ALMOGAREN. IL (93) Pags 89 108. @CENTRO TEOWZICO DE LAS PALMAS
25 AfdOS DE CONVIVENCIA SACERDOTAL
DE NAVIDAD
FELIPEB ERMUDEZS UAREZ
PROFESOR DE TEOLOGIA DEL CET
Estamos convencidos de que se trata de una de las experiencias más
ricas vividas por las dos diócesis canarias en el periodo posconciliar. Experiencia
muy valiosa de corresponsabilidad en el ministerio sacerdotal, de búsqueda
común de un estilo de ministerio en estos agitados y apasionantes años, de
camino colectivo realizado con gran ilusión y enorme creatividad.
Aportamos una serie de datos descriptivos y luego algunas reflexiones
sobre el proceso vivido. Afiadimos tres anexos, para que se pueda conocer mejor
la experiencia: uno, el texto literal de la primera convocatoria (1968); el segundo,
el esquema de desarrollo de otra convivencia (1978); y el tercero, el resumen
de una de las últimas convivencias celebradas (1991).
l. LOS DATOS DE UNA HISTORIA
Algún grupo inquieto tuvo una reunión de curso por las Navidades del
año 1967. Se trataba del curso de los ordenados en el año 1966, los últimos
de Don Antonio Pildain, que renunciaría por edad avanzada ese mismo año.
Ese grupo de compañeros ha jugado un papel importante en la marcha
posconciliar de nuestro presbiterio (la mitad de ellos se ha secularizado en estos
27 años). Curiosamente, los compañeros de Tenerife que han sido los
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participantes más activos de la Convivencia son del mismo año y sabemos que
los dos cursos (de Tenenfe y Las Paimas) tuvieron contactos siendo seminaristas
mayores. Una amistad fecunda la de estos dos grupos, alentada por los
formadores de entonces, Elias Yánez por Tenerife y Manuel Alemán por Las
Palmas.
De aquella reunión navideña, que se puede considerar la base de la
experiencia, no tenemos constancia documental. Tan sólo algunos hablan de
"una convivencia sacerdotal con Antonio Hortelano".
La primera convivencia tiene lugar en el Valle de Agaete (Gran Canaria),
en la Navidad de 1968. Se convocó al clero con una circular que invitaba a
unos Ejercicios Espirituales para sacerdotes, pero animados y dirigidos por
nosotros mismos. Unos equipos de trabajo prepararon los temas de cada día.
El esquema del encuentro nos lo proporcionó el Decreto "Presbiterorum
Ordinis" del Vaticano 11: "Qué es el sacerdote, para qué está y cómo ha de
vivir". La oferta se hacía a todos, pero se sabia que no todos responderían.
Pero había una clara voluntad de no cerrar la Convivencia a nadie. El talante
que nos animaba queda reflejado en la convocatoria (ver ANEXO 1). La
convivencia fue un éxito y dejó huella. Un día estuvo con nosotros Roger Servy,
sacerdote del Prado, que pasaba hacia América y participó en la Convivencia,
quedando invitado para el año siguiente. Lo más destacable de ese primer
encuentro fue el clima de sinceridad y transparencia en las puestas en común,
que se hacían muy ricas y llenas de contenido: cada uno p o ~ ean común ante
todo el colectivo (unos cuarenta) el fruto de su oración y reflexión sobre los
temas. Tuvimos la visita del nuevo Obispo D. José Antonio Infantes Florido,
que pasó una mañana con nosotros.
En 1969 la Convivencia estuvo muy preparada, después del buen resultado
de la del año anterior. Tiene lugar del 14 de diciembre, domingo, al 20, sábado.
Se celebra de nuevo en el Valle de Agaete. Está toda la semana Roger Servy,
el cual sin embargo no dirige la Convivencia, sino que hace síntesis y nos ayuda
a reflexionar sobre algunos aspectos, después de escuchar la puesta en común.
El tema de este año es: "La experiencia de la salvación". Había ratos largos
de oración personal. Se saca todo un plan de actuación para todo el aiío: retiros
mensuales, encuentro de Pascua en la playa, encuentros para afrontar problemas
de la Diócesis ... Se insiste en la necesidad de organizarnos a nivel de pastoral
de conjunto, en la opción por los pobres y en un estilo de sacerdote pobre.
En 1970 se celebra de nuevo en Agaete: del 14 al 18 de diciembre. Los
temas de este año son: oración-contemplación, celibato-virginidad consagrada,
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vida comunitaria, presencia en el mundo y compromiso temporal. No viene
nadie de fuera a acompañarnos, y los temas se preparan, como era ya
costumbre, entre varios compañeros. El equipo animador era una pieza clave
en esas convivencias iniciales.
En 1971 el tema se centra claramente en "la misión". Con nosotros está
Pepe Rodier, de los Hijos de la Caridad, congregación religiosa que se dedica
a la evangelización del mundo obrero. Se parte de nuestra experiencia concreta,
de lo que estamos haciendo, para descubrir líneas de evangelización en nuestra
tierra canaria. Algunos compañeros hacen planteamientos de cara a descubrir
la canariedad y los análisis estructurales. Se insiste en la militancia y en hacer
nacer la Iglesia en el mundo obrero. Los días de la convivencia son: del 13
al 17 de diciembre.
