Lexicología canaria
por el DR. MAX STEFFEN
I
1. Til. 2. Gaveta y dornajo. 3. Gilbarbera. 4. Embelesar.
A mi venerado maestro Dr. D. Karl Jaberg,
catedrático de Filoiogla Románica en la Universidad
de Berna.
Le ruego, venerado Maestro, acepte estas páginas camo testimoinio de
mi agradecimienito impereioedero. Juzgúelas con ojos ibienévolos, diooulpe
las deficiencias y séaie este espigueo de palabras canarias como el saludo
dJe un aüujmno auyo que tanto le diebe.
Doy a este trabajo el título general de Lexicología canaria, porque
intento continuar puiblioando en lo sucesiivo algunos estudios semejantes
«abre el vocabulario actual de las islas, estudios que quisiera fuesen, al
mismo tiempo, un homenaje minúsculo a la tierra canaria que, desde hace
once añois, míe día hospitalidad
Con 'el estudio de estas cinco palabras me propongo coTToborar algunas
opiniones emitidas por las personas que se han ocupado del vocabulario
canario:
19 Aroaismos esipañoles conservados en Ganariais.
22 Palabras españolas desviadas de su primitivo significado.
32 Influencia del galaico-portugués sobre el vocabulario canario.
En mis estudios no trataré de las palabras aborígenes de Canarias,
por ser tema que cae fuera de mi esipecialidad. Los Dres. Juan Alvarez
Delgado y Domindk Wolf el .se ocupan con comipetenda de estas cuestiones.
A estos dos aspectos de los estudios lingüísticos del habla canaria
181
debe incorporarse la investigración de los americanismos—especialimenitje
loa die Cuba—, extremo sobre el que ya ha llamadk) la atención la profesora
de la Facilitad de Filosofía y Lfeitrais de la Universidad de La Laguna,
Srta. Maria Rosa Alonso (RHist. 68 [1944] p. 384).
Me queda por dair mis más expresivas gracias al Dr. D. Elias Serra
Ráfolis, diecano die la Facultad de Filosofía y Letras de la Universddad de
La Laguna, que tuvo la giran amabilidad de consultar para mí en Barcelona
el Ddccionairio catalán de Aguiló, y al Dr. D. J. Maynar Ehiplá, decano
de la Facultad de Ciencias de la misma Universidad, por sus útilísimas
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194
1. TIL
En nuestro artículo Otra vez el "Garoé" (RHist. 65 [1944] páginas
39-45) hemos expresado la opÍTiión die que el nombre vuilig'ar canario de
la "Oreodaphne foetens Nees", til (1), proviene deJ a n t i ^ o francés o del
portugués. Hemos diolio que los documentos más antigiios (años 1512,
1549, 1604, 1632, 1676) tienen el sing. til y el plur. tiles. Quesada y Chai-ves
(1770) usa el sing. til y el plur. tilos; es diecir, que en aquella época
empezó la lucha entre til / tilo, tilas I tilos, hedho que nos confirma el uso
en Viera, Dice, (escrito alrededor de 1800): aimig. til (1/7,76 y 11/23,129),
plur. tiles (11/129), plur. tilos (1/8,76,77); así también en la ed. de 1866-69
con otra pagrinación.
Añadimos a muestra lista ailigunos ejemplo*, antiguos. El andariego eoc-ítremeño
Vasco Díaz Tanco escrdlbié alTededoír de 1520 Los triunfos canarios
(véase MCan. 4 [1934] págis. 11-36); nos enumera en 8 versos (p. 21)
unos veinte áribolles que ha visto en las Canarias, entre ellos ios thiles (2).
En una relación inédita de las Islas Canarias, desgraciadamente no fechada
(MCan. 6 [1935] pégis. 70-80) p. 74: "La más gente deste pueiblo
[de la isla del Hierro] beben del agua que destilan vnos árboles, en 6s,pecia]
vno, ques el mayor dellos, que se dize Til" (3).
Nuestro ddsitinguido aimiigo eJ Dr. J. Alvarez Delgado en su interesante
artículo Las palabras til y garoé (RHist. 67 [1944] págs. 243-247) cree
que el canario til es forma aborigen, y que el port. o fr. til han debido re-
(1) Queremos corregir aquí una equivocación de la Enciclopedia Espasa
Calpe, donde, «ub til, leemos: "árbol de olor casi irresistible". No es
el árbol en sí el que despide un olor nauseabundo sino la madera recientemente
cortada.
(2) Correjamos una probable falta de imprenta; en la p. 20 leemos
tabinaste, que debe de ser tahinaste (hoy tajinastc). A. R. Rodrigruez
Mioñino, que escribió el preliminar de los Triunfos en MCan., p. 14, da el
verso de Díaz Tanco con otra falta: tahinnte; la h aspirada conviene mucho
mejor a la forma actual que b. JUAN DEL ,Rfo AYALA, La flora, canaria,
mencionada por Vasco Díaz Tanco (MCan. 6 [1935] p. 68), trae tabinaste
= hoy taginaste, "Echium strictum Lin. Fil." y otras especies del mismo
género. Ño habríamos mencionado este lapsus evidente, si no hubiera entrado
ya en la literatura isleña. L. GARCÍA DK VK^UETA, Islas afortunadas,
Barcelona 1944, p. 132, inserta los versos de Díaz Tanco y escribe
tabinaste.
(3) ¿Podemos deducir de este pasaje que la relación fué escrita antes
de 1610, año en que fué destruido por una tempestad el Árbol Santo del
Hierro?
135
foraar su mso y su igeneralización. El Dr. Alvarez cita los norabr«s iberé-iberes
de áinboiles de gran tamaño, twila "nombre de un árbol dte griaai
porte como e3 eucalliptus" e ÍÉÍ!7. "nomibre del Cedrus aitlántioa" (isegijii
F. Nicolás y Marcy, respeotávameinte).
Confesamos priimeramente que no conocíamos IBJS formas beréberes;
no hay doida de que estas voces son interesantes y puedien echar atejo
nuesitra hipótesis, siempre que twila e idü pertenezcan al antiguo beréber.
Si hoy volvemos a la ipail'abra til, no es debido al espíritu dte oomtra-diocián
ni lal afán de imponer noiebtra apiraión, simo sólo al deseo de reunir
el nuayor número poeáiMe die datos para aclarar la cuestión, aunque (no
Uegueimos a ¡niniguna ooradusdón.
Ea seguro que muchos nombres vulgares canarios de plantas'—peculiares
o no a la flora isleña—no son tomados de lenguas europeas y que, probablemente,
pertenecen al vocabulario aiborigen.
De laa XMlabrais aidusidias por Alvarez hay que eMiminar gibalbcra, es-todiadü
en el presente traibajo.
Faro con que Viera, Dice. 1/273-74, designa la "Athanasia fructicosa
palmensis" (es eJ "Gonospermum elegams WB" de la familia de las com-poesta
», WB. 11/294 siígtes.) es un arbusto frondioao de do® metros de alto;
ISU8 brillanteis flonea doradas forman un oorimibo plano. Dice Viera:
"Estos ramilletes dorados sostienem toda su gala en Ja primavera". Nos
parece que por e«o faro pertenece al REW 6468 gr. pharos "faro". A su
congénere "Goniosipermum fructioosum/" se le llama en Tenerife, por la
misma razón, corona de la reina. Oeemos que el faro nada tiene que ver
con las formas ofaro, afaro traídas por Berthelot (4), com que loe anti-gTios
caoarSois designaiban un igraeo y que Alvarez relacáona con las vxv
ees iberéberes afazo, afaro "Panicum turgidum", palaibraa sobre las cuales
no DOS atrevemos a pronunciamos.
Paawt lo que coroáeme el nomibre vulgar ademo "Heberdenia exceüsai
Baaiks" totalmente Idéntico «1 de adern, con que lo® iberélberes designan
<Mi8tinta» especies de "Hex", Alvarez 244, (5), no hay que pasar «n síliew-
(4) SABINO BEnTHELOT, Etnografía y anales de la conquista de tas
islas canarias, traducida al csistellano por D. Juan Malibran. Santa Cruz
de Tenerife 1849; estas palabras se encuentran en el "Catálogo de los
diferentes dialectos de los antiguos habitantes dé las Caniarias", p. 170.
(6) Añadimos el nombre rifeño para la "encina silvestre" adran,
adaren (con d linguo-dental. sonora, fricativa) de FR. ESTEBAN IBÁÑKZ,
Diccionario español-rifeño, Madrid 1944.
136
do, a imestro juicio, el part. ademo (Fiígiieiredo) "Rihamnus lallaíter-nuB
L", ya mencioniado en nuestrois Problemas léxicos (RHist. 63 [1943]
p. 139). Evidentemente habría que estudiar la historia del beréber adern-.
Es verdad que mo hemos podiido aducir en nuestro estudio Otra vez el
"Garoé" ipruebas posiitivas de 'la existencia de lültürs fuera de Canairias
antes de fines del siiglo XV, época en que ya aparece en estas islas abun-danitemente.
Pero, ¿no habla en nuestro favor, aunque sea de manera muy
dlébil, el til áe la Madera, que es tanibién la "Oreodiaph-nie foetens" ?
Ein tm punto discrepaimos oompletaimente de la opinión de Aüvanez,
que en la p. 247 dice: "Y de «egimo hay que establecer que la voz garoe...
con gram probabilidiad es epómimo o nombre x>®c'u^iar deJ árbol de Tigu-lahe
y no nombre común de la especie, que Biemipre se llamó til". El
siempre, «egiinameinte, quiere decir amtes y después de la conquista de
las Camarias. ¿En qué se fximda Alvarez para asegurarilio tan categórioa-miente?
¿Lo ijriueba bastante el hecho de que til se encuentra en documentos
muy antiguas? Creemos que no (6). D. Elias Serra Ráfols, Las
datas de Tenerife (RHist. 61 y 62 [1943] págs. 3-13 y 99-104) dice p. 102:
"Se deduce de las mucihais veces en que pinos, palmias y diragos se citan
ai)9lado9 como punto die referenicáa para afronitaciones, lo que correspoinde
a aonas desforestadas en las que quedan algrunos ejemplares como testimonio
diel bosque diesaparecido. Menos a menudo se habla de aümáicigros (aJ-maáligoB),
mocanfiles, tiles..." Estas datas son todas de los primeros
años deJ siglo XVI. El áuboil que va. mencion'ado comí más frecuemcia en
los textos antiguos es, sim duda, el drago "Draoaena draoo L.". ¿Bs ifiíste
nombre aborigen? ¿O »e relaciona con REW 27i59 draco (ant. esp. drago
"diragón") oomO quiere el Dice. Acad.1 (7). Hasta que no se hayfei dle-mostrado
que noimibreis como 'pino, palma, drago, almacigo, mocan, etc.,
que se encuentran todos en textos antiguos, pertenecen al habla aiborigen
de lai9 Oaaiariasi—eim.presia muy difícil y «in gran, esperanza de obtener
resaltados satisfactorios en este «entído—, nos pajrece muy osadía; la afir-macióin
de D. J. Alvarez. Oreemos que aon más bien pljantas o árboles de
(6) También Juan del Río Ayala en 'MCan. 6 [1935] p. 66: "Nueatro
vulgo ha llegado a confundir el vocablo til, propio del léxico canario, con
el nombre de la célebre tiliácea, llamando a esta especie tilo.
(7) Dice. Acnd.: "A la forma del tronco, semejante a una culebra,
y terminado por la cresta erizada de la copa, se atribuye el nomibre de
este árbol, originario de Canarias".
137
»
pequeño porte, inadvertidos a los oonquistadoros y primeros poMadores
extranjeros, los que hain canserviado su nombre abofrigrcn.
No sabemos si ha sido estudiada ya la hiistoria de la palabra tilia en
la Península ibérica. Sería un trabajo grato e interesante. Aquí apuntamos
sólo lo que h«mos podido averig-uar, siin pretender dar una exposiición
completa, y confesamdo, de antemano, nuestra ignorancia en diferentes
aspectos.
El tilo (diferentes especies de "tilia") es, seffún los datos recogidos
en diferentes Botánicas, un árbol no muy corriente en España.
El Iiat. tilia (con / acentuada breve) ha debido dar en esp. teja y en
port. telha. El esp. leja "tilia" va reg'istrado por Nebrija suib tilia, por
Laiguna I/cap. 105, por Covarrubias (entre techo y terln) y poír el Dic-tioniairi'Um
Calepini (8). Teja falta en el Bicc. Aut. y va apuntado en tel
Dice, Acad.; es verdad que el Dice. Aut. dice «ub tilo "árbol frondosio...
le hai en algunos paTages en España, y le llaman teja"; a continuaci<Sn
cita el pasaje de Lagnna. Hoy »e usía teja (Damtín) en Santamder y Aragón
para la "Tilia sylvestris Deaf." y la "T. platyiphylla Scop.". El port.
telha lo apunta Bluteau (1789); falta en Figueired'o.
Gamo los nombres femeninos latinos en -us que diesignan árboles han
pasado a masculinos en las lenguas romances (9), y como la mayor pairte,
de los nombres de árbotes son deil género masculino, poír analogía han
pasado tamlbién los nombres romances, de la tilia a majscvdino (cpr. el
ital. tiglio). Probablemente bajo esta fuerza anialógica el esp. teja se (ha
oomvertido en tejo. D. Gregorio Mayáns y Sisear (1699-1781) tradujo a
Virgilio y hace seguir a su propia traducción la adaptación de la® Geórgicas
por Fray Luis de León (1637-Í591) (10).
Geórg. 1/173: "caediitur & tilia ante jugo levis".
FVay Luis, p. 258: 1*'traducdón "y de antemano se corte al yugo
el tejo bien liviano" (11).
(8) AMBROSII €AI.BPINI, Diclionarium Oetolinguc, 1620; por falta
de la parte ínfeTior de la portada no nos es posible indicar el lugar de
impresión.
(9) EooTiAnn RoimniEZ, Eldmmts de linguistiqne romane, 35 edición,
París 1930, §§ 95 y 217 a.
(10) P. Vmoit.ii MARONIS, Opera nmnia; con traducción por D. Gregorio
Mayáns i Sisear; 2? ed.. Valencia 1745.
(11) Así también en las obras de Fray Luis de León, fíAE, Madrid
1855, p. 41.
138
*
Fray Luis, ,p. 292: 25 traducoióm "corta el tejo ligero".
Mayáns: "y el texo lig-ero para él yugo se corta antes".
Geórg. IV/141: "illi tiliae, atque ubérrima pinu®".
Fray Luis: [falta].
Mayan»: "él tenía los tejos y los rióos pinos".
Geórg. 11/448-50: "...; Ityraeos taxi torquenbur iin arcos.
Nec tiliae leves aut tomo rasile tnucuim
Non fonmiam laiccipiunt, ferroque eavantur acuto".
Fray Luis: Desgraciadamente no tradtuoe los dos últimos
versos, sino sólo (p. 401) el primero: "de lo® tejos
los aróos / como los Partos buscan". Así TÍO
sabemos si Fray Luis hubiiera o no vacilado en
traducir tilia y taxus en dos vensos consecutivos
por tejo.
Mayan»: Mayánis, por su parte, no diuda en traducir: "Los
tejos se doblegan hasta hacerse arcos, que ee
parecen a los de los Partos. También los tejos
ligeros y el box liso se labra a torno, y se les
da nueva forma, y se ahondan con el escoplo
agudo".
Geórg. IV/47: "Neu propius tectis taxum sine...".
Fray Luis, p. 544: "Harán los colmenanes, / que ná tejos ni cienos
vean ni mares".
Mayáns: "No conisiente's que el tejo nazca junto a los colmenares".
Evidentemente podríamos pensar en una equivocación de Fray Luis
y de Mayáns y Sisear, éste quizá influenciado por aquél. Pero los diols
fueron hombres demaisdado cultos para que nos sea x>eirmitido de imputar-lea,
a la ligera, una failta tan iburda. En favor de tejo "tilia" habla ademáis
la forma tejo blanco que se usa, según Dantín, p. 118, en BurgHxs,
para designar la "Tilia platyphylla Soop.".
