Revista Academia Canaria de las Ciencias, X (Numero 4), 193-199 (1998)
DISCURSO DE CONTESTACION PRONUNCIADO POR EL ACADEMICO
DR. D. ANGEL M. GUTIERREZ NAVARRO, EN EL ACTO DE INGRESO EN
LA ACADEMIA CANARIA DE CIENCIAS DEL DR. D. ENRIQUE MELENDEZ
HEVIA.
Excmo. Sr. Rector Magmfico de la Universidad de La Laguna, Excmo. Sr. Presidente de la
Academia, Excmo. Sr. Vicerrector de Investigation, Iltmos. Sres. Academicos, Senoras y Senores:
Pocas veces cumple uno un encargo con tanto agrado como lo hago yo en el dia de
hoy. Cuando nuestro Presidente me honro designandome como representante de la
Academia para responder el discurso de ingreso del Prof. D. Enrique Melendez Hevia,
acepte el encargo con la obligada disciplina, pero tambien con una gran alegria, porque
me iba a permitir actuar, precisamente, en esta sesion en la que se llena un vacio, a mi
juicio injustificado, que existia en la Institucion.
En efecto, en la seccion de Biologia estan muy dignamente representadas varias
especialidades como Botanica, Zoologia, Edafologia, Fisiologia, Citologia y,
modestamente, la Microbiologia. Sin embargo, la Bioquimica, una de las ciencias
biologicas que ha alcanzado mayor desarrollo en Espana, permanecia olvidada. Hoy
resolvemos felizmente esta situacion anomala. Se da, ademas, una circunstancia que
quisiera destacar. La Bioquimica surgio en el seno de la Microbiologia. De hecho, fueron
Pasteur y su discipulo Buchner, microbiologos que pusieron fin a la doctrina del
vitalismo, quienes sentaron las bases para el nacimiento de la Quimica Fisiologica, es
decir, la Bioquimica. Pues bien, hoy un microbiologo da la bienvenida a la Academia a un
bioquimico.
El segundo motivo de alegria para mi es la personalidad del nuevo academico: se
trata de mi colega y amigo Enrique Melendez, cuya figura paso a glosar, segun es
costumbre en este tipo de disertaciones. Ante todo, pido disculpas porque, despues del
bombardeo que hemos soportado recientemente con dos dinastias, una aristocratica y la
otra de toreros, me veo obligado a hablar de otra dinastia; pero esta, cientifica. En efecto,
el Prof. Melendez Hevia es hijo del Prof. D. Bermudo Melendez, Catedratico de
Paleontologia de la Universidad Complutense (al que mucho recordamos, pues
estudiamos la Geologia en el tratado que escribio junto con el Prof. Fuster) y de Da Isabel
Hevia Cangas, Licenciada en Ciencias Naturales. Esta casado con Maria Rosa Morales,
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Licenciada en Biologia y Catedratica de Bachillerato y es padre de Ruth y David
Melendez Morales, la primera Licenciada en Fisica, a punto de leer su tesis Doctoral y el
segundo, Licenciado en Biologia, a punto de iniciarla. La existencia de esta dinastia de
investigadores ha quedado incluso reflejada en la literatura, pues hay un trabajo,
actualmente sometido al Journal of Molecular Evolution, que esta firmado, entre otros, por
abuelo, padre y nieta.
D. Enrique Melendez nacio en Huetor-Vega, provincia de Granada, en 1.946, es
Doctor en Biologia desde 1.973 y en febrero de 1.975 se incorporo a la Universidad de La
Laguna como Profesor Agregado de Bioquimica, para acceder en 1.981 a la Catedra de la
misma especialidad, no sin antes haber desempenado la actividad profesional como
profesor ayudante y profesor adjunto en la Universidad Complutense, en la que realizo su
Tesis Doctoral bajo la direccion del Prof. D. Angel Martin Municio, actual Presidente de la
Real Academia de Ciencias Exactas, Fisicas y Naturales, a quien el Dr. Melendez reconoce
como el maestro que le inicio en las tareas de investigacion.
Suele ser costumbre hacer una recopilacion de los resultados de la labor del nuevo
academico, y yo no quiero escapar de esta tradicion. El Prof. Melendez es autor de 50
trabajos de investigacion, 3 articulos de ensenanza, 3 libros, 19 capitulos de libros, 3
trabajos monograficos y 6 revisiones, lo que hace un total de 84 trabajos publicados. Ha
presentado 42 comunicaciones a congresos diversos y es director de siete tesis doctorales y
quince de licenciatura. Pero me interesa mas destacar el significado que, para el avance de
la Bioquimica ha tenido esta labor.
