Vol. 5 Nº 1 págs. 31-43. 2007
www.pasosonline.org
© PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. ISSN 1695-7121
El silbo gomero. Tradición viva de la cultura canaria y
Patrimonio de la Humanidad
Moisés Plasencia Martín †
Gobierno de Canarias (Islas Canarias, España)
Resumen: El Silbo Gomero es un lenguaje sustitutivo, reductor, espontáneo, no convencional, capaz
transmitir e intercambiar una gama ilimitada de mensajes a larga distancia mediante silbidos, reprodu-ciendo
las características sonoras de una lengua hablada. En la actualidad esta lengua primaria es el es-pañol
hablado en las Islas Canarias. El Gobierno de Canarias ha puesto en marcha, en los últimos tiem-pos,
una serie de actividades encaminadas a mostrar la importancia del Silbo Gomero como recurso
artístico y a potenciar los estudios científicos sobre este lenguaje silbado. La medida más sobresaliente
desde el punto de vista de la promoción mundial ha sido la elaboración, por parte de la Dirección Gene-ral
de Cooperación y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, de la Candidatura ante la UNESCO
para la proclamación del Silbo Gomero como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la
Humanidad.
Palabras clave: Patrimonio inmaterial de la humanidad; Silbo Gomero; Activación Patrimonial.
Abstract: The Silbo Gomero is a substitute, a contracted form, spontaneous and a non-conventional
language. It is able to transmit and to interchange a limitless range of messages over long distances by
means of whistles, being reproduced by the sonorous characteristics of a spoken language. At the present
time this primary language is the Spanish spoken in the Canary Islands. Government of Canary has re-cently
implemented a large number of activities which started with the intention to show the Silbo
Gomero as an artistic source and to encourage scientific research on this whistled language. One of the
most significant measures taken by General Direction for Cooperation and Cultural Patrimony has to do
with a proposal to UNESCO in order to consider the Silbo Gomero as a Master Piece of the Oral and
Intangible World Heritage.
Keywords: Intangible World Heritage; Silbo Gomero; Heritage activation.
† • Moisés Plasencia Martín es Director General de Cooperación y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias E-mail:
moises.plasenciamartin@gobiernodecanarias.org
32 El silbo gomero...
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 5(1). 2007 ISSN 1695-7121
El Silbo Gomero es una tradición viva de
la cultura canaria que simboliza algunas
de las mejores cualidades de las gentes de
nuestro Archipiélago
En su acepción más frecuente, tradi-ción
es todo aquello que se sabe y se prac-tica
por transmisión oral o por imitación
de costumbres y modelos, de generación
en generación. No obstante, una verdade-ra
tradición no es aquella que se limita al
traspaso o conservación de costumbres,
valores o comportamientos, sino la que
implica un acto por el cual una comuni-dad
se conoce a sí misma y toma concien-cia
de la continuidad real de su historia y
de su vocación. Cuando un grupo humano
lleva a cabo un hecho tradicional, expresa
lo que ha llegado a ser y también lo que
pretende ser en el futuro, es decir, se re-forma
a sí mismo a través de la cultura y
a la luz de sus relaciones con la experien-cia
atávica.
La cultura se forma por la capacidad
del ser humano para inventar, para crear.
Pero también porque transmite lo que ha
inventado y porque integra las nuevas
adquisiciones en las experiencias anterio-res,
logrando lo que entendemos por tra-dición.
Desde este punto de vista, la tra-dición
es –muy al contrario de lo que co-múnmente
se acepta- un concepto diná-mico,
que no se refiere a los aspectos in-mutables
de una cultura sino, precisa-mente,
a los elementos que, por su impor-tancia
para la comunidad, perduran a
través del tiempo, se adaptan a los cam-bios
sociales y continúan representando a
los individuos y al grupo del que forman
parte.
Cuando afirmo que el Silbo Gomero es
una tradición viva del pueblo canario, me
refiero a que en este lenguaje silbado se
dan todas las circunstancias a que he
hecho mención anteriormente. En primer
lugar, el Silbo Gomero debió surgir –
donde quiera que lo hiciese- como res-puesta
a una necesidad vital: la de comu-nicarse
a grandes distancias en un entor-no
físico de extrema dificultad. En La
Gomera, basta mirar el paisaje para com-prender
la importancia que un lenguaje
de estas características tuvo para la su-pervivencia
en la isla, entendiendo por
supervivencia no sólo lo relativo a las
necesidades básicas sino también cuanto
tiene que ver con otras exigencias no me-nos
fundamentales como son las relacio-nes
sociales. La invención y el uso del
Silbo Gomero ya denota la habilidad de la
comunidad para generar un mecanismo
útil y adecuado al entorno. Sin embargo,
lo que lo convierte en tradicional no es su
creación ni su utilidad en una o varias
épocas determinadas, sino el proceso de
selección mediante el cual se convierte en
un valor digno de ser transmitido y con-servado
incluso cuando ya no es necesario
en un sentido práctico. Así pues, a la
creación del dispositivo lingüístico se su-perpone
el valor simbólico que el Silbo
Gomero ha ido adquiriendo como seña de
identidad de La Gomera primero y, por
extensión, de todo el Archipiélago Cana-rio.
En ocasiones, es difícil relacionar
acervo cultural con un cierto tipo de pa-trimonio
inmaterial. Estamos habituados
a considerar bienes culturales aquellos
que tienen que ver con representaciones
artísticas materiales o con obras litera-rias,
musicales o de pensamiento, pero
hasta hace pocas décadas los bienes pro-cedentes
de la cultura popular, las crea-ciones
tradicionales, aún se situaban para
los no especialistas en el campo del folclo-re,
un paso atrás de la considerada gran
cultura. El prehistoriador Vere Gordon
Childe demostró que el “bagaje espiritual”
juega un papel determinante en la evolu-ción
de la humanidad y que la tradición
es una forma de integrar valores morales
y espirituales, al tiempo que facilita la
adquisición de nuevas aportaciones cultu-rales.
