Amparo Caballero Casassa: Elproceso de restauración en los bienes históricos de
la Iglesia. La parroquia de San Lorenzo. "Salvados de la quema"
El proceso de restauración en los bienes históricos
de la Iglesia
La parroquia de San Lorenzo. "Salvados de la quema"
Amparo Caballero Casassa .
Restauradora de Obras de Arte
E n el curso 2006-07 en el taller de Restauración de obras de Arte "El Altillo",
varios restauradores profesionales hemos sometido a proceso de Restauración y Con-servación
un gran número de obras escultóricas y pictóricas de la parroquia de San
Lorenzo y de la ermita de la Milagrosa dependiente de ésta.
Dentro de esta amplia gama de esculturas y pinturas hemos encontrado las
obras en muy diversos estados de conservación yendo el deterioro consistente en afec-ciones
poco significativas y de carácter sólo estético a gravísimos daños que han
hecho, en ocasiones, considerar la obra como desahuciada. Algunas de ellas, como la
escultura de telas encoladas que representa a San Pedro mártir se encontraba grave-mente
deteriorada en un 75% del total.
En cualquier labor de Restauración es esencial seguir unos criterios básicos,
comunes en todos los ámbitos de quienes ejercen esta profesión, que garantizan la
calidad del trabajo y la ética en el ejercicio de esta disciplina.
Dichos criterios pueden resumirse en:
Prima siempre la conservación sobre la restauración y son las necesidades de
la obra las que limitan la actuación restauradora
El respeto absoluto al original
La utilización de productos inocuos y siempre reversibles
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Ami_.ar» Caballero Casassa Elpwceso de resiuisracrrín en los brerrer hrstirieos de
la Igiesta La parroquia de San Lorenzo ' Sal;alkado"ase la qidema''
Téenleas con errterio de drfereneraci6n donde siempre quede discretamente
diferenciado el. original de la intervención restawadora
Es obvro que estos prlnc~píoss e ponen en practica con cuatquler trpo de obra:
pero además; dentro del arte sacro se hace cierla d~ferenciae ntre obras al culm o pro-cesionales
y otras que no cumplen esta fúnci0n y se encucalran Gnicarnente expuestas
en un museo o son de propiedad parircular, En el caso de las primeras se contempla de
modo especial el resultado final del trabajo, siempre, como ya hemos dreko. con res-peto
absoluto al orlgrnal,
Amparo Caballero Casassa: El proceso de restauración en los bienes históricos de
la Iglesia. La parroquia de San Lorenzo. "Salvados de la quema"
Poniendo por ejemplo una imagen de la Santísima Virgen a la que le falte una
mano, no es lo mismo mostrarla sin ésta en un museo que devolverla a la iglesia donde
se la venera sin al menos un esbozo de la misma si no se tiene referencia del original.
El respeto a la integridad y originalidad de la obra, lo es desde que ésta es con-siderada
obra de arte, documento histórico o imagen devocional.
El arte sacro ha sido concebido con una función específica al servicio siempre
de la Iglesia, de la Liturgia y de los fieles que ven en ellas un apoyo a su piedad, ya
que representan realidades espirituales muy íntimas.
El Papa Juan Pablo 11 lo expresaba con total exactitud y belleza en su "Carta a
los artistas" escrita en abril del año 1999:
"Para transmitir el mensaje que Cristo le ha confiado, la Iglesia tiene nece-sidad
del arte. En efecto, debe hacer perceptible, más aun, fascinante en lo posible,
el mundo del espíritu, de lo invisible, de Dios. Debe por tanto acuñar en fórmulas
significativas lo que en sí mismo es inefable. Ahora bien, el arte posee esa capaci-dad
peculiar de reflejar uno u otro aspecto del mensaje, traduciéndolo en colores,
formas o sonidos que ayudan a la intuición de quien contempla o escucha. Todo esto
sin privar al mensaje mismo de su valor trascendente y de su halo de misterio".
Hacemos, aun así, desde la experiencia de años de trabajo, una reflexión que
por otro lado parece ser muy lógica: las obras que son buenas técnicamente responden
mucho mejor a cualquier tratamiento que las obras de peor calidad. Esto es debido
tanto al empleo de materiales de mayor calidad, como al buen hacer artesanal y, cómo
no, a la mano del artista.
Por otro lado, resulta menos complicado restaurar obra antigua (entendiendo
como tal desde el siglo XVIII hacia atrás), que moderna (ya en el siglo XIX comien-zan
a utilizarse materiales de peor calidad o al menos menor resistencia al paso del
tiempo).
Emitir alguna conclusión sobre lo dicho sería quizás entrar en algún tipo de
polémica que no viene al caso en este momento, pero sí la apuntamos como cuestión
a considerar.
Consideramos que el arte nunca debe ser malo ni técnica ni formalmente
hablando puesto que debe plasmar siempre el gusto y la belleza, más aún cuando
hablamos del arte sacro que debe conducir siempre a Dios. Dentro de esta reflexión
incluimos la adquisición que a veces movidos por los muy bajos costes se realiza, de
obra de muy mala calidad y visión estética pésima. Pienso que debería equilibrarse la
balanza entre dignidad de la pieza adquirida y coste de la misma.
