Biografía de "Revista de Historia"
Por Juan RÉGULO PÉREZ
Comienza REVISTA DE HISTORIA SU segunda centena. Hace
treinta años apareció su número 1. Se trata de un trayecto respetable,
insólito en una revista de Canarias. En efecto, 100 números
de vida hacen algo así como un siglo metafórico.
Ha sido añeja costumbre en REVISTA DE HISTORIA recapitular
de tiempo en tiempo el camino recorrido, reconsiderar las fuerzas
y disponer la marcha, al dictado de los^iechos. Primeramente se
hizo este resumen al comienzo de cada tomo; después, cuando lo
aconsejaron las circunstancias. En este hito mayor nos ha parecido
oportuno bosquejar la biografía de los 100 números pasados de
nuestro primer periódico regional — primero en importancia, no en
el tiempo, naturalmente —. Porque la memoria de las cosas se
confunde y se pierde; y porque de un esfuerzo semejante merece
quedar noticia cierta. Y más en una ciudad como La Laguna, cuyo
ambiente tan bien marcó Unamuno y del que, como es natural, no
ha quedado exenta REVISTA DE HISTORIA: «Una vida de singular
lentitud, de marcha de gavota, ceremoniosa por fuera, mas no sin
sus pasiones por dentro. Porque esa vida de rutina conventual y
señorial no doma las pasiones, sino que más bien las azuza. Sobre
todo, la envidia. Las pequeñas rivalidades se exacerban y las
íi_^¿.
128 [2]
discusiones por un punto de erudición, por una minucia, adquieren
una especial y especifica venenosidad».^
REVISTA DE HISTORIA tiene dos etapas marcadamente distintas.
Abarca ia primera desde su fundación, en 1924, hasta 1941, año en
que pasa a ser órgano científico de la Facultad de Filosofía y Letras
de la Universidad de La Laguna; la segunda empieza en 1941 y
continúa aún. Aunque el paso de una etapa a otra no aparejó una
ruptura completa de contenido, pues la intención de los fundadores
ha continuado viviendo al lado de la orientación nueva, la revista
pensada en 1924 y realizada hasta 1941 fue distinta de la concebida
en 1941 y desarrollada hasta el presente. Por ello dividimos nuestro
ensayo btegr&fioo en dos apartados, uao para cada etapa.
I
1934•1941
£t mareó y «i ümbUñte
Como en lo aatij^tto» hacia 1923 la ciudad de La La^na d*
Tcaeriff era lugar {M-opicio para las fempresas literarias. En ella re-aidian
personalidadM del mayor prestigio regional en orden a la
cultura, aotuaci¿h públiea, creación artittióa, etc., como d cronista
doQ Jos4 Ro<k%u«t Moure,el ottedráttco don Adolfo Cabreni Pinto,
el novelista don Benito Pérez Armas, e) poeta don M«iuet Verdugo
Y Biurtiett, el oMiútral don Heraclip Sanchos Rodi%uct, y tnntoa
ottos. Vine a refomar su carácter de ptimer Mntro intelectual dei
Arehipiilikgo ei restablecimiento de los eadtdtoa universitark», en
eapecial loa de Der««ho, que fi«Bron creados gradualmente y 3^
•atoncea habían sjdo completados.^
* dt. MiouiL Df UNAMUNO, Por tierras de Portugal g de Eipañ», tm* 1 d«
*BS Ot^úMwmphkte, Mtdtid, Afroditio Ajundo, 1*51, páf. 496.
* tSt> j w i EaefetiByo y tlSNtJliEZ-ÁDiBti}, La Univnniiad ie Canarias. Apun.
tm pmv m- tietmia éuJt M pténtim ftméatiám m 17t1 hmtUí ti praenie,
Madfid,»ÍI.
[3] 129
No faltaba en ese ambiente un s^rupo amante de las letras, con
dedicación especial a los estudios históricos y a la investigfación
genealóg^ica, biog'ráfíca y heráldica, que segfuia con atención ere-ciente
la labor que en Madrid llevaban a cabo Santa Cara, Hermo-siila,
Rodezno, Casa Lasquetty, Vallellaao, etc., en su «Revista de
Historia y de Genealosfia Española». Pero esta publicación de los
Srenealogistas madrileños dejó de recibirse en 1920. Aún sur^rió
otra de interesante esfuerzo, titulada «Nueva Academia Heráldica»;
pero el reducido número de sus pág^inas y su carácter nacional no
eran a propósito para publicar extensos trabajos de ¿enealogria
canaria, en armonía con el aug^e alcanzado en aquellos momentos
por el cultivo de esta materia y el g^usto por el pasado isleño.'
Con todo, un articulo aparecido en «Nueva Academia Heráldica
», titulado LM Casa de los antiguos Condes de La Gomara y
Suscrito por don Manuel de Ossuna-Saviñón y Benitez de Lug'Oi
provocó una viva polémica, acerca de las cuestiones históricas y
genealógicas, en la prensa de Santa Cruz de Tenerife, en que, con
sus nombres o con seudónimos trasparentes, intervinieron los ff
nealogistas más conspicuos entonces residentes en Tenerife.* Eata
polémica tuvo la virtud de interesar a parte del público en las cues»
tiones debatidas; y, a favor de este ambiéntense piensa en emular
las citadas- publicaciones peninsulares, con campo eircunscrito al
Archipiélago Canario, y solicitar la colaboración de ios eseritOTai
de nuestras antigüedades de aquella época: doii Boenaventura
* Pmn informarM camplidamei|t« de 1* tradieifa • iny«ttit««MB gwiéal^ficu
AB CUWÍM y d« todo lo oon ellu r«fMÍonade,'«valMl» con «baaduite bibliofrafta
y critic» de toi hechos, cfr. Josi PUAXA ot AYALA, hiroduccián al tomo I de |a obra
NohÜittrio de Ctmariai, de Franeiico Fernindec de BMieneourt, ampliada y piieata
al dia por una Junta de Etpecialiataa, La Laguna de Tenerife, Régelo, 19S2,
P&gl. XIX-LIX.
* Ch. «Nueva Academia Merildica», tomo X (3.* «poca), Madrid, 1923, pite.
53-57 y 94-101; y «Gaceta de Tenerife», Santa Crax de Tenerife, n.* 4.046, de 13 de
JoBie de 1923 («JUAN DI AVALA». CurioMidad»* ktHóriea», La HUioria no •* /üidb):
a.* 4.049. de 16^1923 (MANDH. DS .OSSUNA, Dt gtneal<^ oaitaría. Centeateci^
*^%«b): a.* 4.0S4. de 32-6-1923 («JUAN DI AYALA», CoiM<iitrae(oNc« hUtórien.
Pw ilHmt, tfn); B.* '4062, de 1-7-1923 («JUAN FotNANon oi SALGADO», /iilwt.
'^^'nda muña poUmiea. SI «foirf» dt h eo$a).
HHL.9
.'. vi-* ..• -
!30 [4]
Bonnet y Reverón, don Dacio V. Darías, don Manuel de Ossuna-
Saviñón, don José Peraza de Ayala, don Emeterio Gutiérrez López,
don Luis Fernández, don Tomás Cruz, don Lorenzo Betancort, etc.
Por instigación reiterada de don Luis Fernández Pérez, cronista
oficial de La Gomera, la invitación formal para la creación del periódico,
que ya bullía en el ambiente, partió del cronista oficial de
El Hierro don Dacio V. Darías y Padrón, y fue hecha, primero, a
don José Peraza de Ayala y, después, previa mediación del Sr. Pe-raza
de Ayala, a don Manuel de Ossuna-Saviñon. De conformidad
los tres, se iniciaron los preparativos para que el primer cuaderno
viera la luz en la primavera de 1924.
Fundación y propiedad
A imitación de la «Revista de Historia y de Genealogfia Española
», la naciente recibió el nombre de REVISTA DE HISTORIA y el
subtítulo de Publicación de asuntos canarios: históricos, genealógicos,
biográficos y arqueológicos.^ REVISTA DE HISTORIA se pensó,
pues, fundamentalmente, como un periódico de s^enealogía, aunque
con marcos amplios.
Y als:o de la suerte de las g^enealog'ías le ha tocado a REVISTA
DE HISTORIA, pues si en las genealosfias los principios suelen ser
discutidos y discutibles, la fundación de la revista ha sido cuestión
batallona, hasta ahora no sentada públicamente con toda claridad."
