Revista Latina de Comunicación Social
50 – mayo de 2002
Edita: Laboratorio de Tecnologías de la Información y Nuevos Análisis de Comunicación Social
Depósito Legal: TF-135-98 / ISSN: 1138-5820
Año 5º – Director: Dr. José Manuel de Pablos Coello, catedrático de Periodismo
Facultad de Ciencias de la Información: Pirámide del Campus de Guajara - Universidad de La Laguna 38200 La Laguna (Tenerife, Canarias; España)
Teléfonos: (34) 922 31 72 31 / 41 - Fax: (34) 922 31 72 54
El habla canaria en la prensa local de Tenerife
Lic. Ana Cristina Armas Marrón ©
Doctoranda en el Departamento de Ciencias de la Información
Universidad de La Laguna
Las voces dialectales de la lengua canaria están presentes, en mayor o menor medida, en todos los medios de comunicación del
Archipiélago canario. En el caso de radio y televisión, los locutores canarios se identifican por nuestro inconfundible seseo. Además, en
los debates o coloquios se utilizan multitud de expresiones canarias que forman parte de nuestro léxico particular.
Por supuesto, también la prensa refleja el habla canaria en sus páginas, pero de un modo menos evidente. En los periódicos, los
principales vehículos de transmisión de canarismos son los artículos de opinión. Es difícil encontrar dialectalismos en las secciones de
información, pero también los hay.
Si analizamos este aspecto lingüístico en los cuatro diarios que conviven en la isla de Tenerife, observaremos que la mayoría de
palabras canarias se publican en La Gaceta de Canarias.
Entendemos por dialectalismos, ya sean léxicos o gramaticales, las palabras usadas por una determinada región o área dialectal. En
Canarias existe un gran número de léxicos que le dan identidad a nuestra peculiar forma de hablar. Durante el periodo comprendido
entre julio del año 2000 hasta abril de 2001 se han publicado numerosos canarismos en el citado periódico local tinerfeño.
Para analizar estos términos hemos consultado como obra de referencia el Diccionario Diferencial del Español en Canarias, elaborado
por C. Corrales, D. Corbella, M. A. Álvarez. Esta obra, editada en 1996, muestra lo que de distintivo ofrece el habla canaria, tanto en el
uso de voces propias como en el particular empleo de los términos del fondo patrimonial, en la pervivencia de los llamados arcaísmos,
en determinados cambios de significado y usos figurados, en la creación de locuciones y frases hechas, en la configuración sintagmática
de algunas unidades léxicas o en el simple y llano registro de términos que, aunque no desconocidos en el español estándar peninsular,
presentan mayor frecuencia en el habla de las islas. Este estudio se ha completado con otros trabajos lexicográficos como el Diccionario
de Canarismos, Tesoro lexicográfico del Español de Canarias, Diccionario de expresiones y refranes del español de Canarias y el Gran
diccionario del Habla en Canarias.
La Gaceta de Canarias no solo utiliza términos del habla canaria en sus páginas de opinión, además de portada y contraportada.
También destaca por su peculiar forma de llamar la atención del lector usando un lenguaje demasiado coloquial, que ocasiones llega a
ser vulgar.
A continuación se exponen los léxicos y expresiones gramaticales que han sido seleccionados en La Gaceta de Canarias desde julio de
2000 hasta abril de 2001, para analizar si su uso es correcto en un medio impreso. Se especifica fecha del diario, página y nombre de la
sección dónde aparece cada término.
(Nota del editor: el periodo estudiado por la autora se corresponde con el periódico dirigido por don Andrés González de Chaves y
Sotomayor, conocido como Andrés Chaves).
1 DE JULIO:
- Hace la tira (última página, sección El Bernegal)
- Ladra el chucho (última página, sección El Bernegal)
- El tolmo te duele (última página, sección El Bernegal)
- Ni permitir que otros se los mamen (pág. 3, sección Pipol)
- La mamadera de Tindaya (pág. 3, sección Pipol)
- Las perras de Tindaya (pág. 3, sección Pipol)
- No van a dejar a títere con cabeza (pág. 3, sección Pipol)
2 DE JULIO:
- Meter caña (pág. 3, sección Pipol)
- ¡Manda huevos! (pág. 5, sección Las islas en que habito)
- Lo dejaron botado (pág. 5, sección Las islas en que habito)
- Esos peos más altos que el culo (pág. 5, sección Las islas en que habito)
- Cúmulo de mariconadas (pág. 5, sección Las islas en que habito)
- Puta suerte (pág. 5, sección Las islas en que habito)
3 DE JULIO
- ¡Qué cargacera! (última página, sección El Bernegal)
- Los guiris (pág. 2, sección El volantín trepador)
- Un concurrido bareto (pág. 2, sección El volantín trepador)
- Las causas del cabreo (pág. 2, sección El volantín trepador)
- Una legión de sudacas (pág. 3, sección Pipol)
- Tan denostado por cuatro rebenques (pág. 3, sección Pipol)
- Coger la brocha para joder (pág. 3, sección Pipol)
4 DE JULIO
- Tindaya, una trama para el chanchullo (portada, titular principal)
- Una pasada / Mañana, la gasolina alcanza las 120 pesetas/litro en las islas (portada, sumario)
- Más caros cuanto más chicos (última página, sección El Bernegal)
- Habrá creado muchos compinches (última página, sección El Bernegal)
- Nos haya dado el telele (última página, sección El acabose)
- Una tonga de meses (pág. 2, sección Nora Revueltas)
- Cachondeo proteccionista de Canarias (pág. 2, sección Nora Revueltas)
- Parar las patas (pág. 3, sección Pipol)
- Leche de cacharro (pág. 3, sección Pipol)
- Bastante chungo (pág. 3, sección Pipol)
31 DE AGOSTO
- Rifirrafe entre el PP y CC (portada, titular principal)
2 DE OCTUBRE
- Aturullado (última página, sección El Bernegal)
- Pateando por La Gomera (última página, sección El Bernegal)
- Hallacas de mierda (pág. 3, sección Pipol)
4 DE OCTUBRE
- Molan (última página, sección La alpispa)
6 DE OCTUBRE
- Fuerte cabreo (última página, sección El Bernegal)
- Mandarse a mudar (última página, sección El Bernegal)
- Follón (pág. 3, sección Pipol)
- Ver el rejo (última página, sección La alpispa)
7 DE OCTUBRE
- Guardar el culo con almohadillas (pág. 3, sección Pipol)
- Cargarse (última página, sección La alpispa)
- Es un hacha poniendo títulos (última página, sección El Bernegal)
