© PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. ISSN 1695-7121
Vol. 15 N.o 3. Págs. 619-632. 2017
www .pasosonline.org
Resumen: Esta investigación trata sobre el relieve de la incorporación de las Tecnologías de la Información
y la Comunicación (TIC) en los museos de la ciudad de Barcelona y cómo éstas influyen sobre el comporta‑miento
de los públicos. Para la investigación se han realizado dos análisis: sobre las TIC online, considerado
la web y las redes sociales, y offline, teniendo en cuenta los dispositivos que encontramos en los museos de
Barcelona. Los resultados muestran que las páginas web de los museos se encuentran en un estadio inicial
de mejora en cuanto a la promoción, pero siguen sin mantener comunicación con su comunidad virtual. La
presencia en las redes sociales es una realidad, aunque por el momento las aplicaciones para móviles siguen
siendo escasas. En cuanto a las TIC en los museos, los visitantes siguen siendo un receptor pasivo porque los
dispositivos están anticuados y no permiten un gran nivel de interactividad.
Palabras Clave: Turismo; Museos; Innovación; TIC; Cultura; Internet; Web.
Innovation, tourism and ICT: the case of museums in Barcelona
Abstract: This research deals with the relief of the incorporation of Information Technology and Communi‑cation
(ICT) in the museums of the city of Barcelona and how they influence the behavior of the public. For
research we have conducted two analyses: about online ICT, considered the web and social networks, and
offline, considering the devices found in museums in Barcelona. The results show that the websites of the
museums are in an early stage of improvement in the promotion, but they still maintain communication with
their virtual community. The presence in social networks is a reality, although at mobile applications remain
rare. As for ICT in museums, visitors remain a passive recipient because the devices are outdated and do not
allow a high level of interactivity.
Keywords: Tourism; Museums; Innovation; ICT; Culture; Internet; Web.
Innovación, turismo y TIC: el caso de
los museos de Barcelona
Elena Puiggrós Román* Najat Tort Gonzàlez**
Joan Francesc Fondevila Gascón***
Universitat de Girona (España)
Elena Puiggrós Román, Najat Tort Gonzàlez, Joan Francesc Fondevila Gascón
* Doctorada en Sociología por la UPS. Acreditada como profesor colaborador por la AQU. Miembro del International
Council of Museums. Miembro de la Asociación Española de Expertos y Científicos en Turismo (AECIT); E‑mail.
elena.
puiggros@mediterrani.com
** Graduda en Turismo por la Universitat de Girona. Investigadora; E‑mail:
najat_bcn@hotmail.com
*** Doctor en Periodismo y Ciencias de la Comunicación (UAB). Profesor titular de Universidad (Aneca), ejerce como profesor
e investigador en e la Escola Universitària Mediterrani (Universitat de Girona): E‑mail:
jf.fondevila@mediterrani.com
1. Introducción
El Plan del Turismo Español Horizonte 2020 coloca el turismo cultural como una tipología turística
en auge. Según este mismo estudio, en el año 2006 el 10% de turistas que visitaron España lo hicieron
por motivos culturales (Ministerio de industria, energía y turismo de España, 2007). El Pla Estratègic
de Turisme de la Ciutat de Barcelona (Ajuntament de Barcelona, 2008) reconoce la cultura como un
elemento vertebrador de la oferta de la ciudad y apuesta por una estrategia en la que la cultura se sitúa
como un elemento diferenciador y de calidad.
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Teniendo en cuenta la importancia del turismo cultural y los objetivos de calidad que se han propuesto
las administraciones, este artículo indaga sobre los museos como instituciones culturales que difunden
patrimonio y su relación con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), como herramientas
de comunicación con sus visitantes e indicadores de satisfacción durante la visita. En el primer punto
analizamos el concepto de TIC y cómo estas TIC se han implantado en los museos. A continuación presen‑tamos
la metodología y los resultados de dos análisis: el primero sobre los sitios web y las redes sociales
de todos los museos de Barcelona, y el segundo sobre los públicos de los cuatro museos más visitados de la
ciudad y el uso que hacen éstos de las TIC. Finalmente, se presentan las conclusiones que pueden servir
como guía de buenas prácticas para la implantación de las TIC en los museos.
Este estudio ha sido realizado por el grupo de investigación Image, Satisfaction and TouristBehaviour
(ISTB) de EU Mediterrani de Barcelona. Los resultados de esta investigación fueron presentados durante
el congreso de AECIT celebrado el mes de octubre de 2014 en Benidorm.
2. Museos y TIC
Actualmente el museo ofrece experiencias, ideas y satisfacciones que no pueden encontrarse en otros
lugares (Kotler y Kotler, 2001: 30). Por ello los museos ya no son escaparates en los que se exponen objetos,
sino lugares en los que el entretenimiento y el aprendizaje se interrelacionan. Autores como Allan Friedman
o Mikel Asensio defienden que los museos y el patrimonio están dentro del contexto del edutainment
(Friedman, 1996; Asensio y Pol, 2008). Este concepto se podría traducir como ‘entretenimiento educativo’,
ya que “a pesar de que la intención no sea aprender en muchos casos se produce una incorporación muy
significativa de conocimiento” (Asensio y Pol, 2008: 44). Es precisamente en este contexto en el que
se encuentran las TIC, ya que el museo se concibe cada vez más como un lugar participativo y menos
contemplativo (Soria, 2000). En este sentido, las TIC presentan una serie de ventajas y oportunidades
para las instituciones culturales, ofreciendo así múltiples posibilidades de mejora de la visita.
Nos encontramos en una sociedad conocida como Sociedad de la Información, un nuevo modelo
social que está cambiando nuestra cultura y lo hará para siempre, “un nuevo sistema de comunicación
electrónico, caracterizado por su alcance global, su integración de todos los medios de comunicación y su
interactividad potencial, está cambiando nuestra cultura y lo hará para siempre” (Castells, 1997: 401).
