REVISTA DE HISTORIA CANARIA, 199; 2017, PP. 81-104 81
Revista de Historia Canaria, 199; abril 2017, pp. 81-104; ISSN: e-2530-8270
LA TIPOLOGÍA CONSTRUCTIVA Y FORMAL DEL RETABLO
NEOBARROCO DE LA ISLA DE LA GOMERA
María José Calero Cordobés*
Eva Pérez Marín**
Pilar Roig Picazo***
Universidad Politécnica de Valencia
Resumen
En este artículo se realiza un estudio técnico constructivo de los retablos neobarrocos per-tenecientes
a las iglesias y ermitas no privadas de la isla de La Gomera. Se trabajan veintidós
obras repartidas por sus seis municipios, las cuales poseen unas características concretas en
cuanto a sus estructuras, técnicas y ornamentación. Se analizan sus características y se hace
un estudio comparativo entre las obras y se comprueba que se trata de retablos de pequeñas
dimensiones, de trazas bastante parecidas, situados en el testero de los templos ofreciendo
un solo punto de vista, con ensamblaje, sujeción y ornamentación prácticamente iguales,
creadas en su inmensa mayoría por el mismo autor entre finales del siglo xx y principios
del xxi y que poseen un buen estado de conservación.
Palabras clave: retablo neobarroco, La Gomera, iglesias, ermitas, desarrollo constructivo.
Abstract
«Constructive and formal typology of the Neo-baroque altarpiece of the island of La
Gomera». In this article a constructive technical study of the neo-baroque altarpieces
belonging to churches and not private chapels of the island of La Gomera is done. Twenty
works spread over six municipalities which have specific characteristics in terms of their
structures, techniques and ornamentation are concerned are working. Its characteristics
are analyzed and a comparison is made between the works and it is found that are works
of small dimensions, quite similar traces, located in the front wall of the temples offering a
single point of view, with assembly, support and ornamentation almost the same, the vast
majority created by the same author from the late twentieth century and early twenty-first
and they have a good condition.
Keywords: Neo-Baroque altarpiece, La Gomera, churches, chapels, constructive develop-ment.
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1. INTRODUCCIÓN
Debemos entender que el término patrimonio cultural puede tener diferentes
significados dentro de cada contexto. Nosotros partiremos definiendo el patrimonio
cultural como aquel que construye la historia en presente y pasado, y que define la
identidad de una determinada sociedad1.
Las obras de arte que forman parte de nuestro patrimonio nos hablan de
nuestro pasado, presente y, si tomamos conciencia de su importancia, cuidamos,
restauramos y conservamos, también de los aconteceres de un tiempo futuro. La
necesidad de crear herramientas para el estudio y la difusión de la importancia de
la conservación de nuestro Patrimonio se hace cada vez más patente.
El objetivo del estudio consistió en localizar las obras haciendo una búsqueda
sobre la historia material y técnica de las mismas desde su creación hasta nuestros
días, y analizar y estudiar cada una de las características que formaban parte de
ellas. Para tal fin se diseñó una metodología clara que consistió en primer lugar en
la búsqueda de todo aquello que tuviera una relación con las obras mediante un
recorrido por la trayectoria, evolución, identidad y desarrollo de sus obras religiosas,
hasta las influencias y estado de conservación.
Seguidamente se realizó insitu un estudio exhaustivo y pormenorizado de
cada una de las características que formaban parte de cada retablo; estructuras,
materiales, advocación, imágenes, ubicación, etc., tomándose los datos necesarios,
los cuales nos sirvieron, una vez ordenados, para crear las diferentes fichas, que
fueron las que nos permitieron la catalogación de las obras. Una vez puesta en or-den
la totalidad de la información se buscaron características comunes y posibles
influencias artísticas.
Desde nuestro punto de vista, se hacía necesaria la creación de un medio por
el cual se pudiera llegar a conocer el patrimonio retablístico de la isla de La Gomera,
perseguir el conocimiento dentro del espíritu de valoración del retablo como bien
cultural y conseguir que los resultados obtenidos contribuyeran a un mayor y mejor
conocimiento de ellos mediante la difusión de los mismos, poniendo de manifiesto la
necesidad de continuar investigando en este campo. Por lo tanto, reconocer el valor
de estos elementos patrimoniales poco conocidos de la isla, escondidos dentro de
sus iglesias y, como menos conocidas, de sus ermitas, ya que su orografía ha hecho
que muchas de estas construcciones de mayor o menor importancia histórica hayan
quedado casi olvidadas, se hacía imprescindible.
