u . '•• ^W'";l'•'^t|
Tomo V Año X. Niimrrn I f j ^ " ' •'ntiíll Jiiiiin m i l
REVISTA DE HISTORIA
Oircctor-Propletariot
DR JOSÉ PEKAZA DE AVALA R. VALLABRIGA
Individuo correspondiente de la Academia de la Histeria
La Laguna de Tenerife (Islas Canarias)
De Antropología
Estudio de los cráneos antiguos de Canarias
Goii esU' i n i s i i i i i l i l u l u ha pnliliciidu la •Sítriodad española úv A n -
ti'o|M>loi,na, i'ilno;;rafia y l'i"('lHst(»ria" una CVCCICM)»' nu'in<»rin debida a
la ci'udila pluma ili' d^n I''i'ancisci) de las Hai-ras de Aragón, i>ii la cual
fd ( ¡ i s t i i i t i i i i i lo anti'(>pi')lof;ii y niai'sti'n i"i'ali/.a un concienzudo análisis
d( los cri'tncos de csU^ archi|urdago (pu' si- conservan en id Museo de A i i -
ti'oixdoi:!!! de Madriil. Iraliajn diiíno de <rr divulgado a f in de que sea
"onocidii pnr todus l()s (|ne se inl(M'esan de tan vital (cuestión, que no so-
1(1 ali'clíi ,1 líis Ciinai'ias sino cpu' también es de trascendencia capital
para loiia la Ktnografia segiin l'randel. \'éase su obra: "Uie h e l l f a r b i -
gen Has.sen. Heidelberg l!»-¿i..i
ileconocida la impoi'lancia d<d prcdtlema de la primitixa población
de jíi-. (binarias. K. h'iscber publici't en |!)4?(>. los "l-istuiios antropológi-
"•!>s sdbre 'l'enei'ilV'. trabajo intei-esantisimo sobre imiividuos \ ivos. y
más tarde, (1931\ on colaboración con el investigador WOlíel, dio a
luz un luminoso folbdo. titulado: •Sind die Kanarier angestorben" en
el Zeilschrifl f i i r Ktbiudogie. - j i
li» Entre los sabios alemanes ha despertado enorme interés el llamado
•problema guanohe". No hace una año todavía que estuvo en esta-s islas el Prof.
Dominik Josef Wolfel realizando estudios etnográficos sobre la primitiva población
del archipiélago, preparatorios de otros que ha de realizar en breve con
E. Fischer antropólogo, y H. Obermaier, arqueólogo. Véase, además de los estudios
citados, el publicado en el número 51 del "Berliner Illustrlrte Zeitung"-
(1931), titulado: "War der Eiszeitmensch blond? Nanchkommen des Biezeimens-
162
Eli Porlugal, ol uioviiuitMiln ciciitífií'n ri'S|i>^<;t,n n ese iiiferesíiiiti'
problema etnográfico uparcfe cu i-stus últiiiKis tiiMiipos con lu publicación
df2 eruditas memorias, folletos \ notas, iji'scnlhuido el l)r. Tamag^
nini cojí su obra: "Os autigos habilauti's das Canarias ñas suas rclacoes
com a Autropologia Portuguesa", Coiinbra. Iff^ti. ddiidc fstudia Í'I^O cráneos
canarios antiguos, l'-n ese mismo año. JíariMso c (luniía describe
111 cráneo que existe en id .Nluseo de (]oiud)ra; y Antonio Joao da Cuidia
demuestra que la medida de la curva sagital i\v bis portugueses es igual
a la de los guanches.
B<«RRAS DE ARAOÓN
No podía faltar la investigamón «le nue^lros satiids en este movimiento
científico. Barras de .Aragi'ui, un vei-diidern enauínrado de nuestro
clima y de nuestra pridiistoria. ya Iiabia publicailo aiirnnas IIDIMS I'.:!;
sobre cráneos canarios con mucba ante'riuridaíl a bis trabajos ya citados.
Más tarde, después de una visita a estas islas (1!V.^(')). escrute su
iiit.eresante folleto, titulado: "iS'otas de una brevi' excursión a las islas
Oanarias", y algún tiempo después el fundamental y bermoso estudio
cuyo título encabeza i'stas lineas, con lu-ofusión de grabados y i'e|pbdo
de doctrina, digno de un antropólogo did valor de Harras de Aragiui.
