© PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. ISSN 1695-7121
Vol. 15 N.o 3. Págs. 659-672. 2017
www .pasosonline.org
Resumen: La creación de museos y ecomuseos constituyen uno de los modelos con más éxito actualmente para
evitar la pérdida del patrimonio industrial. Se han convertido en instrumentos estratégicos de desarrollo y revi‑talización
de ciudades y territorios, sobre todo desde el punto de vista turístico, permitiendo la conservación de
la memoria colectiva asociada como patrimonio intangible a la industrialización. Analizamos dos ejemplos de
recuperación de este patrimonio industrial en la provincia de Huelva, la Casa Dirección en Valverde del Camino
y el Molino de Mareas “El Pintado” en Ayamonte.
Palabras Clave: Patrimonio industrial; Arquitectura; Rehabilitación; Museo; Huelva.
Musealization of Industrial Heritage. Two models of participation in the province of Huelva: the
House of the General Manager in Valverde del Camino and Tide Mill “El Pintado” in Ayamonte
Abstract: The creation of museums and eco‑museums
are currently one of the most successful models to
prevent the loss of industrial heritage. They have become strategic tools for the development and revitaliza‑tion
of cities and regions, above all from the tourism point of view, allowing for the conservation of collective
memory associated as intangible heritage to industrialization. We analyse two examples of the recovery of
this industrial heritage in the province of Huelva, the House of the General Manager in Valverde del Camino
and Tide Mill “El Pintado” in Ayamonte.
Keywords: Industrial heritage; Architecture; Restoration; Museum; Huelva.
La musealización del Patrimonio Industrial.
Dos modelos de intervención en la provincia de
Huelva: Casa Dirección en Valverde del Camino y
Molino de Mareas “El Pintado” en Ayamonte
Natalia Grande Álvarez*
Universidad de Sevilla (España)
Natalia Grande Álvarez
* Arquitecto. Doctoranda por la Universidad de Sevilla en el Instituto Universitario de Arquitectura y Ciencias de la
Construcción; E‑mail:
nmgarquit@gmail.com
1. Introducción
En los últimos años ha crecido el interés por la conservación y reutilización del Patrimonio Industrial.
Al hablar de Patrimonio Industrial nos estamos refiriendo a todo el patrimonio constituido por los restos de
la industrialización, que se compone tanto de elementos materiales como inmateriales. La conservación y
puesta en valor de estos bienes va ligada no sólo al interés por recuperar las raíces históricas locales, sino
porque es un mecanismo fundamental para conocer nuestra sociedad, ya que el patrimonio está ligado a los
ciudadanos, es un signo que les caracteriza históricamente, a través del cual se reconocen en su entorno.
Los paisajes, los edificios y las instalaciones industriales que antes, cuando quedaban obsoletas, se
abandonaban o demolían, son hoy considerados por algunos colectivos como “monumentos modernos”.
Paisajes industriales, maquinaria, malacates, torres, chimeneas, cargaderos de mineral, molinos, …
empiezan a revelarse en la actualidad como espléndidas obras de arte, obras que en su día fueron
creadas únicamente con finalidades productivas. Cuando desaparecen estos objetivos productivos se
empiezan a valorar como bien patrimonial. (Pérez López & Romero Macías 2008).
Fue en Inglaterra donde comenzó a desarrollarse un interés creciente por los restos físicos de la Re‑volución
Industrial (segunda mitad del siglo XVIII), cuando unas obras destruyeron, en 1962, la portada
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 15 N° 3. Junio 2017 ISSN 1695-7121
660 La musealización del Patrimonio Industrial. Dos modelos de intervención en la provincia de Huelva
neodórica de una estación de ferrocarril en Londres, la Euston Station, construida en 1835‑39.
Este hecho
fue el desencadenante de que se empezara a poner en valor el patrimonio industrial. Lamentablemente,
han sido muchos los casos en los que este patrimonio industrial ha desaparecido, al igual que pasó con la
Euston Station. Uno de estos casos fue el Mercado Les Halles en Paris, una arquitectura de hierro y cristal,
proyectado por Víctor Baltard y construido entre 1852 y 1870, que fue demolido entre 1971 y 1973. En este
escenario empieza a surgir, aunque tarde, el interés internacional por conservar los restos materiales de la
Revolución Industrial. Así, la primera vez que la UNESCO1 incluyó en la lista del patrimonio mundial un
espacio industrial fue en el año 1978, con las reales minas de sal de Wieliczka y Bochnia, en Polonia. En
España, es escaso el patrimonio industrial incluido en la lista, entre los que podemos mencionar el puente‑transbordador
de Vizcaya, terminado en 1893, que es considerado una de las realizaciones más notables
de la Revolución Industrial en arquitectura metálica, incluido en 2006, o las minas de Almadén2, inscritas
recientemente, en 2012, que comprenden varios lugares relacionados con su historia minera, como el castillo
de Retamar, edificios religiosos y pozos tradicionales.
Por tanto, su conservación y protección se hacen necesarias para salvaguardar esa herencia cultural
e histórica. Hay que tener en cuenta que la sola preservación del patrimonio industrial puede indicar la
presencia de una actividad productiva en el pasado, pero en la mayoría de los casos no puede explicar,
por sí sola, su funcionamiento o las relaciones existentes entre las partes. Se hace necesario darle un
nuevo uso a estos bienes, de forma que se pueda garantizar su pervivencia en el futuro y pueda ser
percibido por la sociedad.(Hernández Martínez 2007) Tenía razón Viollet‑le‑Duc3
cuando dijo que “la
mejor forma de preservar un edificio es encontrar un uso para él”. Uno de los modelos que ha tenido
más éxito es la reconversión de los lugares desindustrializados en museos, preservando de esta forma
su valor cultural y conservando la memoria de lo que fueron.
