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© PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. ISSN 1695-7121 Vol. 13 N.o 3. Págs. 463-475. 2015 www .pasosonline.org * Doctor en Ciencias Sociales. Profesor investigador del Departamento de Sociología y Administración Pública de la Universidad de Sonora; E‑mail: jesusenriquez@sociales.uson.mx ** Estudiante de Maestría en Ciencias Sociales por la Universidad de Sonora; E‑mail: alemenor@gmail.com Resumen: Este trabajo ofrece un análisis acerca de cómo los habitantes de Playas de Rosarito en Baja California, imaginan y perciben el impacto de la crisis económica norteamericana más reciente y la inseguridad mexicana en la actividad turística, principal vocación económica del lugar. Los testimonios de los habitantes expresan la transformación social, urbana y cultural del lugar turístico y de los problemas asociados a ciudades en rápido crecimiento. Se trata de una ciudad fronteriza con Estados Unidos donde el turismo asociado al consumo de alcohol y entretenimiento de fin de semana y el turismo de segundas residencias dirigido al norteamericano es dominante. El contexto de la crisis económica, la inseguridad reinante en México condujeron a un decaimiento de la actividad turística y a una sensación de incertidumbre y pesar a los habitantes de esta comunidad. Palabras Clave: Turismo, crisis económica, inseguridad, imaginario, Playas de Rosarito. Insecurity and economic crisis in the social imaginary of Playas de Rosarito, Baja California Abstract: This study presents an analysis about how residents of Playas de Rosarito in Baja California imagine and perceive the impact of the most recent North American economic crisis and the Mexican insecu-rity in tourist activity, which is the main economic occupation of the place. The resident’s testimonies show the social, urban, and cultural transition of this tourist place and the problems associated to fast growing cit-ies. It is a border town with the United States where tourism associated with the use of alcohol and weekend entertainment as well as second residence tourism led to American is dominant. The context of the economic crisis and the prevailing insecurity in Mexico resulted in a reduction of the tourist activity and a feeling of uncertainty and sorrow in the community residents. Keywords: Tourism, economic crisis, insecurity, imaginary, Playas de Rosarito. Inseguridad y crisis económica en el imaginario social de Playas de Rosarito, Baja California Jesús Angel Enríquez Acosta* Alejandra Meza, Noelia Fierro** Universidad de Sonora (México) Jesús Angel Enríquez Acosta, Alejandra Meza, Noelia Fierro 1. Introducción Playas de Rosarito es una ciudad fronteriza con Estados Unidos, se ubica en el extremo noroeste de México y colinda con San Diego. Es un lugar donde el turismo procedente del país vecino es dominante y experimentó una ocupación masiva y acelerada de la costa por el turismo de segundas residencias. A nivel urbano, el lugar turístico se encuentra fragmentado de la ciudad, el paisaje costero natural fue modificado progresivamente y sustituido por edificaciones turísticas, es una ciudad donde un intenso proceso de migración la hizo crecer rápidamente, las actividades económicas tradicionales como la pesca se encuentran en decadencia y subsumidas por la actividad turística. Playas de Rosarito es una ciudad relativamente nueva, se encuentra integrada a la realidad fron-teriza dominada por la economía norteamericana y definida dramáticamente por la marginalización y precarización de las condiciones de vida de parte importante de su población inmigrante. La historia de PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 464 Inseguridad y crisis económica en el imaginario social de Playas de Rosarito, Baja California Rosarito como asentamiento humano en el Noroeste de México es reciente, se circunscribe a mediados del siglo XX en adelante. Tiene a Tijuana como su vecina, una de las ciudades de más rápido crecimiento en México y asiento de la importante industria maquiladora fronteriza. En años recientes, Playas de Rosarito experimentó una diminución de la actividad turística como consecuencia de la crisis económica iniciada en Estados Unidos y que afectó al sector inmobiliario de las segundas residencias, como también del incremento de la inseguridad y la violencia observada en el país. En la actualidad el turismo fronterizo practicado por los norteamericanos en el norte de México asume varias características que lo distinguen: a) Turismo de fin de semana; b) Turismo médico; c) turismo de segunda residencia y playa y sol. Lo común en el turismo fronterizo del norte de México es su dedicación casi exclusiva al público norteamericano, el turismo nacional tiene poca relevancia en cuanto a la participación económica y el volumen de viajeros. El turismo fronterizo tradicionalmente es una actividad que se distingue por ser practicada por norteamericanos que tienen una estancia corta en las ciudades fronterizas y un gasto promedio medio en las actividades ligadas al entretenimiento, el consumo de artículos artesanales y servicios médicos. Para esto se aprovecha la localización fronteriza de las ciudades de playa y sol cercanas al sudoeste norteamericano y la preferencia de los turistas por viajar en automóvil. El objetivo del presente trabajo es conocer los imaginarios sociales del turismo en Playas de Rosarito y comprender las consecuencias de la inseguridad y la crisis económica en la comunidad. Se hará énfasis en contrastar los imaginarios sociales de Playas de Rosarito a partir de analizar tres aspectos: significados, causas y consecuencias del turismo. Estos aspectos sobresalen en las percepciones que residentes y turistas tienen de su ciudad. En los sujetos están presentes las representaciones del cambio y la transformación social posibilitada por la actividad turística. Las imágenes de las ciudades son subjetivadas por las experiencias y prácticas individuales y colectivas dando sentido a las expresiones de identidad o desarraigo con los lugares. Interesante es que las percepciones de los sujetos son representadas o significadas de acuerdo al lugar que ocupen en el espacio social, dando pie con esto al reconocimiento de las diferencias y distinciones que conforman el entramado social y turístico, por supuesto a la representación de los problemas sociales y urbanos creados por la turistificación. La investigación en la ciudad fue realizada durante los años 2010 y 2011. El trabajo de campo consistió principalmente de observación y entrevistas semi‑estructuradas a habitantes locales y turistas. La observación se hizo a partir de una guía bajo el objetivo de recuperar la historia urbana del lugar, sus lugares emblemáticos, el proceso de urbanización, los tipos de turismo y los problemas sociales más importantes. Los resultados de la observación se pueden apreciar en el apartado referido a la historia breve de la ciudad. Se realizaron veinticuatro entrevistas a turistas y habitantes de Playas de Rosarito, principalmente en lugares de trabajo y esparcimiento. Todas las entrevistas fueron grabadas y transcritas para facilitar su procesamiento. Las imágenes y percepciones de turistas y residentes están contenidas en los relatos obtenidos en el trabajo de investigación. A partir de los relatos se pueden referir: a) los significados atribuidos al lugar turístico en términos de las características naturales del enclave, la historia y la identidad local, las cualidades de la gente y la ciudad; b) se consideran las causas del fenómeno turístico en términos de un proceso de transición y cambio social, cultural y urbano de las localidades; c) se piensa en las consecuencias de la actividad turística en el tejido social, urbano, natural y cultural; y d) se perciben los efectos de la crisis económica y la inseguridad en la ciudad y el turismo. En una primera parte, se expondrán algunos elementos conceptuales en torno a los imaginarios. También se incluye un apartado para contextualizar la ciudad de Playas de Rosarito, acerca de su historia, ámbito urbano, dimensión social y económica, entre otros. En una segunda parte se analizan los relatos de las entrevistas levantadas en Playas de Rosarito para conocer los imaginarios sociales de turistas y residentes, sobre la base de las significaciones, causas y consecuencias atribuidas por los sujetos al turismo. 2. Lo Imaginario El concepto de imaginario se define como “el conjunto de creencias, imágenes y valoraciones que se definen en torno a una actividad, un espacio, un periodo o una persona (o sociedad) en un momento dado. La representación que el imaginario elabora de un proceso, es construida a partir de imágenes reales o poéticas (inmersas en el campo de la fantasía). Variable y distendido, el imaginario es una construcción social –al mismo tiempo individual y colectiva‑ en permanente remodelación…el imaginario ofrece una construcción cambiante, tejida en parte a partir de las interpretaciones fantasiosas que expresa PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 Jesús Angel Enríquez Acosta, Alejandra Meza, Noelia Fierro 465 el individuo sobre el tema imaginado” (Hiernaux, 2002: 8). De ese modo, el imaginario forma parte de una representación en imágenes, creencias y valoraciones de determinadas actividades o espacios. Para el caso que nos ocupa el imaginario del turismo se refiere a las representaciones que hacemos de la actividad turística en espacios, imágenes o discursos. En la construcción de imaginarios se relacionan dos dimensiones: la objetiva y la subjetiva. Al respecto es necesario precisar lo siguiente: “(la objetiva)…son elementos que se desprenden de la estructura en que el actor establece sus prácticas vitales. Constituyen los elementos objetivos o condiciones materiales ya que son externos y no controlables por los individuos…Los subjetivos se construyen a partir de las aspiraciones, expectativas y valoraciones de este grupo humano” (Goicoechea, 2003: 9). El imaginario está constituido por elementos objetivos y subjetivos presentes en las prácticas sociales donde es posible distinguir las diversas marcas, registros y procesos subjetivos individuales y colectivos. El imaginario y las prácticas sociales permiten establecer “los mecanismos de identidad y pertenencia urbana, pero además de la alteridad también se reproducen la diferenciación, la distinción y la segregación social. De esta manera la ciudad es cargada subjetivamente de significaciones, de sentimientos…” (Nieto, 1998: 125). En ese sentido, las ciudades turísticas no son sólo medio físico y material, también son representaciones surgidas de las significaciones e interpretaciones que los individuos realizan, entre ellos la identificación con la ciudad, la experiencia de habitar la ciudad, los atributos y cualidades de la misma, las imágenes urbanas construidas, entre otros, que conforman el sentido de lugar. Al respecto Fuentes Gómez dice que el sentido de lugar “no está dado por el propio lugar sino por las representaciones que le atribuyen los pobladores a los sitios, es decir, por las imágenes y los imaginarios que elaboran sobre lugares con atributos y significados particulares, que siempre son históricos y determinados por la cultura” (2000: 7). Un componente del imaginario es la imagen. Para nuestro caso, los imaginarios de turistas y residentes se conforman de imágenes, creencias y valoraciones construidas y representadas del lugar turístico, que les permite reconocer los procesos de cambio, valorar el lugar y sus cualidades reales o imaginadas, apreciar los problemas y las consecuencias no deseadas, así como distinguir la otredad y la exclusión. La imagen es símbolo y como tal se encuentra en proceso de resignificación permanente así como en lucha por su apropiación. En ese sentido, Lacarrieu piensa que las imágenes urbanas “son construcciones espaciales, culturales y sociales producto de campos de lucha simbólica. Son construcciones parciales, simplificadas y distorsionadas. Las imágenes no son la realidad, sino la representación de esa realidad…” (2007: 51). Considerando a las ciudades turísticas y sus imaginarios como procesos surgidos de las interpreta-ciones de los individuos y grupos, conviene precisar qué entendemos por lugar turístico y cómo se liga al imaginario social. Partimos del supuesto de que los lugares turísticos están integrados al espacio de los flujos globales, en ese sentido, reproducen las tendencias urbanas contemporáneas que fragmentan el espacio y la diversidad social y reproducen la segregación social. De acuerdo con Borja y Castells (1988) el espacio de los lugares “forma territorial de la cotidianidad y experiencia de la mayoría de la gente, está localmente fragmentado”. La ciudad turística es tensionada por los flujos globales y alterado constantemente el sentido de pertenencia de la comunidad y el lugar como principio de identidad. Sin embargo, para este trabajo debemos entender el lugar turístico como representación construida por las experiencias de las personas, pleno de significados valorizados por la cercanía entre el sujeto y espacios concretos; el lugar como escenario de la interacción cotidiana, con una especial carga simbólica y afectiva y constructor de identidad social y territorial (Tuan, 1990). El lugar se liga al imaginario como representación de procesos subjetivos construidos por los individuos y grupos sociales. 