ALMOGAREN. 7. (91) P48s. 167 172 & CENTRO TEOLOGlCO DE LAS PALMAS
LA CONSAGRACION EN LOS
INSTITUTOS SECULARES
25 AROS DE LAS CATEQUISTAS DE LA
VIRGEN DEL PINO
Al celebrar los 25 años de la Aprobación canónica del Instituto Secular
Catequistas de la Virgen del Pino, nos sentimos en la obligación de dar a
conocer, a través de estas páginas, la identidad y naturaleza de los Institutos
Seculares.
Hablamos de una realidad poco conocida aún, y con futuro esperanzador,
en la Iglesia y en el mundo: los Institutos Seculares.
Creemos necesario destacar unos rasgos fundamentales que clarifiquen
su esencia: datos tomados del Magisterio de la Iglesia y vividos en la experiencia
diaria de miles de cristianos consagrados en el mundo, diseminados por toda
la tierra, mezclados entre los demás hombres en las condiciones ordinarias de
la vida y en las variadas circunstancias familiares, profesionales, sociales,
políticas, pastorales ...
Este nuevo estilo de vivir radicalmente el seguimiento de Cristo, en el
mundo y desde él, son las Instituciones Seculares.
HACIENDO HISTORIA
Desde los albores de la Iglesia, el Evangelio ha sido luz y llamada a una
nueva forma de vivir. Algunos reaccionan muy pronto y deciden comprometerse
seriamente en el seguimiento de Cristo.
San Francisco de Asís, en el siglo XIII, fundó la tercera orden franciscana
para personas de cualquier edad y condición que, sin olvidar sus deberes
familiares y sociales, desean seguir un camino evangélico.
En el siglo XIV en Brescia, Angela de Mérici está profundamente
preocupada por la descristianización de la época. Reúne algunas jóvenes que
forma y crea para ellas unas normas, adaptadas al ambiente en su vida familiar
y social. Estas jóvenes consagradas realizan su vocación de ser lo que más tarde
Pablo VI dirá: "fermento en la masa". Es, sin duda, la primera fundación
de un Instituto Secular.
Pedro de Cloriviére intuye una nueva forma de vida consagrada: la de
los que se comprometen a seguir los consejos evangélicos en el mundo y al
servicio de sus hermanos.
A finales del siglo XIX nacen diversos grupos que quieren vivir el
Evangelio en su integridad, pero conviviendo con sus hermanos en la sociedad.
Su preocupación por insertarse en el mundo es tal, que su mayor deseo es que
nada, en su forma de vivir, los diferencie de los demás.
Crece el número de estos grupos y desean ser reconocidos oficialmente
por la Iglesia. Por iniciativa del P. Gemelli, 25 fundadores se reúnen en Suiza
en el año 1938 y redactan una memoria que transmiten al Papa Pío XI. Este
asienta las bases teológicas de una forma de vida consagrada: para vivir
íntegramente el Evangelio no se necesita ni claustro, ni siquiera la vida de
comunidad, puede vivirse en el mundo y desde dentro del mundo.
En febrero de 1947 el Papa Pío XII reconoce oficialmente a los Institutos
Seculares con la aprobación del decreto PROVIDA MATER ECCLESIA.
Un aiio después, el mismo Papa, agradecido a la bondad divina, se felicita
y felicita a los II.SS. por la nueva vocación, que será de poderosa ayuda para
la Iglesia, en el documento pontificio motu propio PRIMO FELICITER.
Un acontecimiento importante, el Concilio Vaticano 11 donde ya se habla
de los II.SS. en el documento PERFECTAE CARITATIS, 11 y en AD
GENTES, 40.
LA CONSAGRACION EN I.OS INSTITUTOS SE< GLAKEI 169
El Papa Pablo VI es un entusiasta animador que acoge, apoya, orienta
a los II.SS. En el Encuentro Internacional del año 1970, va perfilando en sus
palabras los criterios teológicos, espirituales, define su esencia, determina su
ser eclesial.
Los institutos del mundo se agrupan y constituyen la CONFERENCIA
MUNDIAL DE INSTITUTOS SECULARES (C.M.I.S.). A ella pertenecen 135
institutos y se celebra cada cuatro años en Roma.