En 1972 se reúne con nosotros Fernando Urbina y el encuentro empieza
a situarse en la semana entre Navidad y Año Nuevo, donde ha quedado ubicada
casi invariablemente. Se parte de la toma de conciencia de la situación cambiante
en las islas. Ha comenzado el Estudio Socio Pastoral y nos motivamos para
apoyar y potenciar el trabajo que nacía con posibilidades de organizar mejor
nuestra Iglesia local al servicio de la evangelización en las Islas Canarias. Urbina
insiste en que la crisis histórica provoca nuestra fe y nuestra creatividad. Este
año acude un grupo completo de compañeros de la Diócesis de Tenerife, ya
que en años anteriores habían venido sólo algunos del grupo. Se habla del
compromiso politico, de la necesidad de una pastoral misionera, del seguimiento
de personas, de grupos y de la masa. Se insiste en la necesidad de la síntesis
entre el compromiso y la experiencia de fe.
En 1973, las inquietudes eran: concretar las intuiciones que se habían
ido descubriendo. Una encuesta preparatoria del encuentro preguntaba: "En
una línea misionera y de alcance diocesano: ¿qué objetivos te has marcado?
¿qué estás haciendo? ¿cómo lo estás logrando? Medios". La Convivencia se
preparó con las respuestas a esta encuesta. Enfoque: la presencia misionera
y el trabajo de hacer militantes. Esta vez se tuvo que modificar el calendario
habitual y la Convivencia se celebró los días 2 al 5 de enero de 1974. Nos
acompaña Felipe Fernández Alia, de Avila. Se habla mucho de la evangelización
de los pobres y de los medios pobres en la evangelización.
En la convivencia anterior se decidió tener cursillos sobre pastoral de los
movimientos en línea misionera. Se celebraron dos cursillos: uno para seglares
y otro para sacerdotes. Este último se tuvo en la semana de Pascua (17 al 20
de abril de 1974) y equivalía a la Convivencia del año. Se tuvo también en
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Agaete, con la animación de Ramón Roldán, de Nbacete. Se insiste en el trabajo
con los movimientos especializados de Acción Católica. Este aiio fue el último
en que la Convivencia se celebró en la casa del Valle de Agaete, donde estuvimos
siete años seguidos.
En 1975, el encuentro tiene lugar en La Atalaya (Santa Brígida), también
en la isla de Gran Canaria, en la Casa de Espiritualidad de la Institución
Javeriana. No hay ningún acompañante de fuera. El tema se centró en la recién
terminada Asamblea del Estudio Socio Pastoral. Las cuestiones sobre las que
reflexionamos fueron: l a , cuáles son las intuiciones que nos parecen
fundamentales en las conclusiones de la Asamblea; Za, cómo me veo yo ante
esas intuiciones; 3", cómo veo a este grupo de curas ante estas intuiciones. He
aquí la síntesis de nuestras respuestas a la primera cuestión, las intuiciones de
la Asamblea del ESP:
- Abrir la Iglesia a la realidad de Canarias;
- Una Iglesia de todos; Iglesia sobre todo pobre y con los pobres;
- Organizarse para trabajar mejor;
- Trabajo en intensidad a través de los movimientos;
- Ponernos en plan de evangelización. Necesidad de unos objetivos
claros en la Diócesis.
La realización polémica del ESP, su terminación conflictiva, el desgaste
de las luchas ideológicas a niveles eclesial y sociopolitico ... fueron factores que
engendraron un cierto clima de cansancio y de crisis, que se percibió en la
convivencia de este año.
En 1976 nos acompaña Juan Carmelo Garcia, dominico que trabajaba
en IEPALA, Madrid. Se celebra de nuevo en La Atalaya. La Convivencia
resultó conflictiva. Se acentuó fuertemente el aspecto político y la critica a la
Iglesia institucional desde la ideología de Cristianos por el socialismo. El
colectivo se dividió y se pasó un momento difícil para la misma supervivencia
del encuentro anual. En el trasfondo estaba la confrontación marxismo-cristianismo.
En 1977 hubo un vacío en la preparación y se recurre finalmente a Alberto
Iniesta, que viene a dar unos "Ejercicios" más bien al estilo clásico (en lo
metodológico, pues en los contenidos se siguió la línea de los encuentros). Fue
bueno para salvar la continuidad de la Convivencia, por la atracción del
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"testigo", superando el bache del año anterior, pero los "históricos" éramos
conscientes de que no era el estilo que buscábamos. Aún así, resultó muy
positiva. Los temas tratados en las nueve charlas: "Jesucristo, la vocación,
los problemas que nos crea la Iglesia, la democracia en la Iglesia, la Iglesia
como evangelizada y evangelizadora, sacramentos y vida, la opción de la Iglesia
por los pobres, evangelización y sacramentos, la oración".
En 1978 la Convivencia es en Teror (Gran Canaria), en la Casa de
Espiritualidad de las Dominicas. Del 26 al 30 de diciembre. No nos acompañó
nadie venido de fuera, pero fue preparada con esmero, pues los fallos de los
dos años anteriores nos hicieron tomar la cosa en serio. El tema: "Cómo
contemplamos lo que hacemosy cómo ayudamos a otras personas a hacerlo".
Se partió de unas monografías que se pidieron a varios compañeros. Su
exposición fue la base de la Convivencia. Por primera vez el grupo organizador
hizo una síntesis posterior del encuentro, que se envió a los participantes. Esta
síntesis insiste en la experiencia de Jesucristo como elemento unificador de
nuestra acción y contemplación. Acudió un nutrido grupo de Tenerife y allí
se tomó la decisión, después de un fuerte debate, de alternar en adelante la
celebración entre las dos islas capitalinas, con la posibilidad de ir alguna vez
a otra isla.
Por todas estas circunstancias, la Convivencia de 1978 puede considerarse
como modelo: por la preparación cuidada, por la metodología, el estilo de
desarrollo, la síntesis posterior (a partir de entonces, se hizo después en casi
todas), la decisión de alternarla en Gran Canaria y Tenerife, etc ...
