NDKVAS INVKSTIOACIONKiS
Un mjanuscrfto del sigrio XV
£JL « A V E G A U T K D I O O O O O M K S UN LAS CAKAXIAB
En vista dCí una cita acerca de Diogo Gómez consignada
por Oi. La Ronciére, en su obra, magistral "La découv^rte de
I l'Afriqoíe au moyen age. Carlographes et explorateuM", solicitamos
de nues.trp amigo M. Fierre Champion, del Laboratorio
de Antropología del Museo Nacional de Historia Naíu-
,. ral de París, un ejemplar de los viajes del famoso navegantp.
M. Champion, deapués de una entveviata con.el propio La Ronciére,.
ma escribió participándome que dicho eabio no recordaba
donde adquirió loé datos que consigna en su obra^ que
seguramente no lo» verificó. Más tarde, y por Indicación del'
antropólogo Barras de Aragón, ^mé dirigí a la» librería* de
Madrid, de donde me llegó el'ansiado volúpien de la Academia,
de Munich. No terminaremos es'ta nota sin dar laa grar.
cias más expresivas a mis excelentes amigoa don Serafín Ce-
, lorrio y don Ramón de la Eosa y Olivera, por su efi«az colaboración
«n este trabajo.
Una interesante fuente, para el conocimiento de las Canarias es la
pelaoión del viaje del portugués Diogo Gómez a nuestro archiiprélago,.
narraoión que no ha sido conocida por nuestros historiadore? regiona-le
«, y <jue es, de una imporiaWia excepcional.
" Se «abe que Diog'O Gómez de Sintra fué un navegante del siglo XV,
el cual vivió en ía-intimidad del Infante don ElnWque de Portugal, siendo
su conwpañéro de explpraciones. Sus viajes por la costa africana,
íihrazan up período comprendido entre el año 1444 al 14^, el más interesante
par^a nuestras isla"s. tan solicitadas por los portugueses en ese
líémjlo.
• En i457,.DÍogo Oómez fué encargado de explorar el río Gamibia qu«
Wmorttd, sirviéndole de guía'el negro Bucker, que cónocííi todo el Suv
tfáiJ^. liüefó, y en ti^edio (Áe^^u vectación acuáticot,-¡alfsanaaS ,
la ciúilAd dé Kantora (tGantor|.. JDesde el.motoentó (^ve se e#p¿r<?i5 «f
I
rumor de que venía a comeroiar, acudieron los negros desde los máa.re-molos
lugares. La expedición de Diogo O'ómez destruyó la secuiar leyenda
que íiacía del iSenegal y del Níger un solo río (4).
Más tarde, y después de repelidos viajes al África, emprendió (1460).
en unión del italianp Antonio di Noli uiaa expedición que dio por resultado
el descubrimiento de las islas de; Cabo Verde; Salieron de Lagos en
una carabela y doblaron el cabo Blanco internándose en alta mar. Tres
ufas después vieron una isla que bautizaron con el nombre de "Bona-"
vista". El 25 de julio, día de SantiágOy apareció una segunda isla que recibió
el nombre de di'oho santo. Desde una eTninencia de la iprimera descubierta
vieron dos ^lás al sur.y oeste. La totalidad del archipiélago acar
bó de descubrirse dos años más tarde por Kogo Affonso, escudero deH
Infante don'Fernando, , '
Al regresar de las islas de Cabo Verde volvió Diogo iCtómez a la ciudad
de Carltor. visitando a Sutucoo ciudad impórtente y ipunto de reunión
de los mercaderes mandingos. dondí'' recogió un valioso material
ííeogrfSííco. Supo allí que el rey de Gambia "Florisangul" era vas^allo de
Rormelli. rey de los malinkéá o maudingos. dueño de toda la rilbera derecha
del rio. En Koukiya. su capital, se ^ncontraiba la fampsa pepita de .
oro nativo que difícilmente podían mover veinte hombre», y a la cual,
según la tradición., el rey ataba a su caballo. lEl oro adornaba las orejas .
y las narices de log.grandes de la Corte, y los, iiegros lo hallaban con'
nbtindancia cn*la aíena.'