Nosotros hemos analizado con detenimiento este punto, asesorados
por todos los que tomaron parte directa en la creación del periódico;
hemos examinado la casi totalidad de los documentos a que la fundación
dio Iug:ar y, además, nos hemos apoyado en el cuerpo físico
' La propueita concreta del nombre, lugerida oríjfinariamente por don Manuel
da OacanapSaviñón, se la hico deipuéi al Sr. Darías y Padr¿n don Juan Martí
y Martínez-Ocampo; y el subtítulo fue complemento explicativo añadido por el
Sr. Darías.
* Or. Josi PuuzA DI AYALA, Sobre la fundación de mReviMta de Historia»,
tomo XII [1946J de esta misma, píge. 308-310; y DACIO V. DARÍAS Y PADRÓN. La
fundación de «Reviste de Hietoria», «La Tarde», n." 6.022, Santa Crux de Tenerife,
2 de enero de 1947.
[5] 131
de la revista misma, donde, leyendo con cuidado, se refleja también
—no podía ser de otra manera— su historia.' De todo ello, ciñen-donos
lo más estrechamente posible a los hechos, hemos concluido
lo sig^uiente:
1. REVISTA DE HISTORIA se fundó a principios de 1924, a propuesta
formal de don Dacio V. Darias y Padrón, por este señor, por
don José Peraza de Ayala y Rodrig-o-Vallabrigra y por don Manuel
de Ossuna-Saviñón y Benitez de Lugo, conjuntamente.— En el momento
de la fundación, el Sr. Peraza de Ayala era menor de edad,
(nació en 1903), el Sr. de Ossuna-Saviñón tenía 28 años y el Sr. Darias
y Padrón contaba 44.
2. Se preparó el primer número para enero-marzo de 1924, que
presentó al público don José Peraza de Ayala, en articulo que explica
la finalidad de la obra y que con el titulo Nuestro propósito
y fechado en el mes de febrero encabeza la revista.
3. Antes de aparecer el primer cuaderno, don Dacio V. Darias
presentó un escrito al ayuntamiento de La Laguna en que le dio
cuenta de que iba a fundar una publicación titulada REVISTA DE
HISTORIA, de carácter histórico, genealógico, heráldico y arqueológico.
De haber presentado este instrumento le extendió recibo
el secretario de la corporación don Antonio García Gutiérrez, en
fecha 6 de marzo de 1924.^— En la comunicación del Sr. Darias y
Padrón se hace constar que la revista será dirigida por don Manuel
de Ossuna y Benitez de Lugo.
4. Don Dacio V. Darias y Padrón, en calidad de propietario
del nuevo periódico, nombra formalmente Director del mismo a
don Manuel de Ossuna-Saviñón y Benitez de Lugo, en titulo fechado
' Por ejemplo, en vario* cuadernos, a partir del n." 3, aunque la redacción y
kdminiítración figfuran en San A^itín 10 (domicilio del Sr. Peraca de Ayala), se
pide dirigir todo lo relativo a estas dos funciones a los domicilios consecutivos del , ^
censor-propietario Sr. Darias. En el n." 16 se llama fundador a don Manuel de f^S
Ossuna-Saviñón (p. 252), y el mismo titulo se le da a don Dacio V. Darias en el
mismo cuaderno (p. 260); en el n." 17 se denomina cofundador al Sr. Darias (p. 2): , ^^
«I n.* 41 dice que RiviSTA DI HISTORIA «fue creada por un grupo [subrayado de
J- R.] de patriotas» (p. 2); eteitera.
' Cfr. el Apindice, documento n.* I,
132 [6]
el 5 de marzo de 1924, quien acepta el cargo en escrito de 10
del mismo mes."
5. Con esta fecha 1." de abril de 1924, don Dacio V. Darías
cede la propiedad material de REVISTA DE HISTORIA a don José
Peraza y Molina, padre de don José Peraza de Ayala y Rodrigo-
Vallabriga. Pero el Sr. Peraza y Molina no hizo aceptación en
forma de 'tal trasferencia.^"
6. AI no haber aprehendido formalmente el Sr. Peraza y Molina
la cesión hecha a su favor por el Sr. Darías, éste continúa en
posesión de la propiedad de REVISTA DE HISTORIA y, en su virtud,
la inscribe en el Regfistro de la Propiedad Intelectual, con
fecha 30 de setiembre de 1925 y 6 de febrero de 1926."
7. A fines de 1927 don Dacio V. Darías traspasa la propiedad
de REVISTA DE HISTORIA a don José Peraza de Ayala y Rodrigo-
Vallabriga, quien, a partir de enero-marzo de 1928, hace constar
esta circunstancia en la cabecera de la misma, a más de indicarlo en
el articulo editorial del tomo III, pig. 2. Y en 1931 el Sr. Peraza de
Ayala inscribe en el Registro de la Propiedad Intelectual los tomos
de la revista a partir de 1928.^'
8. El número 1, fue, pues, de tanteo. Pero en el 2 aparece ya
cristalizada la situación de la revista: Director: M. de Ossuna y
Benitez de Lugo; Redactor-Jefe: J. Peraza de Ayala y Vallabriga;
Propietario: Dacio V. Darias y Padrón.
El primer periodo
El número 2, con 200 ejemplares de tirada, tiene ya la fisionomía
propia del primer período de REVISTA DE HISTORIA, incluso
en su aspecto material, pues en este cuaderno es donde la portada
empieza a llevar una orla con el escudo de Canarias, que mantuvo
hasta Bnes de 1930. REVISTA DE HISTORIA, entonces, como ahora.
* Cfr. «1 Apándiee, docnmcntos númt. 2 y 3.
" Cfr. «I Apindiee, documento núni. 4.
" Cfr. el Apindica, documenta núm. 5.
" Cfr. al AfindK9, documento núm. 6.
[7] 133
era trimestral. Hasta 1941 apareció en cuadernos de 16 pág^inas. A
pesar de ser compuesta a mano, el aspecto tipogfráfíco era pobre en
conjunto. Durante algunos años se imprimió ininterrumpidamente
en los talleres de don Narciso de Vera, en La Laguna de Tenerife.
El peso todo de la revista se repartía entre los tres cofunda*
dores y un grupo de colaboradores constantes. Los colaboradores
más asiduos hasta 1930 fueron: don Buenaventura Bonnet (que pron-to
pasó a ser Director), don Emeterio Gutiérrez López, don Lorenzo
Betancort, don Luis Fernández Pérez y, a partir de 1927 (aunque
ya en 1926 había mandado colaboración desde el extranjero), don
Tomás Tabares de Nava. Porque si bien es cierto que en esta etapa
aparecen los nombres de don Francisco P. Montes de Oca y García,
don Tomás Cruz García, «Martín Ochoa de Gaztelu», don Elias
Serra Ráfols y don Emilio Hardisson y Pizarroso, es con sólo un
articulo y sin insertarse en las preocupaciones de la revista.
En 1931 adviene la República, y este acontecimiento se refleja
ostensiblemente en REVISTA DE HISTORIA. La orla con el escudo
de Canarias y la corona de la Monarquía, que la había acompañado
invariablemente desde 1924 —de claro sabor posromántico y trasunto
elocuente de la atmósfera espiritual en que se había realitado
la obra hasta entonces—, desaparece de la cubierta ya en el primer
cuaderno de este año, doble, correspondiente al primer semestre.
En su lugar, se pone una portada que quiere ser modernista, pero
que, por el uso desacertado de los tipos elegidos para el título, más
bien da la impresión de un anuncio comercial. Con todo, el último
cuaderno de este año 1931 logra una fachada sobria y de buen
íusto, a base de cartulina blanca, con título limpio en caracteres
clásicos; conserva este frontis hasta su cese provisional a ñnes
de 1933.