En 1979 se tuvo por primera vez en Tenerife. Se responsabilizó "el grupo
de los miércoles". En Geneto (La Laguna), en un Colegio de las Dominicas.
Del 26 al 28 de diciembre. Se partió de monografías. Los temas: "creación
de la comunidad y ministerio; tensión entre dos modelos de Iglesia y de
ministerio; trabajo desde el pueblo y ministerio". Se envía síntesis del encuentro
y ya se establece la costumbre de determinar tema y grupo responsable para
el año siguiente, lo cual también ha seguido funcionando.
En 1980 se volvió al modelo de "charlas", siendo el invitado José María
Castillo, profesor de la Facultad de Teología de Granada. Tema: "el tipo de
ministerio". El enfoque era: en función del tipo de Iglesia que queremos, hará
falta un tipo de ministerio. La participación fue masiva, llegándose en algunas
charlas hasta 80 (normalmente asistimos entre 30 y 40). En la revisión
constatamos una vez más que no era el modelo ideal de Convivencia, aunque
se valoraba la respuesta y el interés de tantos compaiieros.
94 FELIPE BERMUDEZ SUAREZ
En 1981, en Los Realejos (Tenedfe), en el Colegio de la Pureza. Del 27
al 30 de diciembre. Estuvo con nosotros Julio Lois. Tema: "Nuestra presencia
en el mundo de los pobres". Se partió de nuestras presencias concretas entre
la gente sencilla, desde la experiencia real de varios compaiieros, primero, y
de todos, después. Se articuló bien la aportación del experto-testigo y la
organización y animación por parte nuestra. El grupo de Tenerife preparó muy
bien los detalles de la Convivencia, en especial los momentos de oración y
celebración, con un folleto muy bien elaborado. Ese año hubo una participación
significativa de todas las islas, como en ningún otro año, lo cual constituyó
una gran riqueza, por la importancia de las islas en la configuración de nuestro
trabajo y vida ministerial. He aqui los nombres de los participantes: Gilberto
Martin Teixé y Juan López (El Hierro); Ismael Martin, Jorge Hernández
Castillo, Antonio Hernández y Pablo Alvarez (La Palma); Aurelio Feliciano
y Paco Santana (La Gomera); Juan Félix A. Poggio, Julio González, E h Diaz,
Paco Arteaga, Agustin Mendoza, Raimundo, Asterio, José Antonio González,
José Hermógenes Martin, Juan Miguel Rodela y Emilio Hardisson (Tenerife);
Santiago Subrez, Antonio Perera, Santiago González, A. Serafin Hernández,
José Luis Guerra, Esteban Velázquez, Fermin Romero, Juan Marrero, Felipe
Bermúdez, Isidoro Sánchez, José Domínguez, Antonio Fernández Parrilla, José
Diaz, José Quevedo, Manolo Medina, Luis Marrero y Policarpo Delgado (Gran
Canaria); Pedro Suárez y Josk Antonio R. Roca (Fuerteventura); Santiago
Quintana, Jesús Marqués y Agustín Sánchez (Lanzarote). Total: 42
participantes. Se decidió, para garantizar la continuidad del tema, que repitiera
Julio Lois.
En 1982, en efecto, nos vuelve a acompañar en la reflexión Julio Lois.
Se celebra en Teror, del 27 al 30 de diciembre, y nos aglutinó el lema: "Hacia
una Iglesia pobre y de los pobres". Hubo tres momentos: los pobres; una Iglesia
de pobres y para los pobres; y un ministerio pobre y para los pobres. La síntesis
resultante, de trece páginas, es un documento valioso. Contiene varias
exposiciones, muy buenas, de Julio Lois, además de los resúmenes de nuestras
aportaciones.
En 1983, en Los Realejos (Tenerife), los días 27 al 29 de diciembre. Con
Victor Pidal, de los Hijos de la Caridad, actualmente Consiliario de la JOC
a nivel del Estado español. Tema: "Nuestra inserción en el mundo de los
pobres". Hay una aportación técnica de dos seglares, para ayudarnos en el
análisis de la situación que viven en Canarias los sectores populares.
En 1984, la convivencia tiene lugar en Teror, los dias 26 al 28 de diciembre.
Está con nosotros Ramón Prat, de Lérida. Se reflexionó sobre la esperanza,
25 ANOS DE CONYWENCIA SACERDOTAL DE NAVIDAD 95
a partir más bien de las aportaciones del ponente. Eran momentos de "baja"
en el ánimo del personal y venia muy bien el tema de la esperanza. Ayudó mucho
el enfoque del tema y el testimonio de Ramón.
En 1985 se decide repetir en Gran Canaria, para que no coincidiera en
la misma isla la Convivencia y la Asamblea Interinsular del Acbamán
(Coordinadora de comunidades, movimientos y grupos cristianos de las islas),
pues muchos de nosotros estamos vinculados de una u otra forma al Acbamán.
Se vuelve a dar una situación de vacío en la preparación. Se llegó casi a diciembre
sin saber el tema ni la metodología. Se consiguió un ponente que salvó la
Convivencia, pero al precio de convertirla de nuevo en "Ejercicios espirituales".
En La Atalaya, los días 26 al 28 de diciembre. Esta vez vino Donaciano
Fernández, Vicario de pastoral de Palencia, con vivencias y reflexiones del estilo
y la impronta de Marcelino Legido, con dibujos incluidos. Temas:
contemplativos en la misión, en las huellas del Hijo amado y entregado, en
las huellas del Hijo humillado (encarnarse desde los pobres, despojados y
abatidos), en las huellas del Hijo exaltado (entregados a la misión apostólica).
En la revisión se valoró mucho la aportación de Donaciano, pero se propuso
recuperar la dinámica propia de las convivencias, lo cual supone concretar tema
y responsables y ser más serios en la preparación y convocatoria.
