Vol. 5 Nº 1 págs. 111-124. 2007
www.pasosonline.org
© PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. ISSN 1695-7121
Notas de investigación
Entre el patrimonio natural y el cultural habita el mito:
Isla del río Cuale (Puerto Vallarta, Jalisco, México)1
Edmundo Andrade Romo
Rosa María Chávez Dagostino †
Centro Universitario de la Costa de la Universidad de Guadalajara (México)
Resumen: Los destinos turísticos internacionales experimentan cambios continuos y a velocidades gene-ralmente
mayores que en ciudades o poblados no turísticos. Esta evolución urbano-turística resulta un
excelente tema de investigación para el estudio del patrimonio cultural local y sus implicaciones socio-antropológicas,
Puerto Vallarta, Jalisco, uno de los tres destinos turísticos internacionales más importan-tes
de México, no ha sido la excepción. En el presente artículo se advierte como los elementos naturales
se transforman en culturales y a través del análisis diacrónico se distinguen los distintos momentos que
conforman y explican la identidad local, así como de la elaboración mitológica sobre el origen local.
Finalmente se expone la situación actual impactada por el turismo y la percepción social sobre la Isla
del río Cuale como el elemento natural-cultural más significativo en la población vallartense.
Palabras clave: Patrimonio cultural; Puerto Vallarta; Identidad; Turismo.
Abstract: International tourist places experience continuous changes, faster than non tourist cities or
towns. This urban -tourist evolution is an excellent investigation subject to study local cultural heritage
and its partner-anthropological implications, Puerto Vallarta, Jalisco, one of the three most important
tourist centers in Mexico has not been the exception. This work notice how natural elements are trans-formed
into cultural ones; by diachronic analysis diverse moments that conform and explain local iden-tity
are distinguished as well as the mythological construction about the local origin. Finally the former
condition and social perception about the island, is exposed as the most significant natural-cultural ele-ment
for people in Puerto Vallarta.
Keywords: Cultural heritage; Puerto Vallarta; Identity; Tourism.
† Edmundo Andrade Romo y Rosa María Chávez Dagostino son Profesores investigadores miembros del
cuerpo académico “Análisis Regional y Turismo” del Centro Universitario de la Costa de la Universidad
de Guadalajara.. E-mail: eandraderomo@yahoo.com.mx
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Introducción
Puerto Vallarta, ciudad joven, fundada
en 1851, es uno de los destinos turísticos
de índole internacional en México, se ubi-ca
geográficamente en el pacífico medio
mexicano en la parte media de la bahía de
Banderas perteneciente al club de las cien
bahías más hermosas del mundo. El trán-sito
de su estado natural a cultural ha
sido poco estudiado, sin embargo, si bien
existen ejemplos de estudios fundamenta-les
al respecto, no son suficientes, de
hecho son pocos los estudios sobre la his-toria
de la interrelación de las sociedades
con su entorno físico (Garza, 2004).
Los asentamientos urbanos general-mente
implican modificaciones al paisaje
natural (Cram y col. 2004), donde el en-torno
natural pierde más, no obstante los
estudios referentes a dicho impacto de la
presencia del hombre son cada vez más
abordados desde el concepto de Huella
Ecológica, que en nuestro caso dichos
impactos en su conjunto son serios limi-tantes
para la biodiversidad y productivi-dad
de los sistemas costeros, abatiendo y
cambiando los recursos naturales básicos
como el agua, suelo y vegetación, que
finalmente sus efectos inciden en lo social
y económico a nivel local (Ortiz, 2004).
A lo largo de la historia de la civiliza-ción
y en particular los primeros centros
y más importantes centros urbanos de la
humanidad se sitúan en valles de cinco
ríos importantes: Tigres, Éufrates, Nilo,
Indo, Hoang-ho, y en el mar Egeo, dando
origen así a la primera revolución urbana
(Gutierrez, 1994). En estudios recientes
sobre geohistoria se reconoce la influencia
de los elementos naturales en la construc-ción
de referentes identitarios. Aun un
mismo elemento, un río, a partir de las
diferencias particulares influyen en los
socio-cultural, es el caso de las variables
entre Egipto y Mesopotamia (Gutiérrez,
1994), o el caso de las transformaciones
físicas, sociales y culturales a partir de la
inundaciones en la capital de México (Gu-tiérrez
y González, 2002).
