DOCUMENTOS
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Revista de Historia Canaria, 198; abril 2016, pp. 255-270; ISSN: 0213-9472
FRAY SEBASTIÁN DE SANAVIA Y LAS ALHAJAS
DEL CRISTO DE LA LAGUNA (1674-1695)
FRAY SEBASTIÁN DE SANAVIA AND THE JEWELLRY
OF THE CHRIST OF LA LAGUNA (1674-1695)
Carlos Rodríguez Morales
Instituto de Estudios Canarios
La imagen del Cristo de La Laguna y su culto han merecido atención his-toriográfica
desde finales del siglo xvi y hasta hoy como una de las manifestaciones
más notables de la religiosidad isleña. Ya en 1669, en una primera versión manuscrita
de su Conquista y antigüedades de las siete islas de Canaria conservada en la Biblio-teca
Nacional de España, el cronista Juan Núñez de la Peña destacó que «el ornato
deste soberano Crucifixo no lo tiene ninguna imagen en estas islas, ni aún muchas
de mucha devoción en España: todo es de plata, curiosamente labrada, de mucho
costo»1. En efecto, desde los últimos años del Quinientos hay noticias de los regalos
ofrecidos a la efigie por sus devotos (lámparas, velos, espaldares, blandones, cruces,
frontales, doseles, candeleros, estandartes, ciriales, hacheros, alfombras, pebeteros,
etc.), algunos de los cuales existen todavía a pesar del incendio del convento de San
Miguel de las Victorias en 1810 y de los procesos desamortizadores de las primeras
décadas del siglo xix.
En 1659 se fundó una esclavitud para dar culto del Crucificado formada por
treinta y tres caballeros seglares, que se incorporó a la cofradía ya existente. En uno
de los puntos de sus «capitulaciones y condiciones» quedó estipulado que el esclavo
mayor tendría «por compañero para la mayordomía de dicha cofradía a vn religioso
deste dicho conuento [...] el qual padre a de ser compañero de dicho mayordomo
para acudir a que la sancta ymagen de nuestro redemptor Jesuchristo esté con toda
decencia y que las alhajas de la cofradía se conseruen»2.
En este trabajo presentamos la transcripción paleográfica de dos documentos
formados, precisamente, tras constituirse la esclavitud que a partir de entonces ca-pitalizó
la administración de la cofradía. Ambos quedan recogidos en un cuaderno
anejo al Libro de la fundación. Se trata de un cuaderno manuscrito que se debió
comenzar a redactar hacia 1674 bajo el encabezamiento de Memoria de las alhajas
que tiene la Cofradía del Santo Christo de La Laguna, cuyos primeros folios cons-tituyen
una relación pasada a limpio de las piezas que poseía la imagen hasta que
se constituyó la esclavitud en 1659. A continuación se registran las incorporadas a
partir de entonces y durante el tiempo que fray Juan de San Francisco fue el primer
compañero de mayordomo, desde aquel año hasta 1674. Este es el primero de los
documentos que transcribimos.
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A esta memoria inicial siguen, en el citado legajo, las relaciones de aumentos
(es decir, de lo incorporado a los inventarios) correspondientes a los periodos en
los que ejercieron como compañeros de mayordomo de la cofradía fray Sebastián
de Sanavia (1674-1695), fray Buenaventura Dávila (1695-1716), fray Salvador Ca-raballo
(1716-1717), fray Pedro de la Concepción (1717-1730), fray Juan Mireles
(1730-1747), fray José Sánchez (1747-1757), fray Manuel Almeida (1757-1770), fray
Antonio José Miguens (1770-1772) y fray Francisco Mendoza (1772-1786). En
este artículo presentamos también la transcripción de la primera de estas relaciones
como avance de una investigación (bajo el título Todo es de plata. Las alhajas del
Cristo de La Laguna) en la que venimos trabajando desde hace algunos años y que
esperamos concluir en breve3.
Este segundo documento tiene particular importancia, pues confirma que
mientras fray Sebastián de Sanavia fue compañero de mayordomo, sobre todo durante
sus primeros años, se renovaron e incorporaron algunas de las más notables alhajas
de la efigie, cuyas dataciones y autorías se precisan. La personalidad del franciscano
debió ser determinante como impulsor de estas iniciativas, pues, como se indica en
uno de los inventarios, «todo esto se deue a la solicitud y cordial deuoción de nuestro
muy reverendo padre Sanauia»4. Por este motivo hemos destacado en el título de
este artículo la contribución del religioso acotando el periodo durante el que estuvo
a cargo de las alhajas. Puede considerarse que a él se debió el diseño de un plan que
enriqueció y transformó el aparato asociado al culto del Cristo, concitando el apoyo
de «los amigos y personas debottas desta santa ymagen»5 mediante donaciones espe-cíficas.
Aunque reservamos para el mencionado trabajo la valoración minuciosa de
los datos aportados por estos documentos así como por el resto de las relaciones de
aumentos hasta finales del siglo xviii, subrayamos que informan sobre varios plateros
isleños, de labor apenas conocida hasta ahora, a quienes se debió la hechura de buena
parte de las principales alhajas con la colaboración de otros artífices.