9 DE OCTUBRE
- Un equipo fallón deja escapar otros dos puntos (portada, titular principal)
- Jodelón (pág. 3, sección Pipol)
- Jirivilla (pág. 3, sección Pipol)
10 DE OCTUBRE
- Chiquitas intenciones (última página, sección El Bernegal)
12 DE OCTUBRE
- Guárdame un cachorro (última página, sección El Bernegal)
13 DE OCTUBRE
- Jugábamos de chicos (pág. 3, sección Pipol)
18 DE OCTUBRE
- Coger una calentura (última página, sección El Bernegal)
21 DE OCTUBRE
- Se las meten a uno dobladas (última página, sección El Bernegal)
- Estar de palique (última página, sección El Bernegal)
- En el curro (última página, sección El Bernegal)
- Drogata (pág. 3, sección Pipol)
25 DE OCTUBRE
- Pollaboba (pág. 3, sección Pipol)
- Jilipollas (pág. 3, sección Pipol)
- Cultureta de boquilla (última página, sección El Bernegal)
31 DE OCTUBRE
- Están como una puncha (pág. 3, sección Pipol)
14 DE NOVIEMBRE
- Arrojadura (pág. 3, sección Pipol)
- Ni de coña (pág. 3, sección Pipol)
15 DE NOVIEMBRE
- ¡Se mamaron el Chicharro! (portada, titular principal)
12 DE MARZO
- Me descojonaba (pág. 3, sección Pipol)
- Chollo (pág. 3, sección Pipol)
- Godos (pág. 3, sección Pipol)
- Zoquete (pág. 3, sección Pipol)
- Pijo (pág. 3, sección Pipol)
13 DE MARZO
- Mandar a freír chuchangas (última página, sección La alpispa)
- Nos trancaba (pág. 5, sección La garimba)
- A toda leche (pág. 5, sección La garimba)
- Leñazo (pág. 5, sección La garimba)
- Mandarnos un bocadillo (pág. 5, sección La garimba)
3 DE ABRIL
- Vaina (última página, sección La alpispa)
- Puñeta (última página, sección La alpispa)
- Paripé (última página, sección La alpispa)
11 DE ABRIL
- Otra golfada del Gobierno (portada, sumario)
- Engañabobos (última página, sección La alpispa)
20 DE ABRIL
- Ñoñerías (última página, sección La alpispa)
21 DE ABRIL
- Cacho animal (pág. 3, sección Pipol)
- Echa un pollo (pág. 3, sección Pipol)
27 DE ABRIL
- Vacilón (pág. 3, sección Pipol)
Si analizamos las expresiones, y cerramos los ojos, nos imaginamos que estamos escuchando una tertulia televisiva en cualquier canal
local de la isla, con todas las voces y frases que se dicen de forma espontánea. Pero la situación es diferente, estos programas tienen
como fórmula habitual el coloquio: se convoca a un número limitado de personas para que debatan un problema sin que necesariamente
haya de recaer acuerdo.
Sin embargo, en el periódico no es posible la conversación entre emisor y receptor, el proceso de comunicación es distinto. Lo que se
escribe queda impreso para siempre. Esto no sucede en la radio o en la televisión por la fugacidad del mensaje. Todas las
incorrecciones, lingüísticas o de cualquier tipo, se desvanecen en el tiempo. El público receptor tiene que descodificar el mensaje sobre
la marcha, porque las palabras no permanecen. O lo captan a la primera oportunidad o se les escapa.
Los medios audiovisuales se caracterizan por la inmediatez, sobre todo la radio es más rápida que la televisión. En cualquier caso,
ambos medios tienen la capacidad de servir la información en bandeja, calentita. Pero cuando alguien quiere profundizar sobre alguna
noticia de actualidad consulta el periódico sin dudarlo.
Por este motivo, los medios impresos tienen otra función, la de la reflexión, al mismo tiempo que informan también forman. Sus textos, y
el modo de tratarlos, son una clara referencia para la sociedad sobre cómo se tiene que escribir.
DIALECTALISMOS
Después de consultar los citados diccionarios diferenciales comprobamos que son dialectalismos los términos que se exponen a
continuación:
- El tolmo te duele. Piedra grande. 2. Tf. Bloque compacto de cemento o de piedra usado en construcción. // En el Tesoro
lexicográfico del español en Canarias se explica que, por extensión, también se llamaba así a la cabeza grande y cuadrada. // En
el DRAE 92 se recoge como peñasco elevado que tiene semejanza con un mojón.
- Ni permitir que otros se los mamen. (Mamar) verbo transitivo. Lz. y Tf. Sacar dinero a alguien con astucia y engaño. 2.
Apoderarse o apropiarse de algo de manera ilícita, especialmente cuando se ocupa un cargo público. // Según el DRAE 92, este
término significa, de forma figurada y familiar, obtener, alcanzar, generalmente sin méritos para ello. Joaquín ha mamado un buen
empleo.// En este caso hace referencia a apropiarse de dinero público.
- La mamadera de Tindaya. Chanchullo, manejo ilícito para conseguir un fin de carácter lucrativo. También tiene otras
acepciones, aunque no hacen referencia a la publicada en el periódico. 2. Biberón. 3. Fv., Gc., y Hi. Tetina del biberón. 4. Gc. y
Tf. Borrachera, embriaguez. // En el DRAE 92 dice que es un instrumento para descargar los pechos de las mujeres en el período
de lactancia.
-
Lo dejaron botado. adjetivo. Desparramado o esparcido por el suelo. 2. Barato, a bajo precio. También lo que abunda
mucho. 3. Abandonado, desamparado. Dicho especialmente del niño que vagabundea por las calles sin que sus padres se
preocupen de él. Esta es la acepción que nos ocupa en este caso. 4. Tendido en la cama o en el suelo. 5. Hi. Y Tf. Malgastador,
manirroto. 6. Muy fácil. 7. Prominente, proyectado hacia fuera. 8. Tf. De poco juicio o sensatez. 9. Mar botada. // Según el Tesoro
lexicográfico del español en Canarias también se refiere al hombre que vive poco decorosamente entre miserias y vicios.
- ¡Qué cargacera!. Fv. Y Tf. Borrachera. // Según el Tesoro Lexicográfico del español en Canarias lo que nosotros llamamos
cargacera son las consecuencias de cargarse de vino.
- Tan denostado por cuatro rebenques. (Arcaísmo de origen marinero). Fv., Gc., y Tf. Látigo. 2. Fv. Órgano sexual
masculino. 3. Tf. Juego infantil. 4. Fv., Gc., y Lz. Ramera, prostituta. 5. com. Zoquete, torpe, persona sin maña ni inteligencia.
Este es el significado que se usó en el caso que nos ocupa. 6. Gc. Holgazán, gandul. 7. Gc. Animal que no resulta productivo. 8.
Tf. Persona de gran tamaño. // El Tesoro lexicográfico del español en Canarias añade que también se denomina rebenque al
hombre torpe, lerdo de entendimiento, al luchador malo, al político nefasto.
