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ALMOGAREN. 16. (95). Págs. 125 - 153.0 CENTRO TEOLOGICO DE LAS PALMAS D. BARTOLOME GARCIA JIMENEZ Y RABADAN GOBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA EN CANARIAS EN EL SIGLO XVll TOMASG ONZALEAZL ONSO DOCTOR EN TEOLOGIA E n es tas v Jornadas de la Historia de la Iglesia en el siglo XVII, vamos a concentrar nuestra mirada en los años del episcopado de D. Bartolo-mé García Jiménez y Rabadán, que ocupa un cuarto de siglo, casi el último, desde los años de 1665 al 1690. A todos nos ha tocado vivir de alguna manera las tensiones internas y los conflictos que la presencia de la Iglesia despierta en el medio ambiente donde cumple su misión evangelizadora. Pero éste, es un fenómeno que no es propio y exclusivo de nuestra época. La Iglesia ha tenido siempre como misión dada por su fundador, la de ser levadura que haga fermentar la masa. No nos extrañe, pues, que surjan y hayan surgido siempre y en todas partes dichos conflictos y tensiones, si bien, en nuestros días, dadas las facilidades de información apostólica y evangeli-zadora, a pesar de las tensiones encontradas que luchaban en su seno y, sobrepasando los conflictos que periódicamente estallaban, bien, entre orga-nismos eclesiales, bien, lo que era más frecuente, entre entidades de la Iglesia y otras del mundo civil. 126 TOMÁS GONZÁLEZ ALONSO Hoy vamos a contemplar las dificultades y luchas, unas encubiertas, otras notorias que agitaron a la Iglesia en Canarias en la segunda mitad del siglo XVII, en que D. Bartolomé García Jiménez, más que provocarlas, tuvo que sufrirlas. Es la época en que, fallecido Felipe IV, su viuda doña Mariana de Aus-tria, como Reina Madre, rige la monarquía en nombre de su hijo Carlos 11, niño de poca edad a la sazón, época bien caracterizada en la Historia de España. Con ella termina la era de los Austrias. Fue esta época del final del siglo XVII, de general decadencia en todos los órdenes de la vida nacional. La política exterior, la gobernación del esta-do, la hacienda pública ... vienen marcados por el signo de la postración, cuyo exponente más caracterizado aparecía a los ojos de todos en la propia figura de su rey. Tal decadencia afectó, también, en algunos casos, a la Iglesia espa-ñola. En nuestro trabajo, vamos a fijarnos en las tensiones internas y los con-flictos externos propios de esta etapa ocurridos en la Iglesia diocesana de Canarias, durante el largo pontificado de su obispo D. Bartolomé García Jiménez y Rabadán, ocurrido entre los años 1665 al 1690. Los problemas generales que afectan a los eclesiásticos insulares, en la segunda mitad del siglo XVII, son los mismos que a la sazón agitaban a los de la península, con particulares matices propios del carácter insular de la diócesis. El aislamiento, la lentitud e inseguridad de las comunicaciones, retrasando la solución de los negocios de toda clase, tanto civiles como ecle-siásticos ('1. Teniendo en cuenta la limitación cronológica y, sujeción de nuestro trabajo a los conflictos surgidos en el seno de la Iglesia en Canarias, nos ayu-dará a entenderlo, el género de vida, las costumbres, las ideas, las preocupa-ciones, los comportamientos de sus habitantes a finales de aquella época y de aquel siglo, en relación con la actitud religiosa. Puesto que nos vamos a limitar, en nuestro trabajo, a la época del pon-tificado de D. Bartolomé García Jiménez y Rabadán, empecemos por desen-terrar del olvido de la historia a este Ilustre personaje de nuestro episcopolo-gio. (1) Cfr. L. FERNÁNDEZ, Tensiones y conflictos.. . págs. 521-522. DON BAKTOLOMÉ GAKC~AII MÉNEZ Y KABADÁN: GOBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA.. . 127 Al intentar hacer una síntesis biográfica del Obispo Rabadán, tenemos una fuente original de la que están tomados casi todas las noticias que conoce-mos de D. Bartolomé García Jiménez. Se trata de una amplia carta escrita, por su primo y secretario particular, D. Juan García Jiménez, Arcediano de Fuerteventura, a petición de D.Jaime de Palafox y Cardona, Arzobispo de Sevilla. Escrita en 1691, es rica en detalles de los años de su pontificad~'~). D. Bartolomé García Jiménez, nace en Zalamea la Real, Arzobispado de Sevilla, hoy Provincia de Huelva, el 19 de Octubre de 1611. Es bautizado el mismo día en San Pedro de Alcántarai3). Estudia en Salamanca, colegio menor de Cañizares y mayor de Cuenca. Adquiere una gran formación intelectual y teológica en la escuela salmantina de cuya Universidad será después profesor entre los años 1647 y 1657(4). El 29 de Noviembre de 1664, siendo canónigo de Sevilla, es presentado por el Rey Carlos 11, para la Sede de Canarias, vacante por traslado a León de Fray Juan de Toledoís). El 14 de Mayo de 1665 el Papa Alejandro VI1 le extiende las Bulas del nombramiento. Tenía entonces 42 años. El Rey, por su parte, le nombraba Presidente de la Real Audiencia y Capitán General de estas Islas, cargos que no llegaría a desempeñar, por las incidencias del viaje desde Cádiz a Cana-rias, cosas decía el Obispo, que permitió Dios para librarle de muchos desa-ciertos y yerros que podía haber cometidoí6). El 31 de Mayo de 1665 recibe, en la catedral de Granada, la Consagra-ción Episcopal por estar vacante la de Sevilla''). (2) Cfr. J. GARC~AJI MÉNEZ, Noticias de la ejemplar vida del Ilustrísimo Sr. D. B. García Jiménez, ms (1691) publicado por J. HERNÁNDEZ PERERA, en Revista de Historia, XIX (1953) 221; vid. VIERA Y CLAVIJO, Noticias de la Historia General de las Islas Canarias, con introducción y notas de A. CIORANESCU, Sta Cruz de Tenerife, 1961,11, págs. 551-561. (3) Cfr. J. GARC~AJI MÉNEZ, o. c., pág. 183; A. HERNÁNDEZ RIVERO, Edictos e Ins-trucciones del Obispo de Canarias D. B. GARCIA JIMENEZ, man, inéd. 1, fol. 102 vto- Las Palmas. (4) Cfr. J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., pág. 183; P.A. DEL CASTILLO, Descripción Históri-ca y Geográfica de las Islas Canarias, , Madrid 1984-1960, pág. 806; VIERA Y CLAVI-JO, o. c., pág. S51. (5) Cfr. J. GARCIA JIMÉNEZ, o. c., págs. 221-223; P.A. DEL CASTILLO, o. c., 111 pág. 806; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 551; CAUCHAT, Hierarchía Cathólica Medii et Recentioris Aqvi, Munster 1935. (6) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 194 CAUCHAT, o. c., RITZLER-SEFRINI, hie-rarchía Catholica Medii et Recentioris Aevi, Padua, 1952, pág. 140; P.A. DEL CASTI-LLO, o. c., 11 págs. 550, 552, 554; L. FERNANDEZ, o. c. pág. 523; A. MILLARES TORRES, Historia General de las Islas Canarias, Las Palmas, 1984, págs. 68 y SS. (7) Cfr. HERNÁNDEZ, o. c., 1 fol. 88. 128 TOMÁS GONZÁLEZ ALONSO Sale de Cádiz, rumbo a Canarias, el 5 de Julio de 1665, pero debido a los vientos y errores de los navegantes, toman tierra en Puerto Rico (Améri-ca) el 9 de Agosto, pasando luego a Santo Domingo, desde donde reempren-de el viaje hacia Canarias. El 27 de Diciembre, después de cinco meses de dura travesía, avistan la isla de La Palma, no pudiendo tomar tierra en ella, porque los vientos les eran contrarios. Por fin el 29 de Diciembre, fiesta de San Juan Evangelista, lo hacen en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife, alojándose en el Convento de Santo Domingo Viera y Clavijo nos describe su llegada en estos términos:"El deseado arribo del Ilustre Prelado, sus raras aventuras y la anticipada opi-nión de su gran virtud, que le hacían una persona interesante para los cana-rios, todo contribuyó a que fuese recibido con las mayores demostraciones de contento, bien que no dejaban de desconsolarse, creyendo al considerar su delicada complexión, que tendrían Obispo para veinticinco días. Sin embar-go, el pontificado de Don. Bartolomé Jiménez fue de veinticinco años" (9). Fue el Obispo que más vivió y residió en el Obispado de todos sus anteceso-res y sucesores, hasta el presente, exceptuando a Mons. Piladain que obtuvo 30. Las Constituciones Sinodales de D. Cristóbal de la Cámara y Murga, de 29 de Abril de 1629''U)D, on. B. las mantiene en todo su vigor durante su largo pontificado, recordándolas y urgiéndolas en cartas e instrucciones pas-torales a sus sacerdotes y diocesanos. En 1668, debido a los achaques que padece, presenta su renuncia a la Reina, que luego retirará a petición de sus diocesanos. Destaca por su celo y vigilancia pastoral con sus muchos decretos y cartas pastorales ("). Sobresalió por su caridad y limosna, sufriendo verdadera congoja por las necesidades que se padecía en las islas'"'. Poseía una gran pobreza espiritual y gran des-prendimiento, volcándose en auxilio de los más necesitados y abandonados (13). Vivía una profunda humildad: "dotado por Dios de tanta ciencia y sabidu-ría, no se fiaba de sí mismo, y consultaba siempre con teólogos y juristas doc-tos" ('4). - ( 8) Cfr. J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., págs. 184-193, 223; P.A. DEL CASTILLO, o. c., 111 págs. 806 y SS; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, p'pags. 552-554. ( 9) VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 554. (10) Cfr. C. DE LA CÁMARA Y MURGA, Constituciones Sinodales de la Gran Canaria y su Santa Iglesia, Madrjd, 1634. (11) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 207; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 559. (12) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., págs. 200-209. (13) Cfr. Ibídem, pág. 212. (14) Ibídem, DON BARTOLOMÉ GARC~AJI MÉNEZ Y RABADÁN: GOBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA.. . 129 Descolló en la virtud de la justicia, que tantos trabajos había de darle. Es ésta, una de las facetas más importantes de su pontificado, y una de las preocupaciones que más refleja en su manuscrito del Gobernador Cristiano. Luchó incansablemente defendiendo el salario justo de los jornaleros. Urgía a sus jueces y tribunales para que no demoraran las sentencias en perjuicio de las partes (15). Acérrimo defensor de la inmunidad eclesiástica, a la que llamaba la "Niña de sus ojos'', y por la que, decía, estaba dispuesto a perder mil vidas ('h). En lo espiritual destacaba por la gran virtud de la penitencia, que vivía en el más riguroso secreto'"); por SU alta contemplación y continua meditación. D. Félix Nieto de Silva, Presidente de la Real Audiencia y Capitán General de las Islas, que se le había opuesto acérrimamente en ciertos litigios, tenía, a pesar de ello, muy alto concepto de sus virtudes heróicas y guardaba con gran veneración, decía, las cartas y firmas que tenía de su Señoría Iltma., por-que esperaba que habrían de ser reliquia^"^). La Real Audiencia, a pesar de sus grandes y continuos pleitos con el Obispo, escribe al Rey: "Es un prelado que comúnmente es tenido en opi-nión de docto y virtuoso" ("). "Uno de los más celebres teólogos morales de España"(20). . " ... insignísimo en virtud y ciencia ...p or la ciencia un Santo Tomás de Aquino" (2'J. Le preocupaba mucho la formación doctrinal y religiosa de sus fieles, a los que él mismo adoctrinaba en sus paseos vespertinos por los campos; y también la de sus sacerdotes a los que reunía en sus visitas pastorales y les adoctrinaba con conferencias sobre el ministerio espiritual(22). Escribía con gran ligereza y desembarazo. En los últimos años de su pontificado escribió mucho. Entre otros escritos, nos reseña su secretario las siguientes obras: Poliantea miscelánea moral-política. Apología del rey Jacobo de Inglaterra. Compendio del Gobernador Cristiano. Resumen casi literal de dicha (15) Cfr. Ibídem, 209,212 y SS. (16) Cfr. Ibídem, pags. 22,237; A DEL MILLARES, o. c. pág. 70. (17) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 213. (18) Cfr. Ibídem, pág. 215; VIERA Y CLAVIJO, o. c., pág. 268-272. (19) Archivo General de Simancas. P.E. 219. Carta de la Audiencia al Rey, Canaria, 2 de MAyo de 1690. (20) P.A. DEL CAST!LLO, o. c., pág. 806. (21) J. CARCIA JIMENEZ, o. c., págs. 212-222. (22) Cfr. A.,HERNANDEZ, o.c.,I fol. 12 SS: Edicto sobre Doctrina Cristiana; Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., págs. 94-95. 130 TOMÁS GONZÁLEZ ALONSO Obra de Fray Juan Márquez, agustino, catedrático de Salamaraca. Bridice de herejias y herejes hasta Eutero'"). Juntó, tarnblkn, aneichos papeles y apuntaciones de casos sucedidos y consultas hechas a diferentes abogados y teólogos, haciendo cuadernos y legajos con ellos, miay utiles y necesarios para el gobierno eclesiástico de este obispado (24). Su citado secretario, Juan Garcn'a JPménez, dice que iodos estos escritos y otros m6s se los de16 a 61 "para que si Dios en algliiin tiempo me diese medios para darlos a la prensa, los imprimiese, porque su escraipulo y nimia caridad no le dejó tener ánimo para aplicas la cantidad necesaria para drcha No pudo cumplir, su secretario, esta voluratad del Obispo Rabadán, y han pasado ya tres srgdos sin que se haya hecho. ¿Será ésta, una oportunidad para que Io hagamos?. EB Ldo. Don. Luis Román (1617-1680) escribió un "Emachir~dion manual de respuestas a más de clen consultas del Hltmo. señor obispo de Canaria D. Bartolomk Garcia Jimknez, sobre maternas canónicas y civiles, un tomo de a folio" que no se conserva(26)* Profundamente devoto y amante de la Virgen de la Candelaria, bajo cuya sombra quiso reposaran sus restos mortales, y a la que se llamaba: ""..milagro continuo de nuestras aflicciones y ne~esidades"'~'")P; rimera BsBe-ña cristiana de todo este Obispado y Precursora en ét de las luces del Santo Evangelio" (28). Fruto de este gran amor a Ba Candelaria, y de su gran erudición y cuttu-ra son las glosas en Batín y caste88ano que h ~ z od e las 181 letras mayúsculas y minúsculas. sin relación alginna entre si, y separadas algunas entre si por pun-tos y estrellas, que se encuentran en Pa orla de la túnica, al cuello, en las boca-mangas y en todo el borde del manto (L9'. Hasta eii año 1633. nadie %labia godi-do declarar su signiificado, (23) Cfr. J . GARC~AJI MÉNEZ, o. C., págs. 303, 205; VIERA Y 633,AV1JO, o. c., 11, pág 557s; J. SANCHEZ HERRERO, La Poblacióir de las Islas Canarias en la segunda mitad del siglo XVII,lti76-16,88, ea Anuario de Estudios Atlánticos, n. 21 1973, págs. 240,349. (24) Cfr. J. GARCYA JIMENEZ, o. c., pág. 203; VIERA Y CEAVIJO, o, c., 11, pág. 559-58. (25) J. GARCÍA JPMÉNEZ, o. c., pág. 203. (26) Cfr. L. ROMAN, Eic, Echiridion O aanual de r$spuest?s a más de cien consultas del lirrs-trísimo señor obispo de Canarias D. B. GARCIA JIMENEZ, sobre materias can~aicays civiles (un tomo en folio) vid. VIERA Y CLAVIJO. o. c., 11, phg. 910: A. MIé1.ARES CARLO. Bibliografía de Phutores Canarios, Madrid, !932. (27) A HERNANDEZ, o. c., 1, fol. 76 v.; Cfr. J. GARCBA JBMÉNEZ, o. c., págs. 206, 234, 238; 1 QIJINTANA y S. CAZORLA, La Virgen dei Pino en la Historia de Gran Cana-ria, Las Patmas, 1971. págs. 323,326,333; P.A. DEL CASTILLO, o. c., XII, pág. 809. (28) A. HEWNANDEZ, m:. c., 1 fol. 109~-110. (29) Cfr. J. GARC~AJP MENEZ, o. c., págs 231.3%; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 1, pág. 277s. DON BARTOLOME? GARC~AJI MÉNEZ Y RABADÁN: GOBIERNO, CONFLICTOS Y LITíGIOS DE LA IGLESIA.. . 13 1 Estas letras indescifrables, fueron interpretadas por D. Bartolomé Gar-cia Jiménez y Rabadán, haciendo once glosas en latín y siete en castellano a las letras del cíngulo, tomando cada letra como inicial de palabra completada por él, amén, de otras interpretaciones en latín al resto de las letras (30). Funda las Fiestas kustrales de Ntra. Sra. de las Nieves de La Palma. Se encontraba, a finales de Enero y comienzo de Febrero de 1676, de Visita Pas-toral en Ia isla de La Palma, costeando él los gastos de los tres primeros días. Fue tal el fervor y devoción de los palmeros, que el Obispo Rabadán, estimó que sería bueno y conveniente que esta Bajada se repitiese cada cinco años, y así lo dispuso, ordenando que a partir del afio 1680 se comenzase, por el mes de Febrero, coincidiendo con la octava de La Candelaria'"). Después de 25 años de azaroso y virtuoso trabajo pastoral, el 14 de Mayo de 1690, tras una penosa enfermedad, y la aparición de un cometa, que salió un año antes, por Diciembre, de la Gran Canaria al amanecer y atrave-saba Santa Cruz de Tenerife, torciéndose para rematar sobre la casa en que vivía D. Bartolomé, nos dice su secretario y biógrafo, entregó su alma al Señor con fama de santidad. El 16 de Mayo era sepultado en la Concepción de Santa Cruz de Tenerife, y cumpliendo su ríiltima voluntad el 17 de Sep-tiembre del año siguiente (1691) eran trasladados sus restos mortales al San-tuario de Nuestra Sefíora de La Candelaria (32). Todos los que le conocieron y vivieron su muerte, no dudaron en pro-clamar que había muerto un santo(33y), dejaron estos testimonios: "Un prelado que comúnmente es tenido en opinión de docto y "El Plltnno. Sr. D. Bartolomé García Jiménez, de eterna memoria, era canonizable" dice el Iltmo. Sr. D. Juan Francisco Guillén, Dignisimo Obispo de estas Islas de Canarias'"). El Obispo Dávila y Cárdenes, en sus Constituciones Sinodales de 8734 dice de D. Bartolomé: "Varón Insigne de infatigable celo, así en la Visita de todas las Islas, como en las Instrucciones, mandatos y cartas pastorales; en todo lo cual nos dejó a sus sucesores mucho que admirar y poco que (30) Cfr. J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., págs. 229-232, 239; A DE ESPINOSA, Historia de Nuestra Señora de Candelaria, Sta. Cruz de Tenerife, 1967, pág. 78; J. HERNANDEZ PERERA, Precisiones sobrr la escultura de la Candelaria venerada por los Guanches de Tenerife, en ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS. n. 21,1975, pág. 33-35,24 n. 17. (31) Cfr. A. HERNANDEZ, o. c. H. fol., Libro 111 de Relaciones de la Iglesia Arclprestal de la Capital palmerar, n. 54, fol. 228s. (32) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., 203-4,206,217,221,223-4. (33) Pbídern, pág. 221. (34) P.E., 219 Carta de la Audiencia al Rey. Canaria, 2 de Mayo de 1690. Cfr. L. FERNANDEF, o. c., pág. 566. (35) Cfc. