Rev. Acad. Canar. Cienc, XVIII (T>Jum. 4), 67-80 (2006) (publicado en agosto de 2007)
DATOS DE LA REPRODUCCION DE LA GALLINETA COMUN
(GALLINULA CHLOROPUS) EN LAS CHARCAS DE TEJINA
Y BAJAMAR (LA LAGUNA)
M. Fernandez del Castillo
CI. Arturo Escuder Croft, 1 , Portal 2, U-62,
Parque San Benito Fase 5, 38208 La Laguna
RESUMEN
Se ha estudiado la poblacion de gallineta comun {Gallinula chloropiis) de un con-junto
de charcas de riego situadas entre las localidades de Tejina y Bajamar, en el nordeste
de Tenerife, a lo largo de su ciclo reproductivo en los anos 1994 y 2003. Se muestra la
estructura de la poblacion dividiendola en juveniles, adultos y parejas. El comportamiento
reproductor y la nidificacion comienzan en marzo. La ma\ or cantidad de adultos y parejas
se produce entre abril y mayo, y desde finales de mayo hasta mediados de junio se registra-ron
las mayores cifras de juveniles. El numero de puestas por pareja oscila entre uno \ dos.
El tamano de la puesta es elevado, pero la mortalidad de los juveniles es alta durante sus pri-meras
semanas de vida. El uso del habitat disponible es irregular. Las comparaciones entre
1994 y 2003 muestran un incremento de la poblacion, aunque esta puede experimentar
importantes variaciones anuales debido a razones climatologicas y alteraciones del habitat.
Palabras clave: gallineta comun, Gallinula chloropiis, Tenerife, islas Canarias
ABSTRACT
A moorhen {Gallinula chloropus) population from a group of artificial ponds situa-ted
between the localities of Tejina and Bajamar, in northeast Tenerife has been studied
during its breeding season in the years 1994 and 2003. The structure of the population is
shown divided in juveniles, adults and pairs. Breeding behaviour and nesting start in March.
The highest numbers of adults and pairs are found in April and May and the highest num-bers
ofjuveniles were obtained from late May until mid June. The number of broods per pair
varies between one and two. Clutch size is high but so is juvenile mortality during the birds
first few weeks of life. The use of the available habitat does not follow a regular pattern.
Comparisons between 1994 and 2003 show an increase of population although this can var\-
greatly from year to year due to changes in climate and habitat.
Keywords: moorhen, Gallinula chloropus, Tenerife, Canar\ Islands
67
1. INTRODUCCION
La gallineta comun {Gallimda chloropus), especie perteneciente a la familia Rallidae
y ligada a zonas encharcadas, arroyos y rios de corrientes suaves, y humedales en general,
es comun y se encuentra ampliamente distribuida en el continente europeo (CRAMP &
SIMMONS [6]). En Canarias, sin embargo, sus poblaciones se encuentran limitadas por la
escasez de zonas humedas naturales y su frecuente dependencia de charcas de riego de ori-gen
artificial, cuya existencia esta ligada a su uso agricola. La capacidad de estos pequenos
humedales para albergar a estas aves se encuentra ademas condicionada por factores natu-rales
como la mayor o menor frecuencia de Uuvias, y otros no naturales como la contami-nacion
por uso de pesticidas y otros productos quimicos, la caza ilegal y la predacion por
parte de especies aloctonas tales como gatos y ratas.
Las dificultades que encuentra este ralido para colonizar de forma estable el archi-pielago
canario son la causa de que en algunos casos su reproduccion en algunas islas haya
sido confirmada recientemente y en otros, de que su presencia haya sido irregular.
La reproduccion de la gallineta comun en Tenerife no fue confirmada hasta la deca-da
de los setenta del pasado siglo (ESTARRIOL [8]), concretamente en las charcas de Tejina
y Bajamar, en las que cuales se ha desarrollado el presente estudio. Durante los ultimos
treinta anos la especie ha conocido una considerable expansion.
Si bien MARTIN [10] solo cita la reproduccion de dicha especie para la zona de
Tejina-Bajamar-Valle de Guerra, otros autores ya confirman la nidificacion en el Puerto de
la Cruz en 1984 (TRUJILLO et al. [17]). Pocos afios despues, tambien es confirmada en las
charcas de Erjos (BARONE, [2]; ONATE [12]). En 1989 se comprueba la nidificacion en la
presa de Tahodio (macizo de Anaga) y en 1993 en charcas del sur de la isla situadas entre
Granadilla y Quia de Isora (EMMERSON & LORENZO [7]; MARTIN & LORENZO [11]).
Mas recientemente, existen datos de cria referidos a Los Silos, en el noroeste de la isla
(RAMOS [14]). En definitiva, es evidente que la distribucion de este ralido en la isla de
Tenerife ha experimentado una franca expansion a lo largo de los ultimos 20 anos, ocupan-do
actualmente multitud de charcas a lo largo de toda la geografia insular, asi como el cauce
de algunos barrancos, como el de Afur, en Anaga (obs. pers.).
