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CULTIVO DEL VIÑEDO EN LA COMARCA DEL VALLE DE
ARIDANE: ¿EXPANSIÓN O REGRESIÓN?
Concepción Capote Pino
INTRODUCCIÓN
Con este estudio del cultivo del viñedo y la producción vinícola en
la comarca del Valle de Aridane, al SW. de la isla de La Palma, pretendemos
hacer una aportación al conocimiento de la Geografía Económica
de Canarias'.
Lo que para nosotros justifica el tema objeto de análisis es el haber
observado que esta comarca fue una de las zonas productoras de vid y
exportadoras de vino, no sólo durante el período económico vinícola de
Canarias, sino en las primeras décadas del siglo XX, mientras que en la
actualidad la producción se ha reducido, quedando reflejado en el paisaje,
en el que aparecen abundantes superficies convertidas en erial y en
las que se ven algunas vides abandonadas entre las hierbas, como testimonio
de su pasado (Fig. 1).
1 - El espacio geográfico a que nos referimos, constituye, junto con Fuencalinte y Mazo,
una de las áreas vitícolas más importantes de la isla.
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1.- Restos de vides abandonadas en la zona de Las Manchas.
Ante esLc m^^no nos planteamos las posibles causas de ese aparente
retroceso y, dado que el monocultivo del plátano ha llegado al límite y
se están ideando cultivos alternativos, ¿será posible que en esta zona
vuelva a tener rendimientos satisfactorios el cultivo del viñedo?
Para esclarecer todo ello nos fijaremos, entre otras cosas, en el medio
físico, si es adecuado sólo para viñedo o por el contrario admite otro
tipo de cultivos. Así mismo analizaremos el sistema de cultivo y de elaboración
del vino, para ver si responde a unas técnicas tradicionales o
modernas. Interesa también conocer si los niveles actuales de producción
permiten la existencia de unos excedentes para comercializar. Otro
aspecto, aunque más sociológico que puramente geográfico, es el motivo
de tenencia de una bodega actualmente, pues se observa una tendencia a
su posesión como distintivo social.
Para el estudio del tema nos hemos basado, fundamentalmente, no
sólo en la observación directa, sino en el contacto con los agricultores
por medio de un muestreo, utilizando un sistema de encuestas. Esta
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fuente de obtención de datos tiene un enorme valor por la riqueza en
aportaciones y la fidelidad a la propia realidad que pretendemos conocer.
Además, los datos que actualmente nos han podido aportar los servicios
oficiales son muy escasos y a veces nulos.
El trabajo lo hemos estructurado en dos partes fundamentales: en la
primera tratamos el cultivo, y en la segunda parte la producción del
vino. A su vez, en cada una de ellas dedicamos un apartado a una explotación
agrícola y a una industria vinícola respectivamente, como ejemplos
de explotaciones excepcionales dentro de la comarca.
1. EL MEDIO FÍSICO
La superficie ocupada por viñedo en la comarca del Valle de Arida-ne
es de 300 Has., según datos facilitados por el Servicio de Extensión
Agraria del Ministerio de Agricultura, ocupando zonas de los barrios de
La Laguna, Todoque, Tajuya y, sobre todo. Las Manchas (pertenecientes
a los municipios de Los Llanos de Aridane y El Paso). Está comprendida
entre cotas de 300 a 800 metros de altitud y, en algunos casos, hasta
de 1000 metros.
Los límites son imprecisos, ya que no se trata de un cultivo cerrado.
Sin embargo, podemos enmarcarlo de la siguiete manera (Fig. 2): por el
Norte, desde La Laguna (Los Llanos de Aridane) a Tacande (El Paso)
2.- Mapa topográfico de la comarca del Valle de Aridane y localiza-ción
del viñedo.
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3.- Paisaje con el cultivo siguiendo la pendiente del terreno.
pasando por La Cruz Chica y Tajuya. Como límite Oriental, las laderas
bajas de la Montaña de Enrique, continuando por las cotas de 800 a
1000 metros. Por el Oeste, la carretera que comunica La Laguna con
Todoque; la lava del Volcán de San Juan rompe esta continuidad, para
seguir luego por Las Manchas Bajas (cota de 300 metros). Finalmente,
por el Sur, la barrera natural del Barranco Las Palmas.
El suelo, de características volcánicas, es en general arenoso, con un
porcentaje elevado de lapilli en diferentes grados de meteorización, pues
se trata de materiales volcánicos recientes; téngase en cuenta que esta
zona pertenece a una parte de la Isla en la que se localizan la mayor parte
de sus volcanes históricos. Es de poco valor para otros cultivos más
exigentes en suelo agrícola.
En cuanto a la topografía predominan las pendientes, aunque no
tan acusadas como en el resto de la Isla. Existen parcelas con un emplazamiento
casi horizontal, pero son las menos; lo más frecuente es el desnivel
y, en muchos casos, una localización en plenas laderas montañosas,
con pendientes que dificultan las faenas agrícolas (Fig. 3).