* Universidad Politécnica de Valencia. mcalerocordobes@yahoo.es.
** Departamento de Conservación y Restauración de Bienes Culturales. Universidad
Politécnica de Valencia. evpema@crbc.upv.es.
*** Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio de la Universitat Politécnica
de Valéncia. proig@crbc.upv.es.
1 Querol, M.A.: Manual de Gestión del Patrimonio Cultural. Edit. Akal, S.A., 2010.
Madrid.
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Pero para conservar el patrimonio de la isla, primero debíamos poseer un
conocimiento desde las raíces que lo genera hasta nuestros días, ya que para conservar
primero tenemos que conocer.
La evangelización de La Gomera empezaría a partir del siglo xv con la entra-da
de portugueses en la costa de la isla. Desde entonces, iglesias y ermitas han sido
construidas en prácticamente la totalidad de centros poblacionales. La Gomera es
la isla que mejor conserva las tradiciones prehispánicas y posee un gran número de
bienes patrimoniales arraigados desde siglos. Destaca el folklore, representado por
el baile del tambor, el salto con pértiga o el silbo gomero, que continúa vivo a través
de los siglos y que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad. Sin embargo, el
patrimonio retablístico de la isla no ha sido estudiado puesto que hasta el momento
no se le ha dado la importancia que estos merecen dentro de las tradiciones costum-bristas
religiosas de la población gomera, ni el valor artístico que ellos representan2.
Hasta el momento sobre su técnica de creación no conocemos ningún estu-dio,
y aunque algunos historiadores del arte, entre los que destacan Alberto Darias
Príncipe3, Alfonso Trujillo4 o Pablo Jerez Sabater5, mencionan alguna de estas obras,
ninguno lo hace de una manera técnica; se escribe sobre su ubicación o advocación
pero de su estética, materiales o sistemas constructivos nada se ha encontrado a lo
largo de nuestra investigación. Es por esto que se hace necesario un estudio integral
de la retablística gomera donde se incluya cada uno de los estilos artísticos que la
conforman.
Sin embargo, en este estudio se haría imposible abarcar la totalidad de esa
retablística, por lo que se ha acotado dividiéndolo por estilos.
2. EL RETABLO NEOBARROCO EN LA ISLA DE LA GOMERA
En el estilo neobarroco se recurre al diseño de nuevas arquitecturas como
las civiles y teatros, aprovechando que el barroco había ayudado al florecimiento
de las artes escénicas y también para el diseño de muchos retablos, esculturas y
pinturas. Surge por la necesidad de reaccionar contra el pensamiento academicista
que predominaba en las ciudades europeas del momento, las cuales lucen hoy con
un aspecto neobarroco6.
2 Pérez Morera, J. y Rodríguez Morales, C.: Arte en Canarias: Del Gótico al Manierismo.
Santa Cruz de Tenerife: Viceconsejería de Cultura y Deportes. 2008, tomo ii.
3 Darias Príncipe, A.: La Gomera. Espacio, tiempo y forma. Madrid: Compañía Mercantil
Hispano-Noruega, S.A. 1992.
4 Trujillo Rodríguez, A.: El Retablo Barroco en Canarias. Edit. Las Palmas de Gran
Canaria. Cabildo Insular de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canarias. 1977. 2 vols.
5 Jerez Sabater, P.: «La Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación de Hermigua» en
La Opinión de Tenerife. 14-12-2008.
6 Http://www.arqhys.com/contenidos/estilo-neobarroco.html. Brea, J.L.: Neo Barroco, un
viento sin norte. Las Palmas de Gran Canaria. Biblioteca universitaria. 1991 pp. 63-66.
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Con esta nueva corriente estética se llevan a cabo obras cuyas caracte-rísticas
estilísticas imitan al barroco, desarrollándose sobre todo en la segunda
mitad del siglo xix, extendiéndose hasta después de 1880 y relacionándose con el
romanticismo7.
Sin embargo, el neobarroco del siglo xx no pretende copiar exactamente
el exceso ornamental del barroco original; aunque se apoye en él crea una repre-sentación
propia caracterizada por su complejidad, su tendencia a la inestabilidad,
su rechazo a lo normativo y un fuerte sentido anticlásico. Es por eso que en este
nuevo estilo se permite el uso de elementos compositivos utilizados anteriormente,
así como nuevas aportaciones8.
