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Vol. 8 Nº2 págs. 293-304. 2010 www.pasosonline.org © PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. ISSN 1695-7121 Lunahuaná, un destino turístico. Transformaciones en la composición social, economía familiar y relaciones de género. Norma Fuller † Pontificia Universidad Católica (Perú) Resumen: Este artículo analiza los cambios generados por el desarrollo de la actividad turística en la composición social y en las relaciones entre los géneros en un distrito rural de la costa sur del Perú. Con-cluye que el turismo ha acelerado el proceso de diversificación de la economía familiar y de la composi-ción social de la población. Sin embargo la expansión de las empresas que ofrecen servicios turísticos no podría explicarse independientemente de la producción agrícola que cubre las necesidades primarias de los trabajadores. En lo referente a las relaciones de género, el turismo ofrece oportunidades laborales a las mujeres y puede ser un vector de cambios en las relaciones de pareja. Sin embargo el tipo de empleo que propicia es precario y los varones monopolizan las actividades mejor pagadas o valoradas. Palabras clave: Turismo en áreas rurales, Impactos del turismo, Género, Lunahuaná, Perú Abstract: This article analyses the impacts of tourism development on the social composition and gender relations in a rural district of the Peruvian coastal region. It concludes that it has accelerated the process of diversification of the household economy and social composition of its population. How-ever, the expansion of tourism could not be explained without taking into account that the agricultural production covers the basic needs of its workers. In what concerns gender relations, tourism opens works opportunities for women and could trigger some changes within couple relationships. Nevertheless, jobs related to tourism activities are usually precarious and men monopolize the more valuable and better paid positions Keywords: Tourism in rural areas, Tourism Impacts, Gender, Lunahuana, Peru † Norma Fuller es Doctora en Antropología cultural por la Universidad de Florida Gainesville y profesora principal del departamento de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Dirige el taller de Antropología del turismo del CISEPA (Centro de Investigaciones Sociales Económicas Políticas y Antropológicas) del Departamento de Ciencias Sociales de la PUCP. Investiga los efectos sociales y cultura-les del trismo en áreas rurales. E-mail: nfuller@pucp.edu.pe 294 Lunahuaná, un destino turístico... PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 8(2). 2010 ISSN 1695-7121 Introducción Desde finales del siglo pasado se hizo evidente que el campo latinoamericano ya no es el espacio exclusivo de la producción agropecuaria sino que las familias rurales incorporan nuevos empleos y fuentes de ingresos. Esto se debe a la expansión de las comunicaciones y de los servicios estatales, a la intensificación de la articulación entre la actividad agraria y los demás sectores económicos y a la mayor interrelación entre campo y ciudad debido principalmente a la movilidad de la población (Eguren 2003, Diez 2001). Por ello es necesario dejar de considerar al medio rural como un espacio netamente vinculado a la producción de alimentos para entenderlo como un ámbito de múltiples actividades, entre las cuales la producción alimenticia es, quizás la más importante, pero no la única (Pérez C 2001: 17). Las culturas rurales también se trans-forman a pasos agigantados por el mayor contacto con lo urbano, y con la expansión de los medios de comunicación que llegan con sus nuevos mensajes y pautas a todos los rincones del campo (Schetman y Berde-gue 2003). Las expectativas y los patrones de vida cada día son mas semejantes entre los habitantes rurales y los urbanos, espe-cialmente entre los jóvenes y las mujeres. Paralelamente las relaciones de género tradicionales han atravesado por cambios sustantivos debido a la incorporación masi-va de las mujeres rurales al mundo del trabajo extra-parcelario (Deere, 2005), a la educación formal1 y a su mayor relación con la cultura urbana donde el debate sobre los derechos de la mujer está presente en mu-chos espacios2. El turismo es una de las actividades que más crece en el medio rural y uno de sus principales canales de cambio. Su ex-pansión transforma de modo bastante drástico la conformación social, la econom-ía y el ritmo de vida de las poblaciones re-ceptoras (Cohen 1996, Crick 1996, Asposto-lopoulos 1996). En muchos casos –sobre todo en comunidades agrarias- ejerce pre-sión sobre algunos productos agrícolas y sobre el valor de la tierra. Además, su de-sarrollo a menudo significa la penetración de foráneos y de intereses financieros, tanto nacionales como internacionales en las eco-nomías locales (Cohen 1996). De acuerdo con los datos disponibles en-tre 1988 y 1997 (UNED-UK 1999) se dio un notable aumento en la participación de las mujeres en la industria del turismo a nivel global. Esto parece deberse a que los reque-rimientos del trabajo turístico, que se ca-racteriza por su flexibilidad y estacionali-dad, se acomodan con la necesidad de las mujeres combinar su trabajo fuera de casa con sus tareas domésticas (Beneria 2003). Esto sin embargo tiene sus desventajas: en muchos casos, pagas menores por hora de trabajo, pocas oportunidades de promoción, menos entrenamiento formal, menos pro-tección contra el desempleo, etc. La industria turística demanda servicios que son compatibles con las labores que las mujeres han desempeñado tradicionalmen-te, tales como restauración, servicios hote-leros, artesanías (Brandth y Haugen 2007). Por lo tanto, les abre nuevas oportunida-des. Ello puede suponer tanto una fuente de ingresos que las independice de sus pa-dres y maridos como un cambio de su esta-tus (familiar/local) en la comunidad. No obstante, esto tiene doble filo porque su identificación con labores femeninas lleva a que se las valore menos y se las ubique en posiciones subalternas. Así por ejemplo en el Perú la 78% de la población ocupada en restaurantes es femenina y este sector pre-senta salarios menores al promedio y hora-rios de trabajo superiores a las 40 horas a la semana (Chacaltana 1999) Por otro lado el desarrollo turístico en comunidades rurales permite a algunas mujeres montar empresas familiares en base a una extensión de sus ocupaciones. Ello les da acceso a ingresos, toma de deci-siones y reconocimiento social. Así por ejemplo el desarrollo del turismo en la comunidad de Taquile en Puno (Perú) per-mitió a las mujeres incursionar en ámbitos antes reservados a los varones. Como con-secuencia han asumido un papel más activo en la vida pública (Zorn 2005). Sin embargo es preciso investigar hasta dónde pueden avanzar las empresas gestionadas por mu-jeres o si, como es el caso en otras activida-des existe un techo de cristal para ellas. En suma, la industria turística es una de las principales fuentes de empleo feme- Norma Fuller 295 PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 8(2). 2010 ISSN 1695-7121 nino3, ofrece a las mujeres oportunidades de emprender actividades que les generen ingresos, propicia su autonomía y mejora su estatus en la comunidad. Sin embargo, hasta el momento la información sobre la participación de hombres y mujeres en la industria turística es muy escasa y frag-mentaria. Por ello esta investigación busca llenar un vacío urgente. En este trabajo desarrollaré el caso de Lunahuaná4, un distrito rural de la costa sur del Perú. La vida de esta localidad, antes dedicada exclusivamente a la produc-ción agrícola para el autoconsumo y para abastecer al mercado local ha cambiado drásticamente debido a que se ha converti-do en un centro de atracción turística. A su vez, estos cambios inciden de manera dife-rente en hombres y mujeres. Mis interro-gantes son ¿Cuáles son los efectos de la expansión del turismo en la composición social y ocupacional de Lunahuana? y ¿Cómo se han transformado las relaciones entre los géneros? Metodología Esta es una investigación cualitativa que combina datos de fuentes secundarias y primarias. El material secundario se reco-piló en los censos nacionales de 1993 y 2005 (INEI), informes de la municipalidad de Lunahuaná, el catastro de propiedad rural de Ministerio de Agricultura y los registros del Ministerio de Salud. En una primera visita, en Mayo del 2007 realizamos un diagnóstico rápido de las actividades turís-ticas de la zona. Entrevistamos también a informantes calificados: autoridades loca-les, funcionarios públicos (Agricultura y Salud) y expertos trabajando en organiza-ciones no gubernamentales de la región. Ello nos permitió hacer un cuadro de las principales actividades del distrito y trazar la historia del desarrollo turístico en la región. Con el fin de recoger las experiencias de los actores locales y completar las entrevis-tas a expertos hicimos 5 visitas a Lunahu-aná entre Diciembre del 2008 y Marzo del 2009. Entrevistamos a productores agríco-las y a 29 familias en las cuales uno o mas de sus miembros se dedican al turismo. Estos fueron empresarios y empresarias (agencias de canotaje, restaurantes, hoteles y bodegas); trabajadores y trabajadoras en alguna rama relacionados con la actividad turística y comerciantes que acuden a la ciudad a vender sus productos a los visitan-tes. El distrito de Lunahuaná y la llegada del turismo Lunahuaná está situada en la provincia de Cañete del departamento de Lima (a 180 Kms. de la ciudad capital) y cuenta con una población de 4,823 habitantes5 fue fundada como distrito el 8 de Diciembre de 1972. Se trata de pequeños propietarios que poseen entre 0.5 y 2 hectáreas de tierra y cultivan principalmente frutales y hortalizas que venden en el mercado local6. Son conocidos regionalmente por su producción de vinos y aguardiente de uva. Esta se inició, en el siglo XVI y la mayoría de las bodegas con-serva las técnicas tradicionales. Según da-tos del censo del año 2005 el 54% de la po-blación se dedica a la agricultura, el 20.1% a servicios, y el 14.5% es asalariada7. Esta localidad atrae a visitantes de las ciudades cercanas en busca de aventura, sol y buena mesa. Su transformación en centro turístico fue posible debido a su cercanía a Lima y a que está ubicada en una quebrada por la que discurre el río Cañete en la que es po-sible practicar canotaje. En 1984 llegaron los primeros deportis-tas y, alrededor de ellos, surgieron alber-gues y restaurantes. Sin embargo, se trata-ba de un destino para aventureros debido a que la carretera no estaba asfaltada ni se contaba con luz eléctrica. Además, la vio-lencia política que asoló a esta región du-rante la década de los 80 disuadía a los visitantes. El proceso de pacificación se inició en los 90s, el Estado invirtió prefe-rentemente en aquellas zonas devastadas por la subversión y una de sus políticas públicas fue la mejora y ampliación de la oferta turística8. Para ello se implementa-ron campañas que promovían nuevos desti-nos. Una de estas, transmitida por televi-sión, difundió los atractivos de Lunahuaná y la promocionó como uno de los lugares más interesantes del Perú. Con ello se atra-jo el interés del público urbano. Por otro lado, durante la década de los ochenta la producción agrícola había sufri-do un agudo deterioro debido a que la re- 296 Lunahuaná, un destino turístico... PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 8(2). 