Vol. 3 Nº 2 págs. 305-308. 2005
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© PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. ISSN 1695-7121
Reseñas de publicaciones
Tourism Reassessed. Blight or blessing?
Frances Brown, Butterwoth Heinemann. United Kindom 2000.
First published 1998 ISBN: 0-7506-4705-1
Raquel de la Cruz Modino
raquel_modino@yahoo.es
Esta obra elaborada por Frances Brown,
cuya primera edición es de 1998, represen-ta
una tentativa de localizar el turismo
dentro de la economía corriente global polí-tica
e investigar sus efectos (tanto sobre
anfitriones como sobre turistas) en este
contexto. Su autor, tal y como declara al
comienzo, se acerca al estudio del turismo
en parte como un periodista y redactor,
pero también como estudiante de relaciones
internacionales. Antes de abordar este libro
es importante tener estos aspectos presen-tes
ya que, como notará el lector, marcan la
exposición desarrollada en la obra, su te-mática
y la organización de la misma a lo
largo de varios capítulos.
Tourism Reassessed, “turismo reexami-nado”,
nos presenta una exposición general
sobre temas actuales en las discusiones
más frecuentes sobre el turismo. Como guía
para estudiantes o como libro de divulga-ción
es aceptable, al igual que como índice o
presentación de las numerosas organiza-ciones
internacionales que trabajan en tu-rismo
y que lo afectan a nivel internacional,
directa o indirectamente. El libro se articu-la
a través del abordaje de los temas más
socorridos y polémicos en el análisis de la
actividad turística, pero no por ello consti-tuye
un estudio metodológico. A juicio de
Brown, el turismo y sus impactos son una
manifestación de ciertos procesos políticos.
Se trata de una manifestación de un proce-so
socio-cultural. Partiendo de esta premi-sa,
el interés del autor de esta obra reside
en reconocer cómo los impactos del turismo
son condicionados por el lugar de este fe-nómeno
o actividad (Brown no lo define con
exactitud) en el sistema global. Y para ello
procede a reexaminar los impactos del tu-rismo
a la luz del marco económico y políti-co
de la globalización que él caracteriza.
El libro se estructura en tres partes: El
Contexto, del que destacamos El lugar del
turismo dentro de relaciones internaciona-les;
Datos concretos, donde el autor trata
los efectos socioeconómicos y sociocultura-les
del turismo; y Qué se debe hacer, donde
finalmente Frances Brown concluye su
análisis contemporáneo de la actividad
turística, y de la coyuntura económico- polí-tica
mundial en el cual se desarrolla, a fin
de predecir o (al menos) intentar dilucidar
hacia dónde se encamina el sector. En la
última parte de su obra, Brown aborda
también aspectos relativos a las motivacio-nes
y a las tipologías de los turistas a tenor
de los trabajos de importantes autores como
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Poon (1993), Young (1973) o Jafari (1987).
Aunque podríamos pensar que el turis-mo
marca la pauta de numerosos fenóme-nos
y procesos de todo signo, que se des-arrollan
en y afecta a la globalización, el
turismo no podría existir sin determinadas
condiciones económicas y políticas. Muchos
autores han intentado describir y enumerar
los elementos que posibilitaron el desarrollo
del turismo y de la industria turística tal y
como la conocemos, y tal y como es concebi-do
por muchos autores posmodernos: como
un fenómeno propio del siglo XX. No obs-tante
nuestro autor cae en el error de asu-mir
y de tratar al turismo como la última
consecuencia de una dinámica occidental,
como la última manifestación del poder
occidental en su conquista del ocio y del
tiempo libre, y del capitalismo globlaizador.
Brown considera el turismo como un fenó-meno
que sólo se da a partir de la segunda
Guerra Mundial. Cuando se producen de-terminados
avances tecnológicos y se impo-ne
una política y un sistema de relaciones
económico que afecta a la mayoría de los
países de Europa y América. El turismo es
una manifestación de su tiempo que tiene
sus orígenes en la curiosidad en el esno-bismo,
en la enfermedad. Sin embargo, no
logra establecerse hasta que se crean las
empresas necesarias para organizar el viaje
y el ocio, y sobre todo hasta que no se pro-duce
la “conquista de las vacaciones” por
parte de las clases populares. Es decir, has-ta
que no hallamos una clientela capaz de
disponer de ahorro y excedentes para dedi-carse
al ocio. En este proceso intervienen
varios factores: económicos (crecimiento
económico de los países capitalistas, mo-dernización
y facilidad de acceso a los me-dios
de transporte, el proceso mundial de
concentración urbana, la disposición de
elementos técnicos para la construcción
rápida de una infraestructura turística…
que han sido ampliamente tratados por
autores estudiosos del turismo. Brown
enumera y analiza muchos de estos ele-mentos,
pero circunscribiéndose al desarro-llo
del turismo de masas. El autor confunde
el turismo con el tradicional turismo propio
de los años 60- 70 y cuando se refiere a las
consecuencias del desarrollo del turismo no
va mucho más allá de los impactos genera-dos
por un tipo de turismo en particular, el
turismo de masas – chárter caracterizado
por Smith (1977 y 1989). Brown considera
necesario llevar a cabo una revisión sobre
ciertos aspectos centrales en el estudio del
turismo que nos ayuden a comprender la
evolución de los cambios experimentados en
el viaje, en los destinos, en las relaciones
turista – anfitrión, en numerosas institu-ciones
internacionales que velan por el de-sarrollo
de la industria turística, en la em-presa
turística…etc.