3. Historia breve de Playas de Rosarito El fenómeno turístico en la frontera noroeste de México tiene su carta de presentación con la aplicación de la Ley Seca en Estados Unidos durante las tres primeras décadas del siglo XX. Con ello se favoreció la aparición de Tijuana, contigua a California, y se consolidó Ciudad Juárez, contigua a Texas, hoy en día las ciudades más populosas en la frontera norte de México. La prohibición de la producción y consumo de alcohol en Estados Unidos, permitió el establecimiento en las ciudades todo tipo de instalaciones para el entretenimiento y el placer (legales e ilegales), dirigidas a los norteamericanos, así como el advenimiento de la cultura de las drogas hoy en día el gran azote de las ciudades y de la frontera norte de México. Existen registros de la llegada de norteamericanos provenientes de San Diego a Playas de Rosarito y Ensenada desde fines del Siglo XIX para realizar actividades ligadas a la pesca y la caza, actividades PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 466 Inseguridad y crisis económica en el imaginario social de Playas de Rosarito, Baja California que desencadenaron el establecimiento de los primeros hoteles, restaurantes y empresas dedicadas a la transportación de personas. La afluencia de turistas norteamericanos en aquellos años está relacionada con la vigencia de Ley Seca en su país. En 1924 se construye en Rosarito el hotel Beach Resort (Rene´s) y en 1927 y 30 siguieron el Rosarito Beach Hotel, con casino, y el Hotel Casino Playa (Riviera). Asimismo en Ensenada distintas iniciativas estadounidense detonan la zona. Aquí se construyó en 1924 el Club Privado La Grulla con pista de aviación ligera. Los primeros pobladores mexicanos establecidos en la región tenían a la pesca como su principal sustento económico y a los norteamericanos como sus principales clientes. La pesca originó el poblamiento de Porto Novo, hoy en día un lugar tradicional por la venta y consumo de langosta. La primera oleada de mexicanos que se establecieron en Playas de Rosarito fue debida a las expulsiones realizadas por Estados Unidos en los años treinta del siglo XX. La dotación de tierras ejidales realizada el gobierno de Lázaro Cárdenas a los mexicanos deportados, impulsó el poblamiento de Playas de Rosarito (Acevedo, 2001). Playas de Rosarito se constituyó en municipio en el año de 1995, con 46,596 habitantes. En el año 2005 el Conteo de Población y Vivienda refiere la existencia de 73,305 habitantes, creciendo a una tasa anual del 8.29%, el doble del promedio estatal. Para el año 2010 Playas de Rosarito tenía 90,868 y una tasa de crecimiento poblacional del 4.9% anual. En un periodo de 15 años duplicó su población. Hoy en día, Playas de Rosarito es una ciudad orientada al turismo, es uno de los destinos más importantes para los norteamericanos del Suroeste de Estados Unidos; 9 de cada 10 visitantes son extranjeros. Se estima que la población flotante representada por los turistas alojados en los hoteles y los extranjeros viviendo en los fraccionamientos condominales de playa, representan más del 35% de la población residente. La vocación turística de Playas de Rosarito se vio afectada durante la primera década del siglo XXI por diversos acontecimiento que influyeron para la actividad decayera y entrara en un declive que todavía no termina. Entre esos acontecimientos se destaca la creciente percepción de inseguridad y miedo que tiene el norteamericano de venir a México por la guerra librada por el gobierno contra el narcotráfico y la lucha de los carteles de la droga por la plaza de Tijuana. También es importante referir la corrupción que parece imperar en las diversas corporaciones policiacas y que afectan al turista promedio. Otro hecho significativo que afectó al turismo lo son las medidas de seguridad implementadas por el gobierno norteamericano desde los atentados del 11 de septiembre que restringieron e hicieron más lento los cruces fronterizos carreteros. Más recientemente la crisis económica financiera e inmobiliaria que afectó a la sociedad norteamericana profundizó aún más los problemas para la actividad turística y la afluencia de visitantes en Playas de Rosarito. Diversos proyectos de desarrollo turístico inmobiliario se vinieron abajo o quedaron abandonados a lo largo del corredor Tijuana‑Ensenada. Se estima de acuerdo al periódico El Vigía en Línea en boletín del 10 de agosto de 2010 que en el año 2008 las operaciones de compra‑venta inmobiliaria cayeron un 11.5% con respecto al año 2007 y ya para el año 2009 la caída fue del 23%. La actividad turística es muy significativa para la ciudad, de acuerdo al Censo del año 2000 el 55.12% de la PEA del sector terciario labora en sectores ligados al turismo como restaurantes, comercios y hoteles. Sin embargo, el sector secundario tiene una presencia importante con el 37% de la PEA dedicada principalmente al trabajo en la industria maquiladora (SNIM, 2007). En Playas de Rosarito existen maquiladoras de capital norteamericano y japonés principalmente, establecidas en dos parques industriales. Playas de Rosarito se ubica en el corredor Tijuana‑Ensenada. Por la denominada carretera escénica que cubre el trayecto, circulan un promedio de 12 millones y medio de vehículos al año. A lo largo del corredor costero existen alrededor de 60 urbanizaciones cerradas con vivienda de segunda residencia, la mayoría de ellas de tipo condominal, destinadas al público norteamericano. Según Davis (2006) las 60 urbanizaciones existentes significan cerca de 11,000 casas con un valor cercano a los 3 mil millones de dólares. Algunas de las características relevantes que presenta el desarrollo urbano de Playas de Rosarito son: •• Alto crecimiento poblacional con serios rezagos en infraestructura y equipamiento urbano. La ciudad presenta una imagen urbana poco consolidada dada la existencia de extensas zonas baldías no urbanizadas. •• Playas de Rosarito se encuentra conurbada con las ciudades de Tijuana y Tecate, integran la región metropolitana de más rápido crecimiento en México •• La oferta turística de Playas de Rosarito, orientada principalmente al mercado norteamericano, se basa en la oferta de segundas residencias provistas de seguridad privada, hoteles de 3 a 5 estrellas, trailer parks, ecoturismo y gastronomía marina. La cercanía con Estados Unidos, los PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 Jesús Angel Enríquez Acosta, Alejandra Meza, Noelia Fierro 467 atractivos naturales y las facilidades de compra de casas, son factores que influyen en el desarrollo de la actividad turística. •• La vocación turística de Playas de Rosarito se expresa también como segregación espacial. Las zonas residenciales cuentan con mejor equipamiento y mayor infraestructura urbana, a diferencia de las zonas urbanas precarias. •• Hoteles y condominios de playa se extienden en la costa privatizando el espacio público, limitando el acceso a la playa y alterando irremediablemente el ecosistema local. Además, indican un patrón de ocupación que fomenta la dispersión y la autonomía del conjunto turístico, frente a la precariedad social y económica de las zonas habitacionales de la mancha urbana. •• El alto desarrollo turístico, el crecimiento poblacional y los precarios procesos de urbanización impactan la ecología costera de la región. Las descargas de aguas negras sin tratar al mar contaminan tanto en las playas como en la pesca. 4. La crisis y la inseguridad en el imaginario social de Playas de Rosarito Playas de Rosarito es una ciudad relativamente nueva en términos históricos como buena parte de las ciudades fronterizas. Su desarrollo urbano está ligado a Tijuana, constituyendo junto a Tecate la zona metropolitana de más rápido crecimiento demográfico y urbano en México (Carmona y Correa, 2008). Se ubica en el corredor costero que va de Tijuana a Ensenada, al noroeste de Baja California. En los últimos treinta años la actividad turística de sol y playa, dirigida a norteamericanos principalmente, se constituyó en su mejor emblema distintivo y el turismo de segunda residencia en su principal modelo de desarrollo urbano. En los últimos veinte años Playas de Rosarito observó un rápido crecimiento de su mancha urbana y de la población. La actividad turística modificó irremediablemente la franja costera, construyó paisajes desarticulados del entramado urbano y fragmentó la ciudad en dos, por un lado el turismo residencial y hotelero, ligado a los servicios de entretenimiento y ocio frente al mar y por otro lado, la ciudad y su dinámica particular ligada a Tijuana. El imaginario de la población es que la ciudad se transformó rápidamente. El sentido del cambio representado por el crecimiento de la mancha urbana, edificaciones hoteleras y equipamientos urbanos, la llegada de nuevos habitantes, la transformación del litoral por la actividad turística, entre otros, son valorados por los habitantes con la mirada del vértigo por la rapidez de las transformaciones. … yo tengo 40 años aquí y he visto crecer todo esto a pasos gigantes (señala parte de la ciudad). A veces no me gusta mucho el crecimiento que ha tenido, porque antes he sentido que andábamos más libres, se podía entrar a muchas partes y no había tantos cobros, en los lugares… era un lugar turístico al que entrábamos así libre. A los arroyos, por ejemplo ahora, pues todo cobran y antes nadie nos cobraba ni un cinco y yo llevó 40 años, te estoy hablando de cuando esto era un solo carril, uno para allá y otro para acá (señala al boulevard principal de Rosarito). Y tengo muchos años aquí, todo esto era puro polvo, calles empedradas y ahorita pues ya se hizo todo una ciudad, pero para mí, sigue siendo un rancho, para mí sigue siendo un rancho grande, porque todo está muy tranquilo. (Ama de casa de 60 años) … ahora ves edificios por todos lados. Antes no, no los mirabas, de nueve años hacia acá que yo llegué aquí, había uno o dos edificios, ahora hay bastantes. Si te vas por toda la playa vas a ver el cambio, la vista hacia la playa cambió, también aquí la ciudad se modificó. (Ama de casa de 34 años) El imaginario social de Playas de Rosarito está ligado completamente al turismo, la historia del lugar se explica por la actividad, de allí que sus consecuencias negativas o positivas en el presente afectan en mayor medida el entramado social. Con el trasfondo del turismo se cargan o valorizan las percepciones acerca de la transformación social operada o bien se aceptan o rechazan los cambios al confrontar la realidad frente a lo imaginado. En ese sentido, algunos testimonios refieren que Playas de Rosarito sólo es un buen lugar para ciertas prácticas ligadas al tradicional turismo fronterizo de fin de semana realizado por el norteamericano. La imagen de la ciudad fronteriza es la de la mítica leyenda negra ligada al consumo de alcohol y a la permisividad mexicana referida a las normas frente al turista norteamericano. PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 468 Inseguridad y crisis económica en el imaginario social de Playas de Rosarito, Baja California El turismo viene aquí a Rosarito porque tiene un poco más de libertad que en otros estados o en otros ciudades, como la ciudad de Tijuana… (En otras ciudades) no tienen las mismas libertades que la ciudad de Rosarito para las bebidas alcohólicas de la juventud. Aquí vienen y andan a media calle tomando bebidas alcohólicas y nadie les dice nada; si pasan de la calle turística, para afuera, los levanta la policía, pero si no, no les dicen nada. Aquí hay mucho lugar para que se diviertan, es una de las atracciones de aquí de Rosarito. Nada más. Porque no creo que tenga los mejores hoteles o los mejores lugares, yo pienso que es porque estamos cerca de Estados Unidos, porque aquí viene más juventud que mayores. Más chavalos vienen y cotorrean aquí en los hoteles pero para afuera no va nadie, no tiene zona turística, es lo único que tienen aquí en Rosarito. Aquí nada más el turismo viene por el alcohol. (Pescador de 65 años) … está muy very good, si les gusta, lo que pasan es que a ellos les gusta el convivio, eso es lo que les gusta, venir y que no los molesten, que anden tomando en la calle, le gustan que los atiendan, que les den la libertad que les dan. A mí me ha tocado, llevarme algún que otro gabacho por allá, y aunque yo no hablo inglés, ellos hablan poquito español. (Taxista de 55 años) El turismo ligado al consumo de alcohol y al entretenimiento lúdico son los principales referentes del imaginario social de los habitantes de Playas de Rosarito. El turismo representado por los “spring breakers” y los jóvenes norteamericanos que cruzan la frontera los fines de semana, se percibe como algo necesario para dinamizar la economía local pero también como un fenómeno estacional circunscrito a la época de calor y de vacaciones. El resto del año es pensado como un turismo diferente, con otro público y de temporada baja. Mira, es, tenemos dos tipos de turismo, el turismo que generalmente en semana santa y verano, que es turismo de menor edad, los spring breakers, esos son los que viene a visitar los bares, tenemos varios bares aquí, donde se hacen conciertos, torneos de surf, se hacen torneos de volibol, se hacen muchas actividades para turismo joven. Pero lo que es verano, tenemos un poquito de familias con niños, como salen los niños de vacaciones, que no es un fenómeno que se da en spring break, sino principalmente en verano. El resto del año para nosotros es invierno; comienza la temporada baja con el último fin de semana festivo de Estados Unidos, que es el “labor day weekend”, después tenemos un turismo ya más adulto, más de parejas, más de adultos retirados, entonces empieza la etapa tranquila para nosotros. (Promotor turístico de 65 años) Aparte del turismo de fin de semana representado por los “spring breakers”, también en el imaginario social se encuentran los elementos naturales y paisajísticos ligados a la playa y la orografía accidentada frente al mar. De igual modo, las artesanías presuntamente mexicanas para el consumo norteamericano, la gastronomía basada en los productos del mar y la calidez de la gente son considerados por la población como atractivos ofrecidos por la ciudad para el turismo. El turismo se debe al tipo de ciudad, lo que los atrae son las artesanías, las comidas, las playas, los precios, no sé, los paseos. (Ama de casa de 34 años) Pues tenemos playas, tenemos una variedad de galerías. Es un atractivo muy grande para el turismo, se ha convertido en un lugar artístico, hay muy buenos restaurantes de langosta, tenemos unas vistas preciosas hacia el mar, con balcones y casas de renta a la orilla del mar, hoteles y todo de primera calidad. (Pintor de 50 años) La presencia del norteamericano en la ciudad es tradicional y habitual. La vida cotidiana de las personas, la economía de servicios y el carácter fronterizo de la ciudad tienen al turismo y al nortea-mericano como referentes que organizan el mundo social, económico y cultural de Playas de Rosarito. El inglés y la moneda norteamericana son de uso común para la población y son presencias contantes en el imaginario colectivo. Si tú vas a los restaurants, a las tiendas de curios el precio está en dólares, no nada más en negocios turísticos. Vas a fonditas o a restaurantes y también vas a encontrar precios en dólares y los platillos en inglés, porque tenemos