Revista Latina
de
Comunicación
Social 56 -
julio –
diciembre de
2003
Edita: Laboratorio de Tecnologías de la Información y Nuevos Análisis de Comunicación Social
Depósito Legal: TF-135-98 / ISSN: 1138-5820
Año 6º – Director: Dr. José Manuel de Pablos Coello, catedrático de Periodismo
Facultad de Ciencias de la Información: Pirámide del Campus de Guajara - Universidad de La Laguna 38200 La Laguna (Tenerife, Canarias; España) -
Teléfonos: (34) 922 31 72 31 / 41 - Fax: (34) 922 31 72 54
Ciudadanos jóvenes, periodismo y democracia: Una
comparación entre los Estados Unidos y España *
Dr. Kevin G. Barnhurst, Ph. D. ©
Universidad de Illinois (Chicago, EEUU)
kgbcomm@uic.edu
* Este sumario de una serie de investigaciones forma parte de un proyecto bastante amplio que está basado en un sitioweb que
se llama Life History & Media Project (Proyecto de los medios y las historias de vida). El sitio contiene varias páginas en español
y en portugués, así como textos de las investigaciones originales, citas bibliográficas, instrucciones y formularios para
investigadores y participantes, y muchos ejemplos de historias de vida escritas por los participantes tanto en los Estados Unidos,
como en España, Brasil y varios países de Europa, el Medio Oriente y las Américas. La dirección del Internet para este sitio es
la siguiente: http://www.uic.edu/depts/comm/lifehist
El futuro de la democracia depende de ciudadanos informados, pero encuestas en los Estados Unidos indican que,
especialmente entre los adultos jóvenes, está declinando el interés y la confianza en las noticias, que son una fuente principal
de la información política. En respuesta a estas tendencias, los críticos advierten de que el discurso público se está debilitando,
mientras que los comentaristas derechistas denigran la pérdida de conocimiento público, especialmente entre los jóvenes.
Ambos lados del debate llegan a una conclusión similar: que los cambios presentan un peligro claro a la democracia americana.
Si los adultos jóvenes continúan abandonando las fuentes de noticias y no haciendo caso de los procesos del gobierno,
quedarán indispuestos a apoyar la prensa libre o a asumir las riendas de instituciones públicas. Cuando los críticos y los
estudiosos señalan al público este el riesgo, se refieren a un público muy específico: los ciudadanos activos dentro de las
comunidades de la teoría democrática.
Sin embargo, el problema de adultos jóvenes mal informados surge de los cuantitativos que tratan de un público muy distinto, el
público estadístico de las encuestas de audiencias y de la opinión pública, las cuales toman la medida de la atención y confianza
en noticias. Una revisión de teorías sociológicas deja clara esta contradicción. Una teoría, el interaccionismo simbólico, también
señala un método para entender a los adultos jóvenes como parte del público democrático: recogiendo la información sobre sus
experiencias subjetivas como ciudadanos.
Este proyecto empieza desde una base empírica de documentos autobiográficos de los adultos jóvenes, quienes son votantes
nuevos entre las edades de 18 y 24 años. A este grupo social importante para la teoría política añade documentos de algunos
adultos más viejos y también de participantes de otros países. Casi cuatrocientos participantes en total escribieron historias de
vida que describen sus experiencias subjetivas con las noticias. Una innovación del proyecto es restablecer una forma venerable
pero poco utilizada de investigar en el terreno humanístico, la técnica limitada de historias de vida.
Métodos de la historia la vida
Después de la ráfaga de proyectos durante el período de la Chicago School, los métodos autobiográficos en las ciencias
sociales dejaron de utilizarse por un cuarto de siglo, antes de su renacimiento en los finales de los años 60 y los principios de los
años 70. Casi todas las investigaciones, antes y después de ese tiempo, utilizaban historias completas de la longitud de la vida,
lo que es la autobiografía completa. También se empleaban para estudiar aquellos fuera de la corriente principal: el "otro"
sexual, racial, étnico, económico o religioso. Una excepción importante fue la obra de Herbert Blumer, "Movies and Conduct"
("Las películas y la conducta"), escrita basándose en historias de vida limitadas, en las cuales los adolescentes ordinarios y los
adultos jóvenes escribieron ensayos autobiográficos muy cortos, limitados a un solo aspecto de la vida, sus experiencias con
películas.