Es ahora cuando se diseña la nueva tipología, denominada «retablo popular»
cuya característica principal es su carácter utilitario y funcional, convirtiéndose en
vehículo de solicitud de intercesión de la Virgen, Cristo o los santos para solucionar
algún conflicto, sanar una enfermedad, pedir favores o agradecer los ya recibidos9. Por
lo general son obras de autor anónimo aunque en algunos casos aparezcan firmadas10.
Es con esta nueva corriente con la que se crean en La Gomera un gran
número de obras destacando entre ellas las retablísticas.
Existen un total de veintidós retablos neobarrocos y en términos generales
todos están realizados con madera de cedro, caoba o pino en las estructuras y chapa
marina en las traseras de las hornacinas. Son retablos fabricados a finales del siglo xx
y principios del xxi y el autor de la mayor parte de ellos fue Juan Domingo Méndez
Borges, carpintero retablista del municipio de Los Realejos, en la isla de Tenerife.
Es a partir de los años ochenta, favorecido por el auge económico del mo-mento,
cuando se decide dotar a los templos de un retablo, bien porque no existiera
o bien por el deterioro del existente. Por tal motivo, las obras fueron diseñadas para
un espacio concreto el cual determinó parte de su trazado, ya que debían adaptarse
a la planta y altura de las iglesias y ermitas.
Están conformados por los componentes del orden inferior: el banco, sota-banco,
cuerpos y hornacinas a la vez que por los componentes del orden superior:
entablamentos, frisos, cornisas, aletones, coronamientos o rebancos, áticos, marcos
de encuadramiento y toda la riqueza propia de la ornamentación: agallones, bandas
enrolladas, rocallas, etc.
7 Contreras y López de Ayala, J. de.: Visión General del Arte en Canarias. Anuario de
Estudios del Atlánticos. Cabildo de Gran Canaria. n.o 18, vol. 1, 1972. pp. 13-23.
8 Calabrese, O.: Neobarroco. Revista de las artes n.o 1. Las Palmas de Gran Canaria.
Biblioteca universitaria. 1991. pp. 25-31.
9 Gutiérrez Viñuales, R.: Continuidades y recuperaciones de la cultura hispana en la
construcción de las identidades nacionales americanas. Universidad de Granada. 2010. Granada.
10 Gutiérrez Viñuales, R.: Continuidades y recuperaciones de la cultura hispana en la
construcción de las identidades americanas. En: Guzmán, Fernando; Martínez, Juan Manuel (eds.).
Arte americano e Independencia. Nuevas iconografías. Santiago de Chile. Universidad Adolfo Ibáñez.
2010, pp. 29-40.
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El significado de cada uno de los términos en la construcción del retablo se
ha de tener claro con el fin de hacer una buena lectura del mismo11.
2.1. Tipología estructural del retablo
Los estudios sobre retablos deben ir precedidos por la descripción porme-norizada
de sus elementos formales ya que estos constituyen la base de su tipología.
Se trata de una lectura analítica imprescindible sobre una obra determinada en la
que estarán presentes las condiciones prescritas en los contratos12.
A través de la planta y de los alzados se observan argumentos relativos al
estilo imperante, a la preferencia en lo ornamental o arquitectónico, a la vigencia
de modelos narrativos (esculpidos o pintados), a su estructuración en niveles en
altura, a la existencia de calles y entrecalles, a la revalorización creciente de la parte
central en detrimento de las laterales, a la separación y cubrimiento de los elemen-tos
arquitectónicos, al protagonismo de los soportes (columnas con sus diferentes
órdenes, clásicas, salomónicas, estípites, pilastras, retropilastras, etc.), a su número
y diferencias13.
La tipología estructural que va a marcar toda la retablística neobarroca de
la isla se desarrolla en sotabanco, banco, uno o dos cuerpos divididos en una o tres
calles, cornisa, entablamento y coronación. Son generalmente obras bastante simi-lares
entre sí y que no entrañan grandes discrepancias, lo cual analizamos haciendo
una comparativa entre las características más relevantes de las obras con el objetivo
de dejar patentes las premisas por las que fueron creadas además de la necesidad de
una puesta en valor de las mismas por la importancia estética, sentimental y artística
que estas ofrecen.