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 221. (36) DAVILA Y CARDENAS, Constituciones Sinodales del Obispado de Canarias, 1734, Madrid, 1737, pág 535. ¿Cómo eran entonces las Canarias? Geográficamente, la Diócesis de las Islas de Canaria, o Diócesis de Canarias, estaba compuesta por las siete Islas que forman el Archipiélago Canario; tres de ellas, La Palma, Tenerife y Gran Canaria, llamadas mayores, y cuatro menores, Lanzarote, Fuerteventura, La Gornera y el Hierro. La capital diocesana con su catedral y Cabildo estaba en la Gran Canaria. El Obispo Rabadán residió habitualmente en la de Tenerife, con gran disgusto de su Cabildo, que le instaba a residir en la Capital de la Diócesis "'1. Histórica y políticamente las Islas se encontraban definitivamente incorporadas a la Corona de Ca~tilla'~"'. En los primeros tiempos, las Islas se gobernaban cada una por sus pro-pios fueros, privilegios y ordenanzas municipales, como en Castilla, bajo la vigilancia del cabildo secular compuesto por Regidores y Alcalde mayor (39). Luego fueron nombrados Gobernadores, llamados, también, Capitanes Generales. Más tarde serían transformados en Corregidores y Comandantes Generales de mar y tierra. Estos por su parte nombraban a los alcaldes y alguaciles mayores, amén, del personal ordinario, plazas, éstas últimas, que quedaron después anexas a los consejos y otras hereditarias en las familias(40). En 1527, por disposición del Emperador Carlos V, se establece la Real Audiencia, en Las Palmas de Gran Canaria, como centro coordinador de los Gobiernos de las diversas islas, compuesto por tres jueces de apelación. No gustó esta institución a los Gobernadores y Regidores de Canarias. Entonces, el Rey nombra un Juez Visitador, aparte de los tres que com-ponáan la Real Audiencia. Con ello aumentó el disgusto de los apelante^'^'). Más tarde es nombrado un Jefe Militar de Pa entera confianza de la Corona. Este, como presidente de la Real Audiencia y Capitán General de mar y tierra gobernaba las Islas y las defendía(42). (37) Cfr. J. GARCIA JIMÉNEZ, o. c., págs. 193,199,202,234; J. SANCHEZ HERRERO, o. c., pág. 241; C. DE LA CAMARA Y MURGA, Constitucion,es Sinodales, P.A. DEL CASTILLO, Descripción Histórica y Geográfica de las Islas Canarias.. ., Madrid 1676; VIERA Y CLAVIJO, o. c., págs 16-112. (38) Cfr. VIERA Y CLAVIJO, o. c., págs. 533ss, 660ss. (39) Cfr. Libro Rojo de Gran Canaria o gran libro de Provisión y reales cédulas, Introducción, notas y transcripción de P. CULLEN DEL CASTILLO, Las Palmas de Gran Canaria, 1947 págs. XVIIIss, 2s, 4s; Incorporación de la Isla y fuero y privilegios concedidosa Gran Canaria, Introducción, notas y transcripción por P. CUELEN DEL CASTILLO, Las Palmas de Gran Canaria. 2978, pág. 85ss. (40) Cfr. VIERA Y CLAVIJO, o, c., 11, p2g. 103-104. (41) Cfr. Ibídem, págs. 118-121. (42) Cfr. Ibidem, pág. 143-144. DON BARTOLOMÉ GARC~AJI MÉNEZ Y RABADÁN GOBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA.. . 1'33 Estos títulos y poderes fueron otorgados, junto con el de Obispo de Canarias, al Sr. García Jirnénez y Rabadán. Este, no llegó a tomar posesión de dichos cargos, debido a lo accidentado de su viaje, que le llevó desde Cádiz hasta Puerto Rico. Cuando recaló a Canarias, ya había sido cubierto el cargo, que ostentaba ingerirlamente Fray Juan de Toledo, su antecesor en el Obispado, promovido al de A este propósito nos dice su biógrafo y secretario D. Juan García Jimenez: "Este propaso y trabajos ponderaba el Obispo ...q ue los había permitido Dios para librarle de los muchos desaciertos y yerros que podía cometer; porque en la misma zaetía que salimos de Espa-ña, venía cédula del Rey nuestro Señor para que empuñase también bastón de Presidente y Capitán General de estas Islas ..., y solía ponderar su señoría que si hubiese entrado en ambos gobiernos, eclesiástico y secular, que desa-ciertos y yerros no hubiera cometido, mayormente no teniendo conocimiento de la tierra, ni de genios o inclinaciones de los habitadores de ella..."(44). Existía, también, el Tribunal de la Inquisición, o del Santo Oficio, que fue establecido en las Islas con motivo del arribo a las mismas, atraídos por el aliciente del comercio, de judíos expulsados de la península y moros de la vecina África. Comenzó por el año 1504. Estaba subordinado al de la metro-politana de Sevilla '"5'. Actuaba, asimismo, el Tribunal de la Santa Cruzada compuesto por tres jueces subdelegados, tres prebendados de la Santa Iglesia, uno de ellos el doctoral, con su audiencia junto a la Catedral, en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, con su alguacil, notario y otros ministros. En el resto de las islas tenía comisarios y otros oficiales subalternos(46). En lo estrictamente eclesiástico, en la capital diocesana, estaba el tribu-nal del Vicario General y Provisor para todas las causas contenciosas y de jurisdicción ordinaria de la Diócesis. En el resto de las islas, los obispos solí-an nombrar "Vicarios foráneos" -auténticos Vicarios Episcopales- para cada una de ellas (47). Las facultades de estos vicarios eran limitadas no pudiendo conocer las causas criminales. Sólo tenían facultad, en esta materia, para hacer sumarios y remitir el proceso al tribunal del Vicario General. (43) Cfr. J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., pág. 194: P.A. DEL CASTILLO, o. c., 111, pág 3.138: VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 252,254,550. (44) Cfr. J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., pág. 194: P.A. DEL CASTILLO, o. c., 111, cáp. 2, pág 806 SS; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 550,554,252. (45) Cfr. VIERA Y CLAVIJO, O. C., 11, pág. 603. (46) Cfr. Ibídem, pág. 605. (47) Cfr. Ibídem, pág. 601. Esto acarreaba muchos costos y perjuicios a 10s residentes en el resto de las islas, por Io que hicieron presente al obispo estos inconvenientes. "'El Pltmo. Jiménez, prelado tan celoso, no tuvo reparo en dar a las islas mayores, Tenerife y La Palma, este consuelo, obteniendo el piivilegio de tener cada una un vicario juez de las cuatro causa^"^^^. Viera y Clavijo nos describe la panorámica: "Hay una comandancia, que fue capitanía general, una Real Audiencia, un tribunal de la Inquisición y otro de la Cruzada, un juzgado de las Indias, dos coaregirnientos, cuatro iilcaldes mayores de letras, e t ~ " ' ~ ~ ) . El ambiente político, resultante de la amalgama de poderes y ambicio-taes era tal, que: "en medio de tantos funcionarios infieles, de jueces prevari-cadores, de Generales despóticos y rapaces, de visitadores complacientes y autoridades y corporaciones que seguían costosos litigios, sólo por satisfacer ridículas vanidades, es grato encontrar una persona que, como el Obispo D. Bartolorné García Jiménez, pensara ainicamente en el adelanta moral y espi-ritual de su Diócesis" De fuera por el mar siempre rondando eE peligro de embarcaciones de moros "nuestro azote" que merodeaban las islas con intenciones de piratería y de apresar al Obispo, que pudo escapar casi milagrosamente("). No le intimida-ban los moros en su celo pastoral; su caridad ardiente le hacía superar los ries-gos, fiado en la infinita misericordia: "vamos en gracia de Dios, decía, y si fuere de su agrado, que nos cautiven, hágase en todo su Santísima Voluntad"(52). GOBIERNO En estas tierras y en tales circunstancias, va a llevar a cabo su gobierno y labor pastoral D. Bartolomé García Jiménez y Rabadán, a lo largo de sus veinticinco anos de pontificado. "En todo el tiempo de su Pontificado no cesó de expedir edictos e ins-trucciones y Cartas Pastorales utilísimas al gobierno y dirección de los párro-cos y SUS feligreses, de calidad que cada cura en su parroquia tenía un legajo de bastante volumen, además de otras muchas instrucciones que hizo, perte- (48) Cfr. Ibídem, pág. 6052. (49) Cfr. Ibídem, pág. 420. (50) A. MILLARES TORRES, Historia General de las Islas Canarias, VI, Las Palmas de Gran Canaria, 1984, pág. 68. (51) Cfr. J. GARC~AJI MÉNEZ, o. c., págs. 199-200; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 557, 175 SS. (52) J. GARCÍA JIMÉNEZ, O. C., pág. 200 DON BARTOLOMÉ GARC~AJI MÉNEZ Y RAHADÁN:G OBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA ... 135 necientes al oficio de Vicarios, para instruirlos en el modo de portarse en las causas civiles y criminales y demás casos que se ofreciesen" (j3). El primer paso que dio, una vez tomada posesión de su Diócesis, fue im edicto General de Gobierno. Contiene veinte mandatos para el Gobierno y reforma de costumbres. Posteriormente, según iba teniendo noticias de lo que necesitaba remedio, fue expidiendo nuevos edictos y cartas pastorales e instrucciones en todo género de materias. Reconociendo que los fieles de este obispado no estaban muy instruidos en la Doctrina Cristiana, expidió otro edicto para todos los párrocos y confesores, exhortándoles al cumpli-miento de su obligación para que ensefiasen e instruyesen a sus fieles(54). No conforme con dar dichos edictos e instrucciones, el mismo aprove-chaba sus visitas pastorales para reunir a los beneficiados y curas de cada partido y los inastrania en los mismos, hacikndoles leer el Sínodo de este obis-pado sus instrucciones y edictos, así como algún capítulo de Concilio de Trento concernientes al ministerio de Ia cura de almas, ponderándoles y explicándoles lo estrecho y riguroso que era la obligación de los párrocos y la estrecha cuenta que darian a Dios si no cumglian con ella corno debian(55J. De esta suerte fue introduciendo en su obispado tal gobierno cual no se había experimentado, y al mismo tiempo, haciéndose amar de todos sus sub-dilos9' (5h). Ni los muchos anos de su pontificado, ni la enfermedad, ni la oposición de sus muchos adversarios le llevaron a la monotonía y cansancio en esta labor. Hasta en los últimos años de su vida, casi retirado, vigilaba celosa y apostólicamente a su rebaño, enfermo y agotado, desde su residencia en Santa Cruz de ñenerife: "incesantemente estuvo velando sobre el rebafio que Dios había puesto a su cuidado y gobierno, ya con edictos, ya con instruccio-nes y cartas pastorales, y ya con cartas misivas o circulares, conforme hallaba se necesitaba, dando los avisos y advertencias saludables a todos sus párrocos y demás ministros y fieles de su obispado"(57). El testimonio más eficaz de este importante e inagotable trabajo pasto-ral es el índice de los Edictos y cartas Pastorales dados por el Obispo, hasta (53) Ibídem, pág. 194s. (54) Cf r .J . ~ A R C ~JIIAM ÉNEZo, . c., pág. 194; V I E R A Y CLAVI JQ, o. c., 11, pág. 554; A. MERNANDE,Z, rns.c; 1, fol 12s. (55) Cfr. J, GARCIA JiMENEZ, o. c., pág. 199; V I E R A Y CEAVIJO, o. c., 11, pág. 556. . (56) Cfr. Ibídem. (57) J . GARC~AJI MÉNEZ,o . c., pág. 203; Cfr. P.A. DEL CASTILLO, o. c., pág. 806ss. un total de 54, que se conservaban encuadernadas en cada parroquia. Des-pués de su muerte, Sede Vacante, por el año 1705, eran observados y guarda-dos por mandato de los Señores Deán y Cabildo. Reproducimos a continuación la lista de los mismos: 1. Edicto general de gobierno e instrucción. 2. Edicto de testamentos. 3. Carta de instrucción sobre responder al edicto general del gobierno. 4. Carta de instrucción de aviso para los que quisieren ordenarse. 5. Edicto sobre arrodillarse los fieles al alzar y al Ave María. 6. Carta de instrucción sobre la enseñanza de la doctrina cristiana. 7. Instrucción a Curas y Vicarios para remediar pecados y dar aviso de ellos a su tiempo. 8. Edicto de doctrina cristiana con instrucción. 9.Carta de instrucción para que envíen las crismeras con tiempo y otros avisos necesarios convenientes a su oficio. 10. Edicto sobre diezmos y residuos. 11. Carta para que los Párrocos hagan recuerdo de los que se les mandó en carta de 30 de noviembre de 1.667, que es la del número nueve. 12. Carta de instrucción muy necesaria en donde hubiere negros bosa-les que aportaren, para saber como se han de haber con los bautiza-dos y con los no bautizados, y modo de catequizarlos. 13. Carta de exhortación para que avisen a tiempo lo que les toca por su oficio y les está mandado por edicto e instrucciones. 14. Edicto para que los esclavos se puedan casar, no obstante la recla-mación y contradicción de sus dueños. 15.Carta instrucción para que se bauticen los negros y la explicación necesaria para ello. 16. Mandato para que los Curas y Vicarios no dejen celebrar a los que vinieren de fuera del Obispado, y lo concerniente a ello. 17.Carta a los Párrocos de Tenerife sobre los residuos ocultos que entraren en su poder. 18.Carta con mandato que esté puesto en la sacristía para uso del Ritual Romano en la administración de los Santos Sacramentos. 19. Carta sobre el rezo del Patrocinio de Nuestra Señora. 20. Carta para el rezo de los Dolores de María Santísima Nuestra Seño-ra. 21.Edicto de instrucción en declaración de los capítulos del edicto general de gobierno, diezmos y residuos. 22. Carta sobre el achaque de la epidemia. 23. Mandato de los Párrocos de los Lugares en que hay más número de clérigos para que residan. DON BARTOLOMÉ GARC~AJI MÉNEZ Y RABADÁN:G OBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA. .. 137 24. Carta e instrucción en mayor declaración de la carta 25 de Enero de 1.672 sobre quitar conciencias erróneas. 25.Carta para que las Fábricas y Beneficiados cuiden de cobrar los residuos. 26. Carta sobre la indulgencia del Santísimo Nombre de María Nuestra Señora. 27. Resumen de la carta escrita en 30 de Noviembre de 1.667. 28. Carta en que se manda poner copia de los edictos y mandatos en la sacristía, para saber cuando se han de leer. 29. Carta de instrucción general sobre quitar conciencias erróneas. 30. Edicto sobre el cumplimiento en la apuntación de misas de capella-nías y lugares donde se deben decir. 31. Carta sobre las usuras y compras. 32. Instrucción para que se celebre con ornamentos decentes. 33. Instrucción para que se deshagan conciencias erróneas. 34. Edicto sobre que se tenga en cuenta con los Mayordomos de cofra-días y fábricas en los alcances. 35. Edicto sobre la tasa de todos los granos. 36. Edicto para que se guarde fe sobre la tasa de todos los granos. 37. Edicto cometido a los Provisores y Párrocos sobre cobro de rentas. 38.Edicto sobre el gobierno espiritual de sus Parroquias y en especial para la doctrina cristiana, etc. 39. Carta de la Reina Nuestra Señora cometida al Iltmo. Señor Obispo de estas Islas. 40. Carta a los Prelados y Superiores locales de los Conventos sobre registrar las licencias "ad tempus". 41. Carta cometida a los Párrocos para que toquen a agonizar. 42.Instrucción sobre la costumbre que antes se tenía para que en los días de cuaresma desde la una a las dos se toque la campana para que vayan a la Iglesia y les enseñen a los fieles la doctrina cristiana y también los hijos, criados y esclavos. 43. Edicto para dar luz y claridad a la enseñanza, práctica y extensión de la ley de Dios Nuestro Señor y de su Santa Iglesia. 44. Edicto en virtud de carta del Señor Nuncio, para que los Religiosos apóstatas parezcan en sus Conventos, los extramontanos dentro de cuatro meses, y los ultramontanos dentro de ocho meses. 45. Mandato universal hecho en santa y general visita. 46. Edicto sobre el capítulo que se ha de añadir al de Nuestro Pastor y Prelado. 47. Copia de carta de la Reina Nuestra Señora sobre que salía el Rey Nuestro Señor de su edad menor. 48. Número del capítulo que se ha de añadir al de Nuestro Pastor y Pre-lado sobre residuos públicos y ocultos. 138 TOMÁS GONZÁLEZ ALONSO 49. Instrucción sobre la duda de un Párroco de esta Isla sobre el edicto remitido para Jubileo del Aaio Santo. 50.Fe de D. Pedro de Higueras para quedarse a guardar en la Parro-quia la célebre Cruz de Filigrana de plata en que sale el Sanlisirno Cristo de los Remedios, por no estar desocupada la casa en donde se guardaba todo el afio, y pasó esto lunes 17 de Agosto de 1.646, que todo está original en el libro de mandatos de la Parroquial de Nuestra Señora de 30s Remedios en dicho, n..50, fo1.143. 51. Instrucción para Jubileo del Año Santo. 52. Carta de la Reina Nuestra Sefiora sobre las enfermedades. 53. Carta sobre la elecciói~d el nuevo Pontífice. 