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© PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. ISSN 1695-7121 Vol. 18 N.o 2. Págs. 265-277. Abril-Junio 2020 https://doi.org/10.25145/j.pasos.2020.18.018 www .pasosonline.org Resumen: En diferentes municipios de la Provincia de Buenos Aires es posible identificar nuevos usos del territorio desde mediados de la década de 1990, resultando en actividades innovadoras que coexisten con la agricultura industrializada, la ganadería del feedlot y el agronegocio. El turismo rural cobra importancia porque promueve ingresos y empleos adicionales en una coyuntura donde las nuevas ruralidades resignifican su vínculo con los ámbitos urbanos. Es una apropiación social del espacio a partir de las relaciones de poder y su carácter arquitectónico que vincula al sistema productivo con sus actores y las instituciones gubernamentales.El territorio se convierte en un problema económico, pero también político, social, cultural y ambiental que requiere de conocimientos específicos para identificar la heterogeneidad de sus componentes que permiten su puesta en valor en tanto patrimonio para promover el desarrollo local. El turismo rural del Partido de Lobos será abordado ‑como análisis micro‑ a partir de un estudio interdisciplinar que acerca las herramientas del turismo a las perspectivas sociológicas, geográficas y ambientales. Palabras Clave: Lobos; Turismo rural; Desarrollo local; Agronegocio. Rural tourism in Lobos (Argentina): Local development in the agri‑food process. Abstract: In different municipalities of the Province of Buenos Aires it is possible to identify new uses of the territory since the mid‑1990s, that have resulted in innovative activities that coexist with agriculture, livestock and agricultural business. Rural tourism has become important because it promotes income and additional employment in a situation where the new rural life is re‑signifying urban‑rural links. It is a social appropriation of space of power relations and architectural character that links the productive system with its actors and government institutions. Territory becomes an economic problem, but also a political, social and environmental one that requires specific knowledge to identify the heterogeneity of its components that allow it to be valued as heritage. Rural tourism in Partido de Lobos is within the framework of the Pampas, and will be dealt with in an interdisciplinary study that brings the tools of tourism from the sociological, geographical and environmental perspectives. Keywords: Lobos; Rural tourism; Local development; Agricultural enterprise. El turismo rural en Lobos (Argentina):Desarrollo local en el proceso agroalimentario. Luis Blacha* Mara Rocio Galmarini** Universidad Nacional de Quilmes (Argentina) 1. Introducción El mundo rural de la región pampeana es testigo, a finales del siglo XIX, de una serie de transfor‑maciones socio ambientales que permiten su inserción en el mercado internacional como productor de materias primas agropecuarias. Un proceso donde sus ecosistemas se convierten en agroecosistemas que satisfacen las demandas de las grandes urbes europeas mientras el desarrollo del mercado interno queda postergado. La “Revolución Verde” de mediados de la década de 1960, va a suponer una nueva etapa de este proceso que incrementa la productividad a expensas de reducir la biodiversidad, utilizando adelantos tecnológicos que requieren mayor capital pero economizan la mano de obra. El siglo XXI va proponer un nuevo estadío en este proceso, cuando la consolidación del modelo de agronegocios va a Luis Blacha, Mara Rocio Galmarini * Universidad Nacional de Quilmes (Argentina); E‑mail: luisblacha@gmail.com ** Universidad Nacional de Quilmes (Argentina); E‑mail: mgalmarini@unq.edu.ar PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 266 El turismo rural en Lobos (Argentina):Desarrollo local en el proceso agroalimentario poner en cuestión tanto la “soberanía” como la identidad alimentaria, reflejando los nuevos usos del territorio y una resignificación del vínculo productores‑consumidores. Este artículo propone abordar el desarrollo del turismo rural en Lobos, partido del sureste bonae‑rense, en un contexto donde el agronegocio va a proponer nuevos usos del territorio en relación con el patrimonio y las identidades sociales ya consolidadas que son puestas en cuestión. El turismo rural no sólo va a suponer un desarrollo local como alternativa al monocultivo sojero sino que va a permitir poner en valor los ecosistemas existentes a partir de producciones sustentables que promuevan la biodiversidad. El objetivo es ponderar el impacto socio‑productivo de estos nuevos usos del territorio para dar cuenta de la heterogeneidad del agro pampeano, tanto en sus aspectos productivos como en sus implicancias sociales y en la heterogeneidad de elementos culturales que delinean la identidad de sus actores. La vida natural, la tranquilidad y la paz surgen como elementos centrales del mundo rural que puede ser mercantilizado a partir del turismo. Desde la perspectiva aquí desarrollada se enfatizan los diversos usos del espacio rural asociados a procesos positivos y beneficiosos para la sociedad local, siendo el turismo rural una manera de revalorizar distintos elementos: atractivos, paisajes, gastronomía, fiestas tradicionales que conforman el patrimonio natural y/o histórico – cultural de estos territorios, como sucede en el caso de Lobos, generando procesos y acciones que contribuyen con el desarrollo local. El abordaje implementado utiliza fuentes primarias y secundarias de la Secretaria de Turismo de la Provincia de Buenos Aires y datos aportados por el propio municipio. Además, se realizaron una serie de entrevistas en profundidad programadas con autoridades empresariales y municipales para conocer la percepción del impacto del turismo y las acciones y políticas vinculadas con los procesos de desarrollo local. También se seleccionaron informates clave de los sectores intermedios y trabajadores con muchos años de experiencia que permitieron reconstruir el universo de estudio como una entidad compleja y heterogénea. A partir de un marco teórico que combina sociología, geografía y turismo es posible abordar la heterogeneidad del mundo rural y las distintas alternativas productivas que pueden convivir y consolidarse más allá del monopolio que intenta imponer el agronegocio. 2. Precisiones conceptuales y estado de la cuestión El turismo rural en Argentina tuvo un crecimiento importante en las últimas décadas, en especial a partir de la crisis de 2001 y la caída del sistema de convertibilidad 1 peso = 1 dólar. De acuerdo a Varisco, existen diversos motivos y actores que impulsan y fomentan al turismo rural. “Desde la oferta, la intención de poner en valor espacios y recursos turísticos para favorecer el desarrollo local, disminuir el impacto de la estacionalidad del turismo de sol y playa, o a nivel microeconómico complementar la producción de establecimientos agropecuarios; desde la demanda, las nuevas expectativas de los turistas, más activos e interesados en conocer diferentes patrimonios, el interés por destinos aptos para viajes cortos, y la necesidad cada vez más imperiosa de escapar del estrés provocado por el ritmo de vida urbano” (2016, p. 153). La conceptualización del turismo rural y sus implicancias vienen siendo revisadas y debatidas desde diversos ámbitos (Castro Reboratti, 2008). Para este trabajo se adopta la definición propuesta por el Ministerio de Turismo dentro del Plan Federal Estratégico de Turismo Sustentable 2016 (PFETS): “modalidad turístico – recreativa que se desarrolla en establecimientos de ámbito rural o en sus inmediaciones y que permite al visitante conocer, compartir y aprender otras costumbres y tradiciones, a través de actividades cotidianas, productivas y culturales, sensibilizándolo sobre el respeto y valor de la identidad cultural de las costumbres y pueblos rurales” (2001, p.108). Es decir que todos los emprendimientos dedicados al ocio, recreación, descanso o cualquier otra actividad relacionada con el turismo, mientras estén situados en un área rural, pueden ser considerados parte del turismo rural. Este último puede ser abordado a partir de una perspectiva multidisciplinar que focalice la capacidad de los actores para transformar sus actividades socioeconómicas en consonancia con los restantes cambios del sistema productivo. Son prácticas que suponen una patrimonialización del ámbito local, destacando sus prácticas características a través de su puesta en valor, y subrayando la capacidad de los sujetos para implementar una resignificación de los elementos culturales disponibles. De esta manera es que se hace referencia a la multifuncionalidad del mundo rural, es decir en la caracterización de lo rural se combinanlas actividades tradicionales primarias con los nuevos usos del suelo, entre los que se destacan los turístico – recreativos y residenciales (Castro, 2018). Es parte de una nueva forma de vivir lo rural o una “nueva ruralidad” que comienza a delinearse a finales del siglo XX y que cobra impulso a principios del XXI, en consonancia con desarrollos tecnológicos que potencian el avance de la mecanización e PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 Luis Blacha, Mara Rocio Galmarini 267 industrialización de la producción primaria. Posada (1999) hace referencia a las modificaciones que ocurrieron en el medio rural, como así también en torno a las conceptualizaciones en torno a este. No se tienen en cuenta solamente aspectos físicos y funcionales, sino la forma de valorar lo rural. “Antes era un espacio para la producción, hoy es un espacio para el consumo”. Algunas manifestaciones del consumo de lo rural son: segunda residencia, vivienda permanente, vacaciones en el espacio rural, salidas de observación de la naturaleza, excursiones de corta duración, práctica de deportes, organización de degustaciones culinarias en lugares tradicionales, etc. Es un contexto “alternativo” para una sociedad argentina que desde mediados del siglo XX comienza a tener más población urbana que rural, a pesar de que sus exportaciones primarias siguen siendo las más reconocidas a nivel mundial. Estas nuevas prácticas se combinan en un entramado donde las tecnologías involucradas en el agronegociopermiten una simplificación extrema de los ecosistemas, que llevan al monocultivo con el objetivo de incrementar la productividad. Es la denominada agricultirización de la región pampeana, donde se produce “el desplazamiento de 5 millones de hectáreas de la ganadería a la agricultura.” (Barsky y Gelman, 2012: 300) El desarrollo local estuvo en sus inicios directamente vinculado al crecimiento económico. Surge como una necesidad para dar respuesta a las nuevas demandas de la sociedad y como una nueva forma de impulsar y dinamizar ciudades y regiones, siendo en muchos casos una estrategia para enfrentar escenarios territoriales desfavorables. Es estudiado por diferentes autores como: Boisier, Madoery, Villar, Alburquerque (2004), Vázquez Barquero (2005), entre otros. Siguiendo a estos dos últimos autores, el desarrollo local implica un proceso de crecimiento económico y de cambio estructural que ayuda a mejorar la calidad de vida de la población local. Con la evolución y tratamiento de este concepto, se incorporan otras dimensiones como la política ‑ administrativa, la social, la cultural y la ambiental. En este contexto, el turismo rural puede convertirse en un referente para potenciar los recursos de otros espacios o bien integrar regiones. También propicia acciones solidarias con otras unidades locales e incentiva la inversión. De esta forma, Oscar Madoery expresa que: “[…] el desarrollo local es, desde el punto de vista económico productivo, una lógica territorial diferenciada; desde el punto de vista político institucional, una lógica de gobernabilidad pautada; desde el punto de vista socio cultural, una lógica relacional construida” (2003, p. 12). Es decir que se trata de un proceso de aprendizaje colectivo, generado por todos los actores, de orden cultural y político. Apoyando este concepto, Romeo Cotorruelo Menta (2001) señala que el desarrollo local tiene un carácter pluridimensional e integrado y supone la participación protagonista y corresponsable de los principales actores socioeconómicos y políticos. En la coyuntura del agronegocio que tiende a la homogeneización de los ecosistemas y de los cultivos, el turismo rural propone un desarrollo local a partir de poner en valor sus vínculos característicos. Como sostiene Wallingre, “el desarrollo con enfoque local es el complejo proceso de concertación entre agentes, sectores y fuerzas que interactúan dentro de los límites de un territorio con el propósito de impulsar un proyecto común que combine la generación de crecimiento económico, equidad, cambio social y cultural, sustentabilidad ecológica, enfoque de género, calidad y equilibrio espacial y territorial con el fin de elevar la calidad de vida y el bienestar de cada ciudadano que lo habita” (2014, p. 13). El turismo rural es una actividad transformadora de las prácticas socio‑productivas de muchos territorios que constituye una estrategia de desarrollo local a través de la capacidad de sus actores para resignificar los elementos culturales que se focaliza en hacerlos atractivos a un público heterogéneo. Tal es el caso de la transformación de los casos de estancias en hoteles que se complementan con “caminatas por parques, todo lo que sea traslado en animales, acá lo que ha tenido mucho auge es el polo.”1 El turismo permite poner en valor las temporalidades superpuestas que caracterizan a la Modernidad tardía y permiten salirse de la lógica del agronegocio que se retroalimenta de los problemas que él mismo genera, convirtiéndolos en insumos. (Blacha, 2019) Dachary y Arnaiz Burne (2012) afirman que el turismo promueve la recuperación de territorios y poblaciones, convirtiéndose en muchos casos, en una alternativa que permite transformar, adecuar e integrar pueblos y regiones. El turismo rural puede convertirse en una estrategia de desarrollo local pudiendo ser una forma de recuperar el patrimonio arquitectónico, frenar el despoblamiento de las zonas rurales, una forma de recuperar y valorar las tradiciones, una forma de cuidar los recursos y la sostenibilidad medioambiental potenciando los beneficios que genera la actividad turística. Se trata de una perspectiva que involucra la concepción de desarrollo local a partir de sus dimensiones económica, social, política y sustentable. Dentro de esta perspectiva, Navarro y Schlüter (2010, p.1) sostienen: “el análisis del turismo en el medio rural se fortaleció con la incorporación de la gastronomía, ya considerada patrimonio intangible, como elemento complementario de atracción o desarrollando productos turísticos estructurados en PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 268 El turismo rural en Lobos (Argentina):Desarrollo local en el proceso agroalimentario forma de rutas o de polos gastronómicos teniendo en cuenta siempre las cuestiones relacionadas con la sustentabilidad”. Interacciones que se insertan en un entramado más amplio que se caracteriza como “proceso agroalimentario” que delinea el modo en que se vinculan productores con consumidores. En consonancia con estas definiciones el turismo es una actividad que puede crear nuevas oportunidades de negocios y empleo. Se presenta en muchos lugares, como una buena alternativa para el desarrollo local y en una estrategia de desarrollo. Además, contribuye con las economías locales y aporta importantes beneficios, como ser: generación de empleo directo e indirecto, fuente de inversión, contribuye con la generación de riqueza, con el ingreso del sector público, con la diversificación al complementarse con las actividades tradicionales y con la reducción de la pobreza. El turismo cobra nuevos significados en un contexto de degradación ambiental como la que resulta del monocultivo del agronegocio y permite poner en valor prácticas precedentes como parte de un patrimonio convirtiendo a ambas tareas en parte del desarrollo local. 