En este apartado se nombra a cada uno de los retablos que conforman la
retablística neobarroca de la isla pero es a partir de este punto cuando se pasará a
nombrar tan solo aquellos que hayamos tomado como más representativos en cada
uno de los apartados estudiados14. En la tabla 1 podemos ver cómo en cada uno de
los seis municipios de La Gomera hay una representación clara del retablo neoba-rroco,
destacando de forma bastante notoria su presencia en los municipios de San
Sebastián de La Gomera, con siete, y Vallehermoso, que lo hace con ocho.
11 Véase glosario de los términos referente a la organización del retablo que aparecen en el
artículo y que se deben tener claros para la correcta lectura del mismo.
12 Guerrero-Librero Fernández, F.: Estructuras de retablos. Retablos: Técnicas, materiales
y procedimientos. Grupo Español iic. Valencia. 2004.
13 Malcolm, M.: Estructuras de Edificaciones. Madrid: Celeste. 1997.
14 El catálogo cuenta con veintidós retablos de estilo neobarroco. Aunque se hace una
relación de todo el conjunto, solo se irán nombrando el retablo y el municipio al que pertenece. El
hecho de que la gran mayoría de ellos no sean nombrados a lo largo de todo el estudio no quiere
decir que sean retablos de menor importancia por alguna u otra característica, sino que estas serán
las que más se van a repetir en todo el conjunto, por lo que no tiene sentido nombrarlos a todos. Se
nombrarán, por tanto, aquellos que se tomen de ejemplo.
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TABLA 1. ENUMERACIÓN DE CADA UNO DE LOS RETABLOS AGRUPADOS
POR MUNICIPIOS Y DENTRO DE ESTOS POR SU BARRIO O CASERÍO
Agulo
Las Rosas Retablo de Santa Rosa de Lima
Alajeró
El Paso Retablo de Ntra. Sra. de las Nieves
Playa de Santiago Retablo de Santiago
Hermigua
Casco urbano Retablo de Ntra. Sra. de la Encarnación
San Sebastián de La Gomera
Casco urbano Retablo de San Sebastián
Chejelipes Retablo de San Bartolomé
Benchijigua Retablo de San Juan o de Sta. M.ª Madre de la Iglesia
Jerduñe Retablo de Ntra. Sra. de las Nieves
El Calvario Retablo de Ntra. Sra. de la Concepción
Puntallana Retablo de Ntra. Sra. de Guadalupe
La Lomada Retablo de San Cristóbal
Valle Gran Rey
Guadá Retablo de San Antonio
Arure Retablo de Ntra. Sra. de la Salud
Taguluche Retablo de Ntra. Sra. del Buen Viaje
Vallehermoso
El Ingenio Retablo de Ntra. Sra. del Carmen
Tamargada Retablo de Ntra. Sra. de la Caridad del Cobre
Tazo Retablo de Santa Lucía
Chipude Retablo de Ntra. Sra. de Candelaria
Chipude Retablo de la Crucifixión
Chipude Retablo del Juicio Final
La Dama Retablo de Ntra. Sra. de las Nieves
La Dama Retablo de la Crucifixión
Son retablos sin policromar en su inmensa mayoría, a excepción del Retablo
de Ntra. Sra. de las Nieves y el Retablo de la Crucifixión, ambos en la iglesia de las
Nieves, en el municipio de Vallehermoso, el Retablo de Ntra. Sra. de las Nieves, en
el municipio de San Sebastián de La Gomera, y el Retablo de Ntra. Sra. de la Salud,
en el municipio de Valle Gran Rey. Para ello se han utilizado colores fuertes como
el azul, el verde, el rojo y el dorado.
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Su tipología es fundamentalmente religiosa y se crea bajo la advocación de
la imagen que se venera en cada uno de los templos, de la cual adquiere su nombre.
Estas imágenes son esculturas generalmente de talla popular en madera policromada
que busca un sitio en las arquitecturas retablísticas. Se ubican generalmente en las
hornacinas, cuando existen, utilizando esa escenografía como recurso estético y he-rramienta
de trabajo para el acabado general de la obra. Se genera una proliferación
de escenas repetitivas como la Crucifixión, Ntra. Sra. del Carmen y Ntra. Sra. de
la Candelaria, patrona de Canarias (estas imágenes no siempre son las veneradas en
el retablo sino que forman parte de su repertorio).
Retablo de Ntra. Sra. de las Nieves,
San Sebastián de La Gomera.
Retablo de Ntra. Sra. de las Nieves,
Vallehermoso.
Retablo de Ntra. Sra. de la Salud, Valle Gran Rey.