Gran Bretaña fue el escenario del primer reconocimiento del patrimonio industrial, a través del
Council British Archaeology, el cual creó, en 1959, un comité especial para preservar los monumentos
industriales, The National Survey of Industrial Monuments. Posiblemente, la iniciativa de recuperación
del patrimonio industrial que goza de un mayor reconocimiento internacional es The Ironbridge Gorge
Museum, que pretende la conservación in situ de las instalaciones industriales del valle en el que se
ubica, habiendo sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986. Pero el precursor
de los museos industriales fue el Musée des Arts et Métiers de París, considerado uno de los museos
técnicos e industriales más antiguos del mundo, fundado en 1794 como Conservatorio de Artes y Oficios
por el abad Henri Grégoire con el objeto de crear un repositorio para la preservación de instrumentos
técnicos e invenciones, así como transmitir el conocimiento a través de la demostración. No en vano, el
museo expone en la actualidad el modelo original del péndulo de Foucault.
Esta concienciación respecto a la conservación y salvaguarda del patrimonio industrial tiene su explosión
en los años 70 del siglo XX, extendiéndose paulatinamente por el resto de los países del norte de Europa,
Estados Unidos y Canadá este interés por la valorización del legado patrimonial de origen industrial. Así,
se fueron desarrollando muchas experiencias de recuperación, como en la cuenca minera de Le Creusot,
en la Borgoña francesa, donde se ha llevado a cabo el Museo de la Minería de Blanzy, englobado dentro
del Ecomuseo4 de la comunidad urbana de Le Creusot‑Montceau‑Les
Mines, iniciativa pionera en Europa,
estableciendo un nuevo modelo en la creación de museos industriales, donde se pone el valor no solo el
patrimonio de una comunidad, sino también el ambiente natural y cultural (Castronovo et al. 2010).
Con la tipología de ecomuseos se contribuye a la recuperación del paisaje industrial, a la conservación
integral, tanto del edificio como del entorno, se posibilita el desarrollo social y económico de áreas
industrialmente en declive, se dota de protagonismo a la comunidad local, sin dejar de lado el carácter
pedagógico innegable que tienen. (Prat Forga & Cànoves i Valiente 2012).
En España las iniciativas de conservación, rehabilitación y protección son más recientes, no siendo
hasta finales del siglo XX y comienzos del XXI cuando asistimos a la consolidación de un fenómeno
general de sensibilización hacia todo lo relacionado con el patrimonio.
Podemos afirmar, por tanto que, en los últimos tiempos, los museos han sido considerados como hitos
imprescindibles en la rehabilitación y regeneración de las áreas históricas de las ciudades, convirtién‑dose
en elementos estratégicos de desarrollo, en instrumentos de dinamización sociocultural de una
comunidad. Se han creado proyectos de amplias posibilidades para el ocio y la cultura, promoviendo la
valorización del patrimonio industrial, como una nueva fuente de recursos para los territorios, con el,
cada vez más en auge, Turismo Industrial.
Actualmente existen numerosas intervenciones sobre patrimonio industrial con resultados muy
dispares. En muchas ocasiones, los edificios industriales abandonados han sido utilizados únicamente
como contenedores, aprovechando los grandes espacios diáfanos que suelen ser característicos, alojando
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 15 N° 3. Junio 2017 ISSN 1695-7121
Natalia Grande Álvarez 661
en su interior temáticas no relacionadas con su origen, lo que da lugar, si la actuación no es acertada, a
una cierta descontextualización e incluso a intervenciones demasiado radicales en algunos casos, como
el enmascaramiento realizado sobre la antigua conservera en Ceutí (Murcia), donde se han revestido
todos los volúmenes con materiales nuevos haciendo difícil la identificación y lectura de la fábrica
original. Más acertadas son las experiencias que ponen en valor las instalaciones fabriles, a través de
la recuperación de su identidad original, mediante la creación de museos, centros de interpretación o
ecomuseos, donde se busca revalorizar la herencia industrial, mostrando al visitante la actividad que
albergó un día. Podemos citar, como experiencias de recuperación exitosas, las minas de estaño Geevor
en Cornwall (Inglaterra); el LWL‑Industriemuseum,
primer y mayor museo industrial de Alemania,
que agrupa ocho complejos industriales recuperados y repartidos por la zona del Rhin y el Weser; el
complejo industrial de la mina de carbón de Zollverein en Essen (Alemania), declarado Patrimonio de la
Humanidad por la UNESCO en 2001; el Museo de la Ciencia y de la Técnica de Cataluña (mNACTEC),
creado en 1990 y que representa una de las mejores obras arquitectónicas industriales modernistas
realizadas en España; o el Museo de la Minería y de la Industria (MUMI) en El Entrego (Asturias).
Se han seleccionado dos casos representativos en la provincia de Huelva de la recuperación del
patrimonio industrial con intervenciones vinculadas a su origen, y que han respetado la esencia de las
construcciones originales, la Casa Dirección de Valverde del Camino, como ejemplo de la recuperación
de un inmueble vinculado a las explotaciones mineras, en estado de abandono cuando se actuó sobre él
y el Molino de Mareas “El Pintado” de Ayamonte, que se encontraba en estado de ruina.