3. El proceso agroalimentario y los usos del territorio El agronegocio como sistema productivo puede definirse como “una serie de operaciones que se inician en la investigación y desarrollo, atraviesan el agro, la industria, el comercio y demás servicios anexos para atender las demandas de los consumidores” (Vilella y Senesi, 2009, p.xx) Es un conjunto de “sistemas abiertos construidos verticalmente “del campo al plato” incluyendo la industria de insumos, a los productores agropecuarios, a la agroindustria y al comercio minorista y exterior y los demás servicios anexos” (Ordoñez, 2009, p. 1). Es un conjunto de transformaciones que cobra mayores implicancias cuando se inserta en un contexto más amplio, como el que permite la noción de proceso de la sociología figuracional de Norbert Elias que destaca la convivencia de temporalidades superpuestas como una característica de los vínculos sociales. (Elias, 1997). Así el agronegocio supone una nueva etapa en el proceso agroalimentario que contextualiza el turismo rural. No sólo porque limita la cantidad de tierras disponibles para este tipo de proyectos productivos sino porque el monocultivo va a atentar contra la sustentabilidad de los ecosistemas que otorgan al turismo rural su atractivo. Un ámbito local que adquiere sus particularidades respecto de los procesos globales en los cuales se inserta. Es parte del desanclaje y el reanclaje sobre el que teoríza la sociología de la estructuración de Anthony Giddens (1997) donde los procesos globales separan la producción de su origen. En un segundo momento, las consecuencias se reanclan y el ámbito local originario es transformado a partir de las demandas del mercado mundial. En consecuencia, la geografía ya no depende de cercanía sino de procesos productivos “desanclados” donde el contexto local debe adaptarse a las demandas mundiales que posibilita (Giddens, 1997). Procesos que para el agro pampeano se vinculan con los momentos fundacionales de la Nación y que resultan en prácticas con alto valor patrimonial para el turismo rural porque la inserción en el mercado internacional va a llevar a la conformación de actores específicos del modelo productivo. El desarrollo local que promueve el turismo debe contextualizarse con las herramientas analítica que pone a disposición el proceso agroalimentario, entendido como la conjunción de distintas agroindustrias. Así, la influencia del sistema productivo en el territorio es una característica de la Modernidad que potencia sus implicancias en la “Modernidad Tardía” (Beck, 1998). En el caso de la región pampeana se vincula con el agronegocio como forma productiva predominante, siendo paradigmático el año 1996 porque se autoriza la primera campaña oficial con soja genéticamente modificada. Una región, de la que forma parte, Lobos que es preponderante en el sistema productivo argentino por su temprana inserción en el mercado internacional como productor de bienes primarios rurales desde finales del siglo XIX, como parte de la primera globalización de las cadenas agroalimentarias.(Barciela, 2017)Se consolidan en consecuencia un conjunto de prácticas socio‑productivas que influyen tanto en los usos del territorio como en la conformación de las estructuras administrativas del Estado‑Nación y susactores productivos. Es un proceso donde las estructuras administrativas permiten que la propiedad de un espacio determine su uso, llevando a importantes desigualdades regionales, que van a profundizarse con el correr del siglo XX. Estas transformaciones en los usos del territorio llevan a depender de una alta productividad de un pequeño conjunto de especies animales y vegetales para satisfacer las necesidades del mercado interno y las demandas internacionales. Un entramado donde las migraciones internas, del campo a la ciudad, de las que es testigo la sociedad argentina a mediados del siglo XX permite explicar la necesidad de la mecanización y los insumos químicos que permiten reducir la incidencia de la mano de obra. A finales del siglo XX el objetivo de incrementar la productividad a partir de la simplificación de los ecosistemas PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 Luis Blacha, Mara Rocio Galmarini 269 resulta en nuevos vínculos entre productores y consumidores a partir de las lógicas del agronegocio (Ordoñez). Una situación de la que también forma parte el partido de Lobos.El mismo se localiza a poco más de 100 km de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Se ubica al noreste de la provincia de Buenos Aires y limita con los municipios de Navarro, 25 de mayo, Roque Pérez, San Miguel del Monte, Cañuelas y Las Heras. La ciudad de Lobos es la cabecera del partido. El resto de las localidades que lo conforman son: Empalme‑Lobos, Arévalo, Antonio Carboni, Elvira, Villa Logüercio, Salvador María, Barrientos, Las Chacras y Zapiola. En el Mapa a continuación, se puede apreciar su localización. Fuente: http://www.guillermotella.com/proyectos/plan‑estrategico‑lobos‑2020/ El Partido de Lobos se funda a finales del siglo XIX y adquiere su forma productiva en consonancia con la primera globalización de las cadenas agroalimentarias. La orientación del agro pampeano para satisfacer las demandas de materias primas agrícolas del mercado internacional es posible por la politización de la vida como objeto de gobierno. Surge entonces la población como “descubrimiento del individuo y del cuerpo adiestrable” que propone Michel Foucault (2014, p. 59). Es parte de una “escala estatal”, como conjunto de políticas públicas que demandan una gubernamentalidad activa que se combinan con iniciativas privadas y que lleva a una concepción del mundo rural donde argentina se define como “el granero del mundo”, entendido como un patrimonio que dota de identidad al mundo rural pampeano. El poder potencia la complejización del entramado social que demanda el sistema productivo capitalista, modificando en el proceso a los espacios geográficos y a los actores que en ellos se insertan. De los cueros se pasa a la producción de carne salada para luego exportarla congelada y, a partir de avances tecnológicos, enfriada. (Giberti, 1981) En el proceso se consolidan saberes que van a determinar que debe cultivarse y qué tipo de animales deben criarse, siempre con vistas a satisfacer las demandas del mercado mundial, es parte de lo que Michel Foucault (1999) denomina biopoder. PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 270 El turismo rural en Lobos (Argentina):Desarrollo local en el proceso agroalimentario Siempre hay involucrados saberes que delimitan prácticas productivas. Están presentes a finales del siglo XIX con la primera globalización de las cadenas agroalimentarias y también en la Revolución Verde de mediados del siglo XX. El agronegocio de principios del siglo XXI va a multiplicar el alcance transformador de estos saberes, promoviendo prácticas que tienden al monocultivo y reconfiguran el entramado social precedente. Es en esta coyuntura que hay que analizar las implicancias y los éxitos del turismo rural. En especial porque son nuevas formas de valorización de lo rural plasmadas a través de procesos de patrimonialización. De acuerdo a Zusman y Pérez Winter estos procesos “suelen asociarse con la búsqueda de preservar elementos representativos de las historias productivas pasadas” (2018, p. 233). El turismo rural pone en valor estos procesos y sus identidades sociales asociadas. El vínculo fundacional que el poder tiene con el saber permite reconocer la diversidad como carac‑terística de un entramado social que se complejiza y que se sistematizará en la estadística como el tipo de conocimiento predominante del Estado. El saber es “fundamentalmente una práctica” (Deleuze 2013, p. 44), donde el carácter práctico del poder potencia sus propiedades arquitectónicas. El orden social se fundamenta en un primer momento en la propiedad del territorio para focalizar su atención, gradualmente, en los usos que se hacen de él. Son este conjunto de saberes los que dan forma al mundo rural en cada una de las etapas del proceso agroalimentario y a los que apela el turismo porque van a resultar en distintas apropiaciones sociales del espacio. Las identidades que fueron resultado de las necesidades productivas del “granero del mundo”, como parte de la primera globalización de las cadenas agroalimentarias, hoy son abordadas como prácticas alternativas al modelo del agro negocio, utilizando la misma flexibilidad simbólica que tuvieron en el pasado. Con el turismo los vínculos de poder delinean una arquitectura territorial que resignifica las identidades sociales vinculadas a sistema productivos precedentes para hacerlas atractivas, compartidas y, a través de su puesta en valor, transformarse en un desarrollo local sostenible y sustentable. Es parte de las temporalidades superpuestas de la Modernidad Tardía donde los últimos avances productivos pueden compartir el espacio con una puesta en valor de modos de producción precedentes. Es un proceso donde los distintos sistemas agroindustriales cuya interdependencia y transformaciones temporales del espacio socializado, se engloban en el proceso agroalimentario del que también forma parte el turismo. El turismo rural permite trascender las limitaciones temporales a partir de cómo el espacio se inserta en el sistema productivo. En el proceso agroalimentario es posible identificar estas cuestiones respecto a las transformaciones simbólicas que adquiere la “tierra”. Significados que el turismo rural debe incorporar, a partir de un enfoque interdisciplinario, interpelando a la diversidad que lo vuelve único y atractivo tanto para consumidores nacionales como extranjeros. El territorio va a suponer, entonces, usos heterogéneos, aún desde una óptica productiva, funda‑mentados en la incorporación social del espacio. (Santos, 2000) Hay una resignificación de los usos tradicionales y hay “cambios en la ocupación de la mano de obra rural, que comienza a diversificarse y a no depender exclusivamente de la actividad agrícola, lo que da lugar a actividades como el turismo rural y/o el ecoturismo”. (González 2015, p. 5) Así es posible que convivan en un mismo ámbito los cultivos especializados como la práctica de deportes ecuestres. Esta diversidad también requiere de estudios interdisciplinares como el aquí implementado, que supone un insumo para el desarrollo local a partir de la patrimonialización. En el caso de Lobos existen más de 60 canchas de polo particulares, que también generan una importante mano de obra para su mantención y resignifican actividades que parecían tendientes a satisfacer. Así, hay “un sector, el cuartel octavo, que se desarrolla porque justamente hay que trabajar, cuidar, mantener la cancha, cortar el césped, sembrar, criar los caballos de polo que también se venden, varearlos, prepararlos, cuidarlos…eso lleva también a que los veterinarios tengan un nicho de trabajo importante con las vacunaciones…también se ha desarrollado bastante el trabajo de alambradores que son trabajadores encargados de los tendidos de alambre, eso también tenemos y todo lo que significa… herreros, los trabajos con cuero, las riendas y después en la parte de turismo propiamente dicha lo que es normal, el mozo, la doméstica, el cocinero…)2 La puesta en valor de prácticas precedentes va a resignificar también el rol que ocupan los actores como una alternativa al monocultivo imperante en la región pampeana y volver a dar valor a los roles productivos tradicionales, tal como se recoge en el ejemplo precedente. Es un contexto donde el mundo rural se convierte en “el lugar de los nuevos monocultivos y de las nuevas asociaciones productivas, enraizadas en la ciencia y en la técnica y dependientes de una información sin la cual ningún trabajo rentable es posible” (Santos 2000, p. 260), surgen nuevos actores, se resignifican otros y las mediaciones institucionales adquieren implicancias diversas a medida que se especializa el sistema productivo y se complejiza el entramado social. La inserción en