Siguiendo el ejemplo de Blumer, este proyecto amplía y refina de varias maneras la historia de vida limitada, consolidando la
técnica para examinar no al "otro" sino a la corriente principal.
Para construir un puente entre las experiencias subjetivas y los indicadores estadísticos, los participantes proveyeron dos
documentos. Uno, un cuestionario, incluía preguntas estándares sobre su información demográfica, su uso de los medios, el
ambiente de la familia y su interés político. Esta innovación permite que la investigación relacione a grupos bajo estudio con la
estadística nacional correspondiente de las audiencias.
El otro documento, un ensayo de tres a cinco páginas, registra la dimensión subjetiva. Las instrucciones pidieron que los
participantes describieran sus experiencias en orden cronológica, produciendo una historia de vida, pero limitada a las
experiencias con un solo medio de transmisión de noticias. Aproximadamente la mitad de los participantes escribieron sobre los
periódicos, y la otra mitad sobre noticias en la televisión. Cada grupo también recibió una lista de preguntas, siguiendo el modelo
de Blumer, para ayudarles a lograr tres propósitos: pensar en sus experiencias en orden cronológica, limitarse al contexto social
de la lectura de periódicos o de la presencia de televisión, e interpretar cómo el medio influenció su estado de humor y sus
acciones, conocimientos y decisiones, especialmente con respecto a la política. Las instrucciones dejaron claro que la
participación fue completamente voluntaria, y un sistema de recoger los documentos terminados a través de intermediarios
permitió que los participantes quedaran anónimos si lo prefirieron.
El proyecto resuelve algunas de las dificultades prácticas con las muestras cualitativas. Blumer descubrió que las muestras muy
grandes de su estudio fueron poco manejables. Para aerodinamizar y simplificar el proceso de análisis, este proyecto aplica
ideas actuales sobre el tamaño de la muestra en lo que se llama "el muestreo de la saturación" para la investigación cualitativa.
El análisis también experimentó un proceso de la verificación (con un codificador y coeficientes de la confiabilidad), un
procedimiento que llega a ser cada vez más común en este terreno de investigación. Los resultados del análisis se podían
entonces comparar con los datos del cuestionario así como con la estadística nacional.
Dos niveles adicionales de comparación aumentan la anchura y profundidad de la técnica. Para remontar la dimensión histórica
(o diacrónica) en los significados de noticias, el proyecto incorpora las historias de vida escritas por los miembros de
generaciones más viejas. Esta innovación permite el examen longitudinal requerido para estudiar la declinación en atención a
las noticias, que ha ocurrido como tendencia en las estadísticas. Finalmente, para descubrir si los cambios en los Estados
Unidos ocurren más generalmente que en países occidentales desarrollados, el proyecto incluye un componente internacional.
Los estudios realizados en los Estados Unidos fueron replicados en España, incluyendo a adultos jóvenes de varias regiones,
así como adultos de las generaciones más viejas, quienes contribuyeron historias de vida.
Resultados principales
¿Tienen las tendencias estadísticas un paralelo en las experiencias subjetivas de la generación actual? Un estudio inicial,
basado en historias de vida limitadas a los periódicos, confirma la tendencia encontrada entre americanos jóvenes. Las historias
de vida describen detalladamente lo que las encuestas indicaron: una división que crece entre los adultos jóvenes y los
periódicos. A pesar de la potencia del periódico como símbolo de la edad adulta, los participantes jóvenes tienen dificultad en
comprometerse a la lectura diaria, en parte porque encuentran en el punto de vista periodístico algo extranjero a su propio
mundo social. Los asuntos nacionales en Washington les parecen lejanos y ausentes, y los adultos jóvenes tienen dificultad de
entender los artículos acerca de la política, incluso los tan cercanos como las noticias de su propio ayuntamiento.
En ocasiones raras, las noticias excitan entusiasmo e interés entre los participantes cuando se tratan de gente y lugares que
conocen: el hogar, el instituto secundario, la iglesia y los grupos sociales donde los jóvenes actúan como ciudadanos. El
abastecimiento de una dieta regular de estas informaciones limitaría el boquete entre la gente joven y los periódicos, pero
también requeriría que los periodistas redefiniesen las noticias mismas, para acentuar los asuntos que ahora están enterradas
muy dentro del periódico y marginadas en las páginas o las secciones interiores. A pesar de algunos cambios recientes, una
redefinición tan grande de las noticias parece imposible. Sin ella, los periódicos pueden continuar perdiendo a sus lectores
jóvenes.