El turismo y el escenario internacional
A juicio de Brown, el turismo es una
herramienta política y económica que se
encuentra afectada especialmente por dos
factores: la política y la economía. La políti-ca
marca los movimientos de las personas.
Por ejemplo, ciertos eventos sociopolíticos,
como las guerras o las caídas de los regí-menes
comunistas en buena parte de Euro-pa,
o de las dictaduras en Sudamérica, han
cambiado el mapa del turismo. Por otro
lado, las fluctuaciones económicas pueden
causar cambios en los comportamientos.
Por ejemplo: las valoraciones o devaluacio-nes
de las monedas pueden influir a la hora
de viajar a un país o a otro. Los gobiernos
usan el turismo con fines políticos, y en un
marco internacional el turismo promueve
imágenes interesadas de determinadas
áreas o sociedades. El turismo también es
una herramienta en manos de empresas y
organismos internacionales. Ésas son a
juicio de Brown reflejo de ciertas concentra-ciones
globales de poder, aunque su capaci-dad
de actuación no queda clara en este
libro.
La política afecta al turismo y el turismo
influye tanto en las políticas nacionales
como internacionales. El turismo puede ser
un importante barómetro de las vías por las
que se organiza la política económica inter-nacional.
Sobre ésta dominan dos tenden-cias,
las cuales serán abordadas por el au-tor
de esta obra: la fragmentación de la
industria de servicios y de los productos
ofertados por aquella, y la expansión del los
grandes tour operadores.
Los impactos del turismo
El simple hecho de que un área o una
cultura local se prepare para recibir turis-tas,
la mera expectativa de su llegada, pue-
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de generar impactos antes incluso de que
los visitantes se encuentren físicamente en
el destino. Generalmente los impactos de la
actividad turística más rápida y fácilmente
apreciables son los impactos físicos, los
impactos medioambientales. Al análisis y la
caracterización de dichos efectos, Brown les
dedica el primer capítulo de la segunda
parte de su obra.
Este autor repasa las distintas imágenes
y concepciones reinantes sobre la naturale-za
en los últimos siglos. Desde los movi-mientos
Románticos de los Siglos XVIII y
XIX que concebían la naturaleza como la
única fuente de virtud, hasta la visión (ju-deo
cristiana según Brown) de la naturale-za
como una máquina proveedora de bienes
para los hombres, pasando por la concep-ción
de la naturaleza extraña, salvaje y
peligrosa. En el siglo XXI, concluye, nos
encontramos ante una veneración románti-ca
de la naturaleza combinada con la idea
de aquella como un recurso explotable.
Existen múltiples ejemplos de cómo el
turismo provoca efectos beneficiosos y per-judiciales
sobre el medioambiente. Aunque
dos argumentos dominan generalmente las
discusiones sobre turismo y ecología: aquel
que asegura el turismo promueve la protec-ción
del medio ambiente, y la denuncia
sobre la común superación de la capacidad
de carga de los ecosistemas en los destinos.
De la misma manera que el debate sobre
turismo y patrimonio suele ser reducido al
cómo el turismo destroza o preserva el pa-trimonio.
Según Brown, resulta esencial
definir a qué llamamos natural en un pla-neta
completa y ampliamente afectado por
el hombre. Porque la relación comúnmente
defendida entre turismo – conservación y
beneficios socioeconómicos para las pobla-ciones
anfitrionas no está lo suficientemen-te
clara ni tiene porqué darse siempre. En
ocasiones la tendencia a proteger a toda
costa puede generar conflictos importantes.
En muchos casos, las declaraciones de
áreas naturales protegidas (independien-temente
de la figura y de la forma que ad-quieran
éstas) se hace a expensas de sus
pobladores, y amplios sectores de la pobla-ción
pueden ver afectadas sus prácticas
socioeconómicas y socioculturales, o incluso
las expectativas de desarrollo de ciertas
empresas. Las condiciones en que los tipos
de turismo se desarrollan en los destinos
son elementos clave para comprender y
prever sus efectos. A juicio de Brown los
impactos físicos de la práctica turística no
pueden ser separados de los que provocan
otras industrias involucradas en el desarro-llo
del turismo (textiles, de materiales y
construcción, alimentación….). A su vez, el
turismo puede ser afectado por modifica-ciones
físicas como el calentamiento global.