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Existe una clara preferencia por el retablo escultórico frente a una mínima
representación del retablo pictórico, Retablo del Juicio Final, en el municipio de
Vallehermoso, no mezclándose estas dos disciplinas en ninguno de ellos.
Se trata de estructuras de pequeñas dimensiones diseñadas en un solo
cuerpo, a excepción del Retablo de Ntra. de la Encarnación, en la iglesia del mismo
nombre, en el municipio de Hermigua, y el Retablo de Ntra. Sra. de la Candelaria,
Retablo del Juicio Final. Vallehermoso.
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en la iglesia del mismo nombre, en el municipio de Vallehermoso, que se diseñan
en dos cuerpos divididos en tres calles cada uno15.
15 Se decide colocar las trazas de las estructuras en lugar de las imágenes de los retablos
puesto que se realiza un estudio sobre la tipología constructiva de los mismos y es en ellas donde
se pueden analizar y distinguir las verdaderas características del retablo. Se recrean, por tanto, las
trazas de las estructuras que más se repiten a la vez que más diferencias muestran entre unos y otros.
Retablo de Ntra. Sra. de la Candelaria.
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Retablo de Ntra. Sra. de la Encarnación.
En general las estructuras que van a marcar el diseño de esta retablística
neobarroca serán las que podemos observar en la tabla; de dos cuerpos y tres calles,
dos retablos y de un solo cuerpo y calle, tres retablos. Los dieciocho restantes se
diseñan en un solo cuerpo dividido en tres calles, donde se alternan aquellos con
tres hornacinas, una en cada una de las calles, y los que poseen una hornacina en
las calles laterales y panel liso, donde generalmente se coloca la imagen de un Cru-cificado,
en su calle central. Estos diseños los estudiamos con mayor profundidad
en el apartado siguiente.
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Retablo de Ntra. Sra. de la Candelaria. Chipude, Vallehermoso.
Retablo de Ntra. Sra. del Buen Viaje. Taguluche, Valle Gran Rey.
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Retablo de Santa Rosa de Lima. Las Rosas, Agulo.
Retablo de la Crucifixión. Chipude, Vallehermoso.
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Retablo de Ntra. Señora de la Caridad del Cobre. Tamargada, Vallehermoso.
Retablo del Juicio Final. Chipude, Vallehermoso.
Tipos de alzados que van a representar la retablística neobarroca de la isla.
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2.2. El sistema técnico constructivo
Las proporciones longitudinales del conjunto varían entre los 4,02 m del
Retablo de Ntra. Sra. de las Nieves y los 2,30 m del Retablo de Ntra. Sra. del Buen
Viaje de ancho. El alto oscila entre los 6,6 m aprox. del Retablo de Ntra. Sra. de la
Encarnación, en Hermigua, y los 3,25 m aprox. el Retablo de Ntra. Sra. del Buen
Paso en Alajeró. De esto se desprende la idea de que las proporciones de los retablos
no están definidas por el muro. Casi la totalidad se sitúa en el testero de la iglesia o
ermita ofreciendo un solo punto de vista con respecto al espectador, a excepción del
Retablo de Ntra. Sra. de la Encarnación, en el municipio de Hermigua, que se sitúa en
la Capilla Mayor asentado en un plano superior ofreciendo así varios puntos de vista.
Son obras de arquitecturas autoportantes repartiendo el peso mediante
tirantes y travesaños sin perder el punto de aplomo. Su orden viene dado por sota-banco,
banco y entablamento como elementos horizontales y por pilastras, estípites
y columnas como elementos verticales. Por lo general se desarrollan en dos planos
diferenciados marcados por las columnas, estípites y pilastras colocados en un ligero
plano adelantado, y por las hornacinas colocadas siempre en un plano en retroceso.
Todos poseen mesa de altar de frontal plano, generalmente sin decoración.
Por lo tanto, teniendo este orden como configurador del espacio y no como
conformador de estilos, estamos ante cuatro tipos de estructuras; retablo de dos
cuerpos con tres calles y seis hornacinas, retablos de un solo cuerpo y calle con
coronación, retablo de un solo cuerpo con hornacina retranqueada por pares de
columnas y retablo de un cuerpo y tres calles con hornacinas y coronación. Esto nos
demuestra que aun siendo un número elevado de retablos no hay una gran variedad
en cuanto a su arquitectura. Son obras en las que se repiten casi por completo sus
elementos compositivos.
El modo en que se ensamblan las partes sigue el sistema de la colocación de
una pieza a continuación de la otra, reforzadas por pequeños travesaños y listones
colocados tanto de forma horizontal como vertical sin un orden establecido, refor-zados
por tornillos y clavos de forja.
