REVISTA DE LA ACADEIA
CAMRIA DE CmiAS
Folia Canariensis Academiae Scientiarum
Volumen IV, nums.3-4 (1992)
REVISTA
DE LA ACADEMIA
CANARIA DE CIENCIAS
Seccion
QUIMICA
Seccion
BIOLOGIA
Folia Canariensis Academiae Scientiarum
Volumen IV - Nums. 3-4 (1992)
REVISTA DE LA ACADEMIA CANARIA DE CIENCIAS
Folia Canadensis Academiae Scientiarum
Director - Editor
N^cere Hayek Calil
Secretario
Jos6 Bret6n Funes
Comite Editorial
Francisco Sdnchez Martinez
Francisco Garcia Montelongo
Jose Manuel M6ndez Perez
Juan Jose Bacallado Arinega
Publica: Academia Canaria de Ciencias,
con la colaboracion de
Gobiemo Autonomo Canario,
Cabildo Insular de Tenerife y
CajaCanarias.
ISSN: 1130-4723 Dep6sito Legal: 212-1990
Imprime: Grafican, S. L.
Graciliaiio Afonso, n-. 3 - Tfno. 22 77 33
Santa Cruz de Tenerife
PRESENTACION
Si bien nuestro prop6sito continQa siendo primordialmente el
de mantener la divisi6n del volumen anual que editamos en cuatro
fascicules dedicados de forma independiente a cada una de las Sec-ciones
que componen la Academia Canaria de Ciencias, hemos conside-rado
oportuno, por razones imprevistas y sobretodo a tenor del con-junto
de artlculos aceptados en este perlodo, desglosar el presente
volujnen IV en dos finicos fascicules numerados de la manera siguiente:
NOms. 1 y 2 - MATEMATICAS Y FISICA, y Ntims . 3 y 4 - QUIMICA Y BIOLO-GIA.
Como siempre, un texto Qnico relative al apartado de " Vida Aca-dSinica
", figura en ainbos fascicules. Por otra parte, una semblanza
del Acadgmico Dr. D. Jorge Fuentes Duchemin , Numerarie adscrito a la
Secci6n de Quimica, fallecide en Octubre de 1991, aparece en el dl-time
de ellos.
Una vez mSs, queremos dejar constancia de nuestro agradecimiento
a los autores que nes han enviade sus trabajos y a las corporaciones
e instituciones que hacen pesible la publicaci6n de esta Revista, en
especial al Cabildo Insular de Tenerife, Caja General de Ahorros de
Canarias y Gobierno Autonomo Canario.
El Director
NScere Hayek
IN MEMORIAM
El 26 de Octubre de 1991 fallecio en Tenerife el Secretario
de la Academia , profesor don Jorge Fuentes Duchemin, numerario
adscrito a la Seccion de Quimica.
Nacido en Arrecife ( Lanzarote ) el 9 de Febrero de 1921,
fue uno de los academicos fundadores de la Academia Canaria de
Ciencias, creada el 24 de Abril de 1987, habiendo tornado posesion
el 1 3 de Octubre del mismo ano. A su excelente labor como Secre-tario
de nuestra corporacion, hay que anadir la desarrollada co-mo
Secretario de la Revista editada por la Academia, con una en-trega
plena de eficacia e ilusion. Transcribimos a continuacion
una nota postuma del numerario Dr. D. Agustin Arevalo Medina,
destacando la personalidad , talante y calidad humana del falleci-do.
I Descanse en paz !
NScere Hayek
Presidente de la Academia
Ilmo. Sr. D. Jorge Fuentes Duchemin
Rev . Acad
.
Canar .Cienc . , IV (nums. 3 y 4), 11-14 (1992)
INMEMORIAM
La noticia del fallecimiento del Dr. Jorge FUENTES DUCHEMIN, Secretario de
nuestra Academia Canaria de Ciencias, nos sumid, par inesperada, en un pro/undo vado
y desolacidn conscientes de la perdida irreparable de tan excelente amigo y eficaz colabo-rador
desde la constitucidn de la Academia. Desde aqu( hacemos llegar nuestro sincero
pisame a sus familiares y el reconocimiento de la Academia a sus servicios.