A nivel nacional surgió la CONFERENCIA ESPAROLA DE
INSTITUTOS SECULARES (C.E.D.I.S.) cuyos estatutos fueron aprobados
por la Santa Sede, en decreto del 8 de abril de 1978.
Otro paso importante y el más reciente es el reconocimiento de los II.SS.
en el nuevo CODIGO DE DERECHO CANONICO como "forma de vida
consagrada secular, que favorece el conocimiento en su esencia como realidad
teológica, canónica y existenciai", que valora esta nueva forma de consagración
en el mundo para que los miembros de dichos institutos sean laboratorio
experimental de nuevas formas de vida y de servicio a la Iglesia, para
transformar el mundo desde dentro.
Su existencia teologal es: "Ser consagrado y estar en el mundo"
Con absoluta disponibilidad al Espíritu se sienten movidos a vivir una
consagración a Dios en el mundo; y como testigos de Cristo para la
transformación del mundo desde dentro, pretenden impregnar de
responsabilidades cristianas todas las actividades cotidianas.
Su existencia teologal se apoya en aspectos fundamentales de su fisonomía
en aparente contradicción: su secularidad y consagración.
Los institutos se presentan como un reto de signo valiente entre la Iglesia
y el mundo, como un testimonio profético para "ser modelo de incansable
impulso de la nueva relación que la Iglesia trata de encarnar en el mundo".
"Si nos preguntamos cuál ha sido el alma de todo instituto secular, lo
que ha inspirado su nacimiento y desarrollo, debemos responder: Ha sido el
ansia profunda de una síntesis, ha sido el anhelo de la afirmación simultánea
de dos características: a) la plena consagración de la vida según los consejos
evangélicos, y b) la plena responsabilidad de una presencia y de una acción
transformadora en el interior del mundo, para modelarlo, perfeccionarlo y
santificarlo". "Ninguno de los dos aspectos de vuestra fisonomía espiritual
170 ESTANISLAA CODOY GARCIA
puede puede ser valorado a costa del otro. Ambos con coesenciales". Estas
afirmaciones de Pablo VI plasman precisamente la entraña de un carisma
propio: La secularidad consagrada.
Esto nos lleva a comprender la secularidad como una actitud, una toma
de conciencia de ser el mundo, el lugar propio de responsabilidad cristiana y
de compromiso de los valores seculares, una realidad teológica, un modo de
ser Iglesia.
En estos institutos, los consejos evangélicos interpretados a la luz de la
consagración secular, adquieren nuevos matices y significados.
De acuerdo con el Código de Derecho Canónico, la índole secular se
entiende como situación pero también en su aspecto teológico y dinámico, en
el sentido indicado en la EVANGELll NUNTIANDI, es decir, "el poner en
práctica todas las posibilidades cristianas y evangélicas escondidas, pero a su
vez presentes y activas en las cosas del mundo".
Son vivos en la medida en que participan de la historia del hombre y
testimonian ante los hombres de hoy el amor paternal de Dios revelado por
Jesucristo en el Espíritu Santo.
Es lo intimo de vuestros corazones donde el mundo es consagrado a Dios.
(Lumeu Gentium, 34).
"Vuestra vida garantiza así, que la intensa y directa relación con
el mundo, no se convierta en mundanidad o naturalismo, sino que
es expresión del amor y de la misión de Cristo. Vuestra vida es
fecunda para el mundo, más que por las obras externas, por el amor
a Cristo que os impulsa al don total de vosotros mismos; don del
que hay que dar testimonio en las circunstancias ordinarias de la
vida" Pablo VI, 20-2-72.
La fusión de la consagración y del compromiso secular en una misma
vocación confiere a ambos elementos una nota original.
La consagración secular tiene como objetivo el apostolado: "Tiendan
ellos principalmente a la total dedicación de sí mismos a Dios por la caridad
perfecta, y mantengan su carácter propio y peculiar, es decir, secular, a fin
de que puedan cumplir eficazmente y por donde quiera el apostolado en el
mundo y desde el mundo" (Perfectae caritatis).
