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Las fortificaciones insulares en 1780
Por F. MORALES PADRÓN
Indica Antonio Ruméu de Armas que en 1780 el Comandante
General de Canarias, Joaquín Ibáñez Cuevas, Marqués de la Cañada,
designó una Comisión que inspeccionó las fortificaciones de
Santa Cruz de Tenerife. El informe facilitado originó una intensa
labor de reparaciones. Sobre ambos hechos informó el Marqués
de Cañada a Carlos III en escrito fechado el 13 de junio de 1783.'
Este documento del Archivo General de Indias que damos a
conocer, dirigido a Gálvez, debe extraer sus datos del Informe que
la Comisión redactó y que Ruméu usa y cita. No aporta, pues,
nada nuevo. Tiene el interés de todo documento sobre Canarias
que, de vez en cuando, nos tropezamos entre los papeles pertenecientes
a la historia indiana, evidenciando siempre la estrecha relación
existente entre el Archipiélago y América. Relaciones que
en el siglo XIX alguien intentó hacer aún más firmes, al proponer
la unión política de Canarias con Cuba y Puerto Rico.
' A. G. S. Secretaría de Guerra Leg. 5871. Apud Piraferws y ataques navales
contra las Islas Canarias, tomo III, Primera Parte, pp. 496-7
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Similar a este Informe hemos encontrado otros materiales
sobre diversas materias. Papeles que no permiten ningún trabajo
de conjunto, pero que, sin duda, tal vez sirvan para perfilar o completar
noticias. La riqueza del Archivo de Indias en fondos tocantes
a la Historia de Canarias no es mucha, como bien sabemos.
Un grueso número de lej;fajos sobre el rés^imen comercial de las
Islas y América fue aprovechado por nosotros mismos para una
monografía." Otros materiales dispersos sobre emigración canaria
a Indias también los utilizamos en un artículo dado a conocer en
el «Anuario de Estudios Americanos». El resto lo constituyen
documentos sueltos que, como este de ahora, podrían constituir
una miscelánea, útil sin duda para más de un estudioso. Probablemente
los reuniremos y publicaremos todos juntos desde que la
ocasión sea propicia. Sirva como muestra de estos fondos sevillanos
del Archivo de Indias este ejemplar del siglo XVIII:
Exmo. S"'.
MUÍ S."' mió: Desseoso que V. E. se halle con un conocimiento
perfecto déla situación de estas Yslas, con mucho gusto hago
relación de lo que con esta fhá. digo al S."' Conde de Riela después
de haverle hecho presente la vrgencia, y previción de destinar
aquí dos Jabeques, o embarcación armada en Guerra en tiempo
de ella, y es lo siguiente.
Esta de Tenerife, que es la mas considera-or
1 caciones e j^j^^ ^^j ^^ ^^^^ riquezas, extencion, y Comercio,
í)t.i. Cruz . . 1 1 .1.
que sobstiene a todas las otras, y que sin ella
no era posible su fomento, ni conservación, como por que la Naturaleza
le colocó al centro de las demás, viendo por ello su Puerto
de Santa Cruz, que en lo antiguo se componía solo de Barracas, y
" El comercio canario-americano. Siglos XVI, XVIIy XVIU, Sevilla, 1955.
