Varia
Loa a c t o s universitarios.—La solemne apertura de curso,
día 7 de octubre, tuvo su lección inaugural a cargo de nuestra
Facultad. La desarrolló el Dr. don Diego Catalán y Menéndez-
Pidal, sobre un tema de gran originalidad: El triunfo del amor en
la Castilla de mediados del siglo XIV. Tema tan sugestivo fue tratado,
además, a base de material en buena parte nuevo: las crónicas
portuguesas hasta ahora inéditas, que han venido a insuflar
nuevo hálito de vida a este periodo de la historia peninsular.
Alfonso XI de Castilla antepone, resueltamente, su pasión por
Leonor de Guzmán a toda consideración política o moral; ello le
crea una situación difícil ante su legítimo suegro el rey de Portugal
y ante la Sede Apostólica. La prueba de la invasión africana
le lleva a humillarse ante Dios, mediante pública confesión de sus
pecados; mas la victoria resonante que, con ayuda del mismo rey
portugués, obtiene en el Salado, le reviste de prestigio personal
suficiente para poder olvidarse de sus votos y hacer callar a todos
sus críticos. La lectura de oportunos fragmentos de época y sus
comentarios hizo todavía más atrayente la disertación del Dr. Catalán,
que fue muy aplaudido y felicitado.
Los Colegios Mayores «San Fernando» y «San Agustín» celebraron
también la inauguración de curso los días 8 y 14 de noviembre.
En el primero, tras palabras del colegial decano don
Antonio Castellano y la imposición de nuevas becas, el catedrático
de Derecho Administrativo Dr. don Rafael Entrena habló acerca
de Las grandes ciudades, sus problemas y posibles soluciones. En
el «San Agustín» el discurso estuvo a cargo del Dr. don Jesús
Hernández Perera, nuestro nuevo catedrático de Arte, que trató
de Cinco conquistas de la escultura contemporánea, entre las cuales
hizo destacar el papel de los artistas españoles Gargallo, Julio
González y Oteiza.
449
La Facultad de Ciencias tuvo su fiesta patronal de San Alberto
Magano el 15 del mismo noviembre. El Dr. don Antonio Civit Breu
trató de Las modernas calculadoras eléctricas: sus principios y aplicaciones.
Nueva* licenciada* en Letras.—Obtuvieron el grado
de la Licenciatura en Letras, tras brillantes ejercicios, las señoritas
Julia Gil López, Pilar Ruz Garcia, Sara Robayna Robayna, Iballa
Pinero Correa, Carmen Arocena González y Ana María Tejedor
Higueras.
La Tesis presentada por la señorita Gil López estudia El mar
en la poesía de Juan Ramón Jiménez, y las de las señoritas Pinero
Correa y Arocena González versan, respectivamente, sobre Aportación
a la morfología del Poema de Alfonso XI y El Manuscrito
aljamiado 9.06/ de la Biblioteca Nacional de Madrid (edición y estudio).
Las señoritas Robayna, Ruz García y Tejedor Higueras han
elegido temas canarios para sus estudios, con los títulos respectivos:
El léxico relativo al cultivo del vino en Tacoronte comparado
con el de Lanzarote; Aportación al estudio de las consonantes
implosivas del español canario; y Estudio del Auto famoso *Los
mejores peregrinos» de Fray Marcos de Alayón.
Expresamos a las distinguidas señoritas nuestra felicitación
más cordial.
Viaje* y conferencia* de lo* profe*ore* de nues-t
a Facultad.—Don Manuel Ballesteros, el catedrático gobernador,
es, como saben rtteestros lectores, uno de los docentes de
nuestra Facultad. Representando a España tomó parte en el
XXXIV Congreso Internacional de Americanistas, del que fue presidente
de honor y vicepresidente efectivo; la reunión se celebró
en Viena en julio. Estuvo también presente en el Congreso la
señorita Vicenta Cortés, antigua discipula del Dr. Ballesteros y
miembro de nuestro Instituto de Estudios Canarios, actualmente
profesora en la Universidad de Bogotá. Entre los acuerdos, se
recomendó al gobierno español la edición del manuscrito «Bermú-dez
de Castro» o «Códice del Museo de América», que en su día
dio a conocer don Antonio Ballesteros, padre de don Manuel.
También las noticias publicadas por el Dr. Cior&nescu sobre La-vino
Apolonio, el maestro de gramática flamenco que enseñó en
La Laguna en el siglo XVI y a las cuales se refirió en el Congreso
RHC, 17
450
el Dr. Ballesteros, suscitaron el más vivo interés. En él diario
«El Día», del 4 de agosto, Luis Alvarez Cruz dio amplia noticia de
esta participación española en dicho Congreso Americanista, a
través de una entrevista con el Dr. Ballesteros.
Don Diego Catalán ha sido de nuevo incorporado a una Universidad
americana para el curso presente; va a desarrollar cursos
de literatura española en Princeton (New Jersey), dejando un
evidente hueco en nuestras filas. Caso análogo es el del Dr. Cio-ránescu,
que se ausentó por uno o dos cursos, pues no podemos
creer que su vocación por los estudios canarios haya sido transitoria.
Estuvo aquí en septiembre para ultimar todo lo concerniente
ala edición del Diccionario Rumano que viene publicándole el
Secretariado de Publicaciones de esta Universidad; pero salió en
seguida para París, en donde el Centre National de la Recher-che
Scientifíque le subvenciona sus trabajos para la biobibliografia
de escritores franceses, de la cual el primer tomo, correspondiente
al siglo XVI, está ya publicado. Hay dos tomos más en proyecto.
De todos modos sigue manteniendo contacto con nuestras empresas
y, como exponemos luego, ha participado dos veces en las disertaciones
del Instituto de Estudios Canarios. Otro ausente temporal
es el Dr. Galmés de Fuentes; este profesor ha sido nombrado
director del Instituto Español de Munich; también desde alU sigue
colaborando en lo posible en nuestras labores, pero su ausencia,
coincidiendo con estas otras, es más dé lamentar.
Don Juan Régulo participó, durante el verano, en varias reuniones
científicas en el extranjero: Drimaro tomó parte, en Bruselas,
a principios de agosto, en el 45° Congreso Universal de Esperanto,
en cuya Universidad Internacional de Verano pronunció
una conferencia acerca de Las Relaciones de las Islas Canarias y
Flandes en el siglo XVI; en la segunda quincena de agosto y re-oresentando
a nuestra Universidad, estuv§ presente en Lovaina y
Bruselas en el I Congreso Internacional de Dialectología General,
y en septiembre todavía asistió en Le Havre a la reunión del Instituí
Havrais de Psichologie des Peuples para la preparación del
Diccionario de los Pueblos de Europa.
El Dr. Serra Ráfols concurrió en septiembre al Congreso Internacional
de Historia de los Descubrimientos, convocado en
Lisboa con motivo del V Centenario de la muerte del Infante Navegante.
Su comunicación versó sobre la supuesta presencia de
un nortugués, Lanzarotó da Franca, en la segunda mit^d del siglo
XIV, en estas islas, con exclusión del genovés del mismo nombre
que cincuenta anos antes bautizó a la primera de las Canarias,
como testifican los mapas. El tema fue muy debatido, pues esUba
también presente el Dr. Charles Verlinden, reputado historiador
451
belga, autor de la hipótesis combatida. El Dr. Damiáo Peres, catedrático
de Coimbra, que presidía el debate, apoyó muy hábilmente
la posición de nuestro Director.
Artículos de prensa inventariados.—En la prensa de
Tenerife, como de costumbre la más abundante contribución fue
la de don Pedro Tarquis;', de julio a setiembre prosiguió su nutrida
serie de Los alarifes de Taoro, capítulos XXVI al XXXIV y último
amén de alguno bis. Y todavía en 19 de octubre reanuda don Pedro
la serie, dedicando cinco artículos más a una figura procer por
su fama internacional, don Agustín de Béthencourt y Molina, ingeniero
militar, pero también alarife (19 y 25 octubre, 2 noviembre
y 6 y 31 diciembre), todos en <La Tarde». El 28 de julio publicaba
<El Día» el trabajo de Antonio Ruiz Alvarez, nuestro colaborador.
Estampas históricas ¿el Puerto de la Cruz. Documentos hallados
en el archivo de Relaciones Exteriores de Francia. El cónsul
Broussonet y los testamentos de don Juan Geyrard y doña Margarita
Bellier. Es un trabajo de investigación de primera mano.
Don José Machín, en su Séptima Isla («La Tarde», 26 julio), insertaba
La otra fama del Garoe, a propósito de artículos literarios
sobre las Islas, de don Cristóbal Real; con razón el Sr. Machín
rompe una lanza contra la fama que la tradición histórica del
Árbol Santo y otras causas han colgado a la Isla de -El Hierro de
isla sedienta y estéril; lo que ocurre es que los hombres no han
sabido todavía almacenar el agua sobrante en unas ocasiones para
consumirla en otras en que se agota. En 10 de agosto publicó el
Sr. Machín El sitio donde los guanches tenían sus dioses, dedicado
a «María Luisa Cuscoy, la mariposa que voló sobre un mar de
lavas»; y en 3 de noviembre Las imágenes del Letime, que conviene
también registrar.
El mismo diario, 27 de setiembre, imprimió Los ñames, por
Gonzalo Siverio, qu^ anotamos por el interés de todo lo tocante
a alimentación tradicional. En 8 y 11 de octubre reprodujo un
reportaje de Carlos M. \Ydigoras publicado en la revista «Mundo
Hispánico» con el título Un imperio melancólico: los guanches;
el autor, bastante bien enterado de las tradiciones conservadas por
los cronistas, comete el mayor pecado, por lo demás común entre
los aficionados al tema, de mezclar en confuso embrollo las referentes
a diversas islas, a menudo incompatibles entre si. El abuso
del nombre guanches, como equivalente a canarios, es sólo un
caso más de esta confusión. El 29 de octubre aoareció un extenso
trabajo del Sr. Martínez Viera, Cien años de Plaza del Principe,
452
interesante como todos los suyos y que una vez más nos hace recordar
con nostalgia el umbroso oasis que allí existió.