La memoria describe (K! cri'nietts, qwr es la c(deccii'in del Musco .Antropológico.
Unos ^0 ejemplares lu-occdcn de la cxpcilicií'm did priilcsor
Quiroga después de su viaje al Sabrá; bastantes ejein|dares fin-ron donados
al señor Antón por R. Vernean, y |(or Uii)0(die. Otros donativos
menos numerosos pero de importancia completan el niimero. liguran
do entre ellos los regalados por el distinguido naturalista don Agustín
Cabrera Díaz, profesor de Historia .\atural y dircídor (bd Instituto na-íñonal
de segunda enseñanza de La Laguna. Residía, pues, ipn- (d material
del Museo procede casi todo de (irán Canaria, ya (pie de Tenerife
solo cuenta crm sids cráneos, ile los cuales, tres son de mía cueva
de Teguesle donados por el señor Cabrera Díaz.
Para efectuar el estudio de esos cníneos. Rarras i|e .\ra;^iiii se atiene
a los tipos clásicos (pie sirvieron jiara establecer los caraideres de la
raza de Gro-Magiioii consif^nados en la •Ci'ania Ktbnica'- di' Oiialrtd'a-chen
auf Teneriffa", "Era rubio el hombre de la época glacial? Descendiente.s del
hombre de la. época glacial en Tenerife", trabajo debido a la pluma ds E. Fis.
chcr y D. J. Wolfel,
(2) Véase: Barras de Aragón (F) y Medina Ramos (M).—Notas antropológicas.
Nota 3." Cráneos de canarios existentes en el Museo de la Universidad
I6d
ifc- \ }fain\. y en raila índice consigna todos los vnlores obtenido», con
si's locíiliilínlrs cori'i'spondientrs. Luc^o cniíin'ntra t^l Y»lor medio do
los ma.-i'ulinos y fcuHMiinos en cada indic^ y después P1 valor medio de
los dos bt'xos. Con estos úMimos valores, ucompafiado del máximo y el
iníninio de cada Índice, forma mi cuadro que le sirve de tipo de oompa-eación
¡iaea compi'ohai' cuales de los crán(>os de r/nuarias están coni-pivndidos
dentro de esos limites y cnales los reliasan.
ri.ASJfUÍACOJX DK l-O.'S (HÁNKOS DK CANARIAS
Kn relación con ios cráncus objeto del estudio. Barras de Aragón
foriuG los sifíuientí^s f<rupos:
!'riiner grupo;'(!on los cráneos ipn' tirnen ios cinco Índices (cefálico-celálico-\
ertical. orliilario, nasal y basÍK-hri'inaiático-bizifromiilico)
co'.nprcuilidos dentro de los limilfs del cuadro de Cro-Magnon.
Scüinido: Comprende aijuellos qm' superan al tipo de Cro-Magnon
en el indici- ceráiico-vcrlical. l'ara (lue un cráufo figuri' en este segundo
gi'upo lia de tener los índices cefálicti, orbitario y nasal comprendidos
dentro de los límilcs de Ciro-.Magnon.
TeK.'cr f:rnpo: Se compone de los criuii'os quw teniendo el indio?
cetítlirip comprcndidii ilcnlro de bis líniil"s d'd cuadro de Cro-Magnon,
jiresenlan discrepancias en el oi'i)ilario nasal, cuando menos, y
Gualdo i^rupo: (lonipi'ende a todos los qm> dan un índice cefálico
superiui' al máximo de (Iro-Magnon. habiendo o no coincidencias de los
demás.
J>os cráneos se descriJuMi agrupánd(dos primero por localidades y
distriJHiycndo los de cada localidad en los grupos ya citados, y dcniro
de cada grupo van ordenados por el índice cefálico de menor a mayor,
conserv^indo en cada ejemplar d niimero que lleva en Irt colección; de
i'uda uno se dá prinuM'o unos cuantos caracteres descriptivos, siguen a
esli.s las nu'didas. a estas bis índices, y. por último, un estudio compa-de
Sevilla. Número 161: Cráneo guanche de Teneriíe. Números 162 y 339: Mandibular.