- Resultan más caros cuanto más chicos. adjetivo. Pequeño, de tamaño o edad. Ú. m. q. en el español peninsular. Cuando
yo era chico llovía mucho más que ahora. 2. Antepuesto al sustantivo, en expresiones exclamativas, tiene valor ponderativo. Ú.
m. en diminutivo. ¡Chica piña trajiste!. ¡Chiquita lluvia!. ¡Chiquito lío tenían tus hermanos en el bar!. // En el caso que nos ocupa,
se refiere a pequeño de tamaño.
- Una tonga de meses. Montón, conjunto de cosas amontonadas en orden, hacinadas o superpuestas formando pila.
- Parar las patas. Esta expresión no se recoge en el Diccionario diferencial del español en Canarias. // El Gran diccionario
del habla en Canarias define esta frase como <<hacerle desistir a alguien del empeño en que está. Se usa normalmente cuando
se producen excesos de confianza>>. // El DRAE 2001 también la recoge como frase de Costa Rica que significa caerse, perder
el equilibrio.
- Leche de cacharro. Para el autor del Gran diccionario del habla en Canarias esta locución exclamativa significa ¡nada! //
Ser algo leche cacharro. Frase que se profiere para expresar incredulidad, menosprecio o futilidad con respecto a algo, según el
Diccionario de expresiones y refranes del español de Canarias.
- Aturullado. Con aturullamiento, según el Gran diccionario del habla en Canarias. // Este léxico no se recoge en el
Diccionario diferencial del español en Canarias, que ofrece dos expresiones similares. Atorrollado. Confundido, desconcertado,
que actúa de manera precipitada e irreflexiva al estar apremiado por algo. Atarullado. Atolondrado, irreflexivo, precipitado.// En el
DRAE 2001 no viene este término pero se recoge aturullamiento (De aturullar) atolondramiento. // Aturullar. coloquial. Confundir a
alguien, turbarle de modo que no sepa qué decir o cómo hacer algo.
- Fuerte cabreo. adjetivo. Antepuesto a un sustantivo, en expresiones exclamativas, tiene valor ponderativo. ¡Fuerte
borrachera agarró!. ¡Fuerte frío hace!
- Mandarse a mudar. (Mandar) Con algunos verbos en infinitivo, como correr, mudar, etc…, cumplir o hacer cumplir lo
significado por estos. Mandarse a mudar, mandarse a correr. // Esta frase significa irse, marcharse de un lugar, según el
Diccionario de expresiones y refranes del español de Canarias.
- Ver el rejo. Esta expresión no se recoge en ninguna de las obras consultadas. En Canarias, dicho de una persona, significa
que se le ven las malas intenciones.
- Cargarse. Fv., Gc., Lz. y Tf. Emborracharse. Sin darnos cuenta, nos cargamos.
-
Jodelón. adjetivo. Molesto, fastidioso, pesado. // Persona que le gusta lanzar puyas más o menos venenosas, según el
Diccionario de Canarismos.
- ¡Se mamaron el Chicharro!. (Mamar) verbo transitivo. Lz. y Tf. Sacar dinero a alguien con astucia y engaño. 2. Apoderarse
o apropiarse de algo de manera ilícita, especialmente cuando se ocupa un cargo público. // En este caso no se refiere a
apropiarse de fondos públicos, sino de robar un objeto simplemente.
- Godos. adjetivo despectivo. Español peninsular especialmente cuando se manifiesta de modo engreído y petulante. //
Observación: Desde el DRAE-70 se registra como canarismo con el significado figurado de español peninsular. / El Diccionario
manual e ilustrado de la lengua española añade el rasgo despectivo. / El DRAE-92 la registra también en Argentina, Colombia,
Chile y Uruguay como <<despectivamente, nombre con que se designaba a los españoles durante la guerra de la
Independencia>>.
-
Mandar a freír chuchangas. Expresión que se emplea para despedir a alguien con aspereza, enojo o sin miramientos,
según el Diccionario de expresiones y refranes del español de Canarias.
- Nos trancaba. (Trancar) Alcanzar, atrapar. Lo trancaron a pocos metros de donde había sucedido todo. 2. Sorprender o
coger en una falta o delito. Lo trancaron robando uvas.
- Leñazo. Golpe que se da o le dan a uno o se recibe al caerse. // En el DRAE 2001 viene como segunda acepción un
significado parecido. Golpe fuerte producido por cualquier agente o circunstancia, como un tropezón, una caída, un choque, etc.
- Mandarnos un bocadillo. (Mandar) Comer o beber, especialmente cuando se hace con voracidad y ansia. Se mandó un
tazón de leche con gofio en un decir amén.
- Vaina. Contrariedad, molestia, cosa no bien conocida o no recordada, sin importancia o molesta. Se suele emplear también
como palabra comodín. 2. Lp. y Tf. Reprimenda, rapapolvo. 3. Tf. Burla, broma. 4. Fv. y Lz. Habichuela. 5. Lp. Persona molesta y
fastidiosa. // En este caso se usa el léxico como sinónimo de asunto. // El DRAE 2001 considera también las acepciones de
contrariedad o molestia, y cosa no bien conocida o recordada en América Central, América Meridional y Cuba.
- Jirivilla. Jiribilla. Gc., Lp. y Tf. Temblor, hormigueo, angustia. Me está entrando una jiribilla que no me puedo estar. 2. Gc.,
Lp. y Tf. Persona inquieta, que está siempre moviéndose e importunando. Dile a la jiribilla esa que se esté quieta. 3. Tf. Persona
trabajadora y activa. Ese chico tuyo es un jiribilla. // Tener jiribilla. Estar inquieto, desasosegado, o sentir inquietud y miedo. Ese
niño parece que tiene jiribilla.
-
Chiquitas intenciones. adjetivo. Pequeño, de tamaño o de edad. 2. Antepuesto al sustantivo, en expresiones exclamativas,
tiene valor ponderativo. Ú. m. en diminutivo. ¡Chiquita lluvia! // En este caso se usa la segunda acepción, que significaría
menudas intenciones.
-
Guárdame un cachorro. Frase irónica con se desprecia a una persona por alguna cualidad negativa, según el Diccionario
de expresiones y refranes del español de Canarias.
- Jugábamos de chicos. adjetivo. Pequeño, de tamaño o de edad. // La frase hace clara referencia a la etapa de la infancia.
- Coger una calentura. Rabieta, enfado. Ú. mucho con los verbos coger y agarrar. Este es el significado que tiene en este
caso pero también tiene otras acepciones. 2. Fv. y Tf. Excitación sexual. 3. Lp. Calor y humedad del tabaco durante su
fermentación en el pilón. // En la tercera acepción del DRAE 2001 se recoge como léxico coloquial de Canarias, Argentina,
Colombia, Cuba, Uruguay y Venezuela, y significa enojo (movimiento del ánimo que suscita ira).
- Están como una puncha. Esta frase no se recoge en ninguna de las obras consultadas, pero en Canarias se usa mucho
para decir que alguien se conserva muy bien, a pesar de tener bastante edad.