54. Nuevo añadido para la instrricción de 2 del corriente, sobre el grave peso del Obispo y de 10s Párrocos acerca de testameiit~s('~. También hizo un Capítulo titulado: "Nuestro Pastor y Prelado" para quitar conciencias erróneas, mandando que se leyese en las parroquias y ermitas muy frecuentemente (59). Mandó, también, se hiciesen cada año en toda la Diócesis padrones o censos de sus feligreses y que se guardasen cuidadosamente en el Archivo de la Diócesis. Cuando en su segunda visita a la Isla de La Palma el año 2.675, viajó hasta La Gomera, pasa realizar a esta Isla su primera visita pastoral, envió al clero de toda su Diócesis la Instrucción sobre el Padrón Parroquial, fechada en Ea Gomera el 15 de Octubre de dicho año de 1.675, de la que entresaca-mos el siguiente apartado: " ... Item inviolablernente guardarán nuestro mandato que lo es tam-bién del sínodo haciendo por sus mismas personas el padrón y matrícula los que no tienen teniente legítimo, y pos lo que así hemos experimentado en esta santa y general visita, cuanto conviene que los prelados sepan con certe-za el número de personas que hay en cada parroquia y su distrito no confir-madas, y cuantas sean las personas grandes y pequeñas bautizados y no bau-tizados, las pondrán todas sin falta alguna en dichas matrículas pues les es tan fácil llegando a cada casa haciendo el padrón con lo que han de poner la edad competate, poner los demás con la que tienen y si hay negros aún no bautizados apuntar el tiempo que ha están ya en este obispado, y al fin de la casa y familia añadir: hay por confirmar en esta familia tantas personas; des-pués por los libros de bautizados y entierros contando sus capítulos desde principio de este año de 475 hasta el fin del contar o numerar los bautizados (58) Cfr. J. GARC~AJI MÉNEZo,. c., págs. 195,225-227; AHERNÁNDEZm, .c. 1, fol. 34-35. (59) Cfr. Ibídem, DON BARTOLOMÉ GARC~AII MÉNEZ Y RARADÁN: GOBIERNO, CONFLlCTOS Y LITíGlOS DE LA IGLESIA.. . 139 que ha habido en este dicho año, y asá mismo todos los difuntos grandes y pequeños ya se hayan enterrado en la parroquia o en convento o en otra parte, y a este modo en todos los años venideros concluyendo por epílogo en el padrón con la fórmula de esta cláusula: 'hay en esta parroquia tantas casas o vecinos, cuyas familias de bautizados y no bautizados hacen tantas perso-nas, y de ellas faltan por confirmar tanto; los que confiesan y comulgan son tantos, los que solo tienen edad y capacidad para confesar, y no comulgar son tantos'; y luego proseguir con la fórmula acostumbrada y la noticia de pena-dos públicos etc., con el juramento que se debe añadir, dando también invio-lable cumplimiento a el remitir dicha matrícula en estado que tuviese sin esperar que vengan o no vengan a cumplir coli la Iglesia los ausentes, luego que inmediatamente pase la tercera domínica "oso pascha' haciendo en esto lo que tengo mandado en mi última instrucción sobre ello que lo he aquí expresado". Fruto exquisito de estas disposiciones del Obispo Rabadán, podemos hoy, en 1.994, disponer de los manuscritos originales de aquellos padrones parroquiales de los años 6.676 al 1.688, de todas y cada una de las parroquias de las siete islas. Los originales se encuentran er_ el archivo parroquia1 de Nuestra Señora de la Concepción de La Laguna (Tenerafe) (M'). Son muy pocos los datos precisos que se encuentran sobre Ba población de España y su evolución en el siglo XVPI(61)E. l interes mostrado por el conocimiento de la población de Castilla, en su aspecto p,stadístico, a travds de descripciones, relaciones y censos, en el siglo XVI, decae lastimosamente en la siguiente centuria, para revivir con singular pujanza en el siglo XVIII en Relaciones, Calastros y Censos de tipo general en los años 1722, 1755, 1768-69 y 1787 ("). Sobre la población de las Islas Canarias existe sobre el vecindario de La Laguna en el siglo XVI (63)D. e la población de las Islas Canarias en Ba segunda mitad del siglo XVIII(M)s; obre la población de La Laguna de 1837 a 1960(65)J.o rge Nada1 en su obra sobre la población de Esgafia, del siglo XVII no cita ni una sola vez a Canarias(6h)J.o rge Gregorio afirma que para el siglo XVII, refiriéndose a las Islas Canarias, no hay más que: "aIginnas relaciones de vecindad, correspondientes al año 1646, que se (60) C/. J. GARCIA JIMÉNEZ, o. C., pág. 52; A. HERNÁNDEZ, ms.c., I fol. 39-40; J. SANCHEZ HERRERO, o. c., págs. 238s. (61) Cfr. J. SÁNCHEZ HERRERO, o. C., pág. 238. (62) Cfr. Ibídem, pág. 239. (63) Cfr. Ibídem, pág. 240. (64) Cfr. Ibídem, pág. 241. (65) Cfr. Ibídem, pág. 242. (66) Cfr. Ibídem, pfig. 243. (67) Cfr. Ihídern, pág. 244. custodian en el Archivo de Simancas" Hoy, después del hallazgo de los manuscritos conteniendo los censos hechos y custodiados cuidadosamente, por mandato de D, Bartolomé García Jiménez y Rabadán, en el archivo parroquial de la Concepción de La Laguna, estas afirmaciones no se mantie-nen en pie. Encontramos en dicho archivo parroquial hasta ocho volúmenes de folios manuscrito, en su mayoría, encuadernados rústicamente. Todos lle-van al dorso la inscripción "Iltmo. Sr. Ximénez" y debajo una letra mayúscu-la, y que reseñamos en este trabajo: 1) "ILtmo. Sr. Jiménez V" contiene libro 1 de las consultas y manuscri-tos. Comienza el 31 de Julio de 1.681 y finaliza en 1.684. Es un tomo de a folio -unos 256- encuadernados en pergamino. 2) "Archivo del ILtmo. Sr. Jiménez - Q": contiene edictos y cartas que se han despachado a los Beneficiados y Párrocos de todo este obispado, desde principio del año 66 en adelante. Son unos quinientos folios. 3) "ILtmo. Sr. Ximénez - S": contiene libro de certificados y cartas de 1.669 - 1.690; licencias para celebrar, confesar, sochantres, fábricas, abadesas, etc. Unos 200 folios. 4) "ILtmo. Sr. Jiménez - R": Libro de cartas y edictos de 1669 a 1.679. Contiene 78 cartas y edictos. Son unos 500 folios. 5) "ILtmo. Sr. Jiménez -T": Libro de dispensas matrimoniales desde el 4-X-1.680 al 4-VII-1.683,211 folios. 6) "ILtmo. Sr. Jiménez - Y": dispensas matrimoniales desde el 3-VII- 1.683 al 7-IX-1.686 con 381 folios. 7) "ILtmo. Sr. Jiménez - U": Libro de pleitos -curioso-. "Libro 3 que lo más impresos de informaciones en Derecho y algo manuscrito de lo mismo y de otras cosas". 300 folios. Todos ellos están encuadernados en pergamino (h8). Tras este hallazgo, hoy, tres siglos y medio después, podemos dar, con exactitud matemática, datos sobre la población de cada una de las Islas, fami-lias, varones, mujeres, nacimientos, muertes, bautizos, confesiones y comu-niones, esclavos. Más aún, la diferencia de los varones en tres grupos según la edad: hasta los 17 años, de 18 a 60 y mayores de 60 años. Como ejemplo citemos el año 1675 como el de menor población con 93.108 habitantes en 21.332 familias y 2.089 muertes; y el año 1683 como el de mayor población con 106.885 habitantes en 25.406 familias y 2.878 muertes. El (68) Cfr. T. GONZÁLEZ ALONSO, el manuscrito "El Gobernador Cristiano de GARCIA JIMENEZ, tesis doctoral, Pamplona 1980, págs. 52-53; J. SANCHEZ HERRERO, o. c., pág. 237,239,241; Archivo Parroquia1 de Nuestra Señora de la Concepción de La Lagu-na- Tenerife. año 1687 hay una población total, en la Diócesis, de 102.873 habitantes de los que 50.494 son de Tenerife, 21.764 de la Gran Canaria, 14.028 de La Palma, 4,156 de El Hierro, 4.517 de La Gomera, 4.416 de Lanzarote, y 3.498 de Fuer-teventura. De estos 102.873 habitantes, 47.840 son varones y de ellos, hasta 17 años 20.121, de 18 a 60 años son 22.318 y mayores de 60 años 3.051(69). Incluimos unos ejemplares de dichos padrones originales, así como una estadísticas hechas con los datos sacados de dichos censos efectuados por mandato del Obispo Rabadán en los años de su mandato pastoral. ISLAS CASAS PERSONAS COMUNION CONFESION NO CONHR. BAUTIZAD. MUERTOS Tenerife 11.154 49.112 35.240 6.139 7.978 2.056 9 26 Canaria 4.439 20.458 14.405 2.932 2.040 844 504 La Palma 3.285 13.892 9.500 1.884 2.872 408 324 Lanzarote 932 3.946 2.989 672 39 179 75 Fuerteventura 781 3.579 2.073 718 39 166 87 Gomera 1.055 4.376 2.865 490 1.588 140 79 Hierro 768 3.297 2.113 411 256 101 63 ISLAS Tenerife Canaria La Palma Lanzarote Fuerteventura Gomera Hierro OBISPADO CASAS PERSONAS COMUNION CONFESION NO CONFIR. BAUTIZAD. MUERTOS (69) Cfr. J. SÁNCHEZ HERRERO, o. c., págs. 364-5,394-5,410-11. (70) Cfr. SÁNCHEZ HERRERO, o. c., pág. 370-371. (71) Cfr. Ibídem, pág. 374-75 Tenerife Canaria La Palma Lanzarote Fuerteventura Gomera Hierro CASAS PERSONAS COMUNIION CBMSIQN NO CBNFIR. BAUTIZAD. MUERTOS OBISPADO 23.758 101.967 68.201 13.567 12.986 4.412 2.600 PSEAS Tenerife Canaria La Palma Lanzarote Fuerteventura Gon~era Hierro CASAS PERSONAS COMUlrlPON COMSBÓN NO CONFHR. BAUTIZAD. MUERTOS 2.190 1.624 916 799 352 205 202 116 138 208 144 77 122 79 OBISPADO 23.478 101.785 70.709 13.428 13.095 4.064 3.108 Tenerife Canaria La Palma Lanzarote Fuerteventura Gomera Hierro CASAS PERSONAS GBMUNION C O ~ S I N~ ON CO NFIR. BAORZAD. MUERTOS OBISPADO 23.642 101.274 68.388 13.780 16.451 4.028 2.358 (72) Cfr. Hbídem, p6g. 380-381 (73) Cfr. Hbíem, pág. 384-385. (74) Cfr. Ibidem, pág. 390-91. ANO 1686(77) ISLAS CASAS PERSONAS VARONES HEMBRAS V, HASTA 14 V, 15 A SS Va MAS DE SS CONFESIÓN COMUNIÓR NO CONrm BAUTIZAD, MUERTOS Tenerife 10.356 49.991 23.138 25.626 8.419 11.136 1,901 6.398 34.041 7.625 1.669 1.065 Canaria 5.032 22.253 10.162 12.091 3.996 5.156 598 3.232 15.250 4.586 La Palma 881 3.305 13.110 680 5.891 1.214 2.204 2.861 520 1.702 8.512 3.834 357 284 Lanzarote 942 4.006 2.250 1.156 929 1.099 138 396 2.869 831 160 111 Fuerteventura 711 3.223 1.538 1.685 589 192 125 182 2.228 643 102 Gomera 918 4.448 2.213 2.225 865 1.140 139 601 2.994 1.912 86 Hierro 113 964 4.003 104 1907 2.096 813 810 139 355 2.516 1.185 145 50 OBISPADO 22.294 101.034 47.105 52.693 11.935 23.054 3.560 12.866 68.416 20.622 3.421 2.380 AÑO 1687(78) ISLAS CASAS PERSONAS VARONES HEMBRAS V, HASTA 17 Y, 18 A ó~ v, MAS DE MI COMESION COMUNION NO CONFIR, BAUTIZAD, MUERTOS Tenerife 11.508 50.494 23.386 26.865 9.801 10.807 1.543 6.319 34.675 9.151 2015 982 Canaria 5.029 21.164 10.456 11.318 4.425 5.030 152 3.140 15.258 4.730 925 514 La Palma 3.416 14.028 6019 7.831 1.668 2.135 370 1.731 9.144 4.911 564 Lanzarote 194 946 4.416 2 344 2.043 1.115 1.267 89 339 3.619 1.011 189 92 :uertevenhm 793 3.498 1.181 1.711 187 686 136 552 2.231 193 135 Gomera 73 1.009 4.511 2.155 2.357 1.109 991 80 542 2.922 1.884 164 81 Hierro 986 4.156 1.699 2.301 816 802 81 333 2.121 1.292 122 45 OBISPADO 23687 102.813 47.840 54.444 20.121 22.318 3.051 12962 11.236 23.184 4.114 1.981 AÑO 1687(7q) ISLAS CASAS PERSONAS VARONES HEMBRAS V, HASTA 11 V. 15A60 V , M S DE 60 CONFES~ON COMUNION NO CONFIR, BAUTIZAD, MUERTOS Tenerife 11.151 51.561 24665 28.119 11.080 11664 1.659 6.639 34.126 1629 1.911 1.248 Canaria 5,183 22.154 10.516 11.181 4.518 5.108 181 3.115 15.361 5.442 1.034 620 La Palma 3.414 14.342 6.167 8.111 2.830 2.811 471 1.019 9.853 5.419 451 215 Lanzarote 983 4.483 2.081 2.358 814 1.191 88 321 2905 1.296 111 99 :terieventura 924 3912 2.292 1.620 1.024 1.150 118 513 2451 843 142 73 Gomera 1.028 4.661 2.305 2.243 852 1.305 104 513 3.045 2.086 111 Hierro 71 911 3.956 1.606 2.350 839 115 52 352 2.663 1.265 153 81 OBISPADO 23681 105.015 49.638 56.108 21.957 23.950 3.279 13.398 70.410 11.980 4.099 2.413 DON BARTOLOMÉ GARC~AJI MÉNEZ Y RABADÁN: GOBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA.. . 145 A la vista de su actuación pastoral y gubernativa podemos concluir, que su temor por los desaciertos y yerros que hubiera podido cometer en el gobierno de esta Diócesis, no teniendo conocimiento de las tierras ni de los genios e inclinaciones de sus habitantes quedó ampliamente sobrepasado por su infatigable celo apostólico. Sus sucesores nos dejaron testimonio de ello: "Varón apostólico, de quien dijo otro sucesor suyo muy activo que no había dejado nada que hacer ni decir a los obispos de Canarias, pero sí mucho que admirar"(81). D. Pedro Dávila y Cárdenas, en sus Constituciones Sinodales del Obis-pado de Canarias, de 1734 nos dice "Varón insigne de infatigable celo, así en la Visita de todas las Islas, como en las instrucciones, mandatos y cartas pas-torales, en todo lo cual nos dejó a sus sucesores mucho que admirar y poco que hacer" @'). D. Lucas Conejero, obispo que fue de las Islas, y después Arzobispo de Burgos decía que no había dejado el Obispo Jiménez nada que hacer ni que adelantar a sus sucesores pues todo lo tenía previsto y dicho, y observando sus Edictos se obraba con mayor seg~r idad(~~)b.iSógur afo y secretario escri-be: "Hemos visto el progreso de su vida, su santo celo y, el desvelo que puso en el gobierno de este obispado, y los grandes frutos espirituales y tempora-les que logró en todo el tiempo que la gobernó.. ."(%l. CONFLICTOS Y LITIGIOS A lo largo de su labor pastoral y gobierno al frente de la Diócesis le tocó sufrir a D. Bartolomé García Jiménez y Rabadán, serios litigios y largos conflictos. El historiador canario, Viera y Clavijo dice: "Pero como los mayores bienes sueles andar mezclados, ha tenido que sentir algunas veces nuestra Iglesia el mal inevitable ..., de algunas competencias y disputas con varios cuerpos de la provincia y con su mismo senado Capitular" Cfr. Ibídem, pág. 404-5. Cfr. Ibídem, pág. 410-11. Cfr. Ibídem, pag. 414-l5. Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 184. VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 561. P. DÁVILA Y CARDENAS, Constituciones Sinodales del Obispado de Canarias, 1734, Madrid, 1737, pág. 535,1960, pág. 806. Cfr. P.A. DEL CASTILLO, Descripción Histórica y Geográfica de las Islas Canarias, 111 Madrid 1948-196. pág. 806. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 194. VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 601 146 TOMÁS GONZÁLEZ ALONSO Por una parte, su Cabildo Catedral mantiene una prolongada tensión que, con algunas alternativas, durará hasta la muerte del Obispo. D. Bartolo-mé escribía el 17 de Agosto de 1670 a la Reina Gobernadora Doña M. de Austria: "Sea satisfacción de mis muchos pecados las mortificaciones que sin razón me da el Cabildo cada día y que yo, escarmentado de los que son plei-tos entre Obispados y cabildos procuro evitar sea con algún detrimento y desdoro de la dignidad"(86). La Real Audiencia, en carta al Rey el 2 de Mayo de 1690, año de la muerte del Obispo, se hace eco de estas enemistades: "...cabildo de quien ha diez y ocho o veinte años está divorciado y con quien ha tenido siempre reñi-dos pleitos y encuentros que son bien sonados"(X7J)u. nto a esto, otros muchos asuntos de competencias, jurisdicción y gobierno fueron los motivos de este enfrentamiento. He aquí algunos de ellos: - Traslado del Provisor y Vicario General a Tenerife, nombrando en Las Palmas un juez Eclesiástico foráneo. - Presentación al Cabildo por los prebendos solamente el manda-miento de "mitendo in possessionem". - Que no se dé posesión hasta no personarse el interesado. - Que la información de limpieza se haga en el lugar de la naturaleza del prebendado; se había de hacer de nuevo para nuevas prebendas si habían pasado tres años. - Obligación de los Prebendados a asistir donde estaba el Obispo. - Privilegio del Cabildo a poner sillas en la Iglesia. - Riñas entre los Capitulares: si tocaban al Deán y adjuntos.. . - Sobre la visita del Deán y adjuntos en las Tinieblas antes que el Provisor. - Sobre el tratamiento de "Señores" al Cabildo(88). El año 16778, el Obispo visita al Cabildo y llegan a un acuerdo en sus enfrentamientos y hacen las paces. Entonces, D. Bartolomé para sellar esta armonía dona a la Catedral la hermosa lámpara de plata, traída de Génova, y que ahora, tres siglos después, podemos contemplarla pendiente de la cúpula central de nuestra Catedral(89). (86) Cfr. B. GARCÍA JIMÉNEZ, Carta a la Reina, en P.E. 219. (87) P.E. 219; Cfr. ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS?~1~9,7 6, pág. 506. (88) Cfr. A.,HERNANDEZ, ms. c. 11, fol. 44; J. GARCPA JIMENEZ, o. c., págs. 234 y SS; L FERNANDEZ, o. c. pág.. 555 y SS. (89) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 213; A. HERNÁNDEZ, ms.c., 11 fol. 21; A. MILLARES, Historia General de las Islas Canarias, VI, Las Palmas de Gran Canaria, pág.s. 68 y SS; P.A. DEL CASTILLO, o. c., 111, págs. 806 y SS DON BARTOLOMÉ GARC~AJI MÉNEZ Y RABADÁN:G OBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA.. . 