ALM. 1. (88) Pigr 193 - 191. @ CENTRO TEOLOCICO DE LAS PALMAS
AGUSTIN CHIL ESTEVEZ, Pildain. Un obispo para una epoca, Edi.
La Caja de Canarias, Las Palmas de Gran Canaria 1987, 480 p., ISBN
84-7580-495-0, 24 x 17 cm.
Magníficamente editado por La Caja de Canarias, aparece el libro de
D. Agustín Chil Estévez, archivero del Obispado de Las Palmas.
El libro, que se presenta como biografía, es el resultado de una larga
labor de acopio de los materiales del periodo del episcopado de Monseñor Pil-dain.
La documentación estaba dispersa, y en toda la diócesis no se contaba
con una colección completa de los Boletines oficiales de esa época.
El autor, con todo su trabajo de recopilación, nos ofrece esta obra den-tro
del año en que se cumple el cincuentenario de la entrada oficial del Obispo
Pildain en su diócesis.
Su empeño ha consistido en poner al lector en contacto con la vida del
obispo a través de sus propios textos. Del conjunto total dela obra, dos terceras
partes están integradas por textos del propio Pildain o de otros autores.
Se ofrece así la ocasión de encontrar reunidos en su volumen, la parte
más sustancial y de interés de los documentos pildanianos, que, por otro lado,
resultaría muy difícil para la generalidad de los lectores. .
Mención especial merece la edición de las intervenciones conciliares de
Pildain, traducidas de las Actas del Vaticano.
El autor, desde la introducción, hace confesión de sus intenciones y da
la mano "por anticipado, al contraste de pareceres que pudiera suscitar" (p. 22).
Indudablemente la obra de D. Agustín Chil viene a ser una entrega inte-resante,
que ha encontrado gran acogida entre el público, ya que sobre el obis-po
Pildain no teníamos una obra de este volumen, y que aportara tal cantidad
de datos. Piénsese lo rápidamente que se han vendido las dos ediciones hechas
hasta el momento.
194 SECUNDO DIAZ SANTANA
La figura del obispo Pildain es susceptible de ser estudiada y presentada
desde muy diversas ópticas. Con toda seguridad que, en el futuro, a esta obra
de Chil habrán de seguir otras más especializadas.
Pasando a un análisis más pormenorizado de la obra, y en línea con lo
que el propio autor manifiesta, que por lo demás le honra en cuanto actitud
positiva y de búsqueda, cuando dice: "nuestro trabajo es revisable. Aceptamos
el contraste de pareceres que pudiera suscitar. Esta actitud nos parece la más
honesta" (p. 196), señalaríamos algunas cuestiones:
Cuando se establece el catálogo de los distintos documentos pertene-cientes
a Pildain, no aparece un criterio exacto a la hora de determinar de qué
tipo de documento se trata. Es preciso hacer un tratamiento más cuidado para
distinguir suficientemente dentro del elenco, lo que son Cartas Pastorales, Ex-hortaciones
Episcopales o Pastorales, simples Cartas o Circulares.
Echamos en falta una ambientación y una situación de los textos más
ajustadas. De hecho los análisis que se presentan aparecen excesivamente de-pendientes
de un aparato crítico poco contrastado.
Como ejemplo podemos ver cómo la introducción del cap. XV, sobre
las Pastorales Sociales (pp. 251-256), y que el autor califica de "larga introduc-ción"
(p. 256), es genérica y no propia, y no logra una contextualización de
las pastorales sociales de Pildain, para enmarcarlas adecuadamente en la reali-dad
histórica en las que brotan. Lo mismo se puede decir en lo referente al ca-pítulo
11 en el que se pretende estudiar y situar la figura de Pildain en los tiem-pos
de la segunda República.
Por último nos atrevemos a sugerir que algún capítulo podría ser replan-teado,
como por ejemplo el XXII, sobre los acontecimientos Marianos, dándo-le
mayor unidad y evitando repeticiones. Dada la desigual extensión que pre-sentan
algunos capítulos en relación con otros, y en el total de la obra, tal vez
unidos en un mismo epígrafe, den mayor armonía al conjunto. Esto podría ha-cerse,
por ejemplo, con los capítulos del IX al XIII, bajo el título de Momentos
conflictivos.