ahora, siempre hemos tenido flujo de turistas, pero tenemos también un porcentaje de la población norteamericana que es residente y eso lo tenemos desde hace mucho. Entonces los Rosaritences estamos acostumbrados a los americanos y ahorita nos toca que el americano, el “baby boomer” viene buscando PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 Jesús Angel Enríquez Acosta, Alejandra Meza, Noelia Fierro 469 condominios, pero los gringos viejitos y retirados se van a vivir a las colonias y se van a convivir con los mexicanos, entonces por allá por las colonias te encuentras de repente una casa de un americano por aquí a un americano por allá, entonces llegamos a esa convivencia diaria y al americano le encanta México, valora mucho lo que son nuestras costumbres mexicanas. (Promotor turístico de 65 años) Se podría decir que tenemos nosotros esa convivencia diaria, la mayor parte de los americanos no hablan español, porque los residentes locales hablamos inglés y hablamos inglés gracias a ellos. (Empleada de farmacia de 35 años) En la memoria colectiva se tiene registro de los lugares considerados emblemáticos, estos naturalmente tienen que ver con la particular historia del lugar ligado al turismo. El sentido de lugar expresa las representaciones que los habitantes le confieren de forma significativa a los lugares. Estos se constituyen en marcas en la memoria que evocan momentos fundacionales, espacios que refieren experiencias gratas para los habitantes, lugares con un pasado ligado a la construcción de la identidad local. Pues sería Puerto Nuevo, toda la zona centro, que sería la playa, bueno toda la playa, incluye todo el sector inmobiliario, hay muy buenos condominios, un muy buen lugar para vivir, y que otro puede ser, la zona rural, esos atractivos que incluye campamento, excursiones. Y toda la zona costera. (Comerciante de 50 años) Tenemos aquí cerquita la villa langostera que es Puerto Nuevo, donde tenemos más de 30 restaurantes, donde todos te venden la langosta con frijoles, sopa de arroz y tortilla de harina. Cuando tú hablas de langosta, en Estados Unidos es un platillo, en Europa es un platillo exquisito, muy delicado y aquí te la comes con frijoles y tortilla y con la mano, a mí me encanta, entonces creo que es eso, solo aquí se ve. (Promotor turístico de 40 años) Sin embargo, en la memoria colectiva están presentes también los lugares considerados como desa-gradables. Las valoraciones negativas del lugar realizadas por los habitantes expresan un imaginario afectado por procesos sociales experimentados recientemente en la ciudad. Por un lado, hay un tipo de turismo que es estigmatizado por la población y tiene que ver con los denominados “spring breakers”. También el turismo de segunda residencia tiene efectos en la ciudad, el proceso de privatización de las playas por los condominios a pie de mar restringen los usos del espacio público haciéndolos inaccesibles. ¿Los más desagradables? (piensa y luego responde) No te sabría decir, serían los bares de esos que hay aquí, muy ruidosos como los que están aquí el papas&beer donde va mucha gente joven y pueden hacer desastres ahí, esos son los más desagradables. (Empleada de farmacia de 35 años) Pues no debería de haber, pero sí si hay, si hay porque aquí hay playas privadas, o sea tienes que entrar con permiso o de algún dueño que tenga una casa ahí a la orilla del mar, hay vigilancia absoluta y este no dejan pasar así a cualquier gente, para por cuidar las casas y a los americanos que están ahí, a los residentes. (Ama de casa de 34 años) Por otro lado, el rápido crecimiento de la ciudad en buena medida atribuido al turismo ha tenido costos sociales importantes. En los relatos de los habitantes aparece la ciudad que conjunta esplendor y penuria. La ciudad dual modelada por el turismo con su moderna y lúdica parte frontal dedicada al turismo y la parte trasera compuesta por la ciudad fragmentada, insegura y pobre. Las áreas más desagradables podrían ser consideradas, las áreas más pobres de la ciudad, como el ejido Mauro Guzmán, que es un área muy pobre donde los niños todavía tiene que caminar una hora para ir a la escuela, el área de Los Ramos, que también es un área un poquito desconectada de la ciudad, está en la parte norte de la ciudad, al este, muy al este. (Ama de casa de 34 años) Para mí son muy desagradables las colonias del este, porque ves gente que vive en extrema pobreza y hay muchas carencias de todo, hay muchas carencias de educación, de trabajo, hay carencias físicas para la gente en sus casas, para mí eso sería lo más desagradable. (Guardia de seguridad de 45 años) PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 470 Inseguridad y crisis económica en el imaginario social de Playas de Rosarito, Baja California Los imaginarios construidos por los habitantes de Playas de Rosarito acerca de su ciudad tienen que ver con la forma de caracterizarla según el color atribuido a la misma. Las percepciones acerca del color evocan, sin duda, un estado de ánimo referido a las condiciones materiales de vida, al rol social ocupado y por supuesto a las expectativas del sujeto con respecto al lugar. De ese modo, es posible que un entrevistado caracterice a su ciudad de acuerdo con las circunstancias sociales que atraviese en el momento como la crisis económica y su impacto en el turismo, a la forma de identificarse con el lugar o a la imagen surgida de la comparación con otras ciudades cercanas. ¿De qué color? …negro. Bueno ahorita. Antes no, estaba bien (la ciudad) porque había… la gente era alegre, había música, había negocios, había un poquito de todo… era más alegre, por lo menos colorada. Pero… ahorita, bueno, es negro su color. (Pintor de 50 años) Rosita porque está bonito, vives tranquilo. Como se dice: hay un mundo de color de rosa. Rosa porque está tranquilo, llegan a Tijuana y allá no es tranquilo, allá es negro. (Ama de casa de 34 años) La forma de evocar la ciudad por sus olores también es un elemento de identificación y de exaltación de los problemas vividos cotidianamente. Para un habitante de Playas de Rosarito el olor de la ciudad resulta desagradable gracias a la crisis económica y la paralización de la actividad turística observada en la ciudad recientemente. Ahorita huele a panteón, está muerto Rosarito. Huele a panteón, está muerto, con eso te digo todo. (Taxista de 55 años) En el imaginario social se representa a Playas de Rosarito desde un antes y un después. El turismo ocupa un lugar central en ese imaginario. En la primera parte, los habitantes reconstruyen su ciudad a partir de aquellas cosas, espacios y prácticas desaparecidas. El pasado es pensado en función del cambio y es significado en la vida cotidiana en función de lo añorado o perdido al paso del tiempo. Eso es más valorado en el presente en tanto una realidad que abruma y provoca incertidumbre. Falta alegría al lugar, porque ahorita parece cementerio de media noche. Antes era diferente, andaba la gente en la calle, había mucha gente los fines de semana, entre semana, había mucha gente aquí, y ahorita no hay nadie. A las horas de la noche yo camino, a veces voy al Ortegas y me vengo caminando hasta acá... solo, y digo ¿qué pasa aquí? Me acostumbre a que siempre había gente, siempre había carros y gente, música por todos lados y ahorita ya está todo cerrado. (Ama de casa de 60 años) Los habitantes atribuyen el ambiente de pesadumbre en su ciudad al declive del turismo. Aconteci-mientos ligados al miedo producido en la sociedad norteamericana a raíz del 11 de Septiembre, la crisis económica mundial y la inseguridad que azota a la frontera, se encuentran detrás de la decadencia de su principal sostén económico. Bueno, ahora ya no hay turismo. Como hace 10 años, desde que sucedió lo de las torres gemelas. Desde esa fecha, hasta hoy se están cayendo las ventas, no es como hace quince años, doce años. (Comerciante de 50 años) …tenemos de hace cuatro o cinco años para acá lidiando con la crisis y hace dos años nos pegó muy duro, sobre todo la crisis a nivel mundial nos pegó a nosotros. Muchos de los problemas de inseguridad en México, en todo lo relacionado con Tijuana, nosotros no lo sufrimos aquí, pero la gente tiene que pasar por Tijuana para poder venir para acá, entonces decreció considerablemente la afluencia turística y por ende, hubo escasez de empleo, cerraron muchos negocios, sobre todo en la zona turística… la gente dejó de tener dinero, dejó de tener empleo y eso afectó también en los negocios indirectamente relacionados con el turismo, por ejemplo las tiendas de abarrotes, las tiendas de ropa. La gente que no tiene dinero porque no tiene empleo pues ya no van a comprar cosas. Entonces se convirtió, en una bola de nieve que nos afectó a todos, creo que le problema más grande que tenemos es ese. (Promotor turístico de 40 años) El pesar que permea el imaginario de la población con respecto al turismo se expresa en una proyección pesimista de la ciudad y de las posibilidades de realización. PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 Jesús Angel Enríquez Acosta, Alejandra Meza, Noelia Fierro 471 Aquí dependemos del turismo, se está muriendo de hambre Rosarito, esa es la palabra correcta. Porque se está sujeto a una economía estacionaria del turismo, turismo que no viene. Aquí le apostamos a la inversión de economía extranjera, inversión en condominios que están muertos, son nidos de pájaro, apostamos a eso y perdimos. ¿Por qué no viene turismo? no hay venta inmobiliaria, hoy 80% de los negocios están cerrados y la economía está derruida y no hay nada que diga uno esperanzador. (Administrador de hotel de 45 años) …el turismo es el que nos revive aquí, la verdad. El turismo en primer lugar, por el estamos aquí. Estamos esperanzados en vender, pero ¿a quién? ¡Mira! No hay nadie, llevamos dos años así. Hace tres años era muy diferente, ¿por qué?, porque había más turismo, ahora no. (Empleado de comercio de 30 años) Los acontecimientos recientes en la ciudad ligados a la crisis económica y sus efectos, contribuyeron a crear un ambiente social cargado de pesimismo. El turismo no se mira como una actividad que puede ayudar a contrarrestar los problemas económicos, todavía más se reniega de las actividades lúdicas que durante mucho tiempo caracterizaron y dieron atractivo a la ciudad para el turista norteamericano: Nada, nada, tiene unos cuantos lugares ahí atractivos que son las terrazas, los llaman table dance, cosas de esas, pero no es una economía firme, dependen de vender licores. Querían a toda fuerza hacer una economía vacacional. Pero nada, una cosa que atraiga, que el turismo venga nada más por eso, no hay. La gente ya nada más está tomando Rosarito, como un punto de llegar un rato y luego se van a Ensenada. Vienen aquí a la pesca deportiva, se les atiende. La pesca, está muy limitada, pocas personas nos dedicamos a pescar, agricultura no tenemos, ganadería no tenemos, industria, comercio, no tenemos nada. (Pescador de 65 años) Otros testimonios son todavía más críticos porque cuestionan la forma cómo el turismo permeó la vida y la historia de la ciudad. Se piensa en la gran dependencia guardada hacia el turismo proveniente de Estados Unidos y el tipo de oferta turística ofrecida. El turismo aquí en México, no es mexicano, es internacional. Es hacia los norteamericanos. Lo que queremos hacer aquí es parecernos a ellos, con el supuesto de que si nos parecemos a ellos, van a estar a gusto aquí y no, para estar a gusto, se quedan allá. Tiene que ser algo diferente a lo de ellos y no lo tenemos, diferente a lo de ellos, que los atraiga, que este accesible para ellos, pero no, hacemos los mismos hoteles, los mismos condominios. (Comerciante de 50 años) Otros habitantes consideran que el turismo de fin de semana y el de segundas residencias agotaron sus posibilidades de desarrollo en la comunidad. La economía de enclave significado por el turismo se observa como una amenaza para el futuro de la ciudad. El turismo es decadente, la inmobiliaria llego a su tope turístico también, ya no se tiene nada que pueda promover el turismo, que es de lo que se pretende vivir. El futuro de Rosarito yo lo vería si se crea un abanico de oportunidades, que no sea solo de turismo. (Pintor de 50 años) Un rasgo de Playas de Rosarito lo es su rápido crecimiento demográfico y urbano. La actividad turística y la cercanía a Tijuana posibilitaron el flujo constante de inmigrantes a la ciudad. La proveniencia de los nuevos habitantes es diversa así como sus referentes culturales. Esta particularidad para algunos habitantes de la ciudad es sentida como un indicativo de desarraigo o de falta de identidad cultural, también como un problema social fuerte. …yo creo que el problema que tenemos con los migrantes, es la falta de arraigo, por que mucha de esa gente sólo duerme en Rosarito, trabajan en Tijuana, se van tempranito a Tijuana y llegan en la noche. Entonces no hay mucha convivencia y no hay mucho apego a la ciudad, no hay mucho amor a la ciudad y eso es algo que hace que la ciudad no prospere, porque cuando los ciudadanos estamos preocupados por nuestra ciudad, la queremos ver bonita, la queremos ver limpia, queremos que se hagan cosas por la ciudad, trabajamos, nos damos tiempo. Pero el migrante no se siente que pertenezca, no siente empatía, no se siente parte. Entonces eso hace que si tenemos un alto porcentaje de migrantes, entonces tenemos un alto porcentaje de gente que a lo mejor no va hacer un esfuerzo por trabajar por su ciudad. (Promotor turístico de 35 años) PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 472 Inseguridad y crisis económica en el imaginario social de Playas de Rosarito, Baja California Todavía más subsiste una diferenciación social marcada entre los originarios del lugar y los migrantes. Siendo eminentemente una ciudad de migrantes la paradoja escriba en la representación del migrante como una fuente de problemas, entre ellos la inseguridad. …la gente que vivimos aquí y nacimos aquí somos amables, si lo somos, pero desgraciadamente la gente que está de fuera, de otros estados y que quieren cruzar a Estados Unidos y lamentablemente no los pueden cruzar y se establecen en Rosarito o en Tijuana, y no tienen un domicilio fijo y, entonces, por la misma situación a lo mejor no tienen un trabajo y empiezan a robar a las demás personas, pero en sí, la gente de aquí somos gente amable. (Ama