- Arrojadura. Lz. y Tf. Vómito. // Observación: se registra también en Chile.
- Cacho animal. adjetivo. Antepuesto a un sustantivo, en expresiones exclamativas, pondera o encarece el valor o la calidad
de una cosa o persona. ¡Cacho casa!, ¡cacho mujer! // En este caso, pondera una cualidad negativa. Dicho de una persona,
quiere decir que es un bestia.
- Vacilón. adjetivo. Burlón, guasón, bromista. 2. Parrandero, juerguista. 3. Sustantivo masculino. Broma, tomadura de pelo. 4.
Fiesta, jolgorio.
VULGARISMOS
Según el DRAE, vulgarismo es cualquier dicho o frase especialmente usada por el vulgo, es decir, por el común de la gente popular.
Esto significa que la mayoría de términos vulgares son conocidos y usados en distintas comunidades de hablantes. El DRAE también
matiza que lo vulgar es impropio de personas cultas o educadas. Por lo tanto, si consideramos que la función de un periódico es la de
formar a los lectores, además de informar, no se deberían usar vulgarismos en los medios impresos. Para Lázaro Carreter, una de las
tentaciones más peligrosas que acechan al periodista es “la de emplear vulgarismos, creyendo que de ese modo se acercan más
fácilmente al lector (cuando, en realidad, suele ocurrir lo contrario: el cliente normal, aunque no sea culto, desea un lenguaje escrito
correcto)” (Lázaro Carreter, 1977)
Aunque los vulgarismos formen parte de cualquier comunidad de hablantes, se debe restringir su uso a determinados contextos del
habla. La filóloga Ofelia Kovacci, presidenta de la Academia Argentina de Letras, explica que los lingüistas analizan todas las palabras
que usa una comunidad, tanto en un marco general, como en uno familiar o vulgar. Pero todos los hablantes, por el solo hecho de ir a la
escuela, deberían adquirir la competencia necesaria para saber distinguir entre uno y otro contexto.
Muchos especialistas coinciden en que el papel de los medios de comunicación en el desarrollo de la lengua es fundamental y que su
trabajo tiene una función social y cultural, más allá de lo informativo. Por este motivo, ciertos filólogos buscan sensibilizar a los
periodistas sobre la importancia de su trabajo y destacan su papel en la difusión de los usos del lenguaje. A continuación se ofrece el
análisis de los vulgarismos encontrados en La Gaceta de Canarias:
- Hace la tira. vulgarismo. Gran cantidad de algo. Vino la tira de gente.
- ¡Manda huevos!. Esta expresión no se recoge en ninguna de las obras consultadas, pero viene a significar algo parecido a
“¡Hay que fastidiarse!”. Se suele utilizar ante la conducta de una persona que con su actitud hace perder la paciencia de los que
la rodean. En cualquier caso, esta frase tiene un tono bastante vulgar.
- Esos peos más altos que el culo. Esta frase no se registra en los diccionarios consultados, sin embargo en Canarias se usa
mucho para definir a alguien que realiza acciones fuera de su alcance, con el único fin de aparentar más de lo que es. Es una
expresión malsonante que denota un grado de ordinariez bastante elevado.
-
Cúmulo de mariconadas. vulgarismo. Acción propia del maricón. // 2. vulgarismo. Mala pasada, acción malintencionada o
indigna contra alguien.
-
Puta suerte. (De puta). adjetivo. Ú. como calificación denigratoria. Me quedé en la puta calle. // 2. Por antífrasis puede
resultar encarecedor. Ha vuelto a ganar. ¡Qué puta suerte tiene!
-
Coger la brocha para joder. Practicar el coito. //2. verbo transitivo. Molestar, fastidiar. Ú. también como verbo pronominal y
como intransitivo.// 3. Destrozar, arruinar, echar a perder.// En este caso, se usa la tercera acepción como calificación denigratoria
de los artistas de Tenerife que se dedican a la pintura.
- Cachondeo proteccionista de Canarias. vulgarismo. Acción y efecto de cachondearse. // 2. vulgarismo. Desbarajuste,
desorden, guirigay.
- Hallacas de mierda. 4. coloquial. Cosa sin valor o mal hecha. 5. coloquial. Persona sin cualidades ni méritos. // mierda.
interjección vulgar. Expresa contrariedad o indignación. // vete, idos, etc. a la mierda. expresión vulgar. Vete a paseo. // Aunque el
DRAE 2001 considere esta palabra como coloquial, depende del contexto de comunicación en que se use. En un periódico, esta
frase suena grosera.
- Guardar el culo con almohadillas. Según el DRAE 2001, este léxico simplemente define la parte trasera del cuerpo que
llamamos nalgas. Pero, si usamos la palabra fuera de contexto, por hacer la gracia o por darle más fuerza a la expresión, se
convierte en un lenguaje soez, escatológico.// En este caso, el autor hablaba de una posible erupción de un volcán en la isla de
La Palma y recomendaba “guardar el culo con almohadillas para evitar el reventón” para ridiculizar esta predicción.
- Se las meten a uno dobladas. Esta expresión gramatical no se recoge en el DRAE 2001 ni en los diccionarios de
canarismos, pero en las islas se utiliza cuando alguien quiere decir que ha sido engañado, que le han tomado el pelo. Al final tuve
que pagar yo, me la metieron doblada, como siempre.
- Pollaboba Este vulgarismo no se recoge en las obras consultadas, pero en Canarias tiene el mismo significado que
gilipollas.
- Jilipollas. Gilipollas. vulgarismo. Tonto, lelo. // En este caso, el léxico presenta una falta de ortografía.
- Me descojonaba. (Descojonarse) (De des- y cojón) vulgarismo malsonante. Desternillarse, troncharse de risa.
- A toda leche. Locución adverbial vulgar. A toda velocidad. Vino a toda leche. 2. A todo volumen. Puso la radio a toda leche.
3.3 Lenguaje coloquial
Dentro de la lengua existen muchos niveles, que pueden reducirse básicamente en tres: el culto, el coloquial y el vulgar, los cuales se
diferencian por el uso o la preferencia de unas determinadas pronunciaciones, unas determinadas construcciones y unas determinadas
palabras. El paso de un nivel a otro no se hace por escalones, sino por una rampa donde no es posible señalar los límites.
El nivel coloquial, que es el más usado, se caracteriza porque varias personas comparten normalmente un mismo tema, en un mismo
lugar y tiempo. Suele utilizarse en las situaciones de comunicación no formalizadas. Este tipo de lenguaje es el que usamos en casa,
con la familia o los amigos.