Asi como la distribucion de la gallineta comun se ha ampliado constantemente desde
que se confirmase su reproduccion en Tenerife, tambien lo ha hecho el tamano de su pobla-cion,
estimada en la segunda mitad de los anos 80 en menos de 25 parejas segun varios auto-res
(MARTIN [10]; BARONE [3]), y que en la actual idad ya supera las 50 parejas
(MARTIN & LORENZO [11]).
La presencia de un numero considerable de parejas nidificantes de G. chloropus en
un area reducida (unos dos kilometros de distancia entre las charcas mas alejadas), asi como
el precedente de un estudio similar realizado entre 1993 y 1994 en la misma zona
(FERNAnDEZ del CASTILLO, [9]), con el que se pueden establecer comparaciones, han
motivado el proyecto de censos sobre esta especie, cuyos resultados presentamos en esta
ocasion.
La nidificacion de la especie, y su expansion en las ultimas decadas, esta comprobada en
otras cuatro islas del archipielago canario. En Gran Canaria se confirmo su reproduccion en
1972 y su poblacion ya era estimada en unas 100 parejas a comienzos de la pasada decada.
(TRUJILLO [19]). En Fuerteventura su nidificacion es conocida desde finales de los ailos
setenta y principios de los ochenta (PEREZ PADRON [13]; BACALLADO &
DOMINGUEZ [1]; MARTIN & LORENZO [11]). En La Gomera se constato en 1990
68
(TRUJILLO & LORENZO [18]) y, finalmente, desde 2004 tambien se ha verificado en La
Palma(BARONE, £?/«/. [4])
2. MATERIAL Y METODOS
Puesto que el objeto del presente estudio era fundamentalmente conocer el tamano,
la estructura y la dinamica de la poblacion reproductora de la gallineta comun, se ban reco-gido
datos de campo durante un periodo de seis meses entre marzo \ agosto de 2003, > a que
este abarca todo el ciclo reproductor de este ralido, desde la fonnacion de las parejas y el
establecimiento de territorios hasta la emancipacion de los juveniles.
Se ha realizado un total de 12 visitas a la zona de estudio, de forma que se llevaran
a cabo dos censos mensuales, en la medida de lo posible quincenales y, al menos, suficien-temente
distanciados como para obtener una vision bastante aproximada a la realidad de la
evolucion de las poblaciones de esta especie. En cada ocasion, y siempre durante las pri-meras
horas de la manana, se efectuaba un conteo del niimero de individuos existente en
cada charca, indicando si se trataba de adultos o juveniles, asi como del numero de parejas.
Se ha procurado registrar cada grupo familiar, anotando el lugar en el que eran obser\adas
las aves en el caso de que hubiese mas de un grupo por charca, senalando el numero de
polios por pareja y su grado de desarrollo, con el objeto de saber si se trataba de primeras o
segundas puestas.
Los conteos se realizaron por medio de puntos de observacion tljos de media hora
por charca, aunque flexibles para utilizar el tiempo necesario que requeria el correcto regis-tro
de los datos; efectuados a cierta distancia, y al amparo de la \ egetacion con el fm de no
causar molestias a las aves y alteraciones que pudieran afectar la realizacion del censo. En
la eleccion metodologica se ha tenido en cuenta los sistemas propuestos por BIBBY et al.
[5], particularmente en lo relativo a la especie objeto de estudio y otras aves acuaticas.
Se ha optado por presentar la totalidad de los censos en una tabla, y no un promedio
o un maximo, ya que se ha juzgado que al ser posible una plasmacion global, es preferible
evitar reducciones de la informacion derivadas de la utilizacion de las medidas indicadas. Se
muestra en cada censo el numero de juveniles, adultos y parejas por charca, asi como de
forma global. Tambien se senala el porcentaje que representan respecti\ amente jovenes y
adultos sobre el total de la poblacion. Cuatro diagramas de barras distintos muestran el
numero de adultos, juveniles, parejas y el total de aves obtenido en cada censo, y junto al
minimo confirmado se refleja la estimacion realizada.