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Para el análisis de las condiciones climáticas contamos con los datos
aportados por el Servicio Meteorológico de Santa Cruz de Tenerife,
correspondientes a las estaciones de Los Llanos de Aridane (a 350 metros
de altitud) y de El Barrial (a 847 metros) en El Paso. El inconveniente
es que las dos estaciones están situadas en el Norte de la Zona
que nos ocupa y no la cubren toda, pero pueden ser significativos para el
conjunto por sus diferentes altitudes. Hay que añadir a esto lo incompleto
de algunos datos.
Los valores anuales de precipitaciones registrados en un período de
siete años, aunque es insuficiente, oscilan entre 300 y 700 milímetros,
correspondiendo los más elevados a las cotas más altas. En algún año se
ha sobrepasado esta cifra en la estación de El Barrial.
Es más significativo para el cultivo fijarnos en la distribución de
esas precipitaciones a lo largo del año: los máximos corresponden al
Otoño e Invierno^; Junio, Julio y Agosto destacan como meses secos.
Para las temperaturas, según los datos de la estación de Los Llanos
de Aridane, pues de la de El Barrial no existen, los valores medios extremos
son de 14,4° C. para Enero y Febrero y de 25,1° C. para Agosto. Sin
embargo, es importante tener en cuenta valores térmicos absolutos de
algunos días de Julio y Agosto que superan los 30° C.3.
Combinando ahora los valores pluviométricos y térmicos, podemos
concluir diciendo que las condiciones climáticas de la zona son idóneas
para el cultivo del viñedo pues, como en el clima mediterráneo, las características
son temperaturas moderadas, lluvias también moderadas
con los máximos en Otoño e Invierno; (en Primavera o Verano no serían
favorables para este tipo de cultivo.)
Asimismo, hay variantes climáticas que se presentan algunos años
con mayor intensidad, como es el viento del S. y SE. (levante) que cuando
es más fuerte perjudica en gran manera a la agricultura de esta demarcación,
sobre todo en aquellos lugares más abiertos a su influencia.
Por consiguiente, se trata de zonas de medianías en vertiente de sotavento,
al Suroeste de la Isla, de escasas precipitaciones, con variaciones
interanuales y también de unos meses a otros, con muchas horas de
Período 1960-1975. Estación de Los Llanos de Aridane.
Precipitaciones medias en milimetros:
Primavera; 70,7
Verano; 4,4
Otoño; 72,0
Invierno; i 15,1
Fuente; Servicio Meteorológico de Santa Cruz de Tenerife.
Fuente: Servicio Meteorológico df Santa Cruz de Tenerife.
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sol y donde los suelos son de poco valor agrícola, por lo que las posibilidades
para otros cultivos que no sean árboles frutales son mínimas.
Por sus condiciones naturales, tanto climáticas como topográficas,
la zona más idónea para el viñedo, dentro del ámbito comarcal, es la
que se extiende entre Tajuya (al N.) y Jedey (al S.), entre las cotas de 300
a 600 metros. Las curvas de nivel aparecen en el mapa más distantes que
en el resto de la comarca, lo cual demuestra unos desniveles del terreno
menos pronunicados, (Fig. 2) destacando, además, respecto al conjunto
topográfico insular.
2. EVOLUCIÓN HISTÓRICA
Remontándonos sólo al siglo XIX, pues también tuvo importancia
en centurias anteriores dentro del período económico vinícola de Canarias,
el viñedo tuvo auge en esta zona a partir de la crisis de la cochinilla,
1878 - 1887, cuando progresivamente le hacen la competencia las
anilinas (colorantes artificiales), desapareciendo casi por completo su
comercialización al final de la década.
Hasta las primeras décadas del siglo XX no acaba de realizarse el
despegue del nuevo ciclo económico, en el que se incluye para La Palma,
entre los cultivos comerciales de regadío, el plátano; en ese período
de transición, el viñedo volvió a tener importancia en cuanto a superficie
dedicada a su cultivo y como recurso económico de rentabilidad; por
esos años se seguía exportando vino a América.
Algunas de las tierras ocupadas actualmente por viñedo en Las
Manchas, estuvieron anteriormente dedicadas también al cultivo de boniatos,
que en momentos de hambre cambiaban por papas en otras localidades
de la misma isla, (siglo XX). Otras tierras estaban ocupadas por
pastos, pinos, tagasastes (Cytisus Estenopetalus), tuneras...
El tipo de suelo ha condicionado en gran medida el cultivo; ante la
crisis de la cochinilla se vuelve al viñedo porque en ese rnedio natural
no es posible otro cultivo.
A consecuencia de la erupción volcánica de 1949, (Volcán de San
Juan), la colada de lava arrasó importantes plantaciones de vides y hoy
sólo aparece la superficie de malpaís. (Fig.2)
Por otra parte, la expansión del cultivo del plátano ha dado lugar a
que zonas próximas a la costa, a unos 200 metros de altitud, ocupadas
antes por viñedo, se hayan visto sustituidas por el nuevo cultivo. Asimismo,
se han visto abandonadas otras parcelas, debido a la competencia
que por mayor rentabilidad ofrecía el plátano, y que hoy constituyen
un erial. (Fig. 4)
4.- Alternancia de parcelas cultivadas de viñedo con superficies en
que este cultivo ha sido abandonado.
3. ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD
3.1. Las parcelas.
En general predomina la pequeña propiedad y con dispersión parcelaria.