Actas de la Sociedad española de Historia natural, tomo XXXIV, apita
de 30 de Noviembre de 1896.—Barras de Aragón (F de las) "Medidas e índices
de dos cráneos de guanches-. Actas de la Sociedad española de Antropología,
Etnografía y Pretiistoria. tomo I. página 102, comunicación número 17.—Barras
de Aragón (F. de las» -Cráneo de raza guanche". Boletín de la Real sociedad
española de Historia naturaí. tomo XV. página 390, 1915. Además de estoa trabajos
y ios citadas en osle artículo, son muchísimas la n.itas bibliográficas que
ha redactado.
164
i'ativo con eí cuadro que antes se ho formado del tipo de Gro-Magnon,
siguiendo la hoja de .Monaco.
También el erudito Barras de Aragón clasifica algunos cráneos
de lae. islas que no pertenecen al Museo Antropológico, y por esa causa
no los incorpora a las series. Pertenecen algunos ejemplares a Tenerife
y dos mandíbulas do la isla de la Palma, existentes en el Museo de
Historia natural de la Universidad de Sevilla, n^reganlo. además, un
cráneo que no pertenece a aquel centro. He aqui la descripción:
Varón. iCpn mandíbula inferior. Corresponde al tercer.grupo (Univ.
de Sevilla—^Idem. Varón. Tiene grandes wornianos en el lambda. Corresponde
también al tercer grupo por la discrepancia del índice nasal,
pero es de los mejor comprendidos en el cuadro. Una mandíbula sin expresar
localidad, y otras dos de la Caldera de Taburiente (Palma), también
en Sevilla. Además se describe un cráneo hallado por el doctor
Siebert, procedente de una cueva (B) del Barranco del Infierno, entre
Vilaflor y Adeje, del primer grupo.
CRÁNEOS DE TENERIFE
Daremos cuenta solamente de los ejemplares de esta isla descritos
por Barras de Ara|?ón consignando sus conclusiones, que son muy interesantes.
Grupo i.°—^Cueva de Tenerife—Varón. Huesos muy gruesos. Bóveda
algo aplanada y teniendo también algo de aplanamiento ohélico-lámbdico.
Bolsas parietales y occipital patentes, aunque no exageradas.
Frente algo huida. Arcos superciliares liien manifiestos hacia las glabe-la.
Órbitas subcuadrangulares. f^uturas en parte osificadas. Dentición
completa, con dientes sin desgaste ni picaduras. Sólo algunos caídos
"post-morten".
Medidas: D. a. p. m. 104.—D. a. p. i. 18:j.--1). t. m. Uñ. A. b. br.
136.—A. au. br. 104.—D. f. min. 101.--I), f. m. 11^9.---D. bim. m. 131.--
D. biz. 137— D. n. b. 107.— P. alv. b. 102. - I», ii. a h . 74.^- A. n. 7 4 . -
(3) La cueva tenía su entrada en la ladera del barranco a unos diez metros
de la parte superior habiendo sido necesario al doctor Siebert desoolgarRc
con cuerdas para llegar a ella. Presenta el cráneo sutura metópica, estando en
casnbio. bastante avanzada la osificación de la coronal y parieto-occipital. I^a
fiSBital está osificada por completo. La parte superior de cada hueso parietal
presenta una depresión. No han salido los últimos molares de la mandíbula superior.
Falta la inferior. El índice vertico-transversal es inferior al mínimo e»i
menos de una unidad; el fronto-zigomático, supera al máximo en casi nueve
unidades; y el agujero occipital, es inferior al mínimo en casi cuatro unidades.
.166
/.'Vnch n. 34.—Anch. i. d. !?:•>.—Aiioh. n. 41.—A. o. 34.—Anch. bord. aJv.
er>.—A. cu. alv. 57.—^L. bóv. pal. 47.—.\noh. búv. pal. 47.—A. o. alv.45.—
L. ag. oc. 34.—.\iK'h. ag. (te. 3(1.—4:;. s. cr. '.}9[\: a) p. f. 140; b) p. p. 138; c)
p. o. M5.--C. t. 3?0.- <C. li. 54;!.—Cap. cr. 1.709 (\ c. (4).
€omparanflo los índices con los de Cro-Magnon, resulta en .su con-
.junfo que la coiiicidenciii existo en los índices principales.
B.—Cueva de Tcííuesto. Colector y dónate, don A. Cabrera (febrero
de 1906)—VanSu. Bóveda eim tendencia a aquillarse. Bien manifiestas
las bolsas parietales y más aún la occipital, .\planamiento obélico-lám-bdico
y también en la parte inferior del occipital. Cara recta. Frente algo
huida. Arcos superciliares apenas perceptibles. Órbitas subcuadran-gulares.