147 Por el año 1683 se vuelven a agriar las relaciones con el Cabildo por cuestiones de administración y diezmos(90E). l Obispo resolvió visitar la Con-taduría, el Cabildo y sus Capitulares, el arca de cuentas y la fábrica catedrali-cía. El Cabildo se opuso, y se originó un gran alboroto y pleito. La Cámara, a la que se recurrió, vistos los autos, mandó por Cédula especial al Obispo que hiciera la visita. La efectuó el Obispo, según ordenó su Majestad. Con esta ocasión publicó Don. Bartolomé un manifiesto con 23 proposiciones sobre dichas materias '"1. En el año 1674 se movieron entre el Cabildo eclesiástico y el Provisor'y Vicario General, residente en la ciudad de Gran Canaria, unos pleitos bien ruidosos y embarazosos, obligando al Obispo a volver a la Isla, dándole mucho trabajo cuyos resultados pasaron a la Corte, a donde acudió un pre-bendado del Cabildo, causando sobradas mortificaciones, costos y gastos para ambas partes'92). Otro motivo de discordias con el Cabildo, fue la designación de benefi-ciados y curas del Sagrario(93P).o r si fuera poco, surge otro conflicto entre los canónigos y los religiosos que se niegan a pagar a los párrocos la cuarta fune-ral de los entierros hechos en sus iglesias(94). Una larga controversia se originó por la división de la Parroquia de La Orotava, entre los beneficiados de la misma y el Obispo en los años 1669 al 84(95q),u e amargó la vida de Don Bartolomé durante 16 años, por su preocu-pación de la salvación de las almas que se hubieran podido perder por su flo-jedad( 96)D. e esta época es su sabia norma de pastoral: "La regla más segura es la conveniencia de los feligreses y no de los párrocos, pues nuestra carga no es para mirar las propias sino las ajenas utilidades" (97). En el año 1668, el Obispo prohíbe a un convento de monjas, sujeto al ordinario, ciertas devociones con censuras. Las monjas no obedecen y son excomulgadas. Apelan a la Audiencia, pero roma confirma la autoridad del Obispo (98). (90) Cfr. A. HERNÁNDEZ, ms. c., 11, fol. 42ss; J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., pág. 235. (91) Cfr. J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., pág. 236; A. HERNÁNDEZ, ms. c., 11, fol. 112-129 (puede verse e! manifiesto). (92) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 199; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 557. (93) Cfr. P.E. 219; L FERNANDEZ, o. c., en ANUARIO ... págs. 572 y SS. (94) Cfr. L. FERNANDEZ, o. c., pág. 582; P.E. 219, Escrito del Cabildo Catedral al Rey. (95) Cfr. Ibídem, págs. 534ss, 543,555. (96) Cfr. Ibídem, pág. 543. (97) B. GARCÍA JIMÉNEZ, Carta a SOSA y PÉREZ, en P.E. 219; Cfr. L. FERNÁNDEZ, o. c., pág. 544. (98) Cfr. J. GARC~AJI MÉNEZ, o. c., pág. 237. Otra serie de conflictos fueron los tenidos con las autoridades civiles, siempre, llevado por su ardiente empeño en dejar bien clara la inmunidad eclesiástica. Célebre fue su pleito con la Real Audiencia, por el uso de los "Alabar-deros" en los oficios religiosos. Mucha tienta corrió por este motivo. Su bió-grafo nos dice al respecto: "Con la Real Audiencia tuvo por último otro cho-que que no sé si le costo la vida" (99). La Real Audiencia en Carta al Rey, hablando del amplio y documentado manifiesto publicado por García Jimé-nez, sobre el caso de Los Alabarderos, dice: "...con relación al manifiesto del Obispo damos orden para que se imprima en ~ s p a ñ asi endo su contesto la mayor defensa de esta Audiencia y la más modesta y eficaz expresión del genio de este prelado"(100E).n esta carta se queja de que el Obispo se inclina-ba siempre, más por los Capitanes Generales que por la Audiencia(lol). Pero, tampoco, los Capitanes Generales se vieron libres en estas con-tiendas con D. Bartolomé García. Con Don Francisco Bernardo Verona, que también fue presidente de la Real Audiencia y Capitán General de estas Islas, tuvo otro conflicto bien reñido, por haber mandado este Caballero retener todas las cartas que venían de la península, reservando sólo las que venían para el Obispo, y no las de los eclesiásticos, par que no se entregaran a sus destinatarios, hasta que hubiesen sido vistas y leídas las suyas por dicho Capitán General. Hubo diferentes demandas y respuestas bien agrias y fati-gosas, hasta que se logró retirar dicha orden('02)S. u gran amistad con los mis-mos, no era obstáculo para oponerse a ellos cuando estaba por medio la inmunidad eclesiástica. Don Félix Nieto de Silva, Presidente y Capitán General de las Islas, ordenó la cuarentena de un barco llegado de la península en, tiempo de peste. Un religioso asistió en el mismo a una enferma y celebró la Santa Misa. Los Regidores diputados de la salud, dispusieron que los ornamentos y vasos sagrados usados en la misma, fueran entregados a los laicos para ser quemados. El Obispo, patrocinado por el Capitán General, llevó los autos por vía de fuerza a la Real Audiencia, que falló a favor del Obispo('03). Con los Tribunales de la Inquisición, en cambio, y de las Cruzada pro-curó, siempre, mantenerse respetuoso y guardó con ellos buena correspon-dencia. Las causas tocantes al Santo Oficio aunque fuesen competencia de ambos fueron, las remetía a dicho Tribunal encargándoles su castigo. (99) Cfr. J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., pág. 237. (100) J. GARCIA JIMÉNEZ, O. C., pág 215; A. HERNÁNDEZ, ms. c. 11, 62s, 64, 112-129; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 560, n. 3; L. HERNANDEZ, o. c., pág. 555s. (101) Carta de la Audiencia al Rey en P.E. 219; Cfr. L. FERNANDEZ, o. c.,m 556; A. HERNANDEZ, ms. c., 11, fol. 141ss. (102) Cfr. J. GARCIA JIMÉNEZ, o. c., pág. 215; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 281. (103) Cfr. J. GARC~AJI MÉNEZ, o. c., pág. 214. DON BARTOLOMÉG ARC~AJI MÉNEZ Y RABADÁN: GOBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA. .. 149 El no tener dicho Tribunal privilegios para usar sillas ni cojines; tampo-co tenían los comisarios facultad para conceder licencias para oratorios, ni derechos a la cuarta funeral, que eran los motivos causantes de litigios entre las diferentes potestades, bien, pudiera ser la causa de que no se produjesen enemistades entre los mismos('"). También fueron sonados sus conflictos con los Ayuntamientos. El de la Justicia y Regimiento de Tenerife, reclamaba para sí, de los predicadores, el saludo de "Muy Ilustres Señores". El Obispo se lo niega y reclaman a la Audiencia('05L).o s Ayuntamientos de Tenerife y Las Palmas, en réplica, le pro-híben llevar silla en las procesiones del Corpus, y que sus familiares le acompa-ñen en tropa, y el Obispo en respuesta se niega a asistir a las mismas (Io6). Otro motivo de discordias entre los Ayuntamientos y el Obispo Raba-dán es, el privilegio que éstos tenían para convocar y preveer beneficios vacantes en las parroquias. El Obispo recurre al Rey que falla a su favor(lo7). Entonces, nombra tres examinadores sinodales, y no consiente se pre-gunte a los opositores en materias que no fuesen morales y pastora le^('^^). Por último, en esta serie de conflictos, hay que señalar la intransigente oposición del Obispo a pagar derechos de aduanas por el embarque de sus diezmos, o los "derechos de quinta", que las islas de La Gomera y El Hierra, islas de señorío, tenían sobre todo lo que salía de las mismas, y eran exigidos, también, a los eclesiásticos. El Promotor-Fiscal lo denuncia en la Audiencia, fallando ésta a favor de la parte eclesiástica. Apelan a la Nunciatura, y tam-bién esta falla a su favor('09). "Con los recaudadores de las Reales Aduanas de estas Islas siempre vivía con gran cuidado y los tuvo muy a raya, y hubo tiempo que cinco causas de inmunidad eclesiástica sobre querer cobrar derechos un recaudador de eclesiásticos fueron a la Real Audiencia por vía de fuerza, y declaró no hacerla el Obispo, mi Señor, sin otras muchísimas que en el discurso de su pontificado se siguieron con diferentes recaudadores y jueces seculares, sin que perdonase su celo aún a los más estimaba y con quien tenía más amis-tad" ("0). (104) Cfr. Ibídem, pág. 237. (105) Cfr. VIERA Y CLAVJJO, o. c., IKI, pág. 561, n. 2. (106) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 238; VIERA Y CLAVIJO, o. c., pág. 561, n. 1; L. FERNÁNDEZ, o. c., en ANUARIO ..., pág. 557. (107) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 208; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, págs. 652-658; A. MILLARES, Historia General de las Islas Canarias, VI, Las Palmas de Gran Canaria, 1984, págs. 68s; L. FERNANDEZ, o. c., pág. 572; A. HERNÁNDEZ, ms. c., 1 fol. 119. (108) Cfr. GARCÍA JIMEENEZ, o. c., pág. 209. (109) Cfr. Ibídem, pág. 213; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 66. (110) J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., págs. 213-214; A. MILLARES, o. c., VI, pág. 68s; A. HERNANDEZ, ms. c., 11, fol. 45,52v, 57. 150 TOMÁS GONZÁLEZ ALONSO Cerramos este capítulo de conflictos y litigios con palabras de su secre-tario y biógrafo: "Estos son los casos de que he podido hacer memoria, aun-que otros muchos no la pueda hacer tan bastante, que puede referir el fin o paradero que tuvieron, que como el Pontificado de mi Señor fue tan largo (pues de casi veinte y cinco años), no es fácil poder hacer perfecta refleja de los casos y sucesos acontecidos en tan dilatado tiempo, y lo que puedo decir es que todo él fue una batalla campal la que tuvo que llevar su Ilma.. ., y solía decir con mucha gracia que era un Palafocillo de mala mano, aludiendo a los contratiempos y trabajos del Vble. e Illmo. Sr. Palafox"("'). DETRACTORES Y ACUSACIONES Por si fuera poco todo lo citado, no podían faltar en el pontificado de D. Bartolomé los enemigos encubiertos y solapados. Ya desde los primeros años de su pontificado, surgen los descontentos y ambiciosos, encubiertos bajo la capa de celosos defensores de bien de las almas. Hasta la Reina, llegan dos cartas, con el seudónimo de fray Antonio de Guzmán, acusándole de que en cinco años que lleva en la Diócesis, sólo se ha dedicado a atesorar dinero y no da limosna a los pobres; no ha ordenado, ni confirmado, no hace visitas de sagrarios ni monjas, por lo que los fieles están escandalizados y se niegan a pagar los diezmos. También se le acusa de que por cualquier causa promulga censuras y condenas. Vive con desdoro de la Dignidad, sin familias y en un puerto,el de Santa Cruz de Tenerife, para ven-der a buen precio los frutos de su obispado. Y por si fuera poco, se le tilda de no estar en su cabal juicio("2). Que todos estos cargos son imaginarios e infundados, lo prueban su desinterés pidiendo la renuncia de la mitra a los tres años de su entrada en la Diócesis, y los testimonios recogidos por mandato de la Reina('I3). La acusación más real es la hecha por su Cabildo a la Reina de no resi-dir en la Capital Diocesana, acusación que se dirige más a la forma de gobier-no que a la integridad de costumbres del Prelado(114). Todas estas acusaciones se desmoronan ante el testimonio y pruebas que el Obispo, por medio de su secretario, presentó a la corte, cómo, por la (111) J. GARCIA JIMÉNEZ, O. C., pág. 238. (112) Cfr. Dos Cartas del Maestro Fray A. de GUZMÁN, en P.E., 219; L. FERNÁNDEZ, o. c., pág. 529. (113) Cfr. Ibídem, (114) Cfr. L.FERNÁNDEZ, o. c., pág. 530; A. HERNÁNDEZ, ms. c., 1, fol. 118,119v, 122v. DON BARTOLOMÉ GARC~AJI MÉNEZ Y RABADÁN: GOBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA. .. 15 1 multitud de declaraciones aportadas por testigos fidedignos en contestación al mandato de la Reina('I5).D e estos testimonios consta que, la Isla de Tene-rife fue visitada por el Obispo Rabadán, los años 1668("6)1, 674(117e),l verano de 1676("8y) desde 1679 al 82("9)L. a Isla de Gran Canaria la visitó por prime-ra vez el año 1666 para tomar posesión de su catedral, permaneciendo en ella hasta 1668('20)V. olvió a la misma por el año 1674, con motivo del litigio del Cabildo con el Provisor y Vicario General(12')E. l año 1678 a proseguir la visi-ta al Cabildo y Contaduría('22)V. uelve en Enero de 1679 y permanece en ella hasta Mayo(lZ3Y). por último, la visita en el año 1682(lZ4). El año 1678, estando en Gran Canaria, visita las islas de Lanzarote y Fuerteventura, haciendo en ambas, con este motivo, Misiones, de la que resultaron grandes frutos espirituales a los fieles de las Islas('25). La Palma fue la primera isla que visitó, recién llegado a la Diócesis, el año 1666, después de enterarse que hacía ya más de 40 años que dicha Isla no había recibido visita pastoral de Obispos('26)V. uelve, luego, a visitarla el año 1675, pasando ese mismo año desde ella a las del Hierro y La Gomera(lZ7). Terminadas la Visita a las islas del Hierro y La Gomera, vuelve otra vez a la de La Palma, permaneciendo en ella unos meses hasta regresar a Tenerife. En todas las Visitas aprovechaba para Confirmar, y reunía a los sacerdotes para adoctrinarles en el dogma y el moral. El 1 de Octubre de 1668, escribe a la Reina, diciendo que al año siguiente enviará a su familiar y Visitador a la "Visita ad Limina" con plenos poderes para presentar al Papa Clemente IX su renuncia al Obispado debido a su enfermedad y preocupación pastoral('28)r,e nuncia que le fue aceptada y propuesto su sustituto. Pero el pueblo y las autoridades reaccionaron en con-tra de su renuncia, pidiendo a la Reina no le fuese aceptada, como así suce- (115) Cfr. P.E. 219. (116) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 198: VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 556. (117) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 199. (118) Cfr. Ibídem, pág. 201. (119) Cfr. Ibídem, pág. 202; VIERA Y CLAVIJO, o. c., Ii, pág. 557. (120) Cfr. J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., págs. 196-198: VIERA Y CLAVIJO, o. c., Ii, pág. 556. (121) Cfr. J. GARCIA JIMÉNEZ, o. c., pág. 199; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 557. (122) Cfr. J. GARCÍA JIMENEZ, o. c., pág. 201; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 557. (123) Cfr. J. GARCÍA JIMENEZ, o. c., pág. 202. (124) Cfr. Ibídem, (125) Cfr. Ibídem, pág. 201; VIERA Y CLAVIJO, o. c., pág. 557. (126) Cfr. Ibídem, pág. 196; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 555; A. MILLARES, o. c., VI, págs. 68-73. (127) Cfr. J. GARCIA JIMÉNEZ, o. c., pág. 199; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 557. (128) Cfr. P.E. 219. Carta del Obispo a la Reina Gobernadora. 1 de Octubre de 1670; L. FERNANDEZ, o. c., en ANUARIO ..., pág. 526. 152 TOMAS GONZÁLEZ ALONSO dió, a pesar de estar ya nombrado su sucesor. Anteponiendo el bien de sus fieles a su conveniencias personales, cedió a su súplica y no renunció(lZ9). La falsedad de la acusación de no atender a las necesidades de los pobres queda descubierta con el siguiente testimonio de su secretario. D. Juan García Jiménez quién nos dice que en la virtud de la caridad y limosna sobresalió muy en alto grado(130)". Con harta congoja y fatiga volvió a salir de la silla y se entró en mi secretaría lamentándose y explicando la congoja que le ocasionaban las necesidades que se padecían en estas Islas(131). Encontrándose el año 1675 en visita pastoral a la isla de La Palma, reci-bió aviso de que en Tenerife pasaban grandes necesidades por falta de gra-nos y lluvias, agravada por la acechanza de los moros por la costa. Entonces despachó un navío a Cádiz, con 47.200 reales de plata para que se empleasen en trigo para repartir entre los pobres necesitados, costándole el flete del mismo 18.560 reales de plata(13'). Por si este testimonio fuera poco, tenemos el de los mismos pobres el día del entierro de D. Bartolomé García Jiménez y Rabadán, al enterarse de su muerte, los encontraban por los caminos llorando a gritos, y preguntados por el motivo de su llanto respondía: "por EP Padre de los Muchísimas cosas más podríamos seguir enumerando. Basten éstas, como resumen de la Vida y Gobierno del que fuera Obispo de las Islas de Canarias, por un cuarto de siglo, allá por el final del siglo XVII, D. Bartolo-mé García Jiménez y Rabadán. Archivo General de Simancas. Patrimonio Eclesiástico, Legajo 219. Archivo Parroquial de Ntra. Sra. de la Concepción. La Laguna. Iltmo. Sr. JIMÉNEZ, Z; V; Q; S; R; T; T; Y; U; manus. siglo XVII. Cfr. T. GONÁLEZ, El Manuscrito "El Gobernador Cristiano de GARCÍA JIMÉNEZ, tesis doctoral, Pamplona, 1980. Archivo Parroquial de El Salvador. Santa Cruz de La Palma. Libro 111 de Relaciones de la Iglesia Arciprestal de la Capital Palmea, n. 54, fol. 228ss. (129) Cfr. P.E. 219. Memorial del Obispo a la Reina Gobernadora. 14 de Septiembre de 1672: L. FERNANDEZ, o. c., pág. 533; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11 pág. 556-7; A. MILLA-REZ, o. c., VI, pág. 68ss. (130) Cfr. J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., pág. 209. (131) Ibídem, pág. 200. (132) Cfr. Ibídem, pág. 201. (133) Ibídem, pág. 297. DON BARTOLOMÉ GARC~AJI MÉNEZ Y RABADÁN: GOBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA.. . 153 DE LA CÁMARA Y MURGA, C. Obispo de Canarias. Constituciones Sinodales del Obispado de Canarias, Madrid, 1634. DEL CASTILLO, P.A. Descripción Histórica y Geográfica de Las Islas Canarias, Madrid, 1948-1960. DÁVILA CÁRDENAS, P.M. Obispo de Canarias. Constituciones Sinodales del Obispado de Canarias, Madrid, 1737. FERNÁNDEZ, L. Tensiones y conflictos en la Iglesia de Canarias durante la segunda mitad del siglo XVIZ, en Anuario de Estudios Atlánticos, Madrid-Las Palmas de G.C., 1976. GARCÍA JIMÉNEZ, J. Heróica vida, virtudes y muerte del Ilustrísimo sefior Don B. GARCÍA JIMÉNEZ (manuscrito 1691) en, Revista de Historia XZX, 1953 por J. HERNÁNDEZ PERERA. GONZÁLEZ ALONSO, T. El Manuscrito "El Gobernador Cristiano de GARCÍA JIMÉNEZ, tesis doctoral, Pamplona, 1980. HERNÁNDEZ RIVERO, A. Edictos e Instrucciones del Obispo de Canarias D. B. GARCÍA JIMÉNEZ, man. inéd. 1, Las Palmas. Documentos referentes al Obispo D. B. GARCÍA JZMÉNEZ, ,man. inéd. 11, Las Palmas. MILLARES TORRES, A. Historia General de las Islas Canarias, Las Pal-mas, 1894. SÁNCHEZ HERRERO, J. La Población de las Islas Canarias en la segunda mitad del siglo XVII, 1676-1688, en Anuario de Estudios Atlánticos, n. 21,1975. VIERA Y CLAVIJO, J. Noticias de la Historia General de las Islas Canarias, Introducción y notas de A. CZORANESCU, Sta Cruz de Tenerife, 1967.