2010 ISSN 1695-7121 gión fue asolada por la acción de grupos insurgentes. Ello intensificó la migración de sus habitantes que huyeron a las ciuda-des cercanas y buscaron deshacerse de sus propiedades. En consecuencia, el precio de la tierra cayó significativamente. Al empe-zar el proceso de pacificación, algunos resi-dentes urbanos –que previeron que el pre-cio de la tierra se recuperaría- compraron propiedades para usarlas como segunda residencia y/o como inversión en propieda-des. El giro que marcó la transformación de Lunahuaná ocurrió en 1984 con el asfaltado de la carretera que la une a Lima y la ins-talación de servicios de electricidad, agua y telecomunicaciones. Con la nueva carretera Lunahuaná, quedó a tres horas de distan-cia de la capital, lo que la convirtió en un lugar cercano que ofrecía buen clima, bellos paisajes y deportes de aventura. A inicios de la década de los noventa se organizaron las primeras agencias especializadas en canotaje. Todas ellas eran propiedad de personas que residían en Lima. El progre-sivo interés de los turistas por el lugar y la necesidad de entretenerlos y sacar mejor provecho de su estadía llevó a los lugareños a buscar nuevos atractivos. Para ello pro-mocionaron su oferta gastronómica (espe-cializada en truchas y camarones de río) y se ubicaron como un centro productor de pisco y de vinos. Los restos arqueológicos de la zona fueron restaurados por el instituto Nacional de Cultura con el fin de responder a la afluencia turística hacia la zona9. En la actualidad las principales activi-dades económicas de Lunahuaná son la producción agropecuaria (uva, frutales, animales menores) y vitivinícola (vinos y aguardiente de uva), y la pesca y el turis-mo. Este último es el eje más dinámico, la mayoría de la población se relaciona de una manera directa o indirecta con esta activi-dad y se ubican en el sector terciario (ser-vicios) o abastecien-do con productos de la región a los ope-radores del turismo en el valle10. Para algunos pobladores el futuro de Lu-nahuaná es “produ-cir para exportar" para otros está en el “crecimiento del turismo". Los cambios in-troducidos por la creciente integración al mundo urbano y el desarrollo del turismo han forzado a los productores agrícolas de Lu-nahuaná a adaptar-se a las demandas y presiones de las nue-vas oportunidades y a las exigencias de los consumidores urbanos. Esto se expresa en el cambio en el uso y valor de la tierra, en el sentido de los flujos migratorios, en la composición social y ocupacional de Lu-nahuaná y en las relaciones entre los géne-ros. Uso y valor de la tierra El turismo resulta particularmente adaptado al caso de Lunahuaná porque precisa de poca extensión de tierras y una característica de este distrito es el extremo fraccionamiento de sus parcelas. El hecho de que se haya convertido en un lugar de segunda residencia y en un destino turísti-co llevó a que la tierra cambie de uso y va-lor. En las zonas aledañas al río la tierra se vende por m2 y puede llegar hasta US$ Ilustración 1. Localización de Lunahuaná. Fuente: http://www.terra.com.pe/turismo/lunahuana/ubicacion.shtml Norma Fuller 297 PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 8(2). 2010 ISSN 1695-7121 10.00. Es decir que una hectárea que hace diez años se compraba en US 10,000.00 en la actualidad puede valer US$ 100,000.00. En consecuencia los lugareños ya no consi-deran a sus parcelas únicamente como un recurso para la producción agrícola sino como un capital para montar un negocio11. Otros las conservan sin trabajar como una forma de ahorro o como una reserva porque saben que ellas subirán de valor. No obstante, una consecuencia indesea-da del elevamiento del valor de la tierra es que ya no está al alcance de los pequeños propietarios agrícolas de modo tal que las opciones de ampliar sus parcelas son muy limitadas. Por otro lado, el crecimiento ur-bano y de la actividad turística en Lunahu-aná están modificando el uso del espacio y del ambiente. La proliferación de hospeda-jes en las riberas del río cañete está alte-rando el paisaje y las agencias de canotaje están privatizando los espacios públicos ya que utilizan las calles como parqueo de sus botes y extensión de sus oficinas. Flujos migratorios Dada la escasez de tierras, Lunahuaná no podía absorber su crecimiento poblacio-nal y los jóvenes debían migrar. Hasta la década de los noventa la principal estrate-gia de las familias para asegurar su super-vivencia presente y futura era invertir en la educación escolar de sus hijos y, de acuerdo con sus posibilidades, enviarlos a seguir estudios superiores o técnicos en un centro urbano donde podían obtener una forma-ción de mejor calidad12 y ampliar sus opor-tunidades de insertarse en el medio urbano. Esta era una forma de expulsar a los miembros que no podían ser absorbidos y de asegurarse el envío de remesas. La crea-ción de establecimientos turísticos ha in-troducido cambios en este patrón. Si bien se mantiene la estrategia de enviar a los hijos a estudiar en centros urbanos13, una pro-porción significativa de ellos retorna a Lu-nahuaná14. De las 29 familias entrevista-das, siete tienen hijos mayores de 18 años. Entre ellas seis los enviaron a estudiar a un centro urbano15. En cinco casos la fami-lia cuenta con un negocio próspero y por lo menos uno de los hijos ha regresado y tra-baja en la empresa familiar o en un esta-blecimiento que los padres montaron para ella o él16. Por ejemplo, los hijos de la pare-ja Sánchez _ Rojas han cursado sus estu-dios superiores en Lima, él es contador y ella ingeniera informática. El hijo trabaja a tiempo completo en la administración del restaurante y vitivinícola propiedad de la familia y reside en Lunahuaná. La hija vive y trabaja en Lima pero durante los fines de semana va a Lunahuaná para apoyar en el restau-rante. La excepción a esta regla la cons-tituye la familia de Guillermo González. Sus dos hijos estu-diaron carreras técnicas y se emple-an, uno en Lima y otro en Cañete pues sus profesiones no cuentan con un mer-cado laboral en Lu-nahuaná y sus pa-dres no poseen nin-guna empresa donde puedan trabajar. En conclusión, migrar o volver depende en gran medida de los re-cursos que provea la familia y las empresas turísticas familiares son las que tienen mayor capacidad para retener a sus miem-bros jóvenes capacitados. Paralelamente, la expansión del turismo ha contribuido a atraer a jóvenes de locali-dades vecinas. Una universidad regional ha abierto una sede en Lunahuaná que ofrece especialidades asociadas con turismo, agri- Ilustración 2. Calle de Lunahuaná. Foto Pedro Farias Nardi. 298 Lunahuaná, un destino turístico... PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 8(2). 2010 ISSN 1695-7121 cultura y salud y ha establecido convenios con establecimientos turísticos donde los jóvenes pueden practicar. De este modo, Lunahuaná se ha convertido en un foco de atracción para jóvenes de las ciudades y distritos vecinos que acuden para capaci-tarse y buscar empleo. Ello contribuye a bajar el promedio de edad de la población. De hecho, es notorio el contraste entre Lu-nahuaná y los poblados vecinos donde no hay actividad turística. En los segundos predominan los adultos mayores mientras que en la primera destaca la población ju-venil. Por otro lado, el turismo ha estimulado la migración de retorno. Lunahuaneños que migraron a la ciudad y acumularon un ca-pital en sus trabajos o empresas han visto en el turismo una oportunidad para regre-sar y para invertir en nuevos rubros. Así por ejemplo, la pareja formada por Helia-des Sánchez y Victoria Rojas había migrado a Lima y decidió volver a Lunahuaná en 1992 porque consideraron que estaba cre-ciendo. Con el dinero que don Heliades re-cibió como liquidación por sus años de ser-vicio, compraron los terrenos adyacentes a una pequeña parcela que recibieron como herencia y fundaron el restaurante Mi Ro-sedal. En la actualidad han obtenido un préstamo del banco para construir cuartos y brindar hospedaje. También han adquiri-do una bodega para ofrecer vinos y aguar-diente a su clientela17. El desarrollo turístico también ha atraí-do a personas de origen urbano con las ca-pacidades necesarias para responder a las demandas de los consumidores urbanos. Como esta actividad se expandió de manera súbita, durante los primeros años los po-bladores de Lunahuaná no contaban con las calificaciones para atender a los turistas que requerían de servicios de hospedaje, restauración y atención adecuados a sus hábitos. Esta demanda insatisfecha abrió espacio para personas que manejaban estas especialidades y que fueron pioneros en este rubro. Ellos componen una población de restauradores, enólogos, deportistas, animadores culturales y expertos en turis-mo que llegaron a la zona para emprender una nueva vida o porque vieron oportuni-dades inversión o trabajo. El caso em-blemático es el de la agencia de canotaje San Jerónimo fundada por un grupo de jóvenes procedentes de Lima, Cuzco y Are-quipa que llegaron a Lunahuaná porque practicaban este deporte y, con el tiempo, decidieron convertirlo en una fuente de ingresos. Hasta el día de hoy dos de ellos se dedican a esta actividad y es la agencia de canotaje más importante de la zona. Finalmente, la necesidad de responder a las demandas del desarrollo turístico creó oportunidades para empresarios y gestores culturales provenientes del medio urbano que contaban con el capital necesario para montar establecimientos de hospedaje, res-taurantes, agencias de canotaje, bodegas vitivinícolas y proyectos de desarrollo cul-tural. Este es el caso del dueño del hotel Villa Sol quien es copropietario de un im-portante laboratorio de medicinas18 y era un asiduo visitante de Lunahuaná. El ex-cedente de sus ganancias le permitió com-prar un terreno y construir un hotel. Además del flujo de turistas, el Villa Sol trabaja con el laboratorio que lo contrata para los eventos en que reúne a su perso-nal. En resumen, el turismo influye en los patrones migratorios en diversos sentidos: ayuda a la comunidad a retener miembros que de otro modo habrían migrado, particu-larmente los y las jóvenes desempleados o subempleados; propicia el retorno de mi-grantes con capital humano y/o financiero que invierten en la localidad; atrae foráne-os cuyas profesiones responden a las nue-vas necesidades creadas por el turismo y, finalmente, a personas que buscan invertir en este rubro sea para expandir su capital, sea porque es una forma de “retornar al campo”. El turismo no solo promueve la migra-ción permanente sino que abre rutas que combinan lo rural y lo urbano. Los habitan-tes de Lunahuaná se caracterizan por su movilidad espacial. Los empresarios forá-neos se desplazan a esta localidad durante los fines de semana para atender sus nego-cios y residen el resto del tiempo en Lima. Aquellos oriundos del lugar viajan constan-temente a los centros urbanos para visitar a los hijos que están estudiando, para com-prar implementos para sus restaurantes y bodegas o para establecer contactos con agencias de turismo, etc. Así por ejemplo, el hotel Río Alto es un negocio exitoso que fue fundado por una pareja de lunahuaneños Norma Fuller 299 PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 8(2). 