Deshaciendo errores
Colón no aportó a las Isletas
en su primer viaje
L «Diario de Las Palmas» dedicó uno de sus editoriales, el del 2 de
febrero último, a dar cuenta a sus lectores, informándoles ampliamente,
de la estancia del hidroavión gigante «Do - X» en las aguas de
aquella isla.
He aquí uno de los párrafos del expresado periódico: «Si como es de suponer,
mañana temprano logra despegar satisfactoriamente el «Do -X» de
la bahia de Gando, emprendiendo su vuelo a América, marcará fecha memorable
en Gran Canaria, como hi ¡^aiiffn il" (Jns'ób ¡I Culón riel pmrto lif la h-liia
ni (Icfcubrir il Nuevo Miiu'h, y el »Plus Ultra» en su vuelo admirable al
través del Atlántico...»
En esas afirmaciones encontramos un grave error por lo que se refiere a
la expedición del almirante genovés, error que pensamos nace de una vaga
aseveración del historiador Millares, que dice lo que sigue acerca del
particular:
«Es seguro que, dado el pequeño tonelaje de la "Pinta" la hubiesen varado
en la playa de arena amarilla que si- >xtirni/f ni p>p. de la hiela para limpiar
mejor sus fondos.» (Op. cit. libro octavo, cap. IX, Colón en Canarias
pag. 148, nota).
Sentimos discrepar de la opinión de tan diligente historiador, seguida por
el «Diario de Las Palmas», porque fuentes históricas respetables, coetáneas
de esos sucesos, desmienten tal suposición.
Narremos los hechos, siquiera sucintamente. De todos es sabido que
cuando Cristóbal Colónrealizó su primer viaje (1492), dirigió sus naves a las
Canarias desde donde se lanzó al mar desconocido. A los pocos días de na-
16 COLON NO APORTO A LAS ISIJETAS EM STT PRIMER VIAJE
vegación se advirtió que el timón de la «Pinta» estaba fuera de su sitio.
Atado provisionalmente por Pinzón continuóse la navegación, y poco después
volvió a faltar la dirección.
Así y todo llegaron en obra de siete dias a vista de Gran Canaria, y en la
costa de esa isla mandó el almirante quedara dicha carabela porque hacía
mucha agua, y por ello tuvo gran necesidad de ponerla a monte. En lo expuesto,
hemos seguido al P. Bartolomé de las Casas, autoridad indiscutible,
que continúa diciendo:
«Cristóbal Colón con la otra carabela, fué a la isla de la Gomera, y después
de muchos rodeos y trabajos, tornó a Canaria al Puerto rlf Gatutn, que
es bueno para adobarla,(a la «Pinta»), donde de día y de noche, congran solicitud
e inestimables trabajos, la remedió y tornóse con ella a la Gomera
en dos de septiembre (Op. cit. lib. 1" cap. 35). De esa isla partió definitivamente
el día seis del expresado mes, por la mañana.
De lo copiado se infiere que la única carabela que necesitó ser reparada
fué la «Pinta» la cual se varó en la playa de Gando y no en la de las Isletas;
al terminarse el arreglo de la nave, el almirante partió de allí con rumbo a
la Gomera, no citándose para nada el puerto de las Isletas, donde podemos
afirmar que no aportó el almirante en ese viaje.
Además, si se tiene en cuenta las buenas condiciones de la playa de Gando
en relación con las demás de Gran-Canaria, es fácil comprender que la
reparación que necesitaba la«Pinta« no pudo realizarse en ninguna otra playa
del litoral. La cita terminante de Bartolomé de las Casas destruye toda
suposición y restablece la verdad en su punto.
Y para terminar hacemos presente que al rectificar nosotros al «Diario de
Las Palmas», le rogamos que'cuando en lo sucesivo se le ofrezca escribir
acerca de la historia del país lo haga con suficiente conocimiento, pues de
lo contrario es muy posible caer en errores tan lamentables como el que
en esta ocasión anotamos.
B. BONNET
3-3-931.