En 1986 volvemos a Los Realejos (Tenerife), del 29 al 31 de diciembre.
No viene nadie de fuera. El tema está planteado algo confusamente: "Cómo
desde nuestra opción personal por Jesús trabajamos en la comunión eclesial".
Una mañana nos visitó el Obispo de la Diócesis de Tenerife, Don Damián
Iguacen, que nos leyó una pastoral de los obispos españoles sobre la comunión
eclesial. Hacía tiempo que no teníamos la visita de un Obispo en nuestra
Convivencia.
En 1987, en La Atalaya (Gran Canaria), del 26 al 30 de diciembre. Fue
preparada por el colectivo de curas jóvenes de la Diócesis de Las Palmas. Tema:
"Corresponsables para la misión". Nos ayudó en la reflexión Juan Antonio
Estrada, profesor de Granada, que hizo unas aportaciones lúcidas y proféticas
sobre el momento eclesial y sobre el modelo de una Iglesia corresponsable y
misionera.
En 1988 la Convivencia se traslada por primera y única vez a otra isla
distinta de Tenerife y Gran Canaria: La Palma. Tuvo lugar en Las Nieves, los
días 26 al 30 de diciembre. La excursión, que siempre se suele hacer cuando
el tiempo es más amplio, tuvo mayor sentido esta vez, al estar en la "isla
bonita". Tema: "Acompañar al militante. Talante y espiritualidad". Las
96 FELIPE BERMUDEZ SUAREZ
reflexiones fueron aportadas por Antonio Bravo, Responsable General del
Prado. El grupo organizador fue el de los palmeros. El hecho de ser en otra
isla no disminuyó el número de participantes, que sobrepasó, como casi siempre,
los cuarenta. También hubo varias monografía pedidas a compañeros con
experiencia en el acompañamiento de militantes. Las aportaciones de Antonio
Bravo se centraron en el Evangelio, la Evangelii Nuntiandi y el Vaticano 11.
El tema central fue: "qué es un militante y cómo formar militantes". Se
concluyó en la importancia de optar por los movimientos apostólicos en este
momento de la Iglesia.
En 1989, en La Atalaya (Gran Canaria), acompañados por Felipe
Fernández Alía, de Avila. Se siguió con el tema del año anterior, formulándose
así: "Acompañar a cristianos comprometidos". El matiz añadido fue: no
restringir el tema a los militantes de Movimientos, sino realizar un ministerio
capaz de favorecer procesos de crecimiento en todos los cristianos, de cara al
compromiso liberador en la sociedad. Felipe insistió en el alma del pastor
acompañante, de la pedagogía del acompañamiento y del equipo como clima
en el que se realiza y discierne el acompañamiento.
En 1990, el turno tocaba a Tenerife, pero, por dificultades de encontrar
casa, a Última hora se realizó en Gran Canaria (La Atalaya) y con una
preparación también algo precipitada, pues hubo que asumirla con retraso. Se
responsabilizaron finalmente los Consiliarios de Movimientos de Las Palmas.
Del 26 al 28 de diciembre. Se centró en el tema: "La fraternidad sacerdotal
y su implicación en la misión". Se trabajó a base de monografías de grupos
o de compañeros acerca de diversas formas de realización de la fraternidad,
de todo lo cual hay muchas, muy variadas y valiosas experiencias en el clero
del Archipiélago. La reflexión sobre el tema se pidió a Manolo Medina, que
la hizo a partir de un Estudio del Evangelio sobre la fraternidad de Jesús.
Sobre el encuentro de 1991, tan sólo reseiiar aquí, pues tenemos el resumen
amplio en el Anexo 111: fueron sólo dos días, 26 y 27 de diciembre, en La
Atalaya; tema: "Desvalimiento y salud integral de los presbíteros". También
asumida por los Consilarios de Movimientos.
La última Convivencia celebrada tuvo lugar en Tenerife, en el Seminario
Diocesano de La Laguna, del 28 al 30 de diciembre de 1992. Pena que, siendo
la número 25, fuera a la que menos compañeros han asistido: exactamente doce,
la mitad de cada diócesis. La poca asistencia, se reconoció en la revisión, se
ha debido sobre todo a la mala convocatoria. No en absoluto a que haya decaído
el interés de los compañeros ni la motivación sobre la importancia de la
25 AROS DE CONVIVENCIA SACERDOTAL DE NAVIDAD 97
Convivencia. Se partió de una revisión personal en torno al tema del año anterior
y, además, de algunos testimonios escritos de compañeros sobre espiritualidad
sacerdotal para el momento presente. Tuvimos la visita del Obispo de Tenerife,
Don Felipe Femández Garcia.
Al redactar estas notas, ya está en marcha la preparación de la de 1993,
a celebrar en La Atalaya, del 27 al 30 de diciembre, con la compaiiia, por
segunda vez, de Ramón Prat y con el tema: "Un ministerio evangelizador en
una nueva y cambiante situación cultural". La preparación se ha asumido desde
el grupo de los Consiliarios de Movimientos Apostólicos, pidiendo a varios
compañeros monografias sobre el tema.
2. ALGUNAS REFLEXIONES
Podemos constatar, a la vista del recorrido histórico realizado, que la
afirmación que hacíamos al principio está fundamentada: estamos ante una
de las experiencias eclesiales más interesantes del posconcilio en las Islas
Canarias. Destacamos algunas consideraciones que nos sugiere tal experiencia,
dejando al lector la libertad para hacer las suyas.
Ante todo, es claro que la trayectoria de las dos diócesis canarias en estos
25 aiios ha estado, en mayor o menor medida, marcada o influida por esta
Convivencia, que ha determinado un talante y un estilo de ministerio peculiar.