En sus viajes aí África. DÍORO iGtó'mez hizo frecuentes escalas en.Ia* '
Canarias, Madera y Porto Santo. Resultado de sus e*pedicioncs «on lo^
'.•clacos que escribió en ibajo latín (6) acerca de sus viajesi, a saber: "I>e
prima inventione iGuiueae" y "De iftsulis >primo inventa in mari océano
nccidentis, et primo de Ináulis Portunatis, quae nunc íle «Canaria yo*- •
eantUr". Diogo Gómeí! conoció las siete isí«9 y tres islotes d'etsiértos, pe:
ro no habla sino de Oran^Canaria, Tenerife, la Palma y .someramente
de la Gomera.
iLa relación de Diogo Gómez figura en una colecjcLdn de mahuflciñ-los
referente a los descubrimientos de los «portugueses en África y Asia
hasta 15Ó8. formada por Valentín Fernández Alemán que vivid <por ése
. tiemipo. Dicho códice pasó de Portugal a manos del celebre Conrado Pe^-
tinger, en Augsburgo. y, luego a la Biblioteca de Munidh, Cod. hiap. 27.
Se publica por yez primera en 1847 por el Dr. Schméller, (3) que hace
(1), De prima itiTentione Guineae-'F. Kunatmahn. Die Haiidelsyerbiiidunten 4er
Pbrtugíeaeii mlt'Timbiiktu in XV. Jahrhunderte, en Ids AbhandltiiiKen dw III. QaMM
d«f K. bayerischen Akademie der Wiaaeiisdiaften, Vt. Batid. (1850>, I. Abthfeiluiwr.
(2) Supone el Dr. Schm^Ier que la reda«ci5n tetina fué Wha por Martfn 3ÍM-Hábt
de Nuremberg, oue «!^vo en P<iirtagal por el aft«'1^2, el cual tomó el relato Se
viVa/Voz del propto Diogo ^mez, ya muy anciano. Los solecismos del texto recaer-
• dan el latín franco de la Edad Media. *
($) En «1 Abliaiidlaacen der pKilosi^ilalog. da«se d«r KoeniRÜch bayeriMlraii
akadAMie der Wiueiwcliafteii^ Visten. band«a. Dritte AbtheUuns. In der rrihe dcari
^D«iradhrif|en der XXI. B^nd. Ntfnehen. Attfkostev der Academia. 1847, itajo <l t i t ^:
Ueber Valentín Fmiándei Alemán und sdne Sammlung Ten TfaCMditén ttbar dM
un.'B'Stiadio detenido de Fernández Alemán al cual le atribuye la cualidad
de litéraio, impresor y oficial de la Corte, quien pensó j)ublicar los
jnanuscritos que integran la colección ya indicada, y si bien se presenta
actualmente aquella en un tomo acabado, es de suponer dada la orde-^
nación de los cuadernos- que alguno se ha perdido, quedando en series'
ívlteradas, tanto que algunas hojas no ihan sido cosidas. Además, la escritura
abreviadla y a menudo de difícil lectura, indica la intención de
*una posterior elaboración y i^etoquc
La colección de Valentín Fernández Alemán consta en 1^actualidad
de ocho piezas a saber: La Crónica de Gómez E'anes de Azurara, los
viajes de Diogo Gómez, los de Gonzalo Piriz, los de Joihan ftodríiguez,
el diario de Hans iMayr, y las tres últimas ipiezas escritas por el colector,
que taimbién Ihabla de las lOanarias, y como Münzer "vio muchos canarios
llevados de Tenerife en Sevilla (1493?). El se ihabía atraído, así lo
cuenta, algunos de los mismos, que aprendían algo,de éspañoL y les
preguntó |[)or sus costumbres y organizaciones patrias, Ellos decían que
Sevilla eta muy buena, pero que mejor erí^ Tenerife, pues allí no se necesitaba
dinero para comprar algo de comer", (fol. 340 b de la col.)
Por último en 1808, el sabio in'glés Rioard H. Major en su obra "Life
í>f Prince Henry of Portugal", rehaibilitó con documentos irreifuta-
. hles a, Diogo Gómez, pues el italiano ÍJadamosto le Ihabía usurpado la
, gloria del descubrimiento de las islas de Cabo Verde.
