Vari
Lf?..
la
Despedida de la vieja casa de la Universidad.^Al finalizMr el
curso 1951-1952, se daba por descontado que el próximo se de»*
arrollaría en los nuevos locales de la Universidad. Se pecó un
poco de optimismo, pues de hecho ha sido preciso un año mis
para consegfuir tal objetivo. Aun así, el entonces discípulo de la
Facultad de Letras nuestro compañero Sebastián de la Nuez Caballero,
en nombre de su generación estudiantil, escribió el poema
que a continuación reproducimos, a propósito del aludido traslado:
DESPEDIDA Y CANTO DE JBSPERANZA A LA ÚLTIMA
GENERACIÓN DE LA V I ^ A innVEMIDAD
* ¡Salve, amigo»/ Somos lo» que vamo* a la arena,
armado», a la lucha; »omo$ la legión nue%>a
que formfi un duro bloque, juventud apretada
qtíe hog fecunda y llena por turra te deigrana,
¡Sahte, amigoef Somoi una juventud que pa»a
deetrusmdo lo viejo en marcha arroUadora;
Momo» coeecha plena de iVÍiM récMn cortmb. '"' '^
¡Gocemo», un ineianin deUrtü» de hí^^ári^ ' *' •' '"" ' '';
¡Salve, amigo»! Somttt ta gwnwnvién qué «lAreAcí;
gocemo» de la vida de juventud forikaéo,
qu9 *lo» antiguo»» pronto nwtlkimari la hktorta,
lo» último», los viejo» de esta vetusta cata.
La* vieja» aulas quedarán distarías,
y en los bancos mudados
ya todo serán eco».
Ninguna hora tonará »obre las puertas,
ningún extraño nombre, ningún titulo
»e tratará por las pitarras negras,
y sólo quedafán anchó» pasillo»
de silencio, de sonaras, de nosítt^ia*.
El recogido patio
en x>ano esperará un coro de voces, ^
y sólo un vago runrumor ihedroso, >
gimiendo, enuará muda» etkatelasl ,«
598
En el fresco jardín, i
para nadie los nardos
y los rosales vestirán sus galas;
las hojas del acanto a los novatos .
no les evocarán florón corintio
de la Acrópolis clásica.
_ El ala destructora de este tiempo^ que muere
nos roza con el frió temblor de algo que pasa.
Pero en lo más profundo sierño mahar la fuente
que me dice, callada, que la vida rebrota
donde hay esperanzas.
Si hasta hoy hemos sido valle, regato y surco,
donde pura germina la simiente y la planta,
ya desde ahora seremos troncos, árbol y ramas
que darán a la tierra un renovar de frutos.
' ' ' Si hasta hoy. hemas sido fuente, semilla y acequia,
. ya desde ahora seremos ríos, mares, cosechas.
*
* *
Concurso de la Real Sociedad Económica,—Esta entidad abrió
oportunamente un concurso para premiar trabajos de carácter histórico
relacionados con las Islas, con el titulo de «Concurso Buenaventura
Bonnet», en recuerdo y homenaje a su fallecido Socio de
Mérito. £1 Jurado que falló el concurso, otorgó el sigfuiente dictamen:
"En la ciudad de San Cristóbal de La Lagfuna, a veinte y cuatro
de noviembre de mil novecientos cincuenta y dos, reunido el
Jurado calificador del Concurso de tema libre, dentro de los relacionados
con Cananas, creado con el nombre de «Buenaventura
Bonnet», y compuesto por los señores don Leopoldo de La Rosa
y Olivera, Director de esta Real Sociedad, como Presidente; don
Elias Serra Ráfols, Vicedirector de la misma, como Vocal, y don
José Peraza de Ayala y Rodrigo de Vallabriga, Bibliotecario Archivero,
como Secretario, procedieron al detenido examen de los
trabajos presentados, que son en número de cinco, y coincidieron
en que todos ellos demuestran ser fruto de investig-ación directa y
personal de 9us respectivos temas de estudio y por tanto son merecedores
de galardón.