No cabe duda de que la existencia tanto del esp. teja y port. telha
como de tejo venía puesta en peligro por la homondmía íntoleraMe con
teja, telha < tégula y con tejo, texo < taxus que es el "Taxus ibaoca-
139
ta L." (Lázaro 11/18). La teoría de la accdón letal de la homonimia ha
experimentado un enorme desaTirollo gracias a la geagrafía lin^ística y
a sus más siginificativos representantes Gilliéron, Jaberg, Jud, Dauzat y
otros.
Tajnto el eap. como el port. han busoado el substituto para las formas
teja (telha) y tejo que iban desaparecieedo, en el lat. tilia y han introducido
la palabra latina tal ouai en su idioma resipectivo. Tilia que falta
en el Dice. Aut. para, el esip. y en Bluteau para el port., va regristrado por
el Dice. Acad. y por Fig^eiredo. Huerta, el traductor español de Pldnáo
(12), pone por tilia de Plinio siejnpre la tilia [lib. XVI, cap. 9, 18 (dicts
veces), 25, 40 (dos veces.); lib. XVIII, cap. 28; lib. XXIV, cap. 8] (13).
Ba muy pnobaible que nunca fué papular la voz tilia en España y que se
encuentra eóJo en obra® botánicas.
i Cuándo se empezó a usar tilo que falta en Nebrija y Covarrubias y
que trae el Dice. Aut.t ¿De dónde viene el esp. tilo y el port. till Tle.-
rreros erub tilo dice: "Tamjhién le llaman en Elspaña tillo, doblando la
L" (14). Si ed esip. y el port. tilia es palabra culta (así registra REW el
port. tilia), no lo es, sin duda, tilo mi til. i Son palabras dialectaües introducidas
en él haibla oficial? ¿Son voces que proceden de otros idionías?
Sería tai vez el antiguo francés til apuntado por REW!
No saibemos si el fr. til es corriente aun hoy en algruna parte de FVan-cia,
por carecer d^ diccionarios dialectales franceses; tal vez haya también
una carta en el ALF. Valtmonit-Bomare isiub til remite a tilleul y laub
tilleul, tillau dice: "On diit que l'écorce moyenne et membraneuse áa
tilleul ou til servoit de papdeír aux Anciens" (16).
Vamos a diaír, para terminar, aJigunas formas vulgares españolas.
(12) Historia natural de Cayo Phnio Segundo, traducido por el
Licenciado Gerónimo de Huerta..., 2 tomos, Madrid 1624.
(13) Sólo en el lib. XVI, cap. 14, leemos los tilias que, «eguramen-te,
es falta de imprenta.
(14) Terreros, tomo 4, sub "tilleul, tilleau, tillot" da el esp. tilo o
tillo.
(15) Terreros, tomo 4, registra también til y remite a tilleul.
El Dictionarium Calepi.ni mencionado, sub "tilia", da el fr. tcil, tillet,
tilleul.
ANTOINB DU PINET, L'histoire du monde dn C. Pline Srcond... fe
tout mis en fran?ois, Genéve 1625, traduce el tilia de Plinio por tillet.
140
Agilitó:
Dantín, p. 118:
Miamitero, p. 10:
sub til (Tüia sylveatris") pana d oatalán: til,
tilo, tey, tfll, farol [tilda "flor del til o til.
lrs"'\; para el valenciano: tillol, tilia, tilde.
para la "Tilia cordata" tilo.
para la "Tilia sylvestiriis Etesf." tilo, tila, tillera
(Aragón); teja (Santander, Aragón); tell, tey
(Cataluña).
para la "Tilia platypíhylla Soop. "los nombres áe
la anterior; tejo blanco (Btnigo®).
apuntamos sólo dos nombres que no van registrados
em Aguiiló m en Dantín; Mamitero, deagriacda-damente,
no loealizia siempre loe nombres: tilla
hembra, texa, tillori; para Galicia: lameiro,
lameira, lamagueira (16); para Astuiria»: teya,
laumcra, laumero; para Cataluña: tellera, farot
(sic), tillnt; para las VascongadiaB: astigar, gat-tigar,
astigarrá.
2. GAVETA, DORNAJO
Los dos Thesaurus Linguae Latinae (3 tomos, BaisUeae 1561, y 4 tomos,
Lugduná 1573) que hemos podido coosailtar, traen gabata "vasa cóncava,
edulüís pulmentariisque aiptisisiima", y ambos remiten a dos pasajes
de Mardall; estos dos pasajes no nos dan información aliguna soibre la. naturaleza,
la (materia y la forma de este utensilio. Marcial, VII/48: "tranacoi-rrunt
giabaitae volantque lances", donde el comentairista Vincentiuis Colles-so
(17) da gabata como sinónimo de paropsis, lo que viene desvirtuado
por Marcial XI/32 (en algunas ediciones XI/31) "sic implet gabatas parop-sidaisquie
/ ^et leves iscutulas cavasque lances".
San Isidoiro*(18): "gaibata, quasi cauata, g pro c littera posiida. Hanc
(16) En Carré no encontramos las palabras gallegas en. esto acepción;
lameira "lodazal"; lameiro "terreno húmedo donde se cría hierba
para alimento del ganado"; lamagueira falta. Figueiredo trae lamagueira
para "Tamarix galHca".
(17) M. VALEnii IMARTIALIS, Epigrammatum, libri XV; interpretatio-ne
«t notis illustravit V. C, Venetiis 1739.
(18) Divi IsiDORi HisPAL. EPI8C0PI, Opera, Philippi 11. Cathol. Regí
» luasa., Matriti 1599; Btymol. lib. XX, cap. 4, p. 399.
141
& ooucha, aed illa cauata, i«ta oonoaAia: i9ic & Gra«d nuncujpant". Nebri-ja
tradiuce gabctía i)or "ataifor, o escudilla de faldas"; Coiiiim«le<rán por
"vasija hionda paira los mainjares" y Naiscemites (sub gaveta) por "eacudeda
de imadiek'a".
El Lexicón Ecclesiasticum Latino-Eispanicum ex Sacris Bibliis, Con-cüiis,
Pontificum Decretis, etc.; auctore Er. Dddaioo Xáimeiieis Arias, Bar-cinone
1739„ registira gabatha em tma acepción algo diferente: "vaso re-dondio,
y oancavo, como una bacía, que servia de lámpana. Al presente se
ven en Roma semejantes lámparas en dertas Iglesias, y en pairticular en
la Basilio^ Lateranemse. Oibtiulit In Basílica S. Petñ buttonetn (19) de argento
.puiiissimo oum gaibatliiis argentéis pendentiibuis in cateniilis septesn.
Ainaist. in León. IV. Díñese tamibiéin Saxica, no por £«r hechas de p^iedra,
sJOM) porque reípresentaiban la fiig<ura de las conchas mariniaiS<, que se crían
en los escollos y piedrais del mar. Gdbatham saxicam ex argento purls-simo,
pesantem libras tres. Anast. in León. IV.".
Esta mdsima palabra gabata (que falta en CovarruibiaiS) la recoge el
Dice. Aut. "cierto géneiro de escudilla u hortera de palo u otra materia,
en qiue se recibe el manjar u potag^ que se reparte a cada soldado o galeote"
y trae el Dice. Aut. el pasaje de Mateo Alemán, La vida de. Guz-mán
de Alfarache (15 pa¡rte, Madrid, 1599; 25 parte, Lisiboa, 1604), parte
II, libro 8, cap. 8: "diéronme mi raoión de 26 onzas die bisicocho, acerté a
ser aquel día die caldero: y como era nuevo y estaba desproveído de gabata,
recibí la mazatnorira en uiua de un campanero".
AJSÍ leemos también este pasaje en BAE, Madrid, 1850, p. 366, donde,
sin emibarigo, en lugar de recibí y acerté está recebí y acertó que se encuentran
en las demás ediciones consulitadas; acertó es, seguramente, la
f oi:ma piropia.
En la misma olbra de 1750 (por falita de !a portada no hemos podido
averigUiaiT el lugar de la impresidn) y en la de Madirid, 1829 (2 tomos;
11/470) leemos gabeta. Samuel Gilí Gaya, que edita y comenta la obra de
Alemán en los "Gláaioos Castellanos" (tomo V, Madrid, 1936, p. 141) escribe
gábeta y pone en una nota gábeta "así en el original y ediciones. El
Dice. Aut. defioe la voz gábata (viene la definición apuntada más arriba).
Cita como ejemi^lo este mismo pasaje de Alemán escribiendo gábata". An-
(19) La edición de este Lexicón (Matriti 1744) escribe brutonevu En
nimgún diccionario latino encontramos b(r)ut(t)one'm.
140
Ag^uító:
DanitÍTi, p. 118:
Manitero, p. 10:
sub til (Tilia syüveatris") para él catailán: til,
tilo, tey, tP'll, farol [tiLla "flor del til o til.
les"]; para el valenciano: tillol, tilia, tilde.
para la "Tilia cordata" tilo.
para la "Tilia sylvestiris Desf." tilo, tila, tillera
(Aragón); teja (Santander, Aragón); tell, tey
(CataJuña).
para la "Tilia platypJiylla Soop. "los nombres de
la anterior; tejo blanco (Burigos).
apuntamos sólo 'los nombres que no van registrados
en Agudló ni en Danttn; Mamtero, desigiiada-damente,
no localiza siemiíre los nombres: tilla
hembra, texa, tillori; para Galicia: lameiro,
lameira, lamagueira (16); para Asttiria»: teya,
laumcra, laumero; para Cataluña: tellera, farot
(sic), tillot; para las VasconigadBe: astigar, gat-tigar,
astigarrd.
2. GAVETA, DORNAJO
Los dos Thesaurus Linguae Latinae (3 tomos, Baeileae 1561, y 4 tomos,
Luigduni 1573) que hemos podido oomisialtar, traen gabata "vaisa cóncava,
ediulüs pulmentariisque aptisisima", y amibos reandten a dos pasajes
de Mawáañ; estos dos pasajes no nos dan inf orinaci^ aí'gvma, sobre la naturaleza,
la materia y la forma de este utensilio. Marcial, VII/48: "twunacu-rrunt
gaibatae volantque lances", donde el comentarista Vincentius Colles-so
(17) da gabata como sinónimo de paropsis, lo que viene desvirtuado
por Marcial XI/32 (en algunas ediciones XI/81) "®ic implet gaibatas parop-sidasquie
/ et levee scutulaa caivasque lances".
San Isidoro* (18): "gabata, quasi caoata, g pro c littera posiiiía. Kinc
(16) En Oarré no encontramos las palabras gallegas en esta acepción;
lameira "lodazal"; lameiro "terreno húmedo donde se cría hierba
{>ara alimento del ganado"; lamagueira falta. Figueiredo trae lamagueira
para "Tamarix gallica".
(17) M. VALERII IMARTIALIS, Epigrammatum, libri XV; interpretatío-ne
et notis illuistravit V. C, Venetiis 1739.
(18) Divi IsiDORi HisPAL. EPISGOPI, Opera, Philippi II. Cathol. Regia
luasiu, Matriti 1599; Etymd. lib. XX, cap. 4, p. 399.
141
& ooncha., sed üLa cauata, iata oonoaua: aic & Graeci niuncupant". Nebri-ja
t¡radiuc« gabata por "otaifor, o escxuiUla de faldias"; Cominielerán poír
"vasdja hiooda paaca los manjares" y Naiscenites (sub gaveta) i>or "escúdela
die luadeiira",
M Lexicón Ecclesiasticum Latino-Eispanicum ex Sacris Bibliis, Con-cilüs,
Pontificum Decretis, etc.; auctore ÍV. Dddaico Xámeines Arias, Bar-cinone
1789„ registra gabatha en una acepción algo diferente: "vaao re-dondio,
y cóncavo, como una bacía, que servía de láimpaia. Al presente se
ven en Roma semejantes lámp'araa en cdertais Iglesias, y en particular en
la Basilio^ Lateranense. Obtulit in Basilica S. Petri buttonem (19) de ar-gierato
puriisisimo oum gaibathiis argentéis pendentiibuis in catenulis septem.
Anaat. in León. IV. Dícese tambdé^n Saxica, no por «er hedhas de p'iedra,
sino porque reipresenitaban la figura de l@& oomchas marima», que se crían
en loa escollos y piedras del majr. Gaibaitham saxicam ex argento puris-
»imo, ipesajnteim libras tres. Anast. in León. IV,".
Eista máisma palaihra gabata (que falta en Covarruibias) la recoge el
Dice, Aut. "cierto género de escudilla u hortera de palo u otra materia,
en que se recibe el manjar u potage que se reparte a cada soldiado o galeote"
y trae d Dtcc. Aut. el pasaje de Mateo Alemán, La vida de. Guz-mán
de Alfarache (IS parte, Madrid, 1599; 25 parte, Ldsiboa, 1604), parte
II, libro 3, cap. 8: "diéronme mi radón de 26 onzas de bizcocho, acerté a
aer aquel día dte caldero: y como era nuevo y estaba despiroveído de gabata,
recibí la mazoimorira en una de un oompañero".
Así leemos teimibién este pasaje en BAE, Madrid, 1860, p. 356, donde,
sin emlbarigo, en lugaa: de recibí y acerté está reccbl y acertó que se en-cuentran
en las demás ediciones consultoidas; acertó es, seguramente, la
forma piropia.
En la misma olbra de 17610 (por falita de la portada no hemos podido
averiguar el lugar de la impresión) y en la de Madrid, 1829 (2 tomos;
11/470) leemos gabeta. Samuel Gili Gaya, que edita y comenta la obra de
Alemán en los "Caásdoos Ostellanos" (tomo V, Madrid, 1936, p. 141) escribe
gábeta y pone en una nota gdbeta "así en el original y ediciones. El
Dice. Aut. define la voz gabata (viene la definición apuntada más arriba).
Cita como ejenu^o este mismo pasaje de Alemán escribiendo gdbata". An-
(19) La edición de este Lexicón (Matriti 1744) escribe brutonetru En
ningún diccionario laüno encontramos 6(r)«í(í)oíi€m.
142
gél Valbuena y Prat ineluye el Guzmán en su Nov. pie. esp., donde en Ja
p. 498 se lee gdbeta. El insigne erudito da en una nota gdbeta o gabela
con la explicaición del Dice. Aut. que cita. De esto se podría deducir que
este diocionario da gdbeta, lo que no es así. Eíl Dtcc. Aut. registra isólol
gábata mantenida hasta la última ed. del Dice. Acad. La nota de Valbuena
se debe, probablemente, a una interpretación errónea de la nota de Gili
Gaya, edición que sigue Valbuena (véase Nov. pie. esp. p. l&O).
¿Era o es corriente gdbata, gdbeta o gabeta para "escudilla del soldado
o galeote? Hoy, por lo menos, parece desusada; cpr. el Dice. Acad. "en
que s« e c h a b a la comida que se r e p a r t í a " . La palabra gdbata tiene
comipleto aspecto de latinismo.
REW 3625 gábata "escudilla" no registra la forma española gdbata.
Continuadores directos del lat. gábata son, conforme al REW:
Sicilia: gdvita "ibalde para cal" y auta "balde del albañil".
Irpino (Campania): ávuta "artesa".
Calabria: gdvata "culbo para fregar la losa".
Ñapóles y Molfetta (Pulla): gdvete "bebedero para las gallinas".
Taranto: gdvita "balde".
Abruzois: gdvete "balde para cal".
Piamonte: gayva "ordeñadero", "lechera (vasija)".
Francia: jatte "hartera".
Francia del Sur: gauda, gaveda (seguramente gdveda) "lechera (vasija)".
Con camtbio de sufijo:
Francia del Sur: gaveto (seguramente gaveta) "gamella" (20), "hortera",
"aibrevcidero".