Hombre y naturaleza en constante re-lación;
el mundo de lo natural en lucha
eterna con el mundo cultural de este en-frentamiento,
el grupo social elabora un
objeto cultural, que por lo general da ca-bida
al mito. El poder del mito como ma-nifestación
transformadora del hombre y
en íntima relación con el entorno natural
de donde se nutre y recrea, el mito como
conjunto de leyendas con respecto al
mundo natural y sobrenatural, animismo
que supone en las cosas que nos rodean
algo como de espíritu y, por consecuencia,
una voluntad (Reyes, 1981). 342-358, lo
que influye en lo social, donde el grupo,
quien a su vez construye en procesos
complejos el andamio cultural en el que se
edifica la identidad social que finalmente
el individuo retoma en la adquisición de
una nueva categorización del yo que mo-difica
su identidad social (Ayestarán y col.
1992).
El estudio de los elementos que contri-buyen
a la conformación de la identidad
de un grupo en particular resulta intere-sante
en el marco de la globalización,
donde lo local es revalorado, máxime
cuando estos elementos comparten la
categoría de lo natural-cultural, que en el
caso del presente estudio, se relaciona con
la actividad turística, por tanto con el
desarrollo y dado que la teoría de la iden-tidad
permite entender la acción y la in-teracción
social, lo que ordena preferen-cias
y escoge las alternativas de acción,
incluso aun cuando el grado de especifici-dad
cultura del grupo social no sea rele-vante,
por lo general los actores regiona-les
utilizan otros términos distintos al de
identidad como imagen de marca, emble-ma,
símbolo (Giménez, 2005) o “destino
turístico internacional”.
Edmundo Andrade Romo y Rosa María Chávez 113
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Antecedentes
En el año 2001 dio inicio una serie de
estudios conjuntos entre las Universida-des
de Brandon y York en Canadá y la
Universidad de Guadalajara a través del
Centro Universitario de la Costa sobre
geografía física en el área de estudio de
Puerto Vallarta y la región de Bahía de
Banderas, entre otros tópicos se aborda-ron
el desarrollo, paisaje cultural, efectos
sociales y culturales relacionados con el
turismo (Everitt y col. 2001), así como la
percepción del espacio (Everitt y col.
2004), además de temas como huella eco-lógica,
impactos, espacios sociales y me-dioambiente
( Everitt y col. 2005). En
dichos estudios el aspecto cultural rela-cionado
con el espacio físico y social está
presente, y se advierte como el factor tu-rismo
es un generados de cambios tanto
en el ámbito natural, como el cultural.
Desarrollo del estudio
En la búsqueda de los elementos cul-turales
asociados a la isla del río Cuale,
fue necesario un análisis diacrónico a fin
de establecer los valores imperantes en el
presente y que explican, de algún modo,
el fenómeno social de apropiación y elabo-ración
de un objeto cultural.
“Puerto Vallarta tenía su propia cultu-ra,
aislada por su geografía natural, ya
que era difícil el acceso. Los pobladores
más cercanos intercambiaban ideas, vení-an
de regiones colindantes, como Masco-ta,
Talpa y San Sebastián”.2
Dimensión I. Lo histórico o el pasado mí-tico
En este caso debemos ampliar nuestro
referente de estudio de lo local a lo regio-nal,
donde la unidad estará establecida
por elementos socio-culturales, no obstan-te
reconocemos que el recurso natural
“río” bien pudiera servir, en algunos casos
como el elemento integrador.
Los caminos río abajo traen de todo.
La isla del río Cuale, es un fenómeno
natural dinámico, es decir, según las con-diciones
imperantes la isla crece, reduce o
incluso desaparece por lapsos de tiempo.
Por ello es que históricamente no tenemos
registro o referente cultural.
No existe indicio de asentamientos
humanos importantes antes de la con-quista,
no se registra en las primeras
cartografías de la región, de hecho el río
Ameca fue de mayor interés para los pri-meros
asentamientos humanos de la re-gión.
La historia reciente y fija de la isla del
río Cuale está fuertemente asociada al
fenómeno regional serrano de Jalisco de
los siglos XVII y XIX.
Talpa, Talpan, Tlapa, lugar sobre la
tierra , tierra o lugar alto (Talpa de Allen-de);
Amaxacotlán, Mazacotla, Amaxoco-tlán,
lugar de venados y culebras (Masco-ta)
y San Sebastián del Oeste, región
habitada por los tecos y dominados pri-mero
por Francisco Cortés de Buenaven-tura
y conquistados por Nuño de Guz-
Imagen 1. Río Cuale, Jalisco, México
Imagen 2. Beneficio minero en el poblado del
Cuale, Talpa de Allende, Jal., Mex.