Al aceptar el encargo de recoger en una nota pdstuma la personalidad del Dr.
FUENTES DUCHEMIN y su talante siempre abierto a la sinceridad, a los amigos y muy
especialmente a la Universidad, de la que fui ejemplar colaborador, me ha parecido mds
a propdsito para exaltar su recuerdo y ipor que n6? mantener viva su presencia en la Fe,
transcribir el texto que con motivo del homenaje que le ofrecimos los amigos aljubilarse
como Profesor de la Facultad de Ciencias, tuve el honor de dedicarle en ocasidn menos
trascendente.
"Recurriendo al refranero, cuyas m^ximas compendian popularmente tantos axiomas
de nuestro devenir en la vida, ha venido a mi memoria, al hilo de la motivaci6n de este
homenaje, la sentencia:
"No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague".
El Ministerio ha conseguido que, ahora para DUCHEMIN, manana para otros, su
plazo de Profesor Universitarlo se cumpla antes de lo que cabrfa esperar, lo que por
supuesto nada tiene que ver con la validez del refr^n. El tiempo discurre irreversiblemente
y alcanza inexorablemente cualquier plazo. Claro que asf es m^s desagradable.
La otra mitad del refr^n, "ni deuda que no se pague", no es a primera vista tan
evidente, al menos en cuanto compete a las experiencias, por lo general incompletas, de
nuestro mundo transitorio. Es preciso elevarse a criterios transcendentes para aceptar que
todas las deudas llegar^n a saldarse alguna vez, al tiempo que confiamos en la misericor-dia
del gran Acreedor.
El Prof. DUCHEMIN llega al t^rmino de sus obligaciones universitarias con saldo
positivo. La vocaci6n le vinculo a la Universidad a raiz de sus estudios de Licenciatura
y, a lo largo de su variada dedicacidn, ha tenido muy claro el alcance de sus obligaciones
que ha atendido siempre con plenitud, generosidad y eficacia.
Ha pagado pues holgadamente su deuda con nuestra Universidad. En su saldo no hay
niimeros rojos.
II
La vocaci6n universir:^ria tiene sus raices y se identifica con el servicio a la elevada
misidn de la Universidad. Hombre de inquietud y cultivo intelectual, el Prof. DUCHE-MIN
supo muy bien de sus fines y como actuar en cada momento, poniendo al m^ximo
sus posibilidades al mejor servicio de la Institucidn.
Como ha recordado LAIN ENTRALGO, se distinguen tres 6rganos diversos de
educaci(5n superior: la Escuela, la Academia y la Universidad. En la primera s6\o se
ensena, en la segunda s(31o se investiga y en la tercera, se produce la necesaria combina-ci(
3n de ambas funciones de la inteligencia. Entre la Escuela y la Academia se halla pues
la Universidad. Ensena porque tal es su misidn fundamental investiga porque la calidad
y el estilo de su docencia s61o son aut^nticos cuando el docente y el discente se mueven
en el nivel del saber en que este es verdaderamente actual y, por lo tanto, problem^tico
y creador.
La investigacidn es condicidn indispensable de la Ciencia. Mi maestro, el Prof.
SANCHO, afirmaba que "no puede ensenar aquel que no sepa crear". Pero la actividad
cientffica es muy variada en sus formas: Allf ddnde se trabaja con espfritu de objetividad
y originalidad, allf se est^ haciendo una labor de investigaci6n y de Ciencia. Se actua de
modo cientffico cuando hay un sincero sentimiento de amor a la verdad y de contribuci6n
al bien comiin y es asimismo esencial a la tarea investigadora, la actitud modesta del que
tiene conciencia de los Ifmites del saber en cada caso.