¿En el lugar de los periódicos, los adultos jóvenes han estado substituyendo la televisión como fuente principal de las noticias
políticas? Quizás las generaciones más jóvenes que fueron criadas con la televisión se han adaptado más a este medio para las
noticias. En un segundo estudio, otro grupo de participantes escribió historias de vida, pero sobre sus experiencias con los
telediarios. Estos ensayos revelan que, en su papel como ciudadanos, los adultos jóvenes no consultan las noticias televisivas
(ni otros medios de comunicación) para informarse. Muchos de ellos sí tienen la costumbre de ver el telediario, ya desde
muchos años como hábito adquirido de la generación de sus padres, pero su compromiso con esta actividad queda bastante
débil en el mejor de los casos.
Los adultos jóvenes reconocen su propio escepticismo hacia telediarios, y ponen la culpa en el periodismo mismo para su
distancia de las noticias en la televisión. Las mujeres urbanas especialmente divulgan que se sienten inseguras debido a las
noticias que ven, y cuentan una serie de ajustes que han hecho en sus vidas como consecuencia: cambiando su manera de
viajar, hacer ejercicios y salir de citas, entre otras. Las mujeres también se quejan de la injusticia en las representaciones de su
género, tanto en las noticias como entre los corresponsales. Los que pertenecen a las minorías igualmente se oponen a su
tratamiento a manos de los periodistas de la televisión, quienes ligan a los americanos africanos, por ejemplo, muy a menudo
con las noticias del crimen.
Los adultos jóvenes encuentran noticias en la televisión que son cada vez más sensacionalistas y alarmantes, pero los adultos
mayores dicen que esto no era siempre así. Recuerdan que ver el telediario era una actividad tranquila de familia que se cambió
gradualmente durante el curso de sus vidas. Se acuerdan de cómo el contenido de las noticias llegó a ser más morboso, a la
medida en que los periodistas lo encontraron necesario para sobrevivir en el sistema de ratings. También describen los cambios
en el estilo de presentar las noticias, con más color, gráficos y promociones de contenidos, siguiendo los dictados del
espectáculo más bien que los intereses de ciudadanos. Los ensayos revelan un proceso de adaptarse a estos cambios, dejando
prendido el telediario como fondo audiovisual pero sin hacerle mucho caso o apagándolo completamente.
Aunque no inspira ninguna de pasión ni el compromiso que los participantes sienten hacia los periódicos, los noticieros
desemplean un papel importante en la formación de una identidad de cada generación. Las imágenes de acontecimientos
nacionales marcan las memorias de cada cohorte según su edad. Los americanos jóvenes describen la explosión de la
lanzadera de espacio, Challenger, como un ejemplo que emergió en la mayoría de sus ensayos. Las noticias de la TV ahora
contribuyen a las memorias colectivas de cada generación, tales como el asesinato de Kennedy para los americanos en sus
años 40 y la llegada de los astronautas a la Luna para ellos en sus años 30. Estas experiencias compartidas siguen un patrón
no desemejante de un rito de iniciación, contribuyendo a un sentido de la identidad nacional, tal como los estudiosos críticos y
las encuestas de opinión pública sugieren.
En suma, dos estudios de ciudadanos americanos produjeron tres resultados principales: Primero, los adultos jóvenes tienen
dificultad con confiar en los periódicos, excepto cuando las noticias tocan sus propias vidas como ciudadanos. Segundo, los
adultos jóvenes no utilizan telediarios como substituto para informarse, porque encuentran unas noticias espantosas y
sensacionales, inspirando la crítica más que el espíritu de la ciudadanía. Finalmente, las noticias en la televisión contribuyen a
un sentido de la identidad generacional por medio de le repetición de las imágenes de momentos históricos en que los
americanos jóvenes por primera vez participan y son conscientes de una experiencia nacional.
Comparaciones entre naciones
¿Se limitan estos resultados a los Estados Unidos? La teoría comparativa sugiere que la repetición de los dos estudios en otro
país puede contestar a esta pregunta. Los dos países deben tener en común lo suficiente para hacer posible la comparación,
pero deben también diferenciar suficientemente para probar la generalidad de los resultados. Si los mismos procesos sociales
ocurren a pesar de diferencias fuertes, entonces la teoría sugiere que tales resultados robustos se apliquen ampliamente,
revelando procesos generales en sociedades similares.