Respecto al nicho en el que sigue recibiendo culto la imagen, valorado por
Hernández Perera como «un ejemplar casi único en España»6, se conocían su fecha
de realización (1675) y la identidad de su donante (Mateo de Velasco) y también que
dispuso de unas «cortinas de plata al vso y forma que la tienen las imágenes de mayor
beneraçión de España y especialmente en la corte», suprimidas en el siglo xviii7. La
1 Biblioteca Nacional de España: MSS/3206, ff. 353v-354r. Citado por Ramón Fernández-
Pousa: «La Historia del Cristo de La Laguna según unos capítulos inéditos de Juan Núñez de la
Peña», Revista de Historia, t. x, 65, (1944), p. 62.
2 Archivo de la Esclavitud del Cristo de La Laguna: Libro de la fundación, f. 2 v.
3 Hemos dado a conocer alguno de los datos contenidos en estos documentos en un libro
publicado recientemente. Véase Carlos Rodríguez Morales: Las Cruces de La Laguna. Fiesta, capillas
y tradición. San Cristóbal de La Laguna, 2015, pp. 26-28.
4 Documento 2.
5 Documento 2.
6 Jesús Hernández Perera: Orfebrería de Canarias. Madrid, 1955, p. 249.
7 Jesús Pérez Morera: «Los velos y lámparas votivas del Santo Crucifijo», Fiestas del
Santísimo Cristo de La Laguna. San Cristóbal de La Laguna, 2001, s.p.
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documentación que presentamos es mucho más rica, pues informa con detalle sobre
el costo de los materiales empleados en su elaboración y desvela el nombre de sus
autores: los maestros plateros Juan Roberto (a quien hemos identificado con Juan
Roberto Zambrana) y Sebastián Castellano junto al carpintero Juan González de
Castro Illada8. A la vez debió realizarse el «sagrario de plata que coge todo el altar
maior, con unas andas de plata que tiene dentro, en que se lleua la custodia». Y en
este mismo proyecto ha de inscribirse el frontal, sobre el que se sabía que se estrenó
en 1676 donado por el marqués de Villanueva del Prado, cuyas armas figuran en la
parte central 9. Las labores de carpintería tanto del sagrario como del frontal corrieron
a cargo del ya citado González de Castro y cabe suponer que, como el nicho (con el
que forman un conjunto), se debieron a los mismos artífices de platería. Zambrana
había trabajado con anteriorioridad para la esclavitud, pues en 1664 realizó junto a
Agustín de Soria unos blandones y tres años después en solitario un frontal, anterior,
pues, al único que se conserva.
Hasta ahora se ha identificado la peana de las andas procesionales del Cristo
con la donada en 1654 por el capitán Lázaro Rivero de Escobar, de acuerdo a una
noticia recogida en el primer libro de inventarios del convento10. Esta pieza está
también registrada en la Memoria de alhajas que constituye en el primer documento
que transcribimos: «Ytten una peanna de plata para las andas en que sale esta santa y
milagrosa reliquia, que dio de limosna el cappitán Lázaro Ribero de Escobar»11. Sin
embargo, ahora sabemos que treinta años después, en 1684, figura entre los aumentos
de la cofradía una nueva peana «muy bien obrada» que es la que ahora existe. Esta
noticia obliga a corregir aquella cronología y a descartar el patrocinio de Rivero de
Escobar para la actual, y además nos permite dar a conocer quiénes fueron sus au-tores:
el maestro platero Juan Roberto Zambrana, ya citado, la realizó basándose en
unos dibujos del pintor Cristóbal Hernández de Quintana, mientras que las labores
de carpintería y el clavado de la plata estuvieron a cargo de Antonio Francisco de
Orta12. Para esta peana se encargó al mismo autor, Juan Roberto Zambrana13, una
nueva cruz procesional revestida de plata que sustituyó a la que ahora se conserva
en el nicho, realizada en 1630 por Antonio de Alpoin14. A la vez pudo comenzar la
costumbre, vigente hasta la actualidad, de reservar la cruz de plata para la festividad
de septiembre, optándose por realizar otra de madera desnuda para la procesión
8 Sobre este artífice, véase Margarita Rodríguez González: «Los maestros retablistas de
principios del siglo xviii en Tenerife», v Coloquio de Historia Canario-Americana (1982), t. ii. Las
Palmas de Gram Canaria, 1985, pp. 697-699.
9 Buenaventura Bonnet: «La Venerable Esclavitud del Santísimo Cristo de La Laguna»,
El Día, 13 de septiembre de 1942. Jesús Hernández Perera: op. cit., pp. 240-241.
10 Jesús Hernández Perera: op. cit., p. 268.
11 Documento 1.
12 Sobre este carpintero, véase Margarita Rodríguez González: art. cit., pp. 695, 701-706.
13 Carlos Rodríguez Morales: op. cit., pp. 26-28.
14 Lorenzo Santana Rodríguez: «Las primeras cruces del Cristo de La Laguna», Victoria,
tú reinarás. La Cruz en la iconografía y en la historia de La Laguna. San Cristóbal de La Laguna,
2007, pp. 19-45.