114 Entre el patrimonio natural y el cultural habita el mito ...
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mán. Esta región llegó a ser la meca del
oro y plata en 1542 de la Nueva Galicia.
Con el auge de la extracción y producción
minera estos poblados llegaron a tener
mucho poder e influencia en la región,
donde Moscota y Talpa de Allende logra-ron
incidir en la costa (con el Tuito y Cha-cala).
En 1804 se descubrió la mina “La Prie-ta”
por Luis Hernández y para 1821, Vic-toriano
Roa, registra a San Antonio de
Cuale como lugar donde abundan las mi-nas
vetas (oro y plata) en su Estadística
del Estado libre y soberano de Jalisco.
Beneficio minero en el poblado del Cuale,
Talpa de Allende, Jal., Mex.
El poblado denominado el Cuale “quie-re
decir, abundancia de agua”3 toma gran
importancia regional por sus beneficios
mineros y el río Cuale bajaba la noticia
entre sus aguas.
Con la figura del comerciante de sal,
Guadalupe Sánchez Torres, que en 1851,
fecha oficial de la fundación de Puerto de
las Peñas (Puerto Vallarta) allegado de
Cihuatlán, se establece un primer contac-to
permanente entre la región minera del
reciente estado de Jalisco y la costa, de
hecho sabemos, que para 1888 ya se em-barcaban
los productos mineros a New
York. “En el año de 1852 se construye la
primera casa de adobe en Puerto Vallar-ta,
construida por La Unión en Cuale.
Esta casa se utilizaba para almacenar
sal, que se utilizaba para al amalgama-ción
y extracción de la plata y para el
ganado... El Sr. Guadalupe Sánchez era el
almacenista de la Unión”4
Guadalupe Sánchez y su familia se
asientan en la rivera del río Cuale próxi-mo
a la desembocadura o boca. Con ellos
otras familias inician el chocerío de Puer-to
de las Peñas. Entre otros apellidos se
registran entre finales del s. XIX e inicios
del s. XX los siguientes: Sánchez, Torres,
Carrillo, Nuño, Gómez, Camacho, Parti-da,
Guereña, Mantecón, Curiel, González,
Covarrubias, Parada, Fragoso, Bernal,
Contreras, Palacios, Ibarría, Arreola,
Meza, Guerrero, Rizo, Castillo, García,
Barragán, Robles, Palomera, Cruz, Fa-manía.
“También refiere una versión de
otra persona a la que también se le atri-buye
ser el fundador de las Peñas. El
tecolotlence Cenobio Villaseñor... y a
quien se le adjudica la realización del
primer alineamiento y deslinde de la an-tigua
población de las Peñas” (Tovar
1999:10)
Con familias asentadas ya en el Fundo
Legal y el cese de actividades en las mi-nas
de lo que el emporio económico de la
Nueva Galicia y parte Jalisco, Puerto de
las Peñas traza nuevas rutas comerciales
quedando la ruta al Cuale como el vínculo
de origen.
Imagen 4. Casa habitación en Puerto Vallarta
con elementos serranos
Imagen 3. Don Guadalupe Sánchez Torres
Edmundo Andrade Romo y Rosa María Chávez 115
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Dimensión II. Las influencias o la cons-trucción
de identidades
La relación entre la región serrana
minera y la costa de norte de Jalisco duró
por lo menos cien años de intensa interac-ción,
entre las influencias cultural que
forjaron una identidad local, se encuen-tran
los elementos arquitectónicos como
muro viejo, un estilo serrano en la vivien-da
básicamente de ladrillo o adobe, techos
inclinados a una o dos aguas de teja, din-teles
o maderos sobre ventanas y puertas
con postigos.
Las haciendas locales es otro de los
elementos que se incorporaron siendo la
exhacienda del Pitillal, recientemente
derribada con la anuencia del actual go-bierno
municipal, una de las que referían
esta traslación de influencia arquitectóni-ca.
En cuanto a las variable sobre Cultura
viva, quizá la más significativa en nues-tro
estudio, se advierten que algunas
subvariables son determinantes.