2. Casa‑Dirección
Valverde del Camino (Huelva)
Valverde del Camino está situado en una encrucijada de caminos, en el Andévalo onubense, en medio
del camino de Huelva a Extremadura, ya existente en la época romana. Desde hace cinco mil años existe
constancia de la actividad minera ejercida en la zona, siendo en la época romana cuando se explotaron
intensamente sus yacimientos, con los avances tecnológicos que trajeron en aquella época, de los que
las galerías subterráneas o el drenaje de las norias son sus mayores exponentes.
A partir de entonces se alternaron periodos de intensa actividad con otros de letargo o abandono, hasta
su reactivación a finales del siglo XIX, fecha en la que se instalaron en la zona numerosas compañías
mineras, tanto nacionales como extranjeras, que levantaron numerosas construcciones. Uno de los
asentamientos ingleses se estableció en Valverde del Camino para la construcción y explotación del
primer ferrocarril de la provincia de Huelva, el ferrocarril minero de Buitrón a San Juan del Puerto.
La llegada de estas compañías supuso la transformación de la actividad productiva de Valverde,
hasta entonces dedicada a la artesanía tradicional, en una sociedad industrial, lo que la llevó a ser la
primera productora de calzado en Andalucía (de Paz 2001).
Una de esas compañías fue The United Alkali Company Limited, que se estableció en la provincia de
Huelva en 1900. Esta compañía mandó construir un edificio para ser la residencia del Director General o
General Manager, John H. Cresswell. Así se edificó la Casa Dirección y se situó en lo alto de una colina,
a la salida de Valverde, en dirección a Zalamea la Real. Las obras se iniciaron en 1912, terminándose
al año siguiente. En la siguiente fotografía, de 1913, actualmente expuesta en el mismo edificio, se
observan, junto al porche, a sus primeros moradores, John y Alicia Cresswell, inaugurando la casa.
Ramírez describe el edificio y la compra de los terrenos para su construcción en su libro “Ingleses
en Valverde”:
La Compañía Alkali adquiere dos cercados en el Pago del Dolor a los vecinos Pedro Vizcaíno Arrayás y
Reposo Sánchez Palanco, según sendos documentos privados de compraventa de fecha 11 de Mayo de 1912,
elevados a escritura pública el 27 y 28 de Junio de 1912, por 750 y 1.500 pesetas respectivamente. Sobre
dichos terrenos la Compañía inicia la construcción de la Casa Dirección en 1912, finalizando en 1913 y
habitándola CRESSWELL al final de ese año.
La Casa Dirección está situada a la salida de Valverde en dirección a Zalamea. Es una gran mansión inglesa
de tres plantas. A la entrada una escalinata de mármol con cuatro escalones y un pórtico de dos columnas
también de mármol las paredes de la fachada son de mampostería con pequeñas piedras blancas incrustadas,
con aristas y vértices de ladrillo rojo. Ventanas con rejas, miradores con cristaleras de tres cuerpos o caras,
comunes a toda construcción inglesa y dos cenadores en las fachadas posterior y lateral derecha.
En la planta baja un soberbio vestíbulo con suelo de mármol, una gran escalera señorial de caoba al piso
superior, paredes estucadas de marmolina con preciosos dibujos y varias habitaciones con suelo de madera:
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 15 N° 3. Junio 2017 ISSN 1695-7121
662 La musealización del Patrimonio Industrial. Dos modelos de intervención en la provincia de Huelva
un saloncito, un salón de techo decorado y con chimenea, un salón‑comedor
(separados por puertas corredizas)
con sus propias chimeneas de ladrillo vitrificado, despensa y cocina con una escalera blanca de servicio a
los dos pisos superiores.
En el primer piso un hall, tres dormitorios con sus respectivas chimeneas, otro dormitorio comunicado
con un cuarto de baño, varios cuartos pequeños de servicio y otro cuarto de baño. En piso superior para el
servicio doméstico con dos dormitorios, cocina y trastero. Al exterior pinos de Flandes, palmeras y huerta,
rodeado todo por un muro de piedra con una verja de hierro a la carretera. En fin, todo refleja el carácter
inglés de sus moradores. (Ramírez 1985: 132)
Figura 1: Casa Dirección. 1913
Archivo Municipal Valverde del Camino
La edificación posee las características propias de la arquitectura inglesa, que contrastaban en la
época con la arquitectura popular andaluza. Algunos de los rasgos distintivos de la arquitectura inglesa
de la época visibles en la Casa Dirección son las chimeneas, cada una con un diseño distinto, la forma
de sus miradores, con cristaleras de tres cuerpos, los embellecedores de las puertas o los azulejos de
las chimeneas, de la casa de cerámica Milton. Este tipo de arquitectura inglesa se extendió por todas
las poblaciones mineras de la provincia de Huelva, principalmente en Huelva capital y en Riotinto.
Son continuas las referencias a motivos y obras concretas en todo el edificio, que remiten a modelos
específicos de la obra del arquitecto Sir Edwin Landseer Lutyens5 en sus trabajos en Inglaterra o Escocia,
lo que lleva a pensar que la Casa Dirección fue diseñada por alguien influido por su arquitectura.
La casa estuvo habitada desde el momento de su construcción hasta 1942, por los distintos directores
de la Compañía y sus familias, siendo vendida en 1944 por 50.000 pesetas a la Sociedad Anónima
Azamón, para convertirse durante 15 años en la residencia de verano de sus empleados. En 1968 la
mansión inglesa es vendida por la sociedad Azamón a la sociedad Riotinto Patiño S.A. por un millón
de pesetas. Esta empresa la usó como oficina técnica y residencia de geofísicos, facultativos y geólogos
empleados en sus explotaciones mineras.
