Varia
E s t e tomo e x t r a o r d i n a r i o de nuestra Revista aparece
con un retraso también extraordinario. Si la imprenta tiene algo
de culpa, otra no menor procede del cuerpo redactor, que no
prepara los originales a su tiempo, mientras, en cambio, los colaboradores
nos surten de artículos regularmente. Seguimos en el
propósito de enmendarnos; pero, ¿será bastante la voluntad? Esta
sección de noticiario vario es la que más pierde en interés con el
retraso en su aparición. Por ello y para no aumentarlo todavía la
reduciremos a un índice de actividades sin comentario, ley de que
sólo se salvarán algunos actos o conferencias a los que tuvimos
ocasión de asistir y tomar de ellos notas personales.
Conferencias y otros actos culturales hasta sept
i e m b r e d e 1963.—En 14 de enero inauguró su curso el Instituto
«Tomás Cerviá> con una sesión en que disertó el Profesor José
Luis Rodríguez Candela, de la Facultad de Medicina de Madrid,
sobre el tema Problemas que plantea la Investigación Científica.
El 23, día de San Raimundo, sólo anotamos una lectura de
fragmentos de teatro universal, desarrollada por una agrupación
de actores universitarios en nuestro paraninfo y la inauguración
en Santa Cruz de dos exposiciones: la Antológica de historia madrileña
y la de Arquitectura Portuguesa de los Descubrimientos,
ambas a base de fotografías. _ _ _
En febrero y en relación con dichas exposiciones tuvieron lugar
varias conferencias: el día 9, en la Universidad, habló el Profesor
Mario lavares Chicó acerca de Arte barroco en Portugal y
Brasil, y en el Museo Municipal de Santa Cruz, donde tenía lugar
la exposición de Madrid, se dio del 23 de febrero al 29 de marzo
un curso de seis conferencias: D. Jesús Hernández Perera, sobre
194
Escuela madrileña de pintura; D. Alejandro Cioránescu, Peí/'mefres
y afrancesados; D. Luis Alvarez Cruz, Evocación de un cierto Madrid;
D. Ernesto Salcedo Vilches, Tertulias literarias del Madrid
que yo conozco; D. Leopoldo de La Rosa, El Ayuntamiento de
Madrid, y, en fin, D. Enrique Aguinaga, sobre Madrid, empresa
nacional.
También en febrero tuvo su inicio el VIII Curso para Extranjeros
organizado en el Puerto de la Cruz por la Universidad de
La Laguna y el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias, de
aquella localidad, dividido en tres ciclos: del 4 al 16 de febrero,
del 18 de este mes al 2 de marzo y del 4 al 16 del mismo mes, a
cargo de los catedráticos y profesores Alberto Navarro, Jesús Hernández
Perera, José Várela, María Teresa García Berrenechea, Ana
María de Cossío —luego fallecida en plena juventud—, Analola
Borges, Pedro García Prieto, Telesforo Bravo, Rafael Hardisson y
Agustín León Villaverde. Tuvo su inauguración el 4 de febrero con
la lección del Rector Dr. Navarro sobre Tomás de Iriarte.
En ese curso recordamos, en el Colegio Mayor San Agustín,
las conferencias, el 8 de febrero, de D. Carmelo García Cabrera,
El porvenir de las Pesquerías canario-africanas; el 1° de marzo,
de D. Francisco Hernández Rodríguez, Lo cómico en el Teatro de
Vanguardia, y el 11 siguiente de D. Elfidio Alonso con una charla-coloquio.
El indio Fernández y su cine. En el San Fernando, don
Antonio González habló el 22 de marzo de Principios amargos de
las plantas; el 9 de mayo tuvo lugar un recital de guitarra por Silos
Manso de Zúñiga, y el 30 el catedrático D.José de la Puente
Egido trató el tema Vida internacional actual y nosotros.
En la Real Sociedad Económica, en su fiesta anual conmemorativa
de la fundación, 11 de marzo, se celebró la solemne entrega
a D.Juan Ravina Méndez, ex Presidente del Cabildo Insular, de
las insignias de la Gran Cruz de Mérito Civil, y D. Marcos G. Martínez
disertó sobre ^Un médico en La Laguna, a finales del siglo
XVIII. D. Luis Alvarez Cruz, en la misma entidad, habló en
25 de setiembre de Los poetas de La Laguna.
En la Universidad hay que recordar, todavía en ese curso, la
fiesta de Santo Tomás, 7 de marzo, cuya parte literaria corrió a
cargo de D. Alberto Navarro, que trató el tema El mar en la poesía
de Lope (véase extracto aparte), y por la tarde, presentado por
D. Miguel Ángel Yanes, se puso en escena Los inocentes de la
Moncha de Rodríguez Méndez. En abril, en el Día del Libro, disertaron
D. Emilio González y Díaz de Celis y D. Enrique Roméu
Palazuelos, y la fiesta de San Isidoro, trasladada a esa semana,
además de proyecciones, recitales poéticos, Santa Misa y reparto
de premios, dio ocasión a la solemne entrega del Premio de Colé-
195
giado de Honor al profesor D. José Balcells, y la disertación de
D. André Jansen, de Amberes, acerca de Enrique barreta, lazo de
unión entre España y América. En 18 de mayo tuvimos el gusto
de oir al antiguo catedrático de esta Facultad, hace años incorporado
a la de Sevilla, D. Francisco López Estrada, que nos habló de
Las novelas de Lope de Vega. Todavía debemos recordar el curso
del Aula de Música que en marzo se desarrolló a cargo de ü . Luis
de Pablo, sobre: La revolución debussista, La rítmica strawins-kyana
y La Escuela de Viena.
En otras islas recordaremos, seguramente al azar, la conleren-cia
de Néstro Álamo, en la Real Sociedad Económica de Las
Palmas, acerca de Vegueta, la mal-amada, y la de D. Luis Diego
Cuscoy, en Santa Cruz de La Palma, acerca de Belmaco (extracto
en «La Tarde», 25 de mayo de 1963). ^ . , u
En Madrid, tuvo lugar la VIH Semana Canana en el Hogar
Canario, del 26 de abril al 12 de mayo; dedicada este año a Tenerife,
se publicó para ella un folletito-programa.
S a n t o Tomás 1963.—Disertación académica del Excmo.
Sr Rector D Alberto Navarro: El mar en la poesía de Lope.
«Creo en Lope de Vega, poeta del Cielo y de la Tierra» decían
ya sus contemporáneos. Esta ocurrencia —dice el Dr. Navarro
tiene una significación más concreta que la de un mero elogio
universal que se le pudo atribuir; es bien conocida la altura del
sentimiento religioso que se contiene en las poesías sacras del
Fénix; también el paisaje real, la tierra que pisaba, evocó emociones
auténticas en él, auténticas, además, en el sentido de arrancar
de la geografía real del pais, no meras imágenes estereotipadas ya
por los clásicos, ni vagas líneas misteriosas difumadas por las brumas
célticas. El Cielo y la Tierra, sí. Pero, ¿y el Mar? También
el mar habló por boca de Lope; y no solo el mar de costa, el de
las orillas mediterráneas y de los acantilados atlánticos de la t^e-ninsula,
sino también el ancho Océano fue cantado por el con
autenticidad. Sin duda el numen natural del poeta se adaptaba
más a la emoción de las orillas y aun de las aguas corrientes y cantoras
de arroyos y paisajes idílicos, que a la de las olas embravecidas;
pero la poesía realista del mar supera a a convencional
idealizada por la tradición literaria. Prescinde el conferenciante
de todo lo que podría entresacarse, acerca del tema, en el drama o
en la prosa de Lope y se ciñe a espigar en sus poesías propias.
La vaguedad y el misterio de la poesía céltica o bretona apenas se
halla, en contraste con la novela caballeresca, el QuMote y ya an es
en la literatura helénica: aquí no hay Circes m Polifemos, los
196
monstruos mismos se actualizan y se describen detalladamente y
hasta llevan un vulgar nombre de focas.
Un ramillete escogido de imágenes ingeniosas es entresacado
del jardín lopesco por el Dr. Navarro; imágenes que, si arrancan
de lo clásico, lo actualizan. El mar tranquilo del puerto está en
las galeras de Valencia, como mil damas; las barquitas de Triana
que tan bien parecen; pero en 1588 Lope está en las Azores y
escenarios nuevos dan imágenes recientes: al mar tranquilo sustituye
la tempestad y la lucha. En la Dragontea la partida es todavía
la mar galana cuando Ricardo se despide de su joven esposa. La
lucha con el desatado elemento viene luego y se describen las naos
como damas desnudadas por el viento o como corceles galopando.
El cielo se tapa para no ver el fin desastrado de los navios y el
mar se abre para que las arenas se cuenten con las estrellas; el
viento es el enfadoso músico que domina la escena en que el có-mitre
en vano intenta dominar la nave enloquecida. En fin el
combate entre las naos mismas es la lucha del fuego y el agua en
competencia. Pero volverá el mar sereno, las naos engalanadas
comparadas con el denso bosque. No se pierde la inspiración
lopesca en suefios ni en oscuros mitos, traduce la vida del mar
llena de belleza natural y la gallardía de las naves.
Posesión del nuevo Rector Dr. Antonio González.—
Tenemos que dar noticia de este importante cambio en la dirección
de nuestra Universidad. El Ministro de Educación Nacional, Excelentísimo
Sr. Dr. D. Manuel Lora Tamayo, visitó nuestra casa en
4 de junio; hizo una detenida inspección de la misma y por la tarde
inauguró el Instituto de Investigaciones Químicas de Tenerife,
coordinado con el «Patronato J. de La Cierva» del C.S.I.C., creado
por el Cabildo Insular, que rige un Patronato con representación
universitaria. Luego se conoció la designación del pretigioso
catedrático de Ciencias Dr. Antonio González para Rector de
esta Universidad. Tomó posesión en 30 de septiembre ante el
Claustro en pleno y en breves palabras recordó que su dedicación
a esta casa databa de sus primeros estudios en ella, bajo la guía
de maestros que no puede olvidar, y que en su cargo rectoral seguirá
en el mismo camino. El Dr. González y González fue luego objeto
de diversos agasajos, de parte de sus compañeros, de sus
paisanos de la villa del Realejo y de la Real Sociedad Económica
de Tenerife. La Universidad se ha beneficiado, desde su posesión,
del alto crédito que sus iniciativas tienen cerca de las autoridades
del Ministerio,
197
Actividades culturales hasta fín de 1963.—£1 dia 3 de
octubre tuvo lugar, bajo la presidencia del nuevo Rector Dr. Antonio
González, la apertura del Curso 1963-64: la lección inaugural
fue pronunciada por el Dr. Jesús Hernández Perera sobre el tema
Las Islas Canarias y el Arte Flamenco. El Dr. Hernández Perera,
Decano de nuestra Facultad, ha tenido que cesar pronto en este
cargo, requerido por el nuevo Rector para secundarle en el Vice-rectorado
de la Universidad. Para el Decanato fue propuesto por
la Facultad y luego nombrado el hasta ahora Vicedecano Dr. Luis
Várela Iglesias. ,,,. - . j i t ^j
Hasta fin de año, registremos en la Universidad la tiesta de
San Alberto Magno, 15 de noviembre, en la que dio su lección
pública, final de su docencia, el Dr. Jesús Maynar Dupla, que evocando
ía dedicación de su vida, trató de Medio siglo de Universidad-
y luego fueron impuestas por el Rector Dr. González las
insignias de la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso el Sabio
al catedrático Dr. Alberto Navarro, Rector saliente, al que le han
sido concedidas por la Superioridad en reconocimionto de sus
méritos en el cargo y la enseñanza; y la lección primera del nuevo
catedrático de Derecho Civil Dr. Juan Roca Juan, Consideraciones
sobre el matrimonio putativo en el Derecho español, el día 29 de
noviembre. _ . i i r\' j i
En otras tribunas señalamos: el acto académico del Uia de la
Hispanidad, 12 de octubre, celebrado por el Instituto de Estudios
Hispánicos del Puerto de La Cruz, con la disertación del Sr. Gastón
Saquero, del Instituto Cubano-Español, sobre Lo vivo y lo
muerto de la Hispanidad; la conferencia de M. André Deltour,
Cónsul de Francia, organizada por la «Alliance Francaise>, en el
salón de Bellas Artes de Santa Cruz, con el tema L'Academie
Francaise vue par un des siens, el día 25 de octubre; la inauguración
del curso en ese Círculo de Bellas Artes el 2 de noviembre
con la Exposición de Manolo Sánchez y la conferencia de D. Alfonso
Armas Ayala sobre Caldos y sus cartas; la inauguración del
curso del Comité «Dante Alighieri.. el 4 noviembre, con disertación
de nuestro compañero D. Sebastian de La Nuez; la conferencia
del Dr. Hernández Perera, e 14 del mismo mes. en el Colegio
Mayor Virsren de Candelaria, sobre La pintura religiosa de Dalí, y
al día siguiente la lectura de la obra de Fabrí La inquisición, con
comentario de D. Elias Yanes y D. José Ojtego; el ya tradicional
Concierto de Santa Cecilia. 22 de noviembre, dado por los alumnos
del Conservatorio profesional de Música de Santa Cruz de
Tenerife; el acto de imposición de becas del Colegio Mayor San
Fernando, el 23, con conferencia del catedrático Dr Luis Serrano
Bergés Consideraciones sobre el futuro previsible de la Química;
198
acto análogo en el Colegio Mayor San Agustín, en 2 diciembre,
con disertación sobre Colegios Mayores por el Director Dr. Jorge
Fuentes Duchemin; en fin, la inauguración en la Universidad, de la
«Sección de Periodismo», dirigida por el Dr. Ortego Costales.
En otras islas, registramos la Cuarta Semana Colombina de la
isla de La Gomera, de 5 a 11 de septiembre, con conferencias de
D. Coriolano Quimera, Un estilo de vida: la Hispanidad; D. Miguel
Tarquis, El arte en la época de los grandes descubrimientos; D. Enrique
Roméu Palazuelos, Fray Junípero Serra, clave y cruz de California;
la Srta. Analola Borges, Incorporación de Canarias a la
Gesta Indiana; D. Andrés Orozco Maffiotte, Notas para un posible
retrato del Almirante Don Cristóbal Colón; y, en fin, clausura por
el Excmo. Sr. D. Ricardo Irarrazaval, Embajador de Chile en Madrid,
y el Gobernador Provincial D. José Quiroga.
Da Gran Canaria recibimos un cuaderno con los Estatutos de
la «Institución Canaria de Cultura», nueva entidad de creación de
las Corporaciones locales y domiciliada en la Casa de Colón, ya
dependiente del Cabildo Insular, y que debe entenderse como
una nueva forma de actuación de la misma.