2010 ISSN 1695-7121 que migró a Lima donde acumuló un capi-tal considerable. Ellos invirtieron en un hotel pues observaron que en Lunahuaná existía una demanda por hospedaje que no estaba cubierta. Continúan trabajando en su negocio en Lima y viajan a Lunahuaná todas las semanas para supervisar la mar-cha del hotel. Por otro lado, existe un flujo de personas que acuden los fines de semana para apo-yar en establecimientos turísticos sea por-que son parientes de los dueños, sea porque es una manera de obtener un ingreso ex-tra19. Finalmente están los pobladores de los anexos y distritos vecinos que acuden a vender fruta, artesanías o baratijas en la plaza. Por lo tanto, el turismo ha intensifi-cado un rasgo inherente a la nueva rurali-dad: la tendencia de las personas a vivir entre dos mundos. Composición social El desarrollo explosivo de la actividad turística ha venido acompañado con cam-bios notorios en la composición social de Lunahuaná. Hasta la década de los noventa ésta presentaba el perfil clásico de las po-blaciones rurales costeñas: micro propieta-rios y productores agrícolas que se dedica-ban eventualmente al pequeño comercio y algunos servidores públicos (profesores, sanitarios, policía). En la actualidad, a la población tradicional dedicada a la agricul-tura se añaden foráneos atraídos por las oportunidades de trabajo que se asentaron en la localidad20, empresarios citadinos que llegaron con capital para fundar empresas relacionadas con la demanda turística (res-taurantes, hoteles, bodegas vitivinícolas, agencias) lunahuaneños que migraron a un centro urbano y adquirieron las capacida-des y/o el capital para abrir una empresa y, comerciantes ambulantes que se desplazan de ciudades y pueblos vecinos durante los días de afluencia turística para ofrecer sus productos. A ello debemos añadir la pobla-ción de turistas que llega cada fin de sema-na o durante los feriados y que imprimen un ritmo especial a esta comunidad La composición social interna también se ha transformado. La actividad turística brindó oportunidades a aquellos lunahua-neños que contaban con capital21 y pudie-ron invertir en hosterías, restaurantes o agencias de canotaje cuando llegó la afluen-cia de visitantes Así por ejemplo, el primer hotel de Lunahuaná fue construido por un lugareño que tenía un terreno al borde del río y contaba con los ahorros que obtuvo comerciando con artefactos eléctricos en la región de la costa sur del Perú (Chincha, Pisco, Ica, Ayacucho). Paralelamente los habitantes locales han encontrado nuevas ocupaciones. Si en un inicio no contaban con las capacidades requeridas por el desarrollo turístico, rápi-damente aprovecharon los espacios abiertos y usaron sus ahorros, terrenos y destilerías para abrir hospedajes, restaurantes y bode-gas. Este es el caso de la familia Candela _ Negrón oriunda de Lunahuaná. La señora María Negrón ya había trabajado en un restaurante y aprendido el oficio. Su esposo había podido ahorrar parte de su salario como servidor público (técnico en salud). Compraron el terreno donde ahora se ubica el restaurante y fueron invirtiendo en su implementación. Actualmente el restauran-te atrae a numerosos comensales y planean expandirse. Han obtenido un préstamo en un banco para construir un hospedaje en el segundo piso del local. El caso de las agencias de canotaje es similar. Las primeras en su género fueron abiertas por empresarios urbanos que prac-ticaban este deporte y contrataban a jóve-nes locales para realizar labores de apoyo (cargar los botes, transportarlos). Con el tiempo ellos aprendieron el oficio, ahorra-ron para comprar botes y abrieron sus pro-pias agencias22. La historia de la agencia de canotaje Xtreme Raft propiedad de Manuel Canales y _ Jackeline De la Cruz ilustra este tema. Manuel trabajó en diversos em-pleos relacionados al turismo (administra-ción de camping, ventas, guía turístico) que le pagaban una comisión de los ingresos. Para independizarse comenzó a guiar turis-tas por cuenta propia. Con sus ahorros formó sociedad con un amigo y establecie-ron una agencia de canotaje. Más tarde pidió un préstamo a la Caja Municipal de Cañete que le permitió independizarse y expandirse. En los cuatro años que tiene la agencia Xtreme Raft ha conseguido adqui-rir tres botes y algunos kayaks y bicicletas. En suma, el desarrollo del turismo pro-pició en un primer momento el surgimiento de una nueva capa de empresarios locales 300 Lunahuaná, un destino turístico... PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 8(2). 2010 ISSN 1695-7121 que contaron con un capital inicial, sea por herencia, sea como producto de sus ahorros. En un segundo momento, algunos habitan-tes locales fueron adquiriendo las capaci-dades que requiere esta actividad y entra-ron en este rubro. Ambos procesos incenti-varon la diversificación y complejización de Lunahuaná. Un punto a destacar es que, si las em-presas turísticas han abierto oportunidades de empleo a hombres y mujeres que habr-ían migrado y han generado una nueva capa de empresarios exitosos, esto se cum-ple solo en el caso de aquellos que han con-tado con el capital para montar un negocio propio y aquellos pocos que están adecua-damente empleados. En cambio los puestos de trabajo que genera son precarios. Como el turismo en Lunahuaná es marcadamente estacional, los propietarios evitan contratar personal estable. Por otro lado, la relación patrón empleado/a que se practica en los hoteles, restaurantes y bodegas ha mante-nido el patrón tradicional, el pago está for-mado por prestaciones (comida, alojamien-to) a los que se añade una pequeña canti-dad en dinero. Los horarios tampoco están bien determinados23. Cuando se trata de unidades familiares en la cual algunos de sus miembros se dedican a la producción agrícola, este ingreso monetario puede re-sultar significativo porque las necesidades básicas (vivienda, alimentación) están cu-biertas y los ingreso monetarios se usan para adquirir productos en el mercado y cubrir gastos en transporte. Visto desde otro ángulo, los establecimientos turísticos pueden contar con una provisión de mano de obra barata porque la producción agríco-la cubre las necesidades básicas de las per-sonas. Así por ejemplo Petunila Sánchez se emplea en el cuidado (limpieza y adminis-tración) de un hospedaje en Lunahuaná cuyos dueños radican en Lima. En el traba-jo la ayuda su hija, y su esposo se dedica a la agricultura en pequeña escala. Ella ini-ció la relación con sus actuales empleadores como trabajadora doméstica en su vivienda, al migrar los empleadores, la ubicaron en su actual trabajo. Aunque tiene una casa donde se ubica su chacra, ella reside en el hostal junto a su hija y dos nietos pues las labores del negocio lo demandan. Recibe un pago cada semana que consiste en el mismo salario que obtenía como empleada del hogar. En suma, Lunahuaná ha atravesado por procesos acelerados de urbanización, diver-sificación y acentuación de la diferenciación interna24. Los servicios se han expandido y la población se ha diversificado con la pre-sencia de personas de origen urbano espe-cializadas en servicios turísticos y con el surgimiento de una capa de habitantes locales que abrieron empresas de servicios turísticos. Estos dos grupos concentran las ganancias generadas por el turismo. Entre-tanto, si bien el turismo es una fuente im-portante de ingresos monetarios para las unidades campesinas, las ocupaciones que genera son precarias y deben ser combina-dos con la producción agrícola o el aporte de otros miembros de la familia para garanti-zar el sustento. Puede decirse entonces que la proliferación de empresas turísticas en Lunahuaná ha sido posible debido a que su mano de obra cubre parte de sus necesida-des básicas (vivienda, alimentación) con la producción agrícola u otras actividades tradicionales. Género y turismo Uno de los efectos más ubicuos del tu-rismo es su impacto en la división social del trabajo, particularmente en lo que se refie-re a su distribución según el género. Esta actividad demanda servicios que son com-patibles con las labores que las mujeres han desempeñado tradicionalmente, tales como restauración, servicios hoteleros y artesanías. Este es ciertamente el caso de Lunahuaná. Las mujeres se encuentran en casi todos los rubros y posiciones. Desde la propietaria y administradora de un hotel, restaurante y agencia turística hasta la mesera, la camarera y la vendedora ambu-lante25. Es notable la presencia de mujeres en las empresas turísticas y es común que ellas tomen la iniciativa de abrirlas porque les permite combinar las tareas domésticas y las del hogar. Sin embargo, a medida que las empresas crecen las familias deben lle-gar a nuevos arreglos que modifican su división del trabajo. De este modo encon-tramos diversas combinaciones: mujeres que dirigen el negocio y maridos que coope-ran con ellas pero se dedican más a cuidar de la familia. Este es el caso de los propie- Norma Fuller 301 PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 8(2). 2010 ISSN 1695-7121 tarios del restaurante “El buen sabor”. Ella se dedica a tiempo completo al restaurante mientras que el esposo viaja a Lima todas las semanas para atender a los hijos que estudian allí. En otros casos la pareja com-bina un puesto de trabajo estable mientras que el otro maneja el negocio. Es el caso de don Ignacio y su esposa Carina, ella trabaja como empleada pública y él se dedica a la producción de pisco y a la administración de su bar en la plaza de Lunahuaná. Exis-ten parejas que empiezan juntos un proyec-to y comparten su gestión. Así por ejemplo, cuando Milagros Yactayo y su esposo Martín se establecieron él tenía experiencia como guía de canotaje. Una vez juntos ella propuso abrir una agencia y comenzaron alquilando un bote. Acumularon suficiente dinero para comprar un bote usado y se inscribieron en una cooperativa donde con-siguieron un préstamo para comprar mas botes. En la actualidad han adquirido dos cuatrimotos, tres botes y los dos se dedican al negocio. Finalmente, existen casos en los que varón se estableció en Lunahuana por-que la esposa contaba con un capital. Por ejemplo, la pareja formada por José Fernández y Carmen Domínguez inauguró, el restaurante El Condoray hace 3 años. José proviene de la ciudad vecina, -Cañete-y Carmen es de Lunahuaná. El padre de ella le cedió el terreno donde viven e insta-laron su negocio. Pareciera que, el modelo tradicional de familia constituido por el padre de familia que concentra la autoridad y la madre que trabaja en la chacra y asume las tareas domésticas está modificándose para dar lugar a una pareja que combina capacida-des y esfuerzos. Sin embargo, ello no se vive como una ruptura del patrón tradicional sino como un proyecto familiar en el que cada uno de los miembros de la familia “jala la carreta” según sus posibilidades y circunstancias. Estos casos sugieren que las nuevas generaciones valoran el matrimonio igualitario la pareja en la que se confía y con la que se forma equipo. Esto tiene límites, cuando se trata de empresas familiares gestionadas por la pareja donde la mujer aportó el capital ini-cial o está igualmente calificada que el varón, se registra un mayor control de la mujer sobre las decisiones en la familia y la gestión de la empresa. No obstante, cuando se trata de empleos la situación es bastante más desbalanceada. Si bien el turismo abre a las mujeres nuevas oportunidades en restaurantes, hoteles, guía de turismo, ja-ladoras, administradores, vendedoras de productos locales (vino, artesanías), estos son eventuales y precarios. En estos casos puede suponerse que, precisamente porque se trata de ocupaciones “femeninas”, no se catalogan como trabajo sino como de una “ayuda” al presupuesto familiar. Por ejem-plo, Roberta Sánchez tiene 24 años, no ha seguido estudios superiores y tiene dos hijos pequeños, subsiste ayudando a su madre en el hotel donde labora y entre las dos perciben un solo salario26. Por otro lado, los varones monopolizan los rubros más asociados con la acumula-ción y la autonomía como el transporte y canotaje. El trasporte es la actividad más lucrativa. Ser guía de canotaje tiene el atractivo de ser una actividad divertida que les ofrece la oportunidad de viajar a dife-rentes lugares donde se practica el canotaje y de establecer relaciones con personas de otras regiones y países. Es decir que los varones continúan teniendo un mayor con-trol de los oficios mejor pagados y de las actividades que reafirman la autonomía personal. Finalmente, las madres solas, constitu-yen un caso aparte. En algunos casos el turismo les ha permitido montar un negocio con el que sostienen a su familia. Es el caso de Gloria Rosales se separó de su esposo27 y se instaló con sus hijos en un local alquila-do donde reside y ha montado un restau-rante. El negocio rinde para sus gastos, le permite atender a sus hijos y, sobre todo, le ofreció una puerta de salida a una relación conyugal insostenible. Sin embargo, exige que ella trabaje todos los días de la semana sin descanso. Ahora bien, las madres solas que no tie-nen mas recursos que su fuerza de trabajo constituyen la población más frágil, no solo porque no pueden acumular, sino porque sus posibilidades de capacitarse son casi nulas debido a sus cargas domésticas. La alternativa para ellas es continuar en la casa paterna que les proporciona vivienda, parte de la alimentación y ayuda en la crianza de los hijos mientras que ellas aportan dinero. Por ejemplo, Maribel Vi-cente tiene cinco hijos, trabaja en la bodega 302 Lunahuaná, un destino turístico... PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 8(2). 