Como el cambio tecnológico es social, holístico, y no polarizado en colectivos muy concretos (Cabero,
2002 y 2005), debemos entender que la tecnología está modificando los ámbitos laborales y científicos
en profundidad, y también el sector cultural, “en el que se ha introducido más tardíamente” (Carreras,
2009: 19). De hecho, el peso de la banda ancha y del always on ha gestado el concepto de Sociedad de
la Banda Ancha (Fondevila Gascón, 2009 y 2013), caracterizada por la universalización del acceso a la
red y su carácter garantizado por la necesaria cooperación entre creadores de contenidos y operadores
de telecomunicación. La aparición de las tecnologías abre el camino a una oferta de una experiencia
nueva, ilimitadas y con grandes dosis de libertad (Barendregt y Bekker, 2011).
A pesar de las múltiples definiciones que existen del término TIC, creemos que la que propone
Cabero permite englobar a todas las tecnologías presentes y futuras. Para Cabero las TIC son ”aquellos
instrumentos técnicos que giran en torno a la información y a los nuevos descubrimientos que sobre
la misma se van originando; pero giran, no sólo de forma aislada, sino lo que es más significativo de
manera interactiva e interconexionadas, lo que permite conseguir nuevas realidades comunicativas”
(Cabero en Belloch, 2012: 2). Por tanto, hay que hablar de una galaxia de tecnologías más que de una
sola tecnología, tal y como indica la UNESCO en su informe mundial de la comunicación de 1999, en el
que explica que convergen tecnologías del sector audiovisual, informático y multimedia. (UNESCO, 1998)
Aunque en un primer momento la presencia de las TIC en los museos estuvo marcada por una
imposición desde fuera y simplemente se aplicaron al entorno laboral, principalmente para la gestión
de los mismos, hoy en día ya se perciben como una herramienta de modernidad y consiguen que la
visita a un museo sea una experiencia más atractiva (Asensio, Pol y Gomis, 2001). En el año 2000
el Estado español tenía un retraso en el uso de Internet con respecto a los demás países de la Unión
Europea y los expertos afirmaban que la población española mostraría una gran resistencia a adoptar
nuevos hábitos con respecto a las TIC. Entonces, el ordenador era prácticamente el único terminal y el
móvil acababa de incorporar la tecnología WAP, con la que se podía acceder a contenidos on‑line.
Sin
embargo, el proceso de la Sociedad de la Banda Ancha en ámbito nacional ha sido rápido y constante.
La evolución de los usuarios de Internet en España, que han utilizado Internet al menos una vez en
los últimos tres meses, ha crecido de manera espectacular. Más del 67% de la población española era
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usuaria de Internet en 2011 (la cifra creció en los años siguientes) y la banda ancha aumenta en España
a pesar de la crisis. Catalunya superaba la media española, ya que el 75,7% de los hogares con al menos
un miembro entre 16 y 74 años disponía de ordenador y el 71% de conexión a Internet (Idescat, 2011).
En el ámbito cultural podemos plantear cuatro áreas en las que se aplican las TIC (Mediacult en
Carreras, 2009).
––Documentación, gestión de la información y colecciones. Se trata de la digitalización de colecciones
sin un objetivo final claro.
––Restauración y conservación. Se trata de aplicaciones para la preservación de obras originales.
––Didáctica y difusión. Cada vez se desarrollan más aplicaciones interactivas gracias a su gran
potencialidad para la educación no formal.
––Creación artística. Existe todo un campo de creación relacionado con las TIC.
El proceso de digitalización de actividades y la creación de una Internet menos lúdica pero más
productiva en el ámbito personal y profesional son dos de las características de la realidad española. En
este contexto, el Libro Blanco sobre la educación y la formación de la Comisión Europea afirma que la
educación y la formación serán más que nunca los principales vectores de identificación, pertenencia y
promoción social, ya sea en instituciones educativas o de una manera más informal en centros culturales,
como los museos (Adell, 1997).
En un año los cursos de formación on‑line
han pasado del 14% al 21% de la población. El crecimiento
de la banda ancha se ha producido sobre todo en la banda ancha móvil, lo que convierte al móvil en el
elemento protagonista dentro de las TIC (Gómez Vílchez, 2012). Las políticas culturales TIC en el contexto
español destaca el proyecto Patrimonio.es. Sus objetivos eran facilitar la accesibilidad del patrimonio a
través de Internet, preservar colecciones, la didáctica, la investigación, el impulso al turismo cultural
y facilitar el uso de la lengua española en Internet. Gracias a este proyecto se digitalizaron grandes
colecciones como la del Museo Cerralbo, la Filmoteca Nacional o la Biblioteca Nacional. En Catalunya
existe el proyecto Patrimoni.gencat y algunos museos, como el Museu Marítim de Barcelona, utilizan
el programa MuseumPlus, con el que pueden gestionar sus contenidos y facilitar su visibilidad a través
de Internet (Carreras, 2008).
Sin embargo, el nivel de desarrollo de las TIC no ha sido igual en el ámbito cultural. El modelo clásico
se basa en cuatro niveles (Asensio, 2011):
––Nivel 1: Ausencia del uso de las TIC
––Nivel 2: Uso informativo. Las TIC no aportan nada a la experiencia de visitar un museo.
––Nivel 3: Navegación inicial. En este nivel se realiza una práctica expositiva tradicional, utilizando
formatos de las TIC.
––Nivel 4: Navegación avanzada. En este nivel se buscan nuevos entornos, formatos y acciones.
La mayoría de instituciones relacionadas con el patrimonio se encuentran repartidas entre el nivel 1
y 2, es decir, o bien no hacen uso de las TIC o su uso es exclusivamente informativo. Pocas instituciones
están en el nivel 3, y tan solo existen algunos ejemplos de nivel 4. Muy probablemente esto es debido a
las pocas iniciativas por parte de las políticas públicas para la introducción de las TIC en los museos.