- Fiestas (religiosa). Jalisco posee tres
de las cuatro devociones a la virgen más
importantes del país: la Virgen de Talpa
junto con la Virgen de Lagos de Moreno y
la “Generala” la Virgen de Zapopán. La fe
y devoción católica es una tradición muy
arraigada y de carácter muy regionalista,
ya sea por la tradición indígena, ya sea
por la tradición española. Sin minimizar
la importancia de íconos religiosos proce-dentes
de la región serrana minera de
Jalisco, es evidente que la devoción a la
Virgen de Talpa es de suma importancia
regional, misma que migra a la costa Nor-te
de Jalisco (Puerto Vallarta, Cabo Co-rrientes
y Tomatlán) y durante la siglo
XIX los habitantes de la costa retornaban
los días de fiesta dedicados a la Virgen en
Talpa: 12 de mayo, Aniversario de la co-ronación
pontificia de la imagen de Nues-tra
Señora del Rosario de Talpa (1923);
10 de septiembre, Tradicional baño de la
Virgen y recorrido sobre alfombra floral; 7
de octubre Festividad de Nuestra Señora
del Rosario de Talpa (1644), sin embargo,
las distancias y los imprevistos fueron
mermando la asistencia puntual a los
festejos y se inicia un fenómeno religiosos
que a la postre llega a ser una de las tra-diciones
más significativas que son las
peregrinaciones a la Virgen de Talpa.
- Tradiciones. Una de las tradiciones
en la región norte costa de Jalisco más
importantes son las peregrinaciones en
los meses de marzo, abril y mayo a la
Virgen de Talpa, como dato curioso lo que
Imagen 5. Casa habitacional en el poblado del
Cuale.
Imagen 6. Imagen de la Virgen de Talpa.
Imagen 7. Veneración de la Virgen de Talpa.
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fue anteriormente la asistencia a las fies-tas
con el tiempo se transformó en pere-grinaciones
a nivel nacional. El estudio
realizado sobre los peregrinos de la virgen
de Talpa, realizado en marzo del 2004,
resultó que 63% son de Jalisco; 9% del
estado de Nayarit; 8% del estado de
Hidalgo; 7% del estado vecino de Colima;
1% del D.F. En cuanto a los peregrinos de
Jalisco un 48% son de la costa de Jalisco,
lo que indica la fuerte presencia de la
tradición en los costeños jaliscienses; los
grupos por edades registro el siguiente
resultado: con 40% el grupo de31 a 45
años; 27% el grupo de 18 a 30 años; el
grupo de 46 a 60 años obtuvo un 20%; en
tanto que el grupo de los mayores de 61
años se expresó con un 13%. En cuanto al
tiempo que los peregrinos realiza esta
tradición el estudio reflejo los siguientes
datos: 46% de 9 a más años; un 31% entre
3 y 8 años; y un 23% entre 1 y 2 años.
Otro rubro considerado en la encuesta es
el número de acompañantes familiares:
de 1 a 5 acompañantes el 43%; entre 6 y
10 acompañantes un 27% y un 7% incidió
entre los 11 y 20 acompañantes, que con-trasta
con el 20% de peregrinos solitarios.
En suma por los resultados de las encues-tas
podemos advertir que esta tradición
es parte aun de los elementos de la iden-tidad
de la gente de la costa de Jalisco,
que no es un asunto de viejos y de solita-rios.
Sin embargo, habría que subrayar
que los caminos utilizados por los pere-grinos
son el de las Palmas y el del río
del Cuale los que se mantienen con mayor
uso para este fin y otros pasaron total-mente
al olvido, “Arriba en Palo maría
hicieron caminos para sacar la carretera
para que se le les facilitara la cercanía al
mar… En las Juntas y los Veranos hay
otro camino que pasa por cerro verde y
continua al Patrocineo… Del Ahuacate
también sale otro camino al Caracol…”5.
Esta tradición ha venido enfrentando una
nueva tradición religiosa, local y relacio-nada
con la Virgen de Guadalupe y de
principios de la década de los 50´s.”El 12
de marzo de 1883 el presbítero Sabino
Virueta bendijo y colocó la primera piedra
de la capilla de las Peñas. Doce años des-pués
(29 de abril de 1895) Ignacio Díaz y
Macedo, obispo de Tepic, concede autori-zación
para construir la iglesia de las
Peñas...” (Cervantes 1998:8).
- Alimento tradicional. Son propios de
la región el Posi (pinole y tuna morada),
el colado (maíz y azucar) y la cuala (maíz,
canela, piloncillo, leche y coco) la cuala
pare ser un adaptación del colado, de la
sierra a la costa, se le agregaron otros
elementos principalmente el coco, sin
embargo pareciera que en su nombre
guarda la idea de origen cuala-cuale.
”Allí una muchacha vendía cuala y posi
en una batea cubierta” 6
- Eventos programados. Se identifican
uno de los episodios que aun se mantie-nen
vivos y que nos remite al mítico éxodo
y retorno a la tierra de los ancestros (Tal-pa
de Allende, Mascota y San Sebastián).
