Vol. 11 N.º 1 págs. 251-253. 2013
© PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. ISSN 1695-7121
Revista de Turismo y Patrimonio Cultural
PAS S
www.pasosonline.org
Reseña de publicaciones
Penumbras en los complejos de ocio como impulsores
del turismo y el desarrollo.
Reseña a La Rabassada: La utopia de l’oci burgés, de Sergi Yanes (Barcelona, 2011)
ISBN 978-84-1535-099-6
Jordi Gascón
Acció per un Turisme Responsable & Foro de Turismo Responsable
El Institut Català d’Antropologia, a través de
Turiscòpia, uno de sus grupos de trabajo, y la
editorial Punto Rojo han publicado La Rabas‑sada:
La utopia de l’oci burgés (Barcelona,
2011), elaborado por Sergi Yanes. El libro evoca
el devenir de una de las primeras iniciativas de
desarrollo turístico en base a la construcción
de grandes complejos del ocio en Cataluña: el
Casino de La Rabassada. El complejo se situó en
las faldas de la Sierra de Collserola, el espacio
montañoso que envuelve la ciudad de Barce-lona.
Impulsado por empresarios catalanes de la
construcción a finales de la primera década del
pasado siglo, el lujoso complejo aglutinaba hotel,
servicios de restauración, balneario, parque de
atracciones y casino de juegos de azar. Dada la
distancia a Barcelona, también requirió la cons-trucción
y/o refacción de infraestructuras viales
como la carretera y el tranvía electrico. Un siglo
después de su inauguración, de todo ese esplen-dor
sólo quedan algunos muros derruidos y otros
restos dispersos escondidos en la frondosidad del
bosque.
Tras dos décadas de un, hoy desinflado,
boom inmobiliario estrechamente relacionado
con el sector turístico en el que la construcción
de infraestructuras de ocio similares se mul-tiplicaron,
y en pleno debate sobre el complejo
Eurovegas impulsado por la corporación norte-americana
Las Vegas Sands, el libro de Yanes
es especialmente oportuno: nos permite recordar
que no hay nada nuevo bajo el sol, y que sin
memoria histórica estamos abocados a repetir
errores sin extraer aprendizaje alguno.
La Rabassada: La utopia de l’oci burgés tiene
la habilidad de contextualizar el complejo de La
Rabassada en los intereses por desarrollar el
turismo de la oligarquía y de los ayuntamientos
de la conurbación barcelonesa. El libro narra
como este interés se inició con la Exposición
Universal de 1888 que tuvo lugar en Barcelona.
Un evento que, aunque terminó con un sonoro
fracaso técnico‑científico,
ámbito al que supues-tamente
se dirigía, y endeudó durante años a la
ciudad, fue un éxito a la hora de atraer visitan-tes
foráneos; ejemplo que evidencia que no siem-pre
hay una relación directamente proporcional
entre desarrollo turístico, su impacto en otros
sectores económicos y la recaudación del erario
público, como muchas veces se nos da a enten-der.
Esta contextualización convierte al complejo
de La Rabassada, no en un hecho aislado, sino
en un capítulo más de la aspiración secular de
la burguesía catalana por convertir la ciudad de
Barcelona en un “lugar de destino” turístico. De
hecho, Yanes entiende La Rabassada como una
inversión heredera del boom turístico iniciado
con la citada Exposición Universal.
Las instituciones públicas municipales dieron
los permisos requeridos para la construcción
del complejo, interesados, como ya hemos dicho,
en el desarrollo turístico del territorio. El libro
reproduce las actas de la junta de gobierno del
Ayuntamiento de Sant Cugat (vecino a Barce-
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 11(1). 2013 ISSN 1695-7121
252 Penumbras en los complejos de ocio como impulsores del turismo y el desarrollo
lona y en cuyo municipio se situó el complejo),
del que extraemos un fragmento especialmente
significativo:
“(El ayuntamiento ofrece) todas aquellas faci-lidades
que esté en su mano conceder, máxime
tratándose como se trata, de la atracción de
extrangeros (sic), materia a la cual son muchos
los Municipios que en los tiempos presentes
prestan preferente atención destinando a ella
cantidades del presupuesto y pudiendo el Ayun-tamiento
de S. Cugat hacerlo no sólo sin gastar
un céntimo sino obteniendo un importante y
saneado rendimiento” (p. 78)
Es interesante observar, tal como se narra en
el libro y se expresa en esta cita, que fue la ini-ciativa
privada quien se hizo cargo de todos los
costos de inversión y funcionamiento, incluyendo
la infraestructura energética y la de transporte.
Las instituciones públicas, ayuntamientos en
este caso, sólo se encargaron de expedir los per-misos
pertinentes y de recibir una parte de los
beneficios en forma de impuestos.
Acompañado de un fuerte despliegue publi-citario
en España y Europa, La Rabassada se
inauguró finalmente en 1911. A partir de ahí, el
libro relata una historia de fracasos continuos.