En 1984 es comprada por el Ayuntamiento de Valverde del Camino, encargando, en 1985, la Dirección
General de Arquitectura y Vivienda de la Junta de Andalucía un proyecto de restauración del edificio y su
parcela. En la ejecución de este proyecto finalmente no se actuó sobre la Casa Dirección, siendo los planos
del proyecto solamente un levantamiento del inmueble. Así, se actuó únicamente sobre la parcela, dotando a
ésta de nuevos elementos. Se proyectan y construyen unas edificaciones de nueva planta como son la vivienda
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 15 N° 3. Junio 2017 ISSN 1695-7121
Natalia Grande Álvarez 663
del guarda, cercana a la casa y el bar‑restaurante,
sobre la nueva plataforma ejecutada que servía de unión
de todas las construcciones. Además, se proyecta un pequeño anfiteatro al aire libre con capacidad para
200 personas, con camerinos anexos, aprovechando la pendiente natural del terreno. La Casa Dirección, el
bar‑restaurante
y el anfiteatro se sitúan sobre el eje longitudinal de la parcela, potenciando este eje con un
paseo pavimentado flanqueado por árboles. El resto de la parcela se resuelve mediante terrazas y escaleras con
zonas de pérgolas y recorridos perimetrales con pendientes suaves, todo ellos con distintos tipos de vegetación.
Figura 2: Plano de situación. Proyecto de Restauración 1985
Ayto. Valverde del Camino
Posteriormente, en el año 1997, el Ayuntamiento de Valverde del Camino rehabilita el edificio para
convertirlo en el actual “Museo Etnográfico y de las Artesanías”, un centro de interpretación y difusión
del patrimonio cultural del municipio.
Según conversaciones con los servicios técnicos del Ayuntamiento, la vivienda se encontraba com‑pletamente
destrozada por dentro, había sido saqueada, e incluso se había provocado un incendio en la
planta baja. El suelo no existía, habiendo quedado la viguería al descubierto y dañada, por lo cual hubo
que reforzar todos los forjados. Con respecto a la volumetría, se demolió un añadido a la construcción
inicial existente en la fachada norte. En su lugar se ocupó ese espacio con un nuevo cuerpo, separado
visualmente del edificio, mediante cristaleras, que alberga los almacenes, ascensor y aseos, necesarios
para un edificio que pasaba a ser de uso público.
Figura 3: Planta Baja. Proyecto de Restauración. 1985
Ayto. Valverde del Camino
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 15 N° 3. Junio 2017 ISSN 1695-7121
664 La musealización del Patrimonio Industrial. Dos modelos de intervención en la provincia de Huelva
Figura 4: Planta Baja. Proyecto de Rehabilitación. 1997
Ayto. Valverde del Camino
Este nuevo cuerpo se encuentra actualmente revestido por vegetación, de forma que su volumen
pase inadvertido, pero a su vez dote de las infraestructuras necesarias al museo.
En la fachada este se reorganizaron los huecos de la primera planta, ya que se habían ido abriendo
indiscriminadamente, resultando una composición totalmente desordenada.
Figura 5: Alzado Este. Proyecto de Restauración. 1985
Ayto. Valverde del Camino
Figura 6. Alzado Este. Proyecto de Rehabilitación. 1997
Ayto. Valverde del Camino
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 15 N° 3. Junio 2017 ISSN 1695-7121
Natalia Grande Álvarez 665
En el interior se ha respetado bastante la distribución original, unificando algunas estancias más
pequeñas para hacer salas más grandes, pero manteniendo las circulaciones originales.
Se conserva la escalera señorial de caoba original de 1913, que se encontraba en muy buen estado.
Figura 7: Escalera principal. 1913
Figura 8: Escalera principal. 2015
Fotografía: Grande, N.
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 15 N° 3. Junio 2017 ISSN 1695-7121
666 La musealización del Patrimonio Industrial. Dos modelos de intervención en la provincia de Huelva
El museo, perteneciente a la Red de Museos Andaluces, refleja en sus distintas salas la transformación
experimentada por una sociedad preindustrial con la aparición de la Revolución Industrial. La exposición
permanente de la primera planta permite un viaje por la historia, desde los talleres artesanales de calzado,
de carpintería y de transformación del metal a la presencia de los ingleses, con sus artes y costumbres, sin
olvidar la influencia y aportación de éstos gracias a la construcción del primer ferrocarril en Andalucía.
La planta baja está concebida como un espacio multifuncional, para actividades congresuales,
exposiciones temporales y otros actos culturales e institucionales.
Figura 9: Fachada Sur. 2015
Fotografía: Grande, N.
Figura 10: Fachada Oeste. 2015
Fotografía: Grande, N.
En la rehabilitación se han respetado los materiales originales, con las fachadas de mampostería con
cantos incrustados, y las aristas y los recercados de los huecos con ladrillo visto. Se han reconstruido
los miradores con cristaleras similares a las originales, por el mal estado en el que se encontraban.
En definitiva, la actuación llevada a cabo para la reconversión de este edificio en museo ha sido
bastante fiel con el original, manteniendo la esencia de la vivienda de 1913 adaptada a la época actual.
La Casa Dirección actualmente es uno de los principales exponentes del legado arquitectónico inglés
en la provincia, siendo el Museo Casa Dirección el emblema patrimonial de Valverde del Camino.