En el trienio 1931-1933 REVISTA DE HISTORIA hace un esfuerzo
por sintonizarse con el ambiente, aunque sin renunciar del todo
* su carácter original. Nombres nunca antes vistos comienzan a co-
Uboran don Andrés de Lorenzo-Cáceres, «María Luisa Villalba»
(doña María Rosa Alonso), don Edmundo Trujillo, don Francisco
Aguilar, don Emiliano Jos, don Dominik Josef WSlfel, don Néstor
Álamo y don Melchor de la Torre Cáceres. Junto a éstos, el núcleo
de siempre: don Buenaventura Bonnet, don Dacio V. Darías,
134 [8]
don Emeterio Gutiérrez López, don José Peraza de Ayala y don Tomás
Tabares de Nava. La historia general va en primer término; la
genealogía, que había dominado hasta 1930, se retrae y aparece
minoritariamente representada por las plumas de sus cultivadores
más genuinos: Peraza de Ayala y Tabares de Nava. REVISTA DE
HISTORIA se tiñe ahora, de una manera visible, de un color literario,
en especial con motivo y a partir del número consagrado a Viera y
Clavijo (octubre-diciembre de 1931), e inicia las reseñas bibliográficas.
Acaso, de no haber sobrevenido el cese de 1933, REVISTA DE
HISTORIA se habría trasformado en un periódico con predominio
de lo literario, a base de elementos jóvenes.
Reanudada la publicación en 1938 —hecho en que cupo parte
principalísima a las sostenidas invitaciones en este sentido de don
Tomás Tabares de Nava—, su Director-Propietario explica asi los
motivos de los cuatro años de muerte aparente:
...la desaparición por inexorable ley biológica de personas
venerables, resto de generaciones que sabían amar filialmente
las cosas de nuestra tierra, y de otro lado el absurdo materialismo
que se infiltraba en todos los sectores sociales, dieron por
efecto que las bajas en la suscripción a REVISTA DE HISTORIA
se produjeran con alguna frecuencia, vacíos que en un principio
dificultaron su marcha y que por último hicieron obligada su
suspensión, no sin antes haber causado quebrantos económicos
a la modesta empresa.
Relegado al olvido casi totalmente el secular espíritu nacional,
religioso e hidalgo, dábase el desolador espectáculo de
que aun entre quienes por su nacimiento o cultura estaban más
obligados a mantener la tradición gloriosa, cayese sin vida todo
intento romántico de homenaje al ayer histórico de la Patria
o de vindicación de valores de nuestra raza.
Al reaparecer, REVISTA DE HISTORIA vuelve a fluir por los
antiguos cauces, por los de 1924 a 1930, sin rastro alguno del intento
de colorearla literariamente iniciado en 1931. Por más que
figuran los nombres nuevos de don Odón de Apraiz, don Pedro
Hernández Benítez y don Guillermo Camacho y Pérez-Galdós, no
[9] 135
es sino de paso; la continuidad de la revista la sostienen sólo los
padres de siempre, excepto don Manuel de Ossuna-Saviñón, que
había dejado de enviar sus contribuciones desde marzo de 1929.
En general, hasta 1941 REVISTA DE HISTORIA pone de manifiesto
cierta falta de selección. Junto a artículos francamente bue*
nos, sobre todo alg^unos de sfenealogía y otros de historia g^eneral
de las Islas, aparece un número mayor de trabajos faltos de
claridad, carentes de orientación, precipitados o deficientemente
elaborados.
Al repasar ios seis primeros tomos de REVISTA DE HISTORIA,
saltan en seguida a la vista dos direcciones bien diferenciadas:
la genealógica, encabezada especialmente por Ossuna-Saviñón,
Peraza de Ayala y Tabares de Nava, y la de reconstrucción critica
de nuestra historia regional (arte, antropología, etnología, etc. incluidas),
abanderada por Bonnet. Darias y Padrón, con sus métodos
personales característicos, contribuye copiosamente en ambos
sentidos.
La dirección de la revista, en este periodo, fue mis bien honorífica
que real. El primer Director, don Manuel de Ossuna-
Saviñón, dejó su cargo bien pronto. A partir de julio de 1924 la
dirige don Buenaventura Bonnet y Reverón, y en enero de 1928
aparece este cargo a nombre de don Dacio V. Darias y Padrón,
que lo pasa a principios de 1930 a don José Peraza de Ayala y
Rodrigo-Vallabriga.^* Y decimos más bien honorífica que red,
porque bajo ninguno de los cuatro nombres —excepción hecha del
intento abortado de 1931—se advierte huella personal alguna.
" Quien desee conocer con mil detalle U esUtur» científica, cultural y aocial
da cada uno de loa cuatro primero* Direetorea de RIVISTA DI HISTORIA y au vinculación
a la lociedad isleña, vea: para la da don Manuel de Ostuna-SaviB6n, el
tomo I del Nobiliario de Canarias, citado en la nota 3, pá;. 819; para la de don
Buenaventura Bonnet, el articulo escrito por Elias Serra Ráfols en esta misma revista,
tomo XVII [1951], paga. 177-192. y Sergio F. Bonnet y Suárex, Origen del
apeüido BonneU tomo XVIII (1952], págs. 75-76 de la misma publicación; para la de
<lon Dacio V. Darias, la noticia que aparece en otro lujfar de este cuaderno; y para
la de don José Perata de Ayala, el tomo III del Nobiliario de Canaria* citado, Cam
de Perata de Ayala, en prensa actualmente (1954).
íiiíi
136 [10]
REVISTA DE HISTORIA era el resultado de un quehacer colectívo,
de ^rupo, un poco en forma dp aluvión, dentro de unos marcos
tácitos poco precisos.
Así y todo, en esta fecha. REVISTA DE HISTORIA se había
hecho un lug^ar entre los estudiosos canarios. Representaba ya una
tradición, una continuidad sensible, un ejemplo de patriótica perseverancia.
Y los eruditos, especialmente los amantes de la genealogía,
la tenían en alta estima.
II
1941-1953
órgano científico de la Facultad de Letras
Cuando en 1940 se creó la Facultad de Filosofía y Letras en
la Universidad de La Laguna, su Decano, el catedrático de Historia
Dr. don Elias Serra Ráfols, quiso dotarla de una public'ación periódica
propia, que encauzara los estudios de letras del Archipiélago,
loa pusiera en consonancia con los métodos recibidos de investigación
y sirviera al mismo tiempo como índice de actividades culturales
de todo orden, amén de dar oportunidad a los estudiosos de
U Facultad y en torno a ella para publicar los frutos de sus esfuerzos.
Pero en 1940-1941 las dificultades para establecer una publicación
nueva no eran ni pocas ni fácilmente soslayables. Había gran
escasez de papel. Estaba restringidísima —en provincias prácticamente
inoperante— la autorización para fundar revistas y periódicos.
Aun para corporaciones estatales era muy complicado y lento
legalizar órganos impresos, de nueva planta, cuyo director, además,
había de ser periodista profesional... A obviar tantas dificultades se
prestó REVISTA DE HISTORIA, gracias sobre todo a las cordiales relaciones
existentes entre su Director-Propietario Dr. Peraza de
Ayala y el Decano Dr. Serra Rafols, y a cuyo fín especial —velando
por el arraigo y el éxito de la obra— interpuso el Dr. Ta-bares
de Nava sus buenos oficios. La trasferencia se llevó a cabo
en febrero de 1941, en virtud de contrato privado entre el Pro-
til] 137
pietario y la Facultad, de acuerdo con el cual este arresflo es ilimitado
y sólo dejará de funcionar a requerimiento formal de una de
las partes.^*
£1 primer cuaderno bajo el rubro de publicación de la Facultad
fue el de abril-junio de dicho año 1941. Y por ser documento más
elocuente que nins:uno otro para explicar el traspaso y la nueva
orientación, reproducimos integframente el editorial que con el título
A nuestros lectores puso al frente del referido cuaderno el
nuevo Directdr Dr. Serra:
Conforme anticipamos a nuestros lectores en el número
anterior, a partir del presente pasa REVISTA DE HISTORIA a ser
publicación científica de la Facultad de Filosofía y Letras de
nuestra Universidad. La intensa actividad docente que ha adquirido
esta Facultad con la creación —gracias a felices gestiones
del Excmo. señor Rector— de nuevos cursos adaptados al plan
de Enseñanza de 1939, que recoge la eficaz orientación impresa
a los estadios humanísticos por las superiores autoridades académicas
de la Nación, exige un contrapeso de educación científica,
si no queremos reducirnos a la fabricación en serie de licenciados,
pues la labor de clase, por profunda y provechosa que
sea, no puede en manera alguna llenar todas las aspiraciones
de una Facultad de Filosofía y Letras. Es preciso conducir con
el ejemplo a los futuros licenciados al campo desinteresado de
la ciencia pura, allá donde los éxitos y fracasos no se cifran en
asignaturas aprobadas o cursos perdidos, sino en añadir algún
nuevo grano de arena a la obra sin límites de la investigación
de la verdad.