Sutura sin osificar. Hueso inca dividido transversalmente en
dos, y varios wormianos a derecha e izquierda en la sutura occipito-parietal.
Dentición completa, estando para acabar de salir los quintos
molares. Quedan cinco molares con poco desgaste. Todos los dientes
c( idos "post-mortcm".
Comparados los índices con los de Cro-Magnon, resulta un caso de
gran coincidencia.
SKOI:N»O GHirpo
Cueva de Tegueste.—(Colector y donante, don .\gustin Cabrera
Día/ (febrero 1906)—Hembra. Bóveda levantada y una iniciación de
qt:ilki. Bolsas parietales nada salientes. La occipital bien manifiesta,
habiendo iin marcado aplanamiento obélico-lámbdico. Frente huida.
.Vrcfís superciliares poco prominentes, y esto sólo hacia la glabela. ür-
(4) £n las medidas se emplean las siguientes abreviaturas: Cráneo. Diámetro
antero-posterior máximo, D. a. p. m.—Diámetro antero-posterior iniaco,
D. a. p. 1.—Diámetro transverso máximo, D. t. m.—Altura basio-bregmática. A.
b. br.—Altura aurlculo-bregmática, A. au. br.—Diámetro frontal mínimo, D. f.
min..—Diámetro frontal máximo. D. f. m.—Diámetro bimastoideo máximo, D.
bim. m.—^Diámetro bizigomático, D. biz.—Diámetro naso-basilar, D. n. b.—Diámetro
alvéolo-basUar, D. alv. b.—Diámetro naso-barbal, D. n. b.—J>iámetro naso-
alveolar, D. n. alv.—Altura de la nariz, A. n.^Anchura de la nariz, Anch. n.—
Anchura interorbitaria, Anch. i. o.—Anchura orbitaria, Ach. o.—Anchura del borde
alveolar superior, Anch. bord. alv. s.—Altura o flecha de la curva alveolar, A.
cu. alv.—Longitud de la bóveda palatina, L. bóv. pal.—Anchura de la bóveda palatina,
Anch. bóv. pal.—Altura órbito-alveolar, A. o. alv.—Longitud áei orificio
occipital, L. ag. oc.—Anchura del orificio occipital, Anch. ag. oc.—Curva Sagital
del cráneo, C. s. cr. a) Parte frontal a) p. f. b) Parte parietal b) p. p. c) Parte
occipital O p. o.—Curva transversal, C. t.—Curva llamada horizontal, C. h.—Capacidad
craneal, Cap. cr
166
bitas subcuadrangulai'es. En el pai'iotal iziinicrdci, m) l'jiis del viM'tcx.
hay una pequeña proniiiioncui, y ])nM'isímiciiti' cdii rila coiiicidr un
punto en que el hueso es ti-nsluciente. Ku el li'rcin iiitVrioi' ile iliclio p¡i-rietal
hay una depresión que pudiera iinteedcr di' iiiwi Irepíiuacióu
inciada. Hueso inca no fírtinde. Sutui'as ein|Mvaniiii a ns¡ licarsi'. Iienli-fión
que iué completa, faltaudu •"jxisl-iunidi'ii" lulos lus lioil ••;. lUínns
\o^ últimos molares de cada lado, (jne lallaniii in \ ¡ la.
Fig. 13 de la Memoria. Cráneo femenino de
Tegueste, donado por el señor Cabrera, visto
por la parte superior. (5)
(5 Los índices de este cráneo, cuya fotografía pubiicamos gracia-; a la amabilidad
que en mucho agradecemos del señor de las Barras d? Aragón, son los siguiente?:
Cefálico; 7415.—Cefálico-vertical; 74 72.—Vértico-transversal, 10152
—Frontal; 82'14.—Fronto-parietal, 70'22.—Fronto-zigomáticj; 9r80.—Del agujare
occipital; 8611.—facial de Monaco; 4918.—Orbitario; 78 94.—Nasal; 5000.—
Palatino; 8r95.—Maxilo-alveolar; 11836.—Basiobrcgmálico-bizigomático; 10901.
167
Medidas: O. a. p. iii. 17S. D. a. p. i. I(i7.-1>. t. m. KM.—A. b. hr.