El curriculum del Prof. Melendez Hevia puede ser dividido en dos etapas
claramente diferenciadas. En una primera fase, que abarca desde el comienzo de su Tesis
Doctoral hasta la mitad de la decada pasada, se trata de un curriculum "clasico" de un
bioquimico. El trabajo se centra en el estudio cinetico de diversas enzimas,
principalmente, la lactato deshidrogenasa, o la identificacion de diferentes isoenzimas de
distintas moleculas. Ahora bien, a partir de 1.985, su interes cambia, reorganiza su grupo
de investigacion y crea uno dirigido al estudio de lo que el llama Diseno y evolution del
metabolisnw, que trata de encontrar una explicacion de la estructura molecular de la vida,
es decir, aclarar por que el metabolismo esta organizado de una forma y no de otra. Su
primera contribucion teorica a este problema fue introducir la idea de que todo el
metabolismo (y tambien las moleculas) tiende a una estructura optima, es decir,
evoluciona hacia la optimization. Ha publicado trabajos en los que se demuestra este
fenomeno en varias rutas metabolicas como el ciclo de las pentosas, el ciclo de Calvin, el
de Krebs o la glucolisis, y en la estructura del glucogeno. De acuerdo con ello,
independientemente de la casuistica ambiental, las rutas metabolicas y las estructuras
moleculares estan organizadas de acuerdo con una funcion general de optimizacion que
determina la relacion entre su estructura y su funcion.
Con frecuencia, se oyen interpretaciones incorrectas de esta teoria. Algunos creen
que la estructura optima debe ser aquella que elijan todos los seres vivos para una misma
funcion. Por ejemplo, el ciclo de Calvin es la via metabolica casi universal para la
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asimilacion del dioxido de carbono; de acuerdo con los que mal interpretan la teoria del
Dr. Melendez, ello seria debido a que es la forma optima para conseguir ese fin. Sin
embargo, existen algunas bacterias en las que la fijacion del CO2 se efectua a traves de un
ciclo de Krebs reductor, es decir, organizado en forma inversa a como lo esta en cast todos
los seres vivos; en otras, el problema se resuelve mediante la sintesis directa de acetato. En
realidad, cada una de ellas es la solucion optima para el nicho ecologico que ocupa la
especie en la que se dan estas formas metabolicas. Lo que la teoria del Prof. Melendez dice
es que, una vez que en el curso de la evolucion se opta por una u otra forma, la ruta
elegida tiende a evolucionar hacia el maximo grado de optimizacion que suele ser la
forma mas sencilla: el metabolismo evoluciona hacia la simplicidad. Ahora bien, existen
algunos seres vivos cuyas rutas metabolicas no cumplen este requisito. El denomina a
estas formas metabolicas paleometabolismo y las interpreta como pasos intermedios en el
camino a recorrer en busca de la solucion optima a un problema por seleccion natural.
Tambien con esta idea de la tendencia a una organizacion optima, propone una
explicacion de las extinciones masivas de ciertos grupos como los dinosaurios, los
ammonites o los trilobites; estas extinciones serian el resultado de un diserio metabolico
no Optimo que deja a la especie que lo presenta en inferioridad de condiciones para
sobrevivir a cambios ambientales profundos o para competir con otras especies que hayan
alcanzado un grado de optimizacion mayor.
Teniendo en cuenta su teoria, el Dr. Melendez ha abordado tambien el tema de la
filogenia. Se trata de un tema que apasiona a cualquier biologo porque el establecimiento
de las relaciones filogeneticas entre los seres vivos es quiza el problema de mayor
trascendencia de la Biologia. Yo tuve ocasion de referirme a el en mi propio discurso de
ingreso en la Academia y, en una conferencia imparrida hace poco tiempo en este mismo
salon, el Prof. Melendez lo comparaba con la Tabla Periodica de los elementos para un
quimico.
El estudio de la filogenia puede abordarse desde perspectivas muy diferentes. Una
es la paleontologica, basada en caracteres morfologicos macroscopicos y otra, mas
reciente, es la molecular que esta basada en el analisis de secuencias de proteinas y acidos
nucleicos. El grupo del Dr. Melendez ha propuesto una tercera via, basada en las
homologias metabolicas y, aunque sus resultados son todavia pocos, resultan
prometedores. Por ejemplo, uno de los problemas que actualmente tienen planteados los
que estudian estos temas es la coherencia filogenetica del grupo de los artropodos que,
clasicamente, se han considerado monofileticos. Sin embargo, esta idea empezo a
revisarse en los anos setenta cuando Manton y otros autores aportaron datos morfologicos
que sugerian la falta de homogeneidad filogenetica de este grupo de metazoos. Los
estudios de filogenia molecular, que se han llevado a cabo sobre todo en los anos noventa,
dan la razon a las tesis de Manton. El Dr. Melendez sostiene que los ultimos resultados de
su grupo basados en homologias metabolicas confirman que los artropodos y los anelidos
son grupos artificiales sin relacion filogenetica proxima: los poliquetos estan proximos a
los quelicerados y a los moluscos, mientras que los oligoquetos y los hirudineos lo estan a
los insectos, los miriapodos y los crustaceos. Es decir, los artropodos son un grupo
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polifiletico, cuya semejanza morfologica se puede atribuir a un notable hecho de
convergencia adaptativa.