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 15 N° 3. Junio 2017 ISSN 1695-7121
Natalia Grande Álvarez 667
3. Molino de Mareas “El Pintado”, Ayamonte (Huelva)
La presencia de los molinos constituyó la primera revolución industrial de la historia, contribuyendo
al progreso de la humanidad. Dentro de las distintas tipologías de molinos, una de las más ingeniosas
fueron los molinos de mareas que, situados junto al mar o rías, aprovechaban la fuerza de las mareas
para obtener la energía que moviera las piedras para moler el grano (trigo o maíz) y producir harina.
Los molinos se construyen siempre con el alzado principal orientado a la ría o mar abierto, y el alzado
posterior hacia el embalse o caldera que se crea. Bajo el molino se crean los canales que comunican el
embalse con un recinto donde se ubican los rodetes o rodeznos.
El ciclo de funcionamiento de un molino mareal es muy sencillo, según se puede apreciar en la figura 11.
Se aprovechaba la diferencia de nivel entre la pleamar y la bajamar. Durante la pleamar, el agua llenaba
la caldera, y era retenida por un muro dotado de compuertas de eje horizontal. En la bajamar se creaba
una diferencia de nivel de agua a ambos lados de la presa. Esta diferencia de nivel se conoce como “salto
hidráulico”. Cuando la marea estaba en su punto más bajo, la diferencia era máxima, y es el momento en
el que se abrían las compuertas para dejar pasar el agua, la cual circulaba a través de unos canales bajo
el molino, que iban reduciendo su sección progresivamente, de forma que el agua salía con gran presión,
impactando sobre los rodetes o rodeznos del molino de forma tangencial, haciéndolos girar. Este mecanismo
estaba unido a la piedra volandera mediante un eje vertical que, al girar, la movía sobre la piedra solera
(fija), ambas de material calizo y situadas en el interior del molino, en el piso superior. Entre las dos piedras
se introducía el grano acumulado en una tolva, que era molido debido a la fricción producida por el giro a
muchas revoluciones y que se recogía cerca del suelo en un saco, ya transformado en harina gracias a las
acanaladuras de las piedras. El dispositivo dejaba de funcionar cuando se reducía la presión del agua, o
comenzaba la pleamar, momento en el que la caja de rodetes se volvía a inundar, frenando su giro.
Figura 11: Esquema de funcionamiento de un molino mareal.
López, F.J., 1995
Este tipo de molino no tenía ningún impacto ambiental, ya que usaban los recursos proporcionados
por la naturaleza, en este caso las mareas, una fuente de energía, limpia, renovable, segura, inagotable
y gratuita. Es lo que hoy conocemos como desarrollo sostenible.
Las referencias más antiguas sobre los molinos de marea se sitúan en Irlanda, en la Abadía de
Nendrun (Strangford Lough), donde se han encontrado restos de dos molinos de los siglos VII y VIII.
Con posterioridad, hay constancia de su existencia tanto en Basora (Mesopotamia), hacia el año
1000, y en Dover, en la costa británica, hacia el año 1066.
A partir de entonces comienzan a surgir molinos mareales por toda la vertiente europea atlántica,
teniendo su mayor esplendor en los siglos XVI y XVII, debido al auge del cultivo del maíz y el trigo,
fundamentalmente y continuando en el siglo XVIII gracias al desarrollo de la actividad productiva
en Europa. Así, se levantan molinos en Escocia, País de Gales, Inglaterra, Holanda, Bélgica, Francia,
Portugal y España.
Llegaron a existir más de un millar de molinos, comenzando su declive en el siglo XIX, con la Revo‑lución
Industrial, que trajo consigo la aparición del vapor y la electricidad, junto con nuevos sistemas de
producción y transporte. No obstante, algunos molinos siguieron activos hasta mediados del siglo XX.
En la Península Ibérica están documentados los primeros molinos en el Algarve portugués, concre‑tamente
en Castro Marín, hacia 1290, y en la costa cantábrica desde el siglo XI.
Actualmente han desaparecido muchos molinos de mareas, y la mayoría de los que quedan están en
un estado ruinoso, aunque algunos han sido rehabilitados para destinarlos a otros usos, como ecomuseos,
aulas de la naturaleza, e incluso alguna hospedería.
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 15 N° 3. Junio 2017 ISSN 1695-7121
668 La musealización del Patrimonio Industrial. Dos modelos de intervención en la provincia de Huelva
En el litoral onubense se construyeron bastantes molinos, aunque actualmente no quedan muchos
reconocibles: 4 en Ayamonte, 5 en Isla Cristina, 3 en Lepe, 1 en Cartaya, 1 en Aljaraque, 1 en Gibraleón
y 1 en Moguer. Todos ellos se encuentran en un estado más o menos ruinoso, excepto dos, que han sido
rehabilitados, el “Tamujar Grande” en Isla Cristina, y el de “El Pintado”, en Ayamonte, siendo este último
el molino mareal más singular, el de mayores dimensiones (con seis muelas) y el mejor conservado y
documentado de todos los de la costa onubense.
El molino de mareas “El Pintado” procede del antiguo molino de San José, que prácticamente fue
rehecho sobre 1750 tras ser adquirido por D. Manuel Rivero, apodado “El Pintado”, un indiano y mecenas
ayamontino que consolidó su mecenazgo en el siglo XVIII por toda la comarca. Continuó operativo hasta
1946, año en que fue abandonado dada la escasez de cereal propia de la posguerra española y debido,
asimismo, a la aparición de la energía eléctrica en la comarca.