2010 ISSN 1695-7121 Los Reyes de lunes a sábado y percibe un pago semanal. Ella y sus hijos residen con su padre quien es artesano, produce canas-tas en su vivienda y la ayuda con el cuidado de los hijos menores (4 y 2 años). Comple-menta sus ingresos con trabajos eventuales como cocinera durante los fines de semana y con la venta de uva de una pequeña par-cela familiar. Además el hijo mayor de 17 años ha dejado el colegio y trabaja como ayudante de albañil. El turismo le genera ingresos monetarios indispensables sin tener que desplazarse fuera de Lunahuaná. Sin embargo, no le permiten acumular ni invertir en mejorar la educación de sus hijos. Conclusiones La cercanía de Lunahuaná a importan-tes centros urbanos así como el hecho de que se haya convertido en un centro turísti-co ha acelerado el proceso de diversificación de la economía familiar y ha introducido modificaciones en el uso y valor de la tierra. Ello abre oportunidades a quienes contaron con las capacidades y el capital necesario para montar empresas de servicios turísti-cos. Sin embargo no favorece a quienes trabajan como dependientes y no parece contribuir a una mejor distribución de la riqueza. A pesar de que el turismo ha abierto nuevas posibilidades, ha intensifi-cado las brechas internas pues los ingresos de la población local sin recursos son preca-rios sean estos relacionadas con el campo o con los servicios. El desarrollo de la actividad turística ha modificado la composición de la población. Esta es más diversificada y se caracteriza por su intensa movilidad. Puede decirse que una proporción considerable de ella vive entre centro urbano y comunidad ru-ral, en ese sentido las poblaciones en las que se desarrolla la actividad turística constituyen ejemplos paradigmáticos de la nueva ruralidad. La expansión de las empresas que ofre-cen servicios turísticos en Lunahuaná no podría explicarse independientemente de la producción agrícola que cubre las necesida-des primarias de los trabajadores y de los servicios del Estado que ha implementado la infraestructura básica (carretera, luz agua y seguridad), por tanto deben enten-derse como una de las formas hacia las cuales tiende la nueva ruralidad. El turismo ofrece oportunidades a las mujeres oportunidades en actividades no agrícolas que le les permiten obtener ingre-sos monetarios y ampliar sus horizontes porque las saca del circulo familiar, las pone en relación con personas de diferentes medios y confiere un nuevo significado al trabajo doméstico. La cocina se convierte en gastronomía, el manejo del presupuesto familiar en administración y el cuidado de los otros en relaciones públicas. Ello no supone un cuestionamiento del patrón tra-dicional de familia sino una cierta innova-ción en las relaciones de pareja a través de la reevaluación de las actividades asociadas con lo femenino y de aspectos de la mascu-linidad que no derivan de su posición del varón como proveedor y jefe de familia. Sin embargo, estos logros son más claros en el caso de las mujeres que han montado empresas familiares. En el caso de las mu-jeres que trabajan como dependientes sus beneficios son ambiguos debido a la esta-cionalidad y precariedad de los empleos que ofrece. Referencias Aspostolopoulos, Yiorgos 1996 “Introduction: Reinventing the Sociol-ogy of Tourism”. En: Aspostolopoulos, Leivadi y Yannakis, eds. The Sociology of Tourism. Theoretical and empirical investigations. London and New York, Routledge, pp. 1-14. Beneria, Lourdes 2003 Gender, Development and Globaliza-tion: Economics as if All People Mat-tered. London & New York: Routledge. 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Notas 1 De 1993 al 2007 el porcentaje de mujeres de 15 años a más con educación superior aumentó en 10.9 puntos, asimismo, la participación en el mer-cado laboral de mujeres de 15 años a más se in-crementó en 8.7 punto. (Fuente: CEPES:Agrodata. ´Las mujeres en el censo 2007: Primeras Aproxi-maciones ´. Visto Marzo 2009 en: www.agrodataperu.blogspot.com) 2 De acuerdo al Censo de Nacional de Población y Vivienda de 1993 y 2007 se observa un incre-mento en el nivel educativo de la población feme-nina. Mientras en 1993 sólo un 19.3% de la po-blación femenina de 15 años a más tenía educa-ción superior, en el 2007 ese porcentaje llega al 30.2%. Este nivel educativo mayor se refleja tam-bién en las cifras de la Población Económicamen-te Activa (PEA). Si en 1993, del total de la pobla-ción femenina de 15 años a más el 29% trabajaba o buscaba activamente trabajo, ese porcentaje se incrementó sustancialmente al 37.7% en el 2007. (INEI) 3 según datos de la OIT entre el 34 y el 40% de las personas empleadas en turismo son mujeres. 4 El material analizado se recogió a través de varias visitas realizadas entre Diciembre del 2008 y Marzo del 2009. Se entrevistó a uno o más miembros de un total de 29 familias que trabajan en actividades relacionadas con el turismo, la producción agropecuaria, producción de piscos y vinos, servicios públicos y servicios en general. 5 Lunahuaná se encuentra conectada por una carretera asfaltada Imperial- Lunahuaná- Pacarán Zúñiga. El distrito cuenta con un Centro de Salud, un sistema de agua potable, electrificación y co-municación vía radio, teléfono e Internet. Lunahu-aná posee con una red de centros educativos pre-primarios y primarios, un centro educativo secun-dario, un centro educativo ocupacional y una sede 304 Lunahuaná, un destino turístico... PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 8(2). 2010 ISSN 1695-7121 de la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión. 6 Para el año 1994, los cultivos permanentes en Lunahuaná son: capulí, cidra, ciruela, granada, manzana, morera, níspero, olivo, pacae, palto, vid y vergel frutícola. Los cultivos transitorios son: aji, ajo, algodón, arveja, brócoli, caña, camote, cebolla, fresa, flores, frijol, haba, lenteja, maíz amarillo, maní, melón, olluco, pallar, papa, yuca, tuna, tomate, sorgo escobero, vergel hortícola, quinua, plátano y pepino. (INEI web: Banco de Información Distrital) 7 (Censo 2005. INEI web: Banco de Información Distrital) 8 Desde 1993 se observó un crecimiento continuo del sector. 1998 fue declarado oficialmente el “Año de los 600 mil turistas” y 1999 el “Año del turismo interno” (Chacaltana 1999). 9 Las personas mayores' de esta zona coinciden entre ellos al asegurar que durante su niñez dichas ruinas no poseían un valor histórico cultural y que solo representaban un lugar llamativo donde jugar y recoger curiosos objetos del suelo. 10 Así, por ejemplo, existe un gremio de camaro-neros que provee de insumos a restaurantes y hostales medianos y pequeños 11 Un caso ilustrativo es el de Ivanov Calderón y María del Carmen Sánchez. Ella recibió de sus padres un legado en tierras y en capital para im-plementar un restaurante y una agencia de canota-je que llamaron Sol & Río. 12 En términos de comportamientos, la emigra-ción no es sólo una constante sino ante todo una de las posibilidades dentro del abanico de opcio-nes de los habitantes del medio rural. En algunas zonas del Cusco es de hecho la primera opción, seguida por la educación de los hijos y luego por la permanencia en la chacra y por la seguridad (Vargas, 1996, en: Diez 2001.) 13 Así por ejemplo, 9 de las familias entrevistadas que residen en Lunahuaná mantienen a sus hijos dependientes en centros urbanos. 14 Esto no significa que los lunahuaneños hayan dejado de migrar, las ofertas de trabajo son limi-tadas y muchos de los jóvenes que han seguido estudios universitarios en carreras como ingenier-ía, finanzas, etc. no tienen opciones laborales en su pueblo. 15 5 a Lima y 1 a Cañete. 16 Llama la atención que cuatro de ellas son mu-jeres que se quedaron en Lunahuaná porque salie-ron embarazadas 17 Como ya señalé, uno de los hijos de la pareja estudió contabilidad y trabaja en la administración del negocio junto con sus padres. 18 Parker y Davis 19 La población de guías canotaje es especialmen-te móvil. Ellos viajan a lo largo del año entre los diferentes centros donde se practica este deporte. 20 Por lo general porque se casaron con una mujer local. 21 Generalmente porque migraron a la ciudad 22 En este grupo se encuentra el señor Candela, quien empezó trabajando con la agencia de cano-taje San Jerónimo y luego de catorce años de experiencia fundó la suya, estudió turismo y se dedica a promover esta actividad en la región. 23 Así, diez de los 29 sujetos entrevistados tienen algún miembro de su familia trabajando en un rubro relacionado con el turismo a cambio de un pago en dinero. De los 10 casos, 3 son jóvenes que realizan trabajos eventuales no calificados, 2 son guías de canotaje que perciben un porcentaje por cada bote que atienden y 4 trabajan en hosta-les u hoteles a cambio de casa y comida y un pequeño pago. Solo uno está en planilla y cumple un horario. 24 A similares conclusiones llega Gascón (2005) para el caso de Amantani (Puno) y González en Máncora (Tumbes), dos destinos turísticos que crecieron en poblaciones rurales. 25 Zorn (2005) registra un proceso similar en la isla de Taquile en los Andes del Sur del Perú. 26 Otro caso es el de Gladys Romero es madre sola de dos hijas pequeñas (7 y 8 años), vive en casa de su madre y trabaja en la Bodega Santa María hace 4 años a cambio de un salario men-sual. Su madre cuida de sus hijas y las dos se encargan de las tareas del hogar. 27 Gloria decidió separarse debido a la violencia de su esposo. Abandonó su casa e incipiente ne-gocio y empezó de nuevo con sus hijos Recibido: Reenviado: 24/06/2009 12/10/2009 Aceptado: 02/02/2010 Sometido a evaluación por pares anónimos
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Calificación | |
Título y subtítulo | Lunahuaná, un destino turístico. Transformaciones en la composición social, economía familiar y relaciones de género |
Autor principal | Fuller, Norma |
Publicación fuente | Pasos. Revista de turismo y patrimonio cultural |
Numeración | Volumen 08. Número 2 |
Sección | Artículos |
Tipo de documento | Artículo |