LA CONSACKAC~ON EN LOS INSTITUTOS SECULARES 171
El deber de los institutos es formar la conciencia de sus rniembros con
madurez y apertura que les impulse a prepararse con celo para la profesión
elegida, con el fin de afrontar después, con competencia y espíritu de
desprendimiento evangélico, el peso y las alegrías de las responsabilidades
sociales hacia las que les oriente la providencia.
Seguir a Cristo
Ese seguimiento radical a Jesucristo les hace ser, también, seguidores del
Absoluto y de la esperanza. Se entregan íntegramente a Dios y a los hombres,
son en el mundo los que transforman las estructuras en el espíritu de las
Bienaventuranzas y son constructores de la paz.
"Vuestra castidad dice al mundo: que se puede amar con el
desinterés y la perennidad que brotan del corazón de Dios y que
es posible dedicarse a todos sin atarse a nadie, preocupados sobre
todo por los más abandonados.
Vuestra pobreza dice al mundo: que se puede vivir entre los bienes
temporales y que se pueden utilizar los medios de civilización y del
progreso, sin hacerse esclavo de ninguno de ellos.
Vuestra obediencia dice al mundo: que se puede ser feliz sin
encerrarse en una cómoda elección personal, permaneciendo
enteramente disponibles a la voluntad de Dios, como aparece en
la vida cotidiana y en los signos de los tiempos" Pablo VI.
Siempre se ha puesto de manifiesto la importancia que se da a la oración,
a la vida sacramental, a la ayuda fraterna entre los miembros, realizada de
modos diferentes y con medios adecuados al estilo de vida, tantas veces en
dispersión.
Se intenta lograr una integración de oración y vida, una coherencia de
palabra y obra, una espiritualidad que contribuya a unificar a la persona,
porque:
"Para e1 que se ha consagrado en un instituto secular, la vida
espiritual consiste en saber asumir la profesión, las relaciones
sociales, el medio de vida, etc ..., como formas particulares de
colaboración a la llegada del Reino de los Cielos y en saber
imponerse tiempos de pausa para entrar en contacto directo con
Dios, para darle gracias". (Cardenal Pironio).
Una espiritualidad que tiene a MARIA como ejemplo. Ella totalmente
consagrada al Señor por la pobreza, virginidad y obediencia al Padre, vivió
en el mundo plenamente inserta en la historia de su pueblo, compartiendo su
espera y su esperanza, viviendo su pobreza y anhelando su liberación.
La consagración secular se hace efectiva dentro de la diversidad que los
caracteriza; se abarca prácticamente todos los campos de la sociedad.
El estilo de vida de sus miembros puede ser individual, en la propia familia
o en grupo constituido con miembros del mismo instituto. Una persona con
vocación de consagración secular, tiene una amplia posibilidad de escoger
aquella espiritualidad, aquel género de vida, aquel modo de trabajo, aquel tipo
de irradiación que le permita y facilite dar respuesta a la llamada de Dios de
la forma más adecuada, según sus inquietudes.
Sois una ala avanzada en la Iglesia y en el mundo
Se os confía esta estupenda misión: "Ser modelo de arrojo incansable
en las nuevas relaciones que la Iglesia trata de encarnar en el mundo y al servicio
del mismo".
Respondemos con una presencia en los distintos grupos y actividades
apostólicas, en el servicio a la comunidad, en la catequesis, etc. Esta presencia
tal vez pase desapercibida, pero allí donde haya un vacío se encuentra un
miembro de un instituto secular.
Asumimos el ser Iglesia haciéndonos eco de estas palabras "...Vivir la
alegría de ser Iglesia hoy, en este momento privilegiado de la historia, con un
modo original y específico de responder a la llamada divina. Ser plenamente
Iglesia de modo nuevo en profunda comunión con los pastores y participando
fraternalmente de la misión evangelizadora de todo el pueblo de Dios...".
El modo de ser Iglesia y de anunciar la salvación en el mundo y desde
el mundo, es estar en él como lugar propio de responsabilidad cristiana,
comprometidos en el área de los valores seculares.
Los institutos seculares están constituidos por laicos, hombres y mujeres,
y sacerdotes, como consta en los documentos del Concilio Vaticano 11.
(Perfectae caritatis, 11).
La secularidad subsiste no sólo en los laicos, sino también en los
sacerdotes, por motivo de las relaciones esenciales que unen su ministerio con
el orden temporal.
