© PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. ISSN 1695-7121
Vol. 10 Nº 5 págs. 619-628. 2012
www.pasosonline.org
De la guadaña al forfait. Análisis del uso turístico de los museos etnológicos
del Alto Pirineo catalán
Jordi Abella i
Ecomuseu de les valls d’Àneu (España)
Gabriel Alcalde ii
Universitat de Girona (España)
Antoni Rojas iii
Institut Català de Recerca en Patrimoni Cultural (España)
i Director de l’Ecomuseu de les valls d’Àneu. E-mail: jabella@ecomuseu.com
ii Universitat de Girona. E-mail: gabriel.alcalde@udg.edu
iii Institut Català de Recerca en Patrimoni Cultural (ICRPC). E-mail: arojas@icrpc.cat
Resumen: En este artículo se analizan las características del público visitante turista en tres equipamientos museísticos
de carácter etnológico, situados en el Pirineo catalán, de características museológicas similares: el Ecomuseo de las
Valls d’Àneu, el Museo de las Trementinaires y el Museo de la Val d’Aran. Una serie de encuestas, desarrolladas en estos
centros y en los territorios donde estos se encuentran, permiten una aproximación a las principales características de sus
visitantes y, a partir de este conocimiento, se hace posible inferir en el estudio de la función turística de este tipo de equi-pamientos
patrimoniales en el ámbito local.
Palabras clave: Turismo; Museos Etnológicos; Pirineo; Patrimonio Cultural; Estudios De Visitantes.
Title: From scythe to pass. Analysis of tourist use of ethnological museums of the High Pyrenees
Abstract: In this article we examine the defi ning characteristics of visitors to three ethnological museums located in the
Catalonian Pyrenees, which share similar features: the Valls d’Àneu Ecomuseum, the Turpentine Women Museum and
the Val d’Aran Museum. A series of surveys conducted in these museums and in the regions where they are located have
enabled us to obtain a clearer picture of this visitor’s main characteristics and, based on this knowledge, to understand the
role played by these heritage facilities in tourism in the local environment.
Keywords: Tourism; Ethnological Museums; Pyrenees; Cultural Heritage; Visitor Studies
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Introducción
En los procesos de creación de los museos de etnología
del Alto Pirineo catalán se pueden detectar dos etapas.
Una primera, que se enmarcaría entre mediados del siglo
XX y que llegaría hasta los años 80, en que la motivación
principal para la creación de los centros era la reivindicación
de la identidad local y la conservación de objetos y
colecciones etnográfi cas correspondientes a unas formas
de vida básicamente agrarias y ganaderas que estaban en
proceso de transformación o desaparición. En esta etapa se
forman las principales colecciones etnográfi cas de la región
y el modelo que más se implanta para su conservación y
estudio es el del museo, en el sentido más clásico e histórico
del concepto. En este proceso el principal sector al que
se orientan las acciones de los museos es a la población
local, con el objetivo de reivindicar de forma colectiva la
pertenencia a una comunidad, un espacio y una historia
común.
La segunda etapa, que se desarrolla a partir de los
años 80, se caracteriza por la introducción, cada vez con
una mayor fuerza, de la función turística en los museos de
etnología de la región, que va desplazando progresivamente
la prioridad de la función relacionada con la reivindicación
identitaria local. Este proceso toma su mayor auge en los
últimos años del siglo XX, momento a partir del cual surgen
muchos de los equipamientos patrimoniales pirenaicos con
el claro objetivo de contribuir a incentivar la atracción de
visitantes y turistas. Se trata de un nuevo valor en auge en
los territorios de montaña y que parece otorga a los museos
un nuevo papel, muy reivindicado, incluso políticamente.
A menudo, esta nueva percepción turística del patrimonio
conlleva -especialmente durante los primeros años, pero
aún perdura- una visión simplista e ingenua del turismo
que supone que la obertura de un museo o equipamiento
patrimonial irá acompañada automáticamente de
numerosos visitantes y turistas que enriquecerán de forma
directa y rápida a hoteles, restaurantes y otros centros
turísticos locales. La experiencia de estos años ha enseñado,
sin embargo, que este proceso es mucho más complejo y que
no es sufi ciente con la apertura de un centro, sino que es
indispensable una inversión continuada, mantenimiento,
planes de gestión, personal, etc., necesidades que a menudo
no se tienen en cuenta en el momento de plantearse la
creación de nuevos centros. En esta fase, los centros
patrimoniales presentan en muchas ocasiones un formato
de centro de interpretación, que en contadas ocasiones
puede dedicarse a la investigación, la conservación o la
dinamización, y cuyo principal destinatario es el turista.