Oronológicamente el manuscrito de Diogo Gómez es una continua-c'ón
de la Crónica de Eanes de Azurara, ,pues aibarca desde el año 1444
al 1463. Adeim'ás, aporta u'na Cantidad de noticias acerca de las islas que
' no hallamos en otros viajeros.. , . •
Así vemos que es el primero en señalar a JuaA dé Bethencourt como
leproso, sensacional afií^mación desconocida de todos los hisloría.-
dores regionales,y extranjeros que han estudiado la vida del barón npr-mando.
Sin embargo, el «echo parece que estál confirmado si exaimi-namos
con detención otras fuentes 'bibliográficas coetáneas de Juan FV.
•Tenemos en preparación un trabajo en tal sentido en que demostrare-njos
que el noible normando padecía tah temible pnfermedad )y ique ella
fué causa de su viaje a 'Canarias.
Otro pasaje que demuestra lá'veracidad de Diogo Gómez es la in-lervencdón
del portugués Alvaro Dorvellas en este apóhípiélago y la
conquista de parte de la isla de la Gomera, aserto que corrobora la In-formacióiv
testifióal de Pérez de Oa'bitos (Torres Campos, llS5). Él tes-tiígo
Juan Iñíguez de Atave declara que "sabe quel dho. Mosen Macioie
«n el año de 48 estando en la (Iha. Isla fie iLanzarote Alvaro DopveltósSi ie
Ankm Gon^^étoz, Caballeros derinfante don Enrique de Portugíil..."
•liHtdMipinKen und Besitsaníén der Portugiesen in Afrika and Asien bis Mum Jahr^
9M6, eathaltm in «iner portagjeBiKken Hándsehrift der>kSiiigl. Ifbfand SÍMt«-BiMio-iluk
xa mB^ea. MHtfccaanf des BiUk>thekar« «r. SOffMBLLBR in d^r'^Sitittnff dieil
L SbWM M S U t n 18«6. * ^
96
Otro testigo llamado Antón Ferraridez Guerra, dice: "que teniendo la!
^sla de Langarote la gente del dho. Infante don Enrique poderosamente
fu«Pon a coquülst'ar la Isla de Grarn Cai^Biríia e la Gomera, .e que estando
este testigo en las dhas. Islas de iLangarote e Fuerteveptura les vendió
vituallas para la dha. Flota." ('pág. 129),
Interesantísimas en extremo son las noticias que Diogo Gómez nos
da de la Isla de Tenerife, especialmente respecto a las idea'? que poseían
los guanches de la vida de ultratumba, que como todos los pueblo^
primitivos la creían muy semejante a la terrena, visluínbrAndose
en «u estado religioso un principio de sinpervivencia y de retribuci<Vn.
͡1 autor yerra cuando habla de la estatura de los habitantes de Tenerife,
ya que lo? antropólogos que han estudiado los esqjiieletos hallados
en las cuevas les dan una estatura media superior a 170 m.. ¡Es muy
curioso que esa afirmación la hallemos también en lá Crónica de Bou-tier
(4). Al hablar de los.Reyes de la isla no señala sino tres.
El infanticidio femenino practicado en Gran Canaria. segiVn Abren
Oalindo, toma otro aspecto en la isla'de la Palma. En esta, dice Dáogo
Gómez, no eran solamente las niñas a las que mataban sino a todos los
hijos que hacieran después de rebasado el número o cupo de personas
que podían vivir en la isla. Era una ley económica niuy freciíente en laa
sociedades tribales (5), resucitada en los tiempos modernos por Mallhus.
El relato de Diogo Gómez modifica profundamente todo lo puibli-cado
acerca de las creencias y costumibres de los antiguos habitantes de
las Canarias, desterrando de la historia regional aquSl'a falsa idea qne
introdujo Viera y iClavijo en sus "Noticias" y divulgada dwpu^s pior
los que le siguieron, de que los naturales de este archipiélago eran unois
hom'bres excepcionales, dotados de todas las virtudes y exentos de vicios.
Desgraciadamente no fué así y los testimonios de Azurara^, Mtinzer:*
Diogo Gómez y otros viajemos y navegantes demuestran lo contrario. El
estado religioso, político y social de las islas siguió la ley de evolución
señalada por sabios como Morgan, Bachofen, Lu'j?ock, Durkeim y otros
sociólogos. , ' .