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del Viernes Santo; el encargado de la hechura de esta cruz fue el carpintero Juan
González de Castro. Zambrana fue además autor de dos alcachofas, hacia 1674, y
de seis candeleros concluidos en verano de 1686.
Al margen del indudable valor que tienen las noticias que permiten completar
la catalogación de algunas de las alhajas que, afortunadamente, se conservan en el
real santuario del Cristo (nicho, sagrario, frontal, cruz y andas procesionales)15, los
documentos aquí transcritos informan con detalle sobre las variadas piezas adquiri-das
para enriquecer y culto a la imagen, sobre sus costes y sobre la identidad de sus
patrocinadores. Constituyen, por lo tanto, una fuente relevante para el estudio de
esta devoción isleña y, más ampliamente, del arte y de la religiosidad en Canarias
durante el Barroco.
Recibido: 6-3-2016
Aceptado: 17-3-2016
15 Sobre estas obras pueden consultarse, entre otras, las siguientes publicaciones. Buena-ventura
Bonnet: «La Venerable Esclavitud del Santísimo Cristo de La Laguna», El Día, 13 de sep-tiembre
de 1942. Jesús Hernández Perera: op. cit., pp. 198, 240-241, 248-249, 268. Jesús Pérez
Morera: art. cit. Manuel Rodríguez Mesa: «El patrimonio artístico del Cristo de La Laguna en
el siglo xix», Estudios Canarios. Anuario del Instituto de Estudios Canarios, xliv (2000), pp. 503-529.
Francisco J. Galante Gómez: El Cristo de La Laguna. Un asesinato, una escultura y un grabado. San
Cristóbal de La Laguna, 2002, pp. 152-167. Lorenzo Santana Rodríguez: art. cit. José Cesáreo
López Plasencia: «La devoción a la Santa Cruz en las Islas Canarias y su repercusión en el arte de
la platería», Estudios de platería. San Eloy. Muurcia, 2006, pp. 360-361, 370-371.
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DOCUMENTO 1
Memoria de las alhajas de la Cofradía del Cristo de La Laguna hasta 1674.
Hacia 1674. San Cristóbal de La Laguna.
Inédito.
Archivo de la Esclavitud del Santísimo Cristo de La Laguna: cuaderno anexo al Libro de
la fundación de la Esclavitud, ff. [1 r-2 v].
Memoria de las alhajas que tiene la cofradía del Santo Christo de La Laguna.
Primeramente una cruz de plata en que sale la ymagen de Jesuchristo nuestro Redemptor
con tres clavos de plata masisa que dio de limosna el maestre de campo Francisco Baptista
de Lugo, vecino de La Orotava, quando hizo la fiesta. Y assí mismo dio un terno cuio es
casulla y almáthicas de lama tersiopelada morada y sanefas de damasco colorado16.
Ytten un candelero grande de asófar de veinte y quatro luces con sus cauos y poleas que se
ensiende en el cuerpo de la yglesia la noche de la fiesta y el Jueues Santo.
Ytten una peaña de plata para las andas en que sale esta santa y milagrosa reliquia, que dio
de limosna el cappitán Lázaro Ribero de Escobal 17.
Ytten ocho doseles usados, quatro grandes y quatro pequeños, que siruen para las fiestas
de la Esclabitud.
Ytten otros dos doseles grandes que están de ordinario colgados en la capilla maior que dio
de lismosna el licenciado don Bernardo Justiniano de Lercaro18.
Ytten un palio de tela passada carmesí con ocho varas de plata que dio de limosna el cappitán
don Melchor Prieto del Hoyo, regidor desta ysla.
Ytten un frontal de terciopelo violado bordado de ramos de oro que dio de limosna don
Fernando Arias de Saauedra, señor de Fuerteuentura.
Ytten un palio de lama negra que dio de limosna el maestre de campo don Luis Ynterián19.
Ytten siete lámparas de plata que solicitó de limosna el muy reverendo padre fray Luis de
Quirós, prouincial que fue desta prouincia de San Diego de Canarias20.
Ytten dos estandartes, el uno negro viejo de damasco y otro roxo nuevo assí mismo de
damasco21.
16 Al margen: Esta cruz de plata está siempre en el nicho y el terno ya no sirue.
17 Al margen: Esta peaña se consumió en la nueua que hizo nuestro padre Sanauia.
18 Al margen: Los dos doceles se consumieron.
19 A continuación: Este se rompió y con la plata que se sacó se hiso otro de tafetán.
20 Al margen: Están ocho, con la lámpara del sagrario y con la que dio el señor don Diego
Benítez.
21 A continuación: Este negro se gastó y nuestro padre Sanauia compró uno nueuo de
damasco.
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Ytten un velo de raso carmesí bordado de plata y sedas que dio doña María de Asoca, muger
del capitán don Bartolomé de Ponte y Paxés22.