(20) Traducimos por gamella él "Soldatensohüssel" del REW, que
es la "escudilla metálica individual al uso de los soldados y de los marinos".
Es verdad que el Dice. Acad. no registra gamella en esta acepción
sino sólo como "artesa que sirve para dar de comer y beber a los animales,
paira fregar, lavar y otros usos". Varios soldados no» han dicho espontáneamente
que esta escudilla se llama gamella (así tamibién en Slaby
Grossmann), mientras que otros desconocen este término; éstos la llaman
sencillamente plato. La gamella corresponde pues a la gdbata de Alemán,
aunque es de otra materia. Hacemos oibservar que el ital. gamella
I > fr. gamellp, esp. gamella, port. gamela; véase REW 1543) no va
registrado en Petroc^hi, pero que Petrocdhi da gavetta, tanto encima como
debajo de la raya, como «inónimo de gamella.
143
Italia: gav^tta "gaimeíW.
Elspaña y Portugal: gaveta "cajón corredizo de los armarios, mesas y
otros m'Uebles". Falta en el REW la palabra catalana gaveta (Fa-bra)
"receptacle petit de fusta per a portar morter, argamassa,
etc.; també per a donar menjar ais animáis". La palabra catalana
para "cajón conredizo" es calaix.
Derivacioinea:
Cataluña: gavadal "cubo para fregar la losa": (Fabra) "vas gran rec-t
a n ^ l a r de fusta per a rentar plats, remullar certs objeotes, etc.".
Rumano: covata "amasadera" proviene primeramente del turco kuva-ta,
el cual, a través del griego gabatha, remonta, probablemente,
aü lat. gábatQ.
Hemos copiado casi conupletamente el artículo del REW, dejando dos
formas que no hacen del caso y simplificando la transcripción fonética por
necesidades tipográficas, porque muchas de estas palabras nos interesan
para las acepciones de lai gaveta caniaria.
Todos los diccionarios españoles y portugueses, tanto antigfuos como
modernos, que hemos podido consultar, dan gaveta sólo como sinónimo de
"cajón corredizo" (21). únicamente la Enciclopedia de Espasa Calpe registra
gabeta como término marinero "balde de madera, generalmente de
forma troncocónica a 'baises elípticas, con aros de metal y tapa a charnela,
en la cual ee da su ración de vino a cada rancho de marineros. Tamlbién se
da el mismo nombre a una pequeña tina de madera con un asa y aros de
metal en que .se raciona el rancho a cada rancho de marineros". Como vemos,
la gabeta explicada por la Enciclopedia de Espasa Calpe es distinta
de la gábata de que habla Alemán.
En la isla de Tenerife gaveta es la palabra exclusiva para "cajón corredizo"
y nunca hemos oído aquí gaveta en otra acepción.
Para la isla de Gran Canaria reigistra Millares gaveta: "los campesinos
de Gran Canaria llaman gaveta a una especie de plato hondo de madera,
que se fabrica en el país, y sirve para recoger la leche al ordeñar la
(21) Sob "gaveta" apunta el Bicc. Aut.: "algunos dicen naveta; pe-
.íTO es corrupción". Naveta lo usa, p. e., LOPE DE VEC.A, La Dorotea, ac-4
to II, «se. 3 y acto II, esc. 4.
144
res y también para amasar el gofio. No hay pastor que al subir al i^onte
deje de llevar conisigo el zoirrón, la gaveta, el garrote y la flauta de caña"
(—^parece que los pastores grancanarios son más románticos que sus
colegas tinerfeñois^—). Pérez Galdós trae gaveta "cueva de madera", explicación
que no entendemos [quizás "cuenca de madera"].
Muchas personas de la isla de La Gomera nos dan gaveta con el sentido
de "tronco hueco para amasar el pan"; la gaveta es la amasadera de la
casa campesina gomera; es un tronco de ártool, por ejemplo, viñátigo (22),
cortado en forma de un paralelepípedo; está ahuecado de modo que la
abertura es más larga y ancha que el fondo; esta artesa tiene más o menos
1 metro de largo, 60 om. de ancho y 25 om. de alto.
En la isla de La Palma, la gaveta es una "especie de artesa o arnasca
de madera, redonda, de forma semejante a la de una jofaina, pero sin bordes
curvos como ésta, que sirve para amasar gofio, aventar grano, dar de
comer a los cerdos y a otros animales y para diversos otros usos. En La
Palma es de una sola pieza, excavada, por lo general, en un tronco de
brezo, faya o moral (23). Es lo que en castellano se llama dornajo. El
dormajo, en La Palma, es una vasija distinta, por su forma y por el uso",
véase abajo. Esta definición de la gaveta palmera la debemos a la amabilidad
de nuestro buen amigo D. Juan Régulo Pérez.
Es interesantísimo que en las Islas Canarias gaveta tenga acepciones
ajenas al español de la Península y al portugués, pero conservadas en otras
partes de la Eomania.
Creemos que sólo la forma de La Gomera se deje explicar, sin mucha
(22) El viñátigo, viñático, laurácea peculiar de las Canarias, de la
Madera y de las Azores (en la Madera vinhatico), cuya madera muy dura
fué exportada en otros tiempos bajo el nombre de caoba de Canarias,
es la "Persea indica Spreng"; viñátigo es, sin duda, un portuguesismo.
(23) El brezo es la "Erica arbórea L." que alcanza en estas islas
dimensiones sorprendentes. WB. III/13 agtes. hablan de brezos de 30-40
pies de alto y de dos pies de diámetro. M. Rikli, Lcbensbedingungen und
Vegetationsverhaeltnisse der Mittelmecrlaender und der atlantischeru
Inseln, Jena 1912, p. 129, dice que la "Erica arbórea" alcanza una circunferencia
de un metro y una altura de 20 metros.
La faya, haya canaria que nada tiene que ver con el haya peninsular
("Fagus sylvatica L.") es la "Myrica faya Ait.", árbol muy frondoso de
6 a 8 metros de altura, peculiar de las Canarias, de la Madera y de las
Azores, donde se llama también faia; .según WB. III/272 sigtes. la "Myrica
faya" ha dado el nombre de Fayal a una de las Azores. La palabra
canaria parece provenir de la Madera o de las Azores.
Ea moral es «1 "Monis nigra L.".
146
dificultad, por la española: la gaveta gomera se asemeja a un cajón corredizo.
¿ De dónde vienen las acepciones de Gran Canaria y de La Palma, lugares
en que la gaveta, ya por su uso ya por su forma, difiere tanto de la
gaveta peninsular? No oreemos que las acepciones de gameta en estáis
dos islas hayan surgido espontáneamente. ¿Tienen que ver algo con la
palaibra de Gran Canaria y de La Palma la voz portuguesa gaveto m. (F¡-
gueiredo): "pe^a de madeira, convexa ou cóncava, em diversos trabalhoe
de capintaria", con las voces miñotas (Figueiredo) gávcdo xa. "quailquer
vaso ou recipiente" y gabedo m. "vasiliha, de qualquer ca,pacida<ie" (cpr. para
ol acento las formas de Francia del Sur gávcda, gavéto) y con el gallego
gabado m. (Carré) "pipa, tonel; vajsija para vino, isidra, etc.", los cuales,
a pesar de su género diferente, difícilmente se dejan separar del
lat. gabata? ¿Ha habido un tiempo en que en la Península gaveta tenía
las acepciones que aun hoy tiene en Gran Canaria y en La Palma, como se
podría deducir del pasaje de Mateo Alemán? Confesamos nuestra ignorancia
y nos contentamos en señalar el hecho interesante.
Dornajo. Sobre dornajo escribe Covarrubias: "por otro nombre se llama
dorndllo, o tomillo: es vna artesuela pequeña, y redonda, en ^ e dan
de comer a los lechones. Dixose dornajo, quasi tornajo, por ser tornátil y
redondo. Domicio Calderino sobre Marcial, lib. VI, epígr. 81. Iratus, & (24),
hablando de Solio dize: Hoc ligneo usus est Augrustus quo pedes & bradhia
iactabat: idq; appellauit duretam (25), verbo Hispánico. De manera que
primero se llamó Dureta, y después corruptamente dornajo".
El Dice. Aut. define nuestra palabra: "artesa pequeña y redonda en
que dan de comer a los bueyes y lechones: y también se llama assí el arfce-
(24) D. Calderino se refiere al epigrama: "Iratus tanquam populo,
Oharideme, lavaris / ingruina sic toto suiblíKs in solio. / Nec caput hic ve-llem
sic te, Oharideme, lavare. / Et caput ecce lavas: inguina malo laves".
(25) Dureta (Thesaurus Lingua/: Latinac, 4 tomos, Lugduni 1573),
"'Hispánica vox est, qua lili significare solent vas illud amplum in bal-neis,
in quo sedentes lauamur: Latini solium vocant. Sueton. in Augusto,
At quoties neruorum causa marinis, albülisque calidis vtendum esset,
contentUiS hoc erat, vt insidens ligneo solio (quod ipse Hispánico verbo
Duretam appellabat) manus ac pedes alternis iactaret". El Dice. Aut. recoge
todavía esta palaibra; "voz antiquísima de España. Suetonio Traln-quilo
en la vida de Augusto, cap. 83, dice, que los Españoles llanuüban
assí al aasiento que havía en Tos baños, para que se (Sentassen los que
ee havían de lavar".
146
aón que sirve para fregar y para otros uaos" (26). Covarrubias da dos etimologías
a esta voz, la una auasi Tornajo por ser tornátil; pero máiS vie-risímil
parece la otra del Bureta antiguo de que usó Augusto en los haznos".
En Cervantes encontramos tres veces la palabra dornajo.
19 "artesa en que se da de comer a los animales", Don Quijote Ir,
•cap. 11, p. 84: "...habiendo... rogado [los cabreros] a don Quijote que ae
sentase sobre un dornajo que vuelto del revés le pusieron". Coloquio de
los perros (Nov. pie. esp. p. 129): "...habiéndome dado [los pastores al
perro] primero en un dornajo gran cantidad de sopas en leche".
29 "artesoncillo de agua", Don Quijote II, cap. 32, p. 747; los criados
de los Ehiquies "se propasaron a añadir burlas de su propia cuenta a Tais
burlas tramadas por aquéllos" (Unamuno), persiguieron a Sancho para
lavarle "con un artesoncillo de agua, que en la color y poca limpieza mos-tralba
ser de fregar"; la Duquesa reprende a sus criados: "...a traer a tal
personaje y a tales barbas, en lugar de fuentes y aguamaniles de erg puro
y de alemanas toallas, arteaillas y dornajos de palo y rodillas de alpaxa-dorea".
35 'El Dice. Aut. indica un pasaje de Espinel en que el autor usa la
palabra dornajo en el sentido de "plato hondo en que comen en común ios
criados"; Vicente Espinel, Vida de Marcos Obregón, libro I, descatoso
16 (Nov. pie. esp. p. 922): "este dornajo en que habernos cenado ha de
descubrir el hurto de los higos", unta el suelo del dornajo con una mezda
de aceite y almagra y pone debajo del dornajo un cencerro de las vacas.
Las etimologías propuestas por Covarrubias hay que desecharlas de antemano.
REW 9086 urna trae (cruce de urna + dolium) el esp. duerna
"artesa" y el port. dorna (Figueiredo) "grande vasilha de aduelas sem
tampa, e destinada á pisa das uvas ou ao transporte délas para o lagar" y el
(26) El Dice. Acad. da casi la misma definic6n, poniendo, sin errir
bargo, en lugar de "bueyes y lechones" sólo "cerdos". Así también la Enciclopedia
de Bspasa Calpe que registra, además, las siguientes acepciones
especiales:
19 term. de albañilería: "artesilla de madera que emplean los altía-ñiles
para amasar el yeso".
29 term. de tecnología: "la artesa de madera en cuyos costados descansa
el leje de la rueda de amolar, que está en el centro y al girar ise
humedece con el agua que aquélla contiene".
39 en el Apéndice como term. de agricultura: "depósito de agua de
la noria, donde se recoge el líquido elevado por los cang^ilonies".
147
gallego í^orna (Carré) "pequeña embarcación", "vasija grande donde se
conserva el vino para fermentar",—donde, según REW, quedan sin explicación
la d- y la vocal abierta (27)—, y los derivados esp. dornajo "tina"
[ > part. dornacho (Figueiredo) "pequeña dorna"] y port. domeira =
canoira (Figueiredo) "vaso quadrado, colocado ácima da mó do moinho, e
dond« cal o grao que vai moer-se" [cpr. gall. domeira (Carré) "pieaa del
molino donde se echa el grano para ser molido"].
Ya siuib gaveta hemos dicho que en La Palma se llama gaveta el recipiente
que en la Península lleva el nombre de dornajo. El dornajo canario
no es redondo sino de forma de un paralelepípedo más o menos regnilar.
A nuestro buen amigo D. Juan Régulo Pérez debemos la definición del
dornajo de La Palma: "artesa cuadrilonga de una sola pieza excavada en
un madero o toza, generalmente de pino (28), y cuyo tamaño varía según
los casos; en La Palma se destina a lavar ropa (29), dar de comer a los
cerdos, dar de beber al ganado en general y otros usos semejantes".
Tanto en Tenerife como en La Palma se llama dornajo también el "pilón
de agua", hecho de una sola pieza excavada en un tronco, por ejemplo,
de castaño (80) o de pino. En esta acepción encontramos empleada la palabra
ya en 1540 (31); copiamos el texto in extenso: "Yten que todos lOvS
abrcuaderos se visiten, e se pongan sus dornajos, los que conuengan que
(27) No entendemos bien por qué queda sin explicación d-, ya que
Meyer-Lübke parece aceptar el cruce de urna con dolium.
(28) "Pinus canarienisis Chr. Sm.".
(29) Véase Proceso Inquisitorialjfontra Fray Alonso de Espinosa,
dominico (1590-1592) en el MCan. I [1933] p. 161, donde declara el testigo
Manuel Gon<;áilez, clérigo presbítero, cura en el lugar de Sant Joan
((hoy San Juan de la Rambla de Tenerife), "...ciertas denunciaciones' dle
mugeres que lauauan en Dornajos...". Dice Agustín Millares Cario (fue
ha publicado los documentos de este proceso (p. 159 nota), que ha conservado
la ortografía del original, pero que ha puntuado y acentuado a la
moderna, y ha puesto mayúsculas en los nombres propios. Han sido infructuosas
nuestras investigaciones para saber si hay un caserío o un barrio
de nomibre Dornajos en San Juan de la Rambla o en los pueblos vecinos.
Para ninguna de las Canarias registra PEDRO DE OLIVE, Diccionario
cstadLttirO-ndministraiivo de las Islas Canarias, Barcelona 1865, él
topónimo Dornajos; sólo da Olive una "calle del Dornajo" en Santa Cruz
de La Palma. Por lo tanto hemos de considerar dornajos no como nombre
propio sino como nombre común.
(30) El castaño, castañero es la "Castanea vulgaris Lam.".
(31) Las antiguas ordenanzas de la isla de Tenerife; notas y dkv-ouimentos
para la historia de los municipios canarios por D. José Peraza
de Ayala; Instituto de Estudios Canarios en la Universidad de La Laguna,
i k Laguna 1936, p. 66.
148
eaten mui limpias, e bien puestos vna vara de medir mas autos del sudo,
en que veban los ganados madores, e se cerquen los derredores de los dornajos,
6 fuentes, de manera que los ganados menores no puedan subir, ni
entrar en ellas, e el agua se Reooga que venga toda junta al pilar, o dornajo
sin se verter cosa alguna della, e que en los Remanientes se haiga
donde puedan beber, e abrebar los ganados menores de todo genero, e los
dueños traigan sus ganados con guarda, que no hagan daño, ni entren en
las dichas fuentes, ni dornajos, ni canales, sopeña de trescientos maraue-dis,
y aunque sean ganados maiores no puedan beuer en las fuentes canales,
ni nacimientos de aguas so la dicha pena, si no estuuieren especialmente
dadas por abreuaderoa comunes, y mas de Reparar el daño a su
costa y que cerca desto se guarde lo que mas en particular estuuiere pro-ueido,
e se proueiere por las visitaciones".