La rápida evolución de la tecnología conlleva una gran complejidad en la instauración de las TIC
y, en consecuencia, dificultad de clasificación y estandarización, por lo que recuperamos el concepto
de galaxia de tecnologías para explicar que no se puede hablar de un determinado tipo de TIC, ni de
un dispositivo ni una tecnología concreta. Hemos evitado desarrollar una lista infinita de distintos
dispositivos y tecnologías, por lo que elegimos el modelo propuesto por el equipo de Lazos de Luz Azul,
el cual permite clasificar cualquier TIC, ya sea on/offline en los museos. Este modelo distingue entre
las plataformas 1,0, 2.0 y 3.0.
La clasificación de las plataformas está basada en la categorización de páginas Web y recursos digitales:
––Las plataformas 1.0 son aquellos dispositivos informativos y descriptivos. En este caso el visitante es
el receptor pasivo. En esta categoría estarían muchas páginas web, dispositivos de sala y audioguías.
––Las plataformas 2.0 son aquellas en las que los visitantes pueden comunicar algo al resto de la
comunidad. Un ejemplo serían los blogs, webs o aquellas aplicaciones o dispositivos que permiten
subir o integrar fotos, vídeos y/o comentarios.
––Las plataformas 3.0 son aquellas en las que el visitante puede interactuar y participar en los
contenidos. Las wikis, narraciones conjuntas y los juegos interactivos serían algunos ejemplos.
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622 Innovación, turismo y TIC: el caso de los museos de Barcelona
En cuanto a la incorporación de las TIC en los museos, éstas se implantan en ocasiones sin dema‑siada
reflexión, planteamiento teórico u objetivos (Asensio y Asenjo, 2009). Por este motivo las TIC
se utilizan sin avisar que el diseño fomenta experiencias informativas eminentemente descriptivas,
lo que convierte a la tecnología en soporte pasivo, de forma simplista, con lo que la tecnología “está
prácticamente ausente en los espacios expositivos y de la inmensa mayoría de los programas públicos
y educativos” (Asensio, 2011: 11).
Por otro lado, en los espacios donde sí se han incorporado las TIC, se requiere una política de eva‑luación
de las aplicaciones tecnológicas en el entorno lúdico‑didáctico
de las instituciones culturales; no
sólo hay que evaluar al público del museo, sino la interacción de las personas con las aplicaciones TIC
en entornos culturales (Colorado y Carreras, 2010). En el futuro habrá que analizar cómo establecer
la inserción del desarrollo de las TIC y su uso en el desarrollo cultural de las sociedades, tanto en el
proceso de producción y como en el de consumo cultural, dinamización y desarrollo cultural de las
colectividades (Martínez y Mendoza, 2005).
Como en otros ámbitos de la sociedad, Internet ha tenido una gran repercusión y hoy en día la
mayoría de museos cuentan con un portal en Internet. Hasta 1997 la relación entre museos e Internet
era casi desconocida. A partir de ahí proliferan congresos sobre páginas web de museos, concursos,
museos virtuales, publicación de materiales en la red (Correa Gorospe e Ibáñez Etxeberria, 2005).
Como canal de comunicación digital es en Internet y a través de la web donde la institución cultural
se comunica con su público y difunde su oferta y colección. Tanto es así que más del 80% de los centros
catalanes tienen un acceso desde la red y en algunas provincias, como Girona y Lleida, están a punto
de alcanzar el 100%.
Las webs de museos han de ser entendidas como “parte del propio diseño comunicativo del museo,
complementando su labor social y aumentando sustancialmente la capacidad de interacción a través de
múltiples herramientas y actividades que permitan proyectar una comunicación de carácter multidirec‑cional
a través de una planificación didáctica adecuada” (Asensio, 2011: 93). Actualmente la web más
desarrollada es la 2.0, es decir que incorpora blogs y redes sociales para interactuar con sus públicos.
2. Metodología
La metodología utilizada para la investigación combina técnicas cuantitativas y cualitativas. Así,
se ha llevado a cabo un análisis sobre las TIC desde dos vertientes, online y offline: online, tomando en
consideración la web y las redes sociales; y offline, teniendo en cuenta los dispositivos que encontramos
en los museos de Barcelona.
En el primer caso, se han analizado el total de 83 museos y colecciones abiertas al público, que
corresponden al total de instituciones registradas en Barcelona durante el período 2012‑2013.
Este
estudio se ha desarrollado en forma de checklist para evaluar la actividad online de las instituciones
durante el mes de diciembre de 2012 y enero de 2013. Los datos se han recogido de forma manual, sin
ningún programa o aplicación informática. La recogida ha sido realizada por el grupo de investigación y
muestra el análisis de los sitios web de los museos y su presencia en las redes sociales. Se han recogido
informaciones relativas a:
•• La usabilidad del sitio web: Se han tenido en cuenta distintos parámetros que permiten evaluar
la facilidad de navegación por la web de museo.
•• El posicionamiento: Indica la visibilidad de un sitio web en los resultados orgánicos de los diferentes
buscadores, que se consigue mediante cambios en la estructura e información de una página web.
•• Las redes sociales: Se ha investigado en qué redes sociales tienen abierto perfiles los museos, sin
entrar en el tipo de contenido que publican.
•• Las aplicaciones para móviles: Se han buscado y contabilizado cuántos museos cuenta con
aplicaciones para móvil.
El segundo análisis trata de una observación directa de los públicos de los museos de Barcelona, que
nos permite investigar el impacto de las TIC sobre los visitantes de los museos y su comportamiento in
situ. Dado que el objetivo del trabajo no es realizar una recopilación de dispositivos, sino averiguar si
existe interactividad entre usuarios y tecnologías, se han elegido cinco museos. A pesar de que lo ideal
de la investigación hubiese sido el análisis de todos los museos de la ciudad, este ejercicio supera las
posibilidades del grupo de investigación. La elección de los centros museísticos no ha sido arbitraria.