Ytten otro velo usado de chamelote encarnado con senefas y cruz bordada de diferentes
colores23.
Ytten otro velo de damasco de dos colores que sirue para el aduiento.
Ytten otro velo de damasco azul de China que sirue de segundo velo24.
[/1 v] Las alhajas que se siguen se an aumentado después que corre con la cofradía como
compañero de maiordomo el muy reverendo padre fray Juan de San Francisco, calificador
y comisario del Santo Oficio del partido desta ciudad y padre más antiguo desta prouincia.
Primeramente un frontal de tela passada colorada que dio de limosna don Thomás de Naua
Grimón para el altar del Sanctísimo Christo.
Ytten un velo de lama doble de aguas con cruz de guarnición de oro que dio el dicho don
Thomás para el nicho del Sanctíssimo Christo25.
Ytten unos ciriales de plata que solicitó el dicho reverendo padre fray Juan de San Francisco
que costaron setecientos y sinquenta pessos con la hechura; los quinientos dio de lismosna
don Pedro Carrillo de Gusmán, cappitán general que fue destas yslas y los doscientos y
sinquenta suplió el padre fray Bernabé Castrillo26.
Ytten un candelero grande de pie de madera con seis candeleros todo dorado para poner
delante de la reliquia quando está en las andas.
Ytten se hizo un caxón en la sacristía enfrente de los del conuento para las alaxas del Sanc-tíssimo
Christo27 y también hizo el candelero grande de arriba.
Ytten dos hacheros dorados en que seponen dos hachas delante de nuestro Señor; hízolos
la cofradía.
Ytten doze candeleros de palo torneados y dorados, seis que están siempre en el altar maior
y seis reseruados para las ocasiones; hízolos la cofradía28.
Ytten doze harras de madera doradas, seis que mandó hazer la cofradía y otras seis que por
solicitud de dicho reverendo padre traxo de España don Miguel de Abréu y Rege, regidor
de la ysla de La Palma.
22 Al margen: Rompióse y hísose otro.
23 Al margen: Este velo se desuarató en tiempo de nuestro padre fray Juan (roto) de unas (roto).
24 Al margen: Uno de estos dos velos se (roto) desuarató (roto).
25 Al margen: Este de lama se desuarató y se hizo velo para cubrir la plata junto con el dosel
viejo del Santo Christo de la misma lama.
26 Al margen: 6.000 reales.
27 Tachado: Hízolo la cofradía.
28 Al margen: 6.6 reales. 288 reales.
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Ytten catorse ramos, seis de flores de seda peinada que dio de limosna doña Beatrís Carrillo
de Gusmán, y seis usados de sede peinada que traxo de España el dicho reverendo padre, y
dos grandes que dio de limosna don Antonio de Lima.
Ytten seis candeleros de plata grandes que pesaron quinientas y veinte y ocho onsas y dies
adarmes, y para hazerlos se deshizieron otros seis candeleros de plata que estaban muy
maltratados que auía dado don Luis Fernandes de Córdoba, cappitán general que fue destas
yslas, que pesaron doscientas y setenta y dos onsas. Y para el costo destos candeleros dieron
los caualleros esclauos lo siguiente: don Fernando Arias de Saauedra, doscientos reales;
don Bartholomé Benites, cien reales; don Diego de Ponte, cien reales; don Joseph de Luna,
sinquenta reales; don Alonso Pacheco, cien reales; don Esteban de Llarena, sinquenta reales;
don Juan del Corral, mil reales; onse onsas y media de plata, don Francisdo de la Coba; don
Carlos de Briones, quinze onsas de plata; don Fernando de la Guerra, siete onsas de plata;
don Simón de Herrera, dies y ocho pessos peruleros; don Juan de Ponte, dies y seis pessos
peruleros; don Leandro Coronado, quatro pessos; dies y seis onsas de plata que se dieron por
orden del dicho nuestro muy reverendo padre fray Juan de [/2 r] San Francisco. Costaron de
hechura los candeleros mil quinientos ochenta y quatro reales, de suerte que los caualleros
esclauos pagaron toda la hechura sólo con lo que se dio en dinero, y sobraron treinta y sinco
reales para quenta de la plata que se añadió, que fueron doscientas y sinquenta y seis onsas,
que sacadas ochenta onsas que dieron los caualleros esclauos vino a suplir la cofradía ciento
y setenta y seis onsas de plata.
Ytten quatro pebeteros de plata enrrexados que se fixan en la peaña; costeóles la cofradía.
Ytten dos basinillas de plata que mandó hazer la cofradía para pedir la limosna.
Ytten unos mangotes de terciopelo carmesí para las andas en que sale nuestro Señor; cos-teáronlos
los caualleros esclauos.
Ytten seis bancos de caobana y sedro; costeáronlos los caualleros esclauos.
Ytten la colgadura de toda la yglesia, que tiene mil y veinte y una varas de tanfetán (sic)
de Granada doblete listados, en esta manera: seiscientas y sinquenta varas en la primera
partida, a costa de la cofradía; doscientas y sinquenta y quatro que dio de limosna don Juan
del Corral, con el fleco de la sanefa del coro; y otra piessa que traxo la cofradía de ciento y
dies y siete varas, que hazen dicha cantidad.