Peregrinación a la Virgen de Talpa.
Como ya se discutió en dos incisos ante-riores
(fiestas y tradiciones) este hecho
cultural relacionado con la Virgen de Tal-pa,
se motivo de estudio desde distintas
Imagen 9. Camino antiguo hacia el Cuale.
Imagen 8. Procesión en el poblado de Talpa de
Allende
Edmundo Andrade Romo y Rosa María Chávez 117
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perspectivas, en este caso, como un even-to
local repetible, más allá del mero con-cepto
de asistencia a fiestas (religiosas) y
de la tradición de hacerlo, las peregrina-ciones
identifican y dinamizan cada año a
grupos de poblaciones que organizan y
emprenden cada año renovando una tra-dición
a partir de una fiesta religiosa.
“Estas tres fechas (mayo, septiembre,
diciembre)7 determinan la identidad de
Puerto Vallarta… Es un desarrollo impor-tante
con los pueblos donde hay influen-cia
europea occidental, porque los pobla-dores
de Puerto Vallarta venían de la
sierra”.8
Dimensión III. La isla o el ícono cultural
vallartense
La isla del Cuale. Es un islote o forma-ción
natural de tierra (arena y sedimen-tos)
formada entre los brazos del río Cua-le
que metros antes de la boca se vuelven
a unir, desemboca el río en el mar; en la
bahía de Banderas; en el océano Pacífico,
“1927 se separó el río en dos en una
tromba (sic), se formó el río Cuale en dos
brazos, llovía varios días y no cesaba de
llover”9 . Su dinamismo propicia que su
flora y fauna sean cambiantes. “El río
realmente hermoso, además nos daba
langostinos y mucha truchas, y por las
orillas se podía observar nutrias, aves,
mapaches, y algunos otros animales...”10.
Sin embargo su actual entorno “natural”,
más bien forma parte del paisaje cultural
e histórico de Puerto Vallarta, “El lugar
era utilizado desde antes para el embar-que
y desembarque de materiales y sumi-nistros
para las minas...” (Munguía
1998:1).
La isla de Don Guadalupe. La isla del
Cuale, se convierte en un símbolo para la
naciente sociedad vallartense, a partir de
que “En la desembocadura del río Cuale
Construyeron sus amplias casas de adobe
con techos de madera y palapa” (Tovar
1998:3) y queda como centro de las na-ciente
mancha urbana “…existían tres
colonias únicamente, la Emiliano Zapata,
El Cerro y la 5 de Diciembre”11 que inició
bajo la figura de Fundo Legal. Esta isla
del Cuale, concebida como punto centrífu-go
de la futura urbe se transforma en
culturalmente como un elemento mítico,
heredero y originario a la vez, encierra
una dualidad socio-antropológica como
núcleo espacial entre el pasado remoto y
el pretérito reciente. La isla se transfor-ma
en un espacio vital y codiciado, que
sólo la fuerza natural arrebata “Se co-menzó
a poblar la isla del río Cuale y
siempre quisieron explotarla, Máximo
Cornejo fue uno de los que siempre estuvo
detrás de estas tierras…12 .
La isla de los niños. A la isla del Cua-le,
nominal y semánticamente, se le ha
tratado de alterar. Uno de los nombres
más significativos, fue el intento de de-nominarla
como isla de los niños, “Arriba
se hizo un parque para los niños, lamen-tablemente
no se le dio seguimiento”13,
sin embargo la fuerza de las implicaciones
Imagen 10. Río Cuale.
Imagen 11. Panorámica del crecimiento urbano al
margen del río Cuale.
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del concepto isla del Cuale, sorteó éste y
otros esfuerzos por destruir la importan-cia
y significado que el término cuale im-plica
y habita en los vallartenses.
La isla de Lepe. Manuel Lepe tenía
una vista (paisaje) privilegiada doble,
primero porque desde la parte alta donde
vivía era posible apreciar el maravilloso
entorno natural, segundo porque su vista
(sustantivación de ver) dotada de sensibi-lidad
artística y capaz de transformar un
paisaje natural en un paisaje cultural con
pinceladas “naif” hizo posible que elemen-tos
cotidianos, llegara a ser un referente
obligado. La isla del Cuale y otro motivos
de la obra de Lepe trascienden lo históri-co,
lo social, lo natural y se postran el lo
cultural. La isla del Cuale a partir de
Manuel Lepe adquiere su verdadera y
primera dimensión cultural.