Diploma de Estudios Canarios.—También este es un
título nuevo del Curso bienal de Estudios Canarios que viene organizando
la Facultad de Letras de esta Universidad y el Instituto
de Estudios Canarios, entidad autónoma. Este año 1963 se desa-rrrolló
con el éxito acostumbrado —fueron más de 40 los diplomas
expedidos— del 7 de noviembre al 7 de diciembre. Las lecciones
estuvieron a cargo de: D. Alejandro Cioránescu, El poema épico
en Canarias; D. Elias Serra Ráfols, La repoblación de las Islas;
D. Leoncio Afonso, Factores adversos de la agricultura canaria;
D. José Fernández, Zonas biológicas, fauna, y, del mismo. Zonas
biológicas, flora; D.Juan Alvarez Delgado, Palabras y cosas guanches;
D. Domingo Martínez de la Peña, Arquitectura popular canaria;
D. Pedro García-Prieto, La meteorología y la agricultura
canaria; D.Juan Régulo, El Atlas Lingüístico de Canarias; D. Francisco
García Luengo, La coyuntura comercial canaria, en dos lecciones;
D. Carmelo García Cabrera, Aves marinas en las Islas;
D. Sebastián de La Nuez, Poetas canarios de entreguerras, y D. Jesús
Hernández Perera, El pintor Luis de la Cruz y su tiempo.
A c t o s h a s t a el v e r a n o de 1964.—Ya en enero de 1964
registramos la fiesta de San Raimundo, el 23, con la lección del
catedrático de Derecho D.Juan Roca sobre Algunos aspectos de
la influencia canónica en la dogmática del Derecho privado; la
199
conferencia, en el Colegio San Fernando, de D. Pedro León García
de la Barca, La insularidad canaria como elemento económico,
el día 7; la pronunciada en el Liceo de Taoro por D. Marcos Quimera
acerca de Un orotavense ilustre, don Francisco María de
León y Xuárez de la Guardia.
lambién en enero, día 15, dio comienzo el IX Curso para tx-tranjeros
en el Puerto de la Cruz, organizado por la Universidad
y el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias, de dicha ciudad.
Con duración hasta el 15 de abril se dividió también en tres etapas,
con diplomas separados, y se completó con excursiones a La Palma,
La Gomera y Lanzarote, que fueron magníficos éxitos por la acogida
tan grata que tuvieron los cursantes. Sobre ios temas habituales
enseñaron los profesores Teresa García Barrenechea, María
Martín Real, Alberto Navarro, Gastón Baquero, Manuel Alvar,
Alvaro Galmés, Analola Borges, Enrique Marco Dorta, Jesús Hernández
Perera,José María Hernández-Rubio, Juan Alvarez Delgado,
Pilar Castro, Leoncio Afonso, Telesforo Bravo y Pedro García-
Prieto. Dirigió el curso, en el que, como se ve, tomaron parte
algunos catedráticos de la Península, el Dr. Hernández Perera y
como secretario D.José Hernández Acosta. La lección de clausura
estuvo a cargo del Exorno. Sr. D. Gregorio Marañón Moya, Director
del Instituto de Cultura Hispánica de Madrid.
El 12 de febrero, en la Real Sociedad Económica, dio una
conferencia don Enrique Roméu sobre el tema El amor y la muerte
con ocasión del 187 aniversario de la histórica entidad; el 27
tuvo lugar en el Colegio San Fernando unas recitaciones de originales
de García Lorca y de Jardiel Poncela, y el 29, en el San
Agustín, una conferencia de D. Emilio Sánchez Ortiz, Teatro y
Comunidad , , , . , i i_ •
Desde este mes de febrero se anunciaron las celebraciones
del CENTENARIO DE MIGUEL ÁNGEL, que murió en 18 del mes,
en 1564. En día 19 dio una lección el Dr. Hernández Perera, con
el tema Pedro Torrigiano, el rival de Miguel Ángel. Pero además
el mismo profesor desarrolló, a lo largo del 2° cuatrimestre del
curso académico, una serie monográfica de lecciones semanales
sobre el arte de Miguel Ángel, a partir del 27 de febrero. Con el
concurso del Comité Dante AUghieri se dispuso en Santa Cruz un
ciclo de conferencias y una Exposición Homenaje preparada por
un sector determinado de artistas tinerfeños, en el Museo Municipal;
la conferencia inaugural estuvo a cargo de D.Juan Antonio
Gaya Ñuño, el 18 de abril, y la clausura de D.Jesús Hernández
Perera, el 16 de junio. .. , c . T •
Con motivo de la celebración de banto lomas, se organizo
una Semana Universitaria en la que tomaron activa parte los
200
Colegios Mayores: en el Virgen de Candelaria, lectura comentada
de El Malentendido de Camus, el 2, y la conferencia El Romancero
en el Mar, por el Dr. Alberto Navarro, el 4; en el San Agustín,
Recital de poetas canarios, el día 3, las conferencias La Universidad
y lo universitario, ensayo de comprensión, por D. Carlos Pinto
Grote, el 5, y Tirso de Molina, el mejor dramaturgo del siglo XVII,
por D. Domingo Pérez Minik, el 9. El acto académico del día 7 se
integró con la conferencia de D.José María Hernández-Rubio, con
el tema Cambio de perspectiva y horizonte en la ciencia contemporánea.
Magnífica disertación, aunque algo reiterativa, sobre el forzoso
arbitrismo de la ciencia de hoy. La ciencia al constituirse, a
partir de la física, adquirió progresivamente una aspiración al de-terminismo
preciso y exacto que se propagó de la física propia
a las otras ciencias, incluso a las sociales: estas tratan de imitar a
aquella en su busca de leyes inmutables. Pero hoy hemos llegado
a conocer que las formas elementales de la materia, ni son materia,
ni son más que imágenes que nos hacemos para explicarnos fenómenos,
resultados, indudables. Estas imágenes o representaciones
pueden mudar, tienen que mudar sucesivamente: todo es provisional
e imaginado por el observador humano. En las ciencias sociales
todo son factores, posibilidades, probabilidades, que luego se
dan o no realmente con arreglo al arbitrio del espíritu humano . . .
En el campo de la historia, y por nuestra parte, hace tiempo que
sentíamos el ridículo de los intentos de someter el devenir humano
a leyes de la historia, a lo Toynbee; nos place oir que en voz
alta hay quien se atreve a decirlo.
El tema universitario estaba en el ambiente y a él respondió
la radiación por el Gabinete de Estudios del SEU de un ciclo
Conciencia Universitaria, en e! que tomó parte el mismo Dr. Rubio
glosando el tema Los Catedráticos 'aves de paso*, problema
de la Universidad.
El Dr. Alvaro Galmés de Fuentes, que profesó en nuestras
aulas hace pocos cursos, aprovechó su visita a la Isla para dar en
el Ateneo de La Laguna —en el salón de la Real Sociedad— una
disertación acerca de Los Morzárabes españoles en la Europa Central
durante los siglos VIH y IX.
En 1° de abril, en la Real Sociedad, se celebró un homenaje al
gran acuarelista fallecido D. Francisco Bonnín: tras palabras oportunas
del Director D.José Zamorano, habló D. Domingo Cabrera
Cruz acerca de la personalidad humana del artista. El Círculo de
Bellas Artes de Santa Cruz rindió también cálido homenaje a la
memoria y a la obra del gran artista: el día 20 de mayo inauguró
una Exposición Antológica y el día 22 celebró una brillante fiesta
cultural consistente en un recital poético de todos los vates de
201
Tenerife y un concierto de la nueva Orquesta de Cámara, del propio
Círculo.
En la fiesta de San Isidoro, 4 de abril, tras la entrega de la
Placa con Encomienda de la Orden de Alfonso el Sabio al profesor
D.José Balcells, disertó D. Manuel Alvar con el tema El problema
de la fe de Unamuno, la antiinfluencia de Richepin.
Registramos las conferencias, en Bellas Artes, de D. Marcos
Guimerá Peraza, acerca de Vida e incógnitas de don José Murphy
(extracto en «La Tarde», 6 de abril, y comentario de Pérez Minik
en la del 17); en la Facultad de Letras, de D.Julio Caro Baroja, el
día 15 sobre La etnografía, hoy (véase después); la de Alejandro
Casona el día 17 organizada por el Ateneo, en el salón del Instituto
de Enseñanza Media —pues la entidad se hallaba sin local por
obras de fábrica en su casa—, con el tema Dorotea, personaje clave
en la obra de Lope (extracto en «La Tarde» del 18 de abril); la
charla del mismo actor dramático en la Universidad, organizada
por el TEU el mismo día 18. Este día por la tarde D. Francisco
Tomás Valiente, catedrático de Universidad, habló a los colegiales
del San Fernando sobre Función social de la Juventud; tX
crítico de arte D. Antonio Gaya Ñuño ocupó la tribuna del Instituto
de Enseñanza para hablar de La defensa del Patrimonio Artístico
Nacional, con la competencia que le dan los estudios que
sobre su enorme pérdida lleva publicados (extracto en «La Tarde»
del 24 de abril); el día 30 el R. P. Miguel Moore S. I. trató, en el
Colegio San Agustín, de La moderna arquitectura religiosa suizo-alemana;
el 30 de mayo, en el San Fernando, y con ocasión de su
fiesta patronal, el Dr. Hernández Perera trató de Itinerario de los
"ismos", y el 11 de junio en el Circulo de Amistad, de Santa Cruz,
D. Julián Marías desarrolló una Meditación sobre el porvenir de
España.
Con ello terminaban en ese curso las conferencias, pero todavía
hay que aludir a otros actos: en mayo, en Santa Cruz, la Exposición
fotográfica restropectiva, en el salón de la Mancomunidad,
de la que hizo un reportaje Gilberto Alemán en «El Día», del 12
de mayo; del 15 al 19 del mismo mes las III Jornadas Administrativas
Canarias, organizadas por el «Centro de Formación y perfeccionamiento
de la Presidencia del Gobierno», en colaboración
con la Universidad y las dos Mancomunidades Provinciales de estas
islas, que este año han tenido lugar en esta de Tenerife. Hablaron
en ellas D. Andrés de la Oliva de Castro, D. Aurelio Guaita Mar-torell,
D. Lázaro Sánchez-Pinto, D. José López Henares, D. José
García-Trevijano y D.José María Hernández-Rubio.
En Las Palmas de Gran Canaria hemos de referirnos, por lo
202
menos, a la Exposición Galdosiana organizada en la «Casa Museo
Galdós>, del Excmo. Cabildo Insular, la cual dirige, desde mayo,
nuestro amigo D. Alfonso Armas Ayala; y el Curso de verano de
la Universidad Internadional de Las Palmas (las Universidades se
denominan por el lugar donde radican, no por el país), del 20 de
julio al 29 de agosto; ya antes habia tenido lugar, en marzo-abril,
un cursillo de Lengua y cultura española para extranjeros a cargo
de la misma Universidad, y también un Curso de periodismo, en
las mismas fechas. Y del 3 de agosto al 18 de septiembre un
Curso de Venezuela en Canarias, de todo lo cual se publicaron
adecuados programas.
Títulos.—Un folleto, con un interesante resumen histórico,
publicó en febrero de este 1964 el Ayuntamienro de San Cristóbal
de La Laguna, con motivo de la concesión a la ciudad de los títulos
de «Fiel y de Ilustre Historia> sobre los de «Noble y Leal» que ya
tenía reconocidos; el Decreto es de 16 de enero y se reproduce
en el folleto.
Teatro.—Durante estos cursos tuvo especiales manifestaciones
la vocación teatral de buena parte de nuestra juventud.
A fines de 1963, el TEU tuvo dos actuaciones de gran brillantez:
el 21 de noviembre representó Actos sin palabras de Samuel
Beckett por Luis Alemany, y Oración de Arrabal, dirigida por
José Junco; y el 7 de diciembre, Medea de Anouilh, dirigida por
Mariátegui. En esas dos obras se destacaron por su expresión las
Srtas. Savoie y del Rio, respectivamente. En 7 de marzo de 1964,
el mismo TEU puso en escena, en el paraninfo universitario, la
obra de Fernando Arrabal, El triciclo. El éxito estimuló a los jóvenes
actores y a su director Francisco Hernández a pasar al certamen
nacional de teatro universitario que tuvo lugar en Sevilla y
donde alcanzaron tres premios. En 21 y 25 de abril, en el Colegio
San Fernando, tuvieron lugar dos sesiones de lectura de Teatro
Contemporáneo: Todos eran mis hijos de Arthur Miller y £s;?fVz7/s-mo
en la casa vieja de Ugo Betti.
Hemos citado ya muchas lecturas teatrales en diversos palcos
escénicos que demuestran un vivo ambiente. En fin, para afianzar
nuestras esperanzas vino la visita a Tenerife de la «Compañía Insular
de Teatro», dirigida por Ángel Montesinos, de la que vimos
La barca sin pescador de Casona. Pero si el entusiasmo perdura,
la realización profesional que la Compañía prometía entrañar parece
que ha muerto en flor. ¡Y lo sentimos!
En otro orden, que entraña el literario, además del escénico.
203
hemos de anotar el estreno por «El Tinglado», grupo dramático
del Círculo de Bellas Artes, de la obra Noche y día de verano del
escritor Antonio Tovar; en ella, por lo demás, predomina la literatura
sobre el teatro propiamente dicho.
Verano de 1964.—Duranta los meses de verano de 1964,
no fueron pocas las manifestaciones culturales que hay que registrar.
Primero la Fiesta del limpie, en 2 de julio, patrocinada por
la Universidad, que fue un completo éxtito artístico y de cordial
entusiasmo público. En el concurso literario alusivo obtuvo primer
premio el poeta D. Carlos Pinto Grote.
De mucho interés fue el acuerdo tomado por un grupo de
graduados de nuestra Facultad de Derecho, reunidos en fraternal
comida, en Icod, el 1" de agosto, de organizar una Asociación de
antiguos alumnos de la Universidad de La Laguna, con el fin de
cooperar a la eficacia docente y moral de la misma. La idea nos
parece excelente, y además creemos que esa clase debería tener
una concreta representación en el futuro Patronato Universitario,
pues nadie como ella es tan interesado en el prestigio de su Alma
Mater. La Comisión organizadora, que quedó ya constituida, la
forman D. Nicolás Gómez Pimentel, D. Rodrigo Rodríguez Ferrer,
D. Luis Claverie Rodríguez, D. Pablo Hurtado Samper, D. Francisco
Marcos Hernández, D. Agustín Morales y D. Alfonso García-
Ramos; pero es lo cierto que no hemos tenido más noticia de la
iniciativa, y es lástima.
Tal vez como reflejo del curso de enseñanzas venezolanas que
dio la Universidad de Las Palmas, el Aula de Cultura del Cabildo
de Tenerife organizó, del 20 al 28 de agosto, un ciclo de conferencias
sobre Venezuela, que se dieron alternativamente en el salón de
la Mancomunidad Interinsular, de Santa Cruz de Tenerife, en el
Instituto de Cultura Hispánica, del Puerto de la Cruz y en la Real
Sociedad Económica, de La Laguna. El Dr. Pascual Venegas, de
la Universidad de Caracas, habló de Economía; el Dr. Antonio
Luis Cárdenas, de la de los Andes, de Geografía fisica; el Dr. Agustín
Millares Cario, de la de Zulía, de Bibliografía; el Dr. José Ramón
Medina, de Panorama de la poesía contemporánea; el Sr. Efrain
Subero, de Folklore; el Sr. Antonio de La Nuez, del Complejo lingüístico
canario-venezolano; y el Dr. Antonio Sambrano.de Rómu-lo
Gallegos y su novela. Nuestra árnica y compañera María Rosa
Alonso, de la Universidad de los Andes, que no tomó parte en
esos ciclos de lecciones, contribuyó al conjunto con un artículo en
«La Tarde», 10 de agosto de 1964, sobre Geografía de Venezuela.