Yten un dosel de lama nácar de Seuilla para quando está en las andas nuestro Señor; hízolo
la cofradía29.
Ytten unos manteles de puntas grandes de pita, que dio de limosna doña Gracia Lercaro.
Ytten un frontal de lama de la misma del docel y con la misma guarnición de plata para el
altar portátil; costeóle la cofradía30.
29 Al margen: Este se desuarató u se hizo velo grande para cubrir la plata del nicho y la del
sagrario.
30 Al margen: Este se desuarató para lo mesmo de arriva.
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Ytten gastó la cofradía mil doscientos y sesenta y quatro reales en hazer una bodega al co-nuento
porque dexasse libre la piessa que está en el compaz en que está toda la madera de
los tablados y ramada que tiene la cofradía.
Ytten dos candeleros de plata pequeños que solicitó para la cofradía sin costar nada el muy
reverendo padre fray Juan de San Francisco.
Ytten un perfumador de plata que por solicitud de su paternidad embió de limosna de La
Habana el alferes Sebastián Carrillo.
Ytten unas gradillas de plata para el altar portátil con veinte y quatro cañones de candeleros
de plata; hízolas la cofradía.
Ytten un velo negro de damasco para la Quaresma; hízolo la cofradía.
Ytten dos báculos para gouernar la processión, uno dio don Simón de Herrera y otro hizo
la cofradía, con otro más que se perdió.
[/2 v] Ytten un velo de damasco tornasolado amarillo y roxo que dio de limosna la muger
de don Andrés Machado.
Ytten dos velos del nicho de toca, uno listado que dio doña Beatriz Carrillo y otro se dio
de limosna, llano.
Ytten tres velos de toca de plata con que se cubre la reliquia quanto está en las andas, el uno
dio de limosna don Bartholomé Benites de las Cuebas y los otros dos enbió de Seuilla don
José de Luna de limosna.
Ytten unas andas con el cielo de raso negro, flecos y alamanes de oro y seda en que sale
Nuestra Señora el Viernes Santo.
Yten una cabesa de San Juan, sin el nuevo que hizo la cofradía.
Ytten todos los instrumentos y menesteres para blanquear y hazer la sera la cofradía, como
son tres31 calderas, dos bruñidores, dos cucharas de cobre, messa de blanquear y otra de
bruñir, y lo demás, todo lo qual a hecho el muy reverendo padre fray Juan de San Francisco
a la cofradía32.
Ytten unos blandones grandes de plata que hiso la cofradía, que costaron de plata y manos
dies y seis mil reales, con un bastón assimismo de plata con que gobierna las processiones
el señor esclabo maior; hísose esta obra por solicitud de fray Juan de San Francisco siendo
compañero de maiordomo, que lo era entonses el señor don Christóual de Aluarado Braca-monte,
el qual y el señor don Pedro de Velasco, diputado, hicieron mucho en esta grande
obra prestando grandes cantidades de plata y dinero para ella. Hicieron esta obra en este
conuento los maestros Juan Roberto y Agustín de Soria el año de 1664.
31 Tachado: dos.
32 Tachadas e ilegibles varias palabras.
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Ytten un velo de tafetán carmesí con una berga y argollas de plata con que se cubre el San-tísimo
Christo quando está en las andas y hísolo la cofradía.
Yten un palio negro de tafetán doble porque el que auía de lama se abrió y rompió, y de la
plata que se sacó del palio de lama se hiso el nueuo.
Yten un frontal de plata que hiço el maestro Juan Roberto. Costó cinco mil quatrocientos
nouenta y siete reales, lleuó de manos mill y seiscientos y sesenta reales. Esta obra se hiço
con mill pesos que dio de limosna el cappitán don Alonso de Llarena Lorenzo el año que
fue esclauo mayor y mayordomo, que fue el de mill y seiscientos y sesenta y siete, y dio esta
limosna por las fiestas que tubo obligassión de haçer y destos mill pessos además del frontal
se compró un tributo de doçientos ducados al cappitán don Juan Castillo y Messa, como
consta deste libro, y el resto consta de las quentas de cofradía.
Aduiértasse que la sala de la madera, que seruía de vestuario en tiempo que auía comedias,
que tiene la una puerta al compás y la otra a la laguna, es de la cofradía, y que por ella hizo
la esclauitud una caualleriza donde oy se guarda la paja y el cauallo, como se verá en los
libros del conuento; con que oy y siempre es de dicha esclauitud en que se guardan madera
y demás trastos de la cofradía33.
DOCUMENTO 2
Aumentos de las alhajas de la Cofradía del Cristo de La Laguna correspondientes al periodo en
el que fray Sebastián de Sanavia ejerció como compañero de mayordomo (1674-1695).
Hacia 1674-1695. San Cristóbal de La Laguna.
Inédito.
Archivo de la Esclavitud del Santísimo Cristo de La Laguna: cuaderno anexo al Libro de
la fundación de la Esclavitud, ff. [3 r-5 v].