Lugar de publicación | El Sauzal, Tenerife |
Editorial | Universidad de La Laguna |
Fecha | 2010-04 |
Páginas | pp. 293-304 |
Materias | Turismo ; Patrimonio cultural ; Publicaciones periódicas |
Enlaces relacionados | Página web: http://todopatrimonio.com/revistas/101-pasos-revista-de-turismo-y-patrimonio-cultural |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 263289 Bytes |
Texto | Vol. 8 Nº2 págs. 293-304. 2010 www.pasosonline.org © PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. ISSN 1695-7121 Lunahuaná, un destino turístico. Transformaciones en la composición social, economía familiar y relaciones de género. Norma Fuller † Pontificia Universidad Católica (Perú) Resumen: Este artículo analiza los cambios generados por el desarrollo de la actividad turística en la composición social y en las relaciones entre los géneros en un distrito rural de la costa sur del Perú. Con-cluye que el turismo ha acelerado el proceso de diversificación de la economía familiar y de la composi-ción social de la población. Sin embargo la expansión de las empresas que ofrecen servicios turísticos no podría explicarse independientemente de la producción agrícola que cubre las necesidades primarias de los trabajadores. En lo referente a las relaciones de género, el turismo ofrece oportunidades laborales a las mujeres y puede ser un vector de cambios en las relaciones de pareja. Sin embargo el tipo de empleo que propicia es precario y los varones monopolizan las actividades mejor pagadas o valoradas. Palabras clave: Turismo en áreas rurales, Impactos del turismo, Género, Lunahuaná, Perú Abstract: This article analyses the impacts of tourism development on the social composition and gender relations in a rural district of the Peruvian coastal region. It concludes that it has accelerated the process of diversification of the household economy and social composition of its population. How-ever, the expansion of tourism could not be explained without taking into account that the agricultural production covers the basic needs of its workers. In what concerns gender relations, tourism opens works opportunities for women and could trigger some changes within couple relationships. Nevertheless, jobs related to tourism activities are usually precarious and men monopolize the more valuable and better paid positions Keywords: Tourism in rural areas, Tourism Impacts, Gender, Lunahuana, Peru † Norma Fuller es Doctora en Antropología cultural por la Universidad de Florida Gainesville y profesora principal del departamento de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Dirige el taller de Antropología del turismo del CISEPA (Centro de Investigaciones Sociales Económicas Políticas y Antropológicas) del Departamento de Ciencias Sociales de la PUCP. Investiga los efectos sociales y cultura-les del trismo en áreas rurales. E-mail: nfuller@pucp.edu.pe 294 Lunahuaná, un destino turístico... PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 8(2). 2010 ISSN 1695-7121 Introducción Desde finales del siglo pasado se hizo evidente que el campo latinoamericano ya no es el espacio exclusivo de la producción agropecuaria sino que las familias rurales incorporan nuevos empleos y fuentes de ingresos. Esto se debe a la expansión de las comunicaciones y de los servicios estatales, a la intensificación de la articulación entre la actividad agraria y los demás sectores económicos y a la mayor interrelación entre campo y ciudad debido principalmente a la movilidad de la población (Eguren 2003, Diez 2001). Por ello es necesario dejar de considerar al medio rural como un espacio netamente vinculado a la producción de alimentos para entenderlo como un ámbito de múltiples actividades, entre las cuales la producción alimenticia es, quizás la más importante, pero no la única (Pérez C 2001: 17). Las culturas rurales también se trans-forman a pasos agigantados por el mayor contacto con lo urbano, y con la expansión de los medios de comunicación que llegan con sus nuevos mensajes y pautas a todos los rincones del campo (Schetman y Berde-gue 2003). Las expectativas y los patrones de vida cada día son mas semejantes entre los habitantes rurales y los urbanos, espe-cialmente entre los jóvenes y las mujeres. Paralelamente las relaciones de género tradicionales han atravesado por cambios sustantivos debido a la incorporación masi-va de las mujeres rurales al mundo del trabajo extra-parcelario (Deere, 2005), a la educación formal1 y a su mayor relación con la cultura urbana donde el debate sobre los derechos de la mujer está presente en mu-chos espacios2. El turismo es una de las actividades que más crece en el medio rural y uno de sus principales canales de cambio. Su ex-pansión transforma de modo bastante drástico la conformación social, la econom-ía y el ritmo de vida de las poblaciones re-ceptoras (Cohen 1996, Crick 1996, Asposto-lopoulos 1996). En muchos casos –sobre todo en comunidades agrarias- ejerce pre-sión sobre algunos productos agrícolas y sobre el valor de la tierra. Además, su de-sarrollo a menudo significa la penetración de foráneos y de intereses financieros, tanto nacionales como internacionales en las eco-nomías locales (Cohen 1996). De acuerdo con los datos disponibles en-tre 1988 y 1997 (UNED-UK 1999) se dio un notable aumento en la participación de las mujeres en la industria del turismo a nivel global. Esto parece deberse a que los reque-rimientos del trabajo turístico, que se ca-racteriza por su flexibilidad y estacionali-dad, se acomodan con la necesidad de las mujeres combinar su trabajo fuera de casa con sus tareas domésticas (Beneria 2003). Esto sin embargo tiene sus desventajas: en muchos casos, pagas menores por hora de trabajo, pocas oportunidades de promoción, menos entrenamiento formal, menos pro-tección contra el desempleo, etc. La industria turística demanda servicios que son compatibles con las labores que las mujeres han desempeñado tradicionalmen-te, tales como restauración, servicios hote-leros, artesanías (Brandth y Haugen 2007). Por lo tanto, les abre nuevas oportunida-des. Ello puede suponer tanto una fuente de ingresos que las independice de sus pa-dres y maridos como un cambio de su esta-tus (familiar/local) en la comunidad. No obstante, esto tiene doble filo porque su identificación con labores femeninas lleva a que se las valore menos y se las ubique en posiciones subalternas. Así por ejemplo en el Perú la 78% de la población ocupada en restaurantes es femenina y este sector pre-senta salarios menores al promedio y hora-rios de trabajo superiores a las 40 horas a la semana (Chacaltana 1999) Por otro lado el desarrollo turístico en comunidades rurales permite a algunas mujeres montar empresas familiares en base a una extensión de sus ocupaciones. Ello les da acceso a ingresos, toma de deci-siones y reconocimiento social. Así por ejemplo el desarrollo del turismo en la comunidad de Taquile en Puno (Perú) per-mitió a las mujeres incursionar en ámbitos antes reservados a los varones. Como con-secuencia han asumido un papel más activo en la vida pública (Zorn 2005). Sin embargo es preciso investigar hasta dónde pueden avanzar las empresas gestionadas por mu-jeres o si, como es el caso en otras activida-des existe un techo de cristal para ellas. En suma, la industria turística es una de las principales fuentes de empleo feme- Norma Fuller 295 PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 8(2). 2010 ISSN 1695-7121 nino3, ofrece a las mujeres oportunidades de emprender actividades que les generen ingresos, propicia su autonomía y mejora su estatus en la comunidad. Sin embargo, hasta el momento la información sobre la participación de hombres y mujeres en la industria turística es muy escasa y frag-mentaria. Por ello esta investigación busca llenar un vacío urgente. En este trabajo desarrollaré el caso de Lunahuaná4, un distrito rural de la costa sur del Perú. La vida de esta localidad, antes dedicada exclusivamente a la produc-ción agrícola para el autoconsumo y para abastecer al mercado local ha cambiado drásticamente debido a que se ha converti-do en un centro de atracción turística. A su vez, estos cambios inciden de manera dife-rente en hombres y mujeres. Mis interro-gantes son ¿Cuáles son los efectos de la expansión del turismo en la composición social y ocupacional de Lunahuana? y ¿Cómo se han transformado las relaciones entre los géneros? Metodología Esta es una investigación cualitativa que combina datos de fuentes secundarias y primarias. El material secundario se reco-piló en los censos nacionales de 1993 y 2005 (INEI), informes de la municipalidad de Lunahuaná, el catastro de propiedad rural de Ministerio de Agricultura y los registros del Ministerio de Salud. En una primera visita, en Mayo del 2007 realizamos un diagnóstico rápido de las actividades turís-ticas de la zona. Entrevistamos también a informantes calificados: autoridades loca-les, funcionarios públicos (Agricultura y Salud) y expertos trabajando en organiza-ciones no gubernamentales de la región. Ello nos permitió hacer un cuadro de las principales actividades del distrito y trazar la historia del desarrollo turístico en la región. Con el fin de recoger las experiencias de los actores locales y completar las entrevis-tas a expertos hicimos 5 visitas a Lunahu-aná entre Diciembre del 2008 y Marzo del 2009. Entrevistamos a productores agríco-las y a 29 familias en las cuales uno o mas de sus miembros se dedican al turismo. Estos fueron empresarios y empresarias (agencias de canotaje, restaurantes, hoteles y bodegas); trabajadores y trabajadoras en alguna rama relacionados con la actividad turística y comerciantes que acuden a la ciudad a vender sus productos a los visitan-tes. El distrito de Lunahuaná y la llegada del turismo Lunahuaná está situada en la provincia de Cañete del departamento de Lima (a 180 Kms. de la ciudad capital) y cuenta con una población de 4,823 habitantes5 fue fundada como distrito el 8 de Diciembre de 1972. Se trata de pequeños propietarios que poseen entre 0.5 y 2 hectáreas de tierra y cultivan principalmente frutales y hortalizas que venden en el mercado local6. Son conocidos regionalmente por su producción de vinos y aguardiente de uva. Esta se inició, en el siglo XVI y la mayoría de las bodegas con-serva las técnicas tradicionales. Según da-tos del censo del año 2005 el 54% de la po-blación se dedica a la agricultura, el 20.1% a servicios, y el 14.5% es asalariada7. Esta localidad atrae a visitantes de las ciudades cercanas en busca de aventura, sol y buena mesa. Su transformación en centro turístico fue posible debido a su cercanía a Lima y a que está ubicada en una quebrada por la que discurre el río Cañete en la que es po-sible practicar canotaje. En 1984 llegaron los primeros deportis-tas y, alrededor de ellos, surgieron alber-gues y restaurantes. Sin embargo, se trata-ba de un destino para aventureros debido a que la carretera no estaba asfaltada ni se contaba con luz eléctrica. Además, la vio-lencia política que asoló a esta región du-rante la década de los 80 disuadía a los visitantes. El proceso de pacificación se inició en los 90s, el Estado invirtió prefe-rentemente en aquellas zonas devastadas por la subversión y una de sus políticas públicas fue la mejora y ampliación de la oferta turística8. Para ello se implementa-ron campañas que promovían nuevos desti-nos. Una de estas, transmitida por televi-sión, difundió los atractivos de Lunahuaná y la promocionó como uno de los lugares más interesantes del Perú. Con ello se atra-jo el interés del público urbano. Por otro lado, durante la década de los ochenta la producción agrícola había sufri-do un agudo deterioro debido a que la re- 296 Lunahuaná, un destino turístico... PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 8(2). 