La isla de puentes. Los puentes comu-nican
y son necesarios cuando hay que
unir. Una vez habitada la isla del Cuale
fue necesario realizar obras de ingeniería
para la construcción de puentes. “Se
construye el primer colgante puen-te
sobre el río Cuale, en tal año vino,
al puerto por primera vez, históricamen-te,
el primer mandatario jalisciense que
quiso hacerlo, se trató de Sebastián
Allende, apenas ungido gobernador de
Jalisco el primero de abril de1932” (Cer-vantes
1999:23). No siempre los puentes
han sido los mismos, ni de la misma for-ma,
ni para el mismo uso.
En realidad un estudio sobre los puen-tes
relacionados con la isla del río Cuale,
desde la antropología, nos permitiría ver
la transformación del puerto de las Peñas
a la ciudad de Puerto Vallarta, ya que
cronológicamente podemos establecer su
transformación en base a sus necesida-des,
lo que nos permite establecer un pro-ceso
cultural entre objeto-sujeto a través
del tiempo: tránsito peatonal, tránsito
vehicular, tránsito turístico.
Imagen 14. Puente peatonal en la isla del río Cuale.
Imagen 15. Primer puente vehicular sobre el río
Cuale.
Imagen 16. Panorámica de la isla del río Cuale y
puentes.
Imagen 13. Obra del pintor vallartense Manuel
Lepe.
Edmundo Andrade Romo y Rosa María Chávez 119
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 5(1). 2007 ISSN 1695-7121
Imagen 17. Nuevo puente peatonal turístico sobre el río Cuale.
La isla del arte y la cultura. A lo largo
de su existencia, la isla del Cuale, ha te-nido
muchos usos, uno de ellos ha sido
como recinto de la cultura local. Oficial-mente
la parte oriente de la isla fue de-clarada
espacio cultural un 27 de marzo
del 2003. En realidad la isla es un espa-cio
mixto (natural y cultural), su paisaje
dual es único, sólo alterado por comercio,
espacio idóneo para la incidencia del arte
(cultura) y la naturaleza (flora y fauna
local); espacio indómito y mítico custo-diado
por aguas del río Cuale de la gran
urbe citadina que se expande.
Lugar de atracción turística tanto para
locales y foráneos. Según los datos pro-
Imagen 18. Museo en la isla del río Cuale.
Imagen 19. Nuevo centro cultural en la isla río
Cuale.
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porcionados por el Departamento de Cul-tura
del H. Ayuntamiento, en documento
impreso titulado Programa 2003, se pro-gramaron
114 eventos artísticos para el
municipio de Puerto Vallarta de los cua-les
el 68.2% se han concentrado en la
ciudad-centro de Puerto Vallarta, en tan-to
que para el resto del municipio (y dele-gaciones)
se realizó un 31.8%. Los espa-cios
más utilizados fueron: Biblioteca los
Mangos 21.9%; isla del río Cuale 19.2%;
los Arcos 14.9%; H. Ayuntamiento 12.2%.
En cuanto a la educación o talleres artís-ticos
se llevaron a cabo un total 20, de los
cuales el 70% se realizaron en la isla del
Cuale, en tanto que sólo un 30% se llevó a
cabo en la Biblioteca los Mangos. En su-ma,
si tomamos en cuenta eventos y talle-res
artísticos la isla del río Cuale ocupa el
primer lugar en cuanto al espacio cultu-ral,
esto refleja nuevamente el valor y
grado de identificación que los habitantes
y gobierno local le confieren a la isla.
Dimensión IV. La isla del Cuale y la per-cepción
social
“La isla se la apropio o la compró el Sr.
Jesús Partida, quien a su vez la utilizó
para sembrar palmeras y árboles frutales;
este a su vez tenía un cuñado llamado
Silvino Ruesga, quien fue el primer mo-rador
de la Isla, el había hecho una casa
muy sencilla, después comenzaron a lle-gar
más gente a poblar la isla…"14
“La Isla Cuale es un patrimonio nacio-nal
no solo ecológico sino que es parte de
la formación del propio pueblo de Vallar-ta,
mas que nada es la importancia que
tiene el rió con su caudal y otras cosas, es
de gran importancia sobre todo que se
intenta pues que esto sea parte de la cul-tura
que mas bien a estado siendo desde
hace 20 años este pequeño espacio (mu-seo)
en donde se pueda llegar a recons-truir
lo que seria la historia de esta re-gión
de estas localidades, que sepan como
se vive, cuales eran sus costumbres…” 15
Nuestro estudio instrumentó guión de
entrevista y se aplicaron 56 casos; la en-cuesta
con cuatro preguntas se aplicó a
100 casos en el mes de junio del 2004 a
población abierta, en vía pública y al
azar; el universo de encuestados incluye
ambos géneros y a mayores de 18 años.