A satisfacer tal necesidad responden estas páginas, que
confiadamente esperamos obtendrán de los cursantes de la Facultad
el más decidido apoyo, consagrándoles el fruto de sus
desvelos y entusiasmos; y hemos creído acertado, para el fin
propuesto, acogemos a una publicación ya existente que disfruta
de ganado prestigio dentro de su obligada modestia y cuenta.
** Cfr. «I Apindic», documento &.* 7.
138 [12]
entre otros méritos, el excepcional de la perseverancia. REVISTA
DE HISTORIA, al entrar en la nueva etapa, no ha de apartarse
de su ya larga y sólida tradición, cimentada desde sus comienzos
en 1924 por un grupo de investigadores que necesitaban
unas páginas de solvencia para archivo de sus estudios, ni se
extenderá excesivamente el campo de las materias científicas
que ha cultivado hasta ahora; y aunque es cierto que una Facultad
de Letras comprende estudios ajenos a los propiamente
históricos, su antiguo titulo no quedará en desacuerdo con su
contenido, ya que los trabajos que ha de recoger serán los que
en un amplio sentido, hoy corriente, caen dentro de las disciplinas
históricas: hechos políticos, instituciones, cultura, lengua,etc.
A la Facultad no le faltarán medios adecuados para publicar
en forma autónoma aquellos trabajos que no tengan cabida
dentro del coto científico que señalamos. Incluso la especial
atención que varios de los colaboradores de la revista vienen
prestando a los estudios genealógicos no tendrá por qué interrumpirse,
puesto que estos estudios, con la única exigencia de
ajustarse a normas de rigor científico, constituyen una importante
rama de las investigaciones históricas, ya se tomen en sí
mismos, ya como útiles auxiliares de la historia general.
En cuanto a la dirección de la publicación, que como es
sabido corría a cargo, con abierto, del Dr. José Peraza de
Ayala, propietario de ella, pasa ahora también a la Facultad,
siendo excusado agregar que ha de ejercerse en cordial colaboración,
no sólo con este buen amigo nuestro, que ha dado espontáneamente
todas las facilidades de su parte para el nuevo
destino de la revista, sino también con los demás elementos que
asiduamente la han apoyado, entre los cuales conviene men-donar
a D. Tomás Tabares de Nava, que tendrá a su cargo,
como Redactor-Jefe, el examen y ordenación de los originales,
aparte de su propia colaboración personal.
Tenemos, además, la satisfacción de anunciar que funda-dómente
esperamos que el grupo de nuestros colaboradores sea
reforzado con elementos que propiamente no podremos llamar
nuevos, por tratarse de quienes desde un principio han seguido
con patriótico interés la labor de esta publicación; y asimismo
Í13] 139
contaremos —como ya viene siendo cosa normal— con originales
de investigadores de la isla hermana, que avalorarán
nuestras páginas, proporcionándoles la amplitud regional que
corresponde a un órgano de la Universidad Canaria.
El año 1941
A partir del número 54 de su serie (abril-junio de 1941),
REVISTA DE HISTORIA empieza a crearse su actual fisionomía. Nombres
nuevos, muchos de los que luego serán frecuentes en sus pá-gfinas,
aparecen ya en este tomo: Juan Álvarez Delgfado, Juan Bosch
Millares, Sebastián Jiménez Sánchez, Enrique Marco Dorta, Avelina
Mata Rodríguez, Francisco Pérez Saavedra.
Se inicia la égida de la Facultad con el valioso estudio del Dr.
Serra titulado Los mallorquines en Canarias, uno de los de más fortuna
entre los numerosos salidos de su pluma, y el valioso del Dr.
Bonnet El testamento de los trece hermanos. Ambos dicen ya mucho
en pro de la nueva orientación en el tratamiento de la historia general
de las Islas.
La lingüistica, hasta entonces nunca tocada en la revista, entra
de lleno en sus quehaceres con los trabajos del Dr. Álvarez Delgado,
dedicados a las lenguas de los habitantes prehispánicos de Canarias,
de los que en este tomo aparecen ya dos y luego otros
muchos en años sucesivos.
La genealogía sigue siendo cultivada por el Dr. Tabares de
Nava y el Dr. Peraza de Ayala, especialmente. Y los nombres de
don Dacio V. Darias, don Luis Fernández Pérez y don Ramón de
Ascanio y Montemayor, favorecedores de siempre con sus contribuciones,
están asimismo representados en este tomo de transición.
Con todo, lo que señala de una manera más acusada la estructuración
del carácter científico y de obra plenamente responsable
definido a REVISTA OE HISTORIA es su sección de reseñas criticas de
libros referentes a Catearías. En cualquier revista seria esta sección
es, con mucho, la más importante. En el antiguo período, salvo ^1
intento fallido ya indicado para el trienio 1931-1933, no enitió,
pues la mención de alguno que otro libro aparecido en las lah», mif
140 [14]
que reseña crítica responsable, tenía el carácter de anuncio y halago
para su autor, sin consideración a su valor científíco. Ahora no.
Y, a nuestra manera de ver, esta sección ha sido una de las que
más han contribuido a hacer de REVISTA DE HISTORIA una publicación
de gran aprecio y respeto en los medios científícos nacionales
y extranjeros —mucho más fuera de la Región que entre nosotros—,
al mismo tiempo que el heraldo más elocuente de los afanes y realizaciones
de nuestra Facultad. Por comparación y al decir de muchos
profesores de las universidades peninsulares que nos han
visitado, es la mejor revista universitaria entre todas las publicadas
en España en cualquier tiempo. Así, consciente de su significado,
pudo decir su Director, con justa satisfacción, al encabezar el tomo
XV [1949]:
... nuestra REVISTA DE HISTORIA seguirá siendo una revista
local, consagrada a los estudios históricos canarios solamente,
si bien damos la máxima amplitud a ambos conceptos, pues
incluímos en el de históricos todas las ciencias afines: lingüística,
literatura, sociología, etc.; y en el de canarios, todo lo que
enlaza a estas Islas con España y el Mundo. A cambio de esta
limitación, nos preciamos de alcanzar, dentro de ella, un nivel
no inferior al de cualquier otro grupo de investigadores.
La marcha por el nuevo camino
Con una meta cultural clara. REVISTA DE HISTORIA, para mejor
servirla, ha respetado ampliamente la libertad de pensamiento
y de expresión de sus colaboradores. Esta libertad ha levantado
polémicas, de las que unas veces la revista ha sido escenario
y h« quedado constancia en sus páginas, mientras que otras la
pago» de pareceres no ha trascendido a la letra impresa. Pero
•tempre la contraposición de opiniones ha contribuido a dar a
REVISTA DE HISTORIA esa sana coherencia mental que nace de la
busca detfateresada de la verdad y no del servicio a un equilibrio
de intereses.
Consecuente con tu propósito anunciado en el artículo de la
115] 141
Dirección al comenzar a vivir como órgano de la Facultad, REVISTA
DE HISTORIA dedicó atención preferente a orisfinales buenos y a
firmas jóvenes. No todo encajó de pronto en los moldes ideales
esbozados en 1941: la anti£rua tradición se sigue proyectando, si
bien cada vez más depurada, y las esperanzas en las firmas jóvenes
no siempre cuajaron en realidades sostenidas. José Pérez Vidal,
José Perdomo García, Eugenio Rijo y Miguel Santiago Rodríguez
son nombres nuevos en 1942. La historia, la biografía, la lingüistica,
el arte y la arqueología están representadas en 1942 aproximadamente
en proporciones semejantes.
1943 fue un año de prosecución ascendente en el camino emprendido.
María Rosa Alonso, Sergio F. Bonnet, Luis Diego Cus-coy,
Emma González Yanes, Jesús Hernández Perera, Leopoldo de
La Rosa, Jesús Maynar, Sebastián Padrón Acosta, Antonio Ruméu
y Max Steffen se incorporan al ya rico elenco de contribuyentes.
Entre estos nombres nuevos, el de María Rosa Alonso se hará principalmente
importante en la crítica literaria; el de Luis Diego Cus-coy,
en la arqueología prehispánica; el de Leopoldo de la Rosa, en
la investigación sobre documentos, especialmente de los siglos XV
y XVI; y el de Max Steffen, en lingüística románica, con influjo fecundo
en los estudios posteriores acerca del español de Canarias.