En «El Día» de 23 de julio apareció el último artículo que
conocemos publicado en Tenerife del historiador don Dacio Darías,
luego fallecido. Se titulaba Evocaciones históricas isleñas.
Efemérides del año 1560 y presentaba una relación de las personas
que en aquel año figuraron en cargos y oficios públicos en
todo el Archipiélago. En «Falange» de Las Palmas, todavía se
publicaron debidos al ilustre desaparecido, en 12 de agosto El
Obispado de Telde, y-en 27 del mismo mes unas Aclaraciones a
una entrevista.
El «Día» insertó del 16 al 29 de setiembre una serie de Notas
Insulares en que Luis Diego Cuscoy recogió algunas impresiones
de sus rutas arqueológicas de ese verano: La Dehesa [de El Hierro],
Dragos en las Tridas, Montes en llamas. La Palma y sus caminos
de cumbre y La Caldera de Taburiente y sus accesos, ilustrados
además con bellas fotografías osiginales.
En 18 de octubre una amplia página del mismo «El Día»
contenía un trabajo de Antonio Rumeu de Armas: La Torre de
La Gomera, principio del descubrimiento del Nuevo Mundo. En 5
de agosto y 25 de setiembre publicó dos escritos don José Hernández
Moran: Origen del nombre de Tenerife y El enigma de las
férulas de la isla Ombrion, en los que el autor muestra una muy
copiosa información sobre sus temas, aunque luego sus métodos
para extraer de esa base nuevas conclusiones resultan en extremo
aventurados; por lo demás la identificación de las férulas de Plinio
con los cardones y las tabaibas no es cosa nueva.
Han sido varias las colaboraciones que ha dado a la prensa
don Manuel Ballesteros, el erudito Gobernador de Santa Cruz de
Tenerife; la mayoría versan sobre temas americanos o de historia
en general. Anotamos la de «La Tarde», de 31 de diciembre,
La etnología que se va perdiendo, pues aunque tomada de un diario
madrileño, nos interesa muy de cerca: expone el Dr. Ballesteros
su preocupación por la rápida desaparición —sin testimonio
fidedigno de ellas que las guarde siquiera para la ciencia— de las
características tradicionales de los pueblos, y excita al etnólogo a
recogerlas fielmente, antes que se desnaturalicen más, de lo que
hasta este momento prevalezca.
Ha llegado a nuestras manos una serie de entusiastas artículos
que con el lema Tenerife, la isla única publicó don Tomás de
Martirt-Barbadillo en «El Correo de Andalucía» de Sevilla, del 7
al 22 de setiembre de 1960. Fechados en Tenerife y bellamente
ilustrados, son fruto de impresiones personales del autor ante nuestros
paisajes y nuestras obras, que mereceh señalarse con agrade-
453
cimiento; van dedicadas a don Luis Diego Cuscoy, mentor que fue
del curioso viajero.
Del diario «Falange> de Las Palmas, debemos registrar los
siguientes artículos interesantes para nosotros, todo a lo largo de
1960: en primer lugar la serie que sigue de Ingenieros españoles de
antaño por don José M' Pinto de la Rosa, que compendió las noticias
de los ingenieros Antonio Samper, Juan Ruiz Stengre, Miguel
Benito Herrán y Manuel Portillo (3, 5, 16 y 21 de enero);
Lorenzo SoUs, Francisco Alvarez y Francisco Gosar (9, 18 y 25 de
febrero); Ignacio M* del Castillo Gil de la Torre Bustamante y
Cossío, Conde de Bilbao, Grande de España de primera clase,
que, naturalmente, ocupó él sólo et articulo publicado en 31 de
marzo; el 13 de abril se ocupó el general Pinto de don Tomás
Warluz d'Hostel y don Manuel Hernández; en 2 y 21 de junio, de
Felipe González de la Corte y de Alexandre de los Angeles;
José Ruiz Cermeño en 14 de julio, Luis Marquct y Bontempo en
2 de agosto y de Andrés Amat de Tortosa, el conocido autor y
editor del primer periódico canario, en 30 de setiembre.
De las numerosas colaboraciones de don Sebastián Jiménez
Sánchez, anotamos: La escultura de Jesús Infante . . . de la parroquia
de Santo Domingo de Las Palmas (6 de enero). Una biografía
de Agustín Millares Torres (11 de febrero), la debida al Dr. Juan
Boscn, El escultor palmero don Arsenio de Casas Martin (3 artículos
del 36 al 31 de marzo). La procesión de la conversión de la
Magdalena y La procesión del Paso (9, 12 y 13 de abril), San Fernando
Rey y su capilla en la catedral de Canarias (10 y 18 deí
junio), El fuego votivo en la solemnidad de San Juan Bautista
(23 id.), La lámpara grande de plata de la catedral de Santa Ana
(3 notas de 12 a 16 de agosto). Las Tenerías, topónimo evocativo
en la capital (26 de octubre) y El adviento, las Antífonas de la O,
las misas de Luz y los divinos, preludios de la Natividad (17 de
diciembre). *•
Señalemos ahora una interviú del periodista Sr.-González Sosa
con el Dr. Morales Padrón, sobre diversos temas de investigación
histórica regional, entre ellos el hallazgo de los planos de San Marcial
fechados en 1862, en 7 de enero; deseamos advertir que el
hallazgo de estos planos, hasta donde sabemos, es debido a don
Alejandro Cioránescu. Dos comentarios firmados por A. N. sobre
el libro El Obispado de Telde dej Dr. Rumeu de Armas (1 y 4 de
mayo). Al mismo tema se refiere Luis Doreste Silva, en 3 de junio,
con el subtítulo La catedral invisible y revelada. Don Dacio V.
Dañas intervenía en el tema en 12 de agosto y de nuevo en 27
siguiente. Mencionemos, en fin. Temos lujanescos de Pedro González
Sosa (15 de abril), Lamarote, donde los árboles mueren de
454
rodillas, de Francisco Morales Padrón (25 de junio) y Apuntes
históricos de los cultivos en Arucas, de Juan Zamora (11 de noviembre).
Del «Diario de Las Palmas» hay que señalar especialmente
varias colaboraciones de Agustín de La Hoz, como la de 3 de junio,
La cueva de los Verdes.
Los cursillos monográficos. Iniciación al estudio
de América.—La primera etapa de nuestro curso académico, en
la Facultad de Letras, se destacó este año por incluir una serie de
cursillos monográficos, de tres lecciones la mayor parte de ellos,
sobre el centro de interés arriba señalado. Patrocinados por el
Excmo. Cabildo Insular y el Excmo. Ayuntamiento de Santa Cruz,
se deben a iniciativa de la primera autoridad provincial, que es
sabido es ejercida por el catedrático de la Universidad de Madrid,
precisamente de la Sección de Historia de América de la Facultad
de Letras, Dr. don Manuel Ballesteros Gaibrois. Tanto entusiasmo
y voluntad ha puesto en esta empresa, que desea dejar consolidada
en nuestra Facultad, que el cursillo que él desarrolló, con validez
para estudios del doctorado, con el tema América precolombina,
no se limitó al tríptico indicado, sino que, inaugurado con
asistencia de las autoridades académicas y otros compañeros del
disertante, en 14 de noviembre, se ha prolongado la mayor parte
del curso lectivo, con dos lecciones semanales. Colaboraron además
ep el plan trazado los catedráticos de la misma Facultad y
Sección, de la Universidad de Sevilla, Dr. don José Alcina Franch,
que del 21 al 25 de noviembre explicó tres lecciones sobre Los
orígenes del hombre americano y el paleolítico en América; Las revoluciones
neolítica u urbana en América y las culturas clásicas;
y El militarismo y las altas civilizaciones americarias; Dr. don
Guillermo Céspedes del Castillo, que del 28 de noviembre al 2
de diciembre trató de El siglo XVI y las colonizaciones ibéricas,
El siglo XVII u la fundación de los sistemas coloniales no ibéricos,
y El siglo XVIII: apogeo y crisis de los sistemas coloniales', y el
Dr. don Enrique Marco Dorta, bien conocido en nuestra casa, por
su origen y por su no rara presencia entre nosotros, quien habló
del 5 al 9 de diciembre de El gótico y el renacimiento de América,
El barroco en el Virreinato de Náeva España, y El barroco en el
Virreinato del Perú. No intentaremos siquiera sumarizar estas lecciones
magistrales; sólo diremos que todas ellas fueron ¡lustradas
con proyecciones o mapas especialmente trazados, según la exigencias
del tema, y con selectos repertorios bibliográficos distri-
455
buidos a los asistentes. Consecuencia del curso fue la invitación
a un grupo de nuestros alumnos, de ios que más se interesaron
por estas enseñanzas, a realizar una visita a Sevilla y Córdoba,
viaje que llevaron a cabo ya en 1961. En fín la organización del
curso especial ha contituido un pleno éxito.
También hubo su parte para el público de la capital, pues los
ilustres profesores visitantes dieron sendas conferencias para él,
en el salón de la Mancomunidad Provincial: el 24 de noviembre
don José Atcina, acerca de las Canarias y el origen de la cultura
americana; el l°"de diciembre, don Guillermo Céspedes, sobre
La emigración española a América y sus problemas actuales; y en
10 del mismo mes don Enrique Marco habló de Las Canarias y el
arte hispanoamericano. Como se ve, todos temas que por si solos
ya tenían que despertar un considerable interés entre nuestros
medios cultos, aparte la personalidad de los disertantes. La organización
del curso y de estos actos fue misión del Secretariado de
Extensión universitaria de este centro, en su «Cátedra Padre An-chieta
», a cargo del Dr. don Antonio Martin Pérez.
