Comunicaciones a la Dirección
El Padrenuestro en guanohe
ST. Director: El Dr. Wólfel protesta airadamente en las páginas que preceden
de que en la pág-. 116 de Miscelánea Guanche, yo le haya atribuido una in-terpretaK-
ión casi literal del Padre Nuestro para la frase "Alisa..."
Electivamente, lo hice consignando que sólo hablaiba de dos elementos de
la frase, y que aquella interpretación era la de Wolfol (al parecer), pero mi ex-trañeza
sube de punto al cotejar aquella exégesis con la que da al final del trabajo
que precede y observar que sólo difiere de mi texto en cuanto al valor dado
a Ktiaren o guren.
Respecto de la interpretación de Marcy, no puedo rosiponder, porque es tras
cripciÓTi exacta de sus palabras en una carta que tengo en mi ¡xMler. en la que
se extrañaba que hubiera quien por el beréber creyera posible enteiider esa frase
como "Padre Nuestro".
Dedica ailgunas frases el Dr. Wólfel a mi método (y al de los demás) para
decir que solo el suyo vale; dúscutir sobre ello es ocioso. Confío hallar, como
las tengo ya escritas, más conclusiones seguras con mi método, que las halladas
por otros caminos; y demostrar que mucha de las publicadas son totalmente disparatadas.
Precisamente la aplicación rigurosa que hago ahora me ha obligado
a desechar acercamientos que había aceptado en Miscelánea Guanche. Y la variedad
de interpretaciones que doy a la frase en cuestión obedece a que en ella
no poidía aplicarse mi sistema.
Todo el estudio del Dr. Wólfel deja muy en duda el problema de si se trata
del Padre Nuestro, y si su lenguaje es canario o guanche primitivo.
Yo puedo asegurar, sin temor a ser rectificado con verdad, ló siguiente:
a) quebihiera es un disparate gráfico de Abreu, que copió ma! a Espinosa,
y metió un - e r a - castellano en la palaibra quebehi indígena. Por tanto es absurdo
suponer que - era es sufijo pronominal canario ni erari tampoco tiene tal valor.
Tampoco creo en el valor de - aca.=.nueistro,
b) en guanche tinerfefto se decía achguayax afán achantan = "el que está
en los cielos", y como los elementos de esta frase paracen ser comunes a todo
el archipiélago, es seguro que la frase en cuestión, no es el Padre Nueatro de
Tenerife, ni quizá tampoco de las otras islas, por no contener eszsts palabras.
Esto está probado en una obra mía en prensa.
Es lástima que el Dr. Wólfel, tan benemérito y de quien tanto esperan lais
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investigaciones canarias, haya dado una importacia excesiva a discrepancias de
apreciación en una frase, que ni siquiera es segTiro que sean iguanche, para él
mismo.
Otras discrepancias más profundas tienen con él los berberólogas, y confío
que sólo mi método podrá hallar la luz y poner la convicción en uno y otro bando:
los que comparan con el beréber puramete, y los que comparan con el beréber
y con otras lenguas.
J. ALVAREZ
En tomo a la Dolorosa de Tejina
Sr. Director: En el periódico "El Día" correspondiente al 6 de junio ha aparecido
un trabajo de D. Sebastián Padrón Acosta, titulado "La Dolorosa de Te
jiña, obra de Lujan Pérez". En él su autor, basándose en la nota del Sr. Quintero
y Estévez, que figura en el libro 12 de Fábrica de aquella Parroquia, a continuación
de la cuenta de 1803, y que ya había sido publicada por nosotros en el
mismo diario y número correspondiente al 6 de diciembre de 1942, deduce la imposibilidad
de que esta interesante Imagen sea obra de Estévez, por la corta
edad de este tallista al escribirse aquélla, descartando, por su factura, la paternidad
del escultor Arroyo y llegando, por exclusión, a afimjar que es obra de
Lujan.
Acertadísimas, a nuestro juicio, las dos prianeras conclusiones, no llegamos
a tan categórica afirmación como la que hace el autor en la tercera, por falta
de prueba fehaciente. En nue-s^tra ai>inión la incógnita continúa. Pudiera tratarle
de una Imagen anterior a la fecha en que La Cruz la vi-stiera y estofara; hay
documentos que prueban que años antes al de 1803 había una Dolorosa en dicha
iglesia; pudiera ser de Lujan o de algún discípulo soiyo, o de otro escultor, de
dentro o fuera de las Islas. De todas maneras, como la Jabor de estofado y vestido
indiscutiblemente es de La Cruz, la obra del escultor queda reducida a la
talla en madera de la cabeza y manos de la Imagren.
L. R. O.