La extensión de las parcelas, por término medio, es de una fanega'*,
alcanzando algunas las tres fanegas. Con esta terminología se expresa
el agricultor local, y con el término celemines, cuando la extensión es
menor que una fanega, lo cual es significativo de las escasas dimensiones
de sus propiedades.
Las parcelas de los distintos propietarios están limitadas por paredes
de piedra, sin que aparezca ningún otro tipo de parcelación, salvo en
los casos donde, por la acusada pendiente, se hace necesaria la construc-
4,- 1 fanega= 12 celernines= 5.244 nr'
1 celemín=437 m^
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ción de muros de piedra que sirven de contensión al arrastre de los agentes
erosivos, pero manteniendo la inclinación del terrazgo; existen pocos
casos de abancalamiento propiamente dicho.
No hay regularidad en la forma de las parcelas, pues por lo general
se adaptan a la topografía, casi de manera espontánea, cubriendo las vides
en algunos casos superficies de malpaís o irregularidades del suelo
sin ningún tipo de preparación del terrazgo.
3.2. Régimen de tenencia de la tierra
Cualquiera que sea el sistema de explotación de la tierra, directo o
indirecto, por lo general el que la cultiva no vive sólo de ese recurso económico.
La explotación directa a nivel puramente familiar es la menos
frecuente.
Fundamentalmente se dan dos variantes:
3.2.1. El propietario organiza y dirige las labores agrícolas que realizan
unos trabajadores eventuales, según las actividades que la viña requiere
en cada época del año, y a los que se les paga un salario por horas de
trabajo. El propietario a veces realiza directamente alguna de las actividades
agrícolas, concretamente la poda, por la importancia que tiene en
cuanto al rendimiento de la cepa.
3.2.2. La otra variante es el sistema de aparcería, principalmente a medias.
En este caso el aparcero o medianero la trabaja y tiene a su cargo
los gastos de azufre, abono...; el dueño pone la tierra, utensilios y gastos
de mantenimiento. Lo normal es que al final el producto se reparta en
igual proporción entre los dos. También suele repartirse el vino, ya que
cada propietario tiene lagar, y el medianero se encarga de su
elaboración. Sin embargo, se está dando algún caso en que el contrato
no se hace a medias sino a la tercera parte, es decir, una tercera parte
para el propietario y dos terceras partes para el cultivador. Esto se debe
a lo poco rentable que le resultaba al aparcero el sistema de medias.
4. EL CULTIVO
Se trata de un cultivo de secano, dentro de la agricultura marginal
de medianías.
Aparece como cultivo regular, y ahí es precisamente donde centramos
nuestro análisis. Sin embargo, se intercalan parcelas no cultivadas o
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con vegetación espontánea, sobre todo de hierbas y tuneras, así como
pequeñas huertas familiares junto a las casas.
En las explotaciones dedicadas al cultivo de la vid, puede alternarse
en los márgenes algún árbol frutal, higueras y durazneros principalmente.
Variedades de vides.
Predominan, de forma mezclada en las mismas parcelas, las variedades
listan blanco, negramol, «almuñeco» y «bujariego»^. En algunas
explotaciones se pueden encontrar, además, algunas de las siguientes: sa-bro,
bastardo, baboso,, irel, moscatel y malvasía. A la hora de vendimiar
por lo general se cortan todas al mismo tiempo, a pesar de que el período
de maduración es diferente.
De todas estas variedades, algunas se consideran propias de la isla
de La Palma, pues, aunque procedentes del exterior, han existido siempre.
Según la idea de algunos, a partir de ellas se han obtenido variedades
en la propia isla, considerándolas semiautóctonas. Esas serían: buja-riego,
sabro, bastardo, baboso y tinta. Pero, según técnicos agrícolas, no
se puede hablar de variedades semiautóctonas^, sino que, originarias de
la Península, se han adaptados a esta Isla. Habría que etudiar si las hay
en el resto del Archipiélago, aunque con otras denominaciones, o, por el
contrario, sólo existen en La Palma.
El tipo bujariego parece que es el más rentable, mientras que sabro,
bastardo, baboso y tinta no lo son tanto.
Número de cepas por fanega y distancia media entre ellas.
Por cada fanega suele haber de 2.000 a 2.500 cepas, en el caso de
fincas bien atendidas. Algunos agricultores no lo tienen calculado y lo
desconocen.
Las cepas están sembradas en hileras, con una distancia de un metro
entre cepas y de tres metros de una hilera a otra. Sin embargo, al hacer
nuevas plantaciones para reponer algunas, normalmente ya no quedan
distribuidas de forma regular. (Fig. 5)
5.- Con estos nombres las denominan los agricultores; según los técnicos, la denominación
correcta es almuftecar y bijiriego respectivamente.
6.- Debido al sistema de reproducción que tiene esta planta, no se han podido hacer cruces.
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5.- Distribución de las cepas formando hilera. Se observan durazeros
en los márgenes. Corresponde a una zona idónea para viñedo en
Las Manchas.
Se piensa que es mejor una distancia de un metro y medio entre cepas
y también entre hileras; así llevarían el mismo número de cepas,
pero distribuidas de forma regular. Las ventajas serían: para aquellos casos
que el terreno lo permita, poder llevar a cabo una mejor mecanización,
como en la Península; en segundo lugar, se protegerían mejor del
viento.