V i s i t a n t e s y ausentes.—En julio pasó por Tenerife, a
bordo del «Surriento», el ilustre bibliógrafo don Agustin Millares
Cario, hoy catedrático de la Universidas de México y profesor
visitante en la de Maracaibo en Venezuela. Se dirigía a Barcelona
con propósito de editar para la Universidad de Maracaibo un libio
suyo en una imprenta peninsular, y al regreso permaneció unos
meses en Gran Canaria. Aqui fue recibido por numerosos colegas
y amigos de investigación, entre los que mencionaremos al Sr. Gobernador
Civil don Manuel Ballesteros, los señores Tarquis y Vizcaya,
del Instituto de Estudios Canarios, y Hernández Suárez, de
El Museo Canario.
De Montevideo sabemos de la conferencia pronunciada en el
ciclo organizado por el Club Español por el profesor Luis de San
Pío Herrera, el 3 de agosto; versó sobre La segunda parte de la
vida histórico del rey de España Fernando Vel Católico, aludiendo
a los tiempos posteriores al fallecimiento de su primera esposa, la
gran IsabeL «El Diario Español» de 6 del mismo mes publicó un
extracto de la disertación.
También este verano se ausentó indefinidamente de esta isla
el profesor don Alfredo Mourenza, licenciado en nuestra Facultad
y que desde hacía años figuraba en varios de nuestros centros
docentes. Colaboraba también literariamente en la prensa local,
y su ausencia ha sido sentida por cuantos le tratábamos. Vicente
Borges, en «La Tarde» de 20 de julio, publiqó una entrevista con
456
él, con una cariñosa despedida. Se incorporó al profesorado del
Instituto de Oviedo.
Estuvo en nuestra Universidad el profesor Dr. Aschmann,
catedrático de Geog-rafía de la Universidad de California en su
establecimiento de Riverside, que venía a realizar trabajos sobre
geografía canaria durante varios meses. En una entrevista publicada
en <Ei Día> del 7 de julio aludió especialmente a la lluvia
horizontal como una originalidad de este clima y, naturalmente, de
los que presentan circunstancias análogas: intensa nubosidad, provocada
y acompañada por'vientos húmedos regulares.
También nuestra prensa («La Tarde», 21 de julio) se refirió a
la visita a esta su isla del Dr. en Letras, profesor de la Universidad
de Madrid y luego catedrático de griego de Institutos Nacionales
de Enseñanza Media, don Alberto Díaz Tejera. Ya en otra ocasión
hemos saludado sus éxitos académicos.
En primeros de agosto pasó por esta isla, a bordo del «Cabo
San Vicente», la escritora francesa Claude Dervenn, autora de
uno de los más finos libros escritos sobre nuestras islas, titulado
Les Canarias, del que hablamos hace años. En «La Tarde» del
día 4 se publicó una entrevista con Vicente Borges, en la que se
añade la noticia de que los libros Baleares y Mar Pequeña \\&n sido
premiados por la Academie Fran9aise y que para escribir Les Cañarles
leyó «siete historias de Canarias»; también subió al Teide y
bajó a La Caldera y conoce el Archipiélago como la palma de la
mano. Creemos que sacó más provecho para su obra de este conocimiento
directo que de las «siete historias»..
David W. Fernández, varias veces citado en esta revista por
sus publicaciones de tema canario-americano en Montevideo, donde
reside, ha publicado, en los núms. 161 y 162 del «Boletín de la
Academia Nacional de la Historia» de Venezuela, correspondientes
al 1° y 4° trimestre de 1958, las biografías de dos ilustres hijos
de La Palma: el brigadier don Manuel Fierro y Sotomayor, de tan
destacada intervención en los últimos tiempos de vida colonial de
aquella antigua provincia española, en que se manifestó por su
opuesto sentir a los procedimientos de su paisano el general Mon-teverde;
y don Gaspar José Pinto de Guisla, alcalde ordinario
capitular de la ciudad de San Felipe el Fuerte, actual capital del
estado Yaracuy, de la República de Venezuela, en época de duras
luchas con los intereses de la Real Compañía Guipuzcoana, a mediados
del XVIII. Los datos biográficos de ambos hasta ahora
conocidos se enriquecen con estos estudios de Fernández y, es-oecialmente
la figura de Fierro cobra esoecial relevancia por su
humanitarismo y templanza en los difíciles momentos en* que le
cupo servir en aquellas tierras, pese a dificultades y traiciones y
457
sin la menor mengua de sus deberes de soldado, como lo'reconociera
la Real Junta de Purificaciones en 1828, cuya resolución llegó
a La Palma cuando ya el brigadier Fierro había dejado de existir.
El m o n u m e n t o al P. Anchieta.—Ante el gesto del pueblo
del Brasil de regalar a La Laguna un monumento al Vble. P.
José de Anchieta, el ayuntamiento de la ciudad designó una comisión
para organizar los actos inaugurales, que presidió su alcalde,
don Ángel Benitez de Lugo y Ascanio y la integraron el cónsul
del Brasil en Tenerife, don Erasrao de Armas; el R. P. Luis María
de Eguiraun, superior de la residencia de los Jesuítas; don Antonio
Martín Pérez, catedrático de la Universidad, en representación
del Rector; don Antonio González y González, catedrático de la
Facultad de Ciencias; don Leopoldo de La Rosa y Olivera, secretario
de la Mancomunidad Interinsular; don Fernando de Ascanio
y Montemayor, concejal del ayuntamiento de La Laguna;
don Alfredo Reyes Darías, secretario del Aula de Cultura de
Tenerife y representante de los diarios »E1 Día» y «La Tarde».
La Comisión designó presidentes de honor al capitán general de
Canarias, don Alfredo Erquicia Aranda, al gobernador civil de la
provincia, don Manuel Ballesteros Gaibrois, al obispo de la diócesis,
don Domingo Pérez Cáceres, al rector de la Universidad,
don Alberto Navarro González y al presidente del Cabildo Insular
de Tenerife don Juan Ravtna Méndez.
A bordo del «Cabo San Vicente» llegó, el 28 de octubre, el
escultor Bruno Giorggi, autor del monumento, y su señora esposa,
invitados por el ayuntamiento de La Laguna, que los declaró
huéspedes de honor. En el mismo trasatlántico venía la escultura
en bronce y su pedestaLde piedra de aquel país. Escogido, de
acuerdo con su autor, cvtno lugar de emplazamiento la plaza elíptica
situada en la confluencia de la autopista Santa Cruz-Laguna y
la avenida de la Trinidad, comenzó seguidamente su montaje.
El 21 de noviembre comenzando el ciclo de conferencias, habló,
en el salón de actos de la Sociedad Económica de Amigos
del País de Tenerife don Leopoldo de La Rosa, vicedirector del
Instituto de Estudios Canarios, bajo el tema Las Islas Canarias y
La Laguna en la época de Anchieta. Se refiere al nacimiento y
desarrollo de las ciudades del Archipiétlago y especialmente de la
de La Laguna, su poblamiento y riqueza. Señala como en la escritura
de poder otorgada por los vecinos a fines de mayo de 1526
y que publicó, en unión del Dr. Serra Ráfols, en 1940, no figura
aún Juati de Anchieta, el padre del Vble., lo que viene a confirmar
458
la tesis que sostiene el Dr. Cioránescu en su artículo publicado en
el número anterior de esta Revista, si bien su abuelo materno,
Sebastián de Llerena (no Llarena, como por error aparece en dicho
trabajo) fígura ya en la relación de vecinos de 1514, la más
antigua de las que se conocen, que tenia su casa en la Villa de
Arriba, y ya en la tazmía de 1552 aparece Juan de Anchieta, con
veinte personas en su casa y 247 fanegas de trigo, viviendo en
«la calle de la pla9a mayor, desde la esquina de Isabel Núñez hasta
la casa de la Quintera».
Al siguiente día y en el salón de actos de la Cátedra P. Anchieta,
en la Universidad, el catedrático don Juan Alvarez Delgado
disertó sobre Anchieta, universitario. Destaca que el taumaturgo
fue el primer poeta mariano de Canarias, anterior a Viana y a
Cairasco; trata de sus primeros estudios, en el convento dominico
de La La2:una, inmediato a su casa y se refiere a la cláusula del
testamento de su sobrino Diego Benítez de Anchieta en la que
dispuso pasase el aposento donde nació José de Anchieta a los
P. P. dominicos, para que edificasen un oratorio bajo su advocación;
pasó luego a los estudios en Coimbra, en los que hizo
un prodigioso acopio de conocimientos en todas las ramas del
saber; analizó sus distintas obras, en las que muestra su dominio
del latín, el profundo conocimiento que logró del tupí, lo que supone
necesariamente un rango intelectual de excepción, asi como
sus dotes de naturalista, y terminó calificándolo como el mejor
poeta de América en su tiempo y el primer gran latinista de aquel
continente.
El 23 habló en el Ateneo de La Laguna el catedrático de la
Universidad don Jesús Hernández Perera sobre el Arte jesuítico
del Brasil, que hizo un minucioso análisis de las características del
estilo jesuítico y de las particularidades que éste revistió en el
Brasil, especialmente en aquellas zonas pbr las que extendió su
labor evangelizadora el P. Anchieta.
El 24 y en el salón de actos del Instituto de La Laguna pronunció
su conferencia el P. Francisco Mateos, S. J., del Instituto
de Misionología Hispánica, dependiente del Consejo Superior
de Investigaciones Científicas, sobre La Compañía de Jesús y
la evangelización del Brasil. Como dedicado por muchos años
a las investigaciones históricas sobre América y por la orden a
que pertenece, desarrolló con detalle la Qiisión que le cupo a
la Compañía en aquel continente: trazó la semblanza del P. Anchieta,
como supremo apóstol y evangetizadbr del Brasil, y se
refirió a la raíz familiar del Vble., insistiendo en la posibilidad
de que sus abuelos sean los que figuran en un manuscrito del Ar-
459
chivo de Ossuna, sobre cuyo problema tiene publicado un trabajo
hace años.