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Elena Puiggrós Román, Najat Tort Gonzàlez, Joan Francesc Fondevila Gascón 623
Para realizar dicha selección, decidimos que el estudio seguiría el plan de museos propuesto por la
Generalitat de Cataluña de 2012, en el que éstos se clasifican en cuatro ámbitos: historia del arte,
historia de la sociedad, contemporaneidad y ciencias naturales. Los museos seleccionados para el trabajo
de campo corresponden a los más visitados de cada uno de los ámbitos de este nuevo plan. Por ello se
ha estudiado, en el ámbito de la historia del arte, el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC); en
historia de la sociedad, el Museu d’Història de Barcelona (MHC); en contemporaneidad, el Museu d’Art
Contemporani de Barcelona (MACBA); y en ciencias naturales, el Cosmocaixa. Cabe señalar que el
MNAC no contiene ninguna TIC, por lo que se ha visitado el Museu Fútbol Club Barcelona (MFCB),
ya que en el momento del estudio era el museo más visitado de la ciudad con 1.540.648 visitantes
(Turisme de Barcelona, 2013).
Los estudios sobre el público de museos conocidos como estudios de visitantes, estudios de público
y de recepción han conseguido un desarrollo importante en los últimos años. Se trata de un campo
discontinuo cuyos referentes son trabajos muy diferentes que se han desarrollado desde diversas
perspectivas ideológicas y disciplinares, diferentes marcos teóricos y metodologías tanto en la etapa de
recolección como de análisis de la información (Cousillas,1997).
El método seguido para el estudio se conoce como tracking, y se basa en la observación de los
visitantes, lo que permite registrar su recorrido y tiempo dedicado a cada uno de los dispositivos. Esta
técnica ha sido empleada por autores como Galí Espelt (2004 y 2009). El método tracking proporciona
datos distintos con atributos independientes. La primera medida se denomina passing o accesibilidad,
que es el tanto por ciento de visitantes que pasan por delante de la TIC. El segundo dato se conoce como
stopping o atractividad e indica el tanto por ciento de visitantes que se detienen delante del dispositivo.
La tercera referencia corresponde al holding power e indica el tiempo en segundos que el visitante dedica
a cada recurso tecnológico. En este estudio hemos analizado un total de 36 dispositivos y un total de
360 observaciones. Estas observaciones se han realizado los sábados del mes de marzo de 2013, a cargo
de los miembros del grupo de investigación ISTB.
3. Resultados
3.1. Análisis online
El peso de Internet y las páginas web crece a partir del año 2003 con la introducción de la web 2.0,
que proporciona mayor conectividad y un carácter más participativo que las plataformas 1.0. Analizados
todos los museos y colecciones abiertas al público en Barcelona descubrimos que no todos tienen presencia
en Internet. De hecho, sólo el 88% tienen sitio web, es decir, un total de 73 museos.
La usabilidad hace referencia a la facilidad de uso de la interfaz de un sitio web. Este concepto
engloba distintos criterios como los elementos generales de la web, el lenguaje y redacción, la estructura
y navegación, el lay‑out
de la página, la información, los buscadores, los elementos multimedia, los
elementos de ayuda y la accesibilidad (Hassan y Martín, 2003).
Los datos recogidos en cuanto a la información general sobre los centros museísticos nos indican que
el 93% de los sitios web contienen el nombre del museo, la dirección, el horario, el precio de entrada y
el teléfono. Consideramos este dato extremadamente útil para los visitantes. Aquellos centros que no
disponen de estos datos en la página web deben urgentemente actualizar la información.
En cuanto al acceso a la información, el idioma es un elemento esencial y puede llegar a determinar la
visita en el sitio web y en el propio museo. En este sentido, los idiomas más empleados son el castellano
y seguidamente el catalán. Teniendo en cuenta que Barcelona es una ciudad turística, encontramos que
las páginas web de los museos tienen como tercer idioma el inglés. Sólo el 12% contienen su versión en
francés, mientras que los demás idiomas son minoritarios.
Cada vez personas más distintas navegan por Internet. Por este motivo, la presentación de la
información y su acceso deben ser claros. Es clave que el usuario se sienta bien en la página, por lo que
ésta debe ser intuitiva y los recursos y los contenidos deben presentarse de un modo sencillo y visual.
La navegación fluida se consigue cuando el menú está siempre visible. Sin embargo, un 10% de las
páginas analizadas no lo tiene. El sistema de FAQs (frequent answers and questions) y ventanas es
muy útil para solventar problemas de navegación para el usuario menos experimentado. No obstante,
estos recursos son de los menos utilizados por las páginas web de los museos. Otro indicador en cuanto
a la usabilidad son los hipervínculos (Fondevila Gascón, 2014), ya que permiten el acceso rápido a
información (Fondevila Gascón y Segura Jiménez, 2012; Fondevila Gascón, Rom Rodríguez y Santana
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 15 N° 3. Junio 2017 ISSN 1695-7121
624 Innovación, turismo y TIC: el caso de los museos de Barcelona
López, 2016), pero deben estar resaltados con un color de fuente distinto. Sólo un 50% de las páginas
utilizan enlaces. Por lo general, las páginas web presentan un nivel de usabilidad bajo.
En cuanto al lay‑out,
cabe destacar la importancia de las imágenes (Fondevila Gascón, 2010), puesto
que las páginas web son actualmente un medio visual y las imágenes se convierte en un atractivo
esencial. Un 10% de los museos analizados no contiene imágenes. Esto supone una desventaja para el
centro. La incorporación de fotografías aporta una proyección más actual y fresca del sitio web, además
de brindar al futuro visitante información visual sobre el museo. También es una oportunidad para
crear expectativas.