Queremos felicitar sinceramente al autor por su obra, por el empeño y
el tesón que ha tenido para recopilar todo el material, a pesar de las dificulta-des,
que nos consta que ha debido superar.
No cabe duda que este trabajo de D. Agustin Chil que, repetimos, tan
buena acogida ha encontrado entre el público, es un excelente homenaje a la
memoria de un Obispo que ocupó una época muy interesante de nuestra Igle-sia
en Canarias. Esperemos que el acceso a la documentación restante y al ar-chivo
particular de Monseñor Pildain, posibilite la realización de otros estu-dios
que cooperen, como ya lo ha hecho éste que comentamos, a un conoci-miento
mejor de esa figura episcopal que fue D. Antonio Pildain y Zapiain.
SEGUNDO DIAZ SANTANA
ALM. 1. (88) Pbgr. 191 199. O CENTRO CEOLOCilCO DE LAS PALMAS
JOSE ANTONIO YOUNIS, El niño: pasado, presente y futuro. Ensayo psico-sociológico
sobre infmcia, educación y cultura. Publicaciones del Centro
Teológico. Las Palmas, 1988.
José Antonio Younis es un comunicólogo, investigador de esa área apa-sionante
y frágil de la actividad humana que es la comunicación. Es, además,
un incansable estudioso de la problemática infantil, preocupado por el futuro
de esa gran parcela de humanidad que son los niños, tantas veces objeto de
estudio, en trabajos que parten a menudo "de un niño-abstracción", sin histo-ria
y sin clase social".
Younis, también, es un canario que lleva en su entraña la misma inquie-tud
que a tantos canarios nos atormenta en la actualidad: qué tipo de persona
está produciendo esta cultura importada y agresiva de los medios audiovisua-les,
cultura generada lejos de nuestra tierra y difundida y adorada en el santua-rio
local del Corte Inglés.
José Antonio Younis es, sobre todo, un creyente que sueña con la posi-bilidad
de que de las ruinas del homo faber de nuestra civilización miope y con-sumista
brote un día no lejano el bomo ludens, el Hombre Nuevo de otra
civilización.
Este libro, junto a los y publicados por Younis y a otros de próxima
aparición, está llamado a convertirse tal vez en un grito profético en favor de
los niños de esta "generación urbanita-electrónica" que el modelo turistico-terciario
está implantando en nuestras islas.
Este ensayo psicosociológico, aparte su intrínseco valor técnico y huma-nista,
es susceptible, también, de una lectura "teológica", algunos de cuyos trazos
apenas insinúo.
En efecto, cuando Younis detecta y denuncia el abuso "que hacen las
industrias que comercian con la fantasía del niño", está denunciando implici-tamente
aquellas "estructuras de pecado" que Juan Pablo 11 señala en su enci-
clica Sollicitudo Rei Socialis como mecanismos perversos de falso desarrollo
humano. Nuestro autor llama "Procusto" -personaje mitológico- a esos di-namismo~
de muerte: "Procusto persigue educar los impulsos y las necesida-des
infantiles para transformarlos en energías productivas. Para ello reprime
el goce y transforma y desplaza las energías lúdicas de las relaciones afectivas
entre personas, a las relaciones de personas con las cosas... Es la razón de la
maquinaria social que necesita la economía política capitalista para
reproducirse".
Leído desde Canarias, este clamor profético y utópico -que apuesta por
"subvertir los significados habituales de la cultura audiovisual para re-utilizarlos
en nuevos circuitos de contestación social" -nos aparece como una excelente
y oportuna aportación a la toma de conciencia colectiva que todos necesita-mos
con urgencia.
En una ciudad como Las Palmas, donde "el caos urbanístico, la falta
de espacios y la plaga de automóviles" ha recluido al niño en "hogares-húnker"
en los que el juguete electrónico y el video-juego separan al niño de ambientes
abiertos y comunitarios. Hogareslbúnker, donde el niño se relaciona con com-paneros
funcionales (cosas), no con personas; donde se le inicia al "pensamiento
computacional" y no al pensamiento complejo e integral. En una ciudad así,
este "niño-electrónico" difícilmente será el retoño en nuestra tierra canaria del
hombre y la mujer de un futuro que queremos sea nuestro y que sea cualitati-vamente
diferente. Tampoco por este camino se alumbra el nacimiento de una
mujer y de un hombre nuevos en nuestro planeta. Porque "en un búnker no
puede florecer una educación para la solidaridad, siempre previa a una educa-ción
cabal para la paz".