Al siguiente día habló el profesor de la Universidad Laboral
de Sevilla don Salvador López Herrera sobre El Padre José de
Anchieta, refiriéndose a la polémica Nóbrega-Anchieta, a la g^ran
labor misionera y fundacional del Apóstol del Brasil y se detuvo
en el análisis de unas cartas que descubrió el conferenciante, una
de ellas dirigida a San Ignacio de Loyola, de las que resulta plenamente
probado que el P. Anchieta fue el fundador de Sao Paulo.
Organizado por el Instituto de Cultura Hispánica del Puerto
de la Cruz se inauguró, en la mañana del 26 y en la Casa de Os-suna,
la exposición «Anchieta y su época», en la que se reunieron
valiosísimos documentos del Vble. y de su familia, en parte procedentes
del Archivo de Ossuna, cuya familia está tan vinculada
con la de Anchieta, y diversas pnblicaciones del Apóstol del Brasil
y sobre su persona y obras.
En la noche del mismo día y en el Teatro Leal se clausuró este
ciclo literario, con la intervención de la Orquesta de Cámara de
Canarias, de la Coral Clásica de Santa Cruz y del Coro Mixto del
Orfeón La Paz, de La Laguna, cerrando el acto el Gobernador
civil de la provincia don Manuel Ballesteros Gaibrois, catedrático
de la Universidad de Madrid, que destacó la labor evangelizadora
de los PP. Jesuítas en el Brasil y particularizó la realizada por el
P. Anchieta, maestro y defensor de los indios de las apetencias de
los bandeirantes, y concluye resaltando el trascendental papel que
jugó el jesuíta lagunero en la abolición de la esclavitud y en la
defensa de aquellos indígenas que él condujo a la civilización y al
cristianismo.
En la mañana del domingo 27 tuvo lugar el solemne acto de
bendición e inauguración del monumento, en la glorieta a la que
se le ha dado el nombre del Brasil. Como representante personal
del Presidente de los Estados Unidos del Brasil asistió, junto con
nuestras primeras autoridades, el director de la Biblioteca Nacional
de Río de Janeiro, profesor Celso Ferreira da Cunha, así como
el autor del monumento, don Bruno Gíorggi, y el jefe del departamento
de Extensión Cultural del Instituto de Cultura Hispánica,
don José María Alvarez Romero. Interpretados los himnos nacionales
de España y el Brasil, el Gobernador Civil de la Provincia
y el representante del Presidente de la República del Brasil descubrieron
el monumento, que fue bendecido por el Obispo de la
Diócesis Excmo. y Rvdsmo. Sr. don Domingo Pérez Cáceres, quien
pronunció emocionadas frases glosando la labor misionera del
ilustre hijo de'La Laguna.
Después'de leer el secretario del ayuntamiento de La Laguna
460
los acuerdos expresivos de la gratitud de la ciudad al pueblo y
gfobierno del Brasil y los nombramientos de huéspedes de honor
del escultor don Bruno Giorggi y su señora, asi como del Dr. Fe-rreira
da Cunha, los poetas don Luis Alvarez Criiz, don Ángel
Acosta y don Emeterio Gutiérrez Albelo leyeron poesías alusivas
al homenaje que se rendía. El Sr. Ferreira da Cunha pronunció a
continuación unas palabras en que expresó que la inauguración del
monumento colmaba un antiguo anhelo de su país y el alcalde de
La Laguna cerró el acto con un discurso en el que agradeció al
Brasil el envío del monumento, destacó la personalidad del P. An-chieta
y dio las gracias a los Sres. Giorggi y Da Cunha.
El 3 de diciembre y en el Gobierno Civil, el Dr. Feí^-eira da
Cunha leyó un mensaje del ministro de Educación Nacional del
Brasil, en el que expresó que la ofrenda del monumento había tenido
un carácter netamente popular, destacó la personalidad del
P. Anchieta y aludió a los viejos lazos hispano-brasileiros, e impuso
la Medalla de Anchieta, creada por el gobierno del Brasil para
premiar los servicios prestados en orden al Apóstol y Taumaturgo,
a las autoridades regionales, insulares y locales, así como a quienes
más destacadamente intervinieron en la organización y celebración
de los actos; cerró éste el Gobernador Civil, Sr. Ballesteros Gai-brois,
que agradeció en nombre de cuantos la recibían la distinción
otorgada por el gobierno del Brasil.
***
Otros monumentos. Teobaldo Pówer, Ángel Gul-merá.—
En el momento que reflejan estas líneas estos dos monumentos
que espera Santa Cruz, son todavía esto, una esperanza.
Pero ya tan concreta y fundada, que pueden estimarse hechos: las
efigies de los dos gloriosos tinerfeños están ya labradas por los
artistas a quienes fueron encomendadas, Cejas Zaldfvar y Cid Gestí;
los indispensables mecenas ya cumplieron su misión, el siempre
joven don Francisco Bonnin y Almadi, el cosechero de papeles verdes,
para el primero; el catalán tinerfeño don Noel Llopis Bertrand
y, para el estimulo lejano pero eficaz, el señor Josep Miracle, él
biógrafo entusiasta, para el segundo. Falta sólo levantar los pedestales,
y para ello escoger dónde: el monumento a Pówer ya
tiene emolazamiento señalado por el ayuntamiento y su arquitecto
Enrique Rumeu, en la Plaza de la Iglesia, uno de los viejos rincones
de Santa Cruz, uno de los pocos que le quedan . . . Asi su instalación
sólo está pendiente de la terminación total del trabajo del
escultor y de detalles accesorios de tipo urbanístico. El busto de
Guimerá es menos exigente en este ssoecto y así se'ha adelantado
al otro monumento, pensado antes. Uno de los últinios días del
461
año, en San^ Cruz tan dulces como cualquier primavera, amaneció
el busto labrado por Cid sobre su bloque de piedra en umbroso
rincón del parque santacrucero, si bien en espera de inagfuración
ofícial en ocasión oportuna. El lugar es bello y adecuado para un
poeta... No obstante, y sólo para que quede constancia, insistiremos
en que habíamos pensado un lugar ligado con el monumento
más significativo que la ciudad hace ya tantos años dedicó a su
dramaturgo: el Teatro Guimerá. Pero no —como leemos— algún
salón interior del edificio, sino en su fachada; en ella pudo centrar
el balcón que la decora, o bien levantarse en mitad de su escalinata
de acceso. Así todo el edificio constituiría su marco, su tornavoz.
Además nos hubiese gustado huir en esta ocasión de la figura
ectereotipada del majestuoso anciano que algunos de los hoy, ya
viejos, hemos conocido, y ver en bronce o mármol un Ángel Guimerá
joven, má&rtodavía, adolescente, como aparece en alguno de
los emocionantes retratos que nos ha revelado Miracle, de cuando
la retórica romántica de la poesía regional canaria asomaba a las
puntas de su pluma. Pero lo hecho está bien; si adolece de escasez
de imaginación, está dentro de los cánones de la más ortodoxa tradición:
el busto de un viejo poeta entre las frondas de un jardín de
ensueño. {Gracias a los que nos lo han dadol
• l e * *
Instituto de Estudios Canarios.—Todavía dentro del
curso 1959-1960, y con posterioridad a la disertación del arqueólogo
don José de C. Serra Ráfols, última de que dimos noticia en
nuestra edición anterior, se presentaron las siguientes comunicaciones
en reuniones de esta enHdad. En 3 de junio, el Dr. Alejandro
Cioránescu trató de Un historiador de Indias en Tenerife,
en el Salón de la'Mancomunidad.
Los grandes repertorios biográficos y bibliográficos conocen
el nombre de Levino Apolonio, y hasta hacen mención de su estancia
en Canarias, pero ignoran todos los demás datos referentes
a su biografía. Nuevos documentos permiten aclarar algunos aspectos
de su vida y de sus actividades.
Levino Apolonio, natural de Middleburg, fue primero profesor
de latín en Brujas, donde publicó en 1567 su libro De Peruviae
inveniione. Pasó después a Tenerife, quizá desde el año siguiente.
En 1570 tenía ya alumnos en la Isla, y éstos lo delatan al Santo
Oficio por haberles dicho, quizá excedido por sus travesuras,
«Dios no passó e padesció tanto como yo passo e padezco con
vosotros». A fines del año casa con Antonia Treviño, hija de
Tomás Rodríguez Treviño y de Catalina Rodríguez, vecinos de
462
Tenerife, con escritura de dote ante Pedro del Castillo, en 26 de
noviembre de 1570.
Poco antes de 1576 pasó a la isla de La Palma, en cuya ciudad,
entre 1576 y 1583, recibieron el baustismo tres de sus hijos.
Parece haber sido preceptor de gramática asalariado por el Cabil*
do; y seguramente dio clases a los hijos de los muchos hacendados
flamencos de la Isla. En 1584, al serle recomendado por el obispo
Rueda, el gobernador Lázaro Moreno de León lo llama a Tenerife;
su nombramiento de preceptor se hizo por el Cabildo de La Laguna
en 2 de julio de 1584, con salario de 20 ducados al año. Dos
años más tarde, se le acordaba un aumento anual de 10.000 maravedís,
«atento que a servido tan bien a esta república el año pasado,
ie que enseña de balde a muchos pobres e flayres». Sin embargo,
pasando los años, no parece haber dado toda la satisfacción
que de él se esperaba, ya que de 1592 a 1594 el Cabildo trata
varias veces de apartarlo de su cargo. Sus protectores lograron
mantenerlo, invocando sobre todo el argumento «de ser su pobreza
tan grande, que, si se le quitase, sería andar él su muger e hijos
pidiendo de puerta en puerta». Sin embargo, en consideración a
ser «público el poco fruto que haze en sus discípulos», en 28 de
febrero de 1594 se le obliga a repartir su sueldo por mitad con
otro preceptor.