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aora se há hecho la mas populosa, y civilizada Población, Escala
de todas las Embarcasiones, que naveg^an á las (F°. 1 v°.) Yndias,
y donde refrescan, y se avilitan de viveres, como asi mismo en el
que se despachan, y cumplen sus retornos los Registros annuales
que se embian á la America: Se halla con las oportunas Providencias
que he tomado, en estado de resistir á un mas que vn
golpe de mano, y evitar de pronto vn desembarco, facilitando
su montuosa aspereza la disputa del terreno á palmos por no poderse
internar s.n dificultad: Colocada acertadamente su artillería,
que en solo el recinto de la Linea de esta Plaza consta de noventa
y seis Cañones: En el Valle de San Andrés, su Torre ocho: En
Candelaria cinco: En el Puerto de Orotava diez y siete: En Gara-chico
nueve; y en Adexe su Casa fuerte once: Su total en esta
Ysla ciento quarenta y seis: Haviéndose reparado, y mejorado en
lo posible las fortificaciones hallándose á cordón la del Castillo
de Paso-alto, que por la ruina de los muros deviles, y sin cimientos
en su Bateria (F". 2.) Almacén de Pólvora, Pertrechos, y Quar-tél,
sobre que cargaba cubierto de maderas podridas ya, há sido
forzoso renovarlo todo abriendo Cimientos de que antes carecía,
dándole espesor capaz de resistir al Cañón de m''. calibre, y cons-truiendo
siete Bobedas á prueba de Bomba, que sirvan de Almacenes,
y Quarteles, las que se concluirán por todo el mes próximo
de Abril: Es uno de los principales en que se apoya la defenza
del Puerto, en estado respetable, que obligue ál Enemigo casi á
un Sitio formal para tomarlo. Es conocida la ventaja que há logrado
de su actual reedificación aprovada por S. M. Este es el primer
punto, que ál abrigo de un empinado monte casi inaccesible, dá
principio á la linea de media legua, q/ compuesta de un Parapeto
desde este Castillo ál Barranco hondo defiende este Puerto, y
Plaza en cuio centro está el Castillo de San Christoval cubriendo
la población, y en sus (F". 2 v".) extremos el de S." Juan como
Flanco derecho, y como izquierdo el referido de Paso-alto.
El Puerto de Garachico en lo antiguo fue
Garachico, Orotava ^^^ ¿^^^^ principales objetos deesta Ysla por
y Rada de Sta. Cruz , , i- i i i • -i •
I Q sus excelentes qualidades, y ventajosa situación
en la Costa Septentrional de ella, hasta los principios
de este siglo, que le inutilizó el caso de un Bolean. Su falta
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oblig;ó á procurar otro establecim.'" que sirviese de Escala á la
navegación, y abrigo para resguardarse de la furiosa condición de
estos mares, propensos á continuas agitaciones. Esta elección en
la naturaleza de vnas Costas poco accesibles, exigia los mas serios
reconocim'"^. para que produjese las vtilidades q/ debía tributar
al interés general del Estado, y al particular de la Ysla. Se conoció
q/ el Puerto de la Orotava le hacia poco seguro la braveza
de aquel Mar del Norte; pero que la Rada de Santa Cruz en la
Costa Meridional antes mirada con indiferencia, ofrecía (F". 3)
ventajas que la hicieron digna del intento, pues aunque abierta al
arbitrio de los vientos sud, Sudeste y Sudoeste está abrigada y
defendida de todos los otros con fondo el más á propósito y capaz
para las maiores Armadas. Resolvióse aprovechar las commodi-dades
con que la Naturaleza la enrriqueció: Transfirióse á ella el
Comercio, se fomentó el aumento de su Población: se construió
un Muelle para el tráfico, y multiplicando succesivam.*^ el núm" de
Fortificasiones para proteger nuestras Naves, y alejar las Enemigas,
se formó una línea compuesta de Parapetos, Plataformas que
sirviesen de Baluartes, Planos, Reductos, y tres Castillos como
puntos principales; de suerte que siguiendo las irregulares sinoci-dades
del terreno, se flanqueasen mutuamente por sus fuegos de
Artillería, y fusilería, poniendo á cubierta de todo insulto la porción
de Costa accesible desde el (F". 3 v".) Barranco hondo hasta
Paso-alto.
Este sistema de Fortificasión con consideración á lo escabroso
de la Ysla de Tenerife que guardadas las Espaldas, y costados por
la parte del Norte, assi por la braveza del mar como por estar en
alguna manera precavidos con diferentes fuertes los principales
desembarcos de Candelaria, Puerto de la Orotava, Garachico, y
Adege: San Andrés, en el Valle de este nombre p.° alejar las Em-barcasiones
del Puerto de Sta. Cruz; pareció sin duda el mas
adaptable con preferencia á otro: Ojalá los tales Puertos no tuvieran
la devilidad en sus Muros, que se reconoce, y los huvieran
executado mas respetables; pues assi no solo podían preservar de
un golpe de mano, sino obligar á toda Armada Enemiga q.^ intentase
álg.° imbacion por esta parte abatir en detall vna porción de
linea, desembarcando después (F". 4) de quitados sus fuegos, ó
RHC, n
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exponerse á executár el desembarco repentinam."^ sin la anterior
precaución sufriendo los fuegos, y atacando después por la espalda;
ó internarse en el Paiz despreciando las Fortalezas Marítimas.