Pisando a distinguir< grados de mérito entre ellos, tarea siem-
m
pre difícil, cuando se parte de valores positivos en todos los casos,
se destaca, indudablemente, entre todos, el titulado Breves apuntes
para el estudio de la arquitectura gótica en las Islas Canarias, lema
«Ben Atumán», que denota un trabajo de observación cuidadosa,
en todas las Islas, en busca y valoración de los restos esporádicos
del arte de escuela medieval europea, que se manifestó tardtapien-te
en las Canarias, por razón de la fecha de su incorporación al
mundo cristiano, pero que persistió hasta momentos muy avanzados,
a menudo como simple rutina de oficio y, por tanto, inconscientemente.
El trabajo que nos ocupa, avalado y demostrado con
una colección de treinta fotografías y dibujos, a veces de procedencia
rara, y detalles no observados por el simple curioso no preparado,
merece especial atención. El autor, a través de acertadas
comparaciones con los Monumentos góticos, tanto de España como
de aquellos lujares del extranjero que pudieron tener una influencia
en nuestros gustos y tradiciones locales, llega a interesantes
conclusiones de gran alcance: los maestros normandos de Béthen-court,
aunque apenas nos han dejado obras subsistentes hasta hoy,
determinaron un tipo de planta que persistió, no sólo en lo gótico,
sino, en general, en los templos canarios de cualquier época; Andalucía
nos dejó la duplicidad de sus tipos de templos, los cátedra- -
licios, de cubierta de crucería, y los edificios de inspiración popular,
con cubierta de lacería mudejar, en artesonado d« madera. En
conclusión, el trabajo que examinamos e« una aportación notable
a la historia de nuestro arte insular, en la que un cuidadoso ánálisia
de formas suple la forzada falta de documentos para la mayoría de
las obras de este período. £1 Jurado, en consecuencia, lo estima el
de mérito más relevante entre el notable conjunto sometido a su
calificación.
Los otros cuatro trabajos son resultado de investigación en los
archivos históricos de Tenerife, en su mayor parte partiendo de
materiales todavía inéditos, sin duda fruto de la labor personal de
sus autores. Todos ellos son de mucho interés y sobre temas de importancia
histórica tan divulgada, que los hace casi de actualidad:
La esclavitud en Tenerife en los primeros tiempos de la colonización,
lema *1952»; El trabajo libre ¡f el asalariado en Tenerife, en el siglo
XVI, lema «Después»; La producción de azúcar en Tenerife, le-
ma «Opera», e Importacioniís y exportaciones en Tenerife durante
hs primeros años de la conquista (1497-1503), lema tAmme». Los
documentos más emotivos los trae sin duda el primero de los trabajos
«numerados, y son los demostrativos de la estrecha solidaridad
que mantuvieron los guanches libres con sus compatriotas
esclavos, para la libertad de los cuales no escatimaron sacrifícios
ni peli^os. Pero también los otros ensayos dan noticias de alto interés,
como las tocantes al inicio de la clase artesana, en el segundo;
la organización e importancia de la gran industria que constituyó
la base de la prosperidad inicial de estas Islas, en el tercero;
y, en el cuarto, él estudio particular de cada uno de los géneros de
consumo o de producción local en los primeros años de la nueva
sociedad castellana.
Para clasifícar estos trabajos, de valor tan análogo y aun de
temas concomitantes, los reunidos acudieron a consideraciones
ifii* accesorias, pero que no ofrecían tanta similitud: grado de
l^»roveéh«ali«nto del mismo material docúniental presentado, calidad
'de la redacción literaria/ extensión del espacio histórico
abarcado, etc.