El 31 de octubre de 1594, Levino Apolonio daba poder a su
mujer, por presencia de Bernardino de Madrigal; probablemente
se debe entender este poder como un arreglo de su módica sucesión,
o sea que en su intención hacía las veces de testamento. En
efecto, el 6 de febrero siguiente consta que su mitad de salario
quedaba atribuida a otro preceptor; de modo que es de suponer
que ya había fallecido por aquella fecha.
En cuanto a la obra que se le atribuye —añade el conferenciante—
y que le ha merecido el nombre de «historiador de las
Indias», se compone de dos libros que citan los bibliógrafos: De
Peruviae regionis inventione (Amberes, 1567) y De navegatione
Gallorum in terram Floridam (Amberes, 1565). El primero es en
realidad simple traducción de ia obra conocida de Agustín de
Zarate. En cuanto al segundo, ningún bibliógrafo de los que lo
citan lo ha visto, y lo más probable es que nunca existiera. Hay
fundamentos suficientes para pensar que este título y esta atribución
son resultados de una confusión.con la obra de igual fecha y
título, escrha en francés por Nicolás Le Challeux: de ella se hizo,
en efecto, una traducción latina, bastante conocida, pero ésta no
se debe a Levino Apolonio, sino a Urbano Calveton.
En 8 de julio disertó don^ Tomás Cruz García, director del
Instituto, acerca de Preocupaciones insulares: ¿Desaparecerá el
463
agua de nuestro subsuelo? en el salón de actos de la Real Sociedad
Económica. El conferenciante abundó en las ideas de que participan
muchos tinerfenos sobre la transitoriedad de la riqueza acuí-fera
en que se basa la actual agricultura de la Isla y en la necesidad
de prever su posible extinción para un futuro más o menos
lejano. No nos extendemos reproduciendo sus conceptos, tanto
porque su tema se aleja algo de nuestro centro de interés, como
por la publicación de un libro en que se recoge éste y otros estudios
de don Tomás Cruz.
La inauguración del curso 1960-1961 tuvo lugar en 12 de octubre,
y la lección correspondiente estuvo a cargo del mismo profesor
don Alejandro Cioránescu, en el salón de la Real Sociedad
Económica. Trató del Rma El mito del buen guanche en la historiografía
canaria. Ocuparon el estrado el presidente del Instituto
de Estudios Canarios don Tomás Cruz García; el director de la
Real Sociedad Económica, don José Zamorano Lomelino, y el presidente
del Circulo de Bellas Artes, don Antonio Lecuona Hardis-son,
viéndose concurrida la sala por lo más representativo de la
intelectualidad isleña, asi como por un numeroso público que llenaba
la totalidad de las localidades.
Comienza el conferenciante aclarando el alcance y contenido
del término mito. Mito, nos dice, equivale a tema literario,-algo
que puede ser cierto históricamente o no, pero que no se apoya
en ningún documento auténtico o veraz. El mito no siempre se
opone a la historia; modernas corrientes científicas le devuelven
su antiguo valor como medio para esclarecer algunas brumas del
pasado. De otra parte, hay mitos que influyen poderosamente en
la Historia. Un buen ejemplo de ello, el de los Cuatro Imperios,
que sirvió para que periclitado el Imperio Romano, último de los
comprendidos en el mito, el pensamiento del Medioevo se empeñara
en seguirlo sosteniendo de una manera formal aun cuando no
respondiera a la realidad histórica que se vivía.
Pasa a continuación el doctor Cioránescu a estudiar el tema
del aborigen canario en la historia de las Islas, para encontrar la
resultante común de una consideración simpática y exaltadora de
la población indígena. El guanche es considerado como un hombre
radicalmente bueno, pacífico, feliz y sensible al honor, en cuya
vida idílica introduce el conquistador los gérmenes del odio, la
ambición y la corrupción. Esta afirmación se encuentra hasta en un
espíritu tan crítico v propicio al fino humor como nuestro don José
Viera v CUvijo. El no ocultaba su .simpatía por la población conquistada,
que no repartía igualmente con los conquistadores.
La visión del guanche y de su marco geográfico se identifica
totalmente con la estampa bucólica: un pueblo ingenuo, culto, 'de
464
buen natural y muy pundonoroso y, por añadidura, en buena disposición
y bien preparado para recibir el Evans;elio, írente al continente
duro de los castellanos. También al comentar la muerte de
unos misioneros franciscanos en Gran Canaria, en la época prehis-pánica,
nos sorprende al decir que «los vicios de estos misioneros
debían superar a sus virtudes».
¿Qué móviles inspiran esta postura del gran historiador, continuada
luego por las generaciones posteriores? En realidad ei
mito del buen guanche no es otra cosa que la proyección de la
moda del buen salvaje, tan en boga en aquellos siglos.
Desde Francia viene la influencia poderosa de los escritores
Montaigne y Rousseau. Montaigne es un escéptico, un hombre
que sabe mucho y que ya no quiere sabfer más, que ha estudiado
las civilizaciones, que gusta de las paradojas y ha llegado a la conclusión
de que las culturas primitivas y las depuradas llegan a unos
mismos fines y a unas mismas conductas. El indio y el europeo
apenas se diferencian en el vestido. Rousseau es un enemigo de
la sociedad; trata de desmontar las estructuras sobre las que está
montada y trata de demostrar cómo ésta ha degenerado desde su
pureza primitiva a un contrato social que él repudia. Es cierto que
el espíritu de Viera, más cerca de Voltaire, y, con él, amigo de la
sociedad existente, no podía aceptar las teorías de Rousseau: pero
coincide con él en el mito del buen salvaje. Pero Viera acusa
también una influencia que viene de época más lejana: la del debatido
y tardíamente reivindicado en nuestra patria fray Bartolomé
de las Casas. La Corona de Castilla hizo cuestión de conciencia
el problema y el derecho de conquista de las nuevas tierras.
Fray Bartolomé de las Casas se pronuncia por unos reinos indígenas,
gobernados por sí mismos y puestos bajo la soberanía de \os
reyes españoles. En su opinión los indios habían alcanzado un
grado de cultura y madurez que negaba todo derecho a la conquista
y sólo cabía introducir en ellos el evangelio, para cuyo recibimiento
estimaba que se hallaban bien preparados. Quizás
exagerara la nota el ilustre fraile dominico, pero su voz cumplió
una misión y llevó la polémica a aquella resultante que recogió el
cronista López de Gomara cuando dice que es misión de los reyes
proteger la conquista y a los conquistadores, así como velar mucho
por los conquistados. Es indudable la influencia de Las Casas en
Viera y Clavijo, mas se plantea el problema de cuál ha sido el
conducto para el trasvase de ideas, pues el pensador dominico era
entonces casi por completo ig'norado. El profesor Cior&nescu nos
comunica cómo cree haber hallado este lazo en el historiador de
Canarias fray Alonso de Espinosa. Abona su tesis el hecho de
que este fraile, de la misma orden dominica que Las Casas, hubiera
465
residido largos años en Guatemala antes de su venida a Tenerife.
Por entonces pertenecía a Guatemala la ciudad de Chiapa, donde
fue obispo fray Bartolomé y en cuya escuela debió de estudiar
Espinosa. Es del todo improbable que ambos dominicos se conocieran
personalmente, pero hay toda una serie de argumentos que
nos inducen a creer que fray Alonso de Espinosa tomó contacto
directo con aquel semillero de ideas que dejó en su antigua sede
episcopal el Padre Las Casas, por entonces de regreso en la Pe«-
ínsula.
Esta moda, esta triple influencia que acusa Viera y Clavijo,
pasa a los historiadores posteriores y alcanza su máxima expresión
en el romanticismo. Y aquello que fue moda se ha trocado en sentimiento
espontáneo de simpatía para los guanches y de seria crítica
para las castellanos, hasta un punto tal que parece casi imposible
que Alonso Fernández de Lugo pueda tener un monumento
en Tenerife, o que algún historiador se atreva, aun con firmes razones,
a reivindicar la persona de Hernán Peraza, muerto por los
gomeros. El tema literario se ha convertido en sentimiento, y de
aquí que se haga muy difícil desarraigarlo.
Una gran salva de aplausos acogió el término de esta brillante
conferencia, en la que se abordó con la mayor valentía un tema en
gran parte inédito y que puede servir de arranque para una revisión
de ciertos capítulos de nuestra historia y para lograr una mirada
más serena en torno al proceso incorporativo de nuestra Isla
a la Corona de Castilla.
Fallecimiento de don Daclo V. Darlas y Padrón.—
£1 día 19 de octubre de 1960 dejó de existir, en La Laguna, el
ilustre historiador don Dacio V. Darías y Padrón, yíctima de una
tenaz dolencia que se había tratado en Las Palmas de Gran Canaria
y en el Hospital Militar de Santa Cruz, más que de su ec^ad de 80
años, cumplidos en marzo anterior. Su actividad literaria e histórica
fue incansable y, en otro lugar, mencionamos sus últimos artículos
periodísticos, que alcanzan a agosto.
De la figura intelectual y también de la vida pública de don
Dacio nos ocupamos extensamente hace ya algunos años, en la
páginas 335 y siguientes, del tomo XIX, 1953, de esta Revista. Con
posteridad, sólo podemos referirnos a su colaboración principal
en la obra Historia de la Religión en Canarias, que también comentamos
en su día; aparte la nutrida serie de artículos en revistas
y prensa diaria y algunas conferencias leídas ante sociedades eruditas,
de todo lo cual hemos venido dando reseña periódicamente.
RHC, W
466
Su fallecimiento dio lugar a varias necrologías, entre las que recordaremos
las aparecidas en «Falange» de Las Palmas en 22 de
octubre, debida a don Sebastián Jiménez Sánchez, y otros escritos
en 2 de diciembre siguiente.