Tampoco puedo pasar por alto otro tema de investigacion abordado por el equipo
del Dr. Melendez. Se trata del tiempo de respuesta metabolica y su control, que consiste
en estudiar el control del metabolismo, no solo como un problema de flujos de
intermediarios, sino tambien en sus aspectos temporales (la mayor o menor velocidad
para alcanzar el regimen estacionario).
Estos trabajos han puesto al equipo del Profesor Melendez en primera linea de la
investigacion bioquimica como lo prueban, por un lado, sus relaciones internacionales (en
los ultimos ocho anos ha visitado ocho universidades europeas y de Estados Unidos y ha
recibido a personas tan destacadas como Henrik Kacser, su verdadero maestro, Mario
Markus, David A. Fell, Samuel Rapoport o Peter Stadtler) y, por otro, las citas de sus
trabajos en libros, no solo especializados, sino en textos clasicos de Bioquimica, como los
de Stayer, Rawn, Harper's o Matthews. Pero quizas mejor que yo haya resumido la
trascendencia de la labor del Dr. Melendez el Dr. Athel Cornish-Bowden, de Marsella,
quien en el prefacio de la traduccion al ingles del libro La evolution del metabolismo: hacia la
simplicidad, escribe:
"E/ libro de Enrique Melendez-Hevia es el libro mas original sobre el metabolismo que ha
aparecido desde hace muchos anos, y quizd el mas importante. Por primera vez el
metabolismo se puede ver como una estructura logica obedeciendo a reglas estrictas e
identificables, no ya como una sarta de hechos mas o menos arbitrarios. La via de las
pentosas-fosfato, el ciclo de Calvin, el ciclo de los dcidos tricarboxtlicos, y, sin ninguna
duda muchas otras vias que aun no han sido analizadas, revelan ser mucho mas que solo
accidentes congelados, puesto que son soluciones optimas a los problemas que todos los
organismos han tenido que resolver durante la evolution. Solo esto seria suficiente para
recomendar este libro a todos los que esten interesados en ensenar y comprender la
bioquimica. Y no solo las rutas metabolicas, sino tambien otras estructuras biologicas,
tales como el glucogeno, son optimas para los papeles que desempenan..."
.
Esta labor ha sido reconocida internacionalmente cuando ha sido nombrado referee
de siete revistas internacionales y Editor de Biochemical Journal.
Tambien es importante la labor de gestion que ha desempenado Enrique Melendez
en la Universidad de La Laguna: Ha sido Director del Departamento de Bioquimica,
Vicedecano de las Facultades de Biologia y de Farmacia, Decano de la de Biologia y
Vicerrector de Ordenacion Academica, y entre sus cualidades personales, yo senalaria el
entusiasmo que pone en todo lo que se decide a hacer, desde actuar como padre de sus
dos hijos, hasta dar una clase (que el, como acaba de decir, considera una de sus
actividades favoritas) o desarrollar sus hobbies entre los que destacan la composicion
musical (es miembro de la Sociedad General de Autores como compositor), o la
carpinteria. Debo citar que en otro hobby, el ajedrez, ha sido menos afortunado, pues
todavia no ha logrado ganarme ninguna partada.
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Es evidente que cualquiera de los temas que he mencionado podria haber sido
desarrollado con maestria por el nuevo academico. Sin embargo, ha optado por otro que
resulta mucho mas polemico. Ha elegido para construir su discurso de ingreso, un tema
de aplicacion general que titula "los problemas de la ciencia". Tras una breve discusion
sobre el metodo cientifico, en el que apoya su propia concepcion de la ciencia, ha ido
desgranado uno a uno los problemas que, a su juicio, tiene la ciencia. Algunos senan, mas
bien, los problemas que hemos de solventar los que hacemos ciencia. Mostrandome de
acuerdo con muchos de los problemas planteados y, por consiguiente, sin animo
polemico, quisiera destacar uno que ha pasado inadvertido en el magnifico discurso que
acabamos de escuchar.