En cuanto a otros elementos o recursos que ayudan a la usabilidad, destaca la agenda. La agenda
o calendario donde se publican de manera periódica las actividades que se desarrollan en el centro es
un recurso útil para la difusión de actividades. Sin embargo este tipo de recurso no se encuentra ni
en el 50% de los casos. Existen otros recursos, como el mapa de las salas de los museos, que permiten
planificar la visita, aunque sólo el 9% de los sitios web contiene un mapa de las salas de los museos.
Por otro lado, el 18% de los museos facilita la venta de entradas a través de Internet, y el 15% cuenta
con tienda online.
En referencia a la información que encontramos sobre las exposiciones, fondos, obras o artistas,
en líneas generales, sólo lo encontramos en un 50% de los casos. Este dato es preocupante, ya que
contradice las tendencias de la Sociedad de la Información, que nos indican que compartir y difundir
la información es esencial para el aprendizaje. En muchos centros museísticos encontramos bibliotecas.
No obstante, este contenido no está siempre a disposición del internauta. Sólo en un 21% de las webs
encontramos alguna publicación digital. Revistas, libros y otros documentos podrían ser consultados
online, pero por el momento no están digitalizados.
Los materiales para escolares los encontramos en el 19% de los portales, siguiendo la estrategia
de atraer al público escolar. Cabe destacar que apenas un 4% de los sitios web cuentan con material
didáctico para no escolares. Una vez más, nos encontramos con un problema de acceso la información
y educación por parte del museo hacia el público adulto. Esta estrategia es, además, contraria a las
recomendaciones de la UE, que afirman que un museo debe responder a las necesidades de la formación
continua en adultos a la vez que son considerados centros de ocio y de educación no formal.
Otro recurso con el que difundir conocimiento son las actividades o juegos online, que se han en‑contrado
en un 7% de los sitios web analizadas. Los juegos y actividades online son todavía un camino
por explotar por parte de los museos, que se traducirá en una mayor cantidad de visitantes a la página
web y muy posiblemente al centro.
Figura 1: Herramientas de Comunicación en las páginas web
0%
50%
100%
93%
60%
34% 31%
22%
1% 0%
Email
Lista distrib.
Síguenos R.S.
RSS
Blog
Podcast
Foro
Fuente: Elaboración propia
La comunicación y la participación de las páginas web (Figura 2) se basan en el email. Este es el
recurso más utilizado, ya que lo encontramos en un 93% de los casos. De todos modos, la publicación
del email en la página web carece de utilidad si no se hace un seguimiento periódico. En algunos casos,
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Elena Puiggrós Román, Najat Tort Gonzàlez, Joan Francesc Fondevila Gascón 625
después de establecer contacto con distintos centros la respuesta, con frecuencia era inexistente. En
este sentido, no sólo no sirve de nada tener un correo electrónico, sino que puede provocar malestar al
visitante la falta de reciprocidad por parte del museo. El 60% de los casos tiene enlaces directos con
las redes sociales (Síguenos R.S.). Las otras herramientas como las listas de distribución, blogs o foros
son escasas o inexistentes.
Según Tim O’Reilly, podemos distinguir entre la web 1.0 y la web 2.0. En la primera el usuario es
entendido como un sujeto pasivo que recibe la información publicada sin posibilidad de interacción. En la
web 2.0 los internautas se convierten en usuarios activos, que participan y contribuyen en el contenido
de la web (O’Reilly, 2005). Teniendo en cuenta el análisis de comunicación y participación de las páginas
web, concluimos que en la mayoría de casos son web 2.0, aunque en algunos casos se trata de web 1.0,
puesto que sólo aportan información al receptor sin permitir un intercambio de información entre museo
e internauta. Teniendo en cuenta que no existe ningún foro de discusión y que los blogs se utilizan
como portales informativos, no podemos hablar de web 3.0. En un futuro próximo los museos deben
los hacer hincapié en la utilización de las web para crear comunidades virtuales en las que promover
la comunicación recíproca y permitir la generación de contenidos por parte de los internautas. Así, el
público participará en el diseño y generará mensajes de comunicación en la propia web.
El posicionamiento o visibilidad de la página se analiza a partir del Page Rank. Este dato refleja toda
la gestión que se hace de las web de los museos para obtener una mejor posición en los buscadores como
Google. Uno de los factores que determina una buena posición en buscadores es la utilización de URL
propia. De los museos analizados, sólo el 76% cuentan con una URL propia. Este dato nos indica que, a
pesar de que los museos saben que la presencia online es importante, desconocen o no dan importancia
al posicionamiento dentro de Internet y los buscadores. El inconveniente principal para los museos es
que el público potencial no encontrará con facilidad información sobre el centro cultural ni antes, ni
durante ni después de la visita.
Figura 2: Page Rank de las páginas web
13%
67%
20%
Inferior a la media En la media Superior a la media
Fuente: Elaboración propia
El PageRank (Figura 1) es el resultado de una fórmula propuesta por Google que otorga a las páginas
web un valor entre 0 y 10. Para una mejor visualización de los datos la Figura 1 nos informa de las
páginas que se encuentran por debajo de la media (0‑2),
en la media (3‑5)
o por encima (6‑7).
Como se
observa, de los sitios web de los museos el 67% de las páginas web tienen un Page Rank de 3, 4 o 5, es
decir, que están dentro de la media. Sólo un 21% de las páginas está por encima de la media, con un Page
Rank de 6, y el 13% restante se encuentra por debajo de la media. Según estos resultados, observamos
que el posicionamiento no es un factor trabajado y por tanto se debe iniciar una estrategia de Search
Engine Optimization y de Social Media Marketing para que los internautas encuentren con más facilidad
los centros museísticos, con el objetivo de estar siempre en las primeras posiciones de los buscadores.
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626 Innovación, turismo y TIC: el caso de los museos de Barcelona
En cuanto a las redes sociales (Figura 3), el 60% de los museos tienen cuenta en una o más de una
red social. Por ello adelantamos que los centros culturales son conscientes de la importancia de éstas
para su promoción, participación y comunicación.