Nosotros contribuiremos al homenaje a su memoria recordando
que en su testamento legó la masa de sus libros al Cabildo de
El Hierro, su isla natal, con destino a su biblioteca pública, por
tantos años formada por el extinto Gabinete Instructivo de Valver-de.
Además legó a la Biblioteca Provincial de La Laguna, hoy
Universitaria, los documentos y notas que constituían su archivo,
que han sido entregados a la misma por el contador partidor testamentario
don Honorio Delgado y González de Ara. Su relación
es la que sigue:
Documentos varios, I. Copias de testamentos y otros docs.
otorgados ante escribanos de la isla de El Hierro.
Documentos varios, II. Informaciones de nobleza de D. Baltasar,
D. José Pablo y D. Pedro Benito Dávila; D". Catalina y D.
Francisco de Ayala, D. Tomás de Espinosa Ayala; D. Rafael Padrón
de Espinosa, con escudo de armas; partidas bautismales dé
varias personas; árboles genealógicos; relación de bienes del vínculo
de la familia Bueno; testamento de D. José Lino de Ayala;
Patronato del altar del Buen Pastor; partición de D. Rafael Padrón,
información de limpieza de D. Lorenzo González Magdaleno, con
escudos de armas; id. del cap. D. Esteban Fernández de Paiva;
fundación por D'. Mariana Teresa de Villavicencio; informaciones
de la familia Barrera-Alvarado; testamento del cap. Pedro Quintero
Núñez, alcalde de Manila; y otros docs. varios.
Documentos varios, III. Testimonio de'R. C. sobre propuestas
de alcaldes, de 1772, e informe sobre los de El Hierro; informe de
D. Lope de Mendoza sobre las fortificaciones de La Gomera, en
1666, con dibujo en colores del puerto (original); docs. varios de
vecinos de El Hierro; solicitudes para el ingreso en la esclavitud
de S. Juan Evangelista; pleito entre vecinos de El Hierro; reglamento
de la Sociedad Económica de El Hierro; fundaciones de
capellanías; concesión de encomiendas de tierras e indios en la
isla de Luzón a los caps. Pedro Quintero y D. Marcos Quintero y
a sus esposas D*. Ana de Valcázar y D* Magdalena de Aduna.
Documentos varios, IV. Docs. de las familias Ponte, Tabares,
Pebres, Perdigón, Borges; proceso por falsedad; padrones de ia
parroquia de la Concepción de La Orotava, de 1842; San Juan
Bautista, de id., 1842; Concepción de La Laguna, 1821; id. de
467
1844; isla de El Hierro, 1843; padrón de La Laguna, 1829 y de
Santa Cruz, 1831 (Pilar).
Documentos varios, V. Oficio del Com. Gral. Uriarte al Gob.
de La Gomera, en respuesta a otro de éste sobre posible invasión
de las Islas por Bolívar (18-9-1826); voto a Ntra. Sra. de los Reyes;
nombramiento de capellán; docs. militares, compañía de La Gomera,
1826; fortalezas de La Gomera, 1827, 1850, 1857; división
de distritos militares, 1822; oficio del Com. Gral. Morales afeando
conducta de los gomeros, 1828; compañía de milicias de El Hierro,
1815, 28, 31, 1758 y 1790; instrucciones de Macía Dávalos;
expedientes eclesiásticos de El Hierro, 1669; testamentaría de
Sebastián Padrón y D' Sebastiana Márquez, 1720,
Documentos varios, VI. Docs. varios de particulares y eclesiásticos,
entre ellos sobre fundación por los Betlemitas; información
de nobleza de don José Quintero Padrón y Espinosa;
expediente de don Pedro Fz. de Paiva para probar su parentesco
con el «virrey> de Manila; árboles genealógicos de familias de
Tenerife.
Documentos varios, VIL Libro de cuentas de la administración
de la Casa Condal de La Gomera, desde 1732 a 1737.
Cartas. De distintas personas y épocas, así como otros docs.
Entre aquéllas unas del músico don Eugenio Domínguez Guillen,
desde Madrid y Segovia a su familia, con noticias de sus estudios,
actuaciones y acontecimientos políticos (1845).
Libro de bautismos del pueblo de El Sauzal, principia en 13
de Nov. 1573 y de los testamentos que están en la colectaría. Fechado
e l 7 de abril de 1808, forrado en pergamino.
Apantes genealógicos y heráldicos. Contiene la genealogía de
la familia de Padrón, publicada en la rev. «Nueva Academia Heráldica
», con anotaciones, docs. y notas sobre los Condes de Logroño
y Aza, el Pbro. don Teodoro Díaz de Santa Eulalia y Padrón;
ejemplar anotado de «La familia de Espinosa-Ayala»; datos de los
expedientes de capellanías del atch. del Obispado, relativas a la
isla de El Hierro; blasones y notas de Historia de Castilla.
Noticias generales históricas de la isla de El Hierro, anotada
por el autor.
Antecedentes matrimoniales sobre la isla de El Hierro. Extracto
de las partidas de matrimonio de la parroquia de Valverde, desde
468
1625 hasta 1865, con índices; extracto de expedientes de dispensas
de parentesco de matrimonios celebrados en El Hierro, desde
1687 a 1827.
Antecedentes testamentarios y dótales. Notarios antiguos.
Extracto de docuptientos de los escribanos de El Hierro, a partir
de Juan Márquez, en 1553, tomados de los que hizo don Tomás
Antonio Espinosa y Fernández de Paiva y otros sacados por don
Juan Pérez Morales.
Arboles genealógicos canarios. Con 134 fs. escritos. Arboles
y noticias genealógicas de familias de las distintas islas, especialmente
de las de Tenerife y El Hierro.
Repertorio de asuntos históricos, genealógicos y nobiliarios, I.
Relación de la familias Gómez de Armas, atribuida a Núñez de
la Peña; genealogías de familias de Tenerife; notas tomadas de
los libros de entierros de la parroquia de los Remedios de Le
Laguna; id. de la parroquia de la Concepción de Santa Cruz de
Tenerife; id. de los expedientes de soltería del arch. del Obispado.
Informaciones de doña Juana Dávila y Quintana; id. del
Ledo, don Juan de Magdaleno Dávila; notas tomadas del arch. de
la Casa de Ossuna, la mayoría de las anotaciones de Anchieta
y Alarcón.
Repertorio de asuntos históricos, genealógicos y nobiliarios, II.
Nombres antiguos de calles de La Laguna; datos de familias del
Norte de Tenerife, especialmente de Icod, debidas a don Antonio
Martínez de la Peña; noticias sacadas del arch. de la'parroquia de
Santo Domingo (antigua de los Remedios) de La Laguna, índices
de matrimonios y entierros; índice de capellanías del arch. episcopal
de Tenerife.
Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén (carpeta que contiene
varios folletos e impresos relativos a la misma).
Apuntes históricos del pueblo de Buenavista, por don Nicolás
Díaz Dorta, anotado por Darías y Padrón.
Las Milicias de Canarias, por Darías y Padrón, folleto, 1907.
Historia del Regimiento de Infantería de Canarias n" SO, ms.
Libro V.-I. Diversos documentos sacados de la representación
que el Conde de La Gomera hizo en 1762. Cuaderno de 40 fs.
Varios antecedentes sobre los Condes de La Gomera y Señores
de Fuerteventura,
469
Genealogías gomeras, por don Luis Fernández.
Anotaciones históricas de la isla de La Gomera.
Anotaciones para la Historia de Canarias (tomadas de Chil,
Alvarez Rixo, Verneau, Marín y Cubas, etc.).
Apuntes para la Historia de Canarias (de los Anales de Millares,
actas del Cabildo de Tenerife, del Cabildo catedral de Las
Palmas, etc.).
Noticias históricas y geográficas sobre Canarias y la Península
(dos volúmenes).
Milicias de Canarias, ms.
Breves nociones de la Historia general de las Canarias, inspirada
en Viera y Clavijo, por Darias y Padrón.
Simbolismos literarios y sinonimias, ms.
Sobre Historia de Canarias, cuaderno de 27 fs.
Anotaciones varias, ms. de 54 fs.
Papeles de la limpieza, nobleza e hidalguía del Theniente Cap.
de Granaderos Dn. Franc" Ant° Peraza Ayala del Castillo y Dn.
Fernando Peraza, su hermano y demás ascendientes, ms. con árbol
^genealógico al final.
Pruebas de la ascendencia y nobleza de Dn. Caietano Fernán-dez
Sánchez Quintero, ms. 1784.
Historia de la conquista de México, por Antonio de Solís,
1732.
Copia de los libros de enterramientos de San Sebastián de
La Gomera, por don Luis Fernández.
Antiguas Ordenanzas municipales de la isla de El Hierro. Copia
mecanográfica.
Apuntes para la continuación de las * Noticias Históricas* de
las Canarias desde 1776 a 1836. Por don Francisco M* de León
y Guardia, resumen de Darias y Padrón.
Crónicas de Escudero y Sedeño, con notas de Darias y Padrón.
Vida literaria, de don Francisco Martínez de Fuentes, resumen
de Darias y Padrón.
470
Los Condes de La Gomera y la sangre como factor de la Hispanidad
en Canarias, de Darias y Padrón, anotadas por el autor.
Resumen del tomo Vil del Nobiliario y Blasón de Canarias,
de Fernández de Béthencourt, por Darias, y Modalidades históricas
de la nobleza en Canarias, de Darias y Padrón.
Cuaderno de notas varias, históricas y genealógicas. Contiene
copia de registro de RR. DD. de oficiales de Milicias de Canarias,
genealogías de varias familias, relación de gobernadores y de oficios
militares de La Gomera y £1 Hierro; notas sacadas de expedientes
de dispensas de parentescos; capellanías, regidores de
El Hierro, descripción de El Hierro por Olivia M. Stone, notas
tomadas del Diario de Anchieta, etc.