A partir de 1943 y hasta 1946 la lingüística prehispánica y la románica
marcan su predominio en el cuadro general de la revista.
El año 1944 vincula a la redacción de REVISTA DE HISTORIA
a Juan Régulo Pérez. Algunos colaboradores ocasionales, como
Luis González de Ossuna, Ramón Fernández-Pousa y Gottfríed von
Waldheim apenas tienen continuidad. Lingüística y arqueología
sobresalen en el contenido del volumen de este año. Las notas bi-bliográfícas,
en su mayoría de la Dra. Alonso y del Dr. Serra, dan
un empuje respetable a esta importante sección.
1945 ve la incorporación a su sección de crítica de arte del
catedrático de la Facultad Rafael Láinez Alcalá, y del profesor de
la Sorbona Robert Ricard a sus colaboradores. Las reseñas siguen
siendo la parte más elaborada de la revista. Continúa predominando
la lingüística en la tónica general, circunstancia que da motivo
al artículo editorial Vino nuevo en odres viejos. En este año REVISTA
DE HISTORIA introduce la mejora de dotar a sus tomos de im
142 [16]
Índice de 16 páginas, con tres apartados: secciones, autores y materias.
El grupo responsable de la revista está ahora integrado por
las siguientes personas: Director: Elias Serra Ráfols; redactores:
Tomás Tabares de Nava, Rafael Láinez Alcalá, Juan Régulo Pérez;
Secretaria: María Rosa Alonso; Administrador: José Peraza de
Ayala. Esta situación dura hasta 1950 inclusive, con la única baja
en 1948 del Dr. Láinez Alcalá, por traslado a la universidad de Salamanca,
y la supresión temporal del cargo de Secretario de la Redacción
y paso consiguiente de la profesora Alonso al grupo de
redactores.
1946 no aporta novedades perdurables. El tomo contiene contribuciones
de las personas de la casa: Alonso, Álvarez, Bonnet,
Darías, Diego Cuscoy, Hardisson, Láinez, La Rosa, Peraza de Aya-la,
Régulo, Ruméu, Serra y Tabares de Nava. Hay colaboraciones
esporádicas de Carriazo, Mederos Sosa, Santiago, Serra Ráfols (José
de C), Sancho de Sopranis (que en tomos posteriores contribuirá
bastante) y González de Ossuna.
En 1947 se ven en la revista los primeros trabajos del catedrático
de Literatura de la Facultad Francisco López Estrada y el primer
ensayo de Luis Cobiella Cuevas. Sin continuidad posterior, cooperan
Leoncio Afonso, María Carrillo Kábana, Efraim Mata Socas y
José Pinto de La Rosa.
El cuadro de redactores se refuerza en 1948 con los nombres
de Luis Cobiella Cuevas (música), Eduardo Westerdahl (pintura y
escultura) y Juan Rodríguez Doreste (la vida artística en Gran Canaria).
Por lo demás, REVISTA DE HISTORIA sigue desarrollando
normalmente su plan.
El tomo de 1949 trae nuevos elementos al acervo de los trabajadores
de REVISTA DE HISTORIA: Eloy Benito Ruano, Alejandro
Ciorinescu, Wílhelm Giese, Josep Miracle y Miguel Tarquis Garda,
«demás de otros que colaboran ocasionalmente: Félix Duarte
Pérez, Diego M. Guigou, Joaquín Carreras Artáu, etc.
El año 1950 aporta más contribuyentes: Pedro Lezcano, Manuela
Murrero. Las secciones fijas siguen bien representadas, y en
la de arUcnlos originales comienza a publicar José Peraza de Ayala
un extenso, y documentado estudio titulado El régimen comercial de
Canarias con las Indias en los siglos XVI, XVII y XVIII, producto
[17] 143
de una laboriosísima investigación de primera mano. La arqueolo-g'ia,
la historia, la biosfrafia de personajes, la literatura y la g'enealo-gia
están bien representadas en este tomo por los colaboradores
habituales, si bien a partir de este año dejan de aparecer los árboles
de costado, con las ascendencias de las personas más representativas
de las principales familias canarias, que asiduamente venía
publicando desde 1928 el Dr. Tabares de Nava y que, en conjunto,
representaron, hasta la aparición del Nobiliario de Canarias, el Índice
más completo de la nobleza de las Islas.
En 1951 inician sus trabajos en REVISTA DE HISTORIA José
María Balcells y Pinto y Antonio Ruiz Álvarez. Hay contribuciones
fortuitas, entre ellas una en francés de Jean Bonnerot: Un vi'si-teur
illustre aux Canotiés: Camille Saini-Saens. A fines de este
año comunicó la Dirección de REVISTA DE HISTORIA al Ministerio
de Información y Turismo, a petición de éste, el cuadro de la Redacción,
constituido así: Director: Elias Serra Ráfols; redactores:
María Rosa Alonso Rodríguez (Literatura), Buenaventura Bonnet y
Reverón (Historia), Leopoldo de La Rosa y Olivera (Documentos),
Manuela Marrero Rodríguez (Asuntos generales), Sebastián Padrón
Acosta (Literatura), José Peraza de Ayala y Rodrigo-Vallabríga
(Derecho), Juan Régulo Pérez (Lingüística), Juan Rodríguez Dores-te
(Arte), Max Steffen (Lingüística), Tomás Tabares de Nava y Tabares
(Genealogía), Eduardo Westerdahl (Arte); Secretario de la
Redacción: Juan Régulo Pérez. Y como colaboradores fueron indicados
Dacio V. Darías y Padrón, Hipólito Sancho de Sopranis,
Sebastián Jiménez Sánchez, Luis Diego Cuscoy, José Pérez Vidal
y Antonio Ruméu de Armas. Con posterioridad a esta fecha han
cesado de figurar entre los redactores los críticos de arte señores
Rodríguez Doreste y Westerdahl, por dejamiento, y el Dr. Bonnet
y Reverón y el presbítero Padrón Acosta, por defunción.
El tomo de 1952 termina con el número 100, límite de esta reseña
biográfica. Más nombres nuevos: Wemer Vycichl, Violeta
Alicia Rodríguez, Sebastián de La Nuez Caballero, María Luisa Fa-brellas,
Juan Méndez Castro y algún otro. Para el número 100, extraordinario
de más de 300 páginas, dieron artículos especiales:
B. Bonnet (postumo), María Rosa Alonso, L. Diego Cuscoy, Wil-helm
Giese, Manuela Marrero, J. Hernández Perera, María LatM
144 [18]
Fabrellas, Alejandro Cior&nescu, Dominik Josef WoUel y Elias Se-rra.
Por exceso de original, contribuciones, destinadas a este número,
de «Amaro Lefranc», Alejandra Díaz Castro, Emma González
Yanes, Juan Rés;ulo Pérez, Max Steffen y Antonio Vizcaya Cárpen-ter
hubieron de ser diferidas para el cuaderno siguiente.
Aciertos y fracasos
La intención del Decano Dr. Serra de que REVISTA DE HISTORIA
se hiciera crisol de nuevos investigadores ha ido cuajando en
actividad ascendente. Los graduados de la Facultad han ido incorporando
sus nombres al lado de los de sus maestros directos e indirectos,
agrupados alrededor de la revista. Asi, junto a los nombres
consagrados en la docencia y en la investigación que se han vinculado
estrechamente a REVISTA DE HISTORIA (Dra. Alonso, Dr. Ál-varez,
Dr. Cioránescu, Dr. Giese, Dr. La Rosa, Dr. Peraza de Ayala,
Dr. Pérez Vidal, Dr. Ruméu, Dr. Serra, Dr. Stcffen, Dr. Tabares de
Nava, Dr. Wolfel...), el registro de los graduados en la Facultad
(algunos de los cuales Bguran en el cuadro de profesores de la misma
y otros en universidades peninsulares) y de estudiantes de ella
que luego terminaron fuera sus estudios de otras secciones de letras
o que aún cursan ios de la nuestra, es un registro muy halagüeño:
Benito Ruano, Díaz Gistro (Alejandra), Diego Cuscoy, Fabrellas
(María Luisa), González de Ossuna, González Yanes (Emma), Hernández
Perera, La Nuez Caballero, Lezcano Montalvo, Marrero
Rodríguez (Manuela), Régulo Pérez, Rodríguez (Violeta Alicia),
Ruiz Alvarez, Tarquis García, Vizcaya Cárpenter, etc. La formación
de este grupo, de este equipo de trabajadores de maestros y alumnos,
ha sido el éxito máximo del Dr. Serra a través de REVISTA DE
HISTORIA.