En el caso de existir alguna duda sobre el numero de individuos registrados o pre-sentes
en la charca, se refleja a la izquierda el minimo contlrmado y a la derecha la canti-dad
probable de ejemplares. Las diferencias afectan fundamentalmente a adultos y parejas,
ya que con el fm de obtener cifras mas ajustadas a la poblacion real es necesario realizar
algunas estimaciones: la presencia de un adulto en una charca se considera como la proba-bilidad
de una pareja, puesto que otro adulto podria estar incubando; cuando se observa una
pareja y a cierta distancia en la misma charca hay otro adulto, se considera que puede for-mar
parte de otra pareja cuyo otro miembro puede estar en el nido; al registrarse un solo
adulto con polios se considera que el otro miembro de la pareja se encuentra en el nido u
oculto por la vegetacion; la observacion de juveniles de corta edad confirma la presencia de
una pareja aunque no se detecten los adultos; las peleas y persecuciones entre dos machos
suponen la probabilidad de dos parejas; al observarse a adultos mu\ alejados entre si se esti-
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ma que pueden pertenecer a parejas distintas; por ultimo, si se registrar! juveniles de corta
edad a mucha distancia de otros juveniles o de adultos con polios se considera que pueden
pertenecer a otra pareja, ya que en los primeros dias de vida las aves suelen seguir de cerca
a sus progenitores de los que dependen para su alimentacion, y los hermanos tienden a per-manecer
juntos (CRAMP & SIMMONS [6]), (obs. pers.).
3. AREA DE ESTUDIO
Situadas en el nordeste de Tenerife, entre las localidades de Tejina y Bajamar (ter-mino
municipal de La Laguna), a una altitud de 100-160 m.s.n.m., aun permanecen en la
actualidad una decena de charcas de riego —del total de trece existentes diez anos atras
—
de origen artificial. El entomo se encuentra fuertemente antropizado: zonas urbanizadas,
terrenos abandonados con restos de vegetacion arbustiva natural de tipo xerofitico o termo-filo,
parcelas cultivadas, y una carretera que atraviesa la zona de estudio de forma que unas
charcas quedan a un lado de la via y las demas al otro.
Ocho de estas charcas tienen margenes terrosos, una es una balsa cubierta con mate-rial
sintetico y otra —la presa del barranco de Aguas de Dios— ademas de taludes de tierra
tiene un muro de hormigon en un extremo. El agua que almacenan procede de la lluvia y de
aportes antropicos directos.
Si bien estos pequenos humedales son de origen artificial, han experimentado un pro-ceso
natural de colonizacion por parte de multiples especies vegetales. Los margenes estan
frecuentemente cubiertos por plantas palustres tales como Cyperus sp., tarajales (Tamarix cf.
canahensis), canaverales {Arundo donax) y zarzales {Rubus ulmifolius).
Con el fin de permitir la identificacion de las charcas, se les ha asignado un numero,
empezando por las mas cercanas al pueblo de Tejina y terminando por las mas alejadas del
mismo.
CHARCA 1: Esta situada a la salida del nucleo urbano de Tejina. Es una presa de conside-rable
tamano ubicada en el barranco de Aguas de Dios o de Milan; tiene, por lo tanto, un
muro de hormigon y piedra en un extremo, mientras que el resto de los margenes son terro-sos
y rocosos, con abundante vegetacion en la cola de la presa, consistente en un denso Cana-veral
de Arundo donax. No se encuentra practicamente afectada por molestias antropicas
(obs. pers.).
CHARCA 2: Se encuentra a unos 100 m. de la anterior. Para llegar a ella es ncesario ascen-der
una veintena de metros por una carretera asfaltada denominada Camino de Arico. La
charca es amplia, con abundante vegetacion herbacea en los margenes. Junto a uno de los
extremos existe un caiiaveral.
CHARCA 3: Esta situada detras de la charca 2, y para llegar a ella es necesario atravesar el
Canaveral de aquella. Esta cubierta con un material sintetico negro, y sus margenes no son
por tanto muy adecuados para la nidificacion y la alimentacion de las aves.
CHARCA 4: Continuando en direccion a Bajamar, es la siguiente que se encuentra por la
carretera. Se localiza junto al lado izquierdo de esta y separada de ella por un frondoso Cana-veral.
Es junto a las charcas 1 y 2, la de mayor tamano. La porcion de orilla no ocupada por
las canas tiene una abundante cobertura herbacea, asi como otras plantas palustres {Cyperus
sp.).
CHARCA 5: Siguiendo carretera abajo, y tras entrar por un camino de tierra a la izquierda,
entre grandes tarajales {Tamarix cf canariensis), poco antes de la bajada hacia el Club
70
Nautico de Bajamar, se encuentran dos charcas terrosas junto a un edificio de apartamentos.
Esta charca es la que queda al lado izquierdo del camino, y mas alejada del edificio. Es rela-tivamente
pequena y con abundante cobertura herbacea en los margenes.
CHARCA 6: Se encuentra junta a la charca 5, al otro lado del camino y mas cercana al edi-ficio.
Es de tamano mediano y algo mayor que la anterior. Buena parte de sus margenes
terrosos estan desnudos; consta sin embargo de un tarajal de gran tamano y un Canaveral
considerable. Tambien tiene otro tarajal de menor tamano y otra reducida formacion de
cafias.