de casa de 65 años) Ante la velocidad del crecimiento demográfico y urbano se propician problemas en la identidad de la comunidad con respecto a su ciudad. El motivo principal para migrar a la ciudad se debe a la búsqueda de empleo o de un lugar que asegure mejores condiciones de vida, esa particularidad genera desarraigo o desapego al lugar. La identidad es importante porque define el carácter del lugar, imprime su sello en la fisonomía del espacio urbano y dota de orgullo al habitante por su espacio. Los testimonios de la población refieren esa situación pretendiendo construir un sentido de lugar y una identidad propia. Algo que le falta a Rosarito yo creo, es una conceptualización de ciudad, ahorita no tenemos una identidad. Hay hoteles que se fueron formando, hoteles que se hicieron aquí y allá, de repente hay una casa y de repente hay un negocio y no tenemos un concepto. Hace muchos años había una americana que traía la idea de convertir Rosarito en la ciudad de las rosas, por el nombre de Rosarito, de plantar rosales en todo el bulevar, que toda la gente tuviera rosales en sus jardines, poner muchos rosales en los negocios y entonces se convirtiera en la ciudad de la rosa, pero no prosperó la idea. (Promotor turístico de 65 años) Los años posteriores al 11 de Septiembre marcaron un giro en la pujante actividad turística gracias a las restrictivas medidas de seguridad instrumentadas por el gobierno norteamericano al tránsito fronterizo que inhibieron las visitas de norteamericanos a México. Junto a las restricciones, los problemas de inseguridad que azolaron a Tijuana a mediados de la primera década del siglo XXI tuvieron como efecto que Playas de Rosarito viera una marcada disminución en las visitas de turistas norteamericanos. La reciente crisis económica en Estados Unidos y con serias consecuencias en México dieron un duro golpe al mercado inmobiliario, uno de los sectores económicos más importantes de Playas de Rosarito, con ello el denominado turismo residencial paralizó prácticamente sus actividades. Estos acontecimientos están presentes en el imaginario social y la memoria de los habitantes de Playas de Rosarito como elementos desencadenantes del declive turístico más reciente. Los testimonios obtenidos del trabajo de campo realizado en la ciudad muestran un tejido social afectado por la crisis económica, la inseguridad y la dependencia al turismo norteamericano. En el imaginario social de la población es la inseguridad una de las razones más importantes por las cuales la actividad turística declinó en años recientes. La inseguridad se atribuye en gran parte a la guerra librada entre los propios grupos de narcotraficantes existentes en la frontera norte y el gobierno mexicano intentando combatirlos. No pues la delincuencia siempre ha existido, nada más que lo que pasa es que ahora hay una guerra entre el gobierno y los narcos, porque no los dejan trabajar y porque ha habido ese tipo de problemas entre ellos. Entonces ahorita los narcos están atacando más, digamos al gobierno lo están debilitando y con eso afectan la economía de todos los comerciantes, se aleja el turismo, es general, no nomás aquí en Rosarito, está pasando en todo México. (Comerciante de 50 años) Aunque a consideración de los entrevistados la inseguridad en la ciudad es ajena, viene de su vecina. Es en Tijuana donde se escenifican los principales problemas relacionados con el narcotráfico y las muertes violentas. A Playas de Rosarito le toca recibir el eco de la inseguridad dada su cercanía con Tijuana, aunque la percepción del miedo también está contenida en el imaginario y propicia la realización de determinadas prácticas de protección por parte de la población. Ahorita la inseguridad nos pegó demasiado, ya llevamos dos años así. Por la inseguridad cuando uno habla con ellos (los turistas) dicen que ya no quieren venir. Llegan las noticias allá y ¡nombre! Que están PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 Jesús Angel Enríquez Acosta, Alejandra Meza, Noelia Fierro 473 matando y así se oye en Tijuana, digo no es en la ciudad, ni en el centro, es en su alrededor. El turismo cuando piensa en Tijuana, piensa que aquí se está haciendo la cosa. Por eso estamos así, mira hoy es lunes y no hay clientes, no hay turismo. Este fin de semana tuvimos algo de turismo porque hicieron unos eventos en la playa, de la bicicleta el sábado y ayer hicieron de surfing. Pero eso es nacional, no es turismo gabacho. (Empleada de farmacia de 35 años) Andamos caminando y no vemos ni que rollo aquí de plano, porque tiene miedo la gente de salir. Nosotros estábamos en grupos antes, dejó la gente de ir a los bares y restaurantes porque empezaron las balaceras, les da miedo y luego en el otro lado hacen una propaganda, de aquí horrible, como yo voy para allá, dicen que aquí son las balaceras. Que esto y lo otro y no nada que ves lo que dicen allá, allá espantan para que no vengan para acá. (Ama de casa de 60 años) A la percepción de la inseguridad como proveniente de Tijuana se le agrega la denominada campaña negra realizada en los medios de comunicación norteamericanos en relación al problema del narcotráfico y la violencia de los carteles. Sin duda, la violencia fronteriza de años recientes y atribuidos al narcotráfico es noticia en Estados Unidos. Esto influyó para que el turista norteamericano se alejara de México y de ciudades como Playas de Rosarito. La población considera que su ciudad no es ajena al problema, sin embargo, piensan que los medios la han magnificado. … es más mala publicidad en Estados Unidos, porque también hay muy mala propaganda. Pasa una cosita aquí y de veras que la hacen gigante allá en Estados Unidos, entonces la mayoría están asustados porque el mismo gobierno de Estados Unidos les dice que no vayan, que no vengan. Entonces hablan mucho de la inseguridad y de las muertes y de todo eso, y en otros lados pasa lo mismo, pero no sé porque aquí hacen más alarde. (Promotor turístico de 35 años) Pues definitivamente no hay turismo, está solo, en la actualidad está solo el pueblo. No hay turismo, hace falta motivarlos para que ellos vengan, que se omitan noticias amarillistas de que hay delincuencia, realmente no hay, no la ves, no la puedes palpar, porque tú puedes andar en la noche en la madrugada caminando y no corres ningún riesgo, nada más publicidad amarilla la que se está haciendo. (Empleado de comercio de 30 años) Ligado al problema de la inseguridad se encuentra la corrupción de las policías mexicanas. Ambas son consideradas por la población como importantes para explicar el alejamiento del turista en la ciudad y la posterior decadencia económica de la actividad turística. Una turista norteamericana radicada en Playas de Rosarito narra el problema: …pero otra cosa que alejó, aparte la crisis y los narco, fue la corrupción, claro. La corrupción en serio, a mí me pararon también. Tengo un carro completamente americano y me pararon el primer año, me pararon, pero yo sabía lo que querían... entonces yo les hablaba en inglés, no entendían nada, entonces se cansaban y me dejaban ir. En el imaginario social existe la percepción de que las policías son demasiado corruptas y responsables en parte de la crisis del turismo. La mayoría de los turistas norteamericanos viajan a las ciudades fronterizas mexicanas en automóvil, esta particularidad es aprovechada por la policía para realizar actos de corrupción pretextando cualquier cosa para pedir dinero a cambio de no infraccionar o imponer multas reales o ficticias. Pues yo pienso que para atraer el turismo necesita también la autoridad poner un poco de su parte, no acosar tanto al turismo porque es lo primero que hacen...Nomás ven placas americanas y luego se van sobre de ellos, ¿qué es lo que está pasando? ‘horita de por sí está que la matazón aquí, que la matazón allá. Los que vienen de Estados Unidos dicen: no, ya no voy a Rosarito porque pasa esto y pasa esto otro. Entonces la gente no quiere venir por lo mismo, por más que uno trata de protegerlos, de guiarlos, de hacerles sentir que están bien, que están protegidos, que están en confianza, la gente no va a venir si les piden dinero. Necesitamos que venga el turismo porque de ellos son de lo que vivimos. (Ama de casa de 34 años) PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 474 Inseguridad y crisis económica en el imaginario social de Playas de Rosarito, Baja California A la reciente crisis económica, la corrupción, la inseguridad y la violencia fronteriza, se aúna a consideración de la población las trabas establecidas por el gobierno mexicano para combatir el blanqueo de dólares provenientes del narcotráfico, tales como las restricciones a los depósitos bancarios en dólares, compra y venta de moneda en casas de cambio, la no recepción de dólares en los establecimientos comerciales y hoteleros, entre otras. Es significativo que en una ciudad históricamente ligada al turismo, donde la presencia del norteame-ricano sea habitual, el dólar y el inglés comunes en la vida cotidiana, con vigorosas relaciones fronterizas establecidas entre naciones y culturas, todavía más que la costa de Baja California paulatinamente viene siendo ocupada por el turismo de segundas residencias, hoy en día la inseguridad y la violencia son problemas que amenazan profundamente a la actividad turística y propicia la salida de norteamericanos avecindados en Playas de Rosarito. …uno se siente mal, y no, uno no quiere irse... después de tantos problemas, preocupado por esto, lo otro. Uno no quiere eso, no viene acá por eso, uno viene acá para estar tranquilo, porque es bonita, porque yo venía aquí antes de vacaciones, yo vivía en Estados Unidos, y me encantó y por eso me vine acá, pero ahora estoy tan... me quiero ir, sí la verdad, porque venir de vacaciones es una cosa, pero vivir es otra, y no tendría que ser así. Tendría que ser la vida más fácil a la gente que quiere vivir acá porque son entradas fijas que se quedan acá, turismo o no turismo pero si lo tratan mal se van. La gente no quiere eso... (Turista norteamericana de 50 años residente en Playas de Rosarito) En la otra cara, la paradoja entre la población de Playas de Rosarito es que algunos perciben un mejor futuro, son optimistas de que las cosas cambien y que los atractivos que la ciudad ofrece a la actividad turística ayuden. Otros en cambio perciben un futuro nada halagüeño, con más sombras que certezas. Rosarito no tiene mucho futuro, el futuro de Rosarito está muy lejano, no tiene para hacer garitas para Estados Unidos, les queda muy lejos, ningún empresario invierte. Aquí hay unas fábricas pero no le echan muchas ganas. Aquí lo único que tienen es el mar y una buena playa pero se lo va a comer Tijuana y Tecate porque están más cerca de Estados Unidos. (Taxista de 55 años) 5. Conclusiones Los testimonios de las personas entrevistadas coinciden en señalar que el turismo es una actividad económica importante para el lugar y se encuentra actualmente en declive debido a una combinación de factores. Entre esos factores se encuentran: en primer lugar, las medidas de seguridad instrumentadas por Estados Unidos a partir de los atentados del 11 de septiembre, afectaron la actividad turística, redujeron la periodicidad de las visitas y dificultaron los cruces de los nortea-mericanos hacia y desde México; en segundo lugar, la crisis económica iniciada en estados Unidos a partir del año 2008 significó una reducción fuerte del turismo, detuvo la construcción y venta de urbanizaciones de segunda residencia y paralizó los servicios turísticos de entretenimiento y ocio y; por último, la inseguridad y violencia en México, en particular en el norte del país, contribuyó a crear una imagen negativa de la frontera que trajo por consecuencia el alejamiento de los turistas de Playas de Rosarito. El imaginario social desprendido de los relatos de turistas y habitantes refiere que el lugar se transformó irremediablemente por el rápido proceso de turistificación de años recientes. En los relatos, esa transformación se liga a una imagen que identifica a la ciudad en términos del deterioro observado en las relaciones sociales y en la precarización de las condiciones de vida de un sector importante de población. Así también, existe entre los entrevistados el imaginario que vincula el turismo al aumento de las diferencias sociales expresadas en mayor exclusión y otredad social. El rápido crecimiento urbano y poblacional de la ciudad fronteriza sumado a la crisis económica y a la inseguridad, lastimó el tejido social y creó un panorama social poco optimista. Hacer comunidad entre las carencias y la desconfianza existente entre la población resulta una empresa difícil para una ciudad dedicada al turismo como lo es Playas de Rosarito. PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 Jesús Angel Enríquez Acosta, Alejandra Meza, Noelia Fierro 475 Bibliografía Acevedo, C. 2001. Rosarito. Ensayo monográfico. Fundación Acevedo, A.C. México. Borja, J. y Castells M. 1988. Local y global, Madrid: ONU y Taurus. Carmona, R. y Correa O. 2008. “Estructura territorial del turismo en el corredor Tijuana‑Rosarito‑Ensenada”, Revista Teoría y Praxis No. 5, Universidad de Quintana Roo. Davis, M. 2006. “Invasores de la frontera”, La Jornada, 23 de septiembre. Fuentes, J. 2000. “Imágenes e imaginarios urbanos: su utilización en los estudios de las ciudades”. Ciudades, No. 46, México. Goicoechea, A. 2003. “Los imaginarios migratorios, el caso ecuatoriano”, Universidad Andina, Ecuador. Hiernaux, D., et al 2002. Imaginarios sociales y turismo sostenible. FLACSO, Costa Rica. Lacarrieu, M. 2007. “La insoportable levedad de lo urbano”. Revista Eure, Volumen XXXIII, No. 99, Santiago de Chile. Méndez, E. 2012. “Imaginario de ciudad turística: una propuesta de abordaje”, en De itinerarios, paisajes e imagi‑narios, Universidad de Sonora, Hermosillo Nieto, R. 1998. “Lo imaginario como articulador de los órdenes laboral y urbano”. 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Título y subtítulo | Inseguridad y crisis económica en el imaginario social de Playas de Rosarito, Baja California |
Autor principal | Enríquez Acosta, Jesús Angel ; Meza, Alejandra ; Fierro, Noelia |
Entidad | Universidad de La Laguna. Instituto de Ciencias Políticas y Sociales |
Publicación fuente | Pasos: Revista de Turismo y Patrimonio Cultural |
Numeración | Volumen 13. Número 3 |
Sección | Artículos |