En el Sur de Tenerife (San Mignel, etc.) se da el nombre de dornajo
también a la artesa que sirve para pisar las uvas (cpr. el port. dorna mencionado
más arriba).
En Tenerife se llama además dornajo al "pesebre". El Dice. Acad. trae
para Canarias dornajo "pesebre para toda clase de caballerías"; esta explicación
no satisface del todo, ya que el dornajo, por lo menos en Tenerife,
es sobre todo el pesebre del ganado vacuno. Este pesebre está excavado
en uní tronco de árbol (castaño, pino, etc.) o está formado de cinco tablas
en forma de cajón cuadrilongo que por sus cuatro lados se va angostando
hacia el fondo; hoy día se ven muchos dornajos de cemento.
*
3. GILBARBERA, GIBARBERA
Gibalbera., givarvera^ hibalbera, hibalvera, hivalvera, jibalbera,
jibalvera; gilbalbera, gilbarbera, gübarvera, gilberbera, gilvar-vera,
hilbalbera, hilbarvera (32)
f32) Damos estos nombres de grafía diferente como los hemos encontrado
en obras botánicas y literarias de las Canarias. Gübarvera (Viera
1/306-07 y 11/324; gilbalbera (idem 1/6); gilbarbera (J. VIERA Y GLA-vijo,
La flora de Canarias, Sta. Cruz de Tenerife, Biblioteca Canaria, s. a.,
p. 17); hibalbera (SABIN BEnTHELOT, Géographie botanique, París 1840,
p. 138); gilberbera, gibalbera (WB. III/320-21); hilbalbera (DOMINGO
BBLLO, Un jardín canario, Sta. Cruz de Tenerife 1880, p. i33; givarvera,
hivalvera (Millares, véase nota 36, p. 418); gibalbera (J. Viera y Clavijo
en una carta del 9 de agosto de 1788, publicada en MCan. 2 [1934], p. 36,
149
son los nombres populares con que se designa en Tenerife la esmilácea
"Ruacus androgynus L.", syn. "Danae androgryna WB." (especie s i n espinas)
planta peculiar de las Canarias, sobre todo de Tenerife y de La Palma;
según WB III/321 se la llama alicarnn en La Palma; nace en los ibos-queis
obscuros a cuyos áriboles se ase y enreda a semejanza de la yedra
[Viera 1/306-07] (33); algunos confunden la zarzaparrillu con la gibar-bera
[Viera 1/6] (34). Elsta planta, como sus congéneres peninsulares
(véase Dice. Acad. eub brusco), lleva las flores pequeñas en el borde o en
medio de la espalda de los cladodios. Pues bien: esta particularidad de tener
la gibarbera las florecitas blancas y los frutos—que son unas bayas
redondas del tamaño de una pequeña cereza y rojizas en su madurez—en
los oladodios, considerados hojas por la gente no especializada en botánica
(véase nota 33), debe de haber llamado siempre la atención del pueblo.
Nos parece que las diferentes formas de la palabra canaria se dejan
reducir a dos: gübarbera y gibarbera (85). La equivalemcia acústica de
y ÓSCAR BURCHARD, Beitraege zur O^kolngie und Biolúqie dcr Kannrrn-pflamen,
Stuttgart 1929, págs. 227-228, y ANTONIO ZEROI>O, Poesías, Santa
Cruz de Tenetpife, Biblioteca Canaria, s. a., p. 41); jihalhera (TJEONCIO
RODRÍGUEZ, Estampas tinerfeñas, Sta. Cruz s. a., págs. 101 y 106; jibal-vera
(LEONCIO ÍRORRÍOITEZ, LOS árboles histánros y tradicionales de Canarias,
Sta. Cruz 1938, p. 122); hilbarvera, gitvarvera, hihnlvera. (.T. AT--
VAREZ DELOADO en RHist. 67 [1944] p. 243). Sobre la forma hivalvese,
apuntada por Millares, véase más adelante.
(33) L. iRODRfoiTEZ, Estampas (citado), p. 106: "...y las jibalberas
de ¡hojas florecidas... serpenteaban en guirnaldas alrededor de los viejos
troncos".
(34) Don J. Maynar nos dice que un alumno suyo de La Palma le
ha dado para aquella iala norsa como nombre popular del "Ruscus andro-gynae".
Pero Viera, Dice. 11/155 y 318, registra nnrsa de La Palma para
SmUax ("Smilax mauritanica Poir." y "Smilax canariensie Willd.") que
es la "zarzaparrilla" (canario sahaparrilla) y WB. III/317-18 para Gran
Canaria norsa o salsapnrrílla sin espinas para "Tamus edulis Lo-w<e"
parecida a la Smilax. El Dice. Acad. da para Gramada nuerzm — nueza;
nueza o nueza blancA es (Lázaro III/354) la cucurbitácea "Bryonia dioica
Jacq." y nueza negra (Lázaro 11/184) la dioscórea "Tamus coimmu-nls
L.". Figueiredo da nor<;a o nor^a branca para la "Bryonia dioica" y*
para la Madera nor<^a "planta dioscoreácea, que es, quizás, el "Tamus
communis". REW 5959 * nortia. El canario norsa, como lo demuestra la
falta de diptongo, es de probable procedencia portuguesa.
(S5) No hemos oído nunca gilberbrra registrado por WB. III/321.
Quizás sea falta de imprenta, puesto que es sorprendente que ninguno de
los otros autores dé la protónica e. El paso de a protónica > e, por lo
diemás, no nos parece muy frecuente en (Canarias; hemos oído malvesia
"malvasía" (usado también por DIEGO CROSA en su comedia de costumbres
canarias Isla adentro, Sta. Cruz 1910, p. 15) y mermella "mar-
160
las líquidas, R = L, es corriente en Canarias; B = V no es sorprendente
en palaJbras no registradas (el mismo Viera escribe gibalbera, gilbalbera,
gübarbera, gübarvera y Rodrí^ez jibalbera, jibalvera; véase nota 32);
«obre la equivalencia de hi > lat. fi (y ji, gi), véase Alvarez, Benahoare,
p. 19 y d«l mismo autor Puesto, págs. 29-31: "entre nuestro pueblo suenan
exactamente igual las dos consonantes de hijo-jijo; pero no con el sonido
fricativo velar sordo de la j de Castilla, sino con simple aspiración
laríngea"; así -se pueden explicar las diferentes grafías hi-, gi-, ji-, aunr
que no provengan de / latina, por ultracorrección.
Agustín Millares en su Vocabulario de los antiguos dialectos isleños
(36) incluye givarvera variante de hivalvcsc, hivalvera entre las palabras
tinerfeñas de origen guandhe. ¿Es hivnlvesa verdaderamente uma
forma atestiguada o es un lapsus calami? Wolfel (3.7) relaciona gibalbera
con ©1 hausa awarwaro "convolvulus" y Juan Alvarez Delgado, RHist. 67
[1944] p. 244, oon el árajbe warwara, Ohelja tiwnrwarin, citados "por
F. Nicolás, Hespéris (1938), p. 48, "a ;pesar de su aspecto tan español",
dice Alvarez.
La palabra tinerfeña gibarbera no puede separarse de las gallego-portuguesas
gilbarbeira (38) (Bluteau) "especie de murta brava", y sub
"imuirta brava" gilbarbeira; idem (Costa e Sá) "esipecie de murta brava,
arbusto; en francés myrte sauvage, en lat. ruscum; Figueiredo, por isu
parte, apunta gibaldeira, gilbardeira (con d) "especie de murta brava,
de pequeños frutas redondos como a cereja e de fólhais com sabor picam-miella,
mamella". Gilberbern (si existe o ha existido) se podría explioar
como el canario mcrmella por asimilación. El esp. ant. monesterio tA
lado de monasterio ya del lat. vulgar moncsterium (MKNÉNDEZ PIDAL,
Cantar de mió Cid, nueva edición, Madrid 1944, ,p. 155, § 19 y REW 5656.
(36) Este vocabulario forma parte de la Historia general de las islas
Canarias, Las Palmas 1881 (págs. 388-4616) p. 418.
(37) 'D. WoLPEL, Die Hauptproblenve Weissafnkas, p. 134, citado
por Juan Alvarez Delgado en RHist. 67 [1944] p. 243.
(38) Laguna, ya en 1555, registra el port. gilbarbeyrn; véase .más
adelante. No dejemos de señalar que Mantero, p. 33, registra el oast gil-barbera,
desgraciadamente sin localizarlo. Ya que Mantero da nombres
populares para "brusco" de Asturias, Aragón, Galicia, Cataluña y Vascongadas,
debemos distribuir los demás nombres (entre los cuales figura
gilbarbera) entre las demás regiones españolas. Aunque no tenemos
ninguna .prueba, petisamos que gilbarbera de Mantero pudiera pertenecer
al habla del antigfuo reino de León o, tal vez, a la región extremeña,
lindantes con Portugal, como lo exige, por lo demás, la distribución g»o-gráfica.
151
te, "Ruscuis aculeatuis L." al lado de la palabra miñota gübarbrira "o mes-mo
que gilbardeira?, planta áspera, de fólhas picantes, que nasce nos va-lados
e ñas silveiras"; para la región lindante, Carré da para Galicia
xUbarbeira "brusoo" (39). Según las indicaciones de Bluteau, de Costa e
Sá y de Carré podemos admitir como seguro que el port. gübarbeira y
gilbardeira son sdnónimos. Para el port. gilbardeira comp. el gallego xibar-da
(Carré) "zarza", sinónimo de silva "zarza, mata espinosa que produce
las amaras y se emplea en balados y sebes para defender las heredades".
La definición de Carré nos da la explicación de lo forma port. gilbardeira
(con d). El pueblo, desconociendo la etimología de gübarbeira, ha rlela-cionado
esta planta que se cría en los vallados o que forma vallados y setos
con barda (Figueiredo), "taipume de ramos ou silvas entrelazadas";
barda (Carré) "cercado de tojos o zarzas"; barda (Dice. Acad. para Aragón)
"seto o vallado,de espinos". Para barda véase REW 9S5 arab. bar-da'a
(40).
Las palabras gallego-portuguesas gilbnrbeira, etc., no van registradas
en el REW ni en Nasoentes; tamipoco propone Figueiredo una etimología.
Nebrdja en su Diccionario traduce ruscus por "brusco, jusibarba, yuis^
barba" y Laguna (1555), lib. IV, cajp. 147, trae el esip. iusbarba y el
port. gilbarbeyra (41). En Covarrubias iusbarba y sub "brusco": "par
otros nombres iusbarba... El Rusco es notissima planta, porque produze
de enmedio de sus hojas el fruto, roxo como vna guinda". E3 Dice. Aut. (42)
recoge jusbarba de Nebrija y Laguna y la palabra es mantenida hasta la
última edición en el Dice. Acad. como sinónimo de "brusco".
(39) BALTASAR MERINO, Flora descriptiva e ilustrada de Galicia,
3 tomos, Santiago 1909, da para "Ruscus aculeatus" el gall. gilbarbeira,
mientras que Mantero, p. 33, trae para Galicia gilbardeira.
(40) Barda "seto" también en Canarias, véase Viera 11/319 sub "zar-zapairrilla
sin espinas": "críase en bardas de algunos terrenos frondosos".
En port. también ©1 mase, bardo, substantivo muy usado en Ganarías,
bardo "linde de zarzas u otras plantas espinosas"; véase p. e. la noveila
regional de ANTONIO MARTI, El secreto de "Milhombres", Sta. Cruz 1940,
p. 73: "detrás de un bardo de pencas estuve esperando disipués un rato,
y dispués me fí pa casa".
(41) La Huerta, el traductor de Plinio, véaise nota 12, traduce ruscus
de Plinio (XXI/15, XXI/27, XXIII/9, por rusco.
(42) También en vocabularios posteriores va registrada la voz jusbarba;
Vocabulario español c italiano, compuesto por Lorenzo Fram^
oioaini Florentino, 2 tomos, Venezia 1768, sub "brusco o jusbarba, mata
conocida" pugnitopi; Núñez de Tabeada: jusbarba "brusc, brusque".
152
REW 4593 jovis barba "Ruscuis aculeatus", Sempervivum tectorum" da
el francés joubarbe; provenzal jousbnrbn, bnrhnjou; catalán jushurba}
esp. chubarba e ital. barba (ti Giov<e.
Plinio XVI/18 trae el nombre de Jovis barba: si no nos equivocamos, es
la única vez que Plinio halbla de la planta de este nombre: "Odit [aquias]
et quae aíppellatur Jovis barba, in opere topiario tonsili®, et in rotundita-tem
spisisa, argénteo folio", que Com-melerán, sub "barba" traduce por
"¡hierba puntera, siempreviva". El pasaje de Plinio permite poner en duda
la explicación de Commelerán: la hierba puntera, "Sempervivum tectorum",
es una planta que se cría en los lug'ares húmedos; no tiene tampoco
hojas de color de plata. Parece más bien que el arbusto de que halbla Plinio
ea la papilionácea "Anthyllis barba jovis L.", llamada en francés barbe
de Júpiter (véase Valmont-BomaTe ®. v., donde, por un lapsus, leemos
arbre de Júpiter, entre barbe espagnole y Varbe de renard) "petit arbris-seau,
feuilles d'une oouleur arg-entée, croít dans les lieux pierreux et mon-taigneux,
en Provence, en Espagne, Lamguedoc, et dans le Levant", y que
en España, donde se cría en el litoral del Sur y del Este, se llama barba-jove
(Lázaro 11/430). La confusión de Commelerán se explica por el hecho
de que el "Sempervivum tectorum L." (en fr. joubarbe) se llama em
esp. (Lázaro 11/390-91) siempreviva mayor, hierba puntera mayor, barba
de Júpiter (43i).
. La jusbarba española y la gibalbcira gallego-portuguesa es el "Ruscus
aculeaituB L.", esipeoie c o n espinas, que se llama
(43) Nebrija (ed. 1665) barba Jovis "berba est. G. dicta Ohrysocome.
Es especie de sauce, o bongo de (jartja" (ed. IVI^S: "hongo de zarza";
ed. 1735: "el especie de sauce, o hengo de zarza"). Ignoramos de dónde
Nebrija tiene estas correspondencias griega y es«pañola. Ni en Lázaro ni
en ningún diccionario encontramos hongo (hongo, hengo) de zarza. Tampoco
registra Lázaro el género Chrysocoma. En el Dict. sciences nat. encontramos
que la Ohrysocoma, que hay que situar cerca de los áster y
de las solidago, es una planta herbácea; hay unas veinte especies, la mayor
parte de las cuales habitan el Cabo de Buena Esperanza y algunias
Nueva Helanda; se encuentra poco en Europa. La "Chrysocoma linoay-ris
L." ®e halla en las montañas no lejos de París, así como en las |prio-vincias
francesas meridionales y templadas. Los diccionarios griegos dan
chrysocoma para "Oi. linosyris". Don J. Maynar tuvo la amabilidad de
indicarme que en España hay la "Oh. saxatilis", syn. "Jasonia glutinosa
DC", llamado té de Aragón; Lázaro III/434 sólo registra el nombre
botánico "Jasonia glutinosa" entre las compuestas.
153
en español:
en gallego:
en catalán:
en vascuence:
en francés:
en italiano:
en plemán:
(Lázaro 11/150) ruara, brusco, ncrho menor, vPrdcna-ri',
¡vsbnrda (oon d); (Mantero, p. 33) ari'bo pcqucfio,
garapinrho, pahua, ccrrarcan, chusbnrbn, zoqurml
(44), arrayán morisco, gübarbcrn (véase nota 38), rs-cobiiicfi,
c:scobina, capias en Asturias, bucharrctn en
Aragón, mirto cspinaso, madera picante.