En este trabajo se presenta un análisis de la
interrelación actual de los museos de etnología situados en
el Pirineo catalán con el turismo de esta región. El análisis
del uso de estos museos se inscribe en un estudio general
sobre el uso de los centros patrimoniales del Alto Pirineo
y el Valle de Arán, que tiene como objetivo conocer la
incidencia de estos centros patrimoniales en las dinámicas
turísticas, sociales y culturales de dichos territorios1. Estos
centros se caracterizan por contar con una considerable
implantación a nivel local, que se expresa por una intensa
relación con los habitantes de su entorno, que valoran
positivamente las actividades y usos sociales y culturales
que desarrollan estos equipamientos (Alcalde, 2011;
Alcalde et al, 2010). La población local conoce y utiliza
estos centros y además apuesta por ellos como elementos
que favorecen una dinamización del territorio vinculada,
en parte, con el turismo. El Alto Pirineo y Aran es una
región con un turismo de montaña, iniciado a fi nales del
siglo XIX y que recibió un gran impulso a partir de mediados
del siglo XX con la apertura de diversas estaciones de esquí,
que actualmente se encuentra bien implantado y vinculado
básicamente al turismo de esquí y el de naturaleza
(Campillo y Font, 2004).
Ecomuseo de las Valls d’Àneu, Museo de las
Trementinaires y Museo de la Val d’Aran
En la zona del Alto Pirineo y el Valle de Aran existe un
número considerable de centros dedicados a la exposición
del patrimonio cultural de la zona. En 2011 se contabilizan
57 centros repartidos en las comarcas de la Alta Ribagorça,
el Alt Urgell, la Cerdanya, el Pallars Jussà, el Pallars
Sobirà y el Valle de Aran. En total, un área de una
superfi cie de 5.775 km2 y una población de 76.662 personas
empadronadas (2010). De este conjunto de museos,
algunos están dedicados a territorios concretos desde una
aproximación etnológica (el valle de Aran o los valles de
Àneu), mientras que otros abordan aspectos específi cos o
determinadas actividades locales (la fabricación la lana,
la elaboración del vino de montaña, los madereros, el arte
románico o el acordeón) (Abella, 2007; Abella et al, 2008).
De todos ellos, en este trabajo hemos seleccionado:
el Ecomuseo de las Valls d’Àneu, el Museo de las
Trementinaires y el Museo de la Val d’Aran (fi gura 1)2.
El Ecomuseo de las Valls d’Àneu (Pallars Sobirà) es
un proyecto patrimonial que abrió al público en 1994 con
el objetivo de convertirse en un centro que combinara la
conservación, la investigación, la difusión y el desarrollo
local en los valles de Àneu, la comarca del Pallars y, por
extensión, en el alto Pirineo catalán. Su estructura cuenta
con una sede central, casa Gassia d’Esterri d’Àneu, donde
se encuentran las ofi cinas, la exposición permanente sobre
la vida doméstica en el siglo XIX, y algunos otros espacios
destinados a las actividades del centro, contando con
1.866 m2. El museo gestiona además diversos espacios
patrimoniales, denominados antenas, situados en el
territorio, como la serradora de Alós d’Isil, las iglesias
de Son, Santa Maria d’Àneu, Sant Joan d’Isil, Sant Julià
d’Unarre y Sant Pere de Sorpe, el monasterio de Sant Pere
del Burgal y los búnquers de la Guingueta d’Àneu. Organiza
y dinamiza diversas actividades culturales y lúdicas para
locales y turistas, como conciertos, cursos de formación,
conferencias, itinerarios y rutas o visitas guiadas,
promociona la investigación científi ca, realiza exposiciones
temporales y promociona productos y artesanías locales. El
museo está gestionado por un consorcio público y cuenta
con un equipo técnico estable de cinco personas.