Repertorio de asuntos históricos. Parte A): capellanías de
Tenerife y La Palma, expedientes de dispensas de parentesco y
solterías de El Hierro (1827-1895); parte B) expedientes de parentesco
(1896-1899) y diversos de años anteriores; entierros de
Valverde (1809-1852); aparición de la Virgen de los Reyes; relación
de escribanos de Tenerife; modificaciones del mayorazgo
por el Conde de La Gomera en 1735; parte C): bautismos de Val-verde
(1756-1860); parte D): matrimonios en Valverde y Frontera;
bautismos en Valverde (1641-1665); bautismos y casamientos en
Valverde (1696-1775 y 1895-1953).
Asuntos varios históricos de El Hierro. Dos documentos manuscritos
por Darias y Padrón.
O Venerável P. Anchieta, Rio, 1927.
Varios folletos sobre diversos asuntos, entre ellos: La familia
Espinosa-Ayala, de Darias y Padrón, con anotaciones del autor y
Árbol genealógico de los menceyes de Tenerife, de don Nicolás
Díaz Dorta.
índice de escribanías de El Hierro: de Fernández de Paiva,
1744-1773; Miguel de Espinosa, 1767-1781; losé de Espinosa,
1782-1810; José Antonio de Espinosa. 1792-1801; Miguel Padrón
1811-1825 y Juan Antonio Rocha, 1825-1844.
Documentos sobre Canarias del Archivo Histórico Nacional.
Resumen de diversos documentos existentes en dicho Archivo, en
las secciones de Consejos suprimidos. Inquisición, etc.
Documentos del antiguo Cabildo de Tenerife, resumen de d¡-
471
vftrsos de los libros de.actas y registros del archivo municipal de
La Laguna.
Documentos del antiguo Cabildo de Tenerife sobre milicias y
castillos.
Documentos personales y familiares, correspondientes a don
Dacio V. Darías y Padrón.
**«
Homenaje jubilar a don Simón Benítez.—Fue en 17
de setiembre que las más sij^nifícades entidades y personalidades
de Las Palmas de Gran Canaria rindieron a esta figura representativa
y singular de la cultura canaria un homenaje merecido y ganado
de mucho antes, pero que la ocasión de la jubilación ofícial de
su cargo burocrático ha impuesto en este momento. En el salón
de actos del Cabildo Insular de Gran Canaria se. celebró una solemne
sesión académica, presidida por la primera autoridad civil,
señor Avendaño Porrúa, en compañía de todas las demás de la
ciudad y de la provincia y especialmente los presidentes de las
tres entidades, Real Sociedad Económica de Amigos del País, El
Museo Canario y El Gabinete Literario. El secretario de la Corporación
Insular leyó los acuerdos de la misma y de la Provincial concediendo
al Sr. Benitez la categoría de asesor cultural del Cabildo
y la medalla de plata de la provincia. Tomaron la palabra luego
los presidentes de la Económica don Diego Cambreleng, y de El
Museo, don Manuel Morales, para dar cuenta de la otorgación del
diploma de Socio de Mérito y la placa de Socio de Honor, respectivamente,
de estas entidades. Morales hizo resaltar el papel esencial
que don Simón ha tenido desde hace casi medio siglo en la vida
de El Museo, para la que han sido sus desvelos verdaderamente
paternales. La revista social, que ahora dirige don Agustín Millares
dedica su volumen de 1960 a homenaje duradero a don Simón
con una colaboración amplísima. Don Matías Vega, presidente del
Cabildo, habló de la obra del homenajeado dentro de la corporación
insular y cómo ésta ha buscado fórmula para no perder, meramente
por el imperativo de una fecha, su indispensable consejo.
Don Simón por su parte leyó un escrito de sfracias, en el que lució
una vez más su inagotable ingenio y la originalidad de su carácter.
En El Gabinete Literario se agasajó a todos los concurrentes como
conclusión del acto inolvidable.
En Tenerife cuenta también don Simón con muchísimos amibos
y admiradores. El gobernador de esta provincia don Manuel
Ballesteros interpretó sin duda el sentir de todos al adheririíe al
472
acto con un expresivo telegrama. Pero en general la celebración
fue poco conocida, lo que impidió la colícurrencia personal de
muchos a Gran Canaria en esta ocasión. En cambio en el anunciado
volumen de trabajos dedicados al ingenio canario, son numerosos
los redactados en esta isla.
, O t r a s e n t i d a d e s culturales.—La Real Sociedad Económica
celebró un acto literario en memoria del rey Carlos III, su
fundador, y don Tomás de Nava Grimón, su primer director; además
de otras intervenciones y lecturas, don Enrique Romeu leyó unas
notas para un elogio de La Laguna, el'Rey y el Marqués, y don Jesús
Hernández Perera disertó acerca de Canarias y el arte genovés.
La Real Sociedad publicó después un folleto con amplios resúmenes
de estos parlamentos y del acto en general.
El Ateneo de La Laguna celebró una fíesta de arte en las solemnidades
del Santísimo Cristo, que resultó muy brillante. Después
de las palabras de salutación del Sr. Peraza de Ayala, ocupó
el escaño el profesor Galmés de Fuentes, que habló de la vida
tradicional del romancero canario; luego, don José María Valiente
desarrolló el tema La belleza y el bien. En la noche del 18 de octubre
se reunió el jurado que concedió el premio «Leoncio Rodrí-guez>
del Ateneo, dotado con 5.000 pesetas, al profesional de la
prensa don Luis Alvarez Cruz por su reciente artículo en «El Día»
Medallones: un Adelantado de La Laguna. Entre las conferencias
citaremos la de don Bernardo Villarozo, en 30 de setiembre, con
el tema Miguel de Unamuno, glosa de su vida.
El Instituto de Estudios Hispánicos del Puerto de la Cruz
aprovechó la Fiesta de la Hispanidad para abrir un curso con la
conferencia de don Manuel Román acerca de Antecedentes de la
Independencia Hispano-Americana. Todavía en la misma entidad
tuvieron lugar en 2 y 9 de diciembre las conferencias de don
Miguel Cáspedes, sobre el tema La Antilla en tres fases de su
historia, y don Enrique Marco, sobre El tiner/eño Tomé Cano, piloto
de la carrera de Indias.
En Madrid, el Hogar Canario celebró una conferencia de don
Carmelo García Cabrera, El paisaje submarino de las Islas Canarias,
en octubre, y en noviembre se inició un ciclo sobre economía
de nuestras islas.
***
Inauguración de l a Casa de Venezuela.—Con asistencia
del Excmo. Sr. Embajador de Venezuela en Madrid, tuvieron
lugar en noviembre pasado del día 11 al 13 una serie de actos
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para inaugurar la Casa de Venezuela en Tenerife, en los que colaboró
la Universidad, el Instituto de Estudios Hispánicos del Puerto
de la Cruz y el Ateneo de La Laguna. El Rector Magnífico don
Alberto Navarro pronunció una conferencia en el Teatro Topham
del Puerto de la Cruz; en los salones del Ateneo habló su presidente
Dr. Peraza de Ayala con el tema Un lagunero, primer obispo
de Caracas, aludiendo a don Juan López Agurto de la Mata (o de
la Mota), nacido en La Laguna en 1572; antes disertó don Eliseo
Izquierdo sobre La muerte en la lírica de Andrés Eloy Blanco, el
poeta venezolano. El domingo 13, tras misa solomne en la que
ofició el Excmo. Señor Obispo doni Domingo Pérez Cáceres y un
concierto de la Orquesta de Cámara, pronunció una conferencia
el Excmo. Sr. Gobernador Civil don Manuel Ballesteros. Otros
actos fueron de tipo social y recreativo.
Archivos.—En el «Diario de Las Palmas» de 22 de diciembre
Juan Hernández Rodríguez se ocupó del archivo de la Casa
Cabrera y Béthencourt, que contiene, según dice, la historia de
Fuerteventura, desde 1576. Se conserva en la casa de don Francisco
Bravo de Laguna, sucesor de aquella familia, y se formó en la
casa de los Coroneles de Fuerteventura en La Oliva. Contiene más
de 8.000 legajos, muy poco estudiados y desde luego inéditos, y alcanza
desde aquella fecha hasta fines del siglo XIX. Se comenzó
a «recopilar el archivo» Cabrera-Béthencourt en 1766. Contiene
datos desde el conquistador Juan de Béthencourt hasta don Cristóbal
Manrique de Lara y Cabrera, último coronel.
De nuestro archivo provincial seguimos sin novedad, esto es,
sólo proyectos inmediatos, que datan de más de un lustro, de traslación
a nuevos locales que, en su día, seguramente serán destinados
a un objeto más decoroso. No obstante, a fines de noviembre
se constituyó, en el salón de juntas del Gobierno Civil y bajo la
presidencia de don Manuel Ballesteros, una lucida y numerosa
Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos, entre
cuyos fines principales está el amparo de nuestro patrimonio histórico.
No se ha*sabido más de ella.