(Mantero, p. 33) gilbardn, gilbardeira, xarda, xardei-
VI, mezquita, cespeded, picancrira, picantrl (así se
denomina en El Bierzo). Rayaba, sardonielln y otros.
(Pabra) brusc, baix marí, gnlzerari; (Mantero, p. 33)
baix másele, rusc, (¡alserá, gnlserán, cirer de Retlem.
(Mantero, p. 33) basarraqana, guiñarrca.
(Valmont-Bomare VII/169-70) haux freían, pelil hovx,
hoHssct, fragon, hanssan, myrte sauvagr, myrle épi-iienx,
bnis piquant.
(Petroc«hi) rusco, pngnitópo, pungitópo.
Afaeusedarn (45).
¿Ks jusbarba verdaderamente catalán como lo indica el REW. No
[hemos podido consultar el Diccionana Latina-catalán de Nebrija (Bar-
.ohinone 1522). No encontramos jusbarba en Aguiló ni en Faibra. Nos parece
más bien que las indicaciones de los diferentes diccionarios consultados
demuestran que jusbarba es castellano.
¿Qué crédito podemos dar a Terreros que trae jusbarba — yusbarba;
au'b yusbarba "siempre-viva mayor, fr. jonbarbe, joubarbe, ouie"; sub
brusco "o yusbanba, ["Ruiscus mirtifolius aculeatus"]; sub hierba puntera
"especie de siempre-viva, fr. joubarbe, también se llama jusbarba en
(44) También apuntan jaquemi F. T^oscos Y 1?KHN.M, y .1. PAnno Y
SASTRON, Serie imperfecta de las plantas aragonesas espontáneas, 25
ed., Akañiz 1866/67, p. 402.
(45) Para el ital. pugnitápo, pungitópo y el alemán Macusedorn,
véase Laguna, lib. IV, oap. 147: "...en las aldeas suelen los labradores
outorir ordinariameiite loa garfios do cuelgan tozinos, ó quesos, con las
hojas de aquesta planta, para defender a los ratones el passo: los quales
piOTden la codicia por no espinarse, y por este resipecto la llaman punge-topi
en Italia", y Valmont-Bomare, VII/169-70. "Autrefois les paysan*
c(>uvTOÍent avec ce houx les viandies et les autres chosics qu'ils vouloient
défiendre contre les rats et les souris; car ees animaux destructeurs ne
pouvoi«nt y pénétrer qu'en s* piquant bien fort".
154
oastellano" ? ¿ Se desigrna en alguna parte áe la Península al "Sempervi-vum
teotorum" con el nombre de yusbnrba, jimba?bal Mantero, p. 145,
no trae la voz entre los muchos norrtbres vulgares de la semperviva mayor.
¿ Se trata de una confusión de Terreros, tal vez motivada por el
nombre fr. joubnrbC! ¿ O es la jusbarba castellana el "Ruscus a<julea-tus"
y la jusbarba catalana (registrada por el REW) el "Sempervivum
tectorum", incluida por Terreros en su Diccionario ? A pesar de todos
nuestros esfuerzos, no hemos llegado a ninguna solución de este problema.
Como vemos, Lázaro (y también Mantero) registran la forma popular
jusbarda. La Bnciclopediia de Espasia Cailpe trae yusbarba como sAh
nónimo de jusbarba; este jusbarba, isiin embargo, falta y no va apuntado
sino jusbarda = brusco; por el contrario, sub "brusco", encontramoa
entre los nombres vulgares jusbarba. No sabemos en qué parte de España
se enaplea jusbarda: isi fuera en Aragón (Dice. Acad.: barda para
Aragóin "seto, vallado"), sería muy probable la contaminaición con barda
como en el port. gUbardeira, ya que la equivalencia acústica de las oclusivas
B = D apenas ofrece ejemplos en español (Menéndez Pida!,
Gram. § 72, 1). Es verdad que en la Lista de las plantas arWgron«ski5»
citada en la nota 44, no encontramos jusbarda, sino sólo rusco, brusco<,
jaquemí. Evidentemente habría podido verificarse la contaminación con
barda también fiiera de Aragón. Barda, de uso general, va definido por
el Dice. Acad. "cubierta die sarmientos, paja, espinos o broza, que se poh
ne, asegurada con tierra o piedras, sobre las tapias de los corrales, hrier-tas
y heredades, para su resguardo". En este caso no .se trataría del "seto
formado de brusco" Aiino dé la "cubierta de brusco que se pone sobre las
tapias" (véase el apéndice dte este artículo).
No obstante haberlo investigado con toda atención, no hemos logrado
identificar la chubarba. La palabra falta en él Dice. Acad., en la Ehcá-'
cliopedia de Espasa Calpe, en Lázaro. Mantero, entre los muidhos nombres
vulgares del brusco, apunta chusbarba. El Dice. Aut. da la desciriip-ción
siguiente de la chubarba: "planta que en España nace, y crece éa-lamemte
en el Monte Calpe de Gibraltair. Es un arbolito que se levanta
de la tierra algo más de una vara. Sus hojas son proíongadas y agudlas,
y en cada hoja en »u centro produce tres frutillas del color, figura, llai-maño
y slalbor de una cereza, que también se llaman chulbarbas, con la
oi-rcunistanda particular que, aunque parecen a la vista tre®, en la reali-
155
dad no es más que una, piorque están unidas unas con otras y tían pegadas
a la hoja, sin pie ni pezón, que assi ellas, como la hoja son una pieza
sola. Son muí comunes en África, de cuyo Idioma se les dio en España
este nomibre". Núñez de Taboada trae chubnrba "espéce d'apbrisseau du
Mont-Calpe, en Bspagne".
Evidentemente no se trata de una palabra africana cx>mo se podría
deducir del Dice. Aut. Antes bien, es la palaibra española, introducida en
África, o, el fr. joubarbe (que designa el "Semipervivum tectorum") llegada
a Jibraltar, directamente o indirectamente, a través de África.
Parece que la rhubarba (palabra quizás desusada hoy) designa o
12 el "RusoU'S hypoglossum L." (Lázaro 11/150; especie no punzante;
3-5 flores fasciculadas y con una bráctea herbácea en el haz de los da-dodios),
planta que se cría en los montes de Aragón y de Cataluña y en
Jibraltar y que se llama laurel de Alejandrín de hoja estrecha, uvuUi
ria, bislingua, hierba de San Bonifacio, y en Oataluña, conforme a Fa-bra,
galzerán "de fulles estreteis i punxegudes q-ue porten les flors en el
nervi mig", nombre que comparte en Cataluña con el "Ruscus aculeatus";
o, más probablemente,
25 el "Ruscus hypopihyllum L.", que difiere del "R. hypoglossum"
por sus flores insertas en el enivés de los cladodios y por carecer dle bráo-teas
foliáceas (Lázaro 11/150), llamado laurel alejandrino, y que se cría,
según Lázaro, sólo en Jibraltar y en Algeciras.
No cabe duda de que el esp. jusbarba y el port. gi(l)barbetra (+ sufijo
-cira, tan coirriente en Portugial para designar árboles o arbustos: pí-menteira,
pereira, maceira, etc.) no pueden ser separados.
La primera sílaba gi-, gil- presenta dificultades. Primeraimenite habíamos
pensado en la influencia de giba. Viera 1/807: "las flores tienen la rareza
de brotar en medio de la espalda o en el borde lateral de l a s m i s m
a s h o j a s , laj» cuales, a este fin, ise r e p l i e g ' a n un pocioi''
(los espaciados son nuestros); opr. port. gibifloro "que tem pétalas gibo-aas",
gibipene "que tem «litros gibosos", gibosifoltado "cujas f61has apre-sentam
giibosidades"; aunque bien es verdad que estas tres palabras san
neologismos. Este cruce es muy poco probable.
Amald Steigeir, Contribución al estudio del vocabulario del Corbacho,
Madrid 1923, p. 19, nos da algunos ejemplos gallegos que explicarían gi-.
En gallego coexisten lujar y lijar "ensaiciar, emporcar, manchar; jimento
y jumento; jibón (esp. ;u6díi); Julianus > / i a o . Añadimos que también
1&6
el part. conoce este fenómeno: REW 3951 g'ubba registra port. jubón,
gibao (Figneiredo agjurtita amibas palabra*, dando jubao como anticuado);
REW 4613 jumentum da el término de Beira gimento "asno", no registrado
por Figueiredo; señalamos además la coexistencia de tatajiba y tata-juba
(Figueiredo) con que se designa la planta urticácea de Aimérica tropical
"Madura timctoria". No es sorprendente, por lo tanto, que tengamos
al lado del esp. jusbarba el gallego o portugués * gibarba (cpr. el gall. xi-barda
"zarza").
Si gibalbeira proviene de jovis barba—y no hay motivo para ponerlo
en duda—tiene que ser la forma primitiva, y gilbnrbcira forma segundaria,
atestiguada, por lo menos, desde 1555 en Laiguna.
Queda todavía para explicar la L en gilbarbeira.
12 Puede ser que se trate de la introducción del nombre propio Gil;
véase Maria do Céu Nováis Faria, Passagem de nomes de pessoas a *•""
mes comuns em portugués, Coimbra 1943, en especial p. 37: "rui-braz,
rui-barbosa, rui-bárbaro eram, na gíria dos nossos soldado» da Grande-
Guerra, desigmasoea humorísticas do ruibarbo, por semelhan<;a com éste
nome" (este ejemplo es moderno, pero lo que se ha verificado actualmente
pudo también halberse verificado hace siglos; la etimología popular es
una fuerza que no está sujeta a un tiempo determinado); y p. 39: gil-mendes
"especie de péssegos"; cpr. el gall. xümendreiro = pcxegueiro
(Carré) "duraznero", que es el "Prunus pérsica Stokes, var. laevis" y
gilbergo (Damtín, p. 95) con que, «n Rioja, se designa el "Prunus i)ersica
Stokes, var. nucipersica" (46), forma ésta que recuerda mucho la IMIO-venzal-
oaitalana alberga, apuntada por REW 6427. Falbra 'SÓlo registra
alber.je m. "fnút de rallbergener" y albergener m. "varietat de presse-guer".
22 Si al lado del gallego-portugués y salmantino silva "zarza" (47)
(46) Lázaro III/125 "Pérsica vulgari« Mili." no registra SÍTIO los nombres
vulgares melocotonero, pavía, albérchigo, durazno, prescal.
(47) Silva (Figueiredo) "nome de varias plantas rosáceas, especial-menite
da silva de amoras (que es la zarzamora "Rubus discolor W." y
"R. thyrsoideus Wimm.") y silvado "tapume, feito de silvas"; silva.
(Dice. Acad. para Salamanca) "zarza". El escaramujo "Rosa canina L."
que vive en terrenos incultos, matorrales, «etos o sebes y es muy usadlo
para formar valladas (Mantero), se llama, aegún este autor, «n Galicia
silva macha (Oarré registra isólo silvo m/icho) y en Portugal silva macha
(Figueiredo) "roseara canina; cresce sem cultura, nos matos e vala-dos".
[¿Aquí también el leonés silva del Dice. Acad., y Dantín, p. 135,
I HLí.iLi:;,'uCi P. ViUfliniPAL
Santa Cruz de lenerifi 157
que, según REW 7924, viene del griego silybum "cardo" (48), tuviéramos
•también la forma gilva, xilva, explicaría esto mejor la influencia de la
etimología papular, paralelo a gübardeira, donde entra barda. La influencia
de silva es evidente en el gall. silvarda (49) [Carré] "brusco, planta
perenne, semejante al mirto, que se usa para hacer escobáis" (50). Pero,
no encontramos gilva, xilva; comp., sin embargo, los nombres gallego-portugueses
del "jilguero": gall. xílgaro, pintaxilga; port. piutassilgo.
pintassilga, pintassirgo, pintaxilgo, pintexügo y, para la Madera y i&,
provincia del Miño piníassilvo, palabras no registradas en el REW 7924,
pero si el esip. pintacilgo smb 6512 pingere, donde Meyer-Lübke remite
al- 7924, es decir, que ve en la segunda parte una derivación de sily-bum.
Apéndice
En el Quijote encontramos trece veces la palabra barda. Copiamos
los diferentes pasajes para hacer después algunas observaciones; citamos
Miguel de Cervantes, El ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha,
nueva edición por Juan Suñé Benaigea, 2 tomos, Baircelona 1932 (parte,
cap. y pág.).
"serbal común" que es el "Pirus (Sorbus) domestica L."?] Para escai«-
miujo da Mantero, p. 131, también el nombre vulgar castellano galabardera
que el Dice. Acad. explica del ár. persa calb "perro" y uard "rosa".
¿No halbrá en esta jmlalbra también influencia (o quizás composición) die
barda?
(48) REW 7924 gilybum "cardo" apunta como derivación el esp. jilguero,
silguero que es el "CardueUs carduelis" (véase J. FLISBT TUBIÁ,
Manual de zoología, 45 ed., Barcelona 1944, p. 705, donde va ajpuntado
además el nombre vulgar esp. cadarnera; REW 1686 carduelis da como
derivación el valenciano cademera que debe ser lo mismo que cadarnerQ
de Fuset). Para jilguero, silguero Menéndez Pidal había propuesto la
etimología • sericarius, etimología rechazada por Meyer-Lübke como formal
y semánticamente más difícil. No cabe duda que en favor del REW
hablan los muchos nombres del jilguero derivados de palabras que designan
"cardo" (por gustar el jilguero alimentarse de las simientes del cardo)
en otros idiomas; cpr. alemán Distelfink (literalmente "pinzón de
los cardos"), fr. chardonnerct, y el esp. cardelina, cardalina y REW
1685 y 1686.
(49) Mantero, p. 33, para Galicia gilbarda.
(50) Cpr. los nombres vulgares eaistellanos, Mantero, p. 33, para
"ibruisco": escobines, escobina.
158
•11/3,529 "aun hay sol en las bardajs". Es una expresión "con que se da
'a entender no estar perdida la esperanza de conseguir una
cosa.
1/13,101 "y por el mesmo caso que es'tuviese [el calballero andante]
sin ellos [se. amores], no sería tenido por leigítimo caballero,
sino por bastardo, y que entró en la fortaleza de la caballería
dicha, no por la puerta, sino por las bardas, como salteador
y ladrón".
1/17,137 Cuando don Quijote vio que Sancho fué manteado, "probó a
subir desde el caiballo a las bardas".
1/18,139 "yo confirmo [dijo don Quijote] esto [de que la gente que
manteó a Sancho eran fantasmas] por haber visto que cuando
estaba por las bardas del corral, ... no me fué posible subir
por ellas...".
ibidem "...el no poder saltar las bardas...".
11/2,522 Dice Sancho: "...pero cuando a mí me manteaban como a
miembro, ae estaba mi cabeza detrás de las bardas, mirándome
volar poír los aires sin sentir dolor alguno" (alusión a
"cuandlo la cabeza, duele, todos los miembros duelen; y así,
•siendo yo tu amo y señor, soy tu cabeza y tú mi parte, pues
eres mi oriado").
1/44,425 "...aun sería 'bien que uno de vosotros rodease toda la venta,
porque no se fuese por las bardas de los corrales".
1/31,288 Sancho dijo a don Quijote que había entregado la carta a
Dulcinea "...ahora sólo se debe de acostumbrar a dar un pedazo
de pan y queso, que esto fué lo que me dio mi señora
Dulcinea por las bardas de un corral, cuando della me despedí".
11/8,559 Don Quijote acompañado por Sancho pasa poír el Toboso para
tomar la bendición y buena licencia de la isdn par Dulcinea:
"...respondió Sajncho... tengo por dificultoso que vuesa merced
pueda hablarla, ni verse con ella en parte, a lo menos, que
pueda recibir su bendición, sd ya no ®e la echa desde las bardas
del corral, por donde yo la vi la vez primera...".