El acervo cultural canario está for-
Moisés Plasencia Martín 33
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 5(1). 2007 ISSN 1695-7121
mado por bienes artísticos de toda índole
pero también por elementos inmateriales
que constituyen, por su rareza, originali-dad
y funcionalidad, un patrimonio único
en el mundo. Probablemente, a la exis-tencia
de estos componentes debemos algo
de la capacidad de nuestra cultura para
integrar influencias muy diversas y trans-formarlas
en espacios artísticos propios y
diferenciados.
El Silbo Gomero es un ejemplo claro de
cómo la solución creativa a problemas
concretos puede transformarse en una
tradición representativa. Este proceso de
transformación ha implicado el reconoci-miento
del valor patrimonial por parte de
la comunidad, la voluntad de conservar el
bien cultural y la acción concreta de par-ticulares,
agentes sociales y Gobierno de
Canarias. También es necesario destacar
la importancia de las aportaciones cientí-ficas
realizadas en los últimos tiempos
por especialistas de distintos ámbitos, que
han hecho de este lenguaje objeto de es-tudio
e investigación. Una de las caracte-rísticas
que distingue al Silbo Gomero de
otros bienes tradicionales de todo el mun-do
es que su propia naturaleza permite
que se acceda a su estudio desde perspec-tivas
muy variadas y que, en todas las
disciplinas, aparece como factor desenca-denante
de nuevos desarrollos y aplica-ciones.
Existen en todo mundo otros lenguajes
silbados de similares características pero
en ámbitos geográficos y culturales muy
diferentes y que no parecen haber tenido
contacto alguno entre sí, lo que induce a
suponer que este tipo de forma de comu-nicación
es una solución a la que han
llegado distintos grupos humanos al en-frentarse
a problemas similares. Se cono-cen
más de cuarenta sociedades africanas
en las que se practica algún tipo de len-guaje
silbado, siendo los más conocidos
los Diola en Senegal y los Yoruba en Ni-geria,
así como en Kusköy (Turquía),
Tepehua y Mazateco (México), Antia
(Grecia), Abu Wam (Nueva Guinea), entre
los bai (China) y los Chepang (Nepal). Sin
embargo, muchos de ellos no son suscep-tibles
de un análisis lingüístico completo
ya que se trata de series de códigos apli-cados
a determinadas funciones sociales
pero no de lenguajes estructurados como
tales. Por otra parte, todos los demás
lenguajes silbados que se conocen en Áfri-ca,
Asia, América y Europa se diferencian
del Silbo Gomero en que corresponden a
sociedades muy primitivas o aisladas. El
de Canarias es el único inserto en un en-torno
moderno y desarrollado.
Me he referido antes a la tradición y a
la necesidad de conservarla. Pero debo
señalar ahora que no todas las tradicio-nes,
por el mero hecho de serlo, merecen
ser preservadas. No siempre una tradi-ción
representa lo mejor de un pueblo. En
ocasiones, confundimos lo tradicional con
lo inhumano y lo atávico con lo irracional,
es decir, con lo peor de nosotros mismos y
de nuestra comunidad. Si el Silbo Gomero
es una tradición que debe ser revitalizada
no es por ser antigua, ni única sino por-que
en ella se condensan las virtudes de
unas gentes que han cuidado de su entor-no
–no sólo del lingüístico- de una manera
ejemplar y nos han legado un patrimonio
excepcionalmente valioso.
El Silbo Gomero es un lenguaje articulado
que reproduce los significantes de la len-gua
española hablada en Canarias y que
permite la comunicación a grandes dis-tancias.
El Silbo Gomero es un lenguaje susti-tutivo,
reductor, espontáneo, no conven-cional,
capaz transmitir e intercambiar
una gama ilimitada de mensajes a larga
distancia mediante silbidos, reproducien-do
las características sonoras de una len-gua
hablada. En la actualidad esta len-gua
primaria es el español hablado en las
Islas Canarias, en otras épocas sustituyó
la lengua de los primitivos habitantes el
Archipiélago y, teóricamente, el Silbo
podría trasladar cualquier lengua natural
conocida, con mayor o menor dificultad
según las características de ésta. Como
señalé antes, el Silbo Gomero no es el
único lenguaje silbado que existe en la
actualidad pero sí es uno de los más estu-diados
por la comunidad científica inter-nacional,
el utilizado por mayor número
de personas y el que goza de mayor pro-tección
legal para su salvaguardia y reva-lorización.
Es habitual emplear silbidos para lla-mar
la atención o para transmitir algún
34 El silbo gomero...
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 5(1). 2007 ISSN 1695-7121
tipo de señal pero estos tipos de comuni-cación
no son idiomáticos, sino que se
reducen a convenciones previamente codi-ficadas.
El Silbo Gomero, por el contrario,
posee una estructura formal y sigue unas
reglas básicas dentro de un sistema defi-nido,
lo que permite estudiarlo desde
perspectivas lingüísticas. El profesor Ra-món
Trujillo, en su obra El silbo gomero.
Análisis lingüístico, sentó las bases teóri-cas
para el estudio de estudio lenguaje, y
su obra ha sido el punto de partida para
análisis y trabajos posteriores.
Los lenguajes se construyen mediante
a un proceso de selección gracias al que,
de un amplio repertorio, se eligen los me-dios
sonoros con los que se construirán las
unidades de significado. Las palabras que
constituyan ese lenguaje se formarán
siempre con los sonidos escogidos y exclu-sivamente
con ellos, incluso cuando se
trate de adaptar palabras procedentes de
otras lenguas que se incorporan para
acoger nuevos significados. Partiendo de
este proceso de selección fónica, se ha
demostrado que el silbo gomero está cons-tituido
por dos vocales y cuatro consonan-tes.