Recuperado su local social, el Ateneo de La Laguna dio acre-
204
Gentadas muestras de su vitalidad: el 28 de agosto, el poeta Félix
Casanova de Ayala dio un recital de su libro Elegía aullada; en 8
de setiembre, Elíseo Izquierdo disertó sobre Colón, primer periodista
del Nuevo Mundo, y en 22 de setiembre, el Embajador Sr. Antonio
Cándido de Cámara Canto habió de Anchieta y la enseñanza
en el Brasil, conferencia en relación con el acto solemne de constitución
de la Asociación Hispano-Brasileña de * Amigos del Padre
Anchieta*, que tuvo lugar el día 20 con asistencia de dicho señor
Embajador y del Ministro de Información y Turismo, en el salón
consistorial de la ciudad de San Cristóbal de La Laguna, patria del
Venerable. En 29 de agosto, en el Casino de Santa Cruz, el doctor
Juan Bosch Marín, de Madrid, habló de La mujer española en
los últimos 25 años.
Pero ya por esas fechas había comenzado el lucido CiCLO DE
HOMENAJE A UNAMUNO Y A MACHADO en la misma tribuna del Ateneo.
Lo inauguró el Dr. Pinto Grote, el 18 de setiembre, hablando
de El cancionero de Unamuno; el 25 siguió el escritor D. Tomás
González, sobre Los valores humanos del poeta Antonio Machado;
el 29 D. Domingo Pérez Minik disertó sobre El aislamiento de
Unamuno. La clausura del ciclo tuvo lugar el 16 de octubre con
la conferencia de D. Sebastián de la Nuez, El aislamiento en una
obra de Unamuno y un discurso de D. Alfonso Garcia-Ramos, presidente
del Ateneo. En todos los actos hubo, además, intervenciones
poéticas alusivas a las figuras homenajeadas.
También en setiembre tuvo lugar la Semana Colombina de La
Gomera, la V, conmemorativa de la partida del gran navegante
hacia lo desconocido; en ella se destacaron las intervenciones de
profesores de nuestra Universidad, los Sres. Peraza de Ayala, Pérez
Voituriez, Trujillo Fernández y Elíseo Izquierdo.
Y en La Laguna tuvo lugar el homenaje tributado a una figura
procer americana, por iniciativa y donación de la colonia canaria
del Uruguay. El fundador de esta nacionalidad, el GENERAL JosÉ
GERVASIO ARTIGAS, llevaba sangre canaria por su madre lagunera
María Aznal o Aznar; en diciembre anterior D. David W. Fernández,
el escritor canario, habia traído a estas islas por delegación
del Gobierno uruguayo los bustos en bronce del Dr. Espinóla, con
destino a Lanzarote, y del procer fundador para La Laguna. Escogido
el lugar de emplazamiento en una glorieta del Camino Largo,
en 29 de setiembre se procedió a la inauguración de este monumento,
con palabras del Alcalde de la Ciudad D. José Luis Maury-
Morín, y del Cónsul del Uruguay Sr. Davisson. Ya en 22 de agosto
anterior, un artículo de «La Tarde», Artigas en La Laguna, de don
Trino Peraza de Ayala, habia dado a conocer a nuestro público la
figura y su vinculación canaria.
205
El curso a c a d é m i c o 1964-1965 se inauguró el día 5 de
octubre. Habló en nombre del SEU don Emilio Gómez Jover, que
prometió nuevas orientaciones, y el discurso académico estuvo a
cargo del catedrático de Ciencias Dr. Serrano Bergés, que habló
con acertada sobriedad de Análisis volumétrico en medios no acuosos.
El resto del mes con la inauguración de las clases oficiales
transcurrió en paz, pero a partir de noviembre la actividad en lecciones
públicas llegó al frenesí: el día 4, en la Residencia de las
Madres Dominicas, Unidad y Universidad por D. José Ortego
Costales; el 7, Tendencias de la música actual por D. Cristóbal
Haifter, Director del Conservatorio de Madrid, en la Facultad;
el 16, San Alberto Magno, Aspectos que plantea la formalización
matemática, por D.Joaquín María Cascante, catedrático de la Facultad
de Ciencias; el 19, en el Colegio Mayor Virgen de la Candelaria,
Desarrollo científico actual en la Universidad Española,
por el Rector Magnífico D. Antonio González (extractos en «El
Día» y en «La Tarde»); el 21, Concierto del «Studio der Frühen
Musik» de Munich, en el Paraninfo de la Universidad; el 25, en la
Real Sociedad, Retazos de la Historia de la Económica, por don
Francisco Martín Díaz, y Crecimiento relativo del Puerto, por don
Miguel Pintor González, tema y autor que habían despertado una
gran espectación y atraído numeroso público (reproducido en los
diarios); el mismo día por la mañana, Le román historique de Frunce
por el escritor M. Charles Murciaux, en nuestra Facultad; el
27, en el Colegio Virgen de Candelaria, El estado actual de la
enseñanza en Inglaterra por don Víctor Morales Lezcano, nuevo
profesor de la misma Facultad.
En diciembre sólo anotaremos la Exposición La Inmaculada
en Tenerife, III centenario de Zurharán, patrocinada por la Universidad
y el Instituto de Estudios Canarios, en el Museo Municipal
de Santa Cruz. Se abrió el día 7 con palabras del Dr. Hernández
Perera. A su comentario dedicó una serie de tres artículos el
crítico de arte don Pedro Tarquis en «La Tarde» de los días
14, 15 y 17.
Hemos dejado aparte las actuaciones de I n s t i t u t o d e Estud
i o s Canarios, pues sus reuniones y publicaciones tienen poca
repercusión pública, por su mismo carácter. Las sesiones científicas
de 1963 fueron dedicadas a las comunicaciones siguientes:
del Dr. Leopoldo de La Rosa, Un chasnero corregidor en Venezuela
—un estudio completo de los orígenes de Vilaflor con ocasión
de referirse a D. Juan de la Cruz Mena, Corregidor de los Valles
de Aragua— el 13 de marzo; de D. Marcos Guimerá, Notas a la
206
Ley de auxilios a los aprovechamientos de aguas en Canarias —ley
en la que se insiste en el concepto peninsular del carácter realengo
o público de las aguas—, el 19 de abril; y del Ur. Cioránescu,
Beaumarchais y Viera y Clavija —en que se identifica con el historiador
al familiar y amigo de Clavijo y Fajardo—, en 14 de mayo.
La sesión inaugural del curso 1963-64, en 28 de octubre, tuvo carácter
de necrológica dedicada a la memoria del Miembro de Honor
del Instituto D. Domingo-José Wólfel, fallecido en Viena el
27 de abril anterior; se leyó un trabajo enviado a este fin por el
ilustre profesor Dr. Eugen Fischer, maestro y amigo del difunto, y
luego el Director, Dr. Serra, glosó la figura de Wólfel a través de
sus contactos personales y con las entidades isleñas. La comunicación
del Dr. Fischer y otro texto del Dr. Serra fueron insertos en
el Anuario VIH del Instituto.
Las comunicaciones desarrolladas en 1964 fueron: del Dr. La
Rosa, El Valle de Salazar —hoy llamado comunmente de San Andrés—
en 30 de enero; del Dr. Cioránescu, Archivos de Genova
—acerca de un supuesto Johannes Canarius, mala lectura por J. la-narius—
en 4 de mayo; en la misma fecha, del Dr. Serra, Barcos
cosidos —sobre antiguos aparejos rudimentarios de navegación
que pueden explicar el poblamiento de estas islas—; del Sr. Fernández,
Los parásitos de las euforbios —en que hizo resaltar el
equilibrio biológico entre ellos y las plantas parasitadas—, en 20 de
mayo; de! Dr. Cioránescu, de nuevo, Antonio de Viana —en que
añade datos familiares y del proceso incoado con motivo del atentado
contra los hijos del poeta, para la biografía de éste—, en 3 de
junio; del Dr. Peraza de Ayala, La casa del cronista Núñez de la
Peña —en que rectifica dichos tradicionales y estudia un espacio de
la vieja Laguna—, en 17 de junio. De todas estas comunicaciones
se publicó extracto más o menos completo en los Anuarios VIII y
IX de la entidad.
La primera reunión del curso 1964-65, tuvo lugur el 2 de noviembre
y la disertación, a cargo del Director, Dr. Serra, versó
sobre el tema: Diálogo con las sombras: Eugenio D'Ors y el Instituto.
Partiendo de unas amables palabras acerca de nuestro Instituto
escritas por D'Ors en 1934 y que no fueron comentadas en su tiempo,
hizo una semblanza del escritor y .su época (breve reseña en
«La Tarde» del 11 noviembre).
Aparte de esas sesiones, la principal actividad del Instituto
estriba en sus publicaciones; en estos años, además de los cuadernos
anuales citados, son El Prebendado D. Antonio Pereira Pacheco,
por las Srtas. Manuela Marrero y Emma González, premio del
concurso abierto al efecto a iniciativa de D. Tomás Cruz; Catálogo
de la Exposición del Cincuentenario de la Catedral de La Laguna,
c %
20ff% .
preparado por Dr. Hernández Perera; Thomás Nichols, mercader \ «§,
de azúcar, hispanista y hereje, por el Ur. Cioránescu; Entomología \/¿t
Canariense, II, del Sr. Fernández; e Islas Canarias, de Caspar Fru- V
tuoso. En colaboración con el Aula de Cultura del Excmo. Cabildo,
dos obras salieron a luz de una serie con ellas iniciada,
«Biblioteca de Autores Canarios»: Viaje de la Tierra Santa de
Ceverio de Vera, edición de la Dra. Concepción Martínez Figue-roa;
y Arte de Fabricar naos, de Tomé Cano, edición del Dr. Enrique
Marco. Como se ve, es mucho lo publicado; pero es más todavía
lo que se halla pendiente, luchando unas veces con la escasez
de tiempo de los autores, otras con la insuficiencia de imprentas.
En la Juntas Generales de estos dos años fueron incorporados
al Instituto los sig^uientes miembros nuevos: El Sr. Sebastiáo Pes- ,
tana, Catedrático del Liceo de Lisboa y Lector de Portugués en '
nuestra Facultad; D. Carlos Suárez Ruiz, ingeniero industrial; Mr.
Frederick E. Zeuner, profesor de la Universidad de Londres, fallecido
pocos meses después; D.José Miguel Alzóla, abogado y publicista
de Gran Canaria; D. Ventura Doreste, escritor. Director \
de la Casa de Colón de Las Palmas; D. Mariano López Socas, I
activo colaborador de los estudios de su isla de Lanzarote; D. Antonio
Pérez Voituriez, profesor de la Facultad de Derecho, y D. Se- ;
bastían Sosa Barroso, catedrático de Lengua y Literatura de Enseñanza
Media, que ha sido profesor de la Facultad de Letras. \
Difícil sería mencionar, por lo múltiples, otras actividades de
estos y demás miembros de la entidad en estos años; sólo nos
referimos, de paso, al doble éxito literario obtenido por el Sr. Manuel
Perdomo Afonso, al conseguir en dos años sucesivos un
primer premio en concurso del diario «La Tarde», con su novela |
corta La estrella debajo del puente, y la narración El pastor manco; \
y a las constantes actividades científicas de la Srta. Analola Borges, '
que además de nublicar artículos en revistas históricas, tomo parte
en el XXVI Congreso Internacional de Americanistas, de septiembre
de 1964, en Barcelona-Madrid-Sevilla, con el tema Los últimos
años del ejército español de Tierra Firme. En junio anterior
estuvo invitada en la Universidad de Gotinga, donde dio tres conferencias
sobre la cultura canaria y las relaciones históricas de
estas islas con Europa y América. De este viaje por Alemania,
sacó tema para una larga serie de relatos que con el nombre común
de Por las tierras de Fausto, publicó en «El Día», desde desde el
mes de noviembre.
Después de largos años de estar almacenado en un local indecoroso,
el A r c h i v o H i s t ó r i c o P r o v i n c i a l ha alcanzado, al fin,
208
una instalación decente y en lugar incluso demasiado céntrico, en
el edificio de Bellas Artes, de Santa Cruz de Tenerife; no sabemos
exactamente cuándo tuvo lugar la apertura oficial de los nuevos
locales, pero fue en el año 1964. Con este motivo el redactor
de «El Día» don Gilberto Alemán pidió unos comentarios sobre
ello al Dr. Elias Serra, que de mucho tiempo se había interesado
por ese archivo, y publicó el texto obtenido en la edición de 12
de marzo. Por su interés para los medios de investigación histórica
en Tenerife lo insertamos a continuación:
—¿Podría decirnos cuál es el estado actual del Archivo Histórico
Provincial?
—Este Archivo público del Estado está ahora bajo la dirección
de la señorita Dolores Ibarra, del Cuerpo facultativo de Archivos.
Sigue todavía instalado en locales indecentes... ¡pero
ya no másl
—¿Se tienen noticias de cuando va a ser trasladado?
—Sí, señor; no sólo se tienen noticias, sino que la señorita
Directora nos ha hecho saber que en la pasada semana, del 17 al
23 de febrero, se ha iniciado el traslado a los nuevos locales, tan
suspirados; y si no se hace en pocas horas es para evitar el daño
de alterar la ordenación de los legajos, que bien pueden esperar
unos días más. Estos nuevos locales están situados en el piso último
superior del edificio del Círculo de Bellas Artes, local nuevo,
costoso, pero de cuyas condiciones óptimas para archivo me permito
dudar bastante, si bien tengo la esperanza de equivocarme.
Un piso cuarto o quinto sin ascensor no es muy estimulante para
los viejos invertigadores, pero, en fin, ¡que se fastidien!; pero además
un local bajo azotea de plancha de cemento, en Santa Cruz, y
aun en cualquier parte, supone unos bruscos cambios de temperatura
más provechosos para la polilla que para los legajos en que
ella vive. Todavía, dado que nuestros arquitectos, preocupados
del funcionalismo de sus obras, no se han percatado de la función
que deben ejercer las cubiertas, de salvar de mojaduras los locales
«subyacentes», hay que temer que las goteras no faltarán como no
faltan en ningún edificio moderno de los que conocemos . . . y los
legajos de archivo son propensos al reumatismo.'
Como esperanzaba el Sr. Serra, estos temores eran infundados. El local
del Archivo Provincial no es la planta superior del edificio, sino una intermedia,
con lo que las aprensiones a los cambios bruscos de temperatura y a las goteras
no están justificadas. Sin duda el Sr. Serra será quién más se haya alegrado de
su error.