13:i—u\. aii. hr. 107.-1). I. luin. 0¿.—1). 1. m. l l - . ^ - l ) . hiin. m. 120,— J).
hiz. 1¿S.—1). II. h. 10¿. h. alv. b. 9:i—D.ii. alv. (W).—.V. n. 4S.—.\nch. ii.
?4.--Ancli. i. o. 2;!.- Aiicli. n. 'AS.—v\. u. 150.—.\cli. IxH'd. alv. r)S.—.\. en.
alv. 4Í).—L. bóv. pal. i!, .\ncli. bi'i\. ¡lal. :!(i.- .\. i\. alv. 'AW—^l.. a;^. o(^.
41.—Aiich. ap. oc. ÜO.C. s. rv. :C-n>: a, |). {. i 15: ],\ p. p. 119: r) p. ii. 11(3.
('. I. 2ítiV-C. li. .-,00.—.(Jap. ci'. 1.3S:? <•. c.
Si se (•oiiiparan los índict's (•(ii\ los (le ra'o-Magnoii, se observan
yi'Mides discrepancias motivadas ,por la altura hasio-brej^niálica prin-
(^ipalnieiile, y, aparte de esto, es un caso de coincidencia por ios principales
Índices, especialmente el cefálico, el frontal, fronlo-parielal.
r"(into-zigoniático. orbitario, y nasal, que están entre el medio y el máximo;
en tanto que el cefálico-vertical y el vértico-transversal. superan
al máximo en dos unidades; el agujero ocí^ipital, en cerca de una unidad,
y el basio-bregmático-bizigomático supera al máximo on más de
ocho unidades.
TKRCKR ORUPO
Ciu'va de Tegueste. Colector y donante, don Agustín Cabríu-a l>íaz
í l i b r e ro ile 1!)0C>).—'Femenino. Norma superior subpentagonal, con poca
exagei'a<'i('iu en las bolsas parietales y algo más en la occipital .\plií-uamii'nto
obélicti-lámbdico. ¡Gara y frente rectas, .\rcos snpeiviliares
apenas prominentes y solo hacia la glnbela. Órbitas altas. Suturas empezando
a osificarse. Una depresión, o más bien agujero, que no pasa al
otio lado, hacia el centro del jiarielal iziinieinio; |>uedi^ proceder de un
huno'' o acaso principio de trepanaci<'m. Itenlicióu co;iipleta. con dientes
P'icd gastados y algunos ])ica(los.
Medidas: I>. a. p. m. 17"). I), a. p. p. i. 1(17. 1). I. m. i:i2. .\. b. hr.
i:¡l. -A. au. bi-. lOT).—I), r. miu. Ít2.-—D. f. m. IKÍ. -U. bini. m. llO.-nlt.
b¡z. H().—I), n. b. !)").- i), alv. 1) S7. - 1». ii. alv. .')9.-^.\. n. 44. -.\iic1i.
n 2.")- - \ n c h . i. o. 21.--.\nch. o. :57. --.\. o. :i2.- Anch. bord. alv. ,V>.—
A. cu. ilv. ir). —L. bi'iv. |)al. 41. Anch. bóv. pal. 'X^.— .\. o. alv. ;C).—•!..
ag. oc. :Í(). -.\nch. ag. (te. :}(>.- •(]. s. cr. l^iS: a'i p. f. 120; J») p. p. 12:); v)
p ('. lir>.--(;. I. :ÍOO. C. h. ,->00.- Cap. cr. \.X)0 c. c.
(jtimparanrio eslos indic's con los ih^ ("ro-Magiiou, i'esulta: que el ce-t'álici;
vertical, supi'ra en mi'is de dos iniidades al miixiiiui; que el vér-
Conio ya hemos indicado, pertenece al .segundo grupo formado por el diligente
antropólogo.
168
tiíio-ti'HnsversHl, 8II|HM'ÍI CII más fie una iiiiirlíi'l iii IIUÍXÍIIHI: i|iif el ri'oii
to-zigomálico también lo siipcrii en ccrc!! ilc ciiali'd iiiiiiliulrs. In misinu
que el nasal, y ol basio-hri'fiínálico-hizi^^oinálicn cu casi li-cs miiilaiji's.
Se vé, pues, qiit" pi'c«('iila niiiclias c ¡nipiirlanl"s ilisci-cpancias. ti)
Fig. 14 de la Memoria. Cráneo femenino de
Tegueste. Segundo grupo. Visto de frente.
liidieea: Cefálico, 76'42. - Cefálico vertical, 71,80. -Wrtico-tiaiisver
•sal, 9y'09.—Frontal. ~9",',[. Fronlo-pai-irial. liíCd!'.. -|'"i'nnl(t-/.if.;(imiili('(i.