el mercado PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 Luis Blacha, Mara Rocio Galmarini 271 mundial cobra otros significados en una nueva etapa de la globalización de las cadenas agroindustriales donde las identidades tradicionales puede desanclarse para ser comercializadas a ámbitos lejanos. Al considerar a los actores y sus nuevas funciones a partir del contexto mencionado, resulta pertinente el aporte de Villar (2007), el cual sostiene que la sociedad paso de ser objeto a sujeto de su propio desarrollo. En otras palabras, la sociedad local es responsable de la revalorización de las potencialidades existentes en sus territorios. El desdoblamiento del sujeto agrario es un hito de gran importancia en el proceso agroalimen‑tario que permite una mayor celeridad y fluidez de las transformaciones. Como los dueños del capital no necesariamente poseen la tierra, pueden incorporar nuevas tecnologías sin preocuparse por las consecuencias futuras. Es una extensión de la lógica desanclada que había permitido la inserción en el mercado internacional a finales del siglo XIX. Como se distingue entre el uso y la propiedad de la tierra, la técnica que potencia la productividad, promoviendo cambios sociales, pero también se apoya en cuestiones políticas. También se diversifican los actores involucrados quienes adquieren múltiples roles. El turismo rural es también una actividad complementaria porque “hoy hay algunos campos que lo tienen como la actividad primaria y el ganado o la siembra como la actividad complementaria…te digo dos casos Estancia Santa Rita y La Candelaria que son dos casos paradigmáticos que yo los conocí, aparte yo tuve veterinaria ahí en Carboni y hace veinte años, en el año ’85, ’86 o un poco más, y cuando yo los conocía tenían como actividad principal la parte ganadera y hoy, han desarrollado más todo lo que tiene que ver con turismo rural y tienen como actividad complementaria a lo otro…Es más, un club de polo Santa María también, vos antes ibas al campo y tenían mucha cantidad de vacas sobre todo y hoy han desarrollado todo lo que tiene que ver con el polo, hotelería o cabañas…”3 Según Zusman y Pérez Winter (2018), esto sería un ejemplo de valorización de construcciones y diseños de distintos edificios que se preservan por su legado arquitectónico, siendo en la actualidad emprendimientos de turismo rural que en muchas ocasiones poseen funciones distintas a las que cumplían originalmente. El turismo es el motor que promueve acciones de desarrollo local poniendo en valor la historia y la cultura de los territorios. Además, es el fundamento para pensar alternativas al agronegocio como un modelo productivo que se muestra unívoco y que no admite alternativas. La fuerte especialización de la producción agrícola se focaliza en el cultivo de soja, trigo, maíz, girasol y sorgo granífero. Está reducción en la diversidad se combina con nuevas tecnologías que permiten a los productores mudarse a pueblos cercanos o ciudades intermedias. Los contratistas cobran significación en estas nuevas actividades que suponen transformaciones de importancia en el proceso agroalimentario. El uso del territorio también se modifica cuando casi 5 millones de hectáreas pasan de la ganadería a la agricultura, que puede ser interpretado como una “agriculturización” de La Pampa (Barsky y Gelman, 2012). Una nueva etapa en el proceso agroalimentario que se encuentra “orientada por un patrón mucho más intensivo en el uso de capital” (Gras y Hernández 2016, p. 109). El turismo aparece como alternativa de desarrollo local en un contexto donde la producción está pensada para satisfacer demandas foráneas. 4. Turismo rural como desarrollo local El partido cuenta con una población de 36.172 habitantes de acuerdo con los datos del censo último censo (2010), mientras que la población en 2001 era de 28.561 habitantes. Su actividad económica principal es la agrícola‑ganadera, aunque en la actualidad no tiene la misma preponderancia que en décadas anteriores. La producción se ha diversificado y se fueron desarrollando otros tipos de actividades industriales como la metalúrgica, textil, de servicios, como así también una fuerte presencia de actividades estatales a través de la docencia, salud pública, bancos, etc. Asimismo, el turismo tuvo en los últimos años, un crecimiento y un desarrollo considerable que lo convierte en un objeto de estudio adecuado para abordar el desarrollo de esta actividad. Esto es acompañado con el crecimiento de la ciudad y de sus servicios, por ejemplo, en la extensión de la red de gas, red cloacal, viviendas, asfalto, etc.4 Los servicios que se detallan en el Cuadro 1 se utilizan en los censos para medir la calidad de vida de la población, ya que garantizan el bienestar y la salubridad de las personas. Por otro lado, hay que recordar que el turismo es una actividad que para su correcto funcionamiento necesita de ciertas infraestructuras o servicios. PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 272 El turismo rural en Lobos (Argentina):Desarrollo local en el proceso agroalimentario Cuadro1: Comparación intercensal de servicios públicos en el partido de Lobos (2001/2010) Año Cobertura de las redes de infraestructura Red cloacal Red de agua corriente Red de energía eléctrica Red de gas natural Hogares % Hogares % Hogares % Hogares % 2001 3.188 31,9 6.968 69,7 9.518 95,2 7.256 72,6 2010 3.145 27 7.120 71,2 11.308 96,2 6.656 56,7 Fuente: elaboración propia con base en datos del censo 2001 y 2010. Los porcentajes de cobertura de servicios para cada año fueron calculados a partir de los censos 2001 y 2010 respectivamente. Para el cálculo del año 2001 se realizó sobre un total de 9994 viviendas censadas y habitadas, mientras que para el año 2010 sobre un total de 11749. Al comparar los porcentajes de cobertura de estos servicios, se puede observar que en el Partido de Lobos aumentó la red de agua corriente en un 1,5% y la red de energía eléctrica en un 1%. Contrariamente para los servicios de red cloacal y red de gas natural puede observarse una disminución5. Respecto a las actividades económicas, el partido es heterogéneo en relación con su desarrollo económico, donde el sector primario concentra el 30,2 % de la actividad productiva. La superficie productiva es de 150.000 hectáreas, destinándose 120.000 ha a la ganadería y 30.000ha a la agricultura. Un proceso que se diferencia del resto de las transformaciones del agronegocio de la región pampeana, donde la agricultura gana espacio a la ganadería. El 70 % aproximadamente de la superficie productiva está afectada a la ganaderíabovina, el 25 % a la agricultura y un 5 % restante a la cría de ganado porcino y ovino, la apicultura y explotación hortícola. También merecen destacarse dos frigoríficos regionales que permiten industrializar parte de la producción primaria. La apicultura es tradicional en la localidad de Salvador María. Un grupo de aproximadamente 40 productores pequeños son los que realizan esta actividad, en muchos casos complementando con la ganadería y/o agricultura, vendiendo su producción a empresas exportadoras.Lo cual se vuelve más atractivo para el turismo ya que la ganadería se asocia en el contexto pampeano con explotaciones familiares y tradiciones productivas de amplias temporalidades, convirtiendo a Lobos en un objeto de estudio privilegiado para abordar el turismo rural como desarrollo local. Tal es el caso cuando en la década de 1980 había“una fábrica muy grande de motores eléctricos que era Electromac, eso generó toda una cultura de talleres que le proveían a esa fábrica, que hoy no está bien esa fábrica, pero todos esos talleres quedaron funcionando.[…]tenemos empresas de servicio en el rubro como Electrolobos que repara los motores de los subterráneos de Buenos Aires por ejemplo se reparan acá en Lobos , motores de ferrocarril, motores navales que son motores de una magnitud muy importante y que necesita un taller con toda la infraestructura adecuada […] después tenemos todo lo que es la maderera, desde el aserradero común hasta te hacen por ejemplo, un cielo raso de machimbre, todo lo que sea madera para la parte rural, tranqueras, mangas para los animales y después productos de madera)”6 Son transformaciones del sistema productivo que impactan en las identidades sociales y en cómo los individuos viven el espacio. El turista que visite Lobos puede vivir entonces una experiencia rural como conocer los modos de producción industriales de décadas anteriores, dando cuenta de las complejidades y paradojas del desarrollo económico argentino. La ubicación geográfica privilegiada de Lobos, por su cercanía con el puerto de Buenos Aires,lo inserta en una red de información y difusión de prácticas sociales, políticas y económicas que utilizan diversos actores institucionales, desde el Estado nacional a los acopiadores de granos y los partidos políticos. Es parte de las interdependencias que el turismo rural intenta reconstituir como vínculo con el pasado, pero también como una puesta en valor en el presente. Si en sus comienzos la instalación del ferrocarril significó para Lobos, el poblamiento y asentamiento de familias junto con la apertura de algunas industrias: molinos harineros, fábrica de pastas, cigarrillos, jabón, alpargatas, entre otros. Hoy forma parte de su legado, de una identidad que combina el mundo rural con esas fábricas textiles, metalmecánica, calzados, por citar las más importantes, que involucraban a una gran cantidad de trabajadores, pero fueron cerrando por no poder seguir siendo competitivas en relación con los precios de los productos importados. El territorio cobra nuevos significados y refleja su capacidad para potenciar diversos tipos de interacciones.Lobos no es la excepción, en su territorio existen variadas muestras de la PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 Luis Blacha, Mara Rocio Galmarini 273 modificación y resignificación de los espacios, los cuales hoy poseen usos y/o funciones turísticas, como por ejemplo las estaciones y galpones del ferrocarril que se convierten en museos, centros culturales o administrativos. La cría extensiva de terneros es la actividad predominante, seguida por la producción láctea. La actividad tambera se concentra básicamente en la localidad de Zapiola, al norte de la ciudad de Lobos. El partido de Lobos integra la Cuenca Lechera Abasto Sur, una de las principales proveedoras de leche y derivados al área Metropolitana. En el año 2001 se registraban 35 tambos, mientras queen la actualidad y según datos suministrados por el municipio, se incrementaron a 55. En tercer lugar, de importancia se ubica la invernada, que actúa como recurso forrajero. Asimismo, se destacan las granjas dedicadas a la avicultura, registrándose 34 establecimientos avícolas y la cría de equinos especializada en caballos de polo. Lo cual va a suponer una doble resignificación ya que en la región pampeana donde se inserta Lobos hay un importante pasaje de tierras de la ganadería a la agricultura que se motoriza por los altos rendimientos de la soja que requieren inversiones menores a las actividades tradicionales y un rápido retorno de las inversiones realizadas. La agricultura se concentra en las tierras más productivas, en los alrededores de la localidad de Carboni. La frontera agrícola se expandió debido a que muchos terrenos dedicados a la ganadería fueron desplazados a terrenos más bajos cercanos al río Salado.Los principales cultivos son soja, trigo y maíz, y existe una difundida rotación entre trigo y soja. De acuerdo con el Censo Nacional Agropecuario del año 2002, en el partido había 600 explotaciones agropecuarias (EAP), mientras que, en la actualidad, y de acuerdo con los datos aportados por el municipio, las mismas superan las 800. Con elauge de la soja y el aumento del valor del vacuno, la actividad de campo incrementó un despegue, diversificando la producción con la explotación de los feedlot, criaderos de caballo, conejos, entre otras. El turismo rural permite resignificar prácticas precedentes y ponerlas en valor patrimonial con impacto económico que permita el desarrollo local, pero también posibilitar que se mantenga una canasta alimentaria diversificada porque la gastronomía va a formar parte de las ofertas que propone el turismo para los visitantes. El proceso agroalimentario, como herramienta analítica, permite dar cuenta de estas cuestiones y plantear estrategias de desarrollo que consideren los cambios de escala global desde el ámbito local para una mejor adaptación a las transformaciones del capitalismo tardío como sistema productivo. Permite integrar las prácticas productivas con el tiempo del ocio, mientras se ponen en valor prácticas precedentes en forma de tradiciones. También puede ser interpretado como un canal de acceso a este conjunto de conocimientos y vivencias en un ambiente especialmente delimitado para potenciar esta experiencia. La puesta en valor del patrimonio adquiere múltiples facetas que vinculan a los distintos actores del agro.Al partir de un estudio de caso único es posible registrar la evolución del turismo y su contribución al desarrollo económico local en el ámbito municipal en diálogo con las transformaciones regionales más estructurales antes mencionadas. En el mundo rural, el territorio es un factor productivo, pero también conforma el patrimonio que vincula al entramado social con la cultura, la historia, las costumbres y los estilos de vida, características que se convierten en insumos para la acción del turismo. De acuerdo a Lima y Matías (1999 citado en Leonardo Bricalli 2005:271), “el desarrollo del turismo en espacio rural impulsa a que las comunidades rescaten, preserven y valoren todas las formas culturales locales y regionales como la gastronomía, utensilios domésticos, artesanías, arquitectura y otras que posteriormente serán utilizadas como atrac‑tivos turísticos para motivar a las personas a practicar el turismo en espacio rural”. Esto significa que puede convertirse en una estrategia para la promoción del desarrollo local, cobrando una importancia fundamental los aspectos de