El lector se encuentra aquí otra clave teológica de lectura: "la solidari-dad
es el nuevo nombre de la paz" (Sollicitudo Rei Socialis). La solidaridad
es expresión del amor y el Amor, para los cristianos, es el Dios de Jesucristo.
Frente al modelo impuesto por el "imperialismo cultural norteamerica-no'',
que "fomenta un estilo consumidor de vivir" -modelo que el autor des-cubre
pormenorizadamente en los Pitufos, la violencia televisiva, los álbumes
de colorear, los juguetes electrónicos, etc el libro propone abiertamente una
educación para la ecología, las relaciones interpersonales, la solidaridad ...
Nada de ingenuidad, por otra parte, en el planteamiento, avalado por
las últimas investigaciones de los mejores especialistas de la actualidad (ver Bi-bliografía):
"El proceso de hacer humanos a los seres humanos necesita de una
triple metodología: nivel psicológico-individual (cambio de las conciencias); nivel
socio-grupa1 (cambio de las relaciones entre los grupos sociales); nivel político-institucional
(cambio de la política oficial)".
Otra vez, coincidencia con la mencionada Encíclica: las decisiones y las
actuaciones hay que plantearlas, de manera realista, al triple nivel de las perso-nas
(conversión), de las culturas y pueblos, de las grandes organizaciones
internacionales.
La pretensión explícita de este joven investigador, profesor de nuestro
Centro: entender la relación e interacción dialécticas entre el mundo social (real)
del niño y el mundo convencional (imaginario) de los relatos y medios
audiovisuales.
Los creyentes en Jesús de Nazaret, el Cristo, que como nadie percibió
en el niño la sonrisa del Padre y el proyecto de una mujer y hombre nuevos
conducidos por el Espíritu, saludamos con gozo una contribución de este ta-lante
en estos momentos cruciales para el futuro de nuestras Islas Canarias.
FELIPE BERMUDEZ
ALM. 1. (88) Pigr 201 - 202. O CENTRO TEOLOOlCO DE LAS PALMAS
ALBERTO GALVAN TUDELA. Las Fiestas Populares Canarias. Ed. Cana-rias
S.A. S/C de Tenerife, 1978.
La obra es calificada por el prologuista como "la primera síntesis de
las fiestas populares canarias". Con ella, el autor intenta llenar un vacío en la
temática de la Antropología canaria en la actualidad. Las fiestas han sido, has-ta
el momento, poco estudiadas y es pretensión del autor abrir caminos, ofre-ciendo
claves interpretativas al respecto.
El contexto cultural y la búsqueda de los distintos significados de lo fes-tivo,
pilares del punto de vista antropológico, son las bases para organizar la
gran cantidad de datos manejados y estudiados en las tres partes en que queda
dividida la obra:
1.- Sentido y alcance de la fiesta.
2.- Significados y funciones.
3.- Visión condensada y comparativa de su expresión cíclica.
Asimismo son tres los aspectos alrededor de los cuales se conduce la in-terpretación
de su contenido:
A. Estructura económico-social de las islas.
B. Simbologia.
C. Creencias canarias.
Entrando ya en el entramado de la obra, nos encontramos con la tesis
mantenida por Alberto Galván en la forma de una definición de fiesta. La Fiesta
es un complejo cultural donde tiene lugar la interacción social y la comunica-ción;
a través de la fiesta se conoce el modo de ser y de vivir de los canarios.
Se concretiza y vivifica la identidad canaria a través de cómo es vivida, percibi-da
e idealizada la fiesta.
202 M! SOLEDAD COLLADO MIRABAL
Esto sería a grandes rasgos el contenido de la obra, todo ello aderezado
y fundamentado por un cúmulo de datos que hacen al autor un "erudito de
las fiestas canarias".