Qualquiera de las tres empresas ofrece varias dificultades; pues la
primera, cuio progreso es dilatado, requiere muchos preparativos,
y tiempo, con q.*^ se daría lugar á reunir las fuerzas Militares de
la Ysla para acudir á donde dirigiese el Enemigo sus designios.
¿Y quien duda que si á la multitud de peligros a contingencias de
un desembarco se afíade la oposición executada con la entereza y
serenidad que se requiere, no será capaz de abatir el animo de los
Asaltantes, frustrarles sus ¡deas, y hazerles desistir del intento?
Mucho se puede extendeér este asunto; pero baste decir q.^ los
(F". 4 v°.) Maestros del Arte han graduado el desembarco formal
como vna de las acciones mas dificultosas, y arriesgadas de la
Guerra.
¿Y si para el logro de esta primera empresa se presentan
obstáculos, quantos no abrá que vencer acaso insuperables en la
de la segunda especie? ¿Que fuego no abrian de sufrir de unos
fuertes intactos, las Lanchas destinadas ál transporte de Tropa y
estas quando saltasen en tierra, sin mas parapeto de resguardo,
que sus propios Cuerpos? ¿Como se havian de desembarcar la
Artillería, Pertrechos, Municiones, y víveres para el supuesto ataque
por la espalda? Y si el fin de este era brusco, q." fuera fiador
de su felicidad, asegurando ál General que las repentinas mudanzas
de la Mar le darían lugar para sostener las tropas desembarcadas,
quando tal vez vn accidente impensado de los frecuentes, y
que (F". 5) acava de succeder le obligaría mas á atender a la con-serbación
de su Armada y á libertarla de chocar y perecer contra
la misma Costa, que estaba Imbadiendo; en cuio caso, teniendo las
Tropas desembarcadas y empeñada la suerte contraria necesariam.'''
se rindieran á discreción, y se sacrificarían sin recurso.
Merece esta Ysla la mayor consideración.
Elogio de Tenerife i . r • i i . i
pues como he rererido hace centro de extencion
á toda la Provincia: Se halla en medio de las siete teniendo acia
al Oriente tres que son Canaria, realenga, Fuerteventura, y Lanza-rote
de Señorio, y otras tres al Occidente, la Palma, realenga, la
Gomera, y el Hierro de Señorio, con igual conveniencia para la
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navegación de cada vna de las seis á ella, y de ella á las seis ha-viendo
Jabeques, ó Esquadras, p ' . que no hallándose regularidad
en los vientos de este paralelo acia el Polo como sientan (F°. 5v°.)
los Náuticos; es igfualm."" fácil el transito de qualquiera de ellas á
esta; acreditándolo la costumbre de los Navegantes de Europa
q.' la vienen á visitar por punto de la Longitud: No solo es ella
el centro de extencion, sino también centro politico y de fortaleza,
por que ella es la Plaza, y Almacén Gen.' de Municiones, y de
los tráficos interiores á las demás, y de los Comercios Forasteros,
y como Emporio á donde aportan las Embarcasiones de Europa y
America, y á donde las otras Yslas venden sus frutos, granos,
carnes, y demás producciones para surtirse de las Mercaderias
q.^ necesitan: De modo que por esto, y por los frecuentes recursos,
y expediente del Gobierno Militar, fortificasion, Pertrechos,
Municiones, y defenza, y por todos los negocios de la R.' Hacienda,
se ocurre á ella de todas seis: Haze exceso á todas en valor,
(F°. 6.) sustancia, y numero de havitadores, pues consta de mas de
sesenta y dos mil Personas, las catorse mil capazes de tomar las
Armas: por el cómputo de Rentas Dezimales se ajusta que rinde
regularm.'^ la mitad del valor de todas; lo que comprueva el exceso
que haze en el producto, y estimación de sus frutos.