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Colección | Revista Almogaren ISTIC |
Título y subtítulo | D. Bartolomé García Jiménez y Rabadán. Gobierno, conflictos y litigios de la Iglesia en Canarias en el siglo XVII |
Autoría principal | González Alonso, Tomás |
Entidad | Centro Teológico de Las Palmas |
Publicación fuente | Almogaren. Revista del Centro Teológico de Las Palmas |
Numeración | Número 16 |
Tipo de documento | Artículo |
Lugar de publicación | Las Palmas de Gran Canaria |
Editorial | Instituto Superior de Teología de las Islas Canaria |
Fecha | dic-95 |
Páginas | pp. 125-153 |
Materias | Iglesia ; Episcopado ; Historia ; Siglo 17º |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 1212053 Bytes |
Texto | ALMOGAREN. 16. (95). Págs. 125 - 153.0 CENTRO TEOLOGICO DE LAS PALMAS D. BARTOLOME GARCIA JIMENEZ Y RABADAN GOBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA EN CANARIAS EN EL SIGLO XVll TOMASG ONZALEAZL ONSO DOCTOR EN TEOLOGIA E n es tas v Jornadas de la Historia de la Iglesia en el siglo XVII, vamos a concentrar nuestra mirada en los años del episcopado de D. Bartolo-mé García Jiménez y Rabadán, que ocupa un cuarto de siglo, casi el último, desde los años de 1665 al 1690. A todos nos ha tocado vivir de alguna manera las tensiones internas y los conflictos que la presencia de la Iglesia despierta en el medio ambiente donde cumple su misión evangelizadora. Pero éste, es un fenómeno que no es propio y exclusivo de nuestra época. La Iglesia ha tenido siempre como misión dada por su fundador, la de ser levadura que haga fermentar la masa. No nos extrañe, pues, que surjan y hayan surgido siempre y en todas partes dichos conflictos y tensiones, si bien, en nuestros días, dadas las facilidades de información apostólica y evangeli-zadora, a pesar de las tensiones encontradas que luchaban en su seno y, sobrepasando los conflictos que periódicamente estallaban, bien, entre orga-nismos eclesiales, bien, lo que era más frecuente, entre entidades de la Iglesia y otras del mundo civil. 126 TOMÁS GONZÁLEZ ALONSO Hoy vamos a contemplar las dificultades y luchas, unas encubiertas, otras notorias que agitaron a la Iglesia en Canarias en la segunda mitad del siglo XVII, en que D. Bartolomé García Jiménez, más que provocarlas, tuvo que sufrirlas. Es la época en que, fallecido Felipe IV, su viuda doña Mariana de Aus-tria, como Reina Madre, rige la monarquía en nombre de su hijo Carlos 11, niño de poca edad a la sazón, época bien caracterizada en la Historia de España. Con ella termina la era de los Austrias. Fue esta época del final del siglo XVII, de general decadencia en todos los órdenes de la vida nacional. La política exterior, la gobernación del esta-do, la hacienda pública ... vienen marcados por el signo de la postración, cuyo exponente más caracterizado aparecía a los ojos de todos en la propia figura de su rey. Tal decadencia afectó, también, en algunos casos, a la Iglesia espa-ñola. En nuestro trabajo, vamos a fijarnos en las tensiones internas y los con-flictos externos propios de esta etapa ocurridos en la Iglesia diocesana de Canarias, durante el largo pontificado de su obispo D. Bartolomé García Jiménez y Rabadán, ocurrido entre los años 1665 al 1690. Los problemas generales que afectan a los eclesiásticos insulares, en la segunda mitad del siglo XVII, son los mismos que a la sazón agitaban a los de la península, con particulares matices propios del carácter insular de la diócesis. El aislamiento, la lentitud e inseguridad de las comunicaciones, retrasando la solución de los negocios de toda clase, tanto civiles como ecle-siásticos ('1. Teniendo en cuenta la limitación cronológica y, sujeción de nuestro trabajo a los conflictos surgidos en el seno de la Iglesia en Canarias, nos ayu-dará a entenderlo, el género de vida, las costumbres, las ideas, las preocupa-ciones, los comportamientos de sus habitantes a finales de aquella época y de aquel siglo, en relación con la actitud religiosa. Puesto que nos vamos a limitar, en nuestro trabajo, a la época del pon-tificado de D. Bartolomé García Jiménez y Rabadán, empecemos por desen-terrar del olvido de la historia a este Ilustre personaje de nuestro episcopolo-gio. (1) Cfr. L. FERNÁNDEZ, Tensiones y conflictos.. . págs. 521-522. DON BAKTOLOMÉ GAKC~AII MÉNEZ Y KABADÁN: GOBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA.. . 127 Al intentar hacer una síntesis biográfica del Obispo Rabadán, tenemos una fuente original de la que están tomados casi todas las noticias que conoce-mos de D. Bartolomé García Jiménez. Se trata de una amplia carta escrita, por su primo y secretario particular, D. Juan García Jiménez, Arcediano de Fuerteventura, a petición de D.Jaime de Palafox y Cardona, Arzobispo de Sevilla. Escrita en 1691, es rica en detalles de los años de su pontificad~'~). D. Bartolomé García Jiménez, nace en Zalamea la Real, Arzobispado de Sevilla, hoy Provincia de Huelva, el 19 de Octubre de 1611. Es bautizado el mismo día en San Pedro de Alcántarai3). Estudia en Salamanca, colegio menor de Cañizares y mayor de Cuenca. Adquiere una gran formación intelectual y teológica en la escuela salmantina de cuya Universidad será después profesor entre los años 1647 y 1657(4). El 29 de Noviembre de 1664, siendo canónigo de Sevilla, es presentado por el Rey Carlos 11, para la Sede de Canarias, vacante por traslado a León de Fray Juan de Toledoís). El 14 de Mayo de 1665 el Papa Alejandro VI1 le extiende las Bulas del nombramiento. Tenía entonces 42 años. El Rey, por su parte, le nombraba Presidente de la Real Audiencia y Capitán General de estas Islas, cargos que no llegaría a desempeñar, por las incidencias del viaje desde Cádiz a Cana-rias, cosas decía el Obispo, que permitió Dios para librarle de muchos desa-ciertos y yerros que podía haber cometidoí6). El 31 de Mayo de 1665 recibe, en la catedral de Granada, la Consagra-ción Episcopal por estar vacante la de Sevilla''). (2) Cfr. J. GARC~AJI MÉNEZ, Noticias de la ejemplar vida del Ilustrísimo Sr. D. B. García Jiménez, ms (1691) publicado por J. HERNÁNDEZ PERERA, en Revista de Historia, XIX (1953) 221; vid. VIERA Y CLAVIJO, Noticias de la Historia General de las Islas Canarias, con introducción y notas de A. CIORANESCU, Sta Cruz de Tenerife, 1961,11, págs. 551-561. (3) Cfr. J. GARC~AJI MÉNEZ, o. c., pág. 183; A. HERNÁNDEZ RIVERO, Edictos e Ins-trucciones del Obispo de Canarias D. B. GARCIA JIMENEZ, man, inéd. 1, fol. 102 vto- Las Palmas. (4) Cfr. J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., pág. 183; P.A. DEL CASTILLO, Descripción Históri-ca y Geográfica de las Islas Canarias, , Madrid 1984-1960, pág. 806; VIERA Y CLAVI-JO, o. c., pág. S51. (5) Cfr. J. GARCIA JIMÉNEZ, o. c., págs. 221-223; P.A. DEL CASTILLO, o. c., 111 pág. 806; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 551; CAUCHAT, Hierarchía Cathólica Medii et Recentioris Aqvi, Munster 1935. (6) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 194 CAUCHAT, o. c., RITZLER-SEFRINI, hie-rarchía Catholica Medii et Recentioris Aevi, Padua, 1952, pág. 140; P.A. DEL CASTI-LLO, o. c., 11 págs. 550, 552, 554; L. FERNANDEZ, o. c. pág. 523; A. MILLARES TORRES, Historia General de las Islas Canarias, Las Palmas, 1984, págs. 68 y SS. (7) Cfr. HERNÁNDEZ, o. c., 1 fol. 88. 128 TOMÁS GONZÁLEZ ALONSO Sale de Cádiz, rumbo a Canarias, el 5 de Julio de 1665, pero debido a los vientos y errores de los navegantes, toman tierra en Puerto Rico (Améri-ca) el 9 de Agosto, pasando luego a Santo Domingo, desde donde reempren-de el viaje hacia Canarias. El 27 de Diciembre, después de cinco meses de dura travesía, avistan la isla de La Palma, no pudiendo tomar tierra en ella, porque los vientos les eran contrarios. Por fin el 29 de Diciembre, fiesta de San Juan Evangelista, lo hacen en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife, alojándose en el Convento de Santo Domingo Viera y Clavijo nos describe su llegada en estos términos:"El deseado arribo del Ilustre Prelado, sus raras aventuras y la anticipada opi-nión de su gran virtud, que le hacían una persona interesante para los cana-rios, todo contribuyó a que fuese recibido con las mayores demostraciones de contento, bien que no dejaban de desconsolarse, creyendo al considerar su delicada complexión, que tendrían Obispo para veinticinco días. Sin embar-go, el pontificado de Don. Bartolomé Jiménez fue de veinticinco años" (9). Fue el Obispo que más vivió y residió en el Obispado de todos sus anteceso-res y sucesores, hasta el presente, exceptuando a Mons. Piladain que obtuvo 30. Las Constituciones Sinodales de D. Cristóbal de la Cámara y Murga, de 29 de Abril de 1629''U)D, on. B. las mantiene en todo su vigor durante su largo pontificado, recordándolas y urgiéndolas en cartas e instrucciones pas-torales a sus sacerdotes y diocesanos. En 1668, debido a los achaques que padece, presenta su renuncia a la Reina, que luego retirará a petición de sus diocesanos. Destaca por su celo y vigilancia pastoral con sus muchos decretos y cartas pastorales ("). Sobresalió por su caridad y limosna, sufriendo verdadera congoja por las necesidades que se padecía en las islas'"'. Poseía una gran pobreza espiritual y gran des-prendimiento, volcándose en auxilio de los más necesitados y abandonados (13). Vivía una profunda humildad: "dotado por Dios de tanta ciencia y sabidu-ría, no se fiaba de sí mismo, y consultaba siempre con teólogos y juristas doc-tos" ('4). - ( 8) Cfr. J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., págs. 184-193, 223; P.A. DEL CASTILLO, o. c., 111 págs. 806 y SS; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, p'pags. 552-554. ( 9) VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 554. (10) Cfr. C. DE LA CÁMARA Y MURGA, Constituciones Sinodales de la Gran Canaria y su Santa Iglesia, Madrjd, 1634. (11) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 207; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 559. (12) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., págs. 200-209. (13) Cfr. Ibídem, pág. 212. (14) Ibídem, DON BARTOLOMÉ GARC~AJI MÉNEZ Y RABADÁN: GOBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA.. . 129 Descolló en la virtud de la justicia, que tantos trabajos había de darle. Es ésta, una de las facetas más importantes de su pontificado, y una de las preocupaciones que más refleja en su manuscrito del Gobernador Cristiano. Luchó incansablemente defendiendo el salario justo de los jornaleros. Urgía a sus jueces y tribunales para que no demoraran las sentencias en perjuicio de las partes (15). Acérrimo defensor de la inmunidad eclesiástica, a la que llamaba la "Niña de sus ojos'', y por la que, decía, estaba dispuesto a perder mil vidas ('h). En lo espiritual destacaba por la gran virtud de la penitencia, que vivía en el más riguroso secreto'"); por SU alta contemplación y continua meditación. D. Félix Nieto de Silva, Presidente de la Real Audiencia y Capitán General de las Islas, que se le había opuesto acérrimamente en ciertos litigios, tenía, a pesar de ello, muy alto concepto de sus virtudes heróicas y guardaba con gran veneración, decía, las cartas y firmas que tenía de su Señoría Iltma., por-que esperaba que habrían de ser reliquia^"^). La Real Audiencia, a pesar de sus grandes y continuos pleitos con el Obispo, escribe al Rey: "Es un prelado que comúnmente es tenido en opi-nión de docto y virtuoso" ("). "Uno de los más celebres teólogos morales de España"(20). . " ... insignísimo en virtud y ciencia ...p or la ciencia un Santo Tomás de Aquino" (2'J. Le preocupaba mucho la formación doctrinal y religiosa de sus fieles, a los que él mismo adoctrinaba en sus paseos vespertinos por los campos; y también la de sus sacerdotes a los que reunía en sus visitas pastorales y les adoctrinaba con conferencias sobre el ministerio espiritual(22). Escribía con gran ligereza y desembarazo. En los últimos años de su pontificado escribió mucho. Entre otros escritos, nos reseña su secretario las siguientes obras: Poliantea miscelánea moral-política. Apología del rey Jacobo de Inglaterra. Compendio del Gobernador Cristiano. Resumen casi literal de dicha (15) Cfr. Ibídem, 209,212 y SS. (16) Cfr. Ibídem, pags. 22,237; A DEL MILLARES, o. c. pág. 70. (17) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 213. (18) Cfr. Ibídem, pág. 215; VIERA Y CLAVIJO, o. c., pág. 268-272. (19) Archivo General de Simancas. P.E. 219. Carta de la Audiencia al Rey, Canaria, 2 de MAyo de 1690. (20) P.A. DEL CAST!LLO, o. c., pág. 806. (21) J. CARCIA JIMENEZ, o. c., págs. 212-222. (22) Cfr. A.,HERNANDEZ, o.c.,I fol. 12 SS: Edicto sobre Doctrina Cristiana; Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., págs. 94-95. 130 TOMÁS GONZÁLEZ ALONSO Obra de Fray Juan Márquez, agustino, catedrático de Salamaraca. Bridice de herejias y herejes hasta Eutero'"). Juntó, tarnblkn, aneichos papeles y apuntaciones de casos sucedidos y consultas hechas a diferentes abogados y teólogos, haciendo cuadernos y legajos con ellos, miay utiles y necesarios para el gobierno eclesiástico de este obispado (24). Su citado secretario, Juan Garcn'a JPménez, dice que iodos estos escritos y otros m6s se los de16 a 61 "para que si Dios en algliiin tiempo me diese medios para darlos a la prensa, los imprimiese, porque su escraipulo y nimia caridad no le dejó tener ánimo para aplicas la cantidad necesaria para drcha No pudo cumplir, su secretario, esta voluratad del Obispo Rabadán, y han pasado ya tres srgdos sin que se haya hecho. ¿Será ésta, una oportunidad para que Io hagamos?. EB Ldo. Don. Luis Román (1617-1680) escribió un "Emachir~dion manual de respuestas a más de clen consultas del Hltmo. señor obispo de Canaria D. Bartolomk Garcia Jimknez, sobre maternas canónicas y civiles, un tomo de a folio" que no se conserva(26)* Profundamente devoto y amante de la Virgen de la Candelaria, bajo cuya sombra quiso reposaran sus restos mortales, y a la que se llamaba: ""..milagro continuo de nuestras aflicciones y ne~esidades"'~'")P; rimera BsBe-ña cristiana de todo este Obispado y Precursora en ét de las luces del Santo Evangelio" (28). Fruto de este gran amor a Ba Candelaria, y de su gran erudición y cuttu-ra son las glosas en Batín y caste88ano que h ~ z od e las 181 letras mayúsculas y minúsculas. sin relación alginna entre si, y separadas algunas entre si por pun-tos y estrellas, que se encuentran en Pa orla de la túnica, al cuello, en las boca-mangas y en todo el borde del manto (L9'. Hasta eii año 1633. nadie %labia godi-do declarar su signiificado, (23) Cfr. J . GARC~AJI MÉNEZ, o. C., págs. 303, 205; VIERA Y 633,AV1JO, o. c., 11, pág 557s; J. SANCHEZ HERRERO, La Poblacióir de las Islas Canarias en la segunda mitad del siglo XVII,lti76-16,88, ea Anuario de Estudios Atlánticos, n. 21 1973, págs. 240,349. (24) Cfr. J. GARCYA JIMENEZ, o. c., pág. 203; VIERA Y CEAVIJO, o, c., 11, pág. 559-58. (25) J. GARCÍA JPMÉNEZ, o. c., pág. 203. (26) Cfr. L. ROMAN, Eic, Echiridion O aanual de r$spuest?s a más de cien consultas del lirrs-trísimo señor obispo de Canarias D. B. GARCIA JIMENEZ, sobre materias can~aicays civiles (un tomo en folio) vid. VIERA Y CLAVIJO. o. c., 11, phg. 910: A. MIé1.ARES CARLO. Bibliografía de Phutores Canarios, Madrid, !932. (27) A HERNANDEZ, o. c., 1, fol. 76 v.; Cfr. J. GARCBA JBMÉNEZ, o. c., págs. 206, 234, 238; 1 QIJINTANA y S. CAZORLA, La Virgen dei Pino en la Historia de Gran Cana-ria, Las Patmas, 1971. págs. 323,326,333; P.A. DEL CASTILLO, o. c., XII, pág. 809. (28) A. HEWNANDEZ, m:. c., 1 fol. 109~-110. (29) Cfr. J. GARC~AJP MENEZ, o. c., págs 231.3%; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 1, pág. 277s. DON BARTOLOME? GARC~AJI MÉNEZ Y RABADÁN: GOBIERNO, CONFLICTOS Y LITíGIOS DE LA IGLESIA.. . 13 1 Estas letras indescifrables, fueron interpretadas por D. Bartolomé Gar-cia Jiménez y Rabadán, haciendo once glosas en latín y siete en castellano a las letras del cíngulo, tomando cada letra como inicial de palabra completada por él, amén, de otras interpretaciones en latín al resto de las letras (30). Funda las Fiestas kustrales de Ntra. Sra. de las Nieves de La Palma. Se encontraba, a finales de Enero y comienzo de Febrero de 1676, de Visita Pas-toral en Ia isla de La Palma, costeando él los gastos de los tres primeros días. Fue tal el fervor y devoción de los palmeros, que el Obispo Rabadán, estimó que sería bueno y conveniente que esta Bajada se repitiese cada cinco años, y así lo dispuso, ordenando que a partir del afio 1680 se comenzase, por el mes de Febrero, coincidiendo con la octava de La Candelaria'"). Después de 25 años de azaroso y virtuoso trabajo pastoral, el 14 de Mayo de 1690, tras una penosa enfermedad, y la aparición de un cometa, que salió un año antes, por Diciembre, de la Gran Canaria al amanecer y atrave-saba Santa Cruz de Tenerife, torciéndose para rematar sobre la casa en que vivía D. Bartolomé, nos dice su secretario y biógrafo, entregó su alma al Señor con fama de santidad. El 16 de Mayo era sepultado en la Concepción de Santa Cruz de Tenerife, y cumpliendo su ríiltima voluntad el 17 de Sep-tiembre del año siguiente (1691) eran trasladados sus restos mortales al San-tuario de Nuestra Sefíora de La Candelaria (32). Todos los que le conocieron y vivieron su muerte, no dudaron en pro-clamar que había muerto un santo(33y), dejaron estos testimonios: "Un prelado que comúnmente es tenido en opinión de docto y "El Plltnno. Sr. D. Bartolomé García Jiménez, de eterna memoria, era canonizable" dice el Iltmo. Sr. D. Juan Francisco Guillén, Dignisimo Obispo de estas Islas de Canarias'"). El Obispo Dávila y Cárdenes, en sus Constituciones Sinodales de 8734 dice de D. Bartolomé: "Varón Insigne de infatigable celo, así en la Visita de todas las Islas, como en las Instrucciones, mandatos y cartas pastorales; en todo lo cual nos dejó a sus sucesores mucho que admirar y poco que (30) Cfr. J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., págs. 229-232, 239; A DE ESPINOSA, Historia de Nuestra Señora de Candelaria, Sta. Cruz de Tenerife, 1967, pág. 78; J. HERNANDEZ PERERA, Precisiones sobrr la escultura de la Candelaria venerada por los Guanches de Tenerife, en ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS. n. 21,1975, pág. 33-35,24 n. 17. (31) Cfr. A. HERNANDEZ, o. c. H. fol., Libro 111 de Relaciones de la Iglesia Arclprestal de la Capital palmerar, n. 54, fol. 228s. (32) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., 203-4,206,217,221,223-4. (33) Pbídern, pág. 221. (34) P.E., 219 Carta de la Audiencia al Rey. Canaria, 2 de Mayo de 1690. Cfr. L. FERNANDEF, o. c., pág. 566. (35) Cfc. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 221. (36) DAVILA Y CARDENAS, Constituciones Sinodales del Obispado de Canarias, 1734, Madrid, 1737, pág 535. ¿Cómo eran entonces las Canarias? Geográficamente, la Diócesis de las Islas de Canaria, o Diócesis de Canarias, estaba compuesta por las siete Islas que forman el Archipiélago Canario; tres de ellas, La Palma, Tenerife y Gran Canaria, llamadas mayores, y cuatro menores, Lanzarote, Fuerteventura, La Gornera y el Hierro. La capital diocesana con su catedral y Cabildo estaba en la Gran Canaria. El Obispo Rabadán residió habitualmente en la de Tenerife, con gran disgusto de su Cabildo, que le instaba a residir en la Capital de la Diócesis "'1. Histórica y políticamente las Islas se encontraban definitivamente incorporadas a la Corona de Ca~tilla'~"'. En los primeros tiempos, las Islas se gobernaban cada una por sus pro-pios fueros, privilegios y ordenanzas municipales, como en Castilla, bajo la vigilancia del cabildo secular compuesto por Regidores y Alcalde mayor (39). Luego fueron nombrados Gobernadores, llamados, también, Capitanes Generales. Más tarde serían transformados en Corregidores y Comandantes Generales de mar y tierra. Estos por su parte nombraban a los alcaldes y alguaciles mayores, amén, del personal ordinario, plazas, éstas últimas, que quedaron después anexas a los consejos y otras hereditarias en las familias(40). En 1527, por disposición del Emperador Carlos V, se establece la Real Audiencia, en Las Palmas de Gran Canaria, como centro coordinador de los Gobiernos de las diversas islas, compuesto por tres jueces de apelación. No gustó esta institución a los Gobernadores y Regidores de Canarias. Entonces, el Rey nombra un Juez Visitador, aparte de los tres que com-ponáan la Real Audiencia. Con ello aumentó el disgusto de los apelante^'^'). Más tarde es nombrado un Jefe Militar de Pa entera confianza de la Corona. Este, como presidente de la Real Audiencia y Capitán General de mar y tierra gobernaba las Islas y las defendía(42). (37) Cfr. J. GARCIA JIMÉNEZ, o. c., págs. 193,199,202,234; J. SANCHEZ HERRERO, o. c., pág. 241; C. DE LA CAMARA Y MURGA, Constitucion,es Sinodales, P.A. DEL CASTILLO, Descripción Histórica y Geográfica de las Islas Canarias.. ., Madrid 1676; VIERA Y CLAVIJO, o. c., págs 16-112. (38) Cfr. VIERA Y CLAVIJO, o. c., págs. 533ss, 660ss. (39) Cfr. Libro Rojo de Gran Canaria o gran libro de Provisión y reales cédulas, Introducción, notas y transcripción de P. CULLEN DEL CASTILLO, Las Palmas de Gran Canaria, 1947 págs. XVIIIss, 2s, 4s; Incorporación de la Isla y fuero y privilegios concedidosa Gran Canaria, Introducción, notas y transcripción por P. CUELEN DEL CASTILLO, Las Palmas de Gran Canaria. 2978, pág. 85ss. (40) Cfr. VIERA Y CLAVIJO, o, c., 11, p2g. 103-104. (41) Cfr. Ibídem, págs. 118-121. (42) Cfr. Ibidem, pág. 143-144. DON BARTOLOMÉ GARC~AJI MÉNEZ Y RABADÁN GOBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA.. . 1'33 Estos títulos y poderes fueron otorgados, junto con el de Obispo de Canarias, al Sr. García Jirnénez y Rabadán. Este, no llegó a tomar posesión de dichos cargos, debido a lo accidentado de su viaje, que le llevó desde Cádiz hasta Puerto Rico. Cuando recaló a Canarias, ya había sido cubierto el cargo, que ostentaba ingerirlamente Fray Juan de Toledo, su antecesor en el Obispado, promovido al de A este propósito nos dice su biógrafo y secretario D. Juan García Jimenez: "Este propaso y trabajos ponderaba el Obispo ...q ue los había permitido Dios para librarle de los muchos desaciertos y yerros que podía cometer; porque en la misma zaetía que salimos de Espa-ña, venía cédula del Rey nuestro Señor para que empuñase también bastón de Presidente y Capitán General de estas Islas ..., y solía ponderar su señoría que si hubiese entrado en ambos gobiernos, eclesiástico y secular, que desa-ciertos y yerros no hubiera cometido, mayormente no teniendo conocimiento de la tierra, ni de genios o inclinaciones de los habitadores de ella..."(44). Existía, también, el Tribunal de la Inquisición, o del Santo Oficio, que fue establecido en las Islas con motivo del arribo a las mismas, atraídos por el aliciente del comercio, de judíos expulsados de la península y moros de la vecina África. Comenzó por el año 1504. Estaba subordinado al de la metro-politana de Sevilla '"5'. Actuaba, asimismo, el Tribunal de la Santa Cruzada compuesto por tres jueces subdelegados, tres prebendados de la Santa Iglesia, uno de ellos el doctoral, con su audiencia junto a la Catedral, en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, con su alguacil, notario y otros ministros. En el resto de las islas tenía comisarios y otros oficiales subalternos(46). En lo estrictamente eclesiástico, en la capital diocesana, estaba el tribu-nal del Vicario General y Provisor para todas las causas contenciosas y de jurisdicción ordinaria de la Diócesis. En el resto de las islas, los obispos solí-an nombrar "Vicarios foráneos" -auténticos Vicarios Episcopales- para cada una de ellas (47). Las facultades de estos vicarios eran limitadas no pudiendo conocer las causas criminales. Sólo tenían facultad, en esta materia, para hacer sumarios y remitir el proceso al tribunal del Vicario General. (43) Cfr. J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., pág. 194: P.A. DEL CASTILLO, o. c., 111, pág 3.138: VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 252,254,550. (44) Cfr. J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., pág. 194: P.A. DEL CASTILLO, o. c., 111, cáp. 2, pág 806 SS; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 550,554,252. (45) Cfr. VIERA Y CLAVIJO, O. C., 11, pág. 603. (46) Cfr. Ibídem, pág. 605. (47) Cfr. Ibídem, pág. 601. Esto acarreaba muchos costos y perjuicios a 10s residentes en el resto de las islas, por Io que hicieron presente al obispo estos inconvenientes. "'El Pltmo. Jiménez, prelado tan celoso, no tuvo reparo en dar a las islas mayores, Tenerife y La Palma, este consuelo, obteniendo el piivilegio de tener cada una un vicario juez de las cuatro causa^"^^^. Viera y Clavijo nos describe la panorámica: "Hay una comandancia, que fue capitanía general, una Real Audiencia, un tribunal de la Inquisición y otro de la Cruzada, un juzgado de las Indias, dos coaregirnientos, cuatro iilcaldes mayores de letras, e t ~ " ' ~ ~ ) . El ambiente político, resultante de la amalgama de poderes y ambicio-taes era tal, que: "en medio de tantos funcionarios infieles, de jueces prevari-cadores, de Generales despóticos y rapaces, de visitadores complacientes y autoridades y corporaciones que seguían costosos litigios, sólo por satisfacer ridículas vanidades, es grato encontrar una persona que, como el Obispo D. Bartolorné García Jiménez, pensara ainicamente en el adelanta moral y espi-ritual de su Diócesis" De fuera por el mar siempre rondando eE peligro de embarcaciones de moros "nuestro azote" que merodeaban las islas con intenciones de piratería y de apresar al Obispo, que pudo escapar casi milagrosamente("). No le intimida-ban los moros en su celo pastoral; su caridad ardiente le hacía superar los ries-gos, fiado en la infinita misericordia: "vamos en gracia de Dios, decía, y si fuere de su agrado, que nos cautiven, hágase en todo su Santísima Voluntad"(52). GOBIERNO En estas tierras y en tales circunstancias, va a llevar a cabo su gobierno y labor pastoral D. Bartolomé García Jiménez y Rabadán, a lo largo de sus veinticinco anos de pontificado. "En todo el tiempo de su Pontificado no cesó de expedir edictos e ins-trucciones y Cartas Pastorales utilísimas al gobierno y dirección de los párro-cos y SUS feligreses, de calidad que cada cura en su parroquia tenía un legajo de bastante volumen, además de otras muchas instrucciones que hizo, perte- (48) Cfr. Ibídem, pág. 6052. (49) Cfr. Ibídem, pág. 420. (50) A. MILLARES TORRES, Historia General de las Islas Canarias, VI, Las Palmas de Gran Canaria, 1984, pág. 68. (51) Cfr. J. GARC~AJI MÉNEZ, o. c., págs. 199-200; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 557, 175 SS. (52) J. GARCÍA JIMÉNEZ, O. C., pág. 200 DON BARTOLOMÉ GARC~AJI MÉNEZ Y RAHADÁN:G OBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA ... 135 necientes al oficio de Vicarios, para instruirlos en el modo de portarse en las causas civiles y criminales y demás casos que se ofreciesen" (j3). El primer paso que dio, una vez tomada posesión de su Diócesis, fue im edicto General de Gobierno. Contiene veinte mandatos para el Gobierno y reforma de costumbres. Posteriormente, según iba teniendo noticias de lo que necesitaba remedio, fue expidiendo nuevos edictos y cartas pastorales e instrucciones en todo género de materias. Reconociendo que los fieles de este obispado no estaban muy instruidos en la Doctrina Cristiana, expidió otro edicto para todos los párrocos y confesores, exhortándoles al cumpli-miento de su obligación para que ensefiasen e instruyesen a sus fieles(54). No conforme con dar dichos edictos e instrucciones, el mismo aprove-chaba sus visitas pastorales para reunir a los beneficiados y curas de cada partido y los inastrania en los mismos, hacikndoles leer el Sínodo de este obis-pado sus instrucciones y edictos, así como algún capítulo de Concilio de Trento concernientes al ministerio de Ia cura de almas, ponderándoles y explicándoles lo estrecho y riguroso que era la obligación de los párrocos y la estrecha cuenta que darian a Dios si no cumglian con ella corno debian(55J. De esta suerte fue introduciendo en su obispado tal gobierno cual no se había experimentado, y al mismo tiempo, haciéndose amar de todos sus sub-dilos9' (5h). Ni los muchos anos de su pontificado, ni la enfermedad, ni la oposición de sus muchos adversarios le llevaron a la monotonía y cansancio en esta labor. Hasta en los últimos años de su vida, casi retirado, vigilaba celosa y apostólicamente a su rebaño, enfermo y agotado, desde su residencia en Santa Cruz de ñenerife: "incesantemente estuvo velando sobre el rebafio que Dios había puesto a su cuidado y gobierno, ya con edictos, ya con instruccio-nes y cartas pastorales, y ya con cartas misivas o circulares, conforme hallaba se necesitaba, dando los avisos y advertencias saludables a todos sus párrocos y demás ministros y fieles de su obispado"(57). El testimonio más eficaz de este importante e inagotable trabajo pasto-ral es el índice de los Edictos y cartas Pastorales dados por el Obispo, hasta (53) Ibídem, pág. 194s. (54) Cf r .J . ~ A R C ~JIIAM ÉNEZo, . c., pág. 194; V I E R A Y CLAVI JQ, o. c., 11, pág. 554; A. MERNANDE,Z, rns.c; 1, fol 12s. (55) Cfr. J, GARCIA JiMENEZ, o. c., pág. 199; V I E R A Y CEAVIJO, o. c., 11, pág. 556. . (56) Cfr. Ibídem. (57) J . GARC~AJI MÉNEZ,o . c., pág. 203; Cfr. P.A. DEL CASTILLO, o. c., pág. 806ss. un total de 54, que se conservaban encuadernadas en cada parroquia. Des-pués de su muerte, Sede Vacante, por el año 1705, eran observados y guarda-dos por mandato de los Señores Deán y Cabildo. Reproducimos a continuación la lista de los mismos: 1. Edicto general de gobierno e instrucción. 2. Edicto de testamentos. 3. Carta de instrucción sobre responder al edicto general del gobierno. 4. Carta de instrucción de aviso para los que quisieren ordenarse. 5. Edicto sobre arrodillarse los fieles al alzar y al Ave María. 6. Carta de instrucción sobre la enseñanza de la doctrina cristiana. 7. Instrucción a Curas y Vicarios para remediar pecados y dar aviso de ellos a su tiempo. 8. Edicto de doctrina cristiana con instrucción. 9.Carta de instrucción para que envíen las crismeras con tiempo y otros avisos necesarios convenientes a su oficio. 10. Edicto sobre diezmos y residuos. 11. Carta para que los Párrocos hagan recuerdo de los que se les mandó en carta de 30 de noviembre de 1.667, que es la del número nueve. 12. Carta de instrucción muy necesaria en donde hubiere negros bosa-les que aportaren, para saber como se han de haber con los bautiza-dos y con los no bautizados, y modo de catequizarlos. 13. Carta de exhortación para que avisen a tiempo lo que les toca por su oficio y les está mandado por edicto e instrucciones. 14. Edicto para que los esclavos se puedan casar, no obstante la recla-mación y contradicción de sus dueños. 15.Carta instrucción para que se bauticen los negros y la explicación necesaria para ello. 16. Mandato para que los Curas y Vicarios no dejen celebrar a los que vinieren de fuera del Obispado, y lo concerniente a ello. 17.Carta a los Párrocos de Tenerife sobre los residuos ocultos que entraren en su poder. 18.Carta con mandato que esté puesto en la sacristía para uso del Ritual Romano en la administración de los Santos Sacramentos. 19. Carta sobre el rezo del Patrocinio de Nuestra Señora. 20. Carta para el rezo de los Dolores de María Santísima Nuestra Seño-ra. 21.Edicto de instrucción en declaración de los capítulos del edicto general de gobierno, diezmos y residuos. 22. Carta sobre el achaque de la epidemia. 23. Mandato de los Párrocos de los Lugares en que hay más número de clérigos para que residan. DON BARTOLOMÉ GARC~AJI MÉNEZ Y RABADÁN:G OBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA. .. 137 24. Carta e instrucción en mayor declaración de la carta 25 de Enero de 1.672 sobre quitar conciencias erróneas. 25.Carta para que las Fábricas y Beneficiados cuiden de cobrar los residuos. 26. Carta sobre la indulgencia del Santísimo Nombre de María Nuestra Señora. 27. Resumen de la carta escrita en 30 de Noviembre de 1.667. 28. Carta en que se manda poner copia de los edictos y mandatos en la sacristía, para saber cuando se han de leer. 29. Carta de instrucción general sobre quitar conciencias erróneas. 30. Edicto sobre el cumplimiento en la apuntación de misas de capella-nías y lugares donde se deben decir. 31. Carta sobre las usuras y compras. 32. Instrucción para que se celebre con ornamentos decentes. 33. Instrucción para que se deshagan conciencias erróneas. 34. Edicto sobre que se tenga en cuenta con los Mayordomos de cofra-días y fábricas en los alcances. 35. Edicto sobre la tasa de todos los granos. 36. Edicto para que se guarde fe sobre la tasa de todos los granos. 37. Edicto cometido a los Provisores y Párrocos sobre cobro de rentas. 38.Edicto sobre el gobierno espiritual de sus Parroquias y en especial para la doctrina cristiana, etc. 39. Carta de la Reina Nuestra Señora cometida al Iltmo. Señor Obispo de estas Islas. 40. Carta a los Prelados y Superiores locales de los Conventos sobre registrar las licencias "ad tempus". 41. Carta cometida a los Párrocos para que toquen a agonizar. 42.Instrucción sobre la costumbre que antes se tenía para que en los días de cuaresma desde la una a las dos se toque la campana para que vayan a la Iglesia y les enseñen a los fieles la doctrina cristiana y también los hijos, criados y esclavos. 43. Edicto para dar luz y claridad a la enseñanza, práctica y extensión de la ley de Dios Nuestro Señor y de su Santa Iglesia. 44. Edicto en virtud de carta del Señor Nuncio, para que los Religiosos apóstatas parezcan en sus Conventos, los extramontanos dentro de cuatro meses, y los ultramontanos dentro de ocho meses. 45. Mandato universal hecho en santa y general visita. 46. Edicto sobre el capítulo que se ha de añadir al de Nuestro Pastor y Prelado. 47. Copia de carta de la Reina Nuestra Señora sobre que salía el Rey Nuestro Señor de su edad menor. 48. Número del capítulo que se ha de añadir al de Nuestro Pastor y Pre-lado sobre residuos públicos y ocultos. 138 TOMÁS GONZÁLEZ ALONSO 49. Instrucción sobre la duda de un Párroco de esta Isla sobre el edicto remitido para Jubileo del Aaio Santo. 50.Fe de D. Pedro de Higueras para quedarse a guardar en la Parro-quia la célebre Cruz de Filigrana de plata en que sale el Sanlisirno Cristo de los Remedios, por no estar desocupada la casa en donde se guardaba todo el afio, y pasó esto lunes 17 de Agosto de 1.646, que todo está original en el libro de mandatos de la Parroquial de Nuestra Señora de 30s Remedios en dicho, n..50, fo1.143. 51. Instrucción para Jubileo del Año Santo. 52. Carta de la Reina Nuestra Sefiora sobre las enfermedades. 