© PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. ISSN 1695-7121
Vol. 10 Nº 5 págs. 665-667. 2012
www.pasosonline.org
nuria.gali@udg.edu
Reseñas de publicaciones
Turismo Cultural. Entre la experiencia y el ritual
José Antonio Donaire Benito. Ediciones Vitel•la. Bellcaire (Girona). 2012.
ISBN: 978-84-938514-0-8
Nuria Gali
“Así como Richard Avedon puede ser considerado el
cronista de la América profunda, las fotografías de Martin
Parr son una fábula del turismo cultural”. Así empieza el
recién publicado libro del profesor José Antonio Donaire
(Universidad de Girona) sobre el Turismo Cultural. Entre
la experiencia y el ritual, una travesía por las principales
tensiones de la mercantilización de la cultura. El autor
nos imbuye en un laberinto de paredes sinuosas, donde
las diversas realidades que conforman el turismo cultu-ral,
a menudo realidades contradictorias, se superponen,
se niegan y se complementan. El turismo cultural desig-na
prácticas y lecturas diferentes del mismo fenómeno. A
menudo, relacionadas entre sí. No en vano, la tesis central
de la obra “el turismo cultural como experiencia y/o ritual”
está siempre presente en todas las disertaciones de la pu-blicación.
En el primer capítulo, El hilo de Ariadna, se abordan
los conceptos de turismo y cultura; y se refl exiona sobre
los puntos de encuentro y desencuentro de los dos signi-fi
cados. La principal conclusión del capítulo es la conver-gencia
entre ambas signifi caciones, el espacio de confl uen-cia
que el autor defi ne como el “turismo cultural”. En este
punto, se plantea la difi cultad de asignar un único campo
semántico al concepto, pues la multiplicidad de miradas,
entornos, trayectorias, voluntades, experiencias, …, di-bujan
un escenario donde se generan una diversidad de
“turismos culturales”. Seguramente, ésta es una de las
aportaciones más interesantes del capítulo, una exhaus-tiva
clasifi cación de los diferentes usos del turismo cul-tural
que permiten identifi car al menos seis signifi cados:
(a) Turismo culto. La condición cultural la da la actitud.
Según el autor, la actitud cultural no se logra mirando un
objeto cultural, sino mirando un objeto “culturalmente”.
(b) Turismo monumental (o de la cultura). En este caso sí
que la condición cultural la otorga el elemento y no la acti-tud.
(c) Turismo del patrimonio (heritage tourism). Se tra-ta
del turismo que evoca el pasado. En palabras del pro-pio
autor “cada acto turístico patrimonial es en realidad
una forma de proyección de los mitos del pasado sobre sus
objetos” (p.31). (d) Turismo etnológico (o de las culturas).
En este caso, el interés está en acercarse a las diversas
manifestaciones de la cultura local tanto materiales como
inmateriales: los rituales, las manifestaciones festivas,
las técnicas artesanales, la gastronomía, etc. (e) La cul-tura
“turistifi cada” o la mercantilización de la cultura. Es
decir, la conversión de la cultura en mercancía. ( f) El via-je
extra-ordinario, la antítesis de la anterior noción. Aquí
turismo y cultura comparten un elemento común: una ex-periencia
fuera de lo cotidiano. Dos caminos para llegar
a un mismo punto: la veneración por el objeto sagrado, el
trascender la cotidianidad, la connotación simbólica.
Sin embargo la noción de turismo cultural viene tam-bién
marcada por las leyes surgidas de la necesidad de
protegerlo y de las actuaciones en el patrimonio a lo largo
de los siglos. Por ello, el autor aborda, también, aspectos
relativos a la concepción del patrimonio como elemento
protegido. Cartas, Convenciones, normas, disposiciones,
declaraciones, recomendaciones, permiten reconstruir la
biografía de la signifi cación más normativa del turismo
cultural a lo largo del siglo XX. Finalmente, el capítulo
incluye un periplo semántico por el concepto de turista
cultural y sus múltiples acepciones. Especialmente se fi ja
la mirada en las diversas tipologías de turistas culturales,
que la literatura científi ca ha clasifi cado a partir de com-portamientos
y motivaciones.