Castillos.—Con ocasión del Día de los Castillos, 22 de abril,
la Sección Provincial, en Las Palmas de Gran Canaria, de la Asociación
Espafíola de Amigos dp los Castillos tuvo un acto conmemorativo
al que asistieron todas las primeras autoridades y
numeroso y selecto público. El presidente de la Sección, don Se-
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bastían Jiménez Sánchaz, tras unas palabras explicando el siirnifí-cado
de la fecha, hizo la presentación del Excmo. Sr. don José
Alcántara Sampelayo, presidente de la Audiencia Territorial de
Canarias, al que cedió la palabra para desarrollar una conferencia
titulada Un castillo fronterizo. £1 ilustre disertante hizo un ameno
y erudito estudio del Castillo de Bélmez, emplazado en el valle
cordobés del no Guadiato, que en el corto recorrido desde su nacimiento
pasa al pie de tres castillos famosos: Fuentebvejuna El
Hoyo de Viandar y Bélmez. '
La misma Sección Provincial envió a la isla de Lanzarote una
comisión acompañando a su presidente, Sr. Jiménez Sánchez, con
el fin de constituir en ella la Sección Insular. En el despacho del
Sr. Delegado del Gobierno y bajo su presidencia, se celebró el
acto el día 23; pronunció una conferencia el repetido presidente
Provincial, quien se extendió en consideraciones sobre los fines de
la Asociación y en particular sobre el interés que encierran los
castillos de San Gabriel, San José, Guanapay o de Santa Bárbara
y la cTorre de San Marcial en Punta del Águila, Puerto de Las
Coloradas>; destacó de manera especial el entusiasmo del numeroso
grupo de adheridos a la Asociación. La directiva de la
Sección Insular quedó presidida por don Gerardo Morales Marti-nón;
vicepresidente don Estanislao González Ferrer y secretario
don Rafael Cabrera Díaz, y entre los demás cargos los vocales natos:
presidente del Exmo. Cabildo y los alcaldes de Arrecife
Teguise y Yaiza-Femés. '
El socio don Virgilio Grande Perdomo pronunció en el Círculo
Mercantil de Arrecife una notable conferencia sobre El rescate
de las ruinas históricas. En visita al notable castillo roquero
de Guanapay, también llamado de Santa Bárbara y de San Hermenegildo,
se inauguró la puerta de cierre del recinto. Habló también
en este acto el presidente de la Sección Provincial, don Sebastián
Jiménez, que evocó la historia heroica de aquella fortaleza frente
a las invasiones piráticas de los siglos XVI y XVII y agradeció las
atenciones de las autoridades. En el término municipal de Yaiza-
Femés fue vistada la citada Torre del Águila, construida en el siglo
XVIII, y los históricos pozos de San Marcial, en la comarca de Ru-bicón,
que en el siglo XV fue base de los conquistadores de Bé-thencourt
y Gadifer de la Salle. En otra de las visitas realizadas
por la comisión grancanaria, fueron obsequiados sus miembros en
San Bartolomé con un brillante festival típico por la agrupación
folklórica local en el casino de la villa, acto que terminó con otro
oportuno parlamento del Sr. Jiménez.
Por omisión de un previo concierto de fechas y finalidades,
apenas había regresado a Las Palmas la comisión de la Asociación
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de Amigos de Ibs Castillos, arribaron a la isla el arqueólogo barcelonés
don José de C. Serra Ráfols y su hermano el catedrático
y director de esta Revista don Elias. Se trasladaron en seguida a la
mencionada playa de los Pozos de San Marcial, donde en pocos
dias llevaron a cabo la excavación de los restos del Castillo de
Rubicón, previamente localizados, según explicamos en estas mismas
páginas, en la sección de información arqueológica.
La simiente sembrada en Lanzarote no ha dejado de germinar.
En agosto se inauguraba en el nuevo Museo del Castillo de San
Gabriel una importante exposición «Castillos de España» a base
de planos y bellas fotografías, de la que «Falange» de Las Palmas
informaba en su edición del día 26. Y en el Museo se va reuniendo
una serie de piezas evocadoras del pasado insular.
En Tenerife el Instituto de Estudios Canarios representa a la
Asociación de Amigos de los Castillos, y sin duda da menos brillantez
que la Sección Canaria a sus actuaciones. No por ello está
descuidado este movimiento procastrense; aquí nuestros castillos
subsistentes y desaparecidos suelen ser recordados con oportunidad
de la efemérides del 25 de julio; hay actos solemnes y rituales
y además la prensa evoca, las piedras y los hombres heroicos de
aquel día. Este año Luis Alvarez Cruz tomó en «El Día» a su cargo
el homenaje; el 23 escribió A ciento sesenta y tres años de la
epopeya, y el 24 proseguía La epopeya de Santa Cruz, evocada
desde el taller de un artesano, a propósito de la maqueta del
«Teseo» de mano de don José Alomar, con ilustraciones alusivas.
Pero se hacen también cosas más perdurables: en Santa Cruz los
dos fuertes o baterías de Paso Alto y de San Juan parece que
están a salvo de seguir el destino de su hermano mayor el de oan
Cristóbal; también en el Puerto de la Cruz se guardan amorosamente
los restos de San Telmo y de San Felipe. Lo mejor, no obstante,
es lo que, al fin, se hace en La Gomera: se va resueltemente a
la restauración y dignificación de la Torre del Conde, por acuerdo
y a costa de la Mancomunidad Interinsular, decisión a la que ha
contribuido sin duda el deseo de estimular las conmemoraciones
colombinas del 12 de octubre, que este año revistieron en aquella
isla especial solemnidad. Coronó lo celebración la elocuente conferencia
del Excmo. Sr. Gobernador Civil y Jefe Provincial del
Movimiento don Manuel Ballesteros, pronunciada el día 6 en el casino
de la capital gomera (ampliamente extractada en «El Día» del
12); pero la restauración de la Torre y de la iglesia parroquial es
cosa que permanecerá, si Dios quiere. Especialmente de la Torre
y de los problemas y perspectivas de su restauración se ocupó con
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amplitud don Antonio Rumeu de Armas en su trabajo La Torre de
La Gomera, editado en «El Día> del 15 del mismo octubre.
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Triunfos artísticos.—En mayo pasado se hizo pública la
concesión al pintor canario don Tomás Gómez Bosch del Premio
de Honor en la Exposición Bienal de Bellas Artes. Triunfó de otro
tipo, pero no menos grato es el que en 14 de octubre obtuvo el
ilustre pintor gomero don José Aguiar al presentar oficialmente
ante el Cabildo y un selecto público de críticos y artistas así como
intelectuales en general los soberbios murales por el artista ejecutados
en el salón de actos de la Corporación Insular. En el acto
habló el Sr. Ravina Méndez, presidente de la Entidad y el mismo
señor Aguiar. Su obra ha sido recibida con satisfacción muy general,
difícil de alcanzar en tiempos de epidemias artísticas.
Una dotación Juan March para el Laboratorio de
Química Orgánica de nuestra Universidad.—A comienzos
de este curso académico se conoció en nuestros medios universitarios
que la Fundación Juan March de apoyo a la alta investigación
científica había asignado al equipo que bajo la dirección
del catedrático don Antonio González trabaja en el Laboratorio
indicado una de las dotaciones de medio millón de pesetas que
concede para realización de programas de investigación que previamente
le han sido sometidos. Esta investigación se concreta
a los esteroides de las escrofulariáceas y sonchus de las Islas
Canarias. La concesión entraña un destacado honor para el Dr.
Antonio González, para sus asistentes y discípulos y no menos para
la Facultad y Universidad a la que pertenecen. En «El Día» de 22
de noviembre Alvarez Cruz publicó una conversación con nuestro
eminente químico, sobre este asunto.
Cambios de catedráticos.—Don Manuel Marte! en
esta Universidad.—Es de sobra sabido que los ceses de catedráticos
de nuestro claustro por traslado a otros centros es una
de las endemias más dañinas que padece nuestra Universidad. Y
menos mal que ahora suelen producirse sólo al fin del curso lectivo.
En 1960 han cesado los doctores Francisco Pino y Antonio Castro
de la Facultad de Ciencias, que pasan a Sevilla; Pablo Fuenteseca,
con destino a la de Salamanca; y Alfonso Candau Parias que se
traslada a la de Valladolid. El Dr. Candau colaboraba ya activa-
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mente en nuestra vida cultural, incluso extrauniversitaria; era catedrático
de Filosofía y Decano de esta Facultad, y enlodas estas
manifestaciones había dejado una simpática impresión, que nos
hace lamentar doblemente su ausencia, indudablemente prematura.
La llegada de nuevo personal no siempre constituye una
compensación a las pérdidas; especialmente cuando se trata de
personas que desconfiamos permanezcan aquí el mínimo de tiempo
requerido para dar algún fruto permanente con sus enseñanzas.
No es éste el caso, entre otros recientes, del Dr. don Manuel Martel
Sangil, catedrático de Geología por oposición brillantemente gana-nada
en Madrid. El Dr. Martel, natural de Mazo en la isla de La
Palma, había sido ya profesor de nuestra Facultad de Ciencias,
como auxiliar de la cátedra de Naturales que explica el Dr. May-nar.
Aqui preparó su tesis doctoral, que leyó en Madrid en 1950
con calificación máxima de sobresaliente y premio extraprdinario.
En 1952 ganó el premio Torres Quevedo del CSIC y luego pasó a
estudiar en París donde de nuevo se doctoró y especializó en Geología;
también cursó allí estudios en la Escuela Superior de Ingenieros
del Petróleo, en la que se graduó en la especialidad de
Prospección; pensionado por el Ministerio francés de Industria,
ganó también por oposición plaza de colaborador del CSIC, Patronato
Alonso de Herrera, y luego ha trabajado como geólogo
en el Instituto de Edafología con los profesores Alvareda y San
Miguel de la Cámara. Entre sus ya numerosas publicaciones, muchas
se refieren concretamente a problemas geológicos canarios, y
sólo éstas mencionaremos: El Archipiélago Canario y los fósiles
de sus sedimentos, Aportación al estudio geoedafológfco de Tenerife,
El volcán de San Juan. Es pues uno de los nuestros, y confiamos
en que contaremos con su colaboración para el estudio del microcosmos
canario.
Don Daniel Fernández del Castillo y Martin.—El 15
de octubre, bien pocos días antes del fallecimiento del historiador
don Dacio V..Darías, murió, casi súbitamente, este otro gran amfin-te
de nuestra Historia y cultivador de ella en algunas ocasiones.
Don Daniel era el más puntual lector de nuestras publicaciones
históricas, y cultivaba la genealogía con un criterio romántico, no
siempre tan exigente como la ciencia actual aconseja. Descanse
en paz el ilustrado amigo.