9 pacientes
más, como secuela de la cirugía o radiotera-pia
coadyuvante recibida, tratándose de
tumores de tamaño entre 5-10 mm, limitados
al área selar (4).
A lo largo del estudio se han detectado un
total de 31 defectos del CV con patrón
(40%). En la mayoría de los casos hubo
mejoría del campo visual (60%), observán-dose
más frecuentemente este hecho en
pacientes con un tiempo de evolución desde
el diagnóstico al tratamiento de 5 meses (DS
±2), con tumores de tamaño inferior a 5 mm
y jóvenes (<45 años) (5).
La tomografía computadorizada (TC) per-mitió
el diagnóstico en el 93% de los casos en
los que se realizó (fig. 4), mientras que la reso-nancia
magnética nuclear (RMN) permitió la
confirmación de la existencia de lesión a nivel
selar en el 98% de lo casos realizados (fig. 5),
lo que consolida a esta última como la prueba
de diagnóstico neurorradiológico más impor-tante
en la detección de esta patología (6).
El tratamiento quirúrgico fue efectivo en
el 80% de los casos, requiriendo reinterven-ción
un 8%, por lesión tumoral residual, y
necesitaron radioterapia coadyuvante el 12%
por extensión supraselar del tumor no abor-dable
mediante cirugía.
Los estudios histopatológicos tras la
resección del tumor revelan que el 70% de
las lesiones extirpadas son adenomas hipofi-sarios,
frente al 25% de craneofaringiomas y
el 5% de gliomas, tumores de células germi-nales,
metástasis. Dentro de los adenomas
hipofisarios se detectaron tumores funcio-nantes
(65%), productores de Prolactina
(25%), GH (15%), ACTH (12%), FSH/LH
(12%), TSH (1%) y no funcionantes (35%).
DISCUSIÓN
Los tumores primarios del área selar cons-tituyen
el 10% de los tumores intracraneales
(7), produciendo la gran mayoría de ellos
alteraciones del CV que nos permiten su
detección precoz mediante PC, aunque
menos de la mitad (40%) presentan un patrón
específico que establezca su diagnóstico. A
pesar de esta limitación, la PC fue capaz de
detectar los defectos del CV de los 77 casos
de lesión del región selar susceptible de tra-tamiento
quirúrgico, incluidos en este estu-dio.
Esto ha permitido que las lesiones se
diagnostiquen en fases tempranas, siendo de
menor tamaño y extensión, por lo que los
defectos del CV observados son cada vez
más asimétricos y limitados a los cuadrantes
(8). Además, el análisis del CV se ha mos-trado
como un parámetro importante para el
seguimiento.
También son de gran importancia en esta
patología las técnicas de neuroimagen, pues-to
que permiten un diagnóstico morfológico
de la lesión, esencial para el abordaje quirúr-gico
cuando éste se plantea y para el control
de la recidiva (4).
Se ha comprobado la influencia del tipo de
tratamiento recibido sobre los defectos del
CV, y aunque en todos los casos el trata-miento
inicial fue el mismo, aparecieron
mayores déficits en el CV de los pacientes
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LOZANO LÓPEZ V, et al.
Fig. 4: a: TC
axial sin contraste
en la que se
observa lesión en
área selar; b: TC
axial con contraste
en la que se
observa lesión
supraselar que
capta contraste
debido a su
vascularización.
Fig. 5: a: RMN
coronal en T1 sin
contraste que
muestra lesión que
ocupa la región
supraselar
comprimiendo el
quiasma. b; RMN
axial en T1 con
contraste en la que
se observa lesión
selar que se realza
con gadolinio.
reintervenidos o sometidos a tratamiento
radioterápico coadyuvante (5,6).
Está demostrada la importancia de la PC
en el diagnóstico de la patología de la región
selar dado que es capaz de detectar lesiones
en un estadío precoz, en el que a veces resul-ta
difícil su diagnóstico mediante técnicas de
neuroimagen (7). Además de ser de gran uti-lidad
en el seguimiento de las lesiones resi-duales
tras el tratamiento. En nuestro estudio
solo se realizó seguimiento con PC a los
pacientes que fueron nuevamente remitidos
(40%), lo que hace suponer que la obtención
de un buen resultado anatómico confirmado
por neuroradiología dejó satisfechos a los
neurocirujanos, modo de actuación que debe
modificarse por lo expuesto anteriormente.
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