Aunque desde el principio ha estado abierta a todo sacerdote que ha querido
venir, sin embargo, en la práctica, el grupo de los sesenta-ochenta que suele
participar (con un promedio de asistencia anual de unos treinta) es bastante
homogéneo en cuanto a mentalidad y estilo sacerdotal. Con sus valores y fallos,
puede decirse que es el sacerdote del Vaticano 11, el sacerdote que se ha inspirado
en el Concilio para fundamentar su ser y su hacer, el presbítero que ha sido
encargado de acompaiíar al Pueblo de Dios en la aplicación del Concilio en
Canarias.
La Convivencia constituye uno de los elementos importantes para la
configuración de este colectivo. Estamos ante algo que no se encuentra
fácilmente en otras diócesis espaiiolas, al menos en lo que conocemos. Algo,
pues, que nos ha marcado de manera significativa en nuestro caminar.
La espiritualidad sacerdotal ha estado enriquecida por las aportaciones
de la Convivencia, tanto por los temas tratados, como por la riqueza de
contenidos teológicos y testimoniales recibidos de los testigos cualificados que
53 FELIPE BERMUDEZ SUMEZ
tos han acompailado, cuya mención conjunta puede ilustrar lo que decimos:
'toger Servy, Antonio Bravo, Fernando Urbina, Pepe Rodier, Julio Lois, Felipe
'ernández Alía, Ramón Roldán, Donaciano Fernández, Ramón Prat, Victor
"idal, Juan Camelo García, Alberto Iniesta, José María Castillo, Juan Antonio
Zstrada. Todos ellos personas que aportaron mucho a la vida de la Iglesia es-
=añola en los años posconciliares.
Habría que subrayar, como valor de las Convivencias, la metodología,
ixperimentada largamente con kxito, de conjugar la organización y animación
oor parte de un grupo de compañeros de las islas y la aportación cualificada
te un experto-testigo venido de fuera, casi siempre de la Pe~nsul a .S e evita
-1 cerrarnos sobre nosotros mismos, empobreciéndonos; y tambikn, por otro
lado, el convertir el encuentro en algo alejado de nuestra situación. Al estar
todo en nuestras manos, al partir siempre de la realidad, se ha garantizado una
Convivencia viva y dinámica, que responde a nuestros problemas e inquietudes.
ie reconoce siempre que es más fácil pedir a un ponente unas "charlas" y
reaccionar nosotros ante ellas. Y, de hecho, se ha recurrido a ello varias veces,
-omo se ha indicado antes. Pero, el mktodo ideal para nosotros ha sido siempre
-1 saber situar al ponente en su papel. Papel que, por otra parte, siempre se
valora mucho y nos ha hecho mucho bien.
Esta es, a nuestro juicio, una de las principales valoraciones que se pueden
hacer de nuestras Convivencias: una experiencia de corresponsabilidad
,ministerial. Durante muchos años, un grupo significativo de los presbiterios
l e ambas diócesis hemos vivenciado la común res~onsabilidada ue tenemos.
por vocación y misión, ante la evangelización de las Islas Canarias, en comunión
con nuestras Iglesias locales, presididas por sus obispos. En ningún momento
las Convivencias han querido ser "grupo de presión", con intención de sustituir
las instancias de gobierno pastoral de las dos diócesis -de hecho han estado
siempre presentes muchos compañeros con cargos de gobierno, sobre todo en
la diócesis de Las Palmas-. Y siempre se ha tenido claro, al menos entre los
mpanizadores e "históricos", que no nos corresponde, como grupo de
~resbiterosr eunido, sustituir el papel de los seglares en la Iglesia.
Tal vez en los primeros años, coincidiendo con el vacío organizativo en
que se encontraban ambas diócesis, que no habían estrenado las estructuras
de corresponsabilidad posconciliares, la Convivencia jugó un papel de suplencia
y parecía por momentos que todo lo referente al presbiterio lo organizábamos
desde Agaete: encuentros mensuales, retiros, convivencia de Pascua, etc ... Pero,
poco a poco, a medida que las dos diócesis se fueron organizando, la
C~lvivenriafu e cediendo esos aspectos a las respectivas instancias oficiales.
25 AROS DE CONVIVENCIA SACERDOTAL DE NAVIDAD 99
Otro elemento importante a destacar, con evidente signo positivo, es el
carácter interdiocesano de la Convivencia. Es una de las riquezas del encuentro
anual: nos vemos y compartimos experiencias personales y pastorales presbíteros
de las dos diócesis y de islas diferentes. Pensamos que sigue siendo una
asignatura pendiente de la Iglesia en Canarias la coordinación, colaboración
y vivencia práctica de la corresponsabilidad entre las dos diócesis canarias. Son
necesarias estructuras de colobaración interdiocesana, cauces comunes de
actuación en un Archipiélago que ha ido adquiriendo cada vez más conciencia
regional (o nacional, como formulan otros). La Convivencia es un signo claro
de esta voluntad, tal vez una de sus expresiones más llamativas en el posconcilio
canario.
Siempre se quiso distinguir la Convivencia de otros tres tipos de encuentros
sacerdotales que, gracias a Dios, se han prodigado en nuestras diócesis y en
los que solemos participar todos de una u otra forma: Ejercicios espirituales,
cursillos de pastoral o sesiones de estudio teológico-pastorales. No es nada de
eso, pero tiene un poco de todo ello. No son Ejercicios, pero cultivamos la
oración, las celebraciones vivas, la comunicación interpersonal profunda. No
son cursillos de pastoral, pero marcan la orientación pastoral, desde unas claves
eclesiales inspiradas en el Concilio Vaticano 11. No son sesiones de estudio,
pero las aportaciones valiosas de los expertos acompañantes enriquecen nuestra
formación permanente al servicio de nuestra actualización teológico-pastoral.