2010 ISSN 1695-7121 gión fue asolada por la acción de grupos insurgentes. Ello intensificó la migración de sus habitantes que huyeron a las ciuda-des cercanas y buscaron deshacerse de sus propiedades. En consecuencia, el precio de la tierra cayó significativamente. Al empe-zar el proceso de pacificación, algunos resi-dentes urbanos –que previeron que el pre-cio de la tierra se recuperaría- compraron propiedades para usarlas como segunda residencia y/o como inversión en propieda-des. El giro que marcó la transformación de Lunahuaná ocurrió en 1984 con el asfaltado de la carretera que la une a Lima y la ins-talación de servicios de electricidad, agua y telecomunicaciones. Con la nueva carretera Lunahuaná, quedó a tres horas de distan-cia de la capital, lo que la convirtió en un lugar cercano que ofrecía buen clima, bellos paisajes y deportes de aventura. A inicios de la década de los noventa se organizaron las primeras agencias especializadas en canotaje. Todas ellas eran propiedad de personas que residían en Lima. El progre-sivo interés de los turistas por el lugar y la necesidad de entretenerlos y sacar mejor provecho de su estadía llevó a los lugareños a buscar nuevos atractivos. Para ello pro-mocionaron su oferta gastronómica (espe-cializada en truchas y camarones de río) y se ubicaron como un centro productor de pisco y de vinos. Los restos arqueológicos de la zona fueron restaurados por el instituto Nacional de Cultura con el fin de responder a la afluencia turística hacia la zona9. En la actualidad las principales activi-dades económicas de Lunahuaná son la producción agropecuaria (uva, frutales, animales menores) y vitivinícola (vinos y aguardiente de uva), y la pesca y el turis-mo. Este último es el eje más dinámico, la mayoría de la población se relaciona de una manera directa o indirecta con esta activi-dad y se ubican en el sector terciario (ser-vicios) o abastecien-do con productos de la región a los ope-radores del turismo en el valle10. Para algunos pobladores el futuro de Lu-nahuaná es “produ-cir para exportar" para otros está en el “crecimiento del turismo". Los cambios in-troducidos por la creciente integración al mundo urbano y el desarrollo del turismo han forzado a los productores agrícolas de Lu-nahuaná a adaptar-se a las demandas y presiones de las nue-vas oportunidades y a las exigencias de los consumidores urbanos. Esto se expresa en el cambio en el uso y valor de la tierra, en el sentido de los flujos migratorios, en la composición social y ocupacional de Lu-nahuaná y en las relaciones entre los géne-ros. Uso y valor de la tierra El turismo resulta particularmente adaptado al caso de Lunahuaná porque precisa de poca extensión de tierras y una característica de este distrito es el extremo fraccionamiento de sus parcelas. El hecho de que se haya convertido en un lugar de segunda residencia y en un destino turísti-co llevó a que la tierra cambie de uso y va-lor. En las zonas aledañas al río la tierra se vende por m2 y puede llegar hasta US$ Ilustración 1. Localización de Lunahuaná. Fuente: http://www.terra.com.pe/turismo/lunahuana/ubicacion.shtml Norma Fuller 297 PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 8(2). 2010 ISSN 1695-7121 10.00. Es decir que una hectárea que hace diez años se compraba en US 10,000.00 en la actualidad puede valer US$ 100,000.00. En consecuencia los lugareños ya no consi-deran a sus parcelas únicamente como un recurso para la producción agrícola sino como un capital para montar un negocio11. Otros las conservan sin trabajar como una forma de ahorro o como una reserva porque saben que ellas subirán de valor. No obstante, una consecuencia indesea-da del elevamiento del valor de la tierra es que ya no está al alcance de los pequeños propietarios agrícolas de modo tal que las opciones de ampliar sus parcelas son muy limitadas. Por otro lado, el crecimiento ur-bano y de la actividad turística en Lunahu-aná están modificando el uso del espacio y del ambiente. La proliferación de hospeda-jes en las riberas del río cañete está alte-rando el paisaje y las agencias de canotaje están privatizando los espacios públicos ya que utilizan las calles como parqueo de sus botes y extensión de sus oficinas. Flujos migratorios Dada la escasez de tierras, Lunahuaná no podía absorber su crecimiento poblacio-nal y los jóvenes debían migrar. Hasta la década de los noventa la principal estrate-gia de las familias para asegurar su super-vivencia presente y futura era invertir en la educación escolar de sus hijos y, de acuerdo con sus posibilidades, enviarlos a seguir estudios superiores o técnicos en un centro urbano donde podían obtener una forma-ción de mejor calidad12 y ampliar sus opor-tunidades de insertarse en el medio urbano. Esta era una forma de expulsar a los miembros que no podían ser absorbidos y de asegurarse el envío de remesas. La crea-ción de establecimientos turísticos ha in-troducido cambios en este patrón. Si bien se mantiene la estrategia de enviar a los hijos a estudiar en centros urbanos13, una pro-porción significativa de ellos retorna a Lu-nahuaná14. De las 29 familias entrevista-das, siete tienen hijos mayores de 18 años. Entre ellas seis los enviaron a estudiar a un centro urbano15. En cinco casos la fami-lia cuenta con un negocio próspero y por lo menos uno de los hijos ha regresado y tra-baja en la empresa familiar o en un esta-blecimiento que los padres montaron para ella o él16. Por ejemplo, los hijos de la pare-ja Sánchez _ Rojas han cursado sus estu-dios superiores en Lima, él es contador y ella ingeniera informática. El hijo trabaja a tiempo completo en la administración del restaurante y vitivinícola propiedad de la familia y reside en Lunahuaná. La hija vive y trabaja en Lima pero durante los fines de semana va a Lunahuaná para apoyar en el restau-rante. La excepción a esta regla la cons-tituye la familia de Guillermo González. Sus dos hijos estu-diaron carreras técnicas y se emple-an, uno en Lima y otro en Cañete pues sus profesiones no cuentan con un mer-cado laboral en Lu-nahuaná y sus pa-dres no poseen nin-guna empresa donde puedan trabajar. En conclusión, migrar o volver depende en gran medida de los re-cursos que provea la familia y las empresas turísticas familiares son las que tienen mayor capacidad para retener a sus miem-bros jóvenes capacitados. Paralelamente, la expansión del turismo ha contribuido a atraer a jóvenes de locali-dades vecinas. Una universidad regional ha abierto una sede en Lunahuaná que ofrece especialidades asociadas con turismo, agri- Ilustración 2. Calle de Lunahuaná. Foto Pedro Farias Nardi. 298 Lunahuaná, un destino turístico... PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 8(2). 2010 ISSN 1695-7121 cultura y salud y ha establecido convenios con establecimientos turísticos donde los jóvenes pueden practicar. De este modo, Lunahuaná se ha convertido en un foco de atracción para jóvenes de las ciudades y distritos vecinos que acuden para capaci-tarse y buscar empleo. Ello contribuye a bajar el promedio de edad de la población. De hecho, es notorio el contraste entre Lu-nahuaná y los poblados vecinos donde no hay actividad turística. En los segundos predominan los adultos mayores mientras que en la primera destaca la población ju-venil. Por otro lado, el turismo ha estimulado la migración de retorno. Lunahuaneños que migraron a la ciudad y acumularon un ca-pital en sus trabajos o empresas han visto en el turismo una oportunidad para regre-sar y para invertir en nuevos rubros. Así por ejemplo, la pareja formada por Helia-des Sánchez y Victoria Rojas había migrado a Lima y decidió volver a Lunahuaná en 1992 porque consideraron que estaba cre-ciendo. Con el dinero que don Heliades re-cibió como liquidación por sus años de ser-vicio, compraron los terrenos adyacentes a una pequeña parcela que recibieron como herencia y fundaron el restaurante Mi Ro-sedal. En la actualidad han obtenido un préstamo del banco para construir cuartos y brindar hospedaje. También han adquiri-do una bodega para ofrecer vinos y aguar-diente a su clientela17. El desarrollo turístico también ha atraí-do a personas de origen urbano con las ca-pacidades necesarias para responder a las demandas de los consumidores urbanos. Como esta actividad se expandió de manera súbita, durante los primeros años los po-bladores de Lunahuaná no contaban con las calificaciones para atender a los turistas que requerían de servicios de hospedaje, restauración y atención adecuados a sus hábitos. Esta demanda insatisfecha abrió espacio para personas que manejaban estas especialidades y que fueron pioneros en este rubro. Ellos componen una población de restauradores, enólogos, deportistas, animadores culturales y expertos en turis-mo que llegaron a la zona para emprender una nueva vida o porque vieron oportuni-dades inversión o trabajo. El caso em-blemático es el de la agencia de canotaje San Jerónimo fundada por un grupo de jóvenes procedentes de Lima, Cuzco y Are-quipa que llegaron a Lunahuaná porque practicaban este deporte y, con el tiempo, decidieron convertirlo en una fuente de ingresos. Hasta el día de hoy dos de ellos se dedican a esta actividad y es la agencia de canotaje más importante de la zona. Finalmente, la necesidad de responder a las demandas del desarrollo turístico creó oportunidades para empresarios y gestores culturales provenientes del medio urbano que contaban con el capital necesario para montar establecimientos de hospedaje, res-taurantes, agencias de canotaje, bodegas vitivinícolas y proyectos de desarrollo cul-tural. Este es el caso del dueño del hotel Villa Sol quien es copropietario de un im-portante laboratorio de medicinas18 y era un asiduo visitante de Lunahuaná. El ex-cedente de sus ganancias le permitió com-prar un terreno y construir un hotel. Además del flujo de turistas, el Villa Sol trabaja con el laboratorio que lo contrata para los eventos en que reúne a su perso-nal. En resumen, el turismo influye en los patrones migratorios en diversos sentidos: ayuda a la comunidad a retener miembros que de otro modo habrían migrado, particu-larmente los y las jóvenes desempleados o subempleados; propicia el retorno de mi-grantes con capital humano y/o financiero que invierten en la localidad; atrae foráne-os cuyas profesiones responden a las nue-vas necesidades creadas por el turismo y, finalmente, a personas que buscan invertir en este rubro sea para expandir su capital, sea porque es una forma de “retornar al campo”. El turismo no solo promueve la migra-ción permanente sino que abre rutas que combinan lo rural y lo urbano. Los habitan-tes de Lunahuaná se caracterizan por su movilidad espacial. Los empresarios forá-neos se desplazan a esta localidad durante los fines de semana para atender sus nego-cios y residen el resto del tiempo en Lima. Aquellos oriundos del lugar viajan constan-temente a los centros urbanos para visitar a los hijos que están estudiando, para com-prar implementos para sus restaurantes y bodegas o para establecer contactos con agencias de turismo, etc. Así por ejemplo, el hotel Río Alto es un negocio exitoso que fue fundado por una pareja de lunahuaneños Norma Fuller 299 PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 8(2). 