Es un prejuicio infundado asociar la investigaci6n a costosas inversiones, a
grandes sabios y a quienes tienen en sus manos todo el poder de la tecnologfa y del
dinero. Dfas pasados, Julian MARIAS comentaba, sorprendido, que en un programa
reciente de TVE sobre la investigacidn cientffica en Espafia, s61o se hablara de dinero:
"No digo que este no sea importante, lo que me parece dudoso es que sea lo unico,
ni siquiera lo decisivo. No recuerdo que se hiciera referenda alguna al talento,
tampoco a la vocacion. Creo que son los dos ingredientes esenciales de la investiga-cion
y, mas general, de toda vida intelectual".
Yo creo que el Prof DUCHEMIN suscribe estas ideas y hasta podrfa, de propo-n^
rselo, hacer una evaluacidn de todo lo que se puede hacer, incluso con poco dinero.
Seguro que el resultado serfa alentador.
Su formaci(3n cientffica como docente e investigador se inicia bajo la tutela del
Profesor PINO PEREZ, que tantos recuerdos y afectos dej6 en esta casa como universita-rio
y como persona. Con los escasos medios entonces disponibles y con la firme ilusi(3n
de explorar nuevos m^todos analfticos afrontd el trabajo de Tesis Doctoral. Era la primera
en la C^tedra de Qufmica Analftica y tambien de las primeras que se juzgaron en esta
Universidad. jHace ya treinta y un afios!. Como siempre ocurre con una aportaci6n
pionera, puso a punto m^todos experimentales y abrid nuevas Ifneas de trabajo de las que
surgieron otras Tesis. Luego, todo es m^s facil.
Las vicisitudes de la C^tedra de Quimica Analftica mermaron el clima necesario
de continuidad y de labor de equipo de este tipo de estudios. Quiz^ por ello la propia
iniciativa del Dr. DUCHEMIN fu^ llev^ndolo a otro tipo de an^lisis y estudios relaciona-dos
con el origen e historia de la Qufmica. La Universidad, concebida como centro del
12
saber cientffico se encamina siempre al descubrimiento de la verdad. Y trat(3 de penetrar
en el conocimiento de esa aventura a trav6s del tiempo, con la curiosidad de un Kunta
Kinte que busca las raices de la Qufmica actual a trav6s de ^pocas esot^ricas a veces y
siempre sorprendente. Si la etimologfa del t^rmino investigaci6n viene de vestigium,
huella, aparece la Honda realidad significada por esta palabra: Investigar vale tanto como
seguir las huellas, buscar las fuentes en que algo se origina.
La docencia del Dr. DUCHEMIN ha sido muy variada al correr de los anos y en
todos los niveles ha podido proyectar su experiencia y formaci6n cientffica.
En la c^tedra de Qufmica Analftica, con un gran contenido experimental, ha
dejado buena siembra de esas cualidades y hibitos que configuran a un buen analista
(m6todo, precision, etc.).
En Qufmica General, donde ha ejercido su mfc dilatada actividad docente, ha
dispuesto del bagage adecuado para transmitir los fundamentos de una rama de la ciencia
estimulante y abierta a un continuo desarrollo, a estudiantes que inician su vida acad^mica.
Es una asignatura de gran responsabilidad ya que el Profesor ha de saber despertar la
vocaci(3n cientffica en los alumnos con vistas al adecuado enfoque que estos han de tener
a lo largo de la Licenciatura y de su futuro como profesionales de la Qufmica.
Pero la dedicaci6n universitaria del Dr. DUCHEMIN ha ido, de siempre. mis all^
de la mera actividad acad^mica. Sus servicios a la Instituci6n llenan gran pane de su
curriculum y en todos ellos ha dejado buena prueba de su eficacia, espfritu de colabora-ci(
5n y sentido de la responsabilidad. Como clave y justificaci(5n ha de senalarse el alto
concepto que tiene de la Universidad y el carino que le profesa. Sin estas credenciales se
carece del apoyo ^tico para ejercer la autoridad que conllevan los cargos acadi^micos.