209
Consolémonos, recordando que en el local ahora abandonado,
en los sótanos del edificio Institución Villa Segura, si no había goteras,
se disfrutaban inundaciones todos los inviernos, y como se
carecía de desagües, era preciso aguardar a que las aguas estancadas
se evaporasen por las buenas. Siempre queda ahora la esperanza
de reunir un congreso de arquitectos, como el que se
convocó en el siglo XIV en Gerona para decidir el sistema de
cubierta de la Catedral, y que este nuevo congreso descubra un
secreto contra las goteras, aunque ello parece más difícil que instalar
el archivo en la luna . . . donde diz que no llueve.^
HISTORIA DEL ARCHIVO. ¿Puede hacernos un poco de historia
sobre este Archivo?
—Con mucho gusto, tanto más fácilmente que ya lo hizo la
señorita Emma González Yanes, una de las directoras que se han
sucedido al frente del Archivo, en la introducción de un libro.
Protocolos del escribano Hernán Guerra, publicado en 1958 por el
Instituto de Estudios Canarios, pero costeado por el Ayuntamiento
de Santa Cruz. Allí se cuenta como en 1930 se crearon en toda
España los Archivos Históricos Proviciales, a base de los de Protocolos,
hasta entonces en manos de los Colegios Notariales, que si
en algunos casos los tenían bien instalados (así el de Barcelona, que
no ha sido alterado), las más veces los habían reducido a molestos
almacenes de estibas de legajos. Por lo demás, la nueva creación
era sobre el papel, había que llevarla a efecto y eran los ayuntamientos
de las capitales de provincia los que venían obligados a
suministrar local y material para instalación; el Estado sólo proporcionaba
el personal... Y así, mientras en unas provincias se llegaba
a la creación efectiva del nuevo establecimiento en pocos
meses, como ocurrió en la de Las Palmas, en otras se demoraba
hasta que sonaba el 1936 sin que prácticamente se hubiese hecho
nada, como fue el caso de Gerona, donde hube yo de realizarlo
en las trágicas circustancias que vale más no recordar. En Tenerife
la cosa fue a medias: los años pasaron en gestiones infructuosas
del archivero señor Champín cerca del Ayuntamiento hasta conseguir
un local ¡en febrero de 1936! En mayo ingresaba allí el achivo
de La Laguna, que, sin duda en malas condiciones, pero de hecho
indemne de polilla, tal vez por efecto del clima, se habia custodia-
• Esta incapacidad de los técnicos para prevenir las goteras no era mera
aprensión. En la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de La Laj^^una,
ha sido preciso abandonar una aula espaciosa construida en planta superior, pues
el Bjjrua entra en ella como por el cauce de un río. Debería concederse la medalla
de Neptuno al técnico que dirigió la obra.
RHC, 14
210
do hasta entonces en dependencias de la cárcel (1). Era con mucho
la mayor masa de documentos notariales de la provincia, 1.717 legajos,
entre ellos los más antiguos, desde el primer decenio de la
conquista. Poco después se les unieron menos de 200 que formaban
el fondo de Santa Cruz, en muy deficiente estado. Se disponía
en teoría de toda la planta de semisótano del edificio Villa Segura,
compartido así con la Escuela de Comercio. Pero así las cosas, los
nuevos señores concejales se dieron cuenta de que en aquellos
semisótanos había dos salones orientados al sur, bien embaldosados
y con buenas ventanas al exterior; ¡era una lástima «perder>
aquellas dependencias para almacén de papeles viejos! Así se
apresuraron a «salvar» aquel espacio útil para unas escuelas y dijeron
al señor Champin que él y sus papelotes se metiesen en los
cuartos oscuros, en los que se podía entrar por otra puerta que
daba a un patio utilizado como estercolero —yo mismo he saltado
bastantes veces sobre las basuras para entrar en el Archivo, en ocasiones
en compañía de mis alumnos o de visitantes extranjeros.
TREINTA AÑOS DE ABANDONO. Y allí ha estado el Archivo
Provincial, desde 1936 hasta ahora: ¡Unos treinta años, no másl
No son muchos para un archivo histórico, si no fuesen los accidentes
«imprevistos»: varias inundaciones que a veces han cogido algún
montón de legajos en el suelo, sin tiempo de izarlos sobre
una mesa o armario; un robo, sí señores, ¡un «cambriolage» castizo!
Una ventana interior que da a una escalera condenada fue fracturada
un día cualquiera, y unos laboriosos ladrones se llevaron, para
amonedarlo como papel, que entonces se pagaba, 109 legajos,
¡abandonando las cubiertas de pergamino, por las que pudimos
hacer inventario de lo sustraído! No puede compararse el caso
con el del tren británico, pero hay gentes deseosas de trabajar,
aunque sea de balde.
En fin, el lado positivo fue la incorporación por la señorita
Dolores Alvarez de Buergo, que llenó una interinidad en la dirección
al alcanzar la jubilación el señor Champin, de un importante
contigente de papeles de fondos eclasiásticos que permanecían en
Hacienda procedentes de las ya centenarias desamortizaciones y
que hasta entonces habían sido ocasionalmente enlegajados y enviados
a Madrid, ante apremiantes órdenes superiores de remitirlos
por completo. Todavía ahora se obligó a enviar una parte a
Las Palmas, la evidentemente referente a instituciones de aquel
obispado. Estos fondos fueron ordenados y enlegajados por otra
directora, la antes citada señorita Emma González. Con posterioridad
tomó posesión la actual funcionaría de este Archivo, señorita
Dolores Ibarra, que ha empezado a concentrar los archivos notaría-
211
les de los partidos o pueblos de la isla, y asi han entrado en los
anaqueles los de Garachico, Buenavista e Icod, y si no se ha totalizado
esta labor ha sido porque, para llevarlos a un local indeseable,
no valía la pena de moverlos y ni espacio había para instalarlos
como fuese.
LA HISTORIA DE TENERIFE. ¿Qué significa para nosotros el
Archivo Histórico Provincial?
—Tenerife ha tenido la singular fortuna de conservar relativamente
completos los archivos de sus principales instituciones públicas;
tenemos noticias de que hasta los judiciales —en todas
partes perseguidos a muerte por las autoridades del ramo— se han
salvado en parte. Pero los archivos de protocolos notariales contienen
datos preciosos para una historia que antes no se estimaba
valiosa: la vida común privada, del común de las gentes. Se exceptuaba
sólo la de las familias con abolengo, cuyos miembros sí
acudían a estos depósitos en busca de datos sobre sus antepasados,
ya para alegarlos, ya para destruirlos, si les parecía conveniente
y tenían ocasión para ello. Pero actualmente la historia social,
económica, demográfica, halla en ellos, juntamente con los archivos
parroquiales, su más preciosa fuente. Esporádicamente podemos
hallar en ellos datos sobre los más diversos e inesperados
temas: pronto llamaron la atención los contratos de artistas, también
los de artesanos importadores de técnicas nuevas, los de
comerciantes que ponen en relación países e intereses diversos . . .
Esta historia del pueblo tinerfeño, no ya de las esferas oficiales del
mismo, sino del hombre de la calle y de los caminos es lo que nos
dará nuestro Archivo Histórico. Además, su existencia hará posible
la salvación de muchos depósitos privados de documentos, que
hoy se botan a menudo, y que el Archivo puede guardar a título
de depósito y gratuitamente, si sus dueños tienen noción de su
valor para la sociedad, o comprarlos a los dispuestos a amonedar
hasta los huesos de sus mayores. En Italia, especialmente, estos
archivos privados de viejas casas comerciales han sido una revelación
para la historia de la economía europea . . . En efecto, el
Archivo Histórico aspira a reunir todo lo que el tiempo y la incuria
de los hombres haya dejado subsistir para conocimiento escrito
de nuestro pasado.
CAMPO PARA LA INVESTIGACIÓN. ¿Cuántos historiadores trabajan
normalmente en él?
—En forma simplemente estadística, esta pregunta sólo la
puede contestar la dirección del mismo Archivo. Yo diré más
bien la estima del valor de ese trabajo; pasan por el archivo, con
212
más o menos frecuencia, cuantos se interesan por nuestra historia.
Bastaría enumerar todos los que a ella se dedican desde que el
Archivo está abierto; sus malas condiciones materiales sin duda
han retraído a algunos, así como han impedido asistencias colectivas
de grupos de estudiantes univesitarios en prácticas de trabajo
o preparando tesinas. No obstante, conviene resaltar que las sucesivas
señoritas directoras y antes el único director varón, el señor
Champín, han dado siempre, dentro de las exigencias de la seguridad
de los fondos, todas las facilidades posibles, singularmente la
transferencia temporal de legajos a un centro público y bajo firma
solvente, como el Seminario de Historia de la Universidad de La
Laguna. Y así, el número de personas que han consultado los
legajos es muy superior al de las que han asistido materialmente
al local.
Además, no han sido pocos los que se han beneficiado del
Archivo a través de los inventarios en curso de redacción por el
mismo Seminario universitario antes dicho. En efecto, primero
espontáneamente, luego con unas oportunas subvenciones del Excelentísimo
Cabildo Insular, creadas a iniciativa del que entonces
era miembro del mismo don Leoncio Afonso y que no duraron
más de cuatro años, el Seminario de Historia repetido ha venido
laborando en dichos inventarios por mano de diversos colaboradores,
o mejor, colaboradoras —jpues los hombres tienen mucho
que hacer para poder hacer nada!— Y como estos extractos metódicos
y competentemente redactados suplen en buena parte los
originales, y han estado siempre a disposición de los estudiosos,
somos muchos, como digo, los que nos hemos valido de ellos; y
aquí sí que puedo citar nombres, como testigos: don Luis Fernández,
don Daniel Fernández del Castillo y don Dacio Darlas, entre
los difuntos; don José Peraza, don Leopoldo de La Rosa y el que
suscribe, entre otros todavía presentes. Esperamos poder proseguir
activamente esta obra de inventariación, para la primera mitad
del siglo XVI por lo menos, merced a una subvención del Ministerio
de Educación, para ayuda a la investigación, que se nos acaba
de conceder y que pedimos a esta intención.
DESEOS NO LOGRADOS. Algún otro extremo que considere
de interés.
—Pues sí, señor; todavía creo de interés mencionar el intento
que yo llevé a cabo, sin éxito, de arrebatar este Archivo a Santa
Cruz de Tenerife. Cuando los que por él nos interesábamos
veíamos cada vez más lejos la posibilidad de sacarlo de su indecente
local, tratamos del asunto con las autoridades superiores y,
estas nos autorizaron a llevarnos el Archivo a la ciudad de San
213
Cristóbal de La Laguna, con la sola condición de ofrecer un local
mejor. Si yo hubiese sido Rector y dispuesto de los salones universitarios,
no lo hubiese pensado ni un dia y me hubiese llevado
el Archivo, aunque fuese a hombros; pero ocupaba el magnifico
cargo el tan añorado Dr. Alcorta, y no había nada que hacer por
este lado. Pero todavía acudimos al señor Alcalde de La Laguna,
que lo era en aquellos días uno de los más eficaces de los muchos
que han pasado por el despacho del antiguo Corregimiento, don
Narciso de Vera. Desgraciadamente no disponía el Ayuntamiento,
entonces, de local alguno bueno ni malo: había sido expulsado de
la ex-capilla de San Miguel, que hasta en ella se pensó; todavía no
existía la Fundación Ossuna, que nos habría salvado hoy. Don
Narciso nos propuso un remedio heroico: levantar inmediatamente
un segundo piso encima de la planta principal del Consistorio y
en cuando tuviese el plano mandarlo a Madrid como cosa hecha.
Y aunque le creía capaz de hacerlo a crédito, o sin crédito, tanto
que ya para el día siguiente estaba convocado el arquitecto municipal
para recibir intrucciones, con esta misma fecha coincidía la orden
superior de cese en la alcaldía de don Narciso, que Dios haya.
Así acabaron mis ilusiones laguneras, y en verdad desde entonces
he dejado de ocuparme del Archivo. A mi juicio, y aparte la deficiencia
del local santacrucero, la instalación en La Laguna era muy
preferible: razones de clima, muy importante para los archivos y, no
menos, de facilidad para la formación de investigadores entre la
juventud universitaria, aconsejaban su traída a la ciudad docente.
Un archivo no es un factor de cultura popular ni de atracción turística,
como puede serlo un museo, aun especializado como el de
Arqueología, pongo por caso. Pero esto no es más que historia.
También hay que tratar aparte del V C o n g r e s o Panafrica-no
de Prehistoria y de estudio del Cuaternario, que tuvo
lugar en Santa Cruz de Tenerife del 2 al 9 de septiembre de 1963.
Esta reunión no fue una concentración turística como las que a menudo
se ven en Santa Cruz o en el Puerto de La Cruz, aunque
también fue aprovechada para hizar banderas multicolores en los
mástiles prevenidos para el caso. El núcleo organizador, ahora en
crisis por la disgregación del mundo colonial africano, estaba constituido
por incansables pioneros de la cultura europea en los desiertos
y las selvas de África, que no venían para fiestas sino para seguir
trabajando, insensibles a las temperaturas asfixiantes de aquellos
días. La Secretaría, el cargo más espinoso, correspondía a nuestro
amigo D. Luis Diego Cuscoy, que triunfó de su difícil misión. A
su cargo y de la mesa del Congreso r?tá el preparar el volumen
con el texto de las ponencias y las deliberaciones y conclusiones;
214
sería inútil que aquí tratásemos de adelantar un resumen, para lo
cual, además, carecemos de materiales. La edición del volumen
aludido se difiere, tal vez por dificultades económicas y, no menos,
por las derivadas de la situación a que nos hemos referido. Sólo
mencionaremos alg;unas de las figuras científicas que tomaron más
parte en los trabajos, según nuestros imprecisos recuerdos: Sra. Use
Scbwidetzky, de Maguncia; Sr. Boris Blankoff, de Bruselas; Mme.
Henriette Álimen; MM. Camiile Arambourg, Lionel Balout e Ivés
Coppens, de París; M. Roger Grosjean, de Córcega, Mr. Frederick
Zeuner, de Londres; Sr. Cario della Valle, de Roma; Mr. Thurstan
Shaw, de lbadan;Sr. Antonio de Almeida, de Lisboa; Mr. Gerhard
Fock, de Kimberley; Mr. J. Desmond Clark, de Berkeley, etc. Entre
los españoles, el Dr. Pericot, de Barcelona, Presidente del
Congreso; Dr. Miguel Fuste, también de Barcelona, y todos los elementos
canarios de vocaciones enlazadas con los temas del Congreso.
Unas bien planeadas excursiones por Tenerife, por La
Palma y por Gran Canaria, donde tuvo lugar una sesión científica,
completaron las labores del Congreso.