Antigüedad de las viñas y su renovación.
Hemos de partir de que la duración de algunas cepas puede ser de
hasta 130 años. Pero en muchos casos se han ido renovando, y en ésto
no hay uniformidad, ni siquiera en una misma explotación. Por ejemplo:
en una finca con algo más de ocheta años han sido renovadas algunas
cepas. En otras, donde el cultivo existe desde principio del siglo XX,
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se han renovado casi todas; una ha sido sembrada completamente de
nuevo hace veinte años, añadiendo recientemente algunas cepas. Y un
último ejemplo: una finca en que la plantación actual tiene trece años.
Para sembrar nuevas cepas lo más normal sería sembrar un sarmiento
independientemente. Sin embargo, en ocasiones se entierra el
sarmiento sin cortarlo de la cepa o tronco; de esa manera le denominan
«margullo». (Fig. 6) Se suele hacer así para que dé fruto en menos tiempo,
pero tiene el inconveniente de que al salir unido a la cepa principal,
ésta pierde fuerza.
6.- «Margullo» o sarmiento que se ha sembrado sin cortarlo del tronco
principal para dar lugar a una nueva cepa.
4.1. Medios técnicos y sistema de cultivo
Podemos diferenciar, por una parte, las explotaciones en las que el
sistema de cultivo no está racionalizado y mantienen un sistema tradi-
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cional, con escasas innovaciones; por otra, las que, buscando mayores
rendimientos, han intentado poner en práctica las innovaciones técnicas,
aunque son la excepción, pues hay un predominio de las primeras.
El Servicio de Extensión Agraria, a través de folletos y conferencias,
intenta llevar a cabo una labor de promoción en lo concerniente a técnicas
de cultivo, tratamiento de plagas..., así como de elaboración del
vino. Nos preguntamos cuál es la receptividad del agricultor a esta información;
la respuesta obtenida es que, en cuanto a la elaboración del
vino hay cierta receptividad y algunos agricultores lo intentan poner en
práctica; sin embargo, respecto al cultivo de la vid, las técnicas tradicionales
están muy arraigadas.
Lo más elemental y que hacen todos los agricultores es: cavar - podar
- azufrar - levantar la viña y por último, vendimiar. Los que cultivan
con más cuidado realizan, además de ésto, otros tratamientos complementarios.
El abonado normalmente se hace al tercer año, aunque algunos
abonan anualmente con menos cantidad.
El azufrado, necesario para combatir el oidio de la vid, es una técnica
tradicional, que está generalizada y la practican todos los agricultores.
No ocurre igual con el sulfatado, ya que es una técnica moderna.
Actividades a realizar en cada época del año.
Enero - Febrero: la cava y la poda. Cuando se utiliza maquinaria
para cavar, en la parte cercana a la cepa tiene que hacerse con azada.
Además se procura cavar en dirección contraria a la pendiente, para
contrarrestar el arrastre que producen los agentes erosivos.
En abril, el azufrado, al empezar a brotar. En algunas explotaciones
se hacen dos azufrados en lugar de uno y se utiliza veneno para combatir
los lagartos.
En Mayo, se realiza el despampanado (los pámpanos son ramas de
segundo orden en la vid, cuando aún son verdes); con ello se limpia, dejando
solamente el que tenga uvas.
Al llegar Junio, se levanta la viña con estaquillas de madera (horquetas)
y piedra, a no mucha distancia del suelo. Las puntas se bajan y
sujetan para que el viento no las estropee.
Por último, en Septiembre, en la segunda quincena, incluso en algunos
casos a finales de este mes o a principios de Octubre, tiene lugar la
última actividad de este proceso: la vendimia, que normalmente se lleva
a cabo en un día.
Nos hemos referido a parcelas situadas entre cotas de 400 y 800 metros
y que en algunos casos, debido a la pendiente, no se puede labrar la
tierra.
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Utillaje.
Hagamos un recuento de los utensilios empleados de forma más generalizada
para llevar a cabo las labores agrícolas: azada para cavar;
azufrador de mano; arado tirado por animales, aunque algunos utilizan
motocultor; horquetas; tijeras y cuchillos para vendimiar.
Transporte de las uvas al lagar.
Cuando el lagar está localizado en la parcela de cultivo, no se plantea
problema de transporte. Por el contrario, si está distante, por ejemplo
en el domicilio del propietario, a uno o varios kilómetros, hay que
utilizar un medio de transporte; se trata normalmente de furgonetas en
las que se ponen las cestas con las uvas.
Antes de existir vías de comunicación que facilitaran el transporte
en vehículos, se hacía en mulos con sus angarillas.
Mano de obra necesaria.
Trataremos de ver qué mano de obra aproximada necesita una fanega
de viñedo para las distintas actividades, dentro de un sistema de cultivo
tradicional, que es el que predomina.
Se utiliza mano de obra temporera, que cobra un salario según el
trabajo que realicen y el tiempo dedicado. Son, por tanto, jornaleros
eventuales. Incluso, si se trata de un régimen de aparcería, en algún caso
el cultivador recurre a la contratación de estos jornaleros para algunas
tareas.