En 1952, acept6 la direcci(3n del ya extinto Colegio Mayor "San Agustfn" de
nuestra Universidad. Era una labor muy importante con el estudiantado en una 6poca en
la que todavfa se hablaba a la juventud, no s6 si acertada o equivocadamente, en t^rminos
de estrellas y de luceros, de tes6n y disciplina. El Dr. DUCHEMIN supo llevar las
riendas de aquel Colegio con ^xito durante m^ de quince cursos acad^micos. Promovi(5
un sano ambiente de convivencia, fomented el estilo universitario con actividades culturales
y colabor6 incansablemente en la formaci6n, cara a la sociedad, de muchas promociones
de universitarios, hoy profesionales en las Islas y fuera de ellas, que recuerdan con
nostalgia sus anos de colegiales.
En esta Ifnea, por su iniciativa y gestidn, se celebraron en 1969, en La Laguna,
los XVII Juegos Universitarios Nacionales. Es la unica vez que ha tenido lugar en las Islas
un acontecimiento deportivo de esta envergadura.
Luego, le hemos conocido como Secretario de nuestra Facultad en varias ocasio-nes.
Como Secretario General de la Universidad durante cuatro afios, 1976-1980, no muy
placenteros. Como Vicerrector de Servicios Asistenciales, cargo de nueva creacidn. Y,
ultimamente, Decano de la Facultad de Qufmica. Cargo este en el que se jubila cerrando
asf, con lo que tiene de simbdlico, su trayectoria de universitario: En la La Laguna tom(5
13
por vez primera contacto con la Qufmica (tiempos her(5icos de la calle San Agustfn) y la
deja como maxima Autoridad de la Facultad jUn balance excelente!.
Alguna vez of comentar que cuando se oye hablar poco de quien ostenta un cargo
es porque lo est^ haciendo bien. De hecho, en estos puestos su labor ha sido callada, no
ha regateado esfuerzos y ha cumplido eficazmente. El sabr^ cuanto le ha costado llegar
a conocer e interpretar la compleja legislaci(3n universitaria. Aparte de su intervencidn en
los Estatuto^ nos deja aprobado practicamente, el Reglamento de la Facultad.
Esta es a grandes pinceladas, por supuesto torpes e incompletas la labor universita-ria
del amigo DUCHEMIN. Yo le ruego os disculpe de haberme responsabilizado de esta
intervenci6n y a mf, de haberla aceptado. Nuestra dilatada y sincera amistad me obligaba
a hacerlo en esta ocasidn y sabe bi^n de mi disciplina y buena voluntad.
Apoy^ndome 'fen la frase evang^lica "por sus obras los conocereis", la considera-ci6n
de estas, me liberan de analizar su fogosa y vehemente personal idad rica en humanis-mo
y altos ideales. jTampoco hace falta!,todos le conocemos perfectamente y estamos aquf
para expresar con un rotundo galicismo, ;chapeau! al amigo DUCHEMIN.
Y antes de cerrar, serfa gran descortesfa por mi parte, dejar en el anonimato una
mencidn a M^ Adela, que tan de cerca ha seguido y colaborado fielmente con DUCHE-MIN
y tan prolffica saga le ha proporcionado. Tambien es otra Profesora jubilada y con
61 ha de afrontar un largo futuro. jQueda bien acompafiado el amigo DUCHEMIN!. Por
tu valiosa participacidn, oscura, silenciosa, paciente, en la obra de Jorge jgracias M'*
Adela, y los mejores deseos en vuestra nueva andadura!."
Obligado colofdn a la transcripcidn de este texto, es manifestar el agradecimiento
a su labor como Secretario de nuestra Corporacidn cientfftca, de la que fue Academico
fundador, que podemos calificar de ejemplar, y sumarnos en nombre de la Academia, al
dolor de su perdida que compartimos con el multitudinario grupo de discfpulos, amigos
y compafieros que le dieron su adios la maflana del 26 de Octubre de 1991.
I Descanse en paz el Dr. FUENTES DUCHEMIN y por la misericordia de Dios
goce ya de su compaflfa !
La Laguna, Noviembre de 1991
Agustin AREVALO
de la Academia Canaria de Ciencias
14