Al lado de este gran acierto, los fracasos habidos apenas
cuentan. Porque no prosperó el conato de una bibliografía sistemática
de temas canarios, comenzada a publicar por María Rosa Alonso
en enero-marzo de 1944 e interumpida en un anexo al n." 73, cuando
ya llevaba reseñadas 927 unidades; ni tampoco el intento de la
misma investigadora de editar una «Floresta de Poesía Canaria> en
[19] 145
cuadernos encartados en REVISTA DE HISTORIA, de los que sólo
vieron la luz los números 1 y 2, dedicados a Viera y Clavijo y
Marcos Alayón, respectivamente.
El esfuerzo por tener una crónica, con firmas responsables, trimestral,
semestral o anual, de la vida artística en Tenerife y en Gran
Canaria se inició con los nombres de Cobiella Cuevas, Rodríguez
Doreste y Westerdahl; pero, a pesar del deseo reiterado de la
Redacción, estas crónicas languidecieron y murieron, sin que hasta
el presente hayamos podido obviar falta tan sensible.
Dificultades, apoyos.
REVISTA DE HISTORIA ha encontrado muchos obstáculos, situaciones
difíciles y momentos de serios apuros.
La primera dificultad y la más sostenida ha sido exterior a la
revista misma: las imprentas. REVISTA DE HISTORIA, que empezó a
imprimirse en la Imprenta Vera, de La Laguna, llegó en ella hasta
el n." 13; del 14 al 16 la imprimió J. Béthencourt Padilla; el 17 lo
hizo Juan Sanz Cartanyá; del 18 al 24, la Imprenta Católica; el 25,
la Imprenta Álvarez; del 26 al 28, la Imprenta R. Toledo; y del 29
al 84, de nuevo la Imprenta Católica, todas de Santa Cruz de Tenerife.
Pero ya en este número el retraso era grande, y para tratar
de reencajar la periodicidad, hubo un momento en que luchamos
con tres imprentas a la vez: el n." 85 lo hicieron la Imprenta Católica,
la Imprenta Sindical y la Litografía Romero, en Santa Cruz;
del 86 al 99 la revista se imprimió en la Litografía Romero, pero cada
vez con más retraso, por exceso de trabajo en estos talleres; el
n.° 100 lo hizo la Imprenta Gutenberg, de Santa Cruz de La Palma.
Lista tan larga es índice de apuros, retrasos, contratiempos, etc.
No por falta de original sino por difícultades de impresión, muchas
veces han salido cuadernos dobles, marcados con dos números y
comprensivos de un semestre. Los números 101-104 componen un
cuaderno, por primera vez en la historia de la revista. Y aun así no
ganaremos todavía el encaje de la fecha de la cabecera con la fecha
real de salida de las prensas. Pero de nuevo hay motivos para tener
esperanza; REVISTA DE HISTORIA se imprime otra vez en La Laguna,
RHL. 10
146 [20]
después de cerca de 27 años de ausencia de la ciudad que la vio
nacer. Y, para decirlo con palabras de su Director, en <un taller
unido a nuestra empresa por solidaridades afectivas y culturales
más sólidas que las puramente comerciales».^^
Otra dificultad ha sido su orientación y su situación como publicación
de la Facultad de Letras. Porque como, de acuerdo con
la letra de la ley, todas las publicaciones universitarias dependen
del Secretariado de Publicaciones, cada nuevo Director de este
servicio suele traer criterios distintos, que a veces no han sido de
fácil compaginación con las tradiciones, la independencia científica
y las directrices que REVISTA DE HISTORIA comporta.
En algún momento de su nueva vida como órgano de la Facultad,
REVISTA DE HISTORIA se vio abocada, por dificultades económicas,
a dejar de aparecer. Porque la revista —es preciso decirlo—,
para poder cumplir mejor y más extensamente su misión científica
y divulgadora, se vende a un precio simbólico, muy inferior al coste
real. Con todo, las dificultades económicas se han ido superando a
medida que se han ¡do presentando. Primero atendió su déficit la
Facultad misma; pero al pasar todas las publicaciones al Secretariado
para este servicio y al no estar éste propicio, algunas veces, a
apoyar económicamente a la revista, fue preciso arbitrar ayudas ex-trauniversitarias.
En la actualidad el Secretariado de Publicaciones,
mejor dotado de fondos, atiende a la revista, y la situación de la
misma, con respecto a sus favorecedores, es la que ha expresado
cumplidamente la Dirección en el párrafo que copiamos, al informar
del retraso por mor de las imprentas:
... las dificultades de que nos lamentamos son de orden
material y aún no afectan al aspecto económico, que podemos
enfocar con confianza, merced.ante todo,al apoyo constante del
Exceltntisimo Cabildo Insular de Tenerife, más generoso y más
de agradecer porque no exige en compensación ningún género
de supeditación o control de nuestra obra, en la que, por tanto,
deposita la confianza suficiente para estimar que no haremos
» Cfr. el tomo XVIH H952], píg. 307 de le revi»te.
[21] 147
jamás uso inadecuado de los medios que nos facilita. También
el Excelentísimo Cabildo Insular de la La Palma nos apoya,
bien que en forma más limitada, y nuestros suscriptores nos dan
una aportación que está muy lejos de cubrir nuestros pagos,
pero que contribuye a ello, contribución que no queremos reforzar
mediante un cómodo aumento de cuotas, porque seria ineficaz
en fin de cuentas y en cambio reduciría la difusión local
de la revista, en contra de nuestros fines. En fin, la Universidad,
aparte de aceptar, dentro de ciertos limites, la nivelación de
nuestros gastos, contribuye de una manera sustancial y decisiva
con sus medios de trabajo —libros, fotocopias, grabados—
y sobre todo con el ambiente y la colaboración personal de muchos
de sus profesores, a que nuestra empresa sea posible.^^
Difusión y estadísticas
REVISTA DE HISTORIA no tuvo gran difusión en su etapa preuniversitaria,
por dos motivos: su carácter marcadamente local, y su
tirada de sólo 200 ejemplares de cada fascículo, que en el periodo
1938-1941 fue aún reducida a 150 ejemplares, Pero a partir de
1942 se editó en 400 copias, y desde 1950 en 500 cada cuaderno.
Por lo reducido de su tirada, su carácter local, la interrupción transitoria
de su vida —que muchos creyeron definitiva— y otras causas,
al presente son bastante escasas las colecciones completas de REVISTA
DE HISTORIA."
Pero, a partir del patrocinio de la Universidad, REVISTA DE
HISTORIA comenzó a penetrar más y más en sectores cada vez más
amplios. Hoy REVISTA DE HISTORIA se intercambia abundantemente
con publicaciones nacionales y extranjeras. Después de España,
Portugal y sus colonias reciben el mayor número de ejemplares;
sig^uen las naciones americanas (los Estados Unidos incluidos).
REVISTA DE HISTORIA visita también Ciudad del Vaticano, Fran-
" Cfr. el tomo XVIII [1952], pig. 306.
" Par* orientaciin de los eitudiosos, damos en la segunda parte del Apindic*
a este articulo una relación de las colecciones completas de que tenemos noticia-
148 [22]
cía, Italia, Alemania, Bélg'ica, Holanda, Ing'laterra, Suecia, etc. En
las páginas 464-470 de su tomo XVI, REVISTA DE HISTORIA publicó
una relación de las 170 revistas que entraban en las Facultades de
Derecho y Letras (entonces con biblioteca común); pues bien: de
ellas, unas 70 se recibían por cambio con REVISTA DE HISTORIA.
En la citada relación figuran cuáles eran las de esta categoría,
cuáles llegaban por compra y cuáles por donación.
En la actualidad (1954), REVISTA DE HISTORIA tiene unos 200
suscritores; intercambia unos 100 ejemplares y dona otros 100. El
resto, aproximadamente 100, queda en depósito para cubrir necesidades
posteriores, pues con frecuencia se reciben demandas de
números sueltos atrasados, para consultar o poseer tal o cual estudio
allí aparecido.