Figura 3: Presencia de los museos en las redes sociales
0%
50%
100% 95%
67%
45%
11%
7% 7% 5% 4% 4% 4% 2% 2% 2% 2% 2%
Facebook
Twitter
Youtube
Flickr
Delicious
Vimeo
Pinterest
Isuu
Tuenti
LinkedIn
Foursquare
Google +
Marcafan
Slideshare
Pressit
Spotify
Fuente: Elaboración propia
Entre todas las redes sociales que utilizan los museos destacan Facebook, Twitter y YouTube. La
red más utilizada es Facebook, en la que encontramos el 95% de los museos analizados. En Twitter
encontramos el 67% de los museos, y en YouTube, el 45%. El resto de redes sociales tienen una presencia
muy baja, lo que demuestra que los museos no están muy al día de su gestión en las redes sociales. Las
instituciones más participativas en redes sociales coinciden con un mayor Page Rank en su web. Este
es el caso del Caixa Fórum, el museo Picasso, el Cosmocaixa, la Casa Batlló, la Fundación Joan Miró,
Casa Museu Gaudí, el MACBA y el Museu Blau. Todos estos museos cuentan con un Page Rank 6 y
con el mayor número de seguidores en Facebook.
El museo que más destaca en las redes sociales en cuanto a número de fans y seguidores es el MFCB.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que el museo se presenta como parte de la cuenta del Fútbol
Club Barcelona, por lo que muchos de sus fans o seguidores serán por el equipo y no propiamente por el
museo. Este fenómeno se repite en otros centros museísticos como el Museo de la Música, que pertenece
a la cuenta del Auditori, la Fábrica Damm con la marca de cerveza Damm, la Casa Museu Gaudí con
el Park Güell, el Jardí Botánic con el Museu de Ciències Naturals, el Museu del Llibre Frederic Marès
con la Biblioteca de Catalunya, el Museu d’Història de l’Art de Ferro del Gremi de Serrallers con el
propio gremio, y el Museu de les Belles Arts de Sant Jordi con la Reial Acadèmia Catalana de Belles
Arts. Esta práctica, aunque aumenta el número de seguidores, puede ser contraproducente, ya que los
internautas pueden no estar satisfechos cuando la información no es precisa y se mezcla con otros campos.
La gran participación de las redes sociales por parte de la sociedad ha ayudado a que los museos vean
en ellas una oportunidad. Sin embargo, los museos están utilizando este canal principalmente como
herramienta de autopromoción y no como una herramienta de comunicación e interacción con su comunidad.
Finalmente, los museos todavía no presentan propuestas en firme relacionadas con las aplicaciones
para teléfonos móviles. Tan sólo 4 museos disponen de aplicaciones para móviles. Son el Museu Picasso,
la Sagrada Família, Caixa Forum y Cosmocaixa. Es curioso que, en el caso del Museu Picasso y del
Caixa Forum, a pesar de tener aplicaciones, prohíben el uso de los teléfonos en sus recintos y no cuentan
con wifi para los visitantes. Esto lleva a pensar que no existe una política clara en cuanto a las TIC y
su uso en las instituciones.
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 15 N° 3. Junio 2017 ISSN 1695-7121
Elena Puiggrós Román, Najat Tort Gonzàlez, Joan Francesc Fondevila Gascón 627
Tabla 1: Relación Holding power‑Stopping
de las TIC
TIC Museo Descripción Passing Stopping Holding
Power
1 MFCB Pantalla táctil de grandes dimensiones 80% 60% 39,7
2 MFCB Pequeñas pantallas con vídeo sin audio 60% 60% 12,8
3 MFCB Proyección de vídeo sin audio 40% 40% 3,8
4 MFCB Mesa táctil con texto, imagen o vídeo 90% 80% 99,1
5 MFCB Auriculares que cuelgan del techo 70% 70% 24,9
6 MFCB Pirámide de monitores con vídeos sin audio 70% 50% 21,4
7 MFCB Dos pantallas a ras de suelo. Vídeo sin sonido 70% 20% 2
8 MFCB Gran pantalla con vídeo y audio (himno del Barça) 100% 80% 25,2
9 MFCB Sala de cine, con grandes pantallas. Vídeo con audio 100% 80% 25,2
10 MACBA Pantalla táctil, del tamaño DINA‑4,
en el que se
pueden ver dibujos 40% 40% 15,8
11 MACBA Televisión con auriculares, expuesta sobre un
mueble bajo, sin asientos 70% 20% 4,7
12 MACBA Sala con proyección‑performance
y sonido. Las TIC
son utilizadas para crear arte 90% 60% 75
13 MACBA Proyección sin sonido en lo alto de la pared. 100% 70% 223
14 MACBA Pantalla con vídeo sin sonido y varios asientos 90% 60% 49
15 MACBA Auriculares con audio colgados en la pata de una
mesa 50% 0% 0
16 MACBA Sala de cine con una pantalla que proyecta vídeo con
sonido 80% 70% 94,5
17 MHC Botón para iluminar vitrina. 100% 80% 14,2
18 MHC Vídeo con audio en pantalla pequeña 100% 90% 22,4
19 MHC Botón que acciona un martillo prehistórico 100% 60% 12
20 MHC Mapa en el que al accionar algún botón se ilumina
alguna zona 40% 30% 4,6
21 MHC Botón para iluminar objeto 80% 50% 8
22 MHC Ordenador con ratón a la derecha. No funciona 70% 50% 1,9
23 MHC Pantalla grande con vídeo sin audio 90% 40% 29,6
24 MHC Altavoz que inicia el audio al apretar un botón 100% 40% 1,6
25 MHC Mapa con botones que al apretarlos se inician audios 80% 40% 6,2
26 MHC Pantalla táctil a la altura de los ojos 90% 30% 10,2
27 Cosmocaixa Experimento científico que se acciona con un botón 80% 80% 29,3
28 Cosmocaixa Experimento científico que se acciona con un botón 100% 80% 40,5
29 Cosmocaixa Pantalla táctil con imágenes y explicaciones 90% 70% 24,9
30 Cosmocaixa Botones y volante para accionar e interactuar con el
experimento 100% 80% 23,6
31 Cosmocaixa Experimento científico que se acciona con tres
botones 100% 80% 85,5
32 Cosmocaixa Botones para accionar e interactuar con el
experimento 100% 70% 32
33 Cosmocaixa Experimento científico que se acciona con un botón 90% 40% 4,6
34 Cosmocaixa Pantalla con la que interactuar para observar con
detalle un acuario 30% 20% 21,1
35 Cosmocaixa Gran pantalla con vídeo sin audio 100% 0% 0
36 Cosmocaixa Pantalla táctil con explicaciones en texto y vídeos
sin audio 70% 20% 8,6
Fuente: Elaboración propia
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628 Innovación, turismo y TIC: el caso de los museos de Barcelona
3.2 Análisis offline
El análisis fuera de línea surge de una observación directa en los museos de Barcelona con el fin de
analizar el impacto de las TIC sobre los visitantes y su comportamiento in situ. A partir del estudio empírico
sobre la interactividad entre visitantes de museos y TIC, basado en el método tracking propuesto, hemos
analizado un total de 36 dispositivos en cuatro instituciones: Museo Fútbol Club Barcelona (MFCB), Museu
d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA), Museu d’Història de Catalunya (MHC) y Cosmocaixa. Se ha
analizado un total de 10 personas por cada dispositivo, que han dado lugar a un total de 360 observaciones.