La excepción la encontramos en el Retablo del Juicio Final, en la iglesia de
Ntra. Sra. de Candelaria, en el caserío de Chipude en Vallehermoso, cuyo cuerpo
queda sujeto simplemente por su parte superior sin ningún tipo de ensamblaje con
respecto al banco.
Están fabricados con madera de cedro, caoba o pino16 con patrón construc-tivo
pero sin seguir unas normas técnicas, donde se prescinde de la calidad en sus
ensamblajes y en algunas ocasiones en sus acabados encontrándose en ocasiones
tornillos de sujeción en la parte frontal del retablo. Un ejemplo lo encontramos
16 Se realizaron los análisis de las muestras de las maderas en aquellos retablos más represen-tativos
de cada estilo constructivo. El método aplicado en el proceso de identificación de las maderas
fue el de Anatomía Comparada; se obtuvo una superficie lo suficientemente limpia y se analizaron
las características tanto macroscópicas como microscópicas.
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en la sujeción de las columnas del Retablo de Ntra. Sra. de las Nieves, en la ermita
del mismo nombre, en el municipio de Vallehermoso, en donde el tornillo además
sobresale de la policromía.
En ocasiones nos encontramos con marcas de ensamblaje y montaje en las
partes que lo conforman como son letras en el Retablo de Ntra. Sra. de la Nieves,
pequeños signos como aspas o simples líneas en el Retablo de Ntra. Sra. del Carmen
e incluso el sello del taller en el Retablo de Ntra. Sra. de la Caridad del Cobre.
Principales piezas de ensamblaje.
Apoyo al muro. Sistema de ensamblaje.
Talla decorativa. Sistema de ensamblaje. Sistema de sujeción.
Talla, entramado de las traseras y sistema de sujeción a la viga del techo.
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En cuanto al sistema de sujeción encontramos tres sistemas: el que se sujeta
a la viga del techo, el que además queda reforzado lateralmente mediante ángulos
reforzados por tornillos y el que lo hace al muro mediante tirantes que se sujetan
a la trasera del retablo y que quedan apoyados sobre pequeños travesaños sujetos
al muro mediante tornillos. En general son obras que se sujetan al muro mediante
anclajes, distribuidos estratégicamente sirviendo en ocasiones de apoyos y en otras
como tirantes que evitan el vuelco del retablo.
Los elementos sustentantes están realizados mediante estípites y columnas
utilizando la columna con fuste estriado, la columna con el tercio inferior diferen-ciado
totalmente liso, la columna con fuste totalmente liso y la columna plana con
acanaladuras.
Encontramos el estípite en retablos como el de Ntra. Sra. del Carmen, el
de Ntra. Sra. de Candelaria y el de la Crucifixión, todos en Vallehermoso; en el de
Ntra. Sra. del Buen Paso, en Alajeró, y el de San Antonio, en Valle Gran Rey. La
columna redonda la encontramos en el de Ntra. Sra. de la Caridad del Cobre, en
Vallehermoso; en el de Ntra. Sra. de la Encarnación, en Hermigua la encontramos
de fuste estriado; en el de San Sebastián, de fuste con el tercio inferior diferenciado
Marcas de ensamblaje y montaje.
Retablo de Ntra. Sra. de las Nieves.
La Dama, Vallermoso.
Retablo de Ntra. Sra. del Carmen.
Valle Gran Rey.
Retablo de Ntra. Sra. de la Caridad del Cobre. Tamargada, Vallermoso.
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A las vigas del techo. Mediante travesaños. Refuerzo con ángulos
metálicos.
Sistema de sujeción.
Tipos de estípites, columna plana de fuste estriado
y columna plana con el tercio inferior diferenciado.
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con imbricaciones, y en el Retablo de San Cristóbal, en San Sebastián de La Gomera,
de fuste totalmente liso. Todos con capitel corintio y basa a excepción del de Ntra.
Sra. de las Nieves, en el municipio de Alajeró. El resto están formados por columnas
planas con acanaladuras, capitel corintio y basa donde además se encuentra el tercio
inferior diferenciado con pequeñas imbricaciones en el de Ntra. Sra. de las Nieves,
en Vallehermoso.
Los sotabancos se presentan generalmente planos y sin decoración a excep-ción
del Retablo de Ntra. Sra. de Guadalupe, en San Sebastián de La Gomera, donde
Retablo de Ntra. Sra. de Guadalupe. San Sebastián de La Gomera.