Pero es necesario señalar que no se
trata de auténticas vocales y consonantes
sino de imitaciones imperfectas que, no
obstante, deben ser consideradas idiomá-ticas
porque en todos los casos reproducen
rasgos fonológicos de la lengua base, pro-duciendo
el mismo resultado comunicati-vo
que dicha lengua.
El carácter idiomático del silbo gomero
se ve reforzado por el hecho de, al igual
que los demás sistemas fonológicos, utili-za
las diferencias de tono y la interrup-ción
o continuidad del sonido. Mientras
que, en una lengua convencional, la cavi-dad
bucal permite contrastar y cruzar las
diversas frecuencias acústicas producidas
por las subcavidades menores en que se
divide, el mecanismo silbador no puede
emitir más que un sólo tono fundamental
que se encentra entre los 1000 y 3000
ciclos por segundo. Las posibilidades físi-cas
del silbador consisten en ejecutar, con
mayor o menor rapidez, variaciones de
frecuencia, interrupciones y arranques en
la producción de la onda sonora. Las dife-rencias
tonales (agudo/grave) construyen
las dos vocales y parte de las representa-ciones
consonánticas. Las cuatro conso-nantes
se forman también por el contras-te
entre los sonidos oclusivos y fricativos.
Las dos vocales silbadas, que son repre-sentaciones
simplificadas de las cinco del
alfabeto castellano, son una aguda, que
equivale igualmente a la I y a la E y se
emite en una frecuencia de aproximada-mente
1500 hercios, y una grave que
comprende la A, la o y la U y alcanza en
torno a los 2500 hercios. En cuanto a las
cuatro consonantes, que también son una
reducción de las castellanas, existen dos
agudas y dos graves, pero dentro de cada
grupo una es continua y otra interrupta.
Esta reducción lleva a suponer que ha
de producirse una notable ambigüedad en
la transmisión por medio del Silbo Gome-ro.
Sin embargo, y como han demostrado
los estudios realizados en los últimos
años, las dificultades inherentes a la pro-pia
naturaleza de este lenguaje han im-plicado
la búsqueda de soluciones prácti-cas
por parte de los usuarios. En primer
lugar, los silbadores son conscientes del
problema que supone la ambigüedad y
están acostumbrados a intercambiar pre-guntas
y respuestas hasta que la comuni-cación
queda clara y definitivamente es-tablecida.
En segundo término, los men-sajes
que se emiten suelen pertenecer a
un contexto lingüístico limitado por lo que
es raro que se transmitan significados
absolutamente novedosos o desconocidos
para uno de los comunicadores. Y por
último, el propio uso del lenguaje ha ido
desarrollando mecanismos para paliar los
inconvenientes derivados de la escasez de
sonidos. De todos modos, conviene señalar
que, entre los silbadores tradicionales, no
suele existir la percepción de la diferencia
entre el lenguaje silbado y el hablado, de
tal modo que creen reproducir los sonidos
de la lengua matriz con mucha mayor
exactitud de lo que en verdad realizan.
Respecto al contexto, es importante re-saltar
que se está produciendo un cambio
muy notable en los últimos años, gracias
a la incorporación del Silbo Gomero en el
Sistema de Enseñanza de la isla de La
Gomera y al hecho de que las generacio-nes
más jóvenes conozcan y usen de ma-nera
habitual este lenguaje. Aunque du-rante
siglos el vocabulario empleado para
silbar se remitió a la cotidianeidad de la
vida rural en todos sus aspectos y, en
Moisés Plasencia Martín 35
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 5(1). 2007 ISSN 1695-7121
ocasiones concretas, a la necesidad de
difundir información entre los habitantes
de la isla ocultándola a terceros, actual-mente
el ámbito contextual se ha exten-dido
a escenarios de la vida moderna y a
objetos y conceptos propios del universo
contemporáneo.
Una comunicación realizada mediante
el silbo gomero suele iniciarse con un
elemento ilocutivo que sirve para llamar
la atención del interlocutor y que no posee
valor semántico. Las marcas de género
vienen dadas por el artículo y las de nú-mero,
se realizan igual que en la lengua
española, es decir, añadiendo la S final a
sustantivos y adjetivos. Respecto al ámbi-to
verbal, el silbo gomero reproduce todas
las marcas de tiempo, modo, persona y
número propias del español. Lo mismo
sucede con los coordinantes y subordinan-tes,
que se utilizan de la misma manera
que en la lengua base, aunque es mucho
más frecuente el uso de preposiciones que
el de conjunciones.
En cuanto a sus características acústi-cas,
los lenguajes silbados se clasifican en
dos grupos principales: Las que reprodu-cen
el formante 2 (F2), que se basa en
elementos acústicos de diferente frecuen-cia,
y las que se basan en el formante 0
(F0), con lo que reproducen lenguas tona-les,
como por ejemplo el chino, y contor-nos
melódicos. La doctora en Lingüistica
por la Universidad de París, Annie Ria-lland,
ha realizado unos interesantes
estudios en los que, mediante espectro-gramas,
ha comparado las formas de los
lenguajes hablados y silbados. Una de sus
conclusiones es que el silbo gomero perte-nece
al grupo de los lenguajes que se ba-san
en el formante 2.
El silbo gomero se ejecuta únicamente
con los labios y la lengua y los dedos, sin
ninguna clase de mecanismo ajeno al
cuerpo humano. Por otra parte, y dado
que la función primordial del silbo gomero
es la comunicación a distancia, es necesa-ria
una considerable potencia en la emi-sión
del sonido, lo que requiere, además
de aprendizaje, un notable entrenamiento
y práctica. Recientemente, un equipo de
la Universidad de La Laguna, encabezado
por el doctor Carreiras ha demostrado,
mediante la utilización de la resonancia
magnética funcional, que el silbo gomero
activa en sus usuarios las áreas clásicas
del lenguaje, al igual que cualquier otra
lengua hablada.
La historia del Silbo Gomero está indiso-lublemente
unida a la de la isla de La
Gomera.