—^"¿Bardas del carral se te antojaron aquéllas, Sancho—dijo
don Quijote—, adonde o por dónde viste aquella jamás bas-
159
tantemente alí^bada gentileza y hermosura ? No debían de ser
sino galerías, o corredores, o lonjas, o como las llaman, de
ricos y reales palacios".
^"Todo pudo ser—respondió Sancho—; pero a mi bardas me
parecieroin si no es que soy falto de memoria".
—Con todo eso vamos allá, Sandho—^replicó don Quijote—,
que como yo la vea, eso se me da que sea por bardas que
por ventanas, o por resquicios, por verjas de jardines...".
1/41,393 Donde cuenta el cautivo su vida: "Estando en estas y otras
muchas razones, llegó un moro corriendo, y dijo a grandes
voces que por las bardas o paredes del jardín 'habían saltado
cuatro turcos, y andaban cogiendo la fruta, aunque no estaiba
madura".
¿En qué acepción usa Cervantes la palabra bardas (siempre en plural)
?
En el refrán "aun hay sol en las bardas", las bardíi¡s pueden ser, evidentemente,
"la cubierta de sarmientos que cubre las tapias", pues |la
parte superior de la tapia es donde por más tiempo da el sol.
Por el relato del cautivo podemos asegurar que bardas son "las paredes
del jardín". ¿Es necesario que estas paredes estén hechas de tierra
amasada y apisonada? ¿No puede ser también cualquier seto? Seguro es
que Cervantes usa aquí la palaibra en una acepción no registrada por el
Dice. Acad., si no es el aragonés barda. Si barda, en el relato del cautivo,
es "seto de esipinos", podríamos pensar en una .palabra leonesa, ya que
él cautivo es oriundo de lap montañas de León (1/39,369); en eate oaiso
sería posible una influencia gallego-portuguesa.
Cuando Cervantes habla de las bardas dfl corral, podemos afirmiaT
también que las bardas son "tapias, paredes" o quizás "setos", de otro
modo no hablaría de "bardas del corral" sino de "bardas de la tapia": el
sentido de "tapia" (o ¿ "seto" ?) se desprende también de la contestación
de don Quijote: "no deibían de ser bairdas sino galerías, o corredores, o
lonjas".
El Dice. Aut. da para barda la misma explicación que el Dice. Aead.
"cubierta de esipinos... sobre las tapias". Como ejemplo da Don Quijou*
1/18 "el no poder saltar las bardas". En este pasaje y en los dos que se
refieren al manteo de Sancho, es más difícil averiguar la acepción de la
160
palabra. Dice Cervantes, 1/17,137: "las voces que el mísero m(anteado daba
fueran tantas, que llegaron a los oídos de su amo, el cual... claramente
conoció que el que gritaba era su escudero; y volviendo las riendas,
con un penado galope llegó a la venta, y hallándola cerrada, la rodeó por
ver si hallaba por dónde entrar; pero no hubo llegado a las paredes del
corral (que no eran muy altas), cuando vio el mal juego que se le hacía
a su escudero... Probó a subir desde el caballo a las bardas, pero estaba
tan molido y quebrantado, que aun apearse no pudo". ¿ Son aquí sinónimos
paredes y hafdais'! Probablemiente, porque Sancho II/3 dice "se es
taba mi cabeza detrás de las bardas", lo que se refiere mejor a la pared
entera que no a la -sola "cubierta de sarmientos".
También 1/13 parece convenir mejor a "muro, pared, vallado".
REW 955 registra el esp.-port. barda como "armadura del caballo",
"cubierta de los muros", "seto", "seto vivo". Repetimos que los diccionarios
oficiales españoles no dan la palabra en estas dos últimas acepciones
como de uso general; pero véase el derivado bardal (Dice. Acad.) "cubierta
de sarmientos, etc.... sobre las tapias" y "seto o vallado de espinos".
Véase, además, Asín Palacios, Glosario, N2 68: bardonech (conl
ch francesa), bardan, burdarh (la d, las tres veces, linguo-dental, sonora,
fricativa) "especie de espino, cardillo". Es sorprendente que Asín Palacios,
que ve en bardan y bardoncck aumientativos, los relaciona con el
germánico barda "hacha, azuela" REW 954 y no con el árabe barda'a HEW
955 donde van apuntados, como ya hemos dicho, el ©sp. y el aragonés
barda, citados por Asín Palacios.
4. EMBELESO, EMBELESADO
Redactado ya este artículo, ha llegado a nuestras manos la obra que,
de seguro, habrá de contribuir extraordinariamente al estudio lingüístico
de los nombres vulgares de las plantas españolas; hablamos del Glosario
de vocCs romances de Miguel .A0n Palacios.
Con ongullo y satisfacción comprobamos que hemos llegado a la misma
conclusión qae el gran arabista acerca de la etimología de cmbelí snr.
A pesar de eso no oreemos supérfluo la publicación de este artículo por
los siguientea motivos:
19 Tratamos de poner la palabra en relíición con otra».
22 Estudiamos, aunque muy superficialmente, el valor de la palabra
161
en oibrais literarias. Los «jemplos literarios los Ihemos recogido en una
lectura harto desordenada; estamos convencidos que «e podrían encontraír
ejemplos más tipióos y tal vez acepciones distintas.
32 incluímos la acepción genuinamente canaria y esto es lo más importante
d«sde nuestro punto de vista.
A. embarbascar
Viera 1/173 dice: "Bien S'abido es d uso que se suele hacer también
entre nosotros de esta leche (se trata de la leche del cardón "Eupihonbia
canariensis L.") para aquella suerte de pesca divertida, en la cual embarbascando
los igrandes charcos de los arrecifes del mar, se embriagan y
atosigan los peces, de majnera que flotan en la superficie del agua". Da
esta operación de emibarbascar el agua halbla Viera 1/12,69,195.
Este verbo embarbascar lo define Alemany "inficionar el agua para
entontecer los peces"; el Dice. Acad. trae envarbascar "inficionar eí
agua con verbasco u otra substancia análoga para atontar a los peces";
port. embarbascar (Fiígxieiredo) "facer entontecer com barbasco (os pei-xes)",
"termo antigo, o mesmo que embasbacar que WiJdik traduce ,por
"erti^bobarse, aturdirse, quedar estupefacto" y que Bluteau explica "ficar
totalmente enlevado, embelesado en alguma ooisa" (51).
Embarbascar es uma formación parasintética de barbasco, verbasco,
REW 9218 verbascum (dice REW: "servia y en parte sirve aun hoy (en
Europa occidental y meridional para atontar los peces"; Plinio no parece
hablar de esta virtud del verbascum, pero sí Asín, Glosario, N? 74: "Say-karan
se aplica a toda planta con la que se embriaga a los peces y otros
animales... De ellas es el saykaran blanco... que en lengua romance de
España se llama bcrvachco (oon ch francesa)". Néstor Álamo, RHist. 68
[1944] p. 383, trae algunas voces que el P. José Gumilla, S. J., emplea en
Orinoco ilustrado, Madrid 1741, y que este misionero da por pertenecientes
a dialectos distintos de las tribus pobladoras de aquellas regiones;
(51) ¿No es el port. embasbacar metátesis de embarbascar 1 Piguei-redo
une embasbacar "pasmar, mostrar-se ibasbaque, |^mirar-e€ ingenuamente"
con basb'tqxie "individuo, que se espanta de tüdo", y en Nascen-tes
hasta leemos embasbnear "A. Coelho afirma que Parodi liga esta ,pa-lavra
a emhobaear, por medio de im'x-bnvicare". No encontramos embabucar
en Fiígueiredo; Dice. Acad. trae sub embabucar "embaucar" el
verbo port. embabucar.
162
entre estas voces: barbasco "raíz del color y heohura de un tronco de parra.
Madhacada y suelta en el agua de arroyos o ríos pequeños quedan
los peces oomo emibriagados, saliendo a la superficie, no habiendo otro
trabajo que echarlos en la banasta. Era pesca alegre y divertida". Apuntamos
también un pasaje de la novela venezolana de Bómulo Gallegos,
Doña Bárbara, Col. Austral, Buenos Aires 1942, p. 155/56, donde se habla
de un joven, a quien D* Bárbara quiso atraer: "Ese como que es de
los que no ise emborrachan, ni que les embarbasquen el agua—^respondía
el interpelado, aludiendo al bebedizo erabrujadoír que D* Bárbara les daba
a los hombres que enamorara, paira destruirles la voluntad".
El verbasco que se usa para esta clase de pesca es el "Verlbascum
thaipsus L." (Lázaro III/236-37, donde sólo figuran lo® nombres vulgares
gordolobo, tripa, qae, según Alemany, son ftinónimos de verbasco, bar-basco;
de esta planta dice Lázaro: "esta... especie se usa machacada para
la pesca fraudulenta en los arroyos").
El "Verbascum thapisus L." ise llama
en español: (Mantero) gordolobo macho blanco, verbasco, guardalobo,
candela regia, chopo blanco, turciburci, candelera,
candelaria, barbasco, rabasco, engordalobo, jopo
de zorro.
en gallego: (Mantero) saoane, seoane, San Juan.
en catalán: (Mantero) blenera, candelera, trepó, cua de moltó, re-palasa
borda.
en valenciano: (Mantero) engordalobo, fulla barruda, trepó.
en vascuence: (Mantero) ostaza, apobelarra.
en portugués: (Figueiredo) verbasco, barbasco, círio-do-rei.
en francés: (Valmont-Bomare) molene, cierge de Notre Dame,
bouillon blanc (para bouillon blanc véase REW 1386).
en alemán: Koenigskerze, Wallkraut.
Nótese la concordancia del esp. candela regia, port. cirio-do-rei y
alemán Koenigskerze.
Ya hemos dicho que en Canarias se embarbasca los charcos con la leche
del cardón "H^phorbia canariensis L.". Véase la Relación inéditd
(inota S) p. 75: "En común lon estas siete yislas ay matas diferentes die
las de España e otras partes, como cardones, que tienen vna» pencas o
bracos quadrados de dos o tres varas de medir de alto, y ecihan leche
163
quando los quiebran, que «i las ponen en los charcos de los peces los ym-briagra
y mata", Néstor Álaano en RHint. 68 [1944] p. 383: "En mi pueblo,
Támara, todos los años se iba a em'barbascar con leche de cardón
(cogida tradicionaimente en la Montaña del Gallego), al Charco del Río,
en lo más inaccesible casi de la costa norte, junto a la Cuesta de Silva"
(52).
B. «iiiibeleñar
Un ejemplo paralelo a embarbascar nos lo da el esp. embeleñar
(Dice. Acad.) "adormecer con beleño, embelesar", composición parasintética
de beleño, que es el "Hyoscyamus niger L." de la familia de las soJa-náceas
(Lázaro III/234-35) y se llama
en español: (Mantero) beleño negro, vclcño neyro, yerba loca;
benjí, adamanta (Aguiló sub jusquiam).
en gallego: (Mantero) herba dos ouvidos, herba do gorgullo, mei-mendro,
mimendro.
en aragonés: (Aguiló sub jusquiam) yerba loca.
en catalán: (Mantero) herba caxalera, herba caixalera, herba de
la Mare de Deu, tabac bort, jusquiam; (Aguiló) tabaco
de paret.
en balear: (Aguiló sub jusquiam) capseta, xuclamrl.
en vascuence: (Mantero) crabedarra,
en portugués: (Figueiredo) mcimendro, vclrnho.
en francés: jusquiame.
en alemán: Bilsenkraut.
(52) Millares, Como hablan... trae el part. adjetivado embarbascado
"comprometido, gravado. Se aplica a los bienes, al capital. Cuando se dice
que todo lo tiene embarbascado, nos referimos al pobre que sucumibe
al peso de sus hipotecas, de sois retros, de sus letras vencidas y protestadas".
Este adjetivo que, a primera viste, parece relacionairse con el verbo
estudiado "aiturdido por el peso de su» deudas (como un pez embarbasca^
do)" viene de embarbascar (Dice. Acad.) "enredarse el arado en las raíces
fuertes de las plantas al tiempo de romper la tierra...". Tanto Cova-rrubias
embarbascado "el negocio que tiene muchas dificultades y embarazos"
como el Dice. Aut. embarbascado "dificultoso, enredado y mui
dxidoso: como Pleito ü dependencia ardua y difícil de componer y desatar"
unen la palabra con embarbascar "trabarse el arado en las raíces fuertes".
164
REW trae beleño, veleño en el N5 1(022 ¿galo? belenion. Toda esta
planta, soibre todo la raíz, es narcótica. Veamos lo que dicen algunos autores
sobre esta plaaita.
San Isidoro de Sevilla en sus Etimologías, lib. XVII, cap. 9: "Hyos<:ya-mos
a Graeois, a Latinis Herba calicularis, quod caliculi eius in figuram
cantharorum nascantur, vt est mali Punici, quorum ora serata sunt, ha-bentia
intrinsecus semina papaueris sLmilia. Haec heriba, & insania voca-tur,
quia eius vsus periculosus est. Denique si bibatur, vel «datur, insa-niam
facit, vel somni imaginem torpidam. Hanc vulgus Milinúindrum d¡-
d t : propter quod alienationem mentis inducit". Para milimiiulrus véaise
REW 5571.
El Thesaurus linguae Latinae, 4 tomos, Lugduni 1&73', beleíiium
"Aristoiteli libro de plantis, olim delibutorium in Perside venenum erat;
tnanslatum autem in Aegyptum et Palaestinam, sine perioulo mandi coe-pit".
A este pasaje se refiere la anécdota del doctor mirabiliis Rogerio Sacón,
relatada por Menéndez Pidal en El habla de la España mozárabe y
los orígenes del español, publicado a modo de introducción en El idioma
español en sus primeros tiempos, Col. Austral, Buenos Aires 1942, páginas
13-14.
Laguna, el traductor de Dioscórides (1555), lib. IV, cap. 70, nos cuenta
um recuerdo personal que merece la pena de ser copiado: "...el año
quarenta y tres en Mets de Lorena, que estuue mas de 15 diais sin dormir
sueño, ni poder hallar orden para lo prouocar, vino a mi vna veje^uela
'Pudiesca, la qual tenia vn lindo talle de bruxa... tomó la funda de vnia
almohada, e hinchióla (sic) de las ¡hojas desta valerosa planta, y después
de llena, me la metió debaxo de la oalbe<;a; el qual remedio fue tan
acertado, y tan prompto, que luego me adormecí, como si me infundierea
(sic) por los ojos eil isueño. Verdad es que desipues de auer dormido de-vn
boleo 6 horas, desperté como atónito por razón de aquel vapor grues-so,
y friígidissimo de la yema, que a mi parecer me auia apilado las viais
de los sentidos. Por donde boluiendo al segundo sueño me hize meter entre
la cabeca, y la dicha almohada otra almdhadilla de lana, y assi dormí
con menor pesadumbre hasta que poco a poco vine a restituirme en mi
constitución natural y primera costuníbre".
Covairruibias sub veleño "cierta mata conocida en Etepaña, y muy vulgar,
cuyo sugo tiene virtud de acarrear sueño, y las mesmas hojas enfundadas
en algún azerico, o almohadia: tienen la mesma virtud, no «e
165
deue vsar della, isin orden de los Médicos. Los Griegos la llaiman hy"os-cyamos,
que quiere dezir haiba porcina, porque en comiendo de aquesta
planta los puercos, se estiran luego y se mueren si súbito no leis echan
aigpua encima, o no tienen alli cerca algún cangrejo que coman, con el qual
cobran la sanidad perdida".
Encontramos el venbo pm-brifíñnr en su sentido propio de "envenenar
o adormecer con beleño" en la traducción anónima del Conde Pnrtinuplrx
(siígrlo XV, impreso en 1613), Col. Austral, Buenos Aires 1944, págs. 47
y 48. La madre de Partinuples quiere que su hijo se case con una sobrina
del Santo Padre; Partinuples está enamorado de la emperatriz Melior,
a quien ha dado palabra de casiamiento; para debilitar la voluntad del
hijo e imponerle la suya propia, la madre y el cardenal, cómplice de ella,
recurren a un ardid: "Y desque esto vido la señora madre suya, que su
hijo era perdido, que la hada lo tenía encantado, e para esto ordenaron
de le dar beleño en el vino. Una nocihe estando cenando, así lo hicierottv
como lo pensaron. E después que fué embeleñado, truxeron a la doncella
delante de él muy puesto... E cuando fué la mañana que se le quitó eJ
beleño...".