En la Tabla 1 observamos la lista de los dispositivos estudiados en los cuatro museos, una breve
descripción de cada TIC y las tres variables que método nos permite estudiar: passing, stopping y holding
power. El passing o accesibilidad se refiere al tanto por ciento de personas que pasan por delante de la
TIC. El stopping muestra el tanto por ciento de las personas que han parado delante del dispositivo,
y se conoce también como atractividad. Se considera que cuanto mayor sea el valor de stopping más
atractiva será la TIC. La última variable estudiada es el holding power, que informa sobre la media de
segundos que los usuarios han interactuado con la TIC estudiada.
De los museos analizados el que cuenta con más diversidad de dispositivos es el Cosmocaixa, seguido
del MHC. Mientras, el MACBA y el MFCB son los centros que cuentan con menos diversidad. En general
detectamos una escasez en cuanto a las apuestas tecnológicas en este ámbito.
Según nuestro estudio, 19 de los 36 dispositivos analizados presentan entre un 90% y 100% de
passing, es decir, más de la mitad de las TIC presentan un alto grado de accesibilidad. Sólo cuatro de
los dispositivos analizados presentan menos del 50% de passing. Éstos son el 3 del MFCB, el 10 del
MACBA, el 20 del MHC y el 34 del Cosmocaixa.
En cuanto a stopping, ningún dispositivo ha alcanzado el 100%, aunque la TIC 18, del MHC, presenta
un 90%. En el otro extremo, las TIC número 15 y 35 presentan un 0%. En general, hemos encontrado
un nivel de atractividad positivo, ya que 21 de los 36 dispositivos cuentan con unos resultados de entre
el 90% y el 50%, ambos incluidos.
Los resultados obtenidos con respecto al holding power son dispares. Once dispositivos de los 36
analizados tienen una media aritmética de tiempo inferior a los 10 segundos, por lo que el impacto de
estas TIC sobre los visitantes en bajo o nulo. Existen 12 dispositivos en los que las personas analizadas
han pasado un período entre 30 y 10 segundos. Estos dispositivos tendrían un impacto superior a
los anteriores. Los visitantes pasaron entre 30 y 60 segundos en 5 TIC, lo que supone un nivel de
interactividad satisfactorio. Finalmente, sólo hemos encontrado 6 dispositivos a los que los visitantes
dediquen más de 1 minuto, llegando a superar los 3 minutos.
La TIC que ha presentado un mayor grado de atrapabilidad y atractividad es la número 13, en el MACBA.
Este dispositivo es simplemente una proyección de sucesivas imágenes, sin sonido. El factor que en este caso
hizo posible que los visitantes demostraran interés fue el contenido del vídeo. Las imágenes son una crítica
humorística a la política económica del Estado español, lo que en el contexto actual supone un éxito rotundo.
Figura 4: Relación Holding power‑Stopping
de las TIC
0
60
120
180
240
0 25 50 75 100
Holding ppwer/Atrapabilidad
Stopping/Atractividad
TIC 1 TIC 2 TIC 3 TIC 4 TIC 5 TIC 6 TIC 7 TIC 8 TIC 9
TIC 10 TIC 11 TIC 12 TIC 13 TIC 14 TIC 15 TIC 16 TIC 17 TIC 18
TIC 19 TIC 20 TIC 21 TIC 22 TIC 23 TIC 24 TIC 25 TIC 26 TIC 27
TIC 28 TIC 29 TIC 30 TIC 31 TIC 32 TIC 33 TIC 34 TIC 35 TIC 36
Fuente: Elaboración propia
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Elena Puiggrós Román, Najat Tort Gonzàlez, Joan Francesc Fondevila Gascón 629
El gráfico de dispersión (Figura 4) muestra todos los recursos tecnológicos analizados en los museos
y permite observar la relación del porcentaje de parada y el tiempo dedicado en cada TIC. El eje de las
ordenadas expresa el holding power en segundos, y el eje de las abscisas muestra el tanto por ciento el
stopping. Además, cada color pertenece a un museo. El color azul se refiere al MFCB, el rojo al MACBA,
el verde al MHC y el amarillo al Cosmocaixa.