B. BONNiTr.
Agosto 1940. . • - ' •
(4) "Le pais est imoult ^ant peuipile y habite qui sont de petlt «státure, les pliu
h«rdi8 de tous ^es autres gfen» qul habitént és isles et ne f urent onoquea couru ne meaé
en «eruage comme cevda deis autres isles." (Chap. LXVII, ed. Miíirgty.)
(6) Cfr. un trabajo del autor "Estudios etnogrr&ficos. Los primitivos habitantes
de <kuiarÍBa'S publicado en esta R£VISTA, tomo 11, núm. 18, enero'inayo de 1927.
*
Texto latino del navegante DIOOO OQMEZ DE CINTRA
referente a las Canarias (1460-63), con su versión castellana
De laa islas primeramente halladas en el
Mar Océano OicidentAl,^ y en primer lu-
' gar de las Islas Afortunadas, que ahora
se llataan de Canarias
Oí yo, Diogo Gómez de Sintria, que algunas
carabelas de la armada del rey don
Juan de Portagal, que/ítabíaii ido al África
contra los Sa,rracetios con viento con-traxio,
no.pudiendo resistir la tormenta,
la corrieron, y vieron algunas .i^las. Los
cuales se alegraron por ver tierra, y creyendo
encontrar allí algún refugio cohtra
aquel temiToi-al, fueron a una i$Ia que
ahora se llama Lonzarote, y la hallaron
deapoblodaí Y creían que todas las demási
MM estaban deshabitadas. Habiendo cesado
la . tormenta vináeron a Portugal,
contando estas cosa» al Rey, y así se divulgó
por toda España la-gran noticia de
unae islas descufoi«i;as en el mar océano
Occidental mém allá de la iala de Cádiz, que
está en «1 mar Atlántico.
Cierto magnate del reino de Francia,'
de noble estirpe, llamado d.señpr Jua,n de
Bethencourt, leproso, para no avergonzar
H «US parientes, vendió todos sus bienes, y
iamfit¡éo a aa esposa y servidores vino aj.
reinó de Castilla, a la ciudad.de Hispalis,
o ¡Sevilla, y permaneció allí por algún
. ^empo. Y oyendo la fama de estás isla»,
qtt^ eirtabaá ski poblar, decía para sí, que
i en nenguna pute del mundo podría vivir
píes y mejor, ain avervtmzarse, que en
«quellM i«ia8 de»habltadM. Y tomando
De insulis primo in;rentis in mari océano
pccidmti^ et primo áe Insulis Fortunatis, '
qu«e nunc de Canaria vocantur
Audivi egO' pioguo Goimez de Sintria,
quod quaedam caraVelae de anmata regis
Johannis Portugaliae. quae iverant contra
Saracenos ad AfriCam cura vento conj;ra-rio,
quae tormento non potuerant resfiste-re,
concurrerunt et viderunt quasdani ínsulas.
Qui gavisi sunt de térra, et pútan-tes
illic invenire aliquod refrigerium de
illo tormento iverunt ad insulam unam,
quae nunc vócatur Laníarote, et invene-runt
eam non x>opulatam. Et putabant
omnes alias .ínsulas 'esse non populatas;
Cessante vero tormento venerunt Portu-galiam
narrantes haec regí, et Me fama
magna exivit per totam Hispaniam de ^insulis-
iníventis in mari océano occidentis
ultra Gades insulaih, quae est in mari atlántico.
Nabilis quídam ex regno Franciae
magnae progeniei nomine Misser Johan
de' Betingkor leprosus propter verecun-dyam
suorum nobilium vendidit onínia
bona sua, accipienaque uxorem et fami-liam
suam .venit ad regnum Castellae ad
civitatem Hispalim »eu Sevilla, et reman-sit
ibi per aliquod tempua. Et audienfl
famamiistíürum irasularum, quód essent
dlapopulatae, dicebat ínter se, quod'!«
hulla parte mundi posset melius et magis
,sine verecundia vivero quam in i^mlls
w
ciertas nares la» hiéo Henar de todas las
cosas neceiiarias, tnobiliario y 'trigo, can
sus siervidores, h(»tebres y mujeres que
habían traído conpigro de «u patria. Y aún
hoy día, la« mujere» que habitan eií la is-
^la qine ahora se llama Fuerteventyra, se
asemejan a las francesias en su lengua y
trajes. Dicho noble pobló también otra isla
cercana a aquella, que tdiora sé llama
Lanzairote. Y allí ¡permaneció con su familia,
y allí murió.