sustentabilidad económica y ambiental. Los cálculos económicos, los rindes y las prácticas vinculadas al agronegocio parecieran poder explicar sólo una parte de esta cuestión y este trabajo interdisciplinar propone dar cuenta de la heterogeneidad que caracteriza al proceso agroalimentario. Los elementos culturales, la identidad de los actores y una diversificación de la producción permiten complejizar el abordaje analítico. Si las transformaciones de escala global llevan a procesos en los cuales el tiempo se deslinda del espacio, hay también una resignificación del ámbito local. En especial, en una actividad vinculada con el mercado internacional desde sus inicios y que supuso una infraestructura de transportes para poder vincular esos ámbitos con los mercados compradores. En este sentido, el polo en Lobos “yo considero que en Lobos la actividad está un poco sobredimensionada…Nosotros apuntamos a que la gente, por ejemplo, en un día de campo tenga una cocina a leña en el parque y coma torta fritas, porque la torta frita es típica de este lugar… ‑ O un buen asado al asador y que los chicos puedan andar a caballo y puedan meterse en el bosque a hacer una choza…cosas que realmente se logran en el campo…por ejemplo, tenemos animales autóctonos, PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 274 El turismo rural en Lobos (Argentina):Desarrollo local en el proceso agroalimentario animales de corral, tenemos un lago y en ese lago la gente puede ver las nutrias, puede ver garzas, puede ver gansos…).”7 La transformación territorial que significa la incorporación de un espacio de interacción al mercado mundial está delimitada, en gran medida, por los medios que permiten estos vínculos entre ausentes. El partido de Lobos creció con el desarrollo de diferentes actividades. Con la instalación del gobierno independiente, la adjudicación de las tierras comenzó a darse por el régimen inmobiliario y ya no por donación como ocurría en la época colonial. Lobos crece al igual que su población, existiendo cada vez más estructuras edilicias de mayor envergadura. Ya desde sus inicios, era una ciudad importante de paso y escala obligada en el camino a Buenos Aires, donde paraban las carretas con mercadería y frutos. Con el transcurso del tiempo aumenta notablemente su importancia y el tráfico de mercadería: cueros, lanas y nuevos productos. Según Cucullú y Murmis (2017, p. 226 y 227) “no existen cooperativas de producción o comercialización: entre los apicultores solo se ha dado la persistencia de un grupo de consulta y compra en común de aquellos de mayor producción. No obstante, varios apicultores medianos – grandes son socios de una cooperativa de un pueblo próximo, que estableció una sala de extracción con todas las exigencias legales, técnicas y sanitarias”. En esta etapa, el nuevo sujeto agrario, sin propiedad de la tierra, cuenta con la ventaja de poder hacer uso de la tierra cedida por sus propietarios, teniendo escaso compromiso de pago. La historia de Lobos puede ser interpretada como parte del proceso de desanclaje, que vincula el ámbito local con el mercado internacional. La explotación agropecuaria y otros usos del suelo comenzaron a complementarse con la práctica del turismo rural, lo que originó que el medio rural sea considerado como un espacio integrado y multifuncional. El desarrollo local se convirtió en una de las posibles estrategias para compensar las crisis que sufrieron las economías locales en las últimas décadas. Existe una transformación de las actividades agropecuarias y un proceso de urbanización de la población que genera un despoblamiento del interior rural del partido. Asimismo, se hallan nuevos usos y funciones del territorio agropecuario vinculados con otros tipos de actividades como ocio, turismo, reserva ambiental. Además, se detecta un cambio en la estructura agraria del partido en el traspaso del típico chacarero al rentista (quien arrienda su campo). Estos son los que se instalan en la ciudad de Lobos cuando abandonan las zonas rurales. A partir de considerar al turismo rural como una actividad estratégica para el desarrollo local en un determinado territorio, se empezó a analizar y a revalorizar dicho espacio en relación con los diferentes aspectos del desarrollo. En este sentido, es importante entender y considerar al campo, no solo relacionado con la explotación agropecuaria, sino como sector que permite actividades integradas y multifuncionales. Como sostiene Da Silva (citado en Froehlich 2000: 86): “es preciso ampliar la vieja noción del sector agropecuario con el objeto de incorporar la producción de servicios tales como la recreación, el turismo, la conservación del medio ambiente, etc., en las actividades productivas tradicionales”. Estas interacciones dan cuenta de la internalización de prácticas y del carácter potencial del poder para delimitar tanto a ciudadanos como el contexto ambiental de producción. Transformaciones que son indispensables para promover la consolidación del sistema productivo capitalista. A medida que este modo de producción va cambiando también deben hacerlo en consecuencia, el resto de los actores que están afectados por él. El turismo en muchos destinos o regiones se comporta como la principal actividad generadora de ingresos o bien como un complemento del resto de las actividades económicas. Se trata de una actividad que genera importantes beneficios en los territorios: genera empleo directo (en las empresas directamente relacionadas con el turismo como agencias de viajes, hoteles, venta de pasajes, etc.), indirecto (en las empresas indirectamente relacionadas con el turismo, por ejemplo, comercios, restaurantes, bares, etc.); promueve la inversión en infraestructura general (carreteras, puentes), específica (centros recreativos) y de soporte (transporte, comunicaciones). (Villar, 2007). En otras palabras, el turismo puede convertirse en una actividad económica que fomente, genere o reafirme procesos de desarrollo local en un territorio. Si bien el turismo no es la actividad principal del partido, se viene registrando un desarrollo y un movimiento económico generado por esta actividad, que está repercutiendo de manera positiva en Lobos y produce un crecimiento considerable y visible a través de las inversiones privadas en alojamiento, gastronomía y mayores servicios. Por esto motivo, La Dirección de Turismo del partido, identifica a Lobos como un partido con turismo, pero no plenamente turístico. Es una forma de canalizar prácticas alternativas al sistema productivo imperante de forma complementaria. Una preocupación de central importancia para un país agroexportador cercano al monocultivo sojero que sufre los vaivenes de los precios de materias primas vinculadas al agro. En consonancia, Lobos en un municipio rural cuyo centro histórico complementa, y diversifica a la vez, las alternativas para el disfrute del turismo rural, transformando los aspectos simbólicos del capital vinculados con la cultura. La ciudad de Lobos posee una serie de edificios históricos que conforman PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 Luis Blacha, Mara Rocio Galmarini 275 el patrimonio cultural, entre los que podemos mencionar: el casco fundacional de la ciudad, bancos, teatros, la sociedad italiana y la española, entre otros. El centro histórico de Lobos cuenta con un gran número de viviendas y edificaciones destinadas a usos comerciales y de servicio, con aptitudes para ser preservadas desde el punto de vista histórico y potencial turístico. La patrimonialización de estos ámbitos y sus prácticas son fundamentales para potenciar el desarrollo turístico de la región porque permiten consolidar una identidad sociocultural propia que resulta en el desarrollo de emprendimientos productivos. Los museos conforman parte del patrimonio cultural de un territorio y pueden contar o mostrar gran parte de su historia, cultura y tradición. En la ciudad de Lobos se localizan los dos museos: Museo Histórico y de Ciencias Naturales “El pago de los Lobos” y “Museo y Biblioteca Presidente Juan Domingo Perón”, los cuales resultan muy interesantes para complementar la estadía en el partido. Conocer el casco histórico y las edificaciones que fueron restauradas, y que siguen en pie cumpliendo determinadas funciones en el territorio, permite interpretar el respeto y la tradición por la historia de Lobos en la cual el turismo rural juega un rol clave en su puesta en valor. En este contexto es que el partido de Lobos ofrece una serie de recursos paisajísticos relacionados con el medio rural, casco urbano de un típico municipio agropecuario y la práctica de algunos deportes como el golf, la pesca y el polo. El saber fundamenta ya no sólo un incremento de la productividad como sucede con las actividades agropecuarias tradicionales sino una puesta en valor de un legado que el turismo recupera. La capacidad para resignificar prácticas precedentes e incorporar a la identidad, como procesos de subjetivación, debe tener en cuenta el contexto en el cual se originaron esos procesos y cómo adaptarse a las transformaciones actuales. Se consolida un entramado social en el ámbito local que debe establecer vínculos con la escala nacional, y también global, no sólo desde los aspectos productivos tradicionales, sino desde la actualización de las prácticas socioculturales. El territorio redescubre, en este proceso, su carácter social y su heterogeneidad constitutiva. 5. Reflexiones finales Las características sociales del territorio dan cuenta de las implicancias económicas, políticas, pero también culturales que tiene el ámbito de interacción y cómo los actores lo conforman con sus interacciones. Los usos del territorio adquieren entonces un carácter social donde hay tensiones entre distintas propuestas, tal como sucede con el agronegocio y el turismo como desarrollo local. Un mundo rural bonaerense dominado por el monocultivo sojero, que tienen su contracara, pero también su complemento en la diversificación de las inversiones y las alternativas productivas. El abordaje desarrollado parte de una interpretación del turismo rural en Lobos no como un paliativo agrobusiness por parte de aquellos actores que no se incorporaron a estas prácticas sino como un reflejo de la capacidad transformadora de los actores y su efectividad para resignificar sus prácticas a través de los elementos culturales disponibles que los constituyen como sujetos del mundo rural. El turismo como actividad productiva pero también como una expresión cultural vinculada con los procesos de subjetivación debe dar cuenta del dinamismo de las interacciones globales, también de la escala nacional y la interacción de ambas con la escala local. El turismo rural además de producir empleo en el partido, se comporta como un complemento del resto de las actividades, generando múltiples beneficios en el territorio relacionados a la articulación, el compromiso empresarial, la valoración por los recursos naturales y culturales, los servicios públicos e infraestructuras, el interés por la cultura y tradición y nuevos ingresos económicos. Es una manera de vincular productores con consumidores creando identidades y promoviendo el desarrollo local. Es una actividad que registra un crecimiento en la última década a partir del aumento de la cantidad de establecimientos turísticos. Una acción que genera en el territorio una serie de beneficios positivos como, por ejemplo, empleo de mano de obra local y un mayor consumo de productos tanto para el funcionamiento de dichos establecimientos, como así también por el consumo de productos por parte de los turistas que visitan el Partido. La estructura productiva del Partido de Lobos es heterogénea ya que posee una diversidad de actividades en los sectores primario, secundario y terciario, conservando en la actualidad su perfil de municipio predominantemente rural. El turismo como actividad económica perteneciente al sector servicios, se comporta claramente como un complemento del resto de las actividades. Ofrece la combinación de un casco urbano en la ciudad de Lobos junto con otras localidades rurales que conforman el partido, ofreciendo una variedad de atractivos naturales y culturales, como así también una gran diversidad PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 276 El turismo rural en Lobos (Argentina):Desarrollo local en el proceso agroalimentario de actividades en el medio rural. Es este patrimonio el que debe ponerse en valor económico, social y cultural para adecuarse a los tiempos. Bibliografía Alburquerque, F. 2004. El Enfoque del Desarrollo Económico Local. 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Buenos Aires, 231‑252 Notas 1 Gustavo Sobrero – Intendente (entrevista realizada el 12/10/2012) 2 Javier Guarnerio, Secretario de Gobierno (entrevista realizada el 10/12/2012) 3 Fernando Ferrari, Gerente de la Sociedad Rural (entrevista realizada el 13/10/2012) 4 Datos suministrados en una entrevista al Secretario de Gobierno, Dr. Javier Guarnerio, 12/10/2012. 5 Esta situación es advertida con preocupación por las autoridades municipales. El Secretario de Gobierno, Dr. Javier Guarnerio, consultado sobre esta realidad afirmó en una entrevista que se realizó el 12/10/2012, que el gobierno está trabajando en la extensión de cobertura de estos servicios, como así también del asfalto. 6 Jorge Badaloni, Director de Producción de Lobos (entrevista realizada el 15/10/2012) 7 Marcelo Gatti, encargado Estancia Santa Rita (entrevista realizada el 14/10/2012) Recibido: 13/01/2019 Reenviado: 18/01/2019 Aceptado: 02/05/2019 Sometido a evaluación por pares anónimos
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Título y subtítulo | El turismo rural en Lobos (Argentina) : desarrollo local en el proceso agroalimentario |
Autor principal | Blacha, Luis Ernesto |
Autores secundarios | Galmarini, Mara Rocio |
Entidad | Universidad de La Laguna. Instituto de Ciencias Políticas y Sociales |
Publicación fuente | Pasos: Revista de Turismo y Patrimonio Cultural |
Numeración | Volumen 18. Número 02 |
Sección | Artículos |
Tipo de documento | Artículo |
