ALMOCAREN 8 (91) Pagc 193 191 CENTRO TEOLOGICO DE LAS PALMAS
CARTA DE AGRADECIMIENTO DEL OBISPO DE
CANARIAS DR. PlLDAlN Y ZAPlAlN AL PAPA
PABLO VI POR HABERLE ACEPTADO LA
RENUNCIA A SU DIOCESIS
PRESENTACION:
J o s ~LA VANDERA LOPEZ
PROFESOR DE HISTORIA DE LA IGLESIA EN EL CET
El Concilio Vaticano 11, en el decreto "Christus Dominus", sobre la
función pastoral de los obispos de la Iglesia, aconsejaba por causa grave la
renuncia o dimisión al cargo episcopal. Pablo VI, especificó más ese aspecto
en el motu propio "Eclesiae Sanctae" de 6 de agosto de 1966, en el que señaló
expresamente la edad de 75 años para la jubilación. Según referencias de su
capellán D. Rafael Vera Quevedo (recogidas en el magnífico libro de D. Agustin
Chil sobre Pildain) el Sr. Obispo quiso hacerlo, no por carta sino personalmente.
Efectivamente el 14 de noviembre fue recibido por Pablo VI a quien le expuso
las razones de su decisión en estos términos:
"Santísimo Padre: tengo 77 años, medio millón de almas a mi cuidado
y un corazón con dos infartos. Yo le ruego me releve de esta carga porque mi
corazón esta gastado. Ya le contestaré -fué la respuesta del Papa".
La decisión y la respuesta del Papa fué inmediata, aunque la noticia y
confirmación le llegará más tarde al Dr. Pildain. La solemne y laudatoria carta
pontificia aceptando la renuncia pedida (publicada en las páginas de esta misma
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revista, Almogaren No 5 pgs. 215-219) lleva fecha de 16 de noviembre del mismo
aiio. Pero gracias a un borrador de su mismo puiio y letra conocemos la
respuesta de Mons. Pildain a S.S. Pablo VI entonando una magnífica acción
de gracias por haberle sido aceptada la renuncia solicitada.
La carta se encabeza con el característico signo de la cruz en el centro
y en la parte superior, seguido de una frase subrayada con rotulador azul a
la que al parecer quiere dar mayor expresividad. Y el final se cierra con su firma
episcopal, titulándose ya, quizá por vez primera: "Antonio de Pildain. Obispo
titular de Pomaria:
"Le escribo con el corazón desbordante de la más entrañable alegría y
gratitud.
Gracias Beatisimo Padre, por haber tenido conmigo la dulcísima
misericordia de aceptarme la renuncia al Obispado de Canarias que le hice en
aquella audiencia cordialisima que Vuestra Santidad se dignó concederme y
que no olvidaré jamás.
Gracias con toda mi alma por haberme quitado de encima el peso enorme
de la responsabilidad episcopal sobre medio millón de almas que sobre mi viejo
y enfermo corazón gravitaba.
Gracias entrañables por su honrosísima carta autógrafa tan colmada
elogios hacia mi pobrísima persona y obra, que sólo pudo dictársela ese su gran
corazón paternal, henchido de amor.
Dignese pedir a Nuestro Señor Jesucristo que el día que me presente a
rendir cuentas ante su tribunal supremo tenga a bien juzgarme con la misma
benevolencia con que me ha juzgado Vuestra Santidad, que es su Vicario en
la tierra. Que El le recompense tanta y tan inmerecida bondad como ha tenido
(conmigo).
Parece como si esa su carta me hubiera puesto alas en el corazón. Cada
dia que pasa me siento más feliz, al verme sin responsabilidades episcopales,
aunque con la ilusión que siempre ha sido la más grande en mi vida que es
continuar predicando la palabra de Dios hasta la muerte.
CARTA DE AGRIOEClLIIEhlO OELOBlSW DECANZRIASDR P l L U l N l ZAPIAINAL PAPA P48LOV1 WR HABERLEACEPTAWW RENUNCIAASU 010~~~~195
Que el Señor le conserve, mi veneradísimo, admirado y muy amado Padre
Santo, y le infunda nueva vida cada día, para continuar siendo como lo ha
sido hasta ahora y en circunstancias bien difíciles por cierto el confirmador
de sus hermanos (...).
Y no tengo nada más que añadirle, con cuya inmensa gratitud (...) le
recuerda todos los días, este su humilde hijo que besa con reverncia ...
i Antonio de Pildain.
Obispo titular de Pomaria".