Pero ya mucho antes encontramos embeleñar y embrleñndo en senr
tido figurado de "envenenar con palabra o promesas" y "loco, «in juicio",
respectivamente. Bn Gonzalo de Berceo, Milagros de Nur^stra Señor*a,
(alrededor de 1240) Clásicos Castellanos, Madrid 1922, copla 729: "recudióla
Teófilo como embellinnado" (nn=ñ véase copla 730 suermo, copla
781 engannado; II parece grafía para í, véase en el mismo Berceo, Vida
de Sancto Domingo de Silos, Col. Austral, Buenos Aires 1943, copla 63S,
vigilias «1 lado de vigillias en la copla 634; allumnnda "alumbrada", copla
'626, al lado de alumnados en la copla 623). El Arcipreste de Hitia,
El libro de buen amor, Madrid-Buenos Aires 1939, de la primera mitad
del siglo XIV, copla 392: "con tus muchas promesas a munohos envely-ñas",
y copla 918: "encantóla de guisa, que la enveleño".
C. embele»ar(»e), embelesado, embeleso
El Dice. Acad. explica embelesar tr. "suspender, arrebatar, cautivar
los sentidos" y embeleso (también embrlrSarniento) "efecto de embelesar
o embelesarse; cosa que embelesa, p. e. esta escena es un embeleso",
paljabras que se corresponden con las alemanas "entzücken", "Begeiste-
166
rung, eine wahre Wonine", respectivamente. Con sentido análogo al español
apunta Fig:ueiredo cmhHfízar "encantar; arrebatar os sentidos;
cativar" y los substantivos emhflézn (desusado) y f'mbclrzo.vwnto "acto
ou efeito de embelezar" y Bluteau (1789) rmhellezar "attraihiÍT a laítterir
530", "enlevar, encantar, emibebedar com a belleza, formosura" y embfí-llezarse
"ficar erwbellezado, enlevado no que he bello, ou parece ser".
Consultando diocionarios más antiguos vemos que, en otros tiempos,
las dos palabras que nos ocu'pan, tenían, al lado del valor actual, una
acepción más fuerte y violenta: embelesar (Covarrubias) "pasmar", "embelesarse
'alguno, es quedar sin sentido ni mouimiento" y cmbrlrsadd
(Ídem) "el pasmado, alhsorto, traspuesto".
Veamos algunos ejemplos literarios de las palabras cmbrlesor, etc., recogidas
«n una lectura muy desordenada.
El ejemplo más antiguo—y, para nuestro caso, más interesante—que
hemos encontrado está en la Cnlrstina [¿1499?], acto IV (530. Areus^a,
después de haberse enterado de la muerte ignominosa de su amante, exclama:
"¡Oh fuerte tribulación! ¡Oh dolorosas nuevas, dignas de mortal
lloro! ¡Oih lacelerados desastres! ¡Oh pérdida incurable! ¿Cómo ha rodeado
tan presto la Fortuna su rueda? ¿Quién los mató? ¿Cómo murieron?
Que estoy embelesada, sin tiento, como quien cosa imposible oye".
En ningún otro texto literario hemos encontrado embelesado en una
acepción tan violenta; poco a poco parece haber experimentado la palabra
(y probalblemente su progenie) un desplazamiento de sentido; cpr. el francés
navré primitivamente "herido" > "afligido".
Si en la Celestina, embelesado es "fuera de sí, sin juicio ni sentido
por un gran dolor", Cervaintes, después, usó la palabra con una significación
más débil: "atontado, turbado, confuso, arrebatado, pasmado, ensimismado".
Hemos consultado Don Quijote (en la edición citada en el
apéndice de gilbarbera); La ilvstre fregona, Rinconete y Cortadillo,
Coloquio de los perros en la Nov. pie. esp.
Don Quij. 1/28,253 La joven vestida de hombre se ve descubierta
por el cura y Cárdenlo: "En tanto que el cura
decía estas razones, estaba la disfrazada moza
(53) FERNANDO DE ROJAS, La Celestina, Col. Crisol, Madrid 1944,
p. 408.
167
como embelesada, mirándolos a todos, sin mover
la/bio ni decir palabra alguna, bien así como
rústico aldeano que de improviso se le muestran
cosas raras y del jamás vistas".
Don Quij. 11/53,895 A Sancho, gobernador de la ínsula, le anuncian
que han entrado en la isla infinilos enemigos':
"Con este ruido, furia y alboroto, llegaron donde
Sancho estaba aitónito y embelesado de lo que
oía y veía".
Don Quij. 11/68,1007 Don Quijote y Sancho, después de la cerdosa
aventura, son rodeados por hombres de a caballo
y de a pie que les cuibren de toda clase de
improperios: "Iba Don Quijote embelesado, sin
poder atinar con cuantos discursos hacía, qué
serían aquellos nombres llenos de vituperios que
les ponían".
Rinc. y Cort. p. 104 "...le comenzó a decir [Cortado al sacristían a
quien, poco antes, había quitado una hol.«a] tantos
disparates, al modo de lo que llaman bernardinas,
cerca del hurto y hallazco de su bolsa,
dándole buenas esperanzas, sin concluir jamás
razón que comenzase, que el pobre sacristán estaba
em'belesado, escuchándole... el sacristán le
miraba de la misma manera, estando colgado de
sus palabras. Este tan grande- embelesamiento
dio lugar a Cortado que concluyese su obra, y
sutilmente le sacó el pañuelo de la faldriquera...".
Viana (54) Dácil, la bella infanta guandhe, ve por primera
vez al capitán castellano Gonzalo de Castillo; al
momento se enamora de 61: "y ella se estaua en
el embelesada, / vencida y llena de vergnenga honesta".
(64) ANTONIO DB VIANA, Antigvvdadrs de las islas nfortnnnrlns de
la Gran Canaria, Sevilla 1604. Edición nueva oon ortografía moderna. La
Laiguna 1905 (ed. 1604, hoja 88 anverso; edi. 1905, p. 128).
168
R. Gallegos (55) p. 30
Ídem p. 157
Ídem p. 181
"...los juegos a que ellas [las niñas] se entregaban
ya no eran saltos y carreras, sino torneos
de canciones o corrillos embelesados en los maravillosos
cuentos que Remota no se cansaba de
inventar".
"...interrumpió su ocupación y sonrió embelesadamente".
"Sorprendido el guajirito, se enderezó y se quedó
embelesado contemplándola y oyéndola..,".
Don Quij. 1/23,200
Don Quij. 11/11,579
Don Quij. 11/19,644
Ilustre fregona, p. 74
Col. perros, p. 152
Embelesamiento y embeleso
Cardenio cuenta a Don Quijote y a Sancho su
vida: "y estando en lo mejor de su plática, paró
y enmudecióse; clavó los ojos en el suelo por
un buen espacio, en el cual todos estuvimos quedos
y suspensos, esperando en qué ¡había de parar
aquel embelesamiento, con no poca lástima
de verlo...".
Después del momento tristísimo de la carrera de
Don Quijote, cuando Sancho le hubo presentado
las tres labradoras como Dulcinea y sus doncellas:
"de su embelesamiento le volvió Sancho
Panza, diciéndole...".
Cuando Basilio supo que la hermosa Quíteria
se casaba con Camaoho el rico, se le ha vuelto
el juicio: "mira de cuando en cuando al cielo, y
otras veces clava los ojos en la tierra, con tal
embelesamiento, que no parece sino estatua vestida
que el aire le mueve la ropa".
Viendo Avendaño la hermosa fregona: "no acertó
a preguntarle nada: tal era su suspensión y
embelesamiento".
Cuenta el perro: "Cada mañana... amanecía sentado
al pie de un granado... un mancebo, al pa-
(55) RóMULO GALLEGOS, Sobre IM misma tierra. Col. Austral, Buenos
Aires 1944.
• 169
recer estudiante... ocupábase en escribir en un
cartapacio, y de cuando en cuando se daba palmadas
en la frente y se mordía las uñas, estando
mirando al cielo; y otras veces se ponía tan
imaginativo, que no movía ni pi« ni mano, ni
aun las pestañas: tal era su embelesamiento".
Dorotea, p. 495 (56) A la pregunta de Dorotea: "Luego ¿no es don Fernando
gentil hombre?", contesta Gerarda: "No,
por cierto, niña, mirado a partes, sino que a
' vosotras la invención os engaña, el embeleso y la
elevación, las lagrimillas mujeriles, los sus-piros
a medio puehero, como muchacho acabado de
r.zotar que ha perdido el habla".
Fr. J. de Sosa (57) "Y por qué 'la música además d« ser la que levanta
el espíritu a Dios Nuestro Señor, es tan antigua
«n el mundo, como Túbal séptimo descendiente
de Caín, que fué el primero que dio principio
a este arte, siendo tan poderoso, aán en aquellos
tiempos, que dice Teodoreto, que por la música
consi'guió la familia de Caín estando mailde
cida del Señor, mezclarse con los descendiente»
de Set, los cuales se expusieron, por gozar de este
em'beleso gustoso a perder el renombre de hijos
queridos de Dios...".
R. Gallegos, p. 187:" Volvió él de su embeleso...".
No es cosa fácil determinar, de una manera que no pueda dar lug^ar
a disouisiones, las acepcdones de estas palabras; una cosa podemos dedu-
CÍT con seguridad de estos ejemplos: embelesar, etc., tenían, en un tiempo,
una aiguificación bastante alejada de la de hoy. El embelesado no
era, pues, como hoy, sólo una persona entusiasmada, arrebatada, sino una
perwona aletargada, sin sentido ni movimiento. Si se hubiera tenido en
cuenta este cambio semántico, segruramente no se habría incurrido en proponer
las etimoilogíae siguientes:
(66) LOPE DB VEGA, La Dorotea, Col. Crií»ol, Madrid 1944, acto V,
esc. i.
(67) FRAY José DE SOSA, Topografía de la isla de Gran Canaria,
año 1678; Sta. Cruz de Tenerife, Biblioteca Canaria, 1943, p. 146.
170 •
El Dice. AcOfl. (58) cree que cmhzlcsar viene del port. embcUezarl
de belleza; Figueiredo también deriva cmbch'znr de bcleza; etimología
que podría apoyarse en el galicismo portugués rmhrlcznr (Figueiredo)
"tornar belo, aformosear" (59) que tiene que ser el fr. cmbfUii- (60).
La Enciclopedia de Espaisa Cal pe (sub nmbrlfíso) une embeleso con
embeleco "embuste, engaño"; explica embeleco de tn-I pellectum, participio
de pellieere. La etimología propuesta por Bspasa CJalpe es inadmisible:
pellectum habría dado en esp. pelecho (cpr. direcíu > derecho,
arrectu > arrecho) o, si fuera palabra culta pele{c)to, pero
nunca peleco o beleco (véase Menéndez Pidal, Gram. § 50 y § 3,2). Para"
el port. Figueiredo apunta embelecar y embeleco en las mismas acepciones
como el esp. y deriva el verbo con duda de impUcare, etimología
también inadmisible (cpr. appUeare > port. achegar). Según Nascen-tes,
Coelho explica embelecar por composición parasintética de belo;
cm -f- belo -f- icare, explicacióin admisible por su forma, pero dudosa por
su sentido, porque "engañar con artificios" poco tiene que ver con bellus,
-a, -um.
El REW no trae ni embelesar ni embelecar, i Son de la misma procedencia
estos dos verbos? No lo sabemos. Es verdad que hay otros verbos
qae significan a la vez "embelesar" y "engañar"; cpr. el anticuado
gallego embaír (Canré) "embelesar, engañar", el adj. gallego 'embaidor
"embelesante, engañador"; eJ esp. embaír (Dice. Acad.) "ofuscar, embaucar,
hacer creer lo que no es*; el port. embaír (Figueiredo) "embalar,
engañar; iludir" al lado del fr. s'ébahír "étre surpris" (ébahissem/'nt
(58) Sabemos que, en general, no vale la pena de tomarse muy ert
serio las etimologías propuestas por el /))cr. Acad. (véase A. Steiger en
Vnx Románica IV [1939], p. 367). Pero, ya que tanto el Dice. Acad. como
Figueiredo dan la misma etimología, y ya que la palabra no ha eido
estudiada hasta ahora, si no nos equivocamos, no nos parece supérfluo la
discusión.
(59) Esta composición parasintética nos parece oib&urda'—en un tiempo
en que el subst. beleza "belleza" tenía todo su valor—para expresar
un concepto en que beleza no entra para nada. Además sería sorprendente,
isi esta composición se hubiera realizado con el saibst. y no oom el
adj. (cpr. port. aformosar, aformosear y no aformOsurar, aformosu^
rear). Confesamos que en embelezar "tomar belo, aformosear" no logramos
ver un galicismo. Creemos más bien que el pueblo portugués ha visto
en embelezar el soibst. beleza, dándole al verbo el nuevo sentido "hermosear".
(60) EoiiAnDO PiNHEiRO e ANTONIO DORIA, Diciondrio portugués-francés
Porto 1943, dan embelezar sólo en la acepción de "emibellir".
171
"étonnement extreme; admiration mélée de «-urpriae") y el cataJán csbn-lair
(Fabra) "deixar atónit, estupefaote, meravellaír". Se podría pensar,
para explicar embelecar de cmbelrsar en una substitución de supuestos
sufijos izar < -idyare e icar < -icwe, muy poco probable, ya que
el sufijo -irar no es productivo ni en esp. ni en port. Y dejemos la forma
cmbclrrar, pues no nos interesa para el estudio de embeleso.
Las explicaciones etimológicas de embelesar propuestas hasta aihora
son poco satisfactorias. Tratamos de dar una nueva interpretación.
En Canarias significan embeleso (Millares; Pérez Galdós sin explicación)
"sueño ligero, superficial y de corta duración"; coger un embeleso
(Millares) "quedarse adormecido un breve rato"; embelesado (Pérez
Galdós) "adormilado". Hemos oído embelesado también en el sentido de
"soñoliento, amodorrado" (schlaftrunken).
Aunque Alcalá en su Vocabulario andaluz (61) no registra la palabra
embelesarse "adormilarse", parece ser de uso corriente en Andalucía
(véase Valenzuela sub embeleso). El mismo Valenzuela nos da un ejemplo
literario de principios del siglo XVII. Se trata de un pasaje de Vi-oente
Martínez Espinel, Relación de la vida del escudero Marcos Obre-gán,
(1618), cap. IV: "...y llamé al lastimado mozuelo que más parecía
embelesado que dormido"; dice Valenzuela: "como se ve, Vicente Espinel,
como todos los andailuces, consideraban sinónimas las palabras embelesarse
y adormilarse" (62).
Los dos verbos embarbascar y embeleñar nos inducen a ver en embelesar
otra formación parasintética < belcsa, velesa que REW 1106
deriva del galo bilisa "Coldhium autumnale L.". El REW da el antiguo
(61) ANTONIO AI.HALA Yi?Nf;RSi,AnA, Vocabulario andaluz, Andú-jar
1984.
(62) Dudamos de la interpretación de Valenzuela. El mozuelo (relación
I, descanso 4). des^pués de una aventura amorosa frustada, fué atacado
y miordido por vn peirro y salió bastante maltrecho de esta lucha. Y
djoe Espinel: "Como toda la noohe hasta allí había sido tan inquieta y llena
de disguistos, ^pesadumbres y altercaciones.... lo que hasta la mañana
quedaba se durmió tan profundamente, que siendo yo de poquísimo sueño,
no desperté hasta que 'por la mañana dieron golpes a la puerta... Alcé el
rostro y vi que el sol visitaba ya mi aiposento, ...y llamé al lastimado mo^
zuelo, que más parecía embelesado que dormido". Se durmió corresponde,
sin duda, al fr. on, incluido pues el mozuelo. !. No quiere decir Espimeí
que el joven estaba atontado ipor las mordidas del perro, agotado "por la
lucha, abobado por el dolor y la conmoción ? Ángel Valbuena y Ptat,
Nov. pie. esp., p. 875, no explica la palabra.