España es un sitio bueno para la comparación a los Estados Unidos porque ambos países comparten una cultura occidental, un
sistema económico desarrollado y unas tradiciones democráticas. España proporciona un contraste interesante, debido a su
transición relativamente reciente a la democracia, después de la pausa extendida de la era de Franco. Desemejante de los
medios de los Estados Unidos, en España los periódicos (aunque su tiraje es comparativamente muy pequeño) alcanzan una
parte cada vez mayor de la población española, y los noticieros televisivos alcanzan una parte mucho más grande, aunque
recientemente está encogiendo. La generación actual de adultos jóvenes, la más grande de historia española, está
experimentando el desempleo, el cierre de instituciones tales como colegios, y otras consecuencias que siempre encuentran las
cohortes estilo "baby boom".
¿Tienen los adultos jóvenes en España dificultad en adoptar el hábito de leer el periódico? La repetición del primer estudio
indica que no. La lectura de periódicos, aunque está bastante limitada en España, continúa creciendo debido a un compromiso
bastante profundo al hábito diario. Los padres animan a sus niños que participen en el ritual de comprar, de leer y de discutir el
periódico juntos. Aunque es difícil, el proceso de convertirse en un lector regular se logra no solamente por el contexto de las
costumbres de los padres, sino también por los profesores, quienes son modelos de la lectura del periódico y de la conversación
basada en las noticias.
Los ensayos historias de vida describen una situación muy distinta a la de los Estados Unidos. Los periódicos en España
compiten en su política, y los kioscos de periódicos (el punto primario de la circulación) demuestran a los lectores una variedad
de opciones. Mientras que los periódicos crecen y cambian, los españoles dicen que se adaptan continuamente, ajustando sus
interacciones con la prensa. Miran lo que produce la prensa y reservan el derecho de juzgar cualquier cambio por sí mismos.
Provisto de muchas opciones y cambio constante, los participantes españoles adoptan una actitud crítica, comparando y
poniendo en contraste lo que los periódicos de varios tipos divulgan sobre los mismos acontecimientos. Este proceso genera un
compromiso muy fuerte a la lectura de periódicos, que a menudo llega a ser la lectura de más de uno de ellos cada día.
¿Inspiran las noticias de la televisión un compromiso similar? Una repetición del segundo estudio demuestra que en España lo
hace. Los ensayos describen el hábito de ver las noticias diarias como ritual aun más fuerte y uniforme. No sólo en casa sino
también en bares y restaurantes, casi todo el mundo se atiende a las noticias de las tres de la tarde, la hora después de la
comida que se toma al mediodía. El modo relativamente sobrio y lento de divulgar las noticias no detrae del ritual (aunque esto
puede cambiar). Porque los diversos canales adoptan puntos distinguibles de vista, los españoles comparan las fuentes de las
noticias, acentuando su libertad de elegir entre ellos.
Los telediarios también contribuyen a la memoria colectiva en España. Las primeras imágenes de las noticias que recuerdan los
españoles jóvenes vienen de la transición de su país a la democracia: el jefe de gobierno llorando al anunciar la muerte de
Franco, los tiros que un coronel lanzó en el salón del parlamento durante un golpe de estado, el nuevo rey tranquilizando a la
nación después que fracasó el golpe. Estas imágenes no sólo despertaron a los jóvenes a un conocimiento nacional sino
también les ayudaron a ligar las noticias que vean con la política.
Comparado con los estudios en los Estados Unidos, varios resultados de los ensayos españoles se destacan. Primero, para su
supervivencia, la lectura del periódico en ambos pases depende de un ritual temporal. El número total de lectores está creciendo
en España y bajando en América debido a decisiones diarias en familias y escuelas. En segundo lugar, la clave para atraer a
lectores aparece ser competición política. Los españoles jóvenes aprenden a dudar lo que encuentran en el periódico y
comparar los informes de uno con los de otros, y consecuentemente su interés en noticias políticas crece junto con la circulación
de los periódicos. La posición política neutral que se encuentra en la prensa de los Estados Unidos no genera interés ni
aumento de la circulación entre los jóvenes.