53. Carta sobre la elecciói~d el nuevo Pontífice. 54. Nuevo añadido para la instrricción de 2 del corriente, sobre el grave peso del Obispo y de 10s Párrocos acerca de testameiit~s('~. También hizo un Capítulo titulado: "Nuestro Pastor y Prelado" para quitar conciencias erróneas, mandando que se leyese en las parroquias y ermitas muy frecuentemente (59). Mandó, también, se hiciesen cada año en toda la Diócesis padrones o censos de sus feligreses y que se guardasen cuidadosamente en el Archivo de la Diócesis. Cuando en su segunda visita a la Isla de La Palma el año 2.675, viajó hasta La Gomera, pasa realizar a esta Isla su primera visita pastoral, envió al clero de toda su Diócesis la Instrucción sobre el Padrón Parroquial, fechada en Ea Gomera el 15 de Octubre de dicho año de 1.675, de la que entresaca-mos el siguiente apartado: " ... Item inviolablernente guardarán nuestro mandato que lo es tam-bién del sínodo haciendo por sus mismas personas el padrón y matrícula los que no tienen teniente legítimo, y pos lo que así hemos experimentado en esta santa y general visita, cuanto conviene que los prelados sepan con certe-za el número de personas que hay en cada parroquia y su distrito no confir-madas, y cuantas sean las personas grandes y pequeñas bautizados y no bau-tizados, las pondrán todas sin falta alguna en dichas matrículas pues les es tan fácil llegando a cada casa haciendo el padrón con lo que han de poner la edad competate, poner los demás con la que tienen y si hay negros aún no bautizados apuntar el tiempo que ha están ya en este obispado, y al fin de la casa y familia añadir: hay por confirmar en esta familia tantas personas; des-pués por los libros de bautizados y entierros contando sus capítulos desde principio de este año de 475 hasta el fin del contar o numerar los bautizados (58) Cfr. J. GARC~AJI MÉNEZo,. c., págs. 195,225-227; AHERNÁNDEZm, .c. 1, fol. 34-35. (59) Cfr. Ibídem, DON BARTOLOMÉ GARC~AII MÉNEZ Y RARADÁN: GOBIERNO, CONFLlCTOS Y LITíGlOS DE LA IGLESIA.. . 139 que ha habido en este dicho año, y asá mismo todos los difuntos grandes y pequeños ya se hayan enterrado en la parroquia o en convento o en otra parte, y a este modo en todos los años venideros concluyendo por epílogo en el padrón con la fórmula de esta cláusula: 'hay en esta parroquia tantas casas o vecinos, cuyas familias de bautizados y no bautizados hacen tantas perso-nas, y de ellas faltan por confirmar tanto; los que confiesan y comulgan son tantos, los que solo tienen edad y capacidad para confesar, y no comulgar son tantos'; y luego proseguir con la fórmula acostumbrada y la noticia de pena-dos públicos etc., con el juramento que se debe añadir, dando también invio-lable cumplimiento a el remitir dicha matrícula en estado que tuviese sin esperar que vengan o no vengan a cumplir coli la Iglesia los ausentes, luego que inmediatamente pase la tercera domínica "oso pascha' haciendo en esto lo que tengo mandado en mi última instrucción sobre ello que lo he aquí expresado". Fruto exquisito de estas disposiciones del Obispo Rabadán, podemos hoy, en 1.994, disponer de los manuscritos originales de aquellos padrones parroquiales de los años 6.676 al 1.688, de todas y cada una de las parroquias de las siete islas. Los originales se encuentran er_ el archivo parroquia1 de Nuestra Señora de la Concepción de La Laguna (Tenerafe) (M'). Son muy pocos los datos precisos que se encuentran sobre Ba población de España y su evolución en el siglo XVPI(61)E. l interes mostrado por el conocimiento de la población de Castilla, en su aspecto p,stadístico, a travds de descripciones, relaciones y censos, en el siglo XVI, decae lastimosamente en la siguiente centuria, para revivir con singular pujanza en el siglo XVIII en Relaciones, Calastros y Censos de tipo general en los años 1722, 1755, 1768-69 y 1787 ("). Sobre la población de las Islas Canarias existe sobre el vecindario de La Laguna en el siglo XVI (63)D. e la población de las Islas Canarias en Ba segunda mitad del siglo XVIII(M)s; obre la población de La Laguna de 1837 a 1960(65)J.o rge Nada1 en su obra sobre la población de Esgafia, del siglo XVII no cita ni una sola vez a Canarias(6h)J.o rge Gregorio afirma que para el siglo XVII, refiriéndose a las Islas Canarias, no hay más que: "aIginnas relaciones de vecindad, correspondientes al año 1646, que se (60) C/. J. GARCIA JIMÉNEZ, o. C., pág. 52; A. HERNÁNDEZ, ms.c., I fol. 39-40; J. SANCHEZ HERRERO, o. c., págs. 238s. (61) Cfr. J. SÁNCHEZ HERRERO, o. C., pág. 238. (62) Cfr. Ibídem, pág. 239. (63) Cfr. Ibídem, pág. 240. (64) Cfr. Ibídem, pág. 241. (65) Cfr. Ibídem, pág. 242. (66) Cfr. Ibídem, pfig. 243. (67) Cfr. Ihídern, pág. 244. custodian en el Archivo de Simancas" Hoy, después del hallazgo de los manuscritos conteniendo los censos hechos y custodiados cuidadosamente, por mandato de D, Bartolomé García Jiménez y Rabadán, en el archivo parroquial de la Concepción de La Laguna, estas afirmaciones no se mantie-nen en pie. Encontramos en dicho archivo parroquial hasta ocho volúmenes de folios manuscrito, en su mayoría, encuadernados rústicamente. Todos lle-van al dorso la inscripción "Iltmo. Sr. Ximénez" y debajo una letra mayúscu-la, y que reseñamos en este trabajo: 1) "ILtmo. Sr. Jiménez V" contiene libro 1 de las consultas y manuscri-tos. Comienza el 31 de Julio de 1.681 y finaliza en 1.684. Es un tomo de a folio -unos 256- encuadernados en pergamino. 2) "Archivo del ILtmo. Sr. Jiménez - Q": contiene edictos y cartas que se han despachado a los Beneficiados y Párrocos de todo este obispado, desde principio del año 66 en adelante. Son unos quinientos folios. 3) "ILtmo. Sr. Ximénez - S": contiene libro de certificados y cartas de 1.669 - 1.690; licencias para celebrar, confesar, sochantres, fábricas, abadesas, etc. Unos 200 folios. 4) "ILtmo. Sr. Jiménez - R": Libro de cartas y edictos de 1669 a 1.679. Contiene 78 cartas y edictos. Son unos 500 folios. 5) "ILtmo. Sr. Jiménez -T": Libro de dispensas matrimoniales desde el 4-X-1.680 al 4-VII-1.683,211 folios. 6) "ILtmo. Sr. Jiménez - Y": dispensas matrimoniales desde el 3-VII- 1.683 al 7-IX-1.686 con 381 folios. 7) "ILtmo. Sr. Jiménez - U": Libro de pleitos -curioso-. "Libro 3 que lo más impresos de informaciones en Derecho y algo manuscrito de lo mismo y de otras cosas". 300 folios. Todos ellos están encuadernados en pergamino (h8). Tras este hallazgo, hoy, tres siglos y medio después, podemos dar, con exactitud matemática, datos sobre la población de cada una de las Islas, fami-lias, varones, mujeres, nacimientos, muertes, bautizos, confesiones y comu-niones, esclavos. Más aún, la diferencia de los varones en tres grupos según la edad: hasta los 17 años, de 18 a 60 y mayores de 60 años. Como ejemplo citemos el año 1675 como el de menor población con 93.108 habitantes en 21.332 familias y 2.089 muertes; y el año 1683 como el de mayor población con 106.885 habitantes en 25.406 familias y 2.878 muertes. El (68) Cfr. T. GONZÁLEZ ALONSO, el manuscrito "El Gobernador Cristiano de GARCIA JIMENEZ, tesis doctoral, Pamplona 1980, págs. 52-53; J. SANCHEZ HERRERO, o. c., pág. 237,239,241; Archivo Parroquia1 de Nuestra Señora de la Concepción de La Lagu-na- Tenerife. año 1687 hay una población total, en la Diócesis, de 102.873 habitantes de los que 50.494 son de Tenerife, 21.764 de la Gran Canaria, 14.028 de La Palma, 4,156 de El Hierro, 4.517 de La Gomera, 4.416 de Lanzarote, y 3.498 de Fuer-teventura. De estos 102.873 habitantes, 47.840 son varones y de ellos, hasta 17 años 20.121, de 18 a 60 años son 22.318 y mayores de 60 años 3.051(69). Incluimos unos ejemplares de dichos padrones originales, así como una estadísticas hechas con los datos sacados de dichos censos efectuados por mandato del Obispo Rabadán en los años de su mandato pastoral. ISLAS CASAS PERSONAS COMUNION CONFESION NO CONHR. BAUTIZAD. MUERTOS Tenerife 11.154 49.112 35.240 6.139 7.978 2.056 9 26 Canaria 4.439 20.458 14.405 2.932 2.040 844 504 La Palma 3.285 13.892 9.500 1.884 2.872 408 324 Lanzarote 932 3.946 2.989 672 39 179 75 Fuerteventura 781 3.579 2.073 718 39 166 87 Gomera 1.055 4.376 2.865 490 1.588 140 79 Hierro 768 3.297 2.113 411 256 101 63 ISLAS Tenerife Canaria La Palma Lanzarote Fuerteventura Gomera Hierro OBISPADO CASAS PERSONAS COMUNION CONFESION NO CONFIR. BAUTIZAD. MUERTOS (69) Cfr. J. SÁNCHEZ HERRERO, o. c., págs. 364-5,394-5,410-11. (70) Cfr. SÁNCHEZ HERRERO, o. c., pág. 370-371. (71) Cfr. Ibídem, pág. 374-75 Tenerife Canaria La Palma Lanzarote Fuerteventura Gomera Hierro CASAS PERSONAS COMUNIION CBMSIQN NO CBNFIR. BAUTIZAD. MUERTOS OBISPADO 23.758 101.967 68.201 13.567 12.986 4.412 2.600 PSEAS Tenerife Canaria La Palma Lanzarote Fuerteventura Gon~era Hierro CASAS PERSONAS COMUlrlPON COMSBÓN NO CONFHR. BAUTIZAD. MUERTOS 2.190 1.624 916 799 352 205 202 116 138 208 144 77 122 79 OBISPADO 23.478 101.785 70.709 13.428 13.095 4.064 3.108 Tenerife Canaria La Palma Lanzarote Fuerteventura Gomera Hierro CASAS PERSONAS GBMUNION C O ~ S I N~ ON CO NFIR. BAORZAD. MUERTOS OBISPADO 23.642 101.274 68.388 13.780 16.451 4.028 2.358 (72) Cfr. Hbídem, p6g. 380-381 (73) Cfr. Hbíem, pág. 384-385. (74) Cfr. Ibidem, pág. 390-91. ANO 1686(77) ISLAS CASAS PERSONAS VARONES HEMBRAS V, HASTA 14 V, 15 A SS Va MAS DE SS CONFESIÓN COMUNIÓR NO CONrm BAUTIZAD, MUERTOS Tenerife 10.356 49.991 23.138 25.626 8.419 11.136 1,901 6.398 34.041 7.625 1.669 1.065 Canaria 5.032 22.253 10.162 12.091 3.996 5.156 598 3.232 15.250 4.586 La Palma 881 3.305 13.110 680 5.891 1.214 2.204 2.861 520 1.702 8.512 3.834 357 284 Lanzarote 942 4.006 2.250 1.156 929 1.099 138 396 2.869 831 160 111 Fuerteventura 711 3.223 1.538 1.685 589 192 125 182 2.228 643 102 Gomera 918 4.448 2.213 2.225 865 1.140 139 601 2.994 1.912 86 Hierro 113 964 4.003 104 1907 2.096 813 810 139 355 2.516 1.185 145 50 OBISPADO 22.294 101.034 47.105 52.693 11.935 23.054 3.560 12.866 68.416 20.622 3.421 2.380 AÑO 1687(78) ISLAS CASAS PERSONAS VARONES HEMBRAS V, HASTA 17 Y, 18 A ó~ v, MAS DE MI COMESION COMUNION NO CONFIR, BAUTIZAD, MUERTOS Tenerife 11.508 50.494 23.386 26.865 9.801 10.807 1.543 6.319 34.675 9.151 2015 982 Canaria 5.029 21.164 10.456 11.318 4.425 5.030 152 3.140 15.258 4.730 925 514 La Palma 3.416 14.028 6019 7.831 1.668 2.135 370 1.731 9.144 4.911 564 Lanzarote 194 946 4.416 2 344 2.043 1.115 1.267 89 339 3.619 1.011 189 92 :uertevenhm 793 3.498 1.181 1.711 187 686 136 552 2.231 193 135 Gomera 73 1.009 4.511 2.155 2.357 1.109 991 80 542 2.922 1.884 164 81 Hierro 986 4.156 1.699 2.301 816 802 81 333 2.121 1.292 122 45 OBISPADO 23687 102.813 47.840 54.444 20.121 22.318 3.051 12962 11.236 23.184 4.114 1.981 AÑO 1687(7q) ISLAS CASAS PERSONAS VARONES HEMBRAS V, HASTA 11 V. 15A60 V , M S DE 60 CONFES~ON COMUNION NO CONFIR, BAUTIZAD, MUERTOS Tenerife 11.151 51.561 24665 28.119 11.080 11664 1.659 6.639 34.126 1629 1.911 1.248 Canaria 5,183 22.154 10.516 11.181 4.518 5.108 181 3.115 15.361 5.442 1.034 620 La Palma 3.414 14.342 6.167 8.111 2.830 2.811 471 1.019 9.853 5.419 451 215 Lanzarote 983 4.483 2.081 2.358 814 1.191 88 321 2905 1.296 111 99 :terieventura 924 3912 2.292 1.620 1.024 1.150 118 513 2451 843 142 73 Gomera 1.028 4.661 2.305 2.243 852 1.305 104 513 3.045 2.086 111 Hierro 71 911 3.956 1.606 2.350 839 115 52 352 2.663 1.265 153 81 OBISPADO 23681 105.015 49.638 56.108 21.957 23.950 3.279 13.398 70.410 11.980 4.099 2.413 DON BARTOLOMÉ GARC~AJI MÉNEZ Y RABADÁN: GOBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA.. . 145 A la vista de su actuación pastoral y gubernativa podemos concluir, que su temor por los desaciertos y yerros que hubiera podido cometer en el gobierno de esta Diócesis, no teniendo conocimiento de las tierras ni de los genios e inclinaciones de sus habitantes quedó ampliamente sobrepasado por su infatigable celo apostólico. Sus sucesores nos dejaron testimonio de ello: "Varón apostólico, de quien dijo otro sucesor suyo muy activo que no había dejado nada que hacer ni decir a los obispos de Canarias, pero sí mucho que admirar"(81). D. Pedro Dávila y Cárdenas, en sus Constituciones Sinodales del Obis-pado de Canarias, de 1734 nos dice "Varón insigne de infatigable celo, así en la Visita de todas las Islas, como en las instrucciones, mandatos y cartas pas-torales, en todo lo cual nos dejó a sus sucesores mucho que admirar y poco que hacer" @'). D. Lucas Conejero, obispo que fue de las Islas, y después Arzobispo de Burgos decía que no había dejado el Obispo Jiménez nada que hacer ni que adelantar a sus sucesores pues todo lo tenía previsto y dicho, y observando sus Edictos se obraba con mayor seg~r idad(~~)b.iSógur afo y secretario escri-be: "Hemos visto el progreso de su vida, su santo celo y, el desvelo que puso en el gobierno de este obispado, y los grandes frutos espirituales y tempora-les que logró en todo el tiempo que la gobernó.. ."(%l. CONFLICTOS Y LITIGIOS A lo largo de su labor pastoral y gobierno al frente de la Diócesis le tocó sufrir a D. Bartolomé García Jiménez y Rabadán, serios litigios y largos conflictos. El historiador canario, Viera y Clavijo dice: "Pero como los mayores bienes sueles andar mezclados, ha tenido que sentir algunas veces nuestra Iglesia el mal inevitable ..., de algunas competencias y disputas con varios cuerpos de la provincia y con su mismo senado Capitular" Cfr. Ibídem, pág. 404-5. Cfr. Ibídem, pág. 410-11. Cfr. Ibídem, pag. 414-l5. Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 184. VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 561. P. DÁVILA Y CARDENAS, Constituciones Sinodales del Obispado de Canarias, 1734, Madrid, 1737, pág. 535,1960, pág. 806. Cfr. P.A. DEL CASTILLO, Descripción Histórica y Geográfica de las Islas Canarias, 111 Madrid 1948-196. pág. 806. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 194. VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 601 146 TOMÁS GONZÁLEZ ALONSO Por una parte, su Cabildo Catedral mantiene una prolongada tensión que, con algunas alternativas, durará hasta la muerte del Obispo. D. Bartolo-mé escribía el 17 de Agosto de 1670 a la Reina Gobernadora Doña M. de Austria: "Sea satisfacción de mis muchos pecados las mortificaciones que sin razón me da el Cabildo cada día y que yo, escarmentado de los que son plei-tos entre Obispados y cabildos procuro evitar sea con algún detrimento y desdoro de la dignidad"(86). La Real Audiencia, en carta al Rey el 2 de Mayo de 1690, año de la muerte del Obispo, se hace eco de estas enemistades: "...cabildo de quien ha diez y ocho o veinte años está divorciado y con quien ha tenido siempre reñi-dos pleitos y encuentros que son bien sonados"(X7J)u. nto a esto, otros muchos asuntos de competencias, jurisdicción y gobierno fueron los motivos de este enfrentamiento. He aquí algunos de ellos: - Traslado del Provisor y Vicario General a Tenerife, nombrando en Las Palmas un juez Eclesiástico foráneo. - Presentación al Cabildo por los prebendos solamente el manda-miento de "mitendo in possessionem". - Que no se dé posesión hasta no personarse el interesado. - Que la información de limpieza se haga en el lugar de la naturaleza del prebendado; se había de hacer de nuevo para nuevas prebendas si habían pasado tres años. - Obligación de los Prebendados a asistir donde estaba el Obispo. - Privilegio del Cabildo a poner sillas en la Iglesia. - Riñas entre los Capitulares: si tocaban al Deán y adjuntos.. . - Sobre la visita del Deán y adjuntos en las Tinieblas antes que el Provisor. - Sobre el tratamiento de "Señores" al Cabildo(88). El año 16778, el Obispo visita al Cabildo y llegan a un acuerdo en sus enfrentamientos y hacen las paces. Entonces, D. Bartolomé para sellar esta armonía dona a la Catedral la hermosa lámpara de plata, traída de Génova, y que ahora, tres siglos después, podemos contemplarla pendiente de la cúpula central de nuestra Catedral(89). (86) Cfr. B. GARCÍA JIMÉNEZ, Carta a la Reina, en P.E. 219. (87) P.E. 219; Cfr. ANUARIO DE ESTUDIOS ATLÁNTICOS?~1~9,7 6, pág. 506. (88) Cfr. A.,HERNANDEZ, ms. c. 11, fol. 44; J. GARCPA JIMENEZ, o. c., págs. 234 y SS; L FERNANDEZ, o. c. pág.. 555 y SS. (89) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 213; A. HERNÁNDEZ, ms.c., 11 fol. 21; A. MILLARES, Historia General de las Islas Canarias, VI, Las Palmas de Gran Canaria, pág.s. 68 y SS; P.A. DEL CASTILLO, o. c., 111, págs. 806 y SS DON BARTOLOMÉ GARC~AJI MÉNEZ Y RABADÁN:G OBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA.. . 