El uso del silbo en la isla de La Gome-ra
se remonta al periodo prehispánico y,
posiblemente no fue exclusivo de esta isla.
Las explicaciones de su origen, como su-cede
habitualmente con los elementos
culturales constitutivos de la identidad de
una comunidad, han dado lugar a leyen-das,
más o menos aceptadas, y cuyos pun-tos
de contacto con el verdadero acontecer
histórico son también variables. En todas
ellas, la génesis del Silbo se relaciona con
la llegada de los primeros pobladores a
las islas.
El origen norteafricano del Silbo Go-mero
es una circunstancia que parece
aceptable a numerosos investigadores
actuales aunque aún no haya podido ser
demostrada en su totalidad. Es probable
que se utilizase en todo el archipiélago y,
en efecto, se ha constatado que La Gome-ra
no fue la única isla en la que se usó
este lenguaje. Existen referencias de la
existencia del silbo en Tenerife y en la
isla del Hierro. En esta última, particu-larmente,
se cree que se utilizó una moda-lidad
de silbo hasta comienzos del siglo
XX. Está sobradamente documentado que
los primeros europeos que llegaron a Ca-narias
encontraron en La Gomera –y tal
vez en otras islas- una población que se
comunicaba de forma habitual mediante
silbidos. “Le Canarien”, el documento más
antiguo acerca de la conquista de Cana-rias,
escrito por Gadifer de Salle y Jean
de Bethencourt a comienzos del siglo XV,
cita el extraño lenguaje de los habitantes
de la Gomera que “hablan con los bezos,
como si no tuvieran lengua”. Éste es el
lenguaje que ha continuado utilizándose
hasta hoy de forma ininterrumpida. Du-rante
el periodo de la conquista el Silbo
fue un medio de comunicación usado por
los habitantes de La Gomera en su lucha
contra las tropas castellanas. Evidente-mente,
la lengua que reproducían me-diante
los silbidos era la propia de esta
comunidad prehispánica. Sin embargo,
36 El silbo gomero...
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 5(1). 2007 ISSN 1695-7121
una vez terminada la conquista, y a pesar
de la drástica reducción en el número de
los primitivos habitantes, el Silbo conti-nuó
utilizándose y fue adoptado por los
nuevos pobladores.
Durante varios siglos el Silbo Gomero
pervivió gracias a su utilidad práctica en
un entorno que demandaba soluciones a
las dificultades que soportaban sus usua-rios.
Para comprender la necesidad del
Silbo en La Gomera, conviene describir
brevemente algunas características geo-gráficas
y sociales de la isla. La Gomera
es una pequeña isla de trescientos setenta
y dos kilómetros cuadrados situada al
oeste de Tenerife y próxima a ésta. De
forma redonda, está compuesta en su
totalidad por un macizo montañoso que
tiene su punto más alto en el Alto de Ga-rajonay,
a casi mil quinientos metros so-bre
el nivel del mar. Este macizo se abre
al mar a través de profundas depresiones,
barrancos que van ensanchándose hasta
llegar al océano y en la parte más baja de
los cuales siempre se han concentrado los
principales núcleos de población.
La historia económica de la isla nos
remite a sucesivos monocultivos impues-tos
por intereses ajenos a un campesinado
tradicionalmente empobrecido. La Gome-ra
fue una isla de Señorío, es decir, no
dependiente directamente de la Corona
de Castilla, lo cual generó unas peculiares
relaciones sociales en las que durante
siglos las clases sociales se caracterizaron
por el inmovilismo. Mientras que la eco-nomía
familiar se basaba en una agricul-tura
y una ganadería casi de subsistencia,
grandes fortunas autóctonas y europeas
imponían cultivos que enriquecían y
arruinaban la isla de forma cíclica: el
azúcar, la cochinilla, el tomate o el pláta-no
definieron y condicionaron la economía
isleña en distintos periodos. En todos los
casos, la falta de terreno llano cultivable o
de pasto forzó a los campesinos a aprove-
Moisés Plasencia Martín 37
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 5(1). 2007 ISSN 1695-7121
char las laderas de los barrancos median-te
la técnica de terrazas, hasta llegar a lo
más alto de éstos o al pie de las rocas
desnudas que los coronan. En este entor-no,
que obliga a subir y bajar grandes
distancias para cualquier actividad, los
agricultores y los pastores usaron el Silbo
para transmitirse todo tipo de mensajes:
órdenes de los padres a los hijos que esta-ban
trabajando en el campo, recados do-mésticos,
noticias de una familia a otra o
entre aldeas distantes, avisos de peligro...
Todo cuanto la vida cotidiana exigía y que
era extremadamente dificultoso en medio
de una orografía tan peculiar. En deter-minadas
épocas funcionó incluso como
lenguaje secreto, por ejemplo durante la
guerra civil española y en los años poste-riores
de la posguerra, llegando a estar
prohibido por las autoridades franquistas.
A partir de la década de los años cin-cuenta
del siglo XX comienza a peligrar la
existencia del Silbo Gomero. Estos años
constituyeron un periodo de depresión
económica en la isla que forzó la emigra-ción
de miles de sus habitantes. Los años
siguientes fueron los del desarrollo turís-tico
del archipiélago canario, con lo que la
forma de vida de las comunidades rurales
cambió sustancialmente. Aumentó el ni-vel
de vida, mejoraron las comunicacio-nes,
y la agricultura y la ganadería pasa-ron
a ocupar un lugar muy secundario en
las economías familiares. Las tierras de
labor fueron abandonándose paulatina-mente,
comenzando por las parcelas más
elevadas y de más difícil acceso.
A partir de la instauración del sistema
democrático en Estado español, las distin-tas
nacionalidades comenzaron a poder
expresar públicamente el carácter distin-tivo
de sus tradiciones, más allá del as-pecto
folclórico que fue el único permitido
por la dictadura. Esto trajo consigo una
revalorización de los factores culturales
autóctonos y una preocupación social por
la pervivencia y salvaguarda de los mis-mos.