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En el segundo capítulo, El rastro de Herodoto, se rea-liza
un recorrido por los diferentes momentos históricos
que han marcado el fenómeno turístico y, en su defecto, el
turismo cultural: desde la fascinación de los primeros via-jes
románticos de Goethe, Víctor Hugo, George Sand, Du-mas,
Byron o Borrow; la génesis de Grand Tour y la lenta
mutación entre los viajeros de la era moderna y los nuevos
viajeros del XIX; la mirada convenida de las primeras
guías Baedecker y Joanne; la domesticación y homogenei-zación
del turismo en el modelo fordista y la consecuente
crisis del turismo cultural; o la búsqueda compulsiva de
espacios culturales, sin turistas (el escenario de la posmo-dernidad).
No en vano, el capítulo se estructura en cuatro
apartados que coinciden con los cuatro períodos históricos
que marcan la crónica del turismo: la mirada romántica,
el turismo artesanal de fi nales del s.XIX inicios del s.XX,
el fordismo turístico y el postfordismo o neofordismo. Si
bien, se ha escrito mucho sobre la biografía del fenómeno
turístico, ésta es la primera vez que se analiza desde una
perspectiva cultural (y no litoral). La gran aportación del
autor reside en el cambio de escenario y en los efectos que
éste ha producido en el turismo cultural.
El periplo por este capítulo genera múltiples biogra-fías
del fenómeno, en algunos momentos evoca el via-je
romántico imposible entre la fi cción y la realidad, en
otros momentos es el refl ejo de las contradicciones de la
posmodernidad. En realidad, apunta el propio autor, “la
historia del turismo cultural es el resultado de recorridos
muy distintos, que se han entrecruzado con el paso del
tiempo” (p. 66).
Las luces de Lumière, el tercer capítulo, es una lectu-ra
semiológica del turismo cultural, a partir de todas las
posibles lecturas interpretativas de la mirada turística: el
signifi cado y el signifi cante, el fondo y la forma. Los visi-tantes
otorgan un signifi cado a un signifi cante, desnudan
los monumentos de su valor epidérmico e intentan con-cederles
una nueva lectura, a partir de muchas lecturas
anteriores. De esta manera, el turista cultural se convier-te
en semiólogo. En este novedoso y complejo capítulo, el
autor refl exiona sobre los símbolos turísticos, los símbolos
culturales y los comerciales; y explica cómo el turismo
cultural es una forma de interpretar unos determinados
símbolos culturales. Símbolos que se producen y repro-ducen
por la combinación de distintos medios de creación
de signifi cados (la literatura, el cine, la fotografía…). En
defi nitiva, el autor concluye el capítulo afi rmando que “el
turismo cultural es un ejercicio de semiología; una lenta
construcción social que crea unos códices de interpreta-ción
más o menos universales” (p. 136).
En el cuarto capítulo, Desde el Aleph, el autor discu-rre
por los elementos que conforman el consumo turístico
cultural. En este sentido, realiza una interesante taxo-nomía
de los principales objetos del turismo cultural. En
primer lugar, se presenta el peso relevante de los nodos
o sights. Es decir, los elementos de visita imprescindible
y obligada, los iconos turísticos, los espacios de atracción
de la mirada turística. Los nodos justifi can la vista, con-dicionan
el comportamiento del turista y contribuyen a la
construcción de la imagen turística de los lugares. En se-gundo
lugar, se ahonda en los paisajes con un signifi cado
determinado (la ciudad medieval, el complejo industrial,
la medina laberíntica…). El segundo grupo de elementos
de consumo turístico-cultural lo conforman los espacios
semiológicos. En tercer lugar, el autor explica como los
turistas culturales pueden seguir también el rastro de
un itinerario. En este punto, es particularmente revela-dora
la aportación del autor que considera el itinerario
un espacio textual, un recorrido narrativo pensado para
que el visitante descubra un signifi cado a medida que
discurre por el espacio. La cuarta categoría, la conforma el
patrimonio cultural inmaterial. Un considerable cajón de
sastre donde se incluyen las tradiciones orales, los ritua-les
y actos festivos, manifestaciones de las comunidades,
las técnicas artesanales, espectáculos, folclore, …. No se
trata de un listado o inventario de elementos patrimonia-les
inmateriales, sino de una profunda refl exión sobre las
tensiones y contradicciones entre la concepción del patri-monio
inmaterial y la práctica turística. Finalmente, el
último grupo de elementos lo constituyen los espacios si-mulados:
emulaciones, recreaciones históricas y cultura-les,
ambientaciones, tematizaciones… a veces explícitas y
otras veces no. En defi nitiva, el autor concluye el capítulo
apuntando que “pocos espacios culturales se pueden expli-car
sólo con uno de estos objetos. La mirada turística tien-de
a integrar, en dosis e intensidades diferentes, varios
elementos al mismo tiempo. Como una extraña alquimia,
que mezcla los elementos culturales, los elementos simbó-licos
y el ritual turístico” (p. 243).