Después de la muerte de este noble
quedó como señor de estas islas su hijo
llamado Micer Miziot (Maciot), el cual tu-'
vo dos hijas, a una do ellas la dio como
esposa a cierto noble llamado Cabrera; y
la otra hijfi llamada María de B^tencort
(Betancor), a_ ruegos del Infante, la condujo
áu padre desde la Is'la de Lanssarole
a Portugal, dándola el dicho Infante como
e¿i>osa a cierto noble de «u servidumbre,
hijo de Juan Gonzalvo, que fué el
primero que pobló la Isla de la Madera.
' Y el sobredicho Caixrera tuvo una hija,
.que dio como esposa á un soldado del reino
de Castilla llamado Ferrsyr» (H«rre-ra),
4ne es abOra señor de aquellas islas,
con una parte de Gt^ Canaria, que le
obed«cei|b. Y él Infante armó otría vez «a»
carabelas, y enrió como oapit&n a cierto
Alvaro DorrcUas, el cual rnuri^ en,Alca-
. cet (Ckiiniea), cotno he dicho antes en el
prfener descubrinfilento de Guinea. Y Ail-'
varo Dorvellas ocupó y poseyó la mitad de
la isla que se llama Gomera, la cual obtuvo
por Una gueita que sostuvo con los canarios.
;
Sstos vtn los irambres dé las Islas de" Ca
naria,: ' •
Santa Qara, Alegranza, Grt^ciosa. És-
"tas no estAn: pobladas. '
lnuna|^>te, Puérteverttura, Gomera, Te-
?wrife, e! Hierro, Paijpia. Todas estas'estén
pobladas. , •
'£a Gran Canaria y la Gotnarm casi la
mitftd <b los hubitaates de «qutUM idas
illis, quod non esséht populátae. Bt acci-piens
.naves eas fecit in^^ere onaiibus
necessariis et supellectUibus ac frumento
CUTO familia sua, homines et raulieres,
quos de sua patria secum portaverat Et
adhue hodierna die mulieres, quae habi-tant
in Ínsula, quae ntínc vocatur Forte-ventura,
in lingua et vestimentis assimi-lantur
Francig'enis. Qui nobllis etiam^ po-pulavit
insulam «liam prope illam, qoae
nunc vocatur Langarote. Et ibi remansit
ipse cuín familia sua, et ibi mprtuus e»t
Post mortem istius nobilis mansit fi-'
lius ipsiu» pro domino istarum insulariim
nomine Misser Miziot Qui Miziot habuit
duas filias, unam ex illis dedlt in uxorem
nobili cuidam nomine CalK^yra; et aliaim
filiam nomine Doña MarÜa de Bettencort
ex rogo. Dominilnfantis ex Ínsula Langarote
duxit pater ad Portugaliam, qaam
Infans dedlt ini uxore^n cuidam noUU «x
sua familia filio Johánñis Gonsalvl« <(iú
fuit primus qui, populaivit tnsuhun de
Madeyra. Et ille supradictus Cal»ei^
habuit filiam, qaam dedit in «xorem mi-,
Uti cuidam de regno Castelláe, «pxi vocatur
FerrÍByra, qui est nunc domláas ifla-rum
inralorum cuta parte de Craií Canaria,
qu¿l» obediunt sibi. Et • Dominas Infans
armavH áHa, '^ée sua» earavelas, «t
taisit pro capitaneo queindam Alvarom
Borvellas, ctoi ^^ pwrtlbus Gtrineáe mor-tuus
est in Alcuzet, tdcui prandixi in pri-,
ma Inventione Guineae. Qui Alvams Dorvellas
acee|>It et habúttiihedietatcm i»tit^
dnsulae, qoae vocatur Gomera, ^qirnm tb-tinuit
per guerram, qaam habait eam Ca-nariis.