En el caso del Silbo Gomero, el cam-bio
sustancial en su situación comenzó en
los años noventa, cuando, de forma espon-tánea,
distintos agentes sociales y cultu-rales
de la isla empezaron a desarrollar
actividades para evitar la desaparición de
este lenguaje. Este interés de los habitan-tes
de la isla por proteger un patrimonio
inmaterial muy escaso en todo el mundo,
indujo a un grupo de parlamentarios na-cionalistas
canarios de La Gomera a pro-poner
medidas concretas encaminadas a
la salvaguarda y revalorización del silbo.
De estas iniciativas, apoyadas por el Go-bierno
Canario a través de sus diversas
entidades, surgieron la creación de una
Comisión Técnica del Silbo Gomero y una
Orden de 1999 que regula la enseñanza
del lenguaje silbado de La Gomera en las
escuelas de la isla en las etapas de Edu-cación
Primaria y Educación Secundaria
Obligatoria. Asimismo, se elaboró la Uni-dad
Didáctica “El Silbo Gomero. Materia-les
didácticos”, que recoge los objetivos,
contenidos y criterios de evaluación de
esta materia. Muy recientemente La Con-sejería
de Educación, Cultura y Deportes
del Gobierno de Canarias ha organizado
un curso en La Gomera para formar a
futuros maestros que impartirán clases
de Silbo gomero en los centros educativos
de la isla. Esta iniciativa forma parte de
un ambicioso proyecto a largo plazo que
prevé que el Silbo Gomero pueda ense-ñarse
en todo el Archipiélago Canario.
Gracias a todo ello, la pervivencia del
Silbo Gomero está garantizada entre las
nuevas generaciones. Los jóvenes de co-mienzos
del siglo XXI utilizan el Silbo
Gomero no porque lo necesiten, sino por-que
lo conocen, lo consideran algo propio
y distintivo, y a través de él se sienten
identificados con su comunidad y su tra-dición.
Ahora, el Silbo Gomero es impor-tante
por dos razones incuestionables:
existe y sus usuarios tienen la voluntad
de que continúe perviviendo.
En la actualidad, es casi imposible no
relacionar la isla de La Gomera y su Sil-bo.
Sin duda este lenguaje es uno de los
elementos, junto con el Parque Nacional
de Garajonay, que definen la isla y la
caracterizan ante terceros. Para el viajero
que sepa mirar, el Silbo Gomero está es-crito
en el paisaje de isla. Los bancales
que van del fondo de los valles a lo más
alto de las montañas estuvieron cultiva-dos
en su totalidad hasta hace escasas
décadas. Eran las épocas en las que los
campesinos de La Gomera debían ascen-der
desde los caseríos hasta sus pequeñas
huertas con un esfuerzo que hoy nos pa-rece
titánico, los días en los que el Silbo
38 El silbo gomero...
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 5(1). 2007 ISSN 1695-7121
Gomero se escuchaba –porque era necesa-rio-
en todos los barrancos y a todas las
horas. Ahora, esas terrazas permanecen
yermas y, en el mejor de los casos, están
siendo invadidas por vegetación salvaje y
autóctona, testimoniando la transforma-ción
económica y social de la población
isleña, y explicando por qué el lenguaje
silbado ya no escucha en el medio rural
sino en las escuelas. Del mismo modo, las
carreteras que ahora cruzan la isla de
manera cómoda y segura –no demasiado
rápida, porque en La Gomera la velocidad
no es necesaria-, fueron hasta hace poco
tiempo caminos dificultosos en los que el
Silbo también era habitual. Pero lo im-portante
es que, a pesar de los cambios e
incluso gracias a algunos de ellos, el Silbo
Gomero sigue oyéndose en la isla y ofre-ciéndose
a los visitantes para producir la
misma sorpresa y admiración que sintie-ron
los primeros navegantes arribaron a
La Gomera hace siglos.
Las medidas adoptadas por el Gobierno
de Canarias han revalorizado y puesto en
uso este lenguaje. Sin perder su significa-ción
como símbolo de la cultura tradicio-nal
canaria, se ha transformado en un
recurso importante para la creación artís-tica
y se ha convertido en un importante
objeto de estudio científico.
La Dirección General de Cooperación y
Patrimonio Cultural del Gobierno de Ca-narias
ha puesto en marcha, en los últi-mos
tiempos, una serie de actividades
encaminadas a mostrar la importancia
del Silbo Gomero como recurso artístico y
a potenciar los estudios científicos sobre
este lenguaje silbado. En el año 2003 se
celebró en Valle Gran Rey (La Gomera) el
Primer Congreso Internacional de Len-guajes
Silbados, que reunió a expertos en
el tema llegados de todos el mundo. En
octubre de 2005 tuvo lugar en Arrecife
(Lanzarote) el Encuentro SILBOARTE
2005, dedicado a las creaciones de jóvenes
artistas de la Macaronesia, y en mayo de
2006 se realizó SILBOARTE 2006, Semi-nario
sobre Itinerarios Artísticos de la
Macaronesia. Todos estos actos son, hasta
ahora, los únicos en todo el mundo dedi-cados
específicamente al estudio, exhibi-ción
y revalorización de un lenguaje sil-bado.