Finalmente, en El fuego de Prometeo (capítulo quinto)
se realiza un breve recorrido por las principales formas
de gestión del turismo cultural. De hecho, el consumo tu-rístico
de un espacio o atractivo cultural no solo depende
de su valor artístico e histórico, sino también (y en gran
medida) de cómo se gestiona. En este capítulo se anali-zan
aspectos como la gestión de espacio de visita (planes
urbanísticos, planes de rehabilitación urbana, instrumen-tos
de planifi cación territorial…); pasando por la gestión
de los fl ujos de visitantes (zonifi cación, creación de nodos
secundarios, información, movilidad…); los límites de la
capacidad de carga (instrumentos de regulación de acceso
y limitación, ampliación de horarios, barreras de entrada
económicas, creación de réplicas…); la capacidad de acogi-da
(el grado de tolerancia de la población local, la satisfac-ción
del visitante, la formación del personal, análisis de
costes-benefi cios, la planifi cación de los usos del suelo…);
o el turismo cultural 2.0 y la evolución de las aplicaciones
1.0. Tal vez, éste sea el capítulo en el que el autor menos
ha profundizado y ahondado.
El libro concluye con el sexto capítulo, Espejos y re-fl
ejos. Una síntesis, a modo de conclusiones, de las prin-cipales
contradicciones y tensiones del turismo cultural
contemporáneo que se han ido disipando a lo largo del
libro. La cultura y las culturas; los nodos y los espacios;
las imágenes y la identidad; la experiencia y el ritual. En
este callejón sin salida, en palabras del propio autor, el
turismo cultural que ha iniciado una búsqueda compulsi-
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va hacía nuevas formas de hacer turismo comprueba, sin
saberlo, que sigue los dictados socialmente defi nidos.
La publicación cumple con dos funciones. A veces se
trata de un manual que sintetiza conceptos, signifi cacio-nes
y teorías diversas sobre el turismo cultural. Otras
veces, en cambio, aporta nuevas ideas, nociones e inter-pretaciones,
a través de las tensiones siempre latentes de
la exhibición de la cultura, que nos conduce a una lectura
intensa y refl exiva.
Turismo Cultural. Entre la experiencia y el ritual es
una propuesta innovadora de un tema recurrente en la li-teratura
académica actual. Un texto con una cuidada pro-sa
que se sitúa entre el rigor científi co y la literatura. La
precisión de las descripciones, el detalle en los conceptos,
las múltiples referencias científi cas, la terminología aca-démica
y las citas literarias, se combinan perfectamente
con el uso de múltiples ejemplos, referencias cinematográ-fi
cas y artísticas, el uso de metáforas, sinécdoques, com-paraciones,
metonimias y símiles. Sin duda, se trata de
una nueva mirada al fenómeno del turismo cultural, que
conduce al lector a la más profunda de las refl exiones. En
defi nitiva, se trata de una de las más estimulantes obras
sobre el turismo cultural nunca escritas.
Recibido: 01/02/2012
Aceptado: 15/05/2012
Sometido a evaluación por pares anónimos