Hasta 1941 REVISTA DE HISTORIA, como empresa privada,
publicó seis tomos y medio, de la serie de los 18 aparecidos hasta
el número 100 inclusive; estos seis tomos y medio cubren los primeros
53 números del periódico. De 1941 a 1952, ambos años comprendidos,
la Facultad ha editado 11 tomos y medio. Los tomos de
REVISTA DE HISTORIA salidos hasta 1941 abarcaban dos años cada
uno; a partir de entonces, a cada año corresponde un tomo. Por
curiosidad y para comparación, he aquí un estado de la extensión
de los 100 primeros números de la revista:
Empresa privada
Tomo I (1924-25) 254págs.
Tomo II (1926-27) 262 »
Tomo III (1928-29) 258 »
Tomo IV (1930-31) 256 »
TomoV (1932-33) 256 »
Tomo VI (1938-39) 256 »
Tomo VII (1940- 192 »
Edición de la Facultad
Tomo VII
Tomo VIII
Tomo IX
Tomo X
Tomo XI
Tomo XII
Tomo XIII
Tomo XIV
Tomo XV
Tomo XVI
Tomo XVII
-1941)
(1942)
(1943)
(1944)
(1945)
(1946)
(1947)
(1948)
(1949)
(1950)
(1951)
Tomo XVHI (1952)
200 págs.
280 »
356 »
412 »
540 .
512 »
600 »
512 .
456 »
470 »
400 »
608 »
Í23] 149
Sin contar las láminas fuera de texto, en ambos períodos, ni los
Índices ni los encartes en el segundo, a los primeros 53 números
correspondieron 1.734 páginas, con una media de algo más de 130
por año; y a los 47 números restantes, hasta el 100, 5.346 páginas,
con una media anual por encima de las 450 páginas. A partir de
1945, un año por otro. REVISTA DE HISTORIA aparece, pues, en tomos
anuales de unas 500 páginas cada uno, que es lo que promete
a sus favorecedores.
Conclusión
Hemos tenido que ser muy prolijos en la primera parte de
nuestro bosquejo, por razones obvias, y quizás a alguien pudiera
parecer exageración poner un Apéndice documental a un hecho
cuyos principales actores viven aún. Pero ya dijimos al principio
que a veces la memoria de las cosas se confunde y se pierde... Y en
la segunda parte la materia nos ha hecho ser pesados, al darle una
perspectiva en consonancia con la concedida a la primera.
Al llegar aquí sólo nos resta destacar que el resumen que de
la vida de REVISTA DE HISTORIA presenta esta sucinta biografía
es altamente positivo y muy alentador: la labor de REVISTA DE
HISTORIA, gue ha contribuido en el grado más eminente a la renovación
de los estudios históricos de Canarias, se extiende y se
consolida.
Para terminar, señalemos el tributo debido a las cosas que tienen
historia, a los hechos sobre los que pesa el tiempo, es decir,
nombremos a los colegas que ya no nos acompañan en el quehacer
cotidiano, pero que son colaboradores permanentes por su legado
espiritual en las páginas de REVISTA DE HISTORIA. Y pues este
recuerdo ya ha sido hecho por la mano de nuestro Director, reproduzcamos
sus palabras:
... la pálida muerte, siempre tan traidora e inesperada como
segura e inexorable, se ha cebado estos últimos años en las filas
reducidas de los colaboradores más asiduos de REVISTA DE
HISTORIA: Emilio Hardisson, en 1949; Buenaventura Bonnet,
en 1951; Sebastián Padrón, en 1953, se han despedido sucesiva-
150 [24]
mente de nosotros hasta tanto que sigamos su indeclinable camino.
También ha fallecido recientemente don Lorenzo Betan-cort,
cronista que fue de Lanzarote y asiduo colaborador de los
primeros años de REVISTA DE HISTORIA. Pero desde entonces
había dejado de escribir. Se juzgará de la gravedad de estas bajas
en nuestras filas, si se piensa que aun remontándonos a los
orígenes de esta revista, que ya hemos dicho son lejanos, sólo
hallamos entre los habituales autores que en ella colaboraban a
don Emeterio Gutiérrez López, de Icod, fallecido en 1939, que
precediese a aquellos amigos perdidos. Pero los que quedamos
no podemos abandonar la partida sin hacer deshonor a los que
murieron casi con la pluma en la mano y, en fin, otros nuevos
vienen a sustituirlos y vendrán mientras haya amor al pasado,
a la verdad y a la tierra en que nacimos o vivimos. Contando,
pues, con apoyos morales tan vastos y con voluntades que han
hecho del trabajo cotidiano y de la profesión histórica un destino
inflexible, no es dudoso que nuestra obra proseguirá, cualesquiera
que sean las piedras que surjan en su camino. Somos
un grupo siempre reducido, pero con vocación resuelta, y frente
a los obstáculos tendremos a veces que amoldarnos, pero no
nos estrellaremos...^^
A P É N D I C E
I
DOCUMENTOS
Número 1.—Recibo municipal del aviso de publicación.
Don Dacio V. Darías vecino de esta ciudad ha presentado con esta fecha una
iDftancia diríjida al Señor Alcalde en la cual expresa que a los efectos del artículo
o. de la vidente Ley de imprenta da cuenta de que des[e]a fundar una revista pe-nodiitica
de carácter exclusivamente histórico, genealógico, h[e]ráldico y arqueo-lójpco
que se titulará tREVISTA DE HISTORIA» y cuya publicación será dirigida
» Tomo XVIII, pág. 307.
[25] 151
por Don Manuel de Ossuna y Benítez de Lugo.— La Lagfuna marzo 6 de 1924.—
ANTONIO GARCÍA GUTIÉRREZ.— Rubricado.— Hay un sello estampón del Ayuntamiento
de La Lajfuna.
Archivo de Don Dado V. Dorias y Padrón.— La Laguna.
Número 2.—Nombramiento del primer Director.
«REVISTA DE HISTORIA».—Habiendo usted cooperado valiosamente a la
fundación de esta Revista y atendiendo, además, a las ezc[epc]ionales circunstancias
que en su persona concurren, haciendo uso de las atribuciones que me competen
como propietario de esta publicación, teng;o el honor de conferirle el cargo de Director
de la misma, esperando de su celo, ilustración y reconocida especialización
en estos importantes estudios de investigación histórica, que sabrá elevar esta Revista
a la altura que le corresponde por los patrióticos fines a que tiende, dentro de
la relatividad modesta de sus medios. —Dios guarde a Vd. muchos años.— La Laguna
de Tenerife, 5 de marzo de 1924.— El Propietario: DACIO V. DARÍAS Y PADRÓN.—
Rubricado.— Sr. D. Manuel de Ossuna-Saviñon y Benitez de Lugo.— Presente.
Archivo-Biblioteca de don Manuel de Ossuna-Saviñón y Benítez de Lugo.—
La Laguna.
Número 3.—Aceptación del cargo por el Sr. de Ossuna-Saviñón.
He tenido el honor de recibir la atenta comunicación de Vd. con el honroso
nombramiento de Director de la «Revista de Historia» de su dignísima propiedad,
y al aceptar y hacer presente a usted la estimación grande en que tengo tan honorífico
como inmerecido nombramiento, cúmpleme expresarle mi más profunda
gratitud, como también por las frases que con la benevolencia que le distingue
ha tenido la amabilidad de poner en la expresada comunicación, las que son
para mí completamente inmerecidas; deseando vivamente que con la valiosísima
cooperación de Vd., de su celo e ilustración y de la de los dignos redactores, pueda
en mis modestos medios llegar a realizar los fines elevadamente patrióticos y científicos
que tan importante publicación persigue.— Dios guarde a Vd. muchos años.
Ciudad de San Cristóbal de La Laguna 10 de marzo de 1924.— MANUEL DE OSSUNA-SAVIRÓN
Y BENÍTEZ DE LUGO.— Rubricado.— Señor Propietario de la «Revista de
Historia»
Archivo de don Dacio V. Dorias y Padrón.— La Laguna.
Número 4.—Propuesta de cesión de la propiedad material de la
revista al Sr. Peraza y Molina.