Desde siempre, las crónicas, testimo-nios
de exploradores y viajeros y obras
literarias de todo género que se refieren a
la isla de La Gomera, remiten de uno u
otro modo al Silbo Gomero. Poetas como
Pedro García Cabrera y narradores como
Elfidio Alonso encontraron en este len-guaje
una fuente de inspiración para sus
obras. Su notable carácter musical –
muchas veces se ha comparado al Silbo
Gomero con el canto de los pájaros- ha
inducido a numerosos artistas y musicó-logos
a emplearlo en sus creaciones. Gru-pos
musicales muy modernos, como Arte-nara
o Non Trubada emplean este lengua-je
en sus composiciones. En cuanto a las
artes plásticas, cabe destacar la escultura
“El árbol que silba”, de José Darias, que
resultó ganadora del Concurso de Ideas
para la realización de una escultura en
homenaje al Silbo Gomero, realizado a
instancias de la Dirección General de
Cooperación y Patrimonio Cultural del
Gobierno de Canarias, y que se encuentra
instalada en el Mirador de Igualero,
próximo al Parque Nacional de Garajonay
en La Gomera. Pero, probablemente, son
los artistas audiovisuales los que más se
han ocupado de este lenguaje. Además de
los muchos documentales de carácter
científico realizados por especiales tan
importantes como Jacques Cousteau y
Bernrd Gautheron, encontramos películas
de ficción como “Guarapo”, de los herma-nos
Ríos, o los recientes trabajos experi-mentales
de Cecile Le Talec. El Gobierno
de Canarias, a través de varios de sus
departamentos, ha producido numerosos
documentales. Algunos de los más recien-tes
son “El Silbo Gomero. Aspectos Lin-güísticos
e históricos Tradición oral y
cultura popular, de José Pestano, César
Illera y Felipe Luis, y “La Gomera, pa-trimonio
tangible e intangible”, de Ma-nuel
Mora Morales. En 2006, la Dirección
General de Cooperación y Patrimonio
Cultural promocionó el cortometraje “El
Silbo Gomero. Lenguajes del aire”, de
Juan Ramón Hernández y David Baute.
En la actualidad, el Silbo Gomero ha
dejado de ser percibido como un simple
elemento folclórico para constituirse en
una seña de identidad de la cultura del
Archipiélago Canario. Sus características
Moisés Plasencia Martín 39
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 5(1). 2007 ISSN 1695-7121
lingüísticas, su antigüedad, la forma en
que está integrado en el paisaje y la co-munidad
de La Gomera, y el modo en que
forma parte de la sociedad contemporá-nea,
lo convierten en un valioso compo-nente
de la diversidad cultural de nuestro
planeta. Su supervivencia a través de los
siglos y el interés que despierta entre los
más jóvenes son un buen ejemplo de cómo
las expresiones tradicionales de las mino-rías
adquieren una extraordinaria impor-tancia
para el conocimiento de la historia
de la humanidad y el desarrollo y adapta-ción
de los grupos al medio físico.
Las nuevas tecnologías de comunica-ción
también se están aplicando a la difu-sión
y conocimiento del Silbo Gomero. La
creación de la página web
www.silbogomero.es ha puesto a disposi-ción
de todos los usuarios de Internet una
herramienta eficaz para dar a conocer
este lenguaje. Al mismo tiempo, la página
sirve como punto de encuentro para ex-pertos
en la materia y como espacio de
intercambio de noticias, trabajos y opi-niones.
La aplicación de las técnicas artís-ticas
y de información más innovadoras a
la promoción del Silbo Gomero se ha lle-vado
a cabo dentro del Proyecto Atlántico
de Arte Digital, promovido por la Unión
Europea, lo que demuestra la importancia
que se está dando a este lenguaje en ám-bitos
internacionales.
Los esfuerzos del Gobierno de Cana-rias,
y de todos los ciudadanos de La Go-mera
y del Archipiélago, están dando ya
sus frutos. El más reciente, en septiembre
de 2006, la sido la concesión al Silbo Go-mero
de una de las Medallas de Plata
“Importantes del Turismo” del Consejo
Canario de Turismo, en reconocimiento a
su importancia como atractivo turístico
del Archipiélago. No menos importante es
la recomendación de la UNESCO para
que, en materia de conservación y revita-lización
del Patrimonio Inmaterial, se
tomen como ejemplo las medidas adopta-das
por el Gobierno de Canarias en rela-ción
con el Silbo Gomero.
Nada de esto hubiese sido posible, no
obstante, si el Silbo Gomero no estuviese
constituido en torno a unos fundamentos
estéticos de los cuales quizá sus creadores
nunca fueron conscientes, como tampoco
lo han sido la mayoría de sus usuarios
hasta hace muy poco tiempo. La belleza
del Silbo Gomero es un valor añadido a la
primordial función práctica del lenguaje.
Un agregado de este tipo indica que la
población que inventó, empleó y aún usa
el Silbo no se limitó a generar un meca-nismo
utilitario sino que lo dotó de ele-mentos
que lo convierten en un producto
hermoso independientemente de su fun-ción.
Esto dice mucho del espíritu de los
habitantes de la isla de La Gomera, de la
capacidad de este pueblo para crear belle-za
en unas condiciones de vida extrema-damente
duras, y para hacer grato a los
sentidos lo que se refiere a los aspectos
más difíciles de la existencia. También
nos habla de la sensibilidad de unas gen-tes
que, seguramente sin saberlo y sin
pretenderlo, han extraído del paisaje de la
isla sus aspectos más insólitos y radicales
y los han transformado en lo más humano
que existe: el lenguaje. Wittgenstein
afirmaba que el lenguaje es el mapa de la
realidad. Si existe un lenguaje que, en
todos sus aspectos funcione como un ma-pa
del mundo al que representa, éste es el
Silbo Gomero.
El Silbo Gomero, patrimonio de Canarias
y Patrimonio de la Humanidad
La diversidad natural y cultural de las
Islas Canarias constituye una aportación
al mundo contemporáneo que merece ser
conocida y apreciada por el mayor número
posible de personas. El Silbo Gomero es
una parte importante del patrimonio ca-nario,
inserto en un todo formado por la
naturaleza, el arte, la historia, la cultura,
la etnografía, la tradición y, en fin, todo
cuanto configura el ser de un pueblo. Una
de las más notables iniciativas del Go-bierno
de Canarias ha sido poner en mar-cha,
a través de su Dirección General de
Cooperación y Patrimonio Cultural, la
Candidatura ante la UNESCO para la
proclamación del Silbo Gomero como
Obra Maestra del Patrimonio Oral e In-material
de la Humanidad.