Lugar de publicación | El Sauzal, Tenerife |
Editorial | Universidad de La Laguna |
Fecha | Abril-junio 2020 |
Páginas | pp. 0265-0277 |
Materias | Turismo ; Patrimonio cultural ; Publicaciones periódicas ; Ruralidad ; Desarrollo local ; Agronegocio ; Lobos (Argentina) |
Enlaces relacionados | Enlace a la revista: http://www.pasosonline.org/es/ |
Copyright | http://biblioteca.ulpgc.es/avisomdc |
Formato digital | |
Tamaño de archivo | 169.038 Bytes |
Texto | © PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. ISSN 1695-7121 Vol. 18 N.o 2. Págs. 265-277. Abril-Junio 2020 https://doi.org/10.25145/j.pasos.2020.18.018 www .pasosonline.org Resumen: En diferentes municipios de la Provincia de Buenos Aires es posible identificar nuevos usos del territorio desde mediados de la década de 1990, resultando en actividades innovadoras que coexisten con la agricultura industrializada, la ganadería del feedlot y el agronegocio. El turismo rural cobra importancia porque promueve ingresos y empleos adicionales en una coyuntura donde las nuevas ruralidades resignifican su vínculo con los ámbitos urbanos. Es una apropiación social del espacio a partir de las relaciones de poder y su carácter arquitectónico que vincula al sistema productivo con sus actores y las instituciones gubernamentales.El territorio se convierte en un problema económico, pero también político, social, cultural y ambiental que requiere de conocimientos específicos para identificar la heterogeneidad de sus componentes que permiten su puesta en valor en tanto patrimonio para promover el desarrollo local. El turismo rural del Partido de Lobos será abordado ‑como análisis micro‑ a partir de un estudio interdisciplinar que acerca las herramientas del turismo a las perspectivas sociológicas, geográficas y ambientales. Palabras Clave: Lobos; Turismo rural; Desarrollo local; Agronegocio. Rural tourism in Lobos (Argentina): Local development in the agri‑food process. Abstract: In different municipalities of the Province of Buenos Aires it is possible to identify new uses of the territory since the mid‑1990s, that have resulted in innovative activities that coexist with agriculture, livestock and agricultural business. Rural tourism has become important because it promotes income and additional employment in a situation where the new rural life is re‑signifying urban‑rural links. It is a social appropriation of space of power relations and architectural character that links the productive system with its actors and government institutions. Territory becomes an economic problem, but also a political, social and environmental one that requires specific knowledge to identify the heterogeneity of its components that allow it to be valued as heritage. Rural tourism in Partido de Lobos is within the framework of the Pampas, and will be dealt with in an interdisciplinary study that brings the tools of tourism from the sociological, geographical and environmental perspectives. Keywords: Lobos; Rural tourism; Local development; Agricultural enterprise. El turismo rural en Lobos (Argentina):Desarrollo local en el proceso agroalimentario. Luis Blacha* Mara Rocio Galmarini** Universidad Nacional de Quilmes (Argentina) 1. Introducción El mundo rural de la región pampeana es testigo, a finales del siglo XIX, de una serie de transfor‑maciones socio ambientales que permiten su inserción en el mercado internacional como productor de materias primas agropecuarias. Un proceso donde sus ecosistemas se convierten en agroecosistemas que satisfacen las demandas de las grandes urbes europeas mientras el desarrollo del mercado interno queda postergado. La “Revolución Verde” de mediados de la década de 1960, va a suponer una nueva etapa de este proceso que incrementa la productividad a expensas de reducir la biodiversidad, utilizando adelantos tecnológicos que requieren mayor capital pero economizan la mano de obra. El siglo XXI va proponer un nuevo estadío en este proceso, cuando la consolidación del modelo de agronegocios va a Luis Blacha, Mara Rocio Galmarini * Universidad Nacional de Quilmes (Argentina); E‑mail: luisblacha@gmail.com ** Universidad Nacional de Quilmes (Argentina); E‑mail: mgalmarini@unq.edu.ar PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 266 El turismo rural en Lobos (Argentina):Desarrollo local en el proceso agroalimentario poner en cuestión tanto la “soberanía” como la identidad alimentaria, reflejando los nuevos usos del territorio y una resignificación del vínculo productores‑consumidores. Este artículo propone abordar el desarrollo del turismo rural en Lobos, partido del sureste bonae‑rense, en un contexto donde el agronegocio va a proponer nuevos usos del territorio en relación con el patrimonio y las identidades sociales ya consolidadas que son puestas en cuestión. El turismo rural no sólo va a suponer un desarrollo local como alternativa al monocultivo sojero sino que va a permitir poner en valor los ecosistemas existentes a partir de producciones sustentables que promuevan la biodiversidad. El objetivo es ponderar el impacto socio‑productivo de estos nuevos usos del territorio para dar cuenta de la heterogeneidad del agro pampeano, tanto en sus aspectos productivos como en sus implicancias sociales y en la heterogeneidad de elementos culturales que delinean la identidad de sus actores. La vida natural, la tranquilidad y la paz surgen como elementos centrales del mundo rural que puede ser mercantilizado a partir del turismo. Desde la perspectiva aquí desarrollada se enfatizan los diversos usos del espacio rural asociados a procesos positivos y beneficiosos para la sociedad local, siendo el turismo rural una manera de revalorizar distintos elementos: atractivos, paisajes, gastronomía, fiestas tradicionales que conforman el patrimonio natural y/o histórico – cultural de estos territorios, como sucede en el caso de Lobos, generando procesos y acciones que contribuyen con el desarrollo local. El abordaje implementado utiliza fuentes primarias y secundarias de la Secretaria de Turismo de la Provincia de Buenos Aires y datos aportados por el propio municipio. Además, se realizaron una serie de entrevistas en profundidad programadas con autoridades empresariales y municipales para conocer la percepción del impacto del turismo y las acciones y políticas vinculadas con los procesos de desarrollo local. También se seleccionaron informates clave de los sectores intermedios y trabajadores con muchos años de experiencia que permitieron reconstruir el universo de estudio como una entidad compleja y heterogénea. A partir de un marco teórico que combina sociología, geografía y turismo es posible abordar la heterogeneidad del mundo rural y las distintas alternativas productivas que pueden convivir y consolidarse más allá del monopolio que intenta imponer el agronegocio. 2. Precisiones conceptuales y estado de la cuestión El turismo rural en Argentina tuvo un crecimiento importante en las últimas décadas, en especial a partir de la crisis de 2001 y la caída del sistema de convertibilidad 1 peso = 1 dólar. De acuerdo a Varisco, existen diversos motivos y actores que impulsan y fomentan al turismo rural. “Desde la oferta, la intención de poner en valor espacios y recursos turísticos para favorecer el desarrollo local, disminuir el impacto de la estacionalidad del turismo de sol y playa, o a nivel microeconómico complementar la producción de establecimientos agropecuarios; desde la demanda, las nuevas expectativas de los turistas, más activos e interesados en conocer diferentes patrimonios, el interés por destinos aptos para viajes cortos, y la necesidad cada vez más imperiosa de escapar del estrés provocado por el ritmo de vida urbano” (2016, p. 153). La conceptualización del turismo rural y sus implicancias vienen siendo revisadas y debatidas desde diversos ámbitos (Castro Reboratti, 2008). Para este trabajo se adopta la definición propuesta por el Ministerio de Turismo dentro del Plan Federal Estratégico de Turismo Sustentable 2016 (PFETS): “modalidad turístico – recreativa que se desarrolla en establecimientos de ámbito rural o en sus inmediaciones y que permite al visitante conocer, compartir y aprender otras costumbres y tradiciones, a través de actividades cotidianas, productivas y culturales, sensibilizándolo sobre el respeto y valor de la identidad cultural de las costumbres y pueblos rurales” (2001, p.108). Es decir que todos los emprendimientos dedicados al ocio, recreación, descanso o cualquier otra actividad relacionada con el turismo, mientras estén situados en un área rural, pueden ser considerados parte del turismo rural. Este último puede ser abordado a partir de una perspectiva multidisciplinar que focalice la capacidad de los actores para transformar sus actividades socioeconómicas en consonancia con los restantes cambios del sistema productivo. Son prácticas que suponen una patrimonialización del ámbito local, destacando sus prácticas características a través de su puesta en valor, y subrayando la capacidad de los sujetos para implementar una resignificación de los elementos culturales disponibles. De esta manera es que se hace referencia a la multifuncionalidad del mundo rural, es decir en la caracterización de lo rural se combinanlas actividades tradicionales primarias con los nuevos usos del suelo, entre los que se destacan los turístico – recreativos y residenciales (Castro, 2018). Es parte de una nueva forma de vivir lo rural o una “nueva ruralidad” que comienza a delinearse a finales del siglo XX y que cobra impulso a principios del XXI, en consonancia con desarrollos tecnológicos que potencian el avance de la mecanización e PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 Luis Blacha, Mara Rocio Galmarini 267 industrialización de la producción primaria. Posada (1999) hace referencia a las modificaciones que ocurrieron en el medio rural, como así también en torno a las conceptualizaciones en torno a este. No se tienen en cuenta solamente aspectos físicos y funcionales, sino la forma de valorar lo rural. “Antes era un espacio para la producción, hoy es un espacio para el consumo”. Algunas manifestaciones del consumo de lo rural son: segunda residencia, vivienda permanente, vacaciones en el espacio rural, salidas de observación de la naturaleza, excursiones de corta duración, práctica de deportes, organización de degustaciones culinarias en lugares tradicionales, etc. Es un contexto “alternativo” para una sociedad argentina que desde mediados del siglo XX comienza a tener más población urbana que rural, a pesar de que sus exportaciones primarias siguen siendo las más reconocidas a nivel mundial. Estas nuevas prácticas se combinan en un entramado donde las tecnologías involucradas en el agronegociopermiten una simplificación extrema de los ecosistemas, que llevan al monocultivo con el objetivo de incrementar la productividad. Es la denominada agricultirización de la región pampeana, donde se produce “el desplazamiento de 5 millones de hectáreas de la ganadería a la agricultura.” (Barsky y Gelman, 2012: 300) El desarrollo local estuvo en sus inicios directamente vinculado al crecimiento económico. Surge como una necesidad para dar respuesta a las nuevas demandas de la sociedad y como una nueva forma de impulsar y dinamizar ciudades y regiones, siendo en muchos casos una estrategia para enfrentar escenarios territoriales desfavorables. Es estudiado por diferentes autores como: Boisier, Madoery, Villar, Alburquerque (2004), Vázquez Barquero (2005), entre otros. Siguiendo a estos dos últimos autores, el desarrollo local implica un proceso de crecimiento económico y de cambio estructural que ayuda a mejorar la calidad de vida de la población local. Con la evolución y tratamiento de este concepto, se incorporan otras dimensiones como la política ‑ administrativa, la social, la cultural y la ambiental. En este contexto, el turismo rural puede convertirse en un referente para potenciar los recursos de otros espacios o bien integrar regiones. También propicia acciones solidarias con otras unidades locales e incentiva la inversión. De esta forma, Oscar Madoery expresa que: “[…] el desarrollo local es, desde el punto de vista económico productivo, una lógica territorial diferenciada; desde el punto de vista político institucional, una lógica de gobernabilidad pautada; desde el punto de vista socio cultural, una lógica relacional construida” (2003, p. 12). Es decir que se trata de un proceso de aprendizaje colectivo, generado por todos los actores, de orden cultural y político. Apoyando este concepto, Romeo Cotorruelo Menta (2001) señala que el desarrollo local tiene un carácter pluridimensional e integrado y supone la participación protagonista y corresponsable de los principales actores socioeconómicos y políticos. En la coyuntura del agronegocio que tiende a la homogeneización de los ecosistemas y de los cultivos, el turismo rural propone un desarrollo local a partir de poner en valor sus vínculos característicos. Como sostiene Wallingre, “el desarrollo con enfoque local es el complejo proceso de concertación entre agentes, sectores y fuerzas que interactúan dentro de los límites de un territorio con el propósito de impulsar un proyecto común que combine la generación de crecimiento económico, equidad, cambio social y cultural, sustentabilidad ecológica, enfoque de género, calidad y equilibrio espacial y territorial con el fin de elevar la calidad de vida y el bienestar de cada ciudadano que lo habita” (2014, p. 13). El turismo rural es una actividad transformadora de las prácticas socio‑productivas de muchos territorios que constituye una estrategia de desarrollo local a través de la capacidad de sus actores para resignificar los elementos culturales que se focaliza en hacerlos atractivos a un público heterogéneo. Tal es el caso de la transformación de los casos de estancias en hoteles que se complementan con “caminatas por parques, todo lo que sea traslado en animales, acá lo que ha tenido mucho auge es el polo.”1 El turismo permite poner en valor las temporalidades superpuestas que caracterizan a la