Ha«c tunt nondna insularam Csnwria-mm:
Sancta Clara, AUegrania, Graciola, la-tae
non «int populátae. ,
Lan^ariiyte, Porteventura, Gomera, Te-neriffe,
O Ferro, Palma. Istae omnes
sunt populktae. »
In Gran Canaria et Gomera iam circa
medletas illarum insularam babitiitores
98
son erigíanos. En las otras dos islas, a
saber: T«n«rifé y Palma, sus habitantes
aon de aquella gente que se llaman Oa-narioí
», que es un gr&n pueblo. Adoran al
Sol como a Dios; Los hombres naturales
de Gran Canaria, que son idólatras, sojí
homil^res corpulentos, y algunos entre
ellos se llaman guerreros. Y (no) comen
carne de cabra, que allí abunda mucho, e
higos, que se producen en'un lugar llamado
Telli (Teldc). Y comen avena, y ningún
hombre honrado es allí carnicero, sino
que hacen carnicero a aquel que es
odiado. Y ai algún forastero viene a hospedarse
en casa de alguno, el dueño de la
caaa le dá su mujer para que duerma con
él. Y si el huésped no quiere dormir con
ella, lo mira como a enemigo mortal. Y si
alguno de ellos va a casar a un hijo, le da
muchas cabras como regalo y dote; y
cirando «e separa de la mujer por algún
tieinpo, y luego quiere volyer a ella, es
necesario que le entregue diez cabras.
ISLA de TENERIFE
Esta Isla es puntiaguda como un pan
de «EÚcar, y es tan alia que traspasa la
primera región del aire, y aquel monte
es de "piedra pómez". Al pie de este monte
hay tierra muy buena ^ fértil. Y los
canarios de esta isla son de pequeña estatura
y feroces para pelear. Y tienen entre
9II0S tre^ reyes, y dicen que había allí
23.000 hombres. Y tienen la costumbre de
que, cuando muere un rey, le extraen las
visceras, y las colocan en una cesta hecha
de hojas de palmera. Y hay allí, en aquel
monte, un lugar peligroso que da sobre el
Riar cortad^ a pico, y aceptan que volunr
sunt Chrlstiani. Duae aliae insulae se. Te-neriffe
et Palmia: sui habitatores sunt
popu'lus illius terrae, qui vocaijtur Cana-rii,
qui est maximus populug. Qui solem
adorant pro Deo., Homine» naturales de
Gran Canaria ex idolatris sunt homines
mag^ni corporis, et alique Ínter illo» vo-cahtur
mjlites. Et (non) comedunt carnes
de capris, quas ibi in máxima copia ha-bent,
et ,ficus, qui in loco suo cr'escunt,
qui Telle vocatur (1). Et comedunt ave-nam,
et nullua bonus vir ibi fit Camifex,
nisi quem odio h^bent fa'ciunt camifi-cem.
Et si aliquis hospes venerit ad ali-quem
ad hospitandum, hospes domus sibi
dat uxorem ad dormiendum cum eo. Et si
hospes, mon vult dormiré cum ea, putat
ipsum esse inimicum mortalem. Et si ali-q-
uis eorum filium dat ad nubenddm, dat
ei multas capras secum pro muneribus et
dote; et quando mulierem vult dhnittere
per aliquod tempus, et quando vult ad
eam iterum rediré, oportet ei daré decem
capras.
ÍNSULA TEgíERIFFE
Ista. In^nila est acuta sicut pañis zucca-ri,
et est tam. alta, quod pertransit pri-mam
regionesn agris, et Ule. mons est de
"lapide pimis". In pede istius montis est
valde bona térra et fertüis. Et gentes "Ca-narii"
istius insulae sunt parvi corporis
et feroces ad proeliandium. Et habent ínter
se tres reges, et dicunt, quod erant
ibi 23.000 hominum. Et habent unam con-suetudinem
inter se, quod quando unus
rex moritur, extrahunt ei viscera, et mi-ttunt
ipsa in unam capsulam factam/ ex
foliis palmarum. Et est ibi quídam locus
periculosus in monte illo, qui yadit super
(1) En la narración "De prima inven-tione
Guincae" dice Diogo Gómez del lu-gaí
de Tfelde: "Et supradictus Johannes
de Trasto navigaüdo per mare atlanticum
(1415) per vim accepit partem unius insulae
dicebatur lingua sua Telti fructuosa",
(pág. 19.)