2010 ISSN 1695-7121 que migró a Lima donde acumuló un capi-tal considerable. Ellos invirtieron en un hotel pues observaron que en Lunahuaná existía una demanda por hospedaje que no estaba cubierta. Continúan trabajando en su negocio en Lima y viajan a Lunahuaná todas las semanas para supervisar la mar-cha del hotel. Por otro lado, existe un flujo de personas que acuden los fines de semana para apo-yar en establecimientos turísticos sea por-que son parientes de los dueños, sea porque es una manera de obtener un ingreso ex-tra19. Finalmente están los pobladores de los anexos y distritos vecinos que acuden a vender fruta, artesanías o baratijas en la plaza. Por lo tanto, el turismo ha intensifi-cado un rasgo inherente a la nueva rurali-dad: la tendencia de las personas a vivir entre dos mundos. Composición social El desarrollo explosivo de la actividad turística ha venido acompañado con cam-bios notorios en la composición social de Lunahuaná. Hasta la década de los noventa ésta presentaba el perfil clásico de las po-blaciones rurales costeñas: micro propieta-rios y productores agrícolas que se dedica-ban eventualmente al pequeño comercio y algunos servidores públicos (profesores, sanitarios, policía). En la actualidad, a la población tradicional dedicada a la agricul-tura se añaden foráneos atraídos por las oportunidades de trabajo que se asentaron en la localidad20, empresarios citadinos que llegaron con capital para fundar empresas relacionadas con la demanda turística (res-taurantes, hoteles, bodegas vitivinícolas, agencias) lunahuaneños que migraron a un centro urbano y adquirieron las capacida-des y/o el capital para abrir una empresa y, comerciantes ambulantes que se desplazan de ciudades y pueblos vecinos durante los días de afluencia turística para ofrecer sus productos. A ello debemos añadir la pobla-ción de turistas que llega cada fin de sema-na o durante los feriados y que imprimen un ritmo especial a esta comunidad La composición social interna también se ha transformado. La actividad turística brindó oportunidades a aquellos lunahua-neños que contaban con capital21 y pudie-ron invertir en hosterías, restaurantes o agencias de canotaje cuando llegó la afluen-cia de visitantes Así por ejemplo, el primer hotel de Lunahuaná fue construido por un lugareño que tenía un terreno al borde del río y contaba con los ahorros que obtuvo comerciando con artefactos eléctricos en la región de la costa sur del Perú (Chincha, Pisco, Ica, Ayacucho). Paralelamente los habitantes locales han encontrado nuevas ocupaciones. Si en un inicio no contaban con las capacidades requeridas por el desarrollo turístico, rápi-damente aprovecharon los espacios abiertos y usaron sus ahorros, terrenos y destilerías para abrir hospedajes, restaurantes y bode-gas. Este es el caso de la familia Candela _ Negrón oriunda de Lunahuaná. La señora María Negrón ya había trabajado en un restaurante y aprendido el oficio. Su esposo había podido ahorrar parte de su salario como servidor público (técnico en salud). Compraron el terreno donde ahora se ubica el restaurante y fueron invirtiendo en su implementación. Actualmente el restauran-te atrae a numerosos comensales y planean expandirse. Han obtenido un préstamo en un banco para construir un hospedaje en el segundo piso del local. El caso de las agencias de canotaje es similar. Las primeras en su género fueron abiertas por empresarios urbanos que prac-ticaban este deporte y contrataban a jóve-nes locales para realizar labores de apoyo (cargar los botes, transportarlos). Con el tiempo ellos aprendieron el oficio, ahorra-ron para comprar botes y abrieron sus pro-pias agencias22. La historia de la agencia de canotaje Xtreme Raft propiedad de Manuel Canales y _ Jackeline De la Cruz ilustra este tema. Manuel trabajó en diversos em-pleos relacionados al turismo (administra-ción de camping, ventas, guía turístico) que le pagaban una comisión de los ingresos. Para independizarse comenzó a guiar turis-tas por cuenta propia. Con sus ahorros formó sociedad con un amigo y establecie-ron una agencia de canotaje. Más tarde pidió un préstamo a la Caja Municipal de Cañete que le permitió independizarse y expandirse. En los cuatro años que tiene la agencia Xtreme Raft ha conseguido adqui-rir tres botes y algunos kayaks y bicicletas. En suma, el desarrollo del turismo pro-pició en un primer momento el surgimiento de una nueva capa de empresarios locales 300 Lunahuaná, un destino turístico... PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 8(2). 2010 ISSN 1695-7121 que contaron con un capital inicial, sea por herencia, sea como producto de sus ahorros. En un segundo momento, algunos habitan-tes locales fueron adquiriendo las capaci-dades que requiere esta actividad y entra-ron en este rubro. Ambos procesos incenti-varon la diversificación y complejización de Lunahuaná. Un punto a destacar es que, si las em-presas turísticas han abierto oportunidades de empleo a hombres y mujeres que habr-ían migrado y han generado una nueva capa de empresarios exitosos, esto se cum-ple solo en el caso de aquellos que han con-tado con el capital para montar un negocio propio y aquellos pocos que están adecua-damente empleados. En cambio los puestos de trabajo que genera son precarios. Como el turismo en Lunahuaná es marcadamente estacional, los propietarios evitan contratar personal estable. Por otro lado, la relación patrón empleado/a que se practica en los hoteles, restaurantes y bodegas ha mante-nido el patrón tradicional, el pago está for-mado por prestaciones (comida, alojamien-to) a los que se añade una pequeña canti-dad en dinero. Los horarios tampoco están bien determinados23. Cuando se trata de unidades familiares en la cual algunos de sus miembros se dedican a la producción agrícola, este ingreso monetario puede re-sultar significativo porque las necesidades básicas (vivienda, alimentación) están cu-biertas y los ingreso monetarios se usan para adquirir productos en el mercado y cubrir gastos en transporte. Visto desde otro ángulo, los establecimientos turísticos pueden contar con una provisión de mano de obra barata porque la producción agríco-la cubre las necesidades básicas de las per-sonas. Así por ejemplo Petunila Sánchez se emplea en el cuidado (limpieza y adminis-tración) de un hospedaje en Lunahuaná cuyos dueños radican en Lima. En el traba-jo la ayuda su hija, y su esposo se dedica a la agricultura en pequeña escala. Ella ini-ció la relación con sus actuales empleadores como trabajadora doméstica en su vivienda, al migrar los empleadores, la ubicaron en su actual trabajo. Aunque tiene una casa donde se ubica su chacra, ella reside en el hostal junto a su hija y dos nietos pues las labores del negocio lo demandan. Recibe un pago cada semana que consiste en el mismo salario que obtenía como empleada del hogar. En suma, Lunahuaná ha atravesado por procesos acelerados de urbanización, diver-sificación y acentuación de la diferenciación interna24. Los servicios se han expandido y la población se ha diversificado con la pre-sencia de personas de origen urbano espe-cializadas en servicios turísticos y con el surgimiento de una capa de habitantes locales que abrieron empresas de servicios turísticos. Estos dos grupos concentran las ganancias generadas por el turismo. Entre-tanto, si bien el turismo es una fuente im-portante de ingresos monetarios para las unidades campesinas, las ocupaciones que genera son precarias y deben ser combina-dos con la producción agrícola o el aporte de otros miembros de la familia para garanti-zar el sustento. Puede decirse entonces que la proliferación de empresas turísticas en Lunahuaná ha sido posible debido a que su mano de obra cubre parte de sus necesida-des básicas (vivienda, alimentación) con la producción agrícola u otras actividades tradicionales. Género y turismo Uno de los efectos más ubicuos del tu-rismo es su impacto en la división social del trabajo, particularmente en lo que se refie-re a su distribución según el género. Esta actividad demanda servicios que son com-patibles con las labores que las mujeres han desempeñado tradicionalmente, tales como restauración, servicios hoteleros y artesanías. Este es ciertamente el caso de Lunahuaná. Las mujeres se encuentran en casi todos los rubros y posiciones. Desde la propietaria y administradora de un hotel, restaurante y agencia turística hasta la mesera, la camarera y la vendedora ambu-lante25. Es notable la presencia de mujeres en las empresas turísticas y es común que ellas tomen la iniciativa de abrirlas porque les permite combinar las tareas domésticas y las del hogar. Sin embargo, a medida que las empresas crecen las familias deben lle-gar a nuevos arreglos que modifican su división del trabajo. De este modo encon-tramos diversas combinaciones: mujeres que dirigen el negocio y maridos que coope-ran con ellas pero se dedican más a cuidar de la familia. Este es el caso de los propie- Norma Fuller 301 PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 8(2). 2010 ISSN 1695-7121 tarios del restaurante “El buen sabor”. Ella se dedica a tiempo completo al restaurante mientras que el esposo viaja a Lima todas las semanas para atender a los hijos que estudian allí. En otros casos la pareja com-bina un puesto de trabajo estable mientras que el otro maneja el negocio. Es el caso de don Ignacio y su esposa Carina, ella trabaja como empleada pública y él se dedica a la producción de pisco y a la administración de su bar en la plaza de Lunahuaná. Exis-ten parejas que empiezan juntos un proyec-to y comparten su gestión. Así por ejemplo, cuando Milagros Yactayo y su esposo Martín se establecieron él tenía experiencia como guía de canotaje. Una vez juntos ella propuso abrir una agencia y comenzaron alquilando un bote. Acumularon suficiente dinero para comprar un bote usado y se inscribieron en una cooperativa donde con-siguieron un préstamo para comprar mas botes. En la actualidad han adquirido dos cuatrimotos, tres botes y los dos se dedican al negocio. Finalmente, existen casos en los que varón se estableció en Lunahuana por-que la esposa contaba con un capital. Por ejemplo, la pareja formada por José Fernández y Carmen Domínguez inauguró, el restaurante El Condoray hace 3 años. José proviene de la ciudad vecina, -Cañete-y Carmen es de Lunahuaná. El padre de ella le cedió el terreno donde viven e insta-laron su negocio. Pareciera que, el modelo tradicional de familia constituido por el padre de familia que concentra la autoridad y la madre que trabaja en la chacra y asume las tareas domésticas está modificándose para dar lugar a una pareja que combina capacida-des y esfuerzos. Sin embargo, ello no se vive como una ruptura del patrón tradicional sino como un proyecto familiar en el que cada uno de los miembros de la familia “jala la carreta” según sus posibilidades y circunstancias. Estos casos sugieren que las nuevas generaciones valoran el matrimonio igualitario la pareja en la que se confía y con la que se forma equipo. Esto tiene límites, cuando se trata de empresas familiares gestionadas por la pareja donde la mujer aportó el capital ini-cial o está igualmente calificada que el varón, se registra un mayor control de la mujer sobre las decisiones en la familia y la gestión de la empresa. No obstante, cuando se trata de empleos la situación es bastante más desbalanceada. Si bien el turismo abre a las mujeres nuevas oportunidades en restaurantes, hoteles, guía de turismo, ja-ladoras, administradores, vendedoras de productos locales (vino, artesanías), estos son eventuales y precarios. En estos casos puede suponerse que, precisamente porque se trata de ocupaciones “femeninas”, no se catalogan como trabajo sino como de una “ayuda” al