Desde estos puntos de vista pareció que se destacaban: en el
primero, los trabajos lemas «Opera» y «Amme», que suponen mayor
estudio de sus aportaciones originales; en el segundo, los misT
mus y el señalado «Después»; y en el tercero, comprenden en su
examen todo el siglo XVI «Después» y «Opera». Ya hemos indicado
que eltrabajo «1952» es el de mayor novedad y que m&s gravedad
ofrece en su contenido. Resulta que el nías inmediatamente
pubiicable, sin retoque de consideración, es «Opera», pues no se
«parto de wa objetivo en la sencilla y exacta exposición del tema.
En fin, tras estas consideraciones y existiendo un solo accésit a
otorgar, al lado del premio titular, se acordó conceder uno y 'otro
en la fom» cpie sigue:
El premio «Buenaventura Bonnet» se otorga al trabajo que
lleva el lema «Ben Atumán».
El «ceésii al mtsMO se concede al trabajo lema «Opera».
Se acuerda destacar con mención hónorifioi, por su positivo
valor, los otrcw t i ^ trabajos preientados, lemas «1952», «Después»
]r-'«Antte».
^1
Acuerdo que el Jurado eleva a oonoeimiento de la Junta de
Gobierno de esta Real Sociedad Económica.
Dado en lugfar y fecha ut supra.
El Presidente del Jurado: LEOPpLDO DE LA ROSA.—El Voci^l:
ELÍAS SERRA.—El Vocal, en funciones de Secretario: JosÉ PERAZA
DE AYALA".
Acuerdo de la Junta de Gobierno de la Real Sociedad, en su
sesión de veinte y dos de diciembre de mil novecientos cincuenta
y dos:
"iteido el fallo del Jurado calificador para la adjudicación 4él
premio «Buenaventura Bonnét», creado por esta Real Sociedad en
el corriente'año, que lo otorgfa al'trabajo que lleva el lema «Ben
Atuman» y se titula Breves apuntes para el estadio de la arquitét*
tura gótica en las Islas Cañarías; el aceésit al, que lleva por titulo
La producción de azúcar en Tenerife, lema «Opera»; y fnéncioniBii
honoríficos a los titulados: La esclavitud en Tenerife en los primeros
años de la colonización, lema «1952»; El trabajo tibrt g él
asalariado en Tenerife, en el siglo XVI, lema «Después»; e Importaciones
y exportaciones en Tenerife durante los primeros años de
la conquista (1497-1503, lema «Amme»; se procedió'a la apertura,
de plicas, resultando la del lema «Ben Atuman» corresponder a
don Mig;uel Tarquis García; «Opera» a la señorita María Luisa F«-'
brellas Juan; «Después» a doña Alejandra Díaf Castro; «1952» • !«
señorita Manuela Marrero Rodrfsfuez, y «Amme» a la señorita Enima
González Yanes.
Conocidos los autores de los citados trabajos, la Junta acuerda
adjudicar el premio «Buenaventura Bónnet» a dbn Miguel Tarquis
García; el accésit a la señorita Marta Luisa Fabrellas, y menciones
honoríficas a doña Alejandra Díaz Castro y a las señoritas
Manuela Marrero Rodríguez y Emma González Yanes, como autores
de los trabajos mencionados".
'• • •
Curso público del Instituto de Estudios Canarios.—Aparte de
•a labor científica y editora, el Instituto realizó en el añ^ académico
1952-1953 m Curso de Estudios Canarios, explicado en ióeai ce"-
dido por el Conáervatorio Profesional de Música y DeclamaeiÓQ
602
de Santa Cruz de Tenerife. Las lecciones estuvieron a cargo de
miembros del propio Instituto, quienes, en días alternos, ocuparon
la atención de sus alumnos desarrollando dos lecciones sucesivas.
La inaujfuración solemne tuvo lugar el 15 de noviembre en el salón
de actos de la Excma. Mancomunidad Interinsular; inició el acto una
brillante actuación del cuarteto de cuerdas dirigido por don Agustín
León Villaverde, secundado por los señores La Chica, Mulet
y Mañero; la distinguida cantante Altagracia de Lorenzo-Cáceres
y la pianista doña Dolores Trujillo de Gorostiza hicieron oir dos
madrigales de Joaquín Rodrigo, una canción de Guridi y una rima
de Turina. Siguió un recital poético a cargo de don Pedro García
Cabrera y don Luis Diego Cuscoy. En fín, el director del Instituto,
Dr. Serra, explicó el propósito divulgador y de estímulo que tenia
el Curso que se inauguraba, y el general don «Luis Cerdo Pujol,
que presidía, declaró abierto el Curso con entusiastas palabras.