Al igual que al estudio de las interaccio-nes
entre la empresa turística y el me-dioambiente,
se han dedicado muchos es-fuerzos
a analizar y reflejar los efectos del
turismo sobre le empleo. Brown, en este
sentido, se centrará en torno a dos cuestio-nes
claves para debatir los costes y los be-neficios
del turismo. En primer lugar, afir-ma
que hay otras industrias que proveen
mayores beneficios en términos de genera-ción
de empleo. Por otro lado, el autor se
pregunta si realmente la generación de
puestos de trabajo mitiga los impactos ne-gativos
que en muchos países se pueden
derivar del desarrollo de ciertas empresas
turísticas. Brown asume, como muchos
economistas, que el turismo contribuye al
crecimiento económico general. Sin embar-go,
concluye denunciando que un error co-mún
del que contamos numerosos casos de
estudio es aquel que cometen generalmente
las administraciones locales descuidando el
desarrollo de otros sectores, hasta el punto
de que se produce una excesiva dependen-cia
de la empresa turística.
Del examen que realiza Brown en la
parte siete de su obra se desprende una
primera conclusión: que los impactos so-cioeconómicos
no difieren demasiado del
tipo de impactos económicos y medioam-bientales
de otras industrias. Ellos pueden
ser mejores o peores dependiendo de las
condiciones geográficas o las condiciones
socioeconómicas de los anfitriones, aunque
esencialmente parecen comparables – de-clara
(2000: 66).
No podemos decir lo mismo acerca de los
impactos socioculturales del turismo. Éstos
son los efectos que se producen obre la gen-te,
sobre sus creencias, valores, costum-bres….
Y según el autor de la obra, pueden
derivarse de situaciones diferentes. No
podemos dejar de anotar que, aunque inte-resante
y sistemático, en su análisis Brown
identifica casi en exclusiva los efectos socio-culturales
del turismo con las consecuen-
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cias derivadas del contacto directo entre
visitantes y anfitriones. Muchas veces, co-mo
apuntáramos más arriba, no se tiene
que dar un contacto directo entre turistas y
anfitriones para que se produzcan impactos
socioculturales y socioeconómicos. Igual-mente
en muchas ocasiones, las áreas ad-yacentes
o relacionadas con destinos turís-ticos
pueden sufrir los efectos del desarrollo
de las anteriores.
¿Qué se debe hacer?
Brown concluye su obra con esta pre-gunta
y con la afirmación de que probable-mente
carece de significado e importancia
pronunciarse acerca de si el turismo es
bueno o malo. En definitiva se trata de un
fenómeno complejo y contradictorio que se
debe observar desde una variedad de ángu-los,
pero que encima de todo no debería ser
visto en un vacío (2000: 110). Por este mo-tivo
el autor hace especial hincapié en re-cordar
que los impactos del turismo no se
pueden divorciar del contexto de generación
en el que éstos tienen lugar.
El turismo constituye un terreno que
cruza transversalmente muchos campos de
estudio. No es de extrañar que el siglo XXI
periodistas, sociólogos, antropólogos, eco-nomistas
se entreguen a su estudio. El re-conocimiento
de que no nos encontramos
ante una actividad inocua o ante una espe-cie
de proveedor inagotable de beneficios
socioeconómicos representa un importante
paso a la hora de estudiar el turismo, inde-pendientemente
de la disciplina desde la
cual nos acerquemos. Comúnmente bascu-lamos
hacia los dos polos señalados por
Brown, considerando el turismo una plaga
o una bendición sin más.
Los impactos del turismo deben ser con-siderados
dentro de un amplio contexto
internacional. Así mismo, el turismo debe
ser visto condicionado (pero no causado) por
uno de los rasgos principales de la tardía
sociedad capitalista mundial: la globaliza-ción
y a interdependencia. A juicio de
Brown el turismo posee una gran impor-tancia
en la economía mundial post indus-trial,
sin embargo, es improbablemente que
pudiera desarrollarse en otro sistema re-emplazando
al capitalismo en un futuro
cercano.
¿Asistimos al final del turismo posmoder-no?
Nos hallamos, a juicio del autor de este
libro, ante importantes tendencias que es-tán
modificando severamente el desarrollo
de la actividad a nivel internacional. En la
última parte de su obra tratará los princi-pales
fenómenos que conducen y marcan el
escenario turístico internacional. ¿Se aveci-nan
transformaciones sustanciales de los
patrones internacionales del turismo, capa-ces
de entorpecer el desarrollo del mismo?
Brown encuentra que es muy difícil excluir
el viaje de la vivencia personal de los indi-viduos,
a no ser que se produzca un cambio
radical de la economía política global capaz
de generar un juego de relaciones sociales
completamente nuevo. De todos modos, la
probabilidad de cualquier alteración fun-damental
en la práctica de turismo parece
improbable.