Además, cada hablante puede escoger, y debe escoger, el nivel de habla que convenga en cada momento. Según Manuel Seco, “los
niveles de habla varían atendiendo a diferentes factores. Uno de ellos es el medio de expresión utilizado, por el cual es distinto lo que se
habla de lo que se escribe, y es distinto un artículo periodístico de un libro”. (Seco, 1989)
Si retomamos la teoría, Martínez Albertos señala que uno de los rasgos principales del lenguaje periodístico es que se configura como
un habla coloquial culta. En este sentido, todos los especialistas hacen hincapié en que el lenguaje periodístico debe reunir unos
requisitos irrenunciables de corrección. (Martínez Albertos, 1991) “El nivel culto, la preocupación por lograr cotas aceptables de
corrección lingüística es, indudablemente, atributo del lenguaje periodístico todavía no sometido a discusión teórica dentro de la prensa
convencional”, indica Martínez Albertos en su “Curso General de Redacción Periodística”.
Sin embargo, este autor también afirma que “el periodista debe escribir no como quien escribe, sino como quien está hablando”. Por lo
tanto, se trata de usar en los medios impresos un lenguaje coloquial que se aproxime a las hablas propias de los sectores cultos.
En las páginas analizadas de La Gaceta de Canarias se encontraron varios términos coloquiales. Muchos de estos léxicos y expresiones
gramaticales se encuentran lejos del nivel culto mencionado anteriormente:
- Las perras de Tindaya. Coloquial. Dinero, riqueza. Ú. más en plural. Tener perras.
-
No van a dejar a títere con cabeza. Frase coloquial. Desacreditar acremente, hablando o escribiendo, a un cierto número
de personas. // 2. Coloquial. Deshacer radicalmente a una organización.
-
Meter caña. Dar caña. frase coloquial. Provocar o recriminar a alguien. // 2. coloquial. Aumentar la velocidad o la intensidad
de algo. Da más caña al coche. // 3. coloquial. España. Pegar, golpear, vapulear.
- Los guiris. coloquial. Turista extranjero. La costa está llena de guiris.
- Un concurrido bareto. No se recoge este léxico en el DRAE 2001,
- Las causas del cabreo. Acción y efecto de cabrear. // Cabrear. coloquial. Enfadar, amostazar, poner a alguien
malhumorado o receloso.
-
Una legión de sudacas. adjetivo despectivo. coloquial. España. Suramericano. Aplíquese a personas. Ú. también como
sustantivo.
-
Tindaya, una trama para el chanchullo. (De chancha). coloquial. Manejo ilícito para conseguir un fin, y especialmente para
lucrarse. // Chancha. (De chanza). anticuado. Embuste, mentira, engaño.
- Una pasada / Mañana, la gasolina alcanza las 120 pesetas/litro en las islas. Esta expresión coloquial se usa mucho para
decir que una situación se ha pasado del límite o para valorar positivamente un objeto o persona. Me encanta tu madre, es una
pasada. El coche que te compraste es una pasada. // No se recoge en ninguna de las obras consultadas.
- Habrá creado muchos compinches. coloquial. Amigo, camarada. // 2. coloquial. Amigote.
- Nos haya dado el telele. coloquial. Patatús, soponcio.
- Bastante chungo. (Del caló. Chungo, feo) adjetivo coloquial. De mal aspecto, en mal estado, de mala calidad. El tiempo
está chungo; va a llover otra vez. Una película chunga. // 2. coloquial. Difícil, complicado. Con ese rival, lo tiene muy chungo.
- Rifirrafe entre el PP y CC. Coloquial. Contienda o bulla ligera y sin trascendencia.
- Pateando por La Gomera. (Patear) 6. coloquial. Andar mucho, haciendo diligencias para conseguir algo. // En este caso se
refería a andar de excursión, haciendo senderismo por la isla de La Gomera.
- Molan. (Molar) (voz caló). coloquial. Gustar, resultar agradable o estupendo.
- Follón. 4. (Del latín follis, fuelle). Asunto pesado o enojoso. // (follar). coloquial. Alboroto, discusión tumultuosa. 2.
Desorden, enredo, complicación.
- Es un hacha poniendo títulos. frase coloquial. Ser muy diestro o sobresalir en cualquier actividad. En este caso, el autor
hace referencia a lo bueno que es Paco Padrón poniendo títulos a los programas televisivos.
- Un equipo fallón deja escapar otros dos puntos. Este término no se recoge en el DRAE 2001. El adjetivo hace clara
referencia al Club Deportivo Tenerife que falló por dos puntos en el estadio Heliodoro Rodríguez López. Como tampoco es un
canarismo, podríamos decir que es un léxico inventado, en tono coloquial.
- Palique. coloquial. Conversación de poca importancia. 2. Artículo breve de tono crítico o humorístico.
- Curro. (Currar) (Del caló, trabajar) coloquial. Trabajo. Acción y efecto de trabajar.
- Drogata. coloquial. Drogadicto.
- Cultureta de boquilla. Locución adverbial. Dicho de apostar en el juego: Haciéndolo sin poner en el dinero. 2. Fingiendo
veracidad. // En este caso, se trata de una frase en tono coloquial que hace referencia a un señor que finge se culto.
- Ni de coña. Esta expresión coloquial no se recoge en el DRAE, pero su significado en todo el territorio español es “ni hablar
de eso”.
- Chollo. coloquial. Ganga. Cosa apreciable que se adquiere a poca costa o con poco trabajo.
- Zoquete. (Quizá del celta *tsucca) adjetivo. Cuba. Altanero, altivo, soberbio. // 5. coloquial. Persona tarda en comprender.
- Pijo. (De origen incierto) adjetivo despectivo coloquial. Dicho de una persona: Que en su vestuario, modales, lenguaje, etc.,
manifiesta gestos propios de una clase social acomodada.
- Metiéndose en follones. Frase coloquial que se usa para definir la acción de buscarse problemas y complicaciones.
- Puñeta. 2. Pejiguera, dificultad, molestia. // a hacer puñetas. Locución adverbial coloquial. Úsese para desechar algo o para
despedir a alguien, despectivamente y sin miramientos. Mandar a hacer puñetas. Vete, anda a hacer puñetas. // 2. Estropearse
algo o fracasar un asunto. El televisor se ha ido a hacer puñetas. Mi ascenso se fue a hacer puñetas. // 3. Sanseacabó. Dejad el
trabajo como está y a hacer puñetas que ya es hora.
-
Paripé. (Del caló parnipéu, cambio, trueque) coloquial. Fingimiento, simulación o acto hipócrita. // hacer el paripé. coloquial.
Presumir, darse tono.
- Golfada. Este léxico no se recoge en el DRAE 2001, que ofrece otro similar: Golfería. Acción propia de un golfo. // En este
caso, la golfada se atribuye al Gobierno canario, por lo tanto, se está llamando golfo, en tono coloquial, al Ejecutivo y a todos sus
miembros.
- Engañabobos. coloquial. Persona que pretende embaucar o deslumbrar. 2. Cosa que engaña o defrauda con su
apariencia.