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El Museo de las Trementinaires de Tuixén (Alt Urgell),
abierto desde el 1998, tiene como objetivo principal dar
a conocer la fi gura de las trementinaires. Estas mujeres
viajaban durante algunos meses del año por toda
Cataluña y Aragón y se dedicaban a la venta de hierbas
curativas y medicinales. Su actividad la desarrollaron
principalmente a mediados del siglo XIX, en un momento
de declive demográfi co como consecuencia del éxodo de
muchos hombres y mujeres hacia valles más ricos. El
centro dispone de una exposición permanente, renovada
hace pocos años, y una pequeña sala de exposiciones
temporales. Gestiona también un jardín botánico
urbano con especies medicinales autóctonas de la zona.
Desarrolla actividades turísticas y culturales relacionadas
con las plantas medicinales autóctonas como rutas de
reconocimiento, talleres o visitas guiadas. Anualmente
organiza la Fiesta de las Trementinaires. Se trata de un
centro de gestión municipal, en el que trabaja una técnica.
El edifi cio dispone de unos 100 m2.
El Museo de la Val d’Aran, situado en la Torre del
General Martinhon, en Vielha (Val d’Aran), está abierto
al público desde 1984. La exposición permanente presenta
una síntesis de la historia del Valle de Arán, desde la
prehistoria hasta nuestros días. El centro participa
en proyectos de investigación, organiza exposiciones
temporales, dispone de productos turísticos, como rutas
e itinerarios, y gestiona la Ruta del Románico de Arán,
que incluye un total de nueve iglesias. Desde el museo se
gestionan también diferentes espacios patrimoniales como
la fábrica de la lana de Vielha, el espacio de exposiciones
temporales de Sant Joan d’Arties, el Ecomuseo de
Joanchiquet de Vilamòs, la Mola de Salardú y el Museo
Mina Victòria de Arrés. El centro depende del Consell
Generau dera Val d’Aran y cuenta con un equipo técnico
formado por dos personas. Su sede en Vielha ocupa una
superfi cie de 365 m2.
Los tres museos, si bien están dedicados de manera
específi ca a la etnología, se relacionan también con
otras disciplinas, integrando elementos patrimoniales
de carácter artístico, arqueológico e histórico en sus
colecciones y sus discursos museográfi cos.
Metodología
Con el objetivo de obtener informaciones que
permitieran desarrollar un análisis de los usos
patrimoniales y turísticos de los tres centros museísticos
del Alto Pirineo y el Valle de Aran, se han llevado a cabo
diferentes estudios cuantitativos y cualitativos sobre el
público visitante a dichos centros, la población local y el
turismo de la zona. Estos estudios de visitantes se han
basado en unas metodologías que han sido desarrolladas y
aplicadas anteriormente en diferentes centros museísticos
(véase, por ejemplo, Alcalde, 1997, Alcalde y Rueda, 2004
o Alcalde, 2008).
Se ha realizado una recogida de datos cuantitativos
sobre los diversos usos de estos centros, distinguiendo
entre las diferentes posibilidades de uso y los distintos
tipos de visitantes. A partir de los datos cuantitativos
obtenidos, y con el objetivo de completarlos mediante
datos cualitativos, se ha realizado una encuesta a las
personas que han visitado de forma individual los centros,
a partir de la cual se ha obtenido información relativa a
sus características sociodemográfi cas, su conocimiento
previo del centro y del patrimonio cultural del territorio
y de los motivos y características de su salida. Al mismo
tiempo se ha realizado también una encuesta a las
personas responsables de los grupos de visitantes con el
objetivo de obtener información sobre las características y
composición de los mismos, así como de las características
de su viaje y por qué se ha incluido la visita a los centros
patrimoniales en la salida turística. Además, se ha
Figura 1. Localización del Ecomuseo de las Valls d’Àneu, Museo de las Trementinaires y Museo de la Val d’Aran
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realizado otra encuesta a las personas usuarias de las dos
ofi cinas de turismo situadas en la zona de estudio, con
el objetivo de obtener información sobre el conocimiento
previo del patrimonio cultural de la región que tienen
dichos usuarios. Finalmente, para obtener información
acerca del conocimiento y percepción del centro por parte
de la población local, se ha desarrollado también una
encuesta dirigida a las personas residentes en cada uno de
los tres municipios.
El trabajo de campo de este estudio se ha desarrollado
entre enero y diciembre de 2008. Las encuestas a los
visitantes individuales y a los grupos se han realizado
durante veinte días escogidos al azar, durante los cuales se
ha encuestado a una muestra obtenida de forma aleatoria
simple. La encuesta a la población local se ha realizado a
una muestra de 25 personas en cada municipio, obtenidas
de forma aleatoria a partir del padrón municipal. Las
encuestas en las dos ofi cinas de turismo se han realizado
durante cuatro días escogidos al azar entre los veinte días
en los que se realizaban las encuestas a los visitantes de
los museos.