El Prof. Melendez acababa su discurso refiriendose a una ilusion generalizada en la
Humanidad: las condiciones de vida pueden ser mejores para todos gracias,
primordialmente, al avance de la ciencia y hace recaer sobre nuestras espaldas la
responsabilidad de mantener viva esta ilusion. Es verdad que a finales del siglo XX se ha
creado una nueva escala de esperanzas y de posibilidades practicamente ilimitadas y ello
ha sido posible gracias al avance que, sobre todo en los ultimos veinticinco anos ha
experimentado el conocimiento cientifico. Pero, no podemos olvidar que este avance
supone tambien la aparicion de nuevas amenazas y de grandes riesgos. En efecto, la
ciencia ha puesto en manos del hombre un inmenso poder para cambiar las condiciones
de la naturaleza y ello ha supuesto un cambio tan radical para la situacion de la
Humanidad como lo fueron en su momento el descubrimiento del fuego, o la transicion
de la Edad de Piedra a la de los metales. Por ejemplo, el ambiente en el que vivimos se
esta convirtiendo cada vez mas en un ambiente de fabricacion humana. El hombre esta
ahora en condiciones de decidir si este ambiente va a acrecentar sus posibilidades de
supervivencia o, si por el contrario, va a extinguirla; si va a estimular su desarrollo fisico,
intelectual y espiritual o si va a restringirlo o a amenazarlo. Ahora bien, dada la incultura
cientifica a que se referia el disertante, este poder de la ciencia no esta al alcance de todos;
los que podemos ejercer las facultades ultimas que proporciona el conocimiento cientifico
somos los cientificos y, por ello, se corre el peligro de que la Humanidad nos convierta en
una nueva casta sacerdotal de la que llegue a depender todavia mas de lo que las
sociedades anteriores han dependido de los sacerdotes que conocian los misterios. De
hecho, los pueblos y las sociedades que se apoyan en una base cientifica muy desarrollada
dominan a los que no cuentan con conocimientos y procesos cientificos, disfruten o no de
independencia politica, sean naciones o no lo sean. El conocimiento cientifico ha alterado
el equilibrio entre naciones y pueblos, de forma que los conceptos de libertad,
independencia, soberania y otros han liegado a tener un significado basado, sobre todo,
en el dominio del conocimiento cientifico; por ello, las luchas entre los pueblos se han
convertido de modo inexorable en la lucha por conseguir el nuevo poder que confiere la
ciencia.
Este poder solo puede ser utilizado mediante una inmensa organizacion (politica,
industrial y tecnica) cada vez mas complicada, con una capacidad de direccion y una
escala cada vez mayores; solo asi se pueden regular de modo eficaz las nuevas fuerzas que
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la ciencia ha hecho accesibles. Por ello, las grandes corporaciones, que son las unicas
capaces de contar con los recursos, las habilidades tecnicas y las posibilidades de una
investigacion cientifica permanente, se han convertido en poderosos centros de
investigacion cientifica, de dinamismo economico e, incluso, de vida social. El Estado ha
respondido asumiendo cada vez mas facultades, pues, aunque no quisiera organizar por
si mismo actividades de produccion, debe ejercer un control sobre el uso por otros de tan
importantes poderes. Por consiguiente, las grandes asociaciones, bien en forma de
gigantescas empresas industriales, bien en la de un Estado que lo abarca casi todo, son
ineludibles. De esta forma, se han combinado el poder de la ciencia y el de la organizacion
y entre ambos han generado una crisis intelectual y moral en la Humanidad de finales del
siglo.
Intelectualmente, la cuestion estriba en saber si el hombre tiene capacidad para
comprender la complejidad de las fuerzas que ha desencadenado y, si una vez que ha
aprendido a manipular y, si quiere, destruir el orden de la naturaleza, es capaz de
reemplazarlo por un orden nuevo. Moralmente, la crisis surge del hundimiento de
muchos valores y del conflicto entre aquellos que subsisten, asi como de la diferente
magnitud del poder que los hombres tienen en sus manos y la debilidad, la incertidumbre
o la contradiccion de las normas para usarlo. Por consiguiente, se plantea la cuestion de si
la ciencia encontrara una nueva moral para una era cientifica o si es suficiente alguna de
las formulaciones historicas de valores y sanciones morales. En realidad, la ciencia tiene
su propia moral en busca del conocimiento: investigacion permanente, libertad de la
mente, honradez absoluta en la observacion, cooperacion mutua en la busqueda comun de
la verdad; pero estos valores que controlan la adquisicion del saber no son los que se
aplican para su utilization, porque en este terreno no son los valores de la ciencia los que
imperan, sino los de la sociedad.