CHARCA 7: Esta situada al otro lado de la carretera, ascendiendo unos 80 m por un cami-no
opuesto al que llega a las charcas 5 y 6. Se encuentra ubicada en un coto de caza y es de
mediano tamano. Consta de un zarzal {Rubiis iilmifolius) en un extremo y un Canaveral
(Arundo donax) en el otro. Tambien tiene parte de su orilla cubierta por Cyperus sp.
CHARCA 8: Se encuentra ubicada a unos 50 m. de la charca anterior, junto a un camino de
tierra conectado con la carretera. Es la mas pequena de todas, con una superficie de agua de
unos 25 m2. Su reducido tamano y la proximidad al camino son la causa de que en ella, las
aves sean muy sensibles a las molestias antropicas.
CHARCA 9: Situada en el mismo camino, es una charca relativamente grande. al menos con
dos tercios de su contomo ocupado por un cana\eral. Se encuentra muy eutrofizada.
CHARCA 10: Esta tambien ubicada junto a un camino y a una granja porcina, por lo que en
ella la especie objeto de estudio es frecuentemente susceptible de sufrir molestias. Tiene
cafias y abundante vegetacion herbacea. En su proximidad habia otras dos charcas, desapa-recidas
durante los anos noventa del pasado siglo.
4. RESULTADOS
Desde la primera visita (08/03/03) se observaron indicios del comienzo del cicio
reproductor de G. chlowpus: parejas formadas, acosos entre machos, y reclamos territoria-les.
Sin embargo, los primeros juveniles no fueron registrados hasta el 30 de marzo: dos
parejas en charcas diferentes, cada una con tres polios de pocos dias de edad. El 20 de abril
ya fueron siete las parejas con polios, y se observaron otras dos construyendo nidos. No obs-tante,
teniendo en cuenta tambien el registro de parejas claramente formadas > con territo-rios
definidos, se debe concluir que su numero no es inferior a 14. En el siguiente conteo ya
se comprobaron 12 parejas con juveniles, registrandose un total de 26 polios.
Durante el periodo comprendido entre el 20 de abril y el 23 de agosto, desde que el
ciclo reproductivo esta plenamente en curso hasta el final de este, los minimos de parejas for-madas
registrados en los distintos censos oscilo entre 10 y 14, mientras que los maximos se
mantuvieron entre 12 y 19. Desde el 20 de abril hasta el final de mayo coincide la obtencion
de las cifras mas altas en los minimos de parejas confinnadas (entre 12 y 14) y la de los maxi-mos
estimados: de 18 a 19. Durante ese periodo tambien se registra la mayor cantidad de
adultos en el area de estudio, con minimos situados entre 31 y 34, y maximos entre 33 y 36.
En los censos del 30 de mayo y el 15 de junio, es decir, durante la fase central del
ciclo reproductivo, se registro la mayor cantidad de juveniles: 37 y 33 respectivamente. Las
cifras mas bajas se obtuvieron en marzo, al comienzo de la reproduccion (6 polios), y agos-to,
durante la fase de dispersion (15 polios).
Respecto al peso que proporcionalmente tienen adultos y jovenes en relacion a la
poblacion total, puede afirmarse que los adultos pasan de un 100% al comienzo del ciclo
71
reproductivo, a situarse por debajo del 50% desde finales de mayo hasta mediados de junio,
alcanzandose un minimo el 15 de junio del 43,10%, aunque tambien el 10 de agosto fue
mayor el porcentaje de juveniles. Al final del periodo de estudio vuelve a ser claramente
superior la proporcion de adultos respecto al total poblacional. Por su parte, los polios alcan-zan
los mayores porcentajes desde finales de mayo hasta mediados de junio, aunque al
menos hasta el 10 de agosto se mantienen proximos o incluso superiores, en algun caso, al
50% de la cifi-a global para la especie.
Ya se ha indicado que la reproduccion se inicia en marzo o abril. Respecto a las ulti-mas
puestas, podemos senalar que las fechas mas tardias en las que se han observado polios
de pocos dias de vida —talla muy pequena y plumon negro— corresponden a finales de
junio y principios de julio: el 29 de junio en una charca un adulto con un polio muy pequeno
y el 6 de julio en otra charca una pareja con cuatro juveniles casi recien nacidos. No obs-tante,
en un estudio anterior realizado en la misma zona se observaron polios muy pequenos
a finales de julio (FERNAnDEZ DEL CASTILLO [9]).
Los datos obtenidos indican que el numero de puestas oscila entre una y dos. En la
Charca 2 una pareja que ya fue observada con un polio pequeno el 27/04/03 fue detectada
el 30/05/03 con seis polios, que por su tamano eran claramente de puestas distintas (dos
medianos y cuatro de mayor tamano). En la Charca 4, una pareja que el 20/04/03 tenia cua-tro
polios muy jovenes, ya alimentaba a una segunda pollada de cinco juveniles de pocos
dias de vida el 30/05/03. En el mismo territorio el 15/06/03 se registraban tres jovenes de la
primera puesta junto a dos polios de la segunda. En la misma charca una pareja que era
acompafiada de un polio de una primera puesta el 10/05/03 era registrada con un juvenil
desarrollado junto a otros dos, claramente nacidos con posterioridad, el 15/06/03.