Tipo de documento | Artículo |
Lugar de publicación | El Sauzal, Tenerife |
Editorial | Universidad de La Laguna |
Fecha | Abril 2015 |
Páginas | pp. 463-475 |
Materias | Turismo ; Patrimonio cultural ; Publicaciones periódicas ; Seguridad ; Crisis ; Economía |
Enlaces relacionados | Enlace a la revista: http://www.pasosonline.org/es/ |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 157265 Bytes |
Texto | © PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. ISSN 1695-7121 Vol. 13 N.o 3. Págs. 463-475. 2015 www .pasosonline.org * Doctor en Ciencias Sociales. Profesor investigador del Departamento de Sociología y Administración Pública de la Universidad de Sonora; E‑mail: jesusenriquez@sociales.uson.mx ** Estudiante de Maestría en Ciencias Sociales por la Universidad de Sonora; E‑mail: alemenor@gmail.com Resumen: Este trabajo ofrece un análisis acerca de cómo los habitantes de Playas de Rosarito en Baja California, imaginan y perciben el impacto de la crisis económica norteamericana más reciente y la inseguridad mexicana en la actividad turística, principal vocación económica del lugar. Los testimonios de los habitantes expresan la transformación social, urbana y cultural del lugar turístico y de los problemas asociados a ciudades en rápido crecimiento. Se trata de una ciudad fronteriza con Estados Unidos donde el turismo asociado al consumo de alcohol y entretenimiento de fin de semana y el turismo de segundas residencias dirigido al norteamericano es dominante. El contexto de la crisis económica, la inseguridad reinante en México condujeron a un decaimiento de la actividad turística y a una sensación de incertidumbre y pesar a los habitantes de esta comunidad. Palabras Clave: Turismo, crisis económica, inseguridad, imaginario, Playas de Rosarito. Insecurity and economic crisis in the social imaginary of Playas de Rosarito, Baja California Abstract: This study presents an analysis about how residents of Playas de Rosarito in Baja California imagine and perceive the impact of the most recent North American economic crisis and the Mexican insecu-rity in tourist activity, which is the main economic occupation of the place. The resident’s testimonies show the social, urban, and cultural transition of this tourist place and the problems associated to fast growing cit-ies. It is a border town with the United States where tourism associated with the use of alcohol and weekend entertainment as well as second residence tourism led to American is dominant. The context of the economic crisis and the prevailing insecurity in Mexico resulted in a reduction of the tourist activity and a feeling of uncertainty and sorrow in the community residents. Keywords: Tourism, economic crisis, insecurity, imaginary, Playas de Rosarito. Inseguridad y crisis económica en el imaginario social de Playas de Rosarito, Baja California Jesús Angel Enríquez Acosta* Alejandra Meza, Noelia Fierro** Universidad de Sonora (México) Jesús Angel Enríquez Acosta, Alejandra Meza, Noelia Fierro 1. Introducción Playas de Rosarito es una ciudad fronteriza con Estados Unidos, se ubica en el extremo noroeste de México y colinda con San Diego. Es un lugar donde el turismo procedente del país vecino es dominante y experimentó una ocupación masiva y acelerada de la costa por el turismo de segundas residencias. A nivel urbano, el lugar turístico se encuentra fragmentado de la ciudad, el paisaje costero natural fue modificado progresivamente y sustituido por edificaciones turísticas, es una ciudad donde un intenso proceso de migración la hizo crecer rápidamente, las actividades económicas tradicionales como la pesca se encuentran en decadencia y subsumidas por la actividad turística. Playas de Rosarito es una ciudad relativamente nueva, se encuentra integrada a la realidad fron-teriza dominada por la economía norteamericana y definida dramáticamente por la marginalización y precarización de las condiciones de vida de parte importante de su población inmigrante. La historia de PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 464 Inseguridad y crisis económica en el imaginario social de Playas de Rosarito, Baja California Rosarito como asentamiento humano en el Noroeste de México es reciente, se circunscribe a mediados del siglo XX en adelante. Tiene a Tijuana como su vecina, una de las ciudades de más rápido crecimiento en México y asiento de la importante industria maquiladora fronteriza. En años recientes, Playas de Rosarito experimentó una diminución de la actividad turística como consecuencia de la crisis económica iniciada en Estados Unidos y que afectó al sector inmobiliario de las segundas residencias, como también del incremento de la inseguridad y la violencia observada en el país. En la actualidad el turismo fronterizo practicado por los norteamericanos en el norte de México asume varias características que lo distinguen: a) Turismo de fin de semana; b) Turismo médico; c) turismo de segunda residencia y playa y sol. Lo común en el turismo fronterizo del norte de México es su dedicación casi exclusiva al público norteamericano, el turismo nacional tiene poca relevancia en cuanto a la participación económica y el volumen de viajeros. El turismo fronterizo tradicionalmente es una actividad que se distingue por ser practicada por norteamericanos que tienen una estancia corta en las ciudades fronterizas y un gasto promedio medio en las actividades ligadas al entretenimiento, el consumo de artículos artesanales y servicios médicos. Para esto se aprovecha la localización fronteriza de las ciudades de playa y sol cercanas al sudoeste norteamericano y la preferencia de los turistas por viajar en automóvil. El objetivo del presente trabajo es conocer los imaginarios sociales del turismo en Playas de Rosarito y comprender las consecuencias de la inseguridad y la crisis económica en la comunidad. Se hará énfasis en contrastar los imaginarios sociales de Playas de Rosarito a partir de analizar tres aspectos: significados, causas y consecuencias del turismo. Estos aspectos sobresalen en las percepciones que residentes y turistas tienen de su ciudad. En los sujetos están presentes las representaciones del cambio y la transformación social posibilitada por la actividad turística. Las imágenes de las ciudades son subjetivadas por las experiencias y prácticas individuales y colectivas dando sentido a las expresiones de identidad o desarraigo con los lugares. Interesante es que las percepciones de los sujetos son representadas o significadas de acuerdo al lugar que ocupen en el espacio social, dando pie con esto al reconocimiento de las diferencias y distinciones que conforman el entramado social y turístico, por supuesto a la representación de los problemas sociales y urbanos creados por la turistificación. La investigación en la ciudad fue realizada durante los años 2010 y 2011. El trabajo de campo consistió principalmente de observación y entrevistas semi‑estructuradas a habitantes locales y turistas. La observación se hizo a partir de una guía bajo el objetivo de recuperar la historia urbana del lugar, sus lugares emblemáticos, el proceso de urbanización, los tipos de turismo y los problemas sociales más importantes. Los resultados de la observación se pueden apreciar en el apartado referido a la historia breve de la ciudad. Se realizaron veinticuatro entrevistas a turistas y habitantes de Playas de Rosarito, principalmente en lugares de trabajo y esparcimiento. Todas las entrevistas fueron grabadas y transcritas para facilitar su procesamiento. Las imágenes y percepciones de turistas y residentes están contenidas en los relatos obtenidos en el trabajo de investigación. A partir de los relatos se pueden referir: a) los significados atribuidos al lugar turístico en términos de las características naturales del enclave, la historia y la identidad local, las cualidades de la gente y la ciudad; b) se consideran las causas del fenómeno turístico en términos de un proceso de transición y cambio social, cultural y urbano de las localidades; c) se piensa en las consecuencias de la actividad turística en el tejido social, urbano, natural y cultural; y d) se perciben los efectos de la crisis económica y la inseguridad en la ciudad y el turismo. En una primera parte, se expondrán algunos elementos conceptuales en torno a los imaginarios. También se incluye un apartado para contextualizar la ciudad de Playas de Rosarito, acerca de su historia, ámbito urbano, dimensión social y económica, entre otros. En una segunda parte se analizan los relatos de las entrevistas levantadas en Playas de Rosarito para conocer los imaginarios sociales de turistas y residentes, sobre la base de las significaciones, causas y consecuencias atribuidas por los sujetos al turismo. 2. Lo Imaginario El concepto de imaginario se define como “el conjunto de creencias, imágenes y valoraciones que se definen en torno a una actividad, un espacio, un periodo o una persona (o sociedad) en un momento dado. La representación que el imaginario elabora de un proceso, es construida a partir de imágenes reales o poéticas (inmersas en el campo de la fantasía). Variable y distendido, el imaginario es una construcción social –al mismo tiempo individual y colectiva‑ en permanente remodelación…el imaginario ofrece una construcción cambiante, tejida en parte a partir de las interpretaciones fantasiosas que expresa PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 Jesús Angel Enríquez Acosta, Alejandra Meza, Noelia Fierro 465 el individuo sobre el tema imaginado” (Hiernaux, 2002: 8). De ese modo, el imaginario forma parte de una representación en imágenes, creencias y valoraciones de determinadas actividades o espacios. Para el caso que nos ocupa el imaginario del turismo se refiere a las representaciones que hacemos de la actividad turística en espacios, imágenes o discursos. En la construcción de imaginarios se relacionan dos dimensiones: la objetiva y la subjetiva. Al respecto es necesario precisar lo siguiente: “(la objetiva)…son elementos que se desprenden de la estructura en que el actor establece sus prácticas vitales. Constituyen los elementos objetivos o condiciones materiales ya que son externos y no controlables por los individuos…Los subjetivos se construyen a partir de las aspiraciones, expectativas y valoraciones de este grupo humano” (Goicoechea, 2003: 9). El imaginario está constituido por elementos objetivos y subjetivos presentes en las prácticas sociales donde es posible distinguir las diversas marcas, registros y procesos subjetivos individuales y colectivos. El imaginario y las prácticas sociales permiten establecer “los mecanismos de identidad y pertenencia urbana, pero además de la alteridad también se reproducen la diferenciación, la distinción y la segregación social. De esta manera la ciudad es cargada subjetivamente de significaciones, de sentimientos…” (Nieto, 1998: 125). En ese sentido, las ciudades turísticas no son sólo medio físico y material, también son representaciones surgidas de las significaciones e interpretaciones que los individuos realizan, entre ellos la identificación con la ciudad, la experiencia de habitar la ciudad, los atributos y cualidades de la misma, las imágenes urbanas construidas, entre otros, que conforman el sentido de lugar. Al respecto Fuentes Gómez dice que el sentido de lugar “no está dado por el propio lugar sino por las representaciones que le atribuyen los pobladores a los sitios, es decir, por las imágenes y los imaginarios que elaboran sobre lugares con atributos y significados particulares, que siempre son históricos y determinados por la cultura” (2000: 7). Un componente del imaginario es la imagen. Para nuestro caso, los imaginarios de turistas y residentes se conforman de imágenes, creencias y valoraciones construidas y representadas del lugar turístico, que les permite reconocer los procesos de cambio, valorar el lugar y sus cualidades reales o imaginadas, apreciar los problemas y las consecuencias no deseadas, así como distinguir la otredad y la exclusión. La imagen es símbolo y como tal se encuentra en proceso de resignificación permanente así como en lucha por su apropiación. En ese sentido, Lacarrieu piensa que las imágenes urbanas “son construcciones espaciales, culturales y sociales producto de campos de lucha simbólica. Son construcciones parciales, simplificadas y distorsionadas. Las imágenes no son la realidad, sino la representación de esa realidad…” (2007: 51). Considerando a las ciudades turísticas y sus imaginarios como procesos surgidos de las interpreta-ciones de los individuos y grupos, conviene precisar qué entendemos por lugar turístico y cómo se liga al imaginario social. Partimos del supuesto de que los lugares turísticos están integrados al espacio de los flujos globales, en ese sentido, reproducen las tendencias urbanas contemporáneas que fragmentan el espacio y la diversidad social y reproducen la segregación social. De acuerdo con Borja y Castells (1988) el espacio de los lugares “forma territorial de la cotidianidad y experiencia de la mayoría de la gente, está localmente fragmentado”. La ciudad turística es tensionada por los flujos globales y alterado constantemente el sentido de pertenencia de la comunidad y el lugar como principio de identidad. Sin embargo, para este trabajo debemos entender el lugar turístico como representación construida por las experiencias de las personas, pleno de significados valorizados por la cercanía entre el sujeto y espacios concretos; el lugar como escenario de la interacción cotidiana, con una especial carga simbólica y afectiva y constructor de identidad social y territorial (Tuan, 1990). El lugar se liga al imaginario como representación de procesos subjetivos construidos por los individuos y grupos sociales. 