La visita a los museos de etnología del Pirineo
catalán
A partir de las encuestas realizadas en este estudio
se han obtenido informaciones precisas sobre el uso y el
uso turístico de los tres centros museísticos a partir del
análisis del volumen de uso y de las características de las
visitas individuales y en grupo.
Un primer conjunto de datos lo aportan las respectivas
dinámicas de afl uencia de visitas y de volumen de uso de
los centros.
Para obtener una aproximación a la caracterización
de su uso turístico se ha analizado el tipo de visitas y su
distribución mensual en los tres centros y sus antenas,
distinguiendo entre las visitas a las exposiciones
permanentes y temporales, y se ha evaluado también la
participación de la población en las diversas actividades
organizadas por cada centro.
Comparando las dinámicas de la repartición mensual
de visitas a los tres centros se observa que, si bien son
semejantes, cada uno de ellos presenta unas situaciones
específi cas y diferenciadas en relación a las características
de las personas usuarias y al tipo de salida de ocio en la
que se incluye el uso del centro museístico.
A partir de los datos sobre el volumen de uso obtenidos,
se observa como la forma de utilización más frecuente en los
tres museos (fi gura 2) es la visita individual, tanto en los
espacios de exposición permanente como en los de exposición
temporal. Las visitas en grupo presentan un volumen
reducido en Trementinaires y Val d’Aran, mientras que
proporcionalmente son más importante en Valls d’Àneu.
Dentro de la forma de utilización de los centros por medio
de visitas en grupo, destaca la presencia de grupos escolares
de secundaria, de la tercera edad y otros tipos de grupos
en Valls d’Àneu y de otros tipos de grupos en Val d’Aran
y Trementinaires, conformando este tipo de visitas una
proporción importante de los usos de este último centro.
En lo relativo a la distribución mensual, agosto es el mes
en el que más visitas reciben los tres centros, básicamente
debido a las visitas individuales realizadas tanto a las
exposiciones permanentes como a las temporales. Con
datos parecidos a los de agosto, aunque con diferencias
entre los tres centros, se encuentran los siguientes meses:
julio, en Valls d’Àneu; el período mayo-septiembre, en
Trementinaires; y julio-septiembre para Val d’Aran. A
destacar también el período vacacional de Semana Santa
que en Valls d’Àneu presenta un mayor número de visitas,
aunque no en Trementinaires y Val d’Aran.
Con todo, los diagramas obtenidos en los tres centros
museísticos (fi gura 2) presentan una repartición semejante
que es indicativa de la elevada proporción del uso de estos
centros por parte de personas procedentes del exterior de
la región. Un uso vinculado a los períodos vacacionales o a
las épocas del año con mejor tiempo. Esta constatación se
confi rma si comparamos los diagramas de los tres museos
con los obtenidos a partir del volumen de consultas en las
ofi cinas de turismo de Sort y Vielha, donde observamos
como siguen unas dinámicas similares (fi gura 3).
A partir de los datos cuantitativos, el análisis de las
encuestas muestra como algunas variables resultan
especialmente signifi cativas para la caracterización de
los visitantes individuales: la edad, el nivel de estudios, el
lugar de residencia, el conocimiento previo del museo y las
características de la salida excursionista o turística.
Globalmente en los tres centros dos grupos de edad
están mejor representados, se trata de los de 31-35 años y,
especialmente, el de 46-50 años. Cada centro, sin embargo,
presenta unas características específi cas: En Valls d’Àneu
las edades están más diversifi cadas, observándose picos en
los grupos correspondientes a 26-30, 36-40, 46-50 y 66-70;
en Trementinaires los grupos de edad con mayor volumen
de personas usuarias son los correspondientes a 31-35,
46-50 y 56-60 años; y en Val d’Aran las edades con mayor
presencia son poco diversifi cadas, concentrándose en los
grupos de 31-35 y 46-50 años (fi gura 4).
En relación al nivel de formación, un número elevado
de personas visitantes del conjunto de los centros tienen
estudios universitarios, aunque estas no presentan una
proporción semejante en los tres: en Trementinaires y
Val d’Aran conforman la parte principal de los visitantes
(58% y 74%, respectivamente) pero en Valls d’Àneu la
proporción es muy inferior (23%).