Asimismo, en la Charca 1, el 30/05/03 se registro una pareja con un polio con
plumon negro. Este juvenil volvio a estar presente en censos posteriores; y sus progenitores
tenian una segunda pollada de pocos dias de vida el 06/07/03. En la Charca 6, el 20/04/03
una pareja tenia dos polios de muy corta edad, y el 15/06/03 era acompaiiada de un juvenil
mas desarrollado (P puesta) y de tres polios muy pequenos (2^ puesta). Por ultimo, la pare-ja
que ocupaba la Charca 10 era observada con un polio de tamaiio mediano el 10-05-03. El
30-05-03 se registraba tambien un polio recien nacido. En censos posteriores —15 y 29 de
junio— se observaba a la pareja con dos jovenes grandes y uno mucho menor.
G chloropus realiza puestas numerosas, que oscilan entre cinco y nueve huevos
(CRAMP & SIMMONS [6]). En Canarias se han registrado desde cuatro hasta trece huevos
por nido, aunque es mas habitual un rango de seis a ocho por puesta (MARTIN & LORENZO
[11]). En Tenerife se ha obtenido 8,8 huevos de promedio (N = 5) con rango = 6/13 (BARO-NE,
[3]). Pueden al menos mencionarse los siguientes datos referidos al area de estudio: el
12-03-94 un nido con seis huevos sobre un tronco en el agua del que nacieron tres polios
(observados el 03-04-94); el 27-04-03 un nido con ocho huevos en una planta de Cyperus sp.
En la gran mayoria de los casos, el numero de polios observado por pareja y puesta
es de uno a cuatro durante las primeras semanas de vida —polios aun con plumon negro
—
, cifi-a que tiende a reducirse a medida que la edad de los juveniles es algo mayor (obs. pers).
No obstante, en ocasiones se obtienen cifras superiores: el 19/05/96 una pareja con seis
polios de pocos dias, el 30/05/03 una pareja con cinco muy pequefios, y el 30/05/03 una
pareja con ocho muy jovenes, procedentes del nido de ocho huevos mencionado anterior-mente.
En este caso se produjo un 100%) de exito en la eclosion de la puesta.
El uso del habitat disponible para la reproduccion ha sido irregular durante el perio-do
de estudio. Asi, en la Charca 2 se constato la presencia de al menos tres parejas repro-
72
ductoras durante casi todo el cicio reproductivo, comprobandose cuatro el 30 05 03, y
estimandose con mucha probabilidad una quinta pareja pero sin evidencias de su reproduc-cion.
Sin embargo, la Charca 3 no fue utilizada para la reproduccion, a! igual que ocurrio
durante 1994 (FERNANDEZ DEL CASTILLO [9]). Aunque se observaron adultos con fre-cuencia
—si bien en mu\ escaso numero—, no se obtu\o ningun indicio de reproduccion.
Sin embargo, en el pasado su abundante vegetacion acuatica proporcionaba alimento a G
chloropus. Esto unido a su relativa tranquilidad permitia la concentracion de hasta 20 aves
de esta especie alimentandose (obs. pers.).
La poblacion nidificante en la Charca 4, estu\ o constituida por 3-4 parejas entre abril
y Julio de 2003, no descartandose incluso hasta cinco el 20 04/03, y cuatro con seguridad el
15/06/03. En contraste con lo expresado anteriormente, en la presa del barranco de .Aguas
de Dios solo se reprodujo una pareja de G. chloropus, a pesar de tratarse de una charca de
gran tamano, con condiciones de vegetacion y tranquilidad suficientes como para albergar
una poblacion superior.
Respecto a las dos charcas proximas al editlcio de apartamentos puede confirmarse
una pareja en la mas pequena —pero con vegetacion muy apropiada en todo el margen— y
mas alejada, asi como entre tres y cuatro parejas, a lo largo del periodo estudiado para la
charca mayor, y mas proxima al edificio, con cuatro parejas reproductoras confirmadas en
el mes de abril. Ya que parte de la orilla se encuentra desprovista de vegetacion, los unicos
lugares adecuados: dos tarajales (uno de gran tamano y otro mas reducido) y dos formacio-nes
de Anindo donax (una bastante desarrollada y otra de apenas 2-3 m-), fueron utilizados
simultaneamente para la nidificacion. La especie suele aprovechar cada temporada tanto el
Canaveral como el tarajal de mayor tamano para la ubicacion de nidos (obs. pers.). Asi ocu-rrio
en 1994, ano en el que dos parejas criaron en ellos.