En las semanas sucesivas los profesores Afonso, Diego Cus-coy,
Serra, Peraza de Ayala, La Rosa y Tarquis desarrollaron sus
lecciones de geografía, arqueología, historia, historia económica,
instituciones, e historia del arte, respectivamente, referentes a las
Islas, en las cuales todos ellos dieron a conocer abundante labor
personal.
*
Conferencias.—Unas veces en las aulas universitarias, otras en
la Real Academia de Medicina, otras en sociedades cultas como el
Círculo de Bellas Artes, el Mercantil u otras, es siempre intenso el
movimiento de discursos y lecturas públicas en las principales ciudades
de esta isla. Sólo recogeremos de ellas aquellas de un interés
más general o relacionado con nuestra especialidad histórica
canaria.
La lección inaugural del curso académico en la Universidad
estuvo a cargo del catedrático de la Facultad de Ciencias don José
Gamboa Loyarte, pronto ausente de su cátedra; versó acerca de las
investigaciones nucleares y sus repercusiones.
Don Teiesforo Bravo, licenciado en Ciencias Naturales, desarrolló
un verdadero cursillo de tres lecciones (luego recogidas
^n un folleto), en el Círculo Mercantil de Santa Cruz de Tenerife,
6Ó3
en las que disertó sobre temas tan apasionantes como el rég^imen
de las aguas subterráneas, la erosión y el futuro aspecto de la isla
de Tenerife.
La festividad de San Alberto Magno fue 'conmemorada, además
de con otros actos, con una interesante conferencia del catedrático
don Ramón Trujillo Torres acerca de química agrícola.
En el Colegio Mayor «San Agustín» el catedrático de Madrid
don Antonio Luna habló de leyes puramente penales, el día 17 de
noviembre. Don Manuel Gitrama González, decano de la Facultad
de Derecho, ocupó al día siguiente la cátedra de la Academia de
Medicina de Santa Cruz y trató del aspecto jurídico de la profesión
médica.
También en Gran Canaria se desarrollaron numerosas conferencias.
Recordemos las del Club de Universitarios, y entre ellas
la del Patrono Regional del Pueblo Español don Sebastián Jiménea
Sánchez, titulada Mitos y leyendas; prácticas brujeras y curanderismo
popular, y las de El Museo Canario, como la del catedrático
don Manuel Ballesteros Gaibrois sobre Cristóbal Colón, ambas anteriores
a la fecha de este número.
No es infrecuente que los profesionales canarios emigrados en
países americanos acrediten la cultura insular mediante dedicaciiy^
nes públicas. En el «Diario Español» de la capital del Uruguay <ie
6 y 7 de diciembre leemos la reproducción íntegra de una extensa
conferencia del profesor Luis Herrera Rodríguez, España de más
de treinta siglos, síntesis atrevida de la historia peninsular, pronunciada
en el Museo Pedagógico, bajo los auspicios del Instituto
de Estudios Superiores.
*
Maree Doria en el Circulo de Bellas Artes.—Nuestro compañero
de la Universidad de Sevilla trató de la evolución del arte
español en América. Señaló las características generales de este
arte que pasó a América después de la conquista, en donde florecen
en el siglo XVI el estilo gótico y los del renacimiento, paralelamente
a su evolución peninsular. En América el barroco alcanza
la cúspide de su evolución y produce monumentos más importantes
que los de la propia España. Estudia los problemas que suscitan
í.
las influencias del medio ambiente en la ornamentación. La flora y
la fauna, tan distintas de las peninsulares, ofrecían temas a los decoradores.