Modernidad tardía y permiten salirse de la lógica del agronegocio que se retroalimenta de los problemas que él mismo genera, convirtiéndolos en insumos. (Blacha, 2019) Dachary y Arnaiz Burne (2012) afirman que el turismo promueve la recuperación de territorios y poblaciones, convirtiéndose en muchos casos, en una alternativa que permite transformar, adecuar e integrar pueblos y regiones. El turismo rural puede convertirse en una estrategia de desarrollo local pudiendo ser una forma de recuperar el patrimonio arquitectónico, frenar el despoblamiento de las zonas rurales, una forma de recuperar y valorar las tradiciones, una forma de cuidar los recursos y la sostenibilidad medioambiental potenciando los beneficios que genera la actividad turística. Se trata de una perspectiva que involucra la concepción de desarrollo local a partir de sus dimensiones económica, social, política y sustentable. Dentro de esta perspectiva, Navarro y Schlüter (2010, p.1) sostienen: “el análisis del turismo en el medio rural se fortaleció con la incorporación de la gastronomía, ya considerada patrimonio intangible, como elemento complementario de atracción o desarrollando productos turísticos estructurados en PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 268 El turismo rural en Lobos (Argentina):Desarrollo local en el proceso agroalimentario forma de rutas o de polos gastronómicos teniendo en cuenta siempre las cuestiones relacionadas con la sustentabilidad”. Interacciones que se insertan en un entramado más amplio que se caracteriza como “proceso agroalimentario” que delinea el modo en que se vinculan productores con consumidores. En consonancia con estas definiciones el turismo es una actividad que puede crear nuevas oportunidades de negocios y empleo. Se presenta en muchos lugares, como una buena alternativa para el desarrollo local y en una estrategia de desarrollo. Además, contribuye con las economías locales y aporta importantes beneficios, como ser: generación de empleo directo e indirecto, fuente de inversión, contribuye con la generación de riqueza, con el ingreso del sector público, con la diversificación al complementarse con las actividades tradicionales y con la reducción de la pobreza. El turismo cobra nuevos significados en un contexto de degradación ambiental como la que resulta del monocultivo del agronegocio y permite poner en valor prácticas precedentes como parte de un patrimonio convirtiendo a ambas tareas en parte del desarrollo local. 3. El proceso agroalimentario y los usos del territorio El agronegocio como sistema productivo puede definirse como “una serie de operaciones que se inician en la investigación y desarrollo, atraviesan el agro, la industria, el comercio y demás servicios anexos para atender las demandas de los consumidores” (Vilella y Senesi, 2009, p.xx) Es un conjunto de “sistemas abiertos construidos verticalmente “del campo al plato” incluyendo la industria de insumos, a los productores agropecuarios, a la agroindustria y al comercio minorista y exterior y los demás servicios anexos” (Ordoñez, 2009, p. 1). Es un conjunto de transformaciones que cobra mayores implicancias cuando se inserta en un contexto más amplio, como el que permite la noción de proceso de la sociología figuracional de Norbert Elias que destaca la convivencia de temporalidades superpuestas como una característica de los vínculos sociales. (Elias, 1997). Así el agronegocio supone una nueva etapa en el proceso agroalimentario que contextualiza el turismo rural. No sólo porque limita la cantidad de tierras disponibles para este tipo de proyectos productivos sino porque el monocultivo va a atentar contra la sustentabilidad de los ecosistemas que otorgan al turismo rural su atractivo. Un ámbito local que adquiere sus particularidades respecto de los procesos globales en los cuales se inserta. Es parte del desanclaje y el reanclaje sobre el que teoríza la sociología de la estructuración de Anthony Giddens (1997) donde los procesos globales separan la producción de su origen. En un segundo momento, las consecuencias se reanclan y el ámbito local originario es transformado a partir de las demandas del mercado mundial. En consecuencia, la geografía ya no depende de cercanía sino de procesos productivos “desanclados” donde el contexto local debe adaptarse a las demandas mundiales que posibilita (Giddens, 1997). Procesos que para el agro pampeano se vinculan con los momentos fundacionales de la Nación y que resultan en prácticas con alto valor patrimonial para el turismo rural porque la inserción en el mercado internacional va a llevar a la conformación de actores específicos del modelo productivo. El desarrollo local que promueve el turismo debe contextualizarse con las herramientas analítica que pone a disposición el proceso agroalimentario, entendido como la conjunción de distintas agroindustrias. Así, la influencia del sistema productivo en el territorio es una característica de la Modernidad que potencia sus implicancias en la “Modernidad Tardía” (Beck, 1998). En el caso de la región pampeana se vincula con el agronegocio como forma productiva predominante, siendo paradigmático el año 1996 porque se autoriza la primera campaña oficial con soja genéticamente modificada. Una región, de la que forma parte, Lobos que es preponderante en el sistema productivo argentino por su temprana inserción en el mercado internacional como productor de bienes primarios rurales desde finales del siglo XIX, como parte de la primera globalización de las cadenas agroalimentarias.(Barciela, 2017)Se consolidan en consecuencia un conjunto de prácticas socio‑productivas que influyen tanto en los usos del territorio como en la conformación de las estructuras administrativas del Estado‑Nación y susactores productivos. Es un proceso donde las estructuras administrativas permiten que la propiedad de un espacio determine su uso, llevando a importantes desigualdades regionales, que van a profundizarse con el correr del siglo XX. Estas transformaciones en los usos del territorio llevan a depender de una alta productividad de un pequeño conjunto de especies animales y vegetales para satisfacer las necesidades del mercado interno y las demandas internacionales. Un entramado donde las migraciones internas, del campo a la ciudad, de las que es testigo la sociedad argentina a mediados del siglo XX permite explicar la necesidad de la mecanización y los insumos químicos que permiten reducir la incidencia de la mano de obra. A finales del siglo XX el objetivo de incrementar la productividad a partir de la simplificación de los ecosistemas PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 Luis Blacha, Mara Rocio Galmarini 269 resulta en nuevos vínculos entre productores y consumidores a partir de las lógicas del agronegocio (Ordoñez). Una situación de la que también forma parte el partido de Lobos.El mismo se localiza a poco más de 100 km de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Se ubica al noreste de la provincia de Buenos Aires y limita con los municipios de Navarro, 25 de mayo, Roque Pérez, San Miguel del Monte, Cañuelas y Las Heras. La ciudad de Lobos es la cabecera del partido. El resto de las localidades que lo conforman son: Empalme‑Lobos, Arévalo, Antonio Carboni, Elvira, Villa Logüercio, Salvador María, Barrientos, Las Chacras y Zapiola. En el Mapa a continuación, se puede apreciar su localización. Fuente: http://www.guillermotella.com/proyectos/plan‑estrategico‑lobos‑2020/ El Partido de Lobos se funda a finales del siglo XIX y adquiere su forma productiva en consonancia con la primera globalización de las cadenas agroalimentarias. La orientación del agro pampeano para satisfacer las demandas de materias primas agrícolas del mercado internacional es posible por la politización de la vida como objeto de gobierno. Surge entonces la población como “descubrimiento del individuo y del cuerpo adiestrable” que propone Michel Foucault (2014, p. 59). Es parte de una “escala estatal”, como conjunto de políticas públicas que demandan una gubernamentalidad activa que se combinan con iniciativas privadas y que lleva a una concepción del mundo rural donde argentina se define como “el granero del mundo”, entendido como un patrimonio que dota de identidad al mundo rural pampeano. El poder potencia la complejización del entramado social que demanda el sistema productivo capitalista, modificando en el proceso a los espacios geográficos y a los actores que en ellos se insertan. De los cueros se pasa a la producción de carne salada para luego exportarla congelada y, a partir de avances tecnológicos, enfriada. (Giberti, 1981) En el proceso se consolidan saberes que van a determinar que debe cultivarse y qué tipo de animales deben criarse, siempre con vistas a satisfacer las demandas del mercado mundial, es parte de lo que Michel Foucault (1999) denomina biopoder. PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 270 El turismo rural en Lobos (Argentina):Desarrollo local en el proceso agroalimentario Siempre hay involucrados saberes que delimitan prácticas productivas. Están presentes a finales del siglo XIX con la primera globalización de las cadenas agroalimentarias y también en la Revolución Verde de mediados del siglo XX. El agronegocio de principios del siglo XXI va a multiplicar el alcance transformador de estos saberes, promoviendo prácticas que tienden al monocultivo y reconfiguran el entramado social precedente. Es en esta coyuntura que hay que analizar las implicancias y los éxitos del turismo rural. En especial porque son nuevas formas de valorización de lo rural plasmadas a través de procesos de patrimonialización. De acuerdo a Zusman y Pérez Winter estos procesos “suelen asociarse con la búsqueda de preservar elementos representativos de las historias productivas pasadas” (2018, p. 233). El turismo rural pone en valor estos procesos y sus identidades sociales asociadas. El vínculo fundacional que el poder tiene con el saber permite reconocer la diversidad como carac‑terística de un entramado social que se complejiza y que se sistematizará en la estadística como el tipo de conocimiento predominante del Estado. El saber es “fundamentalmente una práctica” (Deleuze 2013, p. 44), donde el carácter práctico del poder potencia sus propiedades arquitectónicas. El orden social se fundamenta en un primer momento en la propiedad del territorio para focalizar su atención, gradualmente, en los usos que se hacen de él. Son este conjunto de saberes los que dan forma al mundo rural en cada una de las etapas del proceso agroalimentario y a los que apela el turismo porque van a resultar en distintas apropiaciones sociales del espacio. Las identidades que fueron resultado de las necesidades productivas del “granero del mundo”, como parte de la primera globalización de las cadenas agroalimentarias, hoy son abordadas como prácticas alternativas al modelo del agro negocio, utilizando la misma flexibilidad simbólica que tuvieron en el pasado. Con el turismo los vínculos de poder delinean una arquitectura territorial que resignifica las identidades sociales vinculadas a sistema productivos precedentes para hacerlas atractivas, compartidas y, a través de su puesta en valor, transformarse en un desarrollo local sostenible y sustentable. Es parte de las temporalidades superpuestas de la Modernidad Tardía donde los últimos avances productivos pueden compartir el espacio con una puesta en valor de modos de producción precedentes. Es un proceso donde los distintos sistemas agroindustriales cuya interdependencia y transformaciones temporales del espacio socializado, se engloban en el proceso agroalimentario del que también forma parte el turismo. El turismo rural permite trascender las limitaciones temporales a partir de cómo el espacio se inserta en el sistema productivo. En el proceso agroalimentario es posible identificar estas cuestiones respecto a las transformaciones simbólicas que adquiere la “tierra”. Significados que el turismo rural debe incorporar, a partir de un enfoque interdisciplinario, interpelando a la diversidad que lo vuelve único y atractivo tanto para consumidores nacionales como extranjeros. El territorio va a suponer, entonces, usos heterogéneos, aún desde una óptica productiva, funda‑mentados en la incorporación social del espacio. (Santos, 2000) Hay una resignificación de los usos tradicionales y hay “cambios en la ocupación de la mano de obra rural, que comienza a diversificarse y a no depender exclusivamente de la actividad agrícola, lo que da lugar a actividades como el turismo rural y/o el ecoturismo”. (González 2015, p. 5) Así es posible que convivan en un mismo ámbito los cultivos especializados como la práctica de deportes ecuestres. Esta diversidad también requiere de estudios interdisciplinares como el aquí implementado, que supone un insumo para el desarrollo local a partir de la patrimonialización. En el caso de Lobos existen más de 60 canchas de polo particulares, que también generan una importante mano de obra para su mantención y resignifican actividades que parecían tendientes a satisfacer. Así, hay “un sector, el cuartel octavo, que se desarrolla porque justamente hay que trabajar, cuidar, mantener la cancha, cortar el césped, sembrar, criar los caballos de polo que también se venden, varearlos, prepararlos, cuidarlos…eso lleva también a que los veterinarios tengan un nicho de trabajo importante con las vacunaciones…también se ha desarrollado bastante el trabajo de alambradores que son trabajadores encargados de los tendidos de alambre, eso también tenemos y todo lo que significa… herreros, los trabajos con cuero, las riendas y después en la parte de turismo propiamente dicha lo que es normal, el mozo, la doméstica, el cocinero…)2 La puesta en valor de prácticas precedentes va a resignificar también el rol que ocupan los actores como una alternativa al monocultivo imperante en la región pampeana y volver a dar valor a los roles productivos tradicionales, tal como se recoge en el ejemplo precedente. Es un contexto donde el mundo rural se convierte en “el lugar de los nuevos monocultivos