Tercero, ambos resultados para los periódicos aplican igualmente a las noticias de la televisión. La fuerza del hábito diario hace
del telediario una rutina en la vida de los adultos jóvenes, y los puntos de vista política que diferencian las noticias de un emisor
a otro sostienen un compromiso de ver el telediario regularmente (también comparan lo que dicen los telediarios a lo que
publican los periódicos). Finalmente, las noticias televisivas en ambos pases construyen un sentido de ser parte de una
generación porque exponen los jóvenes a los acontecimientos nacionales. Aunque los incidentes diferencian de país en país y
de generación en generación, la televisión provee las imágenes principales encontradas en memorias colectivas.
Conclusiones
En el problema de ciudadanos informados, la teoría del interaccionismo simbólico proporciona los conceptos centrales, y esta
investigación avance la teoría mediante una demostración de cómo los conceptos obran recíprocamente en el nivel social.
Llegar a ser un ciudadano informado comienza de una rutina temporal con noticias políticas durante la niñez. El telediario inicia
la transición de la niñez a la madurez grabando una primera noticia nacional en las memorias visuales de una generación. Junto
con el derecho de votar, un compromiso a las rutinas de las noticias como niño marca la entrada en la edad adulta-joven.
Después de convertirse en adultos, los ciudadanos enfrentan a cambios constantes en la forma y el contenido de las noticias,
que requieren a la audiencia que se ajuste y se adapte con frecuencia.
Esta comprensión emerge de un método narrativo basado en documentos humanos. Escribiendo historias de vida, los
participantes crean las primeras interpretaciones de sus experiencias subjetivas. Sus ensayos proporcionan una base firme para
examinar, probar y dar contexto a los resultados que originan en estudios estadísticos nacionales. Como contribución a los
métodos de investigación, este proyecto sirve como modelo para aplicar métodos historia de vida a una variedad de
condiciones, incluyendo estudios de actitudes, de medios y de sociología política comparativa entre naciones.
Finalmente, esta investigación aborda un problema práctico de verdadera importancia para la profesión periodística y a la
industria informativa, así como a las ciencias políticas, sociológicas y de la comunicación, y a los críticos, a los intelectuales, y a
los miembros del público preocupados con el futuro de los ciudadanos informados de la teoría democrática.
Por ejemplo, los periódicos han experimentado recientemente la publicación electrónica, esperando que la nueva tecnología
ayudaría a evitar la pérdida de lectores jóvenes. Dado la importancia de rituales temporales en hogares y escuelas, esa
esperanza parece mal colocada. Queda claro que las versiones electrónicas del periódico carecen de una base fuerte en rutina
familiar, y el ordenador como plataforma de las noticias puede ocultar aquellos momentos cuando los adultos leen las noticias,
en vez de permitir que modelen esa actividad para los niños.
En el caso de las noticias de la televisión, la fuerza del horario del programa y la rutina de verlo juntos como familia han
comenzado a debilitarse, en los Estados Unidos especialmente, pero también en España, en donde los nuevos canales
comerciales están conduciendo las noticias hacia el espíritu de los tabloides sensacionalistas. Mientras que los contenidos
impactantes y las formas entretenidas llegan a ser más comunes en ambos pases, los adultos jóvenes toman una decisión
política para no tomar las noticias en serio.
En el problema de los ciudadanos informados, resulta que los medios de noticias se enfrentan al mayor riesgo. Los adultos
jóvenes tienen mejor riesgo porque hablan claramente sobre ciudadanía y saben sin duda que deben llegar a ser bien
informados. Al final, los indicadores estadísticos pueden deletrear la declinación de la posición dominante que los periódicos y
los telediarios una vez ocupaban en vida política. Los adultos jóvenes parecen estar dispuestos a extenderse más por otras
zonas de información, inclusive la educación, la conversación y una variedad de fuentes. Mientras, reducen su dependencia en
los medios de comunicación, que quedan limitados a un sitio para ojear, la arena para las noticias políticas así mismo llega a ser
más democrática.
FORMA DE CITAR ESTE TRABAJO EN BIBLIOGRAFÍAS:
Barnhurst, Kevin G., 2003: Ciudadanos jóvenes, periodismo y democracia: Una comparación entre los Estados
Unidos y España, Revista Latina de Comunicación Social, 56. Recuperado el x de xxxx de 200x de:
http://www.ull.es/publicaciones/latina/20035628kevin.htm