Retablo de Ntra. Sra. de las Nieves. Vallehermoso.
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Retablo de Ntra. Sra. de la Salud. Valle Gran Rey.
se representa a la isla de La Gomera con sus seis municipios, y el Retablo de Ntra.
Sra. de las Nieves, en Vallehermoso, donde se relatan temas de la Virgen.
Los bancos sin embargo aparecen con mayor ornamentación y se dividen
en calles donde se colocan en mayor medida formas vegetales como flores y hojas
de acanto y en menor medida paisajes gomeros e instrumentos típicos del folklore
canario, chácaras y tambores que habíamos mencionado en párrafos anteriores:
Retablo de San Antonio y Retablo de Ntra. Sra. de la Salud, en Valle Gran Rey, y
Retablo de Santa Lucía, en Vallehermoso.
Por norma general en los cuerpos divididos en calles mediante columnas
o estípites se colocan hornacinas enmarcadas por arcos tanto de medio punto, en
Muestra del tejido que recubre a las hornacinas.
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la inmensa mayoría de las obras, como por arcos mixtilíneos: Retablo de Ntra. Sra.
de la Candelaria, Retablo de Ntra. Sra. de la Caridad del Cobre, en Vallehermoso, y
Retablo de San Antonio, en Valle Gran Rey. Estos arcos se rematan superiormente
por chambranas decoradas interiormente mediante formas onduladas talladas y
encoladas a la base.
Los interiores de las hornacinas están recubiertos por un tejido de damasco en
colores ocre y granate, de efecto plano tono sobre tono con características reversibles.
Este tipo de recubrimiento lo encontramos en prácticamente todos los re-tablos
menos en el de Ntra. Sra. de las Nieves, en Alajeró, y el de San Juan, en San
Sebastián de La Gomera, donde se combinan ambos colores, ocres para las hornacinas
laterales y granate para las centrales.
En líneas generales los retablos no poseen entablamento a excepción de los de
Ntra. Sra. del Carmen, Ntra. Sra. de las Nieves y Ntra. Sra. de la Candelaria, todos en
el municipio de Vallehermoso. En el caso del Retablo de Ntra. Sra. de la Candelaria,
el arco de la hornacina central lo invade creando así un entablamento arqueado.
Los elementos ornamentales utilizados en los retablos sin policromar son
exclusivamente a base de talla trabajada de manera exenta que va cubriendo cual-quier
rincón. Estos elementos van sobrepuestos, clavados o encolados. Esta talla
representa en líneas generales formas vegetales tales como hojas de acanto y flores;
sin embargo, también aparecen, en menor medida, elementos típicamente gomeros
Retablo de Ntra. Sra. del Carmen. Vallehermoso.
Retablo de Ntra. Sra. de la Candelaria. Chipude.
Retablo de Ntra. Sra. de las Nieves. La Dama.
Tipos de entablamentos.
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como paisajes, chácaras y tambores, caso del Retablo de Sta. Lucía, en el caserío de
Tazo, en Vallehermoso, el de San Antonio, en Valle Gran Rey, y en el de Ntra. Sra.
de la Salud, en Arure, también en el municipio de Valle Gran Rey. En los retablos
policromados se realizan inscripciones sobre la conquista de la isla de La Gomera y así
aparecen en el Retablo de Ntra. Sra. de Guadalupe, en San Sebastián de La Gomera
y temas marianos en el de Ntra. Sra. de las Nieves, en Vallehermoso.
Respecto a los remates superiores, encontramos varios sistemas; aquellos
que lo hacen con pequeñas coronaciones apoyadas sobre la calle central como en el
Retablo de Ntra. Sra. de la Caridad del Cobre; mediante un frontón de estilo clásico
Retablo de Santa Lucía. Vallehermoso.
Retablo de San Antonio. Valle Gran Rey. Retablo de Ntra. Sra. de la Salud.
Valle Gran Rey.
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ocupando todas las calles como en el Retablo de Ntra. Sra. de las Nieves, ambos en
el municipio de Vallehermoso, y los que lo hacen mediante simples cornisas como
ocurre el de Ntra. Sra. del Buen Viaje, en Valle Gran Rey. Se utilizan en estos rema-tes
de manera más o menos generalizada elementos como pináculos redondeados,
formas apuntadas y onduladas, roleos, conchas, estrellas y crucifijos.