100.—Del agujero occipiial. s:>":^:i. Facial .le .Miuiaco. 7>n'X{\, Orhilarid.
86'48.—Nasal, 56*81. Palatino, fto'.W.-Maxilo alveolar, II-2"21.—Haaio-bregiuátieo-
bizigomfUi<'o, 112'0;!.
(9) Por el contrario, el cefálico está comprendido entre el medio y el máximo,
próximo al medio; el frontal, entre el mínimo y el medio: el fronto-parie-tal,
coincide con el medio en la parte entera y le supera en las centésimas; el
del agujero occipital, entre el medio y el máximo: y al orbitario le faltan pocas
cíentésimas para coincidir con el máximo. Pertenece, por consiguiente, al tercer
gTUpc.
Itíf)
1<?4-;U1 (íoloccii'iü N'i'losco. Ciicsa rii l'nii'i'ilV. N'ÍII'I'MI. liiicsus ^^riir-
M's. A¡«liiHíuni(Mito en \n pai'lc supi'i'ioi' ilrl ci'iiiii'd y lamliiiMi nlK'licd-li'inibdicd.
lUcii iiiiiiiificslas la> holsas [lai'ii'tali's y (icci|iilal. (IIMII <lr-snr'rolld
inasfdidcd. Ai'cos sup<'i't'¡l¡ai'c.s i i i c i l i a i í a i n n i l c iii-diiiiiiriilcs lia-
(•¡•1 la filalu'la. Krcnlc aljín liiiiila. Oi-liilas siiliciiadi'aiii^nlai'i's. Siiliiras
i ' : i ; | i i / a i i dd a usiricai'sc. W'onniaiios cu la nccipllo jiai'ii'lal. al lado dc-i'i'!'!)
íi ilcnticiiHi cMiuiiNda. con dientes muy uasladns y JilmiiKis caidns
i"i \ i d a.
Fig. 15 de la Memeria. Cráneo femenino del
sejvundo grupo, visto de perfil.
Mcflidas: lt. a. p. ni. IDíi. |i , a. p. i. ISd. h. I. m. irx.i. ^ A. Ii. lip.
l't<i. A. .ni. hv. 115.-1). r. uiin. !)<). H|). f. m. l:!i>. H. hiin. ni. l:iii. H.
I)iz. J;U. 1). n. h. ID!). - I ) . aiv, h. l()-¿ I», n. harh. l'^n. |i, ,,, j,iv. 177.
-\. 11. ."•)!).—^.Aiudi. n. ^"7.—Aiiídi. i. n. '¿.]. ^ .\ncli. o. '.'.S.^ A. n. ü i . -.\ncli
l'ord. ).|v. 57. .V. cu. aiv. iv*. L. IM'IV. pal. U\. .\nch. IHA, ]ial.4'2. —A.
'>. aiv. 17. L. a^-. nc. :!;). .\ n c l i . ai;, nc. :iO. c, s. cr, :!!)!.: ,r p. f. 1'K); Ji
p. p. l;iS: c) p. ((. I Ki. c . I. ;5^-). c. h. .Vwi. r,;ip. r r . lUKi c. ,•.
Mandíliula: .\ n c l i . hic. 111. .\ n c l i . \ú'^. IIKI. |^ ,. ,, (¡7,^.An(d).
'iiiii. IV a :{-.>• Aiu-h. lu. r. a. i l . A. s. :!(l \. c. ni. •>!). Ksp. miix. ,-. ,„,.
170
r^'i".- .\i\rí 111. ['.i\ grados. (7) (]oiii|tiirii(l(is los Índices cuii lits ¡le fli-o-
MíiciMPii. iTsiillii (jiic rs un ciiso de ;ji'aii disci'i'piiiiciíi.
Sih iii'iniri'ii. Oucvíi i'ii Tctíiifslc. lliMiilu'ii. Marcadas sin rxiiücra-ciiHi
las bolsas pai-ielalrs y la dccipital: csh» hin'su con Icndcncia a sef
pl.-UKi |ini- di'shajo. .\|ilanaini('nto nliélicc-líunlidicii. [''fcntc con Icn Icn-ci;
i i! sci' liiiida. Ai'cus sn|M'i'c¡liai'('s [KICO )ii"(iinincnl('s y sí'dn hacia la iila-hela.