147 Por el año 1683 se vuelven a agriar las relaciones con el Cabildo por cuestiones de administración y diezmos(90E). l Obispo resolvió visitar la Con-taduría, el Cabildo y sus Capitulares, el arca de cuentas y la fábrica catedrali-cía. El Cabildo se opuso, y se originó un gran alboroto y pleito. La Cámara, a la que se recurrió, vistos los autos, mandó por Cédula especial al Obispo que hiciera la visita. La efectuó el Obispo, según ordenó su Majestad. Con esta ocasión publicó Don. Bartolomé un manifiesto con 23 proposiciones sobre dichas materias '"1. En el año 1674 se movieron entre el Cabildo eclesiástico y el Provisor'y Vicario General, residente en la ciudad de Gran Canaria, unos pleitos bien ruidosos y embarazosos, obligando al Obispo a volver a la Isla, dándole mucho trabajo cuyos resultados pasaron a la Corte, a donde acudió un pre-bendado del Cabildo, causando sobradas mortificaciones, costos y gastos para ambas partes'92). Otro motivo de discordias con el Cabildo, fue la designación de benefi-ciados y curas del Sagrario(93P).o r si fuera poco, surge otro conflicto entre los canónigos y los religiosos que se niegan a pagar a los párrocos la cuarta fune-ral de los entierros hechos en sus iglesias(94). Una larga controversia se originó por la división de la Parroquia de La Orotava, entre los beneficiados de la misma y el Obispo en los años 1669 al 84(95q),u e amargó la vida de Don Bartolomé durante 16 años, por su preocu-pación de la salvación de las almas que se hubieran podido perder por su flo-jedad( 96)D. e esta época es su sabia norma de pastoral: "La regla más segura es la conveniencia de los feligreses y no de los párrocos, pues nuestra carga no es para mirar las propias sino las ajenas utilidades" (97). En el año 1668, el Obispo prohíbe a un convento de monjas, sujeto al ordinario, ciertas devociones con censuras. Las monjas no obedecen y son excomulgadas. Apelan a la Audiencia, pero roma confirma la autoridad del Obispo (98). (90) Cfr. A. HERNÁNDEZ, ms. c., 11, fol. 42ss; J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., pág. 235. (91) Cfr. J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., pág. 236; A. HERNÁNDEZ, ms. c., 11, fol. 112-129 (puede verse e! manifiesto). (92) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 199; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 557. (93) Cfr. P.E. 219; L FERNANDEZ, o. c., en ANUARIO ... págs. 572 y SS. (94) Cfr. L. FERNANDEZ, o. c., pág. 582; P.E. 219, Escrito del Cabildo Catedral al Rey. (95) Cfr. Ibídem, págs. 534ss, 543,555. (96) Cfr. Ibídem, pág. 543. (97) B. GARCÍA JIMÉNEZ, Carta a SOSA y PÉREZ, en P.E. 219; Cfr. L. FERNÁNDEZ, o. c., pág. 544. (98) Cfr. J. GARC~AJI MÉNEZ, o. c., pág. 237. Otra serie de conflictos fueron los tenidos con las autoridades civiles, siempre, llevado por su ardiente empeño en dejar bien clara la inmunidad eclesiástica. Célebre fue su pleito con la Real Audiencia, por el uso de los "Alabar-deros" en los oficios religiosos. Mucha tienta corrió por este motivo. Su bió-grafo nos dice al respecto: "Con la Real Audiencia tuvo por último otro cho-que que no sé si le costo la vida" (99). La Real Audiencia en Carta al Rey, hablando del amplio y documentado manifiesto publicado por García Jimé-nez, sobre el caso de Los Alabarderos, dice: "...con relación al manifiesto del Obispo damos orden para que se imprima en ~ s p a ñ asi endo su contesto la mayor defensa de esta Audiencia y la más modesta y eficaz expresión del genio de este prelado"(100E).n esta carta se queja de que el Obispo se inclina-ba siempre, más por los Capitanes Generales que por la Audiencia(lol). Pero, tampoco, los Capitanes Generales se vieron libres en estas con-tiendas con D. Bartolomé García. Con Don Francisco Bernardo Verona, que también fue presidente de la Real Audiencia y Capitán General de estas Islas, tuvo otro conflicto bien reñido, por haber mandado este Caballero retener todas las cartas que venían de la península, reservando sólo las que venían para el Obispo, y no las de los eclesiásticos, par que no se entregaran a sus destinatarios, hasta que hubiesen sido vistas y leídas las suyas por dicho Capitán General. Hubo diferentes demandas y respuestas bien agrias y fati-gosas, hasta que se logró retirar dicha orden('02)S. u gran amistad con los mis-mos, no era obstáculo para oponerse a ellos cuando estaba por medio la inmunidad eclesiástica. Don Félix Nieto de Silva, Presidente y Capitán General de las Islas, ordenó la cuarentena de un barco llegado de la península en, tiempo de peste. Un religioso asistió en el mismo a una enferma y celebró la Santa Misa. Los Regidores diputados de la salud, dispusieron que los ornamentos y vasos sagrados usados en la misma, fueran entregados a los laicos para ser quemados. El Obispo, patrocinado por el Capitán General, llevó los autos por vía de fuerza a la Real Audiencia, que falló a favor del Obispo('03). Con los Tribunales de la Inquisición, en cambio, y de las Cruzada pro-curó, siempre, mantenerse respetuoso y guardó con ellos buena correspon-dencia. Las causas tocantes al Santo Oficio aunque fuesen competencia de ambos fueron, las remetía a dicho Tribunal encargándoles su castigo. (99) Cfr. J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., pág. 237. (100) J. GARCIA JIMÉNEZ, O. C., pág 215; A. HERNÁNDEZ, ms. c. 11, 62s, 64, 112-129; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 560, n. 3; L. HERNANDEZ, o. c., pág. 555s. (101) Carta de la Audiencia al Rey en P.E. 219; Cfr. L. FERNANDEZ, o. c.,m 556; A. HERNANDEZ, ms. c., 11, fol. 141ss. (102) Cfr. J. GARCIA JIMÉNEZ, o. c., pág. 215; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 281. (103) Cfr. J. GARC~AJI MÉNEZ, o. c., pág. 214. DON BARTOLOMÉG ARC~AJI MÉNEZ Y RABADÁN: GOBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA. .. 149 El no tener dicho Tribunal privilegios para usar sillas ni cojines; tampo-co tenían los comisarios facultad para conceder licencias para oratorios, ni derechos a la cuarta funeral, que eran los motivos causantes de litigios entre las diferentes potestades, bien, pudiera ser la causa de que no se produjesen enemistades entre los mismos('"). También fueron sonados sus conflictos con los Ayuntamientos. El de la Justicia y Regimiento de Tenerife, reclamaba para sí, de los predicadores, el saludo de "Muy Ilustres Señores". El Obispo se lo niega y reclaman a la Audiencia('05L).o s Ayuntamientos de Tenerife y Las Palmas, en réplica, le pro-híben llevar silla en las procesiones del Corpus, y que sus familiares le acompa-ñen en tropa, y el Obispo en respuesta se niega a asistir a las mismas (Io6). Otro motivo de discordias entre los Ayuntamientos y el Obispo Raba-dán es, el privilegio que éstos tenían para convocar y preveer beneficios vacantes en las parroquias. El Obispo recurre al Rey que falla a su favor(lo7). Entonces, nombra tres examinadores sinodales, y no consiente se pre-gunte a los opositores en materias que no fuesen morales y pastora le^('^^). Por último, en esta serie de conflictos, hay que señalar la intransigente oposición del Obispo a pagar derechos de aduanas por el embarque de sus diezmos, o los "derechos de quinta", que las islas de La Gomera y El Hierra, islas de señorío, tenían sobre todo lo que salía de las mismas, y eran exigidos, también, a los eclesiásticos. El Promotor-Fiscal lo denuncia en la Audiencia, fallando ésta a favor de la parte eclesiástica. Apelan a la Nunciatura, y tam-bién esta falla a su favor('09). "Con los recaudadores de las Reales Aduanas de estas Islas siempre vivía con gran cuidado y los tuvo muy a raya, y hubo tiempo que cinco causas de inmunidad eclesiástica sobre querer cobrar derechos un recaudador de eclesiásticos fueron a la Real Audiencia por vía de fuerza, y declaró no hacerla el Obispo, mi Señor, sin otras muchísimas que en el discurso de su pontificado se siguieron con diferentes recaudadores y jueces seculares, sin que perdonase su celo aún a los más estimaba y con quien tenía más amis-tad" ("0). (104) Cfr. Ibídem, pág. 237. (105) Cfr. VIERA Y CLAVJJO, o. c., IKI, pág. 561, n. 2. (106) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 238; VIERA Y CLAVIJO, o. c., pág. 561, n. 1; L. FERNÁNDEZ, o. c., en ANUARIO ..., pág. 557. (107) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 208; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, págs. 652-658; A. MILLARES, Historia General de las Islas Canarias, VI, Las Palmas de Gran Canaria, 1984, págs. 68s; L. FERNANDEZ, o. c., pág. 572; A. HERNÁNDEZ, ms. c., 1 fol. 119. (108) Cfr. GARCÍA JIMEENEZ, o. c., pág. 209. (109) Cfr. Ibídem, pág. 213; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 66. (110) J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., págs. 213-214; A. MILLARES, o. c., VI, pág. 68s; A. HERNANDEZ, ms. c., 11, fol. 45,52v, 57. 150 TOMÁS GONZÁLEZ ALONSO Cerramos este capítulo de conflictos y litigios con palabras de su secre-tario y biógrafo: "Estos son los casos de que he podido hacer memoria, aun-que otros muchos no la pueda hacer tan bastante, que puede referir el fin o paradero que tuvieron, que como el Pontificado de mi Señor fue tan largo (pues de casi veinte y cinco años), no es fácil poder hacer perfecta refleja de los casos y sucesos acontecidos en tan dilatado tiempo, y lo que puedo decir es que todo él fue una batalla campal la que tuvo que llevar su Ilma.. ., y solía decir con mucha gracia que era un Palafocillo de mala mano, aludiendo a los contratiempos y trabajos del Vble. e Illmo. Sr. Palafox"("'). DETRACTORES Y ACUSACIONES Por si fuera poco todo lo citado, no podían faltar en el pontificado de D. Bartolomé los enemigos encubiertos y solapados. Ya desde los primeros años de su pontificado, surgen los descontentos y ambiciosos, encubiertos bajo la capa de celosos defensores de bien de las almas. Hasta la Reina, llegan dos cartas, con el seudónimo de fray Antonio de Guzmán, acusándole de que en cinco años que lleva en la Diócesis, sólo se ha dedicado a atesorar dinero y no da limosna a los pobres; no ha ordenado, ni confirmado, no hace visitas de sagrarios ni monjas, por lo que los fieles están escandalizados y se niegan a pagar los diezmos. También se le acusa de que por cualquier causa promulga censuras y condenas. Vive con desdoro de la Dignidad, sin familias y en un puerto,el de Santa Cruz de Tenerife, para ven-der a buen precio los frutos de su obispado. Y por si fuera poco, se le tilda de no estar en su cabal juicio("2). Que todos estos cargos son imaginarios e infundados, lo prueban su desinterés pidiendo la renuncia de la mitra a los tres años de su entrada en la Diócesis, y los testimonios recogidos por mandato de la Reina('I3). La acusación más real es la hecha por su Cabildo a la Reina de no resi-dir en la Capital Diocesana, acusación que se dirige más a la forma de gobier-no que a la integridad de costumbres del Prelado(114). Todas estas acusaciones se desmoronan ante el testimonio y pruebas que el Obispo, por medio de su secretario, presentó a la corte, cómo, por la (111) J. GARCIA JIMÉNEZ, O. C., pág. 238. (112) Cfr. Dos Cartas del Maestro Fray A. de GUZMÁN, en P.E., 219; L. FERNÁNDEZ, o. c., pág. 529. (113) Cfr. Ibídem, (114) Cfr. L.FERNÁNDEZ, o. c., pág. 530; A. HERNÁNDEZ, ms. c., 1, fol. 118,119v, 122v. DON BARTOLOMÉ GARC~AJI MÉNEZ Y RABADÁN: GOBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA. .. 15 1 multitud de declaraciones aportadas por testigos fidedignos en contestación al mandato de la Reina('I5).D e estos testimonios consta que, la Isla de Tene-rife fue visitada por el Obispo Rabadán, los años 1668("6)1, 674(117e),l verano de 1676("8y) desde 1679 al 82("9)L. a Isla de Gran Canaria la visitó por prime-ra vez el año 1666 para tomar posesión de su catedral, permaneciendo en ella hasta 1668('20)V. olvió a la misma por el año 1674, con motivo del litigio del Cabildo con el Provisor y Vicario General(12')E. l año 1678 a proseguir la visi-ta al Cabildo y Contaduría('22)V. uelve en Enero de 1679 y permanece en ella hasta Mayo(lZ3Y). por último, la visita en el año 1682(lZ4). El año 1678, estando en Gran Canaria, visita las islas de Lanzarote y Fuerteventura, haciendo en ambas, con este motivo, Misiones, de la que resultaron grandes frutos espirituales a los fieles de las Islas('25). La Palma fue la primera isla que visitó, recién llegado a la Diócesis, el año 1666, después de enterarse que hacía ya más de 40 años que dicha Isla no había recibido visita pastoral de Obispos('26)V. uelve, luego, a visitarla el año 1675, pasando ese mismo año desde ella a las del Hierro y La Gomera(lZ7). Terminadas la Visita a las islas del Hierro y La Gomera, vuelve otra vez a la de La Palma, permaneciendo en ella unos meses hasta regresar a Tenerife. En todas las Visitas aprovechaba para Confirmar, y reunía a los sacerdotes para adoctrinarles en el dogma y el moral. El 1 de Octubre de 1668, escribe a la Reina, diciendo que al año siguiente enviará a su familiar y Visitador a la "Visita ad Limina" con plenos poderes para presentar al Papa Clemente IX su renuncia al Obispado debido a su enfermedad y preocupación pastoral('28)r,e nuncia que le fue aceptada y propuesto su sustituto. Pero el pueblo y las autoridades reaccionaron en con-tra de su renuncia, pidiendo a la Reina no le fuese aceptada, como así suce- (115) Cfr. P.E. 219. (116) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 198: VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 556. (117) Cfr. J. GARCIA JIMENEZ, o. c., pág. 199. (118) Cfr. Ibídem, pág. 201. (119) Cfr. Ibídem, pág. 202; VIERA Y CLAVIJO, o. c., Ii, pág. 557. (120) Cfr. J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., págs. 196-198: VIERA Y CLAVIJO, o. c., Ii, pág. 556. (121) Cfr. J. GARCIA JIMÉNEZ, o. c., pág. 199; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 557. (122) Cfr. J. GARCÍA JIMENEZ, o. c., pág. 201; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 557. (123) Cfr. J. GARCÍA JIMENEZ, o. c., pág. 202. (124) Cfr. Ibídem, (125) Cfr. Ibídem, pág. 201; VIERA Y CLAVIJO, o. c., pág. 557. (126) Cfr. Ibídem, pág. 196; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 555; A. MILLARES, o. c., VI, págs. 68-73. (127) Cfr. J. GARCIA JIMÉNEZ, o. c., pág. 199; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11, pág. 557. (128) Cfr. P.E. 219. Carta del Obispo a la Reina Gobernadora. 1 de Octubre de 1670; L. FERNANDEZ, o. c., en ANUARIO ..., pág. 526. 152 TOMAS GONZÁLEZ ALONSO dió, a pesar de estar ya nombrado su sucesor. Anteponiendo el bien de sus fieles a su conveniencias personales, cedió a su súplica y no renunció(lZ9). La falsedad de la acusación de no atender a las necesidades de los pobres queda descubierta con el siguiente testimonio de su secretario. D. Juan García Jiménez quién nos dice que en la virtud de la caridad y limosna sobresalió muy en alto grado(130)". Con harta congoja y fatiga volvió a salir de la silla y se entró en mi secretaría lamentándose y explicando la congoja que le ocasionaban las necesidades que se padecían en estas Islas(131). Encontrándose el año 1675 en visita pastoral a la isla de La Palma, reci-bió aviso de que en Tenerife pasaban grandes necesidades por falta de gra-nos y lluvias, agravada por la acechanza de los moros por la costa. Entonces despachó un navío a Cádiz, con 47.200 reales de plata para que se empleasen en trigo para repartir entre los pobres necesitados, costándole el flete del mismo 18.560 reales de plata(13'). Por si este testimonio fuera poco, tenemos el de los mismos pobres el día del entierro de D. Bartolomé García Jiménez y Rabadán, al enterarse de su muerte, los encontraban por los caminos llorando a gritos, y preguntados por el motivo de su llanto respondía: "por EP Padre de los Muchísimas cosas más podríamos seguir enumerando. Basten éstas, como resumen de la Vida y Gobierno del que fuera Obispo de las Islas de Canarias, por un cuarto de siglo, allá por el final del siglo XVII, D. Bartolo-mé García Jiménez y Rabadán. Archivo General de Simancas. Patrimonio Eclesiástico, Legajo 219. Archivo Parroquial de Ntra. Sra. de la Concepción. La Laguna. Iltmo. Sr. JIMÉNEZ, Z; V; Q; S; R; T; T; Y; U; manus. siglo XVII. Cfr. T. GONÁLEZ, El Manuscrito "El Gobernador Cristiano de GARCÍA JIMÉNEZ, tesis doctoral, Pamplona, 1980. Archivo Parroquial de El Salvador. Santa Cruz de La Palma. Libro 111 de Relaciones de la Iglesia Arciprestal de la Capital Palmea, n. 54, fol. 228ss. (129) Cfr. P.E. 219. Memorial del Obispo a la Reina Gobernadora. 14 de Septiembre de 1672: L. FERNANDEZ, o. c., pág. 533; VIERA Y CLAVIJO, o. c., 11 pág. 556-7; A. MILLA-REZ, o. c., VI, pág. 68ss. (130) Cfr. J. GARCÍA JIMÉNEZ, o. c., pág. 209. (131) Ibídem, pág. 200. (132) Cfr. Ibídem, pág. 201. (133) Ibídem, pág. 297. DON BARTOLOMÉ GARC~AJI MÉNEZ Y RABADÁN: GOBIERNO, CONFLICTOS Y LITIGIOS DE LA IGLESIA.. . 153 DE LA CÁMARA Y MURGA, C. Obispo de Canarias. Constituciones Sinodales del Obispado de Canarias, Madrid, 1634. DEL CASTILLO, P.A. Descripción Histórica y Geográfica de Las Islas Canarias, Madrid, 1948-1960. DÁVILA CÁRDENAS, P.M. Obispo de Canarias. Constituciones Sinodales del Obispado de Canarias, Madrid, 1737. FERNÁNDEZ, L. Tensiones y conflictos en la Iglesia de Canarias durante la segunda mitad del siglo XVIZ, en Anuario de Estudios Atlánticos, Madrid-Las Palmas de G.C., 1976. GARCÍA JIMÉNEZ, J. Heróica vida, virtudes y muerte del Ilustrísimo sefior Don B. GARCÍA JIMÉNEZ (manuscrito 1691) en, Revista de Historia XZX, 1953 por J. HERNÁNDEZ PERERA. GONZÁLEZ ALONSO, T. El Manuscrito "El Gobernador Cristiano de GARCÍA JIMÉNEZ, tesis doctoral, Pamplona, 1980. HERNÁNDEZ RIVERO, A. Edictos e Instrucciones del Obispo de Canarias D. B. GARCÍA JIMÉNEZ, man. inéd. 1, Las Palmas. Documentos referentes al Obispo D. B. GARCÍA JZMÉNEZ, ,man. inéd. 11, Las Palmas. MILLARES TORRES, A. Historia General de las Islas Canarias, Las Pal-mas, 1894. SÁNCHEZ HERRERO, J. La Población de las Islas Canarias en la segunda mitad del siglo XVII, 1676-1688, en Anuario de Estudios Atlánticos, n. 21,1975. VIERA Y CLAVIJO, J. Noticias de la Historia General de las Islas Canarias, Introducción y notas de A. CZORANESCU, Sta Cruz de Tenerife, 1967. |
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