Las charcas 7, 8 y 10 albergaron cada una un grupo familiar. La segunda, a pesar de
su reducido tamano, suele ser ocupada por una pareja reproductora (obs. pers.). Sin embar-go,
en la Charca 9 no se comprobo la reproduccion, aunque si se observaron aves, e inclu-so
en alguna ocasion un adulto transportando una rama.
Respecto a la ubicacion de los nidos, puede afirmarse que la mayor parte las parejas
que criaron en las charcas 2 \ 4 los situaron casi al borde del agua, semiocultos en \ egeta-cion
herbacea alta, aunque en cada caso tambien al menos una pareja utilizo el interior del
caiiaveral para nidificar. En la Charca 2 una pareja oculto su nido tras un ejemplar de
Artemisia thiiscula. Las aves que nidifican en las charcas 5 y 10 tambien seleccionan para
ello las hierbas altas de los margenes; sin embargo, las que crian en las charcas 1, 8 y 9
encuentran mejores condiciones en las formaciones de canas {Arundo donax). Por ultimo,
en la Charca 7 tanto un zarzal {Rubiis ulmifolius), un pequeno Canaveral y ejemplares de
Cyperus sp. son probablemente utilizados para la ubicacion de nidos (obs. pers.).
En relacion a la emancipacion de los juveniles, debe senalarse que en los efectivos
presentes en algunas charcas, especialmente la 4, probablemente ya desde junio, \ con segu-ridad
en Julio y agosto, se detectan aves independientes de los adultos. En dichos censos se
aprecia una especial abundancia de juveniles en esa charca, mientras que en la Charca 2, en
la cual se ha reproducido un elevado numero de parejas, se \ en pocas aves jovenes en esos
meses estivales.
73
CENSOS DE Gallinula chloropus REALIZADOS ENTRE MARZO Y AGOSTO DE 2003
CENSOS
Ch.
1
Ch
2
Ch
3
Ch
4
Ch
5
Ch
6
Ch
7
Ch
8
Ch
9
Ch
10 Totales % s. total
08/03/2003
Jovenes
Adultos 1 6 1 8 2 4 1 1 24 100
Parejas 0/1 0/3 0/4 1 2 0/1 0/1 3/13 n=24
30/03/2003
Jovenes 3 3 6 20,69
Adultos 1 4 6 2 5 1 1 2 1 23 79,31
Parejas 0/1 2 0/3 1 3 0/1 0/1 1 0/1 7/14 n=29
20/04/2003
Jovenes 3 4 2 7 17 32,69-33,33
Adultos 8 1 10 1 7/8 2 2 1 2 34/35 66,67-67,31
Parejas 3/4 3/5 1 4 1 1 0/1 1 14/18 n=51 ;n=52
27/04/2003
Jovenes 6 4 3 7 4 2 26 41,94-43,33
Adultos 2 8 2 7 3 6/8 2 2 1 2 34/36 56,67-58,06
Parejas 0/1 3/4 0/1 2/4 1 4 1 1 0/1 1 13/19 n=60 ; n=62
10/05/2003
Jovenes 8 3 1 4 1 17 34,00-34,69
Adultos 2 8 1 5/6 2 6 1 1 4 2 32/33 65,31-66,00
Parejas 0/1 3/4 0/1 2/3 1 3/4 0/1 0/1 2 1 12/19 n=49 ; n=50
30/05/2003
Jovenes 1 12 15 1 3 1 2 2 37 51,39-54,41
Adultos 0/2 9/10 1 9 2 5 1/2 2 2 31/35 45,59-48,61
Parejas 1 4/5 0/1 3/4 1 2/4 1 1 1 14/19 n=68 ; n=72
15/06/2003
Jovenes 1 6 14 7 2 3 33 50,77-56,90
Adultos 1/2 7/8 2 7/8 4/6 0/2 2 2 25/32 43,10-49,23
Parejas 1 3/4 0/1 4 2/3 1 0/1 1 12/16 n=58 ; n=65
29/06/2003
Jovenes 7 10 4 1 2 24 48,98-51,06
Adultos 6/8 6 3 4/6 2 2 23/25 48,94-51,02
Parejas 3/4 3 0/1 3 1 1 11/12 n=47 ; n=49
06/07/03
Jovenes 4 5 1 9 1 2 2 1 2 27 50,00-54,00
Adultos 2 6 6 1 5/6 1/2 1/2 1/2 23/27 46,00-50,00
Parejas 1 3 0/1 3 0/1 3 1 1 1 13/15 n=50 ; n=54
74
Ch. Ch Ch Ch Ch Ch Ch Ch Ch Ch
CENSOS 123456789 10 Totales % s. total
27/07/2003
Jovenes 1 4/5 9 4 2 22 42,31-42,31
Adultos ~)
10
-) 6 8 1/2 1 30/31 57,69-59,62
Parejas 1 3 4 1 3 2/3 1 0/1 10/14 n=52 ; n=53
10/08/2003
Jovenes 5
1 14
-) T
1 26 50,98-52,00
Adultos -)
5 1 6 -J
1 2
T 24 25 48.00-49.02
Parejas 1 3 4 1 3 2 3 1 1 11 13 n=50 ; n=5
1
23/08/2003
Jovenes 3 10 1 1 15 38.46
Adultos 2 4 6 8 2 1 1 24 61,54
Parejas 1
1
3 4 1 1 1 12 13 n=39
5. DISCUSION
En el continente europeo la puesta de huevos se inicia a finales de marzo, y termina
en Julio (sur de Europa) o comienzos de agosto (Gran Bretana), y la incubacion suele durar
de 21 a 22 dias, con un minimo registrado de 17 (CRAMP & SIMMONS [6]). Si admitimos
estas cifras para el area de Tejina y Bajamar, y considerando la fecha de 30 de marzo como
la mas temprana en la que se ban detectado polios durante el presente estudio, puede con-cluirse
que la puesta debe haberse iniciado durante la primera quincena de marzo, y de
forma mas concreta, entre el 5 y el 10 de dicho mes. Estos datos coinciden con los obteni-dos
en 1994 en las mismas charcas (FERNANDEZ DEL CASTILLO [9]): en aquella oca-sion
se registro, como primera puesta del ciclo reproductivo de ese ano, un nido de G.