Las preguntas fueron:
a) ¿A dónde prefiere usted asistir si se
trata de un evento cultural?
b) ¿Cuál lugar considera más cultural?
c) ¿Qué le gustaría que se hiciera en la
isla del río Cuale?
d) ¿Qué es lo que más le molesta de la
isla del río Cuale?
Resultados
Se grafican los resultados a fin de ex-poner
la percepción social acerca de con-ceptos
tales como arte, espacio cultural,
paisaje cultural, problemática y expecta-tivas
que la sociedad manifiesta y rela-ciona
con el arte y la cultura.
El gráfico 1 muestra que la población
prefiere claramente asistir a la isla del
Cuale a eventos relacionados con la cultu-ra.
Lo anterior establece a la isla del río
Cuale como el centro o referente cultural
de la población, a la vez que en la isla se
materializa el sentimiento mitológico del
origen del pueblo vallartense.
0
10
20
30
40
50
60
¿A dónde prefiere asistir?
Gráfico 1
Isla
Arcos
Biblioteca
Otros
Edmundo Andrade Romo y Rosa María Chávez 121
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En el gráfico 2 es evidente que la
población reconoce a la isla del río
Cuale como el espacio cultural por
excelencia en Puerto Vallarta. En
tanto que el gráfico 3 alude a deseo
de la población sobre aspectos cul-turales
a desarrollarse en la isla del
Cuale, siendo los talleres artísticos
los mejor posicionados, lo anterior
es reflejo de una necesidad social
que advierte el ámbito cultural co-mo
un medio para la realización de
jóvenes y niños, además de en cierta
forma la respuesta pueda aludir no
sólo a aspectos cuantitativos, sino
cualitativos.
Por último, el gráfico 4 expresa
la problemática de en la isla según
la opinión de los habitantes de
Puerto Vallarta, siendo la basura el pro-blema
mayor. Resulta interesante que
como espacio para el noviazgo y punto de
encuentro de parejas sea concebida como
problema en la isla del río Cuale, el cual
ocupa un tercer lugar.
Gráfico 2
0
10
20
30
40
50
60
70
¿Cuál lugar es más cultural?
Isla
Arcos
Biblioteca
Otros
0
10
20
30
40
¿Qué es lo que más le molesta de la
isla?
Gráfico 4
Lugar de noviazgo
Poco apoyo del H. Ayuntamiento
Mucha basura
El comercio
Otros
0
5
10
15
20
25
30
¿Qué te gustaría que se hiciera en la isla?
Gráfico 3
Un buen museo
Más talleres artísticos
Exposiciones
Eventos culturales 25
Otros
122 Entre el patrimonio natural y el cultural habita el mito ...
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 5(1). 2007 ISSN 1695-7121
“Me siento un defraudador, porque
comenzaron a poner puestos de comercios,
yo era dirigente en ese tiempo de la
CROC, el fideicomiso repartió a los sindi-catos
lugares y a mí me tocó acomodar 8
puestos, y por eso es que me siento así,
porque yo también colaboré en esa trans-formación”.
16
Conclusiones
La isla del Cuale es un referente cul-tural
asociado con una débil imagen mí-tica
como lugar de origen, a la vez como
punto de llegada de los ancestros que
descendieron el río de la región montaño-sa,
lo que enfrentó a la isla, en su carácter
de objeto cultural con otro elemento cul-tural:
la virgen de Talpa. Además el fun-dador,
Don Guadalupe Sánchez, llega con
su familia con referentes culturales pro-pios
de la región de Cihuatlán.
La isla del Cuale en las últimas cinco
décadas ha sido objeto del fenómeno de
apropiación cultural, no tanto por parte
de la población, sino por intereses de par-ticulares
motivados por la actividad turís-tica.
Ello detonó, en la población, una
reacción contra empresarios y gobierno
municipal, ya que se pretende actualmen-te
incrementar los espacios para el co-mercio
atendiendo la demanda turística,
pero irritando al sector social. La isla del
Cuale tiene los elementos necesarios para
ser considerada como el icono o símbolo
identitario más importante o significativo
de Puerto Vallarta, sin embargo, ésto
implica un proceso lento que necesaria-mente
tendrá muchos opositores que ven
la isla del Cuale como un espacio especu-lativo
y comercial y no un referente cultu-ral
de la población.