tariainente uno de los naturales dé la tierra
lleve consigo las visceras del rey y
vaya a lo más alto que pueda de aquel lugar
escarpado, y se arroje al mar, de donde
no puede salir más; desde lo alto al
fondo'hay hiuy bien 500 piesi Están allí
los demás mirando y diciendo, algunos de
ellos. "Te recomiendo al Rey", otros dicen:
"Te encomiendo al padre", otros: "Al
hijo"; otros, a su amigo muerto, y "dile
que sus cabras están muy gordas, o flacas,
o si se han muerto, o no." Y todas las no-tic'ias
que saben de sus reyes y parientes
las «nvfan a sus reyes y parientes difuntos
por medio de aquél que se arroja al
mar. Y después toman el cuerpo del rey
y lo llenan de manteca, y lo meten en un
sp... como a una gallina, y lo ppnen^ o envían
a una cueva, y delante de ella colo-
, can para oustodiario a un hombre de bien
que por su honradez testimonie si se le
caen sus cabellos o piel durante; un año.
X si se le caen los cabellos, lo tienen jor
Un gran pecador; y si rio, lo ibienen por un
buen varón. Y se reúnen todos y celebran
un gran convite, y le tributají los mayores
honores. Y después del eonivite l o llevan
al lugar peligroso, donde otro se arroja
al mar, para qeu así acompañe al rey
en el otro miindo. Los anzuelos con los
que éstos cogen los ipfeces los hacen de
cuernos de cabras, y hay en aquellas islas
muchos arbolea de variadas especies, y
ríos, y ave».
ISLA de la PALMA
Los hombres y las mujeres son corpulentos,
y »on groseros, salvajes, y feroces,
y calculan entre sí cuantos pueden vivir
en toda la isla, y no consienten que ni sus
propios hijos vivan si pasan de aquel "nú-wiero.
Y ai nacen m^s hijos, excediendo la
tantid'ad señalada, entonces el padre y la
madre toman al hijo y ponen su cabeza
sobre \ina piedra y cogen otra piedra y leí
mare et «trictus, et accipiunt quendam
hominen suae generationis propria sua
volúntate, qui portat secum viscera regis,
et vadit ad locxmi illum' strictum quam
longe potest ambulare, et projicit se in
mar^, ubi ultra non potest exire; de «Ititu-dine
in fundo sunt bene 500 cubitus. Hic
sunt ceteri aspicientes et dicentes aliqui
illorum: "incommendo te regi", alii dicunt:
"iricomendo te patri", alii: filio, alU: suo
amico mortuo, et *dié sibi, quod caprae
suae sunt multum pingues vel macrae,
vel si sunt mortu (i) aut non". Et omnia
nova, qnae sciunt de regibus et parenti-bus
suis, mittunt per illxwn, qui se projicit
in mare, regibua ^t parentibus «uls
mortois. Et postea accipiunt corpus regis,
et implent dllud but(e)ro, et mittunt eum
in uno sp... ut gallinam, et poniint sen
mittunt illud in speluncam, et soAe eam
ponunt ad custodiam unum hominéii pro-bum,
qui sua ibonitate debet faceré, ne ca-pelli
cápitis eius non pereant, ñeque pe-llis
corporis per spatium unios annl. Et si
decidunt capilli, tenent illum pro m|tg»o
peccatore; si vero non, habent ipsum pro
bono viro. Et congregantur omnes et fa-ciunt
magnum convivium, et e:diib«nt illi
máximum honorem. Et post convivium
portant illum ad locum pcriculosum, ubi
alter se projecit in mare, ut similiter sic
faciat ad concomitandum regem in alio
mundo. Hamos, cum quibus isti capiunt
pisces; faciunt de cornibus caprarum, et
sunit in insulis lilis multae arbores^ mul-tarum
specierum et ilumina et ave».
Í N S U L A de PALMA
Sunt homines et muliere» mairni corporis,
et sunt Tustici silvestre», ac sunt
feroces, et habent numerum ínter, se
quantum possunt sustentare in tota Ínsula,
et nolunt filios auos propríos cotí-sentiré
vivere ultra numerum illum. Et
si nascuntur plures filii quam pertinent
ad suum numerum; tune pater et mata
accipiunt filium, et ponunt oaput eius mx-
MO
ata «n la eabeía al nifio y le quiebran «1
cráneo, y así lo matan, di«per»os lo» ojos
y «1 «erebro por tierra, lo que es una gran,
crueldad de los padres. Lo núsmo hacen
cuando al|:ún cristiano arriba a la isla, ai
excada d número de elloe en aqael momento;
ai no, lo dejan vivir.