Según los datos recogidos y a partir del gráfico de dispersión, hemos comprobado que la mayoría
de dispositivos analizados comprenden entre un 25% y 75% de stopping y no superan los 60 segundos
de holding power. No existe un tiempo fijo que determine si se ha dado interactividad o no, ya que
depende del tipo de dispositivo y el contenido a compartir. Sin embargo, si un visitante dedica menos
de 10 segundos a un dispositivo, no se puede considerar interactividad. En cuanto a la relación entre
stopping y holding power, los peores resultados se encuentran en el recuadro inferior de la derecha. De
este grupo llaman la atención dos dispositivos que no han conseguido que los visitantes se pararan ni
un segundo de participación.
Siguiendo el modelo del estudio Lazos de Luz Azul, que distingue entre las plataformas 1.0, 2.0 y
3.0, según su nivel de participación por parte del usuario, cabe decir que las TIC analizadas son en
su mayoría plataformas 1.0. Se trata de dispositivos informativos y descriptivos, poco interactivos y
participativos, en los que el visitante es el receptor pasivo. Suelen ser vídeos o audio‑vídeos
que no
requieren ninguna acción por parte del visitante. No hemos encontrado ninguna TIC que permita a
los visitantes comunicar algo al resto de la comunidad, ni en que puedan participar en la creación de
contenidos. Cuando nos encontramos dispositivos más participativos, la interactividad se reduce a
apretar un botón o girar un volante. Encontramos mayoritariamente este tipo de TIC en el Cosmocaixa.
El MFCB ofrece unos recursos muy modernos, como la pared o la mesa interactivas. Sin embargo el
sistema de transmisión del mensaje es el mismo. El receptor es una vez más un sujeto pasivo, sólo toca
la pantalla y espera leer un texto o visionar un vídeo.
En cuanto al nivel de desarrollo e implantación de las TIC en los museos analizados propuesto por
Mikel Asensio, hemos encontrado que en la mayoría de casos podemos establecer un uso informativo
de las TIC, es decir, el nivel dos, ya que no aportan nada a la visita del museo. El nivel tres sólo lo
encontramos algunos casos, como en la pared interactiva. En este nivel se realiza una práctica expositiva
tradicional con el soporte de las TIC. Finalmente, en el nivel cuatro, sólo encontramos una TIC, la
número 12, en el MACBA. En este caso, la TIC conforma un nuevo entorno, toda una sala, aunque no
existe interactividad.
4. Conclusiones
El propósito de este artículo ha sido analizar la implantación de las TIC en los museos de Barcelona,
mostrando la situación de los sitios web de los museos, su presencia en redes sociales y las aplicaciones
para móviles. También se ha analizado la relación entre públicos y TIC dentro de los centros museísticos
exponiendo datos sobre la atractividad, interactividad y accesibilidad.
En cuanto al análisis online, los museos de Barcelona conocen la importancia de tener sitio web
pero no saben cómo gestionar aspectos relacionados la usabilidad. Algunas prácticas para mejorar
la usabilidad y, por tanto, la experiencia del usuario serían las siguientes. En primer lugar, se debe
tener en cuenta la traducción a otros idiomas de los contenidos de las páginas web para una adecuada
proyección internacional. No basta con una aplicación que proporcione una traducción automática,
ya que estas traducciones son de una calidad baja. En segundo lugar, hay que mejorar el acceso a la
información. Deben crearse contenidos más dinámicos y válidos para cualquier tipo de público y soporte
informático. Un reto para el futuro sería la creación de responsables de la generación de contenidos
e incluso la oportunidad de realizar cursos online en estos portales. Como tercera recomendación,
hay que potenciar recursos como vídeos, audios, exposiciones virtuales y exposiciones digitales que
complementen la visita física.
A través de las páginas web y las redes sociales los museos tienen la oportunidad de utilizar más
eficientemente las herramientas para mejorar la comunicación con los usuarios. Éstas no deben ser
concebidas como simples canales de autopromoción, sino que deben considerarse como espacios de
participación e interrelación con el público. En un futuro próximo los museos deben hacer hincapié
en la utilización de las web para crear comunidades virtuales en las que promover la comunicación
recíproca y permitir la generación de contenidos por parte de los internautas.
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 15 N° 3. Junio 2017 ISSN 1695-7121
630 Innovación, turismo y TIC: el caso de los museos de Barcelona
Los móviles representan hoy una gran oportunidad en este contexto, puesto que no requieren de
una gran inversión económica por parte de la institución, ya que el visitante trae consigo el dispositivo.
Desarrollar aplicaciones que se puedan relacionar con la visita es una oportunidad para implementar
estrategia TIC sin un elevado coste económico.
El segundo análisis expone la relación entre los visitantes y los recursos tecnológicos de los museos.
Es necesario entender estos dispositivos como generadores de contenido para los visitantes. Los museos
deben invertir en aquellas TIC que ayuden a comunicar mejor el mensaje a los usuarios y tengan una
verdadera utilidad. Recordemos que el recurso con un grado más alto de atractividad fue un vídeo, por
lo que el contenido sigue siendo un elemento importante y no sólo el dispositivo tecnológico por sí mismo.
Se trata de decidir qué tipo de TIC es necesaria en cada lugar. Para ello, una vez más, se requieren
estudios de público y planes estratégicos que ayuden a decidir a las instituciones. Estas herramientas
deben estar incluidas en los programas de formación y otras actividades, tanto para adultos como para
escolares. En otras palabras, que sean interactivas e inviten a cualquier visitante a ser parte activa
de la exposición.
Todas estas consideraciones no tienen ningún sentido si no se cuenta con un plan estratégico que
considere una museología global, donde las TIC online y offline respondan a los mismos objetivos,
incorporando estudios de evaluación y satisfacción de las mismas. Si bien es cierto que la incorporación
de las TIC conlleva ciertas potencialidades relativas a la comunicación, interpretación y aprendizaje,
no es una garantía de éxito. Se debe planificar una museografía que mejore la interpretación y el
aprendizaje, pero también la diversión y el entretenimiento.
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Recibido: 26/03/2015
Reenviado: 04/01/2017
Aceptado: 22/01/2017
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