Otro aspecto de interés para este análisis es el
relacionado con el lugar habitual de residencia de las
personas encuestadas. En cada uno de los tres centros, una
proporción importante de las personas visitantes residen
habitualmente en Cataluña (exceptuando la provincia
de Lleida, que hemos considerado como el ámbito local
de procedencia), con una elevada proporción de personas
residentes en Barcelona, especialmente entre las que
visitan Valls d’Àneu. En Val d’Aran existe un volumen
considerable de personas residentes en el resto del estado
(39%) y en Trementinaires y Val d’Aran también del
extranjero (13% y 18% respectivamente).
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Figura 2. Volumen de uso del Ecomuseo de las Valls d’Àneu, Museo de las Trementinaires y Museo de la Val d’Aran (2008)
(A: exposición permanente; B: exposición temporal; 1: visitas individuales; 2: visitas en grupos escolares infantiles y de
primaria 3: visitas en grupos escolares de secundaria; 4: visitas en grupos universitarios; 5: visitas en grupos de la tercera
edad; 6: visitas en otros tipos de grupos ; C-H: asistencia a actividades, itinerarios, uso de la biblioteca).
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Figura 3. Repartición mensual de las proporciones de visitas a los museos de Val d’Aran, Trementinaires y Valls d’Àneu, y
del número de consultas a las ofi cinas de turismo de Sort i Vielha (2008)
Figura 4. Repartición de las proporciones de visitantes a los museos de Val d’Aran, Trementinaires i Valls d’Àneu según
los grupos de edad.
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De forma global, las personas visitantes de estos
centros son conocedoras de las respectivas zonas en las
que se encuentran situados los museos y, además, las
visitan con cierta regularidad. Pero esta característica
tampoco es homogénea en cada centro: en Val d’Aran
el 50% de las personas visitantes es la primera vez que
visitan la zona, mientras que en Trementinaires esta
proporción es del 7% y en Valls d’Àneu del 5%. Por el
contrario, las personas visitantes de Valls d’Àneu son,
en una proporción elevada (11%), visitantes asiduas de
la comarca (más de 4 veces al año) y en Trementinaries
estas constituyen el 19%, mientras que en Val d’Aran la
proporción es de tan solo el 2%.
Sobre la forma como han conocido la existencia de cada
uno de los centros, en Valls d’Àneu y Trementinaires una
parte considerable de los visitantes lo ha hecho a través de
guías y folletos (39% y 23%, respectivamente) o por medio
del boca en boca (26% y 28%, respectivamente), pero esta
última forma está menos representada en Val d’Aran
(28% guías y folletos; 17% boca en boca). Internet es poco
utilizado como forma de información en todos los centros
(9% Valls d’Àneu, 0% Trementinaires, 4 % Val d’Aran),
y la infl uencia de las ofi cinas de turismo es muy distinta
en Valls d’Àneu (10%) y Trementinaires (4%) que en Val
d’Aran, donde esta es la forma más habitual de obtener
la información sobre el museo (41%). El conocimiento
previo del centro como factor determinante en la decisión
de realizar la visita varía desde tener una importancia
remarcable en Trementinaires, donde es la forma más
común (30%), a tenerla mediana en Valls d’Àneu (15%), o
ser poco importante en Val d’Aran (3%).
La duración de la salida en la cual se incluye la visita al
centro museístico es también un factor diferenciador. En
Trementinaires predominan los visitantes que realizan la
visita en el marco de una salida de un único día, en Valls
d’Àneu los visitantes que hacen salidas cortas (2 noches:
33%), mientras que en Val d’Aran, en la mayoría de los
casos, se trata de visitantes que realizan salidas de una
mayor duración (de 3 a 7 noches: 55%). Las personas que
realizan alguna pernoctación durante su salida utilizan
formas diversas de alojamiento y están relacionadas con
los equipamientos turísticos disponibles en cada zona y
también con las características socioculturales del turismo
en cada zona. De esta manera, la mayoría de los visitantes
de Val d’Aran están alojados en hoteles, mientras que esta
proporción, si bien continua siendo considerable en Valls
d’Àneu y Trementinaires, aquí es mucho menor. En Valls
d’Àneu destaca también el uso de segundas residencias
o campings y en Trementinaires el de casas rurales y
campings.