Avmentos del tiempo qve corre con la Confradía del Santísimo Christo como compañero
de mayordomo nuestro muy reverendo padre fray Sebastián de Sanavia, padre desta santa
provincia y su prouincial que fue. Corre con dicha Confradía desde el año de 1674.
Primeramente un terno de media tela carmesí con ramos de plata que dio nuestro muy
reverendo padre Sanavia al fin de su officio de prouincial.
Ytten otro terno de tela blanca con ramos de oro que con solicitud de su paternidad muy
reverenda dio de limosna el señor maese de campo don Esteuan Calderón; y para lo que
faltó de guarniciones, alamares y forros suplió la cofradía quinientos y quarenta reales. Este
terno no tiene frontal por tenerle de plata el altar maior.
Ytten un velo de la misma tela.
Ytten un estandarte de damasco negro para la processión del Viernes Santo, llevó quatro
varas y media, costó a dies y ocho reales vara, ymportan ochenta y un reales.
33 Al margen: Sala de madera.
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Ytten capa y túnica de damasco violado para San Juan Euangelista, lleuó trese varas, costó
a veinte reales vara, ymportan doscientos y sesenta reales.
Ytten un docel de tela violado con ramos de plata y guarnición fina para el altar en que se
pone la reliquia quando se baxa.
Ytten un velo para el nicho de la misma tela, llevó el docel y velo sinquenta varas, costó a
quatro pessos vara, ymportan mil y seiscientos reales; lleuó veinte y siete onsas de guarni-ción
de plata fina, ciostó la onsa a siete reales y medio, ymportan doscientos y dos reales y
medio. Más treinta y dos onsas de hilo de plata fina a dies reales onsa, ymportan trescien-tos
y veinte reales. Esto es para los fluecos grandes y pequeños. Más media libra de seda
violada en veinte y seis reales. Todas las quales partidas desde el estandarte de damasco
negro ymportan dos mil y quatrocientos y ochenta y ocho reales y medio. Todo lo qual
vino de España por quenta y riesgo de la cofradría, y para ello se buscó letra y se dio a dies
por ciento de premio, que ymportó doscientos y quarenta y ocho reales. Más se gastaron
ciento y ochenta reales en olandilla, lienso, sintas, gasto de officiales, tablas para el bastidor
y docel, tachuelas y herrage; que junto todo ymporta dos mil nouecientos y dies y seis reales
y medio que suplió la cofradría.
Ytten un velo de rasso chorreado que dio el señor capitán don Mathías Machado, y con el
aforro que era de tafetán carmesí se aforró el sagrario del altar maior.
Ytten dos alfombras, una grande que dexó el señor don Gerónimo de Quiñones, capitán
general que fue destas yslas; y otra pequeña que solicitó nuestro muy reverendo padre fray
Sebastián de Sanavia.
Ytten unas puntas grandes de pita para todo el altar maior que dio la señora doña Graçia
Perera.
Yten otro corte de puntas finas de filigrana que dicen, para todo el altar maior.
Yten otro corte de puntas aún maiores que están puestas en el frontal de tela carmesí.
Ytten se hizieron dos alcachofas de plata que están delante del nicho del Santo Christo, de a
seis luces cada una, las quales pessan ciento y veinte onsas; destas fueron quarenta y nuebe
onsas y quatro adarmes que tenían las buxías viejas. Y dies y seis onsas de un candelero de
plata que tenía la cofradía. Y veinte onsas de plata que estaban en poder de la señora Francisca
del Valle. Y dies onsas que tenía la señora doña Francisca Guerra, conque la cofradría suplió
las veinte y sinco onsas y quatrocientos reales que se dieron por la hechura al maestro Juan
Roberto, con más quarenta reales que se gastaron en hyerros largos y torneados en que están
dichas buxías, que monta por todo lo que suplió la cofradría seiscientos y quarenta reales34.
[/3 v] Ytten quatro ramos de talco que a solicitado nuestro muy reverendo padre Sanavia, sin
otros muchos que tiene la cofradría35.
34 Al margen: Bujías de plata.
35 Al margen: Ramos.
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Ytten se doró el remate del retablo del altar maior para lo qual se compraron tres millares
de oro en quatrocientos y ochenta reales, y de manos y otros gastos doscientos y dies; que
juntos hazen seiscientos y nouenta36.
Ytten se dieron doscientos reales a37 Domingo de Armas por la parte de las costas que debía
pagar la cofradía por los citios de Santa Cruz38.