Necrológica.—Es penoso enumerar los hombres distinguidos
que laboraban en nuestros campos y que han tenido que
abandonar la esteva, por ley inexorable, unos prematuramente,
otros tras larga labor. De estos fue D. ÁNGEL ROMERO MATEOS,
que ha fallecido el 14 de marzo de 1963 a los 87 años de labor en
los campos del arte, de la industria y de la eficacia social. Más
inesperada fue la muerte de D. DOMINGO-JOSÉ WÓLFEL, ocurrida
en Viena, su ciudad nativa, en 27 de abril, a los 75 años de edad. Al
mencionar esta pérdida para los estudios de lingüística y etnología
canarias, hemos de referirnos a la obra en que tenia puesta todas
sus ilusiones y que ha dejado, al fin, inédita, los Monumento Un-guae
canariae. Poco después del fallecimiento tuvimos la satisfacción
de ponernos en relación con amigos y discípulos del difunto,
que en Graz de Austria tenían a su cargo la edición por lo visto
apenas comenzada de la obra. Su resolución de llevarla adelante
parece firme, pero me expusieron —el Dr. Biedermann y el Prof.
Closs, de la Akademische Druk- u. Verlagsanstalt, de Graz— las
dificultades grandes por el estado imperfecto de los originales;
sobre todo un considerable uso de siglas y abreviaturas, sin clave
para desarrollarlas. En alijuna medida nos las han consultado y
^generalmente hemos podido resolverlas, por el mejor conocimiento
de los materiales de que Wolfel se servía. Pero es lo cierto
que han transcurrido dos años desde la pérdida del amigo y todavía
la obra está en preparación.
215
Las personas a que tenemos que referirnos son muy dispares;
así el poeta del mar, FRANCISCO JORDÁN, nacido hacia 1886 en
Lanzarote y fallecido en este 1963, tras dar a estampa cuatro libros
de poesía, unos en Santa Cruz {Espigas y amapolas, 1913, Adelfas
y cardos, 1914), otros en La Habana {Olas que pasan, 1929 Campana
de a bordo, 1934). Agustín de La Hoz le dedicó un recuerdo
en «La Tarde» de 1" de mayo de 1963.
El ilustre pintor D. FRANCISCO BONNIN GUERÍN (1874-1963)
falleció en 10 de septiembre. En otro lugar nos hemos referido
ya a los homenajes póstunos de que fue objeto, tras los muy sentidos
que le fueron tributados en vida. Hacía ya un tiempo que
había abandonado la vía pública, pero hasta muy avanzada edad
conservó una actividad que avergonzaba a los jóvenes indolentes,
y su pincel mismo tardó en rendirse hasta el último extremo.
Lejos, en Montevideo, falleció en 28 de octubre una ilustre dama,
que si no canaria por su nacimiento, lo era por el culto constante
a la memoria de su padre el Dr. Espinóla, el famoso médico lanza-roteño.
D" MARÍA ESPÍNOLA ESPÍNOLA, gran pedagoga, tenía una
obra personal que la consagraba como uno de los artífices de la
patria uruguaya. La colonia canaria en aquella república, numerosa
desde antes de su fundación como tal, remitió no hace mucho, junto
al busto de Artigas, destinado a La Laguna, otro del DR. ESPÍNOLA,
que ha de ser erigido en Teguise de Lanzarote, su pueblo natal.
Aunque lo supimos bastante más tarde, en el año 63, en 4
de diciembre, murió en Londres, a los 58 años, el DR. FREDERIK
E. ZEUNER, alemán de nacimiento, expatriado por los avatares de
aquel país y que había hallado una nueva patria en Inglaterra. Hacía
años que venía prestando una especial atención a estudios de
orden geológico y etnológico de estas islas, con un riguroso método
que había llamado nuestra atención. Aquí, además, había profesado
lecciones en la Universidad y en el Museo de Santa Cruz,
como en el de Gran Canaria, y fue uno de los elementos más destacados
en los trabajos del Congreso Panafricano de 1963, meses
antes de su muerte.
En mayo de 1964 falleció en Santa Cruz el ilustre DR. JOSÉ
GOYANES CAPDEVILA, figura de renombre nacional que había escogido,
hacía ya muchos años, esta isla como retiro de su profesión
pero no de sus actividades literarias que matuvo todavía largo
tiempo entre nosotros.
En Lanzarote falleció, el 17 de octubre del 64, el ilustre abogado
D. EUGENIO RIJO ROCHA, a los 68 años. Su eficacia social
y cultural era muy superior a su obra concretamente escrita;
sólo los que le tratamos podíamos calibrar su pesonalidad. El publicista
Agustín de La Hoz le dedicó un sentido recuerdo en «La
216
Tarde» del 24 y otra nota puede leerse en el €Anuar¡o> del Instituto
de Estudios Canarios, del que formaba parte.
Una figura más bien pintoresca fue la de D. PEDRO MONTES
DE O C A GARCÍA, Cronista Oficial de Canarias, correspondiente
antiquísimo de la Real Academia de la Historia, de Madrid. Contaba
87 años a su fallecimiento el 15 de noviembre de 1964.
Representaba auténticamente la manera de entender la historia
como arte y artesanía, dominante un tiempo y en que todavía
comulgan muchos, a veces sin darse cuenta; la historia es un instrumento
que se utiliza, no para conocer el pasado de la sociedad
y de los hombres, sino para los fines prácticos que sirvan a sus
cultivadores, para justificar iustituciones que lo necesiten, para
levantar prestigios, para abrir caminos útiles, y así no hay inconveniente
en vender a precios convencionales sus servicios. De todos
modos, estos puntos de vista un poco cínicos no son ahora
públicamente aceptados, y de ahí que Don Pedro fuese de tiempo
menos considerado que en su juventud, incluso por aquellos que a
él acudían todavía. Un artículo de sincera admiración dedicóle
D. Benjamín Afonso Padrón en «El Día> del 29.
Como enumeramos en otro lugar, el profesor JuLlO CARO BA-ROJA
explicó en la Universidad, el 15 de abril de 1964, una conferencia
acerca de La e t n o g r a f í a , hoy. Trató del pasado de esta
ciencia en España y de su crítica situación presente. En este aspecto
fue una llamada, un grito lanzado en el desierto de la pereza
e indiferencia de las gentes, preocupadas sólo de turismo o de
desarrollo económico, sin pensar que una cosa hace la otra. La
etnografía, expresión que Caro prefiere evidentemente a otras que
han alcanzado acaso más difusión, se ocupa de la vida tradicional
de los pueblos, lo mismo primitivos o sálvales que civilizados y
urbanos; un caudal de cosas que hacemos o sentimos o conocemos
no responde a deliberado estudio o a técnica científica, sino que
simplemente las heredamos de nuestros mayores o del mundo en
que vivimos y se confunden casi con los instintos: forman el fondo
de nuestra personalidad colectiva como pueblos. Caro se refiere
a los tiempos, allá por 1930, en que él se inició en estos conocimientos:
solo se consagraban a ellos unos viejos caballeros, entre
los que el nomore de Telesforo de Aranzadi debe destacarse, aunque
no fuese el único. Sólo él con Hoyos, y algunos más con menos
constancia, aplicaban a la materia procedimientos científicos;
para los más se trataba de una afición recreativa, más literaria que
de estudio. Aun ocurría que no tenían continuadores; sólo el espíritu
regional llevaba a alguien por esos caminos, pues literalmente
de caminos se trata. Los eruditos de gabinete no se podían
217
mover de su mesa para conocer al pueblo e incluso se negaba la
existencia de ese saber, como ocurrió en el caso de los romances
tradicionales, cuyo recuerdo se creía ya perdido, mientras de hecho
el pueblo seguía recitándolos, como luego se probó. Después las
escuelas científicas de etnología, la inglesa desde Frazer aplicada
al origen de las instituciones, o la alemana prefigurada por Ratzel
y fijada por el P. Schmidt, con los círculos culturales, han difundido
sus enseñanzas, y también aquí han arraigado. Pero importan
menos estas teorías que el estudio directo del hecho, vivo todavía.
Esto urge, pues los últimos cambios sociales —el abandono del
campo— y los técnicos —la mecanización de todos los trabajos—
han acabado con la vida tradicional. Apenas puede salvarse su
recuerdo recogiéndolo de los supervivientes de un mundo ido.
Caro, recordando benévolamente los intentos aquí llevados a cabo
de recogida de algunos de estos materiales, estimula a nuestros
universitarios a sistematizar estos esfuerzos y estructurar un plan
de conjunto para ello. Pero él mismo reconoce que sin la creación
de cátedras especiales, de enseñanzas exprofeso de estas materias,
es difícil que se haga algo realmente definitivo, puesto que es labor
no agradecida, aun en medio del auge del tipismo folklórico
de moda.
Oyendo a Caro observábamos su intención de omitir la palabra
folklore para este campo de estudios. Una gran oposición ha
tenido esta voz inglesa, imposible de adaptar al castellano; pero
creo que Caro la evita no tanto por purismo como porque teme
que se dé a su contenido un sentido limitado que ha desacreditado
estos estudios; se piensa en literatura oral, en fiestas y diversiones
del pueblo, en lugar de todo lo que constituye la tradición de una
colectividad, de una nación. Asi no se puede comprender que el
conocimiento de esta tradición es algo esencial para conocernos a
nosotros mismos y evitar el riesgo de acabar en meros autómatas
estandardizados, especie de robots.
Trabajos de prensa.—Los agrupamos por autores o materiales,
más que por fechas. rN „ i T-El
incansable crítico de arte D. Pedro Tarquis prosiguió en
estos años su nutrida serie Santuario del Cristo de La Laguna, que
en «La Tarde» del 17 de abril 1964 alcanzaba el núm. XÚI y continuaba.
Paralelamente trataba otros temas, con no menor atención:
de junio a agosto de 1963 publicó una serie de cinco artículos,
El más grande escultor que trabajó en Islas, refiriéndose ai
Maestro Roberto, autor de la perdida sillería de la Catedral de Las
Palmas y al que atribuye la magnífica talla de la Virgen de la Luz,
de La Laguna, aunque sin suficiente fundamento.
218
Todavía publicó otros trabajos independientes: Retrato de
Don Fernando de Llarena y Franchis («La Tarde» 2 de mayo
de 1964); Construcción del templo del Cristo de Tacáronte (id. 8 de
agosto).
Tan nutrida es la producción de D.José P. Machín, el polígrafo
herreño en su serie Séptima Isla: sin enumerarlos todos, citemos
desde enero del 63: El barranco de Las Jarras (día 5); El *taño*
de tío Toribio, sobre un originaiísimo depósito de cestería, conocido
todavía en El Hierro (el 17); Se busca agua en las entrañas
de la tierra (3 de marzo); San Borondón, las brujas y el Pozo de la
Salud, todavía en marzo (replicando a Enrique Nacher, que decía
verdades de las que no nos gusta las digan los demás); también
San Borondón inspiró un escrito de Félix Navarro Martín, De la
bruma a la duda, en «El Día>, 25 de agosto de 1963. De Machín
son: El caballero de la capa, 10 de mayo; El grave problema de la
asistencia médica, 15 de mayo; La fuente de la triste leyenda, 23 id.;
Pequeña historia de un queso, 14 de junio; Las dos caras de la Meseta
de Nisdafe, en 3 de agosto; < Y el pino, como era verde . . . »,
17 de septiembre; El magnífico Señor don Antonio Lugo, 3 de octubre;
La cueva de Hiramos, 13 de noviembre; Visita de un notable
geólogo (el Dr. Hans Hausen), 18 id., y Apología del tango, en
27 de diciembre de 1963. Ya en 1964 Los bellos pinares de El
Hierro, prosigue la repoblación, 4 de enero; La ciencia de los perlas
(adivinos del tiempo), el 24; Viaje a un pueblo remoto. El bosque
donde bailan las brujas. Las cuevas de la Muerte y la cuesta de la
Amargura y Simbolismo de los letimes, en febrero de 1964; Del
remate de un terreno, en marzo; Almendros amargos en Echedo,
en abril; El tabaibal manso y Futura ruta turística, en mayo; Brevas
en el Pinar y duraznos en El Golfo, Lanzarote en diapositivas
—aquí Machín salta de su séptima isla a la primera, sin previo
aviso—, Lugares prehistóricos que necesitan protección y El Valle
de Timijiraque, en junio; Continúa causando daños la langosta
—endemia en aquella isla que inexplicablemente no ha arraigado
en las demás—, en julio; Playas y lugares de interés turístico, en
agosto; Don Aquilino Padrón, sacerdote y arqueólogo, El Garoe en
en su crónica más antigua, en septiembre; El médico ruso y el
"Doctor Nogah, en octubre; Las ^carreras* de Vinto, en noviembre;
Los frontones de Amaro y La rebelión de los pastores, en diciembre
de 1964. Sobre la misma isla, llamada ahora Isla Occidental,
escribió también algo interesante («La Tarde», 31 diciembre)
Daniel Padilla, con en título Crisóstomo; trata del intento de reposición
del Garoe, al parecer poco afortunado, si bien por lo que
dice de haber traído un ejemplar de la Península, mucho es de
temer que el arbolito plantado no sea otra que en oloroso tilo,
219
que nada tiene que ver, sino la semejanza del nombre, con el til
canario, especie a la que pertenecia sin sombra de duda el Garoe
histórico.
Otras series que conviene mencionar son: Universidad a
ritmo europeo, seis artículos del psiquiatra profesor Francisco Llavero
(«La Tarde» desde el 24 de enero de 1964), en que abundando
en una opinión que con poco éxito mantuvo hace años el
director de esta Revista, condena las oposiciones como un cáncer
en nuestra enseñanza superior; Música, escuela y pedagogía, tres
trabajos de D. IVlanuel Borguñó, en que insiste en sus campañas
pro educación popular musical (»La Tarde>, noviembre) y Recuerdo
de 1164 en doce meses con personajes, de D. Eunrique Roméu,
serie publicada en «La Tarde» en septiembre de 1964, en cuatro
fragmentos. Del mismo autor, Bernardo de Fau (13 de agosto
de 1963) y Gallinato y los demonios (31 de marzo de 1964).
Otra serie resultó así espontáneamente sin propósito de sus
autores: En «La Tarde» de 7 de mayo de 1964, Almadi, escribió
Molinos que mueren, con referencia a los dos que en el camino
del Sur mantienen de pie su cadáver; Elias Serra lo comentó en
Molinos muertos que todavía podrían ganar batallas (16 de mayo,
reproducido en «Diario de Avisos»); el 27 Almadi añadió Molinos
de viento. .. y «" acuerdo y el 30, Más molinos de viento. ¡Por
desgracia creemos que el «acuerdo» sólo fue un recuerdo!
En «El Dia» de 4 y 8 de agosto de 1964 publicó D. Pelayo
López y Martín-Romero dos interesantes artículos bajo el título
Recuerdos de La Palma, en los que destaca la pasividad de los
responsables locales ante toda iniciativa para ordenación y mejora
de la ciudad; pudo superarse, no sin dificultad, esta negligencia y
realizarse la Avenida Marítima. Pero todo ha sido inútil para llevar
a cabo el Plan de Ordenación Urbana. Sospechamos, teniendo
presente la anarquía constructiva y el pésimo gusto que prevalece
en aquello capital, que no se trata precisamente de negligencia.