Por el conocim.'" practico q.* he adquirido
Seguridad de las j ^ ^ j ^ ^^^j i\^^^¿^ ¡^^0 asi de este Puerto de
defensas insulares „ _ . I I I T - -t r- i.
banta Lruz, e isla de léñente, confirmando a
V. E. hallarse en el día precavida de un golpe de mano; y puede
quedar también á cubierto de maiores empresas, luego que concluido
Paso-alto, que será mui en breve, se ponga respetable el
Castillo prál. de San Christoval construiendo Batería y Bóbedas á
prueva, formando un foso á la entrada, y executando lo mismo en
el de San Felipe del Puerto (F". 6 v°.) de la Orotava, y San Pedro
de Candelaria, porque los demás Puertos y Caletas presentan desde
luego inaccesibles dificultades por lo escarpado del terreno
para la introducción y braveza del Mar del Norte; y contando con
las fortificasiones del modo insinuado, las Milicias del Paiz bien
arregladas, y disciplinadas, según indicaré, así de la clase de Provinciales
como Urbanas, y el num". de Compañía de Infantería q.*
separadam.*' propondré, sin crecido dispendio, conceptuó se logfre
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el fin de hacerse honor el q / mande, pues para íjrandcs fortificaciones,
se ofrecen otros considerables reparos de q/ también hablaré.
Me indica V. E. de orden de S. M. en la Instrucción que se
sirvió darme á mi partida, que las Fortificasiones de Canaria, que
hasta de presente han sido Baterías, y Torres de Costa, con solo
el objeto (F". 7) de evitar de pronto vn desembarco, y abrig-ár las
Embarcasiones del Comercio, se establezcan respetables, que puedan
defenderse por si, y oblig-ar al Enemigo á un sitio formal en los
principales Puertos de Santa Cruz de Tenerife, Santa Cruz de la
Palma, que son capazes para Navios; el de Gando en la Gran Canaria,
y Naos en Lanzarote, que lo son para Frasfatas, extensivas á
contener el suficiente numero de Tropas, viveres, y municiones.
Como V. E. bien sabe el sistema q.*^ siífuen los Autores en las
Yslas de corta extencion, y de fácil aceso en la maior parte, siendo
imposible el fortificarlas todas, es de que conviene executár en el
centro de ellas vna Fortaleza de proporcionada extencion, y capacidad
para que los Habitadores déla Ysla se puedan retirar á ella
con sus Ganados, y efectos mas preciosos, destacando Tropas á
los parag'es (F". 7 v".) de más necesidad, y que convenq^a para
óponesse á un desembarco, y que caso de lograrlo al Enemigo,
reunidos todos en la Plaza, ayuden á defenderla, y le obliguen á
lebantár e! Sitio, y retirarse, ó por falta de provisiones, ó por
perder la esperanza de apoderarse déla Fortaleza; pero los mismos
son de dictamen que en las demás extencion, no solo bastan tales
Fortalezas, y las que se construían para resistir, y oponerse á los
desembarcos, y q.^ también es necesario edificar algunas en los
Parages precisos para defender la internación, y dar tiempo á
juntar Gentes, y Tropas, y vltimam."^ en que se fortifique la Capital:
A mi entender esto es lo preferible en esta Ysla de Tenerife,
por que constando de mas de sesenta y dos mil Almas, que extención
no necesitarían las Plazas para contenerlas, y que objecciones
no se ofrecerían para su establec¡m.'° y conservación? (F". 8)
Aunque no he estado en las Yslas de Canaria, Palma, y Gomera,
GUÍO Puerto no es despreciable, me hallo enterado por los seguros
informes de facultativos, que la Naturaleza de ellas se adapta en la
m''. parte á esta de Tenerife, asi en la calidad de fortificaciones,
eomo en su aspereza, aunque no tanta enlodas, menos en la Palma,
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y el Hierro que es inaccesible enteram.'^; pero Lanzarote, y Fuer-teventura
son vnas \ s l a s abiertas en términos que se puede considerar
su Costa como vna Babia continuada.
En todas ellas se baila montada la Artiileria, que se há considerado
suficiente para su reíj-ulár defensa, y evitar de pronto vn
desembarco, y <»-olpe de mano, como indica el Estado que acompaño,
puesto í'i cubierto en Lanzarote el Puerto de Naos, concluida
la Batería, y Quarteics (F". 8v".) mucho mus respetables que la
Naturaleza de las demás f'ortificasiones, y en fin contándose con
la defenza délas Milicias, Compañias de Ynfantería, y demás Naturales,
y viniendo los Javcques (jue teñólo pedidos para socorrerse,
y que los Corsarios no interrumpan el Comercio, me conceptuó
no sea tan fácil el aposecionarse, ni internarse el Enemigo, Ínterin
que reconociéndolas, proponjjo en el sistema indicado lo más
conveniente á las intenciones de S. M.