Con el objetivo de evaluar globalmente si las tendencias
en la visita de cada uno de los tres museos son uniformes
o similares, se ha llevado a cabo un análisis factorial de
correspondencias en el que se ha correlacionado los datos
con una mayor signifi cación: edad del visitante, nivel de
formación, regularidad con que visita las comarcas del
Pirineo y tipo de alojamiento seleccionado durante la visita
(fi gura 5). A partir de la distribución de los individuos
y variables en el gráfi co se observan unas dinámicas
diferenciales para cada uno de los tres centros museísticos.
Mientras que las personas que visitan el Museo de la Val
d’Aran suelen ser visitantes foráneos al área de estudio
que acuden por primera vez y se alojan principalmente en
hoteles, las personas que visitan el Ecomuseo de las Valls
d’Àneu tienden a visitar de forma recurrente la región.
Esta tendencia es incluso más extrema en el Museo de las
Trementinaires, donde los visitantes presentan una gran
variabilidad en lo relativo al conocimiento que tienen a
priori de las comarcas pirenaicas. No se constata una
asociación o agrupación clara de las visitas según la edad
de las personas visitantes; si bien los intervalos de edad
16-20 y 76-80 tienden a ser más frecuentes en el Museo de
les Trementinaires y el intervalo 71-75 en el de Museo de
la Val d’Aran, el resto de intervalos de edad registrados
presentan una posición central, característica indicativa
de que esta variable no jerarquiza la información de
manera signifi cativa. En lo relativo al grado de formación
se observa una ligera diferencia también entre las
personas que visitan el Ecomuseo de las Valls d’Àneu,
principalmente con estudios secundarios, y los visitantes
del Museo de las Trementinaires, con estudios tanto
primarios como con formación universitaria. A partir de
estos resultados puede proponerse pues una tipología de
visitante diferenciada entre el Museo de la Val d’Aran
y los museos de la Vall d’Àneu y Trementinaires. En el
primer caso se trata de personas que viajan por primera
vez a la región, principalmente por motivos turísticos,
e incluyen la visita al museo como motivo de ocio; en
cambio, los otros dos museos evaluados presentan un
perfi l de visitante más ecléctico y, al mismo tiempo, más
vinculado a la región. La principal diferencia entre Valls
d’Àneu y Trementinaires reside en el tipo de alojamiento
escogido.
Para el análisis de los visitantes en grupo, los tipos de
grupos que visitan los tres centros, su procedencia y las
características de su salida, son las variables que mejor
los caracterizan
Los grupos mejor representados en el conjunto de
los tres centros son los denominados “otros grupos”
(es decir los grupos organizados que no están formados
por estudiantes o personas de la tercera edad) (40%) o
de grupos de 3ª edad. Los grupos escolares de primaria
(8%) o de secundaria (16%) tienen una presencia poco
importante en la visita en grupo a estos centros; esta
constatación debe relacionarse con el hecho de que estas
zonas son puntualmente utilizados para las salidas
escolares de centros ubicados fuera de ellas y que, si bien
son utilizados por escuelas del propio territorio, es preciso
tener en consideración que nos encontramos en zonas de
baja densidad de población.
Globalmente se trata de grupos en su mayoría
excursionistas que no pernoctan fuera de su casa (35%)
o bien que realizan la visita en el marco de salidas
de corta duración (de 1 a 3 noches: 48%), siendo más
escasas las salidas de mayor duración (de 4 a 6 noches:
17%). Son, mayoritariamente, grupos procedentes del
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resto de Catalunya (sin la provincia de Lleida) (57%),
con una notable representación de grupos extranjeros
(33%) y una presencia reducida de los procedentes de la
misma provincia de Lleida (5%) o del resto del estado (sin
Cataluña) (5%). Los grupos que pasan alguna noche fuera
se alojan mayoritariamente en hoteles y hostales (75%) y
más puntualmente en albergues (13%).
Museos de etnología y turismo pirenaico
Desde los años 80 en el Alto Pirineo catalán se han
abierto al público una considerable cantidad de museos,
centros de interpretación y espacios patrimoniales de
todo tipo, y en el futuro muy probablemente el número
continuará creciendo con la concreción de las propuestas
que actualmente se encuentran en ejecución y en proyecto.