Analiza la influencia del arte precolombino, que demaestra
fue escasa. El arte prehistórico nada podía ofrecer en lo
constructivo y no hubo por tanto una fusión de este arte y el español,
semejante a la que en España había dado nacimiento al mudejar.
Sin embarg^o comentó algfunos ejemplos que parecen inspirados
én modelos prehispánicos. Pasó a exponer cuál fue la verdadera
•portación indísrena: el modo de sentir el relieve en superficie y no
6n profundidad, de manera análoga ai arte bárbaro, de sirios, cop-tos,
bizantinos y visigodos después de la caída del Imperio Romano.
Esa manera antinaturalista de sentir el relieve aparece en México
en el siglo XVI, en la capilla de Tlalmanalgo, y adquiere su más
alta expresión en las antiplanicies andinas del alto Perú, desde
Arequipa hasta Potosí.
*
• El catedrátíeo don Manuel 5«guro.-^£sté ¡lustrado profesor
del Ifistituto de Santa Cruz y de nuestra Facultad, que había desempeñado
además otros cargos culturales, se ausentó a fin de año
de nuestra isla, destinado a proseguir su labor en el Instituto Español
de Enseñanza Media de Tánger. Desde aquí le dedicamos
un afe<^uOso recuerdo.
• •
DUtinción a un colaborador de esta revista.—A propuesta del
Exorno. Sr. almirante don Francisco de Basterreche, presidente de
la Real Sociedad Geográfica Española, del secretario perpetuo de
la misma Excmo. Sr. don Jbsé María Torroja y Miret, y del vocal
de su junta directiva limo. Sr. don Pedro Morales Pleguezuélo, ha
sido nombrado socio de número de dicha docta corporación don
Sebastián Jiménez Sánchez, que ya era miembro de ella en calidad
de correspondiente.
* •
La Real Sociedad Española de Física y Química.—Vemos
nettpre con agrado cualquier lluevo paso de cultora en estas Itiu,
605
>
aunque se trate de campos muy alejados del nuestro propio. Así
nos felicitamos por la constitución de la Sección Canaria de esta
Real Rociedad. Tuvo lugar el día 21 de noviembre, en la Facultad
de Ciencias de nuestra Universidad, bajo la presidencia de su decano
don Antonio González González. Son vocales don Antonio
Preckler, don Cecilio Fernández, don Luis Wildpret, don Alvaro
Calero y don Federico Galtier, tesorero don Benito Rodríguez y
secretario don Ramón Trujillo. Funcionaban ya, dependientes del
Consejó Superior de Investigaciones Científicas, las Delegaciones
de Química Orgánica e Inorgánica en nuestra Facultad de Ciencias.
El Cabildo Insular, que las apoyaba económicamente, decidió
crfear luego un Instituto de Investigaciones Técnicas, en relaciÓB
coa todas estas entidades. Esta unifícación de servicios, interese!
e investigaciones, dentro de un mismo campo de actividad cteati*
fica, promete gran eficacia al estimular la labor ya realizada por loa
colaboradores de esta Sección Canaria de la Real Sociedad.
El Centenaria de ÍMÍS de La Cruz y Riós en Madrid.—El 28
de diciembre, con asistencia del Excmo. Sr. ministro de la Gobernación,
don Blas Pérez González, fue inaugurada, en él salón de
actos del Museo Romántico de Madrid, una exposición de retrato»
al óleo y miniaturas originales del Pintor de Cámara don Lwa d«
la Cruz y Ríos, en la corte de Fernando VII. conocido con el sobrenombre
de «El Canario», cuya relación publicamos' al final de
esta nota.
Continuando las exposiciones monográficas sobre pintores españoles
de la primera mitad del siglo XIX, que con aplauso general
han venido celebrándose en el Museo Romántico a iniciativa
de su director, Iltmo. don Mariano Rodríguez de Rivas, esta galería
de pinturas de Luis de la'Cruz permaneció abierta durante todo el
mes de enero de 1953, añp en que se cumplió el primer centenario
de la muerte del gran artista tinerfeño, ocurrida en Antequeim
(Málaga) el 20 de julio de 18^.