Sii'iit'as cnipczandd a osjficiu'sc. 'riciii' una Icsic'in en rl uhclid y
>\n< en i'l ri-ciiilal. situada una de ellas solire r\ iii'co sii|iei'cili¡if di'i'echd.
i'>:t;is ji siiiiies |)a.i'ecen jiechas cnn inslrirueulf» coidanle, cnniu si se hii
liiei'a jitcti-iidido liacei" una jierroraciún. Dentición cíimplela. cmi los
lii'idi> ¡lastante gastados y algunos caídos en vida
I.A ri{i;PANACió.\
No existo en f'l Museo Anlpo|)ol('(gico di' Madrid ningún oraneti trc-panadi'
norn In roprodnrción do una Cotngrnfín quo aparoeo en el tra-tiajo
del señor de las Harras de Aragón es de un magnífico ejemplar
df ci'i'tneo guanche con una trepanación en el parietal izquierdo, pro-ci^.
leiilc del Barranco de ilerque. (luía de Isora. propiedad del señor He
•lile/, larmacéutioo del Puerto ile la Gru/.
Sabirlo es. dice el insign»' antro|)i'ilogo. (|ue la Irepanacií'iu i'i'a priic-li".-,
Ire( líente IMI los puidilos pindiisU'iricos y ha. subsistido en |)ueblos
de ci\ ili/aci('in de tipo primili\o. En los yacimientos pretiisdiiricos de
nuesli'a l'eiiínsiila se han i'iiconlrado no pocos ct'iineos li'epanados. he
lodos ('s sabido que id período pi'idiisbM'ico en que se enciienlra difundida
la Irepanaciíjii es el neolítico, y de él |iroceden ios ridatixamente
allí,luíanles e¡e:nplares que hay en las cidecciones y museos.
.\o didie oKidarse (po' mucdios cráneos Irepanados lo fueron des-pri''
S de miierlo el sujeto, -in duda por iiiolixos religiosos, pero lo ijue
iciis nos iidei'e-iíi es la Irepíiiiíiciiiii en \ida. ipie piírece se pra(dicaha
i'M indi\ idiios ¡i'iv enes y ¡ii'in niños, y (pie se reconoce por el estado de
i-icalrización de los bordes <|(d hueso, conm se idiserxa en la figura que
<7) Para la mandíbula se usan las abrevialura.s .siguientes: Anchura bicon-dilea,
Anch. bic.—Anchura bigoniaca, Anch. big.—^Longitud de la rama ascendente,
L. r. a.—Anchura mínima de la rama ascendente, Anch, min. r. a.—Anchura
máxima de la rama ascendente, Anch. máx. r. a.—Altura de la sinfisis,
A. s.- -Altura del cuerp > mandibular, A. c. m.—Espesor máximo del cuerpo mandibular.
Espesor máx. c. m.—^Angulo mandibular, Ang. m. En los cráneos que hay
medidas suprimidas es porque el estado del ejemplar no ha permitido tomarlas.
Toua.s las medidas en milímetros.
171
in¡*i'i'tít:ii<is, y tninli'uMi (Mi lits cfiHicus del Miism címni'iu y los del y¡i-i-
iinií'iilfi piMiiiisnliu' (|i> AU'í'izíii' del 1U'\. S
Fig. 1." de la Memoria: Cráneo trepanado de
Tenerife.
i^a ¡iríictica de la li'i'panacu'ui cu ¡('iNi'iics hacr |(riisiii' cii al^.i |iii
i'iH'idd ;i una casias sacci'dntiil. |iiidiriidn ser cnnsi Iri'ada rninii im i im
( iaei'Ui í'íiii^i'ii'iila, iiridialilcincnlc para inj:rcsiir 'ii un s.icn'Idcin.