La primera que se encuentra viniendo de España,
es Lanzarote, que dista sesenta lej^uas de Tenerife;
infiérese de aquí la facilidad con que faltando los Jabeques, y no
existiendo aquí mas Bastimentos que los pequeños del trafico á
que hecha la llave vn pequeño Corsario, puede estar tomada aquella
por los Enemií^os, sin savér nada el Genera!, yllegár antes á
España la (F". 9) noticia, que providenciar oporlunam."^, por lo
que, siendo las Yslas siete peñas distantes hazcn por consecuencia
escabroso el Mando, y responsavilidad, no pudiendo ser socorridas
con la facilidad que se piensa, sin havér en tiempo de Guerra
vna pequeña Esquadra.
No queda duda desu importancia por ser precisa, y seg-ura
Escala para las Americas, mantenerse por si, sin necesidad de
consÍE^nacion, antes bien han ido á España considerables remesas,
y de consiíjuicnte requiere ponerlas á cubierto de las maiores
empresas, pensando en ello con seriedad, y no continuando como
hasta aquí enestablecér puertos, que aunque alg-unos oportunos,
de mui poco sirven por su devilidad, quando pudieran havér quedado
respetables con dinero, y fondos á mano, que sin consideración,
ni vtilidad se han expedido desde lo anti<ruo; pero lo que es
establecer jjfrandes fortifícasioncs acompañadas (F". 9v'\) de Baluartes,
Revellines, Contraq-uardias, fosos, y Caminos cubiertos,
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que no se puede hazér sin grandes gastos, no los considero del
caso, y tienen insuperables reparos.
La subsistencia de vna sin otras no es dable por la reciproca
necesidad de abastecerse. Lanzarote no tiene Leña, Carbón, ni
aun agua en años secos, y requiere ser socorrida de Tenerife de
estos, y otros géneros necesarios á la vida: Dá solo Caldos, Granos,
y Ganados: La de Fuerteventura, aunq.' tiene
Fuerteventura » i r i i » * , i i - • t i
Agua, le taita Monte, y lo demás como a Lanzarote;
y en fin solo Tenerife, que por su aspereza es de las mas fuertes,
poblada, y rica, asegurados los Puertos de Santa Cruz, Orotava, y
Candelaria, se podría conservar si huviese Víveres suficientes;
pero solo los tiene para quatro meses del año, y es forzoso le
vengan de Lanzarote, Canaria, y Fuertev.''''. Tomada qualquiera
de estas, ó poniéndose vn (F". 10) pequeño Corsario, que lo interrumpa,
se ven en la presición de entregarse por hambre. ¿Y de
que servirían entonces, aunque estuviesen hechas las grandes fortificaciones
que se han indicado? De solo asegurar mas en la
posecion al Enemigo, y dificultar su recuperación. ¿Que inmensidad
de gastos no se necesitarían? pues de poco aprovecharía
poner á cubierto vn puerto, quedando los otros
Fortificaciones que ^, ¿^^^^^^^^ Vajo de este concepto en solo
necesita Tenerife T- T • i r •!••
léñente eran necesarias tres grandes tortinca-siones,
vna en Santa Cruz, otra en el Puerto de la Orotava, y otra
en Candelaria, por que ambos tienen oportunidad de internarse,
aunq.' con dificultad. A esto se agrega un Píe de Exercito que las
guarneciese. ¿Y de donde se sacaría este, ni lo preciso para su
subsistencia sin embiar el Rey crecidos caudales, que no convendrían
con los fines de vtilídad? En Canaria,
Gran Canaria. La Palma y , ^ p ^ , ^ ^ ^ ^ ^ ^ (po J Q ^„_^ ^ ^ ^ ,^^ ^^^^^ j ^ ^
y La Gomera v i D I • i i • - i
islas Kealengas, requería también lo menos
otras dos grandes Fortificasiones, vna en la Ciudad Capital de la
primera, y otra en el Puerto de Gando: En la segunda las mismas
para el Puerto pral. y el de Tasacorte: En la Gomera, cuio Puerto
también es de consideración, lo menos otra. Lanzarote que ya
tiene en defensa un Puerto de Naos, por ser como Fuertev." Yslas
abiertas, y su Costa vna Bahía continuada, requería fortificasiones
al centro en vna y otra, pero se dá con los reparos insinuados, y
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que aun quando las invadan, acudiendo á la defenza délo q/ atacare
elenemigfo, tienen Cuebas ocultas que la Naturaleza dispuso
para acogida délos inútiles y alhajas preciosas, y con la misma
facilidad que las pueede ocupar el Enemigo, se desaloja, no teniendo
fortificasion jjrande donde g-uarecerse, y hazerse fuerte, y
amblando socorros correspond."^
(F". 11) Concluio para no molestar mas la atenz."