Predomina la mano de obra masculina, aunque las labores más sencillas
a veces las llevan a cabo mujeres (por ejemplo, levantar la viña y
limpiarla).
Centrándonos en la cantidad de mano de obra por fanega, hay variaciones
de unas a otras, pues depende del grado de atendimiento, y
cuya oscilación es la siguiente: para cavar de doce a veintiún peones; en
unos casos se reparten entre tres o cuatro días de trabajo, y en otros un
peón cada día. La poda la realizan cuatro peones y el azufrado de uno a
cuatro durante un día. Para levantar la viña son necesarios de ocho a
veintiún peones, mientras para limpiarla el número es de cuatro a seis.
En la vendimia lo más frecuente es que se ayuden unos agricultores a
otros y se lleva a cabo durante un día.
Estos trabajadores temporales van a parcelas de diferentes propietarios.
En relación con ésto se están planteando algunos problemas; en
primer lugar, que el propietario tiene que recogerlos a domicilio y trasladarlos
ai lugar de trabajo, a veces a varios kilómetros del punto de partida;
en segundo lugar, es una mano de obra difícil de conseguir: suelen
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ser de edad superior a treinta y cinco años, pues los más jóvenes ya no
están dispuestos a realizar este tipo de trabajo.
Todo ello, por consiguiente, va a contribuir a la extinción de la
viña. De hecho hay propietarios que empiezan a suprimir actividades,
por ejemplo, dejar de cavar. De esta manera, lógicamente, el cultivo irá
desapareciendo de forma progresiva.
4.2. Producción, costes y rentabilidad
Es difícil hablar de cifras de producción, dado que la mayoría de las
explotaciones son para consumo familiar y, en este caso, no suelen pesar
el producto. Además varía de unos años a otros, ya que el factor climático
juega un papel importante. Es más fácil calcular la producción en
vino.
En cuanto a los costes, los valores también oscilan de unas explotaciones
a otras. En 1980-81 se estaba pagando a un peón dos mil pesetas
por el trabajo realizado en cinco horas durante la mañana. A ésto hay
que añadir los gastos de azufre, abonos, transportes, etc. Se habla de
60.000 pesetas por fanega de cultivo y, en algunos casos de hasta
130.000 pesetas. La disparidad de costos para explotaciones de igual extensión
se debe a la utilización de más o menos mano de obra asalariada.
Los mismos agricultores, propietarios o aparceros, son los que mejor
hacen una valoración de la rentabilidad del cultivo del viñedo en la
comarca que analizamos. Algunos opinan que no es rentable, ya que si
unos años cubren los gastos, otros ni siquiera eso; es el problema de las
tierras de medianías que no se pueden mecanizar, y los cultivos van desapareciendo,
pues además existe la competencia de los mismos productos
peninsulares a costes inferiores.
De la misma manera, estos agricultores reconocen que si el viñedo
está localizado en zona idónea y bien atendido su cultivo es rentable,
aunque siempre cabe la excepción de algún año, cosa por otra parte normal
en agricultura. A pesar de ello, nos hemos encontrado con parcelas
que por su localización y emplazamiento podrían dar buenos rendimientos,
y actualmente se hallan abandonadas.
4.3. Destino de las uvas
Por lo general, la producción de uvas está destinada al autoconsu-mo
como fruta fresca y a la producción de vino, que también se destina
al consumo familiar
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Algunos propietarios, aunque tengan lagar, ya no elaboran vino
sino que venden las uvas, ya sea en el mercado local, ya a una empresa
vinícola. Prefieren comercializarlas aunque los beneficios sean menores,
pues no quieren correr el riesgo de que la fermentación salga mal, con lo
que perderían la producción. Suele tratarse de personas de avanzada
edad.
El viñedo no suele ser el único recurso económico de los agricultores
de la comarca, si bien quedan algunas familias en Las Manchas para
las que sigue siendo su principal ingreso.
4.4. Ejemplo de explotación con sistema de cultivo racionalizado
Se trata de una explotación que difiere de las analizadas hasta ahora,
tanto por las técnicas de cultivo más racionalizadas, como por su emplazamiento
natural, ya que se encuentra dentro de la zona idónea para
este cultivo, concretamente en Las Manchas entre 300 y 400 metros de
altitud y con el terreno bastante llano.
Su extensión es de tres fanegas y media, es decir, casi dos Has., formando
una única parcela.
El propietario emplea jornaleros, pero algunas labores las realiza directamente
con mucho esmero.
En cuanto a las variedades de vides, además de las que predominan
en casi todas las explotaciones y que hemos citado en su momento, en
ésta hay plantaciones de sabro, baboso, irel, moscatel y malvasía.
La distancia entre cepas y entre hileras es como en todas: uno y tres
metros respectivamente, y la cantidad de cepas por fanegas es de 2.500.
Aunque el cultivo aquí data del siglo XIX, la plantación actual de
viña tiene trece años. Estas tierras estaban anteriormente dedicadas a boniatos.
Lo que diferencia a este sistema de cultivo es lo siguiente: la poda se
realiza con el máximo cuidado; en Marzo y principios de Abril tiene lugar
un azufrado y sulfatado. A principios de Mayo un segundo azufrado,
y antes de que madure el fruto se pone veneno para combatir los lagartos.