Otro aspecto a valorar es la orientación fundamental de todas las
Convivencias: una orientación decididamente misionera, hacia la construcción
de una Iglesia volcada hacia la misión, sensible a la realidad canaria, preocupada
por la transformación evangélica de la sociedad. La opción preferencial por
los pobres ha sido una permanente inquietud vivida y alimentada año tras afio
en la Convivencia. Las intuiciones de fondo del recién estrenado Sínodo
Diocesano de la diócesis oriental y del Plan Pastoral en vigor de la diócesis
occidental encuentran en los temas y experiencias de las Convivencias un
respaldo claro y entusiasta, a la vez que hay que reconocer, honestamente, que
las Convivencias han contribuido, en la medida que sólo Dios sabe, a la
realización y orientación de dicho Sínodo y del mencionado Plan Pastoral.
En definitiva, podemos afirmar, en base a los datos aportados en esta
breve reflexión, al menos como conclusión provisional, que estamos, hablando
de las Convivencias Sacerdotales de Navidad, ante una gracia, un don recibido
por nuestro presbiterio canario en orden a que nuestra Iglesia canaria, que vive
y peregrina en las dos diócesis de Canarias (Las Palmas) y de Tenerife, pueda
lo0 FELIPE BERMUDEZ NAREZ
realizar su misión en nuestras islas queridas. ¡Bendito sea el Dios Padre de
nuestro Señor Jesucristo!
3. ANEXOS
1. CONVOCATORIA DE LA PRIMERA CONVNENCIA
En la Presentación de María, 21 de noviembre de 1968.
Tenemos el gusto de informarle que el próximo día 15 de diciembre por
la noche comenzaremos en Agaete una tanda de Ejercicios Espirituales para
sacerdotes, para lo cual contamos con el visto bueno del Sr. Obispo.
Al organizar estos Ejercicios tratamos de responder a esa aspiración que
hace ya varios años veníamos sintiendo gran parte de nosotros de proyectar
unos días de retiro que nos sirviesen de estímulo espiritual mutuo, nos
iluminasen en el planteamiento de nuestros problemas concretos y nos ayudaran
a iniciar o fortificar una mas íntima amistad sacerdotal.
Deseamos que estos días sean, ante todo, un encuentro con el Evangelio
a la luz del Decreto "Presbiterorum Ordinis" y que sean al mismo tiempo una
respuesta a lo que Dios pide de nosotros hoy, como individuos y como
comunidad sacerdotal.
En el orden del día nos ajustaremos al esquema básico de dicho
documento: "Qué es el sacerdote, para qué está y cómo ha de vivir". El método
de trabajo seguirá los siguientes pasos:
1: Exposición doctrinal sobre el tema a cargo de un equipo preparador
de cada sesión.
2: Reflexión y oración personal.
3: Búsqueda y oración comunitarias.
Es imprescindible que comunique cuanto antes si va a participar. Entonces
le enviaremos los esquemas y cuestionarios, la distribución de los días, etc ...
y cuantos detalles convengan para la eficaz realización de la experiencia.
Para todo genero de observaciones, información, INSCRIPCION, o
cualquier duda, le ofrecemos el teléfono 26 36 26, a donde puede llamar sobre
todo en las horas de la noche.
21 ANOS DE CONVNENCLA SACERDOTAL DE NAVIDAD 101
Le saluda el equipo preparador.
José Naranjo, P. Borrego, Santiago Díaz Peñate, José Hernández
Almeida, Juan Matrero, José Domínguez, José Suárez, José Luis Guerra, Josi
Luis Alamo, Salvador Alemán, Manuel Medina y Felipe Bermúdez.
11. ESQUEMA DEL DESARROLLO DE UNA CONVIVENCIA
Teror, 26 al 30 de diciembre de 1978.
En un clima de oración, convivencia, reflexión personal y celebración
comunitaria queremos este año profundizar en el tema: Cómo contemplamos
lo que hacemos y cómo ayudamos a otras personas a hacerlo.
Plan de trabajo:
Martes, 26, tarde:
O. Presentación del plan de la Convivencia.
1. Presentación de monografias de varios compañeros.
2. Reflexión personal.
3. Grupos.
Miércoles, 27, mañana:
4. Puesta en común de los grupos.
5. Síntesis.
Miércoles, tarde:
1. Búsqueda personal en el Evangelio,
2. Eucaristía-puesta en común.
Jueves, 28, mañana y tarde:
Iluminación teológica del tema, a partir de los interrogantes
planteados los días anteriores.
Viernes, 29, mañana:
Cómo ayudamos a las personas y grupos a contemplar su acción:
1. Encuesta personal.
2. Grupos.
3. Puesta en común y síntesis.
FELIPE BERMUDEZ SUAREZ
Viernes, tarde:
1. Concretar cosas a hacer.
2. Celebración final.
Se termina después de la cena del viernes.
111. RESUMEN DE UNA CONVIVENCIA CELEBRADA
CONVIVENCIA SACERDOTAL
La Atalaya (Santa Brigida) -Gran Canaria-
26 y 27 de diciembre de 1991.
Nos reunimos unos treinta compañeros de las dos diócesis canarias. En
el clima habitual de convivencia y amistad sacerdotal, asumieron la organización
del encuentro los Consiliarios de Movimientos Apostólicos. El método fue una
Revisión de Vida sobre nuestra situación personal y ministerial, con la ayuda
de una ponencia de Juan Maria Uriarte, obispo de Zamora, titulada
"Desvalimiento y salud integral de los presbiteros".