En marzo de 1963 publicó «La Tarde» un grupo de artículos
muy interesantes suscitados por D. Carlos Lugo y Sosvilla, de La
Palma, al hacer notar la política absorbente de ciertas esferas de
Santa Cruz de Tenerife, en trabajo publicado por «Diario de
Avisos». En «La Tarde», sus conceptos fueron rechazados ásperamente
por Alfonso García-Ramos, al que replicó en tono análogo
el Protestan, mote con que se encubrió, de primer momento, el
Sr. Lugo. En la contraréplica García-Ramos califica a su oponente
de ¡«persona poco grata a Tenerife»! AI fin, pláticas de familia,
pero en las que hay que ver un fondo de razón; la tendencia absorbente
de las capitales es tal vez un fenómeno inevitable —a él se
trató de oponer el principio federalista americano—, pero no
220
debe extrañar que esa tendencia provoque naturales reacciones
defensivas.
En «La Tarde», desde el 27 de febrero de 1963, inició Vicente
Borges un reportaje sobre la Isla del Milagro, como llama a
Lanzarote; pero lo que más nos interesó fueron las tres primeras
crónicas dedicadas a Graciosa, una La Abuela, sobre las patriarcales
o, acaso mejor, matriarcales costumbres de la pequeña isla (1°
de abril); en 1° de abril aparece la respuesta de Leoncio Afonso a
una encuesta que dio lugar a otras, acerca de la suerte de la calle
del Castillo, en Santa Cruz; pero esta nos parece más interesante:
defiende atinadamente la necesidad de una calle para las personas,
si bien no admite la idea de los soportales, que nosotros no estimamos
desacertada, reducida a una crujía y sin derribo de las
casas; en 26 de mayo, Francisco López Estrada escribe En el mar
hacia Canarias y algún trabajo posterior, en que no deja de hacer
justas observaciones a fantasías nuestras.
Del 29 al 2 de mayo de 1963, Manuel Perdomo Alfonso, liace
en Noticias hisióricas de la Fiesta Mayor de Santa Cruz de Tenerife,
un verdadero trabajo de investigación que demuestra tanto
la antigüedad de las celebraciones de la Cruz en el lugar y puerto,
como la modernidad, 1892, de las fiestas oficiales cadañeras de
mayo, como fiestas de la ciudad.
El 12 y 16 de mayo, Elias Ramos también es crítico en Una
festiva tradición que se va perdiendo. Fiestas pasadas por taquilla;
en 21 de agosto. Manuel Perdomo Alfonso escribe Viera y Clavija,
primer periodista de Canarias. En fin, en 2 del mismo mes de
1963, Agustín Correa Viera, Licenciado en Economía en Lausana,
comenta la Memoria de la misión comercial de la Cámara de Comercio,
Industria y Navegación de Santa Cruz, a diversos países
africanos, en otoño de 1962. Perspectivas estimulantes, pero creemos
que más bien ilusorias, mientras se basen exclusivamente en
el crédito que conceda el ingenuo proveedor.
Varios artículos sueltos en 1964: L. Diego Cuscoy, Tres hierbas
que en pleno invierno florecen en los campos de la isla. El Jara-mago,
la maravilla y la trevina («El D!a», 15 de febrero); Almadi,
Arquitectura y carpintería, en que celebra el ennoblecimiento que
la madera presta a ciertas construcciones actuales, esto después de
tantos anatemas contra la tradición canaria («La Tarde» 28 de
abril); Andrés Orozco Maffiotte, Cuatrocientos setenta años después
de la primera cruz en tierras de Añaza, bello trabajo de
exaltación patriótica; pero, ¿no podrían los publicistas enterarse ya
de que el nombre del Lu^ar de Sinti Cruz, antes de su fundación,
era Añazo? («El Día», 3 de mayo); Juan A. Padrón Albornoz,
Una vieja ancla («La Tarde» 11 de mayo). Y a propósito, ¿no se
221
podrá saber qué ha sido de esta ancla, acaso nelsoniana? ¿Para
qué sirve el Museo de Paso Alto? Gilberto Alemán escribe con
tanto valor como ag^idezn ¡Prohibido opinar sobre pintura! en »EI
Día», 16 de mayo. En efecto, nosotros hemos ya renunciado a
opinar sobre temas tan peligrosos. S. L. (<Salvador Lujan»), Cincuenta
y cinco días en Pekín, tema al parecer cinematográfico,
pero de mayor enjundia, pues recogiendo textos de Martínez Viera,
en el mismo diario en 23 de marzo del año anterior y otro
reciente de Federico Olivan en «ABC», se reivindica la acción del
tinerfeño embajador D. Bernardo Cólogan, en ocasión de la rebelión
de los boxers («La Tarde», 18 de mayo); José Rodríguez Bárrelo,
Temas turísticos, Aún no hemos perdido el autobús, sobre la
ventaja que lleva el Puerto de La Cruz al resto de la Isla en estos
aspectos («La Tarde», 20 de mayo); Almadi, Taco, el barrio descolorido,
sobre la falta de continuidad de ciertas realizaciones
(«La Tarde», 20 de mayo); Ramón González de Mesa,/4/mac/i i/
Tesesinte, reivindicando este bello nombre guanche, injustamente
agraviado por el conocido escritor (ídem 24 de junio); Elfidio
Alonso, A tres columnas, de «El Día» 24 de julio, sección que el
crítico dedica de ordinario a cine y televisión, pero que esta vez
consagra a las seguidillas, las parranderas y lo autóctono, con
interesante información.
«El Día» de 21 de julio trajo un importante reportaje de Antonio
Martí, Apuntes para la historia del transporte en Tenerife, de
la muía al microbús, pasando por el "coche de hora*, además notablemente
ilustrado.
Luis Alvarez Cruz, en su sección Las manos en el teclado,
en «El Día», trató de Más calles y otros temas entrañables; lo que
dio lugar a Elias Serra a escribir Nuestras calles y sus nombres, en
6 de agosto siguiente. Por cierto que no todo era exacto en su
información, pues el nombre de la calle de la Silla no viene de la
episcopal, sino de Cilla, esto es, depósito del grano decimal, que
la pronunciación canaria no permite distinguir. Otro notable reportaje
de Antonio Marti aparece en «El Día» de 7 de agosto:
El Valle de Taganana, en el gran espinazo de Anaga. Luis Diego
Cuscoy publicó en «ABC» y «La Tarde» reprodujo Para la biografía
del Teide (14 de agosto); Luis Castañada, El hundimiento de
un veterano, acerca del naug'ragio del «Nicolás», «La Tarde», 29
de agosto; María África del Rosal, La Gomera, nueva meta de turismo,
«La Tarde» 29 de agosto v, también de tema de actualidad
setembrina, Enrique Roméu, La Gomera, auténtica realidad, disertación
de la V Semana colombina, «La Tarde» 15 de septiembre.
Domingo Manfredi Cano, en «El Día» de 6 de ese mes, publica su
pregón de las fiestas del Santísime Cristo, Una ciudad que es obra
222
de la voluntad y de la inteligencia. María Rosa Alonso, en Otra
vez Antonio de Viana, lamenta que aparezcan, a veces, como novedades,
datos divulgados hace ya mucho tiempo; es cierto, pero tal
vez es más de lamentar el caso contrario, el de que datos publicados
sigan, de hecho, ignorados («La Tarde», 1° de septiembre).
J. M. de Taoro, profesor de nuestra facultad, colaboró al recuerdo
unamunesco, con Don Miguel contra Donjuán («La Tarde», 17 de
septiembre). Sobre el mismo centenario, Víctor Morales (Id. 29 de
septiembre) y José Manuel Pérez Borges (15 de octubre).
Antoino Abad Arencibia Villegas, San Diego del Monte: un
convento y una Virgen, «La Tarde» 18 de noviembre; y en el mismo
diario y fecha, de nuevo Víctor Morales Lezcano, Sobre literatura
canaria.
De la prensa de Gran Canaria, anotaremos una carta abierta
de D. Manuel Socorro a nuestro critico literario D. Sebastián de
La Nuez, que demuestra por lo menos falta de serenidad para resistir
un juicio a que está expuesto todo el que escribe para el público
(«Falange», 15 de febrero de 1963); Martín Díaz, en 9 de diciembre
y «Diario de Las Palmas», habla de los olivos de Temisa, el pueblo
que obtuvo un cuantioso premio del Cabildo por su pulcritud; Néstor
Álamo, en el mismo diario, 8 de abril de 1964, publica El templo
gótico de San Pedro Mártir en Telde no debe desaparecer; tenemos
entendido que se ha hallado fórmula para ello. El mismo Néstor,
en 28 de julio, escribe sobre La futura Basílica del Pino y sus
circunstancias previas. Nosotros vemos el problema con inquietud,
pues el momento actual es pésimo para planear una obra artística
de categoría, y los comentarios de nuestro amigo Álamo no nos
tranquilizan del todo. Tenemos miedo que se pretenda inventar
algo, y esto es peligroso. No obstante no hay que desesperar: en
el «Diario», en octubre, vimos unos diseños de unas casas construidas
por la Caja de Ahorros provincial, para sus funcionarios,
y muestran un adecuado estilo tradicional, que se adapta perfectamente
a necesidades actuales; en fin, «Pío Cid», en 5 de octubre,
comenta el libro Unamuno y Canarias, de nuestro amigo Sebastián
de La Nuez.
En «Falange», luego «Eco de Canarias», 1963, tenemos anotados
estos artículos de D. Sebastián Jiménez Sánchez: en 5 de enero
sobre el Obispo Bernui Zapata (1925-30); Aparece en la iglesia de
N° Sra. del Pino, de Teror, una pila bautismal defines del siglo XVI,
27 de feb rero; Presencia e influencia de la pintura de Rubens en
Gran Canaria, 31 de marzo; El capitán Miguel de Múxica y el descalabro
de Ajodar, 28 de abril; La festividad del Corpus Cristi.
Algunos antiguos datos . . . , 12 y 13 de junio; Sardina del N., Caleta
de Arriba, antiguos puertos naturales de la entonces Real Villa
223
de Gáldar, en «Eco de Cananas> 4 y 5 de julio; Presentes y exvotos
a la Virgen del Pino, 8 de septiembre; Nueva aportación a la iconografía
de la Virgen del Pino, 15 de septiembre; Libros canarios,
Compilación de artículos referentes alas órdenes franciscanas en
Canarias, 5 de octubre, sobre el del P. Inchaurbe; Bodas de Diamante
del Monasterio Cisferciense de San Ildefonso en la villa de
Teror, 2 de noviembre; A propósito de la restauración de las tablas
flamencas de Agaete, 9 y 10 noviembre. Otros muchos tocan a
crítica de arte, materia en la que no entramos. Y no tenemos relación
de trabajos de 1964, en este momento.
De prensa europea, casualmente citaremos un artículo de
Maurice Lannou, La lefon des lies Cañarles, en «Le Monde> de 4
de diciembre de 1962; y la información del profesor André Classe,
ya conocido de los lectores de esta Revista, El lenguaje silbado de
Gomera (Canarias) y Kuskoy (Turquía), en «España Semanal» de
13 de septiembre de 1964.
Por el f u e g o y por el h i e r r o perece paulatinamente la
herencia patrimonial de estas islas. Descuido, que no vacilaremos
en calificar de criminal, por un lado, despreocupación e insania, no
menos culpable, por el otro, cooperan a cual más. Con verdadero
dolor, aumentado por la impotencia de todo remedio, contemplamos
en 2 de junio de 1964 la pira ardiente de nuestro templo de
San Agustín, de La Liguna. Una vez prendido el fuesro, apenas se
pudo conseguir más, y fue mucho, que no se propagase por la
ciudad y en primer lugar por el antiguo convento, hoy Instituto de
Enseñanza Media. De causas y responsabilidades, como siempre,
no se habló siquiera, el delito de arsia, uno de los más castigados
en la Edad Media, ha desaparecido de nuestros códigos o, lo
que es más, de nuestras costumbres.
El templo destruido no era muy antiguo; se levantó, por la
voluntad y constancia de Fray Antonio Jacob Machado, Provincial
de la Orden de San Agustín, entre 1757 y 1784, año en que se
consagró por el mismo fundador, que moría a los pocos días.
Pero tal vez por lo mismo que era el más nuevo de los grandes
templos laguneros con cubierta de artesonado de tea, era también
el mejor, el más cómodo, luminoso, acogedor. Así, con preferencia
tanto al templo catedralicio como a los dos parroquiales, era el
preferido de los devotos laguneros para las prácticas corrientes
del culto. Inútil es decir que su reconstrucción es hoy imposible;
ni siquiera es probable el esfuerzo de construir otro templo diferente,
en su lugar, pues afortunadamente la ciudad no carree de
templos capaces y numerosos para que su necesidad, como tal, se
224
haga sentir. Pero su pérdida es una herida irreparable en nuestro
tesoro tradicional; de los cinco grades templos de su estilo que
poseyó San Critóbal de La Laguna, dos han ardido totalmente,
San Miguel de las Victorias y San Agustín; otro, los Remedios,
gravemente comprometido al dotarle de una cúpula para la cual no
tenía cimientos ni estructuras adecuadas, tuvo que ser derribado
por ruina. Quedan ya sólo la Concepción, el más antiguo, y Santo
Domingo, ¡que Dios los guarde!
El hierro del pico de demolición no se muestra menos activo,
si bien se ceba en edificios civiles y particulares; Santa Cru¿ ha
visto desaparecer en estos años la mayoría de sus prestigiosas
casonas del siglo XVIII, casa Hardisson, casa Quintero, ahora le
toca el turno al Hotel Camacho; pero todavía más se echan de
menos los conjuntos, compuestos en su mayor parte de obras más
reducidas, como la que encabezaba la Plaza de Candelaria. Y, como
se ha dicho ya públicamente, el nuevo caserío que las sustituye
está lejos de ser su equivalente en estilo «funcional>. Son obras
fáciles, de materiales pobres.
Todavía otras riquezas perecen bajo el suplicio del fuego: el
23 de agosto de 1964 un incendio forestal catigaba el ya desolado
pinar de Vilaflor. Se acudió pronto y el calvero resultante no fue
grande, pero alcanzó uno de los ejemplares famosos que todavía
quedaban, el llamado Pino del Beneficiado. «Almadi>, al día siguiente,
y S. L., el 1° de septiembre, le dedicaron un recuerdo.
¡Y a otra cosa, que más no hay que hacer!
Graduados e n F i l o s o f í a y L e t r a s . He aquí la lista de
los que lo han sido estos dos años (En febrero de 1963 se graduaron
los Sres, Kreisler, Mayor y Arencibia y la Srta. Cubillo,
pero de ellos ya dimos noticia en el volumen anterior).
En 28 de junio se licenciaron en Filología Románica:
Srta. Tomasa E. García Castro, Aprobado.
Don Angélico Alonso Albelo, El mar en Góngora, Sobresaliente.
Don José Luis Mederos Aparicio, El antiguo convento e iglesia de Santo
Domingo de Guzmán, Notable.
Don Evaglio Sánchez Alvarez, Sobresaliente.
Srta. María Concepción García Padilla, Leonor, objeto de ensueño en la obra
de Machado, Aprobado
Srta. Maria Teresa Ojeda Guerra, Estudio histórico-ariistico de la Iglesia de
Santiago Apóstol de Gáldar, Notable.