- Ñoñerías. Acción o dicho propio de una persona ñoña. // Ñoña. Adjetivo coloquial. Dicho de una persona: Sumamente
apocada y de corto ingenio. 2. Dicho de una cosa: Sosa, de poca sustancia. 3. Caduco, chocho.
- Echa un pollo. Coloquial. Escupitajo, esputo.
¿QUÉ PREFIEREN LOS LECTORES?
Como sucede con cualquier otro medio de comunicación, la prensa no tendría sentido si nadie la leyera. Por eso, lo esencial de la
prensa son sus lectores, las personas que buscan entre las páginas de un periódico la información que cada día sale de nuevo a la calle.
Para que la prensa, en este caso de ámbito local, se ajuste a lo que la sociedad demanda, es necesario que atienda a lo que sus
lectores le piden. Muchas veces sucede que el público es el gran olvidado en los medios de comunicación, cuando realmente es la pieza
fundamental de este proceso. Por este motivo, prensa, radio y televisión no deben olvidar a su público, verdadera razón de ser de estos
medios.
Los estudios de audiencia que se realizan en España suele estar dirigidos a la radio y la televisión. Sin embargo, la prensa suele quedar
siempre al margen de estos sondeos. Por lo tanto, se hace necesario realizar encuestas entre la población de Tenerife para conocer sus
gustos sobre la prensa, los intereses del público, sus preferencias por uno u otro diario, y sobre el uso del lenguaje.
A continuación se presentan los resultados de una encuesta que se realizó en Santa Cruz de Tenerife a 100 personas residentes en la
isla, la mayoría en la capital, durante los días del 15 al 19 de febrero de 2002. Se trata de averiguar, por medio de cuestionarios, cuál es
la valoración que merece el empleo de dialectalismos, vulgarismos y palabras coloquiales entre lectores de distintas edades y niveles
socioculturales.
¿A través de qué medio de comunicación se informa?
De los datos obtenidos en esta cuestión, el porcentaje más alto (34%) indica que la población de Tenerife prefiere informarse a través de
todos los medios. Prensa y televisión se sitúan después con un 28%. Además, estos medios en solitario están empatados con un 12%.
Estas cifras demuestran que la radio es el medio menos usado, con un 6% en solitario, con un 5% junto con la prensa, y con un 3% con
la televisión.
En la Tabla 1 se aprecia que las proporciones son casi iguales si atendemos al sexo de los encuestados.
Quienes tienen estudios superiores parecen decantarse por la prensa (23%), ya que no hay ninguno que se informe sólo por radio y
televisión. El índice más alto se registra en el uso de todos los medios (34,2%). Los encuestados con estudios medios también se
concentran más en los tres medios (35,5%), pero a continuación prefieren usar prensa y televisión conjuntamente (31,1%). Sin embargo,
los que tienen estudios primarios prefieren combinar la prensa con la televisión (37,5%). También se sitúan los primeros al elegir todos
los medios, con un 43,75. El interés por la televisión aumenta con la menor formación (18,75).
Por edades, los encuestados entre 26 y 40 años son los que mayor interés muestran por la prensa (26,9), frente a los mayores de 60
que prefieren estar informados por todos los medios (70%). Sin embargo, los más jóvenes se inclinan a partes iguales por la radio, la
televisión y todos a la vez.
Tabla 1
Prensa Radio TV Todos Prensa y
radio
Prensa y TV Radio y TV
Total 12 6 12 34 5 28 3
Sexo
Hombres 10 4 12 38 6 26 4
Mujeres 12 8 12 32 4 30 2
Estudios
Primarios 18,75 43,75 43,75 37,5
Medios 4,4 8,8 15,5 35,5 31,1 6,6
Superores 23,6 5,2 5,2 34,2 10,5 21
Edades
18-25 33,3 33,3 33,3
26-40 26,9 7,6 11,5 30,7 3,8 15,3 3,8
41-60 6,5 3,2 13,1 31,1 6,5 36 3,2
> 60 10 70 20
Elaboración propia. En %
¿Cuál es su periódico local favorito?
Parece ser que las preferencias de los encuestados se inclinan por el periódico El Día (50%), seguido de Diario de Avisos (23%), La
Opinión de Tenerife (14%) y La Gaceta de Canarias (13%), en último lugar.
Por sexos, en la Tabla 2 se observa que las mujeres leen más El Día (62%) que los hombres (44%). Sin embargo, el público masculino
se decanta más por La Gaceta (16%) y Diario de Avisos (26%), frente al femenino con un 8% y un 14%, respectivamente. La Opinión no
muestra diferencias cuantitativas entre sexos.
En cuanto al nivel de estudios, los tres sectores prefieren claramente el periódico El Día. Se aprecian más diferencias en los seguidores
de La Opinión, que son en su mayoría encuestados con estudios superiores (26,3%). Sin embargo, los que tienen una formación básica
no leen este nuevo diario local.
En cuanto a las edades, los mayores de 60 años se inclinan en su mayoría por El Día (90%) frente a la franja más joven con solo un
33,3%. El colectivo de mayor edad no muestra ningún interés por La Opinión y Diario de Avisos. Sin embargo, los encuestados con
edades comprendidas entre 26 y 40 años ignoran por completo a La Gaceta y prefieren El Día (65,3%).
Tabla 2
La Gaceta El Día La Opinión Diario Avisos
Total 13 50 14 23
Sexo
Hombres 16 44 14 26
Mujeres 8 62 16 14
Estudios
Primarios 25 50 25
Medios 13,3 57,7 11,1 20
Superiores 7,8 50 26,3 15,7
Edades
18-25 33,3 33,3 33,3
26-40 65,3 19,2 15,3
41-60 16,3 42,6 16,3 24,5
> 60 10 90
Elaboración propia. En %
¿Por qué prefiere ese diario?
Los encuestados han elegido su diario favorito atendiendo al rigor de la información y a otras razones con un 29%. En segundo lugar, la
claridad del mensaje preocupa al 19% de los lectores, seguida del tratamiento de la información de forma amena (18%). Sólo un 5%
considera el uso de expresiones canarias como una prioridad.
Por sexos, las mujeres buscan más el rigor (30%) frente a los hombres que se fijan en otras razones (30%), como la presentación. El
público masculino prefiere que el periódico sea más ameno (24%). Sin embargo, las mujeres son más exigentes con las palabras
canarias (8%) que los varones (2%).
En el apartado de estudios, los que tienen menor formación son los que prefieren que el diario sea ameno (25%). En la Tabla 3 se
observa que la preferencia por el uso de expresiones canarias en la prensa local aumenta con la falta de formación. El grupo de estudios
superiores se preocupa más por otras razones (34,2%).
Por edades, todos los sectores se inclinan por el rigor en la información a la hora de elegir su diario favorito, menos la franja de 26 a 40
años que tiene en cuenta otras razones (34,6%).