Está situado en un enclave privilegiado, en el Paraje Natural Marismas de Isla Cristina y Ayamonte,
declarado espacio natural protegido en 1989.
Figura 12: Vista aérea. 2008
Fotografía: López, F.J.
El estado en el que se encontraba antes de la rehabilitación era de ruina y abandono en gran parte
de sus elementos estructurales, habiendo desaparecido todos los forjados y las cubiertas de viguetas de
madera. Los huecos presentaban desperfectos en sus dinteles, alféizares y mochetas. Algunos muros
portantes de la zona oeste se conservaban en buen estado, sin excesivos daños, aunque otros muros y
cerramientos sí presentaban grietas de considerables proporciones y fuertes desplomes.
Figura 13: Estado previo. Vista general
Fotografía: López, F.J.
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 15 N° 3. Junio 2017 ISSN 1695-7121
Natalia Grande Álvarez 669
Figura 14: Estado previo. Vista sala de molienda
Fotografía: López, F.J.
Sí se encontraban en bastante buen estado los tajamares, zócalos, arcos de túneles, mochetas y
esquinas, todo ello realizado con un material nuevo y muy costoso en la época en la que Manuel Rivero
“El Pintado” se hizo con el molino, la piedra ostionera, procedente del Golfo de Cádiz, formada por restos
cementados de conchas marinas, arenas y piedras erosionadas por el mar. Posee unas características
singulares, como su porosidad, que es alta, así como su aspereza, pero a la vez es fácil de labrar y muy
resistente a la salinidad. La rehabilitación del conjunto ha puesto especial interés en resaltar este material.
En los alrededores se encontraba en mal estado la balsa del molino y la salida de ésta hacia la
marisma, ambas con muy poco calado, haciéndose necesario su dragado. El adoquinado de las zonas
exteriores estaba en buen estado, aunque incompleto. También se habían conservado bien los diques
de piedra ostionera.
El promotor inicial del proyecto fue la Junta de Andalucía, por medio de la Delegación Provincial de
Huelva de la Consejería de Medio Ambiente, una vez cedido el molino al Ayuntamiento de Ayamonte por
parte de sus herederos ya que, al encontrarse sobre terrenos de Dominio Público Marítimo Terrestre, la
Ley de Costas impide la propiedad privativa de ese suelo, considerándolo bien público, y autorizando
únicamente el uso público de los mismos.
Tras ocho años de la redacción del proyecto de rehabilitación, en 1996, pasa a ser asumido el mismo
por la Dirección General de Costas, comenzando las obras en 2005, terminándolas dos años más tarde,
habiéndose abierto al público el año 2009.
El objetivo principal para la rehabilitación del molino fue su puesta en valor, mediante la creación
de un Ecomuseo, que se constituyera como equipamiento de uso público de la RENPA (Red de Espacios
Naturales Protegidos de Andalucía).
Las bases de partida del proyecto eran las siguientes (López, et al. 1995)
•• El respeto por la estructura y las trazas generales del edificio en cuanto a elementos estructurales,
alturas y añadidos. La zona Este se demolió y reconstruyó respetando las trazas primitivas del
edificio, mientras que en la zona Oeste se actuó rehabilitando y poniendo en valor lo existente.
•• La recuperación de la mayor espacialidad posible eliminando muros interiores y la búsqueda de
una mayor luminosidad, abriendo nuevos huecos en las zonas expositivas, potenciando las vistas
Norte‑Sur:
entrada y salida de agua; pueblo y mar.
•• La utilización de las azoteas como miradores privilegiados sobre la marisma.
•• La intención de reflejar la contemporaneidad con el empleo de nuevos materiales, así como en
el tratamiento de los revestimientos de fachadas, sacando a relucir elementos de cantería que
el paso del tiempo había dejado al descubierto y reutilizando los materiales de valor extraídos
de las zonas demolidas.
Con estas premisas de partida, el resultado es un centro de interpretación de la naturaleza y recepción
de visitantes, en el que se han puesto en valor los dos elementos principales del conjunto: el agua, como
elemento que marca la razón de ser del edificio, y la sala de molienda, como el gran espacio corazón de
todo el conjunto y que potencia aún más el eje este‑oeste.
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 15 N° 3. Junio 2017 ISSN 1695-7121
670 La musealización del Patrimonio Industrial. Dos modelos de intervención en la provincia de Huelva
Figura 15: Estado final. Vista general. 2007
Fotografía: Alda, F.
Figura 16: Estado final. Sala de molienda. 2007
Fotografía: Alda, F.
La intervención en el molino mareal “El Pintado” ha resultado un gran acierto, pues ha respetado las
estructuras básicas y generadoras del edificio, recuperando de este modo una arquitectura tradicional
e industrial de gran interés. Con esta actuación se ha puesto en valor la riqueza medioambiental,
paisajística y cultural de las marismas en las que se ubica.
Esta actuación es un excelente exponente de lo que se denomina “museo de sitio”, definido por el ICOM6,
en 1982, como “un museo concebido y organizado para proteger un patrimonio natural y cultural, mueble
e inmueble, conservado en su lugar de origen, allí donde este patrimonio ha sido creado o descubierto”.
4. Conclusiones
La recuperación del patrimonio industrial puede ser abordada con diferentes niveles de aproxima‑ción,
tanto en el uso final que se le da, como pueden ser hoteles, centros de convenciones, bibliotecas,
centros culturales, museos, viviendas, etc…, como en el grado de intervención efectuado, que puede ser
integral, parcial o una actuación de forma meramente testimonial. En cualquier caso, la salvaguarda
del patrimonio industrial constituye un factor de revitalización de aquellos territorios y ciudades que
entienden el valor de conservar su pasado y generar un nuevo valor dotándoles de un nuevo contenido.