Al levantarla, en Junio o Julio, se retoca, quitándole hojas para que
la influencia del aire y el sol llegue mejor. Por último se efectúa la vendimia,
que en este caso se hace en dos etapas, con un intervalo de cinco
o seis días, y cuyo objetivo es cortar cada variedad cuando esté madura;
negramol y bujariego maduran más tarde. En un total de quince días
está finalizada la vendimia.
Podemos hablar de cierto grado de mecanización y en ello influyen:
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la escasa pendiente del terreno, las dimensiones de la parcela, el suelo
poco pedregoso y el interés por parte del propietario en sacarle el máximo
rendimiento. Las labores realizadas con maquinaria son: cavar, además
de utilizar la azada; arar, aunque también se utiliza el arado tirado
por animales, que profundiza más la tierra; y el sulfatado.
Añadimos a todo ésto que, como las lluvias son escasas, el propietario
ha canalizado hacia su explotación el barranco Los Hombres, que
discurre cercano a la misma, para que el cultivo se beneficie de su agua
cuando la lleva y así compensar esa carencia. (Fig. 7 y 8) Pero como al
viñedo no le conviene mucha agua, pues aunque la producción es mayor
las uvas pierden sabor y grados de alcohol, lo que se hace es retrasar el
comienzo de la vendimia veinte días con respecto a la fecha en que se
hace normalmente, con el fin de dar tiempo a que las uvas concentren
más el azúcar. De esta manera se ha conseguido aumentar la producción
pero también la calidad.
7.- Plantación de viñedo y canalización hacia ella del barranco Los
Hombres.
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8.- Uno de los conductos para aprovechamiento del agua del barranco
Los Hombres.
En el caso de esta explotación se puede hablar afirmativamente de
rentabilidad del cultivo del viñedo, ya que las condiciones son óptimas y
el atendimiento muy esmerado, racionalizado en lo posible.
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La producción por término medio, en los años que los agricultores
llaman buenos, es de 15.000 Kgs. de uvas, (incluso algún año se ha superado
esta cifra), y se destinan integramente a la elaboración de vino
para comercializar, ya que a su vez el propietario lo es de una bodega en
la que el proceso de fabricación se sale de las técnicas tradicionales; se
trata de una pequeña empresa vinícola que más adelante analizaremos.
5. LA ELABORACIÓN DEL VINO
5.1. Las bodegas y sus características
Una bodega es el local destinado a almacenar el vino en los correspondientes
recipientes: barriles o pipas. En El lagar se pisa o escachan
las uvas para exprimir el mosto; el tradicional consta de dos compartimentos
adosados: lagar y lagareta; a este último va a parar el mosto y
está a un nivel más bajo que el lagar propiamente dicho; se comunican
por un tubo de salida que va del lagar a la lagareta.
Las bodegas se encuentran localizadas tanto en la misma parcela de
cultivo como junto al domicilio del propietario.
Se trata de bodegas de reducidas dimensiones, pues son de tipo familiar,
con capacidad para almacenar unas siete pipas, a veces menos, y,
en su caso, el lagar.
La construcción está hecha con paredes de piedra, muchas veces sin
argamasa, y techumbre de tejas, que junto a las parcelas sembradas de
viñedo, dan un aspecto característico al paisaje.
5.2. Proceso de elaboración del vino
En primer lugar veamos de dónde proceden las uvas con las que se
fabrica el vino.
Todos los propietarios de viñedo poseen bodega y lagar, y, como dijimos
más arriba, la producción vitícola se destina en la mayoría de los
casos a la elaboración de vino, para lo que se utiliza solamente las uvas
de su propiedad.
Pasemos a analizar con detalle el proceso de producción, en el que
las técnicas utilizadas, como se verá, son de tipo artesanal.
El sistema más tradicional es el siguiente:
a) Se ponen las uvas en el lagar, y para exprimirlas se emplea la
fuerza humana, es decir, el pisado efectuado por hombres. Para el pro-
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ducto de una fanega son necesarios dos hombres en tres etapas durante
dos días, aproximadamente.
b) Se saca el mosto a través de un tubo de salida y en el que se cuelga
una especie de colador; suele tratarse de un cubo metálico al que se le
han hecho unos orificios. De esta manera el mosto va cayendo en la lagareta
y el bagazo queda en el colador.
c) Cuando todo el mosto ha sido pasado, se ponen de nuevo los bagazos,
esta vez reunidos en el centro del lagar, y se prensan, dejándolos
una o dos horas para que terminen de escurrir.
d) Una vez finalizada esta primera parte del proceso, se pasa el mosto
a las pipas, donde tendrá lugar la fermentación, y a su vez quedará el
vino almacenado. Tarda de cinco a seis meses en estar listo para el consumo.
Este procedimiento es común a todos los agricultores a los que nos
hemos referido; sin embargo, existe alguna variante en cuanto al sistema
de prensado: unos utilizan el tipo de prensa con viga, que es el más antiguo
y de los que ya quedan muy pocos (Fig. 9 y 10). Otros rodean los
bagazos con una gruesa soga y encima ponen un tablón y una prensa
con tuerca (Fig. 11); este sistema es el más generalizado actualmente,
aunque con gato.