Tabla 3
Utiliza
expresiones
canarias
Es más ameno Tiene
más rigor
Resulta más
claro el mensaje
Otras razones
Total 5 18 29 19 29
Sexo
Hombres 2 24 26 18 30
Mujeres 8 12 30 22 28
Estudios
Primarios 6,25 25 25 25 18,75
Medios 6,6 24,4 28,8 13,3 28,8
Superiores 2,6 10,5 26,3 26,3 34,2
Edades
18-25 33,3 33,3 33,3
26-40 19,2 26,9 19,2 34,6
41-60 8,1 19,6 22,9 21,3 27,8
> 60 10 10 50 10 20
Elaboración propia. En %
¿Le parece bien que un periódico local utilice palabras canarias?
La amplia mayoría de los encuestados considera adecuado el uso de expresiones canarias en la prensa local. En la Tabla 4 se ve
claramente que el 92% del público consultado está de acuerdo en trasladar el habla canaria a los medios impresos.
Entre hombres y mujeres no se encuentran diferencias notables. En ambos casos, se muestra un elevado interés por encontrar léxicos y
expresiones canarias en la prensa local, con un 94% del colectivo masculino, y un 90% del femenino.
Sin embargo, por niveles de formación, los que tienen estudios primarios registran un menor porcentaje al aceptar esta medida (87,5%),
frente a los que tienen formación superior, que suponen el 92,1%.
En cuanto a edades, el sector más joven se decanta por unanimidad al uso de canarismos en los periódicos locales, alcanzando el
100%. El porcentaje va disminuyendo conforme aumenta la edad hasta llegar al 90% en el colectivo de mayores de 60 años.
Tabla 4
Sí No
Total 92 8
Sexo
Hombres 94 6
Mujeres 90 10
Estudios
Primarios 87,5 12,5
Medios 93,3 6,6
Superiores 92,1 7,8
Edades
18-25 100
26-40 92,3 7,7
41-60 91,8 8,2
> 60 90 10
Elaboración propia. En %
¿Considera grosero o vulgar el lenguaje de La Gaceta?
De nuevo estamos en este apartado ante una pregunta que destaca por encima de las demás. La mayoría de los encuestados ha dado
su confianza al diario La Gaceta. En los datos globales, recogidos en la Tabla 5, sólo un 25% de los lectores considera grosero o vulgar
el lenguaje usado en este diario. El resto, un 75%, asegura que no ha detectado vulgarismos en las páginas de La Gaceta de Canarias.
Son las mujeres las que afirman la presencia de un lenguaje con tintes groseros en un porcentaje más alto (34%), comparado con el
sector masculino que registra un 24%.
En el apartado de estudios, el porcentaje aumenta progresivamente en relación con el nivel de formación. De manera que el colectivo de
encuestados que tiene estudios superiores considera mucho más vulgar el lenguaje de La Gaceta (39,4%) que las personas con
formación inferior (12,5%).
Respecto a las edades, el sector comprendido entre los 26 y 40 años es el que más considera que La Gaceta tiene un lenguaje vulgar,
con un 42,3%, en oposición a la franja de los 41 a los 60 años que registra el índice más bajo, un 18,1%.
Tabla 5
Sí No
Total 25 75
Sexo
Hombres 24 76
Mujeres 34 66
Estudios
Primarios 12,5 87,5
Medios 17,7 82,2
Superiores 39,4 60,5
Edades
18-25 33,3 66,6
26-40 42,3 57,7
41-60 18,1 81,9
> 60 20 80
Elaboración propia. En %
¿Cree que se debe usar el lenguaje coloquial en Prensa?
En este apartado tampoco hay duda. El público en general se inclina a favor del lenguaje coloquial en la prensa. En la Tabla 6 quedan
claros los porcentajes, un 69% de los encuestados opina que si se debe usar este tipo de lenguaje en los periódicos, y un 31% se
manifiesta en contra.
Por edades, son las mujeres las que se muestran más disconformes con la jerga coloquial en prensa con un 43%, frente a los hombres
que registran sólo un 26%.
En cuanto al nivel de formación, existe un claro crecimiento en el interés del lenguaje coloquial conforme se tienen menos estudios. Los
porcentajes aumentan paulatinamente a favor con un 55,2% de los más formados, un 77,7% de los que poseen estudios medios, y un
81% de los que dicen tener formación primaria.
Por edades, el sector más joven se posiciona totalmente a favor, con mayoría absoluta (100%). Le sigue el segmento comprendido entre
los 41 años y los 60, que apoya este tipo de lenguaje en un 75,5%. Sin embargo, la franja de encuestados que tiene entre 26 y 40 años
es la que se sitúa más en contra, con un 42,3%.
Tabla 6
Sí No
Total 69 31
Sexo
Hombres 74 26
Mujeres 66 34
Estudios
Primarios 81,25 18,75
Medios 77,7 22,2
Superiores 55,2 44,7
Edades
18-25 100
26-40 57,7 42,3
41-60 75,4 24,6
> 60 60 40
Elaboración propia. En %
CONCLUSIONES Y PROPUESTAS
a) Sobre el lugar de la prensa en los medios
Después de analizar los datos de la encuesta realizada en esta investigación, parece que la prensa sigue estando en uno de los
primeros lugares en el consumo de información por el usuario.
Los datos obtenidos con los cuestionarios demuestran que, cada vez más, el ciudadano es más exigente y se nutre de los tres medios
de comunicación, no se conforma con uno. Por fin, parece que la población se ha dado cuenta de que los medios son complementarios,
cada uno con sus características peculiares.
En estos tiempos que corren en los que se demandan las nuevas tecnologías de la información y predomina el mundo del audiovisual, la
prensa sigue siendo la base del periodismo. Su función es tratar la noticia en profundidad para que el lector pueda reflexionar con calma
y formar su propia opinión.
Teniendo en cuenta la importancia que tiene la prensa, de ámbito local en el caso que nos ocupa, los profesionales de la información
deben prestar mayor atención a los textos que elaboran porque son una clara referencia para los lectores, tanto los que tienen estudios
superiores como medios o primarios. La mayoría de la población sigue buscando entre las páginas de un periódico los detalles de la
noticia, los datos que se escapan cuando alguien escucha la radio o ve la televisión.
b) Sobre el periódico local preferido
La prensa local en Tenerife sigue estando liderada por El Día, que presenta una ventaja considerable al segundo periódico más leído,
Diario de Avisos, según los datos obtenidos en la encuesta de este estudio. Estas cifras también demuestran que La Opinión de Tenerife
se ha buscado un lugar entre los lectores de la isla, y le ha quitado el tercer puesto a La Gaceta de Canarias, que ha quedado en el
último lugar, por muy poca diferencia.