Chloropus con tres huevos el 5 de marzo de aquel ano. Posteriormente, el 12 de marzo habia
seis huevos en el nido, por lo que es evidente que en la primera obser\^aci6n la puesta e incu-bacion
tan solo se estaba iniciando.
Tanto los datos aqui presentados como los referidos a 1994, coinciden en senalar que
si bien algunas puestas pueden producirse a principios de marzo, la gran mayoria de las
parejas reproductoras las realizan a partir de abril. Probablemente es el clima mas calido en
el area de estudio, que el existente en el continente europeo durante el inviemo, el que per-mite
una reproduccion mas temprana. Sin embargo, esta se puede iniciar incluso en febrero
(MARTiN & LORENZO [11]) o fmales de enero (TRUJILLO [16]), pudiendo observarse
polios de pocos dias a comienzos de marzo en localidades meridionales de Canarias, como
la charca de Maspalomas (Gran Canaria), obs. pers.
Las liltimas puestas suelen registrarse durante el mes de junio, sin embargo otros
datos ya referidos (FERNANDEZ DEL CASTILLO [9]) indican que algunas pueden reali-zarse
en la primera quincena de julio. En este sentido, puede mencionarse la observacion en
La Palma de un adulto en un nido el 17 de Julio de 2004 (BARONE, et al. [4]). No obstan-te,
tambien existen datos procedentes de La Gomera que indican que la puesta puede pro-ducirse
incluso a fmales de julio o principios de agosto (TRUJILLO & LORENZO [18]).
Las puestas realizadas en pleno verano probablemente esten relacionadas con temperaturas
75
relativamente moderadas, en contraste con lo que ocurre en el noroeste de Africa, donde la
presencia de huevos durante el mes de junio parece ser ocasional (THEVENOT et al [15]).
Diversos autores han mencionado como habitual la realizacion de dos puestas por
parte de G. chlowpus a lo largo de su ciclo reproductivo y excepcional una tercera puesta
(CRAMP & SIMMONS [6]; PEREZ PADRON [13]; BARONE [3]); (FERNANDEZ DEL
CASTILLO, [9]). Asi como los resultados reflejados en este estudio muestran que dos polla-das
por pareja es un fenomeno frecuente, no se ha obtenido ningun dato de una tercera pues-ta,
lo cual esta en consonancia con el seguimiento del periodo reproductor de la especie rea-lizado
en 1994. Sin embargo, algunos autores mencionan casos comprobados de tres pues-tas
por parte de una misma pareja en Canarias (PEREZ PADRON [13]; TRUJILLO [16]).
Respecto al tamano de la poblacion reproductora, no existe una disminucion entre
1994 y 2003, considerando la totalidad del periodo, sino un incremento —si bien es cierto
que en el primer ano no se censo en la Charca 1—; y esto es asi a pesar de la desaparicion de
tres charcas durante ese plazo (obs. pers.). En el primer caso se censo un maximo de 13 pare-jas
con nidificacion constatada —con oscilaciones entre 8 y 13— y un maximo estimado de
17. En 2003 se obtuvo 14 parejas en el conteo mas elevado, con oscilaciones entre 10 y 14
para el periodo abril-agosto, y maximos estimados en abril y mayo de 18/19 parejas. La
poblacion juvenil registrada fue muy superior en 2003, con un maximo de 37 el 30 de mayo,
frente a un maximo de 12 el 18-06-94. Puede tambien mencionarse el caso de 17 juveniles
censados el 19-05-96. Respecto al total de la poblacion, se obtuvo un maximo registrado de
37 aves, con un maximo estimado de 42 el 01-05-94, frente a 68/72 aves el 30-05-03. En
ambos casos las cifras mas altas se obtienen en mayo y junio —el 27-04-03 con 60/62 aves
tambien fue un censo elevado—, ya que en esas fechas la mayoria de las parejas reproducto-ras
tienen polios y coinciden juveniles de primeras y segundas puestas de una misma pareja.