3. Historia breve de Playas de Rosarito El fenómeno turístico en la frontera noroeste de México tiene su carta de presentación con la aplicación de la Ley Seca en Estados Unidos durante las tres primeras décadas del siglo XX. Con ello se favoreció la aparición de Tijuana, contigua a California, y se consolidó Ciudad Juárez, contigua a Texas, hoy en día las ciudades más populosas en la frontera norte de México. La prohibición de la producción y consumo de alcohol en Estados Unidos, permitió el establecimiento en las ciudades todo tipo de instalaciones para el entretenimiento y el placer (legales e ilegales), dirigidas a los norteamericanos, así como el advenimiento de la cultura de las drogas hoy en día el gran azote de las ciudades y de la frontera norte de México. Existen registros de la llegada de norteamericanos provenientes de San Diego a Playas de Rosarito y Ensenada desde fines del Siglo XIX para realizar actividades ligadas a la pesca y la caza, actividades PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 466 Inseguridad y crisis económica en el imaginario social de Playas de Rosarito, Baja California que desencadenaron el establecimiento de los primeros hoteles, restaurantes y empresas dedicadas a la transportación de personas. La afluencia de turistas norteamericanos en aquellos años está relacionada con la vigencia de Ley Seca en su país. En 1924 se construye en Rosarito el hotel Beach Resort (Rene´s) y en 1927 y 30 siguieron el Rosarito Beach Hotel, con casino, y el Hotel Casino Playa (Riviera). Asimismo en Ensenada distintas iniciativas estadounidense detonan la zona. Aquí se construyó en 1924 el Club Privado La Grulla con pista de aviación ligera. Los primeros pobladores mexicanos establecidos en la región tenían a la pesca como su principal sustento económico y a los norteamericanos como sus principales clientes. La pesca originó el poblamiento de Porto Novo, hoy en día un lugar tradicional por la venta y consumo de langosta. La primera oleada de mexicanos que se establecieron en Playas de Rosarito fue debida a las expulsiones realizadas por Estados Unidos en los años treinta del siglo XX. La dotación de tierras ejidales realizada el gobierno de Lázaro Cárdenas a los mexicanos deportados, impulsó el poblamiento de Playas de Rosarito (Acevedo, 2001). Playas de Rosarito se constituyó en municipio en el año de 1995, con 46,596 habitantes. En el año 2005 el Conteo de Población y Vivienda refiere la existencia de 73,305 habitantes, creciendo a una tasa anual del 8.29%, el doble del promedio estatal. Para el año 2010 Playas de Rosarito tenía 90,868 y una tasa de crecimiento poblacional del 4.9% anual. En un periodo de 15 años duplicó su población. Hoy en día, Playas de Rosarito es una ciudad orientada al turismo, es uno de los destinos más importantes para los norteamericanos del Suroeste de Estados Unidos; 9 de cada 10 visitantes son extranjeros. Se estima que la población flotante representada por los turistas alojados en los hoteles y los extranjeros viviendo en los fraccionamientos condominales de playa, representan más del 35% de la población residente. La vocación turística de Playas de Rosarito se vio afectada durante la primera década del siglo XXI por diversos acontecimiento que influyeron para la actividad decayera y entrara en un declive que todavía no termina. Entre esos acontecimientos se destaca la creciente percepción de inseguridad y miedo que tiene el norteamericano de venir a México por la guerra librada por el gobierno contra el narcotráfico y la lucha de los carteles de la droga por la plaza de Tijuana. También es importante referir la corrupción que parece imperar en las diversas corporaciones policiacas y que afectan al turista promedio. Otro hecho significativo que afectó al turismo lo son las medidas de seguridad implementadas por el gobierno norteamericano desde los atentados del 11 de septiembre que restringieron e hicieron más lento los cruces fronterizos carreteros. Más recientemente la crisis económica financiera e inmobiliaria que afectó a la sociedad norteamericana profundizó aún más los problemas para la actividad turística y la afluencia de visitantes en Playas de Rosarito. Diversos proyectos de desarrollo turístico inmobiliario se vinieron abajo o quedaron abandonados a lo largo del corredor Tijuana‑Ensenada. Se estima de acuerdo al periódico El Vigía en Línea en boletín del 10 de agosto de 2010 que en el año 2008 las operaciones de compra‑venta inmobiliaria cayeron un 11.5% con respecto al año 2007 y ya para el año 2009 la caída fue del 23%. La actividad turística es muy significativa para la ciudad, de acuerdo al Censo del año 2000 el 55.12% de la PEA del sector terciario labora en sectores ligados al turismo como restaurantes, comercios y hoteles. Sin embargo, el sector secundario tiene una presencia importante con el 37% de la PEA dedicada principalmente al trabajo en la industria maquiladora (SNIM, 2007). En Playas de Rosarito existen maquiladoras de capital norteamericano y japonés principalmente, establecidas en dos parques industriales. Playas de Rosarito se ubica en el corredor Tijuana‑Ensenada. Por la denominada carretera escénica que cubre el trayecto, circulan un promedio de 12 millones y medio de vehículos al año. A lo largo del corredor costero existen alrededor de 60 urbanizaciones cerradas con vivienda de segunda residencia, la mayoría de ellas de tipo condominal, destinadas al público norteamericano. Según Davis (2006) las 60 urbanizaciones existentes significan cerca de 11,000 casas con un valor cercano a los 3 mil millones de dólares. Algunas de las características relevantes que presenta el desarrollo urbano de Playas de Rosarito son: •• Alto crecimiento poblacional con serios rezagos en infraestructura y equipamiento urbano. La ciudad presenta una imagen urbana poco consolidada dada la existencia de extensas zonas baldías no urbanizadas. •• Playas de Rosarito se encuentra conurbada con las ciudades de Tijuana y Tecate, integran la región metropolitana de más rápido crecimiento en México •• La oferta turística de Playas de Rosarito, orientada principalmente al mercado norteamericano, se basa en la oferta de segundas residencias provistas de seguridad privada, hoteles de 3 a 5 estrellas, trailer parks, ecoturismo y gastronomía marina. La cercanía con Estados Unidos, los PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 Jesús Angel Enríquez Acosta, Alejandra Meza, Noelia Fierro 467 atractivos naturales y las facilidades de compra de casas, son factores que influyen en el desarrollo de la actividad turística. •• La vocación turística de Playas de Rosarito se expresa también como segregación espacial. Las zonas residenciales cuentan con mejor equipamiento y mayor infraestructura urbana, a diferencia de las zonas urbanas precarias. •• Hoteles y condominios de playa se extienden en la costa privatizando el espacio público, limitando el acceso a la playa y alterando irremediablemente el ecosistema local. Además, indican un patrón de ocupación que fomenta la dispersión y la autonomía del conjunto turístico, frente a la precariedad social y económica de las zonas habitacionales de la mancha urbana. •• El alto desarrollo turístico, el crecimiento poblacional y los precarios procesos de urbanización impactan la ecología costera de la región. Las descargas de aguas negras sin tratar al mar contaminan tanto en las playas como en la pesca. 4. La crisis y la inseguridad en el imaginario social de Playas de Rosarito Playas de Rosarito es una ciudad relativamente nueva en términos históricos como buena parte de las ciudades fronterizas. Su desarrollo urbano está ligado a Tijuana, constituyendo junto a Tecate la zona metropolitana de más rápido crecimiento demográfico y urbano en México (Carmona y Correa, 2008). Se ubica en el corredor costero que va de Tijuana a Ensenada, al noroeste de Baja California. En los últimos treinta años la actividad turística de sol y playa, dirigida a norteamericanos principalmente, se constituyó en su mejor emblema distintivo y el turismo de segunda residencia en su principal modelo de desarrollo urbano. En los últimos veinte años Playas de Rosarito observó un rápido crecimiento de su mancha urbana y de la población. La actividad turística modificó irremediablemente la franja costera, construyó paisajes desarticulados del entramado urbano y fragmentó la ciudad en dos, por un lado el turismo residencial y hotelero, ligado a los servicios de entretenimiento y ocio frente al mar y por otro lado, la ciudad y su dinámica particular ligada a Tijuana. El imaginario de la población es que la ciudad se transformó rápidamente. El sentido del cambio representado por el crecimiento de la mancha urbana, edificaciones hoteleras y equipamientos urbanos, la llegada de nuevos habitantes, la transformación del litoral por la actividad turística, entre otros, son valorados por los habitantes con la mirada del vértigo por la rapidez de las transformaciones. … yo tengo 40 años aquí y he visto crecer todo esto a pasos gigantes (señala parte de la ciudad). A veces no me gusta mucho el crecimiento que ha tenido, porque antes he sentido que andábamos más libres, se podía entrar a muchas partes y no había tantos cobros, en los lugares… era un lugar turístico al que entrábamos así libre. A los arroyos, por ejemplo ahora, pues todo cobran y antes nadie nos cobraba ni un cinco y yo llevó 40 años, te estoy hablando de cuando esto era un solo carril, uno para allá y otro para acá (señala al boulevard principal de Rosarito). Y tengo muchos años aquí, todo esto era puro polvo, calles empedradas y ahorita pues ya se hizo todo una ciudad, pero para mí, sigue siendo un rancho, para mí sigue siendo un rancho grande, porque todo está muy tranquilo. (Ama de casa de 60 años) … ahora ves edificios por todos lados. Antes no, no los mirabas, de nueve años hacia acá que yo llegué aquí, había uno o dos edificios, ahora hay bastantes. Si te vas por toda la playa vas a ver el cambio, la vista hacia la playa cambió, también aquí la ciudad se modificó. (Ama de casa de 34 años) El imaginario social de Playas de Rosarito está ligado completamente al turismo, la historia del lugar se explica por la actividad, de allí que sus consecuencias negativas o positivas en el presente afectan en mayor medida el entramado social. Con el trasfondo del turismo se cargan o valorizan las percepciones acerca de la transformación social operada o bien se aceptan o rechazan los cambios al confrontar la realidad frente a lo imaginado. En ese sentido, algunos testimonios refieren que Playas de Rosarito sólo es un buen lugar para ciertas prácticas ligadas al tradicional turismo fronterizo de fin de semana realizado por el norteamericano. La imagen de la ciudad fronteriza es la de la mítica leyenda negra ligada al consumo de alcohol y a la permisividad mexicana referida a las normas frente al turista norteamericano. PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 468 Inseguridad y crisis económica en el imaginario social de Playas de Rosarito, Baja California El turismo viene aquí a Rosarito porque tiene un poco más de libertad que en otros estados o en otros ciudades, como la ciudad de Tijuana… (En otras ciudades) no tienen las mismas libertades que la ciudad de Rosarito para las bebidas alcohólicas de la juventud. Aquí vienen y andan a media calle tomando bebidas alcohólicas y nadie les dice nada; si pasan de la calle turística, para afuera, los levanta la policía, pero si no, no les dicen nada. Aquí hay mucho lugar para que se diviertan, es una de las atracciones de aquí de Rosarito. Nada más. Porque no creo que tenga los mejores hoteles o los mejores lugares, yo pienso que es porque estamos cerca de Estados Unidos, porque aquí viene más juventud que mayores. Más chavalos vienen y cotorrean aquí en los hoteles pero para afuera no va nadie, no tiene zona turística, es lo único que tienen aquí en Rosarito. Aquí nada más el turismo viene por el alcohol. (Pescador de 65 años) … está muy very good, si les gusta, lo que pasan es que a ellos les gusta el convivio, eso es lo que les gusta, venir y que no los molesten, que anden tomando en la calle, le gustan que los atiendan, que les den la libertad que les dan. A mí me ha tocado, llevarme algún que otro gabacho por allá, y aunque yo no hablo inglés, ellos hablan poquito español. (Taxista de 55 años) El turismo ligado al consumo de alcohol y al entretenimiento lúdico son los principales referentes del imaginario social de los habitantes de Playas de Rosarito. El turismo representado por los “spring breakers” y los jóvenes norteamericanos que cruzan la frontera los fines de semana, se percibe como algo necesario para dinamizar la economía local pero también como un fenómeno estacional circunscrito a la época de calor y de vacaciones. El resto del año es pensado como un turismo diferente, con otro público y de temporada baja. Mira, es, tenemos dos tipos de turismo, el turismo que generalmente en semana santa y verano, que es turismo de menor edad, los spring breakers, esos son los que viene a visitar los bares, tenemos varios bares aquí, donde se hacen conciertos, torneos de surf, se hacen torneos de volibol, se hacen muchas actividades para turismo joven. Pero lo que es verano, tenemos un poquito de familias con niños, como salen los niños de vacaciones, que no es un fenómeno que se da en spring break, sino principalmente en verano. El resto del año para nosotros es invierno; comienza la temporada baja con el último fin de semana festivo de Estados Unidos, que es el “labor day weekend”, después tenemos un turismo ya más adulto, más de parejas, más de adultos retirados, entonces empieza la etapa tranquila para nosotros. (Promotor turístico de 65 años) Aparte del turismo de fin de semana representado por los “spring breakers”, también en el imaginario social se encuentran los elementos naturales y paisajísticos ligados a la playa y la orografía accidentada frente al mar. De igual modo, las artesanías presuntamente mexicanas para el consumo norteamericano, la gastronomía basada en los productos del mar y la calidez de la gente son considerados por la población como atractivos ofrecidos por la ciudad para el turismo. El turismo se debe al tipo de ciudad, lo que los atrae son las artesanías, las comidas, las playas, los precios, no sé, los paseos. (Ama de casa de 34 años) Pues tenemos playas, tenemos una variedad de galerías. Es un atractivo muy grande para el turismo, se ha convertido en un lugar artístico, hay muy buenos restaurantes de langosta, tenemos unas vistas preciosas hacia el mar, con balcones y casas de renta a la orilla del mar, hoteles y todo de primera calidad. (Pintor de 50 años) La presencia del norteamericano en la ciudad es tradicional y habitual. La vida cotidiana de las personas, la economía de servicios y el carácter fronterizo de la ciudad tienen al turismo y al nortea-mericano como referentes que organizan el mundo social, económico y cultural de Playas de