Pero no todo lo industrial puede considerarse patrimonio y debe ser preservado, no se deben conservar
todos los espacios industriales, sino aquellos que posean un atractivo suficiente y una capacidad de
generar una nueva identidad que coexista con la original, sin que elimine la memoria de lo que un día
fue. En definitiva, el reto es compatibilizar el edificio histórico con el nuevo uso a que se destina, no en
todas las iniciativas llevadas a cabo conseguido.
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 15 N° 3. Junio 2017 ISSN 1695-7121
Natalia Grande Álvarez 671
Tanto la Casa Dirección como el Molino de Mareas “El Pintado” constituyen dos actuaciones acertadas
desde el punto de vista de la preservación del patrimonio industrial, con un gran potencial pedagógico
e histórico, de forma que pueda ser legado y transmitido a las nuevas generaciones. Ambos casos son
gestionados por sus respectivos ayuntamientos, que han buscado, además de la recuperación de este
patrimonio para evitar su desaparición, acercar el entorno al ciudadano para que conozca el territorio en
el que habita y su herencia cultural. Pero para su sostenimiento, es necesario que este tipo de actuaciones
sea difundido, estando estas iniciativas íntimamente ligadas al turismo, y más concretamente, al turismo
industrial, modalidad que ha cobrado especial relevancia en los últimos años por hacer hincapié en
aquellos aspectos culturales que puede ofrecer un determinado destino turístico. El turismo industrial
es un fenómeno que está siendo explotado recientemente, aumentando día a día su cuota de mercado,
ya que el turista actual busca nuevas experiencias o emociones, busca conocer más y mejor el lugar que
está visitando, alejándose del turismo tradicional de sol y playa.
Con actuaciones como éstas se pone de manifiesto la importancia que tiene la puesta en valor del
patrimonio industrial, pues puede considerarse como un factor dinamizador de las economías locales,
generando nuevas fuentes de ingresos, por la creación de empleo y el fomento del turismo. Pero esta
puesta en valor debe realizarse desde el planteamiento de una economía sostenible, el respeto al medio
ambiente, la reutilización de las edificaciones y la mejora del territorio próximo, circunstancias que
se han tenido plenamente en cuenta en los dos modelos de musealización analizados, gracias al papel
destacado que han tenido en este caso, y deben tener en todos, las instituciones y organismos públicos,
sin dejar de lado la implicación y la participación activa de las comunidades o grupos humanos en los
que se inserta el patrimonio para su puesta en valor, así como para su mantenimiento.
La musealización del patrimonio industrial ha favorecido la revitalización cultural y económica de
muchos territorios, tanto con el modelo tradicional de museo, como con los denominados ecomuseos.
Además, ha contribuido a la recuperación de la memoria histórica de los pueblos, a la conservación de
su identidad industrial.
Hay que tener en cuenta que el patrimonio es un bien no renovable. El abandono del patrimonio
industrial puede llegar a convertirse en irrecuperable si no se establecen las medidas de protección
necesarias en todos aquellos bienes muebles o inmuebles que posean un importante valor como legado
histórico y cultural. A pesar de los numerosos planes y actuaciones de conservación, aún quedan
problemas por resolver, por lo que es imprescindible seguir avanzando en el conocimiento para poder
garantizar la preservación del patrimonio.
Cada vez son más las vías existentes para la utilización y reutilización del patrimonio, y cada vez
la ciudadanía está más concienciada de la importancia de salvar su legado histórico, buscando la
preservación del patrimonio mediante un uso adecuado que garantice su pervivencia en el tiempo. Una
sociedad que respeta su historia se respeta a sí misma.
Bibliografía
Agencia Andaluza de la Energía, Consejería de Empleo, Empresa y Comercio, Junta de Andalucía
2010. “Estudio técnico sobre los molinos de mareas situados en las provincias de Cádiz y Huelva”. En
www.agenciaandaluzadelaenergia.es (accessed: 8 de agosto de 2016)
Ayuntamiento de Valverde del Camino. Oficina Técnica Municipal.
1997. “Proyecto de Rehabilitación y Ampliación de la Casa‑Dirección.
Valverde del Camino”
Castronovo, R., Fernández, G., Guzmán Ramos, A., Ricci, S., Valenzuela, S., Van Morlegan, C., & Vásquez, S.
2010. “Ecomuseo minero‑industrial
en Argentina: propuesta para preservar el patrimonio y potenciar
el turismo”. En Anuario Turismo Y Sociedad, XI, 71–84.
Delgado Méndez, A.
2007. “La difusión del patrimonio cultural a través de los museos: Diferentes experiencias en la provincia
de Huelva”. En Cuadernos de los Amigos de los Museos de Osuna, (9), 32‑34.
Hernández Martínez, A.
2007. “El reciclaje de la arquitectura industrial”. En Patrimonio Industrial y la Obra Pública. Actas.
Jornadas. Zaragoza, Gobierno de Aragón. Consejería de Educación, Cultura y Deporte (CD‑ROM),
29‑52.
López Rivera, F.J.
2012. “Proyecto de rehabilitación como centro de visitantes del paraje natural Molino de Mareas “El
Pintado”. Ayamonte (Huelva). 1995‑2007”.