De la tala SALVAJE
Cierto éU, retomai^o yo Diogpo Gdmez
la última vez. |1» Guinea, entre la» islas
de («aaairia y la de la Madera, vi ¿na isla
qae ae Uaoaa iala Salvaje, y estuve en día.
Y «a árida y no tie^e habitantes, ni éabo^
les ni Has. ÉaUt Ú a la descubrieron las
cwaMaa dtl Infante. Y bajando a tierra
' aKontraron nracha orchiUa, que ea cierta
Uetba «toe tiic de color rojo la tela, y la
haMi sfii en gran abundancia. Y algunos
ragsrea deapnéa al Infante les diese permiso
tara, ir aSU. cara ana carabelas y pn-diaaen
Uevar aquella orcMlla a Inglaterra
y á Flandes, donde vale nmcho. Y el In-laole
les dió Uoanda, como le entregasen
la quinta parta ét la ganancia qu^ obtuvieran.
Y «I Infante «nvi6 allí cabraa, ma-ciws
y hmabraa, ique ae 4esarreUaron en
gran ttOBMPO.
ISLA de PUERTO SANTO
Cnea d« la lato de Madei». Eo tiempo
dtl IxÉtaHm don BnriqoB cierta carabela
con tonaanta Vid una peqnefia isla, que
está eerea de la iala de la Madera, que
aima se llama Puerto Santo, despoblada.
Y «n «aU isla de Puerto Santa hay mn-dMi
tabeim, ^t UasMii "drafoeyros"
(bravea), que aatudaii oaa liamioaa reaiaa
da calar rufo, Uataáda sangra de drago.
Y Mfrsi4 ^ eagabela aminei'aado al In-
Auita la tieiva hallada, de la eual llevaron
•Mgl* 4a dngAn y ramaa de otros árbo-
Ita, 4»}m qn» « M IM aa ategrd d lofánta.
/
per lapidem, et accipiunt alium lapidem,
et dant incaput pueri et frangurtt ei ca-put,
et sic interficiunt eos dispersis oculis
iñ cerebro in terraim, quod magna crude-lltaa
parentunt est. Similiter faciunt,
quando aliquis Ghristianua in insblam
illam transit, ei excedit numerum eorum
illa hora; ai non, mittunit eum yivere.
De ÍNSULA SELVAGEM
Dle quadam veniems ego Diogno CkHuez
ultima vice de Guinea in medio inter Ínsulas
dé Canaria et insulam de Madeyra
vidi insulám, et fui in ea, quae vocatur
"Ilha Salvagem". Et e»t sterilis, ©t nu-llus
habitat in et, nec habet arbórea nec
ilumina. Istani insulam invenerunt cara-vclae
D. InfaritiSi Et venientes in terram
invenerunt multam "nrsellam", quod eat
quaedam herba, quae tingit rubeum colo-
•rem seu pannum, et erat ibi m habu»-
dantla magna. Et aliqui pastea rogave-runt
D. Infantem, ut iis daret licentiam,
ut irent lliuc eum suis caravelis, et illam
"ursellam* deferri possent ad "Angliam"
et "Flamdriam", ubi valet multum. Et D.
Infans dedit eia licentiam, ut ei darent
quintam partem de lucro, quem facerent.
Et P. Infans misit ibi capraa, másenlos et
femedlas, quae creverunt magna multitu-dine.
,
Inania de PORTO SANCTO
juxta^ insulam de Madeyra. Tempore lo-fantis
D. Henrici quaedam caravela eum
tormento vidit insulam parvam, quae e^t
juxta insulam de Madera, quae vocatur
Runc "Porto sancto*, m>njj)oipulatam. Et
in iata Ínsula de Porto sancto sunt muUae
arbores, qufte vocantur "dragoeyros",
quae emitttant resinam puli^errimam ru-bei
coloris, quae vocatiil- sa^iguia draco-túa.
Et reversa est illa caravela nunttaní
Infanti terram inventam, de qua seeum
.portaverunt sanguinem draconls et ramdi
aliarum arborum, de qoo D. tnfun» multum
gavisos «tt