Cómo recuerdo a la figura del faonoso pintor en e^a efetairi-desceatenaría,
pronunciare!^ Conferencias los Sres. marqais de
Lozoya, que pasó revista a las relaciones de Cruz y Ríos con el
<
',' >
606
rey Fernando VII y situó su producción entre los retratistas neoclásicos
anteriores a la generación romántica; don Alfonso Armas
Ayala, que estudió el ambiente literario y político de las Islas en
los días en que surgió el arte del Pintor de Cámara de Fernando
VII; y don Jesús Hernández Perera, quien, después de trazar
un paralelo enti-e los dos Pintores de Cámara tinerfeños Antonio
Sánchez González y Luis de la Cruz, comentó algunas facetas de
la vida y obra del gran miniaturista. Dos visitas dirigidas a la exposición
corrieron a cargo del Sr. Rodríguez de Rivas, 'director
del Museo.
Junto con algunas cartas y libros relacionados con el pintor, y
fotografías de cuadros existentes en Canarias y en Madrid no expuestos
en la sala, congregó la exposición unos once óleos, dieciocho
miniaturas y un grabado, que durante treinta días pusieron
de actualidad en Madrid el nombre del retratista canario y contribuyeron
sin duda a perfílar su figura artística, merecedora de un
puesto más destacado en la historia del arte español.
CATÁLOGO DE LA EXPOSICIÓN
^Retratos al óleo
Autorretrato, ante caballete con la efigie de Fernando Vil. 209x164 cm. Firmado:
«De Luis dt, la Cruz y R>.—Expositor: Excmo Sr. Marqués de Espeja.
Fernando VII, sentado, 168x127 cm. Firmado: «Soy a L. R. P. de V. M. Luis de la
Cruz y Ríos, vuestro pintor de cámara». Exp.: Excmo. Sr. Conde de la Puebla
del Maestre.
La Infanta Doña Moría Francisca de Braganza, esposa de Don Carlos María Isidro
de Barbón. 47x38 cm.—Exp.: Don Manuel No^és.
Autorretrato. 60x50 cm.—Exp.: Real Academia de la Historia.
Isabel II, niña. 144x104 cm. Firmado: «Luis de la Cruzy Ríos Año de 1833».—Expositor:
Excmo. Sr. Conde de Casa Loja.
Femando VII y María Qristina, su cuarta esposa, del brazo. 94x77 cm.—Exp.:
ntma. Sra. Baronesa de Betera.
Don Baltasar de Mogrovejo. 88x69 cm. Firmado: «Al Sr. D. Baltasar Mog'rovejo y
Ulzurrun B. L. M. Luis de la Cruz y Ríos».—Exp,: Doña Carmen de Mog^rovejo.
Don Luis de León-Huerta y Domínguez, Marqués de Villafuerte. 210x142 cm.—
Exp.: Excmo. Sr. Marqués de Villafuerte. i
Míbtar desconocido, 53x67 cm. Firmado: «Cruz».—Exp. Don Alejandro Fernández
it Ar«o>.
HEMEROTECA P. MUNICMl]
Santa Cruz de Tenarlfi
607
LM Reina María Josefa Amalia de Sajonia, tercera esposa de Fernando VIL 225z'
159 cm. Firmado: «Dn Luis de la Cruz y Ríos lo pintó, año de 1829».—Exp.^
f Sres. de Ruméu de Armas.
'^ Fernando VIL 228x162 cm. Firmado: «Luis de la Cruz y Ríos lo pintó 1815».—Expositor:
Patrimonio Nacional.
Retratos en miniatura
Fernando VII y^ María Josefa Amalia. Óvalos, 8x6 cm. Firhiado el primero: «Crui».
Exp.: Patrimonio Nacional.
Fernando IV de Ñápales. Ovalo 10x7 cm.—Exp.: Patrimonio Nacional.