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An~paroC aballelo Casassa Flprocesu de restauranon en lo7 hrene~h nrnncos tle
la Iglesra La parroquia de San Lorenzo 'Sa/%adord e la quema"
En general, los Irab-os de rzsbwacrán han transcrrsndo con completa noma-
Iidad. Las obras, cada una, han reaccionado fa\~orablemente a todos las Iases de los
tratamientos a que han sido sometidas.
El proceso de niestauraeibn en cunlqurera de Las obms procedentes de la gam-qula
de San Lorenzo comenzb como es IOglco, por el soporte, ya se tzatara de escul-tura
(telas o madera), ya pinturas (telas).
SI el soporte, cotno su nornbre indica, sustenla y recibe la preparacibn, poixcro-mia
o peliculas pictóneas, se encuentra en mal estado, esta repercute directarrrente
sobre todos los estratos, peligrando asi Ia enridart e integridad de la obra. 7a1 es el caso
de La imqen antes nsiencionada ""San Pedro m6airW.
Amparo Caballero Casassa Llproce~od e restauracron en br hrener htstoncor de
in Igtesiu t n purvoq~ita de San Lormzri "'Sal*ados de In qriema
Dentro de los tra.-imrentos que se refieren al sopo-te dcstaeamos La eonsolrdri-eliín
del rnlsmo, la reintegracibn con rnje-t-ns e hdns de sutura, Is elinllnaciOn de defor-maciones,
ex~adicacrt2nd e ataques de insectos xilbfagos, etc.
El tratamiento de la película plctori-a es la sigurente intervencrbn que ha de
realizarse, snrnebkndoia a la fijacrSn de esta-atas, retirado de replntes, Irrnpre~ae, stu-cado,
re1nfepracr6n de lagunas, efc. La nurrierbn de la pellcula pIcr;orrea y la prolec-criln
de lo misma son fases eonclucivas de cuialquier tratamrento de restaurac~itrn,
Amparo Cahalielu Gasassa Elproceso de restauranbri en los bienes hzsroncos de
la Iglesza La parroquta de Sun Lo~enio ""Sntvador de la quema"
Estas son, a muy grandes rasgos, las Intewenciones realizadas prÍlctrcarnenle
en cualquiera de las abras tratadas. Desde luego, es bastante más preciso en cada una
de las obras, y realzmdo awí una mera enumeración de ellas, corrernos el riesgo de
""dspersonülizar"' cada una de las intenrenciones, que aun siendo muy simil;?ll-est oman
la parlicularidad propia de cada obra ya que la labar restauradora esla marcada por las
necesidades y el estado de consewacidn concreta de ca& una de ellas.
Anlparo Caballero Casassa El procesa de resraurrrclbn en km bzmes hzsdncas de
In Iglesia La yarragrira de Sart Lotenzo "'Saivados de la quema"
Para conclrtir, nos gustarla destacar por un lado, el Interés creciente por eoncer-var
y en el caso de la parroquia que nos ocupa, por resccrlar unas obras que son patri-monio
de La Iglesia y que en la m-ona de los casos se encontraron en rrn estado peno-so.
De no ser por los conocínilentos hlstbrieo-adisticos y par el celo de las personas
responsables se habrían perdido pasa siernpre,
Por otra lado, llamar La atencihn de los propios responsables de Las parroqtrlas
para que hagm tomar concrencia a los Geles y visitantes del trato que han de recibir
estas obras, que se limita oscilo y exclusivamente -para ser muy claros y concrsos- a
rezarles, y presentarles respeto y venerarlas, ya que del cuidado de las inismas que
-continuando con la misma claridad- se reduce a Iirnpiar el polvo con un plumero o
brocha mrly suave &be corresponder a una sola persona.
Amparo Caballero Cdsasqa Eiproccsn de rerinuiucrda e11 1o"rlene'i AZI ~C>T~Cd<e~ S
la IgI~siii La parrorjuzil de San Larewzn "Salvador de la qrlerrtia '
En el caso de que la obra presente aigitn tipo de aleccion u haya sufrido un
accldenle, sOlo y únlcmente debe tratarla un restaurador profesional.
Debemos eonsegulr, aurlque no es tarea fhcil, que las manlfestacrones de devo-c~
bnno estkn renidas con el Qptlina,e stado de conservaerd.n de la abra, nl que esle vaya
en detr~meilfod e la devoclba popular,
Nos gustaria concluir con unas palabras del aelunf Ponrifce enresacadas de
uno de los muchos esttld~ocq, ue realizó sobre Arte y Llrwrgra: "Un canto nuei o para
e1 Se5urS':
Amparo Caballero Casassa: El proceso de restauración en los bienes históricos de
la Iglesia. La parroquia de San Lorenzo. "Salvados de la quema"
"Siguen vigentes las tres condiciones del verdadero arte mencionadas en el
Éxodo: el artista debe estar guiado por su corazón; debe tener conocimiento, es
decir, ser un virtuoso; y debe haber percibido lo que el mismo Señor le mostró".
Amparo Caballero Casassa
Restauradora de Obras de Arte
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