Ytten se hizo todo el nicho del Santo Christo de plata, la qual pessó ciento y sesenta y quatro
marcos, seis onsas y dos adarmes, que hazen dies mil quinientos y quarenta y sinco reales. La
hechura desta obra ymportó quatro mil doscientos y ochenta y tres reales y medio, a veinte
y ocho reales el marco; hízola Juan Roberto y Sebastián Castellano. Ymportó la carpintería,
madera, hyerros y el ajuste de toda esta obra quatrocientos y ochenta reales, que todo ym-porta
quinze mil trescientos y ocho reales y medio, los quales suplió el señor don Matheo
Velasco (que Dios perdone) quando fue esclauo maior, que fue el año de 1676. Y por ser tan
considerable la limosna suplió la cofradría el fuego de la fiesta del día del Santo Christo, las
pipas y demás costos, que fueron dos mil y quinientos reales. Y assímesmo suplió la dicha
cofradría todo el costo de la pintura del nicho, con la madera, herrage y lo que se le dio a
Juan Gonsales, que todo ymportó mil ciento y quarenta y dos reales, que viene a ser este
gasto con el de los fuegos, pipas y demás costos tres mil seiscientos y quarenta y dos reales39.
(Asiento tachado).
Ytten se hizieron dos credencias plateadas, que de hechura, plata y manos hizieron de costo
ochocientos y quarenta y sinco reales40.
Ytten se hizo un sagrario de plata que coge todo el altar maior, con unas andas de plata
que tiene dentro en que se lleua la custodia, y toda esta obra hizo de costo dies y ocho mil
quinientos y sinquenta y siete reales. Tiene de plata onse mil quatrocientos y quarenta y
nuebe reales. Y lo restante, que son siete mil ciento y ocho reales, fueron de hechuras, de
manos de Juan Gonsales, de hierros y de otras menudencias necessarias para esta obra. Dexó
un legado el señor don Matheo Velasco de doze mil reales que se pagaron en ditas, menos
cien reales que se quedaron por cobrar, y sinquenta reales que se gastaron en costas de las
cobransas, con que el resto, que son seis mil quinientos y sinquenta y siete los a solicitado
prestados nuestro muy reverendo padre Sanavia por que esta obra se acabasse, los quales va
pagando la cofradría41.
Ytten a ympuesto su paternidad muy reverenda en tributos tres mil reales, dos mil en Carlos
de Mor y mil en el Valle en Domingo Gonsales y María Francisca, su muger42.
Ytten se hizo un frontal de plata que solicitó su paternidad nuestro padre Sanavia con el
señor marqués de Villanueva del Prado, don Alonso de Nava, y tiene de plata ciento y dos
36 Al margen: Retablo.
37 Una palabra tachada.
38 Al margen: Costas.
39 Al margen: Nicho del Santo Christo.
40 Al margen: Credencias.
41 Al margen: Sagrario.
42 Al margen: tributos.
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marcos y onsa y media, que a sesenta y quatro reales el marco ymportan seis mil quinientos
y quarenta reales, y las hechuras a veinte y seis reales el marco ymportaron dos mil seiscien-tos
y sinquenta y seis reales, con más trescientos y sinquenta que se dieron al maestro Juan
Gonsales por hazer dicho frontal de madera, ajustar y clauar la plata, que todo él hizo de
costo nueue mil quinientos y quarenta y seis reales43.
Ytten se hizo una cetra de plata con su hisopo grande y tiene de plata ochenta y seis onssas
que hazen dies marcos y seis onsas, y reales hazen seiscientos y quarenta; la hechura a veinte
y seis el marco ymportó doscientos y ochenta reales, que por todo son nouecientos y veinte
para esto recibió nuestro padre Sanavia de la madre Santiago quarenta onssas de plata,
por lo qual está el conuento obligado a celebrarle la fiesta de nuestro padre San Francisco
el domingo ynfraoctavo en las monjas. Más recibió veinte y siete onssas de dos platillos
que dexó nuestro padre fray Luis de Silua, y nuebe onssas y media de una tachuela y tres
cucharillas que assimesmo dexó su paternidad que hazen setenta y seis onssas con que las
dies onsas de plata que van de más suplió nuestro padre Sanavia44.
Ytten unas puntas de filigrana para el púlpito45.
[/4 r] Ytten tres albas que quedaron por muerte del padre diffinidor Subtil. Tres amittos,
tres síngulos de seda, los dos con borlas de hilo de oro, una bursa y dos pares de corporales,
purificadores y cornisuelos. Destas tres aluas aplicó nuestro muy reverendo padre Grimaldo,
siendo provincial, las dos dellas a la sacristía deste conuento.
Memoria del costo que hizo el dozel que mandó traer de España el muy reverendo padre
fray Sebastián de Sanavia para el Santísimo Christo en este año de ochenta y tres, el qual
vino por mano de Bernardo de Faut y por sus manos se pagó46.
Primeramente quarenta y tres varas de tela para dicho sitial a ciento y dies y ocho reales la
vara: 5074.
Yten treinta y seis onsas de hilo de oro de Milán para el fleco a dose la onsa: 432.
Yten setecientos y quince reales y tres quartos que importa el premio de poner el dinero en
España por letra dada por Duarte Flauel sobre Diego de Hoos sobre cinco mil quinientos
y seis relaes a treze por ciento: 715 ¾.
La encomienda se hizo de limosna.
Yten dies y ocho varas de olandilla ancha para el aforro del sitial a tres reales vara: 054.
Yten treze varas de dicha angosta a dos reales y dos quartos: 29 2/4.