A la vez, existe la (i|iinii'ih laiiihii'ii del aspedn ¡iii''dieii i|e l.i ieepiiiui
(•ií'iii (pie se eiiipleal)a IMI IM KIIII I Media píii'ü eni'iir la i>pil:'|i^i,i y his idii
\'i!lsi(i!i!'S, cDiisideDiiiiIohi ciimd iiiedin el'iea/. Nn hay. sin cinli^ii'^u. que
(8) índices de este cráneo: Cefálico; 77 65. Cefálico vciicai: G7 55. - \/ér^
tico transvereal; 86'98.—Frontal; 77'69.—Fronto-pari?tal; 6917. Fionto-zigomá-tico;
10400.—Del agujero occipital; 7073.—Facial de Mónuco; 5(5 00.—Orbit.uio;
50'00.--Naí?al; 82'22.—iMáximo alveolar, 10800. Si se comparan e.<tos mdicjs con
los de Cro-Magnon, resulta: que el vértico-transver.sal es inferi ir al nnnimo en
menos de una unidad, asi como el agujero occipital lo es en casi cuaU-o unidad?,;
y el fronto-zigomático, .«supera al máximo en casi nuíve unidades. Los d.mias m-lilcef
o.s?ilan dentro de los valores máximo, medio y mínimo del tipo Cro-Mag
ncn.
172
olvidar que estas enferinndades se atribuían en aquel tiempo a los malos
espíritus que habían invadido el cuerpo enfermo, siendo necesario
abrirles un paso para darles salida.
Carácter religioso debía de tener la trepanació guanche, siendo esto
tanto más admisible cuanto que de tipo neolítico era la civilización
que lonjan al tiempo de la conquista.
Terminado el estudio de los cráneos, el señor de las Barras de Ara-g''
ii desarrolla las series de los índices calculados pero sin separar los
sé\o?, que ya los señala en el examen de cada cráneo.
1-omo resultado general de las medidas e índices obtenidos, y de su
«.comparación, el distinguido antropólogo saca la consecuencia de ha-llr.
r ooiifirmada una vez más la presencia de la raza de Cro-Magnon en
el ai'chipiélago canario, y confirmado también el enorme mestizaje sufrido
por ella desde una remota antigüedad, habiéndose mezclado con
otras razas blancas del Norte de África, y también con elementos negros,
iiuíique escasos, según las últimas atirmaciones del doctor Ver-iieiiii
ít). pero sobresaliendo la influencia berebere sobre las otras, que
s¡eMi]i.e se prestan más a dudas y a discusión, y es porque aún cuando
ixistan, su acción ha sido mucbn menw, y no siempre ni mucho menos,
aparecen.
La Memoria teruiina insertando algiuios párrafos de la obra publicada
a fines del siglo pasa lo por la Heal Academia de la Historia, titulada:
"Geología y Protohistoria Ibéricas', siendo sus autores -Juan Vila-novo
Piera y Juan de Dios de la Rada y Delgado. Kn ella se extracta
(Uianlo hasta entonces se hniíía hiM-ho a«'erca de las materias de su con-
(9) En un trabajo nuestro titulado: "El tipo negroide en las Canarias" demostramos
que la introducción de negros en este archipiélago fué posterior a
la conquista, rebatiendo así la afirmación del antropólogo norteamericano M.
Srnest A. Hooton expuesta en su obra "The ancient inhabltants of the Canaiy
Islands", lmpre<sa en Cambridge, Massachu.sset.s íEE. XTÜ.) que la población de
las Canarias estuvo formada en su origen por un núcleo negro muy abundante.
R. Verneau, después de estudiar durante cuarenta años la etnografía de aste archipiélago
se adhiere en cierto modo en su último "Rappor" (1926) a las teorías
de Hooton. Véase en la nota bibliográfica publicada en el "Boletín de la Sociedad
española de Antropología, Etnografía, y Prehistoria, 1930, pág. 68„ las con-clu-
siones a que llegamos.
178
tenido, y en cuanto a las Canarias, recojo ios trabajos enlonoes recicn-tef.
de Ghil y Naranjo, Berthelot. Vcrnoait y otros.
Burras de Aragón supo encerrar en las I5y páginas de su magnifico
trabajft, el estudio de mi copioso material antropológico de estas islas
digim de ser conocido no solo por Ion novísimos métodos de análisis
(¡ue emplea sino también por su rigorismo científico; i>s la labor profunda,
sistemática, y paciente del erudito, y al ilivulgar nosotros en
estas líneas tan formidable alarde del saber, nos (!s grato rendir borne-naje
de admiración al maestro y al amigo que con tanto cariño se inic-rc<
í-H por nuestros aborigénes.
B. BONNET.
(N !• lotMti Nftffola «f JMrafttof(I.
tnvffBM y nvMiltrlt)
julio 1933.