Un ejemplo de lo que afirmo lo constituye la polemica que se desato el ano pasado
a raiz de la publicacion en la prensa diaria de la clonacion de una oveja, Dolly, por el
grupo del Dr. Wilmut del Instiruto Roslin. Este hecho provoco una reaccion social de tal
magnitud que, en algunos momentos, se pudo hablar de una verdadera alarma social.
Dado que la clonacion de seres vivientes no era una novedad cientifica, sino que ya habia
sido lograda con sapos en 1.952, resulta licito preguntarse que ha ocurrido a final de este
siglo para que se produzca el estado de alarma que ha suscitado el caso de la oveja inglesa
clonada. Desde el punto de vista cientifico, la novedad del experimento de Wilmut ha
sido la utilizacion del nucleo de una celula somatica a fin de que su informacion genetica
pueda reprogramarse y expresarse en una celula indiferenciada, lo que vino a ser la
comprobacion empirica de algo que se sabia teoricamente desde hace tiempo: las celulas
diferenciadas contienen en sus nucleos toda la informacion genetica del ser vivo, se
exprese o no. Por otra parte, este experimento no perseguia la obtencion de un gran
numero de animales identicos por el placer de obtenerlos. Mas bien, se trataba de sentar
las bases para la clonacion de animales especiales como lo demuestra la posterior
aparicion de la oveja Polly. Se trataba de lograr la de conseguir la clonacion de animales
transgenicos que contuvieran incorporado en su genoma un gen (humano o de otro
origen), cuyo producto genico sea una sustancia de interes industrial, farmacologico o de
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otra indole. Para conseguir un animal o un vegetal transgenico suele ser necesario de un
arduo trabajo de ingenieria genetica que muy rara vez se ve coronado por el exito; por
ello, es razonable la clonacion de aquellos seres vivos en los que la implantacion de un
gen exogeno haya resultado exitosa.
Sin embargo, ante la falta de referentes morales para abordar este problema de
subita aparicion, los gobiernos como el trances o el estadounidense reaccionaron
convocando grupos de expertos (en cuya designacion primaban, por cierto, criterios
politicos y no cientificos) con el objetivo declarado de prohibir las practicas de clonacion,
lo que sugiere un emperio por controlar la investigacion cientifica y no, como parece mas
logico, el ttso que se pudiera hacer. de sus resultados. Cuando parecia que las aguas
volvian a su cauce, la semana pasada nos enteramos de un nuevo estruendo provocado
por otra polemica, no cientifica, sino etica, motivada por la publicacion de experimentos
exitosos sobre la clonacion de celulas humanas, que habia logrado obtener las llamadas
celulas madre humanas, que son celulas capaces de reproducirse indefinidamente y que
conservan su capacidad para diferenciarse a cualquier tipo de tejido adulto.
Otro ejemplo que tambien suscita alarma social, en gran medida irracional, es la
introduccion de las plantas transgenicas, es decir, plantas de interes agricola que llevan un
gen de origen bacteriano, animal o de otras fuentes, que mejora su comportamiento
porque las hace resistentes a plagas, mejora las cualidades de sus frutos o su resistencia a
condiciones adversas como las heladas u otras. Tambien existen plantas que se comportan
como factorias industriales porque se les ha introducido un gen que les permite expresar y
producir proteinas de interes terapeutico. La pregunta a responder es: <;son estos
experimentos necesariamente perversos?. Determinadas asociaciones sostienen que si,
apoyandose en argumentos que me atrevo a calificar de pseudo-cientificos que se ven
amplificados por la acogida que tienen en determinados medios de comunicacion, mas
interesados en la venta del ejemplar o en la subida del indice de audiencia que en el rigor
de las noticias y opiniones que transmiten. Resolver estas cuestiones es, a mi juicio,
responsabilidad de los hombres que hacemos ciencia; hemos de debatir sobre estas que,
creo, son las cuestiones trascendentales que se plantean con vistas al futuro proximo y
proponer soluciones a la sociedad para que, si asi lo estima, las adopte. En las Academias
de Ciencias deberiamos capitanear este debate y, por ello, me congratulo de que hoy
recibamos a un nuevo academico que, con su discurso, ha demostrado que estos temas
forman parte de sus preocupaciones. Sea, pues, bienvenido el Dr. Melendez y sepa que en
esta tarea, contara con mi colaboracion y, estoy seguro, la de los restantes companeros de
la Corporacion.
He dicho.
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Acto de entrega del cuadro donado por la Academia Canaria de Ciencias a la Universidad de La
Laguna en su Bicentenario
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