presupuesto familiar. Por ejem-plo, Roberta Sánchez tiene 24 años, no ha seguido estudios superiores y tiene dos hijos pequeños, subsiste ayudando a su madre en el hotel donde labora y entre las dos perciben un solo salario26. Por otro lado, los varones monopolizan los rubros más asociados con la acumula-ción y la autonomía como el transporte y canotaje. El trasporte es la actividad más lucrativa. Ser guía de canotaje tiene el atractivo de ser una actividad divertida que les ofrece la oportunidad de viajar a dife-rentes lugares donde se practica el canotaje y de establecer relaciones con personas de otras regiones y países. Es decir que los varones continúan teniendo un mayor con-trol de los oficios mejor pagados y de las actividades que reafirman la autonomía personal. Finalmente, las madres solas, constitu-yen un caso aparte. En algunos casos el turismo les ha permitido montar un negocio con el que sostienen a su familia. Es el caso de Gloria Rosales se separó de su esposo27 y se instaló con sus hijos en un local alquila-do donde reside y ha montado un restau-rante. El negocio rinde para sus gastos, le permite atender a sus hijos y, sobre todo, le ofreció una puerta de salida a una relación conyugal insostenible. Sin embargo, exige que ella trabaje todos los días de la semana sin descanso. Ahora bien, las madres solas que no tie-nen mas recursos que su fuerza de trabajo constituyen la población más frágil, no solo porque no pueden acumular, sino porque sus posibilidades de capacitarse son casi nulas debido a sus cargas domésticas. La alternativa para ellas es continuar en la casa paterna que les proporciona vivienda, parte de la alimentación y ayuda en la crianza de los hijos mientras que ellas aportan dinero. Por ejemplo, Maribel Vi-cente tiene cinco hijos, trabaja en la bodega 302 Lunahuaná, un destino turístico... PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 8(2). 2010 ISSN 1695-7121 Los Reyes de lunes a sábado y percibe un pago semanal. Ella y sus hijos residen con su padre quien es artesano, produce canas-tas en su vivienda y la ayuda con el cuidado de los hijos menores (4 y 2 años). Comple-menta sus ingresos con trabajos eventuales como cocinera durante los fines de semana y con la venta de uva de una pequeña par-cela familiar. Además el hijo mayor de 17 años ha dejado el colegio y trabaja como ayudante de albañil. El turismo le genera ingresos monetarios indispensables sin tener que desplazarse fuera de Lunahuaná. Sin embargo, no le permiten acumular ni invertir en mejorar la educación de sus hijos. Conclusiones La cercanía de Lunahuaná a importan-tes centros urbanos así como el hecho de que se haya convertido en un centro turísti-co ha acelerado el proceso de diversificación de la economía familiar y ha introducido modificaciones en el uso y valor de la tierra. Ello abre oportunidades a quienes contaron con las capacidades y el capital necesario para montar empresas de servicios turísti-cos. Sin embargo no favorece a quienes trabajan como dependientes y no parece contribuir a una mejor distribución de la riqueza. A pesar de que el turismo ha abierto nuevas posibilidades, ha intensifi-cado las brechas internas pues los ingresos de la población local sin recursos son preca-rios sean estos relacionadas con el campo o con los servicios. El desarrollo de la actividad turística ha modificado la composición de la población. Esta es más diversificada y se caracteriza por su intensa movilidad. Puede decirse que una proporción considerable de ella vive entre centro urbano y comunidad ru-ral, en ese sentido las poblaciones en las que se desarrolla la actividad turística constituyen ejemplos paradigmáticos de la nueva ruralidad. La expansión de las empresas que ofre-cen servicios turísticos en Lunahuaná no podría explicarse independientemente de la producción agrícola que cubre las necesida-des primarias de los trabajadores y de los servicios del Estado que ha implementado la infraestructura básica (carretera, luz agua y seguridad), por tanto deben enten-derse como una de las formas hacia las cuales tiende la nueva ruralidad. El turismo ofrece oportunidades a las mujeres oportunidades en actividades no agrícolas que le les permiten obtener ingre-sos monetarios y ampliar sus horizontes porque las saca del circulo familiar, las pone en relación con personas de diferentes medios y confiere un nuevo significado al trabajo doméstico. La cocina se convierte en gastronomía, el manejo del presupuesto familiar en administración y el cuidado de los otros en relaciones públicas. Ello no supone un cuestionamiento del patrón tra-dicional de familia sino una cierta innova-ción en las relaciones de pareja a través de la reevaluación de las actividades asociadas con lo femenino y de aspectos de la mascu-linidad que no derivan de su posición del varón como proveedor y jefe de familia. Sin embargo, estos logros son más claros en el caso de las mujeres que han montado empresas familiares. En el caso de las mu-jeres que trabajan como dependientes sus beneficios son ambiguos debido a la esta-cionalidad y precariedad de los empleos que ofrece. Referencias Aspostolopoulos, Yiorgos 1996 “Introduction: Reinventing the Sociol-ogy of Tourism”. En: Aspostolopoulos, Leivadi y Yannakis, eds. The Sociology of Tourism. Theoretical and empirical investigations. London and New York, Routledge, pp. 1-14. Beneria, Lourdes 2003 Gender, Development and Globaliza-tion: Economics as if All People Mat-tered. London & New York: Routledge. 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Notas 1 De 1993 al 2007 el porcentaje de mujeres de 15 años a más con educación superior aumentó en 10.9 puntos, asimismo, la participación en el mer-cado laboral de mujeres de 15 años a más se in-crementó en 8.7 punto. (Fuente: CEPES:Agrodata. ´Las mujeres en el censo 2007: Primeras Aproxi-maciones ´. Visto Marzo 2009 en: www.agrodataperu.blogspot.com) 2 De acuerdo al Censo de Nacional de Población y Vivienda de 1993 y 2007 se observa un incre-mento en el nivel educativo de la población feme-nina. Mientras en 1993 sólo un 19.3% de la po-blación femenina de 15 años a más tenía educa-ción superior, en el 2007 ese porcentaje llega al 30.2%. Este nivel educativo mayor se refleja tam-bién en las cifras de la Población Económicamen-te Activa (PEA). Si en 1993, del total de la pobla-ción femenina de 15 años a más el 29% trabajaba o buscaba activamente trabajo, ese porcentaje se incrementó sustancialmente al 37.7% en el 2007. (INEI) 3 según datos de la OIT entre el 34 y el 40% de las personas empleadas en turismo son mujeres. 4 El material analizado se recogió a través de varias visitas realizadas entre Diciembre del 2008 y Marzo del 2009. Se entrevistó a uno o más miembros de un total de 29 familias que trabajan en actividades relacionadas con el turismo, la producción agropecuaria, producción de piscos y vinos, servicios públicos y servicios en general. 5 Lunahuaná se encuentra conectada por una carretera asfaltada Imperial- Lunahuaná- Pacarán Zúñiga. El distrito cuenta con un Centro de Salud, un sistema de agua potable, electrificación y co-municación vía radio, teléfono e Internet. Lunahu-aná posee con una red de centros educativos pre-primarios y primarios, un centro educativo secun-dario, un centro educativo ocupacional y una sede 304 Lunahuaná, un destino turístico... PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 8(2). 2010 ISSN 1695-7121 de la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión. 6 Para el año 1994, los cultivos permanentes en Lunahuaná son: capulí, cidra, ciruela, granada, manzana, morera, níspero, olivo, pacae, palto, vid y vergel frutícola. Los cultivos transitorios son: aji, ajo, algodón, arveja, brócoli, caña, camote, cebolla, fresa, flores, frijol, haba, lenteja, maíz amarillo, maní, melón, olluco, pallar, papa, yuca, tuna, tomate, sorgo escobero, vergel hortícola, quinua, plátano y pepino. (INEI web: Banco de Información Distrital) 7 (Censo 2005. INEI web: Banco de Información Distrital) 8 Desde 1993 se observó un crecimiento continuo del sector. 1998 fue declarado oficialmente el “Año de los 600 mil turistas” y 1999 el “Año del turismo interno” (Chacaltana 1999). 9 Las personas mayores' de esta zona coinciden entre ellos al asegurar que durante su niñez dichas ruinas no poseían un valor histórico cultural y que solo representaban un lugar llamativo donde jugar y recoger curiosos objetos del suelo. 10 Así, por ejemplo, existe un gremio de camaro-neros que provee de insumos a restaurantes y hostales medianos y pequeños 11 Un caso ilustrativo es el de Ivanov Calderón y María del Carmen Sánchez. Ella recibió de sus padres un legado en tierras y en capital para im-plementar un restaurante y una agencia de canota-je que llamaron Sol & Río. 12 En términos de comportamientos, la emigra-ción no es sólo una constante sino ante todo una de las posibilidades dentro del abanico de opcio-nes de los habitantes del medio rural. En algunas zonas del Cusco es de hecho la primera opción, seguida por la educación de los hijos y luego por la permanencia en la chacra y por la seguridad (Vargas, 1996, en: Diez 2001.) 13 Así por ejemplo, 9 de las familias entrevistadas que residen en Lunahuaná mantienen a sus hijos dependientes en centros urbanos. 14 Esto no significa que los lunahuaneños hayan dejado de migrar, las ofertas de trabajo son limi-tadas y muchos de los jóvenes que han seguido estudios universitarios en carreras como ingenier-ía, finanzas, etc. no tienen opciones laborales en su pueblo. 15 5 a Lima y 1 a Cañete. 16 Llama la atención que cuatro de ellas son mu-jeres que se quedaron en Lunahuaná porque salie-ron embarazadas 17 Como ya señalé, uno de los hijos de la pareja estudió contabilidad y trabaja en la administración del negocio junto con sus padres. 18 Parker y Davis 19 La población de guías canotaje es especialmen-te móvil. Ellos viajan a lo largo del año entre los diferentes centros donde se practica este deporte. 20 Por lo general porque se casaron con una mujer local. 21 Generalmente porque migraron a la ciudad 22 En este grupo se encuentra el señor Candela, quien empezó trabajando con la agencia de cano-taje San Jerónimo y luego de catorce años de experiencia fundó la suya, estudió turismo y se dedica a promover esta actividad en la región. 23 Así, diez de los 29 sujetos entrevistados tienen algún miembro de su familia trabajando en un rubro relacionado con el turismo a cambio de un pago en dinero. De los 10 casos, 3 son jóvenes que realizan trabajos eventuales no calificados, 2 son guías de canotaje que perciben un porcentaje por cada bote que atienden y 4 trabajan en hosta-les u hoteles a cambio de casa y comida y un pequeño pago. Solo uno está en planilla y cumple un horario. 24 A similares conclusiones llega Gascón (2005) para el caso de Amantani (Puno) y González en Máncora (Tumbes), dos destinos turísticos que crecieron en poblaciones rurales. 25 Zorn (2005) registra un proceso similar en la isla de Taquile en los Andes del Sur del Perú. 26 Otro caso es el de Gladys Romero es madre sola de dos hijas pequeñas (7 y 8 años), vive en casa de su madre y trabaja en la Bodega Santa María hace 4 años a cambio de un salario men-sual. Su madre cuida de sus hijas y las dos se encargan de las tareas del hogar. 27 Gloria decidió separarse debido a la violencia de su esposo. Abandonó su casa e incipiente ne-gocio y empezó de nuevo con sus hijos Recibido: Reenviado: 24/06/2009 12/10/2009 Aceptado: 02/02/2010 Sometido a evaluación por pares anónimos |
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