Se eligió como grupo animador a Rufino Pérez (Tenerife), Felipe
Bermúdez (Gran Canaria) y Antonio Berriel (Fuerteventura). Las celebraciones
estuvieron a cargo de Ismael Martín y José Antonio González. La economía:
José Dominguez y José Hermógenes Martin.
La ponencia de Uriarte nos ayudó a entender la nueva situación que
vivimos como colectivo presbiteral. Cuando Uriarte habla de "desvalimiento"
quiere decir: "los presbíteros estamos internamente poco equipados y
externamente poco acompañados". La mayoría nos vimos reflejados en su
análisis, realista y esperanzador a un tiempo.
Los pasos que dimos en la convivencia fueron los tres pasos de la Revisión
de Vida, que resumimos.
1. VER
Se trataba de contemplar, a partir de hechos concretos de nuestra vida
sacerdotal, qué nos está pasando, qué pasa a nuestro alrededor (en lo social
y en lo eclesial) y qué está haciendo el Señor en medio de nosotros.
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Los hechos y situaciones que aparecieron:
- Experimentamos perplejidad, al ver que no hay correspoiidc;::l.,, ,i-r p:
nuestra oferta y las demandas de la gente.
- Tenemos rutina, falta de proyecto personal, celebramos sir, ge 2:
- Muchas veces nos vemos al margen de los valores que vive la gt
- Molestia ante el ambiente de restauracionismo que se respira e? "
Iglesia.
- Falta de una persona de confianza con la que confrontar tu vidd *
profundidad. ¿Tenemos alguien que nos escuche? Faltan espacios de sal r
- Nuestro producto no es cotizado en el mercado.
- Necesitamos convertir nuestra mirada: ¿Cómo habla Dios a nuesi-,?.
generación?
- Presbiterio que no se renueva biológicamente,
- Faltan espacios de discernimiento y de diálogo, en los que se puíA?
hablar con toda libertad.
- El Sinodo no ha sido asumido por el clero,
- Huida hacia los espacios seguros de cada uno.
- Necesitamos profundizar en la espiritualidad propia del c:- s
diocesano.
- Diferencia de salario de los presbiteros.
- Sensación de sentirse muchas veces mejor en el mundo que en la Igli :
- Los curas jóvenes ¿tienen algo que aportarnos? ¿Dónde está el ckxi
joven? Achamán, Movimientos Apostólicos, Sínodo, sensibilidad por * S
problemas sociales y por la canariedad, trabajo con marginados, grupos
curas...: se les ve poco en todo ello ¿por qué? Uno se siente algo decepcionad~~
como formador de estas generaciones nuevas del clero: ¿no se los está tragan-'?
la institución y se convierten en buenos funcionarios de una Iglesia que se
metido mucho dentro de sí misma?
- El año sabático, la convalescencia aespués de un accidente, el es Ir
jubilado antes de tiempo ... experiencias que nos hacen cuestionarnos: ¿no s~ 6
que soy yo el que cuenta y no sólo mi trabajo?
104 FELIPE BERMUDEZ SUAREZ
- Peligro de rompernos por dentro: necesidad de pararnos a tiempo.
- Ser y hacer: necesidad de hacer la sintesis. Que el hacer no destruya
el ser.
- Necesidad de encontrarte cara a cara con tu situación: desnudo.
- Anemia espiritual personal: es la clave. Llamada de Dios: cuanto
mayor es el temporal, más profunda ha de ser la quilla del barco.
- Activismo: "Marta, Marta...".
- La vida en el mundo actual rompe personas, "estresa" ... Hacen falta
signos, testigos de que se puede ser hombres nuevos.
- Hay un replegamiento sobre nosotros mismos. Haria falta mirarnos
desde nuestro papel en la Iglesia y en la sociedad. Sensibilidad por lo que vive
la gente: caridad pastoral.
- ¿Qué capacidad tenemos de mirada de las nuevas situaciones?
Convertir la mirada del corazón: ver que Dios no ha abandonado a nuestra
gente.
- Necesitamos redescubrir una espiritualidad del Siervo.
Conclusión: ante la variedad de situaciones que hemos visto en nosotros,
reconocíamos que esto que estamos haciendo es una experiencia sanante. En
la ponencia de Uriarte nos hemos visto como en un espejo.
2. JUZGAR
Intentamos dejarnos interpelar por la Palabra de Dios, con la ayuda de
la segunda parte de la ponencia de Uriarte.
Una palabra que expresa mucho de lo que nos está pasando y que ha
salido en el Ver: "perplejidad":
porque sabemos que hay cambios en la mentalidad, los valores y los
problemas de la gente, pero no acertamos a saber lo que pasa realmente.
porque nos sentimos identificados con nuestra Iglesia local, pero nos
desconciertan los aires de involución que nos llegan de fuera, de la Iglesia
española y universal.
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porque hemos trabajado en la promoción de un laicado adulto y
responsable y nos preocupa que se decepcione de la linea que lleva la Iglesia
y nos duelen sus criticas, a veces duras e injustas.
Esta perplejidad puede ser providencial, para que no pongamos la clave
del éxito en nuestros valores, sino en la fuerza salvadora de Dios. La perplejidad
nos manifiesta nuestra debilidad, somos invitados a la confianza en medio de
las dificultades: tenemos la luz y la fuerza de Dios, "pero este tesoro lo llevamos
en vasijas de barro, para que todos vean que una fuerza tan extraordinaria
procede de Dios y no de nosotros" (2 Cor. 4,s-11). "Estamos perplejos, pero
no desesperados".
Aportaciones valiosas (tomadas de la ponencia de Uriarte y de Id reflexio-nes
de los compañeros) para retener: , .