Esto significa que el público tinerfeño es muy costumbrista, que continúa inclinándose por el diario de referencia, el de siempre, aunque
salgan a la calle nuevos periódicos con bastante calidad, tanto en presentación como en contenidos. La gente joven y con estudios
superiores es la que se atreve a salir de esta tradición y consume otros nuevos productos.
c) Sobre los gustos de los lectores
A la hora de elegir un diario, los lectores de prensa en Tenerife se muestran interesados en el rigor de la información y en otras razones,
como la mejor presentación del diario o la costumbre de comprar siempre el mismo. La claridad del mensaje y el tratamiento de la
información de forma amena son las siguientes preferencias de la población encuestada. Lo que queda claro es que la presencia de
léxicos canarios en la prensa local no es determinante para que un lector se decante por un determinado periódico.
Según estos datos, la premisa fundamental del lector de prensa es que la información sea precisa, veraz, completa. Busca la verdad de
la noticia, no quiere alimentarse de rumores ni cotilleos, para eso ya están sometidos al constante bombardeo de programas del corazón
o de corte sensacionalista de radio y televisión. Esto quiere decir que los periodistas deben siempre contrastar la información para
ofrecer lo que ciudadano quiere y tiene derecho a recibir, según la Constitución Española, una información con rigor, con veracidad.
También se detecta una tendencia ideológica, la población se sigue inclinando, algunos sin darse cuenta, hacia el periódico más
insularista, El Día. Aunque en muchas ocasiones, el lector elige este diario por costumbre, considera que es el mejor porque es el más
veterano, sin cuestionarse nada más, ni siquiera la claridad del mensaje.
d) Sobre el uso de dialectalismos
Según los resultados obtenidos en el cuestionario, la mayoría de la población encuestada está a favor del uso de palabras y expresiones
canarias en la prensa local. Las cifras no pueden ser más elocuentes: un 92% considera que está bien el uso de dialectalismos en
periódicos locales y sólo un 8% está en contra. Con esta mayoría aplastante, parece que las nuevas tendencias en periodismo deberían
favorecer el uso y desarrollo del habla particular de una determinada zona, en este caso, la comunidad de hablantes de Canarias.
La población se siente identificada con su forma de hablar y cuando lee la prensa quiere seguir sintiendo ese sentimiento de integración,
de entender los mensajes con mayor claridad, de reconocer sus propias expresiones escritas en la prensa.
Esta importante labor de los periodistas, la de fomentar el acervo cultural de una comunidad, la vienen promoviendo los lingüistas desde
hace mucho tiempo. Sin embargo, algunas personas consideran que usar expresiones canarias en la prensa local es mostrar un bajo
nivel cultural, que va en detrimento de la formación de la población. Este segmento de la población se suele dividir en dos partes:
españoles de origen peninsular que residen en las islas y no entienden nuestras frases, y canarios que, de alguna manera, se
avergüenzan de nuestra forma de hablar.
La propuesta es que, sin dejar de atender a las características del mensaje informativo, se deben usar palabras canarias cuando el
contexto lo exija. En ningún caso, se trata de convertir el periódico en un folletín de dichos y refranes canarios.
e) Sobre el uso de vulgarismos
Al parecer, la mayoría de la población encuestada no considera grosero o vulgar el lenguaje usado en ocasiones en La Gaceta de
Canarias. Un 75% considera que este diario no usa expresiones vulgares frente a un 25% que afirma lo contrario. Sin embargo, en este
estudio se muestran varios vulgarismos que han sido publicados en el mencionado periódico desde julio de 2000 hasta abril de 2001.
Estos datos revelan que la población encuestada no ha leído en profundidad La Gaceta de Canarias, sobre todo las secciones de
opinión, que es donde más se suelen encontrar este tipo de frases con tono grosero. Puede ser que el lector no haya reparado en lo
vulgar de las palabras señaladas y haya pasado por alto este detalle. Probablemente, si mostramos a estas personas encuestadas el
listado de vulgarismos, estarían de acuerdo en aceptar que esas expresiones están fuera de lugar en un periódico. No olvidemos que el
lector, aunque no sea culto, desea encontrar un lenguaje correcto en el periódico.
Es cierto que los vulgarismos forman parte de todas las comunidades de hablantes, pero su uso debe estar restringido a situaciones
concretas y bajo ningún concepto se deben usar en la prensa.
Muchos expertos coinciden en que los medios de comunicación, además de informar, deben formar. Pero sobre todo los medios
impresos, porque la palabra queda escrita en el papel, y es un referente para la sociedad.
La propuesta es que los profesionales de la información deberían limitar el uso de vulgarismos a situaciones de comunicación
informales, pero nunca divulgarlos a través de un medio de comunicación.
f) Sobre el uso del lenguaje coloquial en prensa
La mayoría de los encuestados opina que el lenguaje coloquial se debe usar en la prensa, aunque la teoría de la redacción periodística
recomienda no salirse de las normas de corrección lingüística que exige el lenguaje periodístico. Un 69% se muestra a favor de usar
este tipo de lenguaje en los medios impresos, frente a un 31% que se opone. Estas cifras dejan muy claro las preferencias de la
población, que por encima de todo quiere entender el mensaje, que le sea cercano.
Esta opción encierra un peligro, que el periodista no encuentre el límite entre el lenguaje coloquial de nivel culto y el de nivel bajo. No
existe una línea divisoria, el paso de uno a otro nivel no se hace por escalones, sino por una rampa donde no es posible señalar <<hasta
aquí es muy popular>>, <<desde aquí es menos popular>>, etc. Se trata de una escala donde, como en el arco iris, el paso de uno a
otro color se produce en una forma totalmente continua y gradual entre los dos extremos, de manera que cualquier división que
queramos hacer en la escala será –como en el propio arco iris- totalmente convencional.
Los resultados del sondeo son los que mandan. Las nuevas tendencias en periodismo se deberían orientar al uso del lenguaje coloquial
en prensa para satisfacer al último eslabón de la cadena de la comunicación: el lector, una pieza fundamental en este proceso. En
cualquier caso, sería conveniente que cada diario tuviera su propio manual de estilo. Un manual que contenga una selección de léxicos
y expresiones coloquiales que la editorial del medio considere aptos para su publicación. Este aspecto no debería descuidarse porque
los periodistas están siempre expuestos a la tentación de jugar con el lenguaje, unas veces para llegar más al público y otras para
satisfacer los movimientos de su ánimo. Un profesional de la información debe buscar el equilibrio entre esos dos niveles del lenguaje.
Se trata de informar a través de un mensaje periodístico claro, pero sin olvidarse de formar al mismo tiempo.
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FORMA DE CITAR ESTE TRABAJO EN BIBLIOGRAFÍAS:
Armas Marrón, Ana Cristina (2002): El habla canaria en la prensa local de Tenerife. Revista Latina de
Comunicación Social, 50. Recuperado el x de xxxx de 200x de:
http://www.ull.es/publicaciones/latina/2002/latina50mayo/5010armas.htm