En 1913 el Casino entró en bancarrota. Habrán
varios intentos de reflotarlo durante esa misma
década (en 1914 volvió a abrirse durante un año,
y de nuevo lo haría en 1919), siempre sin éxito.
Yanes plantea que la principal causa del fracaso
(o de los sucesivos fracasos) fue la legislación
prohibicionista contra los juegos de azar, que
cada vez fue aplicándose con mayor tenacidad.
El juego tenía que ser la principal atracción y
fuente de ingresos del complejo de La Rabas-sada.
Sin ella, el negocio no podía ser viable.
En su aspecto histórico, la recuperación de la
memoria del Casino de la Rabassada es anecdó-tico:
se circunscribe a unos pocos municipios, y
aún en ellos su impacto fue escaso o nulo. En
el artístico, el valor de las instalaciones de La
Rabassada tampoco son destacables (recorde-mos
que para entonces ya había finiquitado el
Modernisme catalán en arquitectura). El interés
de la recuperación de la memoria de La Rabas-sada,
tal como lo hace Yanes, está en que es un
fenómeno (parafraseando a Lévi‑Strauss)
“bueno
para pensar”, especialmente en el contexto
actual. Y es que nos descubre que las esperan-zas
depositadas en el desarrollo turístico a par-tir
de la construcción de grandes centros de ocio
no surgieron con la burbuja urbanística de los
‘90 (Marina d’Or, Port Aventura, Isla Mágica,
Terra Mítica, Gran Scala, Warner de Madrid,...)
y que aún se pretende mantener tras su “pin-chazo”
(Eurovegas, Barcelona World), sino que
es una aspiración surgida al albur de nuestra
industrialización. Y nos permite recordar que
casi siempre han acabado siendo esperanzas
marcadas por el fracaso. Unos fracasos que tie-nen
un elevado costo social y medioambiental,
y que generan apreciables agujeros contables en
el erario público, aunque siempre haya quien
obtenga pingües beneficios en el proceso.
Habría que destacar algunas diferencias entre
el modelo de funcionamiento de los parques
recreativos como el de La Rabassada, tal como
se describe en el libro, y los actuales. Dos son
especialmente remarcables. Por un lado, que en
el caso de La Rabassada el empresariado accio-nista
cargó los costos de inversión de las infraes-tructuras
viales (tranvía, carretera) y energéti-cas
(electricidad), y asumió todos los riesgos del
negocio. Por otro, que las instituciones públicas
tenían capacidad de imponerse a los intereses
empresariales, como se observa en la prohibición
de los juegos de azar. Ante esta realidad, habría
que preguntarse como, a lo largo de un siglo, el
sector empresarial turístico ha sido capaz de ir
externalizando costos de inversión y funciona-miento
al sector público; considérese el caso de
Terra Mítica, que le ha supuesto a las arcas del
estado más de 300 millones de euros sin contar
infraestructuras viales y energéticas. O como,
también, ha mejorado su capacidad de influencia
en las políticas del Estado, al punto de conmi-narle
con éxito a modificar sustancialmente la
legislación laboral, sanitaria o medioambiental
si lo considera oportuno; Eurovegas es un buen
ejemplo.
Volvamos a las actas de la junta de gobierno
del Ayuntamiento de Sant Cugat antes citadas,
y que se reproducen en el libro de Yanes. Otro
fragmento expone:
“(El Casino de La Rabassada hará entrega)
a este Ayuntamiento una subvención anual de
veinte mil pesestas para ser destinadas a Bene-ficiencia
Municipal o a lo que se estime más con-veniente
a los intereses de la población” (p. 78)
Uno no puede más que envidiar aquellos
años en los que, no sólo el erario público no sub-sidiaba
iniciativas privadas del sector turístico,
sino que era éste el que subvencionaba la acti-vidad
de aquél.
Yanes explica, con un lenguaje ameno, lo que
en primera instancia no parece más que un epi-sodio
curioso en la historia de una ciudad. Pero
lo hace con rigurosidad. Una rigurosidad que,
como ya hemos indicado, le lleva a contextuali-zar
el fenómeno estudiado en unas políticas de
desarrollo basadas en el turismo. Esta es, sin
duda, el principal valor del texto: convierte una
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 11(1). 2013 ISSN 1695-7121
Jordi Gascón 253
historia anecdótica en un caso que ejemplifica
un proceso social, económico y político complejo.
Finalmente hay que agradecer al Institut
Català d’Antropologia, a Turiscòpia y a la edi-torial
que el libro se haya editado bajo licencia
Creative Commons, y sea de acceso libre a tra-vés
de la Red (http://rabassada.wordpress.com/
el‑llibre).
De hecho, la tirada en papel ha sido
pequeña, pues la edición ha privilegiado su dis-tribución
gratuita en formato electrónico.
Recibido: 28/09/2012
Aceptado: 05/10/2012
Sometido a evaluación por pares anónimos