La diversidad cultural ocupa un im-portante
lugar entre las preocupaciones
de la UNESCO desde su fundación, por lo
que el concepto de Patrimonio Inmaterial
ha sido revisado y ampliado hasta llegar a
la definición actual, que comprende tanto
40 El silbo gomero...
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 5(1). 2007 ISSN 1695-7121
las expresiones culturales populares y
tradicionales, como los espacios en los que
se desarrollan dichas expresiones. Ambos,
para ser reconocidos por esta organiza-ción,
deben constituir una tradición viva,
proceder del genio creador humano, con-tribuir
a la afirmación de la identidad
cultural de la comunidad concernida y
disponer de un plan de acción para su
revitalización, salvaguarda y promoción.
Moisés Plasencia Martín 41
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 5(1). 2007 ISSN 1695-7121
En octubre de 2006, la Conferencia
General de la Organización de las Nacio-nes
Unidas para la Educación, la Ciencia
y la Cultura, en su 32ª reunión, aprobó en
parís la Convención para la salvaguarda y
protección del Patrimonio Cultural Inma-terial.
La Convención tiene en cuenta
la importancia que reviste el patrimonio
cultural inmaterial, crisol de la diversi-dad
cultural y garante del desarrollo sos-tenible.
Asimismo hace hincapié en la
profunda interdependencia que existe
entre el patrimonio cultural inmaterial y
el patrimonio material cultural y natural,
y señala que los procesos de globalización
y de transformación social crean las con-diciones
propicias para un diálogo reno-vado
entre las comunidades, pero también
traen consigo, al igual que los fenómenos
de intolerancia, graves riesgos de deterio-ro,
desaparición y destrucción del patri-monio
cultural inmaterial, debido en par-ticular
a la falta de recursos para salva-guardarlo.
La Convención reconoce que
las comunidades, los grupos y en algunos
casos los individuos desempeñan un im-portante
papel en la producción, la salva-guardia,
el mantenimiento y la recreación
del patrimonio cultural inmaterial, con-tribuyendo
con ello a enriquecer la diver-sidad
cultural y la creatividad humana, y
resalta la necesidad de suscitar un mayor
nivel de conciencia, especialmente entre
los jóvenes, sobre la importancia del pa-trimonio
cultural inmaterial.
La UNESCO define el “patrimonio cul-tural
inmaterial” como los usos, represen-taciones,
expresiones, conocimientos y
técnicas -junto con los instrumentos, obje-tos,
artefactos y espacios culturales que
les son inherentes- que las comunidades,
los grupos y en algunos casos los indivi-duos
reconocen como parte integrante de
su patrimonio cultural. Este patrimonio
cultural inmaterial, que se transmite de
generación en generación, es recreado
constantemente por las comunidades y
grupos en función de su entorno, su inter-acción
con la naturaleza y su historia,
infundiéndoles un sentimiento de identi-dad
y continuidad y contribuyendo así a
promover el respeto de la diversidad cul-tural
y la creatividad humana. A los efec-tos
de la Convención, se tiene en cuenta
únicamente el patrimonio cultural inma-terial
que sea compatible con los instru-mentos
internacionales de derechos
humanos existentes y con los imperativos
de respeto mutuo entre comunidades,
grupos e individuos y de desarrollo soste-nible.
El Silbo Gomero cumple con todas las
premisas y con los criterios generales
expuestos en el la Convención para la
salvaguarda y protección del Patrimonio
Cultural Inmaterial, por lo que la Candi-datura
no sólo es pertinente sino necesa-ria.
En diciembre de 2003, a propuesta de
la entonces denominada Dirección Gene-ral
de Patrimonio Histórico y con el dic-tamen
favorable de la Ponencia Técnica
de Patrimonio Arqueológico, Etnográfico y
Paleontológico del Consejo del Patrimonio
Histórico de Canarias, dicho Consejo
aprobó la presentación de la Candidatura
ante la UNESCO, la cual fue también
aprobada por el Consejo de Patrimonio
Histórico del Reino de España reunido en
Tenerife en abril de 2004. En septiembre
de 2006, el contenido de la misma se pre-sentó
en el Museo Arqueológico Nacional
de Madrid, en un acto que despertó gran
interés y congregó a un numerosísimo
público. A esta Candidatura pueden ad-herirse
todas las entidades y particulares
que lo deseen (encontrarán información al
respecto en www.silbogomero.es.
Canarias cuenta ya con varios bienes
que tienen el reconocimiento de la
UNESCO: El Parque Nacional de Garajo-nay
y el Centro Histórico de La Laguna
están incluidos en la lista de Patrimonio
Mundial; existen Reservas de la Biosfera
en las islas de La Palma, Lanzarote y El
Hierro; y, además del Silbo Gomero, están
en curso las candidaturas del Parque
Nacional del Teide y el Centro Histórico
de la Vegueta y Triana en Las Palmas. La
proclamación del Silbo Gomero como Pa-trimonio
de la Humanidad servirá para
incentivar su protección y promoción, y
para aumentar el reconocimiento del
mismo por parte de entidades de ámbito
internacional. Del mismo modo, estimula-rá
los estudios científicos que ya se están
realizando y fortalecerá la presencia de la
cultura canaria en todo el mundo. La
supervivencia del Silbo Gomero ha sido
obra, durante siglos, de los habitantes de
La Gomera. En la actualidad, ellos y el
42 El silbo gomero...
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 5(1). 2007 ISSN 1695-7121
resto de los ciudadanos de toda Canarias
son los responsables de la revitalización
de esta tradición ancestral y de su con-versión
en un símbolo de la riqueza cultu-ral
del Archipiélago.
El Silbo Gomero, valor patrimonial cana-rio
para el siglo XXI
La percepción de las consecuencias de
los acontecimientos históricos que han
afectado a un pueblo varía según el mo-mento
en que se realice el análisis y en
función de las circunstancias de ese ins-tante.