+ Espiritualidad de la confianza, no del optimismo. Ser realistas, pero
tener claro que "nada podrá separarnos del amor de Dios" (Rom. 8, 31s.).
ElReino actúa en nosotros, incluso aunque no nos demos cuenta (Mc. 4,26-29,
la semilla que crece por si sola).
+ Espiritualidad de la fidelidad, no del éxito: el camino de la eficacia
del signo (Hebr. 5, 7-9: la fidelidad de Jesús).
+ Espiritualidad del hacer sosegado, Jn. 4.37: "uno siembra y otro siega
lo que no ha sembrado"; 1 Cor. 3, 9: estamos en las manos de Dios, no es
mi labranza sino la de Dios.
- Necesitamos alimentar estas convicciones fundamentales:
Jesucristo es la clave, el centro y el fin de la historia humana, gozo
del corazón humano y plenitud total de sus aspiraciones.
Barruntar en formas oscuras el dinamismo inextinguible de todas
las cosas hacia Dios.
Sintonizar con los signos de la presencia del Espíritu, no sólo en
la Iglesia sino también en el mundo.
Recoger las pequeñas señales de su salvación en nuestra vida y en
nuestro entorno próximo.
Persuasión de que ninguno de nuestros afanes liberadores y
salvadores resultan definitivamente estériles.
Confiar a Dios nuestro propio futuro, el de la Iglesia y el del mundo.
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- Descubrir la evangelización como centro unificador de todo. "Lo
sagrado para Jesús es el servicio" (Habacuc 3, 27). Somos servidores desde
abajo: hacerse todo a todos.
- Jesús camina con una comunidad que es frágil. Fiarnos de Dios y de
Jesús, Buen Pastor.
- Espiritualidad del deseo de Dios (1 Rey. 19). Elias viene roto, descubre
a Dios en la montaiia y vuelve al follón diario de la vida.
- Una sola cosa es necesaria: conocer a Jesucristo y, en él, sentir
compasión por la multitud y percibir al Espíritu.
- ¿Desde qué mundo hacemos nosotros los análisis? ¿Desde el mundo
de los pobres? Navidad: Jesús se coloca desde los pobres.
- Hace falta creatividad: construir odres nuevos (nuevas estructuras)
para los vinos nuevos (las nuevas situaciones).
Conclusiones: Necesitamos momentos como éste, para sentirse
confortados. La experiencia de estos días: los años nos van haciendo humildes
y receptivos. Constatamos que necesitamos unos de los otros. Esto es
profundamente evangélico. Permanecer en un servicio al pueblo sin ver los
frutos es un valor. No se percibe al personal "avinagrado", ni con ganas de
volver a los cuarteles de invierno, sino más bien con ganas de permanecer "como
si viéramos al Invisible" (Hebr. 11, 27).
3. ACTUAR
De todas las orientaciones y compromisos que se asumieron, bien a nivel
personal o bien como colectivo, destacamos:
- Tomarnos en serio el Sínodo: es "nuestro Sínodo". Aportar la teología
que hace falta para iluminar los problemas.
- Asimismo, en Tenerife, afrontar el momento de la diócesis con
creatividad, procurando realizar el Plan Pastoral.
- Estar cerca del Obispo.
- Desde la Vicaria de Pastoral, potenciar los proyectos arciprestales.
- Hacer posibles estructuras de acogida sacerdotal
- Cercanía al Seminario.
- Mejorar la convivencia con los compañeros, difundir el folleto de
Uriarte, porque puede ayudar a otros, igual que nos ha ayudado a nosotros.
- Seguir trabajando en una espiritualidad de presbítero secular.
- Animar a otros compañeros, sobre todo a los jóvenes.
- Seguimiento cercano a los laicos con los que trabajemos, en la línea
de transformación del mundo y de avance de la Iglesia.
- Ir creando estructuras de discernimiento, de retiro, de
acompañamiento: lugares, espacios institucionalizados, un servicio permanente
de orientación personal. Un gmpo de presbíteros debería asumir esta tarea.
- Reciclaje, ejercicios de mes, mes de estudio en Roma u otro lugar.
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- Apoyar la Residencia sacerdotal. Atención más cercana a los curas
jubilados.
- Jornadas de estudio para los temas que van saliendo aquí: religiosidad
popular, alternativas a la caída del comunismo, problemas de Canarias, ¿qué
pasa con la izquierda?, etc.
- "Aprender a envejecer": nos hace falta
- Retomar los Movimientos Apostólicos.
- ¿Cómo animar a otros compañeros a realizar nuestra experiencia de
estas convivencias?
De nuevo, en este momento del actuar, se valora la experiencia de las
Convivencias. Son 23 años de historia. Convendría ir recogiendo e historiando
estas realidades de nuestras Iglesias locales. Haría falta animarse a trabajar
los 30 años de historia de la Iglesia canaria, a todos los niveles ... Estas
Convivencias las vemos como "experiencias del Reino". Hemos ido
aprendiendo a ser más humildes, a mantener siempre la referencia a la realidad.
Son encuentros llenos de densidad espiritual y humana.
Para el próximo año se concretaron.
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OBJETIVOS PRIORITARIOS:
- en Las Palmas: apostar por el Sínodo.
- en Tenerife: estar cerca del Obispo y vivir creativamente el momento
diocesano.
Con vistas a la próxima Convivencia de Navidad, se sugirió: "RASGOS
DE UNA ESPIRITUALIDAD PARA LA COWNTURA", con la posibilidad
de invitar a Uriarte.
Responsables: Grupo de los miércoles de Tenerife.
Se celebrará, Dios mediante, en Tenerife.
Felipe Bermúdez Suarez