Existe una mínima presencia de aletones o guardapolvos que rematan
lateralmente las obras en el Retablo de Ntra. Sra. de la Candelaria, Retablo de la
Crucifixión y Retablo de Ntra. Sra. del Carmen, todos en Vallehermoso, y el Retablo
de Ntra. Sra. de Guadalupe, en San Sebastián de La Gomera. El resto carece de este
elemento ornamental.
3. VALORACIONES DEL ESTUDIO
En líneas generales el estudio comparativo de los retablos neobarrocos de La
Gomera nos demuestra que hablamos de muebles sencillos en cuanto a su diseño,
elementos decorativos, modo de sujeción, ensamblaje y materiales utilizados, además
de los elementos sustentantes que poseen características casi idénticas entre unos y
otros. En líneas generales sus estructuras son de pequeñas dimensiones y se presentan
Retablo de la Crucifixión. Vallehermoso. Retablo de las Ánimas. Vallehermoso.
Retablo de Sta. Sra. de la Caridad del Cobre.
Vallehermoso.
Retablo de Ntra. Sra. de las Nieves.
Vallehermoso.
Retablo de Ntra. Sra. del Buen Viaje.
Valle Gran Rey. Retablo de Santa Rosa de Lima. Agulo.
Sistemas de remate o coronación.
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sin policromar. Se utilizan maderas de caoba, cedro y pino y son creadas entre finales
del siglo xx y principios del xxi17, todos poseen un buen estado de conservación no
presentando ningún tipo de alteración y cada una de las partes son piezas originales.
No es difícil admitir todas estas observaciones teniendo en cuenta que en su
inmensa mayoría han sido creados por el mismo autor, quien diseña las obras bajo
unos determinados patrones definidos tan solo por las condiciones económicas y
las dimensiones del lugar que van a ocupar.
Las influencias que encontramos en ellos son típicamente las propias de su
estilo; copia del estilo barroco pero con menos ornamentación y un carácter más
individualizado del autor.
Recibido: 14-2-2017; aceptado: 17-3-2017.
4. GLOSARIO
Acanto: Ornamento con forma de hoja de acanto utilizado sobre todo para el capitel
corintio.
Aletón o ese: Arbotante. Elemento estabilizador de la estructura del ático que al
mismo tiempo lo remata.
Aletones o guardapolvos: Banda estrecha pintada, ligeramente inclinada hacia el
interior, que rodea el cuerpo del retablo.
Ático: Último cuerpo de un retablo con una o varias calles generalmente en menor
número que el resto de la arquitectura. Suele tener el orden arquitectónico
completo. No todos los retablos tienen ático.
Banco: Predela. Conjunto de pedestales. Es la parte del retablo que se dispone sobre
el sotabanco o sobre la mesa del altar o una grada de cantería. En él se ubica
el sagrario, unas veces integrado en la propia estructura y otras como caja
independiente.
Columna: Elemento arquitectónico vertical, de sección circular, que sostiene un en-tablamento,
una bóveda u otra estructura. Tiene su forma según el estilo o
el orden y, dentro de estos, se presentan a menudo con numerosas variantes.
Cornisa: Parte moldurada del entablamento o cuerpo voladizo con molduras que
sirve de remate a otro.
Coronación: Remate colocado en la zona superior del retablo.
Cuerpo: Zona del retablo acotada por el zócalo y la parte alta del capitel de las
columnas.
Entablamento: Elemento arquitectónico formado por el arquitrabe, el friso y la
cornisa. Forma parte del orden arquitectónico del retablo.
17 La inmensa mayoría de los retablos han sido creados por el carpintero retablista don
Juan Domingo Méndez Borges, natural de Los Realejos (Tenerife). Mucha de la información sobre
la construcción de los retablos fue obtenida mediante entrevista personal con el autor.
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Estípite: Elemento en forma de tronco invertido de pirámide, que puede tener
funciones de soporte o como decoración.
Friso: Parte del entablamento que media entre el arquitrabe y la cornisa.
Hornacina: Elemento arquitectónico que remata alguna zona del retablo y se utiliza
para contener alguna figura.
Rocalla: Decoración recargada propia del reinado de Luis xv, caracterizada por la
introducción de motivos en forma de concha y extremo orientales.
Sotabanco: Es la parte del retablo que apoya en el suelo o en una grada de piedra.
No todos los retablos tienen sotabanco. Según el sistema constructivo
tiene función estructural o no. En algunos retablos la mesa del altar queda
integrada.