En Jornadas Andaluzas de Patrimonio Industrial y de la Obra
Pública: Jornadas Andaluzas de Patrimonio Industrial y de la Obra Pública (1ª. 2010. Sevilla.) (p. 44).
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 15 N° 3. Junio 2017 ISSN 1695-7121
672 La musealización del Patrimonio Industrial. Dos modelos de intervención en la provincia de Huelva
López Rivera, F.J., & Fonseca Gallego, M.
1999. “Molino mareal” El Pintado”. Proyecto de rehabilitación”. En Restauración & rehabilitación,
(27), 42‑47.
López Rivera, F.J., Pico Valimaña, R., & Fonseca Gallego, M.
1995. Proyecto de Rehabilitación como centro de visitantes del paraje natural. Molino de Mareas “El
Pintado”. Ayamonte (Huelva).
Musée des Arts et Métiers.
2015. Web Site: http://www.arts‑et‑metiers.
net (accessed: 25 de junio de 2015).
Pardo Abad, C. J.
2004. “La reutilización del patrimonio industrial como recurso turístico. Aproximación geográfica al
turismo industrial”. En Treballs de La Societat Catalana de Geografia, (57) 7–32.
de Paz Sánchez, J.J.
2001. “Patrimonio industrial de Andalucía”. En Jornadas Europeas del Patrimonio, 97‑109.
Pérez López, J.M., & Romero Macías, E.
2008. “Actuaciones Sobre El Patrimonio Minero‑Industrial
De La Provincia De Huelva. Cuenca Minera
De Riotinto”. En Pasos: Revista De Turismo y Patrimonio Cultural 6 (1): 83‑96.
Prat Forga, J. M., & Cànoves i Valiente, G.
2012. “El patrimonio industrial como dinamizador del territorio. El caso del ecomuseo La Farinera, en
Castelló d’Empúries (Cataluña)”. En Documents D’anàlisi Geogràfica, 58(1), 79–100.
Ramírez Copeiro del Villar, J. (Ed.).
1985. “Ingleses en Valverde: Aspecto Humano de la Minería Inglesa en la Provincia de Huelva”. Huelva.
Sánchez Hevia, G., & Álvarez‑Builla
Gómez, M.A.
1985. “Proyecto de Restauración de la Casa‑Dirección
de Valverde del Camino (Huelva)”
Serveto i Aguiló, P.
2012. “La puesta en valor del molino mareal de “El Pintado” (Ayamonte, Huelva) como centro de
interpretación del patrimonio (cultural y natural) de la RENPA (CMA)”. En Jornadas Andaluzas
de Patrimonio Industrial y de la Obra Pública: Jornadas Andaluzas de Patrimonio Industrial y de
la Obra Pública (1ª. 2010. Sevilla.) (p. 69).
Notas
1 La UNESCO es la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (United Nations
Educational, Scientific and Cultural Organization). Se fundó en noviembre de 1945 con el objetivo de contribuir a la paz
y a la seguridad en el mundo mediante la educación, la ciencia, la cultura, la comunicación y la información.
2 Las minas de Almadén, junto con las de Idria, en Eslovenia, son las minas de mercurio más grandes del mundo, habiendo
estado operativas hasta hace pocos años.
3 Eugéne Emmanuel Viollet‑le‑Duc
(1814‑1879)
fue un arquitecto y teórico francés. Destacó especialmente en la restauración
de edificios y como teórico de la arquitectura. A él se le debe la formulación de la primera teoría de la restauración, en la
que defendía el respeto absoluto al original, el devolver al edificio su forma original. Sus ideas tuvieron una influencia
determinante en la formación de la nueva arquitectura en el siglo XX.
4 El concepto de Ecomuseo fue introducido por el museólogo francés Hugues de Varine en 1971 dentro de la IX Conferencia
Internacional en Grinoble, Francia, reunión promovida por el ICOM, y lo definió como centro museístico orientado sobre
la identidad de un territorio y sustentado en la participación de sus habitantes, que ayuda al crecimiento del bienestar y
del desarrollo de la comunidad. Posteriormente, el concepto ha ido evolucionando, hasta llegar a la definición de Riviere,
en 1985: Según Riviere, que fue el primer director del ICOM (1946‑1965)
y a quien se atribuye la definición de Ecomuseo
que actualmente propone el Consejo Internacional de Museos, un ecomuseo es “un espejo donde la población se contempla
para reconocerse, donde busca una explicación del territorio en el que está enraizada y en el que se sucedieron todos los
pueblos que la precedieron en la continuidad o discontinuidad de las generaciones. Un espejo que la población ofrece a sus
huéspedes para hacerse entender mejor, en el respeto de su trabajo, de sus formas de comportamiento y de su identidad”.
5 Sir Edwin L. Lutyens fue uno de los arquitectos británicos más importantes del siglo XX. Diseñó muchas casas de campo
en Inglaterra y varias obras en Nueva Delhi, además de la propia ciudad, como la Puerta de la India o el Palacio del
Virrey. En 1918 fue nombrado caballero, siendo el primer arquitecto que recibía tal distinción
6 El ICOM es el Consejo Internacional de Museos (International Council Of Museums), una organización internacional de
museos y profesionales dirigida a la conservación, mantenimiento y comunicación del patrimonio natural y cultural del mundo,
presente y futuro, tangible e intangible. Creado en 1946, ICOM es una organización no gubernamental (ONG), que mantiene
una relación formal con UNESCO y tiene estatus de órgano consultivo del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas.
Recibido: 27/04/2016
Reenviado: 15/08/2016
Aceptado: 22/01/2017
Sometido a evaluación por pares anónimos