Srta. Maria Isabel Santana Perdigón, Abastecimiento de aguas de La Laguna,
Aprobado,
225
Srta. Amelia Cabrera Núñez, La fragmentación dialectal del asturiano.
Sobresaliente.
Srta. Clorinda Martínez de la Peña Guzmán, La pintara en Icod de los Vinos,
Notable.
En septiembre de 1963 se graduaron:
Srta. Guadalupe Gómez Gómez, Iglesia y antiguo convento de Santo Domingo,
La Orotava, Sobresaliente.
Srta. Elena Ojeda Pérez, Ornamentos sagrados en la catedral de Las Palmas,
Notable.
Srta. Constanza Pérez Lecuona, El modernismo en la arquitectura de Santa
Cruz de Tenerife, Notable.
Sra. María Dolores Rivero Ceballos, La arquitectura en Santa Cruz de Tenerife
en el siglo XIX y Don Manuel de Oraa, Aprobado.
Srta. Irene García Gutiérrez, Los ornamentos sagiados en La Laguna,
Aprobado.
Graduados, siempre en Filología Románica, en 1" de julio
de 1964:
Srta. Josefa Medina Sanabria, Los franciscanos en Las Palmas de Gran
' Canaria, Notable.
Srta. Rosario García Álamo, Historia de la parroquia del Sauzal y su iglesia.
Notable.
Don Cristóbal Santana Rodrísfuez, La iglesia parroquial de San Sebastián
de Agüimcs, Notable.
En la convocatoria del 17 de octubre se graduaron:
Don Afrodisio Gómez del Cura, El mar en la épica religiosa española.
Notable.
Srta. Adelina Déniz Cabrera, Iglesia del Evangelista San Marcos, Tegueste,
Notable.
Srta. Maria Teresa Sádaba Cabrera, El mor en la poesía de Quevcdo,
Sobresaliente.
Total, 17 en 1963 y 6 en 1964.
Además, caso raro, debemos registrar algunas tesis doctorales,
que en nuestra Facultad, por razones poco claras, son muy poco
frecuentes.
En febrero de 1963 leyó su tesis doctoral el Ilustre Sr. D.Joaquín
Artiles Santana catedrático de Institutos e Inspector de En-zeñanza
Media. Versó sobre Los recursos literarios de Berceo y fue
226
calificada de Sobresaliente por el Tribunal constituido por los catedráticos
Dres. Navarro (presidente), Balbin, López Estrada, Catalán
y Várela.
En enero de 1964 D. Domingo Martínez de la Peña y González
leyó su tesis ante el Tribunal presidido por el Dr. Diego Ángulo
Iñíguez, de la Universidad de Madrid, y constituido por los Dres.
Enrique Marco Dorta, de la de Sevilla, Elias Serra Ráfols, Juan
Alvarez Delgado y Jesús Hernández Perera, de La Laguna. Versó
sobre El arte mudejar en Canarias y fue calificada de Sobresaliente
con opción a Premio Extraordinario.
P e s o n a l d e l a Facultad.—Sin entrar en detalles administrativos
daremos cuenta de los cambios experimentados del fin del
curso 62-63 al inicio del 64-65. Ya hemos dicho que el Decanato,
que venía desempañado por el Dr. Hernández Perera, al pasar este
a ocupar el Vicerectorado, recayó en el Dr. Várela Iglesias. La
Secretaría de la Facultad vacó por ausencia del Ldo. D. Antero
Simón y fue designado para ella el Ldo. Don Jacinto Alzóla.
El cuadro de catedráticos, bastante completo, hasta número
de seis en 1963, ha quedado deshecho, con lamentables vacantes
en cátedras esenciales para la Sección de Románicas que aquí se
profesa. Ausente ya el Dr. Galmés, luego han sido baja el Dr. Catalán
y, en fin, el Dr. Alberto Navarro, que era ya una constante
de nuestras aulas. Si no podemos lamentarlo, porque las ausencias
responden a aspiraciones legítimas de estos compañeros, no
podemos dejar de registrar el hueco que dejan, que como siempre
llenarán con eficacia superior a lo común nuestros profesores Adjuntos
y Encargados de Curso.
También entre estos ha habido sensibles bajas, afortunadamente
debidas a la misma causa de promoción en su carrera
docente: D. Antero Simón González ha pasado a dirigir el Instituto
de Estudios Hispánicos de la Universidad de Bahía, en Brasil;
D. Sebastián Sosa Barroso ganó por oposición cátedra en el Instituto
de Arrecife, del que ocupa también la dirección; la Srta.
Emilia Alvarez también pasó por oposición a Institutos, primero
a Santander, luego a Santa Cruz de La Palma. En cambio sólo
podemos apuntar, como compensación, que la creación de la nueva
Sección de Filología Moderna, Subsección de Cultura Inglesa, ha
dado lugar a la incorporación, junto con las vacantes señaladas,
de algunos profesores nuevos: la Lda. Amelia Cabrera Núñez,
Mrs, Patricia Wateridge de Hall, la Lda. María Luisa Tejera Morales,
la Dra. María Jesús Pérez Martín y los ayudantes de prácticas
Dra. Concepción Martínez Figueroa, Dr. Víctor Morales Lez-cano,
Lda. Manuela Rancel Santiago, Ldo. Eudoxio Hernández
227
Ortega, Ldo. José Luis Mederos Aparico, Lda. María Teresa Sá-daba
Cabrera y Lda. María del Carmen Darías Pérez.
Más sentimiento que aquellas ausencias produce tener que dar
noticia del fallecimiento de un fiel y antig^uo servidor de esta casa;
ya jubilado desde algunos años, y en precario estado de salud desde
poco después, murió, en 20 de diciembre de 1964, D. Luciano
Alvarez González, el único superviviente que quedaba del personal
de la Universidad en 1926, cuando llegó a ella el Director de
esta revista, que escribe estas líneas.
Filatelia.—Hubo estos años exposición filatélica, pero cae
fuera de nuestras curiosidades. Mas otra curiosidad del mismo
ramo nos ha llamado, con mucho retraso, la atención: mientras en
Canarias corren únicamente los sellos de correos de tipos generales
españoles, sin ninguna alusión a las Islas, que hayamos visto,
en la provincia de Sahara se han emitido series de sellos propios
y, entre ellos, ¡algunas de tema canario! Así los dos que reproducimos
ampliados, del día del sello 1961, que representan a nuestros
D. Diego de Herrera, señor consorte, por su esposa D' Inés Pera-za,
de las Islas de Canaria, y D. Alonso Fernández de Lugo, el
Adelantado de Canarias y conquistador de La Palma y Tenerife.
Habrán sido escogidos por fundador de la Torre de Santa Cruz de
Mar Pequeña y como Capitán General de la Berbería desde el
Cabo de Aguer hasta el de Bojador respectivamente. Naturalmente,
como no hay retratos de ellos, las imágenes dibujadas en los
sellos no pueden ser ni aproximadas; sólo se ha procurado darles
ambiente por el atuendo, el primero de armadura inspirada al
parecer en una figura corriente de Hernán Cortés, el segundo en
traje de corte, tomado tal vez de figuras del Rey Católico o de
Gonzalo de Córdoba. D. Diego es pintado con barba completa,
mientras que D. Alonso va perfectamente afeitado; pero aquel fue
hombre del siglo XV, época en que dominó la moda italiana del
rasurado, mientras nuestro Adelantado alcanzó ampliamente el siglo
XVI con el restablecimiento de las barbas, si bien por entonces
D. Alonso tendría adoptado uno u otro tipo ya por vida. Todo
cabe, pues los documentos nada dicen de estas intimidades, ¡tan
aparentes!
De Arqueología.—Salvas las excepciones que recordaremos,
!a labor arqueológica en las siete islas se ha limitado estos
años a las excavaciones y exploraciones de urgencia, impuestas
por el hallazgo casual de nuevas cuevas sepulcrales, que son en
seguida destrozadas, pero que si llegan pronto a conocimiento de
228
los Delegados provinciales del Servicio dan lugar a un intento de
salvamento de los restos. Por lo general son de escaso interés, pues
no suelen añadir nada a lo que sabíamos sobre prácticas funerarias
aborígenes. Sólo mencionaremos una del Barranco del Pilón en
San Migue!, Tenerife, que proporcionó un cuidado enterramiento
de niño; el hallazgo, por el estudiante D. Antonio Concepción, en
término de La Matanza de la misma isla, de una excavación en roca,
en forma de planta de pie, curiosa, pero que por ser única hasta
ahora y carecer de relación con otros restos no puede ser valorada;
en La Palma, en la montaña de las Tabaibas junto a San Simón,
término de Mazo, fue puesta al descubierto y vaciada una
necrópolis indígena, de la que ya de tiempo se habían notado
indicios; al parecer estuvo en una cueva, más tarde desplomada.
Personas de buena volutad levantaron los restos y recogieron alguna
cerámica y otros útiles que acompañaban a los cuerpos y aun
anotaron algunas circunstancias de su disposición junto a ellos.
Una noticia de segunda mano, de Domingo Acosta en «La Tarde»
de 2 de octubre de 1963, es el informe más completo que ha llegado
a nuestra noticia, ilustrado con una foto que recuerda una
animada gira campestre. En Lanzarote el hallazgo de objetos
diversos, entre ellos un tesorillo de monedas, con ocasión de
trabajos de adaptación turística de la Cueva de los Verdes, objetos
conservados en el Cabildo Insular, pero todavía no inventariados
ni estudiados. En Gran Canaria, fueron exploradas por el
Delegado Provincial, las localidades de La Laja y de Los Mon-dragones,
término de Guía, que aunque ya saqueadas y por tanto
con poco o ningún ajuar, ofrecen interesantes dispociones conseguidas
con la labra de la roca natural, según costumbre de los
canarios aborígenas: escalones tallados, un almogaren o santuario
con canales y cazoletas, restos de casas circulares; otro conjuntos
arqueológico en la costa norte, en Falairaga: cuevas de habitación
y funerarias, una casa elíptica, un tagóror y una gran cueva natural
(52 m. de fondo) labrada con alacenas, claraboyas, etc.
Siguiendo loable costumbre, el Sr. Jiménez Sánchez dio cuenta
puntual en la prensa de estos hallazgos («El Eco de Canarias»,
23 de febrero y 13 de mayo de 1964). Otra cueva funeraria fue
explorada en septiembre por el mismo Delegado en el Barranco
de Tazartico, en los «beriles del tablero» frente a la célebre
montaña de Ajodar, que diz que es llamada hoy Montaña de Lobas
o de Eslobar; cerrada con un múrete medio derruido, conservaba
dos enterramientos, al parecer intactos, con sus sudarios
de cueros y juncos y algunos objetos de ajuar. Dio cuenta
«Diario de Las Palmas» de 22 de septiembre de 1964. De otras
exploraciones de urgencia, en varias islas, sin resultado apreciable,
229
nos abstenemos de hablar, pues su única utilidad es la de señalar
un punto más en el mapa arqueológico que llevan las Delegaciones.
En cambio enumeraremos las exploraciones resultado de plan
previo de los mismos Delegados.
En LA PALMA: el Delegado Insular, Sr. Rodríguez Martín, hizo
un detallado inventario de los sitios entre el Barranco de Fernán-do-
Porto y el pago de Santo Domingo de Garafía, donde aparecen
grabados rupestres de los cuales había referencias, pero que
ahora quedan concretados en once grupos, señalados en el mapa.
Ello evitará, si se divulga como deseamos, que se sigan realizando
redescubrimientos, como ocurre a menudo. El Delegado provincial,
por su parte, Sr. Diego Cuscoy, ha realizado una última campaña
en Belmaco, interesantísima estación ya sólo pendiente de una publicación
adecuada; ningún detalle hemos de adelantar, pero sí
insistir en su inmediata redacción. En esta isla el problema de un
Museo Arqueológico digno de tal nombre sigue sin resolver y es
urgente, pues de otro modo habrá que disponer la salida de la
Isla de los materiales de esas excavaciones, contra la voluntad
local y contra el interés de todos. Además se da el caso de que
locales utilizables no faltan, sólo falta la buena voluntad de parte
de los responsables.
En TENERIFE: terminóse también la exploración de la cueva
sepulcral en el interior de una bomba volcánica, en Llano de Maja,
y que en su día suministró interesantes detalles, entre ellos del
uso de las pelotas de piedra como armas, hecho confirmado recientemente
por un documento.
En GRAN CANARIA: corresponde a este periodo la excavación
completa del poblado canario y conjunto de santuarios, tagóror y
otros recintos de Tauro Alto, Veneguera, término de Mogán. Aquí,
como en todas partes, el Sr. Jiménez ha dispuesto la señalización
de las ruinas. En 1963 se realizó también la excavación, más breve,
del poblado de Tirma. Ambas localidades serán objeto de Memoria
especial, la primera ya publicada por la Dirección General
al escribir estas líneas, agosto de 1965.
La eficacia de esta señalización para defensa de los restos, es
muy relativa, como se probó a comienzos de 1963 cuando los famosos
túmulos de El Agujero, en la marina de Gáldar, los primeros
que fueron aseados y rotulados, estuvieron a punto de ser
arrasados por las excavadoras de una empresa privada. Se pudo
evitar el daño y se reparó —en lo posible— pero la vecindad de
un nutrido barrio, construido sin regla ni precaución alguna entre
las ruinas mismas, promete un fin aciago. El interés privado siempre
prima sobre el público . . .
De LANZAROTE hay que referirse a la visita en marzo de 1964,
230
de los profesores universitarios Srta. Manuela Marrero y D. Domingo
Martínez de la Peña, con misión de cuyos resultados sólo
podemos aludir a la comprobación de la naturaleza de ciertos
«túmulos» denunciados por D. Telesforo Bravo en el norte de la
Isla. Se sospecharon sepulcrales, aunque inusitados por su forma
cuadrangular, pero se verificó que eran simples embalses o maretas
dispuestos para abrevar el ganado y que los arrastres han colmado
y convertido en cubos de tierra sostenida por los muretes
en tres de los costados. Hoy se deshacen para aprovechar esta
tierra vegetal, pero es más de lamentar que la misma suerte ha tenido
la famosa mareta de Teguise, verdadero monumento histórico
y que además deja sin protección contra súbitas avenidas un numeroso
barrio de casitas.
El publicista y entusiasta aficionado D. Agustín de la Hoz
hizo una exploración minuciosa de la zona del Jameo del Agua y,
además de varios otros indicios de vida indígena, halló restos de
una tercera «quesera» —véase foto parcial de ella— que prueba
ya que tal dispositivo debió ser normal en las majadas pastoriles
de los mahos de Lanzarote. De todo ello levantó plano de situación,
que ofreció a la Delegación de Zona. También hizo una
completa exploración, con plano utilizable, de la famosa Cueva
de Zonzamos; y en Degollada, de Yaiza visitó unas «casas hondas
», tal vez las primeras que pueden calificarse como tales en
Lanzarote.
Por último, el hallazgo más inesperado y a nuestro modo de ver
sensacional tuvo lugar en aguas de Graciosa, en octubre de 1964.