172
prov. belsa, cat. velesa [="'beleño"] (63) y el esp. belesa, velesa, sin decir
de qué planta se trata. El Dicr. Arad, sólo trae belesa, mientras qoe
la Enciclopedia de Espasa Calpe velesa (belesa en el suptemento como
«inónimo de velesa). Asín Palacios, N5 72: "chitara} (rh y j francesas)
[dientelaria] y se llama belecha y bachilya (ch francesa)". En 'la adición
dice Asín Palacios: "M. L., 1106, identifica a la bilisa con el cólquico,
planta de las plumibagíneas, y atribuye al nombre origen galo; ... caat. ve-lesa,
belesa, de donde el verbo embelesar, pasmar, por las propiedades
venenosas del cólquico o belesa. La deformación bachilya, metátesis de
balicho,, no está regietrada por Simonet ni por M. L." De la indicación
de Asín Palacios se podría deducir que el BEW apunta sulb 1106 el verfbo
embelesar, lo que no es así.
La belesa ea la "Pltwnbago europaea L." (Lázaro 111/305) y se use, como
©1 veirbasco, machacada, para pescar en los ríos pequeños (Lázaro
III/236-37 y 111/805). Los nombres vulgares de la "Plumbago europaea
L." «m:
español: (Lázaro, Commelerán sub plumbago y Covarruibias sulb
velesa) belesa, velesa, hierba blesa, hierba del cáncer,
dentelaria, dentaria, hierba de San Antonio.
portugués: (Figueiredo »ub dentilaria) dentilaria, dentelaria, er-va-
das-fcridas, erva-de-santo-antonio (Wildik, erróneamente,
da para el esp. belesa la correispondencia port.
persicaria).
francés: (Valmont-Bomare srab dentelaire) dentelaire européen-ne,
herbé au cáncer, vulgairement malherbe.
alemán: Bleiwurz(el).
El comentario de Harduinus (64) [Plinio, p. 384]: "Romae, Herba di
S. Antonio appellatur; in Marsis, coligillo; in Illyricis, cucurida".
(63) No encontramos velesa, belesa en Fabra, tan rioo en nombres
vuligores de plantas.
(64) Caii Plinii Secundi, Historiae naturalis libri XXXVII, quo»
intenpretatione et notis illustravit loannes Harduinu» e Societate Jesu,
juasu Regis Christianissimi Ludovici Magni, in usum aerenissimi Delplhi-ni.
Editio nova emendatior et auctior. Parisii» 1741, libro XXV, cap. Í8
(págs. 384-S86).
173
Ya Juan López de Velasco (65), citado por Covarrubias sub embelesado
y enveleco relaciona el verbo con beLasa: "Juan López d'e Velasco,
velesa es vna yierua que emiborraciha las ouejajs, de do se dixo enuelesa-do.
Ninguno de los autores, que escriuen de plantas, le dan tal pi?opie-diad"
(66) y "Juan López de Velasco, vdesa es vna yerua que emborra-cJia
las ouejas; de donde se dize enuelesado" (67).
Covarrubias día vclesa para la "PluMbag^o euiropaea", "yerua conocida,
por otro nombre, yerua de san Antonio, dicitur etiam dentilaria, quod
dentium dollori mederi crederetur etiam manu retenta. Plinio, liib. 26,
cap. 18". Ignoraanos de dónde Covarrubias cita el ipasaje latino; en Plinio,
como se podría suponer, no se encuentra.
í Qué crédito podemos dar a la nota de Laguna, lib. II, cap. 126, ,sa-giin
la cual ©1 gingidium o cerefolium latino, en francés ccrfueil, planta
parecida a la paistinaca silvestre, es llamado en castellano por algunos
velesat (68). ,
(65) ¿Quién es este Juan López de Velasco? ¿Es el cosmógrafo español
del eiglo XVI, que prestó sus servidos a Felipe II, autor de instrucción
para la observación del eclipse de la luna y cantidad de las sombras
que S. M. mandó hacer el año 1577... y de Navegación de España a
las Indias occidentales 1
(66) Oomp. Lázaro 11/398 "Coriaria myrtifolia L.", llamada roldan,
emborrachacabras.
(67) Bs interesante que el mismo Covarrubias, 'sah wleño, ve en
embelesar el nombre de veleño: "De veleño entiendo auerse dicho enuele-aarse,
que es pasmarse, y estar emibelesado, y embelecos los engaños que
nos 'hacen los embustidores y charlatanes, que nos <sacan de sentido", y
sub embelesado; "Otros ddzen estar corrompido de embdensado, de veíe-ño,
pJanta conocida, que saca al hombre de sentido, y a todo animal, v»an-do
della. De aquí se dixo también Embeleco.el desuanecimiento que no»
causa vn mentiroso y fruncidor con cuentos y mentiras que ensarta y enreda".
Embelensado no lo encontramos en ningún diccionario y quizás no
ha existido nunca. Embelensado de veleño es impoeible; más bien paire-oerfá,
si ha existido, contaminación de embelesar y embeleñar. Tanto
Covarrubias como el Dice. Aut. relacionan embelesar y embelecar con el
verbo arábigo embellefc (Covamibias embelleh) "entontecer". No sabe^
mois si existe este veirbo árabe o no; ai existe, convendría sólo a embelecar
peiro no a embelesar.
(68) Bl Dice. Aut. recoge sin ningún comentario esta indicación de
Laguna, oopiándola al pie de la letra: "Hierba pequeña semejainte a la
Piastinaca sylvestre; aunque maa soitil, y espessa de hojas. Tiene la raiz
ipeqaieña, blanquecina, y algiin tanto amarga". Belesa, velesa para la
"Plumbago eu«>paea" faltan en el Dice. Aut. Laguna traduce en el mismo
lugar el texto de EHoscóridies: "Nace el gingidio (llannado de «ligunos
Lepidio)...". Probablemente de una traducción latina de Dioscórides tomó
Neíbrija "gingidium sive lepidium, herba est quae iHiap. velesa". i Fué
174
Es verdad que ningún diocionario consultado nos da el verbo embelesar
en el sentido de "atontar o envenenar con belesa" o "adormecer con
belesa", pero véase Covarrubias sub embelesarse, "quedar sin sentido ná
mouimiento" y, sobre todo, Coloquio de los perros en Nov. pie. esp., -pá'
gina 147, donde el vertxo embelesar parece acercarse mucho a su primitiva
acepción. A la supuesta pregunta del perro. "¿Por qué no deja de
ser bruja, pues sabe tanto, y se vuelve a Dios, pues sabe que está más
prompto a perdonar pecados que a permitirlos?", contesta la 'bruja: "A
esto te respondo, como si me lo preguntaras, que la costumbre del vicio
se vuelve en naturaleza, y este de ser bruja se convierte en sangre y
carne, y en medio de eu ardor, que es mucho, trae un frío que pone en
Nebrija el primero en dar velesa para "gingidium", recogido después por
Laguna y el D^ce. AuUl Quizás ha habido una confusión como se podría
deducir de Covarrubias, s-ub embelesado: "algunos han pensado que el
gingidio, que llamamos en Castellano vellosa, es la visnaga: la qual opinión
reohacja Matiolo". Es verdad que no encontramos en ningún libro el
nombre vulgar de vellosa, ni siquiera en el mismo Covarrubiais; el único
nombre que parece derivación de vellosa es vellosita (también oreja de
ratón, pelosUla, coca d" Polonia) Lázaro III/4B5, que es el "Pieracium
pilosella L." de la familia de las compuestas, planta muy diferente. En
Asín Palacios, N2 i640, vemos que ya en los siglos XI y XII ha habidio
confusión: Yerba aunella "es una especie de... p u e r r o s "Allium porrum
L." ... y se aplioa también este nombre al ... mastuerzo = "'Lepidium la-tifolium
L.", que es el chitaraj (eh y j francesas) [dentelaria = "Plumbago
europaea L."] andalusí. Así se explica, tal vez, Asín Palacios, página
XXXV: "La belesa [chitaraj] crece en los montes y abunda en el Al-jarfe"
y la nota chilaraj "Lepidium latifolium L.", mientras que Asín Palacios,
en todos los demás casos, identifica la belesa [chitaraj] con la
"Pluníbago europaea L." (véase N5 72, 378, 649).
El cerefolium, ir. eerfeuil es seguramente la umbelífera "Antihriscuis
oerefolium Hoffm." (Lázaro III/154), llamado en esp. perifollo, cerefolio,
salsa de pastor, cerfull; snrfvll; cerefoll (Dantín, p. 48). A pesar de todos
nueS'tros esfuerzos no hemos logrado averiguar lo que es el gingi-dium;
véase Diet. science,s nat.: "La plante que Dioscoride nommoit-ainsii,
paroit étre d'apr^s les indications de C. Bauhin l'artedia sqamaita
de Linné (umbelífera de Siria). Dodoens, Lobel et d'autres nommoient de
méme le tordylium syriacum (otra umbelífera). Ce nom avoit encoré été
donné par Cordus et Daléchamps á deux carottes, daucus visnaga et diau-cua
gingidium (otras umbelíferas), mai» aucune de oes plantes ne l'avoit
conservé". De estas indicaciones podemos deducir que el gingidium debe
de ser una umbelífera. La visnaxja o viznaga es la umbelífera "Ammtt,
visnaga Lam." (Lázaro III/155) y no, como la indican Laguna (lib. III,
cap. 78) y Covarrubias soib viznaga, la daucus ("Daiicus carotta L. var.
sativa" = zana/iona). El lepidium, seguramente, no era minea sinónimo
de gingidium. Laguna mismo, lib. II, cap. 165, da lepidio en cast. mastuer-
<¡o salua^e; el mastuerzo es el "Lepidium sativum L." de la famiilia de
las cruciferas (Lázaro II/S49).
175
el alma tal, que la resfría y entorpece aun en la Fe, de donde nace un
olvido de sí misma, y ni se acuerda de los temores que con Diois la amenaza,
ni de la giloria con que 'la convida; y, en efeto, como es pecado de
carne y de deleites, es fuerza que amortigüe todos lo« sentidos, y jlios
embelese y abarte, sin dejarlos usar sus oficios como deben".
Restos de "atontar o adormecer con belesa" son el canario embele\-
sado "adormecido, soñoliento", embeleso "sueño ligero" y el andaluz
embelesarse "adormilarse". Interesante es además que la planta belesa
se llama en Cuba embeleso (véase Dice. Acad. sub embeleso y Suá^
rez «. V.).
Para el paso de "emborrachar, atontar" > "adormecer" > "cautivar
los aentidos, extasiarse", véanse por ejemplo:
español: emborrachar "causar embriaguez", "atontar, perturbar,
adormecer"; embriagar con las mismas acepciones,
y fig. "enajenar, transportar"; embriaguez al lado
de "borraohera", también fig. "enajenamiento del
ánimo".
portugués: embebedor "tornar bébedo, embriagar", fig. "alucinar,
perturbar"; evibebedamento (anticuado) "arrebata-mento,
éxtase; embriagar sinónimo de "embebedar",
fig. "enlevar, entusiasmar".
italiano: cbbro "ubriaco", "invasato da una pa!.«®ione", "preso
tutto da un forte sentimento".
francés: enivrer "rendre ivre", fig. "troubler, exalter"; enivrc-ment
"ivresse", fig. "transport"; enivrant "qui eni-vre",
"qui produit une certaine exaltation au propre
et au figuré", fig. "séduisant, exaltant"; ivre "qui a
le cerveau trouiblé par les fumées du vin etc.",
fig. "troublé par les passions"; ivresse "état d'une
personne ivre", fig. "transport, enthousiasme".
alemán: bcrauschen "betrunken madhen", "in Begeisterungs-taumel
bringen"; sich bcrauschen "sich ibegeistem";
berauscht sein "^betrunken sein", "begeisbert sein";
trunken "berauscht, toetrunken", fig. vor Frcude Irun-ken;
cpr. también schlaftrunken "noch nioht ganz
wach, dem Sohlafe nah".
176
Nos parece que queda bien demostrada la etimología de embelecar
< belezo, ("i^lumbaigo europaea L."); hay que recihazar como insostenible
la etimología propuesta por el Dice. Acad. y por Figueiredo: el
arrebatamiento de los sentidos no era debido—por lo menos no exclusivamente—
a sensaciones agradables o ibellas.
Puesto que el port. desconoce el nombre de bcLesa, velesa, debemos
aceptar como seguro que el port. embelLczur es un hispanismo y que el
esp. embelesar es una formación española castiza. Es verdad que la z
portuguesa no puede representar la s española. Para un estudio completo
de la palabra haría falta saber cuándo apareció por primera vez en
port. embellezar o embelesar. Los medios que tenemos a nuestra disposición
no nos permiten hacer esta investigación. Si se trata de un ennr
prestito auditivo, la palabra debe de haber entrado en el port. en el
tiempo en que la « intervocálica española aun era sonora (hasta el siglo
XVI); si no tendríamos en port. embelessar o embeiegar. Si se trata
de un em'préstito visual o gráfico, el paso .pudo haberse verificado
también en tiempos posteriores. Bluteau (1789), como lo hemos visto,
escribe embellezar, es decir, que relaciona el verbo con belleza, como lo
demuestra además au explicación "emibebedar com a belleza, formosu-ra",
acepción traída por lo% caibello®, según nos parece. Pero el mismo
Bluiteau, sub embasbacar, da "embe¿e«ado em aliguma coi'Sa", de dondie
deducimos que Bluteau escribía corrientemente embelesar, pero cuando
redactó el articuló, seguramente bajo la influencia de la supuesta etimología,
escribió embellezar (69).
í
ADDENDA.^—Parece que las tres plantas (verbasco, beleño, belesa)
se usaban para el cuidado de los dientes; Plinio (véase nota 64), p. 386:
"et verbasci radix decoquitur in vino ad colliiendos dentes"; p. 385: "den-tibus
remedio sunt panacis radix oommanducata, praecipue Ghironiae,
Ítem auccuis ooUutis; radix ihyoscyami ex aceto mandueata, item PoJemo-niae",
y Covarruhias sub velesa: "dicitur etiam dentilaria, quod dentium
dolori mederi crederetur etiam manu retenta" y como lo demuestran
además los nombres vuligares de la Plumbago en esp., port. y francés. Bl
(69) Inútilmente hemos buscado en Bluteau embelesado, embeleso
en otros artículos como "arrebatar", "embaír", "encantar", "enfeitiziar",
"enlevar", "extase", "sediuzir", etc.
177
beleño «ervía además como remedio de los dolores del oído, Plinio, p. 386:
"medentur & aurium doJori. ítem succus inunctus hyoscyami modioe".
Servía la ibelesa contra una enfennedad de los ojos, Plinio, p. 384: "nas-citur
vulgo molyíbdaena, id est, plumbagro, etiam in arvo, folia lapathi,
craasa radice, ihiispida. Hac commanducata si oculos subinde elinigatur,
plumlbum (quod est genus vitii) ex oculo tolUtur" (70). ¡Hloy se usa en
la islíi de La Palma el' beleño: su aumo sirve i)ara evitar las nubes de los
ojos, fliplicado inmediatamente después de espichárselos o golpeárselos (referencia
que debemos a la amabilidad de D. Juan Régulo Pérez).
(70) Sobre el plumbum de Plinio dice Harduintus, p. 384: "quod Pli-nio
plumbum, hoc Festo ampullas esse plúmbeas arbitror, quas & calces
vocat: hoc est, lívidas in palpebii» macubas".