La mayor parte de los equipamientos en funcionamiento
son de pequeño formato y están gestionados por
ayuntamientos con escasos recursos, pudiendo solamente
una tercera parte de ellos tener un horario de obertura y
disponer de personal estable.
En este contexto, en el Pirineo catalán los museos
dedicados a la etnología tienen una elevada presencia en
comparación con los que hacen referencia a otros ámbitos
temáticos. Del total de museos pirenaicos, la disciplina
más tratada es la etnología, de la que se ocupan el 38%
de los museos y equipamientos, hecho que contrasta
con el 17% los de temática arqueológica o el 10% de los
relacionados de forma específi ca con el arte.
Si analizamos la situación actual de los museos de
etnología en la zona del Alto Pirineo y el Valle de Aran,
observamos a nivel general algunas características
comunes. El principal aspecto que señalaríamos, y que
no se circunscribe a los museos pirenaicos analizados
sino que podemos considerarlo general para los museos
etnológicos (Roigé, Fernández, Arrieta, 2008), se relaciona
con el hecho de que el discurso museográfi co continúa
desarrollándose básicamente a partir de elementos
Figura 5. Representación gráfi ca de los resultados del análisis factorial de correspondencias con las variables edad del
visitante, nivel de formación, regularidad con que visita las comarcas del Pirineo y tipo de alojamiento seleccionado durante
la visita. (Museo de la Val d’Aran: ARAN; Museo de las Trementinaires: TREME; Ecomuseo de las Valls d’Àneu: ANEU)
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vinculados con la cultura tradicional de fi nales del siglo XIX
y principios del XX, como la vida en la casa, las costumbres
ganaderas y agrícolas o los antiguos ofi cios. Se echan en
falta discursos más contemporáneos relacionados con la
historia y el patrimonio local, y que planteen un mayor
debate sobre los modelos de desarrollo local o los confl ictos
locales propios del momento presente (por ejemplo -y entre
muchos otros- la convivencia entre patrimonio y turismo,
la conservación del medio ambiente y el desarrollo local,
los procesos de inmigración y emigración en el siglo XX,
o una visión crítica sobre el modelo de desarrollo basado
en el crecimiento urbanístico). Aunque algunos de estos
temas empiezan a plantearse en formato de exposiciones
temporales, en publicaciones o en actividades concretas,
aún no se han incorporado a las exposiciones permanentes
de una manera clara y decidida. Podría decirse que las
exposiciones permanentes de los centros analizados
continúan generando una visión clásica del patrimonio
etnológico, sin plantearse demasiados cambios de
concepto.
En este sentido y durante estos últimos años se hace
cada vez más evidente un cierto desajuste entre los
discursos etnográfi cos más clásicos y las necesidades y
las expectativas actuales de los visitantes de los centros
museísticos. Esto se detecta sobretodo en los jóvenes, que
ven estas formas de vida del pasado como testimonios
muy alejados de su realidad social y cultural, con las
que difícilmente se identifi can, y en consecuencia no
están demasiado interesados por estas presentaciones
museísticas. Recordemos que entre las personas
encuestadas en los tres museos las edades inferiores a los
25 años están poco representadas (fi gura 4).
En estos momentos se está produciendo un importante
proceso de cambio generacional en el público visitante;
hasta hace poco, las personas que visitaban estos museos
etnográfi cos a menudo se habían relacionado con las
formas de vida que se explicaban en el museo y estas les
aportaban intensos recuerdos -a menudo sobrevalorados
por la memoria-, pero actualmente muchos de los
visitantes ya no las conocen y además las perciben como
algo muy lejano. Como señala Xavier Roigé, refi riéndose
de forma general a los ecomuseos, “su riesgo es […] el
cansancio que puede generar en el público y en la propia
comunidad local las representaciones solo centradas en
un pasado que va quedando cada vez más lejos” (Roigé,
2007: 25).
Tanto para las personas residentes en el territorio del
museo como para aquellas que lo visitan, será necesario
un replanteamiento de los discursos de las exposiciones
permanentes de los museos etnográfi cos pirenaicos y
la incorporación de nuevas maneras de explicar este y
otros patrimonios. Desgraciadamente, las importantes
limitaciones presupuestarias –especialmente en el actual
momento de crisis- impiden a menudo renovaciones y
nuevos planteamientos. Sin embargo, es preciso tener
en cuenta que el valor más importante de estos museos
radica no tanto en los discursos museográfi cos sino en las
nuevas funciones sociales y de dinamización cultural que
están realizando en el territorio, entre ellas la función
turística, y sobre estas es posible actuar.