y de las nuevas asociaciones productivas, enraizadas en la ciencia y en la técnica y dependientes de una información sin la cual ningún trabajo rentable es posible” (Santos 2000, p. 260), surgen nuevos actores, se resignifican otros y las mediaciones institucionales adquieren implicancias diversas a medida que se especializa el sistema productivo y se complejiza el entramado social. La inserción en el mercado PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 Luis Blacha, Mara Rocio Galmarini 271 mundial cobra otros significados en una nueva etapa de la globalización de las cadenas agroindustriales donde las identidades tradicionales puede desanclarse para ser comercializadas a ámbitos lejanos. Al considerar a los actores y sus nuevas funciones a partir del contexto mencionado, resulta pertinente el aporte de Villar (2007), el cual sostiene que la sociedad paso de ser objeto a sujeto de su propio desarrollo. En otras palabras, la sociedad local es responsable de la revalorización de las potencialidades existentes en sus territorios. El desdoblamiento del sujeto agrario es un hito de gran importancia en el proceso agroalimen‑tario que permite una mayor celeridad y fluidez de las transformaciones. Como los dueños del capital no necesariamente poseen la tierra, pueden incorporar nuevas tecnologías sin preocuparse por las consecuencias futuras. Es una extensión de la lógica desanclada que había permitido la inserción en el mercado internacional a finales del siglo XIX. Como se distingue entre el uso y la propiedad de la tierra, la técnica que potencia la productividad, promoviendo cambios sociales, pero también se apoya en cuestiones políticas. También se diversifican los actores involucrados quienes adquieren múltiples roles. El turismo rural es también una actividad complementaria porque “hoy hay algunos campos que lo tienen como la actividad primaria y el ganado o la siembra como la actividad complementaria…te digo dos casos Estancia Santa Rita y La Candelaria que son dos casos paradigmáticos que yo los conocí, aparte yo tuve veterinaria ahí en Carboni y hace veinte años, en el año ’85, ’86 o un poco más, y cuando yo los conocía tenían como actividad principal la parte ganadera y hoy, han desarrollado más todo lo que tiene que ver con turismo rural y tienen como actividad complementaria a lo otro…Es más, un club de polo Santa María también, vos antes ibas al campo y tenían mucha cantidad de vacas sobre todo y hoy han desarrollado todo lo que tiene que ver con el polo, hotelería o cabañas…”3 Según Zusman y Pérez Winter (2018), esto sería un ejemplo de valorización de construcciones y diseños de distintos edificios que se preservan por su legado arquitectónico, siendo en la actualidad emprendimientos de turismo rural que en muchas ocasiones poseen funciones distintas a las que cumplían originalmente. El turismo es el motor que promueve acciones de desarrollo local poniendo en valor la historia y la cultura de los territorios. Además, es el fundamento para pensar alternativas al agronegocio como un modelo productivo que se muestra unívoco y que no admite alternativas. La fuerte especialización de la producción agrícola se focaliza en el cultivo de soja, trigo, maíz, girasol y sorgo granífero. Está reducción en la diversidad se combina con nuevas tecnologías que permiten a los productores mudarse a pueblos cercanos o ciudades intermedias. Los contratistas cobran significación en estas nuevas actividades que suponen transformaciones de importancia en el proceso agroalimentario. El uso del territorio también se modifica cuando casi 5 millones de hectáreas pasan de la ganadería a la agricultura, que puede ser interpretado como una “agriculturización” de La Pampa (Barsky y Gelman, 2012). Una nueva etapa en el proceso agroalimentario que se encuentra “orientada por un patrón mucho más intensivo en el uso de capital” (Gras y Hernández 2016, p. 109). El turismo aparece como alternativa de desarrollo local en un contexto donde la producción está pensada para satisfacer demandas foráneas. 4. Turismo rural como desarrollo local El partido cuenta con una población de 36.172 habitantes de acuerdo con los datos del censo último censo (2010), mientras que la población en 2001 era de 28.561 habitantes. Su actividad económica principal es la agrícola‑ganadera, aunque en la actualidad no tiene la misma preponderancia que en décadas anteriores. La producción se ha diversificado y se fueron desarrollando otros tipos de actividades industriales como la metalúrgica, textil, de servicios, como así también una fuerte presencia de actividades estatales a través de la docencia, salud pública, bancos, etc. Asimismo, el turismo tuvo en los últimos años, un crecimiento y un desarrollo considerable que lo convierte en un objeto de estudio adecuado para abordar el desarrollo de esta actividad. Esto es acompañado con el crecimiento de la ciudad y de sus servicios, por ejemplo, en la extensión de la red de gas, red cloacal, viviendas, asfalto, etc.4 Los servicios que se detallan en el Cuadro 1 se utilizan en los censos para medir la calidad de vida de la población, ya que garantizan el bienestar y la salubridad de las personas. Por otro lado, hay que recordar que el turismo es una actividad que para su correcto funcionamiento necesita de ciertas infraestructuras o servicios. PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 272 El turismo rural en Lobos (Argentina):Desarrollo local en el proceso agroalimentario Cuadro1: Comparación intercensal de servicios públicos en el partido de Lobos (2001/2010) Año Cobertura de las redes de infraestructura Red cloacal Red de agua corriente Red de energía eléctrica Red de gas natural Hogares % Hogares % Hogares % Hogares % 2001 3.188 31,9 6.968 69,7 9.518 95,2 7.256 72,6 2010 3.145 27 7.120 71,2 11.308 96,2 6.656 56,7 Fuente: elaboración propia con base en datos del censo 2001 y 2010. Los porcentajes de cobertura de servicios para cada año fueron calculados a partir de los censos 2001 y 2010 respectivamente. Para el cálculo del año 2001 se realizó sobre un total de 9994 viviendas censadas y habitadas, mientras que para el año 2010 sobre un total de 11749. Al comparar los porcentajes de cobertura de estos servicios, se puede observar que en el Partido de Lobos aumentó la red de agua corriente en un 1,5% y la red de energía eléctrica en un 1%. Contrariamente para los servicios de red cloacal y red de gas natural puede observarse una disminución5. Respecto a las actividades económicas, el partido es heterogéneo en relación con su desarrollo económico, donde el sector primario concentra el 30,2 % de la actividad productiva. La superficie productiva es de 150.000 hectáreas, destinándose 120.000 ha a la ganadería y 30.000ha a la agricultura. Un proceso que se diferencia del resto de las transformaciones del agronegocio de la región pampeana, donde la agricultura gana espacio a la ganadería. El 70 % aproximadamente de la superficie productiva está afectada a la ganaderíabovina, el 25 % a la agricultura y un 5 % restante a la cría de ganado porcino y ovino, la apicultura y explotación hortícola. También merecen destacarse dos frigoríficos regionales que permiten industrializar parte de la producción primaria. La apicultura es tradicional en la localidad de Salvador María. Un grupo de aproximadamente 40 productores pequeños son los que realizan esta actividad, en muchos casos complementando con la ganadería y/o agricultura, vendiendo su producción a empresas exportadoras.Lo cual se vuelve más atractivo para el turismo ya que la ganadería se asocia en el contexto pampeano con explotaciones familiares y tradiciones productivas de amplias temporalidades, convirtiendo a Lobos en un objeto de estudio privilegiado para abordar el turismo rural como desarrollo local. Tal es el caso cuando en la década de 1980 había“una fábrica muy grande de motores eléctricos que era Electromac, eso generó toda una cultura de talleres que le proveían a esa fábrica, que hoy no está bien esa fábrica, pero todos esos talleres quedaron funcionando.[…]tenemos empresas de servicio en el rubro como Electrolobos que repara los motores de los subterráneos de Buenos Aires por ejemplo se reparan acá en Lobos , motores de ferrocarril, motores navales que son motores de una magnitud muy importante y que necesita un taller con toda la infraestructura adecuada […] después tenemos todo lo que es la maderera, desde el aserradero común hasta te hacen por ejemplo, un cielo raso de machimbre, todo lo que sea madera para la parte rural, tranqueras, mangas para los animales y después productos de madera)”6 Son transformaciones del sistema productivo que impactan en las identidades sociales y en cómo los individuos viven el espacio. El turista que visite Lobos puede vivir entonces una experiencia rural como conocer los modos de producción industriales de décadas anteriores, dando cuenta de las complejidades y paradojas del desarrollo económico argentino. La ubicación geográfica privilegiada de Lobos, por su cercanía con el puerto de Buenos Aires,lo inserta en una red de información y difusión de prácticas sociales, políticas y económicas que utilizan diversos actores institucionales, desde el Estado nacional a los acopiadores de granos y los partidos políticos. Es parte de las interdependencias que el turismo rural intenta reconstituir como vínculo con el pasado, pero también como una puesta en valor en el presente. Si en sus comienzos la instalación del ferrocarril significó para Lobos, el poblamiento y asentamiento de familias junto con la apertura de algunas industrias: molinos harineros, fábrica de pastas, cigarrillos, jabón, alpargatas, entre otros. Hoy forma parte de su legado, de una identidad que combina el mundo rural con esas fábricas textiles, metalmecánica, calzados, por citar las más importantes, que involucraban a una gran cantidad de trabajadores, pero fueron cerrando por no poder seguir siendo competitivas en relación con los precios de los productos importados. El territorio cobra nuevos significados y refleja su capacidad para potenciar diversos tipos de interacciones.Lobos no es la excepción, en su territorio existen variadas muestras de la PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 Luis Blacha, Mara Rocio Galmarini 273 modificación y resignificación de los espacios, los cuales hoy poseen usos y/o funciones turísticas, como por ejemplo las estaciones y galpones del ferrocarril que se convierten en museos, centros culturales o administrativos. La cría extensiva de terneros es la actividad predominante, seguida por la producción láctea. La actividad tambera se concentra básicamente en la localidad de Zapiola, al norte de la ciudad de Lobos. El partido de Lobos integra la Cuenca Lechera Abasto Sur, una de las principales proveedoras de leche y derivados al área Metropolitana. En el año 2001 se registraban 35 tambos, mientras queen la actualidad y según datos suministrados por el municipio, se incrementaron a 55. En tercer lugar, de importancia se ubica la invernada, que actúa como recurso forrajero. Asimismo, se destacan las granjas dedicadas a la avicultura, registrándose 34 establecimientos avícolas y la cría de equinos especializada en caballos de polo. Lo cual va a suponer una doble resignificación ya que en la región pampeana donde se inserta Lobos hay un importante pasaje de tierras de la ganadería a la agricultura que se motoriza por los altos rendimientos de la soja que requieren inversiones menores a las actividades tradicionales y un rápido retorno de las inversiones realizadas. La agricultura se concentra en las tierras más productivas, en los alrededores de la localidad de Carboni. La frontera agrícola se expandió debido a que muchos terrenos dedicados a la ganadería fueron desplazados a terrenos más bajos cercanos al río Salado.Los principales cultivos son soja, trigo y maíz, y existe una difundida rotación entre trigo y soja. De acuerdo con el Censo Nacional Agropecuario del año 2002, en el partido había 600 explotaciones agropecuarias (EAP), mientras que, en la actualidad, y de acuerdo con los datos aportados por el municipio, las mismas superan las 800. Con elauge de la soja y el aumento del valor del vacuno, la actividad de campo incrementó un despegue, diversificando la producción con la explotación de los feedlot, criaderos de caballo, conejos, entre otras. El turismo rural permite resignificar prácticas precedentes y ponerlas en valor patrimonial con impacto económico que permita el desarrollo local, pero también posibilitar que se mantenga una canasta alimentaria diversificada porque la gastronomía va a formar parte de las ofertas que propone el turismo para los visitantes. El proceso agroalimentario, como herramienta analítica, permite dar cuenta de estas cuestiones y plantear estrategias de desarrollo que consideren los cambios de escala global desde el ámbito local para una mejor adaptación a las transformaciones del capitalismo tardío como sistema productivo. Permite integrar las prácticas productivas con el tiempo del ocio, mientras se ponen en valor prácticas precedentes en forma de tradiciones. También puede ser interpretado como un canal de acceso a este conjunto de conocimientos y vivencias en un ambiente especialmente delimitado para potenciar esta experiencia. La puesta en valor del patrimonio adquiere múltiples facetas que vinculan a los distintos actores del agro.Al partir de un estudio de caso único es posible registrar la evolución del turismo y su contribución al desarrollo económico local en el ámbito municipal en diálogo con las transformaciones regionales más estructurales antes mencionadas. En el mundo rural, el territorio es un factor productivo, pero también conforma el patrimonio que vincula al entramado social con la cultura, la historia, las costumbres y los estilos de vida, características que se convierten en insumos para la acción del turismo. De acuerdo a Lima y Matías (1999 citado en Leonardo Bricalli 2005:271), “el desarrollo del turismo en espacio rural impulsa a que las comunidades rescaten, preserven y valoren todas las