El objetivo de Galván es importante por varios motivos. Porque supone
un paso más en el desarrollo de la Antropología canaria; porque es el estudio
de algo tan enraizado en el pueblo como son sus fiestas; porque buscar la iden-tidad
de un pueblo, aún más, hallarla viva en sus fiestas resulta profundo y
hermoso.
Desde luego lo que resulta también esta obra es "sugerente", son mu-chísimos
los aspectos por los que el lector preguntaría, pediría explicación y/o
profundización. La impresión resultante de la lectura de la obra es la de "que-rer
más". Como si "supiera a poco", como si se quedara corta, como si privara
más el aspecto divulgativo que el investigador (quizá fuese esa su pretensión
primera). En cualquier caso, se podrían plantear esas preguntas que nos hace-mos
aquí, ahora.
A pesar del intento de hallar todos los significados de la fiesta ¿no pare-ce
quedar ésta reducida a contradicción social?, ¿no parece una incongruencia
hablar de que la fiesta refuerza la solidaridad y, a la vez, escapa del control
social? ¿En qué consiste esa "liberación catártica" de que habla el autor? ¿Có-mo,
y tras hablar de solidaridad y huida del control social, se revive la transfor-mación?
¿Ocurre en todas las fiestas?
Otro aspecto llamativo en la obra incide en las creencias religiosas. Da
la sensación de que las fiestas religiosas o no existen, o son simplemente pretex-tos
para otras cuestiones "más profundas": Esconden el pleito insular, la nece-sidad
de trascender para solucionar la sequía, o condiciones ideológicas de re-producción
social (cfr. Virgen de los Reyes, El Hierro).
Resumiendo, consideramos una obra interesante, merecedora de análi-sis
y proundización; pero, sin lugar a dudas, abierta a nuevas interpretaciones
que debieran ser consideradas.
M? SOLEDAD COLLADO MIRABAL
KDA. EN FIWSOFIA
ALM. 1. 188) PAg 203. @ CENTRO TEOLOOlCO DE LAS PALMAS
JESUS PELAEZ, La otra lectura de los evangelios 1. Ediciones el Almendro,
Córdoba. Páginas 141.
Este libro de J. Peláez, autor además de una excelente monografía sobre
los milagros (Los milagros de Jesús en los evangelios sinópticos. Morfologia
e interpretación. Institución S. Jerónimo. Valencia, 1984), es un primer volu-men
al que seguirá un segundo todavía en preparación. Contiene una serie de
comentarios a distintos pasajes evangélicos al filo de la lectura propuesta en
el calendario litúrgico. El libro consta de 141 páginas y recoge al final diversos
índices (de temas, de citas bíblicas y de domingos y fiestas a los que los comen-tarios
se refieren) que hacen su uso más útil.
La obra constituye una recopilación de una serie de artículos dominica-les
aparecidos en un periódico de Córdoba bajo el epígrafe "La otra lectura".
Se trata, por consiguiente, de la obra de un escriturista que se dirige, no desde
la cátedra ni desde el púlpito a fieles devotos, sino desde la tribuna de opinión
de un periódico a un público heterogéneo.
El autor manifiesta su intención de presentar el evangelio sin quitarle
el "aguijón". Con la indicación del título, "La otra lectura" quiere señalar la
aceptación del carácter provocativo del evangelio, no sólo con respecto al mun-do
sino también a la iglesia. Hace explícito, por otra parte, que el horizonte
de la lectura del evangelio, como su clave hermenéutica, es el compromiso con
los que no cuentan en este mundo. Esto se hace patente también en la adopción
de un lenguaje directo y sencillo. La lectura va desde el texto a la actualidad
y desde la actualidad al texto y, en el tratamiento de los demás, se pone de ma-nifiesto,
al mismo tiempo, un rigor exquisito en el manejo de los datos filológi-c
o ~h, istóricos, exegéticos y una aguda sensibilidad ante los problemas de la
sociedad contemporánea. Es una lectura desenfadada, crítica, con un tanto de
saludable acidez, pero nunca una lectura amarga. Su lectura deja un paso de
esperanza. Es el testimonio del que cree en la fuerza de la palabra evangélica,
buena noticia, cuando se la deja libre y se la siembra en los temores y esperan-zas
de los hombres.
JUAN BARRETO