La Reina Isabel de Braganza, segunda esposa de Fernando VIL 11 x8 1/2 cm. Firmado:
«Luis de la Cruz y Ríos».—Exp.: Doña María Luisa de Ekpeleta, Condesa
de Basoco.
Los Infantas Don Francisco de Paula de Barbón y Doña Luisa Carlota, sa espota,
7x5 1/2 cm.—Exp.: Doña María Luisa de Ezpeleta, Condesa de Basoc'o.
Fernando VIL Óvalo, 4 1/2x3 1/2 cm. Firmado: «Luis de la Cruz».—rExp.: Don
Manuel Nog^ués.
Los hijos de los Infantes Don Francisco de Paula y Doña Luisa Carlota. Siete
óvalos, 3x2 1/2 cm.—Exp.: Patrimonio Nacional. '
Señora desconocida. 16 1/2x12 1/2 cm. Firmado: «Cruz».—Exp.: Doctor Don Án-ge\
Pulido Martín.
Dama joven. 6x5 cm.—Exp.: Don Antonio Perera y Prats.
El Excmo. Sr. don Antonio Gutiérrez, Comandante General de las Islas Canarias.
Hecho por Luis de la Crfiz, natural de Tenerife. Dizf- de 1797. Circulo, diámetro
4 1/2 cm.—Exp.: Don Mariano Tomás.
Sr. Fernández de Córdoba. Óvalo, 6x5 cm.—Exp.: Excmo. Sr. Marqués de Valdueza.
Grabado
Retrato de Don Juan José Recacho. Firmado: «Luis de la Cruz».—Exp.: Museo
Romántico.
*
* iK
Congreso de Historia de la Corona de Aragón.—Tuvo lugar
en»la primera quincena de octubre en la ciudad de Zaragoza, dedicado
especialmente a la vida y política del Rey Católico don Fernando
11. Nuestra Facultad estuvo representada por su decano y
director de esta revista Dr. don Elias Serra, quien presentó comunicaciones
sobre la historia urbana de Jaca, el pleito de loa payeses
de remensa y la fundación de universidades por el rey Fernando.
Aunque los estudios se centraron en torno a la historia de
608
la Corona de Angón, algunas de las comunicaciones y conferen-^
cías, como las del Prof. belg^a Charles Verlinden y de los españo-'Y
les Juan Manzano y José Antonio Maravall, entre otros, enfocaron "
la expansión atlántica de Castilla y, en algunas ocasiones, tuvieron
que referirse a Canarias. Especialmente se discutió el carácter del
título de Gobernador usado por los delegados reales de Canarias.
No obstante, en conjunto, se notó la ausencia de los investigadores
de Madrid y Sevilla.
*
Centenario de los Reyes Católicos.—Nuestra isla de Tenerife
ha tenido el acierto de conmemorar esta efemérides con algo más
duradero que una ceremonia pública más o menos solemne. El Instituto
de Estudios Canarios preparó un tomo es)}ec¡al de su serie
«Fontes Rerum Canariarum» dedicado a este centenario y además
propuso al Excmo. Cabildo Insular de Tenerife que costease la
edición de otro; este último, aparecido con posterioridad, contiene
ana espléndida colección de documentos de aquella época, facili
tados a este fín por el sabio austríaco Dr. don Dominik Josef Wól
fel, producto de sus afortunados trabajos en Simancas. El conteni
do de ambos tomos será comentado oportunamente en la sección
de reseñas de esta revista.
El número 100 de REVISTA DE HISTORIA.—Como pueden
apreciar nuestros lectores, este número es extraordinario. No ya
por esta razón, sino por dificultades materiales, a que ya aludimos
en el prólogo, ha sufrido un retraso también extraordinario: co*
rrespondíente.al último trimestre de 1952, se reparte en julio de
1954. Las dificultades' de imprenta han sidoi al fin, superadas, y así
esperamos recobrar en lo futuro el encaje de nuestra periodicidad.