9.- Lagar con prensa de viga.
11.- Lagar con
prensa de tuerca.
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Las variedades de uvas no se separan, sino que se mezclan, fabricándose
un único tipo de vino. Ahora bien, cuando alguien quiere obtener
vino dulce, el sistema es el siguiente: una vez cortadas las uvas de la parra,
se dejan secar en el propio terrazgo, para que pierdan agua y concentren
el azúcar; de esta manera el vino elaborado con ellas es dulce.
Nos queda por analizar en este apartado una última cuestión: ¿Se
utilizan o no productos químicos en la elaboración del vino?.
Parece que se está aceptando la recomendación de añadir metabi-sulfito,
ya que controla la fermenación y desinfecta, obteniéndose así un
vino más limpio y de mejor conservación. Algunos productores llevan
tiempo utilizándolo por considerar que no es perjudicial. Sin embargo,
quedan los que no están de acuerdo en poner al vino productos químicos,
aunque reconocen que a los que producen mucha cantidad y la
comercializan, no les queda otra alternativa, pues tienen un capital invertido
y han de garantizar la conservación del vino almacenado.
5.3. Producción, rentabilidad y comercialización
Analizando qué cantidad de vino se puede obtener de las uvas producidas
en una fanega de viñedo, las cifras no pueden ser exactas pues
varían de unos años a otros y según las explotaciones. A pesar de ello,
podemos afirmar que por término medio suelen obtenerse unas tres pipas
(1.188 litros), a veces cuatro o cinoc, aunque esta última cantidad
hace muchos años que no se alcanza^. En alguna explotación mejor
atendida y con una localización geográfica favorable, se han obtenido
hasta 2.500 litros. Si en verano las temperaturas son muy elevados o las
lluvias de ese año han sido muy escasas, la cantidad de vino obtenido
por fanega se reduce.
En cuanto a la rentabilidad de la producción de vino en estas condiciones
que hemos ido analizando, coinciden los agricultores en que en la
actualidad no es rentable. A los gastos del cultivo de la vid hay que añadir
el salario de los hombres que realizan el pisado, y para algunos propietarios
el transporte de las uvas hasta el lagar, con un recorrido de varios
kilómetros. Pero cubren los gastos y tienen vino para el consumo familiar.
A estos niveles de producción no podemos hablar de comercialización,
pues prácticamente no se da. Algunos propietarios, después de cu-
7.- 1 pipa = 12 cuartones = 396 litros; 1 cuartón = 33 litros. La fonna de la pipa es más
alargada y estrecha que la de la Península.
953
brir sus necesidades en el consumo familiar, cuentan con un excedente
que intentan vender en el propio domicilio. En caso de surgir compradores
se trata de familias que quieren tomar vino «puro» y no lo producen.
La dificultad en la venta del vino está en la competencia de los vinos
peninsulares, mucho más baratos. Por eso a veces ocurre lo siguiente:
se hacen mezclas con los dos y se vende como «del país», lo que en el
caso que nos ocupa se considera un desprestigio para el vino de Las
Manchas en particular.
5.4. Motivo de tenencia de bodegas actualmente
Como hemo! visto, la mayoría de los agricultores elaboran vino
para el consumo familiar, lo que se ha convertido en una tradición que
ha ido pasando de generación en generación.
Frente a esto se constata un nuevo hecho: en la actualidad existen
propietarios que junto a su plantación de viñedo tienen una bodega con
lagar bien acondicionada, pero no como necesidad económica, sino
como gratificación o como prestigio, con la finalidad de hacer reuniones
de amigos; su principal fuente de ingresos es otra, en la mayoría de los
casos una explotación de plátanos. Como ejemplo citamos una bodega
en la que tanto el lagar como las pipas están barnizados, y en la que,
además, hay mesas con manteles de lienzo^. Esto sin duda contrasta con
las bodegas que podemos denominar «típicas», tradicionales, que hay
que poner en condiciones de limpieza, etc., al llegar la época de la vendimia.
5.5. Un caso de empresa vinícola
5.5.1. CARACTERÍSTICAS DE LA BODEGA
Se trata de una bodega de grandes dimensiones (600 m^), excavada
en una montaña. Consta de dos naves que se unen formando un semicírculo.
(Fig. 12) Esta disposición es favorable, ya que para la fermentación
del vino es conveniente que haya corriente de aire.
La capacidad de almacenamiento es de 250.000 litros. Una parte de
la bodega tiene de antigüedad veinticinco años y el resto diez.
Tejido de lino, cultivado y confeccionado en la localidad en épocas pasadas.
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12.- Interior de una bodega de estructura semicircular excavada en una
montaña.
Pertenece a un solo propietario, que a su vez tiene una explotación
agrícola de viñedo.
5.5.2. PROCESO DE ELABORACIÓN DEL VINO.
De las uvas utilizadas, una parte procede de la propia explotación
vitícola y el resto es comprada a agricultores de toda la isla.
En este caso, a diferencia de lo visto anteriormente, no se mezclan
las variedades de uvas, ya que se elaboran dos tipos de vino: clarete rosado
y blanco. Para el primero se utilizan uvas negras y pocas blancas,
mientras que para el segundo solamente blancas. En ambos casos hay un
predominio de la negramol y listan, por ser las que más abundan.