formas culturales locales y regionales como la gastronomía, utensilios domésticos, artesanías, arquitectura y otras que posteriormente serán utilizadas como atrac‑tivos turísticos para motivar a las personas a practicar el turismo en espacio rural”. Esto significa que puede convertirse en una estrategia para la promoción del desarrollo local, cobrando una importancia fundamental los aspectos de sustentabilidad económica y ambiental. Los cálculos económicos, los rindes y las prácticas vinculadas al agronegocio parecieran poder explicar sólo una parte de esta cuestión y este trabajo interdisciplinar propone dar cuenta de la heterogeneidad que caracteriza al proceso agroalimentario. Los elementos culturales, la identidad de los actores y una diversificación de la producción permiten complejizar el abordaje analítico. Si las transformaciones de escala global llevan a procesos en los cuales el tiempo se deslinda del espacio, hay también una resignificación del ámbito local. En especial, en una actividad vinculada con el mercado internacional desde sus inicios y que supuso una infraestructura de transportes para poder vincular esos ámbitos con los mercados compradores. En este sentido, el polo en Lobos “yo considero que en Lobos la actividad está un poco sobredimensionada…Nosotros apuntamos a que la gente, por ejemplo, en un día de campo tenga una cocina a leña en el parque y coma torta fritas, porque la torta frita es típica de este lugar… ‑ O un buen asado al asador y que los chicos puedan andar a caballo y puedan meterse en el bosque a hacer una choza…cosas que realmente se logran en el campo…por ejemplo, tenemos animales autóctonos, PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 274 El turismo rural en Lobos (Argentina):Desarrollo local en el proceso agroalimentario animales de corral, tenemos un lago y en ese lago la gente puede ver las nutrias, puede ver garzas, puede ver gansos…).”7 La transformación territorial que significa la incorporación de un espacio de interacción al mercado mundial está delimitada, en gran medida, por los medios que permiten estos vínculos entre ausentes. El partido de Lobos creció con el desarrollo de diferentes actividades. Con la instalación del gobierno independiente, la adjudicación de las tierras comenzó a darse por el régimen inmobiliario y ya no por donación como ocurría en la época colonial. Lobos crece al igual que su población, existiendo cada vez más estructuras edilicias de mayor envergadura. Ya desde sus inicios, era una ciudad importante de paso y escala obligada en el camino a Buenos Aires, donde paraban las carretas con mercadería y frutos. Con el transcurso del tiempo aumenta notablemente su importancia y el tráfico de mercadería: cueros, lanas y nuevos productos. Según Cucullú y Murmis (2017, p. 226 y 227) “no existen cooperativas de producción o comercialización: entre los apicultores solo se ha dado la persistencia de un grupo de consulta y compra en común de aquellos de mayor producción. No obstante, varios apicultores medianos – grandes son socios de una cooperativa de un pueblo próximo, que estableció una sala de extracción con todas las exigencias legales, técnicas y sanitarias”. En esta etapa, el nuevo sujeto agrario, sin propiedad de la tierra, cuenta con la ventaja de poder hacer uso de la tierra cedida por sus propietarios, teniendo escaso compromiso de pago. La historia de Lobos puede ser interpretada como parte del proceso de desanclaje, que vincula el ámbito local con el mercado internacional. La explotación agropecuaria y otros usos del suelo comenzaron a complementarse con la práctica del turismo rural, lo que originó que el medio rural sea considerado como un espacio integrado y multifuncional. El desarrollo local se convirtió en una de las posibles estrategias para compensar las crisis que sufrieron las economías locales en las últimas décadas. Existe una transformación de las actividades agropecuarias y un proceso de urbanización de la población que genera un despoblamiento del interior rural del partido. Asimismo, se hallan nuevos usos y funciones del territorio agropecuario vinculados con otros tipos de actividades como ocio, turismo, reserva ambiental. Además, se detecta un cambio en la estructura agraria del partido en el traspaso del típico chacarero al rentista (quien arrienda su campo). Estos son los que se instalan en la ciudad de Lobos cuando abandonan las zonas rurales. A partir de considerar al turismo rural como una actividad estratégica para el desarrollo local en un determinado territorio, se empezó a analizar y a revalorizar dicho espacio en relación con los diferentes aspectos del desarrollo. En este sentido, es importante entender y considerar al campo, no solo relacionado con la explotación agropecuaria, sino como sector que permite actividades integradas y multifuncionales. Como sostiene Da Silva (citado en Froehlich 2000: 86): “es preciso ampliar la vieja noción del sector agropecuario con el objeto de incorporar la producción de servicios tales como la recreación, el turismo, la conservación del medio ambiente, etc., en las actividades productivas tradicionales”. Estas interacciones dan cuenta de la internalización de prácticas y del carácter potencial del poder para delimitar tanto a ciudadanos como el contexto ambiental de producción. Transformaciones que son indispensables para promover la consolidación del sistema productivo capitalista. A medida que este modo de producción va cambiando también deben hacerlo en consecuencia, el resto de los actores que están afectados por él. El turismo en muchos destinos o regiones se comporta como la principal actividad generadora de ingresos o bien como un complemento del resto de las actividades económicas. Se trata de una actividad que genera importantes beneficios en los territorios: genera empleo directo (en las empresas directamente relacionadas con el turismo como agencias de viajes, hoteles, venta de pasajes, etc.), indirecto (en las empresas indirectamente relacionadas con el turismo, por ejemplo, comercios, restaurantes, bares, etc.); promueve la inversión en infraestructura general (carreteras, puentes), específica (centros recreativos) y de soporte (transporte, comunicaciones). (Villar, 2007). En otras palabras, el turismo puede convertirse en una actividad económica que fomente, genere o reafirme procesos de desarrollo local en un territorio. Si bien el turismo no es la actividad principal del partido, se viene registrando un desarrollo y un movimiento económico generado por esta actividad, que está repercutiendo de manera positiva en Lobos y produce un crecimiento considerable y visible a través de las inversiones privadas en alojamiento, gastronomía y mayores servicios. Por esto motivo, La Dirección de Turismo del partido, identifica a Lobos como un partido con turismo, pero no plenamente turístico. Es una forma de canalizar prácticas alternativas al sistema productivo imperante de forma complementaria. Una preocupación de central importancia para un país agroexportador cercano al monocultivo sojero que sufre los vaivenes de los precios de materias primas vinculadas al agro. En consonancia, Lobos en un municipio rural cuyo centro histórico complementa, y diversifica a la vez, las alternativas para el disfrute del turismo rural, transformando los aspectos simbólicos del capital vinculados con la cultura. La ciudad de Lobos posee una serie de edificios históricos que conforman PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 Luis Blacha, Mara Rocio Galmarini 275 el patrimonio cultural, entre los que podemos mencionar: el casco fundacional de la ciudad, bancos, teatros, la sociedad italiana y la española, entre otros. El centro histórico de Lobos cuenta con un gran número de viviendas y edificaciones destinadas a usos comerciales y de servicio, con aptitudes para ser preservadas desde el punto de vista histórico y potencial turístico. La patrimonialización de estos ámbitos y sus prácticas son fundamentales para potenciar el desarrollo turístico de la región porque permiten consolidar una identidad sociocultural propia que resulta en el desarrollo de emprendimientos productivos. Los museos conforman parte del patrimonio cultural de un territorio y pueden contar o mostrar gran parte de su historia, cultura y tradición. En la ciudad de Lobos se localizan los dos museos: Museo Histórico y de Ciencias Naturales “El pago de los Lobos” y “Museo y Biblioteca Presidente Juan Domingo Perón”, los cuales resultan muy interesantes para complementar la estadía en el partido. Conocer el casco histórico y las edificaciones que fueron restauradas, y que siguen en pie cumpliendo determinadas funciones en el territorio, permite interpretar el respeto y la tradición por la historia de Lobos en la cual el turismo rural juega un rol clave en su puesta en valor. En este contexto es que el partido de Lobos ofrece una serie de recursos paisajísticos relacionados con el medio rural, casco urbano de un típico municipio agropecuario y la práctica de algunos deportes como el golf, la pesca y el polo. El saber fundamenta ya no sólo un incremento de la productividad como sucede con las actividades agropecuarias tradicionales sino una puesta en valor de un legado que el turismo recupera. La capacidad para resignificar prácticas precedentes e incorporar a la identidad, como procesos de subjetivación, debe tener en cuenta el contexto en el cual se originaron esos procesos y cómo adaptarse a las transformaciones actuales. Se consolida un entramado social en el ámbito local que debe establecer vínculos con la escala nacional, y también global, no sólo desde los aspectos productivos tradicionales, sino desde la actualización de las prácticas socioculturales. El territorio redescubre, en este proceso, su carácter social y su heterogeneidad constitutiva. 5. Reflexiones finales Las características sociales del territorio dan cuenta de las implicancias económicas, políticas, pero también culturales que tiene el ámbito de interacción y cómo los actores lo conforman con sus interacciones. Los usos del territorio adquieren entonces un carácter social donde hay tensiones entre distintas propuestas, tal como sucede con el agronegocio y el turismo como desarrollo local. Un mundo rural bonaerense dominado por el monocultivo sojero, que tienen su contracara, pero también su complemento en la diversificación de las inversiones y las alternativas productivas. El abordaje desarrollado parte de una interpretación del turismo rural en Lobos no como un paliativo agrobusiness por parte de aquellos actores que no se incorporaron a estas prácticas sino como un reflejo de la capacidad transformadora de los actores y su efectividad para resignificar sus prácticas a través de los elementos culturales disponibles que los constituyen como sujetos del mundo rural. El turismo como actividad productiva pero también como una expresión cultural vinculada con los procesos de subjetivación debe dar cuenta del dinamismo de las interacciones globales, también de la escala nacional y la interacción de ambas con la escala local. El turismo rural además de producir empleo en el partido, se comporta como un complemento del resto de las actividades, generando múltiples beneficios en el territorio relacionados a la articulación, el compromiso empresarial, la valoración por los recursos naturales y culturales, los servicios públicos e infraestructuras, el interés por la cultura y tradición y nuevos ingresos económicos. Es una manera de vincular productores con consumidores creando identidades y promoviendo el desarrollo local. Es una actividad que registra un crecimiento en la última década a partir del aumento de la cantidad de establecimientos turísticos. Una acción que genera en el territorio una serie de beneficios positivos como, por ejemplo, empleo de mano de obra local y un mayor consumo de productos tanto para el funcionamiento de dichos establecimientos, como así también por el consumo de productos por parte de los turistas que visitan el Partido. La estructura productiva del Partido de Lobos es heterogénea ya que posee una diversidad de actividades en los sectores primario, secundario y terciario, conservando en la actualidad su perfil de municipio predominantemente rural. El turismo como actividad económica perteneciente al sector servicios, se comporta claramente como un complemento del resto de las actividades. Ofrece la combinación de un casco urbano en la ciudad de Lobos junto con otras localidades rurales que conforman el partido, ofreciendo una variedad de atractivos naturales y culturales, como así también una gran diversidad PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. 18 N° 2. April-June 2020 ISSN 1695-7121 276 El turismo rural en Lobos (Argentina):Desarrollo local en el proceso agroalimentario de actividades en el medio rural. Es este patrimonio el que debe ponerse en valor económico, social y cultural para adecuarse a los tiempos. Bibliografía Alburquerque, F. 2004. El Enfoque del Desarrollo Económico Local. 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Buenos Aires, 231‑252 Notas 1 Gustavo Sobrero – Intendente (entrevista realizada el 12/10/2012) 2 Javier Guarnerio, Secretario de Gobierno (entrevista realizada el 10/12/2012) 3 Fernando Ferrari, Gerente de la Sociedad Rural (entrevista realizada el 13/10/2012) 4 Datos suministrados en una entrevista al Secretario de Gobierno, Dr. Javier Guarnerio, 12/10/2012. 5 Esta situación es advertida con preocupación por las autoridades municipales. El Secretario de Gobierno, Dr. Javier Guarnerio, consultado sobre esta realidad afirmó en una entrevista que se realizó el 12/10/2012, que el gobierno está trabajando en la extensión de cobertura de estos servicios, como así también del asfalto. 6 Jorge Badaloni, Director de Producción de Lobos (entrevista realizada el 15/10/2012) 7 Marcelo Gatti, encargado Estancia Santa Rita (entrevista realizada el 14/10/2012) Recibido: 13/01/2019 Reenviado: 18/01/2019 Aceptado: 02/05/2019 Sometido a evaluación por pares anónimos |
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