Las comunidades que crean y gestionan museos en
pequeñas localidades lo hacen, al menos inicialmente,
para ellas mismas, es decir para la población que reside
permanentemente o regularmente en la zona. El uso del
patrimonio en benefi cio propio de las comunidades locales
constituye un derecho patrimonial (Moragues, 2006). Esto
no está reñido con el hecho de que los museos de pequeñas
localidades estén dirigidos también a la población
visitante y tengan entre sus objetivos dar respuesta a
sus necesidades, es decir que formen parte de un sistema
turístico. Este es un aspecto importante para los museos
puesto que el aumento de su volumen de visitas en las
últimas décadas, tanto en los grandes museos como
en los museos situados en pequeñas localidades, está
directamente relacionado con el incremento del turismo.
Esta importante aportación turística al volumen de
visitas de los tres centros museísticos analizados se ha
visto constatada, además de con la repartición mensual
de las visitas (fi gura 3), con el hecho de que la gran
mayoría de los visitantes individuales y de los grupos
de visitantes proceden de fuera de la provincia de
Lleida. Además esta relación del turismo con los museos
y el patrimonio se observa también en las encuestas
realizadas a las personas que han hecho consultas en
las ofi cinas de turismo, si bien con diferencias entre
Sort y Vielha; las personas encuestadas en la ofi cina de
Sort muestran un importante conocimiento previo de los
recursos patrimoniales y museísticos de la zona (el 75%
cita 3 o más centros) y manifi estan la intención de visitar
alguno de ellos (84%), mientras que el 79% las personas
encuestadas en la ofi cina de Vielha no cita ningún centro
patrimonial de la zona y el 65% manifi esta tener interés
en visitar alguno.
Los habitantes de las poblaciones pirenaicas donde se
ha realizado este estudio son conscientes de ello; la mayoría
de las personas encuestadas residentes en Esterri d’Àneu
(56%) y en Tuixén (72%) reconocen que sus respectivos
museos constituyen un recurso turístico importante para
el municipio. Sin embargo, uno de los principales retos
de estos centros se centra en el hecho de saber combinar
y hacer complementarias las dos direcciones, no siempre
opuestas o alternativas, sin olvidar que el desarrollo que
comporte la activación y uso de los recursos patrimoniales
ha de redundar, principalmente, en aumentar la calidad
de vida de las personas que viven en la zona (Prats, 2011).
El Ecomuseo de las Valls d’Àneu, el Museo de las
Trementinaires y el Museo de la Val d’Aran son tres
centros de reciente creación que tiene unos objetivos afi nes,
se basan en conceptos museológicos similares y cuentan
con presentaciones museográfi cas parecidas. Presentan
unos volúmenes anuales y unos fl ujos de visitas a lo
largo del año semejantes, pero las características de sus
respectivos visitantes son distintas y también es diferente
su participación y su papel en la oferta turística de sus
municipios. De forma general, resulta imprescindible el
conocimiento preciso de las características del uso de los
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 10(5). 2012
De la guadaña al forfait ...
ISSN 1695-7121
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centros museísticos para poder evaluar la contribución
y el peso de estos equipamientos en las dinámicas
de desarrollo de las zonas donde estos se encuentran
ubicados.
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Notas
1 Este estudio sobre el Ecomuseo de las Valls d’Àneu, el
Museo de las Trementinaires y el Museo de la Val d’Aran
ha sido promovido por el Institut per al Desenvolupament
i la Promoció de l’Alt Pirineu i Aran (IDAPA) y ha contado
con la colaboración de la Xarxa de Museus i Equipaments
Patrimonials de l’Alt Pirineu i Aran.
2 La selección de estos tres casos concretos corresponde
a los siguientes criterios: Los tres son museos que se
identifi can claramente como etnológicos, disponen de
personal adscrito de forma permanente, abren de manera
continuada durante todo el año y además son estructuras
museísticas parecidas que representan diversas comarcas
y territorios pirenaicos y cuya comparación nos permite
obtener algunas conclusiones globales.
Recibido: 31/01/2012
Reenviado: 10/05/2012
Aceptado: 05/06/2012
Sometido a evaluación por pares anónimos