Conclusión j \ / c - t t i r j i ji
de V. fc. con manifestarle en resumen q. de todo lo
expuesto se deduce, estar en el dia las Yslas á cubierto de un golpe
de mano; que Tenerife es la de mas importancia, de quien
dependen todas; que en ella debe ponerse el maior cuidado; y que
no conviniendo grandes fortificaciones, se mejoren las que indico
en el Castillo pral. de San Christoval, Puerto de la Orotava, y
Candelaria; esto es poniéndolas mas respetables, como se há cxe-cutado
en Paso-alto á la prueva del Cañón, y Bomba, que necesiten
casi de un formal Sitio, y que en tiempo de Guerra se destinen
losjabeques pedidos, ó una pequeña Esquadra para el socorro de
las demás; donde reconocidas, y siendo de la aprovación de S. M.
este sistema, se vaia practicando lo mismo en los principales Puertos,
sin necesidad (F". 11 v°.) de mas consignación que lo que rinda
lo destinado que conceptuó sea vastante bien administrado, y aclarándose
por medio de una Junta en que presida sprc. el Comandante
Gral. á imitación de las do Malaga, Oran, Ceuta, y Cádiz, lo
que sean legitimos ramos de Fortificasion y Artillería, que todos
comprehendo por lo mejor el Cjuc corriesen de cuenta de S. M.
aun los Castillos de cargo de los Cabildos y de las de Señorío,
tomando el Rey la parte que para tales fines está destinado, y aun
el todo de las referidas Yslas para quitar disturbios, incorporándolas
á su Real Corona, y resarciendo á los Dueños, ó Señores con
vn competente equivalente, de cuio modo, y coniando con las Milicias
del Paiz, Compañías de Ynfantería, y Artilleros, sobre el pie
que propondré, logrará S. M. invenciblem.''^ poner á cubierto (F*.
12) estas Yslas de maiores empresas, y no necesitar en todo acon-tecim.'°
desprenderse de Parte alguna del Exercito, ni otro dispendio
del Herario, antes bien concluido todo, y dejando corrientes
ios fondos para su entretenim.'" y cubiertas las demás obligaciones
de Empleados, pudieran con el tiempo ir ñ España algunas
200
considerables remesas de Dinero, del modo que se han executado
antes de aora, siempre que cesando la Guerra, tome giro este Comercio,
en el dia tan decaído, y muy preciso que le fomente la
R.' Munifisencia: Sin embargfo contribuiría este g;ustoso á la manutención
de los dos Jabeques q/ arriva expreso por perjuicio que
experimenta para el preciso trafico de vnas con otras, con solo vna
Balandra Ynglesa armada en Guerra, que á la vista se nos presenta,
havíendo ya apresado cinco deestos Barcos (F°. 12 v".) de la
Costa, sin tener modo p". libertarnos por no haver Embarcaciones
competentes para poderlas armar, ó construir: Todo lo que gustoso
expreso á V. E. lisonjeándome será desu agrado hallarse ple-namt*^.
enterado de quanto le noticio, que es mi objeto, y acreditar
mis deseos, mereciendo repetidas ordenes de su agrado.
Nuestro Señor gue. á V. E. los m/ a/ que puede. Santa Cruz
de Tenerife 24 de Feb.^" de 1780.—
Ex"". S°^
BLM. de V. E \ atto. y s. s.
de la Cariada.—Rubricado.
Exmo. S.' D." Josef de Galvez.
Las Datas de Tenerife
Libros de cédulas originales de repartimiento de la Isla,
expedidas, desde 1497, por Alonso Fernández de Lugo
con poder de Sus Altezas. Extractos de Elias Serra Ráfols
(Continuación en la pág. siguiente)