Rosarito. El inglés y la moneda norteamericana son de uso común para la población y son presencias contantes en el imaginario colectivo. Si tú vas a los restaurants, a las tiendas de curios el precio está en dólares, no nada más en negocios turísticos. Vas a fonditas o a restaurantes y también vas a encontrar precios en dólares y los platillos en inglés, porque tenemos ahora, siempre hemos tenido flujo de turistas, pero tenemos también un porcentaje de la población norteamericana que es residente y eso lo tenemos desde hace mucho. Entonces los Rosaritences estamos acostumbrados a los americanos y ahorita nos toca que el americano, el “baby boomer” viene buscando PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 Jesús Angel Enríquez Acosta, Alejandra Meza, Noelia Fierro 469 condominios, pero los gringos viejitos y retirados se van a vivir a las colonias y se van a convivir con los mexicanos, entonces por allá por las colonias te encuentras de repente una casa de un americano por aquí a un americano por allá, entonces llegamos a esa convivencia diaria y al americano le encanta México, valora mucho lo que son nuestras costumbres mexicanas. (Promotor turístico de 65 años) Se podría decir que tenemos nosotros esa convivencia diaria, la mayor parte de los americanos no hablan español, porque los residentes locales hablamos inglés y hablamos inglés gracias a ellos. (Empleada de farmacia de 35 años) En la memoria colectiva se tiene registro de los lugares considerados emblemáticos, estos naturalmente tienen que ver con la particular historia del lugar ligado al turismo. El sentido de lugar expresa las representaciones que los habitantes le confieren de forma significativa a los lugares. Estos se constituyen en marcas en la memoria que evocan momentos fundacionales, espacios que refieren experiencias gratas para los habitantes, lugares con un pasado ligado a la construcción de la identidad local. Pues sería Puerto Nuevo, toda la zona centro, que sería la playa, bueno toda la playa, incluye todo el sector inmobiliario, hay muy buenos condominios, un muy buen lugar para vivir, y que otro puede ser, la zona rural, esos atractivos que incluye campamento, excursiones. Y toda la zona costera. (Comerciante de 50 años) Tenemos aquí cerquita la villa langostera que es Puerto Nuevo, donde tenemos más de 30 restaurantes, donde todos te venden la langosta con frijoles, sopa de arroz y tortilla de harina. Cuando tú hablas de langosta, en Estados Unidos es un platillo, en Europa es un platillo exquisito, muy delicado y aquí te la comes con frijoles y tortilla y con la mano, a mí me encanta, entonces creo que es eso, solo aquí se ve. (Promotor turístico de 40 años) Sin embargo, en la memoria colectiva están presentes también los lugares considerados como desa-gradables. Las valoraciones negativas del lugar realizadas por los habitantes expresan un imaginario afectado por procesos sociales experimentados recientemente en la ciudad. Por un lado, hay un tipo de turismo que es estigmatizado por la población y tiene que ver con los denominados “spring breakers”. También el turismo de segunda residencia tiene efectos en la ciudad, el proceso de privatización de las playas por los condominios a pie de mar restringen los usos del espacio público haciéndolos inaccesibles. ¿Los más desagradables? (piensa y luego responde) No te sabría decir, serían los bares de esos que hay aquí, muy ruidosos como los que están aquí el papas&beer donde va mucha gente joven y pueden hacer desastres ahí, esos son los más desagradables. (Empleada de farmacia de 35 años) Pues no debería de haber, pero sí si hay, si hay porque aquí hay playas privadas, o sea tienes que entrar con permiso o de algún dueño que tenga una casa ahí a la orilla del mar, hay vigilancia absoluta y este no dejan pasar así a cualquier gente, para por cuidar las casas y a los americanos que están ahí, a los residentes. (Ama de casa de 34 años) Por otro lado, el rápido crecimiento de la ciudad en buena medida atribuido al turismo ha tenido costos sociales importantes. En los relatos de los habitantes aparece la ciudad que conjunta esplendor y penuria. La ciudad dual modelada por el turismo con su moderna y lúdica parte frontal dedicada al turismo y la parte trasera compuesta por la ciudad fragmentada, insegura y pobre. Las áreas más desagradables podrían ser consideradas, las áreas más pobres de la ciudad, como el ejido Mauro Guzmán, que es un área muy pobre donde los niños todavía tiene que caminar una hora para ir a la escuela, el área de Los Ramos, que también es un área un poquito desconectada de la ciudad, está en la parte norte de la ciudad, al este, muy al este. (Ama de casa de 34 años) Para mí son muy desagradables las colonias del este, porque ves gente que vive en extrema pobreza y hay muchas carencias de todo, hay muchas carencias de educación, de trabajo, hay carencias físicas para la gente en sus casas, para mí eso sería lo más desagradable. (Guardia de seguridad de 45 años) PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 470 Inseguridad y crisis económica en el imaginario social de Playas de Rosarito, Baja California Los imaginarios construidos por los habitantes de Playas de Rosarito acerca de su ciudad tienen que ver con la forma de caracterizarla según el color atribuido a la misma. Las percepciones acerca del color evocan, sin duda, un estado de ánimo referido a las condiciones materiales de vida, al rol social ocupado y por supuesto a las expectativas del sujeto con respecto al lugar. De ese modo, es posible que un entrevistado caracterice a su ciudad de acuerdo con las circunstancias sociales que atraviese en el momento como la crisis económica y su impacto en el turismo, a la forma de identificarse con el lugar o a la imagen surgida de la comparación con otras ciudades cercanas. ¿De qué color? …negro. Bueno ahorita. Antes no, estaba bien (la ciudad) porque había… la gente era alegre, había música, había negocios, había un poquito de todo… era más alegre, por lo menos colorada. Pero… ahorita, bueno, es negro su color. (Pintor de 50 años) Rosita porque está bonito, vives tranquilo. Como se dice: hay un mundo de color de rosa. Rosa porque está tranquilo, llegan a Tijuana y allá no es tranquilo, allá es negro. (Ama de casa de 34 años) La forma de evocar la ciudad por sus olores también es un elemento de identificación y de exaltación de los problemas vividos cotidianamente. Para un habitante de Playas de Rosarito el olor de la ciudad resulta desagradable gracias a la crisis económica y la paralización de la actividad turística observada en la ciudad recientemente. Ahorita huele a panteón, está muerto Rosarito. Huele a panteón, está muerto, con eso te digo todo. (Taxista de 55 años) En el imaginario social se representa a Playas de Rosarito desde un antes y un después. El turismo ocupa un lugar central en ese imaginario. En la primera parte, los habitantes reconstruyen su ciudad a partir de aquellas cosas, espacios y prácticas desaparecidas. El pasado es pensado en función del cambio y es significado en la vida cotidiana en función de lo añorado o perdido al paso del tiempo. Eso es más valorado en el presente en tanto una realidad que abruma y provoca incertidumbre. Falta alegría al lugar, porque ahorita parece cementerio de media noche. Antes era diferente, andaba la gente en la calle, había mucha gente los fines de semana, entre semana, había mucha gente aquí, y ahorita no hay nadie. A las horas de la noche yo camino, a veces voy al Ortegas y me vengo caminando hasta acá... solo, y digo ¿qué pasa aquí? Me acostumbre a que siempre había gente, siempre había carros y gente, música por todos lados y ahorita ya está todo cerrado. (Ama de casa de 60 años) Los habitantes atribuyen el ambiente de pesadumbre en su ciudad al declive del turismo. Aconteci-mientos ligados al miedo producido en la sociedad norteamericana a raíz del 11 de Septiembre, la crisis económica mundial y la inseguridad que azota a la frontera, se encuentran detrás de la decadencia de su principal sostén económico. Bueno, ahora ya no hay turismo. Como hace 10 años, desde que sucedió lo de las torres gemelas. Desde esa fecha, hasta hoy se están cayendo las ventas, no es como hace quince años, doce años. (Comerciante de 50 años) …tenemos de hace cuatro o cinco años para acá lidiando con la crisis y hace dos años nos pegó muy duro, sobre todo la crisis a nivel mundial nos pegó a nosotros. Muchos de los problemas de inseguridad en México, en todo lo relacionado con Tijuana, nosotros no lo sufrimos aquí, pero la gente tiene que pasar por Tijuana para poder venir para acá, entonces decreció considerablemente la afluencia turística y por ende, hubo escasez de empleo, cerraron muchos negocios, sobre todo en la zona turística… la gente dejó de tener dinero, dejó de tener empleo y eso afectó también en los negocios indirectamente relacionados con el turismo, por ejemplo las tiendas de abarrotes, las tiendas de ropa. La gente que no tiene dinero porque no tiene empleo pues ya no van a comprar cosas. Entonces se convirtió, en una bola de nieve que nos afectó a todos, creo que le problema más grande que tenemos es ese. (Promotor turístico de 40 años) El pesar que permea el imaginario de la población con respecto al turismo se expresa en una proyección pesimista de la ciudad y de las posibilidades de realización. PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 Jesús Angel Enríquez Acosta, Alejandra Meza, Noelia Fierro 471 Aquí dependemos del turismo, se está muriendo de hambre Rosarito, esa es la palabra correcta. Porque se está sujeto a una economía estacionaria del turismo, turismo que no viene. Aquí le apostamos a la inversión de economía extranjera, inversión en condominios que están muertos, son nidos de pájaro, apostamos a eso y perdimos. ¿Por qué no viene turismo? no hay venta inmobiliaria, hoy 80% de los negocios están cerrados y la economía está derruida y no hay nada que diga uno esperanzador. (Administrador de hotel de 45 años) …el turismo es el que nos revive aquí, la verdad. El turismo en primer lugar, por el estamos aquí. Estamos esperanzados en vender, pero ¿a quién? ¡Mira! No hay nadie, llevamos dos años así. Hace tres años era muy diferente, ¿por qué?, porque había más turismo, ahora no. (Empleado de comercio de 30 años) Los acontecimientos recientes en la ciudad ligados a la crisis económica y sus efectos, contribuyeron a crear un ambiente social cargado de pesimismo. El turismo no se mira como una actividad que puede ayudar a contrarrestar los problemas económicos, todavía más se reniega de las actividades lúdicas que durante mucho tiempo caracterizaron y dieron atractivo a la ciudad para el turista norteamericano: Nada, nada, tiene unos cuantos lugares ahí atractivos que son las terrazas, los llaman table dance, cosas de esas, pero no es una economía firme, dependen de vender licores. Querían a toda fuerza hacer una economía vacacional. Pero nada, una cosa que atraiga, que el turismo venga nada más por eso, no hay. La gente ya nada más está tomando Rosarito, como un punto de llegar un rato y luego se van a Ensenada. Vienen aquí a la pesca deportiva, se les atiende. La pesca, está muy limitada, pocas personas nos dedicamos a pescar, agricultura no tenemos, ganadería no tenemos, industria, comercio, no tenemos nada. (Pescador de 65 años) Otros testimonios son todavía más críticos porque cuestionan la forma cómo el turismo permeó la vida y la historia de la ciudad. Se piensa en la gran dependencia guardada hacia el turismo proveniente de Estados Unidos y el tipo de oferta turística ofrecida. El turismo aquí en México, no es mexicano, es internacional. Es hacia los norteamericanos. Lo que queremos hacer aquí es parecernos a ellos, con el supuesto de que si nos parecemos a ellos, van a estar a gusto aquí y no, para estar a gusto, se quedan allá. Tiene que ser algo diferente a lo de ellos y no lo tenemos, diferente a lo de ellos, que los atraiga, que este accesible para ellos, pero no, hacemos los mismos hoteles, los mismos condominios. (Comerciante de 50 años) Otros habitantes consideran que el turismo de fin de semana y el de segundas residencias agotaron sus posibilidades de desarrollo en la comunidad. La economía de enclave significado por el turismo se observa como una amenaza para el futuro de la ciudad. El turismo es decadente, la inmobiliaria llego a su tope turístico también, ya no se tiene nada que pueda promover el turismo, que es de lo que se pretende vivir. El futuro de Rosarito yo lo vería si se crea un abanico de oportunidades, que no sea solo de turismo. (Pintor de 50 años) Un rasgo de Playas de Rosarito lo es su rápido crecimiento demográfico y urbano. La actividad turística y la cercanía a Tijuana posibilitaron el flujo constante de inmigrantes a la ciudad. La proveniencia de los nuevos habitantes es diversa así como sus referentes culturales. Esta particularidad para algunos habitantes de la ciudad es sentida como un indicativo de desarraigo o de falta de identidad cultural, también como un problema social fuerte. …yo creo que el problema que tenemos con los migrantes, es la falta de arraigo, por que mucha de esa gente sólo duerme en Rosarito, trabajan en Tijuana, se van tempranito a Tijuana y llegan en la noche. Entonces no hay mucha convivencia y no hay mucho apego a la ciudad, no hay mucho amor a la ciudad y eso es algo que hace que la ciudad no prospere, porque cuando los ciudadanos estamos preocupados por nuestra ciudad, la queremos ver bonita, la queremos ver limpia, queremos que se hagan cosas por la ciudad, trabajamos, nos damos tiempo. Pero el migrante no se siente que pertenezca, no siente empatía, no se siente parte. Entonces eso hace que si tenemos un alto porcentaje de migrantes, entonces tenemos un alto porcentaje de gente que a lo mejor no va hacer un esfuerzo por trabajar por su ciudad. (Promotor turístico de 35 años) PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 472 Inseguridad y crisis económica en el imaginario social de Playas de Rosarito, Baja California Todavía más subsiste una diferenciación social marcada entre los originarios del lugar y los migrantes. Siendo eminentemente una ciudad de migrantes la paradoja escriba en la representación del migrante como una fuente de problemas, entre ellos la inseguridad. …la gente que vivimos aquí y nacimos aquí somos amables, si lo somos, pero