El proceso de elaboración del vino también difiere del resto de la
comarca:
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a) Lo que sería el pisado está mecanizado. Además el raspón o «engazo
» es eliminado, cayendo fuera antes de pasar a la prensa^.
b) El prensado también es mecánico, pero del lagar a la prensa se
pasa a mano.
c) De la prensa pasa automáticamente a los depósitos de fermentación.
d) Terminada la fermentación se pasa con bomba a las pipas, en las
que queda almacenado el vino.
Para controlar la fermentación, haciéndola más lenta, se le pone
metabisulfito; incluso se le incluye también un poco sobre las uvas en el
lagar, antes de pasar a la prensa. De esta manera, el vino sale limpio y se
conserva mejor, como ya hemos dicho en otro apartado.
5.5.3. PRODUCCIÓN, RENTABILIDAD Y COMERCIALIZACIÓN.
En este caso la elaboración del vino sí que es rentable, aunque tenga
riesgos, como afirma el propietario. La cantidad de vino producido cada
año, oscila entre los 60.000 y 70.000 litros.
Las uvas se compran a un precio medio de 35 a 40 pts. El gasto de
elaboración es de 4 ó 5 pesetas por Kg. de uvas. Por cada 100 Kgs. de
uvas salen 75 litros de mosto, y de vino de 65 a 70 litros'^.
La comercialización del producto es la finalidad de su producción.
Su ámbito se reduce a un comercio local, realizado en la propia bodega,
y un comercio entre las islas, utilizando como recipientes tanto barricas
como garrafones.
Los precios no se consideran competitivos, pues el mínimo para
este año 1982 ha sido de 75 pts. litro, pudiéndose incrementar en la medida
que el vino salga de mejor calidad, es decir, los precios varían según
las diferentes calidades, pero nunca serán inferiores a 75 pts. litro, aproximándose
más bien a las 100 pts. Sin embargo, los vinos peninsulares
se estaban vendiendo a 60 pts.
Esta bodega empezó produciendo para el consumo familiar y hoy es
una industria, con fienes comerciales, que junto con la explotación agrícola
de viñedo, de donde recibe parte de la materia prima utilizada,
constituye el principal medio de vida del propietario.
Prácticamente no eixste mano de obra empleada, pues el proceso de
producción es bastante simple y está mecanizado. Es el dueño directamente,
con algún colaborador, quien lleva a cabo las actividades necesarias.
9.- Se evita así que el vino contenga demasiado lanino y sabores herbáceos.
10.- Son datos de 1981.
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6. CONCLUSIONES
- Lo primero a constatar es que la extensión de terrazgo dedicada al
cultivo de la vid, se ha reducido aproximadamente a la décima parte de
los que fue eñ las primeras décadas del presente siglo: en unos casos, el
viñedo ha sido sustituido por el cultivo del plátano, y en otros, su abandono
sin otro cultivo que le sustituyera, ha convertido amplias superficies
en erial.
- El medio físico, tanto por las condiciones climáticas como edáfi-cas,
reúne las características propias para el cultivo de la vid, y es precisamente
el que mejor se adapta a este medio natural, poco favorable
para otros cultivos.
- Actualmente las parcelas con cultivo de viñedo aparecen de forma
dispersa y se localizan principalmente en la zona de Las Manchas.
Los propietarios, en su mayoría, las han obtenido por herencia y las siguen
cultivando por costumbre y como una manera de obtener vino
para el autoconsumo, más que con fines comerciales.
- Las técnicas, tanto de cultivo como de elaboración del vino son
tradicionales, con escasas innovaciones, y el nivel de comercialización
es bajo. Se da la excepción de alguna explotación en la que el sistema
está racionalizado y los rendimientos son satisfactorios.
- Como posibles causas de la regresión del cultivo del viñedo hemos
visto las siguientes: la mayor rentabilidad que en un primer momento
ofreció el plátano en un nuevo ciclo de la economía canaria; por
otra parte, lo poco rentable que en sí resulta actualmente el viñedo para
el agricultor, tal como está planteado su cultivo y la comercialización
del vino.
- Se están detectando otros puntos de interés sobre la posesión, tanto
de parcelas de viñedo, como de bodega y lagar. Se trata de personas
que cuenian con otros recursos económicos y compran o conservan dichas
posesiones como esparcimiento o distintivo social.
- Por último, ¿qué perspectivas podrían existir de cara al futuro?
Hemos visto que existen zonas dentro de la comarca con tradición
vitivinícola, que por sus condiciones físicas y aplicando un sistema de
cultivo racionalizado, cuyo objetivo principal sea la producción de vino,
pueden dar buenos rendimientos. Haría falta una comercialización organizada,
con unos mercados de destino previstos y que la calidad del vino
se respalde embotellándolo con su correspondiente denominación de
origen, para que esta calidad, que actualmente muchos le reconocen, y
unos costes de producción adecuados, les hagan competitivos en el mercado.
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- Por consiguiente, regresión del cultivo actualmente, pero con posibilidades
de un nuevo despegue si se ponen los medios humanos adecuados,
ya que el medio natural, aunque no óptimo en toda su extensión,
si se adecúa bastante a las exigencias de la vid.