REVISTA DE HISTORIA.— Tengo el honor de participar a la digna autoridad
152 [26]
de V. S. que, con esta fecha, cedo la propiedad material de esta Revista de mi propiedad
a D. José Peraza y Molina, debiendo entenderse esta cesión con carácter
intransferible por parte del Sr. Peraza.— Lo que comunico a los efectos de la Ley
de Imprenta.— Dios guarde a V. S. muchos años.— Laj^una de Tenerife, primero
de abril de 1924.— El Propietario: DACIO V. DARÍAS Y PADRÓN.— Rubricado.—
Acepto esta cesión: [En blanco].— Sr. Alcalde Constitucional de esta ciudad.—
Presente.
Archivo de don /osé Peraza de Ayala.— La Laguna.
Número 5.—Inscripción de los años 1924 y 1925 en el Registro de
la Propiedad Intelectual.
Septiembre 20.— N.° 77.— Don Dacio V. Darlas y Padrón, domiciliado en esta
ciudad, presenta a las trece del día de hoy y a los efectos de la Ley de 10 de enero
de 1879 tres ejemplares de los cuatro números publicados en el año de la Revista,
cuyo titulo y demás circunstancias se expresan a continuación: «Revista de Historia.—
Publicación de asuntos canarios: históricos, genealógicos, biográficos y
arqueológicos». Laguna de Tenerife — 1924 — Establecimiento tipográfico de N. de
Vera. Cuatro números — 23 cms. 4.° mr. — Presentó además la correspondiente
declaración como propietario de la Revista, manifestando además que el Director
de la misma es don Buenaventura Bonnet y Reverón y que los autores de los artículos
u otros insertos en la misma conservan sobre ellos todos sus derechos, no
habiendo enagenado más que el de inserción; expresó al propio tiempo que es primera
edición de 200 ejemplares, que fueron publicándose trimestralmente.— La
Laguna de Tenerife 20 sept. 1925.— El Jefe de la Biblioteca: BENJAMÍN ARTILES
PÉREZ.— Rubricado.
Registro de la Propiedad Intelectual. Libro-Diario.— Provincia de Canarias.—
Biblioteca Provincial y del Instituto de Canarias (hoy Biblioteca General de la
Universidad de La Laguna). El asiento anterior está inserto en el libro comenzado,
con la inscripción n." 8, el 1." de julio de 1885.
El Sr. Darías había registrado este primer año el 15 de abril de 1925, con el
n.° 75; pero anulada la inscripción por orden del Jefe del Registro General, en fecha
25 de septiembre de 1925, por no haberse hecho conforme a lo dispuesto en el
artículo 16 del Reglamento para la ejecución de la Ley de la Propiedad Intelectual,
don Dacio V. Darías repitió la inscripción de acuerdo con la Ley, en la forma que
dejamos copiada.— El 6 de febrero de 1926 inscribió los cuatro cuadernos correspondientes
a 1925, bajo el n." 79.
Número 6.—Inscripción de los años 1928-1930.
Julio 1931.— N.° 99.— Don José Peraza de Ayala y Rodrigo Vallabriga, vecino
de esta ciudad, presenta a lat once horas del di a de hoy y para lot efectos de la
[27] 153
Ley de 10 de Enero de 1879 tres ejemplares de la obra, cuyo titulo y demás circunstancias
se detallan a continuacián; «Revista de Historia» — Publicación de
asuntos canarios: Históricos — Genealóg-icos — Biográficos — Arqueológicos». La
Laguna de Tenerife — Islas Canarias — Librería y Tipog-rafia Católica y Sanz
Cartanyá — Año 1928-29 — 8 números del 17-24 con 256 págs. — 2 de Índice —
Rea. — Presentó además la correspondiente declaración como propietario de la
obra, manifestando que el Director de la Revista es D. Dacio V. Darlas y Padrón,
que es primera edición y que consta de 200 ejemplares.— La Laguna, 31 de julio de
1931.— El Jefe del Registro: BENJAMÍN ARTILES.— Rubricado.
Libro y lugar citados al pie del documento anterior.— El Sr. Peraza de Ayala
inscribió con igual fecha y bajo el n." 100 los cuatro cuadernos correspondientes
a 1930.
Número 7.—Contrato entre el Propietario de REVISTA DE HISTORIA
y la Facultad de Le'.ras.
En la ciudad de La Laguna de Tenerife, a diez de febrero de mil novecientos
cuarenta y uno, reunidos los señores don José Peraza de Ayala, como propietario
del periódico trimestral que se titula «Revista de Historia», y don Elias Serra
Rafols, por la Facultad de Filosofía y Letras de esta Universidad y como decano
accidental de ella, convienen en dar a dicha publicación el carácter de «órgano»
de la misma Facultad, de acuerdo con las siguientes condiciones: Primera.— Dicha
revista continuará publicándose de tres en tres meses, pero sus cuadernillos
trimestrales constarán en lo sucesivo de doble número de páginas que hasta
ahora, o sean de sesenta y cuatro, de suerte que sus volúmenes anuales cuenten
doscientas cincuenta y seis páginas en total.= Segunda.— El tiraje de cada número
será de doscientos ejemplares, que representan cincuenta más de los hasta el presente
acostumbrados, a fin de [gue] cierta cantidad de ellos quede a disposición de
la Facultad.= Tercera.—^El aumento de coste, consecuencia de las dos condiciones
anteriores, que en este momento calcúlase alrededor de mil pesetas al año, correrá
a cargo de la Facultad.= Cuarta.— A los actuales abonados no les será elevado, al
menos mientras las circunstancias no obliguen, el precio de suscripción. Para los
futuros el importe de ésta será de veinticinco pesetas anuales. Mientras dure la escasez
de papel no se admitirán nuevos suscriptores.= Quinta.— Los ingresos en
concepto de suscripciones corresponderán a favor de la administración en común
de la Revista, que estará a cargo de su propietaria el doctor Peraza de Ayala, o de
la persona designada por ambas partes contratantes. Esta administración ha de
llevarse en forma de que lo recaudado por cuotas y la indicada aportación de la
Facultad se inviertan integramente en la publicación, de tal manera que el superávit,
si resultase, constituya la primera partida de ingreso del siguiente año; y el
déficit, de haberlo, corra a cargo de la Facultad.= Sexta.— Por los trabajos originales
que se publiquen en la Revista no tendrán derecho sus autores a retribución
alguna, salvo que, permitiéndolo las disponibilidades de papel y los recursos de U
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administración, fuese acordada la entreg;a de treinta separatas, y esto cuando los
artículos ocupen dieciséis páginas, por lo menos.= Séptima.— La Revista llevará
en su encabezamiento el subtítulo «Órgano de la Facultad de Filosofía y Letras»,
y su dirección corresponderá a esta Facultad, la que determinará si los trabajos
recibidos para la publicación son o no dig'nos de tal honor.= Octava.— Este convenio
quedará sin efecto en cualquier momento, por voluntad de cualquiera de las
partes; pero esto no afectará al número de la Revista que se encuentre en preparación,
y la Facultad podrá retirar los ejemplares que le correspondan de acuerdo con
lo estipulado en la condición seg^unda.— JOSÉ PERAZA DE AYALA.— Rubricado.— El
Decano accidental: E. SERRA.— Rubricado.
Archivo de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad.— La Laguna.
II
Colecciones de REVISTA DE HISTORIA
Biblioteca Nacional.— Madrid.
Biblioteca de la Real Academia de la Historia.— Madrid.
Biblioteca de la Real Sociedad Económica.— La Laguna.
Biblioteca Provincial (hoy General Universitaria).— La Laguna.
Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras.— La Laguna.
Sociedad El Museo Canario.— Las Palmas.
Archivo Acialcázar.— Las Palmas.
Doña María Rosa Alonso.— La Laguna.
Don Ramón de Ascanio y Montemayor.— La Laguna.
Don José Vicente de Buergo y Oraa.— La Laguna.
Don Dacio V. Darias y Padrón.— La Laguna.
Sra. Viuda de don Luis Fernández Pérez.— La Laguna.
Don Andrés de Lorenzo-Cáceres.— La Laguna.
Don Antonio de Lugo y Massieu.— La Orotava.
Don José Peraza de Ayala.— La Laguna.
Don Juan Régulo Pérez.-— La Laguna.
Don Antonio Ruméu de Armas.— Madrid.
Don Elias Serra Ráfols.— La Laguna.
Don Tomás Tabares de Nava.— La Laguna.