desgraciadamente la gente que está de fuera, de otros estados y que quieren cruzar a Estados Unidos y lamentablemente no los pueden cruzar y se establecen en Rosarito o en Tijuana, y no tienen un domicilio fijo y, entonces, por la misma situación a lo mejor no tienen un trabajo y empiezan a robar a las demás personas, pero en sí, la gente de aquí somos gente amable. (Ama de casa de 65 años) Ante la velocidad del crecimiento demográfico y urbano se propician problemas en la identidad de la comunidad con respecto a su ciudad. El motivo principal para migrar a la ciudad se debe a la búsqueda de empleo o de un lugar que asegure mejores condiciones de vida, esa particularidad genera desarraigo o desapego al lugar. La identidad es importante porque define el carácter del lugar, imprime su sello en la fisonomía del espacio urbano y dota de orgullo al habitante por su espacio. Los testimonios de la población refieren esa situación pretendiendo construir un sentido de lugar y una identidad propia. Algo que le falta a Rosarito yo creo, es una conceptualización de ciudad, ahorita no tenemos una identidad. Hay hoteles que se fueron formando, hoteles que se hicieron aquí y allá, de repente hay una casa y de repente hay un negocio y no tenemos un concepto. Hace muchos años había una americana que traía la idea de convertir Rosarito en la ciudad de las rosas, por el nombre de Rosarito, de plantar rosales en todo el bulevar, que toda la gente tuviera rosales en sus jardines, poner muchos rosales en los negocios y entonces se convirtiera en la ciudad de la rosa, pero no prosperó la idea. (Promotor turístico de 65 años) Los años posteriores al 11 de Septiembre marcaron un giro en la pujante actividad turística gracias a las restrictivas medidas de seguridad instrumentadas por el gobierno norteamericano al tránsito fronterizo que inhibieron las visitas de norteamericanos a México. Junto a las restricciones, los problemas de inseguridad que azolaron a Tijuana a mediados de la primera década del siglo XXI tuvieron como efecto que Playas de Rosarito viera una marcada disminución en las visitas de turistas norteamericanos. La reciente crisis económica en Estados Unidos y con serias consecuencias en México dieron un duro golpe al mercado inmobiliario, uno de los sectores económicos más importantes de Playas de Rosarito, con ello el denominado turismo residencial paralizó prácticamente sus actividades. Estos acontecimientos están presentes en el imaginario social y la memoria de los habitantes de Playas de Rosarito como elementos desencadenantes del declive turístico más reciente. Los testimonios obtenidos del trabajo de campo realizado en la ciudad muestran un tejido social afectado por la crisis económica, la inseguridad y la dependencia al turismo norteamericano. En el imaginario social de la población es la inseguridad una de las razones más importantes por las cuales la actividad turística declinó en años recientes. La inseguridad se atribuye en gran parte a la guerra librada entre los propios grupos de narcotraficantes existentes en la frontera norte y el gobierno mexicano intentando combatirlos. No pues la delincuencia siempre ha existido, nada más que lo que pasa es que ahora hay una guerra entre el gobierno y los narcos, porque no los dejan trabajar y porque ha habido ese tipo de problemas entre ellos. Entonces ahorita los narcos están atacando más, digamos al gobierno lo están debilitando y con eso afectan la economía de todos los comerciantes, se aleja el turismo, es general, no nomás aquí en Rosarito, está pasando en todo México. (Comerciante de 50 años) Aunque a consideración de los entrevistados la inseguridad en la ciudad es ajena, viene de su vecina. Es en Tijuana donde se escenifican los principales problemas relacionados con el narcotráfico y las muertes violentas. A Playas de Rosarito le toca recibir el eco de la inseguridad dada su cercanía con Tijuana, aunque la percepción del miedo también está contenida en el imaginario y propicia la realización de determinadas prácticas de protección por parte de la población. Ahorita la inseguridad nos pegó demasiado, ya llevamos dos años así. Por la inseguridad cuando uno habla con ellos (los turistas) dicen que ya no quieren venir. Llegan las noticias allá y ¡nombre! Que están PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 Jesús Angel Enríquez Acosta, Alejandra Meza, Noelia Fierro 473 matando y así se oye en Tijuana, digo no es en la ciudad, ni en el centro, es en su alrededor. El turismo cuando piensa en Tijuana, piensa que aquí se está haciendo la cosa. Por eso estamos así, mira hoy es lunes y no hay clientes, no hay turismo. Este fin de semana tuvimos algo de turismo porque hicieron unos eventos en la playa, de la bicicleta el sábado y ayer hicieron de surfing. Pero eso es nacional, no es turismo gabacho. (Empleada de farmacia de 35 años) Andamos caminando y no vemos ni que rollo aquí de plano, porque tiene miedo la gente de salir. Nosotros estábamos en grupos antes, dejó la gente de ir a los bares y restaurantes porque empezaron las balaceras, les da miedo y luego en el otro lado hacen una propaganda, de aquí horrible, como yo voy para allá, dicen que aquí son las balaceras. Que esto y lo otro y no nada que ves lo que dicen allá, allá espantan para que no vengan para acá. (Ama de casa de 60 años) A la percepción de la inseguridad como proveniente de Tijuana se le agrega la denominada campaña negra realizada en los medios de comunicación norteamericanos en relación al problema del narcotráfico y la violencia de los carteles. Sin duda, la violencia fronteriza de años recientes y atribuidos al narcotráfico es noticia en Estados Unidos. Esto influyó para que el turista norteamericano se alejara de México y de ciudades como Playas de Rosarito. La población considera que su ciudad no es ajena al problema, sin embargo, piensan que los medios la han magnificado. … es más mala publicidad en Estados Unidos, porque también hay muy mala propaganda. Pasa una cosita aquí y de veras que la hacen gigante allá en Estados Unidos, entonces la mayoría están asustados porque el mismo gobierno de Estados Unidos les dice que no vayan, que no vengan. Entonces hablan mucho de la inseguridad y de las muertes y de todo eso, y en otros lados pasa lo mismo, pero no sé porque aquí hacen más alarde. (Promotor turístico de 35 años) Pues definitivamente no hay turismo, está solo, en la actualidad está solo el pueblo. No hay turismo, hace falta motivarlos para que ellos vengan, que se omitan noticias amarillistas de que hay delincuencia, realmente no hay, no la ves, no la puedes palpar, porque tú puedes andar en la noche en la madrugada caminando y no corres ningún riesgo, nada más publicidad amarilla la que se está haciendo. (Empleado de comercio de 30 años) Ligado al problema de la inseguridad se encuentra la corrupción de las policías mexicanas. Ambas son consideradas por la población como importantes para explicar el alejamiento del turista en la ciudad y la posterior decadencia económica de la actividad turística. Una turista norteamericana radicada en Playas de Rosarito narra el problema: …pero otra cosa que alejó, aparte la crisis y los narco, fue la corrupción, claro. La corrupción en serio, a mí me pararon también. Tengo un carro completamente americano y me pararon el primer año, me pararon, pero yo sabía lo que querían... entonces yo les hablaba en inglés, no entendían nada, entonces se cansaban y me dejaban ir. En el imaginario social existe la percepción de que las policías son demasiado corruptas y responsables en parte de la crisis del turismo. La mayoría de los turistas norteamericanos viajan a las ciudades fronterizas mexicanas en automóvil, esta particularidad es aprovechada por la policía para realizar actos de corrupción pretextando cualquier cosa para pedir dinero a cambio de no infraccionar o imponer multas reales o ficticias. Pues yo pienso que para atraer el turismo necesita también la autoridad poner un poco de su parte, no acosar tanto al turismo porque es lo primero que hacen...Nomás ven placas americanas y luego se van sobre de ellos, ¿qué es lo que está pasando? ‘horita de por sí está que la matazón aquí, que la matazón allá. Los que vienen de Estados Unidos dicen: no, ya no voy a Rosarito porque pasa esto y pasa esto otro. Entonces la gente no quiere venir por lo mismo, por más que uno trata de protegerlos, de guiarlos, de hacerles sentir que están bien, que están protegidos, que están en confianza, la gente no va a venir si les piden dinero. Necesitamos que venga el turismo porque de ellos son de lo que vivimos. (Ama de casa de 34 años) PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 474 Inseguridad y crisis económica en el imaginario social de Playas de Rosarito, Baja California A la reciente crisis económica, la corrupción, la inseguridad y la violencia fronteriza, se aúna a consideración de la población las trabas establecidas por el gobierno mexicano para combatir el blanqueo de dólares provenientes del narcotráfico, tales como las restricciones a los depósitos bancarios en dólares, compra y venta de moneda en casas de cambio, la no recepción de dólares en los establecimientos comerciales y hoteleros, entre otras. Es significativo que en una ciudad históricamente ligada al turismo, donde la presencia del norteame-ricano sea habitual, el dólar y el inglés comunes en la vida cotidiana, con vigorosas relaciones fronterizas establecidas entre naciones y culturas, todavía más que la costa de Baja California paulatinamente viene siendo ocupada por el turismo de segundas residencias, hoy en día la inseguridad y la violencia son problemas que amenazan profundamente a la actividad turística y propicia la salida de norteamericanos avecindados en Playas de Rosarito. …uno se siente mal, y no, uno no quiere irse... después de tantos problemas, preocupado por esto, lo otro. Uno no quiere eso, no viene acá por eso, uno viene acá para estar tranquilo, porque es bonita, porque yo venía aquí antes de vacaciones, yo vivía en Estados Unidos, y me encantó y por eso me vine acá, pero ahora estoy tan... me quiero ir, sí la verdad, porque venir de vacaciones es una cosa, pero vivir es otra, y no tendría que ser así. Tendría que ser la vida más fácil a la gente que quiere vivir acá porque son entradas fijas que se quedan acá, turismo o no turismo pero si lo tratan mal se van. La gente no quiere eso... (Turista norteamericana de 50 años residente en Playas de Rosarito) En la otra cara, la paradoja entre la población de Playas de Rosarito es que algunos perciben un mejor futuro, son optimistas de que las cosas cambien y que los atractivos que la ciudad ofrece a la actividad turística ayuden. Otros en cambio perciben un futuro nada halagüeño, con más sombras que certezas. Rosarito no tiene mucho futuro, el futuro de Rosarito está muy lejano, no tiene para hacer garitas para Estados Unidos, les queda muy lejos, ningún empresario invierte. Aquí hay unas fábricas pero no le echan muchas ganas. Aquí lo único que tienen es el mar y una buena playa pero se lo va a comer Tijuana y Tecate porque están más cerca de Estados Unidos. (Taxista de 55 años) 5. Conclusiones Los testimonios de las personas entrevistadas coinciden en señalar que el turismo es una actividad económica importante para el lugar y se encuentra actualmente en declive debido a una combinación de factores. Entre esos factores se encuentran: en primer lugar, las medidas de seguridad instrumentadas por Estados Unidos a partir de los atentados del 11 de septiembre, afectaron la actividad turística, redujeron la periodicidad de las visitas y dificultaron los cruces de los nortea-mericanos hacia y desde México; en segundo lugar, la crisis económica iniciada en estados Unidos a partir del año 2008 significó una reducción fuerte del turismo, detuvo la construcción y venta de urbanizaciones de segunda residencia y paralizó los servicios turísticos de entretenimiento y ocio y; por último, la inseguridad y violencia en México, en particular en el norte del país, contribuyó a crear una imagen negativa de la frontera que trajo por consecuencia el alejamiento de los turistas de Playas de Rosarito. El imaginario social desprendido de los relatos de turistas y habitantes refiere que el lugar se transformó irremediablemente por el rápido proceso de turistificación de años recientes. En los relatos, esa transformación se liga a una imagen que identifica a la ciudad en términos del deterioro observado en las relaciones sociales y en la precarización de las condiciones de vida de un sector importante de población. Así también, existe entre los entrevistados el imaginario que vincula el turismo al aumento de las diferencias sociales expresadas en mayor exclusión y otredad social. El rápido crecimiento urbano y poblacional de la ciudad fronteriza sumado a la crisis económica y a la inseguridad, lastimó el tejido social y creó un panorama social poco optimista. Hacer comunidad entre las carencias y la desconfianza existente entre la población resulta una empresa difícil para una ciudad dedicada al turismo como lo es Playas de Rosarito. PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 13 (3). 2015 ISSN 1695-7121 Jesús Angel Enríquez Acosta, Alejandra Meza, Noelia Fierro 475 Bibliografía Acevedo, C. 2001. Rosarito. Ensayo monográfico. Fundación Acevedo, A.C. México. Borja, J. y Castells M. 1988. Local y global, Madrid: ONU y Taurus. Carmona, R. y Correa O. 2008. “Estructura territorial del turismo en el corredor Tijuana‑Rosarito‑Ensenada”, Revista Teoría y Praxis No. 5, Universidad de Quintana Roo. Davis, M. 2006. “Invasores de la frontera”, La Jornada, 23 de septiembre. Fuentes, J. 2000. “Imágenes e imaginarios urbanos: su utilización en los estudios de las ciudades”. Ciudades, No. 46, México. Goicoechea, A. 2003. “Los imaginarios migratorios, el caso ecuatoriano”, Universidad Andina, Ecuador. Hiernaux, D., et al 2002. Imaginarios sociales y turismo sostenible. FLACSO, Costa Rica. Lacarrieu, M. 2007. “La insoportable levedad de lo urbano”. Revista Eure, Volumen XXXIII, No. 99, Santiago de Chile. Méndez, E. 2012. “Imaginario de ciudad turística: una propuesta de abordaje”, en De itinerarios, paisajes e imagi‑narios, Universidad de Sonora, Hermosillo Nieto, R. 1998. “Lo imaginario como articulador de los órdenes laboral y urbano”. 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