Por otra parte, es posible que una
de las características diferenciales de
unas sociedades respecto a otras sea la
habilidad con que, en periodos determi-nados,
una comunidad es capaz de apro-vechar
las coyunturas y convertir en posi-tivas
las condiciones habitualmente ad-versas.
Desde el punto de vista actual, la
mayor riqueza de La Gomera tiene su
origen, precisamente, en elementos origi-nariamente
tan negativos como el aisla-miento,
la falta de industrialización y el
atraso respecto a modelos económicos
convencionales propios de finales del siglo
XX. Hoy, la isla es un reducto natural y
cultural de valor incalculable y un foco
capaz de irradiar significados y formas
innovadores para el mantenimiento de la
diversidad de nuestro planeta.
Toda La Gomera, entendida como con-junto,
es un ámbito ejemplar en el que la
actividad humana no sólo no ha destruido
el entorno sino que ha contribuido a su
mejora y ha desarrollado una cultura
acorde con la geografía. El bosque de Ga-rajonay,
hoy Parque Nacional y Patrimo-nio
de la Humanidad, se ha conservado
gracias a una comunidad agrícola y gana-dera
que ha sabido vivir de él sin des-truirlo;
los bancales destinados al aprove-chamiento
del terreno para cultivos han
protegido a los barrancos de la erosión y
de la consiguiente desertización de las
partes más elevadas de los mismos; for-mas
culturales ancestrales como las chá-caras,
el tambor o el ramo, formadas de
manera ecléctica, están vivas en la isla y
son asumidas como propias por todos sus
habitantes.
En este contexto, el Silbo Gomero
ejemplifica a la perfección ese saber bene-ficiarse
de las dificultades a que me he
referido antes. La inmigración, por ejem-plo,
no sólo no acabó con este lenguaje
silbado sino que lo exportó a numerosos
países de América donde, a fecha de hoy,
constituye un nexo de unión espiritual
entre las comunidades de emigrantes
canarios y sus lugares de origen. Cuba,
Puerto Rico, Venezuela son algunos de los
lugares que albergan grupos de silbado-res.
En Venezuela se ha llevado a cabo
recientemente un censo de practicantes
de Silbo Gomero y, en todos los países se
realizan periódicamente exhibiciones y
demostraciones del mismo.
Desde hace años, el Silbo Gomero es
ya un elemento turístico que atrae visi-tantes
de todo el mundo. La proclamación
por parte de la UNESCO del lenguaje
silbado de La Gomera como Obra Maestra
del Patrimonio Oral e Inmaterial de la
Humanidad traerá consigo multitud de
ventajas directas y colaterales para toda
la isla: mayor interés científico por el
Silbo Gomero, aumento del número de
turistas y de la calidad de éstos –personas
interesadas en un turismo respetuoso con
el entorno-, desarrollo económico basado
en la sostenibilidad del ecosistema natu-ral
y cultural… En definitiva, el recono-cimiento
internacional de La Gomera, y
por extensión de Canarias, como modelo
de sociedad del futuro, al tiempo conser-vadora
de sus riquezas tradicionales y
abierta a los cambios derivados de la con-temporaneidad.
Sin embargo, esta Candidatura, es sólo
una parte de la ingente tarea que se ha
llevado a cabo por parte del Gobierno de
Canarias y de todos los ciudadanos de la
Gomera y del Archipiélago en relación con
el Silbo Gomero. Lo fundamental, la revi-talización
de este lenguaje y el cambio de
percepción acerca del mismo hasta darle
la importancia que realmente tiene, ya
está hecho. Creo que todos podemos sen-tirnos
orgullosos de ello. Ahora sólo resta
continuar el trabajo iniciado en beneficio
de esta seña de nuestra identidad que nos
define como lo que somos: un pueblo ca-
Moisés Plasencia Martín 43
PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 5(1). 2007 ISSN 1695-7121
paz de aportar ideas a valores a un mun-do
en rápida transformación.
Bibliografía
Bethencourt Alfonso, J.
1991 Historia del Pueblo guanche. El
Silbo Gomero. Su origen, caracte´res etno-lógicos,
históricos y lingüísticos. Tomo I.
Edición anotada por M.A. Fariña Gonzá-lez.
Francisco Lemus Editor. La Laguna.
Busnes, R.G. y Classe, A.
1976 Whistled Languages. Berlín-
Heidelberg-New Cork, Springer Verlang.
Darias Darias, E.
s/f “El Silbo Gomero. De la familia a la
escuela”. Revista El Pajar. Cuaderno de
etnografía canaria nº 17. A.C.
García Cabrera, P.: Vuelta a la isla. Fun-dación
Pedro García Cabrera. Santa Cruz
de Tenerife, 2005.
Salle, G. de la. y de Bethencorut, J.
1980 Le Canarien. Crónicas francesas de
la conquista de Canarias. Aula de Cultura
de Tenerife. Tenerife.
Trujillo, R.
1978 El Silbo Gomero. Análisis lingüísti-co.
Instituto Universitario de Lingüística
Andrés Bello. Tenerife.
Verneau, R.
1981 Cinco años de estancia en las Islas
Canarias. Capítulo XV. La Gomera, pp.
238-240. Traducción y edición J.A. Dela-gado
Luis, de la 1ª edición en francés
1891. Edición en español, Tenerife.
VV.AA.
2005 El Silbo Gomero. Materiales didácti-cos.
Consejería de Educación, Cultura y
Deportes del Gobierno de Canarias, Di-rección
General de Ordenación de Inno-vación
Educativa. Canarias.
Referencias en Internet:
www.silbogomero.es: Página elaborada
por la Dirección General de Cooperación y
Patrimonio Cultural del Gobierno de Ca-narias,
con información actualizada acer-ca
de todos los temas relacionados con el
Silbo Gomero.
Recibido: 30 de noviembre de 2006
Aceptado: 15 de diciembre de 2006