Sin embargo la reacción social se ex-presó
primero en defender a la isla en
cuanto su condición natural y posterior-mente
por lo que está implica cultural-mente,
es en este tránsito donde el poder
del mito germina.
Existe gran expectativa por parte de la
población para que la isla del Cuale sea
un espacio donde se instruya a la niñez a
través de talleres culturales, con ello se
observa una doble intención incrementar
su dominio cultural y que la isla vuelva
ser un espacio para los niños, lo que se
opone a las propuesta oficiales donde la
isla sea un espacio mercantil y para los
turistas.
Por último el pueblo de Vallarta se en-frenta
al dilema de concebirse cultural-mente
con identidad propia o lograr su
identidad a través de una actividad, mar-ca
o destino turístico.
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Créditos:
Reportes de investigación: Alumnos de la
cátedra Patrimonio Turístico Cultural
durante el periodo escolar 2003-A, bajo
la responsabilidad del profesor-investigador
titular Edmundo Andra-de
Romo.
Fotografía: Río Cuale y Desembocada del
río Cuale, fotografías aéreas: (Luis
González Guevara); Pinturas de Ma-nuel
Lepe: www.vallartaonline.com;
www.kon-tiki.co.uk.
NOTAS
1 El presente artículo es parte de los resultados
del proyecto de investigación sobre el estudio del
patrimonio natural y cultural regional, que a su
vez se inserta en un proyecto multidisciplinario
titulado “Estudio socio-ecológico de la isla del
río Cuale, Puerto Vallarta, Jalisco, México.
2 Entrevista realizada a la Sr. Gregorio Robles,
Regidor comisión de Turismo, por alumnos de la
cátedra de Patrimonio Turístico Cultural del
Centro Universitario de la Costa, junio del 2004.
3 Entrevista realizada al Sr. José Granado Mace-do,
por alumnos de la cátedra de Patrimonio
Turístico Cultural del Centro Universitario de la
Costa, junio del 2004.
4 Ibid.
5 Entrevista realizada a la Sr. Ismael García Pala-cios,
por alumnos de la cátedra de Patrimonio
Turístico Cultural del Centro Universitario de la
Costa, junio del 2004.
124 Entre el patrimonio natural y el cultural habita el mito ...
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 5(1). 2007 ISSN 1695-7121
6 Entrevista realizada a la Sra. Rocio Bentacourt,
por alumnos de la cátedra de Patrimonio Turísti-co
Cultural del Centro Universitario de la Costa,
junio del 2004.
7 El mes de mayo nos remite al retorno de las
peregrinaciones a Talpa (marzo,abril y mayo) y
que a la postre pasaron a ser el mes de la fiesta
locales más importante; en septiembre las fiestas
patrias; y en diciembre la fiesta guadalupana que
con el tiempo iba tomando más fuerza.
8 Entrevista realizada a la Lic. María José Zorrilla
Alcalá. Titular del Departamento de Cultura
Municipal, por alumnos de la cátedra de Patrimo-nio
Turístico Cultural del Centro Universitario de
la Costa, junio del 2004.
9 Entrevista realizada a la Sra. Yolanda Garduño,
por alumnos de la cátedra de Patrimonio Turísti-co
Cultural del Centro Universitario de la Costa,
junio del 2004.
10 Entrevista realizada a la Sra. Sabina Barragán,
por alumnos de la cátedra de Patrimonio Turísti-co
Cultural del Centro Universitario de la Costa,
junio del 2004.
11 Entrevista realizada al Sr. Francisco Lugones
Caballero, por alumnos de la cátedra de Patrimo-nio
Turístico Cultural del Centro Universitario de
la Costa, junio del 2004.
12 Entrevista realizada al Sr. Gregorio Robles,
Regidor comisión Turismo, por alumnos de la
cátedra de Patrimonio Turístico Cultural del
Centro Universitario de la Costa, junio del 2004.
13 Ibid..
14 Entrevista realizada al Sr. Anselmo Hernández
por alumnos de la cátedra Patrimonio Turístico
Cultural del Centro Universitario de la Costa,
junio 1994.
15 Entrevista realizada a la Sra. Rocio Bentacourt,
por alumnos de la cátedra de Patrimonio Turísti-co
Cultural del Centro Universitario de la Costa,
junio del 2004.
16 Entrevista realizada al Sr. Anselmo Hernández
por alumnos de la cátedra Patrimonio Turístico
Cultural del Centro Universitario de la Costa,
junio 1994.
Recibido: 06 de abril de 2006
Reenviado: 14 de agosto de 2006
Aceptado: 18 de noviembre de 2006
Sometido a evaluación por pares anónimos