LA CONSACRAC~ONE N LOS INSTITUTCISS LC L,LARES 173
"Exhorto a todos los miembros, sacerdotes y laicos, a perseverar
en la búsqueda de una mayor comprensión de las realidades y de
los valores temporales en relación con la misma evangelización: al
sacerdote, para tornarse más atento a la situación de los laicos, y
para llevar al presbiterio diocesano, no solamente una experiencia
de vida de acuerdo con los consejos evangélicos y con una ayuda
comunitaria, sino también una posibilidad exacta de la relación de
la Iglesia con el mundo". (Juan Pablo 11, 2-8-1980).
Mirando al maíiana
En un discurso pronunciado en Roma en mayo del 86 el Santo Padre dice:
"...En estemomento es obligado conocer esta vocación, tan actual
y tan urgente, de personas que se consagran a Dios practicando
los consejos evangélicos y con tal consagración especial se esfuerzan
en impregnar toda la vida y todas sus actividades creando en sí
mismas una total disponibilidad a la voluntad del Padre y
trabajando para cambiar el mundo desde dentro".
A la luz de estas palabras, podemos afirmar que los Institutos Seculares,
aún cuando su historia es corta, han ido creciendo con fuerza y tesón, animados
por la fuerza del Espiritu.
De los 135 citados, uno de ellos es el de Catequistas de la Virgen del Pino.
Este instituto nació en Las Palmas de Gran Canaria el año 1951 y fue aprobado
por la Iglesia el 11 de Febrero de 1966.
Fue fundado por Carmen González Roca, canaria.
A esta gran mujer los canarios le debemos el agradecimiento de haber
dejado una huella firme de su paso por la tierra. Ella tuvo el valor y la fuerza
para llevar adelante, con la ayuda del Señor, una Obra de Dios y para la Iglesia.
Un instituto con un carisma nacido desde el propio corazón de Cristo: la
catequesis en todas sus formas y a toda clase de personas, edad y condición.
Eso sí, con preferencia a los más pobres.
Queremos vivir en el mundo: a) para hacerlo más próximo a Dios y
santificarlo; b) para llenarlo en todas sus manifestaciones del Espíritu Santo;
c) para comunicar el Reino de Dios y extenderlo entre los hombres.
Deseamos que nuestra vida sea un continuo apostolado, haciendo nuestras
las palabras de Cristo: Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda
criatura. Mc 16, 15.
174 ESTANISLAA CODOY CAKC~A
Vivimos dando testimonio de nuestra vida consagrada en las profesiones
y apostolados con una doble modalidad de vida: a) Miembros de vida fraterna,
que viven en los distintos Centros de la Institución; b) Miembros que viven
con su familia o solos.
Con el correr del tiempo, no sin luces y sombras, este instituto ha ido
creciendo y extendiéndose por las islas y la península. En la isla de Gran Canaria
hay dos Centros: en Las Palmas (c/. Espíritu Santo, 19), donde está ubicado
el Centro General; y en Vecindario. En Teuerife en San Bartolomé (Tejina);
en La Palma (El Paso) y en Salamanca. Hubo una experiencia en Venezuela
que, aunque se dejó, no hemos perdido la esperanza de volver.
Este año 1991, es muy importante en la historia de nuestro Instituto ya
que se cumplen las BODAS de PLATA de la APROBACION CANONICA.
Un año que no queremos pase desapercibido, como los demás; pues las Obras
de Dios han de manifestarse al mundo, porque para él las suscita Dios.
Aunque la celebración oficial fuera el 11 de febrero, nos hemos propuesto
vivir un año de Acción de Gracias por este gran regalo que Dios ha concedido
a todos los canarios y de los que espera el apoyo y el cariño para la potenciación
de este instituto.
Desde estas páginas agradecemos a todos la presencia en la celebración
a la vez que pedimos oraciones para que haya un florecimiento de nuevas
vocaciones en la Iglesia de Cristo y a nuestro instituto pudiendo así dar respuesta
a las necesidades urgentes de la catequesis hoy.
LA CONSAIRACION EN LOS INSTITUTOS SECULARES 175
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Estanislaa Godoy García