En el area de estudio parece confirmarse que los vinculos familiares tienden a diluir-se
cuando los juveniles tienen entre dos y tres meses de edad, tal y como ya han puesto de
manifiesto otros autores para las poblaciones europeas (WOOD 1974 in CRAMP & SIM-MONS
[6]). En consecuencia, las aves jovenes pueden observarse en charcas distintas al
territorio de la pareja progenitora, principalmente durante los meses de julio y agosto en la
Charca 4. Esta es seguramente una primera etapa de la emancipacion de las aves jovenes,
que se desplazan a otra charca cercana antes de aventurarse a abandonar completamente la
zona.
El habitat comprendido en el presente estudio sufre diversas amenazas a su conser-vacion.
Desde 1994 han desaparecido tres charcas por abandono para el uso agricola; en dos
de ellas nidificaba la especie con regularidad (FERNANDEZ DEL CASTILLO [9]). La pre-sencia
de la gallineta, y mas aun su nidificacion, tambien depende del nivel del agua de las
charcas. Desde el otono de 1994 y durante la mayor parte de 1995 el archipielago canario
sufrio una intensa sequia (obs. pers.), motivo por el cual el agua en varias charcas alcanzo
un nivel bajisimo, mientras otras Uegaron a secarse por completo. Sin embargo, desde el
otono de 1995 y durante los dos anos siguientes se registraron lluvias suficientes durante el
inviemo como para mantener un volumen de agua considerable durante la epoca de cria
(obs. pers.).
Un problema de conservacion que supone un riesgo notable para el habitat de estas
charcas es la contaminacion por el uso de venenos o pesticidas. Esto quedo de manifiesto el
24 de diciembre de 1994, cuando se observe una mortandad masiva de carpas {Cyprinus
carpio) en la charca que mejores condiciones presenta para la nidificacion de G. chlowpus.
La consecuencia de este atentado fue la total ausencia de aves acuaticas durante varios
76
meses. En esa epoca fenomenos parecidos afectaron a otras charcas; los signos extemos fue-ron:
coloracion artificial del agua y hallazgo en las proximidades de envases de pesticidas
(Ruben Barone com. pers.). Tambien en estos casos, la incidencia en la presencia de aves
resulto nefasta.
Las molestias humanas (incluv endo la ocasional caza ilegal en alguna de las charcas
o sus proximidades) \ la predacion por parte de ratas y gatos seguramente afectan a la espe-cie
objeto del presente estudio. Aunque no se ban detectado pruebas de predacion, si puede
mencionarse, al menos, que en uno de los censos se pudo observar a un gato que acechaba
a polios de gallineta (obs. pers.).
Por ultimo, debe mencionarse la presencia regular, a lo largo del periodo de estudio
en 2003 , de otra especie de ralido, la focha comun {Fulica atra) —no niditlcante en la zona
en 1994 (FERNANDEZ DEL CASTILLO [9])— con cuatro parejas a lo largo de la citada
temporada de cria —una en la Charca 4 \ tres en la 2— de las cuales dos se reprodujeron
en la Charca 2, mientras en la misma tambien estaban presentes 4-5 parejas de gallineta.
Parece razonable esperar conflictos por el territorio entre dos especies de comportamiento y
requerimientos de habitat tan similares en un humedal tan pequeno. Esto quedo de mani-fiesto
en el siguiente incidente registrado en la Charca 2 el 27 04 03: una focha ataco un
nido de gallinetas, y si bien ambos miembros de la pareja lucharon en defensa de la puesta,
se observe a la focha con un polio muerto de gallineta en el pico. El 10' 05 03 vohio a com-probarse
un ataque de focha a la misma pareja de gallinetas, aunque sin consecuencias.
6. AGRADECIMIENTOS
A Jesus Alonso-Lennard \ Ruben Barone por su ayuda en el campo. A este ultimo
tambien por ceder parte de la bibliografia utilizada y realizar una lectura critica de un pri-mer
borrador. A la Delegacion en Canarias de la Sociedad Espanola de Omitologia
(SEO/BirdLife) por ceder parte de la bibliografia consultada.
7. BIBLIOGR.\FIA
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77
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Noticiario Ornitologico, Ardeola 32 (2): 414
[18] TRUJILLO, D & J. A. LORENZO: Polla de Agua {Gallinula chloropus). Noticiario
Ornitologico, Ardeola 38 (2): 337 [Vease correccion en Ardeola 40 (1): 94].
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Bol. Mus. Mun. Funchal, Sup. N° 2: 297-315.
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