Unos pescadores deportivos submarinistas de Las Palmas, a bordo
de nave capitaneada por D. Manuel Aguiar, llegaron a la caleta
de Montaña Amarilla y en los fondos de su playa de ¡a Cocina
D. José Urriza dio con una ánfora antigua en buen estado, que
extraída se llevó a Las Palmas, y se dio noticia de ella en «Diario
de Las Palmas» de 5 de aquel mes. Conocido el hecho por el
Delegado de Zona, D. Elias Serra, consultó sobre la posible clasificación
del hallazgo a varios especialistas en cerámicas antiguas y,
en fin, tras dar amplia información del tema al público local en el
*Eco de Canarias» del 12 febrero del siguiente año 1965 —aunque
alguno de los consultados ya se habia adelantado a divulgarlo
desde la prensa de Madrid—, dio noticia a los círculos arqueológicos
desde «El Miliario Extravagante», número 8, del siguiente
marzo, revista técnica que aparece en París. Sin repetir la parte
informativa, damos a continuación el comentario del Dr. Serra,
nuestro Director, acerca de los indicios obtenidos sobre este tipo
de ánforas:
231
LA PRIMERA ÁNFORA ROMANA HALLADA EN CANARIAS.—Una
primera impresión dejaba en grandes dudas sobre la época que
podía atribuírsele; no era una ánfora ordinaria romana de las que
llevaban en cargamentos de cientos o millares las naves onera-rias
o de carga de la antigüedad, como envases de artículos de
consumo corriente, vino, aceite, salsas, caso en que se daba al
envase una forma adecuada para ocupar el menos sitio posible al
estibarlo en las bodegas, sino que es un recipiente de hombros
casi llanos y por tanto de ancha panza, que por abajo se prolonga
y termina en embudo, que da al conjunto considerable elevación,
pero reducida capacidad en relación a ella. Tiene 65 cm. de altura,
36 cm. de diámetro máximo y tiene cuello más bien estrecho
y dos robustas asas que van del borde a los hombros, sin alcázar
la total anchura de estos. Sin duda esta forma anómala inclinó
a sus inventores a clasificarla como fenicia, puesto que se apartaba
del modelo clásico romano. De las personas consultadas, la más
diligente en contestarme fue la directora del Museo de Navarra,
Dra. Mezquíriz, especialista en cerámicas hispano-romanas; me
decía que la forma especial de embudo era propia de piezas tardo-romanas,
si bien la forma de la boca y hombros le era menos
conocida; luego, entre otras contestaciones substancialmente coincidentes,
recibí la más concreta del profesor Fierre Cintas, autor
de un álbum de formas cerámicas púnicas o fenicias, que ya
poseía yo, adquirido por si las moscas nos traían algún día piezas
de aquella procedencia, pero en el cual no había visto ninguna
bastante análoga a la hallada. Cintas es el primer especialista en
cerámicas púnicas, pero también consumado conocedor de los tipos
que con más frecuencia salen en excavaciones de la antigüedad
mediterránea, y también atlántica, pues ha excavado en Mogador
y otras estaciones marroquíes; él me ha dado una clasificación bien
fundada en datos concretos y coincidente con la de la señora
Mezquíriz.
Nuestra forma es corriente en todas las costas del Mediterráneo
oriental y africano, esto es, en todos los países que fueron un
tiempo área del comercio fenicio; pero de hecho no se encuentra
entre cerámicas muy antiguas, sino junto con materiales tardíos, de
época bajo-romana; de manera que por más que pueda ser una
forma de ánfora bastante antigua en oriente, su divulgación fue
tardía y no es prudente suponer nuestro ejemplar más antiguo del
siglo III o II después de J. C; esto es, de tiempos romanos del
Imperio tardío o medio, a lo más. Me dice Cintas que conoce esta
forma de Utica, con materiales de estos siglos, o sea «neopúnicos».
Ha aparecido en todo oriente, hasta en la misma Atenas, en las
excavacaciones del Agora, ¡pero en niveles de restos romanos, no
232
griegos! De uno de los ejemplares me da la descripción técnica
tomada de la publicación americana de aquellas excavaciones, que
coincide del todo con el nuestro, salvo que éste es algo mayor, lo
que interesa, porque demuestra que la nave donde se usaba era
también mayor, como vamos a ver.
En efecto, es interesante la razón de este tipo de ánfora: no
se trata de vaso meramente destinado al transporte de mercancías
líquidas o en grano, para lo que usaban aquellas ánforas casi
rectas y cilindricas que se hallan abundantes en los fondos costeros
del Mediterráneo, pues al cargarlas o descargarlas era frecuente
que alguna se perdiese en playas y puertos; sino que pertenece al
tipo de vasos para suministro de los mismos marineros de las naves
que los traían. Se hincaba la punta en un agujero de una tabla
longitudinal, la sobrequilla (o paralela a ella) en el fondo de la
nave, y los anchos hombros asomaban por una abertura redonda
reservada a este fin en el puente o entrepuente; así se podía
sacar en cualquier momento la cantidad de líquido que hiciese
falta con un achicador o cazo de larg^o mango. Era un depósito
con pie para mantenerlo al nivel conveniente y en posición estable,
que dejaba debajo espacio hasta para circular o almacenar
otros géneros.
¿Qué interés tiene esta pieza para nosotros? Es la única
o la primera conocida en Canarias —en el momento de escribir
estas líneas se nos habla de otro hallazgo, de un trozo de ánfora
en Lanzarote, pero no sabemos más de ello—. Por los clásicos
greco-latinos sabíamos que las Isla;; fueron conocidas desde la antigüedad,
pero prueba material de este contacto no existía. A
diferencia del banco africano, las Islas no ofrecían interés para la
pesca, siempre escasa, y como aliciente para la presencia de navegantes
antiguos se pensaba más bien en la industria de la púrpura,
que habría dado el nombre de Purpurarlas a dos de ellas; pero aun
esto no es admisible, cuando sabemos que aquellas Purpurarías son
los islotes de Mo^jador, donde se han hallado restos abundantes
de esta industria.
Así hemos de pensar que la presencia púnica y romana en
Canarias sería esporádica, y de ahí la escasez de hallazgos que la
testimonien, así en mar como en tierra: apenas ahora ha sido identificado
uno. Y conviene observar que no es un indicio de comercio,
como ha insinuado, desde la prensa de Madrid, una de las
personas a las que informé de la buena fortuna de los deportistas
canarios; es una ánfora propia de los utensilios de a bordo de las
naves antiguas de tradición púnica (antes habrían usado odres u
otros recursos para el mismo fin). Unos marineros de época romana,
pero sólo Dios sabe de qué procedencia, tratarían de bajar
233
a tierra una de sus reservas de agua y tuvieron la mala suerte
de que se les fuese de las manos . . . ¡para fortuna nuestra!
El ánfora de Graciosa es una pieza de interés canario de
primer orden.—ELIAS SERRA RAFOLS.
En fin, terminaremos este noticiario arqueológico 1963-1964,
con referencia a la visita que a las Islas realizó el Excmo. Sr.
Director General de Bellas Artes, Inspector-Jefe del Servicio Nacional
de Excavaciones Arqueológicas, D. Gratiniano Nieto, en
inspección de las múltiples entidades locales que de su autoridad
dependen en Canarias; estuvo aquí a primeros de octubre
de 1964; el dia 1° visitó los Museos de Santa Cruz, el 2 estuvo en
la Universidad y recorrió algunas zonas del interior, como el Llano
de Maja y las Cañadas del Teide, y el dia 3 pasó a la isla de La
Palma. También visitó Lanzarote y Gran Canaria.
Castillos.—Los castillos canarios —de carácter generalmente
muy diverso de los que todavía prestigian los cerros y montañas
de España, pues no son aquí de origen medieval, sino casi todos
plataformas artilleras para defender algunas caletas y puertos de la
amenaza de los corsarios— van siendo, al fin, atendidos por las
corporaciones locales, pero no podrán darse por salvados hasta
que se les halle algún destino útil, lo que es difícil.
En Lanzarote se pensó destinar a museo el de San Gabriel en
Arrecife, pero después de intentar ampliar su interior, parece que
la ¡dea se abandona. Evidentemente es preferible para tal fin una
casa antigua y con carácter donada al Cabildo en Teguise y a la
que de momento se ha colocado ya un emblema más o menos heráldico
con la inscripción MusEo MARQUÉS AGUSTÍN DE HERRERA
Y ROJAS. NOS parece muy bien, pero todavía como uno de los
grupos de materiales a recoger en el futuro museo es el de los
recuerdos y utensilios marítimos, de tanta tradición en Lanzarote,
estos objetos tendrían un lugar adecuado en San Gabriel, en mitad
del puerto de Arrecife. A este problema dedicó un artículo, Castillos
de Lanzarote, el Sr. Serra, en «La Tarde» de 7 de enero
de 1964.
El castillo de Santa Bárbara, llamado un tiempo de Guanapay,
que domina a Teguise, ha sido discretamente restaurado y es bastante
visitado merced a una cómoda pista; es uno de los pocos de
silueta medieval en las Islas. En el sur de esta de Lanzarote, permanece
abandonada, pero en buen estado, la Torre del Águila; y
los restos de Rubicón, descubiertos en 1960, aunque fueron señalados
con un cartel, no tienen defensa, y probablemente lo mejor
sería volverlos a cubrir de tierra y arena, de lo que en parte se ha
i 234
encargado el viento. En Fuerteventura, merced al Sr. Alcalde de
La Antigua D. Antonio Berriel, que acompañó a los hermanos Se-rra
Ráfols hasta la Fuente Roche (abril de 1962), la que estaba junto
al Castillo de Richeroque, levantado por Juan de Béthencourt, se
pudo determinar el lugar de este castillo, pero no hay restos identificados
de él.
En Tenerife, fue objeto de atención el de San Miguel en Ga-rachico,
que por iniciativa del que fue gobernador de la provincia
D. Manuel Ballesteros se restauró exteriormente bajo la dirección
del Sr. Reyes Darlas. Librado casualmente de la destrucción de
aquel puerto, consumada por el volcán de 1706, no había sufrido
grandes daños, sólo abandono, que una obra sin maderamen soporta
bien. Luego se ha discutido su destino, y la idea, transitoria al
parecer, de dedicarlo a bar restaurante, no ha sido muy bien acogida,
con razón, pues no es adecuada ni sirve para ello. Pascual
González Regalado le de dedicó unas columnas en «La Tarde» de
24 y 29 de abril de 1963, en que trató ante todo de la historia de
su construcción y la de su alcaidía. Pero un estudio solvente de la
obra y su reparación no se ha podido obtener, aunque pedido.
En fin, una restauración análoga ha sido dedicada a la más
famosa y antigua de nuestras fortalezas, la Torre del Conde, de La
Gomera, escenario de actos rituales en las anuales fiestas colombinas
de septiembre en la Isla. Limpia ya de aditamentos, la Torre
luciría toda su maciza prestancia, si no la perjudicasen las tapias
demasiado altas que cierran los huertos que la rodean y cortan en
parte su perspectiva. La Torre fue estudiada hace años por D. Sergio
Bonnet {La feudal Torre del Conde en la Gomera, en «El Museo
Canrio», VII, 1946), pero también sería de desear ahora un informe
escrito de su reciente reparación.
Exposiciones histórico-artísticas.—En otro lugar hablamos
de la última celebrada, la de imágenes y cuadros de la
Inmaculada Concepción, reunida con motivo del centenario de
Zurbarán. Pero ha tenido buenos precedentes. El 21 de enero
de 1963 se abrió en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz una
colección de extraordinario interés, la Iconografía de la Virgen de
Candelaria, patrona de Canarias. La reunión de pinturas, esculturas,
grabados, medallas, etc. dio lugar a verdaderas sorpresas tanto
artísticas como históricas. Organizada por el Círculo con el beneplácito
del liustrísimo Sr. Obispo don Luis Franco Gascón y la
ayuda del Cabildo Insular, fue el alma de los trabajos don Jesús
Hernández Perera, como en todas estas exhibiciones de arte. Un
sobrio catálogo bien documentado recordará aquel conjunto clausurado
el 2 de febrero, fiesta de Candelaria. Un reportaje de
235
Gilberto Alemán en «El Día» de 24 de enero y otro de Olga Darías
en «La Tarde> del 21 constituyeron la contribución de la
prensa.
En septiembre del mismo año 1963 celebraron la Diócesis
Nivariense y el Cabildo Catedral de La Laguna el cincuentenario
de la consagración del magnífico templo mayor de Tenerife, digno
de su augusta misión sin que a ello embargue su modernidad y su
estructura a base de materiales moldeados, encofrados, decimos
ahora, en sustitución de la costosa y lenta cantería, tradicional para
esta clase de obras; ello fue un acierto, puesto que solo merced a
estos procedimientos se pudo afrontar semejante empresa. La Catedral
posee un rico tesoro de imágenes, en escultura y pintura, y
otros interesantes cuadros y objetos de culto, y una exhibición de
los mismos fue una acertada idea como parte de esta celebración.
También en el centro de su realización estuvo don Jesús Hernández
Perera, y un bello catálogo, impreso por el Instituto de Estudios
Canarios, da fe permanente de ella; el capitular don José
Trujillo Cabrera publicó una serie de notas históricas desde el
14 de agosto y don Enrique Roméu en un par de breves escritos
evocó las circunstancias de la creación del Obispado y de
la renovación de su templo, el que fue parroquia de N" Sra. de
los Remedios.
A propósito de imágenes, recordaremos aquí el hallazgo, en
un rincón (estos peligrosos rincones que esconden amenaza mortal
para nuestros templos de tea y que siguen criándose impunemente
en ellos) del Santuario del Santo Cristo de Tacoronte, de una
antigua imagen de piedra de Santa Catalina, probablemente la
primera que recibió culto en la ermita, luego parroquia del pueblo,
hoy «ciudad». Francisco Ayala en «El Día», 7 de mayo de 1963,
dio una bien informada referencia.
Actuaciones y éxitos de escritores y estudiosos
c a n a r i o s . Debemos registrar la designación del Dr. D. Antonio
Ruméu de Armas para la dirección de Instituto «Jerónimo Zurita»,
el organismo de Consejo Superior de Investigaciones Científicas
consagrado a los estudios históricos. El hecho de que un canario,
un tinerfeño, ocupe este puesto clave en nuestros estudios, no soló
es motivo de congratulación, sino que hace esperar redoblados
frutos en el campo científico que cultivamos en esta Revista. El
nombramiento le fue conferido por acuerdo del Consejo Ejecutivo
del C . S . L C . en 26 de abril de 1963. '
El premio «Leoncio Rodríguez», que concede el Ateneo de La
Laguna entre periodistas de la Isla, recayó en ese año en don Alvaro
Martín Díaz, bien conocido de todos con el anagrama «Almadi».
236
Un numeroso Sf upo de amigos y admiradores se reunieron con el
galardonado en fraternal comida.
Don Leoncio Afonso, nuestro colega universitario, asistió en
Madrid, en el mes de noviembre 1963, a los «Coloquios sobre la
Geografía Española», que vino a ser como un sucinto congreso de
geógrafos. Afonso representó inmejorablemente a las Islas, como
el más señalado especialista de ellas en la materia.