Yten quatro onsas de seda carmesí a quatro reales: 016.
43 Al margen: frontal de plata. 9546.
44 Al margen: Cetra de plata.
45 Al margen: Puntas.
46 Al margen: Dozel.
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Yten dos libritos de oro con que se doraron los váculos y serpientes de onde penden las
vuxías en catorze reales: 014.
Yten tres piesas de sintas de hilo para el sitial a tres reales y medio: 010 ½.
Yten quatro varas de contracrea a real y medio: 006.
Yten ochenta y quatro reales de la hechura del fleco grande y pequeño: 084.
Yten catorze varas de tafetán carmesí de casa doña Francisca Guerra a siete reales: 098.
Yten treinta y seis reales de tablas y hechura del vastidor.
Yten veinte reales de los gastos de los oficiales: 020.
(Suma:) 6589 ¼.
Memoria del costo del terno morado que mandó hazer nuestro muy reverendo padre Sebas-tián
de Sanavia para el Santísimo Christo; y velo de su altar del mesmo damasco morado
por orden de los caualleros esclauos, los quales an todos aiudado a todas estas obras con lo
que an podido.
Primeramente ochenta varas de damasco morado tinta en grana a dies y ocho reales vara47.
Yten sesenta y nuebe onsas de guarnición de oro fino a siete reales y medio suman quinientos
y dos reales.
Más catorze onzas que se compraron a Bernardo de Faut por auer faltado de la que vino de
España, a razón de ocho reales.
Más de hilo de oro para los alamares tres onsas a razón de dies reales la onsa.
Más de derechos de la aduana de Cádiz y despacho de Seuilla ciento y veinte y nuebe reales.
Más sesenta varas de tafetán en que se aforró todo el terno a seis reales vara.
De entretelas, como son presilla, olandilla y hilo de diferentes colores, quarenta reales.
De las hechuras a lleuado el oficial setenta reales, que todo corrió por mano de Sebastián
Moreno.
Este terno fue todo entero sin que le faltasse cossa y de más a más frontal y velo del Santo
Christo, y así mesmo quatro casullas48.
[/4 v] Yten se hizo una peana muy bien obrada, la qual lleuó de plata seiscientas y treinta y
nuebe onsas de plata, que hazen cinco mil ciento y doze reales: 511249.
47 Al margen: terno morado.
48 Al margen: Casullas.
49 Al margen: Peana.
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Y de manos lleuó el messo (sic) Juan Roberto dos mil quatrocientos y setenta y quatro reales,
a treynta y dos reales el marco: 2474.
De los dibujos, cien reales que se dieron al maesso Christóual de Quintana, fuera de mi
atención, de los quales pagó el maesso Juan Rouerto la mitad, y por clauarla llevó Antonio
de Orta setenta reales; y por hazerla de madera, y asimesmo la Cruz, poniendo de su parte
toda la madera y herrage que hubo menester, lleuó quatrocientos y veinte y cinco reales: 545.
Con que ha hecho de todo costo la dicha peana hasta oy, veynte y tres de diziembre de
ochenta y quatro años, ocho mil ciento y treinta y un reales.
(Suma:) 8131.
De la cruz se dará quenta en acabándose.
Cruz de plata. Hízose la cruz de plata correspondiente a la peana, la qual a lleuado según
consta de la firma del maesso Juan Rouerto, ducientas, digo, trecientas y veinte y ocho
onsas y onse adarmes de plata, que hazen marcos, quarenta y dos, y reales dos mil seiscien-tos
y veinte y nuebe reales y medio; y de sus manos lleuó el maesso Juan Rouerto por las
hechuras, a treinta y dos reales cada marco, que hazen mil trecientos y quarenta y quatro
reales. Las quales dos partidas de plata y hechura hazen tres mil novecientos setenta y tres
reales y medio: 397350.
Yten se compraron nuebe varas de damasco carmesí a veinte y ocho reales vara para la mesa
y mangotes con más ocho varas de contracrea a real y medio vara, en parte se aforraron51.
Más quatro ramitos que lleua la peana, que costaron ocho reales cada uno52.
Yten más quarenta reales que lleuó el maesso Antonio por clauarla, con más ocho tablas de
pinauete de que se hizo una caxa en que se guardan ambas cruzes con su escudo y llaue,
que todo hizo de costo treinta y dos reales; y suman estas partidas todas trecientos sesenta
y ocho reales: 36853.
Cruz de madera. Más se hizo se hizo según la cruz de madera morada en que sale la reli-quia
el Viernes Santo, y se le dio al maesso Juan Gonçález por la madera y hechura ciento
y cinquenta reales: 15054.
(Suma:) 4 491 ½.
Estas quatro partidas como son el dozel, la peana y cruz, y el terno que todo según consta
destas sumas importan veinte y un mil nobesientos y doze reales y cinco quartos se an hecho
con las limosnas siguientes, es a sauer.
50 Al margen: Cruz de plata.
51 Al margen: Damasco.
52 Al margen: Ramos.
53 Al margen: Caxa de madera.
54 Al margen: Cruz de madera.